Giovanni 2013
Giovanni 2013
Giovanni 2013
El estudio de la voz tiene un doble objetivo. Por una parte, hay que establecer una
especie de inventario del trastorno vocal con vistas a una comparación posterior y evaluar
la eficacia del tratamiento, sea del tipo que sea. Por otra parte, se deben buscar los
elementos pertinentes que pueden intervenir en la propia elección terapéutica, sobre
todo en lo referente a la evaluación de la emisión vocal forzada. Se trata de un estudio
relativamente largo, que requiere una habilidad clínica que se adquiere con la experiencia.
Existen muchos parámetros que pueden medirse y es necesario adaptarse a la situación
clínica y al material disponible. Salvo la exploración de las cuerdas vocales, que es un
acto exclusivamente médico, este estudio puede realizarlo un médico o un logopeda, pero
debe constar, como mínimo, de: una grabación de la voz en un sistema que conserve la
calidad para comparaciones posteriores, pues la evaluación perceptiva es primordial: el
oído humano sigue siendo en la actualidad la mejor forma de evaluar la calidad vocal;
la autoevaluación por parte del paciente de su voz y de su alteración mediante alguna
de las escalas disponibles (los problemas de la voz son de tipo funcional y la demanda
del paciente debe analizarse de forma exhaustiva); se puede proponer una evaluación
cuantitativa del problema vocal del paciente (dependiendo del material disponible, puede
tratarse al menos de una determinación del tiempo máximo de fonación); siempre que
sea posible, se debe añadir la determinación de la proporción señal/ruido y del jitter, así
como la determinación de la extensión vocal; en realidad, las medidas objetivas varían
según el tipo de disfonía y de su gravedad, y ninguna de ellas basta por sí sola para
caracterizar la voz patológica; la evaluación de las tensiones musculares y respiratorias
del paciente, que ayuda a determinar las referencias para la rehabilitación vocal.
© 2013 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.
EMC - Otorrinolaringología 1
Volume 42 > n◦ 4 > noviembre 2013
http://dx.doi.org/10.1016/S1632-3475(13)65961-5
E – 20-753-A-10 Estudio clínico de la voz
los elementos pertinentes que intervendrán en la propia que hace, el médico debe encontrar el hilo conductor
elección terapéutica, sobre todo en lo que respecta a la de esta historia: modo de inicio y circunstancias, evo-
evaluación de la emisión vocal forzada. lución, consultas y tratamientos realizados. Si ha habido
una rehabilitación, se debe saber si se ha seguido adecua-
damente, durante cuánto tiempo, con qué implicación y
Análisis de la demanda del con qué protocolo. Si se ha realizado una fonocirugía, hay
que saber lo que se ha constatado realmente, qué proce-
paciente dimiento se ha realizado, si el silencio postoperatorio se
ha respetado adecuadamente y si se realizó rehabilitación
Se trata de un elemento esencial del tratamiento de después.
un problema de la voz, que nunca debe pasarse por A lo largo de esta entrevista, se revela el auténtico
alto. En especial, la motivación del paciente para seguir motivo que ha llevado al paciente a consultar y también
un tratamiento destinado a mejorar su voz es una la razón por la que lo ha hecho en este momento en lugar
cuestión central. La anamnesis puede resumirse en tres de antes: cambio profesional u otras circunstancias desen-
preguntas. cadenantes [1] . Hay que saber cómo y en qué condiciones
la persona utiliza su voz, en su vida profesional, familiar
¿Cuál es el motivo de consulta? y social. Se debe determinar la carga de trabajo vocal con
la mayor precisión posible:
Los síntomas que refiere el paciente con más frecuencia • uso profesional:
pueden agruparse en tres categorías. ◦ docentes: a qué nivel (por orden decreciente de exi-
gencia vocal: escuela infantil, primaria, secundaria,
Alteraciones acústicas de la voz instituto, enseñanza superior); qué disciplina (educa-
ción física y deportiva, técnica, lenguas vivas, etc.),
Afectan a la intensidad, la altura y el timbre, por lo
◦ comerciantes: en gran superficie, en almacenes con
general de forma combinada y pueden ser fluctuantes,
fondo musical elevado, al aire libre, por teléfono, etc.,
permanentes o crecientes con la actividad vocal (fati-
◦ artesanos, obreros: taller u obra ruidosa; riesgos quí-
gabilidad). El reposo puede permitir una recuperación
micos (irritantes respiratorios),
más o menos completa de estos parámetros. Hay que
◦ cantantes: variedades (precisar si es en orquesta de
señalar que los pacientes suelen confundir las dimensio-
baile, como solista de un grupo, con un repertorio
nes de altura y de timbre (la voz ronca suele calificarse de
de versiones o composiciones personales, etc.). Los
«grave»).
cantantes líricos parecen un poco menos expuestos.
Se debe precisar la formación inicial recibida, si se
Sensaciones corporales respetan las técnicas de preparación vocal, el número
El paciente puede referir; parestesias faringolaríngeas, y la duración de las actuaciones en una semana,
a menudo con sensación de cuerpo extraño (sobre todo ◦ actores: formación vocal, condiciones de ejercicio
si hay pólipos), lo que produce un carraspeo continuo; (las compañías al aire libre están más expuestas);
sensación difusa de un esfuerzo muscular anormal o • uso familiar y personal:
impresión de disnea durante la fonación y fatiga general ◦ niños: puesto en la fratría, distribución de la palabra
como consecuencia. El paciente también refiere alteracio- en el seno familiar, tipos de actividades extraescolares
nes de otras funciones: posibles trastornos de la deglución (deporte de equipo, movimientos juveniles, escuelas
(p. ej., en el caso de las parálisis unilaterales de la laringe) de música),
y trastornos del habla (disartrias). El paciente suele con- ◦ adultos: condiciones de vida (presencia en el hogar
fundir estos últimos suelen confundirlos con un trastorno de niños pequeños, de ancianos con hipoacusia,
vocal. etc.); actividades recreativas (deportes, salidas a dis-
cotecas, práctica del canto como aficionado, etc.).
Consecuencias en la vida relacional y
psíquica
La pérdida de la capacidad de actuar sobre los demás
mediante la voz, el sentimiento de desvalorización, la ¿Cuál es el contexto médico
impresión de ser juzgado por los demás y otras alte-
raciones pueden provocar una auténtica sensación de
(antecedentes)?
malestar. Cuando se realiza del modo clásico, mediante la anam-
La respuesta del paciente indica el motivo invocado nesis se buscan todas las afecciones y factores de riesgo
(«tengo episodios de afonía, tengo dificultades para el que pueden ser pertinentes para el tratamiento del pro-
canto, etc.»), en ocasiones distinto al motivo auténtico blema vocal: modificaciones anatómicas de los órganos
que aparece en ocasiones más adelante en la conver- implicados en la producción vocal (cirugía, tratamien-
sación. Este motivo invocado proporciona una idea tos farmacológicos, traumatismos); factores irritantes
inicial de lo que el paciente espera del especialista de (tabaco, alcohol, polvo, etc.); anomalías respiratorias y
la voz. Por ejemplo, si consulta por sensaciones desa- posturales (sobrepeso, cirugía, escoliosis, etc.); problemas
gradables cuando habla o canta, se debe comprobar la auditivos, neurológicos o psiquiátricos.
desaparición de este síntoma después del tratamiento, Durante la anamnesis, el médico comienza a hacerse
sin contentarse con los elementos más «objetivos» o una idea de los mecanismos psíquicos del paciente y de su
más «nobles», como las medidas instrumentales, por personalidad. Estos elementos deben apreciarse y ponerse
ejemplo. en perspectiva con los tratamientos que se propondrán.
En especial, habrá que plantearse la pertinencia de un
¿Por qué consulta ahora? análisis más detallado de las características psicológicas y
emocionales del paciente, en ocasiones con ayuda de un
El médico debe reconstruir la cronología de los tras- psicólogo. Asimismo, el análisis perceptivo de la voz y de
tornos vocales, desde los primeros signos. La historia la palabra espontánea del paciente forma parte integrante
de una disfonía suele ser larga y plagada de aconteci- de la anamnesis. Es comprensible que el tiempo necesario
mientos cuya relación con el trastorno vocal no siempre para esta anamnesis siempre sea prolongado y nunca debe
es evidente. En ocasiones es el paciente quien la inter- subestimarse. Ésta es una de las principales especificidades
preta y la reconstruye. Escuchándole a él y las preguntas de la práctica foniátrica.
