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No Habia Ningun Necesitado

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“No había entre ellos ningún neeesitado”:

La norm atividad de la com unidad


de bienes en Hechos 2-6

Mauricio Acuña
Misionero
Querétaro, México

La com unidad de bienes en H echos 2 y 4 se ha interpretado com o un expe-


rim ento so c ia l que fracasó, una idealización lucana no realista o unafuente
de p rin cipios valiosos p a ra hoy, p ero po c a s veces com o una prá c tic a cjue se
debe imitar. Sin embargo, su norm atividad se m ira p o r su relación estrecha
con la teología económ ica d el Evangelio de Lucas, su p a p e l fun dam ental en
la vida de la p rim e ra ig le s ia y la m anera en que se presen ta en H echos 2:42-
47 y 4:32-37. D e esta conclusión se desprende una serie de im plicaciones
p a ra las iglesias y su m isión hoy.
P alabras clave: Com unidad de bienes, Lucas 12:33, H echos 2:44-45, 4:32-
35, D euteronom io 15:4

The com m unity o f goods in A cts 2 and 4 has been in terpreted as a social
experim ent th atfailed, an unrealistic Lukan idealization, or a source o fv a -
luable prin ciples f o r today, but rarely as a p ra ctice that sh ould be imitated.
However, its norm ativity is seen in its H ose relationship with the G ospel o f
Luke's econom ic theology, its fun dam ental role in the life o fth e fir s t church,
and the w ay /'/ is p resen ted in A cts 2:4 2 -4 7 and 4:32-37. This conclusion
leads to a series o f im plications f o r the churches a n d their m ission today.
K ey w ords: Com munity ٠/ £ ‫ﻣﺼﻢ‬ Luke 12:33, A cts 2:44-45, 4:32-35,
D euteronom y 15:4

IN T R O D U C C IÓ N

Este artículo argum entará que la práctica de la com uuidad de


bienes en la iglesia de Jerusalén, descrita en H echos 2:44-45 y
4:32-37, es norm ati¥a para las iglesias de hoy. ?rim ero repasa in-
tei^retaciones tradicionales al respecto y luego expone y defiende
una interpretación alternat‫؛‬¥a.
36 KAIROS No. 48 / enero - junio 2011

IN TER PR ETA C IO N ES TR A D IC IO N A LES

Hay dos c o cien tes p^ncipales de ¡oterpretacióo del llamado


“fondo com ún” m eneionado en Hechos 2:44-45 y 4:32-37. La ‫؛‬٢٢ -
m era niega su utilidad h itó r ic a y su norm atividad para las iglesias
de hoy, m ientras que la otra 10 evalúa más positivam ente pero no
‫ اه‬punto de afirm ar su normatividad hoy.

Inte^retacíones que niegan


la normatividad de los pasajes

Los autores más radicales consideran que el fondo común de


la prim era iglesia en Jerusalén fue un rotundo fracaso. Este tipo
de acercamiento se resum e en un comentario sobre H echos 2:44
en una Biblia de estudio católica:

?osiblem ente Lucas se está r ^ rie n d e a varios casos que suscitaron ad-
miración, pero que no fueron la regla general. Jesús no había pedido
esta puesta en común; sin embargo en tiem pos posteriores ha sido un
aguijón o ٧٨ reproche para las comunidades cristianas, ?arece que desde
٧٨ punto de vista económ ico el resultado fue negativo; tal vez vivieron
en una santa despreocupación hasta el día en que todo su capital se con-
su m ió... Desde luego fue ٧٨ fracaso, pero fue bueno haber corrido el
riesgo; 10 m ismo pasará a 10 largo del tiempo con innumerables ensayos
parecidos■'

Así tam bién en un tratado sobre herm enéutica escrito ٢٠٢ un evan-
gélico:

Que la experiencia comunitaria de la primera iglesia cristiana no tuvo


carácter normativo se desprende de la ausencia de datos confirmantes
en tiem pos posteriores. Cuando la “iglesia madre” se vio más adelante
en apuros económ icos, la solución no vino de una ampliación del siste-
ma comunal a las restantes iglesias locales, sino de ofrendas enviadas a
Jerusalén desde diversos lugares (11:27-30; Ro. 16:1-4; 2 Co. 8:1-4; 9:1
y ss.).2

