Génesis y Evolucion Del Federalismo en MX
Génesis y Evolucion Del Federalismo en MX
Génesis y Evolucion Del Federalismo en MX
TOMO VI
GÉNESIS Y EVOLUCIÓN DEL
FEDERALISMO EN MÉXICO
www.inap.org.mx
José R. Castelazo
Presidente
CONSEJEROS
Hilda Aburto Muñoz
Carlos Almada López
José Fernando Franco González Salas
Benjamín González Roaro
Mauricio Merino Huerta
Sergio Hidalgo Monroy Portillo
María de los Ángeles Moreno Uriegas
Arturo Núñez Jiménez
Fernando Pérez Correa
Carlos Reta Martínez
Óscar Reyes Retana
Héctor Villarreal Ordóñez
CONSEJO DE HONOR
FUNDADORES
ÍNDICE
Presentación ..................................................................................................................7
José R. Castelazo
PRIMERA PARTE
SEGUNDA PARTE
PRESENTACIÓN
D esde el comienzo de esta administración, nos dimos a la tarea de elaborar una obra
que analizara minuciosamente cada uno de los ámbitos de acción de la Administración
Pública Mexicana a través de nuestra historia como país independiente. Uno de estos
ámbitos es el Federalismo.
Este estudio, nos advierte el autor, por tanto, parte con un tratamiento de determinadas
categorías teóricas básicas, tales como Estado, gobierno, administración pública,
régimen político, pueblo, nación, sociedad, “con un esfuerzo de definición preliminar
que evite confusiones”. Sin embargo, se considera la diferenciación “entre teoría y la
organización real, es decir, el objeto de estudio y el sujeto en acción”.
Concluye esta obra con una serie de cuadros con información sobre la caracterización
de las nuevas modalidades y estructuras de organización política y administrativa que
han llevado a un desarrollo sustancial en cada entidad federativa. Se puede observar las
distintas formas de organización de los sectores central y paraestatal en cada estado, el
número de servidores públicos, así como sus respectivos planes de desarrollo.
Con este tomo, se mantiene la consolidación de esta obra cumbre del INAP, la cual,
estamos seguros constituye un mecanismo de consulta necesario no sólo para estudiosos
e investigadores de la Administración Pública, sino también para que los servidores
públicos tomadores de decisiones, puedan contar con mayores instrumentos de análisis en
la elaboración de la política gubernamental.
José R. Castelazo
Presidente
PRELIMINAR
ESTADO FEDERAL Y
FEDERALISMO
A lo largo de este trabajo se utilizan diversos términos que no son simples conceptos,
sino categorías teóricas formadas a base de diversas definiciones y perspectivas, según
sea el enfoque desde que se analiza, tales son: Estado, gobierno, administración públi-
ca, régimen político, pueblo, nación, sociedad. Este conjunto de categorías presentadas
en esta secuencia, de lo más general a lo más concreto, y viceversa, en sus extremos
representa los aspectos vinculantes de la relación Estado-Sociedad.
Para referirse al Estado Federal, lo primero es empezar por el Estado. Sobre la idea del
Estado existe una inmensidad de estudios y reflexiones en disciplinas diversas, entre
ellas el derecho, la ciencia jurídica, la ciencia política, la sociología política, la admi-
nistración pública, la filosofía política. Ante todo representa un proceso para construir
un orden y sistema de poder.
Bajo la óptica jurídica de la Teoría del Estado, Kelsen afirma que el Estado tiene dis-
tintas facetas, pues aparece como voluntad supraindividual, orden de poder, autoridad,
orden jurídico, orden coactivo:
El orden estatal se diferencia ante todo de los demás órdenes sociales en que es coacti-
vo, ordena una coacción… Existen dos actos típicos de coacción, la pena y la ejecución
forzada. El fin de esta amenaza coactiva es provocar una conducta en los hombres que
haga innecesaria la coacción. Conforme a este fin los hombres deben comportarse de tal
modo que su conducta no constituya el supuesto para que se produzca la consecuencia
coactiva. De lo dicho se deduce que el aparato coactivo, al que se suele hacer referen-
cia para caracterizar al Estado, es idéntico al orden jurídico. Las normas que forman el
orden estatal son las jurídicas.
He desarrollado la tesis –dice Kelsen– de que Estado y Derecho coinciden, en tanto que
el Estado como orden es idéntico a la ordenación jurídica, total o parcial, y el Estado
como sujeto jurídico o persona, no es más que la personificación del orden jurídico,
total o parcial.”1
En cambio, para la ciencia política, el análisis debe partir de la ciencia del poder, no
de la teoría del Estado, ya que es en el Estado en donde se da la unidad del poder. Este
enfoque se centra en las distintas fases del poder, como base para el análisis del Estado.
Duverger presenta una anatomía del poder, empieza por aclarar que no todo poder es
político, (como propuso Duguit), para lo que establece una primer diferencia entre
poder político y poderío. “El poderío es la ley del más fuerte, que puede constreñir
materialmente al más débil a inclinarse. El poderío es omnipresente, ya que resulta de
la desigualdad de las fuerzas. La fuerza física es el elemento esencial del poderío. La
fuerza económica, el que puede privar a un hombre de su subsistencia, la autoridad de
los patronos. Las técnicas de encuadramiento de los hombres en el seno de organiza-
ciones colectivas –partidos, sindicatos, gremios etc.– si bien se obedece sólo porque se
está coaccionado a hacerlo, por la presión física, la dominación económica o el encua-
dramiento colectivo, en ello no existe poder sino solamente poderío; el poder aparece
cuando los que obedecen creen que es normal la obediencia, que es bueno, justo, legí-
timo… La noción de legitimidad es uno de los elementos fundamentales del poder, no
1
Kelsen Hans, Compendio de Teoría General del Estado, Editora Nacional, México, 1980, capítulo I. La
esencia del Estado, pp. 107-128. Para Léon Duguit el Estado es una agrupación humana, fijada sobre un
territorio determinado, apuntando como nota distintiva la diferencia entre gobernantes y gobernados. Duguit
Léon, Traité de droit constitutionnel, París, 1921.
es más que un sistema de creencias, por ejemplo, para aquellos que creen que el poder
debe reposar en la elección popular de los gobernantes, los gobernantes son legítimos
si emanan de elecciones libres… Diversos sistemas de legitimidad se oponen, el poder
es legítimo a los ojos de una parte de la población e ilegítimo a los ojos de otra parte
de la población (por ejemplo monarquía y república, liberalismo y conservadurismo,
socialismo, capitalismo).
Finalmente, nos dice Duverger: El fenómeno del poder se presenta en todas las agru-
paciones humanas, “no están aisladas unas de otras, se ligan entre sí con vínculos com-
plejos. Existe entre ellas una cierta subordinación que hace que las autoridades de un
grupo dispongan de prerrogativas respecto de los otros grupos. Entre estos grupos uno
presenta en la actualidad una importancia particular: el Estado. Los Estados-Naciones
constituyen hoy las comunidades humanas mejor organizadas políticamente, son aque-
llas en que la estructura del poder es más compleja, más perfeccionada, más acabada.
En el Estado existe una división del trabajo entre gobernantes más acentuada que en los
sectores (legisladores, administradores, jueces)… En el Estado se encuentra un sistema
2
Duverger, Maurice. Instituciones políticas y derecho constitucional, pp. 30-50, Ariel, Barcelona, 1970.
de sanciones organizado más completo que en los otros sectores, que permite a los go-
bernantes hacerse obedecer por los miembros de la comunidad: organización policiaca,
judicial, penitenciaria… El Estado dispone de la mayor fuerza material para hacer eje-
cutar sus decisiones. Entre todas las agrupaciones humanas, la comunidad nacional es
hoy la más fuerte, los lazos de solidaridad son más intensos. Esto significa que en caso
de conflicto entre las solidaridades de diversos grupos, la solidaridad nacional priva…
la fuerza de las solidaridades nacionales es esencialmente un fenómeno de creencias.”3
Por su parte, los economistas han señalado que no hay gobierno sin gasto público,
de manera que el Estado, gobierno y administración se analizan bajo la óptica de las
finanzas públicas, a partir del presupuesto de egresos como expresión del gobierno en
acción. El gasto público llegó a ser considerado el motor del desarrollo económico (la
teoría keynesiana es claro ejemplo de ello).
Aspecto relevante son los atributos del Estado, empezando por el de la soberanía, la
potestad suprema, indivisible e inalienable, que hace que sobre el poder del Estado no
puede haber otro poder, por ello es que el poder no se comparte, a riesgo de debilitar al
Estado mismo. Los planos de la soberanía son internacionales y nacionales, ya que el
Estado debe reafirmarse sobre otras potencias e intereses externos, y sobre los grupos
internos. A manera de ejemplo, y entre muchos otros, está el de los países latinoameri-
canos del siglo xix, en que la Iglesia católica era un gran factor real de poder y ejercía
3
Ibíd.
4
Waldo, Dwight. The Administrative State. New York, Ronald Press Co, 1948. Eisenstadt analiza las carac-
terísticas de la administración de los imperios, burocratización, centralización administrativa entre otros
aspectos más. Eisenstadt, N. Los sistemas políticos de los imperios, Ed. Guadarrama, Madrid, 1972.
5
Hegel, W.F. Lecciones de filosofía de la historia, Revista de Occidente, Madrid 1974. O como lo denomina
Vico: el estado ferino, un primitivismo, asocial, al que siguieron la autoridad familiar, económica y la civil.
Vico Giambattista, Ciencia nueva, FCE, 1941.
Otro atributo del Estado es el que detenta el monopolio del uso legítimo de la fuerza,
es decir el apoyo que tiene en la organización gubernamental y su capacidad de coac-
ción respaldada por las fuerzas armadas, militares (el ejército y marina) y civiles (los
distintos tipos de policía), el sistema de justicia penal, incluyendo el sistema peniten-
ciario, principalmente.
No se debe pasar por alto la razón de Estado, las arcanas del poder, la lógica del poder,
que en todos los casos se trata de la conservación del poder.
En cuanto a los fines del Estado, es posible observar que cualquier Estado, pasado o
presente, ha tenido, y tiene, dos fines principales para con la sociedad que lo forma:
darle seguridad y justicia, a cambio de ello la población debe entregar sus contribu-
ciones, mismas que van a formar los recursos públicos y el presupuesto de egresos de
un país. En este aspecto es de resaltar que uno de los dos fines principales de cualquier
Estado es dar seguridad a la población, y ello se da en dos planos, frente a las amenazas
externas, contra otros poderes estatales y soberanías, y en el plano interior frente a los
factores reales de poder.
En cuanto a las atribuciones del Estado, los tratadistas coinciden en señalar que la ac-
tividad del Estado es, en términos generales, el conjunto de actos materiales y jurídicos,
operaciones y tareas que realiza, en virtud de las atribuciones que la legislación positi-
va le otorga. Siendo las atribuciones medios para alcanzar determinados fines, resulta
natural que el número y extensión de aquellas varíen al variar éstos, sin embargo, se
puede afirmar que en términos generales son las siguientes:
6
También está el caso de los Estados Unidos, cuando el presidente Woodrow Wilson declara, en 1912, ante el
crecimiento de los monopolios empresariales, que sobre el poder del Estado norteamericano no puede estar
ningún otro poderío económico: “El mayor monopolio de este país es el monopolio del dinero… la labor
del gobierno es organizar el interés común en contra de los intereses especiales”. Hofstadter Richard, La
tradición política norteamericana y los hombres que la formaron, pp. 245-246, FCE, México 1984. Y en el
mismo sentido se pronunció el presidente Barack Obama en el año 2008 frente a las empresas calificadoras
de riesgo que llevaron a la crisis económica de ese año, el Estado debe supervisar que los intereses especiales
no afecten al bienestar general.
Como consecuencia de las atribuciones se tienen las funciones del Estado, es decir el
contenido de la actividad del Estado; qué es lo que el Estado puede o debe hacer. La
atribución abarca la actividad del Estado; la función, el medio de realizarla, es la forma
de la actividad del Estado, la forma en que se ejercen las atribuciones, siendo éstas, hoy
en día, legislativa, ejecutiva y judicial.
7
García Pelayo, Manuel. Las transformaciones del Estado contemporáneo, capítulo 1, Alianza Universidad,
Madrid, 1977. Fraga, Gabino. Derecho Administrativo, Editorial Porrúa, México, 1976.
8
Biscaretti di Ruffia, Paolo. Derecho constitucional, p. 233. Editorial Tecnos, Madrid, 1984.
(seis siglos antes de Cristo), ya discuten las ventajas de distintas formas de ejercicio del
poder, pero se debe a Aristóteles una descripción precisa basada en un criterio simple:
si el ejercicio del poder recae en una persona, en pocas, o muchas, y por otro lado, si
lo ejercen bien o mal, entonces tenemos las formas de monarquía versus tiranía, aris-
tocracia versus oligarquía, y de democracia versus oclocracia. Con el devenir histórico
Polibio, Maquiavelo, Bodino, Hobbes, Locke, Montesquieu fueron agregando otros
ingredientes que ampliaron las posibilidades de formas de gobierno.9
Buen gobierno, mal gobierno, es una dicotomía existente a lo largo de la historia po-
lítica: monárquico, republicano, democrático, dictatorial, aristocrático, plutocrático,
cualquier caso nos lleva a valorar las posibilidades de bienestar, o de malestar social; la
satisfacción de las demandas sociales o la desatención de las mismas, y en consecuen-
cia el apoyo o rechazo al gobierno en turno.
Existe otra variante que se da en la lucha y rivalidad histórica de los poderes ejecutivo
y legislativo: el gobierno congresional, cobra forma cuando el Congreso se erige en
la fuerza predominante para la conducción del gobierno; es un tipo de gobierno por
Comités; el gobierno parlamentario es el gobierno por un Gabinete de ministros res-
ponsables.10
9
Bobbio, Norberto. La teoría de las formas de gobierno en la historia del pensamiento político, FCE, Méxi-
co, 1987.
10
Wilson Woodrow. Congressional government. A study in American politics, Princeton, N. J. 2005. Gamas
Torruco, José. Regímenes parlamentarios de gobierno, UNAM, 1976.
En opinión de Bonnin, es una potencia que arregla, corrige y mejora cuanto existe, y di-
rige al bien, tanto los seres organizados como las cosas. Como ciencia tiene su doctrina
propia, determinada por la naturaleza de los objetos que abraza, como establecimiento
social tiene sus elementos legislativos, derivados de la naturaleza de las cosas que arre-
gla. Instituida para velar en los pueblos sobre las personas y bienes en sus relaciones
públicas y hacerlos concurrir a la común utilidad, es el gobierno de la comunidad en su
acción ejecutiva directa de aplicación: pasiva como voluntad determinante, que es la
ley, es activa como ejecución determinada. Su atribución propia es la ejecución de las
leyes de interés general.11
Es a partir de los fines del Estado (seguridad y justicia), y de las contribuciones sociales
(hacienda pública), como se forma la administración pública, con esas tres funciones se
da lugar a la creación de órganos administrativos especializados, los que se fueron am-
pliando en el devenir histórico en consonancia con los fines y atribuciones del Estado,
tales como las comunicaciones, el fomento, economía, agricultura, recursos naturales,
energía, salubridad, salud, seguridad social, etc., hasta llegar al aparato administrativo
de hoy en día.
Cabe señalar que destacan dos criterios para acotar la administración pública, por un
lado quienes lo circunscriben a la organización del poder ejecutivo, basándose en el
artículo 90 de la constitución mexicana que señala que la administración pública será
centralizada y paraestatal. Por otro lado, si se enfoca la administración de los recursos
públicos, como lo señala el artículo 134, abarca a todos los servidores públicos, tanto
de los tres poderes, federales, estatales y municipales, así como a los organismos au-
tónomos.
El régimen político es aquel ámbito en el que interactúan los distintos factores de po-
der y grupos de interés, es la arena de confluencia para la negociación de intereses del
Estado y la Sociedad. “El análisis del Estado debe distinguirse del estudio de su forma
En otras palabras, si bien los campesinos existen en México desde lejanas épocas, en
la constitución política aparecieron hasta 1917, lo mismo que los obreros, quienes tras
sus luchas de principio el siglo xx obtuvieron el reconocimiento del Estado. Lo mismo
se puede decir del municipio que hasta ese año se le reconoce su personalidad jurídica;
o que decir de los indígenas, datan de tiempos inmemoriales, pero en la constitución
política se les reconoce hasta 1992.
Nuestra constitución política señala en el artículo 39: “La soberanía nacional reside
esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se
instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho
de alterar o modificar la forma de su gobierno.” En cambio el art. 27 dispone: “La pro-
piedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional,
corresponde originariamente a la Nación,…”
12
Salama, Pierre. “El Estado como abstracción real” en Críticas de la economía política, p. 78, Ediciones El
Caballito, núms. 12 y 13, julio-diciembre de 1979.
13
Lasalle, Ferdinand. ¿Qué es una constitución?, p. 97, Ed. Ariel, Barcelona, 1976.
La nación es un conjunto social más amplio que por supuesto incluye a los ciudadanos,
los mayores de edad, pero también a los menores, a los extranjeros que radican en el
país. Si bien el término se usa desde la antigüedad, en este trabajo se contextualiza en
la época contemporánea correspondiente a los Estados basados en el Derecho. Quien
mejor que Renan para aclarar estas ideas:
“La raza, tal como la entendemos nosotros los historiadores, es, pues, algo que se hace
y se deshace. La lengua invita a reunirse; pero no fuerza a ello. Estados Unidos e Ingla-
terra, América española y España, hablan la misma lengua y no forman una sola nación.
Por el contrario, Suiza cuenta con tres o cuatro lenguas. Hay en el hombre algo superior
a la lengua. Tampoco la religión puede ofrecer base suficiente para el establecimiento
de una nacionalidad moderna. La religión de Atenas era el culto de la misma Atenas,
una religión de Estado. No era ateniense quien rehusaba practicarla… La tierra no hace
a una nación en mayor grado que la raza. La tierra da el substratum, el campo de lucha
y de trabajo; el hombre pone el alma. El hombre lo es todo en la formación de un pue-
blo. Una nación es un principio espiritual resultante de complicaciones profundas de
la historia; es una familia espiritual, y no un grupo determinado por la configuración
del suelo. Una nación es un alma, un principio espiritual. Dos cosas que, en verdad, tan
sólo hacen una, constituyen esta alma, este principio espiritual. La una está en el pasa-
do, la otra en el presente. Una es la posesión en común de un rico legado de recuerdos;
la otra es el consentimiento actual, el deseo de vivir juntos. El hombre, no se improvisa.
La nación, como el individuo, es la desembocadura de un largo pasado de esfuerzos,
de sacrificios y de abnegaciones. Un pasado heroico, grandes hombres, gloria, he aquí
el capital social sobre el que se asienta una idea nacional. Tener glorias comunes en el
pasado, una voluntad común en el presente; haber hecho grandes cosas juntos, querer
aún hacerlas; he ahí las condiciones esenciales para ser un pueblo. Una nación es,
pues, una gran solidaridad constituida por el sentimiento de los sacrificios que se han
hecho y de los que aún se está dispuesto a hacer. Supone un pasado, pero se resume, sin
embargo, en el presente por un hecho tangible: el consentimiento, de continuar la vida
común. Una nación no tiene jamás un verdadero interés en anexionarse o en retener un
país contra su voluntad. Las naciones no son algo eterno. Han comenzado y concluirán.
Probablemente las remplazará la confederación europea. Pero no es esta la ley del si-
glo en que vivimos. En la hora actual, la existencia de las naciones es buena, e incluso
necesaria. Su existencia es la garantía de la libertad. Una gran agregación de hombres,
sana de espíritu y cálida de corazón, crea conciencia moral que se llama nación”.14
14
Renan Ernest. ¿Qué es una nación?, pp. 27-39, Centro de Estudios Constitucionales, Madrid 1983.
Así tenemos los Estados de la antigüedad (egipcios, babilonios, chinos, hindúes, per-
sas, griegos, romanos, etc.), conocieron y discutieron sobre las ventajas y desventajas
de la monarquía, república, democracia, para elegir la mejor forma de gobierno. Ya
desde entonces se buscaba codificar la vida político-social (el Código de Hammurabi
hacia 1750 a.C. es ejemplo de ello).
Al llegar el siglo xv, una nueva forma política apareció, el Estado moderno, basado en
el derecho divino de los reyes, caracterizado por el trabajo conjunto de la Corona y la
Iglesia católica, al amparo de la idea que la fuente del poder es de origen divino. En el
rey se concentran todas las facultades, legislativa, ejecutiva y judicial, las leyes aplican
sólo a los gobernados.
Desde finales del siglo xviii, partiendo de la constitución política de los Estados Uni-
dos, y la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, y hasta
la época actual, los distintos países del mundo occidental dejaron atrás el absolutismo
monárquico, para dar paso a una nueva organización del Estado basado en los princi-
pios del Derecho y el liberalismo, por lo que comúnmente se le llama Estado de Dere-
cho, ya que es el Derecho el elemento que sirve para organizar, limitar y legitimar
el poder político, dividiendo y separando sus funciones en un sistema de atribuciones
y controles recíprocos. Las monarquías europeas y las repúblicas americanas siguie-
ron dichos principios para limitar el poder absoluto y pasar, del derecho divino de los
reyes, al Estado de Derecho.
En este tipo de Estados, la Constitución Política es la ley fundamental del orden jurí-
dico, en ella se establecen por lo general dos grandes apartados: en uno se reconocen
los derechos, garantías, libertades, prerrogativas y obligaciones de los habitantes; las
condiciones para la nacionalidad y ciudadanía, los extranjeros, etc. En otro, se definen
las bases de organización del gobierno, la división y separación de sus funciones en
tres áreas o poderes: legislativo, ejecutivo y judicial; busca regular distintos ámbitos,
tales como el proceso de formación de la voluntad política, las etapas y requisitos del
proceso legislativo, la organización de la administración pública y de la justicia, las
relaciones entre las diferentes instancias territoriales del Estado, la división y partes de
la federación, la defensa nacional, las finanzas públicas, entre otros aspectos. Existen
casos en que se considera un tercer apartado, el programático, en el que se establecen
los principios generales del proyecto nacional.
Para hacer reformas en estos ámbitos, resulta necesario modificar la ley fundamental,
de manera que con ello se crean y recrean las instituciones y las políticas públicas,
En términos generales, y para organizar la estructura territorial interna del Estado, los
países lo han hecho desde finales del siglo xviii, conforme a dos modelos principales,
repúblicas centrales y federales.
15
Hintze, Otto. “La configuración de los Estados y el desarrollo constitucional”, en Historia de las formas
políticas, pp. 15-23. Revista de Occidente, Madrid 1968.
etnias, culturas o pueblos sobre los que influye. En este caso, es posible observar que la
descentralización administrativa predomina sobre la descentralización política.16
Del Estado Federal, Duverger asegura que es un Estado de Estados, implica un régi-
men de descentralización, la existencia de distintas partes unificadas por una autoridad
general, federal; por lo general responde a la necesidad histórica de organizar políti-
camente grandes espacios territoriales bajo el supuesto de relaciones de paridad, y la
necesidad de integración de unidades autónomas en una unidad superior.
16
Véase Kelsen Hans, Teoría pura del Derecho y del Estado, p. 385 y ss. UNAM, México 1995. Kelsen señala
que la centralización y la descentralización son dos tipos de ordenamiento jurídicos: desde un punto de vista
estático hay algunos órdenes que son válidos para la totalidad del territorio y en este caso se denominan
centralizados y otros válidos sólo en una parte de él, los llamados descentralizados. Asimismo determina
que desde el punto de vista dinámico, hay normas creadas y aplicadas por un órgano y normas creadas y
aplicadas por una pluralidad de órganos: en el primer caso estamos frente a un fenómeno de centralización
y en el segundo frente a un fenómeno de descentralización. Distingue tres formas de descentralización: por
autonomía local, por países y por estados miembros de una federación. De éstas considera que la descentrali-
zación por estados miembros es un grado avanzado de descentralización y siendo que en todo Estado Federal
existen tres comunidades jurídicas: la constitución total, el orden jurídico federal y el orden jurídico de cada
Estado miembro; estos dos últimos son jurídicamente iguales en el sentido de que ambos se encuentran
subordinados en igual medida al orden de la Constitución total. Mouskheli explica que en el Estado Federal,
descentralizado, se presentan dos rasgos característicos: cierta independencia de las autoridades locales
frente a las autoridades centrales, independencia que se realiza casi siempre mediante su elección por los
mismos interesados; cierto reparto de competencias entre los órganos locales y los órganos centrales.
17
Sobre el Estado Federal, su estructura, organización, funcionamiento, existen los más diversos debates y es-
tudios. Althusius, Montesquieu, Alexander Hamilton, James Madison, John Jay, Michel Mouskheli, Alexis
de Tocqueville, Pierre Joseph Proudhon, George Jellinek, Otto Von Gierke, M. Le Fur, Paul Laband, Berthé-
lemy, León Duguit, Hans Kelsen, Hermann Heller, Maurice Hauriou, Carl Schmitt, Carl J. Friedrich, Alfred
Verdross, Ulrich Scheuner, Joseph Kunz, son entre muchos otros, quienes han abordado tan variado tema.
Para que los miembros sean considerados como Estados, es preciso que participen en la
legislación central o, además, incluso en la ejecución central. Para ello, el tipo normal
del Estado federal, implica que cada Estado miembro tenga en la Cámara de países o
Estados, (el Senado) igual participación en la voluntad del Estado Federal, en tanto
que disponga de igual número de votos o representantes, independientemente de su
magnitud.20
El régimen interior denota “la capacidad que cada estado federado tiene para darse su
propia constitución, en la que se sustentan las bases para que cada entidad federativa
organice y estructura su gobierno y su propia administración, así como también para
regular las actividades de los particulares y dictar las leyes y disposiciones jurídicas en
las materias de su competencia”.21
18
Carpizo, Jorge. “El sistema federal” en Estudios constitucionales, pp. 87-146, UNAM, Instituto de Investi-
gaciones Jurídicas, 1983.
19
Jellinek, Georg. Teoría General del Estado. p. 622. Ed. Compañía Editorial Continental, 2ª edición. México,
1958.
20
Kelsen, op. cit., p. 186.
21
Gutiérrez Salazar, Sergio. Derecho administrativo en estados y municipios. Serie Praxis, No. 39, INAP,
México, 1981.
gobiernos federal o estatal; y lo define más precisamente como una forma de asociación
de vecindad, constituida por vínculos locales fincados en el domicilio y que se en-
cuentra asentado en un territorio jurídicamente delimitado, con derecho a un gobierno
propio, representativo y popular, reconocido por el Estado con base en su organización
política y administrativa. Por lo tanto, el municipio constituye la base de la división
territorial de los estados. Además, Kelsen denomina a los municipios como cuerpos
autónomos, los cuales tienen una competencia limitada, puesto que sólo pueden crear
normas individuales. A pesar de ello, el municipio tiene la facultad de elegir al consejo
comunal o ayuntamiento, así como al presidente municipal o alcalde.
Mouskheli señala que la división efectiva de las competencias depende mucho más
de las circunstancias históricas y políticas que de las consideraciones jurídicas.22 Al
respecto, existen tres grandes sistemas de distribución de competencias entre el orden
federal y el de las entidades federativas:
En México, el artículo 124 constitucional dispone que “Las facultades que no están ex-
presamente concedidas por esta Constitución a los funcionarios federales, se entienden
reservadas a los Estados”. Cabe señalar que este artículo 124 se debe entender en el
contexto de lo dispuesto por los artículos 40 y 41, 49, de los regímenes federal e inte-
rior de los estados. En términos generales este esquema competencial, señala Carpizo,
incluye:
22
Mouskheli, op. cit., 331.
23
Carpizo, op. cit., p. 232.
Prohibidas a la federación: dictar leyes que establezcan o prohíban alguna religión (art. 24).
Facultades de auxilio: en materia de culto religioso (art. 130 hasta antes de la reforma
de 1992).
Otro aspecto relevante de los Estados es lo relativo a su capital. No cualquier parte del
Estado está unida de manera igualmente estrecha con el centro y el conjunto, esto sólo
lo tiene su capital. “La cohesión interna de un Estado depende en cierta medida del
hecho que pueda constituir un centro reconocido en el espacio, es decir de su capital. Si
se encuentra en el centro o al menos en una situación favorable a las comunicaciones,
entonces presentará un poder de vinculación mayor que si se encuentra en la periferia o
es difícilmente accesible. Si el centro político coincide con el económico, y si se añade
donde es posible, una tradición cultural, entonces se alcanza un máximo de irradiación
y atracción.”24
El concepto de ciudad capital es aquel que se le aplica a los centros urbanos que son
específica y oficialmente designados como las ciudades más importantes o centrales de
un territorio. Normalmente, la ciudad capital adquiere ese rango por diferentes consi-
deraciones o elementos:
24
Gablenz, Otto Heinrich. Introducción a la ciencia política, p. 134, Ed. Herder, Barcelona, 1974.
Es la sede del gobierno nacional, de sus distintas instituciones políticas, sede de parla-
mentos, ministerios y demás oficinas gubernamentales; en ella se asientan las relacio-
nes diplomáticas, políticas y administrativas.
Es la ciudad más grande y populosa del territorio. Es la ciudad donde se llevan a cabo
el mayor número de actividades económicas o que actúa como centro importante de la
economía de la región.
Es la ciudad con un perfil turístico más alto dentro de ese territorio. La mayoría de ca-
pitales tienen grandes edificios símbolo de todo este poder.
Las ciudades capitales tienen, por lo general, un estilo de vida muy urbano que no se
reitera en el resto del país, y en algunos casos muy cosmopolita, estos espacios son don-
de mayor movimiento cultural, social, turístico, se suele dar y tienen amplias ofertas de
entretenimiento, diversión, espacios políticos, lugares de encuentro social, etc.
París es ejemplo ideal de este tipo, centro económico y eclesiástico desde la época
romana, en el siglo xiii desplazó al sur y nació la Universidad de la Sorbona como la
mayor del Medioevo cristiano, enseguida se centralizó ahí la Corte y demás autorida-
des monárquicas.
El Distrito Federal en un Estado Federal. La idea del distrito federal nace en Estados
Unidos, ya que en 1778 se produjo un alzamiento militar en la Ciudad de Filadelfia en
rechazo de las autoridades nacionales que allí residían, en esa oportunidad las autorida-
des locales fueron remisas a acudir en auxilio de las autoridades federales, de esta ex-
periencia devino la convicción que las autoridades federales debían ejercer jurisdicción
exclusiva en la ciudad en que residieran.
La capital de los Estados Unidos fue en un principio la Ciudad de Nueva York hasta
1789, James Madison, expuso la necesidad de legislar en lo relativo a un distrito fe-
deral, asiento del gobierno de los Estados Unidos, de tal forma que sea un territorio
que está bajo soberanía de un Estado federal sin ser parte de ningún estado o provincia
integrante de la federación o estar bajo la administración de alguno de éstos, pues en
todo caso aceptan que lo ceden para ese efecto.25
Por lo general, en los distritos federales tiene jurisdicción directa el Gobierno federal y
están bajo la administración de éste, aunque esto no impide que pueda delegar algunas
de sus atribuciones en un gobierno local. Se crean con el objetivo de evitar la influencia
de los intereses particulares de cualquier estado o provincia integrante, siendo este te-
rritorio sede de las autoridades del Gobierno Federal, diferente de otro tipo de capitales
locales (estatales, municipales, provinciales).
Este trabajo forma parte de la colección diseñada por el INAP bajo el título 200 años
de Administración Pública en México, cuya coordinación general estuvo a cargo del
Dr. Alejandro Carrillo Castro, como una nueva aportación a la cultura administrativa
en el país.
Por último, agradezco al presidente del Consejo Directivo del INAP, José R. Castelazo,
y a Rommel C. Rosas, Director del Centro de Desarrollo de la Cultura Administrativa
Pública del INAP, la confianza con que me dispensan para la elaboración de este traba-
jo, cuyo contenido se orienta no tanto por los aspectos teóricos, estructurales, relativa-
mente estáticos, sino bajo un sentido de dinamismo, del régimen en México a lo largo
de dos siglos. Combinar estas dos facetas del tema ha sido posible gracias al haber im-
partido la materia de Administración Federal, Estatal y Municipal por varios años en la
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Sin embargo, la visión realista y
funcional del federalismo mexicano se vio enriquecida con el aprendizaje logrado con
el Dr. César Camacho Quiroz, Presidente de la Comisión de Federalismo de la Cámara
de Senadores, en la LIX Legislatura, a quien también hago patente mi agradecimiento.
Roberto Rives
25
Madison, “El Federalista XLIII”, para el Diario Independiente, del 23 de enero de 1788, en: El federalista.
Los ochenta y cinco ensayos que Hamilton, Madison y Jay escribieron en apoyo de la Constitución nortea-
mericana, pp. 182-185, FCE, México, 1987.
Primera parte
1. ANTECEDENTES: DE LA
CONFIGURACIÓN DE
LOS ESTADOS, LA FEDERACIÓN
Y EL DISTRITO FEDERAL
31
1. ANTECEDENTES:
DE LA CONFIGURACIÓN DE LOS ESTADOS, LA FEDERACIÓN,
Y EL DISTRITO FEDERAL
Durante el siglo xvi España logra imponer a las demás fuerzas y potencias europeas un
imperio de dimensiones no vistas hasta entonces, de vocación católica y aspiraciones
de universalidad; para ello fue necesario que protagonizaran una larga serie de luchas y
guerras, coaliciones y alianzas, familiares o por intereses políticos coyunturales, ines-
tables y rápidamente cambiantes.
La expansión del imperio hispano sobre el mundo cobró una relevancia de tal magnitud
que lo obligó a su propia reestructuración y a introducir diversos ajustes a sus mecanis-
mos de dominio y eficiencia; la antigua base monárquico-administrativa derivada de la
unión de los reinos de Castilla y Aragón a finales del siglo xv, tenía que ser transfor-
mada frente a los acontecimientos del siglo xvi, que permiten la hegemonía española
en el mundo occidental.
Mención aparte merece la creación del Consejo de Indias (1524) que debería atender
todos los asuntos de los dominios americanos (tributo de los indígenas, impuestos de
los colonos, montos pertenecientes al rey por el comercio y las explotaciones mineras,
entre otras tareas). Este consejo elaboraba las principales políticas para la explotación
y el dominio de las posesiones españolas en América. A este consejo se agregaría la
Cámara de Indias en 1674.
26
Véase Elliot, Imperial Spain 1469-1716, Penguin books, England, 1970, especialmente el capítulo 5, p.
170 y ss. También Rives, Roberto. México frente al Imperio, Elementos de geopolítica para el análisis del
Estado y la administración en México. Tesis doctoral. FCPS, UNAM.
En paralelo a ello estaba la Audiencia, que era un organismo colegiado integrado por
jueces, denominados oidores, con la función de administrar justicia y actuar como tri-
bunales de apelación en las diferentes provincias. Las audiencias establecidas en Amé-
rica estuvieron formadas por un presidente y varios oidores, a los que más tarde se
añadió un fiscal. El carácter colegiado se mantuvo de forma irregular, concediéndose
pronto todo el poder a su presidente, que podía actuar también como capitán general,
ocupándose de los aspectos militares. Esta acumulación de poderes permitió que al-
gunos presidentes pudieran desempeñar en sus áreas de jurisdicción unas funciones
semejantes a las de los virreyes.28
27
Elliot, op. cit., p. 170.
28
Véase: Humboldt, Alexander. Ensayo político sobre el reino de la Nueva España, Porrúa, México 1978.
Miranda, José. Las ideas y las instituciones políticas mexicanas, pp. 121-122, UNAM, México 1978.
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
36
Tomo VI. Génesis y evolución del federalismo en México
19/04/13 12:42
Colombia) y una más, la de Nueva Galicia o Guadalajara (en el actual México). Final-
mente, se formaron once audiencias en tierras americanas y una en Manila (Filipinas).
La Capitanía general era la jurisdicción del capitán general como administrador terri-
torial de los asuntos militares. El título de capitán general no estuvo reglamentado ni
sus funciones fueron las mismas en todos los casos. Los presidentes de las audiencias
gobernadoras podían ser jueces, a la vez que ejercer el cargo de capitanes generales.
Un ejemplo claro de la complejidad en la organización del gobierno colonial lo ofrece
la composición del virreinato de Nueva España, a partir de su fundación en 1535, en él
se integraron las audiencias de Santo Domingo (actual República Dominicana), Méxi-
co, de Los Confines o Guatemala, de Guadalajara o Galicia (en el actual México) y de
Manila (Filipinas).
Cada una de ellas estaba configurada de la siguiente forma: a la audiencia de Santo Do-
mingo, pertenecían el gobierno y capitanía general de la isla de La Española (actuales
Haití y República Dominicana), el gobierno y capitanía general de Cuba, el gobierno
de Puerto Rico, el gobierno de la Florida y el gobierno y capitanía general de Vene-
zuela; a la audiencia de México, pertenecían el gobierno y capitanía general de Nueva
España y el gobierno y capitanía general de Yucatán (México); a la audiencia de ‘Los
Confines’ o Guatemala, pertenecían el gobierno y capitanía general de Guatemala, el
gobierno de Honduras, el gobierno de Nicaragua, el gobierno de Costa Rica y el gobier-
no de Soconusco (México); a la audiencia de Guadalajara, pertenecían el gobierno y
capitanía general de Nueva Galicia (México), el gobierno y capitanía general de Nueva
Vizcaya (México), el gobierno y capitanía general del Nuevo Reino de León (México),
el gobierno de Nuevo México (en la actualidad, en Estados Unidos) y el gobierno de
Coahuila (México); y a la audiencia de Manila, pertenecía el gobierno y capitanía ge-
neral de las islas Filipinas.29
En una Alcaldía mayor se ejercía jurisdicción civil y criminal para oír, librar y de-
terminar cualquier causa en primera instancia, recomendando especial cuidado en el
tratamiento a los naturales; las primeras alcaldías se establecieron en puertos, minas,
villas y ciudades con predominio de la población hispana.
Para establecer la autoridad real a nivel local, en las comunidades indígenas se instauró
el corregimiento, que era una magistratura de menor importancia que las alcaldías, y
se limitaba a los pueblos indígenas.
“En España el corregidor era un funcionario nombrado por el rey que participaba en el
consejo con los regidores, pero en la Nueva España el corregidor actuó como adminis-
29
Véase O’Gorman, Edmundo. Historia de las divisiones territoriales de México, Porrúa, México, 1979.
Para mediados del siglo xvii ya no había ninguna diferencia real entre las funciones
del corregidor y las del alcalde mayor, y ambos términos se usaban como sinónimos,
aunque el segundo pasó a ser más común. En las décadas de 1670 y 1680 hubo una
consolidación y ajuste de límites entre alcaldías mayores.31
“La más importante por muchos motivos (entre otros y no el menor, por la uniformi-
dad), fue la división eclesiástica, dentro de la que se distinguen varias clases: en primer
30
Gerhard, Peter. Geografía histórica de la Nueva España, 1519-1821, p. 10-11. UNAM, México,1986.
31
Ibíd.
Con la creación de la Audiencia de Guatemala se puso límite, por ese rumbo, al Virrei-
nato de la Nueva España, y por esta razón las disposiciones que se han citado revisten
capital importancia en la historia de nuestra geografía. En 1563 desapareció la Audien-
cia de Guatemala y fue substituida por la de Panamá, y su territorio fue distribuido
entre ésta y la de México. En 1568 se restableció la Audiencia de Guatemala con el
territorio que tenía de la De Los Confines en 1543, menos el de Yucatán.
Poco después, el 13 de febrero de 1548, por real cédula de esa fecha, se creó dentro del
territorio del Virreinato una nueva audiencia con su distrito especial, pero su jurisdic-
ción no era enteramente independiente como la de Guatemala, sino subordinada a la
antigua Audiencia de México. Fue la Audiencia y Chancillería Real de Guadalaxara de
la Galicia en la Nueva España. Su distrito comprendía, según estableció el texto legal
citado, ‘la provincia de la Nueva Galicia, las de Culiacán, Copala, Colima y Zacatula,
y los pueblos de Avalos, partiendo términos: por el levante, con la Audiencia de la
Nueva España; por el mediodía, con la Mar del Sur; y por el poniente y septentrión
con provincias no descubiertas ni pacíficas’. En consecuencia, el territorio virreinal
quedó dividido en dos grandes proporciones a su vez subdivididas, como hemos dicho,
en gobernaciones, corregimientos y alcaldías mayores; una de ellas correspondía a la
Audiencia de México y la otra a la de Guadalajara, debiéndose advertir que la línea
divisoria nunca fue precisa, como por otra parte no lo era ninguna de aquella época.
Se encuentran muchas descripciones de la línea divisoria, puesto que muchos autores,
antiguos y modernos, se ocuparon del asunto”.32 (Veáse mapa pág. 42)
Como se puede observar, hacia los siglos xvi y xvii, el territorio del Virreinato se podía
dividir en tres grandes regiones: región central, asiento de antiguas civilizaciones; la
región sur, a partir de Guatemala; y la región norte, delineada por la zona chichimeca,
donde empezaba la barbarie, la prehistoria, que entonces empezaría a ceder ante el
avance del descubrimiento y explotación de las minas.
32
O’Gorman, op. cit., pp. 23-24.
Al mismo tiempo, en otras partes, y sobre todo allí donde las civilizaciones americanas
no habían alcanzado suficiente arraigo o importancia política, no se respetaron los an-
tecedentes geográficos y se crearon, en cambio, porciones territoriales cuyos términos
quedaron determinados por la ocupación europea y señaladamente por la ocupación
militar. Para este aspecto, debe recurrirse, como documentos de inestimable valor, a las
capitulaciones o asientos que la Corona celebraba con los jefes expedicionarios, pues
se recordará que, si no en la totalidad si en la inmensa mayoría de los casos, el sistema
empleado para la conquista fue el de capitulaciones.33
El lado sur del virreinato de la Nueva España vio señalados sus límites, primero en
1542, al crearse por cédula real la Capitanía General de Guatemala y un año después,
por real cédula del 13 de septiembre de 1543, se creó una Audiencia en Centroamérica,
independiente de la novohispana, y que se llamó Audiencia de los Confines, porque
“como señala Juan López de Velasco, cuando se fundó la primera vez, se mandó asentar
en los confines de Guatemala y Nicaragua sin señalarse pueblo cierto. En lo sucesivo se
llamó de Santiago de Guatemala. Las provincias de Chiapas, Yucatán y Cozumel, que-
daron incluidas al principio en el distrito de la nueva audiencia; pero… el rey dispuso
por cédula de 23 de abril de 1548 que las dos últimas volvieran a estar sujetas a la de
México, quedando incorporadas al Virreinato. También se incorporó a la Nueva Espa-
ña la provincia de Tabasco desde el año de 1550 en que se sujetó a la Gobernación de
Yucatán, con pérdida para la provincia de Chiapas a la que hasta entonces había perte-
necido. En cambio, la provincia (menor) de Soconusco pasó a formar parte del distrito
de la Audiencia de Santiago de Guatemala, por mandato contenido en la real cédula de
6 de agosto de 1556. Con la creación de la Audiencia de Guatemala se puso límite, por
ese rumbo, al Virreinato de la Nueva España, y por esta razón las disposiciones que se
han citado revisten capital importancia en la historia de nuestra geografía. En 1563 se
sustituyó la Audiencia de Guatemala y fue sustituida por la de Panamá, y su territorio
fue distribuido entre ésta y la de México. En 1568 se restableció la Audiencia de Gua-
temala con el territorio que tenía la de los Confines en 1543, menos el de Yucatán.”34
33
En estos contratos se concedían al capitán ciertos privilegios o mercedes sobre la porción de territorio some-
tido a la obediencia del rey, condicionales al buen suceso de la expedición. Para nuestro propósito, la carac-
terística más importante de las capitulaciones y en general de toda la legislación relativa a descubrimientos y
pacificación, consiste en que el territorio comprendido en la capitulación se limitaba cuidadosamente (según
lo permitían los escasos conocimientos geográficos) y terminantemente se le prohibía al jefe de la expedi-
ción que entrara a descubrir y poblar en otros territorios no especificados en el asiento, y particularmente en
territorios encomendados a alguna otra expedición, de tal manera que si surgían dificultades de límites por
este motivo, se ordenaba que se suspendiera toda actividad en el sector afectado por la disputa hasta que la
resolviera la Audiencia y en algunos casos, el Consejo de las Indias.
34
O’Gorman, op. cit.
Al principio se pensaba que Yucatán era una isla, al igual que Cozumel, sin embargo,
con el proceso de conquista y sometimiento de la población maya, se fue observando
cartográficamente que era una parte del territorio con rasgos particulares que llevaron
a las autoridades imperiales a crear la Capitanía General de Yucatán, con implicaciones
territoriales sobre la vasta región del sur que abrazaba los actuales estados de Yucatán,
Campeche, Quintana Roo, Chiapas, Tabasco.
Así, en los bordes de la cultura y dominio de los mayas apareció Francisco de Montejo,
nombrado en 1526 adelantado y capitán general de Yucatán, a él correspondió el some-
timiento de los pueblos del sureste mexicano; en su carrera fue nombrado, destituido y
vuelto a nombrar gobernador de Honduras-Hibueras, así como de la provincia de Chia-
pas, desde donde se administraba Tabasco. La primera Audiencia también le otorgó el
gobierno de la provincia de Tabasco, en 1529. La conquista del territorio adscrito de
la Capitanía General de Yucatán terminó oficialmente en 1547, dicha capitanía quedó
dividida en 4 distritos: Mérida, Valladolid, San Francisco de Campeche y Salamanca de
Bacalar. Mérida y Valladolid fueron las ciudades donde se congregó la hidalguía espa-
ñola y donde no hubo un gran mestizaje como en las otras ciudades. En Mérida residía
el gobierno civil, la sede de la mitra y el centro productor. En cambio, Campeche era
el puerto militar y centro mercantil, productor de resinas, henequén, añil, y maderas
tintóreas, que causaron la codicia de franceses, holandeses e ingleses, que atrajeron las
incursiones piratas en la región, por lo que la corona española autorizó la construcción
de murallas y fortificaciones, tales como las de San Román, Santo Cristo, San Bartolo-
mé. De esta manera, San Francisco de Campeche fue rodeada por un sistema de fuertes
unidos entre sí por una muralla.35
Fue hasta 1717 que la Isla de Términos, desde entonces llamada del Carmen, fue li-
berada por los españoles de los explotadores ingleses del palo de tinte que amagaban
constantemente el puerto de San Francisco de Campeche, las costas de Tabasco y las
de la Capitanía General de Yucatán. Precisamente desde ese año la isla del Carmen fue
convertida en una provincia militar separada de Tabasco, que, junto con Palizada, pasó
a la jurisdicción de Yucatán.36
35
Calderón Quijano, José Antonio. Historia de las fortificaciones en Nueva España, p. 175. Escuela de Estu-
dios Hispanoamericanos de Sevilla, 1953. Véase mapa del territorio señalado a los ingleses para el corte del
palo de tinte, entre los ríos Hondo, Nuevo y Valiz o Bellese, elaborado por Tomás López de Vargas Machuca
en 1783. Archivo General de Indias, Sevilla España. En El Territorio Mexicano, tomo II, Edición del IMSS,
México 1982. También Herrera, Horacio. Monografía del Río Hondo, Quintana Roo, Sociedad Mexicana de
Geografía y Estadística, México, 1946.
36
A fin de salvaguardar la economía y la tranquilidad de la región, en 1656 el gobernador de la capitanía
general de Yucatán pido al virrey de la Nueva España, que se construyeran las primeras fortificaciones en
San Francisco de Campeche para repeler los asaltos filibusteros. Véase Calderón Quijano, José Antonio,
op. cit.
Por su parte, Tabasco sufrió frecuentes cambios en cuanto al supremo tribunal que
debía gobernarlo, en principio tanto Yucatán como Tabasco dependieron de la Real
Audiencia de México, pero en 1543 al crearse la Audiencia de los Confines, con sede
en Gracias a Dios, Honduras, ambos distritos pasaron a formar parte de este tribunal.
En 1550 Tabasco se separa de Chiapas al tiempo en que se sujeta a la Gobernación de
Yucatán y la región del Soconusco pasa a depender de la Audiencia de Guatemala. De
la Audiencia de México, regresó a la de Guatemala y hasta 1561 quedó en definitiva
dentro de la Audiencia de México. En 1583, como consecuencia de conflictos entre
las autoridades de Yucatán y Tabasco la provincia quedó en definitiva separada de la
jurisdicción de Yucatán. Hacia 1640 las autoridades pidieron al virrey el traslado de
la capital a Villa Hermosa, argumentando la inseguridad imperante en Santa María
de la Victoria por las constantes incursiones de piratas. En 1677 la población de Villa
Hermosa fue escenario de un gran saqueo filibustero.
Por la costa del Caribe, en la región sur del actual Quintana Roo, los españoles llegaron
a la laguna llamada Bakhalal, donde encontraron un centro comercial de importan-
cia para una región en conflicto, plena de alianzas, tributos, amigos, enemigos, en
la guerra propia de los señoríos y cacicazgos, productora de maíz, frutas, artesanía,
orfebrería y demás elementos de la cultura maya. Después de aniquilar el cacicazgo
de Uaymil-Chetumal en 1544 se procedió a la fundación de una población que lla-
maron Salamanca de Bacalar, que años más tarde se convertiría en una de las zonas
más codiciadas y visitadas por los filibusteros franceses y británicos.37
La provincia de Chiapas (antiguamente llamada Chiapa) era la zona terminal del im-
perio mexicano en la costa del Pacífico sur, era un área considerada estratégica por los
mexicas debido a que era el lugar de paso para la migración y comercio, así como una
fértil zona productora de cacao. Su conquista fue iniciada en 1524, con la expedición
de Luis Marín; seguida en 1527 con la expedición de Diego de Mazariegos, con un
ejército compuesto por españoles y aliados tlaxcaltecas y mexicas. Aquí, la región del
Soconusco pasó a ser la más grande y rica encomienda, que creó grandes ambiciones
entre los conquistadores por sus tierras fértiles y gran producción de cacao.
37
Celis Salgado, Lourdes. El Territorio Mexicano, op. cit., p. 505.
por la Corona. A partir de 1569 los asuntos militares y fiscales de Soconusco fueron
tratados en la audiencia de Guatemala.38
Los límites de Mesoamérica hacia el norte se configuraban sobre lo que pudiera ser
una línea imaginaria, trazada de costa a costa, a la altura de los actuales estados de
Veracruz, Querétaro, Guanajuato, Colima, y constituían la región central del territorio;
más allá existían numerosos pueblos con características de escaso o nulo desarrollo
económico y cultural llamados genéricamente chichimecas; era la zona fronteriza de la
civilización y la barbarie.
En la actual Colima, que para 1521 se mantenía como una provincia libre de cualquier
sometimiento exterior, Tecomán era la región más importante del reino. Cortés se en-
teró de la existencia del reino de Coliman a través de algunos súbditos del Cazonci de
Michoacán, quienes le aseguraron que para encontrar el Mar del Sur debían atravesar
por tierra de un gran señor con quien ellos tenían guerra. Así, Cortés organizó la con-
quista por las tierras colimeñas. Con la Audiencia de Nueva Galicia, constituyó una
alcaldía mayor.39
Más al norte, en tierras nayaritas se crea el nuevo Reino de Toledo, más conocido
como provincia de San José del Nayarit, en la que el descubrimiento de algunas minas
favoreció el desarrollo de la región que llegó a contar con una Caja Real en la ciudad
de Compostela y más tarde una Audiencia Real. La riqueza de metales en la mina del
Espíritu Santo hizo que llegara a tener 14 haciendas de beneficio pero sólo duró 20
años, de 1543 a 1562; posteriormente se descubrieron los yacimientos de Xaltepec en
ese 1562 y Ostotipac en 1605.40 En adición a sus recursos mineros, los puertos naturales
como San Blas, Matanchel, Chacala, brindaron amplias facilidades para comunicarse
con el norte del territorio hacia las Californias y el oriente hacia las Filipinas, sirvieron
de base a algunos marinos y expedicionarios españoles pero también fueron utilizados
como refugio de piratas como Francis Drake y Thomas Cawendish.
La vida social de la Nueva Galicia subsistía, ya que por un lado, la población descen-
día en forma drástica, y por otro se creaban nuevas provincias como la de Zacatecas
estableciendo mecanismos para que sus riquezas no pasaran por Guadalajara sino que
38
O’Gorman, op. cit.
39
Lebrón de Quiñones elaboró un extenso y completo informe que se intitula: ‘Relación sumaria de la visita
que hizo en Nueva España el licenciado Lebrón de Quiñones a doscientos pueblos. Trae las descripciones
de ellos, sus usos y costumbres’. Hecha en Taximaro a 10 de septiembre de 1554, y que envió al rey tras
concluir su primera visita a Colima, Motín y Zacatula.
40
La riqueza de metales en la mina del Espíritu Santo hizo que llegara a tener 14 haciendas de beneficio pero
sólo duró 20 años, de 1543 a 1562; posteriormente se descubrieron los yacimientos de Xaltepec en ese 1562
y Ostotipac en 1605. Merino, Jorge. “La riqueza minera de la Nueva Galicia”, en Lecturas históricas de
Jalisco antes de la independencia. Departamento de Bellas Artes del Gobierno de Jalisco, México, 1976.
En 1575 el gobernador de Nueva Galicia recibió una real orden para poblar la región
hoy llamada Aguascalientes a fin de evitar las rebeliones y asaltos de los chichimecas;
la ocupación territorial provocó nuevas rebeliones indígenas, por lo que se establecie-
ron presidios que cambiaron frecuentemente de lugar y en la medida del avance de la
colonización hacia el norte, así surgieron Ojuelos, San Felipe y Portezuelo.
41
Bakewell, P.J. Minería y sociedad en el México colonial, Zacatecas 1546-1700. México, Fondo de Cultura
Económica, 1976.
42
Rivière D’Arc, Helène. Guadalajara y su región. Influencia y dificultades de una metrópoli mexicana, p. 44,
México, Secretaría de Educación Pública, colección Sepsetentas, núm. 106.
43
Brading, D.A. Mineros y comerciantes en el México borbónico (1763-1810), FCE, México, 1975. Rives, op. cit.
La costa del Pacífico, a la altura de lo que hoy se llama Sinaloa, fue descubierta por
Hernán Cortés en 1529. En 1530 llegó a fundar la Villa del Espíritu Santo de Chiametla,
continuando al norte hasta un punto en que los indígenas oponían mayor resistencia.
En 1532 Diego Hurtado llegó hasta Sonora. Cortés organizó una nueva expedición sin
éxito alguno, no así la cuarta de ellas en que llegó a Chiametla y de ahí se dirigió a las
Californias. Para 1600 ya se habían establecido misiones en Mocorito, Guasave, Aho-
me. En 1605 aparecieron los descubrimientos mineros en Copala y Mataro, lo que trajo
consigo la fundación de Los Álamos.
En 1640 se creó una nueva provincia llamada la Nueva Andalucía, integrada con las
de Sonora y Ostimuri. En 1661 se estableció la misión y alcaldía mayor de Casas
Grandes, la que vino a mediar la distancia entre Sonora y El Paso, donde ya se habían
asentado los misioneros franciscanos. Entre 1771 y 1775, el capitán Juan Bautista de
Anza llevaría a cabo dos expediciones terrestres para abrir una ruta entre Sonora y la
Alta California.44
La expansión continuó hacia las regiones del este en el actual San Luis Potosí. Her-
nán Cortés fundó en 1522 la Villa de San Esteban del Puerto (hoy Pánuco), y en 1533
Santiago de los Valles de Oxitipa en San Luis Potosí. En 1536 la Provincia del Pánuco
se convirtió en alcaldía mayor de Pánuco y Tampico, lo mismo que Oxitipa. Con los
descubrimientos mineros como el de Cerro de San Pedro en 1583, se provocó el efec-
to multiplicador del desarrollo urbano, agrícola, ganadero de la región y, con ello, la
fundación del pueblo de San Luis Mexquitic, el 3 de noviembre de 1592, (llamándole
también del Potosí por su riqueza minera comparable a la del Potosí en Perú). Con ello
San Luis Minas del Potosí se convirtió en la ciudad más importante del norte del vi-
rreinato novohispano. El protocolo urbanista del imperio sobre las nuevas villas llegó a
San Luis Potosí al concederle el título de ciudad en 1656 y su escudo de armas. Si bien
este fue el mineral más importante no fue el único, también figuran Ramos, Coimera,
Guadalcázar y algunas otras.45
En 1579 Alberto del Canto fundó la Villa de Santiago de Saltillo, se repartieron tie-
rras de Couyla y Saltillo se convirtió en la población más importante del noreste por
su privilegiada situación en un valle fértil irrigado por 665 manantiales que sirvieron
como punto de partida para exploraciones más al norte. En 1580 Luis de Carbajal llegó
a Saltillo, pasó a fundar la Villa de San Luis, en el actual Monterrey, hacia 1585 fundó
la Villa de Almadén, hoy Monclova. En 1679 el Rey Carlos III expidió una cédula de-
clarando a la provincia de Coahuila dependiente tanto en su gobierno civil como militar
de la Nueva España.
44
Véase El territorio mexicano, op. cit.
45
Meade, Joaquín. Historia de Valles: Monografía de la huasteca potosina, pp. 30-31. Sociedad potosina de
estudios históricos, México, 1970.
En 1577 el capitán Alberto del Canto fundó el pueblo de Ojos de Santa Lucía, que
constituye el antecedente más remoto de la actual Ciudad de Monterrey, fundada un 20
de septiembre de 1596.46
El padre Olmos fundó la villa de Tamaholipa entre 1536 y 1544 con indios olives pro-
venientes de Florida. La colonización de Nuevo Santander fue lo más sobresaliente de
la administración del virrey Revillagigedo ya que con ello alargaba la extensión del im-
perio por las costas del seno mexicano. Bajo el régimen de las Intendencias Santander
pasó a formar parte de la de San Luis Potosí.
46
Véase Hoyo, Eugenio. “Alberto del Canto y la fundación de la Villa de Ojos de Santa Lucía” en Estudios
de historia del Noreste, p. 76. Sociedad neolonesa de historia. Monterrey, editorial Alfonso Reyes, 1972.
Brown Villalba, Cecilia, op. cit. Alonso de León. “Relación y discursos del descubrimiento, población y
pacificación de este Nuevo Reino de León; temperamento y calidad de la tierra”, en Historia de Nuevo León
con noticias sobre Coahuila, Tamaulipas, Texas y Nuevo México, escrita en el siglo xvii por el capitán Alon-
so de León, Juan Bautista Chapa y el general Fernando de Sánchez de Zamora. Estudio preliminar y notas
de Israel Cavazos Garza, p. 44. Edición del Ayuntamiento de Monterrey, 1980. Brown Villalba, Cecilia.
“Nuevo León”, en El Territorio Mexicano, op. cit.
47
Edición de la Secretaría de la Defensa Nacional, Dirección de Archivo Militar. Archivo Histórico Militar,
No. 2, México, 1946, con una Introducción y notas de Vito Alessio Robles. También véase María del Car-
men Velázquez. Tres estudios sobre las provincias internas de Nueva España. El Colegio de México, 1979.
Primera edición. Colección Jornadas, No. 87.
En la descripción que Rivera hizo de las provincias internas se observa gran diversidad
de paisajes, diferencias en la vida económica a partir de los recursos mineros y activi-
dad comercial con que contaba cada una de ellas. Asimismo apunta que había ciertas
regiones en las que se concentraba la necesidad de defensa, bien fuera por la presencia
o cercanía de indios enemigos, como por el peligro de invasiones de extranjeros. Otras,
que alguna vez estuvieron en peligro, como Durango, tenían ya suficientes pobladores
españoles, mestizos y mulatos que podían encargarse de su defensa, o como en Cade-
reyta, en donde las estancias de ganado habían dejado atrás el paraje del presidio de
Nuestra Señora de los Dolores de Texas que debía suprimirse, pues sólo se componía
de algunas chozas de palos y zacate mal unidas y nunca había servido su guarnición en
cosa alguna, porque los indios que poblaban sus contornos siempre se habían manteni-
do en quietud.
Rivera refiere que se había exagerado el peligro de los asaltos de los indios enemigos
en la Nueva Vizcaya; la guarnición de El Paso estaba para prevenir las incursiones de
las naciones apaches de la sierra de Gila, donde el peligro era de consideración, pues
juntas, las naciones sumaban más de cinco mil personas. El presidio de Sinaloa, de-
bía trasladarse más al norte, a Pitiqui. Los presidios de Texas se habían plantado para
contener los avances franceses, el de los Adays, frente al presidio francés de Nachitos;
el de la Bahía del Espíritu Santo, para impedir que alguna nación extranjera ocupara
ese paraje como había sucedido en 1685; en el de San Antonio de Béjar la tierra era buena
para la agricultura y lo que procedía era llevar al presidio veinte y cinco familias para que
poblasen, con lo que que daría aquella tierra guardada del todo. En caso de guerra con la
nación francesa, no serían suficientes los Adays para contener a los enemigos. En la región
del norte, contaba más de 150 misiones de franciscanos y jesuitas en las que los misioneros
no ocupaban en su servicio a los soldados. En otros casos, como el de San Antonio,
los misioneros tenían el privilegio que los soldados les asistieran como mayordomos.
48
Rives, op. cit.
El presidio del Río Grande del Norte fue creado como Compañía Volante en 1698 a
solicitud de los misioneros. Rivera proponía que dejara de ser Compañía Volante y se
considerara presidio.
La vida económica de las provincias internas era también muy diversa. El real de minas
de Nuestra Señora de Zacatecas era el de mayor consideración. La provincia de Nayarit
tenía cría de ganado vacuno de muy buena calidad, pero escasa caballada. San Barto-
lomé le asombró por la fertilidad de las tierras, que producían todo género de semillas,
frutas y legumbres. Saltillo, por sus semillas; en Santa María Basaraca, el algodón; en
Durango y el pueblo de Parras, vino y aguardiente; la provincia de Texas, con los co-
manches que se introducían a Nuevo México hacían comercio de gamuzas y pieles de
cíbolas y de indios cautivos de poca edad.
Las propuestas de reforma que hizo Rivera fueron aceptadas por el virrey, el auditor
de guerra y el fiscal; el Reglamento y las Ordenanzas elaboradas por el virrey Juan de
Acuña, con base a la información proporcionada por Rivera, fueron aprobados por el
rey en 1729. Estas Ordenanzas resultaron excesivamente detalladas, pero fueron los
primeros instrumentos mediante los cuales se podía normar el gobierno de esas partes
del virreinato que requerían de gobierno militar.49
Los gobernadores y comandantes de las provincias internas para el mejor gobierno y
seguridad de los pueblos de indios de sus distritos, deberían ordenar visitas periódicas
de destacamentos a los pueblos de indios de Nuevo México para imponer respeto con
las armas. El gobernador impediría que los alcaldes mayores extorsionaran a los indios.
Quedó prohibido a los soldados ir a las rancherías de indios a cometer excesos, así
como pedir a los indios cosa alguna sin pagarla a su precio justo.
Entre las ordenanzas que debían observarse y en las campañas que contra indios ene-
migos, se disponía que los oficiales no podrían quedarse con los indios hechos cautivos
en las expediciones de guerra, debían remitirlos a la Ciudad de México.
49
Rivera, op. cit., p. 176. Ordenanzas que han de observar y guardar todos los gobernadores y comandantes
de los presidios y Provincias Internas, para el mejor gobierno de ellos: Prohibido sacar a los soldados del
presidio y emplearlos en asuntos personales o privados y recibir alguna contribución o limosna de los sol-
dados. No mezclarse en el avío de los soldados, que era facultad de los capitanes. Prohibido hacer guerra
a los indios de paz o indiferentes, ni mezclarse en guerra de indios, pero facilitar la persecución de indios
enemigos. Cuidar que los soldados se confesaran, asistieran a la iglesia y oyeran misa. No permitir el juego
a los soldados. Comprobar que los soldados llevaran espada ancha, escopeta y lanza y se ejercitaran en uso y
tuviera cada soldado seis caballos y uniforme. Llevar el libro real de asientos al corriente; ayudar a la apre-
hensión de reos de graves delitos y entregar los malhechores al juez correspondiente. Entre las Prevenciones
que de ruego y encargo se hacen a los padres capellanes de los presidios y misiones que los administran, se
señalaron las siguientes: decir misa, que un sacerdote acompañara a los soldados en las campañas; que no
abandonara a los moribundos; que las contribuciones en entierros y casamientos se llevaran según el arancel
del obispado; que no se mezclaran en el gobierno temporal de los soldados.
El reglamento debía observarse en todos los presidios de las provincias internas por lo
que, en la administración central éstas cobraron una cierta individualidad como tierras
de guerra, distintas a las del reino de Nueva España bien asentadas, productivas, sin los
peligros de ataques y asaltos a manos de las tribus y pueblos guerreros.
Al mediar el siglo, la situación en las provincias del norte se había agravado: si bien
se hacían descubrimientos de minas y prosperaban las haciendas de ganado mayor y
caballada, los peligros de ataques de indios gentiles, sus asaltos y hostilidades, lejos de
aminorarse, cada vez eran más frecuentes e intensos, la rebeldía de los pimas altos, así
como las de los apaches crecía, lo mismo que el costo del sostenimiento de los presi-
dios internos y los abusos de oficiales y tropa.
Ciertamente la segunda mitad del siglo xviii fue de intensa lucha tanto en el viejo como
en el nuevo continente, principalmente en el territorio norteamericano donde España
empezará a resentir la debilidad del imperio en sus zonas de avanzada, en paralelo al
fortalecimiento y avance territorial de los angloamericanos; el peligro que mostraban
los enemigos europeos aumentaba con la presencia por el Pacífico de los rusos.
Todo ello llevó al virrey Revillagigedo a elaborar un nuevo plan para reforzar las bases
de operación de los presidios internos para estar en mejores de posibilidad de enfrentar
los ataques contra los indios, así como reforzar la disciplina y el gobierno interior de
los presidios fronterizos con base en nuevas ordenanzas, toda vez que la situación
de los mismos había variado, algunos se habían trasladado a otro lugar, algunos se
50
Rodríguez Gallardo, Rafael J. Informe sobre Sinaloa y Sonora. Año de 1750. Archivo General de la Nación,
Archivo Histórico de Hacienda, Colección Documental, No. 1, México, 1975.
habían suprimido, otros habían surgido apenas, algunas naciones de indios se habían
extinguido o mudado a otra región, otras se habían sublevado. El Libro Real de Asiento
debía remitirse cada cinco años al Tribunal de Cuentas, para su revisión y cotejo. La
inestabilidad parecía ser característica de las tierras de guerra de las provincias inter-
nas. Indios gentiles que desaparecían, otros no conocidos que de repente empezaban a
conocerse; rancherías de indios que cambiaban de lugar, pueblos o pequeños estableci-
mientos de españoles, mestizos y mulatos que se desplomaban o que empezaban a for-
marse. No es de extrañar, por tanto, que la situación que Rivera describió en la segunda
década cambió rápidamente hacia la mitad del siglo xviii, por lo que en junio de 1752,
el virrey Revillagigedo ordenó que se reforzaran los presidios internos.51
Cuando terminó la guerra de los siete años (1757-1763), los funcionarios españoles
intentaron de nueva cuenta, adecuar el gobierno de las provincias internas para la nueva
situación del imperio. El virrey Carlos Francisco de Croix ordenó al mariscal de cam-
po, el marqués de Rubí, llevar a cabo una visita general de inspección; correspondió al
capitán de ingenieros, Nicolás Lafora, dibujar un mapa de todas las provincias internas,
y al ingeniero militar José de Urrutia proyectar los planos para la construcción material
de los presidios.
Rubí empezaba su Dictamen señalando que “Para hacer más perceptibles las ideas
que voy a proponer de una situación más útil y respetable de presidios fronterizos, que
reúna las ventajas que hoy no tienen de una línea continuada de mar a mar, por la más
breve distancia posible con segura comunicación de toda ésta…y algún ahorro a la real
hacienda, es preciso prescindir de la situación local que tienen en el día los presidios
existentes… Supóngase pues una línea tirada desde la costa del Mar del Sur entre el
presidio del Altar la misión arruinada de San Miguel Sonoyta, como a los 30 grados
de latitud, hasta el desemboque del Río Guadalupe en el Seno Mexicano, (también en
los 30 grados de altura de polo). A esta línea ideal, que en algún modo encierra en sí
(dejado por ahora la Nueva México) todo lo que debe llamarse dominio y verdaderas
posesiones del Rey, ha de procurarse aproximar la verdadera línea de defensa que se
intente establecer…”52
Señalaba que se trataba de un territorio de 660 leguas que nunca se había considerado
en conjunto para su debida protección, hasta entonces sólo se había tenido en cuenta la
51
Autos sobre el nuevo plan y pié con que se han de poner los presidios internos de fecha junio de 1752. Ar-
chivo General de la Nación. Provincias Internas, vol. 14, exp., 5, fojas 207-253. También véase María del
Carmen Velázquez Tres estudios, op. cit., 29 y ss.
52
Dictámenes que de orden del Excmo. Sr. Marqués de Croix, Virrey de este reino expone el mariscal de cam-
po Marqués de Rubí en orden a la mejor situación de los presidios para la defensa y extensión de su frontera
a la gentilidad en los confines al norte de este virreinato. Tacubaya, 10 de abril de 1768. Biblioteca Nacional
de México. Archivo Franciscano, sección de manuscritos, caja 2, doc. 10.
protección por partes consideradas por sí solas, sin referencia alguna al todo, que cons-
taba de 24 presidios, sin contar con el de Loreto en California y las 13 escuadras de la
colonia del Nuevo Santander, que no había revistado. La izquierda de esta línea, que
merece la primera atención por ser la más hostilizada y que promete mayores ventajas
en su pacificación.
