HNE Ver2020
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“HISTORIA NATURAL DE LA
ENFERMEDAD”
(Manual de Apuntes Docentes)
TABLA DE CONTENIDOS
LA TRÍADA ECOLÓGICA 6
AGENTE 7
HUÉSPED 11
AMBIENTE 13
PERÍODO PREPATOGÉNICO 17
PERÍODO PATOGÉNICO 20
HORIZONTE CLÍNICO 22
NIVELES DE PREVENCIÓN 24
PREVENCIÓN PRIMARIA 25
PREVENCIÓN SECUNDARIA 26
PREVENCIÓN TERCIARIA 27
REFERENCIAS 35
3
Para definir la Historia Natural de la Enfermedad (HNE) cada autor incluye los elementos
que considera de importancia según su punto de vista; así tenemos el concepto de historia natural
como el curso que usualmente toman los eventos que generan y caracterizan a los procesos
morbosos (Vega Franco, 1976). Entre las definiciones más completas y fáciles de comprender se
encuentra la siguiente: “La historia natural de la enfermedad es el conjunto de cambios histológicos
bioquímicos y fisiológicos, que se presentan de manera sucesiva y constante en un huésped
susceptible expuesto a factores de riesgo y a la acción del agente agresor, los cuales se
manifiestan por una serie de datos clínicos que evolucionan libremente, de manera sistemática o
habitual, sin la intervención de alguna medida” (Álvarez Alva, 1999).
Para comprender mejor el concepto de HNE, basta con analizar la evolución espontánea
que sigue una enfermedad desde su aparición hasta el final, cualquiera que sea éste sin ninguna
intervención que altere su gravedad, duración o impacto (Jenicek, 1996). Si se toma como ejemplo
un catarro común o cuadro gripal, es del conocimiento incluso popular que, de no agregarse
complicaciones y si el individuo se encuentra en condiciones previas normales de salud, el cuadro
clínico tiende a desaparecer o remitir después de cinco a siete días de iniciada la sintomatología,
con o sin medicamentos; también es de conocimiento popular (aunque desgraciadamente no le
dan la importancia que se merece), el hecho de que si la enfermedad respiratoria dura más del
tiempo esperado, algo “raro” se está presentando, lo que se entendería como una complicación de
la misma, o incluso así se interpretaría si la enfermedad, que en su inicio era un cuadro gripal
simple, se ve manifestada de forma más agresiva que lo común. Todo esto quiere decir que cada
padecimiento tiene un curso propio de seguir desde su inicio, durante su evolución y hasta su final.
De muchas enfermedades se conoce su evolución, pero las de otras se encuentran en
proceso de investigación, sobre todo las nuevas y las emergentes generalmente con un
comportamiento diferente a años anteriores debido a que los agentes se adaptan más fácilmente a
los cambios ambientales, lo que trae a la vez mutaciones o cambios en su estructura biológica y
así el huésped no los reconoce como tales con la consecuente alteración de la interrelación
4
dinámica entre ambos. Se debe recordar a tantos mártires de la ciencia que han perdido su vida en
la investigación de dichos cuadros evolutivos, en su afán de conocer el misterio que encierra
alguna enfermedad, sobre todo cuando afecta a grandes poblaciones y su letalidad es alta; han
llegado incluso a auto inocularse el agente causal de la enfermedad en estudio para describir
posteriormente, a través de escritos propios o de terceras personas, la sintomatología surgida de
tal hecho. Con estos ejemplos nos podemos dar cuenta que cuando se tiene un conocimiento
integral de las enfermedades, la podemos evitar, erradicar o limitar al reconocer la historia natural
que sigue e identificar el momento exacto en que se encuentra de acuerdo a su evolución
espontánea para poder así identificar su comportamiento previo y poder hacer un pronóstico más
certero.