2 EMC - Otorrinolaringología
Estudio clínico de la voz E – 20-753-A-10
Exploración física médica o voz de cabeza (con el sonido «uh uh») y a distintas
intensidades. Las posibilidades de tensión de las cuer-
La exploración del aparato vocal es un elemento das vocales y la contracción de los músculos faríngeos
determinante, que debe reflejarse en un informe deta- se evalúan haciendo que el paciente realice un glis-
llado con el fin de permitir a los demás médicos sando ascendente-descendente (de un sonido grave a
implicados y a los rehabilitadores de la voz hacerse uno agudo, volviendo al grave). Se pueden explorar
una idea precisa del funcionamiento de las cuerdas todas las producciones vocales: distintas vocales sos-
vocales. tenidas, voz conversacional y canto. Esta exploración
suele tolerarse bien, pues estimula poco el reflejo nau-
seoso. Es muy útil en la exploración de los trastornos de
Exploración otorrinolaringológica la voz en las enfermedades neurológicas: permite explo-
rar la motricidad del velo, de la base de la lengua, de la
Se debe explorar todo el aparato vocal. La región faringe y de la laringe, y, al mismo tiempo, explorar
cervical y la cavidad bucal se deben analizar en deta- la sensibilidad. Por último, algunos nasofibroendosco-
lle: flexibilidad de los tejidos, aspecto, troficidad y pios poseen un canal de trabajo para realizar biopsias
motricidad de los labios, de la lengua y del velo del laríngeas;
paladar; exploración de los efectores de los nervios cra- • la dinámica supraglótica. El fibroendoscopio permite el
neales implicados en la fonación (nervios trigémino, análisis de la tensión laríngea supraglótica con hiper-
facial, glosofaríngeo, vago e hipogloso en especial). Esta tonía de las bandas ventriculares e incluso el cierre de
exploración se completa con la de las fosas nasales las bandas y/o la basculación anterior de los cartílagos
(obstrucción, aspecto de la mucosa, rinorrea), de la aritenoides [4, 5] (Fig. 1).
cavidad bucal, del estado dental y de la articulación
temporomandibular [2] .
Estroboscopia [6, 7]
Exploración de la laringe
La frecuencia elevada de la vibración de las cuerdas
La laringe y la faringe se exploran en la mayoría de vocales requiere que se empleen técnicas especiales de
las ocasiones con un fibroendoscopio. La exploración se visualización, porque la vibración no puede observarse
puede acoplar al registro de las imágenes con una cámara. directamente a simple vista ni con una cámara conven-
La imagen ha mejorado mucho con los fibroendoscopios cional (generalmente, de 25 imágenes por segundo y, por
actuales; con los sistemas más recientes se puede incluso tanto, incapaz de mostrar la vibración de las cuerdas entre
utilizar una luz estroboscópica. El principal interés de los 100 Hz del varón y los 200-250 Hz en la mujer). La
la fibroendoscopia es la posibilidad de utilizarla en casi estroboscopia es la técnica más utilizada en la práctica
todos los casos, incluso cuando el paciente tiene un reflejo habitual. Consiste en la reconstitución aparente del ciclo
nauseoso intenso. Además, es posible observar el funcio- vibratorio mediante la realización de imágenes captadas
namiento de la laringe durante el habla y el canto. Sin en distintos ciclos y después puestas de forma consecutiva.
embargo, hay que señalar que las informaciones prác- La clave del dispositivo es la detección de la frecuencia
ticas obtenidas con esta última exploración son muy de la vibración (por lo general, con un micrófono). El
limitadas. sistema aplica destellos de un flash sincronizados o ligera-
Algunos médicos prefieren el epifaringoscopio. Se trata mente desfasados respecto a esta frecuencia. La capacidad
de un sistema óptico de aumento basado en el principio visual de fusión de imágenes permite obtener la ilusión
del espejillo laríngeo. Se introduce por la boca mientras del movimiento vibratorio. Es fundamental contar con un
se tracciona de la lengua del paciente hacia el exterior. La sistema de grabación para analizar las distintas fases de la
imagen se aumenta y las grabaciones en vídeo son de gran ondulación cordal. Permite visualizar las imágenes con el
calidad, incluso con luz estroboscópica. Sin embargo, la paciente (informaciones y explicaciones), y constituye un
exploración con el epifaringoscopio es bastante difícil de documento medicolegal [2, 8] .
dominar por parte del médico, que debe tener una gran Con este método se analizan [7, 9, 10] :
experiencia, sobre todo en los pacientes con un reflejo • la regularidad, la amplitud, la simetría de fase y la ampli-
nauseoso intenso. Además, sólo se pueden emitir vocales tud de la vibración. En la mayoría de las ocasiones, una
sostenidas. Por último, debido a la tracción de la lengua asimetría se debe a una lesión que modifica la calidad
hacia fuera, el funcionamiento laríngeo se ve alterado, y vibratoria;
hay que tener la máxima prudencia cuando se trata de • el cierre glótico, con los distintos tipos de defecto de
analizar sobre todo anomalías sutiles de los defectos de cierre (hendidura longitudinal, defecto triangular pos-
cierre posteriores. terior, glotis ovalada, glotis en reloj de arena) y la
Las principales informaciones que se buscan tanto duración relativa de la fase de abertura respecto a la
mediante la fibroendoscopia como con la epifaringosco- fase de cierre;
pia son: • la presencia y la libertad de la ondulación mucosa. En
• el aspecto de las cuerdas vocales y de la mucosa. caso de ausencia de vibración de una porción o de toda
Se estudian la morfología de los pliegues vocales, el la cuerda vocal, se habla de parada estroboscópica, de
color, la longitud, la regularidad de la cara superior parada fonatoria, de silencio fonatorio o incluso de fija-
(existencia de lesiones uni o bilaterales, aspecto de ción estroboscópica [7] ;
la mucosa, presencia de vasos dilatados, secreciones • el comportamiento vibratorio de la lesión, si existe
mucosas), del borde libre (adelgazado, atrófico, engro- alguna, y su variabilidad durante la exploración. La
sado, irregular, edematoso), la posición y el aspecto de exploración estroboscópica tiene su máxima utili-
los cartílagos aritenoides, las comisuras anterior (micro- dad para analizar las zonas de rigidez segmentaria
membrana palmada) y posterior (engrosamiento, de la mucosa de los pliegues vocales relaciona-
edematosa) [3] ; das con una cicatriz cordal (adherencia entre el
• la movilidad y la calidad del cierre en fonación. Los epitelio y el ligamento vocal), una fibrosis y/o
movimientos de aducción y abducción en fonación para determinar el tiempo de evolución de una
y en respiración se exploran idealmente mediante lesión [3] .
fibroendoscopia. Asimismo, esta prueba permite obser- La estroboscopia presenta varios inconvenientes:
var las diferencias de comportamiento fonatorio en los requiere la existencia de voz para activar la luz estrobos-
distintos mecanismos: mecanismo 0 («eeh» de duda), cópica; se registra un pequeño número de imágenes por
mecanismo 1 o voz de pecho («he-ho»), mecanismo 2 segundo (25 imágenes por segundo) con una pérdida de
EMC - Otorrinolaringología 3
E – 20-753-A-10 Estudio clínico de la voz
A B
imágenes correspondiente al período no iluminado entre La repercusión de la presencia de una lesión, de tipo
dos destellos; estudio limitado en la zona alta del espectro pólipo de la cuerda vocal, puede analizarse a la perfección
vocal (desmultiplicación: el flash no se activa en cada ciclo mediante cinematografía ultrarrápida: bloqueo, retraso de
vocal, sino cada dos o cada tres ciclos) [7] . Esto hace que fase, difusión de la ondulación a otras estructuras larín-
la estroboscopia sólo proporcione informaciones adecua- geas. Los inconvenientes son una resolución de la imagen
das cuando la señal es perfectamente estable. Por tanto, mucho peor respecto a la imagen de videoestroboscopia
es inadecuada, por principio, para el estudio de laringes (lo que significa que para establecer un diagnóstico lesio-
patológicas, cuyas vibraciones presentan, por definición, nal preciso, la videoestroboscopia es por el momento la
irregularidades [8] . más eficaz) y una adquisición digital limitada por ahora
a 2 o 4 segundos en función de la velocidad de captura
escogida. Las ventajas son las siguientes: el fenómeno
vibratorio puede filmarse íntegramente, sin pérdida, y se
Cinematografía ultrarrápida y pueden estudiar todas las formas de vibración, tanto si son
periódicas como si no, cordales puras o cordoventricula-
quimografía [11–13] res [8, 15] ; permite cuantificar ciertos fenómenos utilizando
Los dispositivos actuales permiten filmar hasta herramientas de tratamiento informático como la video-
4.000 imágenes por segundo con una iluminación per- quimografía digital en especial, que permite, a partir de
manente de la laringe. Gracias al análisis a cámara lenta la adquisición en vídeo ultrarrápida, visualizar cómo se
de secuencias cortas, se puede visualizar el movimiento desarrolla el ciclo glótico en el tiempo, tomando como
real de las estructuras vibrantes, analizar el compor- punto de análisis una línea situada en perpendicular al
tamiento del vibrador durante las fases transitorias eje glótico. Esta línea puede situarse en distintos pun-
del ataque, de la amortiguación y de la extinción del tos de las cuerdas vocales; se pueden efectuar varios
sonido [14] . quimogramas, de modo que se obtengan tantos análisis
4 EMC - Otorrinolaringología
Estudio clínico de la voz E – 20-753-A-10
EMC - Otorrinolaringología 5
E – 20-753-A-10 Estudio clínico de la voz
Cuadro 1.