Consideraba necesario ocupar el territorio con extensión de 110 leguas que iba del
curso del Río del Norte, que se debía mirar como importante barrera española para
enfrentar a la depravada nación de los apaches desde donde se comunicaban con las
demás naciones apaches (gileños, carlanes, mezcaleros, lipanes, salineros) para co-
meter todas las hostilidades en Nuevo México, Vizcaya y otras partes. De todos ellos,
los lipanes eran la nación más aguerrida, “la profesión de ladrones que constituye el
carácter de esta depravada nación, que se sustenta con preferencia a todas las demás
de carne de caballo o mula… paladeándonos con su engañosa amistad y supuesto de-
seo de su reducción y congregación jamás verificada llevaba a Rubí a proponer como
necesario su total exterminación, o por lo menos su entera reducción.”53
Al analizar la porción oriental de las provincias, Rubí afirmaba que sería un error su-
poner que se podría ocupar la costa del Seno Mexicano, desde el Mississippi hasta el
puerto de Santander, plantando presidios, pues la costa era inaccesible y las embarca-
ciones no hallaban competente fondo para navegar por la bahía. La región se hallaba
descuidada en general. En Texas, se había determinado evacuar el presidio de San
Sabá; el de los Adays se había extinguido o incorporado al gobierno de Nueva Orleáns
y su población se había retirado a la villa de San Antonio o al ineptísimo presidio de Or-
coquiza, por tanto quedaba San Antonio como el punto más avanzado de la frontera de
la provincia, entre las rancherías de los lipanes y los indios cumanches. Cualquiera de
estos dos casos sería siempre San Antonio, la primera y más considerable de las plan-
taciones, el objeto de reunión y asamblea de tropas que deberían tomar para oponerse
a sus empresas. Cambiando los presidios a los lugares indicados quedaría integrada la
línea de defensa sin abandonar los puntos más avanzados de ella, que era el presidio de
la villa de Santa Fe, en el Nuevo México y el de San Antonio de Béjar en la provincia
de Texas. Desde estos presidios, una vez poblados los vacíos o claros que los separaban
53
Velázquez, op. cit.; Rives, op. cit., capítulo 4.1.
Atendiendo al plan de Rubí, se tendría una línea de defensa de diez y siete presidios de
los cuales, quince debían ser iguales en fuerza y dos de ochenta plazas; sumarían un
total de 940 plazas. El buen gobierno de los presidios produciría ahorros, y para lograr-
lo, debían gobernarse lo más cercanamente posible al método y reglas del ejército del
rey. Como se puede observar, en su informe Rubí señalaba implícitamente la noción de
frontera, concibiéndola como el eje de la defensa septentrional y el proyecto de acción
conjunta de las tropas estacionadas en la cadena de posiciones militares; ello tenía un
gran parecido con el dispositivo de defensa fronterizo que habían elaborado los roma-
nos con su muralla. El dictamen del marqués de Rubí fue estudiado por el virrey Croix
y presentado a su Consejo, en el cual tomaba parte José de Gálvez, visitador general del
reino de Nueva España, quienes presentaron un informe al rey de España sobre la im-
portancia de establecer la Comandancia General de las Provincias de Sonora y Sinaloa,
Californias y Nueva Vizcaya.55
Para septiembre de 1772, el rey tuvo listo el Reglamento e instrucción para los pre-
sidios que se han de formar en la línea de frontera de la Nueva España, señalando que:
“Como los presidios internos de mi reino de Nueva España se erigieron, y mantienen
a tanta costa, con el importante objeto de defender en aquellas fronteras las vidas y ha-
ciendas de mis vasallos, de los insultos de las naciones bárbaras, ya sea conteniéndolas
y alejándolas con el escarmiento, o ya consiguiendo por este medio y el del buen trato
54
Velázquez, op. cit.
55
Rives, op. cit.
A fines del siglo xvii, un reducido grupo de jesuitas dirigidos por el padre Salvatierra
llegaron a la península donde, en los siguientes años fundaron dieciocho misiones. Tras
contener la rebelión de los indios tarahumaras, Kino comenzaría la evangelización de
pimas y seris en la llamada pimería alta. Al finalizar el siglo xviii los jesuitas estaban
fundando las primeras misiones: Loreto, Londó y San Javier en 1699. En 1705 descu-
brieron el río Colorado y su entronque con tierra continental, lo que posibilitó el dibujo
cartográfico de la península, ya no como isla. Siguieron las misiones de Malibat, Santa
Rosalía en 1705, San José de Comondú en 1707, la Purísima Concepción en 1717,
Nuestra Señora de la Paz y Nuestra Señora de Guadalupe en 1720, Nuestra Señora de
los Dolores en 1721, San Ignacio Kadakaamang en 1728, San José en 1730, Todos los
Santos en 1733, San Luis Gonzaga en 1747, Santa Gertrudis en 1752, San Francisco de
Borja en 1759, Calamajué en 1762. Todas se hicieron bajo condiciones adversas, falta
de víveres, escasez de agua, rebeldía de los indígenas, dificultades de aprovisionamien-
to por mar, entre otras.57
En 1776 la vieja California dejó de ser independiente y pasó a formar parte de la Co-
mandancia y Capitanía General de las Provincias Internas a cargo de Teodoro de Croix.
Durante ese tiempo se llevó a cabo la conquista de la Alta California, tierras que hasta
56
Reglamento e Instrucción para los presidios que se han de formar en la línea de frontera de la Nueva
España, resuelto por el rey en cédula de 10 de septiembre de 1772. Secretaría de Relaciones Exteriores,
Archivo Histórico Diplomático Mexicano, op. cit. El reglamento detallaba con sus disposiciones el pie, paga
y gratificación de los presidios, el armamento y equipo, el suministro de las prendas de vestir, de la pólvora.
Para el trato con los indios (Título Décimo) se debía tener presente que la guerra tenía por objeto la paz, la
conversión de los indios gentiles y la tranquilidad de los países de la frontera, el inspector comandante debía
actuar con vigor y actividad en la guerra y el buen trato con los rendidos, prisioneros; fomentar la población
y el comercio en los países de frontera.
57
Tamayo Sánchez, Jesús. La ocupación española de las californias, p. 37 y ss. Editorial Plaza y Valdés, Mé-
xico,1992.
entonces parecían ser de leyenda, alcanzaron San Francisco en 1781, se fundó el pueblo
de Nuestra Señora de los Ángeles en septiembre de 1781. En 1786 la Alta y la Baja Ca-
lifornia constituían una sola Intendencia; en 1791 la península se dividió en la vieja y la
nueva o alta California, ambas gobernadas por un Intendente. En 1804 se da la división
formal de las dos provincias.
Por el lado este de la frontera norte, al tener noticias de las incursiones y asentamientos
franceses en el Mississippi, los españoles salieron de Coahuila y penetraron a la provin-
cia de Texas, la recorrieron en sucesivas etapas, atendiendo sobre todo a los cambios
en las alianzas hechas y disueltas entre las monarquías europeas, de donde derivaban
las explicaciones y justificaciones para llevar a cabo invasiones, agresiones o falsos
arreglos entre ingleses, franceses y españoles.
“En cuanto el virrey, marqués de la Laguna, supo en 1685 que habían aparecido fran-
ceses por la Bahía del Espíritu Santo, envió a Juan Enríquez de Barroto y Antonio
Romero a buscar la colonia de enemigos pero no dieron con ella. A su vez, Alonso de
León, gobernador del presidio de Coahuila, en compañía del padre Damián Mazanet,
encontraron en 1689 los restos de la colonia fundada por La Salle y que había sido
destruida por los indígenas. Fue recogiendo franceses desperdigados entre los indios
que luego envió a México para que fueran interrogados. Puso nombres a los ríos que
atravesó, describió el paisaje natural. Señaló claramente los peligros de la penetración
francesa y las dificultades del gobierno de los indios. Elaboró un proyecto para una
colonización enérgica de la provincia. En vista de los informes recibidos el virrey de
la Nueva España se decidió a iniciar la colonización de las tierras texanas, fundando la
misión de San Francisco de los Texas en 1690, pero no duró mucho. El nuevo virrey,
conde de Galve, envió otra expedición (1693), en la que tomó parte Carlos de Sigüenza
y Góngora. Resultado de estas expediciones fue la erección de un fuerte en la Bahía de
Panzacola, rebautizada con el nombre de Santa María de Galve. El afán de los france-
ses, desde entonces, fue extender el dominio francés desde la Nueva Francia o Canadá,
pasando por la Luisiana, hasta las islas del Caribe... La expedición de Saint Denis a
Texas motivó que se fundaran cinco misiones: Nacogdoches, Nuestra Señora de Gua-
dalupe, la Purísima Concepción, Nuestra Señora de Dolores, San Miguel de Linares.”58
Al estallar la guerra entre España y Francia en 1719, los franceses asentados en la Lui-
siana avanzaron desde Natchitoches contra las misiones texanas, dando origen a una
larga contienda entre ambas naciones por el dominio de esa región, cuyo desenlace será
a principios del siglo siguiente.
58
Chávez Orozco, Luis. “La desintegración del imperio español en América”, pp. 381-384, en Historia de
México. Apéndice sobre historia económica y diplomática de México. Editorial Patria, México, 1947.
Hacia el último tercio del siglo xviii, la sucesión dinástica en la monarquía hispana
favoreció a los Borbón, rey y virreyes impulsarían un conjunto de reformas económi-
cas, políticas, administrativas, religiosas, conocidas como las reformas borbónicas.
El espíritu liberal antijesuita de los ministros de Carlos III materializó también en la
expulsión de la Orden de las colonias españolas.
En la época que aparece la obra de Adam Smith, y del apogeo liberal, inglés y francés,
la apertura comercial del imperio español parecía inevitable. En la Nueva España, las
reformas materializaron con la abolición de la política de puerto único y en el debilita-
miento de las agrupaciones de comerciantes importadores llamadas Consulados.
“El nuevo régimen de comercio fue implantado en octubre 6 de 1765 e inició con un
intercambio limitado de mercancías, pero con reciprocidad de ambos continentes, y la
apertura de todos los puertos situados en ellos, así como la libre navegación de ameri-
canos hacia España. Se propició por ende una sustancial reforma en el ramo aduanal de
la Real Hacienda, cuya transformación se había iniciado con Felipe V, quien suprimió
algunas barreras que impedían un comercio vigoroso. Los primeros beneficiarios fue-
ron Cuba, Santo Domingo, Puerto Rico, Trinidad y Margarita, pero no fue sino hasta
1770 que se extendió a Yucatán y Campeche. Buenos Aires se incorporó hasta 1778,
y un año después la Nueva España, donde había imperado el poderoso Consulado de
México.
Los avances económicos en este ramo produjeron una revolución en las relaciones
comerciales que articulaban a la sociedad hispánica e indiana, lo que socavó gradual-
mente el poderío de una de las criaturas de los Austria: los consulados poderosos. Estos
eran gremios comerciales establecidos en Sevilla, Cádiz, México y Lima, que habían
monopolizado las actividades mercantiles por dos centurias y elevado a los comercian-
tes como los cuerpos dominantes de la sociedad de su tiempo. El golpe de gracia fue el
decreto de libertad de comercio.”59
El proyecto reformista de los reyes Borbones tenía varias aristas, y en la vida económi-
ca, la participación estatal fue decidida. La formación de empresas públicas en el siglo
xviii siguió cuatro caminos:
59
Guerrero Orozco, Omar. Las raíces borbónicas del Estado Mexicano, p. 158, UNAM, México, 1994, parti-
cularmente los capítulos VII y VIII.
La alcabala, que era una antigua renta establecida por los árabes e introducida en Es-
paña, durante la época en que estuvo bajo su dominio (siglos vii al xv), siguió siendo
aspecto importante de las finanzas coloniales, pues era un derecho cobrado en todo acto
de compra, venta o permuta.
60
Ibíd., capítulo VII.
61
“Los estancos eran la manía de su tiempo, y a virtud de la cual el fisco se reservaba las producciones de
ciertos artículos, que aunque de no indispensable sino convencional necesidad, son de consumo muy gene-
ral”. José María Luis Mora, México y sus revoluciones, México, Editorial Porrúa, 1977, 3 tomos, t. l, págs.
213-219.
Con fecha de 27 febrero de 1767, Carlos III había decretado la expulsión de los jesuitas
y este mismo día también ordenó el establecimiento del Ramo de Temporalidades para
agrupar a todos los bienes expropiados a la Compañía de Jesús.
62
La organización administrativa y funciones de la Secretaría de Cámara del Virreinato (1756) y de la Secre-
taría del Virreinato (1790) en: Carrillo Castro, Alejandro. Génesis y evolución de la administración pública
federal centralizada, Tomo II, pp. 321-327. INAP, México 2011.
Su creación se hizo con una gran autonomía ante el virrey, a lo largo de sus 45 años de
vida se fueron creando las condiciones para el progreso material, demográfico y cul-
tural de aquellos alejados territorios; se le dio facultades para tener su propia casa de
moneda, gobierno en un territorio muy vasto y aún indómito para la civilización. El 16
de mayo de 1776 el rey nombró a Teodoro de Croix, sobrino del virrey Croix, Gober-
nador y Comandante general de las Provincias Internas. “Empezó entonces un periodo
de cuarenta y cinco años (1776-1821) en el que el Reglamento de 1772 fue la ley para
el gobierno militar de la comandancia o comandancias.”64
63
Guerrero, op. cit.
64
Velásquez, María, op. cit. Desde 1752 se propuso la erección de la Comandancia y Capitanía General de las
Provincias Internas, sin resultado alguno. En el año de 1765, cuando José de Gálvez fue nombrado visitador
general de la Nueva España, resurgió el interés en la idea presentando la necesidad de crear la Comandancia
con un distrito que comprendería toda la región norte del Virreinato, en virtud de que requería atención es-
pecial y organización propia; estimó imposible que el virrey gobernara con eficacia una extensión tan grande
y sobre todo, tan alejada de la capital.
Nueva España de los acontecimientos más notables, así como para que lo auxiliara e
instruyera en caso de ser necesario. Le confería el ejercicio del real patronato, y tendría
el cargo de superintendente general de real hacienda. En los asuntos de guerra y real
hacienda procedería como jefe independiente de la audiencia de Guadalajara y demás
tribunales de Nueva España.
En 1786, el virrey Bernardo de Gálvez, por mandato del rey, formuló una nueva Ins-
trucción que sirviera al Comandante General y a sus subalternos para gobernar las
provincias internas. Habría un jefe superior inmediato en el septentrión, el Comandante
General pero éste sujeto al virrey. Nombró Gálvez dos comandantes-inspectores y a
otros cabos auxiliares, que se repartirían con el comandante la atención de las defensas
de la línea.
dependientes también como aquéllas, del virrey; debiéndose ceñir los comandantes
únicamente a lo militar, y por cuanto a lo político, económico, de justicia, hacienda y
real patronato, correspondía, en sus casos, a los intendentes de provincia y goberna-
dores subdelegados. Las nuevas Comandancias se llamaron de Provincias Internas de
Oriente y de Provincias Internas de Occidente, respectivamente, y quedaron formadas,
la primera, con las provincias de Coahuila, Tejas, Nuevo León, Santander y los distritos
de Parras y Saltillo, y la segunda, con las de la Nueva Vizcaya, Nuevo México, Sonora
y Sinaloa y las Californias.65
Cinco años más tarde, por real orden de 23 de noviembre, otra vez una sola Coman-
dancia independiente del virrey (la que el Barón de Humboldt llama Comandancia de
Chihuahua); pero sólo las provincias de Coahuila, Tejas, Nueva Vizcaya, Nuevo Méxi-
co, Sonora y Sinaloa (con los distritos de Parras y Saltillo) quedaron sujetas a ella. Las
Californias, el Nuevo Reino de León y la colonia de Nuevo Santander, se separaron de
las Provincias Internas para depender directamente del Virreinato. Esta nueva organi-
zación se consideró muy perjudicial para la buena administración de la Colonia, según
puede verse en la ‘Instrucción (fechada en Tacubaya el 1º de enero de 1803) del señor
Marquina al señor Iturrigaray’, y por tanto, pronto se derogó en cumplimiento de la
real orden de 18 de mayo de 1804 que previno el regreso a la forma que había adoptado
en el año de 1787. La división establecida en 1804, nos dice Juan Rodríguez de San
Miguel, no había tenido completo verificativo por diversos obstáculos, hasta que por
reales órdenes de 1º de mayo de 1811 y 24 de julio de 1812, el Consejo de Regencia
de España e Indias previno que se llevase a efecto la división ordenada en 1804. Ya en
1810, al iniciarse el movimiento de emancipación, existía de hecho la división de Pro-
vincias Internas de Oriente y de Occidente; sólo que, para esa fecha, se había resuelto
por la afirmativa sobre división del gobierno de las Californias en dos distritos, depen-
dientes ambos del virrey. Por este motivo dejaron de formar parte de la Comandancia
de Occidente a que antes pertenecían.66
A lo largo de los tres siglos de colonia, se fueron desarrollando distintas estrategias para
la colonización del territorio, inicialmente como se ha visto, fueron las minas las que
marcaron la pauta de los asentamientos y alrededor de ellos se fueron creando valles
agrícolas de apoyo a la minería, tal fue el caso del Bajío, o más tarde del Valle de San
Bartolomé. Una nueva pauta colonizadora se va notando desde fines del siglo xvi, los
ranchos y los molinos de trigo se habían multiplicado a lo largo del eje principal de co-
mercio y poder que unía la Ciudad de México con Veracruz al este y con Guadalajara al
oeste, y se estaban extendiendo rápidamente hacia el norte para alimentar a las explota-
ciones mineras, abiertas recientemente en la árida superficie de Mesoamérica. Por otra
65
Véase O’Gorman, op. cit.
66
Ibíd.
parte, en las tierras bajas, la principal cosecha producida para su venta era la caña de
azúcar, se transformó rápidamente en un tipo de empresa capitalista en gran escala. Los
españoles retuvieron la producción, fabricación y distribución de todos los productos
que exigían grandes aportes de capital para el equipo mecánico, a los indios confiaron
el cultivo y la elaboración de los productos comerciales que no requerían mucho dinero
o equipo, pero retuvieron los grandes beneficios de su distribución.
Reinando Carlos III, se expidió la ley de 4 de diciembre de 1786, intitulada ‘Real or-
denanza para el establecimiento e instrucción de intendentes de ejército y provincia
en el reino de la Nueva España’, para la reorganización del gobierno colonial. Había en
ese momento ciento dieciséis jurisdicciones civiles en la Nueva España que serían di-
vididas entre nueve intendencias. Las alcaldías mayores fueron rebautizadas como par-
tidos o subdelegaciones, cuyas funciones y comportamiento no diferían mucho de los
de los alcaldes mayores. El artículo 1º de la Ordenanza dividió el territorio de la Nueva
España en doce intendencias, y se previno que “en lo sucesivo se entienda por una sola
provincia el territorio o demarcación de cada Intendencia con el nombre de la ciudad
que hubiese de ser su capital, y en que habrá de residir el intendente, quedando las que
en la actualidad se titulan provincias con la denominación de partidos, y conservando
éstos el nombre que tienen aquéllas”. De las doce intendencias creadas, la de México
era General de Ejército y Provincias, las otras, o sea las de Puebla de los Ángeles, Nue-
va Veracruz, Mérida de Yucatán, Antequera de Oaxaca, Valladolid de Michoacán, Santa
Fe de Guanajuato, San Luis Potosí, Guadalajara, Zacatecas, Durango y Arizpe, era tan
sólo de Provincia. La comprensión territorial de cada intendencia, quedó determinada
en una razón de jurisdicciones y territorios que forma parte de la Ordenanza, y todas
las intendencias integraban el total del territorio del virreinato, con excepción de las
Californias, que quedaron excluidas.
Los intendentes estarían sujetos al virrey y como agentes del fomento económico del
virreinato, producirían más rentas en beneficio de la real hacienda, especialmente en
el ramo de alcabalas. Los subdelegados, dependientes de los intendentes, residirían en
las poblaciones mayores. Las competencias de los intendentes fueron en los ramos de
justicia, hacienda, policía y guerra. Suprimiendo el predominio fiscalista en el cargo
intendencial, lo transformó propiamente en funcionario de policía, y por tanto, de fo-
mento, a fin de producir riqueza y dar felicidad al súbdito, para generar nuevas fuentes
impositivas. Así, más que centrar los deberes del intendente en la capacitación de in-
67
O’Gorman, op. cit., p. 85.
John Lynch asienta: “La competencia del intendente en su provincia era casi universal.
Le estaba asignada la supervisión general en lo administrativo y económico. Por esas
atribuciones se esperaba de él que mantuviera la paz en su provincia, vigilara la con-
ducta de los empleados públicos y resolviera los inevitables conflictos de jurisdicción
entre ellos. Más aún, era su obligación promover la riqueza de su provincia, trazar
mapas que mostraran las propiedades de la corona, la iglesia y la nobleza, suministrar
informes sobre las condiciones y posibilidades de las tierras de cultivo y de pastoreo,
los bosques, los recursos minerales, etcétera, y fomentar la industria y la agricultura.
Además tenía sus deberes en materia de hacienda… Por último, los deberes militares
del intendente abarcaban cuestiones de conscripción, aprovisionamiento y pago de las
tropas además del mantenimiento de los abastecimientos militares.”69
Humboldt, presenta por vez primera en la “Carta de la Nueva España”, conocida como
‘Ensayo Político’, una cartografía que sirvió de modelo de todos los mapas posteriores,
la división en Intendencias; en ellas se consignan quince grandes divisiones formadas
por las mismas doce Intendencias establecidas por la Ordenanza, y además tres pro-
vincias que no corresponden a ninguna Intendencia, (Nuevo México, la Alta o Nueva
California y la Baja o Vieja California).
Lynch John. Spanish Colonial Administration, 1782-1810, The Intendant System in the Viceroyalty of the
69
Río de la Plata. Greenwood Press, Publishers. Westport. Connecticut, 1958. José Campillo y Cosío, había
señalado la importancia de establecer en América la misma forma de Gobierno, que tenemos en España,
esto es poner Intendentes en aquellas Provincias. La implantación del gobierno económico con una buena
policía; distribuir las tierras; los indios a la agricultura y las artes; perfeccionar y dar salida a los frutos.
Villarroel, Hipólito. Enfermedades políticas que padece la capital de esta Nueva España en casi todos los
cuerpos de que se compone y remedios que se la deben aplicar para su curación si se quiere que sea útil
al Rey y al público, está dirigida no sólo a cuestionar las debilidades del sistema de intendencias sino que
a sugerir alternativas para imprimir una mayor racionalización al sistema aludido e implantado en la Nue-
va España. Con una introducción por Genaro Estrada. Estudio preliminar y referencias bibliográficas por
Aurora Arnaiz Amigo. México, Miguel Ángel Porrúa, 1979. Facsímil de la edición privada por Bibliófilos
Mexicanos, 1937, p. 413.
Al iniciar el siglo xix algunos hechos mundiales acercaron las fronteras novohispana
y norteamericana, especialmente la venta de la Luisiana de los franceses a los Estados
Unidos, en 1803. El tratado se firmó en París en 1803.
De 1763, época en que España obtuvo de manos de Francia la Luisiana, hasta 1800,
fecha en que la devolvió, la Luisiana tenía por límites al occidente el arroyo Hondo y Río
Rojo y por el oriente el Río Perdido, y eso, y no más, fue lo que devolvió en el tratado de
San Ildefonso. Por el contrario, el punto de vista de los norteamericanos, formulado por
John Quincy Adams, era que los límites de la Luisiana arrancan desde el Río Bravo y sus
fronteras orientales alcanzan hasta el Río Perdido, para lo que se apoyaban en la expedi-
ción de La Salle; para reclamar como frontera el Río Perdido alegaron que la jurisdicción
de la Luisiana, a pesar de haber cambiado de poseedores, siempre llegó hasta ella. En
vano fue que en esta contienda terciara Francia aclarando lo que había adquirido de
España en 1800 y lo que había vendido a los Estados Unidos en 1803.70
Luis de Onís había informado al monarca hispano sobre los riesgos de nuevas pérdidas
territoriales. En su informe de 1812 señaló lo siguiente: “Cada día se van desarrollando
70
Talleyrand, en carta dirigida al Embajador de España en París, el 12 Fructidor, año 12, decía: He recibido las
cartas y nota que V. E. me ha hecho el honor de dirigir sobre las discusiones entre la España y los Estados
Unidos, relativamente a los límites de la Luisiana, y sobre los cuidados que dan a su Corte los proyectos de
engrandecimiento que presta al Gobierno Federal. Siendo la intención de S. M. I. el asegurar por todos los
medios amistosos la buena armonía entre dos potencias que tienen tan grande interés de estar unidas, me
apresuro a llamar la atención del Ministro Plenipotenciario de S. M. I., cerca de los Estados Unidos, sobre
los diversos puntos que V. E. me ha manifestado, y le he encargado dar todos los pasos necesarios para se-
parar al gobierno de todo proyecto de agresión contra los dominios de S. M. C., que no se comprenden en la
cesión de la Luisiana. “Los tratados de cesión de esta colonia están en manos del Ministro Plenipotenciario
de S. M. I., y las explicaciones que le he añadido, no dejan a este Ministro duda alguna sobre los límites en
que debe comprenderse esta cesión.” “Los límites orientales de la Luisiana están señalados por la corriente
del Mississippi, por el río Iberville, el lago Ponchartin y el lago Maurepas. En esta línea de demarcación se
termina el territorio cedido por la España a la Francia en virtud del tratado de 30 Ventoso, año 9. La Francia
no hubiera exigido de la España nada que pasase de estos límites y como no ha hecho más que substituir a
los Estados Unidos sus derechos adquiridos, no pueden estos Estados exigir de la España una concesión de
territorio de más extensión, a no ser que esta concesión se negocie entre ellos y la España por algún convenio
ulterior”, citado por Chávez Orozco, op. cit., pp. 400-401.
más y más las ideas ambiciosas de esta República y confirmándose sus miras hostiles
contra la España: Vuestra Excelencia se halla enterado ya por mi correspondencia, que
este gobierno no se ha propuesto nada menos que el de fijar sus límites en la emboca-
dura del río Norte o Bravo, siguiendo su curso hasta el grado 31 y desde allí tirando una
línea recta hasta el mar Pacífico, tomándose por consiguiente las provincias de Texas,
Nuevo Santander, Coahuila, Nuevo México y parte de la Provincia de Nueva Vizcaya
y la Sonora. Parecerá un delirio este proyecto a toda persona sensata, pero no es menos
seguro que el proyecto existe… Se protege abiertamente por la administración a todo
español descontento, a fin de fomentar la independencia. No hay paraje quizá en nues-
tras Américas, en donde no haya emisarios napoleónicos y de este gobierno: éstos se
unen en todas partes para fomentar la guerra civil y la independencia, pero con distintas
miras; pues Napoleón quiere que le sirvan estos americanos para su proyecto, y ellos
fingiendo que trabajan por él, obran para sí; son infinitos los socorros en armas que han
enviado a Caracas y Buenos Aires, y es sabido que la independencia de Cartagena fue
de resultas de un armamento de fusiles que llevaron de aquí…”71
Tras de largas negociaciones, se firmó el 22 de febrero de 1819 entre España y los Es-
tados Unidos, el Tratado de Amistad, Arreglo de Dificultades y de Fronteras (Adams-
Onís), en virtud del cual, los Estados Unidos adquirían la Florida oriental y el reco-
nocimiento de su conquista de la Florida occidental y se definía la frontera oeste del
territorio de la Luisiana. España además cedía con Estados Unidos en cuanto a ciertas
reclamaciones sobre el territorio del Oregón. De esa manera los norteamericanos con-
siguieron extenderse hasta el Pacífico. Por su parte, Estados Unidos renunciaba, por
lo menos temporalmente, a su infundada pretensión sobre Tejas como parte de la Lui-
siana. Las reclamaciones de súbditos norteamericanos contra España –por causa de la
incautación de barcos en los años 1798-1800–, valuadas en cinco millones de dólares,
fueron absorbidas por Estados Unidos. Ahí se establecieron los primeros límites que
tuviera por el norte la República Mexicana: Art. II. Su Majestad Católica cede a los
Estados Unidos, en toda propiedad y soberanía, todos los territorios que le pertenecen
situados al este del Mississippi, conocidos bajo el nombre de Florida Occidental y Flo-
rida Oriental.
El tratado legaba a México un considerable territorio, del que tan poco tiempo habría
de gozar. España proclamó el tratado en 1821, cuando sus colonias estaban irremisible-
mente perdidas, y tuvo una vigencia relativa en la medida que los límites acordados no
llegaron a establecerse materialmente sobre el territorio de ambas naciones.72
71
“Informe de Luis de Onís acerca de la expansión territorial de los Estados Unidos”, en Matute, Álvaro. Mé-
xico en el siglo xix. Fuentes e interpretaciones históricas, pp. 387-390. UNAM, Instituto de Investigaciones
Históricas, México, 1973.
72
Véase Rives, op. cit.
Miguel Ramos Arizpe, como diputado por Coahuila ante las Cortes de Cádiz, expuso la
situación de las Provincias Internas de la Nueva España, critica y se opone contra todo
aquello que significara centralización gubernamental. Destaca los efectos negativos
del sistema de gobierno monárquico que se traduce en despotismo y arbitrariedad; no
hay justicia expedita por la concentración geográfica en la capital, es patente la falta
de cabildos en las provincias, sobre todo las del norte, además que se encuentran bajo
el mando militar. Para Ramos Arizpe, la solución a los males enumerados radica en la
descentralización gubernamental: “De todo lo expuesto particularmente desde el núme-
ro diez y nueve hasta el anterior, se demuestra, que los vicios del sistema de gobierno
de las Provincias Internas del Oriente consisten principalmente en no tener en su in-
terior un gobierno superior, y común, así para lo puramente gubernativo como para lo
judicial. Pero ¿qué factor hace indispensable difundir y desconcentrar el gobierno? El
espacial: la extensión de esas provincias. La geografía, distancia y dificultades de co-
municación es el argumento físico a favor del federalismo así como el factor humano,
la escasez de población, es el principal contra argumento de los centralistas. Las provin-
cias internas de Oriente requieren gobierno propio, autogobierno en realidad, no sólo
por la distancia, sino también por razones de seguridad. Al respecto señala: No puede
V. M. ser menos justo, ni tener menos previsión, que el gobierno español en tiempos de
Godoy; y si éste por las razones expuestas, especialmente por la inmediación de estas
provincias con los Estados Unidos, había resuelto en sus últimos años poner en ellas un
gobierno independiente de México, y Chihuahua, para el que estuvo nombrado de jefe
D. Pedro Grimaret. ¿Cómo puede esperarse, que V. M. tarde un momento en adoptar
una medida, acaso la única suficiente para la seguridad de tan importante territorio? Las
circunstancias que, con respecto a los Estados Unidos, obligaron a tomar esa medida,
subsisten hoy, y tan agravadas como V. M. sabe muy bien. Yo de otra suerte no respon-
do de aquellas provincias, y me descargo ante V. M. de la responsabilidad que pudiera
resultar contra mí, si no hiciera esta solicitud.”73
Por último, es obligada la referencia al viajero Alexander von Humboldt, cuyo informe
sería entregado por él al presidente Jefferson. En su Ensayo político sobre la Nueva Es-
paña, refiere que El nombre de Nueva España se aplica, en general, a la vasta extensión
del país en que el virrey de México ejerce su autoridad. Tomando aquella voz en este
sentido, se deben mirar como límites boreales y australes los paralelos de los grados 38
y 10 de latitud. Pero el capitán general de Guatemala, considerando su poder adminis-
trativo, no depende, sino en muy pocas cosas, del virrey de Nueva España. El reino de
Guatemala abraza en su división política los gobiernos de Costa Rica y de Nicaragua.
Es confinante al reino de la Nueva Granada, al cual pertenece el Darién y el istmo de
73
Ramos Arizpe, Miguel. Memoria presentada a las cortes por Miguel Ramos Arizpe, diputado por Coahuila,
sobre la situación de las provincias internas de oriente, en la sesión del 7 de noviembre de 1811, pp. 155 y
ss. Edición conmemorativa a 150 años de su fallecimiento. Gobierno del estado de Coahuila, México 1993.
Panamá. Siempre que en el curso de esta obra nos servimos de los nombres de Nueva
España y de México excluimos la capital general de Guatemala.
En un país católico, los diezmos eclesiásticos son, por decirlo así, el termómetro por el
cual puede formarse juicio del estado de la agricultura; y estos diezmos se doblan en
menos de 24 años.
En Nueva España el número de los indios pasa de dos millones y medio, contando sólo
los que son de raza pura, sin mezcla de sangre europea o africana; y lo que es aún más
satisfactorio, repetimos, es que, lejos de extinguirse, se ha aumentado considerable-
mente la población de los indígenas de cincuenta años a esta parte, como lo prueban los
registros de la capitación, o sea del tributo personal.
Cuando se establecieron las intendencias, quiso el gobierno hacer cesar las vejaciones
que nacían de los repartimientos; y en vez de alcaldes mayores, nombró subdelegados,
prohibiéndoles rigorosamente toda especie de comercio. Pero como no se les señaló
sueldo, ni otros emolumentos fijos, puede decirse que empeoró el mal; porque los alcal-
des mayores administraban la justicia con imparcialidad siempre que no se trataba de
sus intereses propios; mas los subdelegados no teniendo otras rentas sino la eventual, se
creían autorizados a emplear medios ilícitos para proporcionarse algún caudal. De ahí
las vejaciones continuas, y el abuso de autoridad para con los pobres; de ahí la indul-
gencia con los ricos, y el tráfico vergonzoso de la justicia. Los intendentes encuentran
grandes dificultades para la elección de subdelegados, de los cuales rara vez pueden los
indios, en el estado actual de cosas, esperar protección y apoyo. Así estos acuden á los
curas; y resulta que el clero y los subdelegados viven en continua oposición; y los natu-
rales ponen más confianza en los curas y en los magistrados superiores, esto es, en los
intendentes y oidores. Ahora bien, Señor, (exclama el prelado) ¿qué afición puede tener
al gobierno el indio menospreciado, envilecido, casi sin propiedad y sin esperanzas de
mejorar su suerte; en fin sin ofrecerle el menor beneficio los vínculos de la vida social?
Y que no se diga á V. M., que basta el temor del castigo para conservar la tranquilidad
en estos países; porque se necesitan otros medios y más eficaces. Si la nueva legisla-
ción que la España espera con impaciencia, no atiende á la suerte de los indios y de las
gentes de color, no bastará el ascendiente del clero, por grande que sea en el corazón de
estos infelices, para mantenerlos en la sumisión y respeto debidos al soberano.
Quítese el odioso impuesto del tributo personal; cese la infamia de derecho con que
han marcado unas leyes injustas a las gentes de color; decláreselas capaces de ocupar
todos los empleos civiles que no piden un título especial de nobleza; distribúyanse los
bienes concejiles, y que están pro indiviso entre los naturales; concédase una porción
de las tierras realengas, que por lo común están sin cultivo, á los indios y á los castas;
hágase para Méjico un ley agraria semejante á la de las Asturias y Galicia, según las
cuales puede un pobre labrador, bajo ciertas condiciones, romper las tierras que los
grandes propietarios tienen incultas de siglos atrás en daño de la industria nacional;
concédase á los indios, á los castas y á los blancos plena libertad para domiciliarse
en los pueblos que ahora pertenecen exclusivamente á una de estas clases; señálense
sueldos fijos á todos los jueces, y á todos los magistrados de distrito: y he aquí, Señor,
seis puntos capitales de que depende la felicidad del pueblo mejicano.”74.
74
Humboldt, op. cit..
2. LOS PRIMEROS
CIEN AÑOS: 1810-1910
75
2.1.1 El imperio
“Al desmoronarse el imperio español, los nuevos Estados americanos que surgieron
a la vida política independiente se sentían tanto más identificados entre sí, cuanto que
acababan de salir de las manos que los habían moldeado a su arbitrio: todos tenían la
misma lengua, la misma religión, las mismas tradiciones políticas y económicas, y si
el fondo étnico aborigen era muy diverso y las condiciones geográficas algunas veces
completamente opuestas, la ignorancia de la influencia de estos factores en la evolución
de las sociedades hizo creer que todos los pueblos hispano-americanos debían moverse
por los mismos intereses. Era la insipiencia de nuestra conciencia nacional la que nos
obligaba a adoptar esa actitud.
En México era tan confusa la idea de la patria, que durante muchos años los directores
de la guerra de independencia no acertaron a designarla con un nombre preciso: léan-
se las proclamas de Hidalgo, las de Morelos y aun las de Iturbide y no se encontrará
en ellas casi nunca la palabra Nación, sino la vaga e indeterminada de América. En
México, y en Colombia, y en Perú, y en Buenos Aires, luchamos antes que por nada,
por expulsar al que considerábamos como al enemigo común, es decir al español, y
cuando lo logramos como nuestro triunfo no lo habíamos perseguido para renegar de
la herencia espiritual que habíamos recibido, al advertir que las trabas que la adminis-
tración española oponía para la comunicación entre los pueblos hispano-americanos
habían desaparecido, procuramos acercamos en cuanto las distancias geográficas nos
lo permitían. De esta manera los mexicanos, los colombianos, los peruanos y los rio-
platenses nos estrechamos en un fraternal abrazo que por desgracia no duró sino el
tiempo preciso que se requería para que la conciencia nacional se forjase en el crisol
de las revoluciones.”75
Antes de 1810, la Nueva España y los demás virreinatos americanos tenían un concepto
antiguo de nación. La idea de nación que sostenían estos países era la de una sociedad
75
Chávez Orozco, Luis. Historia de México, op. cit., p. 467-468.
76
Ibíd.
Sin duda dentro de las principales preocupaciones del gobierno estaba la relativa al
sistema financiero, desquiciado por los años de lucha, por lo que el secretario de Ha-
cienda, Rafael Pérez Maldonado, emitió algunas circulares dirigidas a las autorida-
des provinciales demandando con urgencia informes sobre el control y movimiento de
caudales, que mensualmente enviaban las intendencias (2 de enero de 1822); también
emitió otra circular solicitando informes sobre existencias en tesorerías principales y
foráneas (9 de enero de 1822).78
Enseguida se creó una Junta Provisional Gubernativa, con el fin de convocar un Con-
greso constituyente encargado de expedir la constitución del imperio mexicano, hecho
lo cual se instaló el primer Congreso nacional el 24 de febrero de 1822. En este acto,
José María Fagoaga, que presidía por entonces la junta, declaró que había quedado “el
imperio, al disolverse el antiguo gobierno, sin erario; obstruidas las fuentes de riqueza
pública; recargados los pueblos de contribuciones gravísimas... y sin ningún sistema de
hacienda ni administración.”79
El Congreso formuló algunas bases constitucionales, entre otras, señaló que la forma
de gobierno era la monarquía moderada constitucional, la soberanía residía en el Con-
greso, y la religión del imperio sería sólo la católica.
77
Decreto para el establecimiento de los Ministerios, fechado el 8-XI-1821. Véase en México a través de los
Informes Presidenciales (MATIP) 16 volúmenes. La Administración Pública, vol. 5, tomo I pp. 41-47, Se-
cretaría de la Presidencia, México 1976.
78
Véanse estas circulares, así como otros datos valiosos, en la excelente obra de Carlos J. Sierra, y Rogelio
Martínez Vera. Historia de la Tesorería de la Federación, pp. 11-12, Secretaría de Hacienda y Crédito Pú-
blico. México 1972.
79
Informe al Congreso Constituyente del 24-XI-1822, en MATIP, La Hacienda Pública, vol. 4, tomo 1, p. 3.
El gobierno iturbidista se caracterizó desde su inicio por una guerra latente entre el
emperador y el Congreso; aconsejado por Lorenzo de Zavala, Iturbide promovió una
reforma electoral que tendía a reducir el número de diputados a casi la mitad, pero evi-
dentemente no fue atendida por el Congreso. Ejemplo de este conflicto de poderes fue
el manejo de las tarifas arancelarias, toda vez que Iturbide quiso imponer su voluntad
al Congreso sobre las aplicables a los textiles y otras mercancías.81
Un caso más fue la iniciativa para crear tribunales especiales que juzgasen a la vez los
delitos de conspiración, homicidio y robo. El hecho de que el Congreso rechazara esta
iniciativa, llevó a Iturbide a ordenar el arresto de varios diputados (26 y 27 de agosto
de 1822), expulsó al resto por medio de la fuerza y declaró la disolución del Congreso
Constituyente el 31 de octubre de ese año, nombrando en su lugar una junta instituyente
(con diputados adictos a él), con el fin de que sobre nuevas bases electorales se organi-
zara otro Congreso Constituyente.82
Esta es la división territorial para el año de 1821, debiéndose añadir a la lista de las
provincias, la de Guatemala, a partir del 5 de enero de 1822 y la de Chiapas a partir del
80
López Rosado, Diego. “La primera emisión de billetes en México”, en Ensayos sobre historia económica de
México. UNAM. 1965. Él 21-VII-1822 fue la ceremonia de coronación.
81
Potash, Robert. El Banco de avío en México 1821-1846, pp. 32-34, FCE México 1959.
82
Barragán Barragán, José. Introducción al federalismo, p. 92, UNAM, México 1978.
83
Véase el Reglamento del Imperio en Tena Ramírez, Felipe. Leyes fundamentales de México. Porrúa, México.
84
O’Gorman, op. cit., p. 40.
85
O’Gorman, op. cit., p. 38-39.
86
Ibíd.
Bajo este contexto, Vicente Filisola presentó, en la noche del 29 de marzo de 1823 ante
la Diputación Provincial de Guatemala, un decreto de convocatoria para la reunión de
un Congreso conforme al Plan de 15 de septiembre de 1821. El Congreso mexicano
aprobó esta medida, y poco después declaró que las provincias de Guatemala eran
libres para pronunciarse en el sentido que más les conviniera, lo que de hecho ponía
sello a su independencia. Por su parte, en la provincia de Chiapas, que había quedado
incorporada al Imperio, con el derrumbamiento de éste, y en vista de la agitación y des-
orden que reinaba en todo el país, se convocó desde el mes de abril a la organización
de una Junta en la que estuvieran representados los doce partidos de que se componía
la provincia. Reunida ésta, e instalada el 4 de junio, se encargó del gobierno, erigién-
dose en Junta Suprema Provisional en virtud de la representación que para ese efecto
hicieron los diputados por Comitán y Tuxtla. Se consideró que la gestión de la Junta era
provisional, debiendo sólo subsistir entre tanto se declarase la incorporación de la pro-
vincia ya a México, ya a Guatemala, toda vez que el punto había quedado pendiente por
haberse empatado la votación recogida el 7 de junio de 1823. El gobierno de México
aceptó como legitimo este proceder, y el Congreso acordó, el 26 de mayo de 1824, que
se previniera al Ejecutivo tomase las providencias necesarias para poner en absoluta
libertad a la provincia a fin de que sus pueblos pudieran emitir su voto sobre incorpo-
ración a alguna de las dos naciones limítrofes. De esta manera se concedió la indepen-
dencia provisional al gobierno constituido en Chiapas, y en consecuencia, en la fecha
en que se cierra este periodo del primer Congreso Constituyente Mexicano (17 de junio
de 1823), Chiapas había dejado legalmente de formar parte del territorio de México.88
87
Véase Proceso inicial de formación de los poderes en Barragán, op. cit.
88
Ibíd, pp. 40-42, Rives, op. cit.
“Una semana después de que el Congreso mexicano expidió su ley de bases para las
elecciones de nuevo Congreso, se instalaba el de las provincias guatemaltecas, abrien-
do sus sesiones el día 29 de junio y, ocupándose desde luego del punto de independen-
cia, declaró, por decreto del primero de julio de 1823, ‘que las provincias de que se
componía el reino de Guatemala eran libres e independientes de la antigua España, de
México y de cualquiera otra potencia, así del antiguo como del ‘nuevo mundo’. En la
misma disposición se ordenó que en lo sucesivo se denominasen ‘Provincias Unidas de
Centro América’. La citada ley determina la fecha legal en que Guatemala y sus provin-
cias dejaron de formar parte de México, pues si el reconocimiento de la independencia
de aquéllas por parte de éste vino hasta el 20 de agosto de 1824, es el caso que, con
anterioridad, la emancipación fue indirectamente aceptada por el Congreso mexicano,
desde el momento que concedió a los diputados de las provincias de Guatemala per-
miso para retirarse. En Chiapas, como se ha dicho, gobernaba una Junta compuesta de
representantes de los partidos de la provincia declarada independiente, y como al expe-
dirse el Acta Constitutiva de la Federación nada se había decidido, no puede contarse a
la provincia como formando parte del territorio nacional.”89
Por medio del decreto de 19 de julio de 1823, el Congreso dictó ciertas medidas rela-
tivas a las que entonces se llamaban Provincias de Occidente, que dividió oficialmente
las provincias de Sonora y Sinaloa, como lo estaban de hecho; el territorio nombrado
Nueva Vizcaya (Durango en la convocatoria), se dividió en dos partes, con el nombre
de provincia de Durango una, y provincia de Chihuahua otra. El mismo cuerpo legis-
lativo expidió su decreto de 14 de octubre de 1823, formando una nueva provincia
llamada del Istmo, compuesta de las jurisdicciones de Acayucan y Tehuantepec. Por
decreto de 22 de agosto de 1823, se estableció que la provincia de Querétaro, estaba
compuesta de los partidos de su capital, Cadereyta y San Juan del Río.
Lo que venía a representar el Estado nacional, en este, su primer momento, era un pacto
entre las diferentes provincias que proclamaban su autonomía, pero que a la vez reco-
89
Ibíd, p. 48.
90
Las pretensiones de los comisionados españoles al parecer eran, además de concluir un tratado de comercio,
arrancar a México ciertas ventajas a cambio del reconocimiento de su independencia, según decía el secre-
tario de Relaciones Alamán, al general Victoria el 10 de septiembre. Sobre la gestión diplomática de Osés
e Irisarri, véase La Diplomacia Mexicana, vol. I, pp. 163-193, y 277-285, de la Colección de Tratados con
las naciones extranjeras, leyes, decretos y órdenes que forman el derecho internacional mexicano. México
1854, pp. 12-13. También Chávez Orozco, Luis, “Apéndice sobre historia diplomática y económica de Mé-
xico” en Historia de México. Edición facsimilar del INEHRM, México 1985, pp. 405 a 408.
91
Ibíd.
El ministro de Colombia en México, Miguel Santa María, escribía a José Manuel He-
rrera, secretario de Relaciones Exteriores e Interiores sobre “la necesidad y convenien-
cia que exige a ambos Estados la cordial combinación de todos sus esfuerzos, dirigidos
por la unidad de un plan sobre que descanse la seguridad de uno y otro país en los
tiempos presentes, y su prosperidad en los venideros.”92
Poco después, el 3 de octubre de 1823, el nuevo secretario de Relaciones, Lucas Ala-
mán, firmó con Miguel Santa María, un tratado por el cual ambas naciones se confe-
deraban en liga ofensiva y defensiva, “para sostener con su influjo y fuerza marítimas
y terrestres, en cuanto lo permitan las circunstancias, su independencia de la nación
española y de cualquiera otra dominación extranjera”. Además se estipulaba reunión de
una Asamblea General de los Estados Americanos.93
A su vez, el ministro británico de asuntos exteriores, George Canning, instruyó a Pa-
trick Mackie para que se trasladase a México y entablase pláticas con el gobierno cons-
tituido, motivado por el hecho de que en el Congreso de Verona (octubre de 1822), reu-
nido para autorizar la intervención francesa en España y aniquilar la revolución liberal
e implantar en la península el absolutismo de Fernando VII, resolvió que para evitar los
progresos de las ideas republicanas, debían establecer gobiernos monárquicos regidos
por príncipes españoles en los nuevos Estados americanos. Inglaterra, representada en
el Congreso por el duque de Wellington, declaró su desacuerdo, y manifestó su deseo
de que las diferencias existentes entre la península y sus antiguas colonias americanas
se arreglasen amistosamente.
El ministro Lucas Alamán, que conocía la actitud de Canning, dio instrucciones al
general Victoria, representante de México en las pláticas con Mackie, recomendándole
que tratase de obtener del delegado inglés el ofrecimiento de que la Gran Bretaña se
comprometía a garantizar la independencia de México contra cualquier pretensión de
la Santa Alianza. Victoria contestó que la nación mexicana no sólo esperaba que In-
glaterra se ciñese a observar la más exacta y escrupulosa neutralidad, sino que además
evitase cualquiera invasión que se intente o pueda intentarse por alguna de las poten-
cias exteriores.94
El Comité de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos, autorizó el 19
de marzo de 1822, al presidente Monroe para entablar relaciones diplomáticas con los
nuevos Estados hispano-americanos.95 Para Monroe, la postura británica era la mejor
92
Santa María a Herrera, 23 de marzo de 1822, en La Diplomacia Mexicana, op. cit,. vol. I, pp. 8-12.
93
Pedro A. Zubieta. Apuntaciones sobre las primeras misiones diplomáticas de Colombia. Bogotá, 1924, pp.
210-211. Citado por Chávez Orozco, Luis.
94
Alamán a Victoria, el 27 de julio de 1823, en La diplomacia mexicana, op. cit., pp. 102-104.
95
William R. Manning. Diplomatic correspondence concerning the Independence of the Latin-American na-
tions, 1925, documento núm. 102, citado por Rives, op. cit.
oportunidad que se presentaba a los Estados Unidos para declarar que cualquier tipo
de intervención por parte de las potencias europeas sería considerada por los Estados
Unidos como un ataque dirigido a ellos mismos. Estas ideas quedaron definidas en el
mensaje que el presidente Monroe dirigió al Congreso estadounidense el 2 de diciem-
bre de 1823.
Se dictó un decreto por el que se ordenaba configurar los símbolos patrios, “que el
escudo sea el águila mexicana, parada en el pie izquierdo sobre un nopal que nazca
de una peña entre las aguas de la laguna, y agarrando con el derecho una culebra en
actitud de despedazarla con el pico; y que orlen este blasón dos ramas, la una de laurel
y la otra de encina… Que se abran nuevas matrices para sustituir a las que hasta ahora
sirven para la acuñación de la moneda… estampándose en ellas el escudo de armas de
la nación mexicana, con esta inscripción: República Mexicana.”96
96
Montiel y Duarte, Isidro. Derecho Público Mexicano, tomo I. p. 241. Imprenta del Gobierno, México 1871.
97
Lee Benson, Nettie. La diputación provincial y el federalismo mexicano. El Colegio de México-UNAM, 1976.
Querétaro y Zacatecas declararon que el Congreso sólo tenía carácter convocante, por
lo cual se atribuía el derecho de aplicar o no las disposiciones que de él emanaran de
acuerdo con sus conveniencias.
Saltillo, el 5 de junio de 1823, pidió que se convocara a un congreso para que organiza-
ra al país bajo los auspicios de un gobierno de República federada.
En ese año 1823, la Diputación Provincial del estado de Jalisco, con su “Manifiesto
sobre el derecho y conveniencia de su pronunciamiento en República Federada”, fue
la primera que se pronunció abiertamente por el régimen federal. En dicho manifiesto
define, por una parte, a la República central, como aquella “que hace de muchas pro-
vincias un Estado indivisible, cuya metrópoli se encarga del derecho de regir a todas.
Es una República que ejerce en un centro todas las funciones de la soberanía, es aquella
que hace de las provincias un interés único, de suyo vasto y complicado junto con una
unión compacta en todos los ramos de la administración”. Por otra parte, la República
federativa, es aquella “que deja separadas a cada provincia en el goce de todos sus
98
Véase “Las diferentes manifestaciones de autodeterminación y deseo de federarse de las provincias” en
Barragán, op. cit., pp. 135-167.
99
Ibíd, p. 167.
mania, la hay en Suiza, la hubo en Holanda, la hay en los Estados Unidos de América,
en cada parte ha sido o es diferente, y aún puede haberla de otras varias maneras…
Pero es cierto que en las más de las provincias apenas hay hombres aptos para enviar
al congreso general y quieren tenerlos para congresos provinciales, poderes ejecutivos,
judiciales, ayuntamientos, etc. No alcanzan las provincias a pagar sus diputados al con-
greso central y quieren echarse a cuestas todo el tren y el peso enorme de los empleados
de una soberanía.
¿Qué, pues, concluiremos de todo esto?, se me dirá. ¿Quiere Usted que nos constitu-
yamos en una república central? No. Yo siempre he estado por la federación, pero una
federación razonable y moderada, una federación conveniente a nuestra poca ilustra-
ción y a las circunstancias de una guerra inminente, que debe hallamos muy unidos. Yo
siempre he opinado por un medio entre la confederación laxa de los Estados Unidos,
cuyos defectos han patentizado muchos escritores y que allá mismo tiene muchos anta-
gonistas, pues el pueblo está dividido entre federalistas y demócratas: un medio, digo,
entre la federación laxa de los Estados Unidos y la concentración peligrosa de Colom-
bia y del Perú: un medio, en que dejando a las provincias las facultades muy precisas
para proveer a las necesidades de su interior, y promover su prosperidad, no se destruya
a la unidad, ahora más que nunca indispensable, para hacemos respetables y temibles a
la santa alianza, ni se enerve la acción del gobierno, que ahora más que nunca debe ser
enérgica, para hacer obrar simultánea y prontamente todas las fuerzas y recursos de la
nación. Este es mi voto y mi testamento político.”100
Ramos Arizpe, después de solicitar un gobierno particular descentralizado para las pro-
vincias internas de Oriente precisa la naturaleza del gobierno que solicita. Este, tendrá
que estar de acuerdo con los principios de la Constitución, operando la descentrali-
zación, tanto en materia política, administrativa, como judicial. El punto de apoyo se
encuentra en los principios democráticos y liberales de la Constitución de Cádiz:
“Si según ellos está proclamada la dignidad del hombre constituido en sociedad, si
están reconocidos sus derechos de libertad, seguridad personal, y de sus propiedades,
del pensamiento político americano. Fray Servando Teresa de Mier, pp. 126-140. Imprenta Universitaria,
México, 1945.
101
Ramos Arizpe, Miguel. Memoria presentada a las cortes por Miguel Ramos Arizpe, diputado por Coahuila,
sobre la situación de las provincias internas de oriente, en la sesión del 7 de noviembre de 1811. pp. 155 y
ss. Edición conmemorativa a 150 años de su fallecimiento. Gobierno del estado de Coahuila, México,1993.
Ramos Arizpe refirió que: “parecerá increíble que en toda la provincia de Coahuila, que comprende sobre 60
mil habitantes. (distribuidos) en 14 poblaciones y otros pueblos y aldeas no haya cabildo, sino en la Villa de
Santiago el Altillo... En el mismo estado se halla la provincia del Nuevo Reino de León, pues teniendo 17 po-
blaciones de españoles, apenas tiene cabildos, aunque muy viciosos en su modo... la provincia de Texas (la
más grande) solamente lo tiene en la capital... la provincia del Nuevo Santander, que en 29 poblaciones tiene
más de 60 mil españoles, no sólo carece de esos cuerpos, sino que ha sufrido el deshonor de ver privados
a sus pueblos del derecho diminuto, que les concedió en sus fundaciones, para nombrar popularmente dos
regidores y un procurador cada año. La necesidad de establecer municipalidades en todas las poblaciones es
tan evidente, que no necesita en su apoyo de raciocinios prolongados. Cada población es una asociación de
hombres libres... He aquí el fundamento de las municipalidades sostenido por las leyes y costumbres de Es-
paña y mandado observar por las Leyes de Indias”. Ramos Arizpe, Miguel. Discursos, Memorias e Informes.
Biblioteca del Estudiante Universitario, No. 36, UNAM, 1942, pp. 54-77, especialmente los puntos 21 y 25.
Que las entidades federativas son libres y soberanas es una idea que proviene de los orí-
genes del federalismo mexicano. Prisciliano Sánchez en su obra el Pacto Federal del
Anáhuac, de 28 de junio de 1823, se refirió a las entidades federativas como soberanas
e independientes en todo lo relativo a su régimen interior. Pensamiento que coincide
con el que siguieron los estados que se declararon, en ese año, libres y soberanos.
El artículo sexto del acta constitutiva de 1824 sostuvo que la federación está integrada
por “Estados independientes, libres y soberanos, en lo que exclusivamente toque a su
administración y gobierno interior”, pero en la constitución de ese mismo año ya no
aparecerá declaración semejante.
Para José María Becerra, la República Federal era un edificio que amenazaba ruina y
que no prometía ninguna felicidad a la nación, pero “en el nuevo Congreso los elemen-
tos federalistas preponderaban de tal modo que se consideraba como investido de este
mandato imperativo: legitimar la federación que de hecho ya existía”.103
Este conjunto de presiones políticas impuestas por las diputaciones provinciales y los
diputados, fue lo que llevó al Congreso Constituyente de 1823 a expedir el Acta Cons-
titutiva de la Federación Mexicana en enero de 1824, evitando con ello un proceso
disolvente de la nación mexicana, así se buscaba mediante la adopción del sistema
federal mantener la unidad nacional.104 En su artículo 2º. se estableció que “La nación
mexicana es libre e independiente para siempre de España y de cualquier otra poten-
cia, y no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona, adoptando para su
102
Prisciliano Sánchez aclaró que: “No se separan las provincias para ser otras tantas naciones independientes
en lo absoluto: ninguna ha pensado en semejante delirio.” Sánchez, Prisciliano, “El Pacto Federal del Aná-
huac”, Revista de la Facultad de Derecho de México, tomo XIV, núm. 56, 1964, p. 1156. México. También
Reyes Heroles, Jesús. El liberalismo mexicano, tomo I, pp. FCE, México, 1978.
103
Sierra, Justo. cit., p. 185.
104
El 12 de junio de 1823, el Congreso convocante, no constituyente, expidió el voto por la forma de República
Federal. “El soberano Congreso constituyente en sesión extraordinaria de esta noche, ha tenido a bien acor-
dar que el gobierno puede proceder a decir a las provincias estar el voto de su soberanía por el sistema de
república federada y que no lo ha declarado en virtud de haber decretado se forme convocatoria para nuevo
Congreso que constituya a la nación.”
Se adoptó, con carácter de perpetuo, el culto católico y sin tolerancia de otros cultos.
Se reconoció la autonomía de los estados en lo referente a su administración y gobierno
interior y comprometiéndolos a sostener la unión federal. Se adoptó la división tripar-
tita de poderes, destacando la supremacía del legislativo, depositado en un Congreso
bicameral, sobre los otros y reproduciéndose este esquema en los niveles federal y
estatal. Por medio del artículo 31 se otorgó libertad a los individuos para escribir, im-
primir y publicar sus ideas políticas. Además, se aceptaron las deudas contraídas con
anterioridad y, por medio de su artículo 36 y último, se encomendó al Poder Ejecutivo
la ejecución de esta acta.
Resulta interesante en la formación del régimen federal, referir el criterio con el que se
decidió aceptar a los estados como parte de la Federación, lo cual ocurrió en las sesio-
nes del segundo Congreso Constituyente (el primero sesionó hasta el 30 de octubre de
1823, dejando todo listo para el segundo, instalado el 5 de noviembre), en una Comi-
sión del mismo, integrada por los diputados Miguel Ramos Arizpe, Rafael Mangino,
Manuel Argüelles, Tomás Vargas y José de Jesús Huerta. Aquí se observa la discusión
que se dio sobre la configuración territorial y que en lo conducente dice: “Abrumada
la Comisión de dificultades en orden a fijar el número de estados que deben componer
la federación de la nación mexicana, se fijó un principio general, a saber: que ni fuesen
tan pocos que por su extensión y riqueza en breves años aspiran a constituirse en na-
ciones independientes, rompiendo el lazo federal, ni tantos que por falta de hombres
y recursos viniese a ser impracticable el sistema… (y más adelante), que ha dejado
la puerta abierta para que, en la Constitución general, con mejores datos y luces más
claras, sea donde se fije definitivamente este punto.”105
Con lo anterior se ve cuáles fueron las razones que tuvo en cuenta el constituyente para
la división del territorio y el temor fundado, que se sentía entonces, de que las provin-
cias pudieran hacerse fuertes y constituirse en naciones independientes. El problema
de dividir el territorio en estados era realmente de la mayor importancia para el éxito
del sistema federal que iba a implantarse por primera vez, y de ahí que, al resolverlo
la Comisión, lo hizo sin seguridad alguna y, para evitar algún posible error, dejó la
resolución definitiva para la Constitución general, con la esperanza de que, durante
el tiempo que fuera necesario para que se expidiera ésta, se supiera el efecto causado
por la división consignada en el Acta Constitutiva y pudiera enmendarse en caso ne-
cesario. Se trata, por consiguiente, de un verdadero experimento. El proyecto contiene
105
O’Gorman, op. cit., p. 55-56.
Las leyes expedidas durante la vigencia del Acta Constitutiva de la Federación, que
modificaron la división de los estados, fueron las siguientes: Por decreto de 7 de mayo
de 1824 se declaran estados de la federación a Nuevo León y a Coahuila con Texas,
por lo que desaparece el estado interno de Oriente, dividiéndose en dos. Por decreto de
22 de mayo se declaró que la provincia de Durango, perteneciente al estado Interno del
Norte, formaba un estado independiente. Por decreto de 6 de julio de 1824, el estado
Interno del Norte, que había quedado con Chihuahua y Nuevo México, desaparece para
formar un nuevo estado con la provincia de Chihuahua, quedando Nuevo México como
territorio. Con las actas de la Junta de Chiapas de 12 y 14 de septiembre de 1824, la
provincia formó parte, de nuevo, del territorio de la República, aunque no se hace de-
claración alguna respecto a ella, por parte de México, sino hasta la Constitución. Deben
tenerse en cuenta, respecto a esta provincia, las condiciones especiales en que se encon-
traba el partido de Soconusco. Se puede concluir, en atención a estas modificaciones,
que en los días inmediatos anteriores la promulgación de la Constitución general, el
territorio quedó dividido en la forma que sigue. Carácter de estados tuvieron: Chiapas,
Chihuahua, Coahuila con Tejas, Durango, Guanajuato, Interno de Occidente, México,
Michoacán, Nuevo León, Oaxaca, Puebla de los Ángeles, Querétaro, San Luis Potosí,
Tamaulipas, antes Santander, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz, Jalisco, Yucatán, Zacatecas,
Como territorios figuraron: Las Californias, Alta y Baja, o Nueva y Antigua, el partido
de Colima (sin el pueblo de Tonila), Nuevo México.
106
Ibid.
Ibíd, p. 59.
107
O’Gorman recuerda que hay una diferencia fundamental entre las divisiones territoria-
les hechas en la colonia y las hechas en la época independiente, en esta obedecen a un
imperativo del legislador, en aquella a intereses de la corona y la iglesia.
Además, y entre otras medidas, se estableció un impuesto federal a los artículos impor-
tados, llamado “derecho de internación”, pero si el producto se consumía en la ciudad
portuaria por donde ingresaban, quedaba exento del gravamen. También se autorizó a
los estados para establecer un impuesto al consumo sobre artículos extranjeros.108
Entre las principales atribuciones que tenían encomendadas los comisarios, dentro de
sus respectivas demarcaciones, tenemos las siguientes:
En el ramo de hacienda:
» Cobrar y distribuir los productos de las rentas y los contingentes de los estados.
» Administración de rentas destinadas al crédito público, excepto las aduanas, co-
rreos, tabaco y loterías, que seguirían teniendo sus propios administradores.
» Vigilar leyes y reglamentos para combatir el contrabando.
» Inspección de caminos, puentes y canales.
108
Ésta y otras medidas, en Potash, op. cit., pp. 40-41.
En el ramo de guerra:
En este decreto se estableció que los administradores de correos serían, fuera de las
capitales de los estados, comisarios subalternos.109
Las partes de esta federación son los estados y territorios siguientes: el estado de las
Chiapas, el de Chihuahua, el de Coahuila y Texas, el de Durango, el de Guanajuato,
el de México, el de Michoacán, el de Nuevo León, el de Oaxaca, el de Puebla de los
Ángeles, el de Querétaro, el de San Luis Potosí, el de Sonora y Sinaloa, el de Tabasco,
el de las Tamaulipas, el de Veracruz, el de Xalisco, el de Yucatán y el de los Zacatecas:
el territorio de la alta California, el de la baja California, el de Colima, y el de Santa
Fé de Nuevo México. Una ley constitucional fijará el carácter de Tlaxcala.
Véanse las atribuciones fijadas a los comisarios, en el decreto de 21-IX-1824, en Carlos Sierra, op. cit., pp. 18-20.
109
los estados y otra de senadores. Por cada ochenta mil almas se nombrará un diputado. Un
censo de toda la federación que se formará dentro de cinco años, y se renovará después cada
decenio, servirá para designar el número de diputados que corresponda á cada estado. El
senado se compondrá de dos senadores de cada estado elegidos á mayoría absoluta de votos
por sus legislaturas, y renovados por mitad de dos en dos años.
Admitir nuevos estados ó territorios á la unión federal. Arreglar los límites de los estados.
Erigir los territorios en estados, ó agregarlos á los existentes. Unir dos ó mas estados á
petición de sus legislaturas, para que formen uno solo, ó erigir otro de nuevo dentro de los
límites de los que yá existen.
Fijar los gastos generales, establecer las contribuciones necesarias para cubrirlos, arreglar
su recaudación, determinar su inversión, y tomar anualmente cuentas al gobierno.
Contraer deudas sobre el crédito de la federación, y designar garantías para cubrirlas. Re-
conocer la deuda nacional, y señalar medios para consolidarla y amortizarla.
Arreglar el comercio con las naciones extranjeras, y entre los diferentes estados de la fede-
ración y tribus de los indios.
Dar instrucciones para celebrar concordatos con la Silla apostólica, aprobarlos para su
ratificación, y arreglar el ejercicio del patronato en toda la federación.
Habilitar toda clase de puertos, establecer aduanas; Determinar y uniformar el peso, ley,
valor, tipo y denominación de las monedas en todos los estados de la federación, y adoptar
un sistema general de pesos y medidas.
Decretar la guerra en vista de los datos que le presente el presidente. Designar la fuerza
armada de mar y tierra, fijar el contingente de hombres respectivo á cada estado, y dár orde-
nanzas y reglamentos para su organización y servicio. Formar reglamentos para organizar,
armar y disciplinar la milicia local de los estados, reservando á cada uno el nombramiento
respectivo de oficiales y la facultad de instruirla conforme á la disciplina prescrita por di-
chos reglamentos. Conceder ó negar la entrada de tropas extranjeras en el territorio de la
federación. Permitir ó no la estación de escuadras de otra potencia por mas de un mes en
los puertos mexicanos. Permitir ó no la salida de tropas nacionales fuera de los límites de
la república.
Dar reglas para conceder patentes de corso, y para declarar buenas ó malas las presas de
mar y tierra.
Crear ó suprimir empleos públicos de la federación, señalar, aumentár ó disminuir sus do-
taciones, retiros y pensiones.
Conceder premios y recompensas á las corporaciones ó personas que hayan hecho grandes
servicios á la república, y decretar honores público á la memoria póstuma de los grandes
hombres. Conceder amnistías ó indultos.
Elegir un lugar que sirva de residencia á los supremos poderes de la federación, y ejercer en
su distrito las atribuciones de poder legislativo de un estado. Variar esta residencia cuando
lo juzgue necesario. Dar leyes y decretos para el arreglo de la administración interior de
los territorios.
Se tendrán como iniciativas de ley ó decretos las proposiciones que el presidente o las legis-
laturas de los estados dirijan á cualquiera de las cámaras.
El Congreso general se reunirá todos los años el dia 1 de enero para la apertura de sus se-
siones, A esta asistirá el presidente de la federación, quien pronunciará un discurso análogo
á este acto tan importante; y el que presida al Congreso contestará en términos generales.
Las sesiones ordinarias del Congreso serán diarias, sin otra interrupción que las de los días
festivos solemnes. cerrará sus sesiones anualmente el día 15 de abril.
Nombrar los jefes de las oficinas generales de hacienda, los de las comisarías generales,
los enviados diplomáticos y cónsules, los coroneles y demás oficiales superiores del ejercito
permanente, milicia activa y armada, con aprobación del senado, y en sus recesos del con-
sejo de gobierno.
Nombrar los demás empleados del ejército permanente, armada y milicia activa y de las
oficinas de la federación, arreglándose á lo que dispongan las leyes. Dar retiros, conceder
licencias y arreglar las pensiones de los militares conforme á las leyes. Disponer de la fuer-
za armada permanente de mar y tierra y de la milicia activa, para la seguridad interior, y
defensa exterior de la federación. Disponer de la milicia local para los mismos objetos, aun-
que para usar de ella fuera de sus respectivos estados ó territorios, obtendrá previamente
consentimiento del Congreso general, quien calificará la fuerza necesaria; y no estando este
reunido, el consejo de gobierno prestará el consentimiento y hará la expresada calificación.
Declarar la guerra previo decreto del Congreso general, y conceder patentes de corso con
arreglo á lo que dispongan las leyes.
Celebrar concordatos con la silla apostólica Dirigir las negociaciones diplomáticas y cele-
brar tratados de paz, amistad, alianza, tregua, federación, neutralidad armada, comercio y
cualesquiera otros; mas para prestar ó negar su ratificación á cualquiera de ellos, deberá
preceder la aprobación del Congreso general. Recibir ministros, y otros enviados de las
potencias extranjeras.
Pedir al Congreso general la prorrogación de sus sesiones ordinarias hasta por treinta días
útiles; Convocar al Congreso para sesiones extraordinarias en el caso.
Cuidar de que la justicia se administre pronta y cumplidamente por la corte suprema, tribu-
nales y juzgados de la federación, y de que sus sentencias sean ejecutadas según las leyes.
Suspender de sus empleos hasta por tres meses, y privar aun de la mitad de sus sueldos por
el mismo tiempo, á los empleados de la federación infractores de sus órdenes y decretos; y
en los casos que crea deberse formar causa á tales empleados, pasará los antecedentes de
la materia al tribunal respectivo.
Conceder el pase ó retener los decretos conciliares, bulas pontificias, breves y rescritos,
con consentimiento del Congreso general, si contienen disposiciones generales; oyendo al
senado, y en sus recesos al consejo de gobierno, si se versaren sobre negocios particulares
ó gubernativos; y á la corte suprema de justicia si se hubieren expedido sobre asuntos con-
tenciosos.
Conocer de las diferencias que puede haber de uno á otro estado de la federación, siempre
que las reduzcan á un juicio verdaderamente contencioso en que deba recaer formal senten-
cia, y de las que se susciten entre un estado, y uno ó mas vecinos de otro, ó entre particulares
sobre pretensiones de tierras bajo concesiones de diversos estados, sin perjuicio de que las
partes usen de su derecho, reclamando la concesión á la autoridad que la otorgó.
