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Epulef Con Kriner

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EN LO PRINCIPAL: Deduce demanda de nulidad absoluta de contrato de compraventa de tierra indigena, en juicio especial indigena~- PRIMER OTROSI: Se mantenga medida prejudicial precautoria que indica.- SEGUNDO OTROSI: Se tenga presente y se traiga a la vista expediente que sefiala.- JUZGADO DE LETRAS Y GARANTIA jis SEP 2015 SECRETARIA S.3.L. 2 JORGE ANTONIO ACUNA REYES, abogado, cedula nacional de identidad y RUT N° 7.388.946-4, domi do en calle Cacique Paillalef Ne 135, Villa Las Araucarias, de la comuna de Pucén, en representacién procesal, - segtin mandato judicial constituido intra processum, en autos sobre medida prejudicial precautoria, caratulados “EPULEF RAILEF, IRMA CON KRINNER, PETER ”, Causa Rol N° C-267-2015 - , de dofia IRMA EPULEF RAILEF, agricultora, cedula nacional de identidad y RUT N° 5.581.725, domiciliada en el Sector Palguin Bajo de la Comuna de Pucén y para estos efectos del mismo domicilio del abogado patrocinante, a US., respetuosamente digo: Deduzco por mi representada dofia IRMA EPULEF RAILEF, ya individualizada, demanda de nulidad absoluta del contrato de compraventa que indicare, en contra de don PETER KRINNER, guia turistico, cédula nacional de identidad y RUT N° 14.715.737-1, domiciliado calle Alcalde Manuel Araya N° 730, Comuna de Pucén, en base a los hechos y fundamentos de derecho que pasé a exponer: LOS HECHOS 1).- Por escritura publica de fecha 23 de Enero de 2006, otorgada en Pucén, ante el Notario PUblico Titular don Luis Enrique Espinoza Garrido, Repertorio N° 84-2006, mi representada dofia Irma Epulef Railef y el demandado don Peter Krinner, celebraron un contrato de compraventa, por el cual la primera vendié al segundo, el predio rural denominado LOTE “b” de 59 dreas de superficie, titulo traslaticio que fue inscrito a nombre de éste Ultimo a fojas 717, N° 512 del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raices de Pucén, correspondiente al afio 2006 De acuerdo a la historia registral del LOTE “b” de 59 reas, su origen inmediato muestra que éste predio era uno de los lotes que conformaban el inmueble denominado EI Rio, Hijuela N° 1, de 3 hectéreas 14 dreas, nacido de una regularizacién de dominio hecha al amparo del Decreto Ley N° 2.695 y al mismo tiempo presenta un proveniencia mediata o remota que lo sittia como parte de la extensién material de un Lote de 37 hectéreas 43 Areas, nacido de la Divisién de la Reserva de la Comunidad Indigena, encabezada por don José Cesario Antinao, amparada en un Titulo de Merced otorgado por la Comisién Radicadora de Indigenas, creada por la Ley Indigena de 1866. 2).- La historia inmobiliaria es la siguiente: al efectuarse la division de la Comunidad Indigena encabezada por don José Cesario Antinao, amparada por el Titulo de Merced N° 1623 del afio 1908, inscrito en el Tomo IV, a fojas 36, N° 1664 del Registro de Propiedad Indigena de Temuco, se formé como uno de las hijuelas resultantes, un LOTE de 37 hectéreas 40 reas de superficie, que fue adjudicado en dominio individual, por sentencia dictada por el Juez de Indios de Pitrufquen, a dofia Tamara Cochegua viuda de Antinao, segtin consta del asiento registral de fojas 245 vuelta, N° 544 del Registro de Propiedad del afio 1935 del Conservador de Bienes Raices de Pitrufquen. Por Resolucién Definitiva N° 2303 de fecha 08 de Febrero del afio 1983, del Ministerio de Bienes Nacionales, Secretaria Regional Ministerial de Temuco, don Rail Ailla Antinao, obtuvo, -en virtud de un titulo inscrito-, la posesién regular de un retazo de terreno de 3 hectareas 14 reas dentro de la extensién material del Lote de 37 hectéreas 40 reas, ya referido, adquiriendo con posterioridad al cabo de un afio de posesién regular el dominio individual de dicho retazo, por el modo de adquirir prescripcién adquisitiva de corto tiempo, predio que fue designado con el nombre de El Rio, Hijuela N° 1, compuesto de dos lotes, cuya denominacién, superficie y deslindes, son los siguientes: Lote a de 2 hectdreas 55 dreas, que deslinda: Norte, Hugo Rascheya, separado por cerco; Este, Irma Griselda Ailla Antinao, hoy hijuela N° 2 lote a, separado por cerco; Sur, camino vecinal Trancura /Loncofilo, que lo separa del