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Word Trabajo Gabriel Garcia

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Resolución N° 637-2-2017

A partir de lo señalado a lo largo del presente artículo, en cuanto a los antecedentes y


posiciones asumidas que se manejan de manera predominante en el ámbito tributario,
tenemos que en la actualidad no hay una regulación específica ni en la Ley del IR ni en
su Reglamento.
No obstante ello, según lo señalado, en la práctica se ha tomado la perspectiva en donde
el Asociante es quien lleva el registro de las operaciones vinculadas al CAEP, siendo
éste quien tributa por las rentas provenientes del negocio y deduciéndose el importe
pagado al Asociado, quien también considera renta gravado para fines tributarios.
Sin perjuicio de ello, existe una corriente en la doctrina que ha tenido una posición
distinta a la anteriormente mencionada. Ello tendría fundamento en que el Tribunal
Fiscal en reiterados pronunciamientos, ha señalado que el Asociante sería el titular del
negocio y, en ese sentido, el único a cargo de la administración del mismo.
En ese sentido, como ya lo hemos mencionado, caería en cabeza del Asociante el
registro de las operaciones y la determinación del Impuesto a la Renta, siendo que sería
el obligado ante la Administración Tributaria.

Siendo ello así, el Tribunal Fiscal emite la resolución N° 637-2-2017 a través de la cual
concluyó lo siguiente:

“Que tomando en consideración las previsiones normativas de la Ley del IR aplicables


para el ejercicio materia de análisis y que el asociante es el titular exclusivo del negocio
o empresa objeto del contrato mientras que el asociado se limita a entregar una
contribución a cambio del derecho a participar en los resultados, se concluye que en el
presente caso, de obtenerse utilidades en el negocio o empresa materia del contrato, el
asociante será el único obligado a determinar y pagar el IR de Tercera Categoría por la
totalidad de las reas gravadas que se obtuvieran de dicho negocio o empresa y, luego de
ello, de corresponder, deberá entregar la participación que corresponda al asociado,
quien no debe gravar nuevamente la suma recibida con el IR, por lo que corresponde
revocar la apelada en este extremo”.

Como observamos, el Tribunal Fiscal se pronuncia sobre la situación particular del


Asociante, sin embargo, deja de lado que tratamiento recibirá el Asociado respecto a la
participación que reciba, entre otros temas fundamentales como por ejemplo la
deducibilidad de los gastos efectuados a propósito del CAEP.
Así pues, señala que el Asociante deberá pagar el Impuesto a la Renta por el total de la
utilidad generada del negocio, inclusive por la parte de la renta que le corresponda al
Asociado. Siendo ello así, el Asociado no se encontraría obligado a tributar por la
utilidad que se distribuyó a su favor, ya que para el Tribunal Fiscal el Asociante deberá
entregar al Asociado una «renta desgravada».
Cabe precisar que este pronunciamiento no es el primero en donde el Tribunal comparte
este criterio. En efecto, el mencionado órgano ya había presentado la misma tesis,
aunque no de manera tan clara, donde señalaba como es el tratamiento del Asociante en
el CAEP.

Reflexiones Finales

Conforme a todo lo señalado a lo largo del presente trabajo, somos de la opinión que la
Resolución del Tribunal Fiscal, materia de comentarios, nos ha proporcionado un
escenario de incertidumbre que ha generado opiniones divididas en el ámbito del
derecho tributario y, peor aún, contingencias tributarias producto de la inseguridad
jurídica advertida en este tema en particular. Siendo ello así, hay temas que deben ser
aclarados y, definitivamente, regulados con la finalidad de proporcionar certidumbre y
coherencia en el tratamiento tributario para el CAEP, evitando así, desincentivar el uso
de esta forma contractual por parte de los inversionistas. En suma, somos de la opinión
que en tanto no exista un pronunciamiento ordenado, definitivo y acorde a ley, por parte
del Tribunal Fiscal, en calidad de precedente de observancia obligatoria, no podemos
establecer con absoluta certeza de qué manera se va a determinar el impuesto a la renta
a pagar por parte del CAEP y su atribución tanto al Asociante como al Asociado.

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