Terminar las disputas que se susciten sobre contratos ó negociaciones celebrados por el
gobierno supremo ó sus agentes.
Consultar sobre pase ó retención de bulas pontificias, breves y rescritos, expedidos en asun-
tos contenciosos.
Dirimír las competencias que se susciten entre los tribunales de la federación, y entre estos
y los de los estados y las que se muevan entre los de un estado y los de otro.
Conocer: De las causas que se muevan al presidente y vice-presidente De las causas crimi-
nales de los diputados y senadores. De las de los gobernadores de los estados. De las de los
secretarios del despacho .
El poder legislativo de cada estado residirá en una legislatura compuesta del número de
individuos que determinarán sus constituciones particulares, electos popularmente, y amovi-
bles en el tiempo y modo que ellas dispongan. La persona ó personas á quienes los estados
confiaren su poder ejecutivo, no podrá ejercerlo sino por determinado tiempo que fijará su
constitución respectiva.
El poder judicial de cada estado se ejercerá por los tribunales que establezca ó designe la
constitución; y todas las causas civiles ó criminales que pertenezcan al conocimiento de
estos tribunales serán fenecidas en ellos hasta su última instancia y ejecución de la última
sentencia.
De las obligaciones de los estados. Cada uno de los estados tiene obligación de organizar su
gobierno y administración interior sin oponerse á esta constitución ni á la acta constitutiva.
De publicar por medio de sus gobernadores su respectiva constitución, leyes y decretos.
De las restricciones de los poderes de los estados: Ninguno de los estados podrá: Establecer
sin el consentimiento del Congreso general derecho alguno de tonelaje ni otro alguno de
puerto. Imponer sin consentimiento del Congreso general contribuciones ó derechos sobre
Las legislaturas de los estados podrán hacer observaciones, según les parezca conveniente,
sobre determinados artículos de esta constitución y de la acta constitutiva; pero el congreso
general no las tomará en consideración sino precisamente el año de 1830.
‘La ciudad de Querétaro será el lugar de la residencia ordinaria de los supremos pode-
res de la federación. Estos ejercerán en ella, y en los territorios de que ahora se compo-
ne aquel estado, las funciones de poderes particulares de un estado. Si en algún tiempo
se variase la residencia de los supremos poderes, reasumirá Querétaro los derechos y
ejercicio de su soberanía’.111
Sesión del 31 de mayo de 1824. Véase Barragán, José, Actas constitucionales mexicanas (1821-1824). Tomo
111
X. Diario de las sesiones del Congreso Constituyente de la federación mexicana. Sesiones del mes de mayo
de 1824. Instituto de Investigaciones Jurídicas. Serie A. Fuentes b) Textos y estudios legislativos. Núm. 19.
UNAM. México, 1980, p. 5, 6 y 7. Contreras, Raúl. La ciudad de México como Distrito Federal y entidad
federativa. Ed. Porrúa, México, 2006.
Poco después, fray Servando Teresa de Mier, pronuncia un Discurso en la sesión del
23 de julio de 1824, para apoyar que la Ciudad de México se convirtiera en la capital
federal de la república mexicana.
“¿Es necesario que haya una ciudad federal, es decir, que no pertenezca a Estado al-
guno de la Federación, en la cual residan los Supremos Poderes y en cuya área corta
y precisa ejerzan una jurisdicción privativa? Segunda: ¿Hay inconveniente en que esa
ciudad federal sea México con su Valle, puesto que en ella han residido y están resi-
diendo los Supremos Poderes? Resueltas estas dos cuestiones previas, vendría bien
ocuparnos de si Querétaro debe ser la ciudad federal, conforme dictamina la Comisión.
Pero ¿qué recursos literarios, y son de absoluta necesidad para un Congreso, tendríamos
en Querétaro? ¿Dónde están sus bibliotecas? En la de algún convento hallaríamos quizá
sermonarios, martirologios, santorales, la leyenda áurea y la librería de Fra Cucuzza.
Tampoco habría en Querétaro tantas imprentas para publicar nuestros pensamientos, y
comunicar a los Estados y Territorios los conocimientos de sus Diputados. Carecería-
mos también de los papeles públicos y gacetas extranjeras que vienen a los pudientes
de México, y ponen los gobernantes al corriente de los sucesos del mundo para graduar
sus consecuencias. ¿Y dónde, fuera de aquí, hay una reunión igual de seres pensantes,
digámoslo así, de literatos con quienes consultar e instruirse en todas materias? Nues-
tras luces son pocas, y especialmente en lo que más por ahora nos importa, legislación
y política: pero estas pocas luces en México principalmente es donde están reunidas, y
parecería delirio abandonar su foco, cuando más las habemos menester para ilustrar y
dirigir a la Nación.
Por otra parte, hay muchos establecimientos científicos en México, que sobre esto dice
Humboldt, nada tiene que envidiar a las capitales de Europa… que habiendo, como he
demostrado, conveniencias muchísimas en que México sea la ciudad federal, no hay
inconveniente alguno razonable para que no lo sea.”112
112
Discurso de fray Servando Teresa de Mier en la sesión del 23 de julio de 1824, para apoyar que la ciudad de
México se convierta en la capital federal de la República Mexicana. Barragán, op. cit.
113
McGowan, Gerald L. El Distrito Federal de dos leguas o cómo el Estado de México perdió su capital. Fuen-
tes para la Historia del Estado de México. El Colegio Mexiquense, 1991.
Efectivamente, en el citado artículo 160 se reconocía un valor político del Estado Fede-
ral, la autonomía de cada estado para resolver en definitiva los asuntos controvertidos
en aplicación de su propia legislación sin ulterior recurso o juicio que lastimara, dismi-
nuyera o afectara la autonomía estatal.
Como puede observarse el Estado federal mexicano nació fincado en el respeto a la au-
tonomía de los Estados. Sin embargo esta situación empezaría a cambiar en las décadas
siguientes.
Álvarez Montero, José Lorenzo. Del centralismo al federalismo judicial mexicano. Instituto de Investiga-
114
ciones Jurídicas, UNAM, 1994. También Carrillo Flores, Antonio. La Suprema Corte de Justicia y el Pensa-
miento Jurídico, p. 327, México, 1985.
115
Véase Reyes Heroles, op. cit.
116
O’Gorman, op. cit.
117
Véase esta Ley en MATIP, La Administración Pública, vol. 5, t. 1, pp. 49-53.
118
La ley, en Ib. pp. 55-56.
los eclesiásticos que desempeñaban oficios en las diócesis (decreto del Congreso
de Jalisco, 1826), pedir informes sobre la situación eclesiástica de las parroquias
(decreto del Congreso del estado de México, 1827), crear nuevas diócesis (pro-
yecto de ley del estado de Zacatecas, 1827), etc.
2. Reformar la situación jurídica del clero y de los bienes de la Iglesia, prohibiendo
la adquisición de bienes raíces por manos muertas (artículo 9 de la constitución
del estado de México), suspendiendo los derechos ciudadanos en los miembros
de las órdenes religiosas (artículo 21, fr. V constitución del estado de México),
asumiendo los bienes dedicados a las misiones que no dependían ya de México
por razón de la independencia nacional –Filipinas y China– (decreto del estado
de México, 1827) e incluso intentando limitar el fuero eclesiástico (proyecto de
ley del Congreso de San Luis Potosí, 1827).119
Desde la perspectiva mexicana era imperativo lograr que la mayor potencia marítima y
económica del mundo –Inglaterra– considerara que su interés nacional coincidía con la
preservación de la recién ganada independencia, la cual se veía amenazada por España
y sus aliados monárquicos. La política de Inglaterra estaría guiada por el principio de
no adquisición de territorios en América e incluso de poca intervención en los asuntos
internos de los países latinoamericanos, salvo sí se tratara de proteger los intereses de
sus ciudadanos y empresarios. Mientras que para el gobierno de Guadalupe Victoria
era de importancia vital el lograr una relación estrecha con Inglaterra una alianza for-
mal inclusive; para el Ministro de Asuntos Exteriores, George Canning, en cambio, lo
central era lograr que México firmara un tratado basado en el principio del libre inter-
Reyes Heroles, J., citado por Morales, Ib. p. 123. El Real Patronato era el derecho que tenían los soberanos
119
cambio que permitiera la acción legítima de los cónsules y amparara legalmente los de-
rechos de los comerciantes y empresarios británicos. Al principiar 1825 se iniciaron de
manera formal las negociaciones entre Gran Bretaña y México para la firma del tratado
de amistad y comercio que se firmaría al año siguiente.120
Por el lado norte del país, la situación se empezaría a complicar cada vez más en la
medida que las naciones mexicana y de Estados Unidos se acercaban al encuentro de
sus fronteras, y el tratado de límites respectivo estaba en suspenso. La presentación
de las cartas credenciales del embajador de los Estados Unidos, ante las autoridades
mexicanas, marca una nueva etapa en la vida del país. Los Estados Unidos, al año de
haberse declarado la independencia mexicana, aprobaron en su Congreso el reconoci-
miento que de la misma debía hacerse; a ello obedeció la presencia de Joel R. Poinsett
en México, quien declaraba el interés que pondría su país en que ninguna nación euro-
pea la destruyera. Se presentó, el 1 de junio de 1825, el ministro plenipotenciario de los
Estados Unidos, Joel R. Poinsett, ante el gobierno mexicano, presidido por el general
Guadalupe Victoria. Después de un sinnúmero de alabanzas hacia el régimen y el go-
bierno nacional, hizo al análisis de lo que sería su misión, dirigida, a conseguir la firma
de dos tratados: el de comercio y el de límites.121
La situación económica mexicana era deficitaria, lo que justificaba la inclinación de
México hacia los ingleses, porque éstos les concedían los préstamos. México se con-
virtió en el país latinoamericano que más bonos logró colocar en Inglaterra; después
de todo, Alexander von Humboldt había hecho saber a los inversionistas británicos que
la riqueza argentífera de México era inmensa. El primer préstamo, que tuvo un valor
nominal de 16 millones de pesos (5.3 millones de libras esterlinas), lo concedió la casa
Goldschmidt y el segundo, con un monto similar al primero, lo otorgó la casa Barclay.
Pareciera como que en el país, las autoridades miraran hacia los Estados Unidos con
cierta indiferencia. Había confianza en que Inglaterra sería guardiana de América y no
permitiría intervenir a España, a sus aliados o a las potencias europeas. De esa manera
se hacían de lado el contenido y las declaraciones, que en ese sentido hizo el gobierno
norteamericano, y también la doctrina Monroe, Poinsett expresó su dolor por las ala-
banzas que se hacían de Inglaterra y por el olvido en que se tenía a los Estados Unidos.
El presidente mexicano no tuvo el cuidado de incluir en la minuta el tratado de comer-
cio con los estadounidenses, hasta que el Congreso lo exigió y sólo aludió al tratado en
términos generales y menguando su importancia, mientras que anunciaba el deseo de la
Gran Bretaña en el sentido de que se abrieran relaciones, y lo hizo como si la existencia
misma de México dependiera de ellas.122
120
Meyer, Lorenzo. Su Majestad Británica, op. cit.
121
Bosch García, Carlos. Documentos de la relación de México con los Estados Unidos (noviembre de 1824-
diciembre de 1829). Volumen I, tomo I. El mester político de Poinsett, p. 8. Instituto de Investigaciones
Históricas. UNAM, 1983.
122
Ibíd. p. 10
123
Ibíd. p. 12-13. Recuérdese que la rivalidad angloamericana en torno a América Latina se había iniciado des-
de antes de que los Estados Unidos existieran como tales, el espíritu empresarial de Nueva Inglaterra la llevó
a crear una flota mercante de cierta importancia que empezó a competir con la británica. La competencia
llegó a tal grado que, a partir de la segunda mitad del siglo xviii, las autoridades inglesas se esforzaron seria-
mente por eliminar de ese comercio a sus súbditos coloniales de América del Norte. La rivalidad aumentó
cuando, finalmente, las antiguas colonias inglesas lograron transformarse en una república independiente.
Véase Bosch, op. cit., p. 12-13.
124
Poinsett a Clay, 12 de octubre de 1825. Doc. 26, en Bosch, op. cit., p. 14.
Para entonces el país se dividía en dos grupos principales: el federal, ligado con el
gobierno liberal, que se llamaba yorkino, y la oposición de los centralistas, llamados
escoceses. Ramos Arizpe destacaba sobre todos ellos por tratarse de uno de los pro-
motores de los yorkinos en el país, quien señalaba que la inclinación de Victoria hacia
los europeos se debía a que los miembros del gabinete consideraban la posibilidad de
establecer una monarquía en América con su propia familia. Los ingleses, por su parte,
al tratar de evitar la llegada de un gobernante europeo, preferían apoyar a un mexica-
no; por ello se estimaba que Victoria nunca podría ser amigo de los Estados Unidos.
Victoria había pensado, primero, en formar una confederación hispanoamericana en-
cabezada por México y en ello coincidía con Santa María, que era mexicano. Se había
pensado en conquistar a Cuba y anexarla a México y también en inducir a Guatemala a
unirse de nuevo a los mexicanos.
En cambio, los masones escoceses estaban a favor de una monarquía y los privilegios,
por lo cual aparecían en contra de los Estados Unidos y consideraban a esta nación
su enemiga natural y encarnaban la envidia contra las instituciones norteamericanas,
causantes de la felicidad de los Estados Unidos; por ello los norteamericanos les resul-
taban gente odiosa y así los presentaban ante el pueblo mexicano. Por su adicción a las
libertades, a la forma de gobierno y a la independencia de América, lo norteamericano
resultaba revolucionario e insistían en que la Gran Bretaña presentaba el único modelo
a seguir por su actitud sensata hacia América y su independencia. De todos los cargos
lanzados contra Poinsett, éste consideraba que el peor era presentarlo como fundador
de la logia yorkina.125
“La voz república vino a sustituir a la de imperio en la denominación del país; pero
una y otra eran poco adecuadas para representar, mientras se mantuviesen las mismas
instituciones, una sociedad que no era realmente sino el virreinato de Nueva España
con algunos deseos vagos de que aquello fuese otra cosa… A la voz república se añadió
la palabra federal y esto ya empezó a ser algo; pero este algo estaba tan envuelto en
dificultades, tan rodeado de resistencias y tan en oposición con todo lo que se quería
mantener, que no se necesitaba mucha perspicacia para prever la lucha no muy remo-
125
Poinsett a Clay, 8 de julio de 1827. Doc. 127, en Bosch op. cit., p. 29. Poinsett no se consideraba responsable de
los actos de esa logia; a pesar de ser acusado de fundarla, sólo intervino para constituirla legalmente por el alto
rango que tenía en la institución. No dudó en hacerlo porque era la forma de extender las instituciones liberales
del país y quienes vinieron en su busca fueron los propios miembros del gobierno interesados en la paz. Entre
ellos estaban Vicente Guerrero, José I. Esteva, Miguel Ramos Arizpe, Lorenzo de Zavala y José María Alpu-
che, todos animados, según Poinsett, por los motivos patrióticos más puros. El 23 de diciembre anterior Manuel
Montaño, propuso que el gobierno presentara al congreso una ley para exterminar en la República todas las
sociedades secretas existentes; que se destituyera a los secretarios de gobierno, entregaran los pasaportes al
enviado de los Estados Unidos para que abandonara el país; que se hiciera observar la constitución y la ley, el
partido escocés volvía a la carga y trataba de aislarlo de su mayor apoyo que era el de los Estados Unidos.
Las concesiones de tierras que se habían dado a Austin desde principios de la década
habían ya logrado una creciente colonia. Manuel de Mier y Terán (que había sido nom-
brado, a mediados de 1827 jefe de la Comisión de Límites, encargada de reconocer la
línea oriente divisoria entre México y Estados Unidos), fue encargado de atender la
cuestión texana. En una carta dirigida por de Mier y Terán al presidente Guadalupe
Victoria, fechada el 30 de junio de 1828, expresa cuales eran las condiciones de Texas
en aquella época. Señala que los mexicanos de este pueblo forman la clase más pobre
y la más ignorante; de las autoridades no podía esperarse nada, pues en realidad no la
había; gran odiosidad y antipatía había entre mexicanos y extranjeros, y esto era para
Mier y Terán, una razón más para pensar que, si no se tomaban algunas providencias,
corriendo el tiempo, Texas pondría en aprietos a toda la federación mexicana. Gran
descontento sentían los colonos por la desorganización en que yacía la frontera, y era
motivo de murmuraciones el hecho de tener que caminar 300 leguas para quejarse de
arteras vejaciones que les hace un alcalde venal e ignorante.
Mora, José María Luis. Obras Sueltas, México, Editorial Porrúa, 1963, pp. 5-13.
126
no han tenido cuatro o cinco mil pesos con que comprar un sitio de tierra en el Norte,
y por el deseo de ser propietarios, que es una de las virtudes de nuestros vecinos, han
venido a Texas. Los primeros se situaban entre Nacogdoches y el río Sabinas, prontos
a pasar este río, según tienen necesidad de separarse del terreno en que acaban de co-
meter un delito, algunos se han corregido y pasan la vida en las labores de la tierra. Los
segundos formaban la colonia de Esteban F. Austin, y eran, por lo común, laboriosos y
honrados, y aprecian al país; a pocos les falta uno o dos esclavos.
A pesar de la enemistad que reinaba entre mexicanos y colonos –agrega Mier y Terán–
en un solo punto se advertía gran conformidad de opiniones, y era en que Texas debía
separarse de Coahuila y constituirse en territorio federal. En resumen, el total de la
población es una mezcla de partes tan extrañas e incoherentes, que no se da otra igual
en toda nuestra federación; tribus de bárbaros numerosas, pacíficas, cuyos progresos
para la civilización se conseguirán seguramente con la vigilancia inmediata de una
autoridad política celosa e ilustrada: colonos venidos de otro pueblo más adelantado,
con mayores luces, pero también con más malicia y cavilosidad que los mexicanos
habitantes del campo.127
Estos recelos eran tanto más fundados cuanto que la introducción de norteamericanos,
a fines de 1828, llegó a tomar el aspecto de una verdadera invasión, conforme lo des-
cribía el comandante de Texas, José de las Piedras, a Ramón Múzquiz: “La revolución
está por estallar, tienen muy amasado el pastel, se les ha dado tiempo para todo, cono-
cen el estado de nulidad a que estoy reducido… insultan a oficiales, tropas y vecinos,
por lo que estoy dispuesto a abandonar este punto… ¿y el responsable?, se pregunta
de las Piedras, el gobierno, el único que tiene los recursos para la conservación de la
República, he recibido varias noticias de lo que se proyecta para sustraer este estado
a la nación, yo he cumplido cuanto he podido, ya no está en mi mano el remedio. En
estos últimos días –continúa de las Piedras–, he notado se han introducido más de 200
personas armadas con rumbo a los Brazos y Trinidad… Esto, los frecuentes avisos que
el cónsul de Nueva Orleans dio al gobierno de la recluta que se hacía en aquella villa,
ofreciendo un peso diario para venir a Texas con objeto de una nueva revolución…
La introducción de americanos no es solamente por este punto (Nacogdoches). Por
el de Atascosito, San Jacinto y Brazos es enorme lo que se hace, y no todos vienen
contratados para la colonia… No hay otra conversación en la frontera, sino las miras
del presidente Jackson para tomar. Algún origen han de tener estas voces, y más si se
atiende a los deseos de todos los habitantes de no pertenecer a México y odiosidad que
nos tienen, la que es tan pública en este pueblo que ya ha causado entre las tropas y
vecinos sus disgustos…”128
127
De Mier y Terán, Manuel a Guadalupe Victoria, 30 de junio de 1828, Archivo de Guerra. Véase una traduc-
ción de este documento, aunque no íntegra en The South Western Historical Quarterly, No. 4, Vol. XV.
128
Carta de José de las Piedras a Ramón Múzquiz, 4 de agosto de 1829 y 8 diciembre de 1829, Archivo de
Guerra y de Relaciones, citada por Rives, op. cit.
Con excepción del de Zacatecas, todos los gobernadores de los estados referidos se
apresuraron a manifestar al gobierno su conformidad en contribuir con la fuerza cívica
que se le pidió. El gobernador de Zacatecas señaló que “en la fracción XI del artículo
110 de la Constitución Federal, se dice que el Ejecutivo puede disponer de la milicia
cívica; pero no fuera de sus respectivos estados y territorios; que el decreto de 14 de
mayo de 1828, que autorizaba al Ejecutivo para sacar de los estados la fuerza cívica, no
puede estar vigente ahora, pues la causa que motivó ese decreto (la invasión española)
ya no existe.” A lo que contestó Alamán, Ministro de Relaciones que “las causas que
movieron al Congreso para dictar el decreto de 14 de mayo de 1828, subsisten todavía,
pues la integridad del territorio se encuentra amenazada.”129
129
Del gobernador de Zacatecas al Secretario de Relaciones Exteriores e Interiores, 16 de febrero de 1830,
Archivo de Guerra. Del Secretario de Relaciones al gobernador de Zacatecas, 6 de marzo de 1830, Archivo
de Guerra.
a considerar uno por uno, se desechan por lentos, ineficaces, y a veces probablemente
absurdos. Comienzan por fingir derechos como en Texas, que es imposible sostener en
una discusión seria, aparentan pretensiones ridículas fundadas en hechos históricos que
nadie admite, como el viaje de Lasalle que es una patraña risible, pero sirve de apoyo
para demandar a Texas: opiniones tan extravagantes se presentan por primera vez al
mundo por escritores desacreditados. El trabajo que por otros se toma para dar pruebas
y razones, se emplea por éstos en repeticiones, y en multiplicar conductos para fijar
la atención de sus conciudadanos; no sobre la justicia de lo propuesto, sino sobre las
ventajas y el interés que se alcanza en admitirlo. En tal estado ya se dice que hay una
opinión nacional, protectora del paso que medita avanzar el gobierno. Entre tanto, el
país a que la maniobra se dirige y que por lo común ha sido desierto, comienza a ser
visitado por los exploradores y empresarios: algunos de ellos se fijan en el suelo apa-
rentando que su situación nada quita ni añade a la cuestión del derecho de la soberanía
ni posesión de la comarca: suficiente número de estos precursores originan a poco un
interés que complica el estado político del país atacado: aparecen las desconfianzas, los
amagos propios para trabajar la constancia del legítimo poseedor, y para disminuirle las
utilidades de la administración y ejercicio de la autoridad, y en llegando a este punto,
que es precisamente en el que está Texas, comienza el manejo diplomático: los tormen-
tos en que ellos han puesto al terreno pretendido, y la generalidad con que se manifiesta
un concepto de que hay derecho para poseerlo, es el asunto de notas en que caben frases
de equidad, de moderación, hasta que con auxilio de otros incidentes, que nunca faltan
en el curso de las relaciones diplomáticas, se viene al fin deseado de concluir una tran-
sacción tan onerosa por una parte, como ventajosa por la otra. Lo que hay que observar
en esta marcha, es que ha sido la que se ha seguido para despojar a potencias de Europa
de vastos terrenos que con el nombre de colonias poseían en América, que eran de un
interés secundario. La cuestión con respecto a México es muy diferente: se trata de ata-
car intereses primordiales ligados íntimamente a la existencia política de nuestra patria.
México podría enajenar o ceder, imitando la conducta de Francia y la España, terrenos
improductivos que estuviesen en el África o en el Asia; pero ¿cómo puede prescindir
de su propio suelo, dejar a una potencia rival que se coloque ventajosamente en el
riñón de sus Estados, que mutile a unos y quede flanqueando a todos? ¿Cómo se pue-
den enajenar doscientas cincuenta leguas de costa dejando en ellas los medios más
vastos de construcción de buques, los canales más abreviados de comercio y navega-
ción, los terrenos más fértiles y los elementos más copiosos de ataque y de defensa? Si
México consintiera en esta vileza se degradaba de la clase más elevada de las potencias
americanas a una medianía despreciable que lo dejaría en la necesidad de comprar una
existencia precaria a costa de humillaciones, debería en el acto ceder a Texas, renunciar
a la pretensión de tener una industria propia con qué sostener y enriquecer a sus ocho
millones de habitantes, porque dentro de pocos años no se podría impedir que el pan, la
azúcar, y hasta el maíz y los frijoles del consumo del Distrito Federal los proveyera la
cosecha extranjera de Texas: la venta de este departamento reduce la propiedad territo-
rial, el valor de las tierras de todo el resto de México a una mitad del que ahora tienen.
Estas aserciones, aunque traen consigo la misma evidencia, deberían manifestarse con
una extensión que no admite este lugar para fijar la convicción en todo mexicano de que
el que consienta y no se oponga a la pérdida de Texas es un traidor execrable, que debe
castigarse con todo género de muerte.”130
Por su parte, el general Vicente Filisola, dejó escrito su punto de vista acerca de la gue-
rra de Texas, señalando: “Así es que Moisés Austin, primer colono de Texas, se sometió
y juró obediencia a las leyes de España: su hijo Esteban a las, del imperio mexicano,
y los colonos que vinieron después de la caída del imperio, a las de la República… se
quejaban de la falta de administración de justicia, y llamaban Estado de anarquía, des-
orden e inseguridad, al en que se hallaban las colonias, no era tampoco sino una nueva
superchería de su parte, porque todo era resultado de sus maquinaciones, inquietudes e
infidelidad, que por la debilidad de nuestras fuerzas no podían remediarse… Cumplir-
les este deseo, en la apariencia tan inocente, no hubiera sido otra cosa que caer en las
más pérfidas y torpes redes que se podían poner al gobierno mexicano por parte de los
colonos… no hubieran hecho otra cosa que preparar el último golpe que tenían preme-
ditado para segregarse… aumentando y favoreciendo la introducción de vagabundos
norteamericanos, entorpeciendo el restablecimiento de las aduanas marítimas, y de las
guarniciones militares, tan necesarias para la defensa de aquellas fronteras, para la per-
secución del contrabando, para hacer efectiva la anulación de los títulos de las tierras
ocupadas sin los requisitos establecidos… Para poder erigir a Texas en Estado indepen-
diente, le faltaba el número de habitantes que fijaba la constitución federal, y todos los
medios indispensables para poder subsistir como tal.”131
La conservación de Texas era, para Mier y Terán, cuestión de vida o muerte. ¿Y cómo
lograrla? El plan que formó para salvar a Texas fue, en pocas palabras, el siguiente:
ocupar militarmente la provincia, pero de manera permanente, y promover la coloni-
zación con gente mexicana, suiza y alemana. Para que se comprenda mejor la urgen-
cia con que había de adoptar, cuanto antes, las medidas propuestas por Mier y Terán,
veamos cuáles eran las condiciones de Texas en aquella época. Desde la promulgación
de la ley de 24 de marzo de 1825 hasta principios de 1830, el gobierno de Coahuila y
Texas habla expedido veintitrés concesiones de colonización, de las cuales sólo seis
eran en favor de ciudadanos mexicanos. No sabemos a punto fijo cuál era la extensión
de todas estas concesiones, pero puede decirse que toda la superficie del departamento
hasta entonces explorada, es decir, todo lo que tenía algún valor, estaba en poder de
extranjeros. Cuando Mier y Terán quiso disponer de un terreno para establecer una
colonia mexicana, se encontró con que ya no había sitio ninguno donde poder hacerlo.
Los norteamericanos se habían adueñado de los puntos fronterizos, de las costas y de
las embocaduras de los ríos. De estas seis concesiones sólo una, la de Martín de León,
se llevó a la práctica y constituían la parte más rica y numerosa de la población. Bien
130
De Mier y Terán, Manuel, al Ministro de Guerra, 14 de noviembre de 1829, Archivo de Guerra.
Filisola, Vicente. Historia de la guerra de Texas, 3 vol. Editora Nacional, México, 1952. Vol. I, pp. 367-374.
131
es cierto que las únicas empresas de colonización que habían tenido éxito eran las
de Austin y la de de Witt; pero la población del departamento, en su mayoría, estaba
integrada por aventureros que se habían introducido clandestinamente y adueñado de
los terrenos litorales y fronterizos, donde ni Austin ni de Witt podían ejercer su juris-
dicción. Las tribus bárbaras todas, extranjeras y originarias, de los Estados Unidos,
de donde fueran expulsadas, se habían radicado en Texas, en los parajes donde mejor
acomodo encontraron, y vivían unas de la caza y otras de la agricultura, según la etapa
de su evolución, pero todas, con sus hábitos guerreros y de rapiña, ponían en peligro
la seguridad de la provincia. La única manifestación de la autoridad que se advertía en
Texas eran las guarniciones de Nacogdoches, Béxar y Bahía del Espíritu Santo, todas
desmontadas y desnudas, mal pagadas y descontentas del abandono en que las tenía el
gobierno.132 (Veáse mapa pág. 119)
Otro de los motivos que tuvo el gobierno de Bustamante para expedir el decreto de 6
de abril, en materia de colonización fue, sin duda, como lo reconoce Mr. Barker, el afán
que, de tiempo atrás, venían manifestando los Estados Unidos por adquirir a Texas.
Las administraciones de John Quincy Adams y Andrew Jackson no cesaron de dar
instrucciones a sus agentes diplomáticos en México para que propusieran la compra
de la provincia. En 1827 Joel R. Poinsett había ofrecido al gobierno mexicano la suma
de un millón de dólares por la superficie comprendida entre los ríos Sabinas y Grande.
México rechazó terminantemente la proposición, pero EU no cejó en su empeño.
Por su parte Alamán dividió en dos clases las medidas necesarias para Texas: ‘Sea
la primera de dichas medidas que se proteja el aumento de la población mexicana en
Texas, y que para esto se trasladen a Tampico o Soto la Marina los condenados a pre-
sidio, para ser conducidos por mar a los puntos fortificados y ocupados por nuestras
tropas, en donde, bajo la protección de los campamentos, podrán aplicarse al cultivo.
Segunda: Colonizar el Departamento de Texas con individuos de otras naciones, cu-
yos intereses, costumbres y lenguaje difieran del de los norteamericanos. Tercera: Fo-
mentar el comercio de cabotaje, que es el único que podría establecer relaciones entre
Texas y las demás partes de la República, y nacionalizar este Departamento, ya casi
norteamericano. Cuarta: Suspender con respecto a Texas las facultades que la ley de
18 de agosto de 1824 concede a los gobiernos de los estados, y que, en cuanto a colo-
nización, dependa aquel Departamento del gobierno general de la federación. Quinta:
Comisionar un sujeto de instrucción y prudencia que visite los terrenos colonizados y
que informe de las respectivas contratas que han celebrado los empresarios, si se ha
cumplido con éstas, del número de familias que hay en cada nueva población, de las
leguas de terreno que ocupen, del lugar en que estén situados los colonos y de los que
132
De Mier y Terán, al Ministro de Guerra, octubre de 1828. Archivo de Guerra. Citado por Chávez Orozco,
“Orígenes de la Cuestión Texana”, op. cit., pp. 630-632.
La iniciativa de Alamán fue pasada a estudio de una comisión integrada por cinco
diputados y senadores, quienes, participando de la ansiedad que agitaba a Alamán, no
tardaron mucho en formular el dictamen consiguiente:
Conforme a las instrucciones que recibió del secretario de relaciones, Alamán, de Mier
y Terán tenía que poner en vigor los artículos de la ley de 6 de abril que directa o indi-
rectamente se refirieran a Texas, es decir, suspender todos los contratos de colonización
que no se hubiesen cumplido; impedir la subsecuente introducción de norteamericanos;
promover la colonización de Texas con gente mexicana, y ocupar militarmente el terri-
torio, requisito este último sin el cual era imposible realizar todo lo demás.135
¿Cómo explicar el hecho de que el gobierno mexicano haya sido incapaz de transportar
a Texas no un millar, pero ni siquiera un ciento de familias? Era en la colonización don-
de Mier y Terán cifraba sus mayores esperanzas; sólo en ella veía la manera de resolver
133
Alamán, Lucas al formular esta iniciativa de ley, no hizo otra cosa sino seguir al pie de la letra las sugeren-
cias hechas por Mier y Terán, extractando y coordinando los diversos párrafos de sus comunicaciones. Se
hace esta advertencia porque en México, erróneamente, se ha atribuido la paternidad de la ley de 6 de abril
a Lucas Alamán. Esta iniciativa la publicó Vicente Filisola en sus Memorias para la Historia de la Guerra
de Tejas, México, 1849, t. II, p. 590.
134
Chávez Orozco, Orígenes, op. cit., pp. 638-639.
135
Instrucciones que se expiden por la Secretaría de Relaciones, a Manuel Mier y Terán para el mejor cumpli-
miento de la comisión que le ha confiado el Supremo Gobierno para llevar a efecto en los puntos limítrofes
de los Estados Unidos de América la ley de 6 del corriente, 21 de abril de 1830, Archivo de Guerra.
Luis Chávez Orozco se pregunta: ¿Esta negación estaría inspirada en el egoísmo, que
no les permitía desprenderse de unas cuantas familias, por temor de engrandecer un
estado con mengua del suyo? ¿Sería, como piensa Pereyra, porque tal exclusivismo
particularista ahogaba en ellos todo sentimiento, y no percibían el interés nacional, en
cuyo nombre les hablaba el comisionado del gobierno?136
No es fácil saberlo, esa oposición de los estados fue quizás uno de tantos actos con que
procuraban hacer más y más patente su soberanía, tiránica algunas veces para con la
patria. Los gobernadores estaban en guardia constante contra el gobierno del centro. No
lo atacaban, es verdad, con las armas en la mano, pero sí con argucias pseudo legales
oponiéndose socarrona o abiertamente a cualquier medida que tomase el presidente
Bustamante. Tan mal comprendida fue la política que intentaba seguir el general Mier
y Terán, que llegó a darse el caso, que ahora nos parece increíble, de que el gobierno
de Coahuila y Texas diese preferencia a un extranjero sobre un mexicano. Sucedió que
Santiago Power solicitó y obtuvo del estado una gran extensión de terreno en la costa
oriental de Texas, precisamente donde se hallaba establecida la única colonia mexicana
que había fundado Martín de León a orillas del arroyo de la Vaca.137
Los últimos meses del año 1828 y el propio 1829 constituyeron un período particular-
mente violento para la vida de la nación; las elecciones presidenciales de 1828 favore-
cieron a Manuel Gómez Pedraza, sin embargo los partidarios de Guerrero (quien había
sido nombrado ministro de Guerra, 8-XII-25 al XII-1828) se sublevaron y encabezados
por Santa Anna llevaron a aquél a la presidencia y nombraron a Anastasio Bustamante
vicepresidente, quienes tomaron posesión de sus cargos el 1 de abril de 1828. “El siste-
ma federal se había deshonrado…”138
136
Véase Chávez Orozco, Orígenes, op. cit., pp. 650-655.
137
Chávez Orozco, Orígenes, op. cit.
138
Sierra, Justo, op. cit., p. 194.
Esta administración nació entre el descrédito que causa la usurpación del poder; en opi-
nión de Mora su gobierno “no tuvo color político ninguno… sólo se ocupaba de existir,
buscando apoyo en cualquiera que quisiera prestárselo”,139 y encontró en el vicepresi-
dente Bustamante su principal adversario, pues éste se pronunció contra el gobierno
de Guerrero en Jalapa (junto con Antonio Facio y Melchor Múzquiz), argumentando
violaciones a la Constitución Política. El Congreso aceptó esta razón y declaró a Bus-
tamante Presidente de la República, pasando a ejercer el poder ejecutivo el 1 de enero
de 1830 y dimitiendo el 14 de agosto de 1832.
Con la Ley para el arreglo de la tesorería, del 26-X-1830, se crean dos ministros tesore-
ros responsables del manejo de caudales y de los pagos que efectuaron. En cuanto a sus
funciones, se le encargó formar la segunda parte de la cuenta del gobierno, es decir, la
de la distribución de las cantidades líquidas de que podía disponer la hacienda pública
para cada ramo de la administración.
139
Mora, José María Luis. “Análisis de la política mexicana” en Matute Álvaro, op. cit., p. 270.
140
Apéndice A, en Potash, p. 243-244.
141
Ib. pp. 38-39.
hubo una gran fuga de capitales lo que facilitó a los comerciantes actuar como finan-
cieros del país.
Además de Estados Unidos e Inglaterra otras naciones igualmente iban reconociendo la
independencia mexicana, de manera que para 1831 Bustamante informaba al Congreso
que se había obtenido el reconocimiento de Brasil, Francia, Prusia, y Países Bajos. De
diversos países igualmente llegaban cónsules, agentes de comercio y diversos repre-
sentantes ante nuestro país. España reconocería finalmente la independencia hasta el 23
de diciembre de 1836, mediante los tratados de Calatraba.
Las referencias a Cuba son inevitables por su importancia geopolítica y estratégica. Por
principio se debe recordar que seguía bajo dominio hispano, y era el núcleo del sistema
de defensa marítimo del golfo y el Caribe, era codiciada tanto por Estados Unidos,
Gran Bretaña, México y Colombia, principalmente, de manera que se entabla una serie
de intrigas y acciones que giran en torno a la posesión de la isla. Para las autoridades
mexicanas era sabido que las fuerzas españolas posesionadas del fuerte de San Juan
de Ulúa, causaban grandes males a México, provocando la despoblación de Veracruz,
obstruyendo el comercio internacional, entre otros impedimentos que a la independen-
cia ponía España. Llegado el año de 1824, para Alamán, como para todos los hombres
públicos mexicanos, la mayor amenaza que se cernía sobre la independencia nacional
consistía en la posesión española de Cuba. Mientras la más rica de las islas de las An-
tillas estuviese bajo el poder de España, México no podría vivir tranquilo y tendría que
sacrificarse sosteniendo un ejército numerosísimo que le diese seguridad.
Dentro de una concepción lógica de los asuntos hispano-americanos, lo primero que
saltaba a la vista era que México y Colombia, por espíritu de conservación, pugnasen
por arrebatar a España la posesión de Cuba por ello John Forsyth, ministro de los Es-
tados Unidos en España, en nota dirigida a Adams, al discutir el problema cubano que
empezaba entonces a presentarse en forma inquietante, manifestaba la posibilidad de
que México y Colombia intentasen apoderarse de la isla. Esta isla va a ser el depósito
desde donde los españoles repartan su fuerza según convenga. Aun los mismos espa-
ñoles pensaban así.142
142
Forsyth a Adams, 20 de noviembre de 1822, en Manning, op. cit., doc. 1116, citado por Bosch, op. cit. Cuba
–agregaba Michelena– puede considerarse como un gran almacén y astillero formado por la naturaleza para
el uso de México. Esta isla es la llave del gran Seno sobre cuyas bases se extiende la población mexicana,
fácilmente se convencerá que ninguna potencia americana tiene mejor derecho que México, para reclamar
la posesión de Cuba, cuando llegue el caso de separarse de España, acontecimiento que es preciso prever,
y que la prudencia aconseja al gobierno de México de ponerse de acuerdo con el de la Gran Bretaña sobre
asunto de tan alta trascendencia. Entre las autoridades mexicanas que con más calor acogieron el proyecto
de dar la libertad a Cuba, hay que citar a Antonio López de Santa Anna, quién llegó a formar un proyecto
de expedición contra la isla; como militar que era, veía en la independencia de Cuba, principalmente, un
medio para desalojar a los enemigos de San Juan de Ulúa y para quitar a los españoles una magnífica base
de operaciones en una posible expedición contra México. Rives, op. cit.
143
MATIP, Administración Pública, vol. 5, t. I, p. 129.
• Decreto del 12-X-1833. Extinción del Colegio de Santa María de Todos los Santos.
• Decreto del 19-X-1833. Ordena la clausura de la Real y Pontificia Universidad
de México, creando en su lugar la Dirección General de Instrucción Pública.
• Circular del 23-X-1833. Ordena el establecimiento de escuelas primarias en el
Distrito Federal.
• Circular del 26-X-1833. Sobre la organización de una biblioteca nacional.
• Decreto del 27-X-1833. Suprime la coacción civil para el cobro de los diezmos, de-
jando a cada ciudadano en entera libertad para el cumplimiento, o no, de este pago.
• Circular del 31-X-1833. Que los eclesiásticos no traten en el púlpito materias
políticas para apoyar o censurar la administración pública; proclamaba en ella la
separación del interés del Estado y la religión.
• Decreto del 17-XII-1833. Se proveerán en propiedad todos los curatos vacantes
(en la forma que acostumbraban los virreyes en uso del patronato, y que vacasen
en la república, en individuos del clero secular observándose precisamente la
forma y tiempo que prescriben las leyes XXIV, XXV y XLVIII, tít. VI, lib. 1, de
la Recopilación de Indias.
• Circular del 24-XII-1833. Declaró en suspenso, como ilegales hasta la resolución
del Congreso, todas las ventas, enajenaciones, imposiciones y reducciones que se
hubiesen verificado de bienes y fincas regulares del Distrito Federal.
Mientras los problemas internos se extrapolaban, ya para entonces el problema de
Texas sacudía la nación, Francia ocuparía posiciones en puertos y sitios mexicanos.
Por su parte Estados Unidos designó un nuevo ministro, Butler, quien encontró a Mé-
xico inmerso en el golpe de estado que llevó a Bustamante al poder como reacción al
periodo liberal. El nuevo gabinete lo formaban los conservadores, que combatieron a
Poinsett por liberal y federal, y se inclinaban a favor de Inglaterra y en contra de los Es-
tados Unidos. El ministro apareció como uno de los propietarios texanos directamente
interesado en la provincia; Butler fue recibido oficialmente por el gobierno mexicano
el día 28 de enero de 1830. La postura del Departamento de Estado norteamericano era
fija y estaba en pie la orden dirigida el 25 de agosto de 1829, por lo que el secretario
Van Buren restablecía las instrucciones mencionadas poniendo en claro que la misión
en México no tendría otro objetivo que la adquisición de Texas.144
Mientras se hacía presión sobre el tratado de comercio, nada se hacía a favor del de
fronteras, tan importante para México, y todavía pendiente en los Estados Unidos. El
Presidente Jackson hacía a un lado el tratado existente, que sólo necesitaba la ratifi-
cación, para ir en busca de la nueva línea de acuerdo con las instrucciones que había
puesto en manos de Butler. Mientras tanto los ciudadanos norteamericanos compraban
poco a poco la totalidad de los terrenos ofrecidos por especuladores como Zavala y
Mejía o Prentiss, que con ellos trabajaba.
144
Bosch, Carlos, op. cit., vol. II, tomo I. Butler en persecución de la provincia de Texas. (31 de diciembre de
1829-29 de mayo de 1836), p. 18, UNAM, 1983.
Por otro lado, expulsó del país a Gómez Farías, persiguió a los reformistas y ya sin
obstáculos derogó algunas leyes, entre otras, hizo cesar las facultades concedidas al
ejecutivo para el arreglo de la enseñanza pública; la del 23 de junio de 1833 sobre ex-
pulsión de individuos, e invitando a regresar al país a los que habían salido de él; sus-
pendió la circular del 9-VII-1833 sobre bienes y fincas de manos muertas. Sin embargo
no suprimió la ley que coaccionaba para el pago de diezmos, puesto que beneficiaba
ampliamente a las clases ricas. Otras medidas tomadas por esta administración fueron
las siguientes:
• Por circular del 16 de agosto de 1834, se mandó activar el cobro de las deudas
activas del gobierno federal.
145
Ibíd., pp. 21-22.
146
El Congreso fue disuelto por ley del 15-V-1834, argumentando que el Congreso no podía reunirse nueva-
mente en acatamiento a lo dispuesto por el artículo 71 de la Constitución vigente; que señalaba: “El Congre-
so cerrará sus funciones anualmente el día 15 de abril, con las mismas formalidades que se prescriben para
su apertura, prorrogándola hasta por 30 días útiles, cuando el mismo lo juzgue necesario, o cuando lo pida
el presidente de la federación”.
147
MATIP, La Hacienda Pública, vol. 4, t. I, p. 42.
La cuestión de Texas fue un serio problema para el gobierno e incluso contribuyó a una
mayor desorganización en las finanzas públicas, pues los intentos por someter esa ten-
dencia separatista llevaron a que el Congreso expidiera la ley del 29 de enero de 1836
por la que se facultó al gobierno general a disponer hasta del 50% de las rentas de los
departamentos, mientras subsistiera la guerra con Texas, pero sin alterar los sistemas
recaudatorios ya establecidos.
En la primera de ellas, se establecían las garantías del individuo: los derechos y obliga-
ciones del mexicano; invitaba a los extranjeros para establecerse en el país con el ali-
ciente de la propiedad raíz; respeto absoluto a la propiedad privada, excepto por orden
judicial. Todo esto siempre y cuando los individuos se apegaran al culto católico, pues
no toleraba el ejercicio de alguna otra religión.
La segunda ley fue la gran novedad, al crear el Supremo Poder Conservador, integrado
por cinco miembros. Su finalidad era la de mantener el equilibrio entre los poderes
clásicos. Tenía facultades omnímodas, dado que podía declarar nulas las disposiciones
del Legislativo; vetar los actos y decisiones del Ejecutivo, así como los de la Corte
Suprema Judicial; facultades para suspender las funciones de cualquiera de ellos, así
como para restablecerlos; cambiar el gabinete del Ejecutivo, calificar elecciones de
senadores, etc.; sólo era responsable ante Dios, por lo que lejos de llegar a ser un poder
moderador, se acercaba más al tipo de poder despótico y absoluto, constituyendo uno
de los más fieles reflejos jurídicos de la vida del México conservador, que así, nueva-
mente, se mostraba.
148
Al respecto de la separación de Texas, se puede consultar: Permiso concedido, por el gobierno español, a
Moisés Austin, para colonizar Texas: 17-I-1821; Permiso concedido a Stephen F. Austin, por el gobierno
mexicano, para colonización: 11-III-1823; Decreto del gobierno federal mexicano para la colonización: 18-
VIII-1824; Carta de Stephen F. Austin al Ayuntamiento de Béjar, a fin de organizar un gobierno local para
Texas, el 2-X-1833; Acta del pronunciamiento del Estado Libre de Coahuila y Texas: 22-VI-1835; Decla-
ración de independencia de Texas: 22-VI-1835; Discurso del presidente James K. Polk, con motivo de la
anexión de Texas el 4-III-1845; en Matute A. op. cit., pp. 391 y 55.
Presidente de la república
» Ministerio de lo Interior.
» Ministerio de Relaciones Exteriores.
» Ministerio de Hacienda.
» Ministerio de Guerra y Marina.
149
Obligaciones y facultades de los ayuntamientos y jueces de paz; sujetos al sub-prefecto y por su medio al
prefecto y al gobernador, en los términos de su comarca: Policía de salubridad, comodidad, ornato, orden
y seguridad. Limpieza de calles, mercados y plazas públicas. Procuración de cementerios. Vigilancia sobre
limpieza de bebidas y alimentos. Vigilancia sobre boticas para que no adulteren productos. Desecación de
pantanos; dar corriente a aguas estancadas. Cárceles, hospitales y establecimientos de beneficencia. Con-
servación de fuentes públicas. Procurar que las calles estén rectas y alumbradas. Informar sobre los naci-
mientos, casamientos y muertos. Vigilar el arreglo de pesas y medidas. Administración e inversión de los
caudales de propios y arbitrios. Establecer escuelas de primeras letras.
Ezeta, Luis de, Manual de alcaldes y jueces de paz. Revista de Administración Pública, 53, INAP, 1982, pp. 171-173.
150
O’Gorman, op. cit., p. 85.
151
Este instructivo estableció un procedimiento dividido en diez partes: Mandamiento para requisición del
pago: notificación, mandamiento para clausura de un establecimiento, clausura; mandamiento de ejecución;
diligencia de ejecución; elaboración de lo proveído; oficio de remisión al juez; elaboración del exhorto,
diligenciación del exhorto. Sierra, Carlos, cit. p. 63.
Por medio de esta ley se suprimieron las comisarías, pasando sus atribuciones a los
jefes superiores de hacienda. Se precisó que todas las compras y ventas, mayores de
quinientos pesos, a cargo del erario, se debían realizar en almoneda, es decir, en subasta
pública.
A juicio del Congreso, la Contaduría Mayor no cumplía con sus funciones y para tal
efecto se decretó el establecimiento de un Tribunal de Cuentas, bajo la inspección ex-
clusiva de la Cámara de Diputados. Este tribunal recordaba al existente en la época
colonial, incluso señalaba, en su art. 6, que la responsabilidad de los empleados, aun
aforados, se sujetaría a la ley 16 lib. 8 tít. 29 de la recopilación de Indias, en todo lo
relativo al manejo de caudales en dinero o en especie de hacienda o crédito público.153
Mientras el problema de los negros y su esclavitud se generalizó al interior de los Es-
tados Unidos, algunos estados norteños protestaban porque hacerlos emigrar a Texas
extendería el territorio esclavista y su poder político en contra del norte. Butler comen-
taba como la cesión de Texas sería la primera de una larga serie formada por Nuevo
México y Alta California, ya que San Francisco era útil a la flota ballenera de su nación,
y en sus demandas. Hasta el 9 de agosto de 1835 nadie había hablado de algo semejante
y de esa forma los proyectos iniciales de Jackson, incitados y ampliados por la visión
futurista de Butler, completaron la fisonomía futura estadounidense que luchaba por
configurarse, desde las primeras instrucciones remitidas a Poinsett en 1825.
A fines de 1835 dos encuentros violentos ocurrieron en Béjar, uno el 1º de noviembre y
otro al día siguiente, con grandes bajas de los texanos, produjeron el entusiasmo de la
capital mexicana. Los texanos amenazaron con hacerse independientes y llegaron a re-
152
Consúltese en Ib. pp. 64-66.
153
Marzo 14 de 1838. Ley, se establece un Tribunal de Revisión de Cuentas. Ib. pp. 173-174.
primir los disidentes contrarios a sus ideas entre la población texana. Así se provocaron
las reclamaciones mexicanas presentadas a Forsyth indicando la postura ilegal de los
colonos y de su nacionalidad. Al iniciarse el año de 1836, cayó San Antonio el día 2 de
enero y, ocurrió también la represión en contra de los texanos que asediaban Tampico,
previéndose un choque mayor y violento cuando las fuerzas de Santa Anna llegaran
a Texas. Vino luego la toma del Álamo por Santa Anna. Después vino la derrota del
ejército de Santa Anna el 22 de abril a la orilla del Río San Jacinto. Los acuerdos y los
compromisos que Santa Anna firmara fueron desautorizados y el país se sintió vejado;
entonces se atacó a los Estados Unidos y se formaron dos grupos: uno partidario de
continuar la guerra al romper la relación con los Estados Unidos (dirigido por Tornel
quien, en caso extremo, pensaba recurrir al gobierno inglés), y por otro lado, concebía
como posible solución, establecer la Constitución de 1824, que el partido liberal se uni-
ficara y sometiera al ultra centralista de un solo golpe. En el Congreso de los Estados
Unidos, se presentó el proyecto de reconocer la independencia texana.154
Texas, que ya se consideraba independiente después de su triunfo, impuso a Santa Anna
los Tratados de Puerto Velasco (14 de mayo de 1836), en cuyo artículo segundo seña-
laron nuevos límites de la República Mexicana en esa parte.155
En esta época el país hubo de enfrentar, en 1838, la llegada de buques franceses a las cos-
tas del golfo mexicano, con motivo de reclamaciones de ciudadanos franceses residentes
en México que demandaron, en la llamada “guerra de los pasteles”, una indemnización y
un ultimátum que el gobierno mexicano consideró inadmisible, y gracias a la mediación
de los ingleses llegó a su término el intento de bloqueo que así se había planteado.
154
Bosch, op. cit., t. II, p. 39.
155
Calvo, Tratados t. II, pp. 146.-150; Sepúlveda op. cit., p. 54. El tratado expresa en su artículo V: Que se establecen
por la presente como líneas divisorias entre las dos Repúblicas de México y de Tejas, las siguientes: La línea co-
menzará en la boca del Río Grande sobre la orilla occidental de dicho río y continuará por la expresada orilla río
arriba hasta el punto en donde el río toma el nombre de Río Bravo del norte desde el cual continuará por la banda
occidental hasta el nacimiento del expresado río, para lo cual deberá tomarse el brazo principal, se tirará una línea
al norte hasta interceptar la línea establecida y descrita en el tratado negociado y ajustado entre los gobiernos de
España y los Estados Unidos del Norte en 1819.., y desde este punto de intercepción, la línea será la misma que
se convino en los tratados arriba mencionados, continuando hasta la boca o desembocadura del Sabina…
156
Consúltese en RAP, No. 50, op. cit., pp. 69-77.
157
Chávez Orozco, “Las Relaciones entre México y Guatemala. La disputa por Chiapas”. En Apéndice, op. cit.,
pp. 513-559. También véase Noticia Histórica de Soconusco y su incorporación a la República Mexicana,
escrito por Larráinzar.
158
Al iniciar sesiones al Congreso, 1-VII-1839. MATIP, Los Mensajes Políticos, p. 47.
consienten la continuación de las cosas y de los hombres que desde el año 1836 han
regido nuestros destinos.”159
Se propuso formar una junta compuesta por dos representantes de cada departamento
para designar un ejecutivo provisional, quien debería expedir la convocatoria para un
nuevo Congreso Constituyente, ya que tendría por fin elaborar una nueva constitución.
Por medio de la séptima base, se revistió al Presidente provisional de todas las facul-
tades necesarias para la organización de todos los ramos de la administración pública.
En los considerandos se señaló que la nueva administración estaría temporalmente re-
vestida del poder necesario para hacer el bien y evitar el mal en todos los ramos de la
administración pública. Estos ya eran los síntomas visibles de la dictadura, pese a que
se estableció que un consejo, con miembros de los departamentos, auxiliaría al Ejecu-
tivo en los negocios que éste le consultara.
Por decreto del 15 de noviembre de 1841, se crearon las Juntas de Fomento y Tribu-
nales Mercantiles, en las capitales de los departamentos, en puertos habilitados para
el comercio exterior, y en plazas mayores de 15 mil habitantes y con cierto tráfico
comercial.160
159
Consúltese en Ib., pp. 193-194.
160
Noviembre 15 de 1841. Decreto del gobierno. Organización de las Juntas de Fomento y Tribunales Mercan-
tiles. MATIP, Administración Pública, op. cit., pp. 221-228.
161
Sierra, Carlos, op. cit., pp. 71-72.
Para entonces la república atravesaba una aguda crisis política y económica; el go-
bierno central seguía en conflicto con los departamentos de Texas y Yucatán, a los que
declaró como enemigos de la nación.
Santa Anna venía alternando la presidencia con Canalizo y José Joaquín Herrera, los
dos primeros impusieron contribuciones extraordinarias en 1844 creando enorme des-
aprobación entre los causantes, incluso la junta departamental de Jalisco pidió la revi-
sión de los actos de Santa Anna (conforme a la sexta base de Tacubaya) y fue secundada
por otros departamentos, v.g. Zacatecas, Aguascalientes, Querétaro, etc.
162
Rabasa, Emilio. La Constitución y la dictadura. Ed. Porrúa, México, 1978.
Frontera a frontera y frente a frente, quedaron México y los Estados Unidos que in-
sistían en restablecer su relación amistosa; México los rechazaba amenazando con la
invasión al territorio de los colonos. Las amenazas de guerra partieron de México, se
negó a aceptar la misión de paz y desconoció la insistencia que en ella se hizo. Paredes,
no se atrevió a decidir por sí mismo y prefirió esperar la reunión del Congreso, sin con-
testar a ninguna negociación. El Congreso se reuniría en diciembre, lo que significaba
una larga espera durante la que continuaría, según Rejón, la situación con los Estados
Unidos tal cual estaba. El final de los intercambios quedaron marcados por la nota de
Ortiz Monasterio en que afirmaba como México hizo lo posible para evitar derrame de
sangre, pero se había descubierto, para el 22 de febrero, que la cuestión texana encubría
la invasión sucesiva del territorio mexicano.164
Juan Rodríguez de San Miguel, en su obra titulada “La República Mexicana en 1846”,
que en realidad era un directorio general de los supremos poderes y de las principales
autoridades, corporaciones y oficinas de la nación165, presenta de manera acabada la
estructura del Estado mexicano, datos de población, territorio, gobierno, reflejando la
vasta organización de la administración pública del país en ese momento.
• Señala la evolución y características de los 24 departamentos existentes hasta esa
fecha, antiguos nombres, capitales, población, superficie. Analizaba la organiza-
ción administrativa de los departamentos, sobresaliendo la existencia de: gober-
nador, secretarios, oficiales, archiveros, escribientes, mozos de oficios, cajeros,
tesoreros, contadores, porteros, escribientes, y otros puestos.
• La Cámara de Diputados estaba compuesta por representantes propietarios y su-
plentes de los departamentos. A su vez, la Cámara de Senadores se componía
de tres clases, conforme a la reforma constitucional del 25-IX-1845: Por repre-
sentantes de los departamentos; por representantes de las distintas actividades
económicas (agricultores, mineros, capitalistas, comerciantes, etc.); por repre-
sentantes postulados por las autoridades supremas.
• El Poder Ejecutivo, depositado en el Presidente de República, contaba con 4 mi-
nisterios (los de la ley del 13 de junio de 1843 y ratificados el 14 de diciembre de
1845). Por lo que respecta a la organización militar, el país se encontraba estruc-
turado en 6 divisiones militares, 4 comandancias generales y gobiernos de plazas
y fortalezas. En cada división militar había un auditor general, un escribano de
guerra y un pagador.
• El Consejo de Gobierno, compuesto por cinco comisiones: Relaciones, Justicia,
Hacienda, Guerra y Policía.
• El Poder Judicial, integrado por la Suprema Corte de Justicia (tres salas), inclu-
yendo agentes fiscales, abogados de pobres y otros; la Suprema Corte Marcial.
• Refiere otros órganos como el Tribunal de Revisión de Cuentas, Tribunal Mer-
cantil, Tribunales Superiores de Justicia de los departamentos, Juzgados de Mi-
nería; las Legaciones y consulados en diversas partes del mundo.
• Además refería las siguientes dependencias:
» Tesorería General. Dirección de Alcabalas. Aduana de México. Nacional Casa
de Moneda de México.
» Renta del Tabaco, dividida en tres secciones: naipes, pólvora y papel sellado.
Renta de Papel Sellado. Fondo del 26 por ciento. Lotería de la Academia de
San Carlos. Sacro y Nacional Monte de Piedad de Animas.
164
Ibíd., pp. 27-29.
165
Consúltese en RAP, No. 53, op. cit., pp. 71-161.
» Comandancia General.
» Administración General de Correos. Apartado Nacional.
» Fábrica de Puros y Cigarros de México. Fábrica de naipes. Almacenes de Pólvora
» Dirección General de la Industria Nacional, que cambió su denominación a
Dirección de Industria y Colonización, por decreto del 27 de diciembre
de 1846.
» Junta Mercantil de Fomento. Junta de Fomento de Minería. Junta de Artesa-
nos. Junta de Amortización de Créditos de Cobre.
» Academia Nacional de San Carlos. Nacional y Pontificia Universidad. Cole-
gio Nacional de Minería. Colegio de Abogados. Colegio Militar. Escuela de
Medicina. Hospicio de Pobres.
José Mariano Salas, al iniciar sesiones el nuevo Congreso Constituyente, el 6-VIII-1846. MATIP, Adminis-
166
Las rentas de los estados fueron todas aquellas no reservadas a la Federación, además
de los productos de las aduanas interiores, los fondos destinados a las juntas de fomento
y el impuesto a los husos de las fábricas de algodón y lana.
167
Sierra, Carlos, op. cit., pp. 79-80.
Otero planteó “¿Cuáles son los límites respectivos del poder general y del poder de
los Estados? Y una vez conocidos estos límites, ¿cuáles son los mejores medios de
precaver la recíproca invasión, de manera que ni el poder del centro ataque la sobe-
ranía de los Estados, ni éstos disuelvan la Unión, desconociendo o usurpando sus
facultades? Ninguna otra cosa, Señor, me parece hoy más urgente que esta, porque el
mal lo tenemos delante, y es un mal tan grave, que amenaza de muerte las institucio-
nes… En un tiempo vimos al Congreso General convertido en árbitro de los partidos
de los estados decidir las cuestiones más importantes de su administración interior;
y ahora apenas restablecida la Federación, vemos ya síntomas de la disolución por el
extremo contrarío. Algunas legislaturas han suspendido las leyes de este Congreso;
otra ha declarado expresamente que no se obedecerá en su territorio ninguna general
que tenga por objeto alterar el estado actual de ciertos bienes: un Estado anunció
que iba á reasumir la soberanía de que se había desprendido: con las mejores in-
tenciones se está formando una coalición que establecerá una Federación dentro
de otra: se nos acaba de dar cuenta con la ley por la cual un Estado durante ciertas
circunstancias confería el poder de toda la Unión á los diputados de esa coalición,
y quizá se meditan ensayos todavía más desorganizadores y atentatorios. Con tales
principios, la Federación es irrealizable, es un absurdo, y por eso, los que la hemos
sostenido constantemente, los que vemos cifradas en ella las esperanzas de nuestro
país, levantamos la voz para advertir el peligro…”
“Y, a la vista de él, ¿todavía habrá quien sostenga que no es urgente expedir la Constitu-
ción? ¿O qué podemos aguardar para ello, el desenlace de una guerra tan larga como la
que sostenemos? ¿O bien qué habremos cumplido con publicar aislada y sin reformas
una Constitución que no tiene en sí remedio alguno para este mal, y que tal vez por
esto otra vez ya sucumbió; cediendo á la fuerza de algunos elementos de destrucción
incomparablemente menos potentes? No: estos hechos son una demostración palmaria
de la imprescindible necesidad en que estamos de fijar la suerte de nuestro país, de
decretar las reformas, cualesquiera que sean los peligros, en tanto que tengamos posibi-
lidad física para hacerlo. Y este deber, es tanto más sagrado, cuanto son más obvios los
medios de cumplirlo; porque á decir verdad, esos síntomas funestos de disolución que
ya se advierten, solo han podido aparecer porque se olvidan los verdaderos principios
que debían ser generalmente conocidos.”
“El artículo 14 del proyecto de reformas, establece la máxima de que los Poderes
de la Unión son poderes excepcionales y limitados solo á los objetos expresamente
designados en la Constitución, da á la soberanía de los estados toda la amplitud y
seguridad que fuera de desearse. Más por esto mismo, y por la teoría fundamental
que ya indiqué al expresar las razones por las cuales tocaba al poder general arreglar
los derechos del ciudadano, es necesario declarar también que ninguno de los estados
tiene poder sobre los objetos acordados por todos a la Unión, y que no siendo bajo
este aspecto más que partes de un todo compuesto, miembros de una gran República,
en ningún caso pueden por sí mismos, en uso de su soberanía individual, tomar reso-
lución alguna acerca de aquellos objetos, ni proveer á su arreglo, más que por medio
de los poderes federales, ni reclamar más que el cumplimiento de las franquicias que
la Constitución les reconoce. Hechas estas declaraciones, solo quedan por establecer
los medios de hacerlas efectivas, y para esto es necesario distinguir los abusos que
puedan cometerse, según que ellos afecten los derechos de las personas, ó las facul-
tades de los poderes públicos.”
“Para este último evento, es indispensable dar al Congreso de la Unión el derecho de
declarar nulas las leyes de los estados que importen una violación del Pacto Federal, ó
sean contrarias á las leyes generales; porque de otra manera el poder de un estado sería
superior al de la Unión, y el de esta se convertiría en una mera irrisión. Pero para evitar
que se hagan declaraciones imprudentes, ya se consulta que estas leyes solo puedan ini-
ciarse en la Cámara de Senadores, la cual representa el principio federativo en toda su
fuerza, y da las mejores garantías de calma y circunspección; y además se establece que
la mayoría de las legislaturas de los estados tenga el derecho de decidir en todo caso si
las resoluciones del Congreso General son ó no anticonstitucionales. De esta manera
cada estado en particular está sometido á la Unión y el conjunto de todos será el árbitro
supremo de nuestras diferencias y el verdadero poder conservador de las instituciones.
Si hay todavía otro medio más eficaz de robustecer el principio federativo, si se conoce
otra mejor garantía de las libertades de los cuerpos confederados, yo no la propongo,
porque no la conozco.”
Los ataques dados por los poderes de los estados y por los mismos de la federación a
los particulares, cuentan entre nosotros por desgracia numerosos ejemplares, para que
no sea sobremanera urgente acompañar el restablecimiento de la Federación con una
garantía suficiente para asegurar que no se repetirán más. Esta garantía solo puede en-
contrarse en el poder judicial, protector nato de los derechos de los particulares, y por
esta razón el solo conveniente.”168
El 21 de mayo de 1847 se expide el Acta de Reformas, que restablece la organización
federal en el país. En su artículo 21 señala: “Los Poderes de la Unión derivan todos de
168
Tena Ramírez, op. cit. Véase el voto particular de Mariano Otero.
Las rentas pertenecientes a los estados fueron todas aquellas no reservadas a la Federa-
ción, más los productos de las aduanas interiores, los fondos destinados a las juntas de
fomento y el impuesto a los husos de las fábricas de algodón y lana.
Constitución de Cádiz sólo autorizaba seis asambleas para todo México. Con el
Acta Constitutiva de 1823 se dividió al septentrión en tres grandes estados: el es-
tado interno de occidente, compuesto por Sonora, Sinaloa y ambas Californias; el
estado del Norte, que incluía a Nuevo México, Chihuahua y Durango; y el estado
Interno del Oriente, incorporado por Texas con Coahuila, Nuevo León y Tamauli-
pas (llamado en ese entonces Nuevo Santander).
Sin embargo, en poco tiempo Tamaulipas logró separarse del estado del Oriente. El
7 de mayo de 1824, el Congreso también autorizó la separación de Nuevo León del
estado del Oriente y dejó a Texas y a Coahuila formando ese estado. Con la Cons-
titución de 1824 casi todas las provincias de México se convirtieron en estados que
redactaron sus propias constituciones, convirtieron a sus diputaciones en legislaturas y
se volvieron entidades políticas soberanas con control sobre sus asuntos internos. Pero
ese Federalismo no aportó tales beneficios a la Alta California, Nuevo México o Texas.
En contraste con la de Nuevo México cuya diputación se reunía regularmente, la de
California ya casi no existía. Entre 1825 y 1831 los legisladores de California sólo se
reunieron en dos ocasiones. Para 1820, Nuevo México ya tenía ayuntamientos, Califor-
nia tardó mucho más en adoptar el gobierno municipal por civiles.171
Los funcionarios clave del gobierno federal o central, si bien comprendían la urgencia
de los problemas de la frontera norte, también los veían cómo asuntos que podían es-
perar pues primero debían atenderse las urgencias financieras, políticas y sociales.. En
1830, el Congreso aprobó una ley que tendía a evitar el crecimiento en Texas de una
comunidad de norteamericanos, misma que fue censurada por Simón Tadeo Ortiz por
la estrechez de la legislación, pues en ella se olvidaban las vastas regiones de Nuevo
México y la Alta California, además que y comprometía su seguridad.172
Ni Centralistas ni federalistas dieron suficiente autonomía a los colonos para que se en-
frentaran a los problemas locales: tanto unos como otros buscaron controlar la frontera
y reservaron al gobierno central el derecho a tomar las decisiones clave, pero fallaron
a la hora de llevarlas a la práctica. En ningún campo se vio esta falla con más claridad
que en el sistema judicial. El poder judicial independiente y libre que los federalis-
tas habían querido establecer nunca cobró realidad en la frontera norte. Los alcaldes
siguieron teniendo facultades ejecutivas, legislativas y también judiciales. En 1832,
el ayuntamiento de San Antonio expuso el problema con toda claridad: “en el ramo
judicial nunca había la organización conveniente, y se puede decir con fundada causa
171
Weber, David J. La frontera norte de México, 1821-1846: El sudoeste norteamericano en su época Mexica-
na. pp. 28-30. FCE, México, 1988.
172
Tadeo Ortiz de Ayala, Simón. México considerado como nación independiente y libre, ó sean algunas indi-
caciones sobre los deberes más esenciales de los mexicanos. Capitulo X, INEHRM, México, 1985, edición
facsimilar de la hecha en 1832 en Burdeos.
que en este ramo no hay ni ha habido gobierno en Texas.”173 De Texas a California los
federalistas no pudieron establecer un sistema judicial satisfactorio. Los centralistas
percibieron el problema y lo enfrentaron con una avalancha de leyes, pero los resulta-
dos fueron muy modestos.
A Texas seguirían entonces las zonas de avanzada del antiguo imperio novohispano
heredadas por la joven República Mexicana; la Alta California, Nuevo México y Texas
estaban fuera, y al norte, de la línea de presidios, tanto de la elaborada por Rivera como
por Rubí, aparecían como puestos de avanzada frente a los asentamientos franceses y
rusos. Aun cuando habían vastas regiones sin colonizar, en lugares como los actuales
estados de Nevada y Wyoming, donde no había colonos mexicanos, y de hecho estaban
bajo el control de pueblos indígenas, en teoría y conforme a acuerdos internacionales,
México tenía derecho a toda esa extensión como herencia del antiguo régimen, lo que
no tenía era la fuerza y poderío para defender la avanzada de un nueva potencia mun-
dial, (Estados Unidos), como lo habían sido España y la Nueva España, siglos atrás.174
El final de las provincias septentrionales estaba a la vista. En esa época en que los go-
biernos se sucedían repetidamente, también aparecían y desaparecían las políticas para
la frontera y ello hacía perder la continuidad en el trato dado a esta porción territorial
con ciertos volúmenes de población. En 1821 San Antonio tenía 1,500 habitantes,
Arizona 1,000 gentes de razón, en el Paso y las comunidades aledañas existían al-
rededor de 8,000 habitantes, y en Nuevo México 30,000 habitantes y 10,000 indios
agricultores.175
Las misiones y los destacamentos militares fueron marchitándose por falta de apoyo,
aumentaron los ranchos privados y las dotaciones de la tierra; la economía de la fron-
tera se realineó: se alejó de México y se acercó a Estados Unidos. Este problema había
sido expuesto reiteradamente por los ministros de Guerra y Marina en sus Informes y
Memorias al Congreso de la Unión.