Escala de autoevaluación bipolar de la calidad de la voz.
Buena 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Mala
Autoapreciación de la discapacidad vocal
Autoapreciación de la calidad de la voz
0 1 2 3 4 5 6
Reposada Fatigada
Fácil Difícil
Sonora Sorda
Expresiva Inexpresiva
Relajada Contraída
Natural Artificial
Agradable Desagradable
Pura Ronca
Pausada Empastada
Potente Débil
Adecuada Inadecuada
6 EMC - Otorrinolaringología
Estudio clínico de la voz E – 20-753-A-10
Cuadro 2.
Versión española del índice de discapacidad vocal (VHI 30).
0 1 2 3 4
N CN AV CS S
F1 Se me oye con dificultad debido a mi voz
P2 Me quedo sin aire cuando hablo
F3 Se me comprende con dificultad en un ambiente ruidoso
P4 El sonido de mi voz varía a lo largo del día
F5 Los miembros de mi familia tienen dificultades para oírme cuando les llamo en casa
F6 Llamo por teléfono menos de lo que me gustaría
E7 Estoy tenso(a) cuando hablo con otros a causa de mi voz
F8 Tiendo a evitar los grupos debido a mi voz
E9 La gente parece irritada por mi voz
P10 La gente me pregunta qué es lo que no funciona con mi voz
F11 Hablo con menos frecuencia con mis vecinos, amigos o familia debido a mi voz
F12 Se me oye con dificultad cuanto hablo en un lugar tranquilo
P13 Mi voz parece chillona y seca
P14 Tengo la impresión de que debo esforzarme para producir la voz
E15 Encuentro que los demás no comprenden mi problema de voz
F16 Mis dificultades de voz limitan mi vida personal y social
P17 La claridad es imprevisible
P18 Intento cambiar mi voz para que suene de un modo diferente
F19 Me siento apartado(a) de las conversaciones debido a mi voz
P20 Hago mucho esfuerzo para hablar
P21 Mi voz es peor por la noche
F22 Mis problemas de voz provocan pérdidas de ingresos
E23 Mis problemas de voz me molestan
E24 Soy menos sociable debido a mi voz
E25 Siento que tengo una discapacidad debido a mi voz
P26 Me quedo sin voz durante una conversación
E27 Me siento molesto(a) cuando la gente me pide que repita
E28 Me siento avergonzado(a) cuando la gente me pide que repita
E29 Me siento incompetente debido a mi voz
E30 Tengo vergüenza debido a mi problema de voz
Total = /120
%
Funcional = /40
%
Físico = /40
%
Emocional = /40
%
los casos un sonido forzado sólo se produce a fuerte inten- El glissando ascendente-descendente se realiza con la
sidad; por el contrario, solicitar al paciente a mantenerse vocal «a», a la intensidad más suave posible, en una
en un tono suave le obliga a no forzar su voz. En otras sola espiración y sin pausas. Este glissando debe ser lo
palabras, explorar las frecuencias accesibles a baja intensi- más amplio posible (partiendo del sonido más grave
dad equivale a evaluar la tesitura y analizar las accesibles a y volviendo a él después de haber alcanzado el más
una intensidad más fuerte equivale a evaluar la extensión agudo). La tesitura es la gama de frecuencias obtenidas
total. Al comparar ambas se obtiene un área denominada (Fig. 3).
campo dinámico vocal. El glissando ascendente simple se realiza con la vocal
El fonetograma es la prueba de referencia para la eva- «i», sin limitación de intensidad. Se trata de un glis-
luación del campo dinámico vocal. Se pide al paciente sando ascendente muy rápido, sin tratar de mantener el
que produzca a la misma altura el sonido más suave y sonido. Este glissando debe ascenderse hasta el sonido
después el más fuerte posible, usando la vocal «a». Se pro- más agudo posible. Por lo general, el paciente alcanza fre-
cede gradualmente con todas las frecuencias accesibles. cuencias más elevadas que en la prueba precedente; la más
Se mide la intensidad obtenida con ayuda de un sonóme- aguda obtenida es el límite superior de la extensión vocal
tro (cf infra) y se los resultados se reflejan en una gráfica (Fig. 4).
donde las abscisas corresponden a las intensidades y las Unas pocas pruebas suelen bastar para aprender estos
ordenadas a las frecuencias. Se han propuesto versiones dos ejercicios, por lo que la realización de estas prue-
simplificadas, como la que se expone a continuación, que bas sólo requiere unos minutos. La comparación de las
es nuestra preferida. Este método utiliza dos pruebas con- dos pruebas proporciona una idea correcta del campo
juntas: el glissando ascendente-descendente y el glissando dinámico vocal. Además este método ofrece un índice
ascendente simple. de los progresos posibles en la rehabilitación, cuyas
EMC - Otorrinolaringología 7
E – 20-753-A-10 Estudio clínico de la voz
probabilidades serán mayores si en el glissando simple se mecanismo 2 que en el mecanismo 1. En este caso, existe
logran sonidos agudos más elevados que en el glissando una correspondencia bastante justa entre la percepción
ascendente-descendente. del registro (cabeza o pecho) y el mecanismo (2 o 1).
Cuando esto no es evidente para la audición experta, la
electroglotografía puede proporcionar una indicación, al
Mecanismos fonatorios mostrar los aspectos morfológicos de las curvas diferentes
La escucha atenta del timbre de una voz sana muestra la en los dos mecanismos. Existen otros mecanismos (0 en
presencia de disparidades: los sonidos más graves tienen el extremo grave y 3 en el extremo agudo), pero son más
un timbre distinto al de los más agudos y puede haber anecdóticos.
una transición marcada entre ambos, que se denomina Toda voz sana posee los dos mecanismos principales de
paso. Esto se percibe sobre todo en las voces masculinas, emisión, en proporciones diferentes: las voces masculinas
pero también en algunas voces femeninas. En cambio, no utilizan con más frecuencia el mecanismo 1 y las voces
suele ser audible en las voces infantiles. El conjunto de femeninas el mecanismo 2. El paso entre ambas se realiza
las frecuencias que pueden emitirse con el mismo tim- sobre la misma zona, alrededor de re3. Por tanto, se sitúa
bre se denomina registro. El número de estos registros y en la zona aguda para los varones y en la zona grave para
su nombre varían según los observadores. Es frecuente las mujeres. Sin embargo, existe toda una gama de fre-
encontrar los términos de voz de pecho para el registro cuencias donde ambas son posibles (a grandes rasgos, de
más habitual en el varón y voz de cabeza para el más la2 a la3). Por consiguiente, el paso varía mucho según la
habitual en la mujer. Sin embargo, dado que estos tér- persona y el modo de hacerlo.