lote b de la misma propiedad; y, Oeste, Antonio Martinez, separado por cerco; y, Lote b de 59 Areas, que deslinda: Norte, camino vecinal Trancura/Loncofilo, que separa del lote a de la misma propiedad; Este, Irma Griselda Ailla Antinao, hoy hijuela N° 2 lote b, separado por cerco; ‘Sur, Rio Palguin; Oeste, Antonio Martinez, separado por cerco. El titulo del saneamiento consta del asiento registral de fojas 564, N° 754 del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raices de Villarrica, correspondiente al afio 1983. Dicho titulo fue reinscrito con posteriormente en el Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raices de Pucén, a fojas 2504 N° 1702 del afio 1999. Es del caso, que por escritura publica de compraventa de fecha 17 de Junio de 2002, otorgada en Pucén, ante el Notario Pablico Titular don Luis Enrique Espinoza Garrido, Repertorio Notarial N° 557, don Raul Ailla Antinao vendié a dofia Irma Epulef Railef, el predio denominado LOTE “b” de 59 dreas, que es uno de los lotes que componian el predio El Rio, hijuela N° 1 de 3 hectéreas 14 dreas, seguin consta del titulo inscrito a nombre de ésta ultima de fojas 2140, N° 1080 del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raices de Pucén, correspondiente al afio 2002. Finalmente, dofia Irma Epulef Railef, procedié a vender el mencionado LOTE “b” de 59 dreas, al demandado Peter Krinner, quien es el actual poseedor legal y duefio de dicho predio, segiin consta del asiento registral de fojas 717, N° 512 del Registro de Propiedad del afio 2006 del Conservador de Bienes Raices de Pucén, de acuerdo a lo sefialado al comienzo de éste acapite. EL DERECHO. I~ El predio denominado LOTE b de 59 dreas, vendido por dojia Irma Epulef Railef a don Peter Krinner, tiene la calidad juridica de tierra indigena, por aplicacién del articulo 12 N° 1, letras b), c) y d) de la Ley N° 19.253. Tal disposicién expresa: “Son tierras indigenas: 1° Aquellas que las personas 0 comunidades indigenas actualmente ocupan en propiedad o posesién proveniente de los siguientes titulos: ...b).- Titulos de merced de conformidad a las leyes de 4 de Diciembre de 1866; de 4 de Agosto de 1874 y de 20 de Enero de 1883; c).- Cesiones gratuitas de dominio efectuadas conforme a la ley N° 4169, de 1927; ley N° 4802, de 1930; Decreto Supremo N° 4111, de 1931; ley N° 14511, de 1961, y ley N° 17.729, de 1972, y sus modificaciones posteriores; d).- Otras formas que el Estado ha usado para ceder, regularizar, entregar o asignar tierras a indigena, tales como, la Ley N° 16.436, de 1966, decreto ley N° 1939, de 1977, y Decreto Ley N° 2.695, de 1979 ". De acuerdo a esta norma, el concepto de tierra indigena se construye sobre dos pilares o cimientos que se identifican con la denominacién de elemento personal y real. En base al elemento personal, la tierra indigena supone necesariamente, que quien lo detenta tenga la calidad especial de persona indigena, conforme a los requisitos sefialados en el articulo 2 de la Ley N° 19,253. En cuanto al elemento real, éste implica una limitacién debido a que con ello se quiere significar, que no todas las tierras son aptas o susceptibles de adquirir el calificativo de indigenas, pues existe un marco de tierras en las que pueden constituirse, que son aquellas que por su proveniencia histérica se sefialan por el legislador en los distintos numerandos y letras del articulo 12 de la citada ley. De los antecedentes indicados en el apartado relativo a los hechos se puede apreciar que en la especie se retinen todos los requisitos legales contenidos en la disposicién citada, para calificar de tierra indigena, el LOTE b de 59 dreas de superficie, objeto de la compraventa cuya nulidad se demanda, ya que al 5 de Octubre de 1993, fecha en que entro en vigencia de la Ley N° 19.253, actual ley indigena, dicho predio presentaba la siguiente situacién juridica: a).- Formaba parte de un predio de mayor extensién denominado El Rio, Hijuela N° 1 de 3 hectéreas 14 reas de superficie, el que se encontraba a esa fecha ocupado en propiedad por una persona indigena, como es don Raul Ailla Antinao, condicién que fluye de sus apellidos, segiin consta del titulo inscrito de fojas 564, N° 754 del Registro de Propiedad del afio 1983 del Conservador de Bienes Raices de Villarrica, vigente en el momento en que entro a regir el mencionado cuerpo legal; y, b).