173
Representación dirigida por el ilustre ayuntamiento de la ciudad de Bèxar al Congreso del Estado, en Weber
David J. op. cit.
174
Rives, op. cit.
175
Weber, David, op. cit., pp. 30-31. FCE, México, 1988.
“Sabido es el abandono en que han estado los presidios de las fronteras desde que
comenzó la guerra civil. Durante la revolución han estado las pequeñas fuerzas presi-
diales casi en continua guerra con los bárbaros. Los presidios de California subsisten
prodigiosamente, después de que en muchos años no han tenido suministros de ninguna
clase.”176
176
Desde años atrás, por ejemplo en la Memoria del Secretario de Estado y del despacho de la guerra (Manuel
de Mier y Terán) presentada a las Cámaras en enero de 1825. Archivo General de la Nación, Imprenta del
Supremo Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos. México 1825. Tiempo después, en la Memoria del
Ministro de Guerra y Marina presentada a las Cámaras del Congreso General Mexicano en enero de 1840,
señaló: “La guerra de los indios bárbaros en los departamentos internos de Oriente y Occidente, ha causado
a los pueblos de aquellas fronteras las mayores desgracias. El departamento de Chihuahua es uno de los que
más han sufrido las depredaciones y crueldades de los Apaches, cuyas incursiones han llegado a extenderlas
hasta las cercanías de las fronteras del de Durango. Estos bárbaros sanguinarios, nada perdonan, todo lo des-
truyen. El medio más seguro para hacer la guerra a tan cruel enemigo, es el que se estableció en el reglamen-
to de 10 de septiembre de 1772, expedido para las tropas presídiales, porque en él se designan los términos
en que debe hacérseles para reducirlos a la paz y evitar los graves daños que causará las poblaciones. Por
estas razones la medida más acertada es la de reponer las compañías presídiales, bajo el pie de fuerza que les
designó el decreto de 21 de marzo de 1826, proveyéndoseles de las armas, caballos, vestuarios y monturas
que deben tener conforme a su particular reglamento. El estado actual de las compañías es muy triste: su
fuerza es tan insignificante, que se puede decir está reducida a nulidad. La guerra tan justamente emprendida
por la Nación Mexicana en fines del año de 1838 contra la Francia, se sostuvo con la firmeza y dignidad
que correspondía, las desavenencias, por el convenio celebrado en Jalapa el 9 de marzo último. A virtud de
este convenio volvieron a ocupar las tropas mexicanas la fortaleza de Ulúa, en donde se enarboló de nuevo
el pabellón nacional que habiéndose levantado completamente el bloqueo, quedaron libres los puertos del
mar del Norte de la República, para recibir las cuantiosas embarcaciones de diferentes puntos de la Europa y
de la América del Norte, el gabinete de las Tullerías; pero al mismo tiempo se ha reconocido por él a Tejas,
como nación independiente de la República mexicana. Este paso no debía esperarse de una potencia que
acababa de celebrar la paz con México. La guerra de Tejas ha sido uno de los objetos que principalmente
han llamado la atención del gobierno, que no puede permitir continúe desmembrado el territorio nacional.
Las miras de los tejanos no están limitadas a la posesión sola de algunos puntos: su desmesurada ambición
pretende asimismo hacerlos dueños de aquellos bastos y fértiles terrenos, contando con la cooperación de
algunos desnaturalizados mexicanos. La falta de recursos de todas clases hizo que se malograra la primera
expedición que se emprendió sobre Tejas, y la misma falta originó que la segunda quedase sin efecto. Es
pues preciso emprender la tercera.”
177
Memoria del Secretario de Estado y del Despacho de Guerra y Marina leída en la Cámara de Senadores en
marzo de 1845. Archivo General de la Nación. Imprenta de Vicente García Torres. México, 1845.
En solo quince años, las últimas misiones de Arizona, Nuevo México y Texas, así como
las de California habían roto sus vínculos con los franciscanos. Desde fines del siglo
xviii empezó su declinación, y su colapso completo tuvo lugar bajo el México indepen-
diente. En vez de preparar mexicanos para el sacerdocio, la orden había dependido casi
por completo de España como fuente de nuevos frailes, hacia 1820 pocos españoles
querían ir a la rebelde colonia. En ese mismo decenio, las tirantes relaciones entre Mé-
xico y España dificultaron aún más el envío de frailes. Cuando el 20 de diciembre de
1827 el gobierno federal ordenó la expulsión de los españoles, las misiones de la pime-
ría alta sufrieron un golpe del cual no se repondrían jamás. Muchos franciscanos oriun-
dos de España destacados en la frontera pudieron haber sido exceptuados del decreto
por razones de su edad, salud o utilidad a la nación. Ciertamente, los funcionarios
civiles del estado de Occidente, del cual la Arizona actual formaba parte, no hicieron
el menor intento de cumplir el decreto, en cambio los militares sí lo hicieron. Mariano
Paredes Arrillaga, comandante de armas, había oído rumores de que los padres de Tu-
macòcori, y Bac estaban incitando a la revuelta de los indios de la misión. Durante la
semana santa de 1828, Paredes envió a una pequeña fuerza a sacar de la pimería alta a
todos los sacerdotes nacidos en España.178
Igualmente, el sistema de presidios vino a menos después de 1821, y por esta razón, la
responsabilidad de la defensa recayó con más peso en los hombros de los colonizadores.
Hacia 1845 era evidente que la frontera norte ya dependía más de Estados Unidos en
cuanto a mercados y mercancías, como en otro tiempo dependió del centro de la Nueva
España. Entre 1821 y 1846, tramperos y comerciantes, empezaron a abrir nuevas rutas
laterales a través del norte de México. Desde 1823, los norteamericanos habían hallado
castores en la cuenca del río Bravo, cerca de los establecimientos de Nuevo México.
En la primavera de 1824, los tramperos penetraron más en el campo, los norteamerica-
nos tomaron a Nuevo México como base. Miles de pieles salieron del norte de México
hasta 1835 cuando la caza excesiva casi agotó los castores, además que la creciente
popularidad de la seda hizo caer la demanda de sus pieles en Europa. Hacia 1835 cayó
el mercado de las pieles de castor y la piel de búfalo, se puso de moda. De 1830 a 1850,
los norteamericanos construyeron factorías a lo largo de las montañas Rocallosas, a
menudo con mano de obra mexicana; monopolizaron entre 1820 y 1840 el comercio
de la nutria marina en California, y durante la cacería de los años 1830 habían cazado
tantos animales que la especie estaba al borde de la extinción. La nutria marina ‘casi ha
desaparecido’, escribió Manuel Castañares en 1844.179
En cambio en Texas, se dio paso al cultivo del algodón para el cercano mercado de
Nuevo Orleáns. En Nuevo México, el número de colonos norteamericanos sí bien no
creció durante la era mexicana, a partir de 1840 empezaron a establecerse en California
en tales cantidades que los funcionarios mexicanos se alarmaron. Sólo hasta 1829 se
puso en marcha un programa sistemático, cuando el secretario de justicia notificó a tri-
bunales y gobernadores de todo el país que los convictos y sus familias debían enviarse
a California, ya no a Veracruz. La llegada a California en 1829 y 1830 de unos 150
sentenciados, provocó una oleada de indignación y protestas que en 1831 el secretario
de justicia ordenó que en lo sucesivo se enviaran a Texas. Hasta 1842 no se volvió a
enviar a un gran número de sentenciados a California.180
Entre 1834 y 1846 se expidieron unas 700 concesiones de ranchos privados, o sea, más
del 90% de todos los ranchos concedidos en California bajo el dominio de España y
México. En muy poco tiempo los ranchos privados cubrieron las antiguas tierras de las
misiones de la llanura costera. Las ventas de tierras que hizo Sutter a norteamericanos
no naturalizados, en abierta violación de la ley, contribuyeron en gran medida a la co-
lonización de California.
Por otro lado, en la costa del Pacífico norte, el nombramiento del teniente-coronel
Manuel Victoria al frente del gobierno de Alta California determinó grandes cambios
en las relaciones ruso-mexicanas a nivel regional. Dado que Victoria había negado
rotundamente el permiso de cazar nutrias marinas y para evitar conflictos, Khlebnikov
y sus aleutas abandonaron la bahía de San Francisco. A partir de 1831 la cacería legal
era estrictamente limitada a ciudadanos mexicanos. Pese a todas las restricciones im-
puestas sobre la cacería, ésta continuó especialmente por los estadounidenses, de una
u otra manera.
No obstante las pasivas y hasta a veces amistosas relaciones entre los rusos y el go-
bierno californiano, éste fue encargado para la defensa y fortificación de la frontera
septentrional, particularmente para evitar la expansión rusa desde el fuerte Ross. Así
apareció Mariano Guadalupe Vallejo, con cartas para Wrangel y el gerente del fuerte
Ross, Kostromitinov, intentando convencer al primero de éstos de promover el recono-
cimiento del gobierno mexicano por Rusia.
Por un lado, Vallejo reunió diez familias dispuestas a ocupar la región al norte de San
Francisco, mismas que en octubre se asentaron en Petaluma donde iniciaron el cul-
tivo de trigo. Debido a las reclamaciones sobre la invasión de temporalidades de los
misioneros de San Rafael y San Francisco Solano (por parte de los padres Jesús María
Vásquez de Mercado y José Lorenzo Quijas) la nueva colonia no prosperó y fue aban-
80
Weber, op. cit.
donada en 1834. Este tipo de obstáculos a la colonización civil fueron eliminados por el
decreto de secularización de las misiones hecho por Valentín Gómez Farías en 1833. Un
nuevo intento de colonización para detener los avances rusos fracasó con el plan para el
valle de Santa Rosa (José María Híjar y José María Padres), en abril de 1835. Por otro
lado, Wrangel llegó a México el 28 de febrero de 1836, y explicó las razones de su visita
al encargado del Ministerio de Relaciones Exteriores, José María Ortiz Monasterio. El
12 de marzo, Wrangel recibió una respuesta a su petición en la que se le indicaba que
México también deseaba establecer relaciones comerciales con Rusia y que se informa-
ría al ministro en Londres para que tomara las medidas necesarias al respecto.181
El 15 de abril de 1839 la Compañía Ruso-Americana recibió la aprobación imperial, que
permitía el abandono de los fuertes Ross y Bodega, ya que la nutria y foca prácticamente
habían sido extinguidas por la cacería ilegal y la empresa rusa ya no era rentable. Al año
siguiente propusieron la venta del fuerte a la compañía británica de Hudson’s Bay, y al
ser rechazada la oferta, se intentó su venta a Francia por medio del agregado militar en
México, Eugene Duflot de Mofras, también sin éxito. Al fracasar estos intentos, se orde-
nó ofrecer la propiedad al gobierno mexicano y a Vallejo, pero de nuevo falló el intento
en este caso, ya que las partes reconocieron la eventualidad del retiro de los rusos. El 13
de diciembre de 1841 se logró firmar un contrato con John Augustus Sutter, ciudadano
suizo que había recibido permiso del gobernador Alvarado en 1839 para establecer el
fuerte de Nueva Helvetia en la confluencia de los ríos Sacramento y Americano. La ven-
ta, que sólo incluía los bienes muebles aunque Rotchev entregó a Sutter un certificado de
traspaso del terreno fechado el 12 de diciembre, se efectuaría en cuatro pagos anuales,
los primeros dos de cinco mil dólares y los otros dos restantes de diez mil dólares cada
uno; sin embargo, Sutter tardó más de una década en liquidar la deuda y entonces, bajo
la presión del gobierno de Estados Unidos concluidas las negociaciones, Rotchev y los
demás empleados de la compañía abandonaron el fuerte Ross y el puerto de Bodega en
enero de 1842, después de treinta y siete años de estancia sin título o derecho ninguno.182
Al año siguiente, una amenaza mucho mayor que la de Rusia apareció en California
con intento erróneo del comodoro estadounidense Thomas Ap Catesby Jones de tomar
el puerto de Monterrey en octubre de 1842. Este primer acto abierto fue seguido por
la proclamación de la República de California el 14 de junio de 1846 en Sonoma, y la
cesión de Alta California a Estados Unidos de América por el Tratado de Guadalupe-
Hidalgo el 2 de febrero de 1848.183
El presidente Andrew Jackson había ofrecido comprar a México la Bahía de San Fran-
cisco, en 1835 y en 1842 el comodoro Thomas Catesby Jones, comandante de la flota
181
Rives, op. cit.
182
Mathes, Miguel. La frontera ruso-mexicana. Secretaría de Relaciones Exteriores, México, 1990.
183
Rives, op. cit.
norteamericana del Pacífico, quiso mostrar que los Estados Unidos la tomarían por la
fuerza de llegar a ser necesario, Jones se apoderó del puerto de Monterrey, para lue-
go devolverlo; ello motivó un decreto en 1843 que autorizaba a los gobernadores de
Chihuahua, Sonora, Sinaloa y California a expulsar de sus departamentos a todos los
norteamericanos. Los funcionarios locales no hicieron cumplir la ley.184
Para 1848 la guerra sobrevino, y con ello se puso punto final al largo capítulo de nego-
ciaciones. Buchanan extendió el nombramiento de Nicholas U. Trist como represen-
184
Weber, op. cit.
185
Ibíd., p. 276-277.
186
Friederici, Georg. El carácter del descubrimiento y la conquista en América, tomo III, pp. 272-273. FCE,
México, 1996.
187
Weber, op. cit., p. 11. Después de la anexión de Texas el presidente Polk se embarcó en lo que David M.
Pletcher ha llamado ‘Una política basada en alardes y en exhibiciones de fuerza’, cuyo fin era adquirir el
resto del lejano norte de México, así como Oregón. (The diplomacy of annexation: Texas, Oregon, and de
mexican world, p. 610. Columbia, Missouri 1973). “La disputa con Inglaterra sobre Oregón se resolvió pací-
ficamente, pero cuando México se negó a vender California y Nuevo México, el presidente Polk improvisó
un conjunto de artimañas con el fin de hacerse de esos territorios por otros medios... Polk provocó lo que
según sus cálculos no pasaría de ser una especie de escaramuza militar limitada... que se convirtió en abril
de 1846 en una verdadera y escapó a la previsiones de Polk.” Weber, op. cit., p. 364.
La desunión mexicana era alarmante hasta el punto de que Yucatán se presenta como
neutral en la guerra con los Estados Unidos. El asunto tenía un fondo mayor que el apa-
rente, pues Yucatán era frontera con una posesión de Gran Bretaña, Belice, u Honduras
Británica. Como se recordará la historia de Yucatán en el siglo xix se caracteriza no sólo
por el intento de separación de México sino, sobre todo, por la guerra de castas iniciada
en 1847, en que la frontera entre Yucatán y Belice sirvió muy bien a los mayas rebeldes
para buscar refugio en la colonia británica y encontrar en ella los recursos materiales
para continuar su resistencia en México. Sin el apoyo logístico británico, la rebelión
maya no habría podido sobrevivir durante el medio siglo que duró. El conflicto racial
de Yucatán dio oportunidad para que, de nueva cuenta, Inglaterra recibiera ofrecimien-
tos para establecer un protectorado en México, aunque esta vez sólo en la península.189
“La guerra representó para México sólo infortunios y reveses. La mejor organización
técnica, la aptitud militar, la artillería, una ventaja tecnológica formidable y el hábito de
triunfo de los norteamericanos, aplastaron toda resistencia. Las batallas que pudieron
haberse ganado –Monterrey, La Angostura– se dejaron perder por falta de determina-
ción, de liderato. Ahí se pagaron con creces las imprevisiones, los errores y las torpezas
que afligían la vida política de la república desde la independencia, y ni siquiera puede
hacerse la tardía reflexión de que esa contienda haya servido para unirnos, para reforzar
los lazos de nuestra nacionalidad, pues salimos de la contienda divididos y desalenta-
dos. Al fin, vencidos en todas partes, la capital de la República en manos del enemigo,
fue necesario buscar la paz. La negociación del tratado que puso fin a la guerra, que se
desarrolló de noviembre de 1847 a febrero de 1848, constituye un extraño capítulo de la
historia, porque el representante norteamericano Nicholas P. Trist, actuaba ultra vires,
ya revocada su autorización, y prácticamente por cuenta propia, con grave riesgo de ser
declarado traidor si el pacto era repudiado por su gobierno, y lo raro es que a la postre
se saliera con la suya.”190
Las instrucciones de Polk a Trist (15-IV-1847), dadas después de que Scott había to-
mado Veracruz, confirman lo informado por Onís desde 1812. El proyecto de tratado
señalaba la frontera en el Río Bravo hasta un punto, al norte de la ciudad de El Paso,
en donde topara con la frontera sur de Nuevo México, y de ahí hasta el Pacífico, con
la cesión completa de esta provincia y de la Alta California. Trist procuraría obtener
188
Bosch, op. cit., vol. IV, t. I, pp. 31-32.
189
Ibid, p. 33.
190
Sepúlveda, op. cit., p. 63.
además la Baja California, pudiendo transigir en este punto. Deberían también obte-
nerse derechos de libre tránsito a través del Istmo de Tehuantepec y acceso al Golfo de
California. Estados Unidos renunciaría a las reclamaciones y se pagarían de quince a
veinte millones, según el territorio que se obtuviera. Estas instrucciones fueron com-
plementadas en el mes de julio, incluyendo la adquisición de San Diego. Más tarde,
instrucciones complementarias de Buchanan a Trist, de septiembre de 1847, autoriza-
ban al enviado a no insistir en Baja California y en el paralelo 32, si ello dificultaba la
negociación. Trist puso desde diciembre, en manos de los comisionados mexicanos,
Atristáin, Couto y Cueva, el proyecto de tratado que preparó Polk. La discusión se
centró en los cuatro puntos: San Diego, la boca del Colorado, el pueblo de El Paso y el
monto de la indemnización. En cuanto al primero, Trist concedió por un par de días que
San Diego quedaba al sur de la propuesta de frontera entre la Alta y la Baja California,
y por lo tanto correspondería a México, pero luego se retractó porque Robert E Lee, el
futuro líder confederado, lo convenció de lo contrario al estudiar los mapas respectivos.
En lo que toca al segundo, México insistió y obtuvo la conexión terrestre entre Sonora
y la Baja California, eliminándose la pretensión norteamericana de su salida del Golfo
de Cortés. El Paso pertenecería a la jurisdicción de Chihuahua, no obstante estar al otro
lado del Bravo, pero los comisionados mexicanos no tuvieron éxito en su demanda.
Trist logró rebajar a quince millones el pago de la compensación.191
El día 2 de febrero Trist pudo remitir a los Estados Unidos el tratado de paz y límites,
firmado en la Villa de Guadalupe Hidalgo, que puso fin a la guerra.192 Empezó por
señalar: “En el nombre de Dios todo poderoso. Los Estados Unidos Mexicanos y los
Estados Unidos de América, animados de un sincero deseo de poner término a las cala-
midades de la guerra que desgraciadamente existe entre ambas repúblicas, y de estable-
cer sobre las bases sólidas relaciones de paz y buena amistad, que procuren reciprocas
ventajas a los ciudadanos de uno y otro país, han nombrado a este efecto sus respecti-
vos plenipotenciarios, a saber: el Presidente de la República Mexicana a D. Bernardo
Couto, D. Miguel Atristáin, y D. Luis Gonzaga Cuevas, y el Presidente de los Estados
Unidos de América a D. Nicholas P. Trist, quienes después de haberse comunicado sus
plenos poderes, han ajustado, convenido, y firmado el Tratado de paz, amistad, límites
y arreglo definitivo entre la República Mexicana y los Estados Unidos de América…
Luego de firmar el Tratado, habría un convenio, para que cesen provisionalmente las
hostilidades, y se restablezca en los lugares ocupados por las mismas fuerzas del orden
constitucional (art. II). Luego que este tratado sea ratificado por el gobierno de los Esta-
dos Unidos, se expedirán órdenes a sus comandantes de tierra y mar previniendo a estos
191
Ibíd., p. 66.
192
La reseña de la difícil negociación en Roa Bárcena, op. cit., t. III, pp. 285-297; Archivo Histórico Diplomá-
tico Mexicano. Algunos documentos sobre el Tratado de Guadalupe, No. 31, con prólogo de Antonio de la
Peña y Reyes, México, 1970 (reimpresión), de Editorial Porrúa, S.A. J. D. P. Fuller, The movement for the
acquisition of all México. Baltimore, 1936. Manning, op. cit., t. VIII, pp. 1034-1059.
segundos que a la mayor posible brevedad comiencen a retirar todas tropas de los Es-
tados Unidos. Se formará una cuenta fiel y exacta que manifieste el total monto de los
derechos de importación y exportación, recaudados en las mismas aduanas marítimas
ó en cualquiera otro lugar de México, por autoridad de los Estados Unidos.” (art. III)
“Para consignar línea divisoria con la precisión debida en mapas fehacientes, y para
establecer sobre la tierra mojones que pongan á la vista los límites de ambas repúblicas,
según quedan descritos en el presente artículo, nombrará cada uno de los dos gobiernos
un comisario y un agrimensor, que se juntarán antes del término de un año contado
desde la fecha del canje de las ratificaciones de este tratado, en el puerto de San Diego.”
(art. V).
“En consideración á la extensión que adquieren los límites de los Estados Unidos,
según quedan descritos en el artículo quinto del presente tratado, el Gobierno de los
mismos Estados Unidos se compromete á pagar al de la República mexicana la suma
de quince millones de pesos.” (art. XII).
El tratado, con las modificaciones señaladas por el Senado norteamericano, fue apro-
bado por las cámaras legislativas mexicanas el 16 y 25 de mayo de 1848, y el canje
de ratificaciones tuvo lugar el 30 de mayo, en Querétaro. México había recibido tres
millones de pesos en la forma siguiente: de giros entregados por el general Butler re-
cibidos de Washington; efectivo entregado por el mayor Steward, por valor de armas
vendidas al gobierno mexicano desde la salida de Butler, por contribuciones recogidas
en el Distrito Federal por orden de Scott y por 12 giros negociables con Hargous y su
comisión respectiva.193
El Estado, luchando por su soberanía en dos frentes, externo e interno, el gobierno os-
cilando entre los extremos liberal y conservador, la administración pública enfrentaba
la más aguda crisis de la historia. Los gobernantes demandaban su reorganización, pues
la eficacia había desaparecido en detrimento del ausente bienestar de la población. “La
administración pública presenta por todas partes las señales del desorden profundo e
inveterado en que hemos vivido, y mientras que a él no se substituyan el concierto y
la regularidad, todo bien será precario. La hacienda pública en bancarrota, la fuerza
pública desorganizada, la administración pública sin medios seguros de acción… la
instrucción pública, escasa para nuestras instituciones y nuestra época, demandan…
medidas de protección común.”195
Tras una serie de acontecimientos que obstaculizaban la marcha política del país (su-
blevaciones, desconocimiento del presidente Arista, disolución de las cámaras del Con-
194
Memoria del Secretario de Estado y del despacho de guerra y marina, leída en la Cámara de Diputados el
30 y 31 de enero de 1852 y en la de Senadores el 13 de febrero de ese año. Archivo General de la Nación.
México.
195
De la Rosa, Luis. “Sobre la administración pública y los medios de mejorarla”. Revista de Administración
Pública, No. 50, INAP, México, 1982. De la Rosa reconocía que la administración pública se había desarro-
llado cualitativa y cuantitativamente entre 1821 y la fecha en que escribía este artículo, pero también señala-
ba que la administración seguía prácticas heredadas de la colonia, que ya no respondían a las exigencias del
México independiente y que en la mayoría de los casos significaban error. La administración pública había
progresado, pero a la vez, había conservado algunas prácticas erróneas de la administración colonial.
greso Federal en enero de 1853) fue nombrado, por las legislaturas de los estados,
Presidente de la República, Antonio López de Santa Anna, el 17 de marzo de 1853,
aunque tomó posesión del cargo hasta el 20 de abril siguiente, para el que sería su últi-
mo período de gobierno, pero ahora con una abierta y declarada práctica dictatorial.196
De esta manera se llevó al cabo una redistribución de competencias entre las dependen-
cias, destacando l los casos de las Secretarías de Justicia y de Relaciones, que confirió
a la primera un conjunto de actividades que otrora ejercitaba el Ministerio de Relacio-
nes,197 ellas eran las siguientes:
196
Al jurar como presidente, el 20-IV-1853, señala: “...se me comete el encargo de restablecer el orden social,
plantear la administración pública, formar el erario nacional… Dánseme para esto, es verdad, las facultades
necesarias hasta la publicación de la nueva constitución política que ha de formarse; pero la amplitud misma
de las facultades es una dificultad más para quien quiere usar de ellas templadamente y con acierto”. MATIP,
Administración Pública, vol. 5, t. 1, p. 344.
197
Decreto de Gobierno, “Reglamento y Planta de los Ministerios de Relaciones y Justicia, de agosto 24 de
1852”, La administración pública en la época de Juárez, México, Secretaría de la Presidencia, tres tomos,
1963, t. I, pp. 276-278.
Tras la firma del tratado de límites territoriales, y pese a que el futuro era difícil de pre-
ver, se esperaba la paz y la armonía, según lo confesaron los ministros comisionados.
De hecho, en cuanto se regularizó la situación y terminó el periodo de la misión de
Clifford, se dio lugar a la de Robert P. Letcher, sin embargo comenzaron los problemas
principales de la relación entre los dos países en cuatro aspectos: el paso por Tehuan-
tepec, las depredaciones de las tribus indígenas, las reclamaciones de norteamericanos
al gobierno mexicano, y la región fronteriza de La Mesilla. Si bien los dos primeros
198
Guerrero, Omar. La Secretaría de Justicia y el Estado de Derecho en México, pp. 63-64, UNAM, 1996.
199
Expedida el 25-V-1853. MATIP, Administración Pública. vol. 5, t. I, pp. 357-365. También de Lares, Teodo-
sio. Lecciones de Derecho Administrativo, UNAM, México, 1978.
200
Dado que Garay no había cumplido con el inicio de los trabajos en el plazo estipulado de diez meses, en
el que debería presentar el estudio correspondiente a la construcción, pidió una extensión de otro año para
cumplir con ello, misma que le concedió el Presidente de la República, sin el consentimiento del Congreso,
lo que generaba una situación de ilegalidad. En 1845 el presidente provisional (José Joaquín de Herrera),
turnó el asunto a las cámaras legislativas, los diputados concedieron una parte de la solicitud, y los senadores
la aprobaron completa. Le dieron una extensión por dos años a partir de julio de 1845 y el general Salas,
como Presidente de la República, en su decreto de 1846, le brindó nuevas concesiones. Este decreto daría
pauta al conflicto, porque de ahí arrancaron los títulos que invocó junto con sus sucesores. Para entonces
Garay cedió sus derechos al cónsul británico Mackintosh, según el contrato firmado el 21 de agosto de 1846,
dos meses antes de la extensión ilegal otorgada por el Presidente Salas. El gobierno mexicano rechazó ese
contrato, aunque los concesionarios lo invocaron para vender sus derechos en 1 de enero de 1847, cuan-
do Garay lo entregó a Mackintosh y Scheider a perpetuidad y sin límite de tiempo para que cedieran las
tierras habitadas entre el río Coatzacoalcos y el Malatenango. Si bien todos estuvieron de acuerdo con las
peticiones de Garay, no supieron de la venta durante 18 meses hasta que el 18 de julio de 1848 se demostró
la venta, al firmarse la escritura correspondiente. Mackintosh aceptó abandonar sus privilegios después del
término de años estipulado, según la extensión obtenida por Garay el 5 de noviembre de 1846. Al no aceptar
el gobierno mexicano esa situación, surgieron las protestas en contra de que pretendía someter el problema
al Congreso. Además lo amenazaron con informar a los socios residentes en el extranjero y se abrió la crisis.
La situación se resumía, según el gobierno mexicano diciendo que Garay no cumplió y pidió extensiones sin
que nada resultara. Por ello al final de la última prórroga lo amenazaron con suprimir su privilegio. Entonces
Garay transfirió clandestinamente sus derechos a los ingleses, suponiendo que México se intimidaría por el
poder de la Gran Bretaña; pero como el gobierno inglés mostró indiferencia y México se resistió al temor,
todo resultó un ardid para entregar la dirección del asunto a otra nación. De esta manera cuando los derechos
pasaron a los norteamericanos la situación se agravó. Esa fue la razón dada por el Congreso, el 22 de mayo
de 1851, para anular el decreto de 1846. Por esas razones y para evitar la repetición de la experiencia texana,
se pretendía contratar con una empresa nacional sometida a la vigilancia del gobierno. El tratado para el trán-
sito de Tehuantepec, se había ratificado en el senado norteamericano, en cambio, en México, Buckingham
Smith recibía el rechazo de la comisión especial del senado mexicano. El día 19 de marzo se supo pública-
mente lo sucedido con Tehuantepec, la abolición del decreto del 5 de noviembre de 1846, después de que el
14 de febrero se turnó a un comité especializado de la Cámara de Diputados, integrado por Lucas Alamán,
Luis G. Cuevas, Couto, Núñez y Fuentes. Bosch, op. cit., vol. V, tomo I. La transición de Nicholas Trist a
James Gadsden. 1848-1853. UNAM, 1992.
La situación de los Estados Unidos frente a México fue analizada en las instrucciones
enviadas a sucesivos representantes ante el gobierno mexicano, empezando por las de
Letcher (4-XII-1850), en las que se expresa el gran pesar por no conseguir las enmien-
das norteamericanas al tratado y por la objeción terminante de México a los artículos
4 y 11. Además, estaban los problemas surgidos por el proyecto de unir a la ciudad de
México con la de Veracruz, que reforzaban los argumentos contrarios a la construcción
de Tehuantepec. (Veáse mapas págs. 161 y 162)
201
Bosch, op. cit., pp. 74-83. Los contratos para construir en Tehuantepec.
202
Ibíd., p. 89.
203
Ibíd., pp. 100-101.
Los últimos intentos para el paso por el Istmo se llevaron a cabo por el Presidente
Benito Juárez: primero por medio del Tratado McLane-Ocampo (1859) que el senado
norteamericano ya no ratificó, y después, por medio de la autorización dada en 1866,
que dio paso a uno de los estudios más completos sobre la topografía e hidrología de
la región. Sin embargo, la construcción del ferrocarril a Veracruz, y luego del Canal de
Panamá por los franceses, encabezados por el ingeniero Lesseps que dirigió el de Suez,
fueron factores que llevaron al olvido paulatino del proyecto.
203
Ibíd., pp. 100-101
El gobierno del dictador llegó al borde de la locura, expidió una ley que se llamó ”de
conspiradores”, exigió pasaporte a los individuos que se trasladaban en el interior del
país, restableció la Compañía de Jesús; el colmo fue cuando ordenó al comandante del
departamento de Guerrero incendiar aquellos pueblos que se sublevaran contra el go-
bierno. En medio de tales circunstancias surge el Plan de Ayutla el 1º de marzo de 1854,
y por el que se considera a Santa Anna un amago constante para las libertades públicas
y lo desconoce, junto con sus funcionarios, en el ejercicio del poder. Los representantes
de los estados y territorios nombrarían un Presidente provisional con amplias faculta-
des para atender a la seguridad e independencia del territorio nacional y a los demás
ramos de la administración pública (art. 3).
De conformidad con lo establecido en el Plan de Ayutla, Juan Álvarez fue electo Presi-
dente Interino, pues en él se veía al mediador de la clase media liberal y el campesinado,
principalmente de la región sur, foco principal de revueltas. Durante sus dos meses de
204
O’Gorman, op. cit.
Guillermo Prieto, al frente del ramo de Hacienda, explicó lo anterior a los gobernado-
res estatales, señalando que para regular la marcha de la administración era necesario
empezar por reorganizar al Ministerio de Hacienda y la Tesorería, pues estas dos de-
pendencias “no deben ser oficinas independientes, deben ser una misma”.206
Pese a las disposiciones anteriores, y los esfuerzos por mejorar lo exiguo del erario pú-
blico, las rentas siguieron centralizadas, hasta en tanto no se determinaran los estudios
para su reclasificación.
Juárez, que había quedado solo en el gabinete, pero auxiliado por Manuel Dublán e
Ignacio Mariscal, promovió en medio de amplias discusiones en el Consejo de Gobier-
no, la aprobación de la Ley de Administración de Justicia y Orgánica de los Tribunales
de la Federación (expedida el 23-XI-1855) conocida como ‘Ley Juárez’, con la que se
suprimían los tribunales especiales, excepto los de carácter eclesiástico y militar. Estos
dejarían de intervenir en los negocios civiles pero continuarían conociendo de los de-
litos comunes de individuos de su fuero, en tanto se expedía una ley que arreglara ese
punto.
Las condiciones sociales y económicas de México a mitad del siglo, mostraban que en
la década de 1850 a1860, la población del país era aproximadamente de ocho millones
de habitantes, de los cuales casi el 80% vivía en el campo; esparcidos sobre un terri-
torio de dos millones de kilómetros cuadrados (cuyos límites territoriales ya se habían
definido), pero acusando cierta concentración en la región central. La mayor parte de la
población continuaba diseminada en gran número de pequeños poblados y ranchos, de-
finiendo la existencia de una economía basada en el autoconsumo y autosuficiencia. La
sociedad mexicana se encontraba estratificada sobre las bases de ocupación y grupo ét-
nico, incluso, el nivel cultural, el color de piel y el dinero, determinaban la posición en
la misma. La humillación al indígena, establecida durante la colonia, seguía vigente.207
207
En todas partes del país, blancos y mestizos sometían a los indígenas a variadas formas de opresión: leva ar-
bitraria en el ejército, labores forzadas en las brigadas de trabajo, golpes y azotes por delitos insignificantes,
violación de derechos civiles. Para defenderse de tales ultrajes, los indígenas se replegaron en sí mismos,
mostrando muy rara vez algún interés en los acontecimientos nacionales. Powell, op. cit., p. 22.
208
Miguel Lerdo de Tejada, citado por Powell. Por su parte, Sergio de la Peña señala que en esa época se habla-
ban 108 idiomas y 26 dialectos.
209
Leopoldo Solís señala que esto “no apoya la teoría convencional del desarrollo económico que supone la
preponderancia del sector agrícola e implica que ahí se debe formar el excedente de producción que permita
financiar la formación del capital del resto de la economía. De hecho, la gran mayoría del comercio mexica-
no se encontraba en manos extranjeras”. op. cit., pp. 37-39.
Para el despacho de los negocios continuarían funcionando los ministerios de: Rela-
ciones Exteriores, Gobernación, Justicia, Fomento, Guerra y Hacienda. Sin embargo,
“el Estatuto orgánico centralizaba de tal modo la administración pública que sometía
al cuidado inmediato del poder general hasta los ramos de simple policía de las muni-
cipalidades”.211
El programa liberal seguía avanzando con pasos legislativos. Así, el gobierno (bajo
los auspicios del secretario de Hacienda, Lerdo de Tejada) expidió el decreto sobre
desamortización de fincas rústicas y urbanas que administren como propietarios las
corporaciones civiles o eclesiásticas de la República. Esta ley, mejor conocida como
“Ley Lerdo”, prohibió a las corporaciones del clero o civiles, poseer bienes raíces (art.
25), las cuales, salvo excepciones señaladas en su artículo 8, debían ser adjudicadas a
los inquilinos o arrendatarios, o venderse en subasta pública.212
Esta medida tan radical se vio complementada con otra que creaba una fuerza federal
para vigilar las zonas rurales y desde luego para perseguir a vagos y bandoleros. “La
nueva Guardia de Seguridad tenía instrucciones específicas de dar a los hacendados
cuanta ayuda pidieran para la defensa de sus propiedades o para el mantenimiento del
orden en las haciendas.”214 El 27 de enero expidió la ley del Registro Civil, que obliga a
todos los mexicanos a inscribirse en él, so pena de no poder ejercer los derechos civiles
y tener que pagar una multa.
El año 1857 empezaba con una nueva Constitución. La Constitución era fruto de un año
de debates en el Congreso constituyente.215
211
Juárez, Benito, op. cit., p. 134.
212
El decreto se puede ver en Matute, op. cit., pp. 151-152.
213
lb., p. 85.
214
lb., p. 86. Ley expedida el 16-I-1857.
215
“Legalmente el congreso que emanó del triunfo de la revolución de Ayutla era la representación oficial de
la nación; la realidad era otra: la nación rural no votaba, la urbana e industrial obedecía a la consigna de sus
capataces o se abstenía también y el partido conservador tampoco fue a los comicios... Justo Sierra, op. cit.,
p. 281. Solo 51, de 155, diputados asistieron a su votación. Rabasa, op. cit.
Por vez primera se señaló la autonomía y libertad de las entidades federativas (24 y un
territorio) en lo concerniente a su régimen interior.
Por lo que hace al principio de distribución de competencias, entre los distintos nive-
les de gobierno se aprobó sin discusión, lo siguiente “Las facultades que no estén ex-
Arriaga: Aunque la carta de 1824 no autorizó que las leyes federales se publicaran por
los Gobernadores, se hizo así por el vacío que dejaba la Constitución.
Gamboa: Es contrario a la paz pública y al orden interior de los Estados que los Gober-
nadores sean agentes de la Federación.
Mata: Por desgracia la carta de 1824 tomó todo lo malo y dejó todo lo bueno de la
Constitución Norteamericana; allá está bien trazada la órbita de cada Soberanía.
Moreno: Lo más sencillo es que los gobernadores sigan siendo agentes de la federación
en los Estados.
Castañeda: Para que el sistema federal sea permanente y quede libre de los vaivenes de
nuestros trastornos, es preciso estrechar más y más los vínculos de los Estados con el
centro. La creación de comandantes generales, jefes de hacienda y de otros empleados
del gobierno general, independientes de las autoridades de los Estados, ha sido un ele-
mento de complicación y de discordia.
Prieto: La lucha de soberanías de que antes fue teatro la República no era más que la
anarquía y confusión de las cuestiones políticas con las administrativas.
Ramírez (Ignacio): Malo es que los Gobernadores tengan mando de tropas de la Unión.
Cendejas: Si se quiere evitar que los empleados del centro entren en pugna con los Es-
tados, deben definirse las atribuciones de los Poderes. No es peligrosa la independencia
de los estados que es la base del sistema federal.
Zarco: ¿Qué independencia queda a los estados si los funcionarios en que ellos deposi-
tan el Ejecutivo han de estar subalternados a los poderes del centro?
Políticamente los municipios carecían de autonomía, ya que sus diferentes asuntos eran
controlados por las legislaturas del estado o por el gobernador a través de los jefes po-
217
Zarco, Francisco. Diario de los Debates del Constituyente de 1856-57.
José Ma. Castillo Velasco, diputado por el D.F., solicitó la protección constitucional
para la autonomía municipal, criticando fuertemente el régimen de propiedad de la
tierra. Proponía que para sacar del estado de mendicidad a los indígenas, era necesario
dotarlos de tierras comunales.218
“Los jefes de distrito tenían autoridad sobre todos los otros funcionarios de su jurisdic-
ción y podían suspender a cualquiera de ellos temporalmente; también podían anular
las elecciones municipales y suspender las funciones de los consejos de los pueblos.
Los habitantes de los pueblos tenían que someter a su aprobación el presupuesto y
cualquier proposición sobre impuestos y, además, los jefes de distrito tenían bajo su
mando a todas las unidades de la milicia estatal en su jurisdicción y se suponía que
debían supervisar la salud y educación públicas; también tenían el poder de otorgar o
negar la autorización que se requería para que los pueblos o los municipios litigaran en
los tribunales locales”.219
218
Ib., pp. 362-365.
219
Powell, op. cit., p. 49.
220
Powell refiere la situación que atravesaban algunos municipios, siendo ilustrativo la explicación que dio
el tesorero de uno de ellos en 1854: “Este municipio no tiene ingresos regulares, carece de propios (tierras
municipales para alquilar) y sus impuestos son tan escasos que son insuficientes no sólo para los gastos
necesarios, sino también para los absolutamente indispensables. Nunca ha habido oficina municipal, ni un
cuarto que sirviera para el juez; no hay cárcel ni ningún otro lugar en qué encerrar a los detenidos; en una
palabra: nada. El municipio... no está sobre ninguna carretera que vaya a ninguna parte, y por ello carece
de comercio. La minería, que se encuentra en triste condición, es su única fuente de ingresos, pero aún en
tiempos normales los fondos del municipio son escasos”, pp. 52-53.
A rescatar ese propósito, a difundirlo, uniformarlo y hacerlo eficaz iban dirigidas, muy
probablemente, las proposiciones de los diputados constituyentes ya mencionados.
Pero además existía otra realidad que escapaba al simple reparto agrario y que muy
pocos consideraban: “el regidor o munícipe no consagraba todo su tiempo a las tareas
municipales. La comisión era el modo tradicional de hacerse el gobierno de un ayunta-
miento, y las comisiones eran siempre numerosas. Esto quiere decir que ningún regidor
conocía de todos los asuntos del ayuntamiento, y que ni siquiera le tocaba conocer a él
solo todos los de su comisión respectiva, sino que todavía se dividían entre los varios
miembros de la comisión. Y por si algo faltara, ni los munícipes hacían trabajo ejecuti-
vo, sino deliberativo… ni era el ayuntamiento la única autoridad local: aquí, en Méxi-
co, había un gobierno del distrito que relevaba al ayuntamiento de varias obligaciones,
entre ellas la no liviana de la seguridad pública”.221
Las leyes centralistas de 1836 y 1843, no dispusieron nada al respecto, fue hasta las
sesiones del 28 al 31 de enero de 1857 del Congreso Constituyente, en que se despertó
el debate sobre dicha facultad del Congreso, al presentarse como punto de dictamen
que entre las facultades del Congreso estuviera la de ‘arreglar el régimen interior del
Distrito y territorios en lo político y judicial, así como en lo relativo a sus rentas, pero
reservándose al pueblo la organización municipal.
Los expositores del debate fueron Ignacio Ramírez, Mata, Castillo Velasco, Gamboa.222
Para Ignacio Ramírez, lo que se hace es despojar de sus derechos a los habitantes del
D.F., arrebatándole sus rentas particulares para que se inviertan en gastos que corres-
ponden a todos los estados. Mata y Cendejas se pronuncian en ese mismo sentido.
Por su parte, Banuet afirma que es ilusoria la organización municipal del D.F., pues en
realidad no tiene medios de arreglarla. Al respecto, Mata, propone que sus habitantes
elijan autoridades políticas y municipales.
Castillo Velasco afirma que el D.F. “es el asno de la fábula, van y vienen revoluciones,
centralismo, dictadura y Federación. El Distrito Federal cansado de tan precaria situa-
ción saludó la revolución de Ayutla, el Constituyente de 1856, se dijo que será estado,
pero con tantas limitaciones no es más que una amarga ironía, no sabe cómo es que
cuenta con tan poca simpatía en el Congreso cuando mantuvo un ejército de ocho mil
221
Cosío Villegas, op. cit., p. 58, y agrega: “Los Ayuntamientos eran, además, el escenario político que primero
atraía a los jóvenes; allí iniciaron su larga carrera, por ejemplo, José Yves Limantour y Pablo Macedo. Y eran
también un imán para los hombres más o menos acomodados...”, p. 57.
222
Zarco, Francisco. Historia del Congreso Constituyente 1856-7. Secretaría de Gobernación, México, 1985.
hombres contra la reacción, cuando emplea sus recursos en defender el Plan de Ayutla
y es el más firme apoyo del Congreso”.
El artículo 43 de la Constitución de 1857 señaló que el estado del Valle de México era
parte integrante de la Federación. En tanto, el 46 dispuso que “el estado Del Valle de
México se formará del territorio que en la actualidad comprende el Distrito Federal, pero
la erección solo tendrá lugar cuando los poderes federales se trasladen a otro lugar”.
A su vez el artículo 72 estableció entre las facultades del Congreso, cambiar la sede
de los poderes federales, el arreglo interior del D.F. y territorios, teniendo por base que
los ciudadanos elijan popularmente las autoridades políticas, municipales y judiciales,
designándoles rentas para cubrir sus atenciones locales.
Mientras esto sucedía, el 29 de agosto de 1857 se concedió a los señores Liger de Libes-
sart y socios, la facultad de establecer en la Ciudad de México un banco bajo el nombre
de “México”, exentándolo de impuestos por un período de 10 años.223
Comonfort, que había gobernando con facultades extraordinarias, fue declarado Pre-
sidente Constitucional de la República en noviembre de 1857 y asumió el cargo el
primero de diciembre; sin embargo, quedó convencido que no podría gobernar con la
Constitución Política, pues en su toma de posesión declaró que “el más eficaz de los
sacrificios será hacer, al código fundamental, saludables y convenientes reformas.”224
A pesar de lo anterior, llamó a Juárez para que se hiciera cargo del Ministerio de Gober-
nación, dejándole entrever la posibilidad de sucederle en la Presidencia”.225
De nueva cuenta, la agitación política llegó al clímax, pues casi todos coincidían en que
la ley fundamental era impracticable: hubo reuniones secretas y se venía preparando un
golpe militar para secundar la declaración de Comonfort.
223
El decreto, en MATIP. La Administración Pública, vol. 5, t. I, p. 385.
224
El 1º.-XII-1857. Ib., p. 381.
225
En una carta confidencial del presidente Comonfort dirigida a Juárez (el 31-X-1857) le comunicaba: “…te
facilito el despacho de los negocios para cuando, como presidente de la Suprema Corte, tengas que encargar-
te del mando supremo de la nación, porque así lo exija mi falta de salud o alguna otra causa grave”. Juárez,
op. cit., p. 71.
Para él, la cuestión de la hacienda contiene en sí a las demás; pero por la diversidad de
órdenes y circulares del Ministerio de Hacienda, de la Tesorería y la Contaduría, todo
se volvió un embrollo, y esto requería una reforma radical. A su juicio, la Contaduría
-después de analizar sus actividades desde 1828- en 30 años no había sido capaz de for-
mar un presupuesto completo; la Tesorería, a su vez, debía centralizar estrictamente las
percepciones y egresos del tesoro público. Finalmente, la Secretaría de Hacienda debía
ser una dependencia de donde partiesen las órdenes en lo directivo para el ramo, pues
la experiencia y la realidad así lo señalaban:”el Ministro obra sin antecedentes en todos
los negocios; la Tesorería arregla éstos a su manera después de recibidas las órdenes y
el gran aparato de empleados viene a nulificarse ante el escritorio, o la simple cartera
de un agiotista”.
El caso más grave eran las aduanas, donde intervenían hasta siete autoridades, lo que
demandaba cierta independencia de la aduana y ninguna injerencia de la autoridad lo-
cal. En cuanto al sistema tributario, opinaba que, era inmenso, sin embargo, la derrama
no era proporcional ni progresiva; no consideraba la renta, sino que hería al capital y al
trabajo, y estaba pésimamente administrado. Las alcabalas debían ser eliminadas, pero
de tal manera que no significara la desaparición de las rentas de los estados.
El país estaba en plena guerra civil (1858-1861), los conservadores impusieron fácil-
mente su control sobre el centro de la República, en tanto que los liberales se traslada-
ban al puerto de Veracruz (de suma importancia por el cobro de derechos aduanales),
que nunca dejó de estar en su poder durante la lucha, y a los estados periféricos.
226
Véase en Matute, op. cit., pp. 296-297.
227
Elaborado en marzo de 1858, véase en RAP, No. 54, op. cit., pp. 15-55.
El año de 1858 terminó con una división entre los conservadores: los generales Eche-
garay y Robles Pezuela organizaron un movimiento militar, y con el pretexto de formar
un tercer partido derrocaron a Zuloaga e hicieron nombrar presidente a Miguel Mira-
món, quien al igual que Zuloaga manejó la administración pública a través de las seis
secretarías ya existentes: Relaciones Exteriores; Gobernación; Justicia, Negocios Ecle-
siásticos e Instrucción Pública; Fomento, Colonización e Industria y Comercio; Guerra
y Marina; Hacienda y Crédito Público.
Miramón dividió al territorio del país en partidos judiciales, expidió un decreto para el
gobierno económico de los departamentos y territorios en el que señaló las atribuciones
de gobernadores, jefes políticos, prefectos, subprefectos, ayuntamientos.
gobierno federal, dado que era él quien atendía los gastos y obligaciones de la
nación, por lo que le asistía el derecho de gravar a los habitantes; mientras que
las rentas de los estados se debían formar con los impuestos indirectos, gravando
a sus respectivos territorios para atender los gastos de su jurisdicción.
» Bajo este orden sería posible suprimir el contingente de los estados para los gas-
tos del gobierno federal.
» Revisar la multitud de pensiones introduciendo cajas de ahorros y socorros
mutuos.
» Declarar propiedad de la nación las fincas y capitales del clero.
Aplicar a la amortización de la deuda exterior e interior los terrenos baldíos o
nacionales.
» Revisar plantas de personal del gobierno a efecto de reducir el número de ofici-
nas y empleados a lo puramente necesario.
» En el ramo de Guerra, moralizar al personal y alentar a la guardia nacional. En la
marina, reducir las fuerzas navales en ambas costas.
» Considerando que los caminos exigen ampliación y cuidado constante, el go-
bierno pretendía abandonar la ejecución directa de esas obras y contratarlas con
empresas particulares, limitándose aquél a cuidar su exacto cumplimiento por
medio de ingenieros. Respecto a los ferrocarriles urgía promover la construcción
del proyectado entre Veracruz y algún puerto del Pacífico, pasando por la capital.
» Concluir obras de utilidad y ornato, y desarrollar otras.
» Mejorar el sistema penal y carcelario.
» Organizar un servicio eficaz de policía preventiva.
» Proteger por todos los medios al alcance del gobierno la agricultura; la industria
fabril y de artes; el comercio y en general todo género de trabajo útil a la sociedad.
» Desarrollar las tareas estadísticas para conocer el verdadero estado de la nación.
Enseguida, Juárez expide una serie de leyes y decretos, conocidas como las Leyes de
Reforma, con las que se acelera el proceso de desvinculación entre los poderes del
clero y del Estado; el Estado va por su soberanía, indivisible e inalienable, para el Es-
tado es fundamental tener la unidad del poder, cosa diferente de los múltiples poderíos
circundantes, la unidad del poder solo se da en el Estado, otra cosa es la forma en que
se ejerce ese poder, es decir la forma de gobierno.
riedad de asistir a las fiestas religiosas, señala los días que deben tenerse como festivos
y prohíbe la asistencia oficial a las funciones de la Iglesia. Ese mismo día, el gobierno
ordena retirar la legación de México ante el gobierno pontificio. El 4 de diciembre de
1860 expide, aún desde Veracruz, la Ley Sobre Libertad de Cultos, señalando que la
autoridad de los sacerdotes era exclusivamente espiritual, y desconociendo los proce-
dimientos judiciales o administrativos por causa de herejía.229
En su conjunto, estas leyes de reforma señalan el propósito de destruir el poder temporal
de la Iglesia, empezando por su potencialidad económica y terminando con la modifica-
ción de los hábitos de conducta social. Se buscaba implícitamente aprovechar las rique-
zas eclesiásticas para inducir procesos de producción capitalista. Además, “la reforma
creó los instrumentos para contener al clero, pero su aplicación se ajustó desde entonces,
con marcado pragmatismo, a las condiciones coyunturales y estructurales del país”.230
Se iniciaba el año de 1861 y el triunfo de la Reforma era completo, Juárez ocupaba la
capital y restablecía el imperio de la Constitución. La lucha había concluido, el saldo
era: confusión social; desconfianza; una economía destrozada, casi paralizada; desor-
den en los ramos de la administración pública, y caos hacendario. Era imprescindible
iniciar una obra de reorganización y alentar a las actividades productivas, a lo que
Juárez declaró: “Quedaban complicaciones y dificultades en todos los ramos de la ad-
ministración pública, desde las instituciones municipales hasta las relaciones exterio-
res. Relajado el hábito de la obediencia, confundidas las atribuciones durante la lucha,
parecía difícil restaurar la unidad nacional”.231
En opinión de Emilio Rabasa, la Constitución de 1857 para Juárez sólo fue un símbolo
de legitimidad, “la invocaba como principio, la presentaba como objeto de lucha; pero
no la obedecía, ni podía obedecerla y salvarla a la vez. Como jefe de una sociedad en
peligro, asumió todo el poder, se arrogó todas las facultades, hasta la de darse las más
absolutas, y antes de dictar una medida extrema cuidaba de expedir un decreto que le
atribuyese la autoridad para ello, como para fundar siempre en una ley el ejercicio de su
poder sin límites. Así gobernó de 1858 a 1861 con la autoridad más libre que haya ha-
bido en jefe alguno de gobierno, y con la más libre aquiescencia de sus gobernados”.232
El 11 de junio de 1861 Juárez fue electo Presidente Constitucional de la República
para el período 1861-1865.233 En su toma de posesión, advirtió a los ciudadanos que
cualquier rebelión contra su gobierno sería reprimida con la fuerza pública: “No me
229
Tena Ramírez, op. cit.
230
De la Peña, op. cit., p. 137.
231
Discurso del 9-V-1861, en MATIP, Administración Pública, vol. 5, t. I, p. 395.
232
Rabasa, Emilio, op. cit.
233
Sus oponentes fueron Sebastián Lerdo de Tejada y Jesús González Ortega, obteniendo un 55% del total de
votos. Cosío Villegas, op. cit., p. 134.
permitiré un solo acto que conculque derechos legítimos; pero seré severo e inexorable
con los transgresores de la ley y con los perturbadores de la paz pública”.234
En los primeros meses de 1862 se iniciaron las negociaciones con los representantes de
las potencias y el gobierno de Juárez, representado por Manuel Doblado, culminando
con la firma de los Tratados de la Soledad, por los que España e Inglaterra reembarcaron
sus tropas, en tanto que Francia persistió en su deseo intervencionista para instalar la
monarquía de Maximiliano, razón por la que Juárez trasladó su gobierno al interior de
la República; sin embargo esta tarea era cada vez más difícil, pues había que trasladar
también los archivos oficiales, símbolo de la legalidad. El gobierno nacional se fugaba
una vez más, se retiraba hacia el norte del país. Para Justo Sierra se volvía trashumante.
234
Al jurar como presidente constitucional, el 15-VI-1861; MATIP, Los Mensajes Políticos, p. 124.
235
O´Gorman, op. cit.
236
Manifiesto a la nación, el 12-VI-1863, en MATIP, Administración Pública, vol. 5, t. 1, pp. 458-459.
entre cuyos primeros actos está el decreto de 26 de junio que estableció las atribuciones
de las Secretarías de Estado:237
» Secretaría de Relaciones Exteriores.
» Secretaría de Gobernación.
» Secretaría de Justicia, Negocios Eclesiásticos e Instrucción Pública.
» Secretaría de Fomento, Colonización, Industria y Comercio.
Por otro lado, en ese año (1864), se autorizó para establecer un Banco de descuento,
circulación y depósito, apareciendo así el Banco de Londres y México. Fue el primer
banco comercial del país, “su función señala el inicio de la expansión moderna de
Inglaterra en México. También indica que en el país se habían efectuado los prepara-
tivos esenciales para la transformación capitalista. La necesidad de formar un sistema
bancario moderno se acentuó con el deterioro de la importancia financiera del clero y
la incapacidad de agiotistas y comerciantes para responder plenamente a las nuevas y
crecientes demandas de crédito interno e internacional”.238
En abril de 1865, decretó el Estatuto Provisional del Imperio Mexicano,239 donde se
señaló como forma de gobierno una monarquía hereditaria, el emperador era el repre-
sentante de la soberanía nacional. El artículo 5 señaló que el emperador gobernaría por
medio de un ministerio compuesto de nueve departamentos ministeriales, cuyas atribu-
ciones y ramos se les encomendaron por otra ley.240 Así se establecieron:
- Ministro de la Casa Imperial. Protocolo, cancillería, condecoraciones, meda-
llas, palacios imperiales, contabilidad de su ramo, etc.
- Ministro de Estado. lo relativo al consejo de Estado, Tribunal de Cuentas, comi-
sarios y visitadores imperiales; archivos generales del imperio, etc.
- Ministro de Negocios Extranjeros y Marina. Misiones diplomáticas, consula-
dos, convenciones y tratos políticos y comerciales; cartas de seguridad y natura-
leza, pasaportes y otros relativos a las actividades de la marina, v.g. vigilancia,
trabajos hidráulicos en puertos, etc.
- Ministro de Gobernación. Prefecturas, subprefecturas, municipalidades, policía
de seguridad y ornato, guardia rural, higiene pública, hospitales, festividades,
diversiones, imprenta, etc.
- Ministro de Justicia. Legislación civil, criminal y mercantil; ministerio público,
administración de justicia expedita, indultos, notariado, etc.
- Ministro de Instrucción Pública y Cultos. Promover la enseñanza en sus distin-
tos niveles; proteger la religión católica, tolerar con amplitud los cultos, etc.
237
Véase en Ib., pp. 464-465.
238
De la Peña, op. cit., p. 140.
239
Ib., pp. 481-490
240
Ley del 10-IV-1865, Ib., pp. 491-496.
El período presidencial de Juárez debía concluir al final del año 1865, sus facultades
extraordinarias no podían llegar al extremo de prorrogar su ejercicio en el poder, pero
lo hizo. El país vivía momentos sumamente críticos, la separación de Juárez del mando
supremo hubiera significado entregar el poder a los conservadores y hundir a la Repú-
blica, “entonces salió de la ley el Presidente y entró en el Derecho, sacrificó la Cons-
titución a la Patria e hizo bien; la gran mayoría de los republicanos aplaudió este acto
241
Powell, op. cit., p. 109. En septiembre de 1866 Maximiliano ordenó que se restableciera el fundo legal de
las poblaciones que carecieran de esa unidad básica de tierras municipales, pero esta orden no contó) con
el apoyo de las autoridades departamentales y locales. Destino similar tuvieron otras disposiciones, como
la ley del 1-I-1865, que reglamentaba el trabajo: definía la jornada laboral del alba al oscurecer, menos dos
horas para comida; el domingo sería día de descanso obligatorio, así como los festivos; los niños menores
de 12 años sólo trabajarían medio día; el salario debía pagarse en efectivo; los hacendados debían establecer
escuelas para hijos de trabajadores; prohibía las cárceles en las haciendas, pero esta ley sólo resultó de be-
neficio potencial, pues los funcionarios provinciales se negaron a acatarla. Dabbs, Jacks. The indian policy
of the second empire, citado por Powell, op. cit., p. 110.
242
Sierra, Justo, op. cit., p. 346. Por su parte, Rabasa apunta que: “No es posible asumir poder más grande que
el que Juárez se arrogó de 63 a 67, ni usarlo con más vigor, ni con más audacia, ni emplearlo con más alteza
de miras, ni con éxito más cabal ningún obstáculo encontró en su camino que no fuera allanable, sustituyó
no sólo al congreso sino al pueblo, prorrogando el término de sus poderes presidenciales por todo el tiempo
que fuese menester, pero salvó la patria”, op. cit.
243
De 10,381 votos Juárez obtuvo 7,422. Nótese la proporción de éstos, con relación al número de habitantes
cercano a los 8 millones.
244
Ib. Apéndice B, pp. 205-230.
245
Ley del 31-XII-1871, en MATIP, La Administración Pública, op. cit.
cieron en el régimen federal en 1868 a través del proyecto de la segunda ley de amparo
y en donde se consignó la procedencia del amparo contra las sentencias que causen
ejecutoria dictadas por los juzgadores locales. “Efectivamente el artículo 8 del citado
precepto disponía: No es admisible el recurso de amparo contra las sentencias de los
tribunales de la federación. Tampoco lo es en contra de las sentencias interlocutorias y
definitivas de los jueces y tribunales de los Estados, que no causen ejecutoria; en conse-
cuencia, sólo se dará entrada al recurso, después de pronunciada la sentencia definitiva
que cause ejecutoria”. La discusión del precepto se inició en la sesión del Congreso de
28 de diciembre de 1868 y culminó en la del 9 de enero de 1869. Durante los debates
se escucharon los argumentos defensores del federalismo judicial por voz de los dipu-
tados, Jesús Ríos y Valles diputado por Durango y Francisco Báez, diputado por Jalisco
Jesús Ríos y Valles replicó a la Comisión:
Señor: el artículo que se discute entraña gravísimas cuestiones, cuestiones nuevas que la
asamblea tendrá que resolver, quizá por primera vez. En este artículo, la comisión concede
el recurso de amparo contra todas las sentencias ejecutoriadas de los tribunales de los esta-
dos. Señor, ya no habrá ejecutorias en los Estados, las leyes de su administración de justicia
interior, quedarán violadas, la soberanía del Estado mengua, y los pleitos, los litigios que
lastiman tanto las fortunas de los ciudadanos, y que turban la paz de las familias, el bienestar
de la sociedad, encuentra un laberinto donde perderse, un nuevo caos donde sumergirse.
¿Qué disposición ha podido obligar a las ilustres comisiones a conceder estos recursos con-
tra las sentencias ejecutorias de los Estados? Dicen señor, que las palabras terminantes de la
fracción 1ª del artículo 101 de la Constitución. Nos dicen, señor, que las palabras: por leyes
o actos de cualquier autoridad, del expresado artículo 101, los obliga de una manera indis-
pensable a conceder amparo contra la sentencia ejecutoria de los tribunales de los Estados.
Yo, seguro, me propongo demostrar que… la Constitución no nos obliga a conceder amparo
contra las ejecutorias judiciales… Las palabras por Leyes o actos de cualquier autoridad, de
la fracción 1ª del artículo 101 no son extensivas a las sentencias o autos de los tribunales, por-
que la palabra actos, se aplica propiamente sólo a los actos administrativos y no a los autos
o sentencias de los tribunales que tienen esa propia denominación, porque los legisladores
constituyentes así lo entendieron: esta fue la inteligencia que dieron a esa palabra, porque no
aparece absolutamente que pretendieran hacerlas extensivas a los autos o sentencias. Este fue
el espíritu del artículo 101, y al espíritu o filosofía de la ley debemos atenernos antes que a su
letra, cuando se trata de interpretarla […]
Señor, a mi juicio la soberanía de los Estados en esta parte, la más importante, no existiría;
y la soberanía de los estados es uno de los dogmas de nuestra Constitución, es una de las
primeras bases sobre que descansa el pacto fundamental, ella se respira en lo general de la
Constitución ella es el espíritu que la anima; y en tal virtud no pudieron, tampoco pretendie-
ron los legisladores constituyentes, destruirla o mutilarla, trayendo a los tribunales federales
las sentencias ejecutorias de los Estados, para que pudieran ser nulificadas por ellos.246
246
Barragán Barragán, José. Proceso de Discusión de la Ley de Amparo de 1869, UNAM, México, 1980, pp.
181-183.
Con los argumentos señalados, a los que se sumaron los de Báez y Dondé, la comisión
modificó el contenido del artículo 8, el cual fue aprobado por 64 votos a favor contra
44, en los siguientes términos: “No es admisible el recurso de amparo en negocios
judiciales”.”247
Desafortunadamente, a unos cuantos meses de haber entrado en vigor la citada ley, “la
Suprema Corte de Justicia declaró inconstitucional el citado artículo 8, iniciándose así
el terrible proceso de centralización judicial que convirtió a la Corte y ahora a los tri-
bunales Colegiados de Circuito en árbitros del sistema jurídico mexicano… Me refiero
a la resolución de la Corte dictada el 29 de abril de 1869 sobre el recurso interpuesto
por el Lic. Miguel Vega contra el auto de desechamiento de la demanda de amparo que
dictó, con fundamento en el artículo 8 de la ley de la materia, el juez de Distrito de Cu-
liacán, Sinaloa, ya que se trataba de una resolución del Tribunal Superior de Justicia de
ese Estado por la que se suspendía en el ejercicio de su profesión de abogado al citado
Lic. Vega. La Corte revocó primero el auto del juez que desechaba la demanda y el 20
de julio concedió el amparo y protección de la justicia federal al citado licenciado”.248
Las adiciones y reformas del 13 de noviembre de 1874 se caracterizaron por dar nue-
va fisonomía al poder Legislativo, al restablecer la Cámara de Senadores y asignarle
facultades exclusivas. Se reestructuró la Comisión Permanente, dando cabida en ella a
los senadores. También se adecuó el proceso legislativo desde: Iniciativa, discusión y
aprobación de las leyes, con la participación senatorial. En consecuencia, estos legisla-
dores quedaron sujetos a las responsabilidades por delitos comunes; y los delitos, faltas
y omisiones ocurridas durante su encargo.
247
Ibíd., p. 272.
248
Álvarez Montero, op. cit.; Héctor Fix Zamudio, La Suprema Corte de Justicia y el Pensamiento Jurídico,
Poder Judicial de la Federación, México, 1985, p. 117 y ss.
249
Una mayor explicación de estos casos en González Oropeza, Manuel. La intervención federal en la desapa-
rición de poderes, pp. 59-85. UNAM, 1986.
Una preocupación fundamental del nuevo gobierno era obtener el reconocimiento del
exterior, principalmente de los Estados Unidos, país que emergía, junto a Alemania
250
Los Presidentes de México ante la Nación, citado por Córdova, Arnaldo, La ideología de la revolución mexi-
cana, p. 39. Ed. ERA, México, 1979.
251
Citado por Chanes Nieto, José. “Administración dictatorial”, p. 232 en RAP, No. 3, enero-marzo 1983,
INAP. México.
252
Las reformas hechas al art. 78 constitucional se publicaron en el Diario Oficial de fechas 5 de mayo de 1878,
21 de octubre de 1887, 20 de diciembre de 1890, 6 de mayo de 1904, 7 de noviembre de 1911.
253
Cosío Villegas, Daniel. El sistema político mexicano, p. 16, Ed. Joaquín Mortiz, México, 1973.
como las nuevas potencias mundiales de fin de siglo. “Los Estados Unidos de América
reconocieron el gobierno de Díaz tras año y medio de tensiones, condicionando un
acuerdo que preveía el acuerdo mutuo de que las tropas de ambas naciones cruzaran
la frontera… mientras Díaz se dedicó tenazmente a disipar el celo nacionalista del
Congreso hasta asegurar… su autorización para contratar con empresas privadas de los
Estados Unidos de América la construcción del ferrocarril central a Ciudad Juárez y
Nuevo Laredo”.254
Cuando Díaz se hizo cargo del Ejecutivo buscó establecer una política de promoción
económica viable a través de las dependencias de la administración pública federal.
Para entonces existían seis Secretarías de Estado: Relaciones Exteriores, Gobernación,
Justicia e Instrucción Pública, Fomento, Guerra y Marina, y Hacienda y Crédito Públi-
co. Sin embargo, a esta estructura se le sumarían otras dirigidas a modernizar el país, a
desarrollar una infraestructura material, veamos cada uno de los ramos administrativos
del gobierno federal.
254
Leal, op. cit., pp. 138-139.
255
Vernon, R., op. cit., p. 67.
256
Informe presidencial de IV-1877, en MATIP, Las Comunicaciones, vol. 8, p. 17. Y después, en 1892 declara
que: “garantizan la seguridad pública las fuerzas de los estados y las rurales, que vigilando constantemente
las vías de comunicación, inspiran la confianza necesaria al comercio y la industria. Ib., p. 66.
257
Informes presidenciales del 16-IX de 1878 y 1900, en MATIP, op. cit.; Tamayo J. y Contreras M. en Mé-
xico en el siglo xx 1900-1913. Textos y Documentos, tomo I, Antologías Universitarias, No. 22, UNAM,
México, 1975, pp. 99-100. También y del mismo autor, “El contrato de apertura de canales de irrigación”,
origen de la guerra contra los indios yaquis, en los márgenes de los ríos Yaqui, Mayo y Fuerte, en Sonora y
Sinaloa, con Carlos Conant y Compañías deslindadoras, por medio del cual quedan autorizadas para abrir,
explotar y construir un canal de riego con derecho al uso de las 2/3 partes de las aguas de cada uno de dichos
ríos, pudiendo también construir... canales distribuidores sin limitación alguna. La empresa queda obligada a
dar hasta la mitad de agua que éstos conduzcan a los pobladores de los ríos Yaqui y Mayo, por donde dichos
canales pasen, para el riego de los terrenos que cultiven... cobrándoles por el uso de agua cuotas equitativas
que en ningún caso excederán de una octava parte de cada una de sus cosechas... El gobierno prestará a la
empresa el apoyo moral y material... para vencer obstáculos en este contrato, pp. 42-44. (artículo 16 sobre la
expropiación por utilidad pública).
258
Los presidentes de México ante la nación, en Córdova A., La ideología, op. cit., p. 43; y otro de sus ideó-
logos proponía: El Estado más bien debe procurar crear la atmósfera y los medios precisos al desarrollo
industrial; su labor debe ser constructiva... concretamente el Estado puede crear medios de comunicación y
promover la colonización... J. Sierra. Ib., p. 68. Sierra sugería también la expropiación por utilidad pública,
al respecto véase a Silva Herzog, Jesús, en Breve historia de la revolución mexicana, tomo I, p. 16, Fondo
de Cultura Económica. México, 1970.
259
Esta decisión la informó el 1º.-IV-1897, véase MATIP, La Hacienda Pública, vol. 4, tomo 1, p. 225.
el petróleo. La ley minera, de 4 junio 1892, dispuso que las concesiones serían irrevo-
cables y a perpetuidad, lo cual sería reformado en 1917.
260
Véase Vera Estañol, Jorge. La evolución jurídica, p. 42 y ss. México, UNAM, 1994, reimpresión de la edi-
ción de 1911.
261
Torres Gaytán, Ricardo. Un siglo de devaluaciones del peso mexicano 39. Y más adelante señala que los pre-
cios del maíz, chile, trigo y arroz, artículos de amplio consumo popular, registraron aumentos más o menos
proporcionales a la baja de la plata, Ib., p. 62.
262
La concesión se otorgó inicialmente a Alfred Westryp y Cía., para unir las comisarías de policía con la ins-
pección general, a ésta con el despacho del gobernador del D.F., y a éste con el Ministerio de Gobernación.