minos se refieren a la sensación vibratoria durante su En un estudio vocal, es importante verificar la presencia
emisión, no son unívocos. Por este motivo, los fisiólogos de estos mecanismos. Se puede apreciar durante la reali-
han adoptado una terminología más objetiva, relacionada zación de las pruebas de extensión y de tesitura. También
esencialmente con la actividad del músculo vocal. De este se puede buscar en las pruebas de las dos llamadas: se
modo, se denomina mecanismo al conjunto de frecuen- pide al paciente que emita primero las interjecciones «¡eh
cias cuya emisión se realiza según el mismo modo: oh!», muy fuerte, como si quisiese llamar a alguien situado
• en el mecanismo 1, la emisión se realiza por la activa- al otro lado de una carretera muy ancha, seguido de un
ción del músculo vocal, lo que confiere a los pliegues «uh uh», de forma prolongada, como si quisiese llamar a
vocales un volumen bastante grande y a la superficie de alguien que está lejos en el campo. Esta llamada debe ser
contacto entre ambas cuerdas una mayor área; bastante aguda. Para ello, en el caso del varón, se le puede
• en el mecanismo 2, los pliegues vocales son más finos pedir que imite una voz femenina. Si el paciente logra
y están más tensos. El afrontamiento cordal se realiza hacerlo, se puede afirmar generalmente que la primera
sobre una superficie de menor altura. llamada se realiza con un mecanismo 1, lo que permite
La propagación de la vibración en la masa cordal difiere observar su presencia.
en consonancia: en el mecanismo 1, engloba a toda la
masa muscular de la cuerda vocal, mientras en el meca- Colocación y resonancia
nismo 2 sólo engloba a la parte más superficial (mucosa
y ligamento vocal). Esto suele provocar una diferencia Para un observador atento, el sonido vocal transporta
de timbre, que es más cercano a un sonido puro en el una serie de informaciones sobre el gesto que ha ser-
vido para producirlo, como es el caso de la articulación:
se puede identificar, por ejemplo, un sonido nasal por
su carácter acústico. Lo mismo sucede para las acciones
musculares que no son a priori indispensables para la pro-
ducción del sonido y que, en ocasiones, son tensiones
indeseables: en la audición de la voz se puede apreciar
a menudo un esfuerzo laríngeo excesivo.
Por otra parte, la persona que produce el sonido vocal
experimenta un gran número de sensaciones que pueden
informarlo del modo en el que lo hace. Para ello se requie-
ren distintos tipos de sensibilidad: vibratoria, cinestésica,
posicional, auditiva, etcétera. Esto se aplica especialmente
en los cantantes y ayuda a controlar su emisión y a ofrecer
la mejor calidad posible. Cuando el sonido llega al pabe-
llón faringobucal, los fenómenos de resonancia a dicho
Figura 3. Captura de pantalla del programa informático Praat nivel producen zonas de presión acústica elevada (los
sobre un glissando ascendente-descendente (evaluación de la vientres de vibración) en ciertos lugares (paladar, mejillas,
tesitura). lengua, etc.). Parece que los cantantes experimentados
A B
Figura 4. Captura de la pantalla del programa informático Praat sobre un glissando ascendente simple (evaluación de la extensión
vocal) (A, B).
8 EMC - Otorrinolaringología
Estudio clínico de la voz E – 20-753-A-10
saben identificar las sensaciones relacionadas con estas carece de todo sentido lógico. Sucede algo muy similar con
zonas y utilizarlas de forma eficaz. Existe la costumbre de los aspectos funcionales. Hay que preferir otro enfoque
denominar «lugar de la voz» al conjunto de todas estas relacionado con la necesidad de longitud de la emisión
informaciones, tanto desde el punto de vista del observa- vocal entre dos tomas de aire (la resis). En el uso no pre-
dor como del vocalista. Este término es un poco como un parado de la voz (cuando la persona elabora su discurso a
cajón de sastre, pero es tan habitual que no parece posi- medida que lo enuncia), las resis son breves: por lo gene-
ble ocultarlo en una evaluación de la voz. Sin embargo, el ral, menos de dos segundos y, en cualquier caso, nunca
conjunto de estas sensaciones se muestra como lo que es mayores de 3 segundos. Las estrategias que permiten obte-
sobre todo durante la rehabilitación: una guía para dirigir ner también de forma breve una presión subglótica eficaz
la voz. pueden variarse y cambiar de una resis a otra. Los ges-
A modo de resumen, se puede aceptar que la sensa- tos respiratorios que se derivan de ello intervienen sin
ción de colocar la voz en la zona faringolaríngea (voz en dura en la función expresiva del mensaje emitido. En
la garganta) suele considerarse negativa, pues indica un los usos preparados de la voz (el canto, la declamación
esfuerzo glótico excesivo. Por el contrario, la impresión y, también en cierta medida, la voz leída), las resis son
de colocar el sonido «por encima de las cuerdas» indica- considerablemente prolongadas (8, 10, 15 segundos). Por
ría una buena emisión vocal. Esto debe matizarse, pues consiguiente, los movimientos respiratorios que permiten
estas informaciones sensoriales son eminentemente per- obtener estas duraciones tienden a estar estandarizados y
sonales y casi siempre se relacionan con la memoria del jerarquizados. Durante la emisión, se observa un uso más
gesto vocal de la persona y, por tanto, con su experiencia sistemático de los músculos abdominales. Los músculos
y sus costumbres previas. oblicuos y el transverso abdominal se ven solicitados pre-
ferentemente en lugar de los rectos del abdomen, sobre
todo en personas experimentadas. El gesto respiratorio
Gesto vocal del paciente con disfonía refleja esencialmente las dos
alteraciones aerodinámicas posibles, que son el aumento
Se trata de un elemento clave del estudio clínico de la
del flujo (fugas glóticas) y el exceso de presión subglótica
voz, que interviene en el diagnóstico del mecanismo de
(emisión vocal forzada). Estas alteraciones pueden llegar
la disfonía, pero también permite la organización de su
incluso a provocar un conflicto con la función vital de la
tratamiento de rehabilitación. Esta evaluación se realiza
respiración en forma de una disnea durante la fonación:
durante la conversación espontánea, pero también con
las resis parecen excesivamente breves o bien la persona
voz leída, voz proyectada, voz de llamada y canto [41] .
parece prolongarlas más allá de lo necesario para recu-
perar el aliento. En estos casos, se pueden observar los
Evaluación del gesto respiratorio: tipo de signos exteriores de estas alteraciones: las paredes toráci-
respiración; modalidades inspiratorias cas se deprimen rápidamente al principio de la resis y la
La exploración de la respiración requiere la observación inspiración se realiza con urgencia, es decir, con un pre-
de la caja torácica, de la región abdominal y de la región dominio torácico. Suele decirse que el individuo «tiene
cervical en respiración (inspiración y espiración) [42] , así una respiración alta». Cuando la situación perdura, el
como en las distintas situaciones vocales y, sobre todo, paciente con disfonía puede fijar este comportamiento y
en proyección vocal [41] . Se deben buscar las tomas de aire sistematizarlo, al contrario que la persona eufónica, que
insuficientes o inadecuadas en pacientes que terminan las utiliza varias modalidades posibles dependiendo de las
frases «sin aliento». También hay que buscar los golpes circunstancias.
glóticos y las desonorizaciones [43] . Para hacerse una idea del comportamiento respirato-
La inspiración que suele utilizarse para la declamación rio del paciente disfónico durante el estudio de la voz,
de la voz fuerte es costodiafragmática. Corresponde a un el médico evalúa los siguientes puntos, considerándolos
descenso completo del diafragma con relajación abdomi- negativos si se repiten mucho:
nal, así como a una ampliación del diámetro torácico • en el cuello, el uso de los músculos inspiratorios
para aumentar el volumen pulmonar. Durante la emi- accesorios (escalenos, esternocleidomastoideos) y una
sión vocal forzada, debido al estado de tensión de toda tumefacción cervical más o menos acompañada de una
la musculatura postural y respiratoria, estos movimien- ingurgitación de las yugulares durante la emisión;
tos sólo se pueden realizar con una pequeña amplitud • en la región escapular, la tensión de los trapecios y el
y se acompañan de tensiones en los músculos abdomi- encogimiento de los hombros durante la fonación;
nales. En este caso, la inspiración prefonatoria es menos • en la región torácica, una elevación inspiratoria seguida
profunda y la persona utiliza sus músculos inspiratorios de un descenso rápido durante le emisión, así como una
accesorios para lograr la capacidad pulmonar necesaria flexión de la espalda durante la emisión;
para la fonación. En tal caso, la inspiración se denomina • en el abdomen, una protrusión, una induración exce-
torácica superior. siva, una reintroducción rápida con la fonación y una
Desde el punto de vista terapéutico, la simple observa- inmovilidad.
ción de un tipo respiratorio «torácico superior» no se debe También se debe apreciar la adaptación de la espiración
considerar como la demostración de que se necesita una a la longitud de las resis, determinando si son excesivas o
rehabilitación respiratoria. Puede tratarse simplemente de acortadas.
la manifestación de un estado de tensión neuromuscular Por último, hay que observar de forma global la relación
e incluso psíquica que desestabiliza la función respiratoria tensión-relajación en el acto respiratorio durante la fona-
y el tratamiento más adecuado no es por fuerza el del tipo ción: puede que no haya ningún momento de relajación
respiratorio, pues éste no es más que una consecuencia muscular, lo que refleja un comportamiento de esfuerzo
del estado de tensión. tanto en la emisión como en la toma de aire.