Al tener de nuevo como ejemplo el cuadro gripal citado anteriormente, al conocer la HNE
se pueden identificar los factores que condicionaron la presencia de la enfermedad para considerar
su erradicación y así evitar que se presente la infección viral en otra ocasión; en caso de estar ya
en evolución, se puede ubicar la etapa de desarrollo que lleva, de acuerdo a sus características
muy propias, y valorar un tratamiento sintomático solamente si se considera aún viral. De lo
contrario, si se considera que ya se encuentra complicada con una infección bacteriana agregada
(que suele suceder) y lo cual se puede deducir de acuerdo al cuadro clínico presentado, iniciar un
tratamiento farmacológico ideal y oportuno; pero si el caso se presenta ya en estado más
avanzado, se puede pensar en una complicación más seria, como una neumonía, que requiere de
un tratamiento de mayor complejidad.
De no conocer lo que la enfermedad evolucionó, lo que está pasando o a dónde puede
llegar, puede ser que se cometan errores diagnósticos y terapéuticos fatales, más por ignorancia
acerca de la HNE que por falta de recursos disponibles. Por el contrario, al contar con esta
información, se puede identificar la enfermedad en su etapa actual de evolución e iniciar el mejor
tratamiento, con un pronóstico más cierto y con bases reales de conocimiento. Cada enfermedad
tiene su manera muy propia de evolucionar, y se debe de partir de este hecho para una mejor
atención individual en cada caso.
LA TRÍADA ECOLÓGICA
La ecología humana demuestra que la salud y la enfermedad no constituyen simples
estados opuestos, sino grados diferentes de adaptación y equilibrio del organismo respecto al
ambiente en que vive. Es decir, el nivel de salud está representado por la eficiencia del
funcionamiento biológico, físico y mental del individuo en relación con el medio ambiente que lo
rodea, y las variaciones en la escala van, desde una salud óptima, hasta la enfermedad grave y la
muerte.
Hasta mediados del Siglo XX y en algunas escuelas hasta la actualidad, se atendía al
individuo solamente desde el punto de vista biológico, sin considerar como importantes las esferas
psicológica y social en las cuales se desarrolla; ante esta situación, la Organización Mundial de la
Salud (OMS), define a la salud como: “El completo estado de bienestar o equilibrio biológico,
psicológico y social del individuo, y no solamente la ausencia de enfermedad y/o invalidez”,
concepto que se acerca de forma más integral, aunque de manera utópica por lo absoluto de su
medición1, al conocimiento del hombre como parte de un ecosistema dinámico y complejo.
El proceso de la enfermedad o el estado de salud en el hombre depende:
a) De la compleja interacción de estímulos entre el agente, el huésped y el ambiente,
elementos de la tríada ecológica.
b) Del conjunto causal que resulta de múltiples influencias, características, variaciones o
factores de riesgo de cada uno de los tres elementos.
c) De la reacción o respuesta del huésped a los estímulos patógenos derivados de dicha
interacción multicausal.
Por lo tanto, el proceso salud-enfermedad parte de la premisa de que, durante ambos
estados, existen tres factores que están en continua interacción: dichos elementos están
integrados por la llamada tríada ecológica:
AGENTE HUESPED
MEDIO AMBIENTE
1
El concepto de salud absoluta no considera rangos de tolerancia como es el caso de la llamada salud
relativa que sí acepta, en ciertas enfermedades, límites permisibles para ubicar el estado de un individuo
como dentro de la normalidad.
7
AGENTE
Es aquel cuya presencia o ausencia puede causar enfermedad. El concepto que lo define
de manera más amplia, es el siguiente: “Es todo elemento, sustancia o fuerza, animada o
inanimada, cuya presencia o ausencia, puede, estando en contacto efectivo con un huésped
humano susceptible y en condiciones ambientales propicias, servir como estímulo (biológico,
psicológico y/o social) para iniciar o perpetuar el proceso de enfermedad” (Leavell y Clark, 1969).
AGENTES EJEMPLOS
BIOLÓGICOS Bacterias, hongos, virus, metazoarios, protozoarios, rickettsias.
FÍSICOS Calor, frío, humedad y ruido extremos, radiación.
QUÍMICOS Exógenos (por ingestión, inhalación, por contacto)
Endógenos (productos y agentes de anomalías metabólicas)
MECÁNICOS Agentes punzo-cortantes, armas de fuego, fricción, estiramiento
y otras fuerzas mecánicas.
NUTRIENTES Proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas, minerales, etc.