- La historia registral indicaba que a esa fecha el predio tenia su origen: en primer lugar, en una regularizacién de dominio amparada en el Decreto Ley N° 2695, que dio nacimiento al predio El Rio, Hijuela N° 1, de la que formaba parte; en segundo lugar, en una cesién gratuita de dominio efectuada en conformidad al Decreto Supremo N° 4111, de 1931, que dio origen al LOTE de 37 hectdreas 40 dreas de superficie, del que también formaba parte; y, en tercer lugar, de la Comunidad Indigena encabezada por don José Cesario Antinao, amparada por el Titulo de Merced N° 1623 del afio 1908, otorgado por la Comisién Radicadora de Indigenas, de la que formaba parte antes de su division, Estas circunstancias le dan claramente la calidad de tierra indigena a dicho predio, pues se trata de una tierra que se encontraba ocupada en propiedad por una persona natural indigena “ actualmente” segtin la Ley N° 19,253, es decir, a la fecha de su entrada en vigencia, reconociendo en su proveniencia un origen que lo vincula en forma inmediata a una regularizacién hecha al amparo del Decreto Ley N° 2695 de 1979 y de forma mediata a una cesién gratuita de dominio nacida de la Divisién de una Comunidad Indigena y finalmente a la Comunidad Indigena indivisa amparada en un Titulo de Merced, formas usadas por el Estado para asignar tierras a indigenas, como lo seffala el articulo 12 N° 1 letra b), c) y d) de dicho cuerpo legal. Esta calificacién que se funda en el efecto inmediato que lleva consigo la entrada en vigencia de la Ley N° 19.253, que la hace aplicable desde su promulgacién a todas las situaciones que se produzcan en el porvenir y a todos los efectos, sea que emanen de situaciones juridicas nacidas antes de la vigencia de la nueva ley o después, quedando sometido a todo el estatuto juridico de proteccién contenido en la Ley N° 19.253 para las tierras indigenas, en especial lo establecido en el articulo 13 de este cuerpo legal, se mantuvo al haberse transferido a otro indigena como es mi representada en el afio 2002, y en esa condicién fue adquirida por el demandado, persona no indigena, en el afio 2006, ambos como causahabientes 0 sucesores a titulo singular; II. El C6édigo Civil consagra Ia irretroactividad de la ley nueva en materia de bienes respecto del dominio adquirido bajo el imperio de una ley antigua que constituye para su titular un derecho adquirido, pero no en cuanto a sus goces y cargas, donde se impone el efecto inmediato, que tas somete a la ley nueva, por tratarse de simples facultades legales. La circunstancia de no ser concebibles que leyes diferentes puedan regir simultaneamente situaciones juridicas de la misma naturaleza, trae como consecuencia que la ley nueva se aplica inmediatamente desde el dia fijado para su entrada en vigencia, no permitiendo més la subsistencia de la ley antigua, todo ello fundado en un principio de seguridad juridica que debe primar en todo ordenamiento juridico. El principio que la ley nueva rige el porvenir, desde su entrada en vigor, es lo que se conoce con el nombre de efecto inmediato, consideréndose como la regia general que determina la separacién de los dominios de dos leyes que se suceden en el tiempo respecto de un mismo asunto, Si bien el efecto inmediato de la ley nueva debe excluirse para el caso que su aplicacién conlleve un efecto retroactive, que puede llegar a tenerlo cuando se impone a las consecuencias o efectos que vengan a desarrollarse bajo el imperio de la nueva ley y que provengan de hechos, relaciones 0 situaciones juridicas que han nacido al amparo de los preceptos de una ley antigua, es menester precisar cual es la situacién jurfdica en que tiene lugar. Dando respuesta a aquello se puede sefialar que solo es posible excluir el efecto inmediato, en cuanto la aplicacién de la nueva ley, desde su entrada en vigencia, ataque o vulnere derechos adquiridos, esto es, en la hipétesis que lo adquirido al amparo de ley antigua, sea quitado por la ley nueva y perdido para aquel que lo tenia 0 poseia, en ese caso, se impone la supervivencia de la ley antigua en desmedro de la ley nueva. Lo anterior nos lleva a la distincién entre derechos adquiridos y las expectativas. Un autor sostiene que por derecho adquirido se entiende “todos