Dependiendo del paciente, también se realiza una eva-
Soplo fonatorio luación con voz leída, con declamación y con canto. En
Debido a que la voz se produce por el aire fonatorio, estos casos, se aprecia el dominio de la estrategia respira-
la apreciación por parte del clínico del «motor» de la toria aplicada. Los principales elementos que se observan
voz es una fase fundamental del estudio, pero hay que son los siguientes: durante la emisión, los músculos abdo-
prestar mucha atención para no confundir las causas y minales deben iniciar la espiración, sin una retracción
las consecuencias: es especialmente frecuente que el estu- excesiva; al volver a tomar aire, debe relajarse sobre todo.
dio muestre una respiración «alta», torácica superior, en Sin embargo, la valoración de las observaciones realiza-
el paciente y que el rehabilitador proponga al paciente das en declamación debe realizarse con prudencia en lo
que aprenda a respirar correctamente, lo que en realidad referente a la voz hablada espontánea.
EMC - Otorrinolaringología 9
E – 20-753-A-10 Estudio clínico de la voz
Evaluación postural de la emisión vocal ción terrestre y tiene como objetivo oponerse a esta
forzada: estática, puntos de apoyo y zonas fuerza, lo que crea una función de estabilización [52] ;
• el tono [53, 54] , del que se evalúa el tono de fondo (en
de tensión [41]
reposo), el tono postural (en bipedestación, mantiene el
La emisión vocal forzada corresponde a la aplicación equilibrio estático y dinámico) y el tono de acción (par-
de tensiones excesivas no sólo en la función respiratoria y ticipación de los músculos en las actividades motoras
neumofonatoria (cf supra), sino también de tensiones seg- directas e indirectas).
mentarias en la región cervical, sobre todo, o de anomalías En el estudio se evalúa la adaptación de estos tres ejes a
posturales globales. De forma sintética, la conclusión de la los diferentes usos de la voz (voz hablada, voz fuerte, voz
evaluación ofrece una impresión global de uso forzado o cantada) [46, 47, 50] .
de inhibición del gesto. Permite adaptar el tratamiento, Cada estrategia de utilización de la voz provoca una
sobre todo de tipo rehabilitador, gracias al análisis de adaptación de la postura, de la respiración y de la arti-
los detalles. El uso forzado de la voz corresponde a un culación. El gesto vocal se modifica en su conjunto, por
aumento de las tensiones musculares perilaríngeas y pos- lo que influye sobre la postura. El papel del rehabilitador
turales durante la fonación. Las modificaciones posturales consiste en permitir al paciente que encuentre el gesto
observadas son el avance del mentón, las tensiones cervi- más eficiente a la vez que se respeta su morfología y su
cales, un descenso torácico y una flexión de la columna propia postura de referencia. Sólo de este modo la rehabi-
torácica [44] . Estas modificaciones se relacionan con las litación podrá tener una eficacia estable en el tiempo. En
siguientes modificaciones respiratorias: este caso, el objetivo no es seguir un estándar teórico, sino
• postura global fonatoria: debe observarse la calidad de adaptarse al paciente y proporcionarle los medios para uti-
los apoyos en el suelo. Hay que determinar si existe lizar del mejor modo las capacidades de las que dispone.
una tonicidad en la bipedestación y la posición sen- Estas capacidades son variables entre las distintas personas
tada o una hipotonicidad con una exageración de las según su morfología, su estática y su tono.
curvaturas fisiológicas de la columna vertebral. Tam-
bién debe apreciarse si se produce una proyección hacia
delante de la cabeza y de la mandíbula e incluso del
cuerpo en las llamadas y en los tonos agudos del canto, Aspectos psicológicos
si existe una rigidez corporal global y si la gestualidad
de acompañamiento de la voz es tranquila, natural o La voz, en asociación con la personalidad, forma parte
desordenada; del núcleo de las interacciones humanas. Por tanto, los
• modificaciones segmentarias: hay que determinar si trastornos vocales se inscriben en la historia de la per-
hay contracción de la musculatura cervical (esterno- sona e intervienen en los planos emocional y social. Las
cleidomastoideos, extensores de la nuca), tumefacción personas con disfonía suelen presentar un perfil psicoló-
de la parte baja del cuello, venas ingurgitadas (lo que gico especial, dominado por el estrés y la ansiedad [55] . En
refleja un bloqueo del retorno venoso por las con- especial, un trastorno vocal puede estar causado o acen-
tracciones intempestivas de los músculos del cuello). tuado por un estado emocional o ciertos factores de la
También se deben palpar los músculos suprahioideos personalidad. Por tanto, puede considerarse que si las
para identificar su estado de tensión; emociones y la personalidad del paciente no se tienen
• laringe: debe localizarse con un dedo y seguir sus movi- en cuenta en el estudio y el tratamiento del problema,
mientos. Hay que apreciar si es una laringe situada en este será ineficaz a largo plazo [56–58] . Hay muchos métodos
posición alta e inestable, así como determinar la movi- que permiten analizar el perfil psicológico del paciente.
lidad de los cartílagos tiroides y cricoides [3] ; El primero es, evidentemente, la entrevista informal cen-
• resonadores: su volumen, su modo de abertura hacia trada en su vivencia. Durante el estudio, el terapeuta trata
el exterior y su modo de utilización son determinantes de observar la capacidad del paciente para expresar su
para el funcionamiento del vibrador laríngeo. Deben motivo de consulta y lo que desea. Se debe dar ocasión
explorarse la lengua (movilidad y posición de reposo), al paciente para permitirle verbalizar la percepción de su
la orofaringe, la nariz y el cavum, así como el velo propia voz. La verbalización del síntoma ayuda a que el
del paladar (longitud, movilidad). La exploración física paciente tome consciencia del trastorno. Por otra parte,
también se centra en la articulación del habla: modo de todas las informaciones corporales (posturas, gestos) o lin-
articulación, fluencia del habla, pausas, etcétera. güísticas (palabras, giros de frases) pueden ayudar a que el
terapeuta defina a su paciente.
Observaciones sobre los aspectos postural y de las El análisis transaccional puede ser una herramienta para
tensiones comprender el comportamiento vocal [59] . Permite, sobre
La postura (o actitud) es la disposición de los distin- todo, evaluar el modo de interacción con el otro. Un
tos segmentos corporales entre sí en un momento dado. análisis transaccional puede realizarse a partir de un auto-
La bipedestación se considera la postura de referencia, y cuestionario de posiciones de vida que consta de 32 ítems
la que solicita el menor trabajo muscular se denomina que el paciente debe puntuar según una escala de 1 a 10.
bipedestación «cómoda». La emisión vocal forzada induce Las posiciones de vida son actitudes «crónicas» que depen-
modificaciones posturales, por lo que la rehabilitación den, por una parte, de la autoimagen y, por otra, de la
debe permitir el aprendizaje de una postura adecuada. imagen que el paciente se hace de los demás. Los terapeu-
Los ejercicios posturales integrados en el tratamiento de tas de la voz pueden utilizar de manera provechosa este
las afecciones vocales han demostrado ser eficaces para la método, pero requiere una formación específica.
mejoría de la voz. Por tanto, el estudio de la postura es La relación terapeuta-paciente, situada en el núcleo del
útil para diagnosticar las disfunciones posturales y diri- dispositivo de rehabilitación, es un factor determinante
gir con más precisión las acciones terapéuticas. Para ello, para el éxito del tratamiento. El análisis transaccional y
hay que conocer las tensiones musculares sobre las que se la programación neurolingüística son herramientas que
puede actuar, para acercarse lo más posible a la postura permiten favorecer esta relación, al crear unas condiciones
«cómoda». de comunicación óptimas.