Los agentes psicológicos y sociales, a los cuales se les reconoce actualmente un papel de
mayor importancia como factores causales directos o indirectos de enfermedades, incluyen a los
8
factores económicos, políticos, educativos y culturales, entre los cuales destacan la pobreza, la
ignorancia, la desorganización o la desintegración familiar, la falta de afecto, las tensiones; en
general, el tipo de trabajo que se desempeña, la inseguridad en el empleo, las condiciones y
ubicación de la vivienda, los cambios de lugar de residencia, la influencia de las amistades y de los
grupos, etc. Todos estos factores económicos, sociales, culturales, y en muchos casos los
ecológicos, están condicionados por la estructura social (Sánchez Rosado, 1991).
Los dos tipos de agentes mencionados, psicológicos y sociales, responden a la definición
integral de salud universalmente aceptada: El estado completo de bienestar físico, psicológico y
social del individuo, y no solamente la ausencia de enfermedad y / o invalidez (O.M.S., 1946).
Dicha definición de salud contempla tres esferas que requiere el individuo mantener en óptimas
condiciones para ser considerado “sano”, por lo que todo aquello que atente contra cada una de
ellas se considerará agente causante de enfermedad.
Por lo antes citado y, de acuerdo con los argumentos expuestos, se deben incluir en la
clasificación de agentes a estos dos no menos importantes tipos, el psicológico y el social, por lo
cual una clasificación más completa sería la que incluya los siete tipos:
TIPOS DE AGENTES
BIOLÓGICOS
FÍSICOS
QUÍMICOS
MECÁNICOS
NUTRIENTES
PSICOLÓGICOS
SOCIALES
AGENTE
+
HUESPED SUSCEPTIBLE ENFERMEDAD
+
AMBIENTE PROPICIO
El agente cuenta con algunos factores en la HNE que le caracterizan como inherentes a
ellos mismos:
Patogenicidad: Habilidad del agente para producir una reacción específica cuando se aloja en el
organismo, ya sea ésta local o general, clínica o subclínica.
HUÉSPED
HUÉSPED: Es el elemento de la
tríada ecológica donde se genera la
salud o la enfermedad.
muy probable a enfermar. Debe notarse que se emplea la expresión experiencia, lo cual significa
cualquier tipo de exposición previa al agente: enfermedad, vacunación, contacto físico, etc.
También se emplea la expresión candidato a enfermar, queriendo significar que la enfermedad no
es una resultante fija y obligada, sino una probabilidad resultante del juego espontáneo de factores
dependientes de la tríada huésped-agente-ambiente. La susceptibilidad es una condición inherente
al individuo; guarda relación con sus características propias. Otra cosa es la exposición al riesgo,
que es la oportunidad o probabilidad de contacto adecuado con el agente (San Martín, 1999).
Además, el riesgo por sí mismo puede transformarse, si las condiciones del entorno le son
favorables, en un factor desencadenante directo de la enfermedad.
Un médico, un estudiante de medicina y las personas en contacto con enfermos, están
más expuestos a los agentes que la población en general, por lo que el riesgo de que sean
contagiados y desarrollen una enfermedad es mayor. La exposición al riesgo se puede medir al
comparar la frecuencia de una enfermedad en varios grupos humanos diferentes, como el citado
de trabajadores de la salud. La combinación de susceptibilidad y de exposición al riesgo da como
resultado la producción de nuevos casos de enfermedad.
En lo referente a enfermedades o condiciones no transmisibles (cáncer, diabetes,
accidentes de tránsito, etc.) se puede aplicar también, en salud pública, un concepto equivalente al
de susceptibilidad: vulnerabilidad. Si admitimos el principio de multicausalidad2 de las
enfermedades, el individuo reúne varios factores condicionantes o se ubica en un punto donde
concurren las variables asociadas como factores etiológicos de la enfermedad, se define al sujeto
como vulnerable, es decir, también candidato con la máxima probabilidad de contraer esa
enfermedad.
