La Nariz
La Nariz
La Nariz
Índice
1Anatomía
o 1.1Peces
o 1.2Anfibios
o 1.3Reptiles
o 1.4Aves
o 1.5Mamíferos
2Función
3Evolución
o 3.1Diferencias entre mamíferos
4Percepción de la dirección
5Orientación magnética
6La nariz en los humanos
o 6.1Nariz externa
o 6.2Nariz interna
o 6.3Mucosa
o 6.4Triángulo de la muerte
o 6.5Enfermedades de la nariz humana
o 6.6Rinoplastia
7En la cultura popular
o 7.1Narices famosas
o 7.2Arte
8Referencias
9Véase también
10Enlaces externos
Anatomía[editar]
La anatomía de la nariz es bastante compleja, resumiendo podemos indicar que esta
consta básicamente de dos cavidades - o una (en los ciclóstomos) - situadas en la parte
anterior de la cabeza y abiertas al exterior por orificios, el número de los cuales oscila
entre los dos pares por cavidad (en el caso de los peces) y un orificio por cavidad (en los
otros vertebrados). En los ciclóstomos, la única bolsa se abre en el extremo del hocico o
en la parte superior de la cabeza.
En todos los vertebrados, exceptuando los ciclóstomos y los peces no crossopterigis, las
cavidades nasales se comunican a través del techo de la boca con la faringe y forman las
coanas. Esta configuración permite que, además de cumplir la función olfatoria, la nariz
sirva como vía respiratoria. En el interior de estas cavidades se localizan las células
olfatorias. En los pájaros, este órgano (la nariz) está muy poco desarrollado mientras que
en los mamíferos está bien desarrollado (aunque exceptuando los casos de los mamíferos
marinos y los primates superiores) y (al igual que en los cocodrilos) existe un conducto
nasofaríngeo que lleva el aire por encima del paladar secundario hasta la faringe.
La nariz se divide en dos compartimentos, estando separados por el tabique nasal, este
presenta dos orificios de salida denominados narinas. En el caso de
los tetrápodos (vertebrados terrestres) la nariz presenta, en su parte posterior, las coanas,
éstas comunican la nariz con la cavidad bucal.
En las paredes laterales encontramos los cornetes, que se encargan de calentar y limpiar
el aire que va hacia los pulmones.
Debajo de cada cornete existen unos espacios denominados meatos, que comunican la
nariz con los senos paranasales y también desemboca allí el conducto nasolacrimal.
La estructura ósea de la nariz está constituida por huesos, cartílagos duros y cartílagos
blandos. Los huesos duros forman la parte superior y los laterales del puente, mientras
que los cartílagos forman los laterales de las fosas nasales y el tabique nasal.
Las paredes nasales están revestidas por mucosas que tienen como función esencial el
acondicionamiento del aire inhalado. Además, la mucosa atrapa el aire y quita el polvo y
los gérmenes del aire cuando este se introduce en la nariz.
Peces[editar]
En los peces agnatos (carentes de mandíbula) aparece una fosa nasal impar situada en la
línea media de la cabeza. Esta fosa se comunica mediante un conducto con una dilatación
en forma de saco donde se encuentra el epitelio sensorial olfativo, el cual, a su vez, se
conecta, mediante dos nervios, con el cerebro anterior.2
Los peces gnatóstomos ya presentan fosas bilaterales, así los condroicitios presentan, a
ambos lados de la cabeza dos fosas olfativas, iguales a la de los agnatos, estando
recubiertas de epitelio sensorial y comunicadas con el saco olfativo, además presentan
otra abertura posterior que permite la salida del flujo acuoso. En los osteoictios la fosa
nasal es ya un conducto completo con una abertura anterior y una posterior.2
Los dipnoos o peces pulmonados presentan la capacidad de respirar oxígeno mediante un
pulmón rudimentario; sus fosas nasales presentan una apertura anterior cerca del labio
superior y un canal olfativo que transcurre por el paladar, presentando un orificio posterior
en el fondo de la cavidad bucal formando una coana primitiva. En las épocas de
desecación la apertura anterior permanece cerrada por la mucosidad que rodea al pez, así
estas fosas siguen siendo un órgano puramente olfativo.2
Anfibios[editar]
En los anfibios la cavidad nasal se comunica con la faringe y, por tanto, con el aparato
respiratorio. Están presentes las coanas y con ellas la función ventilatoria del órgano nasal.
El aparato olfativo gana en profundidad, presentando aperturas externas, canales olfativos
y un fondo con epitelio sensorial que se conecta con el telencéfalo. Aparecen las glándulas
mucosas para la humidificación del aire y la parte anterior de la fosa desemboca el canal
lagrimal, haciendo de complemento humidificador. Al adquirir la función respiratoria la
anatomía nasal se complica, ya que ésta obliga a la aparición de estructuras para
acondicionar el aire haciendo aumentar su complejidad y superficie y, de rebote, disminuye
la importancia de los elementos olfativos.2
Los urodelos (caudados) son batracios con fosas nasales que se abren a los lados del
hocico, su cavidad nasal presenta una prolongación lateral estrecha, o cavidad nasal
accesoria, que constituye el inicio del órgano de Jacobson (órgano auxiliar de la olfacción).
Los anfibios anuros presentan una apertura externa reducida, pueden tener una o varias
cavidades nasales. Estas se comunican con la boca ejerciendo la función
respiratoria. Bufo viridis posee un saliente nombrado eminencia olfativa, asentado en una
base cartilaginosa, que es interpretado como un principio de cornete, poseyendo también
un primitivo órgano de Jacobson.2
Reptiles[editar]
Artículo principal: Reptiles
Aves[editar]
Las aves presentan unas características anatómicas nasales que las acercan a la
morfología de los mamíferos superiores. Sus fosas nasales contienen varios cornetes, si
bien su sentido del olfato es escaso. Durante su desarrollo tienen un órgano de Jacobson
incipiente que se atrofia en el ave adulta.2
Mamíferos[editar]
La nariz del perro es muy sensible; como en muchos otros mamíferos, el olfato está muy
desarrollado.
Evolución[editar]
Trompa de un elefante
Percepción de la dirección[editar]
La nariz húmeda de los perros les resulta útil para percibir la dirección. Los sensibles
receptores de frío de la piel detectan el punto en que la nariz se enfría más, mostrando al
perro la dirección de donde proviene el olor que acaba de percibir.8
Orientación magnética[editar]
Los seres humanos y los monos tienen una pequeña cantidad de magnetita en la nariz,
concretamente en el hueso etmoides, entre los ojos, que podría ser un mecanismo de
orientación magnética con respecto al campo magnético de la Tierra.[cita requerida] La
posibilidad de orientación magnética de los seres humanos, como ocurre en aves y
animales acuáticos, es muy controvertida.