Los principales ejes de la postura que interactúan con La programación neurolingüística es un enfoque de la
el gesto vocal que se evalúa durante este estudio son tres: comunicación y del cambio elaborado por Bandler y Grin-
• la verticalidad o bipedestación definida en los tres pla- der [60, 61] . Permite a la persona desarrollar su habilidad
nos del espacio [45–51] ; relacional y ser capaz de iniciar procesos generadores de
• el equilibrio postural (o anclaje al suelo), que depende cambios profundos y duraderos. Se trata de una terapia
de la actividad postural, se organiza respecto a la atrac- contractual, generadora de una nueva conducta. Se pide
10 EMC - Otorrinolaringología
Estudio clínico de la voz E – 20-753-A-10
EMC - Otorrinolaringología 11
E – 20-753-A-10 Estudio clínico de la voz
12 EMC - Otorrinolaringología
Estudio clínico de la voz E – 20-753-A-10
Cuadro 3.
Valores del análisis instrumental de la voz con el sistema EVA en función del grado de calidad de la voz.
Grado 0M/V (49/25) Grado 1M/V (83/26) Grado 2M/V (141/57) Grado 3M/V (35/33)
F0 M 218 (28) 204 (34) 195 (37) 208 (57)
V 122 (24) 131 (27) 130 (33) 167 (32)
Int (dB) M 88 (4) 88 (5) 89 (5) 89 (5)
V 88 (4) 92 (7) 93 (5) 89 (9)
Jitter (%) M 0,49 (0,13) 0,60 (0,28) 1,13 (1,53) 4,51 (5,54)
V 0,55 (0,16) 1,02 (0,65) 2,02 (2,75) 10,58 (13,21)
CL (bits/s) M 117 (74) 133 (76) 249 (291) 622 (536)
V 156 (83) 217 (141) 323 (251) 950 (1 000)
SR-Rf>0 (%) M 58,4 (13,8) 56,7 (14,2) 52,2 (15,4) 40,6 (19,2)
V 62,1 (14,1) 49,2 (19,2) 58,7 (11,1) 40,7 (14,4)
SR-Rf>1 kHz (%) M 23,1 (7,8) 19,2 (7,4) 15,0 (7,2) 10,1 (6,4)
V 21,7 (9,9) 15,5 (10,3) 15,1 (6,5) 7,0 (4,3)
FAB (cm3 /s) M 136 (58) 168 (59) 210 (102) 305 (151)
V 153 (66) 191 (69) 322 (162) 446 (287)
PSGE (hPa) M 6,7 (1,5) 7,7 (2,0) 9,9 (3,2) 11,2 (4,0)
V 6,7 (1,6) 9,7 (3,4) 10,8 (3,3) 14,2 (4,2)
Extensión (Hz) M 410 (127) 316 (130) 199 (87) 168 (81)
V 294 (133) 215 (136) 141 (86) 141 (81)
TMF (s) M 13,6 (5,1) 10,5 (4,0) 7,6 (2,9) 5,3 (3,0)
V 24,0 (8,8) 13,4 (5,0) 9,3 (4,8) 4,7 (2.7)
V: varones; M: mujeres; F0 : frecuencia; Int: intensidad; CL: coeficiente de Lyapunov; RSN: relación señal/ruido; FAB: flujo de aire bucal; PSGE: presión
subglótica estimada; TMF: tiempo máximo de fonación.
Flujo de aire fonatorio azar, porque los dispositivos comerciales ofrecen una gran
cantidad de mediciones a menudo redundantes y que con-
Le medición directa de la cantidad de aire que atraviesa
tribuyen todavía un poco más a opacificar el ámbito ya
las cuerdas vocales es un método simple desde el punto de
complejo del análisis instrumental.
vista conceptual de evaluar la fuga glótica, incluso aunque
Basándonos en el sistema EVA (Cuadro 3), hemos ela-
en sentido estricto no se trate de una medición de la propia
borado un análisis multiparamétrico de muchos casos, en
voz. El método usado en el sistema EVA es una determi-
especial con un estudio estadístico discriminativo desti-
nación de la cantidad de aire que atraviesa una mascarilla
nado a demostrar que una combinación de las variables
de silicona que se aplica sobre la cara del paciente [77]
medidas permite predecir el juicio perceptivo establecido
(Fig. 5).
por un jurado. De este modo, hemos demostrado que,
Se puede establecer un índice de rendimiento glótico
tanto en varones como en mujeres, esta discriminación
a partir del flujo de aire empleando la proporción entre
es pertinente en más de un 80%. Se han propuesto otros
la intensidad (en dB) y el flujo de aire (en cm3 /s). Esta
intentos de clasificación de la voz a partir de un con-
magnitud es físicamente homogénea, pues es la propor-
junto de parámetros, sobre todo acústicos, de los que
ción entre una energía acústica y una energía aerodin-
puede citarse sobre todo el índice de gravedad de la
ámica.
disfonía [66] .
EMC - Otorrinolaringología 13
E – 20-753-A-10 Estudio clínico de la voz
14 EMC - Otorrinolaringología
Estudio clínico de la voz E – 20-753-A-10
la que el terapeuta, de acuerdo con el paciente, se apoya [7] Remacle M, Lawson G, Giovanni A, Woisard V. Exploration
para definir el estado al que se quiere llegar mediante du larynx. EMC (Elsevier Masson SAS, Paris), Oto-rhino-
el tratamiento. Es importante definir un objetivo rea- laryngologie, 20-635-A-10, 2005.
lista y alcanzable. Dependiendo del estudio inicial y del [8] Krausert CR, Olszewski AE, Taylor LN, McMurray JS,
objetivo fijado, el terapeuta define las modalidades del tra- Dailey SH, Jiang JJ. Mucosal wave measurement and visua-
tamiento. Por esta razón, lo que él escoge observar durante lization techniques. J Voice 2011;25:395–405.
el estudio debe estar justificado: las informaciones recogi- [9] Dejonckere PH, Bradley P, Clemente P, Cornut G, Crevier-
das aportan pistas terapéuticas. Al final del tratamiento, Buchman L, Friedrich G, et al. A basic protocol for functional
otro estudio vocal permite verificar si el contrato se ha assessment of voice pathology, especially for investigating
cumplido en parte o del todo. No se trata sólo de mejorar the efficacy of (phonosurgical) treatments and evaluating new
assessment techniques. Guideline elaborated by the Commit-
los rendimientos vocales del paciente (es decir, el resul-
tee on Phoniatrics of the European Laryngological Society
tado de las mediciones instrumentales), sino de responder
(ELS). Eur Arch Otorhinolaryngol 2001;258:77–82.
a su motivo de consulta inicial. Este estudio inicial puede
[10] Kelley RT, Colton RH, Casper J, Paseman A, Brewer D.
constituir la base de un nuevo tratamiento y, por tanto, Evaluation of stroboscopic signs. J Voice 2011;25:490–5.
de un nuevo contrato. [11] Chevaillier G, Sauvaget E, Herman P, Tran Ba Huy P. La ciné-
matographie ultra rapide du larynx, ses apports en phoniatrie.
Rev Laryngol Otol Rhinol 2010;131:23–9.
Conclusión [12] Deliyski DD, Petrushev PP, Bonilha HS, Gerlach TT, Martin-
Harris B, Hillman RE. Clinical implementation of laryngeal
high-speed videoendoscopy: challenges and evolution. Folia
El estudio clínico de la voz es un proceso largo y requiere Phoniatr Logop 2008;60:33–44.
una habilidad clínica que se adquiere con la experiencia. [13] Kendall KA. High-speed laryngeal imaging compared with
La evaluación de la voz es necesaria para el tratamiento videostroboscopy in healthy subjects. Arch Otolaryngol Head
de las disfonías, con el fin de caracterizar el problema al Neck Surg 2009;135:274–81.
principio del tratamiento y evaluar la eficacia de éste, sea [14] Braunschweig T, Flaschka J, Schelhorn-Neise P, Dollinger
del tipo que sea. Existen muchos parámetros que pueden M. High-speed video analysis of the phonation onset, with an
evaluarse y es necesario adaptarse a la situación clínica y application to the diagnosis of functional dysphonias. Med
al material disponible. Eng Phys 2008;30:59–66.