Así, se puede ejemplificar que un médico es más susceptible a padecer enfermedades
infectocontagiosas que su hermano ingeniero por el tipo de actividades y exposición al riesgo
respectivo, pero ambos, que tienen los mismos antecedentes hereditarios y familiares, tienen la
misma vulnerabilidad ante la diabetes, hipertensión arterial y cardiopatías, lo cual puede modificar
cada uno por medio de su actividad física, hábitos alimenticios, control de peso, etc.
En resumen, depende de las características propias del huésped lo que hacen que éste
sea más susceptible o vulnerable ante el agente para desarrollar una enfermedad o, de lo
contrario, también dichas características lo pueden hacer más resistente a ellas. Sin embargo, el
uso de estos términos dependerá de la región y manejo particular del lenguaje, quedando la
conceptualización uniforme para ambos casos en cuanto a la situación del huésped.
2
Toda enfermedad no es originada por una sola causa; en todo proceso de salud-enfermedad, siempre se va a encontrar la
presencia de múltiples factores condicionantes que pueden dar como origen un desequilibrio. Dichos factores pueden ser en
las tres esferas: biológico, psicológico y social.
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OCUPACIÓN EDAD
GRUPO ÉTNICO SEXO
INMUNIDAD HÁBITOS
COSTUMBRES
VULNERABILIDAD SUSCEPTIBILIDAD
Por un lado se presenta al agente con todas sus características que lo hacen comportarse
como tal y por otro se tiene al huésped humano susceptible de presentar la enfermedad. Para
completar la tríada ecológica, falta el tercer elemento: el ambiente.
AMBIENTE
Está representado por todo aquello que existe fuera del organismo vivo, todo lo que nos
rodea en el universo externo y al mismo tiempo sirve de hábitat tanto al huésped como a los
agentes y, que en ocasiones, puede convertirse en agente mismo causante de enfermedad. Es el
medio físico, biológico y social (socioeconómico y cultural) en el que el organismo vegetal o animal
vive; incluye todos los factores o circunstancias externas ante las cuales los seres vivos reaccionan
o pueden reaccionar; estas circunstancias pueden influir en forma positiva o negativa en la
actividad orgánica.
El ambiente está compuesto por una multiplicidad de factores que pueden clasificarse en la
forma siguiente:
Ambiente biológico: Llamado también orgánico, está compuesto por la flora y la fauna del
lugar en estudio; la flora la constituyen los vegetales silvestres, de ornato, comestibles,
medicinales, etc.; la fauna los animales de consumo alimenticio, los silvestres y domésticos de
diferentes tipos y características. Incluye todas las manifestaciones de la vida que tienen
influencia sobre el individuo o el grupo.
FISICO
BIOLOGICO SOCIAL
AMBIENTE
16
Ya con el conocimiento referente a los tres elementos que integran la tríada ecológica, se
puede llegar a la siguiente conclusión general: En estado de salud óptima, el individuo no solo
cuenta con toda su capacidad vital, sino también con la resistencia necesaria para hacerle frente a
los riesgos del medio ambiente y con una vida de relación adecuada al medio social en que se
desenvuelve.
Durante este proceso, se ha representado en forma esquemática la salud como una
balanza en perfecto equilibrio, en donde los platillos contendrían a los agentes y al huésped, en
tanto que el fiel corresponde al medio ambiente:
AGENTE HUÉSPED
AMBIENTE
Así por ejemplo, cuando las características de los agentes, ya sea número, virulencia,
transmisibilidad, etc., son capaces de provocar desequilibrio, esto trae como consecuencia la
producción de la enfermedad. Lo mismo acontece cuando el medio ambiente le es hostil al
huésped o favorable a los diferentes agentes. Posiblemente el huésped es el factor que más
favorece el desequilibrio de la tríada ecológica, por sus múltiples variables.
A H
H A
AMBIENTE AMBIENTE
17
La interrelación que se establece entre agentes y huéspedes, facilitada por las condiciones
del medio ambiente, determina la aparición de fenómenos morbosos en la comunidad y provoca
patología que es necesario conocer para una mejor actuación en el diagnóstico y la terapéutica. La
enfermedad depende así de las múltiples características de los tres elementos mencionados, por lo
tanto no obedece a una sola causa sino que es multicausal. Por otra parte, se le considera como
un fenómeno de masa con acción en la comunidad y no como un problema aislado o único. Las
mutaciones de los agentes biológicos, los cambios ecológicos favorecidos principalmente por el
hombre y las condiciones cambiantes de éste de acuerdo a sus nuevos hábitos, costumbres y
comportamientos ante las eventualidades, desastres naturales o las motivadas por la
industrialización, la modernización o la participación bélica, son factores que permiten valorar el
desarrollo del proceso patológico.