los derechos que son consecuencia de un hecho apto para producirlos bajo el imperio de la ley vigente al tiempo en que el hecho se ha realizado y que han entrado inmediatamente a formar parte del patrimonio de la persona, sin que importe la circunstancia de que la ocasién de hacerlos valer se presente en el tiempo en que otra ley rige”. A su vez, las facultades legales “constituyen el supuesto para la adquisicién de un derecho y la posibilidad de tenerlos y ejercerlos y las simples expectativas “son la esperanza de adquisicién de un derecho fundado en la ley vigente”. ((ALESSANDRI, SOMARRIVA y VODANOVIC, Tratado de Derecho Civil, Partes Preliminar y General, Tomo I, Editorial Juridica de Chile, Primera Edicién, Afio 1998, pag. 227-228). Sin perjuicio de que las definiciones expuestas tiene el inconveniente de no poder aplicarse a todos los casos que se presentan, “existe una idea capital: Los derechos adquiridos son las facultades regularmente ejercidas y las expectativas aquellas facultades no ejercidas en el momento del cambio de legislacién” (CLARO SOLAR, Luis, Explicaciones de Derecho Civil Chileno y Comparado, Volumen I, Editorial Juridica de Chile, Segunda Edicién, Afio 1992, pag. 64). Esta doctrina es la que ha sido aceptada por nuestra legislacién positiva como el criterio que debe adoptarse para deslindar el alcance del precepto que consagra el articulo 9 de nuestro Cédigo Ci determinando el efecto retroactivo de la ley, dando solucién a los conflictos que resultaren de la aplicacién de leyes dictadas en diversas épocas. Asi de acuerdo a esta teoria en la aplicacién de la nueva ley “no se puede lesionar, si el legislador no le ha dado efecto retroactivo, los derechos adquiridos; pero si puede vulnera las facultades legales y las simples expectativas porque ni aquellas ni estas constituyen derechos que hayan entrado definitivamente a formar parte del patrimonio de una persona”. ((ALESSANDRI, SOMARRIVA y VODANOVIC, Tratado de Derecho Civil, Partes Preliminar y General, Tomo I, Editorial Juridica de Chile, Primera Edicién, Afio 1998, pag. 228). En las leyes relativas de los bienes el principio de la no retroactividad y de los derechos adquiridos toma toda su importancia. En efecto, cuando un bien se encuentra en nuestro dominio el legislador no puede arrebatarlo, ya que estaria despojando al titular de un derecho adquirido, existiendo al respecto un principio de inviolabilidad de la propiedad que lo impide conforme al articulo 19 N° 24 de la Constitucién Politica de la Republica. Sin embargo, no debe confundirse el derecho mismo con su ejercicio, su manera de usarlo 0 su modo de conservarlo, estas no son sino meras aptitudes que emanan del derecho mismo y que naturalmente quedan regidas por la nueva ley. El articulo 12 de la Ley de Efecto Retroactivo de Las Leyes, lo reafirma al sefialar que: “Todo derecho real adquirido bajo una ley y en conformidad a ella subsiste bajo el imperio de otra, pero en cuanto a sus goces y cargas..., prevaleceran las disposiciones de la nueva ley...”. Aplicada ésta disposicién al presente caso se concluye “que a los predios que conforme a la anterior ley no poseian la calidad de tierra indigena, quedando su propietario con la plenitud de las facultades legales que el dominio le confiere para el uso, goce y disposicién del bien de su propiedad, le resulta aplicable la nueva ley que los incorpora como tierras indigenas, sin que importe retroactividad, ya que con ello no se despoja a su titular de su dominio, que por cierto lo mantiene; sin embargo, ve restringido 0 limitado sus facultades legales no ejercitadas sobre el bien, lo cual esté permitido, segtin lo dispuesto por el citado articulo 12 y los principios que inspiran la sucesin de leyes en el tiempo en relacin a los bienes en nuestro ordenamiento juridico positive. En efecto, la teoria o doctrina de los derechos adquiridos y de las simples expectativas, que fundamenta aquella disposicién, indica que no hay retroactividad cuando por aplicacién de la nueva ley, sélo se vulneran meras facultades legales para ejercer ciertos derechos, pues solo el ejercicio de una facultad legal ido”. (NECULMAN MUNOZ, Marcelo, Profesor de Derecho Indigena. Apuntes de Clases. Afio 2005) IIL.