La evaluación perceptiva es primordial: el oído humano [15] Patel R, Dailey S, Bless D. Comparison of high-speed digital
sigue siendo en la actualidad el mejor modo de evaluar la imaging with stroboscopy for laryngeal imaging of glottal
calidad vocal. Los pacientes consultan porque perciben disorders. Ann Otol Rhinol Laryngol 2008;117:413–24.
que su voz es diferente o anómala y juzgan la eficacia del [16] Schutte HK, Svec JG, Sram F. First results of cli-
tratamiento vocal en función de la mejoría perceptiva de nical application of videokymography. Laryngoscope
su voz. 1998;108(8Pt1):1206–10.
El análisis de las disfonías es multidimensional y [17] Qiu Q, Schutte HK. A new generation videokymography
for routine clinical vocal fold examination. Laryngoscope
multiparamétrico. Cada parámetro aporta informaciones
2006;116:1824–8.
diferentes sobre los aspectos de la producción sonora por
[18] Svec JG, Sram F, Schutte HK. Videokymography in voice
la laringe. Los parámetros objetivos varían en función del
disorders: what to look for? Ann Otol Rhinol Laryngol
tipo de disfonía y de su gravedad; ningún parámetro basta 2007;116:172–80.
por sí solo para caracterizar la voz patológica. [19] Anders LC, Hollien H, Hurme P, Sonninen A, Wendler J.
La evaluación instrumental presenta limitaciones, Perception of hoarseness by several classes of listeners. Folia
sobre todo una metodología variable según los progra- Phoniatr 1988;40:91–100.
mas informáticos respecto a los cálculos realizados, lo que [20] Askenfelt AG, Hammarberg B. Speech waveform perturba-
dificulta la comparación de los trabajos publicados. tion analysis: a perceptual-acoustical comparison of seven
measures. J Speech Hear Res 1986;29:50–64.
[21] Hammarberg B, Fritzell B, Gauffin J, Sundberg J, Wedin L.
Agradecimientos: Queremos expresar nuestra gratitud a Benoit Amy Perceptual and acoustic correlates of abnormal voice quali-
de la Bretèque, Françoise Gauthier, Marie-Dominique Guarella, Joana ties. Acta Otolaryngol 1980;90:441–51.
Révis, Danièle Robert, Camille Robieux, Christine Spezza, Sylvain [22] Gerratt BR, Kreiman J, Antonanzas-Barroso N, Berke GS.
Delpierre, Camille Galant, Aurélia Garcia, Laura Lapierre y Elodie Comparing internal and external standards in voice quality
Minghelli. judgments. J Speech Hear Res 1993;36:14–20.
[23] Kreiman J, Gerratt BR, Kempster GB, Erman A, Berke
GS. Perceptual evaluation of voice quality: review, tutorial,
and a framework for future research. J Speech Hear Res
Bibliografía [24]
1993;36:21–40.
Amy de La Bretèque B, Cayreyre F. Le bilan vocal du chan-
[1] Le Huche F, Allali A. La voix : pathologies vocales d’origine teur. En: Giovanni A, editor. Le bilan d’une dysphonie : état
fonctionnelle. Paris: Masson; 2010, 160p. actuel et perspectives. Marseille: Solal; 2004. p. 209–24.
[25] De Bodt MS, Van de Heyning PH, Wuyts FL, Lambrechts L.
[2] Sataloff RT, Hawkshaw MJ, Divi V, Heman-Ackah YD. Phy-
The perceptual evaluation of voice disorders. Acta Otorhino-
sical examination of voice professionals. Otolaryngol Clin
laryngol Belg 1996;50:283–91.
North Am 2007;40:953–69 [v-vi].
[26] Hirano M. Clinical examination of voice. New-York:
[3] Crevier-Buchman L, Brihaye-Arpin S, Sauvignet A, Tes- Springer-Verlag; 1981.
sier C, Monfrais-Pfauwadel MC, Brasnu D. Dysphonies non [27] Dejonckere PH, Obbens C, de Moor GM, Wieneke GH. Per-
organiques (dysfonctionnelles). EMC (Elsevier Masson SAS, ceptual evaluation of dysphonia: reliability and relevance.
Paris), Oto-rhino-laryngologie, 20-752-A-15, 2006. Folia Phoniatr 1993;45:76–83.
[4] Woisard V. Le bilan vocal en pratique. En: Giovanni A, edi- [28] Dejonckere PH, Remacle M, Fresnel-Elbaz E, Woisard
tor. Le bilan d’une dysphonie : état actuel et perspectives. V, Crevier-Buchman L, Millet B. Differentiated percep-
Marseille: Solal; 2004. p. 197–207. tual evaluation of pathological voice quality: reliability and
[5] Koufman JA, Isaacson G. The spectrum of vocal dysfunction. correlations with acoustic measurements. Rev Laryngol Otol
Otolaryngol Clin North Am 1991;24:985–8. Rhinol 1996;117:219–24.
[6] Crevier Buchman L, Hans S, Behm E, Tissot V, Lac- [29] Yamaguchi H, Shrivastav R, Andrews ML, Niimi S. A
courreye O, Brasnu D. Comment faire et analyser une comparison of voice quality ratings made by Japanese and
stroboscopie laryngée ? Ann Otolaryngol Chir Cervicofac American listeners using the GRBAS scale. Folia Phoniatr
2006;123:203–6. Logop 2003;55:147–57.
EMC - Otorrinolaringología 15
E – 20-753-A-10 Estudio clínico de la voz
[30] Révis J. L’analyse perceptive des dysphonies. En: Giovanni [56] Dietrich M, Verdolini Abbott K, Gartner-Schmidt J, Rosen
A, editor. Le bilan d’une dysphonie : état actuel et perspecti- CA. The frequency of perceived stress, anxiety, and depres-
ves. Marseille: Solal; 2004. p. 67–104. sion in patients with common pathologies affecting voice. J
[31] Wuyts FL, De Bodt MS, Van de Heyning PH. Is the reliability Voice 2008;22:472–88.
of a visual analog scale higher than an ordinal scale? An expe- [57] McHugh-Munier C, Scherer KR, Lehmann W, Scherer U.
riment with the GRBAS scale for the perceptual evaluation of Coping strategies, personality, and voice quality in patients
dysphonia. J Voice 1999;13:508–17. with vocal fold nodules and polyps. J Voice 1997;11:452–61.
[32] Moerman M, Martens JP, Crevier-Buchman L, de Haan E, [58] Freidl W, Friedrich G, Egger J. Personality and coping with
Grand S, Tessier C, et al. The INFVo perceptual rating scale stress in patients suffering from functional dysphonia. Folia
for substitution voicing: development and reliability. Eur Phoniatr 1990;42:144–9 [German].
Arch Otorhinolaryngol 2006;263:435–9. [59] Berne E. Analyse transactionnelle et psychothérapie. Paris:
[33] Dejonckere PH, Remacle M, Fresnel-Elbaz E, Woisard V, Payot; 2001, 374p.
Crevier L, Millet B. Reliability and clinical relevance of per- [60] Bandler R, Grinder J. Les secrets de la communication. Ver-
ceptual evaluation of pathological voices. Rev Laryngol Otol soix: Reuille; 1981.
Rhinol 1998;119:247–8. [61] Cayrol A, de Saint Paul J. Derrière la magie : la Programma-
[34] Chan KM, Yiu EM. A comparison of two perceptual voice tion Neuro-Linguistique. Paris: InterEditions; 2005, 230p.
evaluation training programs for naive listeners. J Voice [62] James M, Jongeward D. Naître gagnant : L’analyse transac-
2006;20:229–41. tionnelle dans la vie quotidienne. Paris: InterEditions; 2006,
[35] Eadie TL, Baylor CR. The effect of perceptual training on 320p.
inexperienced listeners’ judgments of dysphonic voice. J [63] Cloninger CR, Svrakic DM, Przybeck TR. A psychobiologi-
Voice 2006;20:527–44. cal model of temperament and character. Arch Gen Psychiatry
[36] De Bodt MS, Wuyts FL, Van de Heyning PH, Croux C. Test- 1993;50:975–90.
retest study of the GRBAS scale: influence of experience and [64] Pelissolo A, Lepine JP. Normative data and factor structure
professional background on perceptual rating of voice quality. of the Temperament and Character Inventory (TCI) in the
J Voice 1997;11:74–80. French version. Psychiatry Res 2000;94:67–76.