MATIP, Las Comunicaciones, p. XLIV.
tres Departamentos y siete Secciones, que atenderían la diversidad de las funciones del
servicio postal.263
En el ramo de correos, los ferrocarriles transportaban gratuitamente la correspondencia
y también a los empleados del servicio postal; se realizaron contratos con líneas de
navegación para transportarla. La importancia de las comunicaciones era indudable en
aquella época, además de favorecer el desarrollo del capitalismo llevó directamente a
un aumento en la demanda de obras públicas, entonces el gobierno acentuó su interés
en la industria de la construcción, a través de una nueva Secretaría, la de Comunica-
ciones y Obras Públicas (SCOP), que no sólo administraría vías de comunicación ma-
rítimas y terrestres, sino portuarias, faros, obras de ornato para embellecimiento de las
ciudades, monumentos públicos, calzadas, canales, obras de mantenimiento y desagüe
y otras más. Sin embargo, el ramo más importante de las comunicaciones fue el de los
ferrocarriles, las concesiones otorgadas por el gobierno contemplaban subsidios mone-
tarios por kilómetro de vía construido, derecho de expropiar por utilidad pública, donde
generalmente se ligaba la necesidad de construir las estaciones y sus anexos, exención
de impuestos para importar el material rodante, etc.264
El mismo gobierno canalizó recursos para la construcción de vías férreas, aunque de
pequeño recorrido; por otro lado, la diversidad de concesiones se hizo sin un programa
en el trazado de las líneas e incluso, como señala Solís, con “carencia de uniformidad
en la anchura de las vías”,265 lo que preocupó al gobierno y dio origen a que en el año
de 1898 J. Yves Limantour (secretario de Hacienda) formulara un plan de rehabilita-
ción ferroviaria que “comprendía la integración de la red nacional y la reducción de las
cargas económicas que soportaba el erario por concepto de subvenciones a los ferro-
carriles”.266
Para 1890 Díaz consideró la educación de la sociedad, aún en manos de particulares y
religiosos, y decide que ésta debe tener un carácter oficial y obligatorio, expidiendo un
decreto de nacionalización de las escuelas de la Compañía Lancasteriana, “…habien-
263
En el informe al Congreso de IX-1888, Díaz declaró: “En todo el país se observa mayor actividad en las
comunicaciones; pueblos que apenas se conocían gozan hoy de las ventajas del servicio postal… que les
lleva la cultura y facilita las transacciones comerciales”. Ib., p. 50.
264
Ib., p. XLII. En general, las características de las concesiones ferrocarrileras, salvo algunas diferencias, se
pueden agrupar como sigue: Plazo de Vigencia: 99 años. La explotación corría por cuenta de los concesio-
narios, acatando ciertas reglas y tarifas determinadas. El gobierno quedó facultado para nombrar interven-
tores durante la fase constructiva, así como representantes en las juntas directivas. Las empresas quedaron
obligadas a rendir informes anuales de carácter financiero y del movimiento ferroviario. Tarifas revisables
periódicamente. La carga del gobierno, tropas y empleados en viaje por trabajo, pagarían siempre tarifas más
reducidas. Derecho de poner uno o dos alambres en los postes telegráficos de las vías férreas.
265
Solís, L. op. cit., p. 50.
266
MATIP, Las Comunicaciones, p. XLVI. Aquí mismo se apunta que este plan se transformó en la Ley General
de Ferrocarriles que clasificaba las vías férreas en: Generales de comunicación, con importancia principal.
Vías de interés local en el D.F. y territorios. Vías de interés local en los estados.
267
Informe al Congreso del 16-1890. MATIP, La Administración Pública, vol. 5, tomo II, p. 77. El 21-III-1891
se expide la Ley Reglamentaria de la Instrucción Obligatoria en el D.F. y en los territorios de Baja California
y Tepic. El 31-V-1891 se expide el reglamento interior de las escuelas oficiales de enseñanza primaria (se
definen y uniforman funciones de directores y empleados de las escuelas, estableciendo disposiciones de
disciplina escolar que garantizaban la moralidad de los alumnos). Ib., pp. 80-81.
268
Decreto del 18-V-1905. “... La experiencia nos demuestra que la pujanza, el valor y la moralidad de un
pueblo, lo mide el nivel de su cultura intelectual, siendo ficticio y efímero todo progreso que no se funde en
una sólida instrucción... Permeabilizar las últimas capas sociales para que penetre en ellas una enseñanza
moderada y conveniente a cada clase acabar con los analfabetos cambiar los antiguos métodos de enseñanza
modificar los programas (éstos son) en breve resumen, los trabajos (que se desprenden) de esta secretaría de
Estado”. MATIP, La Administración Pública, vol. 5, tomo Il, pp. 153-154. El texto del decreto que establece
las funciones de la Secretaría del Despacho de Instrucción Pública y Bellas Artes, se puede consultar en: La
Administración Pública, vol. 5, tomo II, p. 183.
269
Ley Sobre Organización de Aduanas del 30-XII-1893. Dirección General de Aduanas, 15-VI-1900. Reor-
ganización de Aduanas, 16-IX-1904. Decreto que reforma la Ordenanza General de Aduanas, 22-III-1898.
Decreto reorganizando la Contaduría Mayor, 6-IV-1904.
270
Ib., p. 218. También fueron significativas las diversas medidas decretadas por el Ejecutivo en cuanto al ramo
de aduanas, que era de los más importantes, por lo que reportaba al erario público, entre otras están la Nueva
Ordenanza de Aduanas de 1891, que perseguía “impulsar el tráfico internacional... a efecto de proporcionar
al comercio todas las franquicias compatibles con el interés fiscal”, Ib., p. 203.
Para lograrlo, la Secretaría de Hacienda porfirista, con José Ives Limantuor a la cabeza,
se propuso sacar su discusión del Congreso y colocarla en la relación del presidente
de la República con los ejecutivos de los estados a fin de extender las políticas de con-
ciliación de intereses a este ámbito. Así se llevó a cabo la conferencia de autoridades
fiscales de los estados en 1895. La aceptación de abolir las alcabalas por parte de los
estados se logró eliminando los impuestos federales sobre el consumo de manufacturas.
Cabe recordar en este lugar que en el constituyente de 1856, el artículo 120 del proyecto
de constitución expresó: Los Estados, para formar su hacienda particular, sólo podrán
establecer contribuciones directas. La federación sólo podrá establecer impuestos in-
directos. “A pesar de redacción tan clara, los miembros de la comisión, que redactaron
el artículo, manifestaron que no deseaban realizar una delimitación de las facultades
impositivas, sino sentar bases generales al respecto, sin ocuparse de los pormenores de
una clasificación de rentas, y también querían abolir las alcabalas… El artículo 120 fue
suprimido. El problema que se planteó en la ley fundamental de 1857 fue el siguiente:
¿puede la federación establecer impuestos en forma ilimitada con la finalidad de cubrir
su presupuesto, o únicamente debe limitarse a las facultades tributarias expresas?, que
eran realmente escasas.
La sección VIII, cláusula 1, del artículo 1°, de la Carta Magna de los Estados Unidos
de Norteamérica, dice: ‘El Congreso estará facultado para imponer y percibir contribu-
ciones, derechos, impuestos y sisas con el fin de pagar las deudas y proveer a la defensa
común y el bienestar general de los Estados Unidos.’ A propósito no se quiso delimitar
la facultad tributaria entre federación y estados miembros. Hamilton defendió tal prin-
cipio contra las críticas de quienes pensaban que debió haberse hecho la delimitación,
y entre sus argumentos, sostuvo que: si la facultad tributaria federal se limitaba sólo a
las importaciones, el gobierno federal podía caer en la tentación de subirlos a tal grado
que fuera económicamente perjudicial; que todo gobierno debe tener el poder necesario
para la realización de las finalidades que debe cumplir y que la única restricción que al
respecto tiene, es el bien público y los deseos del pueblo; el gobierno tiene que satis-
facer las exigencias nacionales, luego debe tener los recursos para hacerlo, pero como
los estados miembros tienen que satisfacer sus necesidades, también pueden imponer
contribuciones en la forma más amplia, con la excepción de los impuestos de exporta-
ción e importación.
A partir de este momento la lógica se invirtió en perjuicio del Federalismo. Si hasta en-
tonces, la mayoría de las facultades fiscales eran del dominio reservado de los estados,
la abolición de los impuestos federales sobre el consumo a la larga crearon los incen-
tivos en la Federación para intentar recuperar ingresos vía la absorción de facultades
fiscales estatales.
Esta situación alcanzó hacia principios del presente siglo sus límites de seguridad, lo
que llevó a Díaz a nombrar dos comisiones de estudio: una Comisión de Cambios In-
ternacionales, trabajando en los principales centros financieros del mundo en busca de
una posible estabilidad de la plata, y una Comisión Monetaria, dividida en cinco subco-
misiones, para que propusiera las medidas más convenientes para el sistema monetario,
dada la peligrosa devaluación del peso. La comisión rindió el dictamen correspondiente
y aconsejó entre otros aspectos “Implantar el patrón de cambio oro… suspender la libre
acuñación de la plata y autorizar la de oro.”274
271
Carpizo, op. cit., pp. 276-280.
272
MATIP, La Administración Pública, vol. 5, tomo II, p. 143.
273
Híjar y Haro, Alberto. “Manual de la Contraloría”, p. 89, en RAP, No. 54, op. cit.
274
Torres Gaytán, op. cit., p. 86. También se puede consultar a López Rosado, Diego, Ensayos sobre historia
económica de México, “La reforma monetaria’, pp. 205-218, UNAM, 1965.
En materia de Relaciones Exteriores, la Secretaría del ramo había hecho, desde 1878,
los canjes de ratificaciones para el arreglo de límites entre México y Guatemala y cuyo
tratado de límites definitivo quedó firmado en 1895. Asimismo, en trabajo conjunto
con la Foreign Office británica, anunciaron la reanudación de relaciones diplomáticas
entre ambas naciones, suspendidas desde la época juarista, y en 1893 se anunciaba el
Arreglo de Límites entre México y Belice. (Veáse mapa pág. 193)
Se debe referir que en 1882 se firmó el Tratado de Límites Territoriales entre México
y Guatemala, con modificaciones en 1895. No fue sino hasta la paz porfiriana que se
decidió poner fin al desorden y guerra intestina de la región; con el Tratado Mariscal-
Spencer suscrito en 1893, el México del régimen porfirista aceptaba y reconocía como
posesión territorial inglesa lo que ahora es Belice, otorgándole el cayo Ambergris que
era explotado desde 1822 por los ingleses. A cambio de ellos, Inglaterra aceptaba sus-
pender el suministro de armas y municiones a los indígenas. Debilitados por esta si-
tuación el gobierno federal llevó a cabo una segunda ofensiva al establecer una oficina
aduanal frente a la bahía de Chetumal para controlar el tráfico comercial con los ingle-
275
O’Gorman, op. cit.
ses, al tiempo que enviaba una escuadra militar armada con cañones, y armamento de
poderío muy superior al de los indígenas ya desarmados con lo cual su sometimiento fue
cosa de días, tanto como tardaba en avanzar por el territorio nacional el ferrocarril del sur.
En 1901, Porfirio Díaz presentó ante el Congreso de la Unión un proyecto en que propo-
nía erigir un territorio federal en esa región, los argumentos del mismo son los siguientes:
“El éxito de la campaña emprendida por las tropas federales contra las tribus mayas,
ha puesto bajo la acción del gobierno la importante porción oriental de la península yu-
cateca, que por mucho tiempo se mantuvo sustraída a la obediencia de las autoridades
legítimas de la República; y aunque restan grupos de esa tribu que no han depuesto su
actitud rebelde, estos son activamente perseguidos por las fuerzas expedicionarias es-
trechándolas en los bosques donde se han refugiado. Pero en esa extensión de territorio
reconquistado se conoce los elementos de una administración legal reguladora, bajo
cuyo amparo se estimule la colonización y repoblación de comarcas hasta hoy desiertas
y se promuevan y lleven a cabo la multitud de trabajos materiales y providencias admi-
nistrativas que hoy más que nunca se hacen necesarias para devolver aquella región a
la vida civilizada. Esta empresa que demanda una suma de poder y gastos que no están
al alcance de los gobiernos locales ahora en concepto del Ejecutivo, correrá a cargo de
la Federación y por tales consideraciones juzga indispensable que se erija en Territorio
Federal”.276
276
Álvarez Coral, Juan. Historia de Quintana Roo a partir de la guerra de castas, p. 140. Edición de la Repre-
sentación del Gobierno de Quintana Roo en México. México, 1972.
277
Meyer, Su Majestad Británica, op. cit.
les. Desde la perspectiva del ministro Tower 1907, entre otras cosas, “nada puede ser
más satisfactorio que las relaciones actuales entre la Gran Bretaña y México”. Para
los observadores ingleses de principios de siglo, el desarrollo mexicano apenas estaba
iniciándose y muy pronto se sentiría su importancia en toda América Latina y en el
mundo en general. Los británicos veían en la riqueza minera y agrícola del país la base
de un progreso inmediato, si se llegaba a descubrir depósitos importantes de petróleo y
carbón, entonces podía aspirar a la industrialización.278
2.2.4.2 La Administración Pública y demandas sociales
Toda esta actividad se iba reflejando en la estructura, reformada en 1891 y 1905. En el
primer caso, fue en 1891 cuando Díaz decide reestructurar la administración pública,
y por el decreto del 13 de mayo, busca adecuarla a las necesidades socioeconómicas y
eliminar el congestionamiento de asuntos en ciertas Secretarías, ampliando el número
de éstas a siete:279
Presidente de la República
» Secretaría de Gobernación.
» Secretaría de Relaciones Exteriores.
» Secretaría de Guerra y Marina.
» Secretaría de Hacienda, Crédito Público y Comercio.
» Secretaría de Justicia e Instrucción Pública.
» Secretaría de Fomento.
» Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas.
Escuelas: de Ciegos, de Artes y Oficios, de Agricultura, Normal de Profesores, Univer-
sidad Nacional de México, Secundaria de Niñas, Academia de Bellas Artes, Conserva-
torio de Música, entre otras.
Comisiones: Consultiva de Indemnizaciones, de estudio para el crédito público, para
reformar las Ordenanzas del Ejército, para el estudio del sistema monetario, para la
compra y distribución del maíz y frijol; Exploradora de la Fauna y de la Flora; para el
arreglo de pensiones y montepíos militares, etc.
Institutos: Bacteriológico; Antirrábico, Médico Nacional; Patológico; Bibliográfico
Mexicano; Observatorio Meteorológico; Telegráfico Militar, etc.
Juntas: Directiva de conservación y reparación de carreteras, de Beneficencia Privada,
para la previsión de cereales, de vigilancia de las cárceles y otras más.
278
Ibíd.
279
Decreto del Congreso que establece el modo como deben distribuirse los negocios entre las secretarías
de Estado, en MATIP, La Administración Pública, vol. 5, tomo II, pp. 87-90.
Por su parte, la Secretaría de Fomento quedó encaminada a cubrir los aspectos de agri-
cultura, colonización, minería, industria y estadística, entre otros.
280
En cuanto a la existencia de este tipo de organismos se pueden ver las obras de: Chanes Nieto, op. cit., pp.
236-237; Díaz Rugama, Alberto, op. cit., pp. 134-137, Ruiz, Eduardo, op. cit., pp. 246-260; Flores Caballe-
ro, Romeo, op. cit., p. 133.
La Secretaría de Guerra ha seguido su marcha sólida y reflexiva para crear una oficialidad
técnica especial y otra más numerosa técnica general, apoyando la instrucción teórica en
ejercicios prácticos indispensables para constituir completa educación militar. Nuevos edi-
ficios se han adaptado para el servicio del ejército; continúa con éxito el establecimiento de
fábricas de artículos de guerra y se prepara la instalación de los poderosos cañones con que
se ha proyectado en Salina Cruz la defensa de la Línea del Istmo de Tehuantepec. Por último
se han establecido publicaciones militares para la instrucción voluntaria del ejército y para
acoger en ellas los frutos del estudio de nuestros jefes y oficiales competentes.
En el ramo de Hacienda, centro del movimiento financiero, administrativo y regulador de la
vida económica social... (.existe) notable mejoría en las rentas públicas, disminuidas por la
crisis que tanto ha durado, y no obstante el rudo golpe que recibió la agricultura por la onda
fría de septiembre de 1909, no se nota que el desastre en el terreno de la alimentación pública,
haya trastornado otras fuerzas de producción de gran intensidad industrial y comercial”.282
282
Al iniciar el Congreso sesiones el 1º-IV-1910, MATIP, La Administración Pública, vol. 5, tomo II, p. 177-178.
dades, detentadores de la riqueza, y por el otro, una masa de personas sin propiedades,
detentadoras de la fuerza de trabajo de la sociedad. El proceso de industrialización
impuso condiciones severas al trabajador, condiciones que el gobierno difícilmente
resolvió, pues el trabajo quedó entonces regulado tan sólo por la oferta y la demanda y
los estatutos empresariales. El trabajo quedó fuera de la acción administrativa, no fue
objeto de reglamentación, el mismo Díaz justificó esta conducta así: “El Ejecutivo de la
Unión no es ni puede ser indiferente a los males que aquejan a la clase obrera de la Re-
pública... Pero hay males privados que, aun reclamando todo género de simpatías, están
en gran parte fuera de la acción administrativa, y tal es el caso de los que aquejan a la
clase que ustedes tan dignamente representan… Dadas las instituciones que nos rigen,
le es imposible (al gobierno) limitar la libre contratación ni intervenir de una manera
directa en el mejoramiento de la condición del obrero...No hay texto legal que lo auto-
rice, ni conveniencia económica que lo obligue a decretar salarios, ni precios ni horas
de trabajo. Solamente puede el gobierno contribuir a mejorar la condición del obrero
por medios indirectos, como son la conservación de la paz, el fomento de la industria
y la inversión de capitales... en el desarrollo de los elementos naturales de riqueza del
país...El derecho al trabajo debe traer forzosamente aparejada la obligación de procu-
rarlo, y nuestras instituciones no consignan ni para el gobierno, ni para los particulares
obligación semejante”. Frente a estos hechos, el Ejecutivo, en uso de facultades discre-
cionales, dictó un laudo favoreciendo al capital, y es que como señala Pastor Rouaix:
“en el gobierno del General Díaz... la riqueza personal era la cualidad más estimada y
el capital el elemento único, digno de protección y respeto”.283
En el porfiriato observamos el crecimiento del aparato productivo de los niveles de pro-
ducción, de la población, pero también el crecimiento de las contradicciones sociales.
Este régimen heredó el criterio liberal en la aplicación de las leyes de desamortización
y lo amplió con las leyes de deslindes de baldíos, las que contribuyeron a la preponde-
rancia de las haciendas sobre los pueblos y comunidades rurales.
Esto afectó profundamente sobre la estructura de la tenencia de la tierra que acusó un
alto grado de concentración en particulares y compañías deslindadoras, las que, “hasta
1889 estaban formadas únicamente por 29 personas, todas ellas acaudaladas y de gran
valimiento en las esferas oficiales... Todavía de 1890 a 1906, este último en que fueran
disueltas las compañías... su número había ascendido a 50”.284
283
Matias, Romero analiza el pensamiento porfirista sobre las relaciones obrero-patronales, consúltese en Ta-
mayo-Contreras, tomo I, op. cit., p. 83-86.
284
Silva Herzog, Jesús, op. cit., tomo I, p. 16. O. Hernández realizó un “Esquema de la Economía Mexicana
hasta antes de la revolución”, estableciendo cuatro categorías sociales de acuerdo a la posesión de la tierra:
Hacendados y rancheros, conservaban el 97% de tierra censada. Pequeños propietarios, el 2% y los pueblos
el 1%. Para 1910 existían 5,932 haciendas y 32,557 ranchos. El 40% del área del país estaba repartida en me-
dia docena de latifundios. Citado por Córdova, A. La ideología... op. cit., pp. 42-43. Por otro lado, Hansen
apunta que para 1910 el 90% de las aldeas indígenas de la meseta central no poseían ninguna tierra comunal,
op. cit., p. 39.
285
Reynolds, cit. p. 169.
286
Informe presidencial del 16-IX-1910, MATIP, La Política Agraria, p. 38.
3 Campeche, Colima, Durango, San Luis Potosí, con 2 Aguascalientes, con 1 están
Sinaloa, Sonora, Jalisco, Tlaxcala, Querétaro, Nuevo León, Oaxaca, Baja California.
En cuanto a las finanzas públicas federales, se observa superávit desde el año 1895,
las estatales lo hacen desde 1891, lo municipios presentan situación similar.
A la misma fecha, México mantenía canje de publicaciones con 139 países del mundo,
a través de sus Direcciones de Estadística y Sociedades Científicas.287 (Veánse cuadros
págs. 202-220)
AGUASCALIENTES
BAJA CALIFORNIA
Estos datos y los cuadros que le siguen se tomaron de Peñafiel, Antonio. Anuario estadístico de la Repúbli-
287
ca Mexicana 1899. Edición facsimilar de la Guía general descriptiva de la República Mexicana hecha por
Figueroa Domenech y del Primer almanaque histórico, artístico y monumental de la República Mexicana
publicado por Manuel Caballero en 1899.
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
214
Tomo VI. Génesis y evolución del federalismo en México
19/04/13 12:42
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
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218
Tomo VI. Génesis y evolución del federalismo en México
19/04/13 12:42
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
CAMPECHE
• En 1824, Campeche llegó a un acuerdo con las autoridades del nuevo estado yu-
cateco.
• El 8 de abril de 1830 se expidió en Becal el acta que instituyo la Provincia de
Yucatán.
• En julio de 1831 se restableció el régimen federal del Estado de Yucatán.
• En 1835, el Ayuntamiento de Campeche pidió que se reconociera el sistema cen-
tralista.
• Al triunfo del centralismo, Yucatán pasó a ser departamento, siendo Campeche
uno de sus distritos.
• Campeche se rindió en mayo de 1840 al régimen federal, restableciéndose la
Constitución de 1824.
• En enero de 1846 se decretó que Yucatán no reconocería más al gobierno de la
Nación.
• Yucatán se reincorporó a la Nación Mexicana el 2 de noviembre de 1846.
• Dos meses después, Campeche proclamó la Constitución de 1841.
• Los movimientos separatistas culminaron con el pronunciamiento del 7 de agosto
de 1841.
• Campeche juró la Constitución de 1857 en abril de 1858.
• El convenio de división territorial se firmó el 11 de mayo de 1858.
• Fue erigido en estado por decreto de mayo de 1858, que a su vez fue ratificado
por un decreto federal del 19 de febrero de 1862.
• Su calidad de Estado Libre y Soberano fue ratificada, una vez más, por decreto
del 29 de abril de 1863.
• Durante el Segundo Imperio fue Departamento y posteriormente regresó al régi-
men federal.
• En 1902 perdió parte de su territorio al crearse el Territorio de Quintana Roo.
COAHUILA
• Al triunfo del centralismo, la ley del 30 de junio de 1838 los declaró departamen-
tos independientes, no obstante que Texas ya se había separado de la República.
• El Acta Constitutiva de mayo de 1847 le dio, una vez más, su calidad de estado.
• En 1848, con la firma del Tratado de Guadalupe-Hidalgo, Coahuila perdió sus
territorios situados al norte del Río Bravo.
• En febrero de 1856 Santiago Vidaurri incorporó Coahuila a Nuevo León, acto
que fue sancionado por los constituyentes de 1857, pues la Constitución de ese
año declaró a Coahuila y a Nuevo León como un solo estado.
• Benito Juárez, por decreto del 26 de febrero de 1864, declaró la separación de
ambos estados.
• El 20 de noviembre de 1868 fue ratificado, definitivamente, por el Congreso de
la Unión, como Estado Libre y Soberano de Coahuila.
COLIMA
CHIAPAS
CHIHUAHUA
• Se convirtió en ciudad en 1823. En asiento de los Poderes del estado de 1824.
• En 1823, Chihuahua fue erigida en provincia y separada de Durango.
• El Acta Constitutiva de la Federación del 31 de enero de 1824 creó el Estado
Interno del Norte, formado por las provincias de Durango, Chihuahua y Nuevo
México.
• Por la Constitución de 1824, Chihuahua se convirtió en estado federal.
• Al instaurarse el centralismo, en agosto de 1834, Chihuahua pasó a ser Departa-
mento.
• El 30 de diciembre de 1853 se firmó al Tratado de La Mesilla, perdiéndose esa
porción de territorio.
• Por la Constitución de 1857, recuperó su categoría de estado.
• Durante la guerra de la Intervención Francesa, el estado fue asiento del gobierno
republicano de Juárez durante más de dos años, estando los Supremos Poderes en
la ciudades de Chihuahua –a donde Juárez llegó el 29 de septiembre de 1864– y
Paso del Norte – agosto de 1865–, hoy Ciudad Juárez.
• En marzo de 1866, los republicanos recuperaron definitivamente Chihuahua.
DISTRITO FEDERAL
• Al iniciar la vigencia de la constitución de 1824, quedó incluido en el Estado de
México.
• La fracción XXVIII del artículo 50 de la Constitución Federal, del 4 de octubre
de 1824, le otorgó al Congreso la facultad de elegir el lugar que sirviera de resi-
dencia a los supremos poderes de la Federación. El 18 de noviembre del mismo
año, el Congreso señaló a la Ciudad de México como sede oficial del gobierno de
la Nación y asignó al Distrito, que desde entonces se llama Federal, la superficie
comprendida en un círculo de 8,800 metros con centro en la Plaza Mayor.
• El 29 de noviembre de 1836, con base en lo dispuesto en el artículo 3º de la Sexta
Ley de las Bases y Leyes Constitucionales que implantó el régimen centralista, el
DURANGO
• En 1823 fue separado de Chihuahua, y por decretó del Congreso del 26 de mayo
de 1824 formó parte del Estado Interno del Norte como provincia.
• En la Constitución Federal de 1824 aparece como estado.
• El régimen centralista convirtió a Durango en Departamento en el año de 1836,
situación que cambio en febrero de 1847, cuándo recobró su carácter de estado,
al reimplantarse el Sistema Federal.
• Durante la Intervención Francesa tuvo el rango de Departamento, hasta que en
noviembre de 1866, los franceses abandonaron ese territorio.
GUANAJUATO
• Durante la Independencia se convirtió en provincia y al promulgarse la Consti-
tución de 1824, obtuvo la categoría de estado, que perdió durante los regímenes
centralista e imperial.
• El 1º de diciembre de 1853, parte de su disensión fue afectada por la creación del
Territorio de Sierra Gorda.
• La Constitución de 1857 dejó al estado casi la totalidad de su antiguo territorio.
• Hasta diciembre de 1867 le fue restablecida su calidad de Estado Libre y
Soberano.
GUERRERO
• En 1836, Nicolás Bravo y Juan Álvarez, pese a sus diferencias políticas, unieron
sus acciones para crear el Departamento del Sur, con capital en Chilpancingo.
• En 1841 se creó el Departamento de Acapulco, pero no fue ratificado por el Con-
greso en virtud de la oposición de Santa Anna.
• En el año de 1847, Bravo y Álvarez sometieron al Congreso una propuesta para
crear la nueva entidad con los Distritos de Acapulco, Chilapa y Taxco, los cuales
pertenecías a los estados de México, Puebla y Michoacán, pero la invasión nor-
teamericana aplaza la resolución a esta propuesta.
• El 27 de octubre de 1849, el Presidente José Joaquín de Herrera decretó la crea-
ción del estado de Guerrero, cuyo nombre se adoptó para rendir honor al in-
surgente Vicente Guerrero Saldaña. Su primer gobernador fue el General Juan
Álvarez.
• En el pueblo guerrerense de Ayutla surgió el Plan, reformado en Acapulco, que
derribó a Santa Anna y llevó al triunfo a los liberales que proclamaron la Consti-
tución de 1857.
HIDALGO
JALISCO
• El 6 de junio de 1823, la diputación provincial de Guadalajara se pronunció a
favor del Federalismo. El 21 del mismo mes, el General Quintanar promulgó el
propio decretó, declarando a Jalisco Estado Libre y Soberano.
• La Constitución de 1824 contempló al estado de Jalisco sin el territorio de
Colima.
• El 1º de marzo de 1825 se estableció el primer gobierno constitucional, siendo su
primer gobernador don Prisciliano Sánchez.
• Durante el centralismo fue declarado Departamento. El 19 de octubre de 1835
cesó la legislatura local y se forma la Junta Departamental.
• Después del golpe de Estado de Comonfort, Jalisco, con otros estados, forma una
coalición para luchar en defensa de la Constitución de 1857, con Juárez a la cabe-
za. En el estado se libraron importantes batallas entre liberales y conservadores.
MÉXICO
MICHOACÁN
MORELOS
• En 1824, Morelos era el segundo Distrito de México, con dos partidos: Cuerna-
vaca y Cuautla de Amilpas.
• En 1827 obtuvo la denominación de prefectura.
• El 14 de octubre de 1834, la legislatura de México concedió a Cuernavaca el
título de ciudad.
NAYARIT
• La Constitución de 1824 integró a Tepic como 7° cantón de los ocho que com-
pondrían el estado de Jalisco.
• El General Miguel Miramón otorgó, el 8 de diciembre de 1859, el rango de terri-
torio al distrito de Tepic.
• Al restaurarse la República, el Presidente Benito Juárez decretó, el 7 de agosto de
1867, que el cantón de Tepic se convertía en Distrito Militar dependiente, en lo
administrativo, del gobierno federal. Mientras esta entidad solicitaba su reincor-
poración, el Ayuntamiento de Tepic pedía su elevación a la categoría de estado.
• El 30 de octubre de 1884 se erigió en territorio por el Congreso de la Unión.
• El 3 de junio de 1885, bajo la Presidencia de Manuel González, se promulgó la
ley que determinó el territorio de Tepic, dividiéndolo en cinco prefecturas (San
Blas, Santiago, Acaponeta, Ahuacatlán y Compostela) y tres subprefectas (Ixtlán,
La Yesca y Tuxpan).
• Para 1887 se modificó esta estructura territorial, quedando dividida en seis parti-
dos o prefecturas (Tepic, San Blas, Santiago, Acaponeta, Ahuacatlán y Compos-
tela) y seis subprefecturas (Santa María del Oro, Tuxpan, La Yesca, Amatlán de
Cañas, Ixtlán y la Sierra de Nayarit).
• En 1909 se otorgó categoría de ciudad a las villas de Acaponeta, Santiago Ix-
cuintla e Ixtlán del Río.
• El 26 de enero de 1917 se aprobó la iniciativa de Venustiano Carranza de erigir
el estado de Nayarit.
NUEVO LEÓN
OAXACA
• Al jurarse la Constitución de 1824, Oaxaca fue incluido como uno de los estados
de la Federación.
• En diciembre de 1856 desapareció el Territorio del Istmo, que se segregó de Ve-
racruz y Oaxaca, el 11 de mayo de 1853.
• A partir de 1872 se llamó Oaxaca de Juárez.
PUEBLA
QUERÉTARO
QUINTANA ROO
SINALOA
SONORA
• En 1824 quedó unida con Sinaloa en la entidad que se llamó Estado de Occidente.
• El nombre de Hermosillo se dio a la capital, el 5 de septiembre de 1828, en honor
a José María González Hermosillo, quien propagó la revolución de Independen-
cia en el noroeste del país.
• Por decreto del 13 de octubre de 1830 surgió nuevamente como entidad autóno-
ma, entonces los poderes locales se instalaron en Hermosillo.
• En 1831 el gobierno se trasladó a Arizpe.
• En 1855 el Estado de Sonora se adhirió al Plan de Ayutla.
• La Constitución de 1857 le confirmó la categoría de estado de la Federación.
TABASCO
TAMAULIPAS
TLAXCALA
• Al proclamarse el Plan de Casa Mata, el 1º de febrero de 1823, Tlaxcala se unió
a la causa republicana.
• En el acta Constitutiva de la Federación, del 31 de enero de 1824, Tlaxcala apa-
rece como estado, pero en la Constitución Federal del 4 de octubre de ese año, su
naturaleza jurídica se remitió a una ley especial y al fin quedó como territorio.
• En 1836 se agregó al Departamento de México.
• En 1843 pasó al dominio de los Supremos Poderes. En mayo de 1847 recobró su
carácter de territorio federal.
• En 1853, Tlaxcala se adhirió al Plan del Hospicio y se asumió como estado, pero
Antonio López de Santa Anna lo volvió a considerar territorio.
• El 15 de agosto de 1855 se adhirió al Plan de Ayutla.
• En 1856 fue erigido estado de la Federación.
• La primera Constitución local se promulgó el 3 de octubre de 1857.
• El 8 de mayo de 1858, el gobierno conservador expidió una ley que consideraba
a Tlaxcala como territorio.
• Durante el Segundo Imperio, Tlaxcala se convirtió en departamento, hasta 1867.
• El 16 de octubre de 1874 el Congreso de la Unión decretó la incorporación de la
municipalidad de Calpulalpan a Tlaxcala.
VERACRUZ
• El 30 de julio de 1821 llegó el Virrey Juan O’Donojú, y el 24 de agosto firmó con
Agustín de Iturbide los Tratados de Córdoba que pusieron fin a la dominación
española.
• El 9 de mayo de 1823 se reunió en Jalapa el primer Congreso local.
• El Acta Constitutiva de 1824 le dio la categoría de estado, la que perdió nue-
vamente al implantarse el sistema centralista, provocando esto descontentos y
rebeliones a favor del federalismo.
• El 3 de junio de 1825 se promulgó la Constitución local.
• En 1830, la capital del estado pasó de Jalapa al Puerto de Veracruz.
• El 4 de mayo de 1858, Benito Juárez instaló el gobierno de la República en la
ciudad de Veracruz.
• En 1859 el Presidente Juárez expidió las Leyes de reforma y en enero de 1861
volvió a la Ciudad de México.
• En diciembre de 1861 la capital regresó nuevamente a Jalapa.
• Las divisiones territoriales de 1865 bajo el Segundo Imperio, fraccionan a Ve-
racruz en dos departamentos, el de Tuxpan y el de Veracruz, cediendo también
parte de su territorio al Departamento de Tehuantepec.
• El puerto de Veracruz fue recuperado por los republicanos el 27 de junio de
1867- Ese mismo año la capital regresó a Veracruz.
• El 4 de junio de 1885 Jalapa recuperó su categoría de capital del Estado.
YUCATÁN
ZACATECAS
• Nochixtlán fue la primera población zacatecana en la cual se proclamó la Inde-
pendencia de México después de los Tratados de Córdoba en 1821.
• El 4 de abril de 1822 se instaló la Diputación Provincial.
• El 19 de octubre de 1823 se integró el primer Congreso Local Constituyente,
tomando la provincia el nombre de Estado Libre y Federado de Zacatecas.
• Como consecuencia de la guerra que provocara el rechazo de Zacatecas a la
disposición del Congreso de la Unión para regular las fuerzas armadas de los
estados, al territorio zacatecano le fue separado el de Aguascalientes, el 23 de
mayo de 1835.
• La Ley del 3 de octubre del mismo año transformó a Zacatecas en Departamento.
• La Constitución Federal de 1857 declaró a Zacatecas Estado Libre y Soberano.
• Durante el Segundo Imperio se crearon dos departamentos: Zacatecas y Fresni-
llo, los que se mantuvieron hasta noviembre de 1866, cuando salieron los impe-
rialistas de la capital zacatecana.
Segunda parte
237
SEGUNDA PARTE
3. LOS DOSCIENTOS AÑOS: 1910-2010
288
Convenios celebrados entre el gobierno porfirista representado por Francisco Carbajal, y Francisco Gómez
Vázquez, Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, para hacer cesar las hostilidades en el país. Entre
otros puntos están los siguientes: Díaz renunciará junto con Corral, el 25 de mayo. Por ministerio de ley,
Francisco León de la Barra, actual secretario de Relaciones Exteriores, se encargará interinamente del Poder
Ejecutivo y convocará a elecciones. Véase Tamayo-Contreras, op. cit., tomo I, pp. 353-354.
289
Creado el 15 de diciembre de 1911. En el artículo 2 del decreto por el que se establece el Departamento del
Trabajo, se le asignan las siguientes funciones: Reunir, ordenar y publicar datos e informes relacionados con
el trabajo de toda la República. Servir de intermediario en todos los contratos entre braceros y empresarios
cuando los interesados lo soliciten. Procurar facilidades en el transporte de obreros. Procurar el arreglo
equitativo en los casos de conflicto entre empresarios y trabajadores, y servir de árbitro en sus diferencias,
siempre que así lo soliciten los interesados. MATIP, La Política Laboral, pp. xix-xx.
290
Flores Caballero, Romeo. op. cit., p. 156.
291
Orozco García, Antonio. Legislación electoral mexicana, 1812-1977, pp. 216-239. Comisión Federal Elec-
toral, México, 1978.
Tras la muerte de Madero, pactada en la embajada de los Estados Unidos por los gene-
rales Victoriano Huerta y Félix Díaz, Huerta llega a la Presidencia y acto seguido anun-
cia que la Secretaría de Fomento se dividiría en dos departamentos y probablemente
se necesitasen 3 ó 4 nombres porque una de las secretarías se llamaría “Del Trabajo,
Minería, Comercio e Industria… y el otro se llamará Ministerio de Agricultura.”292 La
Dirección de Obras Públicas pasó, de la Secretaría de Gobernación a la de Comunica-
ciones y Obras Públicas.
Huerta aumenta recursos al sector militar para enfrentar a los otros grupos en lucha
que causaban desorganización en su gobierno. “En diecisiete meses todos los estados
de la República cambiaron dos o tres veces de gobernador, el ministro de Relaciones
Exteriores fue cambiado cinco veces, el de Gobernación cuatro, el de Justicia tres, el
de Instrucción Pública cuatro, el de Fomento cinco, el de Agricultura dos, el de Comu-
nicaciones tres, el de Hacienda tres y el de Guerra dos; y para reforzar la base de su
régimen militar, reclutaba soldados mediante la leva y en las calles y centros de reunión
popular”.293
Las masas populares siguieron a sus caudillos, abandonando sus trabajos y reclamando
el derecho a la tierra, la mejora de las condiciones de los obreros y la reglamentación
del trabajo, principalmente. Este es un proceso de reivindicaciones de las masas que
encabezaban líderes sociales como Zapata, Villa y que en un momento u otro entran en
conflicto con Carranza.
292
Informe del 1º.-IV-1913, Ib., p. 248.
293
Romeo Flores, op. cit., p. 158.
294
El texto completo en Silva Herzog, op. cit., t. II, pp. 51-55. Córdova señala que Carranza tenía una extraordi-
naria percepción del futuro ordenamiento político de México, como un régimen de derecho, op. cit., p. 198.
Decreto del 3 de agosto de 1914, sobre terrenos petrolíferos en Veracruz. Para todo con-
trato de arrendamiento, enajenación, cesión, hipoteca u otro gravamen… los contratan-
tes se servirán recabar de este superior gobierno la autorización respectiva. Firmado:
Cándido Aguilar.
Otro Decreto, del 15 de septiembre de 1914, sobre salarios mínimos que regirán en el
estado de San Luis Potosí fijando, “el tiempo máximo de trabajo, autoriza el comercio
libre, la supresión de las tiendas de raya”. Se crea el Departamento del Trabajo para
resolver los conflictos derivados de la relación capital-trabajo. Firmado: Eulalio Gutié-
rrez gobernador.
En Yucatán, Salvador Alvarado reglamentó sobre las materias de trabajo, hacienda, ca-
tastro, materia agraria, municipio libre, etc. En el estado de Jalisco, el 2 de septiembre
de 1914, Manuel M. Diéguez dictó un decreto sobre descanso de trabajo y vacaciones.296
Carranza, con la preocupación de restar importancia al zapatismo, dicta una ley de ca-
rácter agrario (6-I-1915) en la que consideró la dotación y restitución de tierras como
la única vía de “asegurar la paz y promover el bienestar y mejoramiento de nuestras
clases populares, además de aceptarla como una de las bases en que debe apoyarse la
reorganización del país.”297 Además, la ley agraria declara nulas todas las enajenacio-
nes de tierras, aguas, montes pertenecientes a los pueblos, otorgados en contravención
295
MATIP, La Administración Pública, vol. 5, tomo II, p. 282. “El Constitucionalista, México D.F. 22-VIII-
1914. Circular en que se da a conocer la que expidió en igual fecha el C. primer jefe, participando que el
Poder Ejecutivo de la Unión, se radicará en México, D.F., de acuerdo con el artículo 3 del Plan de Guadalupe
de 1913”. Ib., p. 282.
296
Véanse en Tamayo-Contreras, op. cit., tomo II, pp. 165-166, 175-177, y pp. 178-179, respectivamente. Tam-
bién Córdova, La ideología… op. cit., pp. 209-210.
297
Ley Agraria del 6-1-1915, en Tamayo-Contreras, op. cit., tomo II, p. 180.
a lo dispuesto en la ley de 25 de junio de 1856. Por otro lado está el pacto firmado entre
la Casa Obrero Mundial y el constitucionalismo, representado por Zurbarán, a través
del cual los trabajadores se unen al movimiento a partir de febrero de 1915.
298
Decreto del 14-IX-1916, convocando a la integración de un Congreso constituyente, en Tamayo-Contreras,
op. cit., tomo II, pp. 153-158.
299
Diario Oficial del 22-IX-1916. Convocatoria a elecciones del Congreso constituyente, así como ley electoral.
300
MATIP, La Administración Pública, vol. 5, tomo II, p. 285.
301
Ib., p. 235.
En cuanto a la atención de las demandas sociales, “El Estado interviene en forma enér-
gica en la materia educativa, y le imprime rumbos, le marca derroteros perfectamente
definidos, orienta a la enseñanza en determinado sentido. No estamos ahora en presen-
cia del Estado liberal, que deja al capricho de los individuos el ejercicio de la enseñanza
en cualquier sentido que deseen”.303
Otro precepto que señala el abandono del liberalismo del siglo xix es el artículo 123,
relativo a las bases a las que se han de sujetar las relaciones individuales sobre el
trabajo. Durante las sesiones del IV Congreso Constituyente, el ala radical fue más
allá de los límites marcados por el proyecto presentado por el primer jefe del ejército
constitucionalista, para incorporar un criterio social a la nueva Ley. En tales trabajos
hubo diversas objeciones para mantener a la Constitución dentro de las tesis jurídicas
en aquella época prevaleciente, fue entonces cuando Heriberto Jara señaló:
“Pues bien, los jurisconsultos, los tratadistas, las eminencias en materia de legislación,
probablemente encuentren hasta ridícula esta proposición: ¿Cómo va a consignarse en
una Constitución la jornada máxima de trabajo? Eso, según ellos, es imposible, perte-
nece a la reglamentación de las leyes, pero precisamente, señores, esa tendencia, esa
teoría, ¿qué es lo que ha hecho, que nuestra Constitución tan libérrima, tan amplia, tan
buena, como la llaman los señores científicos, haya resultado un traje de luces para el
pueblo mexicano, porque faltó esa reglamentación, porque jamás se hizo? Se dejaron
consignados los principios generales y allí concluyó todo. Después, ¿quién se encarga
de reglamentar?”304
302
Martínez Báez, Antonio. Obras político-constitucionales, p. 34, México, UNAM, 1994.
303
Ibíd.
304
Intervención del diputado por Veracruz, Heriberto Jara, en la 23 sesión, del 23 de diciembre de 1916, al dis-
cutirse el art. 5 del proyecto constitucional, en Diario de los Debates del Congreso Constituyente de Queré-
taro 1916-1917, tomo I, pp. 976-977, Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana,
Secretaría de Gobernación, México, 1988.
305
En cursivas se presenta el texto original de cada artículo constitucional de 1917, en Rives, Roberto, La re-
forma constitucional en México, UNAM, 2010.
“Admitir nuevos estados o territorios a la Federación; erigir los territorios en estados; for-
mar nuevos Estados dentro de los límites de los existentes, escuchando al ejecutivo y a las
Legislaturas estatales de cuyo territorio se trate; arreglar definitivamente los límites de los
Estados; para cambiar la residencia de los Supremos Poderes de la Federación”.
“El Distrito Federal y los Territorios se dividirán en Municipalidades, que tendrán la ex-
tensión territorial y número de habitantes suficiente para poder subsistir con sus propios
recursos y contribuir a los gastos comunes. Cada Municipalidad estará a cargo de un Ayun-
tamiento de elección popular directa. El Gobierno del Distrito Federal y los de los Terri-
torios, estarán a cargo de Gobernadores, nombrados, removidos libremente y dependientes
directos del Presidente de la República. Los Magistrados y los jueces de Primera Instancia
del Distrito Federal y los de los Territorios, serán nombrados por el Congreso de la Unión…
El Ministerio Público en el Distrito Federal y en los Territorios estará a cargo de un Procu-
rador General, que residirá en la ciudad de México, y del número de agentes que determine
la ley, dependiendo dicho funcionario directamente del Presidente de la República, quien lo
nombrará y removerá libremente” (art. 73, fracciones I a VI).
En materia financiera:
“Para imponer las contribuciones necesarias a cubrir el Presupuesto (fracc. VII). Dar ba-
ses al Ejecutivo para celebrar empréstitos sobre el crédito de la Nación; para aprobar esos
mismos empréstitos y para reconocer y mandar pagar la deuda nacional (fracc. VIII). Para
examinar la cuenta que anualmente debe presentarle el Poder Ejecutivo, debiendo com-
prender dicho examen, no sólo la conformidad de las partidas gastadas por el Presupuesto
de Egresos, sino también la exactitud y justificación de tales partidas (fracc. XXX). Para
establecer casas de moneda, fijar las condiciones que esta debe tener, determinar el valor de
la extranjera, y adoptar un sistema general de pesas y medidas (fracc. XVIII). Para expedir
aranceles sobre el comercio extranjero y para impedir que en el comercio de Estado a Estado
se establezcan restricciones (fracc. IX)”.
“Para reglamentar las patentes de corso; para dictar leyes según las cuales deban declarar-
se buenas o malas las presas de mar y tierra, y para expedir las relativas a la fracción XIII”.
En materia educativa:
“Para establecer escuelas profesionales de investigación científica, de bellas artes, de en-
señanza técnica, escuelas prácticas de agricultura, de artes y oficios, museos, bibliotecas,
observatorios y demás institutos concernientes a la cultura superior general de los habitantes
de la República, entre tanto dichos establecimientos puedan sostenerse por la iniciativa de
los particulares, sin que esas facultades sean exclusivas de la Federación. Los títulos que se
expedirán por los establecimientos de que se trata surtirán sus efectos en toda la República.
(fracc. XXVII)”.
los términos de los artículos 84 y 85 de esta Constitución (fracc. XXVIII); para aceptar la
renuncia del cargo de Presidente de la República (fracc. XXIX). Para expedir todas las leyes
que sean necesarias a objeto de hacer efectivas las facultades anteriores, y todas las otras
concedidas por las Constitución a los Poderes de la Unión (fracc. XXXI)”.
Otras facultades: Definir los delitos y faltas contra la Federación y fijar los castigos
que por ellos deban imponerse. Conceder amnistías por delitos federales. Aceptar las
renuncias de los Magistrados y nombrar sus substitutos.
“Aprobar el presupuesto anual de gastos discutiendo primero las contribuciones para cum-
plir aquél.
“Conocer de las acusaciones hechas a los funcionarios públicos por delitos oficiales, y en su
caso, formular acusación ante la Cámara de Senadores”.
“Autorizar al Presidente para permitir la salida de tropas nacionales fuera de los límites
del País, el paso de tropas extranjeras por el territorio nacional y la estación de escuadras
de otra potencia, por más de un mes, en aguas mexicanas, así como para disponer de la
Guardia Nacional fuera de sus respectivos Estados o Territorios, fijando la fuerza necesaria.
“Declarar, cuando hayan desaparecido todos los poderes constitucionales de un Estado, que
es llegado el caso de nombrarle un Gobernador provisional, quien convocará a elecciones
conforme a las leyes constitucionales del mismo Estado. El nombramiento de Gobernador
se hará por el Senado a propuesta en terna del Presidente de la República. Esta disposición
regirá siempre que las constituciones de los Estados no prevean el caso (fr. V).
“Erigirse en Jurado para conocer de los delitos oficiales de los funcionarios que expresa-
mente designa esta constitución.
“Resolver las cuestiones políticas que surjan entre los poderes de un Estado cuando alguno
de ellos ocurra con ese fin al Senado, o cuando con motivo de dichas cuestiones se haya in-
terrumpido el orden constitucional, mediante un conflicto de armas. La ley reglamentará el
ejercicio de esta facultad y el de la anterior. (fracc. VIII)”
En cuanto al Poder Ejecutivo se dispuso que “La elección del Presidente será directa”.
A diferencia del siglo xix en que lo elegían las legislaturas. En la segunda comisión del
Congreso, se justificó la unidad de acción del poder ejecutivo, se arguyó la desventaja
de que el ejecutivo se depositara en dos o más personas, tal y como se planteó en el
siglo xix. Así, Paulino Machorro afirmó: “… que el Presidente, que es la fuerza activa
del gobierno y la alta representación de la dignidad nacional, sea efectivamente tal
representante; de suerte que en la conciencia de todo el pueblo mexicano esté que el
Presidente es la encarnación de los sentimientos patrióticos y de las tendencias genera-
les de la nacionalidad misma.”306
Al Ejecutivo se le faculta para nombrar y remover a sus colaboradores (Secretarios del
Despacho, Procurador General de la República), con aprobación del Senado (ministros
y agentes diplomáticos, oficiales superiores del ejército y la armada, empleados supe-
riores de hacienda). Se mantuvo abierta la posibilidad de otorgarle facultades extraor-
dinarias , como había sido utilizado este recurso a lo largo del siglo xix.
Promulgar, ejecutar y reglamentar las leyes expedidas por el Congreso.
Nombrar y remover libremente a los secretarios del Despacho, al procurador general de
la República, al Gobernador del Distrito Federal y a los gobernadores de los territorios,
al procurador general de justicia del Distrito Federal y Territorios, remover a los agentes
diplomáticos y empleados superiores de Hacienda y nombrar y remover libremente a los
demás empleados de la Unión, cuyo nombramiento o remoción no esté determinada de otro
modo en la Constitución o en las leyes. Con la aprobación del Senado quedó facultado para
nombrar los ministros, agentes, diplomáticos y cónsules generales, así como a los coroneles
y demás oficiales superiores del Ejército y Armada Nacional y los empleados superiores de
Hacienda.
Disponer de la fuerza armada permanente de mar y tierra para la seguridad interior y de-
fensa exterior de la federación y disponer de la Guardia Nacional para los mismos objetos.
Declarar la guerra en nombre de los Estados Unidos Mexicanos, previa ley del Congreso
de la Unión.
Conceder patentes de corso con sujeción a las bases fijadas por el Congreso. Conceder pri-
vilegios exclusivos por tiempo limitado, con arreglo a la ley respectiva, a los descubridores
inventores o perfeccionadores de algún ramo de la industria.
Habilitar toda clase de puertos, establecer aduanas marítimas y fronterizas, y designar su
ubicación.
Conceder conforme a las leyes, indultos a los reos sentenciados por delitos de competencia
de los tribunales federales y a los sentenciados por delitos del orden común, en el Distrito
Federal y Territorios.
306
Diario de los Debates del Congreso Constituyente de 1917.
Dirigir las negociaciones diplomáticas y celebrar tratados con las potencias extranjeras,
sometiéndolas a la ratificación del Congreso Federal.
Convocar al Congreso o alguna de las Cámaras a sesiones extraordinarias, cada vez que lo
estime conveniente.
Facilitar al Poder Judicial los auxilios que necesite para el ejercicio expedito de sus
funciones.
“Para el desempeño de las labores del Ejecutivo, necesita éste de diversos órganos
que se entiendan cada uno con los diversos ramos de la administración. Estos órganos
del Poder Ejecutivo son de dos clases, según la doble función de dicho poder, el cual
ejerce atribuciones meramente políticas, como cuando convoca al Congreso a sesiones,
promulga una ley, etc., o meramente administrativas, referentes a un servicio público
que nada tiene que ver con la política, tales como los ramos de correos, de telégrafos,
salubridad, la educación popular, que por régimen federal depende sólo del ejecutivo
de la Unión en lo relativo al distrito y territorios. De este doble punto de vista resultan
dos grupos de órganos del ejecutivo, y son unos aquellos que ejercen atribuciones me-
ramente políticas o, cuando menos, a la vez políticas y administrativas; son los otros
los que administran algún servicio público que en su funcionamiento nada tiene que
ver con la política y, más todavía, es muy pernicioso que la política se mezcle en otros
servicios, porque los desvía de su objetivo natural, que es la prestación al público de
un buen servicio en el ramo que se les encomienda, y nada más; cuando la política se
mezcla en estos asuntos, desde el alto personal de los servicios públicos, que no se
escoge ya según la competencia, sino según sus relaciones políticas hasta el funcio-
namiento mismo del sistema administrativo ofrece grandes dificultades… Al grupo de
órganos políticos o político-administrativos pertenecen las secretarías de Estado, que
conservan en el proyecto de la comisión los mismos lineamientos generales que tenían
en la constitución de 1857… Al segundo grupo de órganos del ejecutivo, o sea a los me-
ramente administrativos, corresponde la creación de una nueva clase de entidades que
se llamarán departamentos administrativos, cuyas funciones en ningún caso estarán
ligadas con la política, sino que se dedicarán única y exclusivamente al mejoramiento
de cada uno de los servicios públicos; dependerán directamente del jefe del ejecutivo,
no refrendarán los reglamentos y acuerdos relativos a su ramo, no tienen obligación
ni facultad de concurrir a las cámaras a informar, ni se les exigen constitucionalmente
cualidades determinadas para poder ser nombrados; el presidente, que tiene la facultad
de nombrarlos, queda con el derecho de calificar sus aptitudes, que deben ser principal-
mente de carácter profesional y técnico”.307
En la Constitución de 1917 se hizo una separación del carácter de las funciones del
Ejecutivo, una transformación técnica de la administración pública federal, al crearse
los departamentos administrativos como organismos colaboradores y dependientes del
ejecutivo, sin responsabilidad política ante el legislativo y que pasarían a desarrollar
funciones de apoyo a las demás dependencias de la administración, tales como las
adquisiciones y abastecimientos del gobierno, la generación de estadísticas, el manejo
del Distrito Federal, el turismo, entre muchos más que se detallarán en los capítulos
siguientes.
“Todos los reglamentos, decretos y órdenes del Presidente deberán estar firmados por el
Secretario del Despacho, encargado del ramo a que el asunto corresponda, y sin estos re-
quisitos no serán obedecidos. Los reglamentos, decretos y órdenes del Presidente, relativos
al Gobierno del Distrito Federal y a los Departamentos Administrativos, serán enviados
directamente por el Presidente al Gobernador del Distrito y al Jefe del Departamento res-
pectivo” (art. 91).
Para auxiliar al Poder Judicial, quedó a cargo de Ejecutivo del Ministerio Público de la
Federación, cuyos funcionarios serán nombrados y removidos libremente por el Eje-
cutivo, debiendo estar presididos por un Procurador General, el que deberá tener las
mismas calidades requeridas para ser Magistrado de la Suprema Corte (art. 102).
En cuanto al Poder Judicial de la Federación su ejercicio se depositó en la Suprema
Corte de Justicia y en Tribunales de Circuito y de Distrito cuyo número y atribuciones
fijará la ley.
307
Diario de los Debates del Constituyente, 45 Sesión, celebrada el 16 enero 1917. Instituto Nacional de Estu-
dios Históricos de la Revolución Mexicana, Tomo II, p. 473 y ss. Secretaría de Gobernación, México, 1985.
Las competencias del Poder Judicial Federal se repartieron entre los tribunales y la
propia Corte:
Los Tribunales de la Federación resolverán toda controversia que se suscite por leyes o
actos de la autoridad federal que vulneren o restrinjan la soberanía de los Estados (art.
103). Conocer de todas las controversias del orden civil o criminal que se susciten sobre
cumplimiento y aplicación de leyes federales, o con motivo de los tratados celebrados con
las potencias extranjeras. Cuando dichas controversias sólo afecten a intereses particulares,
podrán conocer también de ellas, a elección del actor, los jueces y tribunales locales del
orden común de los Estados, del Distrito Federal y Territorios (art. 104).
“Conocer de las controversias que se susciten entre dos o más Estados, entre los poderes
de un mismo Estado sobre la Constitucionalidad de sus actos, y de los conflictos entre la
Federación y uno o más Estados, así como de aquellas en que la Federación fuese parte”
(art. 105).
“Dirimir las competencias que se susciten entre los tribunales de la Federación, entre éstos
y los de los Estados, o entre los de un Estado y los de otro” (art. 106).
En cuanto al ámbito de las entidades federativas hubo algunos aspectos relevantes que
se describen a continuación. Esencia de la supremacía del orden federal fue que las
constituciones particulares de los estados no pueden contravenir la Constitución Gene-
ral que representa la unidad del Estado Federal, sino que deben organizarse de acuerdo
con las bases señaladas en los artículos 115 al 122, que señalan:
“Los Estados adoptarán, para su régimen interior, la forma de gobierno republicano, re-
presentativo, popular, teniendo como base de su división territorial, y de su organización
política y administrativa, el Municipio Libre, conforme a las bases siguientes:
En demandas del orden civil, no hay fuero ni inmunidad para ningún funcionario público
(art. 114). Ningún individuo podrá desempeñar a la vez dos cargos federales de elección
popular, ni uno de la Federación y otro de un estado que sean también de elección; pero el
nombrado puede elegir entre ambos el que quiera desempeñar (art. 125).
En el orden local:
“Los Gobernadores de los Estados y los Diputados o las Legislaturas locales, son responsa-
bles por violaciones a la Constitución y leyes federales”.
“Las facultades que no están expresamente concedidas por esta Constitución a los funciona-
rios federales, se entienden reservadas a los Estados” (art. 124).
Como se refirió, el artículo 41 indica que en el Estado Federal Mexicano existe una di-
visión de competencias entre los órdenes que la propia Constitución crea, la Federación
y las entidades federativas. El artículo 124 precisa la idea anterior: la competencia de
origen pertenece a los estados quienes delegan una serie de facultades en la federación,
la que tiene atribuciones limitadas, numeradas. Todo aquello que no está expresamente
señalado a la federación, son facultades de los estados. La Constitución indica que
“puede hacer el poder federal y todo lo demás es competencia de las entidades federa-
tivas…” La propia Constitución establece una serie de principios respecto al problema
de la competencia en el Estado Federal que se puede enunciar en la forma siguiente:
7. Facultades de auxilio, y
8. Facultades que emanan de la jurisprudencia, ya sea reformando o adicionando la
anterior clasificación.”308
La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacio-
nal, corresponde originariamente a la Nación, la cual, ha tenido y tiene el derecho de trans-
mitir el dominio de ellas a los particulares, constituyendo la propiedad privada.
Los Estados, el Distrito Federal y los Territorios, lo mismo que los Municipios de toda la Re-
pública, tendrán plena capacidad para adquirir y poseer todos los bienes raíces necesarios
para los servicios públicos (art. 27, fr. VII).
“Es facultad privativa de la Federación gravar las mercancías que se importen o que expor-
ten o que pasen de tránsito por el territorio nacional, así como reglamentar en todo tiempo,
y aún prohibir por motivos de seguridad o de policía, la circulación en el interior de la Re-
pública, de toda clase de efectos, cualquiera que sea su procedencia; pero sin que la misma
Federación pueda establecer ni dictar en el Distrito y Territorios Federales, los impuestos y
leyes que expresan las fracciones VI y VII del artículo 117” (art. 131).
“Los Estados pueden arreglar entre sí, por convenios amistosos, sus respectivos límites; pero
no se llevarán a efecto esos arreglos sin aprobación del Congreso de la Unión” (art. 116).
“Gravar el tránsito de personas o cosas que atraviesen su territorio. Prohibir ni gravar di-
recta ni indirectamente la entrada a su territorio, ni la salida de él, a ninguna mercancía na-
cional o extranjera. Gravar la circulación ni el consumo de efectos nacionales o extranjeros,
con impuestos o derechos cuya exención se efectúe por aduanas locales, requiera inspección
o registro de bultos o exija documentación que acompañe la mercancía. Expedir ni mantener
en vigor leyes o disposiciones fiscales que importen diferencias de impuestos o requisitos por
razón de la procedencia de mercancías nacionales o extranjeras, ya sea que esta diferencia
se establezca respecto de la producción similar de la localidad, o ya entre producciones se-
mejantes de distinta procedencia.
“Emitir títulos de deuda pública, pagaderos en moneda extranjera o fuera del territorio
nacional; contratar directa o indirectamente préstamos con gobiernos de otras naciones, o
contraer obligaciones en favor de sociedades o particulares extranjeros, cuando hayan de
expedirse títulos o bonos al portador o transmisibles por endoso.
“El Congreso de la Unión y las Legislaturas de los estados dictarán, desde luego, leyes en-
caminadas a combatir el alcoholismo” (art. 117).
“Tener, en ningún tiempo, tropa permanente ni buques de guerra. Hacer la guerra por sí a
alguna potencia extranjera, exceptuándose los casos de invasión y de peligro tan inminente,
que no admita demora. En estos casos darán cuenta inmediata al Presidente de la Repúbli-
ca” (art. 118).
Cada estado tiene obligación de entregar sin demora los criminales de otro estado o del
extranjero, a las autoridades que lo reclamen” (art. 119).
“Los Gobernadores de los estados están obligados a publicar y hacer cumplir las leyes fe-
derales” (art. 120).
“En cada estado de la Federación se dará entera fe y crédito de los actos públicos, registros
y procedimientos judiciales de todos los otros. El Congreso de la Unión, por medio de leyes
generales, prescribirá la manera de probar dichos actos, registros y procedimientos, y el
efecto de ellos, sujetándose a las bases siguientes:
“Las leyes de un estado sólo tendrán efecto en su propio territorio, y por consiguiente, no
podrán ser obligatorias fuera de él.
“Los bienes muebles e inmuebles se regirán por la ley del lugar de su ubicación.
“Las sentencias pronunciadas por los Tribunales de un Estado sobre derechos reales o
bien inmuebles ubicados en otro estado, sólo tendrán fuerza ejecutoria en este, cuando
así lo dispongan sus propias leyes.
“Las sentencias sobre derechos personales sólo serán ejecutadas en otro estado, cuando
la persona condenada se haya sometido expresamente o por razón de domicilio, a la
justicia que las pronunció, y siempre que haya sido citada personalmente para ocurrir
al juicio.
“Los actos del estado civil ajustados a las leyes de un estado, tendrán validez en los otros.
“Los títulos profesionales expedidos por las autoridades de un Estado, con sujeción a sus
leyes serán respetados en los otros” (art. 121).
Facultades coincidentes:
“El derecho de iniciar leyes o decretos compete: al Presidente de la República, a los Dipu-
tados y Senadores al Congreso de la Unión y a las Legislaturas de los Estados” (art. 71).
“El Congreso de la Unión y las Legislaturas de los Estados deberán expedir leyes sobre el
trabajo, fundadas en las necesidades de cada región; sin contravenir a las bases siguientes,
las cuales regirán el trabajo de los obreros, jornaleros, empleados, domésticos y artesanos,
y de una manera general todo contrato de trabajo:
(…)
“IX. La fijación del tipo de salario mínimo y de la participación en las utilidades a que se
refiere la fracción VI, se hará por comisiones especiales que se formarán en cada Municipio
subordinadas a la Junta Central de Conciliación que se establecerá en cada Estado.
Este diseño y arquitectura constitucional muy pronto empezaría a ser modificado para
trasladar competencias del ámbito estatal al Federal, mediante sucesivas reformas cons-
titucionales que se irán refiriendo más adelante, conforme a la evolución del régimen.
De nueva cuenta Carranza reformó la ley electoral, en julio de 1918, que con algunas
modificaciones se mantendría en vigor hasta 1946. En dicha ley, por vez primera, se
imprimió en las boletas el nombre de los candidatos, lo que facilitaba el principio de
la secrecía del voto, dejando en manos de los presidentes municipales el control del
proceso electoral.310
Para el logro de los nuevos fines y atribuciones del Estado, encauzar la acción guberna-
mental y el despliegue funcional de la administración pública, Carranza expidió la Ley
de Secretarías y Departamentos de Estado del 25 de diciembre de 1917,311 despachando
los negocios por medio de 7 secretarías y 6 departamentos, en los que como se puede
observar a la estructura administrativa del siglo xix, se habían incorporado las deman-
das sociales y nuevas tareas:
Presidente de la República
Ibíd.
310
Carranza consideró que una de las más trascendentales reformas introducidas por el go-
bierno dentro del sistema administrativo fue la creación del Departamento de Contralo-
ría, “encargado de vigilar todas las operaciones hacendarias, incluyendo los contratos
que afecten al erario nacional… La radical transición que se ha originado al implantar-
se los nuevos métodos para administrar los bienes de la nación, ha implicado escollos
de diverso género, siendo uno de los principales la resistencia de algunos elementos,
enemigos de rendir cuentas y comprobarlas”.312
Tenía por objeto, “contralar (ejercer dominio sobre determinada materia, vigilarla, re-
frendar y visar los documentos o actos que traten de vigilarse) administrativamente
todo lo relativo a órdenes de pago, encargarse de la contabilidad, la glosa, y, en general
ser el que lleve una cuenta exacta del estado financiero en que se encuentra el gobier-
no en cualquier momento, tanto por lo que hace a dinero en efectivo y valores que se
encuentren en sus cajas, como por lo que se refiere a la materia de deuda pública…”315
312
La Secretaría de Hacienda, tenía antes a su cargo la recaudación de los impuestos, rentas nacionales y el
pago de los egresos; mas a la vez dependía de ella el departamento encargado de la alta contabilidad y de
la revisión de manejo de fondos, recaudación y egresos, de tal suerte que la Secretaría actuaba a un mismo
tiempo como manejadora de los fondos públicos y revisora de sus propios actos”. Carranza declaró: “Con
su creación se ha dado un gran paso en el perfeccionamiento de la administración pública”. Ib., p. 390-391.
Véase también la Ley Orgánica del Departamento de Contraloría, Ib., pp. 441-451.
313
Híjar y Haro, op. cit., p. 58.
314
Véase a Llergo, op. cit., pp. 113-128.
315
Híjar y Haro, op. cit., p. 66.
Con este Departamento se buscaba establecer un control sobre los diversos actos, de
las diversas dependencias del ejecutivo, pero el contralor era responsable sólo ante el
presidente (art. 1° de la ley de creación de este Departamento) y diferenciándose del
control y revisión que hacía el legislativo.
La estadística cobró importancia para el mejor funcionamiento del aparato estatal y fue
elevada al nivel de departamento administrativo, dependiendo directamente del ejecu-
tivo. Entre sus múltiples funciones podemos destacar la de suministrar a las secretarías
y departamentos de Estado, a los gobiernos del distrito y territorios federales, los resul-
tados de los trabajos de estadística que vaya elaborando. Además debía elaborar censos
sobre casi todas las actividades de la sociedad civil, de habitantes, agrícola, industrial,
comercial, de la propiedad urbana y rústica, monetaria y todos los que considerara con-
venientes, por lo que se establecieron juntas permanentes de estadística en los estados
y municipios.316
Por otra parte, en cuanto al aspecto laboral, el Ejecutivo tampoco manifestó el más
mínimo interés por desarrollar lo convenido en el plano constitucional. Es más, el ar-
tículo 123 no fue reconocido; por el contrario, se desconoció el derecho de huelga;
316
Capítulo V, artículo 58, del Reglamento para la formación de la estadística nacional, en MATIP, La Adminis-
tración Pública, vol. 5, tomo III, pp. 95-113.
317
Hernández. Campos, op. cit., p. 172, y continúa diciendo que entre 1915 y 1920 la administración carrancis-
ta resolvió apenas 267 expedientes y se dotaron 225 mil hectáreas. Por su parte, Hansen señala al respecto
que a partir del decreto del 6-I-1915, Carranza, en 66.5 meses, distribuyó 167,936 has., mientras Adolfo de
la Huerta, en 6 meses distribuyó 33,696 has. op. cit., p. 46.
318
MATIP, La Administración Pública, vol. 5, tomo II, p. 401 (1º.-V-1919).
así lo mostraron las fuerzas federales toda vez que reprimieron a los trabajadores en
pugna por sus intereses.319 La reglamentación del artículo referido se llevó a cabo entre
una desesperante lentitud; hacia 1919 Carranza informó que “… en lo tocante a la Ley
Orgánica del artículo 123 de la Constitución… huelga encarecer su trascendencia y
la prontitud con que requiere ser expedida. La XXVII Legislatura tomó el acuerdo de
invitar al ejecutivo para el envío rápido del proyecto correspondiente”.320
Para Obregón, el problema de la educación popular era “la función más importante del
poder público”,322 por lo que, se suprimió el Departamento Universitario y de Bellas
319
Por ejemplo, la huelga de maestros en el D.F. en mayo de 1918, protestando por la falta de pago de salarios,
y que varios sindicatos afiliados a la CROM dirigidos por los trabajadores de los periódicos y topógrafos
apoyaron. Carr Barry, El movimiento obrero y la política en México, 1910-1929, tomo I, p. 129, Ed. Sepse-
tentas, No. 256, México, 1976. En mayo de 1919 los soldados rompieron en Tampico una huelga contra la
Pierce Oil Corporation, véase Hernández Campos, op. cit., p. 172.
320
MATIP, La Administración Pública, vol. 5, tomo II, p. 397.
321
Para Venustiano Carranza el mal de México “ha sido y es el militarismo. Sólo muy contados presidentes
fueron hombres civiles. Siempre generales, ¡y qué generales!... Es preciso que esto acabe, para bien de Mé-
xico…” Su intento por imponer el civilismo, desheredar a los caudillos militares, se frustró. Blasco Ibáñez
Vicente. El militarismo mejicano. p. 54. Estudios publicados en los principales diarios de Estados Unidos.
Proteo, Sociedad editorial. Valencia 1920. “En aquellos momentos ¿cuántos generales no se sintieron dignos
de ocupar la Presidencia de la República? Algunos hasta pensaban que la Presidencia era como el grado
siguiente al de general de división... Su conducta... tortuosa hasta el engaño y la traición, se debe a que no
existía todavía una clase militar organizada dentro del cuadro administrativo, con todas las seguridades de-
bidas a su categoría profesional”, Castro Leal, Antonio, en Prólogo a la obra de Guzmán, Martín Luis, A la
sombra del caudillo. Ed. Porrúa, México, 1977, p. XI.