La Historia Natural de la Enfermedad comprende desde el desequilibrio que ocurre en los
elementos de la tríada ecológica, que produce el estímulo de la enfermedad, el que a su vez
produce una respuesta en el huésped, hasta los cambios que lo pueden llevar al estado crónico, la
incapacidad, recuperación o la muerte.
Leavell y Clark la han dividido para su estudio en dos periodos:
I. PERÍODO PREPATOGÉNICO.
II. PERÍODO PATOGÉNICO.
PERÍODO PREPATOGÉNICO
Habitualmente el hombre (huésped) se desenvuelve en un ambiente en el que existen muy
diversos agentes morbosos; sin embargo, sólo en determinadas condiciones desarrolla alguna
enfermedad.
El período prepatogénico es aquel que se origina antes de que el huésped enferme;
precede a las manifestaciones clínicas, y está conformado por las condiciones del huésped, del
agente y del medio ambiente que los rodea (Álvarez Alva, 2000). Estas condiciones representan
para el huésped los “factores de riesgo” que, actuando por sumación y potencialización, motivan el
aumento de la susceptibilidad o vulnerabilidad del individuo a la enfermedad; de acuerdo a su
participación pueden convertirse en factores desencadenantes de la misma. Interesa identificar
estos factores para valorar las posibilidades de desarrollo de un proceso patológico.
3
Endémica: Con caracteres de endemia, enfermedad que afecta a una región o que permanece en ella de forma continua.
4
Tísico: Que padece de tisis, el cuál es el nombre clásico de la tuberculosis; también se le nombra como fímico.
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PERÍODO PATOGÉNICO
INTERACCIÓN ESTIMULO-
HUÉSPED
El período patogénico está caracterizado por la respuesta orgánica del huésped ante el
agente: es la enfermedad propiamente dicha. La interacción del agente y el huésped es seguida de
una reacción por parte de éste, ya como etapas del proceso patogénico propiamente dicho. La
primera etapa es la conocida como incubación, latencia, acumulación o exposición, de acuerdo al
tipo de agente; un agente biológico requiere de un período de incubación, como la amiba, o de
latencia como la mycobacteria, pero otro tipo de agentes como el plomo o la radiación requieren de
acumulación para seguir su proceso patogénico; como ejemplo de exposición, ya se presentó el
21
caso de cáncer de piel por radiaciones solares. Es una etapa en relación al tiempo en cada caso
en particular. La segunda etapa, que sería la de cambios tisulares o patogénesis temprana, se
produce reacciones del organismo con cambios en los tejidos, alteraciones bioquímicas,
fisiológicas, inmunológicas, etc. Muchos de estos cambios iniciales no pueden ser demostrados por
los métodos y técnicas actuales de diagnóstico clínico, porque aún no se manifiesta como tal
siendo los métodos paraclínicos, como el laboratorio e imagenología entre otros, las alternativas
para hacer un diagnóstico precoz; hasta aquí, la enfermedad se denomina subclínica por lo antes
expuesto. Un ejemplo sería el paciente al cual se le diagnostica Diabetes Mellitus al encontrarse
por hallazgo de laboratorio cifras elevadas de glicemia y sin embargo, dicho paciente no refiere
sintomatología alguna, o el portador asintomático de alguna enfermedad infecciosa, o la
determinación de concentraciones de plomo, etc.
Si la enfermedad sigue su curso normal, los cambios tisulares o la alteración de forma y
función dan lugar a signos y síntomas y a un curso evolutivo de la enfermedad más o menos
característico; a esta etapa de la HNE se le conoce como de signos y síntomas o etapa temprana
discernible. Es en esta etapa en donde la enfermedad deja de ser subclínica para transformarse en
clínica, pues al dar manifestaciones ya puede ser diagnosticada a través de los métodos y técnicas
de exploración física e interrogatorio integral del paciente.