- Debido a su calidad de tierra indigena del LOTE “b” de 59 dreas de superficie, a partir de la entrada en vigencia de la actual Ley Indigena N°19.253, esto es, el 5 de octubre de 1993, no puede ser enajenado validamente, cualquiera, sea el titulo, a deriva en un derecho adq una persona natural no indigena o persona juridica, que no sea una comunidad indigena, voluntaria o forzadamente, por prohibirlo expresamente el articulo 13 inciso 1° de la citada Ley. El articulo 13 inciso 1° del citado texto legal dispone: “Las tierras a que se refiere el articulo precedente, - se refiere a las tierras indigenas definidas en el articulo 12 -, por exigirlo el interés nacional, gozaran de la proteccién de esta ley y no podran ser enajenadas, embargadas, gravadas ni adquiridas por prescripcién, salvo entre comunidades o personas indigenas de una misma etnia. Ahora bien, de acuerdo al inciso final del articulo 13, ya citado, los actos y contratos celebrados en contravencién a dicho articulo adoleceran de nulidad absoluta, quedando comprendidas en ella, tanto el titulo traslaticio cualquiera sea su naturaleza que anteceda a la enajenacién como la inscripcién de dicho titulo en el Registro de Propiedad, en cuanto tradicién del dominio del inmueble. En el presente caso, la demandante Irma Epulef Railef, ha enajenado una tierra indigena a una persona no indigena como es el demandado don Peter Krinner, en virtud de un titulo traslaticio, como es un contrato de compraventa, adquiriendo éste Ultimo el dominio por un modo derivativo, la tradicién, en conformidad a lo dispuesto por el articulo 670 del Cédigo Civil. En éste caso la compraventa es nula de nulidad absoluta de acuerdo al inciso final del articulo 13 de la Ley N° 19.253, por haberse realizado en contravencién a lo dispuesto en el inciso 1° del mismo articulo, que prohibe la enajenacién de tierras indigenas a personas no indigenas 0 personas juridicas que no sean comunidades indigenas, lo mismo que la tradicién efectuada en virtud de la inscripcién del titulo. Pero, aunque la ley no dispusiera expresamente esta sancién, se llegaria a la misma conclusién aplicando las siguientes normas: hemos visto que el articulo 13 de la Ley N° 19.253 prohibe la enajenacién de las tierras indigenas a personas no indigenas naturales 0 juridicas. £1 articulo 1810 del Cédigo Civil plicable a la especie dispone que pueden venderse todas las cosas corporales o incorporales cuya enajenacién no esté prohibida por la ley; luego a contrario sensu la venta de tierra indigena hecha a persona no indigena es un contrato prohibido por la ley. De acuerdo al articulo 10, los actos que prohibe la ley son nulos y de ningiin valor; a lo cual el articulo 1466 agrega que hay objeto ilicito en todo contrato prohibido por las leyes. El articulo 1682 por su parte dispone que la nulidad por un objeto ilicito es nulidad absoluta. Por dltimo de acuerdo al articulo 675 si es nulo el titulo traslaticio de dominio, en el presente caso la compraventa, respecto de la persona a quien se confiere, resulta igualmente nula la tradicién o enajenacién consiguiente. En relacién a esto Ultimo cabe tener presente que de conformidad a lo dispuesto en el articulo 728 del Cédigo Civil, dentro de las tres formas concebidas por el legislador para hacer cesar la posesién inscrita, figura el decreto judicial, que no es otra cosa que la sentencia judicial que declara la nulidad de la inscripcién, la que se materializa registralmente mediante una subinscripcién practicada al margen del titulo inscrito, que la cancela materialmente, haciendo revi la inscripcién anterior que habfa sido cancelada virtualmente, todo ello debido al efecto propio de la nulidad de retrotraer las cosas al estado anterior a la ejecucién del acto 0 contrato nulo. Finalmente, el articulo 1683 del Cédigo Civil legitima en el ejercicio de la accién de nulidad absoluta a todo el que tenga interés en la declaracién y si bien Ia ley no califica la naturaleza del interés que se requiere en el peticionario, se ha impuesto la tesis de un interés de carcter patrimonial directo con la declaracién de nulidad, lo cual naturalmente se da en la demandante al ser parte del contrato cuya nulidad se reclama, por el provecho o utilidad que obtiene si el negocio no produce los efectos que le son propios, sin embargo, es importante mencionar el convenio 169 sobre Pueblos