322
Informe del 1º. de septiembre de 1921, MATIP, La Educación Pública, p. 149.
323
El 8-VII-1923, Ib., p. 159.
Por otro lado, su participación para lograr el reconocimiento por parte de los Estados
Unidos de América se materializó en la firma de los Tratados de Bucareli, en 1923,
fue decidida para que mediante ellos se buscara restablecer la posibilidad del crédito y
financiamiento externo para la reconstrucción económica del país.
Sin embargo como telón de fondo estaba latente la lucha por el poder. En 1923, el
Partido Socialista del Sureste, se manifestó por la candidatura de Plutarco Elías Calles,
entonces Secretario de Gobernación, y para septiembre de ese año Calles aceptaba la
postulación, con la que estuvo de acuerdo el entonces presidente Obregón. Sin em-
bargo, el Partido Nacional Cooperatista se manifestó por la candidatura de Adolfo de
la Huerta (entonces Secretario de Hacienda) acusando a Obregón de manipular la su-
cesión para reelegirse en 1928, y dado que no hubo acuerdo al respecto, De la Huerta
inició una nueva rebelión militar, sofocada para marzo de 1924, marcando con ello el
fin del Partido Cooperatista, que a su vez había sido factor decisivo en la eliminación
del Partido Liberal Constitucionalista. Calles obtuvo el 84% de los votos.
“Por decreto del 24 de febrero de 1925, la administración de los ferrocarriles pasó a de-
pender de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, con el fin de reorganizar
sus servicios y nivelar sus gastos, en forma que permita a los propios ferrocarriles hacer
frente a sus necesidades y solventar los compromisos que tiene contraídos”.327
Se inauguró la primera ruta postal aérea, y se expidió un nuevo código postal. Asimis-
mo, se expidió el Código Nacional Eléctrico (11-V-1926) que reglamenta “el aprove-
chamiento de las caídas de agua, tiende a organizar las plantas generadoras de energía y
su explotación general bajo un control técnico-práctico…”,328 es decir, tendía a extender
el control y la jurisdicción federal, a las etapas del proceso de generación de energía.
Calles adoptó una política de economías que incluyó la selección y reducción de em-
pleados en las diversas dependencias de la administración pública. Asimismo se hi-
cieron reducciones en los sueldos del personal, se fusionaron las oficinas de correos y
telégrafos, disminuyendo las rentas de sus oficinas.
Se crearon por ley las Comisiones Especiales de Eficiencia, en todas las secretarías y
departamentos del ejecutivo, en cuyo artículo 2° señaló que deberán realizar estudios
e investigaciones para la reorganización técnica de los servicios públicos de la admi-
nistración, procurando el empleo de sistemas modernos de tramitación, contabilidad,
326
Véase la ley, en MATIP, La Administración Pública, vol. 5, t. III, pp. 223-225.
327
Informe de 1925, MATIP, Las Comunicaciones, p. 194.
328
MATIP, La Administración Pública, vol. 5, tomo III, p. 166.
329
Véase la Ley, en Ib., pp. 255-256.
330
Calles al Congreso en 1925, en MATIP, La Administración Pública, vol. 5, t. III, p. 131.
331
En Córdova, La ideología, op. cit., p. 319.
332
Solís Leopoldo, op. cit., p. 107.
333
Gómez Morín, Manuel, citado por Meyer, Jean, op. cit., pp. 286-287.
Para Calles fue muy importante promover el restablecimiento del sistema financiero,
y buscó ampliar las relaciones entre la banca y el gobierno. El 24 de diciembre de
1924 expidió un decreto por el que se creó la Comisión Nacional Bancaria, entre cuyas
funciones se destacan las de “vigilar el exacto cumplimiento de las disposiciones ban-
carias, practicar la inspección de bancos (depósitos, inversiones, remesas al exterior),
publicar la estadística bancaria…”335 Al mismo tiempo, expidió también la Ley General
de Instituciones de Crédito y la Ley de Bancos de Fideicomiso.
Entre el desconcierto y una economía sin mucha actividad decretó la Ley Constitutiva
del Banco de México (31-VIII-1925), organizado bajo la forma de sociedad anónima;
su principal función sería la emisión de billetes y regular la circulación monetaria en la
República. Con su inauguración, Calles pensó que había quedado “satisfecha otra de
las condiciones de seguridad para la reanudación del servicio de la deuda y, por tanto,
del restablecimiento del crédito del país en el extranjero”.336
334
“Cuando el Estado a través de la creación de la empresa pública decide participar en la economía, persi-
gue un objetivo dentro de su programa de gobierno y convierte a ésta en su instrumento de actuación; en
términos objetivos, debemos reconocer que se les presentan diversos aspectos que los distinguen del sector
empresarial privado y que, en consecuencia, les imponen patrones de conducta diferentes”. De la Madrid
Miguel, “Algunas cuestiones actuales del financiamiento de la empresa pública”, en Empresas Públicas,
varios autores, op. cit., p. 86.
335
Informe del 1 septiembre 1925, MATIP, La Administración Pública, vol. 5, t. III, p. 137.
336
Ib., p. 136.
dían pagar las deudas de la nación por lo que el ejecutivo, a través de su secretario de
Hacienda –Adolfo de la Huerta– gestionó el arreglo de la deuda pública con el Comité
Internacional de Banqueros.337
Bajo este contexto, se creó un impuesto más eficaz, directo y productivo, que grava-
ba los sueldos, salarios y emolumentos y utilidades de sociedades y empresas; con él
se esperaba reducir los déficits gubernamentales. En 1925 se introdujeron reformas a
la Ley de Ingresos de 1924, tendiendo a “simplificarla mediante la clasificación más
técnica de los ingresos federales en 4 grupos: impuestos, derechos, productos y aprove-
chamientos, y la supresión de gabelas improductivas y estorbosas”.341
Lo más relevante fue el establecimiento del impuesto sobre la renta, al que se le aumen-
taron las tarifas y se le dio mayor extensión, pues de dos apartados, se subdividió poco
después en siete: comercio; explotaciones agrícolas, industriales; colocación de dinero
y valores; explotaciones el subsuelo; trabajo a sueldo o salario; ejercicio de profesiones
liberales y artísticas.
339
Tépach Marcial Reyes. Las convenciones nacionales fiscales y hacendaria de 1925, 1933, 1947 y 2004.
Cámara de Diputados, División de Economía y Comercio. México 2004. Serna de la Garza, José María,
Federalismo y sistema de distribución de competencias legislativas, Instituto de Investigaciones Jurídicas,
UNAM, 2005.
340
Véase Alberto J. Pani, El problema supremo de México. Ensayo de crítica constructiva de la política finan-
ciera, pp. 45-50. Imprenta Manuel Casas, México, 1955.
341
Informe de Calles al Congreso 1 de septiembre de 1925. MATIP, La Hacienda Pública, t. I, p. 395.
El aspecto más álgido seguía siendo entre el gobierno federal y el los de las entidades
federativas fue el de la competencia tributaria y el de la recaudación. Al efecto cabe
recordar que con el artículo 74 se facultó de la Cámara de Diputados para “Aprobar
el presupuesto de gastos, discutiendo primero las contribuciones que a su juicio deben
decretarse para cubrir aquél”. Por ello, los secretarios de Hacienda se vieron en la ne-
cesidad de recurrir de nueva cuenta a las conferencias fiscales, y determinar fuera del
marco del Congreso las competencias fiscales (como lo había hecho Díaz). En 1925, el
rediseño del esquema de competencias fiscales entre Federación y estados se significó
por la introducción del impuesto sobre la renta, a cargo de la Federación, que con el
tiempo se convertiría en uno de los rubros de ingresos más importantes del país. Sin
embargo, las cosas no quedarían ahí, el Doctor Carpizo nos refiere:
La Comisión Nacional de Irrigación, prevista en la Ley sobre Irrigación, con aguas fe-
derales, expedida el 4 de enero de 1926, tenía tres propósitos básicos: “incrementar las
áreas cultivadas, creación de la pequeña propiedad mediante el fraccionamiento de las
tierras irrigadas y lograr la liberación económica de la clase campesina”.343
Otro renglón de primer orden dentro de los energéticos era el de los hidrocarburos; la
nacionalización del subsuelo era una necesidad planteada desde 1917, debido a que la
explotación del petróleo estaba en poder de empresas extranjeras. Si con los grupos del
comercio y la banca extranjeros el arreglo fue rápido, con el del petróleo fue el más
largo y difícil. Las empresas petroleras se ampararon en contra de la nueva ley petrole-
ra y dejaron pasar todo el año de 1926 sin presentar al gobierno mexicano su petición
para la confirmación de sus derechos adquiridos según los nuevos términos de la ley.
La empresa anglo-holandesa ‘El Águila’, cuyas inversiones representaban casi 30%
del valor de la industria, estuvo muy tentada a someterse a las nuevas disposiciones y
negociar un arreglo con el gobierno mexicano, pero la presión de las compañías petro-
leras norteamericanas la llevó finalmente a mantenerse unida a éstas en su negativa, y
al iniciarse 1927, los petroleros presentaban un frente unido y en franca rebeldía ante
el gobierno de Calles. Esta decisión de las empresas contaba con el apoyo del emba-
jador norteamericano en México, del Departamento de Estado y del propio presidente
Coolidge. La crisis diplomática México-Estados Unidos se desató entonces con toda
su fuerza.344
El año 1928 fue trascendental por diversos aspectos, entre los principales están lo re-
lativo al Distrito Federal y la sucesión presidencial. Respecto a lo primero, se destaca
la reforma constitucional del 20 de agosto de 1928, al art. 73, fracción VI, base 4ª, que
suprimió el régimen municipal en dicho distrito.
En la iniciativa de reforma se argumentó que “Los hechos han demostrado que la or-
ganización municipal en el Distrito Federal no ha alcanzado nunca los fines que esa
organización gubernativa debe llenar, debido a los conflictos de carácter político y ad-
ministrativo que constantemente han surgido por la coexistencia de autoridades cuyas
facultades se excluyen a veces y a veces se confunden… El poder municipal en el D.F.,
ni puede disponer de los recursos económicos de la municipalidad, ni puede adminis-
trar justicia, ni es el único poder que gobierna en la municipalidad, como debiera ser,
344
Meyer, op. cit., p. 75-76.
puesto que la autonomía municipal tiende a ello. De suerte que el municipio en el D.F.
nació incompleto, inconsistente y, por lo mismo, autónomo, únicamente en teoría”
En consecuencia la reforma al art. 73, fr. VI, facultó al Congreso para nombrar magis-
trados del Distrito y territorios federales. Esto se complementó con la Ley orgánica del
Distrito y los territorios federales, publicada el 31 de diciembre de 1928 señalando,
entre otras cosas, que el Distrito Federal se divide en un departamento central y 13
delegaciones.345
Por otro lado, la era de los caudillos llegaba a su fin. Los estudiosos del tema señalan
que las piezas centrales del régimen fueron el Presidente y el partido. Dada la preemi-
nencia política de Obregón, desde 1926 se inició la actividad política con miras a la
sucesión presidencial de grupos y organizaciones que aseguraban que no habría ree-
lección, por lo que Calles llamó a la formación de una alianza de partidos socialistas,
muchos de ellos solo de membrete. Las aspiraciones de algunos generales no tardaron
en aparecer, como la de Francisco Serrano, (secretario de Guerra) y Arnulfo R. Gómez,
(jefe de operaciones militares en Veracruz), a uno se le identificó con las preferencias de
Obregón y al otro con las de Calles, y así, lo que pudo ser el germen del bipartidismo
derivó en una nueva lucha entre los aspirantes militares. Así las cosas, el Congreso de la
Unión aprobó reformas a los artículos 82 y 83 constitucionales, los cuales disponían que
el presidente de la república no podría ser electo para el período inmediato, pasado ese
período podía desempeñar nuevamente el cargo de presidente por un período más.346
Esto provocó la disidencia del Partido Anti-reeleccionista que postuló a Arnulfo R. Gó-
mez,347 y poco a poco surgieron otras candidaturas, como la de José Vasconcelos, pese a
ello, y a todas luces, se hizo evidente que el caudillismo representado por Obregón, era
la figura de mayor peso en el sistema en formación, y así, lentamente los obregonistas
llegan a controlar las cámaras del legislativo.348
345
El citado departamento quedaba formado por las que fueron las municipalidades de México, Tacuba, Tacu-
baya y Mixcoac. Diario Oficial de la Federación (DOF) del 31 de diciembre de 1928.
346
Decreto publicado en el Diario Oficial del 22 de enero de 1927. Además, se amplió la gestión del Ejecutivo a
seis años, esto en el Diario Oficial del 21 de enero de 1928. MATIP, La Administración Pública, vol. 5, tomo
III, p. 121.
347
Los antireeleccionistas propugnaban por un estado liberal de viejo cuño en donde el Estado limitara sus
actividades a funciones de protección al capital y estímulo a su crecimiento. Loyola, op. cit., p. 49.
348
En los debates del Congreso, “se expusieron dos iniciativas de ley: por un lado los laboristas presentaron un
proyecto de reglamentación del artículo 123, al que se opusieron los obregonistas, quienes propusieron un
proyecto para suprimir los ayuntamientos del D.F.”. Al votarse cuál de las dos iniciativas sería discutida en
primer lugar, se evidenció el poder del obregonismo en el Senado, al ganar la propuesta de discutir inicial-
mente la iniciativa de supresión de ayuntamientos... Ib., p. 23.
El grupo revolucionario seguía escindiéndose, en tanto que para Calles era imposter-
gable la institucionalización de la lucha política, a través de su despersonalización y
que garantizara e impulsara los intereses económicos de la sociedad. Calles buscó el
establecimiento de nuevas formas y mecanismos de dominación y control políticos y
que dieran por sobre todo estabilidad al país. Ante la cercana sucesión del poder presi-
dencial, planeó con E. Portes Gil (quien de gobernador del estado de Tamaulipas pasó a
la Secretaría de Gobernación, en agosto de 1928) la creación de un partido político del
cual saldría el futuro gobernante, así se lanzó una convocatoria a todos los partidos y
organizaciones políticas para una convención nacional, con objeto de constituir el Par-
tido Nacional Revolucionario, cuya tarea principal, dadas las circunstancias del país,
era la designación del presidente.
Portes Gil expuso los motivos que influyeron en la creación de PNR: La necesidad de
contar con un organismo que unificara a los revolucionarios, ante su inminente dis-
persión por la muerte del caudillo, para impedir un enfrentamiento que diera al traste
con la precaria estabilidad. La necesidad de una entidad que reuniera a los dispersos
elementos revolucionarios y disciplinara debidamente a las tendencias dislocadas de
los grupos regionales. La conveniencia de crear una entidad encargada de reconstruir el
pensamiento revolucionario, para que atrajera y congregara a los elementos desorienta-
dos y trazara los cauces del progreso de la nación.350
349
Al iniciar el Congreso sesiones el 1º-IX-1928. MATIP, La Administración Pública, vol. 5, tomo III, pp.
121-123.
350
Cosío Villegas asigna tres funciones iniciales al PNR: Contener el desgajamiento del grupo revolucionario;
instaurar un sistema civilizado de dirimir las luchas por el poder; y dar un alcance nacional a la acción
político-administrativa para lograr las metas de la revolución, op. cit., p. 35. El 1 de diciembre de 1928 se
publicó un documento del comité organizador del PNR en el que se llamaba a la constitución de la unidad
política… el documento del comité reconocía su origen en el discurso presidencial del 1 de diciembre de
1928, en Loyola Díaz, op. cit., p. 125.
Calles dejó la presidencia y lo sucedió, por designación del Congreso, y con carácter
de provisional, Emilio Portes Gil (1 de diciembre de 1928 al 4 de febrero de 1930), un
período suficientemente amplio como para permitir organizarse al partido y sobre todo
que desarrollara una campaña electoral y seleccionara al candidato presidencial. Sin
embargo, Calles tuvo injerencia en su designación,351 y posteriormente pasó a formar
parte del gobierno de P. Gil, ocupando la Secretaría de Guerra y Marina (entre el 3 de
marzo y el 15 de abril de 1929), paralelo al movimiento de rebeldía de Escobar.352
“El PNR nació, pues, de una especie de contrato político entre dos interlocutores: un
poder central incapaz de dominar a la periferia y un conjunto de fuerzas locales sin
medios para extenderse al resto del país. Los dos adjetivos del nuevo partido definían
una doble ambición: Nacional, porque buscaba integrar todas las fuerzas políticas del
país hasta entonces dispersas, y Revolucionario, porque la ambigüedad del término
en el contexto mexicano, permitía obtener el consenso de los grupos en presencia y al
mismo tiempo seguir una política flexible susceptible de adaptarse a la coyuntura.”353
Mientras tanto, el Presidente Interino también debía atender algunos conflictos socia-
les, como el problema estudiantil que derivó en la Ley orgánica que otorgó la autono-
mía universitaria, como una respuesta a las demandas de los estudiantes por determinar
los asuntos de su propia educación. La ley comprometía al gobierno al suministro de
una partida presupuestal cada año para el cumplimiento de sus funciones. El rector ten-
dría la representación universitaria ante las diversas autoridades del gobierno, siendo
el ejecutivo quien propondría en terna a aquél, pero también podría ejercer la facultad
de veto a las decisiones del Consejo Universitario cuando lo estimara conveniente.354
También tuvo que enfrentar el desarme de los guerrilleros cristeros, la rebelión escoba-
rista, la pacificación de los campesinos mediante la creación de las defensas agrarias,
todo lo cual sucedía en la vida local de muchos estados de la República.355
351
El general Calles había recibido un mandato de los generales para ‘orientar la Cámara’ y evitar candidaturas
fantasiosas... El 25 de septiembre de 1928 la Gran Comisión de la Cámara de Diputados, por 277 votos a favor,
2 abstenciones y ningún voto en contra, eligió a Portes Gil Presidente interino. Meyer, Lorenzo, et. al. “Inicios
de la institucionalización”, p. 28, en Historia de la Revolución Mexicana, vol. 12, El Colegio de México, 1978.
352
“Se produjo el 3 de marzo de 1929. Sus antecedentes se remontan al momento mismo en que Calles inten-
tó resolver el problema de la transmisión del poder y eliminó de la sucesión, –para ello–, a los generales
obregonistas. La fuerza del gobierno federal sin embargo, no sólo radicaba en la fidelidad de la parte más
importante del ejército... su posición central, aunque acosada, le ofrecía una capacidad de maniobra superior
a la de los rebeldes. Dispondrá además de un mando central, el de Calles, y de la legalidad, a esto añádase
el apoyo estadounidense y el agrarista que de ninguna manera hubieran podido unirse a un movimiento tan
anti-agrario como el encabezado por Gonzalo Escobar”. Meyer, Lorenzo, op. cit., p. 66.
353
Almada, Carlos. Administración estatal en México. pp. 22-24. INAP 1980, México.
354
Véase la Ley Orgánica de la UNAM, en Ib., pp. 309-323.
355
El 1º. de enero de 1929 el presidente emitió un decreto que virtualmente daba a los campesinos calidad de
policía rural, al autorizar la creación de defensas agrarias. Portes Gil comentó después: “Cuando vino el
levantamiento de Escobar y socios… en muchos estados de la república… había miles de campesinos arma-
dos”. Loyola, op. cit., pp. 130-131.
Los trabajos hechos en algunos estados, como San Luis Potosí y Yucatán, entre otros,
en materia de cajas de seguros populares, estaban causando dispersión y heterogeneidad
en algo que debía uniformarse, por lo que el gobierno federal asumió esta nueva res-
ponsabilidad aunque las instituciones encargadas de su operación surgirían hasta 1943.
Paralelamente, Calles seguía manejando la elección del futuro Presidente (que debería
concluir el primer período de seis años) desde el PNR. Antes que cumplir otra finali-
dad, el partido debería llenar una función exclusivamente electoral, pero ésta llevaba
implícita la influencia de Calles, entonces Ortiz Rubio desarrolló su campaña apoya-
do por el partido, que ya daba señales de ejercer un control efectivo sobre la política
nacional. Pero Ortiz Rubio “no tenía ni podía tener base alguna de poder propio. Sólo
Calles o el PNR estaban en posibilidad de sostenerlo políticamente. Además, por haber
residido en el extranjero durante los últimos seis años, difícilmente podía estar enterado
de los problemas nacionales, y no tendría más remedio que mantener las direcciones
señaladas por Calles.”356 Calles aparecía como el árbitro de la vida política nacional, y
así logró insertar a sus hombres en el gobierno de Ortiz Rubio: E. Portes Gil, Abelardo
L. Rodríguez, Luis Montes de Oca, etc. El mismo Calles volvió a ocupar la Secretaría
de Guerra y Marina. Además, designó a los jefes del PNR (Portes Gil, Montes de Oca,
Lázaro Cárdenas, Manuel Treviño) en diversas ocasiones.
La década de los años treinta se iba a significar por los ajustes en la política interna-
cional, era el periodo de guerras mundiales, la llegada de los regímenes totalitarios, y
marcadamente por la crisis económica de 1929 cuyos efectos repercutían en México.
Para enfrentar la crisis del ’29, el régimen norteamericano, bajo el Presidente Roosevelt,
había establecido una nueva política conocida como el New Deal, afirmando que la
depresión estaba fuera del alcance de la actividad de los empresarios particulares, por
lo que era necesario realizar grandes inversiones para absorber la gran cantidad de
desempleados y reanimar la economía. El mundo capitalista, que aún vive los efectos
356
Meyer op. cit., pp. 62-63. Más adelante señala que “la composición del gabinete (de Ortiz Rubio) se había de-
cidido en una entrevista que tuvieron en Nueva York, Ortiz Rubio y Calles”. Puig Casauranc, citado por Meyer
Lorenzo, Ib., p. 147.
depresivos sobre la economía, iniciados en 1929, adopta una nueva política económica
influenciada en gran parte por la teoría keynesiana sobre el empleo, el interés y el di-
nero. Desde la publicación de The general theory of employment, interest and money
(Londres, 1936), Keynes facilita una praxis político-administrativa basada en la inter-
vención directa del Estado sobre la vida social y económica, y es que en esa época lo
preocupante era encontrar una solución al problema de la desocupación, pero no al de
la inflación. En la crisis capitalista de 1929, los liberales pensaban que la única forma
de reducir el paro consistía en bajar los salarios, por contrario, John Maynard Keynes
argumenta el incremento del gasto público para relanzar la producción. Antes de él, los
gobiernos liberales cuidaban de no manipular la moneda, el presupuesto, los impues-
tos, las tasas de interés, a fin de mantener el equilibrio económico; a partir de él, están
justificados para hacerlo. Para los keynesianos, la riqueza de las naciones resulta de
la demanda de las masas; si ésta se relaja, corresponde al Estado relanzarla mediante
gastos públicos, justifica a la vez el alza de salarios y el aumento de la intervención
del Estado como instrumentos de la prosperidad. Por el contrario, Schumpeter apuesta
por la iniciativa individual, son los jefes de empresa, los inventores, los comerciantes
quienes consiguen el crecimiento. No ha sido la demanda de los consumidores lo que
ha creado una industria del automóvil, de las computadoras, sino el genio productivo
y comercial de los emprendedores. Mientras que Keynes hace depender el crecimiento
de las masas, Schumpeter privilegia a las elites económicas, al grupo de los emprende-
dores que se distinguen por su voluntad de crear riquezas.
Mientras eso sucedía en el plano internacional, en México, la toma de posesión de Ortiz
Rubio se significó por un atentado contra su persona, y así inició su administración. El
13 de enero de 1930 expidió la Ley de Planeación, cuyo objeto sería coordinar y en-
cauzar las actividades de las distintas dependencias del gobierno, de acuerdo a las cir-
cunstancias y necesidades existentes en la sociedad. En consonancia con esto se creó la
Comisión Nacional de Planeación, integrada por un representante técnico de cada una
de las Secretarías y Departamentos de Estado, así como de algunas otras instituciones.
El fin principal de esta comisión sería la elaboración de un plano nacional del país, que
comprendiera las condiciones geográficas, las características generales, ubicación de
puertos, obras de riego, drenaje, caminos, etc.357
Por otro lado, la Constitución había previsto que el procurador fuera el consejero jurí-
dico del gobierno, pero hasta el 18-XII-1931, fecha en que se crea la Comisión Jurídica
del Poder Ejecutivo Federal, no se habían regulado estas funciones ni los medios de que
se valdría el procurador para realizarlas. Al crearse la comisión, se buscó la unificación
del criterio jurídico de los diversos órganos de la administración pública, en la elabora-
ción de las leyes, reglamentos, circulares, etc.358
Véase el decreto de creación de esta Comisión, en MATIP, La Administración Pública, vol. 5, tomo llI, pp.
358
423-425.
En ese año de 1931, se dividió el territorio de Baja California, en Norte y Sur; a su vez,
el territorio de Quintana Roo se divide e integra a los estados de Yucatán y Campeche.
(Reforma de arts. 43 y 45). En 1935, se precisarían los límites territoriales de Yucatán
y Campeche.
Se expidió una nueva Ley sobre Vías Generales de Comunicación (del 28 de septiem-
bre de 1932), incluyendo normas sobre aeronavegación y aeropuertos; además se dic-
taron leyes sobre subsidios a la aviación y construcción de caminos en cooperación con
los estados.
359
“Renuncia de Pascual Ortiz Rubio, dirigida al H. Congreso de la Unión”, el 2 de septiembre de 1932: “…vengo
a exponer ante vuestra soberanía las causas que me hacen renunciar al elevado cargo que desempeño, seguro
de que la principal de ellas, la de carácter político, merecerá el calificativo de grave. La época, particularmen-
te angustiosa en materia económica por la que atravesamos, exige con mayor imperio aunque de ordinario,
marchas de gobierno, procesos de administración pública, caracterizados por condiciones de estabilidad y de
perfecto ajuste de las diversas dependencias y sectores gubernativos y políticos que permitan un juego eficaz y
continuado... para el desarrollo normal de las actividades del Estado. La ilusión generosa del Gral. Calles, que
ha sido también mía: la transmisión pacífica del poder, es lo importante. En plan de política, la suprema razón
de la persistencia, es la unidad, la justificación patriótica única de seguir gobernando, es el éxito que pueda
estarse alcanzando en bien del país. Si la unidad se halla amenazada, si el éxito de la acción del gobierno se
ha resentido y se resiente esa falta de unidad… deber fundamental es renunciar al ejercicio del mandato que
el pueblo me confió a través y por selección de ese partido, para que con mayor unidad de acción en el futuro
–ya que no de pensamiento– logren plenamente las altas finalidades que todos perseguimos… creo contribuir
así también a la consolidación de la Doctrina Calles, de aquella salvadera doctrina de 1928…” en MATIP, La
Administración Pública, vol. 5, tomo III, pp. 413-415.
360
Meyer Lorenzo. op. cit., p. 158.
361
Carta al director de la Enciclopedia Columbia el 18 de mayo de 1936, en Meyer. Ib., p. 160.
dos grandes aspectos; por una parte, la acción que comprende el conjunto de disposi-
ciones generales e individuales, encaminadas a organizar, limitar, modificar y vigilar
la actividad privada por razones de interés público, a fin de obtener el mayor prove-
cho colectivo y de evitar en lo posible las fricciones entre los grupos que intervienen
en los fenómenos de producción, distribución y consumo; y por otra, las actividades
que tienden a mejorar las condiciones económicas mediante una intervención directa
en las funciones mismas de producción y distribución, sea en colaboración con los
particulares, o bien independientemente de ellos… Estas últimas funciones se vienen
cumpliendo no por medio de actos autoritarios, sino principalmente a través de orga-
nismos e instituciones destinados a construirse en factores de equilibrio y orientación
de la actividad privada.”362
362
Informe al Congreso el 1º. de septiembre de 1933, Ib., p. 26. También véase el decreto de creación de la Secre-
taría de Economía, fijando sus atribuciones, pp. 63-65.
363
Véase el decreto de creación en Ib., pp. 63-65. En 1933, declaró ante el Congreso, en relación a la creación
del departamento: “Ante las actuales manifestaciones de la vida colectiva, desbordante de las instituciones
clásicas, el Estado se ha visto precisado a llevar sus facultades más allí de los límites antes reconocidos, para
estar en consonancia con la realidad social. Estas causas son las que han determinado la intervención estatal
en la contratación y ejecución del trabajo, con un espíritu tutelar para los trabajadores.
364
Meyer, Lorenzo, “La Administración del Gral. Rodríguez”, en Inicios de la Institucionalización, op. cit., p. 164.
Por su parte, el legislativo aprobó la ley por medio de la cual se autorizó al ejecutivo
para constituir una Comisión Federal de Electricidad y de otro lado se procedió a for-
mar cooperativas de consumidores de energía, de paso cabe señalar que también se
expidió la Ley General de Sociedades Cooperativas.
El sistema financiero fue ampliado con la creación del Banco Nacional Hipotecario
Urbano y de Obras Públicas, configurado como sociedad anónima, y orientado hacia
fines sociales como la “construcción de grupos de viviendas baratas; la creación de
nuevas empresas industriales o el desarrollo de las ya establecidas y la ejecución de
obras públicas que impliquen un servicio y puedan ser garantizadas no sólo por las
entidades administrativas o políticas correspondientes, sino por los usuarios mismos
del servicio”.367
El 28 de agosto de 1933, se expidió un decreto por el cual se creó un fondo dentro del
Banco de México, pero separado de sus demás funciones, dirigido al crédito popular
(obreros, comerciantes, profesionistas, empleados, pequeños industriales), pero obliga-
ba a los usuarios a organizarse. En junio de 1934 fue creada la Nacional Financiera, con
carácter de institución nacional de crédito, con objeto de “ayudar a la constitución de
un mercado de valores y dar oportunidad de que se apliquen sin temor los depósitos que
están prácticamente inmovilizados en los bancos.”368 También se expidió una nueva ley
de crédito agrícola (9 de febrero de 1934) con la cual se reorganizó el Banco Nacional
de Crédito Agrícola, pues su capital se hallaba prácticamente congelado.
365
MATIP, El Sector Paraestatal, pp. 41-42.
366
MATIP, La Administración Pública, vol. 5, tomo IV, pp. 37-39. Se expidió la Ley de Pesca y su reglamento
el 3 de septiembre de 1932 y el 1º. de febrero de 1933, respectivamente.
367
Ib., p. 47.
368
Ib., p. 48.
Por otro lado, el 6 de abril de 1934 se expidió una Ley de Secretarías y Departamen-
tos de Estado, estableciendo 8 secretarías y 5 departamentos, abrogando la del 25 de
diciembre de 1917,370 pues desde esta fecha la administración pública había venido su-
friendo constantes cambios y variaciones, por un lado acorde a los cambios correlativos
en las actividades socioeconómicas, y por otro lado en cuanto a los procesos de control
y eficiencia de la propia administración del interés general. La ley referida mostraba la
siguiente estructura:
Secretaría de Gobernación.
Secretaría de Relaciones Exteriores.
Secretaría de Guerra y Marina.
Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Secretaría de Economía Nacional.
Secretaría de Agricultura y Fomento.
Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas.
Secretaría de Educación Pública.
Departamento Agrario.
Departamento del Trabajo.
Departamento de Salubridad Pública.
369
Véase esta conferencia en Romero Flores, Jesús. La obra constructiva de la revolución, tomo III, pp. 38-44,
Libro-Méx. Editores, México, 1959.
370
Las Secretarías fueron las de Gobernación, Relaciones Exteriores, Hacienda y Crédito Público, Agricultura y
Fomento, Guerra y Marina, Economía Nacional, Comunicaciones y Obras Públicas y la de Educación Pública.
También se crearon los Departamentos del Trabajo, Agrario, Salubridad Pública, Establecimientos Fabriles y
Aprovisionamientos Militares y el del Distrito Federal, en MATIP, La Administración Pública, vol. 5, tomo IV,
p. 88-89.
En la relación del gobierno federal con los estados y sus gobernadores, seguía el
tema fiscal. Debido a que la Cámara de Diputados no discutió la iniciativa de reforma
constitucional de la primera Convención Nacional Fiscal, y por la crisis mundial que
prevalecía en 1932, el gobierno federal convocó a la segunda Convención, en febrero
1933, a fin analizar los aspectos más importantes de la primera convención, estudiar el
problema actual nacional y la búsqueda de soluciones y alternativas a los problemas de
referencia. Los puntos centrales de esta convención fueron dos:
El resultado fue que se restaron facultades a las entidades federativas al acordar que
la convención podría autorizar la modificación a las leyes fiscales en lo referente a
impuestos locales, pero en lo que tenía que ver con los impuestos federales, sólo tenía
carácter de organismo de opinión. Sin embargo, en las decisiones acerca de las parti-
cipaciones, el gobierno federal tenía un peso desproporcionado. No se necesitaba la
concurrencia, bastaba la mayoría, pero resulta que el gobierno federal por sí solo tenía
el 75 por ciento de los votos.371
» La base local impositiva debe ser el territorio de cada entidad, la entidad Federal
no debe invadir dicha demarcación para establecer tributos; proyectar una Ley
tipo de catastro parcelario, determinar las fuentes de ingresos que deberán cos-
tear los trabajos de catastro predial, y resolver la forma de coordinación entre los
Estados colindantes y entre todos los Estados y la Federación.
» Sobre el impuesto al comercio y la industria, se consideró necesaria la uniformi-
dad, a efecto de lograr la unidad económica en el país, a través de leyes que fue-
ran observadas en toda la república, y su expedición y modificación solo podría
lograrse a través de un acuerdo de la mayoría de los Estados.
» Los impuestos especiales gravarían los recursos naturales del dominio de la na-
ción y todos aquellos artículos que tuvieran efectos adversos a la sociedad, se
gravaría la actividad de hilados y tejidos, cerillos y fósforos de manera transitoria
hasta que la actividad industrial quedase bien constituida; de los grandes avan-
371
Enríquez, 2003.
ces es que los estados podrían cobrar los impuestos especiales sobre venta de
tabaco, alcoholes, bebidas con contenido alcohólico, hilados y tejidos, cerillos
y fósforos.
» La entidad federativa ostentará el poder tributario sobre actos no mercantiles
dentro de su territorio.
» Potestad exclusiva de los servicios públicos municipales y concesiones locales.
» El gobierno federal se atribuye poder tributario sobre el comercio exterior (im-
portaciones y exportaciones), sobre las ganancias de sociedades y de personas
físicas, y sobre la industria, la producción y explotación de los recursos naturales
que pertenezcan a la nación y sobre los servicios públicos de concesión federal.
» Recae sobre los estados el poder tributario de los impuestos sobre herencias y
donaciones; sin embargo, la Federación tendrá participación sobre dichos gravá-
menes.
cada dependencia, para con ellos formar el programa de gobierno, que como saludo a
la nación (se hizo público el 1° de enero de 1934).”373
De esta manera, Lázaro Cárdenas pasaría a ser el primer presidente cuyo partido po-
lítico le ofrecía un programa de gobierno, “un programa común, porque establece los
compromisos del partido con el pueblo y las responsabilidades de los gobernantes ante
la nación y ante su partido, compromisos y responsabilidades que se traducen en nexos
de solidaridad, en puntos de colaboración…”374
Como se puede observar, desde el inicio de la década se opera una transformación re-
levante de la economía, impulsada en gran parte por el gobierno federal, basada en una
serie de medidas progresivas que fueron transformando las relaciones sociales e inter-
nacionales existentes. El Estado rescató el manejo soberano de actividades básicas, lo
que le valió entre otras cosas ruptura de relaciones diplomáticas con Gran Bretaña. El
reparto agrario, los ferrocarriles, el petróleo, fueron factores que dieron un gran impul-
so a la magnitud y dinamismo del mercado interno, afianzando las bases del desarrollo
industrial. El Estado recurre a la nacionalización y expropiación para controlar sectores
clave de la economía, buscando en el incremento del producto y renta nacionales, el
desarrollo económico; de diversas formas, el poder público otorga subsidios, promueve
el crédito y da las facilidades necesarias al sector privado.
373
Ib., p. 75. Véase aquí también la creación de ambas comisiones, la realización de sus trabajos, la opinión del
Presidente Rodríguez sobre los principales problemas del país y otros aspectos más, pp. 69 y ss.
374
Plan Sexenal del PNR 1934-1940, en Ib., p. 167. En opinión de la Comisión Dictaminadora, “La doctrina en
que se apoya el plan es justa, como interpretación de la historia de nuestras instituciones revolucionarias; es
lógico conforme al sentido profundo de nuestro derecho político, y es coherente con las necesidades reales de
nuestra estructura económica y de nuestro pueblo”, Ib., p. 168.
Se facultó al Congreso para legislar sobre industria textil. Se facultó a la Junta Central
de Conciliación y Arbitraje para establecer el salario mínimo (arts. 73 y 123).
En cuanto al Distrito Federal se dispuso que dicho distrito quedara bajo la autoridad del
Presidente de la República:
Para legislar en todo lo relativo al distrito y territorios federales, sometiéndose a las bases
siguientes: El gobierno del Distrito Federal estará a cargo del Presidente de la República
quien lo ejercerá por conducto del órgano u órganos que determine la ley respectiva. El
gobierno de los territorios estará a cargo de gobernadores, que dependerán directamente
del Presidente de la República, quien los nombrará y removerá libremente. (15/XII/1934,
art. 73, fr. VI).
Los trabajos sobre el régimen fiscal de los gobiernos del país avanzaron con la reforma
constitucional, del 18 de enero de 1935, a la fracción X del artículo 73, para establecer
la participación a las entidades federativas y a los municipios en el rendimiento deriva-
do de los impuestos federales sobre energía eléctrica.
Presidente de la República
» Secretaría de Gobernación.
» Secretaría de Relaciones Exteriores.
» Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
» Secretaría de Guerra y Marina.
» Secretaría de Economía Nacional.
» Secretaría de Agricultura y Fomento.
» Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas.
» Secretaría de Educación Pública.
» Departamento del Trabajo.
» Departamento Agrario.
» Departamento Salubridad Pública.
» Departamento Forestal y de Caza y Pesca*.
» Departamento de Asuntos Indígenas**.
» Departamento de Educación Física**.
» Departamento del Distrito Federal.
» Procuraduría General de la República.
El Departamento de Asuntos Indígenas, debía atender los problemas de las diversas et-
nias dispersas en el territorio; se buscó dotar de los elementos de la cultura universal al
indígena, argumentando el mejoramiento de sus condiciones de vida, pero respetando
su conciencia y su entidad como raza. Para Cárdenas el problema indígena “no está en
conservar indio al indio, ni en indigenizar a México, sino en mexicanizar al indio”,376
así se buscaba dotarlo de conciencia nacional.
375
Véase esta ley, donde las secretarías establecidas fueron las de Gobernación, Relaciones Exteriores, Hacienda
y Crédito Público, Comunicaciones y Obras Públicas, Guerra y Marina, Economía Nacional, Agricultura y
Fomento, Educación Pública, y los Departamentos Agrario, del Trabajo, Salubridad Pública, Forestal y Caza y
Pesca, Asuntos Indígenas, Educación Física y del Distrito Federal. MATIP, La Administración Pública, vol. 5,
tomo IV, pp. 201-213.
376
Cárdenas al Congreso en 1940. En ese mismo informe señaló que el analfabetismo venía reduciéndose, en
1910 la proporción de ellos era del 70%, en 1934 era del 50% y para 1940 había bajado al 45%. MATIP, La
Educación Pública, pp. 240-241.
*
Se sustraen estas actividades de la Secretaría de Agricultura y Fomento.
**
Se desprenden de la Secretaría de Educación Pública.
La conservación de los recursos naturales del territorio, como los forestales, llevó al
ejecutivo a crear el Departamento Forestal y de Caza y Pesca, como una medida de
bienestar público, tendiente a un aprovechamiento racional de esos recursos.
Se suprime el Departamento de Establecimientos Fabriles y Aprovisionamientos Mi-
litares.
La política agraria del sexenio cardenista, constituyó una cambio significativo de los
avances tenidos hasta entonces, pues se otorgó el mayor número de tierras, incluso que
la suma total de las entregadas en todos los gobierno anteriores,377 lo que fue en detri-
mento del sistema latifundista y del poder de los hacendados que aún quedaban.
Cárdenas se refirió a la escuela socialista y definió sus objetivos: “lo que la escuela so-
cialista persigue es identificar a los alumnos con las aspiraciones del proletariado... De
este modo la escuela ampliará sus actividades constituyéndose como la mejor colabora-
dora del sindicato, de la cooperativa, de la comunidad agraria y combatiendo hasta des-
truir todos los obstáculos que se oponen a la marcha liberadora de los trabajadores”.378
En cuanto a la educación rural, se continuó y amplió el programa de los maestros
rurales, se fundaron escuelas regionales campesinas donde se preparaba a aquéllos;
se crearon escuelas elementales agrícolas; de manera conjunta, la educación tenía un
propósito común: erradicar las diferencias étnicas, lingüísticas y proporcionar los co-
nocimientos básicos para el desarrollo agrícola.
Se creó el Instituto Politécnico Nacional con objeto de desarrollar las enseñanzas técni-
cas (ampliando el nivel de mano de obra calificada en los procesos productivos), desde
los niveles medio hasta el profesional. También se creó el Consejo Nacional de Educa-
ción Superior y de la Investigación Científica, como un órgano de consulta necesaria
del gobierno federal.379
377
Véase a Nora Hamilton, op. cit., p. 219; Córdova, La política, op. cit., pp. 105-106; Informes Presidenciales,
en La Política Agraria, pp. 103-118. Para Cárdenas, la reforma agraria en México, no es, en resumen, sino
uno de los aspectos necesarios de la integración nacional; obedece a la inaplazable exigencia de dar una base
de sustentación económica a tres cuartas partes de la población activa, siguiendo el ritmo evolutivo que debe
llevarnos a transformar la agricultura extensiva, rudimentaria, de tracción animal y resultados aleatorios, en
agricultura intensiva y técnica, con mayor vinculación a la vida económica general y en contacto estrecho con
los centros de consumo del país y del extranjero. MATIP, La Producción Agropecuaria y F. op. cit., p. 231.
378
Al protestar como presidente, MATIP, La Educación Pública, p. 228. Al año siguiente el Secretario de Educa-
ción, Gonzalo Vázquez, declaró: “La escuela socialista tiene como ejemplo de su labor, el trabajo productivo
y social útil; es decir, exige que los alumnos... realicen labores que les formen el hábito del trabajo, que los
identifique con la clase productora”, Mijares Palencia, op. cit., pp. 96-97. “La gira del Gral. Lázaro Cárdenas”,
en Córdova, La política de masas, op. cit., pp. 55-56.
379
No comprende los aspectos de educación militar, secundaria y normal, ni ejercerá funciones administrativas.
Véase el decreto que lo crea, el 30 de octubre de 1935, en MATIP, La Administración Pública, vol. 5, tomo IV,
pp. 227-228.
380
El 1 de septiembre de 1937, Ib., p. 239. Por otro lado, el gobierno encontró en el manejo de los ferrocarriles, es-
tado de quiebra, creciente desatención, amenaza de paralizar el servicio ferroviario y con ello la vida económi-
ca del país. Después del decreto de expropiación se reformó la Ley de Secretarías y Departamentos de Estado,
creando el Departamento de los Ferrocarriles Nacionales de México, absorbiendo todas las atribuciones que en
materia ferrocarrilera correspondían a la Secretaría de Comunicaciones, quedando bajo la responsabilidad de
dicha dependencia el manejo de los bienes expropiados, el establecimiento de la política, legislación, concesio-
nes, construcción de vías, etc.
381
El laudo se puede ver en Romeo Flores, op. cit., pp. 89-91.
382
Véase el decreto que expropia a favor del patrimonio de la nación los bienes muebles e inmuebles pertenecien-
tes a las compañías petroleras, en MATIP, La Administración Pública, vol. 5, tomo IV, pp. 301-302. Cárdenas
señaló que: “La expropiación de los intereses que representan las compañías petroleras, no puede dar origen al
pago de ninguna compensación o indemnización por el petróleo, ni por los demás carburos de hidrógeno que
haya en el subsuelo, puesto que pertenecen al dominio directo de la nación... Tampoco puede originar un dere-
cho de compensación o indemnización por cuanto a los perjuicios que aleguen los concesionarios, es decir, por
la privación de las ganancias que hubieran podido obtener al seguir en el disfrute de las concesiones, porque al
otorgarse éstas la única causa tenida en cuenta por la nación fue la de que hubiera una inversión de los conce-
sionarios que hiciera posible la explotación de la riqueza petrolera, que siempre ha sido considerada como de
utilidad pública. Las concesiones se otorgan por un plazo largo justamente para que los concesionarios puedan
recuperar sus inversiones y el importe de éstas es lo único que el Estado se encuentra obligado a garantizar. Por
lo tanto, como la rebeldía que asumieron las compañías petroleras las invalidó para seguir haciendo uso de sus
concesiones y mantener la explotación para proseguir recuperando sus inversiones, el Estado debe reconocer
que esta invalidación general de las concesiones, sólo causa a los concesionarios un daño equivalente a las
inversiones debidamente justificadas, que no haya sido aún recuperada por ellos, daño por el cual se les ha de
compensar”. MATIP, El Sector Paraestatal, pp. 52-53.
383
Consúltense estos decretos en MATIP, La Administración, Pública, vol. 5, tomo IV, pp. 317-320.
384
Decreto del 9 de agosto de 1940 que deroga los que crearon la Distribuidora de Petróleos Mexicanos y la de
Administración General del Petróleo Nacional, y a su vez modifica el que creó la institución denominada
“Petróleos Mexicanos”, integrado por un consejo de administración compuesto de 9 miembros, 5 de ellos
designados por el Ejecutivo federal y 4 por el sindicato. Ib., pp. 353-354.
385
Fernández Santillán, op. cit., p. 36.
386
Ib., pp. 162-163. También consúltense aquí los decretos por los que se crearon el Departamento de Asistencia
Infantil, pp. 239-243 y la Secretaría de Asistencia Pública, pp. 355-357. Mediante la reforma al artículo 73
constitucional se federalizó la asistencia social y se expidió la Ley de Coordinación de Servicios Sanitarios de
la República.
A finales del año 1937, se reorganizó por completo las fuerzas armadas del Estado,
creándose la Secretaría de la Defensa Nacional,387 con el fin de centralizar definitiva-
mente la alta administración del ejército y la armada, el servicio militar se hizo obliga-
torio para la juventud. En 1939 se creó con carácter de autónomo el Departamento de
Guerra y Marina, desprendiéndolo de la Secretaría de la Defensa, pues el Ejecutivo
consideró que los asuntos marítimos del país debían ser tratados y centralizados en un
solo organismo, incluso entre sus funciones se incluyó el establecimiento de una po-
lítica marítima, mercantil, militar y de pesca, también se consideró la iniciación de la
construcción naval, creación de instituciones de crédito marítimo y otras más.388
Presidente de la República
» Secretaría de Gobernación.
» Secretaría de Relaciones Exteriores.
» Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
» Secretaría de la Defensa Nacional.
» Secretaría de Economía Nacional.
» Secretaría de Agricultura y Fomento.
» Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas.
387
Véase el decreto de su creación, en Ib., pp. 331-332.
388
Véanse sus finalidades en Ib., pp. 148-149.
389
Véase la Ley Orgánica de la Contaduría de la Federación, expedida el 13 de febrero de 1937, en Ib. pp. 331-
335. Con esta ley, la Contaduría Mayor de Hacienda debía elaborar la cuenta anual que debe presentar el Eje-
cutivo al Congreso de la Unión, y la glosa de dicha cuenta (art. 1º.)
390
Ley de Secretarías y Departamentos de Estado, diciembre 30 de 1939. Ibíd., pp. 303-316.
Stavenhagen, Rodolfo. “Reflexiones sobre el proceso político actual”, en Nueva Política 2, op. cit., p. 19.
392
Esa fue una década en la que los trabajadores (electricistas, mineros, ferrocarrileros,
textiles, petroleros, etc.) se encuentran en lucha constante; aunque con diferentes mo-
tivos y circunstancias, todos reclaman la efectividad de sus derechos: aumento de sa-
larios, mejores condiciones de trabajo, inspección a los centros de trabajo, etc., pero el
de huelga es manipulado por la CROM. “El Departamento de Trabajo registra y tabula
únicamente aquellas huelgas que han sido declaradas legales... de 1924 a 1938 cuando
cada huelga no estaba dirigida por la CROM era considerada ilegal.”395
Por lo que respecta a los campesinos, se les venía exigiendo su incorporación a las
cooperativas, ligas agrarias y a otras formas de organización, para así favorecerlos,
mejor dicho, hacerlos partícipes de créditos, dotaciones de tierra, agua, etc. El Estado
demandaba su organización para ejercer un control sobre ellos. Ciertamente, las ma-
393
En Córdova, Arnaldo, La ideología op. cit., p. 328.
394
Ya que la CROM de una cosa estuvo segura, “de que su organización nada tenía en común ni con el anarquismo
ni con el comunismo circunstancia que sirvió para hacer notar a los EUA la moderación del gobierno”. Carr
Barry, vol. II, p. 14.
395
M. Clark, en Córdova, La ideología, op. cit., p. 327. No fueron pocos los casos en que una huelga era negociada
e incluso conjurada a expensas de los trabajadores; los líderes evidentemente, preferían el arreglo o el convenio
previo, y esto beneficiaba en primer lugar a los patrones y en segundo a los líderes mismos. Ib., p. 325.
396
Hansen Roger, op. cit., p. 124.
sas sociales presionaban fuertemente sobre el régimen, pero a su vez, el gobierno les
demandaba su organización. Cárdenas invitaba a obreros y campesinos a unirse a las
filas del PNR. Así, Cárdenas les decía; “queremos que las masas aprovechen su organi-
zación en mejorar su economía, queremos que la misma organización sea un factor de
convencimiento que ayude a cambiar la estructura moral y económica. El pueblo quiere
organización para resolver sus problemas políticos y educativos”.397 La crisis econó-
mica, y también política, de principios de los treinta, volvió a poner de manifiesto el
descontento de las masas que plantearon la necesidad de dar un impulso, de revitalizar,
el proceso de reformas sociales. En cuanto a la instrumentación de dichas reformas,
la política cardenista muestra un radicalismo frente a los gobiernos anteriores, ya que
tanto el reparto de tierras como la lucha y demandas laborales se profundizan.
Los resultados de esta disposición se muestran con las cifras sobre las ligas y/o co-
munidades agrarias organizadas en el país, que se agrupaban en torno a una central
campesina estatal; poco después estas centrales fueron convocadas para participar en la
fundación de una central única a nivel nacional. Esto ocurrió el 28 de agosto de 1935,
originando el nacimiento de la Confederación Nacional Campesina (CNC), que a dife-
rencia de las organizaciones rurales anteriores, obtuvo reconocimiento legal.399
397
Marzo de 1934. La gira de Lázaro Cárdenas, en Córdova, La política de masas, op. cit., pp. 55-56.
398
Córdova A. La Política, op. cit., p. 114. Y es que como Cárdenas señalaba: “...la situación en que los cam-
pesinos de la república han venido desarrollando su vida económica y social, ha sido en general, contraria a
los propósitos de unificación que la revolución mexicana ha deseado, ya que en la mayoría de las entidades
federativas la desorganización existente ha causado en muchas ocasiones lamentables conflictos, en perjuicio
de la economía nacional…” Ib., pp. 114-115.
399
Véase el proceso de formación de la CNC, en Moisés González Navarro, “La CNC, un grupo de presión en la
reforma agraria mexicana”, Costa-Amic, México 1968. También Córdova A. La Política, op. cit., pp. 111-118.
400
Gerrit Huizer, citado por Ianni O. op. cit., p. 50.
to de 1936. Cada cámara debía agrupar a los patrones, por giro y por región, y estudiar
los problemas económicos propios, proponiendo ante la Secretaría de la Economía
Nacional las mejoras consideradas convenientes. Además debían mantener y procurar
las relaciones necesarias con los diversos poderes de la república.401
El Estado iba así reorganizando la vida social, campesinos, obreros, empresarios, bu-
rocracia, faltaba redefinir el papel de los militares, todos los que en su conjunto repre-
sentaban los factores reales de poder en la sociedad mexicana de esa etapa histórica.
Con motivo de la reforma del partido nacional revolucionario en el de la revolución
mexicana (PRM), el Presidente de la República consideró que “conociendo que la po-
lítica electoral es una inquietud natural en el propio seno del ejército, formado por
ciudadanos armados y no por militares de profesión se autorizó que al reorganizarse el
Partido Nacional Revolucionario, participaran en él todos los integrantes del ejército, y
al efecto se creó el sector militar en el partido”402
Gobernador Gobernador
Fecha Estado Razones de la declaratoria
depuesto designado
Francisco
22 de agosto 1919 Tamaulipas
González
Primo
Habían desaparecido los poderes con
25 septiembre 1920 Michoacán Serranía
motivo del Plan de Agua Prieta
Mercado
401
Ib., pp. 196-201. Ignacio Francisco
Habían desaparecido los poderes con
402
5 Cárdenas, Lázaro. Obras:
de julio 1920 JaliscoApuntesRamos
1941-1956, tomo II, UNAM, México, 1973, pp. 365-366.
Labastida
motivo del Plan de Agua Prieta
Praslow Izquierdo
Gobernador Gobernador
Fecha Estado Razones de la declaratoria
depuesto designado
Ignacio Francisco
Habían desaparecido los poderes con
5 de julio 1920 Jalisco Ramos Labastida
motivo del Plan de Agua Prieta
Praslow Izquierdo
Gonzalo
Eduardo Habían desaparecido los poderes con
5 de julio 1920 Campeche Sales
Arceo motivo del Plan de Agua Prieta
Guerrero
Antonio
Habían desaparecido los poderes con
5 de julio 1920 Yucatán Enrique Recio Ancona
motivo del Plan de Agua Prieta
Albertos
Isaac M.
28 abril 1924 Oaxaca
Ibarra
Ismael
12 septiembre 1924 Morelos
Velasco
29 de diciembre César
Chiapas No se había verificado elecciones libres
1924 Córdoba
165
Gobernador Gobernador
Fecha Estado Razones de la declaratoria
depuesto designado
Francisco
Ricardo Se acusó a un grupo de tomar el control
24 de febrero 1927 Nayarit Ramírez
Velarde del Congreso del Estado
Romano
Federico
Los poderes constitucionales fomentaban
20 de octubre 1927 Chiapas Luis P. Vidal Martínez
la rebelión contra el gobierno federal
Rojas
Enrique
José J. El gobernador fue acusado de violaciones
1 de junio 1932 Guanajuato Hernández
Reynoso a las garantías individuales
Álvarez
165
Gobernador Gobernador
Fecha Estado Razones de la declaratoria
depuesto designado
Miguel
San Luis Genovevo Los poderes locales se levantaron en
26 de mayo 1938 Álvarez
Potosí Rivas Guillén armas contra el gobierno federal
Acosta
Elaboración basada en González Oropeza, Manuel. La intervención federal en la desaparición de poderes, UNAM.
164
4. LA SUSTITUCIÓN DE
IMPORTACIONES Y EL
DESARROLLO ESTABILIZADOR
1940-1970
297
E n el plano internacional también se inicia una nueva época, un nuevo orden mundial
desde 1945, de un mundo bipolar, antagónico, capitalismo y socialismo. En este con-
texto, Friedrich Hayek, en su trabajo ‘La ruta de la servidumbre’ (1943), denunciaría el
recurso a la economía de guerra para estatalizar la vida social. Para él, nuestra sociedad
deriva de dos interpretaciones posibles: el orden maduro, que denomina cosmos, y el
orden impuesto, o taxis, el primero deriva del liberalismo, el segundo del socialismo.
De igual modo, en el orden económico, la libre empresa y el libre cambio, que están en
el origen del crecimiento, no han sido decretados sino experimentados. Hemos caído
en la economía liberal y nos hemos quedado en ella porque hemos comprobado que
ése era el medio de escapar a la penuria. Nadie, ningún gobierno ha decidido nunca
imponer un sistema que de modo arbitrario se habría llamado economía liberal. El
crecimiento es un accidente no programado, resultado arriesgado y experimental de las
iniciativas individuales y de la libertad política que reinaban en las ciudades europeas
del Renacimiento. Desde entonces, el crecimiento no ha cesado de desarrollarse según
ese modelo inicial, haciéndose cada vez más complejo; ahora es el resultado de la dis-
posición de millones de actos aislados que se organizan de modo espontáneo, como
guiados por una ‘mano invisible’ en un vastísimo mercado. La crisis financiera del Es-
tado providencia, de los sistemas de protección social, es un revelador de los defectos
internos del estatismo, de su modo de intervención. También, Ludwig von Mises hizo
su embate teórico en contra el Estado.
En el plano nacional, las décadas que van de 1940 a 1970 se significan por el afianza-
miento de un modelo de desarrollo basado en diversos elementos: estabilidad en el ré-
gimen político, el transito del militarismo al civilismo; consolidación de un mecanismo
por el cual el presidente en turno designaba a su sucesor; la existencia de un proyecto
de industrialización para el país, dejando atrás la economía agraria, ambiente bajo el
que se registran tasas de crecimiento económico sostenidas por tres décadas. Esta eta-
pa, en su momento, fue llamada como ‘el milagro mexicano’
La segunda guerra mundial propició una mayor demanda externa sobre la economía
mexicana y con ello la oportunidad de ampliar y diversificar la producción nacional. De
manera conjunta y complementaria los sectores público y privado encauzan esfuerzos
para el logro del objetivo señalado y que irá consolidando un régimen de economía
mixta. Por un lado, el gobierno federal desarrolla una política favorable al expansionis-
mo industrial y la sustitución de importaciones que con los años configuran un modelo
económico hacia adentro, de tendencia proteccionista para el sector privado, en aras de
propiciar el crecimiento económico y el desarrollo del país. Así, se diseñó una política
para impulsar la participación del sector privado en el desarrollo industrial, misma que
se puede dividir en tres aspectos:
403
Leopoldo Solís señala que el Estado Mexicano ha utilizado diversos métodos de apoyo al crecimiento indus-
trial, mismos que clasifica en tres grupos principales: la asignación de recursos, que a su vez se divide en la
canalización de recursos crediticios –externos e internos– a empresas industriales, principalmente a través de
NAFINSA y la creación de una infraestructura de apoyo al desarrollo industrial –comunicaciones, transportes,
electricidad, irrigación etc.– La política de control selectivo de crédito se ha traducido en el financiamiento
concedido principalmente por los bancos de depósito, la que se ha completado con las inversiones públicas en
infraestructura. A su vez, la política impositiva, en su aspecto de promoción industrial consiste en exenciones
de los impuestos sobre de la renta, importación, mercantiles y exportación que se ofrecen a industrias nuevas y
necesarias por periodos de 5, 7, y 10 años. La política comercial se maneja sobre todo a base de modificaciones
de los aranceles, precios oficiales de los artículos objeto de comercio exterior y permisos previos o licencias de
importación. La Secretaría de Hacienda administra aranceles, precios oficiales y subsidios, mientras la Secre-
taría de Industria y Comercio otorga y controla permisos de importación. op. cit., pp. 223-230.
404
MATIP, El sector paraestatal, op. cit. p. 68.
Para hacer acorde la reforma de 1932, que amplió el periodo presidencial a seis años, en
el año 1943 se dispuso que los gobernadores durarán en su cargo seis años (art. 115).
En cuanto a las relaciones del gobierno federal con las entidades federativas prevaleció
la discusión y diferencias sobre el aspecto fiscal. Desde su llegada, en diciembre de
1940, el presidente envió al Congreso federal una iniciativa de reforma constitucional
a la fracción X del artículo 73 constitucional. La primera comisión de puntos constitu-
cionales de la Cámara de Diputados presentó un dictamen trascendental, entre cuyos
aspectos sobresalientes se encuentran los siguientes:
Para dar concordancia a dicha reforma constitucional, se llevó a cabo otra, ahora refe-
rida a las entidades federativas, actualizando la materia tabacalera, así se adicionó, que
los estados no pueden:
Por otro lado está la iniciativa de ley electoral, orientada a garantizar la limpieza de los
comicios, así como para dar facilidades a los otros partidos políticos (que se publicó en
el diario oficial el 31 de diciembre de 1945), de manera que el año 1946 empieza con
una gran actividad política. La nueva ley electoral resultaba ser más compleja que la
anterior, ya que entre otras características se dispuso que un partido político debía con-
tar con un mínimo de 30 mil afiliados, normar su conducta por la constitución política,
contar con un sistema de elección interna de sus candidatos, un programa y un método
de educación política de sus asociados, una organización basada en una asamblea na-
cional, un comité ejecutivo nacional y comités directivos en cada entidad federativa en
donde se tuviera organización partidaria; no aceptar pactos o acuerdos que los subordi-
naran a una organización internacional. El registro del partido debía ser aprobado por
la Secretaría de Gobernación, de esta manera se formalizaba una función que venía de-
sarrollando desde años atrás, pero bajo un marco informal pero efectivo de relaciones
políticas del régimen; así esa Secretaría sumaba otro renglón a sus facultades.
406
Al respecto, el propio Cárdenas apuntaría más tarde que “no se estudió con profundidad el caso, ya que pre-
tender se mantenga alejado el ejército de su ejercicio cívico y no hacerlo organizadamente es engañarse el go-
bierno y engañar a la nación... Los gobiernos constituidos democráticamente no deben basar su estabilidad en
las fuerzas armadas. Descansan en la fuerza moral y social de las instituciones que representan... Una adecuada
reglamentación del artículo 17 de la Ley de disciplina del ejército y armada nacionales que sea congruente con
la Constitución General de la República puede satisfacer los derechos políticos de los componentes del ejérci-
to” Cárdenas, Obras, op. cit.
lación se mantuvo, con algunas modificaciones en 1951, 1963 y 1971, hasta que la ley
de 1977 vino a reformar todo.
También y de esta manera, desde el año 1946, el sector militar deja de intervenir en la
conducción de los asuntos políticos del país, dando paso a una nueva etapa llamada de
civilismo, y con ello desaparecían el caudillismo y las asonadas militares, para dar paso
a los mecanismos institucionales controlados por el gobierno federal, particularmente
por conducto de la Secretaría de Gobernación, dependencia de la que saldrían los can-
didatos del partido oficial y luego los presidentes constitucionales en las elecciones de
1946, 1952, 1964, 1970.
Esto inauguró una nueva etapa de la vida política nacional, en la que el presidente, en
uso de sus facultades llamadas meta constitucionales, es decir las derivadas del régi-
men político, más que de la misma Constitución, asumía como facultad no escrita, pero
real, de elegir a su sucesor.
El 18 de enero de 1946 se llevó a cabo, lo que sería, la última asamblea del PRM,
tocó a Vicente Lombardo Toledano ser el orador oficial, y en el transcurso de la mis-
ma afirmó: “Miguel Alemán es el heredero legítimo de los hombres de la revolución
mexicana…”407 Al día siguiente se anunciaba la transformación del PRM en Partido
Revolucionario Institucional (PRI), al tiempo que se declaraba como candidato a la
presidencia de la república a Miguel Alemán Valdés, ya por el PRI. En su gestión se
continuó con el proceso de centralización de competencias en el ámbito federal.
El fin de la guerra significó la creación de un nuevo orden internacional, bipolaridad
política, organismos internacionales, sistema de crédito mundial, Estados Unidos como
el nuevo imperio ante la quiebra de Gran Bretaña, entre otros aspectos. Los efectos
estimulantes sobre la producción nacional propiciados por la segunda guerra mundial
habían cesado, sin embargo el proyecto de industrialización seguía sus cauces al inte-
rior del país. Para entonces ya se había definido que el régimen económico no seguiría
el modelo socialista, sino uno de economía mixta, en la que los sectores público y pri-
vado complementarían sus esfuerzos para el desarrollo nacional, sólo que en adelante
se le identificaría bajo el nombre del desarrollo estabilizador, y que se prolongaría hasta
finales de los años sesenta.
Este modelo se basó fundamentalmente en la captación de recursos para impulsar el
desarrollo interno del país, con lo que el incremento de la deuda pública fue progresivo
y acumulativo. El crecimiento económico siguió constituyendo el objetivo fundamen-
tal, y aunque se incluyeron algunos programas de beneficio social, se argumentó que
no sería posible solucionar la pobreza mientras no se diera impulso a la producción.
Carrillo Marcor, Alejandro. Apuntes y testimonios. El Nacional. México, 1989, pp. 275-277.
407
La política del desarrollo estabilizador, entre cuyos exponentes estaba Raúl Prebisch,
en realidad venía a ser la continuación del programa de industrialización mediante la
incorporación de otros mecanismos para promover la actividad económica, tales como
el financiamiento externo y la captación de ahorros de sociedades financieras y bancos
hipotecarios.408
En otras palabras, se buscaba captar mayores recursos de ahorro privado, hacer más
efectiva la estructura fiscal, incrementar el ahorro público y financiar el gasto de ese
sector con recursos propios, aprovechar la subutilizada capacidad de pago del país, acu-
diendo al endeudamiento público externo para aligerar las presiones sobre la balanza de
pagos y a financiar las inversiones en riego, carreteras, ferrocarriles, energía, industrias,
y muchos otros aspectos más.
408
Según Raúl Prebisch, en su tesis del desarrollismo, presentada inicialmente como una solución al estanca-
miento latinoamericano de la década de los años cincuenta, y que poco después fue adoptada y expandida
por la CEPAL, consistía en que el financiamiento externo, público y privado, era un complemento de los
recursos internos y tendría resultados positivos sobre el conjunto de la economía latinoamericana siempre y
cuando se observaran ciertas condiciones, relacionadas con su monto, destino y condiciones. Son recursos
orientados a corregir desequilibrios estructurales en el sector externo de la economía a fin de permitir la
eliminación o disminución de tensiones a corto plazo y hacer posible la introducción de los cambios estruc-
turales que permiten corregir ese problema. Prebisch, Raúl. Hacia una dinámica del desarrollo latinoame-
ricano. FCE, México 1955.
409
Ortiz Mena, Antonio. Desarrollo estabilizador, una década de estrategia económica en México. México, 1962.
cia humana y tienda a desarrollar armónicamente las facultades del ser humano. La
primaria es obligatoria.
Hecho relevante para la vida nacional fue que en el año 1947, se otorga derecho de voto
a la mujer en las elecciones municipales (art. 115).
Los estados miembros tuvieron cierta reticencia para aceptar el sistema descrito. Por
tanto el gobierno federal, el 28 de diciembre de 1953, expidió la ley que dispone que las
entidades federativas que realicen convenios de coordinación respecto a la aplicación
del impuesto federal sobre ingresos mercantiles con el gobierno federal, recibirán un
aumento del 10% de sus participaciones en impuestos federales.”410
Cabe anticipar, en abono del tema, que dicha ley del 28 de diciembre creó la Comisión
Nacional de Arbitrios y se reforzó el sistema de participaciones, según el cual el go-
bierno federal recauda el impuesto y participa a las entidades federativas y a los mu-
nicipios, de acuerdo con las disposiciones constitucionales o a través de los convenios
celebrados. “Sin embargo, ya en 1957, la segunda sala de la Suprema Corte de justicia
opinó que la federación sólo puede establecer impuestos sobre las materias enumeradas
en la fracción XXIX del 73, por 10 que no existe coincidencia de la materia fiscal entre
la federación y los estados miembros. Para llegar a esta conclusión, el máximo tribunal
relegó un dato que hasta aquel entonces había jugado un papel primordial: la fracción
VII del propio 73 que faculta al congreso a imponer las contribuciones necesarias para
cubrir el presupuesto… La tesis anterior alarmó al gobierno federal, ya que le haría
perder más o menos el 40% de sus ingresos ordinarios. El gobierno federal reaccionó
ante la tesis expuesta, proponiendo un proyecto de reformas a la ley orgánica de los
tribunales de la federación, para que los amparos en revisión por leyes impugnadas de
anticonstitucionalidad fueran competencia del pleno de la Suprema Corte y no de una
sala, ya que la opinión de tres personas podía destruir todo el sistema fiscal, y lograr
que la federación no pudiera cubrir los gastos de su presupuesto, según lo ordena la
fracción VII del 73, y según la cual, el congreso federal establece las contribuciones.
La Suprema Corte varió su criterio respecto a 1957 y volvió a la tesis tradicional de
coincidencia de facultades fiscales, aunque erróneamente hable de concurrencia. Así,
en el amparo en revisión 9521/65, nuestro máximo tribunal expresó: Los artículos 73,
fracción VII y 74 fracción IV, de la Carta Fundamental facultan respectivamente al
Congreso y a la Cámara de Diputados para imponer en general las contribuciones nece-
sarias para cubrir el presupuesto, de lo que se sigue que tales facultades son ilimitadas
en cuanto a las materias que pueden gravarse, y que se extienden tanto a las que están
reservadas expresa y privativamente al Congreso, como aquellas en que puede concu-
rrir con los Estados. El que haya materias reservadas exclusivamente a la Federación,
conforme a las fracciones X y XXIX del artículo 73 constitucional, ello no significa
que sus facultades impositivas deban limitarse a dichas materias, sino que los Estados
están excluidos de ellas.
En el amparo en revisión 5367/67, la sala auxiliar sostuvo que “resulta inexacto que no
se pueda gravar el ingreso proveniente de un contrato de arrendamiento, así sea éste ci-
vil… pues la fracción VII del artículo 73 de la misma constitución faculta al Congreso
de la Unión para imponer las contribuciones necesarias a cubrir el presupuesto…”411
Ibíd., p. 109. Informe rendido a la Suprema Corte de Justicia de la Nación por su presidente al terminar el
411
En síntesis, el Sistema de Coordinación Fiscal que inició en 1948, año en que entró en
vigor la Ley de Impuestos sobre Ingresos Mercantiles (ISIM), la coordinación de en-
tonces tenía el propósito de evitar la doble tributación en materia de ingresos mercanti-
les, sin embargo, los estados con mayor desarrollo económico decidieron no coordinar-
se, ya que consideraron que obtenían mayores ingresos conservando sus propias tasas
de tributación. Así fue como el federalismo fiscal evolucionó hasta los años sesenta,
habría esperar a la siguiente década en que se introducen cambios importantes.