Es importante definir los siguientes conceptos: síntoma es toda manifestación de una
alteración orgánica o funcional apreciable por el médico o por el enfermo, como la cefalea, el
mareo, astenia, etc.; signo es todo fenómeno, característica o síntoma objetivo de una enfermedad
o estado que el médico reconoce o provoca, como la ictericia, el signo de Giordano, etc.; un cuadro
o conjunto sintomático, serie de signos y síntomas que existen a un tiempo y definen clínicamente
un estado morboso determinado se define como síndrome, por ejemplo cuando se presenta
escalofrío, anorexia, diaforesis, hipertermia, taquicardia, rubicundez facial, ataque al estado
general, etc. que integran el conocido síndrome febril.
Si el proceso de enfermedad no ha sido interrumpido por un tratamiento adecuado y
prosigue su curso natural en el tiempo, se presentarán lesiones orgánicas funcionales, es decir,
pasamos a otra etapa de la HNE en donde se producirá defecto o daño en el organismo del
huésped.
La evolución de la enfermedad sigue su curso y esta sería la siguiente etapa, pudiendo ser
aguda, subaguda o crónica, dependiendo de las características propias de cada proceso, que
incluye al agente y la respuesta del huésped en relación al tiempo de acción. Un cuadro gripal
común suele ser agudo, pero cuando se complica con infección bacteriana puede durar varias
semanas y tornarse subaguda; sin embargo, existen como ejemplos las llamadas enfermedades
pulmonares obstructivas crónicas, como el enfisema pulmonar y la bronquitis crónica propiamente
dicha, como efecto del tabaquismo prolongado. Otro ejemplo de enfermedad de evolución crónica
sería la Diabetes Mellitus, que es controlable, pero no curable.
A partir de esta etapa, la enfermedad puede seguir varios caminos: puede provocar la
muerte en forma directa, o puede evolucionar hacia la salud; cuando es esta última ruta la seguida,
el paciente puede llegar a la salud de manera integral, o con inmunidad, incapacidad, secuelas y/o
invalidez como resultado final de la enfermedad.
También puede evolucionar hasta presentar complicaciones, como el caso del paciente
con tuberculosis pulmonar que presenta derrame pleural, o el paciente con cuadro gripal que se
complica hasta neumonía bacteriana; al llegar a esta etapa, la enfermedad puede seguir dos rutas,
la salud con las características ya mencionadas, o la muerte.
El período patogénico termina en el momento de desaparición de los signos y síntomas,
que caracterizaron el cuadro clínico, a través de las rutas o vías mencionadas anteriormente.
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Anteriormente se mencionaron los conceptos subclínico y clínico como parte del proceso
de desarrollo de la Historia Natural de la Enfermedad; ambos conceptos se relacionan al llamado
Horizonte Clínico que se tratará a continuación.
HORIZONTE CLÍNICO
El médico debe aprender a diagnosticar las enfermedades desde una etapa subclínica, de
manera precoz, para poder brindar al paciente un mejor pronóstico; se debe de olvidar de la
“cómoda” actitud de esperar a que el individuo se manifieste ya clínicamente para iniciar un
tratamiento. Esto lo logrará cuando comprenda la importancia del reconocimiento del Horizonte
Clínico, y el deber de trabajar la buena medicina antes y después de llegar a éste.
2
NIVELES DE PREVENCIÓN
Para dar inicio a esta importante unidad, es necesario definir el concepto de Medicina
Preventiva: “Es la ciencia y el arte de prevenir las enfermedades, prolongar la vida, promover la
salud y eficiencia física y mental, ejercida con el fin de interceptar las enfermedades en cualquier
etapa de su evolución”. Lo preventivo y lo curativo no son sino dos aspectos de la medicina que no
pueden separarse ya que en ambos casos, el objeto de preocupación es el mismo: el individuo
(San Martín, 1999). Desafortunadamente, en el entorno real son pocos los médicos que buscan
prevenir las enfermedades y se dedican exclusivamente a su atención curativa, ya sea porque en
forma institucional así se les limite, o por cuestiones de intereses personales al buscar la
remuneración por sus servicios asistenciales. Al mismo tiempo, la población en general adolece de
falta de educación en salud, lo que hace que desconozcan las bondades de la medicina preventiva
o la menosprecien, a tal grado de buscar ayuda u orientación ya con la enfermedad activa, muchas
veces avanzada al grado de afectar su pronóstico en forma considerable.