Indigenas y Tribales en Paises Independientes, que establece normas especiales de proteccién de las tierras indigenas en los articulos 13 y 14, ya que sus disposiciones determinan que la legitimacién activa se amplia cuando se trata de perseguir la nulidad de aquellos actos que contrarian las normas de proteccién de las tierras indigenas, en que el interés general de la sociedad es suficiente para legitimarse. POR TANTO, En mérito de lo expuesto, disposiciones legales invocadas, y lo dispuesto en los articulos 56 y siguientes de la Ley N° 19.253 y demas pertinentes del Cédigo de Procedimiento Civil, RUEGO A US, se sirva tener por interpuesta por mi representado dofia IRMA EPULEF RAILEF, ya individualizada, demanda de nulidad absoluta por objeto ilicito del contrato de compraventa singularizado en el cuerpo del escrito, en contra de don PETER KRINNER ya individualizado, y, en juicio especial indigena, y previos los trdmites de rigor, en definitiva declarar: 1.- Que el contrato de compraventa contenido en la escritura publica de fecha 23 de Enero de 2006, otorgada en Pucén, ante el Notario Publico Titular don Luis Enrique Espinoza Garrido, Repertorio N° 84-2006, actuando, como vendedor, dofia IRMA EPULEF RAILEF y, como comprador, don PATRICIO ALBERTO BAEZA PALMA, recaida sobre el predio rural denominado LOTE “b” de 59 dreas de superficie, es nula de nulidad absoluta por objeto ilicito, al contravenir lo dispuesto en el articulo 13 inciso 1° de la Ley N° 19.253, en relacién inciso final del citado precepto legal, toda vez que el predio objeto de la compraventa es tierra indigena, segtin lo dispuesto por el articulo 12 N° 1, letras b), c) yc) del cuerpo legal citado y el comprador no es persona indigena de acuerdo a lo dispuesto por el articulo 2 del mismo texto legal o en los términos que US., estime mas convenientes. 2.- Que como consecuencia de lo anterior la inscripcién del titulo de la compraventa a nombre del demandado don PETER KRINNER, rolante a fojas 717, N° 512 del Registro de Propiedad del afio 2006 del Conservador de Bienes Raices de Pucén, es igualmente nula, en conformidad al articulo 675 del Cédigo Civil, 0 en los términos que US., estime més convenientes. 3.- Que el sefior Conservador de Bienes Raices de Pucén deberé proceder a cancelar materialmente la inscripcién indicada en el numero anterior, poniéndose término a {a posesién inscrita, en conformidad al articulo 728 inciso 1° del Cédigo Civil, 0 en los términos que US., estime mas conveniente. 4.- Que, por cuanto Ia declaracién de nulidad retrotrae a las partes al estado en que se hallaban con anterioridad al acto 0 contrato nulo, como lo dispone el articulo 1687 del Cédigo Civil, debe concluirse que la vendedora dofia Irma Epulef Railef, es la duefia del predio vendido, ya que tenia tal calidad al momento de celebrarse la compraventa nula y esa situacién se mantiene, debiendo el demandado restituir el predio comprado dentro de tercero dia a contar de la fecha en que quede ejecutoriada o cause ejecutoria la sentencia que se dicte en estos autos, bajo apercibimiento de ser lanzado él 0 cualquier ocupante a su nombre, con auxilio de la fuerza publica en caso necesario, si no lo hicieren o en los términos que US., estime mas convenientes. 5.- Que el demandado debe pagar las costas de la causa. SEGUNDO OTROS: En conformidad a lo dispuesto en el articulo 280 del Cédigo de Procedimiento Civil, RUEGO A S.S. se sirva ordenar se mantenga como precautoria la medida prejudicial de prohibicién de celebrar actos y contratos sobre el Bien Raiz inscrito a fojas 717, con el numero 512, del Registro de Propiedad del aio 2006 del Conservador de Bienes Rafces de Pucén, decretada en estos autos caratulados “EPULEF RAILEF IRMA CON KRINNER, PETER”, Causa Rol N° C-267-2015 y requerida de inscripcién por competente receptor judicial al sefior Conservador de Bienes Raices de Pucén con fecha dos de septiembre de 2015. TERCER OTROSS: Sirvase S.S. tener presente que mi personeria para actuar a nombre de dofia Irma Epulef Railef, consta de mandato judicial constituido intra processum en los autos caratulados “EPULEF RAILEF IRMA CON KRINNER, PETER”, Causa Rol N° C-267-2015, seguida ante este mismo Tribunal, que solicito tener a la vista.

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