Gobernador Gobernador
Fecha Estado Razones de la declaratoria
depuesto designado
Alejandro Gómez Darío L. Arrieta Los poderes del estado fueron acusados de
21 de mayo 1954 Guerrero
Maganda Mateos violar las garantías individuales
También es a partir de 1947 se crean bajo un nuevo criterio de desarrollo regional di-
versas comisiones, como la del Papaloapan para promover una región fluvial que abar-
caba los estados de Puebla, Oaxaca y Veracruz con trabajos de construcción de presas y
vías de comunicación, mejoramiento de tierras, instalaciones eléctricas, agua potable,
desarrollo urbano; la de Tepalcatepec, enfocada en la región que va del Lago de Cha-
pala al Pacífico abarcando un área de 18 mil kms. cuadrados; la del Río Fuerte para
impulsar la región que recorre ese río en Sinaloa y abarcando 35 mil kms. cuadrados;
y la del Río Grijalva, con el fin de explotar los recursos hidrológicos, asumiendo entre
otras tareas las de construir sistemas contra inundaciones, obras sanitarias, de riego,
electricidad, vías de comunicación y centros de población.412
La política agraria buscaba favorecer la pequeña propiedad y el ejido, por lo que, con
la reforma constitucional del 12 de febrero de 1947 a la fracción X del artículo 27, se
reconoció al ejido una extensión de diez hectáreas de terreno de riego o humedad, a falta
de ellos, de sus equivalentes en otras clases de tierras, sin embargo esa extensión se iría
disminuyendo cada vez más, con reformas sucesivas, hasta reducirla a dos hectáreas. Así,
en el primer año de gobierno de Alemán se informó de la expedición de mil noventa y seis
acuerdos de inafectabilidad que ampararon ciento ochenta y tres mil hectáreas.413
Para esta época, el flujo migratorio, de los llamados ‘braceros’ mexicanos, hacia Esta-
dos Unidos creció en importancia hasta constituir un problema para la mano de obra
mexicana y las autoridades del país vecino del norte hacia la década de los años cin-
cuenta. “De 4,152 braceros contratados en 1942, se elevaron a 307,999 en 1954, cal-
412
Glade, Patton, op. cit. También Guerrero, Omar. El Estado y la Administración Pública en México, pp. 743-750
donde reseña las diversas actividades de fomento realizadas por el Estado.
413
Fernández Santillán, op. cit., p. 70.
414
Informe al Congreso del 1 septiembre 1956, MATIP, La Administración Pública, op. cit.
culándose que los deportados por ingreso ilegal ascendieron a 645,596, o sea un total
de 953,395.”415
Diversos factores económicos y sociales habían contribuido a estimular la migración,
entre otros, Ignacio García Téllez apuntaba los siguientes: El crecimiento de la pobla-
ción nacional; la falta de oferta laboral nacional; el subempleo y la ocupación estacio-
nal; la ausencia de un organismo ejecutivo con programa coordinado y recursos para
encauzar la ocupación; el crecimiento industrial de los Estados Unidos del norte y la
escasez de trabajadores rurales; el interés de los granjeros en disminuir sus costos de
producción con el abaratamiento de la fuerza de trabajo; la especulación de intermedia-
rios explotadores de los braceros; la falta de una legislación unificada en los Estados
Unidos del norte que confiara a una autoridad común la vigilancia y el cumplimiento de
las condiciones de contratación internacional iniciadas el 4 de agosto de 1942 y com-
plementadas en el acuerdo de 11 de agosto de 1951, reformado en 1952, 1954 y 1955.
Por Acuerdo presidencial del 4 de mayo de 1942 se creó la Comisión Internacional
para la Protección Contractual de los Braceros Emigrantes como antecedente de los
convenios internacionales del 4 de agosto de 1942, 1 de agosto de 1949, 11 de agosto de
1951, 19 de mayo de 1952, en los que se fijaron disposiciones mínimas de ocupación,
salarios, prestaciones sociales, garantía de un trato humano o igualitario de los trabaja-
dores por las autoridades de los Estados Unidos del norte y cuyo cumplimiento motiva-
ba la vigilancia y patrocinio de los cónsules mexicanos en las regiones del desempeño
de las labores, habiendo sido tan frecuentes los abusos de los granjeros que originaron
numerosas promociones de los funcionarios mexicanos.
Siendo titular del ejecutivo federal Adolfo Ruiz Cortines, se llevó a cabo otra reforma
constitucional en el año 1953. Se reconoció que tanto los varones como las mujeres son
ciudadanos de la República, dando así el derecho a la mujer de votar en las elecciones
federales. (arts. 34, 115)
El presidente Ruiz Cortines señaló la relevancia del hecho en estos términos: “Ya que
el Ejecutivo, fue quien promovió el otorgamiento completo de los derechos políticos
a la mujer, quiero dejar constancia de que con su conducta elevada, digna y patriótica
patentizó en los actos electorales, que es merecedora de la confianza que en ella de-
positamos y de que no defraudará la fe que en ella tiene la nación. Afirmamos que su
acción política crecerá benéficamente para el progreso democrático, pues aportará su
gran sensibilidad y su apasionado celo por su hogar y por su patria.”416
415
García Téllez, Ignacio. La migración de braceros a los Estados Unidos de América. México, 1950. Datos
similares los proporciona la Dirección General de Asuntos de Trabajadores Migratorios de la Secretaría de
Relaciones Exteriores para los años 1952 y 1953.
416
Informe al Congreso del 1 de septiembre 1953, MATIP, Los Mensajes Políticos, op. cit.
En vista de que cerca del 50% de la población carecía de servicios eléctricos, el Gobierno
acelera su política de electrificación y mediante reforma constitucional del año 1960,
se atribuyó a la nación la exclusividad para generar, conducir, transformar, distribuir y
abastecer energía eléctrica. La nacionalización de la industria eléctrica, planteada como
una consecuencia necesaria de lo dispuesto por la Constitución Política, que consideraba
de utilidad pública el aprovechamiento de las aguas pero sujeta a las disposiciones que
dictaran las entidades federativas no había sido posible hasta entonces por una serie de
contradicciones legislativas, agravadas por las reformas hechas a la Ley de la Industria
Eléctrica en 1941; sin embargo con la reforma constitucional del 29 XII 1960 al párrafo
sexto del artículo 27 se precisó que correspondía exclusivamente a la nación generar,
conducir, distribuir y abastecer energía eléctrica que tenga por objeto la prestación
del servicio público sin otorgar concesiones a ningún particular. Así se procedió a la
compra de la Compañía de Luz y Fuerza.
417
Informe sobre la reforma de la administración pública mexicana. Comisión de Administración Pública 1967.
Secretaría de la Presidencia. Dirección General de Estudios Administrativos. México 1974.
Bajo este contexto, en el año 1969, se establece como condición única para ser ciudadano
el haber cumplido 18 años. Podrán adquirir la nacionalidad mexicana, los nacidos en el
extranjero, de padre mexicano o de madre mexicana. (arts.30, 34)
418
Reynolds, Clark W. ¿Porqué el desarrollo estabilizador fue en realidad desestabilizador? En El trimestre
Económico # 176, octubre-diciembre 1977, FCE, México. Tambén, Solis Leopoldo La realidad económica
mexicana. Retrovisión y perspectivas. Siglo xxi México 1976.
315
419
Banco Nacional de Comercio Exterior, La política económica del nuevo gobierno, p. 15. México, 1971,
También Gribomant C. y Rimez M. “La política económica del gobierno de Luis Echeverría”. En El Trimes-
tre Económico, vol. XLIV, No. 176, octubre-diciembre, 1977, FCE, México.
Con el fin de fortalecer las finanzas públicas, se acudió en varias ocasiones a la reforma
fiscal, pero solo fueron intentos parciales, no cubrieron los objetivos a que se aspiraba,
ya que ni favorecieron la redistribución del ingreso y la riqueza, ni permitieron al go-
bierno contar con recursos propios, lo que ahondó el déficit público.
En esta década el país entró en una fase de endeudamiento conocida como el ‘circulo
vicioso del endeudamiento’ en la que se requirió cada vez más de nuevos recursos para
amortizar la deuda antigua y pagar sus intereses a fin de no poner en riesgo su capa-
cidad de importar. Así la deuda externa del sector público pasó de 4,262 millones de
dólares en 1970 a 19,600 en 1976. “A manera de ejemplo baste señalar que en 1971,
de los 724 millones de dólares contratados en empréstitos 455 (el 63%) fueron para
amortizar la vieja deuda, 238 millones (el 32.9%) para el pago de intereses y los 31
millones restantes (4.1%) para proyectos de inversión. En 1972, las cifras fueron de
864 millones de empréstitos, de los que 745 (86.2%) se destinaron para el servicio de
la deuda y un remanente de 119 millones (13.7%) para inversión.420
Por lo que se refiere a la política social, son de destacar la transformación del Depar-
tamento de Asuntos Agrarios y Colonización en la Secretaría de la Reforma Agraria,
rediseñando la política en esta materia al apoyar la colectivización del campo y a la pe-
queña propiedad por el fracaso de la reforma agraria; en complemento a dicha medida
se expidió una nueva Ley Federal de la Reforma Agraria para impulsar la organización
del ejido y la propiedad comercial; con ello se quiso capacitar al campesino a fin de
organizar el establecimiento de agroindustrias.
420
Green, Rosario. El endeudamiento externo de México, p. 189, El Colegio de México, México, 1976.
421
Gribomant y M. Rimez, op. cit., pp. 792.
422
Véase Carrillo Castro, Alejandro. “La empresa pública y la forma administrativa” en Empresas Públicas,
Presidencia de la República. Coordinación General de Estudios Administrativos. México, 1978.
Concebida por Jesús Reyes Heroles, la reforma política estaba orientada a encauzar el
proceso democrático del país, abriendo alternativas reales a la participación política
de las diversas corrientes de opinión nacional que se manifestaban en el país, con ello
se abría una nueva etapa en la contienda ideológica. La reforma política se caracteri-
zó fundamentalmente por promover una amplia reforma constitucional mediante las
adiciones hechas en 1977 al artículo 41, después de larga trayectoria se reconoció a
los partidos políticos como entidades de interés público, a fin de promover la partici-
pación social en la vida democrática, para lo cual fue necesario precisar su naturaleza,
prerrogativas, financiamiento y funciones, se les reconoció el derecho a los medios de
comunicación social.
En el Poder Legislativo, con la reforma a los arts. 52, 53, 54 y 60, se sustituyó el criterio
de elegir diputados sobre la base de población, creando en su lugar un régimen mixto,
es decir una Cámara de Diputados con 300 diputados de mayoría relativa y 100 de re-
presentación proporcional (en 1986 estos últimos aumentarían a 200), electos mediante
el sistema de listas regionales. Asimismo, se reconoció la procedencia de recursos de
reclamación ante la Suprema Corte. En paralelo a ello se reconoció el derecho de los
ciudadanos a la información. Con esto último se buscaba fortalecer el Poder Legis-
lativo mediante la participación en su seno de los partidos políticos. El resultado de
la reforma electoral fue que, para la siguiente contienda presidencial se registraran 9
candidaturas, avaladas por igual número de partidos políticos.
Por lo que hace al plano económico se diseñó una estrategia diferenciada en tres etapas
bianuales consecutivas: la primera de ellas, sería de arranque orientada básicamente a
la superación de la crisis; la siguiente, sería de consolidación, estableciendo las bases
para un crecimiento sostenido; el bienio 1980-82, sería de crecimiento acelerado, con-
solidador del proceso de desarrollo.
Los recursos externos generaron una mayor dependencia y subordinación a las suge-
rencias y condiciones impuestas por los organismos internacionales ante nuestro dile-
ma de crecimiento o recesión; el haber decidido por el primer extremo solo retrasó la
llegada de lo segundo pero ante circunstancias nacionales e internacionales totalmente
diferentes.
423
Véase Sexto Informe de Gobierno. Anexo Histórico, p. 93, Presidencia de la República, México, 1982.
424
Deuda externa. Cuadernos de Renovación Nacional. Fondo de Cultura Económica. México, 1978.
» SECRETARÍA DE GOBERNACIÓN.
» SECRETARÍA DE RELACIONES EXTERIORES.
» SECRETARÍA DE HACIENDA Y CRÉDITO PÚBLICO.
» SECRETARÍA DE LA DEFENSA NACIONAL.
» SECRETARÍA DE MARINA.
» SECRETARÍA DE COMERCIO.
» SECRETARÍA DE AGRICULTURA Y RECURSOS HIDRÁULICOS.
» SECRETARÍA DE COMUNICACIONES Y TRANSPORTES.
» SECRETARÍA DE ASENTAMIENTOS HUMANOS Y OBRAS PÚBLICAS.
» SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA.
» SECRETARÍA DE SALUBRIDAD Y ASISTENCIA.
» SECRETARÍA DEL TRABAJO Y PREVISIÓN SOCIAL.
» SECRETARÍA DEL PATRIMONIO Y FOMENTO INDUSTRIAL.
En 1980 se sustituyó la Ley de ingresos mercantiles por la del valor agregado, estable-
ciendo una tasa inicial del 10%.
quema impositivo previo. Pronto, sin embargo, se empezó a detectar una disminución
de los ingresos en estados y municipios.”425
Hecho realmente relevante fue el inventario del territorio insular del país, “a 160 años
de haber iniciado México su vida independiente y 64 de su Constitución vigente el te-
rritorio insular mexicano representaba un campo inexplorado, se desconocía el número
nombre y localización de las islas, cayos y arrecifes, nadie tenía idea exacta de su ré-
gimen jurídico y su abandono era total. A principios de 1980, la Dirección General de
Gobierno de la Secretaría de Gobernación se dio a la tarea de elaborar un inventario del
territorio insular… se hicieron los estudios jurídicos indispensables para determinar el
régimen al que estaba sometido el territorio insular…”426
425
El federalismo fiscal en México, p. 31. Instituto de Investigaciones Legislativas, Senado de la República,
México 2001. Sobarzo Fimbres, Horacio. Federalismo fiscal en México, El Colegio de México, 2005.
426
Dantón Rodríguez, Luis. Régimen jurídico e inventario de las Islas, Cayos y Arrecifes del territorio nacional
1981. Secretaría de Gobernación, México, 1981.
327
A l iniciar la década de los años ochenta, mientras en México se debate sobre el fin del
modelo de desarrollo hacia adentro y la necesidad de abrir la economía al entorno inter-
nacional, en diversos países del mundo se observa el ascenso de los partidos políticos
conservadores en la conducción gubernamental: en 1979 llegan al poder en Gran Breta-
ña, en 1980 a Estados Unidos, en 1982 a Alemania, Holanda, Bélgica, Luxemburgo, en
1983 están en Francia; se trata de una especie de revolución conservadora liberal, no de
una fugaz, o periódica, alternancia entre partidos de izquierda y derecha, es un giro sig-
nificativo en cuanto a la visión sobre el papel del Estado en la vida económica y social.
El papel intervencionista del Estado fue atacado frontalmente y señalado como el cau-
sante de la crisis económica y fiscal de los años setenta. La intervención estatal es vista
como un factor negativo para el crecimiento, debido a las excesivas regulaciones, trans-
ferencias, elevado gasto público, altos impuestos que desincentivan la inversión priva-
da; en su lugar propone la privatización, la desregulación, la apertura de los mercados.
Con ello se induce en otros países a un debate relativo al papel y tamaño del Estado,
partiendo del supuesto de que a menor Estado, mayor mercado y por tanto, mayor gra-
do de libertad individual para incentivar al sistema capitalista.
Fue entonces cuando Milton Friedman despierta el interés por las políticas monetaria
y monetarista, para con ellas enfrentar los déficit crecientes del sector público, al que
se consideraba difícil de reducir e incompatible con políticas de control monetario. Sin
embargo, el éxito de las políticas antinflacionistas, de corte monetarista, puestas en
práctica en países como Gran Bretaña, a partir de 1979 con el triunfo de Margaret Thatcher,
y Estados Unidos con el triunfo de R. Reagan y su ‘Kitchen Cabinet’, en 1980, sirvie-
ron como ejemplo para otros países.
Dos meses después, ya en 1983, nuevas reformas constitucionales ajustan el papel del
Estado mexicano. El Ejecutivo Federal promovió la reforma constitucional a los prin-
cipios normativos del desarrollo económico y social, así como el papel del Estado en
ello; en consecuencia el 3 de febrero, se publicó la reforma a los artículos 25, 26, 28
y 73, para precisar que corresponde al Estado la rectoría del desarrollo nacional, para
garantizar que sea integral, que fortalezca la soberanía nacional y su régimen demo-
crático; al desarrollo económico concurrirán los sectores público, social y privado. Al
primero de estos tres se le reservan las áreas estratégicas señaladas en el art. 28, (acuña-
ción de moneda, correos, telégrafos, radiotelegrafía, comunicación vía satélite, emisión
de billetes, petróleo, hidrocarburos, petroquímica básica, minerales radiactivos, energía
nuclear, electricidad, ferrocarriles).
La otra vertiente buscó transferir a los estados algunas actividades realizadas por el
gobierno federal, tales como la salud y educación. Con la reforma constitucional al art.
4 por el que se establece el derecho de las personas a la protección de la salud, así como
la concurrencia de la federación y las entidades federativas en materia de salubridad ge-
neral. El 30 de agosto de 1983 se firmó un Decreto presidencial que disponía transferir
a las entidades federativas la responsabilidad de los niveles de atención preventiva y de
hospitales generales, buscando así sentar las bases para la creación de un Sistema Na-
cional de Salud. Se dividiría funcionalmente al conjunto de las instituciones de salud de
acuerdo con el tipo de usuarios. De este modo, la Secretaría de Salubridad y Asistencia
se ocuparía de la población abierta, es decir de la no adscrita a las instituciones de segu-
ridad social. En este mismo sentido se dispuso la transferencia de servicios educativos
a las entidades federativas (decreto presidencial del 8 de agosto de 1983).
Al año siguiente se inició el procedimiento para transferir dichos servicios. Más aún,
se expidió el Decreto (18-VI-1984) por el que las dependencias y entidades debían
proceder a elaborar un programa de descentralización administrativa, que culminó con
la expedición del Programa de Descentralización de la Administración Pública Federal,
seis meses después y que aceleró sus actividades con los sismos de 1985.
En enero de 1985, surgió el Programa de Descentralización de la Administración Pú-
blica Federal, señaló que se trataría de un proceso donde lo importante es poner en
movimiento una nueva inercia de relaciones administrativas y de capacidad de decisión
en los propios estados y regiones, que se irá ajustando de acuerdo con las experiencias
y con las disponibilidades de recursos que vayan teniendo la federación y los estados
en los próximos años. Su objetivo fundamental residía en contrarrestar lo que ya se
percibía como efecto negativo, derivado de un largo proceso de centralización, no sólo
política y administrativa sino también económica y social. En su diagnóstico apuntaba
que el centralismo afectaba la democracia, profundizaba la desigualdad y se imposibi-
litaba el desarrollo armónico de las diferentes regiones y grupos del país.
Ello obligaba a revisar las competencias entre los tres niveles de gobierno, una redistri-
bución geográfica más equitativa de las actividades productivas. El programa conside-
raba la reubicación de oficinas a las entidades federativas, la transferencia de entidades
paraestatales administradas por el gobierno federal hacia los gobiernos estatales, accio-
nes de desconcentración de funciones administrativas que tienden a modificar la forma
operativa de la administración pública. En términos generales se adoptaron decisiones
para apoyar el desarrollo de las actividades productivas de alcance regional; para el de-
sarrollo social; para la consolidación y ampliación de la infraestructura regional; para
fomentar la actividad económica y ampliar el acceso a los servicios gubernamentales.427
427
Programa de descentralización de la administración pública federal, México 1985. Cabe recordar que la
desconcentración se significa atribuir competencias o traspasar facultades propias de los órganos centrales
a sus órganos periféricos; en cambio la descentralización se debe traducir en una serie de facultades que se
resignan de los órganos centrales a otros entre locales con personalidad distinta de la de aquellos, ajenos
desde luego a la jerarquía administrativa de origen. Domínguez Alcahud, Jesualdo. “Desconcentración, des-
centralización y división territorial”, Ed. INAP, Serie Praxis No. 32, pp. 7-11. México, 1984.
428
Gutiérrez Salazar, Sergio. “Burocracía federal en los estados de la República. Descentralización o descon-
centración. RAP, No. 67-68, p. 91, INAP, México, 1987.
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social facultó a las delegaciones federales para
emitir criterios y opiniones en asuntos relacionados con las Procuradurías Auxiliares
de la Defensa del Trabajo.
La PGR creó 59 agencias del Ministerio Público federal, llegó a 116 en el interior de
la República.
Como telón de fondo para todas estas acciones aparecía el Convenio Único de Desarro-
llo que a la vez se consolidó como el instrumento fundamental para la planeación regio-
nal, contando para ello con la importante participación de las delegaciones federales en
los estados. En el año 1987 nuevos ajustes a la relación del gobierno federal con las
entidades federativas y el Distrito Federal son motivo de reformas constitucionales.
En el primer caso, se formaliza lo que de hecho existía, al establecer que:
Tamaño y Composición de la Administración Pública Mexicana, capítulo II, pp. 31-36. INAP-Secretaría de
429
Como se recordará, la hegemonía política priista había entrado en crisis en 1986, con
el caso de la elección de gobernador en Chihuahua, al poner en evidencia, por un lado,
que en el norte del país la oposición si podía convertirse en una opción de gobierno;
por otro lado, que el gobierno de la República no estaba dispuesto a reconocer dichos
triunfos porque consideraba que cuestionarían la estabilidad política. El discurso ofi-
cial argumentaba que entregar un estado fronterizo a la oposición (al PAN) ponía en
riesgo la integridad territorial y la cohesión del sistema, tanto porque los panistas eran
considerados aliados estratégicos de los intereses del imperialismo, como porque si se
perdía una gubernatura se produciría un efecto en cadena y todo el sistema se derrum-
baría. Enseguida vino la crisis en la elección presidencial de 1988. La posibilidad de
un triunfo de la oposición y de la alternancia política, adquirieron dimensión nacional.
El candidato del PRI tomó posesión el 1 de diciembre de 1988, pero simultáneamente
se abrió una crisis de legitimidad. El mismo Salinas de Gortari así lo reconoció en su
toma de posesión y convocó a una nueva reforma política. En 1989 continuó el camino
democrático, en julio de ese año el gobierno de la República reconoció el triunfo de Er-
nesto Ruffo en Baja California y en octubre se aprobó una reforma constitucional con
el consenso del PAN y el PRI. El meollo de la nueva legislación estaba en la creación
de un organismo independiente, imparcial y autónomo para organizar las elecciones.
Así surgieron el Instituto Federal Electoral, el acuerdo para elaborar un nuevo padrón
y la credencial con fotografía. El papel histórico de la Secretaría de Gobernación en el
proceso electoral llegaba a su fin.
430
Ibíd., capítulo V, pp. 69-78.
políticos nacionales y los ciudadanos en los términos que disponga la ley; dicha fun-
ción deberá realizarse a través de un organismo público (IFE) dotado de personalidad
jurídica y patrimonio propio y los principios rectores para esta función deberán ser la
certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad. Estas modificaciones
político-electorales tuvieron de igual manera su repercusión en las entidades federati-
vas, en donde se crearon los Institutos estatales electorales.
Como parte de la reforma del Estado, en 1992 se reestructuró la relación con el clero,
para lo que se les reconoció personalidad jurídica a las iglesias y a las asociaciones re-
ligiosas atribuyéndoles capacidad para adquirir, poseer, y administrar los bienes indis-
pensables a su objeto. El Congreso no puede dictar leyes para prohibir religión alguna
(art. 130).
Con la reforma del 3 de septiembre de 1993, se dispuso que ningún partido político
podrá contar con más de 315 diputados por ambos principios de elección, el de mayoría
relativa y el de representación proporcional; la Cámara de Senadores amplió a 128 el
número de sus integrantes, 4 por estado, y de ellos 3 sería electos por mayoría relativa
y 1 asignado a la primera minoría. En la Cámara de diputados se eliminó la llamada
cláusula de gobernabilidad evitando que un solo partido pudiera por sí solo reformar
la constitución política, ya que a partir de entonces se requeriría el voto de las dos
terceras partes de los diputados. Se precisó la competencia y funcionamiento del
Tribunal Federal Electoral.
Otra reforma constitucional que debe mencionarse por su trascendencia fue la hecha,
en julio de 1994, a los requisitos para ser Presidente de la República, estableciendo
que podría ser hijo de padre o madre mexicanos y haber residido en el país al menos
durante 20 años (art. 82). Al interior del Ejecutivo Federal se creó (DOF, 19-VII-1994),
por acuerdo del Consejo General del IFE, la Fiscalía Especializada para la Atención de
Delitos Electorales dependiente de la Procuraduría General de la República.
El Gobierno del Distrito Federal está a cargo de los Poderes de la Unión, los cuales
lo ejercerán por sí y a través de los órganos de gobierno del Distrito Federal repre-
sentativos y democráticos, que establece esta Constitución (DOF, 25/X/1993, art. 122).
se registró un descenso en las reservas internacionales a los niveles más bajos de la dé-
cada; se procedió a la contratación de líneas de crédito por 20 mil millones de dólares,
entre los datos más relevantes.432
El Poder Ejecutivo Federal elaboró por vez primera un Programa Nacional de Segu-
ridad Pública 1995-2000, en cuyo diagnóstico se apuntaron algunos de los problemas
que en esa materia enfrentaba el Estado Mexicano.
Poder Ejecutivo Federal. Secretaría de Gobernación. Programa Nacional de Seguridad Pública 1995-2000.
433
Tres años después, el Ejecutivo Federal informaba sobre los escasos resultados de la
reforma al reconocer “que en la seguridad pública los tres poderes le hemos fallado a
la ciudadanía. Vivimos las consecuencias de leyes permisivas y reformas insuficientes,
de años de negligencia, imprevisión y corrupción en las instituciones encargadas de
procurar justicia; de la aplicación de penas que en vez de castigar a los delincuentes,
propician su impunidad y con ello su reincidencia. El año pasado se denunciaron cerca
de 1 millón 500 mil delitos. Muchos más no fueron denunciados. Se expidieron menos
de 150 mil órdenes de aprehensión y solo llegaron a cumplirse 85 mil, apenas 6% de
las denuncias presentadas.”434
Las averiguaciones previas consignadas con detenido, han sido el aspecto más vulnera-
ble del sistema de procuración de justicia, ya que se presenta con detenido solo al 10%
en promedio histórico desde el año 1995, y en el plano nacional. A manera de ejemplo
la PGR en el año 2000 presentó el 13% (12,739) y en el 2004 el 8.5% (13,845). En
las procuradurías de las entidades federativas, la situación es similar, hay casos que
presentan una mejor situación, pero hay otros que lo presentan peor y ello es lo que
conforma la escala nacional.
Se tenían 445 centros penitenciarios, con 119,174 espacios disponibles; una población
de 156,371 reclusos, de los que los sentenciados eran 90,659, y en proceso estaban
65,712. Un 50% del total estaba sentenciada y la otra en proceso penal.
434
Tercer Informe de Gobierno, 1 de septiembre de 1998.
435
Programa Nacional de Seguridad Pública 1995-2000.
Las legislaturas de los estados se integrarán con diputados electos según los principios
de mayoría relativa y representación proporcional, en los términos que señalen sus
leyes.
En materia educativa, durante 1996, se efectuó la firma de convenios con todos los
estados de la Federación para la descentralización de los servicios de construcción,
rehabilitación y mantenimiento de las escuelas de preescolar y secundaria en todas sus
modalidades, excepto educación especial.
436
Todas estas medidas se pueden consultar en el Informe del Ejecutivo Federal, “Hacia un nuevo federalismo”.
México, 1997.
Tendrá un Consejo Consultivo integrado por 10 miembros (art. 102 B). También fue
en el año 1999 en que se fortalece la capacidad de gobierno y administración de los
municipios, ampliando sus facultades para el manejo de residuos, reservas territoriales,
desarrollo urbano (art. 115).
Como se refirió líneas atrás, al inicio de los años ochenta se rediseñó el reparto fiscal
con el Sistema Nacional de Coordinación Fiscal (SNCF), por medio del los gobiernos
estatales delegaron su capacidad recaudatoria al gobierno federal, a cambio de recibir
participaciones federales. “En su origen, en 1980, este arreglo fiscal consistió en que
cada entidad federativa recibiría, al menos, los ingresos prevalecientes el año inmedia-
to anterior (1979), cuando participaban en la recaudación del impuesto sobre ingresos
mercantiles. En consecuencia, el sistema se diseñó con un espíritu fundamentalmente
resarcitorio, es decir, el criterio fue simplemente compensar a las entidades el ingreso
que habían dejado de recibir como resultado de que, después de 1980, el gobierno fe-
deral se hizo cargo de recaudar el IVA. Durante las décadas de los ochenta y noventa
la fórmula de distribución experimentó modificaciones. Actualmente, la fórmula de
distribución de participaciones a los estados se constituye de la siguiente manera: po-
blación (45.17%), capacidad de generar ingresos (45.17%) 7 y en relación inversa a
las transferencias per cápita resultante de los dos criterios anteriores (9.66%)… Dadas
las fuertes diferencias regionales en términos de ingreso y desarrollo en el país, no es
sorprendente la discusión sobre si la fórmula de distribución arriba descrita es ‘justa’.
En la medida en que el componente poblacional (que refleja la necesidad de gasto) es
importante, es razonable suponer una redistribución de recursos de las zonas de alto a
bajo ingreso. Como ya se anotó, en ese periodo la fórmula de distribución de participa-
ciones a los estados fue objeto de modificaciones importantes, resaltando el hecho de
que, actualmente, el componente poblacional es un criterio cuyo peso es de casi 50%.
Más allá de la distribución territorial de recursos, esta forma de organización del siste-
ma hacendario significa que, en la práctica, la capacidad recaudatoria de estados y mu-
nicipios sea muy reducida. Por ejemplo, en los últimos años los ingresos por impuestos
recaudados por las entidades federativas apenas rebasaron 1% de los ingresos totales
del sector público.
Por lo que toca a los ingresos de los gobiernos municipales, la legislación establece que
los ayuntamientos deben recibir, al menos, 20% de los ingresos estatales. Sin embargo,
a diferencia del mecanismo de reparto entre federación y estados, no existe una fórmula
única de reparto, ya que cada entidad federativa establece sus propios criterios. En la
práctica, es común encontrar fórmulas de reparto poco claras, es decir, no todos los es-
tados cuentan con fórmulas que establezcan mecanismos transparentes de distribución.
En suma, dos aspectos de la evolución del sistema recaudatorio y de reparto son dignos
de destacar. Primero, la creación del SNCF se ha reflejado en un sistema de recauda-
ción más eficiente, comparado con el existente hasta 1979 y, segundo, el proceso de
distribución de participaciones entre estados está basado en un mecanismo transpa-
rente. Este segundo aspecto es menos generalizado en el caso de los mecanismos de
reparto de participaciones a los ayuntamientos.”437
Mediante este instrumento, la federación consiguió dos objetivos: a) suprimir las fa-
cultades recaudatorias de los estados, y b) incorporar el factor poblacional en la distri-
bución de los recursos, para atender mejor al principio de equidad en el gasto (la justa
distribución de los ingresos entre todos los miembros de la sociedad).
437
Sobarzo Fimbres, Horacio. El federalismo fiscal en México, pp. 109-111. Economía, sociedad y territorio, El
Colegio Mexiquense, 2005.
Así surgieron cinco fondos de aportaciones del Ramo 33: Fondo de Aportaciones
para la Educación Básica (FAEB), Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud
(FASS), Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS), Fondo de Apor-
taciones para el Fortalecimiento Municipal (FORTAMUN) y el Fondo de Aportaciones
Múltiples (FAM).439
Con estos fondos también se transfirieron recursos humanos, las plantillas del personal
de los sectores educación y salud al manejo de los gobiernos estatales. En realidad el
primero de ellos era delicado porque el sindicato magisterial contaba con más de un
millón de maestros y ello podría representar algún riesgo político.
El FAEB se fundamenta en los artículos 3 y 73, fr. XXV constitucionales, que faculta al
Congreso de la Unión para dictar leyes destinadas a distribuir la función social educati-
438
Reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación, 29 de diciembre de 1997 que entró en vigor el 1º
de enero de 1998.
439
El FAEB respondió al proceso de descentralización de la educación básica iniciado en 1992 a través del
Acuerdo para la modernización de la Educación Básica. El FASS respondió a la transferencia hacia el ám-
bito local de la prestación de servicios de salud para población abierta que se inició en 1996 con la firma del
Acuerdo para la descentralización de los servicios de salud. En el mismo año de 1996, se determinó que el
65% de los recursos del Ramo 26 (superación de la pobreza) se canalizaran hacia los estados y municipios,
utilizando la aplicación de una fórmula que incorporó indicadores de marginación en el FAIS. En 1999,
para apoyar la descentralización de la educación tecnológica (CONALEPS), de la educación para adultos
(INEA), así como de las actividades relacionadas con el Programa Nacional de Seguridad Pública (PNSP),
se crearon los Fondos de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos (FAETA) y el Fondo de
Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP), para atender dichos aspectos.
va entre la Federación, los estados y los municipios, y para fijar las aportaciones econó-
micas correspondientes. En el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación
Básica, los gobiernos estatales se comprometieron para que los municipios pudieran
aumentar su participación en el mantenimiento y equipamiento de las escuelas, sirvién-
dose de los recursos que, al efecto, reciban del gobierno estatal, pero la Ley de Coor-
dinación Fiscal no retomó estos compromisos en las disposiciones que rigen al FAEB.
El FAEB es el fondo que canaliza los recursos que en algún tiempo se entregaban a
las estados por la vía del Ramo 25, mientras que el Ramo 11 correspondiente a la SEP
contiene los recursos necesarios para las funciones que la Ley General de Educación
reserva a la Federación. Al momento de crearse el Ramo 33, los recursos del Ramo
25 disminuyeron, precisamente porque se utilizaron para financiar la operación de los
servicios de educación básica y normal previstos por la Ley General de Educación en
su artículo 13, a través del FAEB.
El artículo 26 de la LCF establece el destino de los recursos del FAEB, previendo que
se trata de recursos económicos complementarios que apoyen a los Estados y al Distrito
Federal para ejercer las atribuciones que se les asignan en los artículos 13 y 16 de la
Ley General de Educación. Estos artículos prevén que corresponde de manera exclu-
siva a las autoridades educativas locales prestar los servicios de educación inicial y
básica incluyendo la indígena, especial, así como la normal y demás para la formación
de maestros. En el caso del Distrito Federal, los servicios de educación normal y demás
para la formación de maestros de educación básica serán prestados por la Secretaría de
Educación Pública.
Como resultado del análisis de las disposiciones que regulan a este fondo, se identifican
los siguientes aspectos legales que otorgan un alto grado de discrecionalidad a la Fede-
ración en la distribución de los recursos entre los estados:
• En primer lugar, la Ley de Coordinación Fiscal (LCF) no estableció durante los
primeros 9 años criterios o fórmulas para distribuir el monto total del FAEB
entre los estados, sino que únicamente previó en su artículo 27 la forma en que
se determinaría el monto total del fondo para cada ejercicio fiscal, ya que dicho
artículo señala textualmente: El monto del Fondo de Aportaciones para la Edu-
cación Básica y Normal se determinará cada año en el Presupuesto de Egresos
de la Federación correspondiente, exclusivamente a partir de los siguientes ele-
mentos. Esta situación no es compatible con la transparencia que se buscó con la
adición del Capítulo V y la consecuente reforma a la Ley de Coordinación Fiscal,
y otorga un gran margen de discrecionalidad a la Federación (particularmente a
la Secretaría de Educación Pública) en la determinación de la distribución de los
recursos del fondo entre los estados.440
440
Ortega González, Jorge. Diagnóstico Jurídico y Presupuestario del Ramo 33: Una etapa en la evolución del
Federalismo en México. Programa de Presupuesto y Gasto Público, CIDE. Junio 2004.
• Aunque la distribución del Fondo se negocia con cada uno de los estados, y a
pesar que ésta se basa principalmente en el registro de escuelas y en las planti-
llas de personal de cada estado, dicha información varía entre la registrada por
el gobierno estatal y la información contemplada por parte de la Federación.
Las inconsistencias entre las plantillas registradas por la Federación y aquellas
registradas por los estados, se deben principalmente a la creación de plazas u
otorgamiento de prestaciones adicionales por parte de los estados, derivadas de
las negociaciones sindicales a través de las secciones estatales del Sindicato Na-
cional de los Trabajadores de la Educación. En la mayoría de los estados más del
92% de los recursos recibidos se destinan al pago de nómina de maestros, dando
pie a que se generen ineficiencias en el 62% de los recursos del Ramo 33.441
El FASS se fundamenta en el artículo 4 constitucional, que prevé la concurrencia de
la Federación y de las entidades federativas en materia de salud, y desde 1996 el Eje-
cutivo Federal suscribió con los gobiernos de los estados el Acuerdo Nacional para la
Descentralización de los Servicios de Salud y de los respectivos acuerdos de coordina-
ción, transfiriéndose los recursos humanos, materiales y financieros a los estados. Estas
medidas obligaron a inducir procesos de planeación, programación, presupuestación y
evaluación con el fin de que las entidades federativas fueran eficientes en su operación.442
Este Fondo distribuye los recursos remanentes mediante una fórmula de asignación,
buscando otorgar más recursos a aquellas entidades con mayores necesidades y reza-
gos. La fórmula señalada consiste en la definición de un gasto mínimo promedio per
cápita en salud, que se ajusta con base en una tasa estandarizada de mortalidad y por el
índice de marginación estatal publicado por el Consejo Nacional de Población. Sin em-
bargo, los remanentes son escasos y la mayoría de los recursos se distribuyen con base
en el número de planteles y la plantilla de personal, desvinculando las asignaciones de
la dimensión de la población y de las necesidades y rezagos en los servicios de salud.
El artículo 29 de la LCF prevé que los recursos de este fondo deben destinarse como
recursos económicos para los Estados y el Distrito Federal, para ejercer las atribuciones
que les corresponden conforme a lo establecido en los artículos 3º, 13 y 18 de la Ley
General de Salud.
441
Achievements and challenges of fiscal decentralization. Lessons from México, p. 158. The World Bank.
442
El proceso mencionado tiene como origen los diagnósticos anuales de salud, que permiten establecer las
prioridades a nivel estatal y federal. Asimismo, fue necesario determinar un nuevo mecanismo de evaluación
de los servicios estatales de salud. En este sentido, el Consejo Nacional de Salud identificó los principales
indicadores de resultados, para evaluar el impacto que tienen las acciones de salud a nivel estatal en el
bienestar de la población. Así, se seleccionaron indicadores que permitieran contar con una visión integral,
tanto de los principales problemas, como de los más significativos avances regionales que posibilitan la re-
adecuación de las prioridades nacionales y estatales, con lo que la Federación ha asumido un papel rector y
normativo de asesoría y evaluación. Exposición de Motivos de la Iniciativa de Decreto por el que se adiciona
y reforma la Ley de Coordinación Fiscal.
“En lo que respecta al Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud, existen
imprecisiones en el texto de la ley, que otorgan discrecionalidad a las dependencias
federales, en el cálculo de los montos correspondientes a cada estado. Al respecto, cabe
señalar que los recursos otorgados a cada estado se han concedido en función del monto
que originalmente se pactó en el Acuerdo de Coordinación para la Descentralización
Integral de los Servicios de Salud (ACDIS), por lo que en el caso de que la distribu-
ción realizada en aquel momento haya sido inequitativa, ésta se ha mantenido desde
entonces, y ésa ha sido la base para calcular la distribución en los ejercicios fiscales
subsecuentes. Es criticable el hecho de que once años de la creación del Ramo 33 no se
haya avanzado en este tema. Lo anterior se deriva de la falta de una fórmula integral en
la Ley de Coordinación Fiscal, para distribuir los recursos del FASS entre los estados.
Si bien es cierto que la Ley de Coordinación Fiscal prevé una fórmula en su artículo 31,
ésta únicamente se aplica para distribuir una parte mínima de los recursos del Fondo.
La cantidad de recursos que se distribuyen por la fórmula a que se refiere el artículo
31 de la LCF en relación con la fracción IV del artículo 30 es insignificante, en com-
paración con el monto total del FASS. En este sentido, en el año 2001, del monto total
del Fondo que representó la cantidad aproximada de $25,144,700,000.00, únicamente
alrededor de 100 millones de pesos se distribuyeron entre todos los estados a través de
la aplicación de dicha fórmula; se presume que el resto de los recursos se repartió con
tintes de discrecionalidad.”443.
Para la distribución de la mayoría de los recursos del Fondo de Aportaciones para los
Servicios de Salud no existe una fórmula, sino que solamente se establecen los ele-
mentos destinados a construir el total del monto anual del Fondo. En este sentido, al
igual que en el caso del Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal, la
construcción de los montos correspondientes a cada estado se basan en los elementos
para construir el monto total, sólo que considerando los elementos a nivel estatal (in-
ventario de infraestructura médica, plantillas de personal, ampliaciones presupuestarias
por concepto de incrementos salariales o de prestaciones). Así, el principal criterio para
distribuir los recursos entre los estados está relacionado con la infraestructura física
estatal y las plantillas de personal, lo que genera el incentivo de mantener exceso en
dichos conceptos, generando disparidades entre los estados en la distribución per cápita
de estos recursos.444
443
Ortega, op. cit.
444
Achievements and Challenges of Fiscal Decentralization. Lessons from México, p. 163. The World Bank.
El artículo 33 de la LCF prevé que los recursos del Fondo de Aportaciones a la In-
fraestructura Social (FAIS) se destinarán exclusivamente al financiamiento de obras,
acciones sociales básicas y a inversiones que beneficien directamente a sectores de la
población de estados y municipios que se encuentren en condiciones de rezago social y
pobreza extrema, en los siguientes rubros: agua potable, alcantarillado, drenaje y letri-
nas, urbanización municipal, electrificación rural y de colonias pobres, infraestructura
básica de salud, infraestructura básica educativa, mejoramiento de vivienda, caminos
rurales e infraestructura rural, para el caso de los recursos del Fondo de Aportaciones
para la Infraestructura Social Municipal y, en el caso del Fondo de Infraestructura Social
Estatal, en obras y acciones de alcance o ámbito de beneficio regional o intermunicipal.
Los recursos de este Fondo se deben enterar a los estados durante los 10 primeros me-
ses del año, conforme a lo dispuesto en el artículo 32 de la Ley de Coordinación Fiscal.
Si se presentaran retrasos en la entrega, habría incumplimiento por parte de la Federa-
ción y los estados podrían solicitar intereses, ya que la ley es muy clara al prever que en
los diez primeros meses del año se deben entregar los recursos del FAIS a los estados.
445
Punto 4 del Dictamen de Ley de Coordinación Fiscal de la Cámara de Diputados, 12 de diciembre de 1997.
446
Sánchez Almanza, Adolfo. Marginación e ingreso en los municipios de México, p. 178. Instituto de Investi-
gaciones Económicas, UNAM.
447
Dictamen de la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados, del 30 de diciembre
de 1998. Fue hasta el año 2001 cuando se volvió a incorporar al Distrito Federal como beneficiario de este
Fondo a través de una nueva reforma a la Ley de Coordinación Fiscal, por lo que actualmente el Fondo
asigna recursos también para las demarcaciones territoriales del Distrito Federal.
448
Ortega, op. cit.
Las disposiciones que regulan a este Fondo presentan una problemática similar a aqué-
lla señalada para el caso del Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Nor-
mal, toda vez que la LCF no es clara sobre los criterios o fórmulas para distribuir el
monto del Fondo de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos en su
componente de educación tecnológica entre los estados, ya que únicamente establece
la obligación de la Secretaría de Educación Pública de establecer fórmulas para la dis-
tribución de los recursos correspondientes a los servicios de educación para adultos
(correspondiente a la descentralización del Instituto Nacional de Educación para Adul-
tos INEA).
449
Asignación correspondiente al ejercicio fiscal 2004.
Los decretos de PEF 1999 en su artículo séptimo transitorio, PEF 2000 en su artícu-
lo segundo transitorio, PEF 2001 en su artículo 9, PEF 2002 en su artículo segundo
transitorio, PEF 2003 en su artículo sexto transitorio, PEF 2004 en su artículo quinto
transitorio, y todavía el artículo tercero transitorio del PEF 2007 han previsto que en
el caso del Fondo de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos, los
recursos para aquellas entidades federativas que no han celebrado los convenios a que
se refiere el artículo 42 de la LCF, correspondientes al presupuesto regularizable de
servicios personales y a las previsiones para sufragar las medidas salariales y económi-
cas, se incluyen en las erogaciones previstas en el Ramo Administrativo 11 Educación
Pública. Asimismo previeron que los recursos del Ramo Administrativo 11 Educación
Pública que correspondan al Fondo de Aportaciones para la Educación Tecnológica y
de Adultos, serán entregados a las entidades federativas que corresponda, conforme
se suscriban los convenios previstos en el artículo 42 de la LCF para la transferencia
de recursos humanos y materiales, así como la asignación de recursos financieros, lo
que comprueba que desde el nacimiento del Fondo de Aportaciones para la Educación
Tecnológica y de Adultos, éste no ha sido aceptado por algunos gobiernos estatales, si-
tuación por la que no han suscrito los convenios que perfeccionan la descentralización
de los servicios de educación tecnológica y de adultos.
Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP). El segundo párrafo del ar-
tículo 44 de la Ley de Coordinación Fiscal establece que en el PEF de cada ejercicio
fiscal se debe hacer la distribución de los recursos federales que integran al Fondo de
Aportaciones para la Seguridad Pública entre los distintos rubros de gasto del Sistema
Nacional de Seguridad Pública. Al respecto cabe señalar que del análisis que se realizó,
el PEF no ha presentado distribución alguna entre los rubros mencionados, por lo que
existe un incumplimiento a esta disposición legal desde la creación de este Fondo.
7. LAS ADMINISTRACIONES
PANISTAS
357
D e esta manera llegaba el fin de siglo, y con ello la sucesión presidencial, una nueva
época se acercaba en el sentido de resultados electorales más competidos (De la Madrid
fue el último que obtuvo una mayoría considerable, con el 72% de los votos; Salinas
apenas logró rebasar el 50%, mientras la oposición obtuvo poco más del 49% (suman-
do los votos de Cárdenas y Clouthier), Zedillo igualmente apenas tuvo poco más del
50%, una ligera mayoría relativa lograda con el sufragio de los indecisos y el entonces
llamado ‘voto el miedo’ que optaron hasta el momento de ejercer ese derecho; es decir,
que desde 1988, uno de cada dos mexicanos ya no votó por el régimen oficial. Para
entonces, los tiempos y actividades preelectorales se habían adelantado como nunca
antes, desde 1997, Vicente Fox anunciaba su candidatura para las elecciones del 2000,
es decir, tres años antes.
La vida política nacional volvió a ofrecer nuevas situaciones hasta entonces inéditas,
los tiempos de la sucesión se adelantaron más de tres años y abrieron a todas las fuerzas
políticas y aspiraciones individuales partidistas, los medios de comunicación jugaron
un papel más activo. En esta ocasión, fueron varios los contendientes, primero para
lograr la nominación de su partido y luego para enfrentarse a los otros candidatos de
cada partido. Así aparecieron las aspiraciones de una lista que cada vez se volvía más
amplia, ya no eran solo los cinco, seis, destacados integrantes del gabinete presidencial.
En esta ocasión aparecieron los nombres de, entre otros más (Roberto Madrazo, José
Ángel Gurria, Humberto Roque, Miguel Alemán Velasco, Esteban Moctezuma, Cuauh-
témoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Manuel Camacho, Carlos Medina Plascencia,
Francisco Barrio, Ernesto Rufo, Vicente Fox). En febrero de 1998 Fox construyó una
estructura paralela al PAN, llamada ‘Amigos de Fox’ para ampliar su base de apoyo so-
cial y obtener recursos económicos y materiales para su campaña. El 13 de noviembre
de 1999 rindió protesta como candidato presidencial del PAN y en enero siguiente se
registró ante el IFE, postulado por la alianza PAN-PVEM.
rrollo Administrativo; lo relativo a las tareas de seguridad pública, quedan fuera del ámbito
de facultades de la Secretaría de Gobernación, para dar lugar a la Secretaría de Seguridad
Pública; la tarea de promover la producción cinematográfica, de radio y televisión, pasó a la
Secretaría de Educación Pública; transferir el fomento de la actividad acuícola y pesquera
de la Secretaría del Medio Ambiente a la de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural; se
propone modificar el nombre de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial por el de
Economía.”450
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
» SECRETARÍA DE GOBERNACIÓN.
» SECRETARÍA DE RELACIONES EXTERIORES.
» SECRETARÍA DE LA DEFENSA NACIONAL.
» SECRETARÍA DE MARINA.
» SECRETARÍA DE SEGURIDAD PÚBLICA.
» HACIENDA Y CRÉDITO PÚBLICO.
» SECRETARÍA DE DESARROLLO SOCIAL.
» SECRETARÍA DE MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES.
» SECRETARÍA DE ENERGÍA.
» SECRETARÍA DE ECONOMÍA.
» SECRETARÍA DE AGRICULTURA, GANADERÍA, PESCA Y
ALIMENTACIÓN.
» SECRETARÍA DE COMUNICACIONES Y TRANSPORTES.
» SECRETARÍA DE CONTRALORÍA Y DESARROLLO ADMINISTRATIVO*.
» SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA.
» SECRETARÍA DE SALUD.
» SECRETARÍA DE TRABAJO Y PREVISIÓN SOCIAL.
» SECRETARÍA DE REFORMA AGRARIA.
» SECRETARÍA DE TURISMO.
» PROCURADURÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA.
450
Iniciativa de decreto que reforma, deroga y adiciona diversas disposiciones de la Ley Orgánica de la Admi-
nistración Pública Federal, Poder Ejecutivo Federal, septiembre 2000.
* Cambio su nombre por el de Función Pública, a partir del 10 de abril del 2003.
El 10 de abril del 2003 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la Ley del Ser-
vicio Profesional de Carrera, con la que también se llevó a cabo la transformación de
la, hasta entonces, Secretaría de Contraloría y Desarrollo Administrativo (SECODAM)
por la Secretaría de la Función Pública. Esta última, a través de la Unidad de Servicio
Profesional y Recursos Humanos de la APF, asume las funciones de planeación y admi-
nistración de personal, mientras que la SHCP, mediante la Unidad de Política y Control
Presupuestal, quedó como responsable de ejercer el control presupuestario global de
los servicios personales, así como de expedir las normas y fijar las políticas y los linea-
mientos en materia de control del gasto en ese rubro. Estas funciones se deben llevar a
cabo de manera coordinada entre ambas dependencias.
Al observar el gasto neto ejercido por el sector público federal (en su clasificación econó-
mica) es de destacar que el costo de los servicios personales del sector público federal
pasó de $199,535 millones de pesos, en el año 2000, a $287,270 millones de pesos en el
año 2005.451 En otras palabras, el costo de la nómina federal se encareció en casi un 50%.
451
Cuadros 2.2.1.6 primera y segunda parte, en El gasto público en México SHCP, Subsecretaría de Ingresos,
México, 2000.
Mediante reforma al art. 113 constitucional (Diario Oficial del 14 de junio del 2002), se
reconoció la responsabilidad del Estado por los daños que, con motivo de su actividad
administrativa irregular, cause en los bienes o derechos de los particulares. El pago de la in-
demnización quedará sujeto a la disponibilidad presupuestaria del año fiscal de que se trate.
Ante las dificultades del Congreso para aprobar el presupuesto de egresos (como mues-
tra del enfrentamiento entre los poderes Legislativo y Ejecutivo, que se aprobaba en la
madrugada del fin de año), en el año 2004, se estableció constitucionalmente, que el
Ejecutivo Federal deberá enviar a la Cámara de Diputados la iniciativa de Ley de Ingre-
sos y el Proyecto de Presupuesto de Egresos a más tardar el 8 de septiembre, excepto al
inicio del encargo, en que será el 15 de diciembre. A su vez, la Cámara deberá aprobar
el presupuesto a más tardar el 15 de noviembre. En paralelo a ello, se determinó que el
Congreso de la Unión se reunirá a partir del 1 de febrero para iniciar su segundo perio-
do de sesiones ordinarias.
Otros hechos relevantes dentro del conjunto de la administración foxista fueron el ha-
ber reconocido la labor del Ejecutivo en las tareas de seguridad nacional, en el 2004,
esclareciendo con ello la labor del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CI-
SEN, adscrito a la Secretaría de Gobernación), al facultar, por un lado al Congreso para
expedir leyes en materia de seguridad nacional, y por otro, al Ejecutivo para preservar
la misma. Se dispuso también que el Estado contará con un sistema nacional de infor-
mación estadística y geográfica (INEGI, que salía de la SHCP para pasar a formar parte
de los órganos autónomos constitucionales) cuyos datos serán considerados oficiales,
quedando a cargo de un organismo con autonomía técnica y de gestión, personalidad ju-
rídica y patrimonio propios, en el 2006. En este mismo año, se facultó al Congreso para
expedir leyes que instituyan tribunales de lo contencioso-administrativo, y que tengan a
su cargo dirimir las controversias que se susciten entre la administración pública federal
y los particulares, así como para imponer sanciones a los servidores públicos por res-
ponsabilidad administrativa que determine la ley, estableciendo las normas para su orga-
nización, su funcionamiento, los procedimientos y los recursos contra sus resoluciones.
En cuanto a las políticas públicas las notas distintivas fueron las siguientes: En materia
de política social, y específicamente en el combate a la pobreza, se continuó con el es-
quema salinista, que fue continuado por la administración zedillista y de nueva cuenta
por esta administración. En su primer Informe de gobierno, el Presidente Fox señaló:
“Se ha aumentado el gasto destinado a la lucha contra la pobreza en 16.2 por ciento, en
términos reales, con respecto al año 2000. Estamos incorporando a más de 763 mil fa-
milias adicionales al nuevo Progresa, lo que permitirá atender un total de 3.2 millones
de familias al término del año, esto es 24 por ciento más que en el año 2000”.452
452
Primer Informe de Gobierno, Vicente Fox, 2001.
En medio del conflicto mundial causado con la destrucción de las torres gemelas en
Nueva York aquél 11 de septiembre del 2001, México participó en las reuniones y
deliberaciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, donde la postura de
Estados Unidos era la de iniciar de inmediato la guerra contra Irak, y la de nuestro país,
representado por Adolfo Aguilar Zínzer, mantuvo el principio de la solución pacífica de
los conflictos, emitiendo su voto por la paz.
recursos que envían los trabajadores migrantes. Tan sólo en el año 2002, las remesas
alcanzaron la cifra récord de $9 mil 814 millones de dólares, 26% más que el año an-
terior. Hemos trabajado para que estos recursos puedan llegar, al menor costo posible
y de la manera más segura, a sus destinatarios, logrando una disminución de 58% en el
costo del envío. Seguiremos impulsando la mayor reducción de dicho costo”.453
Tema fundamental de la vida nacional se convirtió el petróleo por el alza de sus precios
de venta en el mercado internacional que rebasó los cien dólares por barril, y los exce-
dentes de la renta petrolera fueron a parar al gasto corriente, lo que provocó reclamos
de los gobernadores y legisladores, y para la siguiente administración motivaría un de-
bate nacional. En su tercer informe señaló: “Este año, PEMEX alcanzó una producción
histórica de crudo de más de 3 millones 550 mil barriles diarios, lo que representa un
aumento de 17 por ciento con respecto a 2000.”454. El problema que ello trajo fue el
manejo de los ingresos excedentes que se destinaron a gasto corriente, lo que provocó
la inconformidad de los gobernadores.
453
Tercer Informe de Gobierno, Vicente Fox.
454
Ibíd.
noventa, aunque formalmente nominados por el partido estatal, electos por los votantes
locales y obligados con la legislatura estatal, los gobernadores fueron seleccionados,
electos, monitoreados, removidos y hasta desterrados por el Presidente en turno.455
Sin embargo, la derrota del PRI, cambió drásticamente la dinámica de fuerzas entre
los poderes federales y los gobernadores de los estados. El Presidente Fox, ya no pudo
continuar con las viejas relaciones de dominio priísta y presidencialista, con los estados
de la República, y carecía de operadores políticos efectivos para hacer que los gober-
nadores se apegaran a la línea del Presidente.
455
Empezando por el presidente Lázaro Cárdenas, que hizo esto último con Plutarco Elías Calles y sus leales.
Carlos Salinas se ganó un lugar por haber removido a 16 gobernadores, uno más que Cárdenas, y aún re-
movió a su ex regente antes de que pudiese asumir el puesto. De acuerdo con las encuestas y los registros
oficiales, el ex regente capitalino Ramón Aguirre Velásquez venció a Vicente Fox (PAN) y a Porfirio Muñoz
Ledo (PRD) en la contienda por el gobierno de Guanajuato, en agosto de 1991. Fox y Muñoz Ledo orga-
nizaron una campaña de agitación y de denuncias de fraude. En este punto, Salinas, que buscaba el apoyo
de Estados Unidos para el TLC, quería probar que México era un país pluralista. Por lo tanto, convenció al
gobernador electo del PRI que dejara el cargo para entregarlo al panista Carlos Medina Plascencia.
456
http://www.veracruz.gob.mx/oficinadelgobernador/que-es-la-conago/
El Presidente Fox no tuvo más que reconocer la situación de los nuevos centros de
poder. “Hemos conducido la relación con las entidades federativas sin pretensiones
centralistas. Al respeto a la soberanía de los estados, hemos sumado un espíritu de co-
laboración y concordia. Ahora los gobiernos estatales cuentan no sólo con el espacio
político para ejercer plenamente sus facultades, sino también para hacerlo con mayores
recursos. Se ha fortalecido el pacto federal. El total de transferencias estimadas para
este año a los estados y municipios crecerán 28.5% por ciento, en términos reales,
respecto a lo que recibieron en el año 2000. La esencia del federalismo radica en el
gobierno de responsabilidad compartida y en la solución de los problemas locales con
una visión nacional. Juntos hemos tomado la decisión histórica de realizar una Con-
vención Nacional Hacendaria, que nos lleve a un mejor equilibrio entre la autonomía
de los municipios, la soberanía de los estados y las atribuciones de la federación. De-
bemos actualizar el significado profundo del federalismo. Reitero mi voluntad política
para asegurar el éxito de este encuentro… Ha llegado la hora de institucionalizar esta
relación a través de un nuevo sistema de coordinación fiscal. Celebro las reuniones
realizadas por la Conferencia Nacional de Gobernadores. Reconozco también los es-
fuerzos de la Conferencia Nacional de Municipios de México. Los gobiernos estatales
y municipales demuestran, así, su voluntad de asumir un importante papel en el proceso
de consolidación democrática.”457
Al año siguiente se llevó a cabo una nueva Convención fiscal. El 5 de febrero de 2004,
en Juriquilla, Querétaro, se materializó el gran acuerdo nacional para llevar a cabo la
Primera Convención Nacional Hacendaria, concebida como una reunión republicana,
democrática y participativa. Esta convocatoria es suscrita por los principales actores
políticos económicos de México entre los que destacan el Presidente de la República,
los gobernadores de los estados y el Congreso de la Unión. Las mesas de análisis y
propuestas parten de los siete temas que dan vida a esta convención y son: Gasto pú-
blico, Ingresos, Deuda pública, Patrimonio público, Modernización y simplificación
de la administración hacendaria, Colaboración y coordinación intergubernamentales, y
Transparencia, fiscalización y rendición de cuentas.
El reflejo más claro de esta nueva relación federalista está en el presupuesto de egresos,
al incorporarle, cada vez más, partidas destinadas a estados y municipios.
• Número de alumnos.
• Hay una variable para cerrar la brecha de gasto federal por alumno (con topes
anuales).
457
Tercer Informe de Gobierno, Vicente Fox.
• Existe un fondo que una vez que se cierre la brecha, se distribuye tomando
en cuenta: matrícula pública, índice de calidad educativa y gasto estatal en
educación.
• Si hay sobrantes del fondo se distribuirán entre todos los estados de acuerdo a su
proporción de matrícula pública como porcentaje del total nacional.
• Existe obligación legal de reunirse anualmente autoridades federales y estatales
para revisar propuestas más equitativas (art. 28, LCF).
• PEF 2009 instruye que SEP concilie cifras de matrícula escolar y número y tipo
de plazas con entidades federativas.
• Coordinarse con entidades federativas para que los pagos de nómina se realicen
sólo a quienes cuenten con RFC.
• Se acordó no pagar salarios de comisionados del SNTE (el recurso no debe ir
dirigido a pagar labores sindicales).
• Las entidades federativas deberán reportar a la Cámara de Diputados el número
total, nombres y funciones del personal comisionado.
• Se instruye a la Auditoría Superior de la Federación auditar: matrícula escolar,
nóminas y confronta de plazas autorizadas comparadas con las pagadas en 2008.
Con base en resultados de auditoría, SEP y entidades federativas deberán emitir
disposiciones para evitar mal uso de recursos.458
Por otro lado, sólo diez Estados cuentan con una legislación estatal permanente en
materia del Ramo 33, a pesar de que varios Estados han reformado sus leyes de Coordi-
458
Véase Diagnóstico integral de la situación actual de las haciendas públicas estatales y municipales, capítulo
I, pp. 36-60. Secretaría de Hacienda, Unidad de Coordinación con entidades federativas. México 2007.
nación Fiscal y de Presupuesto en los dos últimos años. Tamaulipas fue el único estado
entre los que reformaron su LCF estatal en los dos últimos años que incluyó disposicio-
nes específicas para mejorar la información de sus Acuerdos.
El PAFEF evolucionó y para el ejercicio fiscal 2003 ya fue considerado como Ramo
General 39 Apoyos para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas, y el decreto
de Presupuesto de Egresos de la Federación en su artículo 10 los definió como transfe-
rencias a las entidades federativas; es cuestionable el uso del término “transferencias”
ya que este se utiliza para identificar los recursos que aportan las dependencias a las
entidades paraestatales apoyadas y a sus órganos desconcentrados, para su operación.
En el 2003 mantuvo como destinos el saneamiento financiero y la inversión en infraes-
tructura con énfasis en la infraestructura hidroagrícola. Se incorporó en este Ramo 39
el Programa para la Fiscalización del Gasto Federalizado, derivado de la preocupación
sobre la aplicación que a nivel estatal se realiza no sólo de los recursos del PAFEF, sino
del Ramo 33 y del gasto reasignado.
Ibíd.
459
En el mes de marzo del 2006 se aprobó la nueva Ley Federal de Presupuesto y Res-
ponsabilidad Hacendaria, en la que se dio carácter de permanente al Ramo General 39,
eliminando la incertidumbre que año con año se presentaba en las negociaciones del
Presupuesto de Egresos de la Federación, sobre su inclusión o no en el mismo. Sin em-
bargo en el mes de diciembre del 2006 se dio un paso más al realizarse la reforma a la
Ley de Coordinación Fiscal en la que se incorpora el PAFEF como un fondo adicional
al Ramo 33 Aportaciones Federales, con esto se logra no sólo darle permanencia, sino
que también se garantiza un monto de recursos al referenciar este fondo a un porcentaje
de la recaudación federal participable. Aprovechando esta reforma, se incorpora como
destino para los recursos del PAFEF la modernización de los registros públicos de la
propiedad y el comercio locales, y para la educación pública siempre y cuando los re-
cursos locales aportados para este rubro presenten incrementos reales.
“La distribución de este nuevo fondo del Ramo 33 no responde a criterios de trans-
parencia, ni de incentivo a la recaudación estatal, ya que se realiza conforme a la dis-
tribución de dicho Fondo en el Presupuesto de Egresos de la Federación del ejercicio
fiscal inmediato anterior. Con la inclusión en el Ramo 33 del PAFEF, se incrementan
las asignaciones de recursos federales a las entidades federativas, pero es lamentable
que esto continúe ocurriendo sin que se avance en la transparencia y equidad entre las
diferentes regiones, y que la distribución continúe dependiendo de la discrecionalidad y
de la coyuntura política, como lo fue en la negociación del primer Presupuesto de Egre-
sos de la Federación de la Administración del Presidente Felipe Calderón Hinojosa.”460
Los Estados pueden convenir con el Gobierno Federal su aplicación, asimismo estos
deben enviar un informe trimestral sobre su aplicación.
460
Ortega, Jorge, op. cit.
Es de destacar lo relativo al ejercicio de los recursos del Ramo 33, ya que la mayoría de
los Estados lo colocan en el nivel más bajo de normatividad, con lo que existe el riesgo
de que cada año o cada administración cambie las reglas de aplicación y fiscalización
de estos recursos.
Es importante referir las tesis de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que reco-
nocen incluso que los recursos correspondientes a las aportaciones federales, si bien
ingresan a las haciendas estatales y municipales, no pierden el carácter federal, incluso
las distingue claramente de las participaciones federales, al señalar que las participacio-
nes y las aportaciones federales forman parte de la hacienda municipal (en el caso del
Fondo de Aportaciones a la Infraestructura Social Municipal, y del Fondo de Fortaleci-
miento Municipal), pero que sólo las primeras quedan comprendidas en el régimen de
libre administración hacendaria previsto en el artículo 115 Constitucional.
El marco jurídico en materia del Ramo 33 juega un papel importante para la admi-
nistración eficiente de los fondos que componen este ramo. Cada entidad federativa
tiene facultades para establecer su propio marco normativo del Ramo 33, así como sus
propias instancias y métodos de fiscalización. Por lo tanto, es probable que haya un
alto grado de heterogeneidad en el tratamiento de los fondos en cada estado. En este
capítulo se identifican las disposiciones que prevén los mejores mecanismos de control
y seguimiento en la entrega y aplicación de los recursos del Ramo 33, a través de la de-
tección de las mejores prácticas en cada una de las normatividades estatales. Para lograr
esto, se revisan las leyes estatales de presupuesto, y la legislación estatal en materia de
coordinación fiscal. La Ley de Coordinación Fiscal en su Capítulo V correspondiente
a Aportaciones Federales a Entidades Federativas y Municipios es la que regula a ni-
vel federal el destino y la distribución de los recursos del Ramo 33. Dicha legislación
federal regula la coordinación que debe existir entre la federación y las entidades fede-
rativas, por otro lado, la coordinación entre cada entidad federativa y sus respectivos
municipios se encuentra regulada en las Leyes de Coordinación Fiscal estatales.
Las Leyes de Coordinación Fiscal estatales contienen la normatividad básica para sis-
tematizar la entrega de los recursos por parte de los gobiernos estatales a los gobiernos
municipales, es por ello que resulta muy importante analizar el contenido de estas le-
gislaciones.
Respecto a la entrega de los recursos por parte de las entidades federativas, existen al-
gunos casos en que están previstas las fechas en que se deben entregar a los municipios
461
Novena Época Instancia: Pleno Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo: XII, di-
ciembre de 2000. Tesis: P/J. 151/2000: 1114, Materia: Constitucional Jurisprudencia.
sus aportaciones, disposición que representa un enorme beneficio para los gobiernos
locales, ya que se tiene la posibilidad de planear sus obras y acciones con oportunidad.
Además, se limita a los gobiernos estatales para realizar operaciones donde la demora
en la entrega de los recursos, que pertenecen a los municipios, les permite la obtención
de intereses generados por el paso del tiempo. Esta es una de las disposiciones que se
considera más relevante en materia de transparencia en el manejo de los recursos del
Ramo 33 por parte de los gobiernos estatales, ya que al existir calendarios con montos
y fechas de entrega, se reduce la discrecionalidad y el manejo político de los Goberna-
dores sobre estos recursos.
Cabe mencionar que cuatro de los dieciocho estados que no contemplan regulación
sobre las aportaciones federales cuentan con Leyes de Coordinación Fiscal anteriores
a la fecha de creación del Ramo 33 en la Ley de Coordinación Fiscal federal. Por otro
lado, llaman la atención aquellas Leyes de Coordinación Fiscal estatales –que aunque
han tenido varias reformas de 1998 a la fecha– no han actualizado sus leyes conforme a
la reforma de la Ley de Coordinación Fiscal federal que en 1998 dio origen al Ramo 33.
462
Existe una gran diferencia entre las participaciones federales del Ramo 28 y las aportaciones federales del
Ramo 33, ya que las primeras forman parte de la libre hacienda del municipio y, las aportaciones nunca
pierden el carácter federal, además de que tienen un destino determinado.
463
Ortega, Jorge, op. cit.
• La ley de Morelos, que prevé que los Gobiernos Estatales entreguen a los mu-
nicipios el FAISM y FORTAMUN dentro de los 5 días de recibidos los recursos
por parte de la federación; así como que el retraso en la entrega de los recursos
genera intereses. Esta es una excelente medida para evitar la obtención de intere-
ses que se genera por parte de las Secretarías de Finanzas Estatales, en beneficio
de la hacienda estatal, por demorar la entrega de los recursos del Ramo 33 hacia
los municipios.
• Las leyes de Oaxaca, Puebla y de Quintana Roo establecen que no sólo en el caso
del FAISM, sino también para el caso del FORTAMUN los municipios deben
informar a los habitantes sobre las obras y montos que apliquen, así como sobre
los resultados alcanzados al final del ejercicio, otorgando con esto transparencia
hacia la población.
• La ley de Puebla indica que el Estado podrá convenir con los municipios, des-
tinar el 2% del FAISM o del FORTAMUN para el control y vigilancia de los
mismos, disposición que garantiza contar con recursos para financiar las tareas
de fiscalización del Ramo 33. Asimismo, los municipios que no cuenten con la
capacidad e infraestructura administrativa para aplicar los recursos, podrán cele-
brar convenios con el Estado para que éste se haga cargo de la aplicación de los
recursos.
• La ley de Quintana Roo se destaca por establecer la obligación de la Secretaría
Estatal de Desarrollo Social de calcular la distribución del FAISM y de publicarla
en el periódico oficial del Estado. Asimismo, prevé la creación de un Comité de
Planeación para el Desarrollo Institucional, responsable de vigilar el destino de
los recursos del FAISM y de que se cumpla con las obligaciones de transparen-
cia. Finalmente, establece una coordinación entre Ejecutivo Estatal (a través de
la Unidad de Programas Coordinados Federación-Estado) y Legislativo Estatal
(a través de la Contaduría Mayor de Hacienda) para vigilar la correcta aplicación
de los recursos.