[37] Dejonckere P. Techniques de base d’évaluation de la voix. [65] Baken R, Orlikoff R. Clinical measurement of speech and
Louvain-la-Neuve: Cabay; 198593–7. voice. San Diego: Singular Publishing; 2000.
[38] Ramig LO, Verdolini K. Treatment efficacy: voice disorders. [66] Wuyts FL, De Bodt MS, Molenberghs G, Remacle M, Heylen
J Speech Lang Hear Res 1998;41:S101–16. L, Millet B, et al. The dysphonia severity index: an objective
[39] Jacobson BH, Johnson A, Grywalski C, Silbergleit A, Jacob- measure of vocal quality based on a multiparameter approach.
son G, Benninger MS, et al. The voice handicap index J Speech Lang Hear Res 2000;43:796–809.
(VHI): development and validation. Am J Speech Lang Pathol [67] Teston B. L’évaluation instrumentale des dysphonies. En:
1997;6:66–70. Giovanni A, editor. Le bilan d’une dysphonie : état actuel
[40] Rosen CA, Lee AS, Osborne J, Zullo T, Murry T. Deve- et perspectives. Marseille: Solal; 2004. p. 105–69.
[68] Kent R. The Speech Sciences. San Diego: Singular Publis-
lopment and validation of the voice handicap index-10.
hing; 1997.
Laryngoscope 2004;114:1549–56.
[69] Titze IR, Horii Y, Scherer RC. Some technical considera-
[41] Heuillet-Martin G, Garson-Bavard H, Legré A. Une voix pour
tions in voice perturbation measurements. J Speech Hear Res
tous (tome 1). Marseille: Solal; 2007, 216p.
1987;30:252–60.
[42] Pagès A, Grini-Grandval MN. L’analyse du geste respiratoire.
[70] Giovanni A, Ouaknine M, Triglia JM. Determination of
En: Giovanni A, editor. Le bilan d’une dysphonie : état actuel
largest Lyapunov exponents of vocal signal: application to
et perspectives. Marseille: Solal; 2004. p. 171–81.
unilateral laryngeal paralysis. J Voice 1999;13:341–54.
[43] Giovanni A, Sacre J, Robert D. Forçage vocal. EMC (Elsevier [71] Kojima H, Gould WJ, Lambiase A, Isshiki N. Computer
Masson SAS, Paris), Oto-rhino-laryngologie, 20-720-A-40, analysis of hoarseness. Acta Otolaryngol 1980;89:547–54.
2007. [72] Yumoto E, Sasaki Y, Okamura H. Harmonics-to-noise ratio
[44] Grini MN, Ouaknine M, Giovanni A. Modifications postu- and psychophysical measurement of the degree of hoarseness.
rales et segmentaires contemporaines du forçage vocal. Rev J Speech Hear Res 1984;27:2–6.
Laryngol Otol Rhinol 1998;119:253–7. [73] Eskenazi L, Childers DG, Hicks DM. Acoustic correlates of
[45] Lagier A, Vaugoyeau M, Ghio A, Legou T, Giovanni vocal quality. J Speech Hear Res 1990;33:298–306.
A, Assaiante C. Coordination between posture and pho- [74] de Krom G. Some spectral correlates of pathological breathy
nation in vocal effort behavior. Folia Phoniatr Logop and rough voice quality for different types of vowel frag-
2010;62:195–202. ments. J Speech Hear Res 1995;38:794–811.
[46] Le Huche F, Allali A. La voix : thérapeutique des troubles [75] Wolfe V, Fitch J, Cornell R. Acoustic prediction of severity
vocaux. Paris: Masson; 2007, 212p. in commonly occurring voice problems. J Speech Hear Res
[47] Amy de La Bretèque B. À l’origine du son : le souffle. Mar- 1995;38:273–9.
seille: Solal; 2000, 127p. [76] Martin D, Fitch J, Wolfe V. Pathologic voice type and
[48] Fournier C. La voix, un art et un métier. Seyssel: Comp’act; the acoustic prediction of severity. J Speech Hear Res
1994. 1995;38:765–71.
[49] Fresnel-Elbaz E. La voix. Paris: Editions du Rocher; 1997, [77] Giovanni A, Molines V, Nguyen N, Teston B, Robert D, Can-
188p. noni M, et al. Une méthode multiparamétrique d’évaluation
[50] Grini-Grandval MN. Analyse posturale du forçage vocal. En: vocale assistée par ordinateur. Ann Otolaryngol Chir Cervi-
Giovanni A, editor. Le bilan d’une dysphonie : état actuel et cofac 1992;109:200–6.
perspectives. Marseille: Solal; 2004. p. 183L 195. [78] Smitheran JR, Hixon TJ. A clinical method for estima-
[51] Kendall FP, McCreary EK, Provance PG, Rodgers MM, ting laryngeal airway resistance during vowel production. J
Romani WA. Muscles: Testing and function, with posture Speech Hear Disord 1981;46:138–46.
and pain. Philadelphia: Lippincott-Williams and Wilkins; [79] Kania RE, Hans S, Hartl DM, Clement P, Crevier-Buchman L,
2005. Brasnu DF. Variability of electroglottographic glottal closed
[52] Mesure S, Pellas F, Delarque A, Crémieux J. Contrôle quotients: necessity of standardization to obtain normative
visuel de la posture et entraînement. En: Pélissier J, values. Arch Otolaryngol Head Neck Surg 2004;130:349–52.
Brun V, Enjalbert M, editores. Posture, équilibration [80] Blitzer A, Crumley RL, Dailey SH, Ford CN, Floeter MK,
et médecine de rééducation. Paris: Masson; 1993. p. Hillel AD, et al. Recommendations of the Neurolaryngology
33–41. Study Group on laryngeal electromyography. Otolaryngol
[53] Bricot B. Posture normale et postures pathologiques. Kine- Head Neck Surg 2009;140:782–93.
sither Scient 2004;440:5–14. [81] Klap P, Perrin A, Cohen M, Parmentier M. Comment faire
[54] Gagey PM, Bizzo G, Bonnier L, Gentaz R, Guillaume P, une électromyographie laryngée ? Ann Otolaryngol Chir Cer-
Marucchi C. Huit leçons de posturologie. Paris: Association vicofac 2007;124:90–4.
française de posturologie; 1986. [82] Marie JP. Nerve reconstruction. En: Remacle M, Eckel HE,
[55] Wilson JA, Deary IJ, Scott S, MacKenzie K. Functional dysp- editores. Surgery of larynx and trachea. Heidelberg: Springer;
honia. Br Med J 1995;311:1039–40. 2010. p. 279–94.
16 EMC - Otorrinolaringología
Estudio clínico de la voz E – 20-753-A-10
[83] Bielamowicz S, Squire S, Bidus K, Ludlow CL. Assess- [84] Guerrier B, Giovanni A, Remacle M. Pathologie de la
ment of posterior cricoarytenoid botulinum toxin injections in corde vocale chez l’adulte : Société Française d’Oto-rhino-
patients with abductor spasmodic dysphonia. Ann Otol Rhinol laryngologie et de Chirurgie de la Face et du Cou; 2004.
Laryngol 2001;110(5Pt1):406–12. 409 p.
A. Giovanni, Professeur d’oto-rhino-laryngologie à la Faculté de médecine de Marseille, directeur d’équipe du Laboratoire Parole et Langage
(UMR 7309) du CNRS, Aix-Marseille Université (antoine.giovanni@ap-hm.fr).
Centre hospitalier universitaire de la Timone, rue Saint-Pierre, 13385 Marseille cedex 5, France.
S. de Saint-Victor, Praticien attaché, oto-rhino-laryngologiste-phoniatre.
Service d’oto-rhino-laryngologie, Centre hospitalier universitaire Pellegrin, place Amélie-Raba-Léon, 33076 Bordeaux cedex, France.
Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Giovanni A, de Saint-Victor S. Estudio clínico de la voz. EMC -
Otorrinolaringología 2013;42(4):1-17 [Artículo E – 20-753-A-10].
Disponibles en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Videos/ Aspectos Información Informaciones Auto- Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico
EMC - Otorrinolaringología 17