Leavell y Clark han dividido en tres niveles las medidas de prevención; el Primer Nivel
(Prevención Primaria) se ubica en el período prepatogénico, mientras que el Segundo y Tercer
Niveles (Prevención Secundaria y Terciaria, respectivamente) se ubican en el período patogénico.
A la vez, dichos niveles de prevención incluyen los llamados niveles de aplicación de medidas
preventivas que son cinco, y son aquellos en que se generan acciones de acuerdo con el
conocimiento que se tenga de la Historia Natural de la Enfermedad.
PREVENCIÓN PRIMARIA
NIVELES DE PREVENCIÓN SECUNDARIA
PREVENCIÓN
PREVENCIÓN TERCIARIA
25
PREVENCIÓN PRIMARIA
Tiene por objeto interceptar o romper el eslabón más débil o el más accesible de la cadena
epidemiológica y su finalidad es evitar que se produzca el estímulo de enfermedad; son actividades
encaminadas a mantener la salud del huésped. Se desarrolla en el período prepatogénico.
lentes, ropa especial, etc. Las normas básicas de higiene médica son medidas específicas de
protección para el médico y personal paramédico que tienen como finalidad evitar que estos
adquieran la enfermedad por el contacto directo o indirecto con agentes infectocontagiosos a los
cuales están expuestos.
No se debe de esperar a que se presente la enfermedad, sino trabajar la protección
específica en el período prepatogénico para evitar así el desequilibrio en la triada ecológica y con
ello la afección del individuo.
PREVENCIÓN SECUNDARIA
educación de la comunidad, para que aprendan a detectar por sí mismos los factores de riesgo y
acudan al médico a examen preventivo en forma sistemática, ganándole así a la evolución de la
enfermedad. Por ejemplo, se considera que el cáncer de mama cuando es diagnosticado
clínicamente ya se encuentra en una etapa avanzada de desarrollo con un pronóstico pobre para la
paciente, pero si se realiza auto examen mamario y acude por lo menos una vez al año con su
médico, éste puede hacer un diagnóstico precoz, lo cual le ofrece un tratamiento más oportuno y
adecuado con un mejor pronóstico. Es triste observar en una sala de urgencias la gran cantidad de
pacientes que acuden por presentar complicaciones relacionadas con Hipertensión Arterial
Sistémica y/o Diabetes Mellitus, ignorando que padecen dichas enfermedades por demás de
evolución crónica, cuando pudieron ser diagnosticadas en forma precoz si el médico acude al
paciente y le realiza una Historia Clínica completa detectando así factores de riesgo o la
enfermedad en etapa subclínica; pero la actitud de una simple espera detrás de un escritorio o en
una sala hospitalaria traen como consecuencia que la enfermedad evolucione hasta la
complicación, o incluso la muerte del paciente.
Si se establece un diagnóstico precoz y un tratamiento oportuno y adecuado, el daño será
menor; es momento para reconsiderar manejos diagnóstico-terapéuticos y adecuar de acuerdo a la
evolución de la enfermedad, con la finalidad de que ésta no avance y cause mayor daño al
organismo, previniendo secuelas.
M EJOR PRONOSTICO
PREVENCIÓN TERCIARIA
Cuando la enfermedad ha evolucionado hasta las últimas etapas del período patogénico,
aún es posible aplicar algunas medidas de prevención para evitar la incapacidad total o la muerte,
o para reubicar al individuo en su medio ambiente, siendo la única forma de actuar la
rehabilitación, o sea, el quinto nivel de aplicación de medidas preventivas.
La rehabilitación debe ser física, psicológica y social, para que se considere integral, y
debe incluir la participación activa de la familia del paciente para que sea efectiva. De esta manera,
se tratará de readaptar al individuo a sus condiciones de vida y fomentar la productividad.