En sentido estricto, la salida de recurso de la hacienda estatal se debe considerar como
gasto público estatal. Se considera que en los casos en que no aplica la ley estatal de
presupuesto a los municipios, existe una gran carencia de normatividad para regular el
gasto que realiza el gobierno estatal al momento de entregar el recurso al municipio, a
menos que no registre esa entidad federativa el Ramo 33 como ingreso y gasto público.
En el caso de que los gobiernos estatales registren en su ley de ingresos los recursos
provenientes de los fondos de aportaciones del Ramo 33, entonces necesariamente tie-
nen que registrar la salida de ese recurso en su presupuesto, al momento de ser entrega-
do a los municipios, y en ese sentido, debieran existir disposiciones que regulen dichas
erogaciones. Por lo tanto, solo se justificaría su ausencia de registro como gasto, en los
casos en que tampoco se registrara como ingreso.
Existe la hipótesis de que los gobiernos estatales entregan el recurso al municipio sin
recibir información sobre el destino de los recursos. Por ello, considerando que los Mu-
nicipios reciben el recurso del Ramo 33 por conducto de los gobiernos estatales, es re-
levante diagnosticar a través de las leyes estatales de presupuesto las obligaciones que
en su caso, pudieran existir para que los municipios informen al Congreso Estatal o al
Ejecutivo Estatal el ejercicio presupuestal del Ramo 33. El que se contemplen disposi-
ciones que obliguen a los municipios a rendir este tipo de información, reflejaría por un
lado transparencia sobre la aplicación última que del Ramo 33 realicen los municipios.
Y por otro, representaría el seguimiento que los gobiernos estatales realizan sobre los
recursos que entregan del Ramo 33.
En el caso de Durango se prevé que los funcionarios de los municipios serán respon-
sables de cualquier daño a la hacienda pública. Asimismo, se prevé la responsabilidad
solidaria de los particulares que hayan participado. Es importante considerar la men-
ción expresa y clara que dicha legislación hace respecto a la responsabilidad de los
funcionarios municipales sobre el daño a la hacienda pública.
464
Baja California, Campeche, Coahuila, Durango, Morelos, Yucatán.
En general, las leyes de presupuesto son muy endebles en cuanto al tratamiento de los
recursos provenientes del Ramo 33 y no reconocen la naturaleza federal de los mismos,
lo que ha generado que las autoridades municipales incluso los reconozcan como re-
cursos estatales.
Las elecciones del 2 de julio de 2006 fueron las más competidas, cerradas y plurales
que experimentase el país. Como ya se refirió, la contienda se había perfilado rápi-
damente entre los mandatarios del D.F. y del país, si bien desde el inicio del sexenio
fueron apareciendo los numerosos aspirantes que llevaron entre otras cosas a la pugna
interna de los partidos políticos, especialmente la del PRI con la escisión de la líder
magisterial, Elba Esther Gordillo, formando un nuevo partido para con ello buscar
restarle votos al PRI.
Los partidos políticos y coaliciones participantes habían acordado llevar a cabo dos
debates públicos entre los candidatos a la Presidencia, mismos que fueron organizados
por el IFE y se realizaron los días 25 de abril y 6 de junio del 2006. El primer debate se
centraría en los temas de ‘economía y desarrollo’ y el segundo ‘política y gobierno’. Al
primer debate no asistió AMLO, tanto por que se excedió en su confianza de ganar la
carrera, con o sin el debate, así como por evitar el desgaste político a que se tuvo que
enfrentar con los casos que derivaban de su relación antagónica con el Presidente Fox.
Con ello las encuestas se nivelaron entre los candidatos del PRD y del PAN, el del PRI
siempre fue tercero.
El cómputo final del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la elección para Presiden-
te de la República de 2006 dio 14’916,927 votos al PAN y su candidato Felipe Calde-
rón; 14’683,096 a la Alianza por el Bien de Todos con Andrés Manuel López Obrador;
la Alianza por México 9’237,000 votos a su candidato Roberto Madrazo.467
El número de actas irregulares en la elección del 2006 fue de 316 mil, la diferencia
de votos entre el primer y segundo lugar de la contienda presidencial fue de 233 mil
votos, de manera que la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal de
no esclarecer las irregularidades anuló el principio de certeza que deben tener.468 Una
diferencia tan mínima, en un país democrático hubiera obligado al recuento de votos,
máxime cuando el desempeño de las autoridades del Instituto Federal Electoral fue tan
cuestionado.
Para su primer informe sobre el estado que guarda la administración, el Presidente acu-
dió, el 1 de septiembre, al Congreso a entregarlo en forma escrita; al día siguiente, en
el Mensaje a la Nación que el Presidente Calderón dio con ese motivo, reconoció:
“Gracias al esfuerzo de todos los mexicanos recibí un país con estabilidad económica, hemos
mantenido y consolidado esta situación favorable con bajas tasas de inflación y de interés. Lo
hemos hecho porque no estamos dispuestos a volver a vivir otra crisis económica en el país.
465
IFE. La jornada electoral del 2 de julio. México 2006.
466
IFE. Elecciones federales. Equidad y transparencia en la contienda electoral. México 2006.
467
IFE. Encuestas y resultados electorales. México 2006.
468
Veáse Crespo, José Antonio. 2006: Hablan las actas. Ed. Debate, México, 2008.
El Presidente Calderón señaló en su segundo informe: “Al mes de junio de 2008, el uni-
verso de contribuyentes activos localizados ascendió a 23.07 millones de personas, lo
469
Mensaje con motivo del Primer Informe de Gobierno, Ib.
que significó un incremento de 2% respecto al mismo periodo del año anterior. Del total
de contribuyentes, el 62.3% correspondió a personas físicas con régimen de sueldos
y salarios, 34.4% a personas físicas con regímenes distintos a sueldos y salarios, y el
3.3% restante a personas morales. En el periodo de enero a junio de 2008, se recibieron
3’086,393 declaraciones anuales, cifra superior en 2.6% respecto a las recibidas en al
mismo periodo de 2007, de las cuales el 83% correspondieron a personas físicas y el
17% restante a personas morales. Las declaraciones vía electrónica se incrementaron
en 5.5%, mientras que las presentadas a través de papel disminuyeron en 7.7%”.470
Frente a esta situación, al iniciar septiembre del 2007, el Presidente reconoció la efica-
cia de los programas diseñados veinte años atrás: “Aún con sus limitaciones, los pro-
gramas sociales establecidos hace más de una década, programas que están orientados
a fortalecer educación y salud, por un lado; y por otro, a darle un ingreso directo a las
familias más pobres, es decir, programas orientados a fortalecer la capacidad de las per-
sonas, como el Programa Oportunidades, estos han demostrado su eficacia.”471
Al igual que a su antecesor, al nuevo gobierno le llevó un año poner nombre propio
al programa contra la pobreza, ya que es el tiempo requerido para elaborar por vez
primera su presupuesto, de esta manera vemos como, de alguna manera, la estructura
presupuestaria de egresos rige a la actividad gubernamental, así, el Presidente Calde-
rón informó, en septiembre del 2008: “A través de la Estrategia Vivir Mejor, el Go-
bierno Federal ratifica su política de atención a los mexicanos que padecen el flagelo
de la pobreza y la marginación, fortalece los programas sociales existentes para superar
la pobreza y propicia la convergencia de objetivos que sectorialmente se realizan en la
470
Segundo Informe de Gobierno, Felipe Calderón.
471
Primer Informe de Gobierno, Felipe Calderón.
materia, a fin de evitar su dispersión y sacar el mayor provecho de los recursos públi-
cos invertidos… Los programas, se centran principalmente en ciertos grupos como
son: mujeres, indígenas, adultos mayores, discapacitados o personas en condiciones
de pobreza extrema, así como en las regiones y municipios con los más bajos índices
de desarrollo humano. La estrategia contempla programas de superación de pobreza
alimentaria, programas puente y de desarrollo de capacidades… En la consecución de
estos objetivos, se han ampliado y fortalecido los instrumentos para la superación de
la pobreza, a la vez que se han creado nuevos programas en esta Administración, como
son el Programa de Infraestructura Elemental en Educación Básica, Mejores Espacios
Educativos; Seguro Médico para una Nueva Generación; Caravanas de Salud; Progra-
ma de Atención a los Adultos Mayores de 70 Años y más en Zonas Rurales, Apoyo
Especial de Seguridad Alimentaria, Guarderías y Estancias Infantiles para Apoyar a
Madres Trabajadoras, Apoyo en Zonas de Atención Prioritaria y Rescate de Espacios
Públicos, entre otros.”472
472
Segundo Informe de Gobierno, Felipe Calderón.
473
Los 125 municipios de la Estrategia están ubicados en siete estados: Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Puebla, Ve-
racruz, Durango y Nayarit. En ellos viven más de 1.4 millones de mexicanos, de los que aproximadamente
el 85% es hablante de una de las 18 lenguas indígenas que se registran en estos territorios. Del total de los
municipios, 90 están ubicados en Oaxaca, Chiapas, Veracruz y Guerrero. La población está distribuida en
más de 5,520 localidades, de las cuales el 41.7% registran menos de 50 habitantes y sólo 187 tienen más de
mil habitantes. La dispersión poblacional sumada al aislamiento, las condiciones orográficas, la ausencia
de caminos y la degradación de los recursos naturales se transforman en causa-efecto de los problemas es-
tructurales de pobreza y marginación de sus pobladores. La inversión federal se destina a educación, salud,
productividad, infraestructura, vivienda, medio ambiente, ejercida por la Secretaría de Desarrollo Social.
Del total de recursos, el 56% es aportado por los programas de la SEDESOL y sus organismos sectorizados;
14% por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas; 10% por las dependencias sec-
torizadas en la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA);
6.7% las vinculadas a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT); y 6.1% las de
la Secretaría de Energía. El 7.2% restante es aportado por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes,
Secretaría de Economía, Secretaría de Educación Pública, Secretaría de la Reforma Agraria y Secretaría del
Trabajo y Previsión Social. Segundo Informe de Gobierno, Felipe Calderón.
474
Segundo Informe de Gobierno, Felipe Calderón.
mayor gasto por alumno se ubica en la educación superior, con un monto de $51.3 miles de
pesos por alumno, casi cinco veces más de lo ejercido en la educación primaria… Durante
el ciclo escolar 2007-2008 fueron distribuidos un total de 161.1 millones de libros de texto
gratuitos, de los cuales 109.2 millones correspondieron al nivel de primaria, 28.1 millones a
secundaria, 13 millones a telesecundaria, 9.3 millones a preescolar y 1.5 millones a educa-
ción indígena. Para el ciclo escolar 2008-2009 se estima distribuir 161.8 millones de libros…
El grado promedio de escolaridad de la población (edad entre 25 a 64 años): 8.4 años. La
eficiencia terminal: en educación primaria 93%; en secundaria 79% y en educación media
superior 58%.475
Por otro lado, el Ejecutivo Federal informó que la base de datos de la Clave Única de
Registro de Población (CURP), ha llegado a la certificación de un total de 63,881,807
claves, registros de personas, de un total de 106 millones de habitantes.
475
Datos tomados del Segundo Informe de Gobierno.
de hidrocarburos, el cual será financiado con el 0.46% del derecho ordinario sobre hi-
drocarburos pagado por PEMEX y se destinará a los estados donde se extrae petróleo,
con el propósito de que las entidades federativas puedan hacer frente a los efectos tran-
sitorios derivados de la reforma y en especial en relación con las nuevas fórmulas de
distribución de los fondos General de Participaciones y de Fomento Municipal.
2007 2008
Total 1’895,106.2 1’899,925.0
Gobiernos estados y municipios 485,138.5 489,084.7
Poder Ejecutivo Federal 1’615,180.2 1’581,914.1
Poderes y Entes Autónomos 41,060.7 47,774.9
Legislativo 7,595.7 8,978.6
Judicial 25,229.6 29,963.3
Instituto Federal Electoral 7,434.4 7,967.0
De estos cuadros son de observar los siguientes aspectos: por un lado, lo centralizado
del federalismo mexicano, que concentra en el Ejecutivo Federal una alta porción de
gasto, comparado con cualquier otro renglón de gasto y nivel institucional, en cambio,
a estados y municipios se asigna alrededor de un 25% del total de egresos. Por otro
lado, el costo de la nómina del sector público federal ascendió a casi un tercio del total
de gasto.
Adicionalmente, mediante los recursos del Ramo 33, en sus distintos fondos, se aten-
dieron aspectos relacionados con la seguridad pública y el fortalecimiento de las finan-
zas públicas locales, para el cumplimiento de los respectivos programas de gobierno,
conforme a lo dispuesto en la Ley de Coordinación Fiscal.
476
Véanse los arts. 85, 106, 107, 110, principalmente. En el mismo sentido, en el artículo 49, fracción V, de
la Ley de Coordinación Fiscal, se establece que el ejercicio de las aportaciones federales para entidades
federativas y municipios, debe sujetarse a la evaluación del desempeño a que se refiere el artículo 110 de la
LFPRH. Asimismo, dispone que los resultados del ejercicio de las aportaciones federales deben ser evalua-
dos, a fin de verificar el cumplimiento de los objetivos a los que se encuentran destinados.
Ante las dificultades tenidas años atrás para que el Presidente asistiera al Congreso a
dar su informe presidencial, mediante reforma constitucional a los artículos 69 y 93,
de agosto del 2008, se dispuso que el Presidente entregará un informe sobre el estado
que guarda la administración pública federal, sin el requisito de asistir a la inauguración
del periodo de sesiones del Congreso. El informe presidencial se presentará por escrito,
y tras su análisis, los legisladores podrán enviarle, de la misma forma, las preguntas
que despejen sus dudas, mismas que se contestarán por el mismo medio, y lo que se
denominará ‘pregunta parlamentaria’. En complemento a ello, el Presidente dirige un
mensaje a la Nación en forma televisiva. Este nuevo formato empezó a funcionar desde
el segundo informe, es decir, desde septiembre del 2008.
Otras reformas constitucionales que tuvieron relevancia fueron las siguientes: La he-
cha al artículo 116 constitucional, para establecer el requisito de tener cuando menos
30 años de edad al día de la elección para poder ser gobernador de alguna entidad
federativa. La reforma al artículo 88 constitucional (DOF, 29 agosto 2008), la cual
faculta al Presidente de la República para que pueda ausentarse del territorio nacional
sin solicitar autorización del Congreso, hasta por siete días al mes, debiendo comunicar
previamente al Poder Legislativo su decisión de ausentarse, así como los motivos para
hacerlo. En apego a los principios de transparencia y rendición de cuentas a su regreso
deberá enviar al Congreso de la Unión un informe detallado de las actividades oficiales
realizadas, así como de los costos y la comitiva que lo acompañó.
$70 mil millones de pesos en los ingresos públicos, y por otro a la disminución de los
precios del barril de petróleo.477
En materia de seguridad pública, eje principal de las acciones y discursos del Ejecuti-
vo destacan varios hechos que brevemente se refieren: La reforma constitucional a los
artículos 16 al 22 y otros más, en junio del 2008, con la que se establecen las bases del
nuevo sistema procesal penal, que será acusatorio y oral, se regirá por los principios de
publicidad, contradicción, concentración, continuidad e inmediación. Entrará en vigor
cuando lo establezca la legislación secundaria correspondiente, sin exceder el plazo de
ocho años, dando así margen a las autoridades locales para expedir y poner en vigor
las modificaciones u ordenamientos legales que sean necesarios al fin señalado, y en
la modalidad que determinen, sea regional o por tipo de delito. También se señalan los
derechos de toda persona imputada, así como los derechos de la víctima o del ofendido.
Los poderes judiciales contarán con jueces de control que resolverán las solicitudes
de medidas cautelares, providencias precautorias y técnicas de investigación de la au-
toridad, que requieran control judicial, garantizando los derechos de los indiciados y
de las víctimas u ofendidos. Se creará un sistema integral de justicia para los menores
de edad, y sean presuntos autores de conductas tipificadas como delito por las leyes
penales.
En la vida cotidiana, la actividad delictiva mantuvo sus cifras por arriba del millón y
medio de averiguaciones previas al año, sin considerar la cifra negra del delito, ello
no obstante las sucesivas reformas constitucionales, las nuevas leyes y el creciente
volumen de recursos financieros y tecnológicos canalizados a este ramo (de los 1.8
millones de pesos de 1997, a los más de 100 mil millones del año 2009). El secuestro
continuó siendo un flagelo social que involucraba a los elementos y organizaciones po-
liciales con los grupos delictivos organizados. La crisis del modelo llegó en agosto del
2008 con el secuestro y muerte del hijo del empresario Martí, las granadas lanzadas a
la población civil en los festejos del 15 de septiembre en Michoacán, las bombas a los
ductos de PEMEX en el 2007, la quema del casino en Monterrey, las cifras de personas
ejecutadas, entre muchos otros más.
En las elecciones celebradas en julio del 2009, se eligieron autoridades ejecutivas, le-
gislativas y municipales en 585 municipios, 10 estados y el Distrito Federal, Campe-
477
Tercer Informe de Gobierno, 1 de septiembre de 2009.
che, Colima, Guanajuato, Jalisco, México, Morelos, Nuevo León, Querétaro, San Luis
Potosí, Sonora. Las alianzas partidistas fueron otra vez el signo de la época, sin impor-
tar la ideología propia de cada uno, lo relevante fue la lucha por el poder, la lucha fue
de todos contra todos, lo importante era derrotar al partido en el poder, de todo ello el
PRI fue el más beneficiado de ellos, ya con el PAN; el PVEM, el PANAL; el perdedor
fue el PRD y el PT, mientras el PAN disminuyó ligeramente su simpatía del electorado.
El PRI y aliados ganaron poco más del 50% de los municipios, las gubernaturas de
Querétaro, Nuevo León, y también obtuvo mayoría simple en el Congreso de la Unión.
El PAN ganó Sonora.
8. EVOLUCIÓN DE LA
ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
ESTATAL. 1976-2010
389
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392
Desarrollo de las Dependencias de la Administración Pública en las Entidades Federativas de la República Mexicana
y el número de funcionarios públicos
Leyes Orgánicas de la Administración Pública Leyes Orgánicas de la Administración Pública No. No. No.
Funcio- Funcio- Funcio-
Fecha de narios narios narios
Dependencias de la Administración
Entidad publicación Dependencias de la Administración públi- públi- públi-
Fecha de Dependencias de la Administración Pública al año
Federativa / consulta Pública cos en cos en cos en
publicación Pública al año 1982 1996 la AP la AP la AP
de última al año 2012
reforma al año al año al año
1996 2004 2010
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393
19/04/13 12:42
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394
15. Secretaría de Administración e
Innovación Gubernamental
16. Procuraduría General de Justicia
17. Consejería Jurídica del Gobernador
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396
10. Dirección General de Transito
11. Dirección Estatal de Turismo
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397
19/04/13 12:42
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398
4. Contraloría General 3. Secretaría de Desarrollo Urbano y 3. Secretaría de Finanzas y
5. Dirección General de Hacienda Obras Públicas. Administración
6. Dirección General de 4. Secretaría de Finanzas y 4. Secretaría de Desarrollo Urbano y
Gobernación Administración. Obras Públicas
7. Dirección General de Servicios 5. Secretaría de Desarrollo Social. 5. Secretaría de Seguridad Pública y
Administrativos 6. Secretaría de Educación-Guerrero. Protección Civil; (REFORMADA P.O.
8. Dirección General de 7. Secretaría de Desarrollo 30 DE MARZO DE 2007)
Asentamientos Humanos, Obras Económico y Trabajo. 6. Se deroga. (DEROGADA P.O. 14 DE
y Servicios Públicos 8. Secretaría de Fomento Turístico. DICIEMBRE DEL 2000)
9. Dirección General de Desarrollo 9. Secretaría de Desarrollo Rural. 7. Secretaría de Educación Guerrero
Económico 10. Secretaría de la Mujer. 8. Secretaría de Salud
10. Dirección de Registro Público de 11. Secretaría de la Juventud. 9. Secretaría de Desarrollo Económico;
la Propiedad, del Comercio y 12. Contraloría General del Estado. (REFORMADA P.O. 14 DE DICIEMBRE
Crédito Agrícola 13. Procuraduría General de Justicia. DEL 2000)
11. Coordinación General de 14. Procuraduría Social del Campesino 10. Secretaría de Fomento Turístico
Educación Pública y Asuntos Indígenas. 11. Secretaría de Desarrollo Rural
12. Dirección de Seguridad Pública, 15. Coordinación General de 12. Secretaría de Medio Ambiente y
Tránsito y Transportes Fortalecimiento Municipal. Recursos Naturales del Estado
13. Dirección de Registro Civil (SEMAREN) (REFORMADA P.O. 27 DE
14. Dirección de Actividades Cívicas, ABRIL DE 2004)
Sociales y Culturales 13. Secretaría de Asuntos Indígenas
15. Dirección de Trabajo y Previsión (REFORMADA P.O. 27 DE ABRIL DE
Social 2004)
16. Dirección de Información y 14. Secretaría de la Mujer; (REFORMADA
Relaciones Públicas P.O. 21 DE OCTUBRE DE 2011)
17. Juntas Locales de Conciliación y 15. Secretaría de la Juventud y la niñez.
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
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19/04/13 12:42
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400
1. Secretaría de Gobierno 1. Secretaría de Gobierno 1. Secretaría de Gobierno
2. Tesorería 2. Secretaría de Desarrollo Urbano y 2. Secretaría de Finanzas y
3. Secretaría de Urbanismo y Obras Ecología Administración
Públicas 3. Secretaría de Comunicaciones y 3. Secretaría de Seguridad Pública
4. Secretaría de Fomento Rural Obras Públicas 4. Secretaría de Desarrollo Económico
5. Secretaría de Fomento Industrial 4. Secretaría de Desarrollo 5. Secretaría de Turismo
6. Secretaría de Turismo Agropecuario y Forestal 6. Secretaría de Desarrollo Rural
Michoacán 7. Secretaría de Educación y 5. Secretaría de Fomento Económico 7. Secretaría de Comunicaciones y
de Servicios Sociales 6. Secretaría de Turismo 9/01/2008 Obras Públicas 278 932
Dato al
Ocampo 13/10/1980 8. Procuraduría General de Justicia 7. Secretaría de Educación (No hay 8. Secretaría de Urbanismo y Medio 30, 651 18, 821
año
9. Oficialía Mayor 8. Secretaría de Salud Oficialía Mayor reforma) Ambiente 1999
10. Coordinación de Programación 9. Tesorería General 9. Secretaría de Educación
11. Coordinación de Apoyo 10. Procuraduría General de Justicia 10. Secretaría de Cultura
Municipal 11. Coordinación de Control y 11. Secretaría de Salud
Desarrollo Administrativo 12. Secretaría de Política Social
12. Coordinación de Comunicación 13. Secretaría de Pueblos Indígenas
Social 14. Secretaría de la Mujer
13. Coordinación de Gestión Social 15. Secretaría de los Migrantes
16. Secretaría de los Jóvenes
17. Procuraduría General de Justicia
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7. Dirección General de Desarrollo 8. Secretaría de Salud 9. Secretaría de Desarrollo Social y
Económico 9. Secretaría de Finanzas Humano
8. Dirección General de Desarrollo 10. Secretaría de Administración 10. Secretaría de Asuntos Indígenas
Urbano y Obras Públicas 11. Contraloría General del Estado 11. Secretaría de Desarrollo
9. Dirección General de Cultura y Agropecuario, Forestal, Pesca y
Recreación Acuacultura
12. Secretaría de Finanzas
13. Secretaría de Administración
14. Secretaría de la Contraloría y
Transparencia Gubernamental
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16. La Secretaría de Salud
17. Secretaria de Seguridad Pública
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6. Secretaría de Obras Públicas y 8. Secretaría de Salud 7. Secretaría de Comunicaciones y
Desarrollo Urbano 9. Secretaría de Turismo Transportes
10. Secretaría de Fomento 8. Secretaría de Fomento Agropecuario
Agropecuario 9. Secretaría de Turismo
11. Procuraduría General de Justicia 10. Secretaría de la Función Pública
12. Oficialía Mayor de Gobierno 11. Secretaría de Seguridad Pública
12. Procuraduría General de Justicia
13. Oficialía Mayor de Gobierno
14. Consejería Jurídica del Ejecutivo
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1. Dirección General de Gobierno 1. Secretaria de General Gobierno
Departamento de 2. Secretaria de Planeación y Finanzas
Gobernación 3. Secretaria de Desarrollo Urbano,
Departamento del Trabajo Comunicaciones y Obras Publicas
y de la Previsión Social 4. Secretaria de Desarrollo
Departamento de Económico
Fraccionamientos 5. Secretaria de Fomento
Departamento de Tránsito Agropecuario
2. Dirección General de Finanzas y 6. Secretaria de Educación y Cultura
Tesorería 7. Oficialía Mayor
Departamento de Ingresos 8. Procuraduría General de Justicia
Departamento de 9. Secretaria de la Contraloría
Contabilidad y egresos General Del Estado
Departamento de
Catastro
3. Dirección General de
Programación y Fomento 1. Secretaría General de Gobierno
Económico 2. Secretaría de Finanzas
Departamento de 3. Secretaría de Educación y Cultura
Programación y 4. Secretaría de Planeación y Desarrollo
Presupuesto Regional
Departamento de 5. Secretaría de Obras Públicas
Fomento Económico 30/12/2000 6. Secretaría de Desarrollo
4. Dirección General de Planeación (No hay Agropecuario
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Para Dependencias de la Administración Pública al año 2012.- La información se obtuvo vía electrónica de las 32 Leyes Orgánicas de la administración Pública consultadas de
las páginas WEB de los gobiernos estatales.
Para Dependencias de la Administración Pública al año 1996.- La información se obtuvo de la colección La administración local en México, Instituto Nacional de Administración
Pública (INAP), Tomo I, II y III, México, 1997.
Para Dependencias de la Administración Pública al año 1982.- La información se obtuvo de Leyes Orgánicas de las Entidades Federativas de los Estados Unidos Mexicanos,
Presidencia de la República- Coordinación General de Estudios Administrativos, México, 1982.
Para No. Funcionarios públicos en la AP 1996, 2004 y 2010.- La información se obtuvo de los Anuarios Estadísticos de INEGI de las 32 Entidades Federativas de los años 1997,
2005 y 2011. Nota: En los casos de Coahuila de Zaragoza, Distrito Federal, Guanajuato, Michoacán de Ocampo, Nuevo León y Tlaxcala el Dato para el año 1996 no esta disponible,
en consecuencia para las 3 primeras Entidades se recurrió al Dato de 1997, correspondiente a la consulta de los Anuarios de 1998; para las 3 Entidades restantes se recurrió al
Dato de 1999 correspondiente a la consulta de los Anuarios del año 2000. Finalmente para el caso de Sinaloa, el Dato para el año 2010 no esta disponible, en consecuencia se
recurrió al Dato de 2009, correspondiente a la consulta del Anuario de 2010.
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Entidades Paraestatales de la Administración Pública en las Entidades Federativas de la República Mexicana
Entidad
Entidades de la Administración Pública al año 1996 Entidades de la Administración Pública al año 2012
Federativa
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los Poderes del Estado y Municipios de B.C.S. Comisión Estatal de Agua
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Comisión de Promoción y Recuperación de Créditos Desarrollo Integral de la Familia
Fondo Impulsor Inmobiliario para el Desarrollo del Estado Hospital General San María de Salvatierra
Comité de Planeación para el Desarrollo del Estado Hospital Psiquiátrico de Baja California Sur
Junta Instituto de Vivienda de Baja California Sur
Estatal de Caminos Instituto Estatal de Radio y Televisión
Baja Instituto de la Vivienda Instituto Estatal Electoral
California Sur Comisión Estatal de Agua Potable y Alcantarillado Instituto Sudcaliforniano de Cultura
Colegio de Bachilleres (esta institución educativa es considerada organismo Instituto Sudcaliforniano de Infraestructura Física Deportiva
descentralizado estatal en atención a que este nivel de gobierno aporta el Instituto Sudcaliforniano de la Juventud
50% de su patrimonio y la federación el otro 50% y es la Secretaría de Instituto Sudcaliforniano de la Mujer
Educación Pública del estado la que preside la Junta de Gobierno) Junta Estatal de Caminos
Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado Junta de Conciliación y Arbitraje
Patronato del Estudiante Sudcaliforniano
Patronato para la Reincorporación Social
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ejecutora de la política cultural del gobierno.
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Instituto de Historia Natural: conservación y fomento del patrimonio Universidad Intercultural de Chiapas
natural. Universidad Politécnica de Chiapas
Comisión Estatal del Convenio Único de Desarrollo: ejecutora de obras Universidad Politécnica de Tapachula
concertadas con el gobierno federal. Universidad Tecnológica de la Selva
Junta Local de Caminos: construcción y mantenimiento de caminos. Com. Estatal de Conciliación y Arbitraje Médico del Edo. de Chis.
UNICACH: enseñanza media y superior. Consejo Estatal de Seguridad Pública
Colegio de Bachilleres de Chiapas: enseñanza media. Consejo Estatal para las Culturas y las Artes de Chiapas
Consejo Chiapaneco de Recursos para la Atención de la Juventud: apoyo al Instituto de Acceso a la Información Pública del Estado de Chiapas
desarrollo de los jóvenes. Inst. de Seguridad Social de los Trabajadores del Edo. de Chiapas
Talleres Gráficos
Instituto Amanecer
Instituto de Comunicación Social del Estado de Chiapas
Oficina de Convenciones y Visitantes
Sociedad Operadora del Aeropuerto Inter. “Ángel Albino Corzo”
Sociedad Operadora de la Torre Chiapas S.A. de C.V.
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Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología
Patronato promotor del parque Metropolitano
Atención a Migrantes
(CECA) Consejo Estatal Contra las Adicciones
(CAIPEC) Comisión Estatal para el Acceso de la Información Pública
(INCOIFED) Instituto Colimense de la Infraestructura Física Educativa
(CEAC) Comisión Estatal del Agua
(CIAPACOV) Comisión Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado de
Colima y Villa de Álvarez
(CECYTCOL) Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología
(CEDAGRO) Centro de Agronegocios de Colima
(CEDEMUN) Coordinación Estatal de Desarrollo Municipal
(CIDECOL) Centro de Información para el Desarrollo del Estado de Colima
DIF Estatal Colima / Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia
Instituto de Vivienda del Edo de Colima Junta de Asistencia Privada del Estado de Colima
DIF (ICC) Instituto Colimense para la calidad
Colima Fideicomiso Manzanillo las Garzas (ICM) Instituto Colimense de las Mujeres
Comisión Estatal de Derechos Humanos (IEEA) Instituto Estatal de Educación para Adultos
Instituto Colimense de Cultura (IFFECOL) Instituto de Fomento de Ferias y Exposiciones de Colima
Autopista Urbana
Autoridad del Espacio Público
Autoridad del Centro Histórico
Caja de Previsión de la Policía Auxiliar del Distrito Federal
Caja de Previsión de la Policía Preventiva del Distrito Federal
Caja de Previsión para Trabajadores a Lista de Raya del D.F
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Sistema de Aguas de la Ciudad de México
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Sistema de Radio y Televisión Digital del Gobierno del Distrito Federal
(Capital 21)
Sistema de Transporte Colectivo – Metro
Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Distrito Federal
Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal
Instituto de Acceso a la Información Pública del Distrito Federal
Instituto Electoral del Distrito Federal
Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Distrito Federal
Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Distrito Federal
Tribunal Electoral del Distrito Federal
Universidad Autónoma de la Ciudad de México
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Universidad Politécnica del Bicentenario
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Universidad Tecnológica de San Miguel de Allende
Universidad Tecnológica de Salamanca
Parque Agro Tecnológico Xonotli S.A de C.V
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Instituto Hidalguense de la Juventud
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Instituto Hidalguense de las Mujeres
Instituto Hidalguense del Deporte
Instituto Hidalguense para el Desarrollo Municipal
Instituto para el Financiamiento del Estado de Hidalgo
Instituto para la Atención de los Adultos Mayores
Instituto Tecnológico Superior de Huichapan
Instituto Tecnológico Superior del Occidente
Instituto Tecnológico Superior del Oriente
Museo Interactivo para la Niñez y la Juventud Hidalguense "El Rehilete"
Operadora de Eventos del Estado de Hidalgo
Promotora de Vivienda Hidalgo
Promotora Turística
Radio y Televisión de Hidalgo
Servicios de Salud de Hidalgo
Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia
Universidad Politécnica de Fco. I. Madero
Universidad Politécnica de Pachuca
Universidad Politécnica de Tulancingo
Universidad Politécnica Metropolitana de Hidalgo
Universidad Tecnológica de la Huasteca Hidalguense
Universidad Tecnológica de la Sierra Hidalguense
Universidad Tecnológica del Valle del Mezquital
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Universidad Tecnológica de la Zona Metropolitana de Guadalajara
Instituto de Información Territorial del Estado – IIT
Fideicomiso Estatal para la Cultura y las Artes - FECA
FIDEREZA Jalisco ( Por mi Jalisco)
Fideicomiso para el Fondo de Garantía Agropecuaria - FIFOJAL
Fondo para la Atención de Desastres - FONDEN
Fondo de Seguridad Pública en el Estado - FOSEG
Mejorar la Imagen de Tequila
Escuelas de Calidad - PEC
Programa de Tecnologías Educativas y de la Información
Plan Múltiple de Beneficios
Turismo de los Municipios del Interior del Estado
Fideicomiso para el Desarrollo Rural
Fideicomiso para el Desarrollo Urbano
Fondo de Apoyo al Programa Especial de Financiamiento a la Vivienda
Fideicomiso Público para el Relleno Sanitario de la ZMG
Turismo de la Zona Metropolitana de Guadalajara
Fondo Jalisco de Fomento Empresarial - FOJAL
Pensiones y Jubilaciones del Hospital Civil de Guadalajara
Fideicomiso Público para el Relleno Sanitario de la ZMG
Fondo Jalisco de Fomento Empresarial - FOJAL
Alianza para el Campo en el Estado de Jalisco - FACEJ
Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Estado de México
Sistema Para el Desarrollo Integral de la Familia del Estado de México Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal (CEAPE)
(DIFEM) Consejo Estatal de Población
Instituto de Información e Investigación Geográfica, Estadística y Catastral Instituto de la Defensoría Publica del Estado de México
Estado de
del Estado de México (IIIGECEM) Instituto de la Función Registral del Estado de México
México
Instituto Mexiquense de Cultura (IMC) Instituto Mexiquense de la Pirotecnia
Servicios Educativos Integrados al Estado de México (SEIEM) Comité de Planeación para el Desarrollo del Estado de México
Tecnológico de Estudios Superiores de Ecatepec (TESE) Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología
Consejo Estatal para el Desarrollo Integral de los Pueblos Indígenas del Instituto de Información e Investigación Geográfica, Estadística y Catastral
Estado del Estado de México
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Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de México (CEC Hospital Regional de Alta Especialidad de Zumpango
YTEM) Instituto de Salud del Estado de México
Universidad Tecnológica de Tecámac Instituto Materno Infantil del Estado de México
Colegio de Bachilleres del Estado de México Instituto Mexiquense Contra las Adicciones
Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Coacalco Instituto de Capacitación y Adiestramiento para el Trabajo Industrial
Comisión Estatal de Agua y Saneamiento (CEAS) Colegio de Bachilleres del Estado de México
Comisión para la Regulación del Suelo del Estado de México (CRESEM) Colegio de Educación Profesional Técnica del Estado de México
Instituto de Acción Urbana e Integración Social (AURIS) Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de México
Instituto de Investigación y Capacitación Agropecuaria, Acuícola y Forestal Conservatorio de Música del Estado de México
del Coordinación Estatal del Programa de Seguro Escolar
Estado de México (ICAMEX) El Colegio Mexiquense, A.C.
Protectora de Bosques del Estado de México (PROBOSQUE) Instituto de Evaluacion Educativa del Estado de México
Instituto de Investigación y Fomento de las Artesanías del Estado de México Instituto Mexiquense de Cultura
(IIFAEM) Instituto Mexiquense de Cultura Física y Deporte
Fideicomiso para el Desarrollo de Parques y Zonas Industriales (FIDEPAR) Instituto Mexiquense de la Infraestructura Física Educativa
Empresa para la Prevención y Control de la Contaminación del Agua en la Orquesta Sinfónica del Estado de México
Zona de Servicios Educativos Integrados al Estado de México
Toluca, Lerma y Corredor Industrial (EPPCA) Tecnológico de Estudios Superiores de Chalco
Tapetes Mexicanos, S.A. (TAPEMEX) Tecnológico de Estudios Superiores de Chimalhuacán
Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMYM) Tecnológico de Estudios Superiores de Coacalco
Instituto de Capacitación y Adiestramiento para el Trabajo Industrial (ICATI) Tecnológico de Estudios Superiores de Cuautitlán Izcalli
Instituto Estatal para el Desarrollo de la Seguridad en el Trabajo (ISET) Tecnológico de Estudios Superiores de Ecatepec
Comisión del Transporte del Estado de México (COTREM) Tecnológico de Estudios Superiores de Huixquilucan
Junta de Caminos del Estado de México (JCEM) Tecnológico de Estudios Superiores de Ixtapaluca
Tecnológico de Estudios Superiores de Jilotepec
Tecnológico de Estudios Superiores de Jocotitlán
Tecnológico de Estudios Superiores de San Felipe del Progreso
Tecnológico de Estudios Superiores de Tianguistenco
Tecnológico de Estudios Superiores de Valle de Bravo
Tecnológico de Estudios Superiores de Villa Guerrero
Tecnológico de Estudios Superiores del Oriente del Estado de México
Universidad Digital del Estado de México
Universidad Estatal del Valle de Ecatepec
Universidad Estatal del Valle de Toluca
Universidad Intercultural del Estado de México
Universidad Mexiquense del Bicentenario
Universidad Politécnica de Tecámac
Universidad Politécnica del Valle de México
Universidad Politécnica del Valle de Toluca
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Universidad Tecnológica de Nezahualcóyotl
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Universidad Tecnológica de Tecámac
Universidad Tecnológica del Sur del Estado de México
Universidad Tecnológica del Valle de Toluca
Universidad Tecnológica Fidel Velázquez
Consejo de Investigación y Evaluación de la Política Social
Consejo Estatal de la Mujer y Bienestar Social
Consejo Estatal para el Desarrollo Integral de los Pueblos Indígenas del
Estado de México
Instituto Mexiquense de la Juventud
Junta de Asistencia Privada del Estado de México
Instituto Mexiquense de la Vivienda Social
Comisión Coordinadora para la Recuperación Ecológica de la Cuenca del Río
Lerma
Comisión del Agua del Estado de México
Fundación Salvador Sánchez Colín, S.C.
Instituto Investigación y Capacitación Agropecuaria, Acuícola y Forestal del
Estado de México
Comisión Estatal de Mejora Regulatoria
Consejo Consultivo Económico
Fideicomiso para el Desarrollo de Parques y Zonas Industriales en el Estado
de México
Instituto de Fomento Minero y Estudios Geológicos del Estado de México
Instituto Mexiquense del Emprendedor
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Fideicomiso para el Fomento Agropecuario del Estado de Morelos (FOFAE)
Fideicomiso Central de Abasto, Servicios Conexos y Servicios
Complementarios (FICASS)
Fondo para el Financiamiento de las Empresas de Solidaridad del Estado de
Morelos (FFESOL)
Fideicomiso Centro de Congresos y Convenciones World Trade Center
Morelos
Sistema Morelense de Radio y Televisión Instituto Estatal de Infraestructura Educativa de Morelos (INEIEM)
Tribunal de lo Contencioso Administrativo Operador de Carreteras de Cuota del Estado de Morelos (OCC)
Consejo Estatal de Población Centro de Investigación y Docencia en Humanidades del Estado de Morelos
Instituto Proveteranos de la Revolución del Sur (CIDHEM)
Academia Estatal de Policía Colegio de Bachilleres del Estado de Morelos (COBAEM)
Comisión de Límites Territoriales Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Morelos
Comisión Estatal de Derechos Humanos (CECyTe)
Comisión Electoral del Estado Colegio de Educación Profesional Técnica del Estado de Morelos (CONALEP
Fondo Morelos-Liquidación en proceso Morelos)
Fondo Estatal de Solidaridad Coordinación Estatal del Subsistema de Preparatoria Abierta
Fideicomiso, Lago de Tequesquitengo Instituto de Cultura de Morelos
Fideicomiso, Agua Hedionda Instituto de Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM)
Morelos Coordinación General de Turismo Instituto Estatal de Educación para Adultos
Fondo de Fomento Rural José María Morelos Universidad Autónoma del Estado de Morelos
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• Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) Agencia para la Racionalización y Modernización del Sistema de Transporte
• Consejo Estatal de Rehabilitación Urbana, A.C. Público de Nuevo León
• Consejo Estatal del Transporte. Corporación para el Desarrollo Agropecuario de Nuevo León
• Consejo para la Cultura de Nuevo León. Corporación para el Desarrollo de la Zona Fronteriza de Nuevo León
Nuevo León
• Fideicomiso Fondo de la Vivienda de los trabajadores del Estado. Corporación para el Desarrollo Turístico de Nuevo León
• Fideicomiso Fondo de la Vivienda de los trabajadores de la Educación. Instituto de Evaluación Educativa de Nuevo León (En suspensión de
• Fideicomiso para la Educación del Campesino. actividades)
• Fideicomiso Barrio Antiguo. Instituto de Innovación y Transferencia de Tecnología de Nuevo León
• Fideicomiso Centro Urbano Norte. Instituto de la Vivienda de Nuevo León
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• Fideicomiso Traslativo de Dominio Ciudad Solidaridad.
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• Fideicomiso de Rehabilitación Metropolitana (Museo-Santa Lucía). Instituto Estatal de Cultura Física y Deporte
• Fideicomiso El Cuchillo. Instituto Estatal de la Juventud
• Fideicomiso Fondo Editorial Nuevo León. Instituto Estatal de las Mujeres
• Fideicomiso para el Desarrollo del Norte del Estado. Parques y Vida Silvestre de Nuevo León
• Fideicomiso para la Reordenación Comercial. Colegio de Educación Profesional Técnica de Nuevo León (CONALEP)
• Fideicomiso Parque Fundidora. Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Nuevo León
• Fideicomiso Programa de Ordenamiento Urbano. (CECyTENL)
• Fideicomiso Puente Internacional Solidaridad. Consejo Estatal de Transporte y Vialidad
• Fideicomiso Zaragoza. Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León
• Fomento Metropolitano de Monterrey. Instituto Constructor de Infraestructura Física Educativa y Deportiva de
• Fondo de Garantía y Fomento a la Microindustria. Nuevo León (ICIFED)
• Fideicomiso para el Fomento y Desarrollo Agropecuario de la Fauna y de la
Instituto de Capacitación y Educación para el Trabajo del Estado de Nuevo
Pesca.
León, A.C. (ICET)
• Fondo Financiero Nuevo León.
Instituto de Control Vehicular
• Instituto Estatal de la Juventud y del Deporte.
Instituto de Defensoría Pública de Nuevo León
• Instituto de Estudios Urbanos de Nuevo León.
Instituto Estatal de Seguridad Pública
• Instituto de Seguridad y Servicios Sociales a los Trabajadores del Estado.
• Instituto de la Vivienda de Nuevo León. Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de
• Museo de Historia Mexicana. N.L. (ISSSTELEON)
• Operadora de Inversiones de Nuevo León, S.A. Instituto del Agua del Estado de Nuevo León
• Operadora de Servicios Turísticos de Nuevo León. Instituto Registral y Catastral del Estado de Nuevo León (IRCNL)
• Patronato Promotor y Administración de Obras de Interés Social, S.C. Museo de Historia Mexicana
• Patronato Estatal de la Feria Monterrey, A.C. Operadora de Servicios Turísticos de Nuevo León (OSETUR)
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Comité Estatal de Planeación para el Desarrollo de Oaxaca Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO)
Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca Procuraduría para la Defensa del Indígena y Grupos Vulnerables
Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado Libre y Soberano de Fondo para el Fomento Estatal de las Actividades Productivas de Oaxaca
Oaxaca Oaxaca. (FIDEAPO
Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión Junta de Arbitraje para los Empleados al Servicio de los Poderes del Estado
Consejo Estatal de Población del Estado de Oaxaca Instituto Oaxaqueño de las Artesanías
Instituto Estatal de Desarrollo Municipal. Registro Civil
Procuraduría para la Defensa del Indígena Instituto de Patrimonio Cultural del Estado de Oaxaca (INPAC)
Fondo para el Fomento Estatal de las Actividades Productivas de Oaxaca. Comisión Estatal de la Vivienda, CEVI.
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Colegio de Bachilleres del Estado de Oaxaca Colegio de Bachilleres de Oaxaca COBAO
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Universidad Tecnológica de la Mixteca Instituto Estatal de Ecología y Desarrollo Sustentable
Universidad del Mar Caminos y Aeropistas de Oaxaca, CAO
Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca Instituto de Capacitación y Productividad para el Trabajo del Estado de
Instituto de la Juventud Oaxaqueña Oaxaca, ICAPET
Instituto Oaxaqueño de las Culturas Notarias Públicas
Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Oaxaca Instituto Estatal de Protección Civil
Oficina de Pensiones Instituto Estatal para la Educación de los Adultos, IEEA
Monte de Piedad del Estado de Oaxaca Monte de Piedad del Estado de Oaxaca
Instituto de Capacitación para los Trabajadores al Servicio del Gobierno del Comisión Estatal de Agua, CEA
Estado Consejo Estatal del Café de Oaxaca, CECAFÉ
de Oaxaca Comisión Estatal de la Juventud, CEJUVE
Artesanías e Industrias Populares del Estado de Oaxaca Dirección General de Población de Oaxaca, DGPO
Instituto de Capacitación y Productividad Administración del Patrimonio de la Beneficencia Pública
Inmobiliaria Industrial del Papaloapam, S.A. de C.V. COESIDA-CAPASITS
Central de Maquinaria Agrícola del Gobierno del Estado Comisión Estatal de Cultura Física y Deporte
Consejo Estatal del Café de Oaxaca Patronato de Ayuda para la Reinserción Social
Instituto Estatal del Agua Comisión para la Regularización de la Tierra Urbana de Oaxaca CORETURO
Instituto de la Vivienda de Oaxaca Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión CORTV
Caminos y Aeropistas de Oaxaca. Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante IOAM
Instituto Estatal de Ecología de Oaxaca Instituto Catastral del Estado de Oaxaca
Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Estado de Oaxaca Administración Directa de Obras y Servicios de Agua Potable y
Alcantarillado de la Ciudad de Oaxaca
Colegio de Bachilleres de Puebla Comité Administrador Poblano para la Construcción de Espacios Educativos
Comisión de Comunicaciones del Estado Corporación Auxiliar de Policía de Protección Ciudadana
Comisión Estatal para la Defensa de los Derechos Humanos Carreteras de Cuota Puebla
Comisión para la Regularización de la Tenencia de la Tierra Comisión de Derechos humanos del Estado de Puebla
Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología Coordinación Estatal de Asuntos Internacionales y de Apoyo a Migrantes
Consejo Estatal de Población Poblanos
Puebla Desarrollo Integral de la Familia Comisión Estatal de Agua y Saneamiento de Puebla
Dirección de Comunicación Social y Relaciones Públicas Consejo Estatal de Población del Estado de Puebla
Fondo para la Reparación del Daño y Protección de las Víctimas de los Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Puebla
Delitos Fideicomiso Público de la Reserva Territorial Atlixcayotl - Quetzalcoatl
Instituto de Catastro del Estado de Puebla Banco Estatal de Tierra
Instituto Poblano del Deporte y la Juventud Operador Estatal de Aeropuertos
Patronato de Promotores Voluntarios Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia
Servicios Coordinados de Salud Pública en el Estado Televisión, Radio y Tecnologías Digitales
Hospital para el Niño Poblano Sistema Operador de Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla
Instituto Tecnológico Superior de Teziutlán Hospital del Niño Poblano
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Administración Portuaria Integral de Quintana Roo S.A de C.V.
Centro de Estudios de Bachillerato Técnico Eva Samano de López Mateos
Colegio de Bachilleres del Estado de Quintana Roo
Colegio de Educación Profesional Técnica del Estado de Quintana Roo.
Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos
Comisión de Agua Potable y Alcantarillado.
Comisión de Energía del Estado de Quintana Roo
Comisión Estatal de Mejora Regulatoria.
Comisión para la Juventud y el Deporte de Quintana Roo
Comité de Planeación para el Desarrollo del Estado de Quintana Roo
Colegio de Bachilleres
Consejo Estatal de Población
Instituto Estatal de Educación para Adultos
Consejo Quintanarroense de Ciencia y Tecnología.
Instituto Estatal Quintanarroense de la Juventud y el Deporte
Fideicomiso de Promoción Turística Benito Juárez
Sistema Educativo Quintanorroense
Fideicomiso de Promoción Turística Cozumel
Comisión Estatal de Derechos Humanos
Fideicomiso de Promoción Turística Isla Mujeres
Instituto para la Cultura y las Artes de Quintana Roo
Fideicomiso de Promoción Turística Othón P. Blanco
Escuela Eva Samano De López Mateos
Fideicomiso de Promoción Turística Solidaridad
Administración Portuaria Integral de Quintana Roo
Fundación de Parques y Museos de Conzumel
Instituto de Vivienda de Quintana Roo
Hidroponía Maya S.A. de C.V.
Comisión de Agua Potable y Alcantarillado
Quintana Instituto de Capacitación para el Trabajo.
Universidad de Quintana Roo
Roo Instituto de Crédito Educativo del Estado de Quintana Roo.
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Hospital Civil
Preesforzados, Concretos y Agregados de Sinaloa. (PREECASIN) Instituto Sinaloense de la Infraestructura Física Educativa (ISIFE)
Sinaloa Desarrollo Urbano Tres Ríos Instituto Sinaloense de la Mujeres (ISMUJERES)
Instituto de Vivienda del Estado De Sinaloa. (INVIES) Universidad Pedagógica
Junta Administradora de la Estación Central de Autotransportes de la Universidad de Occidente
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Ciudad de Culiacán, Sin. Servicios de Salud
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Desarrollo Integral de la Familia. (DIF) Servicios de Educación Pública Descentralizada del Estado de Sinaloa
Servicios de Salud de Sinaloa (SEPDES)
Hospital Pediátrico de Sinaloa Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores de la
Escuela Normal de Especialización del Estado de Sinaloa Educación del Estado de Sinaloa (ISSSTEESIN)
Colegio de Sinaloa Colegio de Bachilleres del Estado de Sinaloa (COBAES) Instituto Sinaloense de Educación para los Adultos (ISEA)
Centro de Ciencias de Sinaloa Instituto Sinaloense de Desarrollo Social (ISDESOL)
Comisión Estatal de Derechos Humanos Internado Infantil
Patronato de Promotores Voluntarios Instituto de la Juventud
Dirección de Investigación y Fomento a la Cultura Regional (DIFOCUR) Instituto del Deporte
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores de la Instituto de Vivienda
Educación del Estado de Sinaloa.(ISSSTESIN) Instituto de Cultura
Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Sinaloa ( ICATSIN ) Instituto Catastral
Universidad de Occidente (U De 0) Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Sinaloa (ICATSIN)
Instituto de Sinaloa de la Juventud y el Deporte (ISJUDE) Hospital Pediátrico
Administración de la Beneficencia Publica del Estado de Sinaloa Hospital Civil de Culiacán
Servicios de Educación Publica Descentralizada del Estado de Sinaloa Fondo para la Dotación y Mantenimiento de Equipo y Programas de
(SEPDES) Cómputo a los Planteles de Educación Pública del Estado de Sinaloa
Viveros de Sinaloa (FODECEP)
Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) Escuela Normal
Escuela Normal de Especialización del Estado de Sinaloa (ENEES)
El Colegio de Sinaloa
DIF Sinaloa
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437
Fondo Sonora de Garantías para Empresas de Solidaridad. Instituto Sonorense de Infraestructura Educativa
19/04/13 12:42
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Fideicomiso Público Estación Don-Guaymas de la Carretera México- N jaler. COECYT
Fideicomiso de Apoyo al Programa de Exploración Minera en el Estado de Sistema de Parques Industriales del Estado de Sonora
Sonora. Comisión de Energía del Estado de Sonora
Fideicomiso Libramiento de Nogales. Consejo para la Promoción Económica del Estado de Sonora
Fideicomiso Carretera Santa Ana-Caborca-Sonoyta. Comisión de Fomento al Turismo del Estado de Sonora
Fideicomiso Puente Colorado. Fideicomiso Operadora de Proyectos Estratégicos del estado de Sonora
Fideicomiso de Rescate a la Mediana Empresa (FIRME) Consejo Sonorense Promotor del Bacanora
Fideicomiso Fondo de Fomento Agropecuario del Estado de Sonora Fondo Nuevo Sonora
Comisión Estatal del Agua
Instituto de Acuacultura del Estado de Sonora
Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Sonora
Tamaulipas
Sin información Sin Información
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Papaloapan
19/04/13 12:42
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440
Comisión Regional de Agua Potable y Saneamiento de Orizaba.
Comité de Construcción de Espacios Educativos del Estado de Veracruz.
Comisión Regional de Agua Potable y Saneamiento de Veracruz.
Fideicomiso para la Regulación de la Tenencia de la Tierra en Zonas
Petroleras. FIRETT
Reservas Territoriales, Desarrollo Urbano y Vivienda.
Fideicomiso del Sistema de Aguas Residuales de Alto Río Blanco. FIRIOB.
Fideicomiso para el Desarrollo Agropecuario, Forestal, Agroindustrial y
Pesquero del Estado de Veracruz.
Fideicomiso para Fomentar la Producción del Café.
Fideicomiso Veracruzano de Fomento Agropecuario (FIVERFAP).
Fundación Produce A.C. (participación de la SEDAP).
Promoción de la Asistencia Social.
Ciudad Asistencial «CONECALLI» (participación del DIF estatal).
Fundación Veracruzana Pro-Asistencia Social.
VERASOL A.C. (participación del DIF estatal).
Administración de Inversión (SAR).
Servicios Administrativos (ACCSA).
Instituto de Capacitación en Administración Hacendaría.
Fondo de Financiamiento a Empresas de Solidaridad del Estado de
Veracruz.
Fondo de Fomento Industrial del Estado de Veracruz.
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441
19/04/13 12:43
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Junta de Protección y Conservación de Monumentos
Instituto de Ecología y Medio Ambiente
Instituto de Selección y Capacitación
Instituto Estatal de Migración
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de
Instituto de Desarrollo Artesanal de Zacatecas
Zacatecas.
Consejo Zacatecano de Ciencia y Tecnología
Instituto Zacatecano de la Vivienda Social.
Instituto de Cultura Física y Deporte
Instituto Zacatecano de la Cultura.
Instituto Zacatecano de Cultura
Instituto de la Juventud y el Deporte de Zacatecas.
Instituto de la Juventud del Estado de Zacatecas
Zacatecas Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia.
ISSSTEZAC
Comisión Estatal de Agua Potable y Alcantarillado
Servicio Estatal de Empleo
Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia
Junta de Conciliación y Arbitraje
Patronato Estatal de Promotores Voluntarios
Consejo Promotor para la Vivienda
Junta Estatal de Caminos
Instituto Zacatecano para la Construcción de Escuelas
Junta Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado
Junta Estatal de Caminos
Comisión de Agua Potable y Alcantarillado
Voluntario Estatal
Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia
Fuente:
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443
Federación.
19/04/13 12:43
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444
Aprovechar y generar alternativas de
financiamiento para proyectos
estratégicos.
Planeación, transparencia y
rendición de cuentas en la gestión
gubernamental.
Manejo responsable, eficiente y con
calidad de las finanzas y servicios
públicos.
Impulso y bienestar al desarrollo
social de la población.
Igualdad de derechos y deberes entre
los habitantes para la población con
discapacidad.
Niños y jóvenes en situación de
riesgo.
Fortalecimiento de la vida familiar.
Atención integral a migrantes y sus
familias.
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445
Salud pública
19/04/13 12:43
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446
Desarrollo institucional y buen
Gobierno
Gobierno al servicio de Estado de derecho y desarrollo
la gente Democrático
Relaciones y gestión
intergubernamental
Igualdad de Oportunidades
Población.
Familia y Sociedad.
Atenci6n de la Marginaci6n y
pobreza.
Equidad de G6nero.
Juventud.
Desarrollo Social y Vivienda.
Calidad de Vida Energía para Mejorar las
Condiciones de Vida.
Telecomunicaciones como vía de
progreso en Comunidades Rurales.
Calidad de Vida
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447
educativa
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448
Innovación, investigación científica Pluralidad
y desarrollo tecnológico
Identidad y valores
Impulso a los sectores productivos
Crecimiento del sector turístico
Consolidación de las micro,
pequeñas y medianas empresas como
motores del desarrollo
Fomento a la productividad y
Crecimiento
competitividad
económico
Consolidación de las instituciones y
fondos de crédito estatales
Infraestructura para crecer
Estudio de nuevas tecnologías en
energía
Aprovechamiento sustentable
La familia campechana
Combate a la marginación y a la
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Desarrollo social
Grupos vulnerables
Desarrollo Social y Pueblos indios
Combate a la Igualdad de oportunidades y equidad
Desigualdad de género Solidaridad
Salud y seguridad social Unidad
Educación Cooperación
Deporte y cultura Honestidad
2007-2012 Chiapas
Fomento económico y finanzas Tolerancia
Chiapas Competitivo y Turismo Transparencia
Generador de Infraestructura para la producción y Sustentabilidad
Oportunidades la comercialización
Campo
Pesca y acuacultura
Gestión Ambiental y Gestión ambiental
Desarrollo Sustentable Desarrollo sustentable
Estado de derecho
Cultura de la legalidad
Estado de Derecho,
Derechos humanos
Seguridad y Cultura de
Seguridad pública y cultura de paz
Paz
Frontera sur
Población
Salud Transparencia
rendición de
Desarrollo Social
cuentas
Mujeres
Diálogo
Desarrollo humano y Jóvenes
Consenso
2010-2016 Chihuahua calidad de vida Personas Adultas Mayores
conciencia política
Personas con Discapacidad
Participación social
Etnias
Tolerancia
Desarrollo Integral de la Familia civilidad
Atención Ciudadana Respeto mutuo.
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Participación Ciudadana
19/04/13 12:43
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Vivienda
Fortalecimiento para el Campo
Productivo
Industria
Comercio y Servicios
Desarrollo regional y Turismo
competitividad Innovación y Competitividad
Comunicaciones e Infraestructura
Carretera
Desarrollo Urbano
Desarrollo Científico y Tecnológico
Financiamiento para el Desarrollo
Educación
Formación para la vida
Cultura
Deporte
Medio ambiente y Agua
sustentabilidad Energías Alternativas
Ecología y Medio Ambiente
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451
pública
19/04/13 12:43
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452
Prevención social de la violencia y la
delincuencia
Modernización del sistema
penitenciario
Nuevo sistema de justicia penal
Procuración de justicia
Protección civil eficaz
Salud
Fortalecimiento Educativo y
Científico
Educación Media Superior y
Superior e Investigación Científica y
Tecnológica.
Arte y Cultura.
Recreación y Deporte.
Desarrollo Humano y Desarrollo Social.
Social Equidad de Género.
Consolidación de la Familia: Apoyo
a la Niñez y Atención a Grupos
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453
Poder Ejecutivo Consolidación y Desarrollo de la
19/04/13 12:43
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454
Administración Pública.
Impulso al Desarrollo
Administrativo Municipal
Sistema de Calidad Gubernamental.
Sistemas Geográficos y de
Información para el Desarrollo.
Agenda Digital.
Transparencia y Control
Gubernamental.
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455
servicios eficientes y Infraestructura vial y transporte
19/04/13 12:43
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456
calidad de vida, para público
todos Desarrollo urbano y servicios
públicos
Gestión pública
Gestión pública
eficaz y
Responsabilidad de la sociedad
responsabilidad de la
sociedad
Pérdida de valores en la sociedad y
la familia
Violencia Familiar
Atención temprana de la primera
infancia
Sociedad unida con Maltrato infantil
la fuerza de los
Altos índices de desnutrición y
valores y de las
obesidad infantil
familias.
Niños de calle
Trabajo infantil
Adolescencia
Personas con discapacidad
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Expansión y fortalecimiento de la
delincuencia organizada, en su
modalidad
de narcotráfico principalmente;
Dispersión de acciones y falta de
Armonía social con articulación de las instituciones de
seguridad y justicia.
seguridad pública en todo el país;
Desempleo;
Pobreza;
Deserción escolar; y,
Desintegración de las familias.
Bienestar social y humano
Educación para seguir creciendo
Fomento al patrimonio cultural de
los duranguenses
Bienestar e inclusión Deporte integral y formativo
social con Vivienda que dignifique a las
participación familias
ciudadana Agua potable y saneamiento
Equidad de género
Jóvenes por Durango
Comunidades indígenas
Apoyo a los migrantes y sus familias
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mayores ingresos a los productores.
19/04/13 12:43
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Cultura ganadera con calidad de
Desarrollo rural exportación.
sustentable con Industrialización del sector forestal.
visión productiva y Impulso a la minería para la
social. reactivación económica de nuestras
regiones.
Compromiso prioritario con el agua
y el medio ambiente.
Impulso al turismo de naturaleza.
Gobernabilidad democrática para el
desarrollo
Mejoramiento de la función pública
Fortalecimiento, control y
transparencia de las finanzas
públicas
Finanzas y administración
Cultura de transparencia y rendición
de cuentas.
Modernización administrativa y
Gobierno de
calidad en la atención a los
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Seguridad ciudadana y la
procuración de Justicia
Sociedad Protegida
Seguridad ciudadana
Prevención del delito
459
El Poder Ejecutivo Estatal en la
19/04/13 12:43
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460
impartición de justicia: Defensoría
Pública
Reinserción social
Derechos humanos
Protección civil
Inclusión
Solidaridad social.
Contigo Vamos Alimentación
Familia Salud
Educación
Patrimonio.
Desarrollo de las familias
Patrimonio ambiental
Contigo Vamos
Recursos naturales (agua, tierra, aire, Honestidad
Comunidad sustentable
biodiversidad, energía). Disciplina
Infraestructura básica Trabajo en equipo
Cultura Solidaridad
Desarrollo físico Eficacia
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Protección de la Biodiversidad y
Protección del Medio Bosques
Ambiente y
Gestión Ambiental
Aprovechamiento
Política Intersectorial y Evaluación
Sustentable de los
de
Recursos Naturales
Impacto Ambiental
Educación y Justicia Ambiental
Datos Sociodemográficos
Equidad de Género Mujeres Indígenas
Economía
461
Empleo
19/04/13 12:43
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462
Mujeres Jefas de Familia
Educación
Salud
Violencia de Género
Participación Política y Ciudadanía
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463
Artesanal
19/04/13 12:43
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464
Energético
Infraestructura económica y social
Demografía
Migración
Marginación y pobreza
Desarrollo humano
Educación
Cultura
Desarrollo Social
Salud
Asistencia social
Desarrollo ambiental y sustentable
Vivienda y servicios básicos
Cultura física y deporte
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465
hacer de la expresión artística y de la
19/04/13 12:43
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466
actividad cultural un eje de
identidad, conservación y desarrollo
del bien común
Incentivar la producción y
mejoramiento de vivienda
Impulsar e implementar proyectos de
desarrollo social y económico, que
mejoren las condiciones de las
comunidades emisoras de migrantes
Mejorar las condiciones de vida de
los grupos vulnerables
Impulsar el desarrollo integral de los
pueblos y comunidades indígenas
Propiciar condiciones de igualdad
para el desarrollo de hombres y
mujeres a fin de garantizar las
mismas oportunidades
Fortalecer la economía estatal
Fortalecer el sector turístico
Ampliar y mejorar la infraestructura
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467
Agua y medio ambiente.
19/04/13 12:43
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468
Tomar en cuenta la participación
ciudadana en la gestión pública.
Seguridad y justicia
Transporte y vialidad.
Trabajo y previsión social.
Mejorar los servicios de salud
Desarrollo humano
Educación
Comunitario y
Desarrollo urbano y obras públicas.
solidario
Salud
Calidad Institucional
Seguridad
Legalidad
Servicios
Derechos humanos
Gobernabilidad
Eficiencia gubernamental
Desarrollo Democrático y Confianza
Organismos no Gubernamentales Responsabilidad
Vulnerabilidad ante los Fenómenos Compromiso
Naturales Respeto
Distribución de la riqueza en Nayarit Esfuerzo
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469
expresiones culturales
19/04/13 12:43
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470
Promoción de la actividad física, el
deporte y el desarrollo de deportistas
de alto rendimiento
Más oportunidades de desarrollo
para los jóvenes
Equidad de género
Preservación integral del medio
ambiente
Funcionalidad y renovación urbanas
Modernización y racionalización del
transporte público
Vivienda digna y sustentable
Aseguramiento a largo plazo del
suministro de agua
Un nuevo modelo de organización
policial
Implementación de reformas en
materia penal y de seguridad pública
Profesionalización de los cuerpos de
policía
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471
Arte, cultura y deporte
19/04/13 12:43
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472
Nuevas realidades y necesidades
sociales: niños, jóvenes, adultos
mayores y familias
Fortalecimiento de las finanzas y
eficiencia del gasto público
Profesionalización y desempeño de
los servidores públicos
Gobierno honesto y Gobierno eficaz y eficiente
de resultados Coordinación institucional
Transparencia, rendición de cuentas
y combate a la corrupción
Dignificación y nueva cultura de
servicio público
La regionalización como enfoque de
planeación en Oaxaca
Desarrollo regional
Caracterización de las regiones
equilibrado
El perfil de la nueva estrategia de
desarrollo regional para Oaxaca
Impulso al crecimiento económico
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473
el desarrollo carretera
19/04/13 12:43
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474
Equipamiento urbano
Agua e infraestructura hidráulica
Vivienda sustentable
Sistema integral de administración
Sistemas y tecnologías de
información
Finanzas públicas
Transparencia y rendición de cuentas
Gobierno eficiente y Mejora regulatoria
cerca de todos Comunicación social
Consejo Editorial de la
Administración Pública Estatal
Participación social
Vinculación con otros órdenes de
gobierno
Bienestar con prosperidad social y
comunitaria
Solidaridad social para los pueblos
indígenas
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475
Desarrollo Urbano
19/04/13 12:43
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476
Medio Ambiente y Recursos
Naturales
Proyectos Estratégicos
Agricultura Rentable y Competitiva
Modernización de la Ganadería
Nuevo Impulso a la Pesca y
Acuacultura
La Obra Material Potenciar la Minería
Prosperidad Industria y Agroindustria
económica con Competitivas
calidad de vida Promoción Económica y MiPyMes
Turismo, Nuevo Motor de la
Economía
Más Infraestructura para el
Desarrollo
Ciencia y Tecnología
Puente al desarrollo
Sonora Solidario
La familia como base
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Nueva gestión
SIN DATOS
pública,
477
financiamiento para
19/04/13 12:43
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478
el desarrollo y
gobierno digital
Desarrollo Recursos naturales y medio ambiente
sustentable para un Desarrollo territorial y urbano
presente y un futuro Rescate de zonas inundables y
mejor protección contra inundaciones
Infraestructura para las
Obras públicas, comunicaciones
servicios de Infraestructura de agua potable y
comunicaciones y saneamiento
modernización del Sistema de vialidad y transporte para
transporte la movilidad urbana integral
Sistema de telecomunicaciones
Programa de integración de la
Frontera Sur
Una nueva etapa del
Corredor Estratégico de Tabasco en
desarrollo de
el Proyecto Mesoamérica
Tabasco: proyectos
Programa de impulso a la energía
estratégicos
alternativa
de impacto regional
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Protección integral
Gestión Sustentable y Protección
del medio ambiente y
Ambiental
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la biodiversidad
19/04/13 12:43
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480
Desarrollo regional Planeación Regional para el
equilibrado Desarrollo del Estado
Orden y eficiencia: el
Atributos de gobierno
sello de la
Carácter de la administración
administración
Desarrollo social: una sociedad más
justa para todos
Combatir rezagos para salir adelante
El valor de la civilización indígena
La familia veracruzana
Igualdad de oportunidades: un deber
compartido
Construir el presente:
Igualdad de genero
un mejor futuro para
Juventud: oportunidad y compromiso
todos
Salud: prevención y atención
oportuna para todos
Educación de calidad. Clave de la
prosperidad Sustentable
Mejores servicios públicos: vivienda Equidad
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481
Fomento económico sectorial
19/04/13 12:43
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482
Sector agropecuario y forestal
Pesca y acuacultura
Industria
Turismo
Comercio y servicios
Comercio exterior
Salud
Seguridad y asistencia sociales
Desarrollo educativo de calidad
Educación inicial
Educación básica
Educación media superior
Educación superior
Inversión en Capital Educación para la vida y el trabajo
Humano Educación especial
Educación indígena
Educación a distancia
Ciencia y tecnología
Vinculación y oportunidades
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Fomento de una sociedad y una
19/04/13 12:43
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484
economía del conocimiento.
Conservación de ecosistemas y
cuidado del medio ambiente.
Cultura ambiental y vinculación
sectorial.
Administración sustentable del agua.
Energías alternativas para el
desarrollo.
Consolidación de la infraestructura
urbana sustentable del Estado.
Abatimiento de la pobreza y
marginación.
Combate a la desigualdad y atención
prioritaria a grupos vulnerables.
Educación de calidad para un
Zacatecas moderno y productivo.
Zacatecas justo Salud y seguridad social para todos.
Infraestructura social y vivienda para
el bienestar.
Cultura para el fortalecimiento de
nuestra identidad.
Deporte para un desarrollo integral y
armónico.
BIBLIOGRAFÍA
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Alonso de León. “Relación y discursos del descubrimiento, población y pacificación
de este Nuevo Reino de León; temperamento y calidad de la tierra”, en Historia
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------- Actas constitucionales mexicanas (1821-1824). Tomo X. Diario de las sesiones
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de 1824. Instituto de Investigaciones Jurídicas. Serie A. Fuentes b) Textos y estudios
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Bosch García, Carlos. Documentos de la relación de México con los Estados Unidos, 8
volúmenes, Instituto de Investigaciones Históricas. UNAM, 1983.
485
200 Años de
Administración Pública
en México
Tomo VI.