28
El problema de invalidez ha venido en aumento, pues obedece a diversos factores. Por una
parte, la industrialización que ha incrementado el número de accidentes en el trabajo; así mismo, el
aumento de la población y su concentración en grandes núcleos urbanos. Por la otra, el aumento
en la esperanza de vida que ha permitido la aparición de padecimientos crónicos propios de la
edad avanzada, muchos de ellos invalidantes por sí mismos o por sus secuelas.
El trabajo en equipo es una condición ineludible en la rehabilitación; participan en ella el
médico, el psicólogo, el psiquiatra, la enfermera y la trabajadora social, el terapista físico y el
terapista ocupacional. La importancia de la participación de cada uno de los elementos del equipo
mencionado, depende naturalmente del caso que se pretende rehabilitar.
El médico particular debe conocer cuáles son los servicios existentes en la población para
la atención de los minusválidos, a fin de referirlos oportunamente a dichos servicios, contribuyendo
a que los individuos vuelvan a ser útiles a sí mismos y a la sociedad en que viven.
A continuación, se presenta un cuadro que resume los tres niveles de prevención con sus
respectivos niveles de aplicación:
MEDICINA PREVENTIVA
NIVEL DE PREVENCIÓN NIVEL DE APLICACIÓN
2. Protección específica.
Para que las acciones de prevención sean efectivas contra una enfermedad, se requiere
conocer la historia natural completa e íntegra de ésta, para así saber qué fue lo que pasó y porqué,
determinar el momento actual de la evolución, y prever el curso del padecimiento a futuro; con esta
información, la planeación de las medidas de prevención será más fácil y efectiva.
31
Figura No. 1
3) DIAGNÓSTICO PRECOZ,
1) PROMOCIÓN TRATAMIENTO OPORTUNO
DE LA SALUD. Y ADECUADO.
5) REHABILITACIÓN BIO-PSICO-SOCIAL.
Figura No. 2
Ambiente COMPLICACIONES
inadecuado, mal SIGNOS Y SINTOMAS INMEDIATAS : TB
ventilado, húmedo, miliar, derrame
mal iluminado, etc. TBP Primaria :
asintomática, fiebre DEFECTO O DAÑO pleural, linfadenitis
vespertina, signos pulmonar,
estímulo IVRS, anorexia, Lo referido, mas meningoencefalitis.
astenia,neumonía, disfunción CRONICIDAD .
Contacto HORIZONTE CLINICO respiratoria
efectivo bronquitis, derrame INMUNIDAD
pleural, etc. progresiva. INCAPACIDAD
con gotitas CAMBIOS TISULARES
de "flugge" TBP Crónica : tos PROB. SECUELA
INCUBACION 95% parénquima productiva, pérdida PULMONAR
1-3 meses pulmonar , tubérculo. peso, anorexia,
Complejo primario : fiebre vesp.,
neumonitis, linfan- hemoptisis,
SALUD
gitis y linfadenitis. estertores,etc
3. DIAGNOSTICO PRECOZ
:
1. PROMOCION DE LA SALUD
Antecedente epidemiológico (COMBE).
Deteccion de grupos de alto riesgo Baciloscopía seriada.
Educación sobre alimentación y Radiografía de tórax.
vivienda, y sobre la enfermedad en PPD
general, manifestaciones clínicas, Cultivo (Lowenstein - J.) 5. REHABILITACION
:
formas de contagio, etc. Fisioterapia pulmonar.
TRATAMIENTO OPORTUNO Y ADECUADO
:
Rehabilitación psicológica y SOCIAL.
Seleccionar el esquema de tratamiento Valorar tratamiento quirúrgico.
2. PROTECCION ESPECIFICA que más se adecúe al paciente, con la
combinaciónmás efectiva ydisponible.
Aplicación de BCG. **Iniciar tratamiento desde la sospecha diagnóstica.
Quimioprofilaxis indicada a
contactos. 4. LIMITACION DEL DAÑO
:
Revalorar esquema terapéutico y
ajustaren respuesta a evolución.
Estudios de control.
34
1) 3) 5)
2) 4)
35
REFERENCIAS
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