Así, algunos sostienen que el “experim ento com unitario” de


‫ ا‬La Biblia Latinoamericana, Nuevo Testamento (Estella, Navarra: San ?a-
blo y Editorial yerbo Divino, 2005), 296.
2 José M. Martínez, Hermenéutica bíblica (Terrassa, Barcelona: Editorial
CL1E, 1984), 475.
“No había entre ellos ningún neeesitado” 37

la iglesia prim itiva pronto fne abandonado por haber resultado


no funcional, e incluso contraproducente.^ Se argum enta ‫ ؟‬ue
la incapacidad de la iglesia de Judea de hacer frente al hambre
profetizada en Hechos 11:27-30 se debía a que sus m iem bros se
habían desprendido de todo su capital,4)‫ ׳‬que la pobreza que les
sobrevino tiem po después se debió a 10 m ism o, en parte al menos.
Sin rocursos para hacer frente a la nueva situación de necesidad,
tuvieron que depender de la caridad de sus herm anos cristianos en
otros lugares.‫؟‬
Por otra parte, ١٦^) intérpretes que han visto en estos pasajes
una idealización no realista de la vida de los prim eros cristianos.
Según Bosch,

Lucas presenta un cuadro de la iglesia com o él piensa que debe ser y


no tanto com o realmente es. Pero, aun si su cuadro resulta idealizado,
no cabe duda de que esta comunidad incipiente era una confraternidad
extraordinaria/'

Esta interpretación se basa en paraleles entre la narración de


H eches ‫ﺗﻤﺮ‬fuentes griegas donde filósofos com o ?latón, Aristóteles
‫ ﻣﺮ‬especialm ente ?itágoras establecen cóm o debe ser una com uni-
dad ideal.7
3 George E. Ladd, ‘،Los Heehos de los Apóstoles”, en El comentario bíbli-
CO Moody, Nuevo Testamento, ed. Everett F. Harrison (Chicago: Editorial Moody,
1971), 195; James E. Giles, Bases bíblicas de la ética (El Paso: Casa Bautista de
Publieaciones, 2000), 238; James L. Garrett, Teología sistemddca (El Paso: Casa
Bautista de Publicaciones, 2000), 2:387.
4 Blomberg cita como ejemplos de esta postura a w. ٨ . Criswell, Acts: An
Exposition (Grand Rapids: Zondervan Publishing House, 1978), 113-119, y a
Everett F. Harrison, Interpreting Acts: The Expanding Church (Grand Rapids:
Zondervan Publishing H ouse, 1986), 98-99. Craig L. Blomberg, Ni pobreza ni
riquezas (Terrassa, Barcelona: Editorial CL1E y Publicaciones Andamio, 2002),
234‫ ؛‬idem, “Las posesiones materiales en el cristianismo primitivo”, Kairos 25
(julio-di^embre 1999): 9-10.
5 F. F. Bruce, Hechos de los Apóstoles (Buenos Aires: Nueva Creación,
1998), 122; Justo L. González, Hechos de los Apóstoles, Comentario Bíblico Ibe-
roamericano (Buenos Aires: Ediciones Kairós, 2000), 120‫ ؛‬Juan c. Varetto, Los
Hechos de los Apóstoles explicado (Buenos Aires: Editorial Evangélica Bautista,
1952), 53.
6 David Bosch, Misión en transformación (Grand Rapids: Libros Desafío,
2000), 155. Véase también Joseph A. Fitzmyer, Los Hechos de los Apóstoles (Sa-
lamanca: Ediciones Sígueme, 2003), 1:426.
7 Richard j. Dillon y Joseph A. Fitzmyer, “Hechos de los Apóstoles”, en
Comentario bíblico San Jerónimo, Nuevo Testamento //, ed. Raymond E. Brown,
38 KAIROS No. 48 / enero - junio 20 1‫ا‬

O tros han presentado argum entos que perm iten desestim ar e


incluso desechar com pletam ente estas interpretaciones negativas
de la com unidad de bienes. Aquí 10 más que podem os hacer es
rem itir al lector a esos autores ‫ ﻣﺮ‬sus análisis.® La conclusión de
K eener es particularm ente pertinente:

A qaellos que argumentaron que la iglesia pr‫؛‬miti¥a com etió un error en


2:44-45 están leyendo sus propios puntos de vista acerca de la Biblia;
no están escuchando el mensaje de Lucas, debido a que él describe este
estilo de vida radical com o resultado del derramamiento del Espíritu.^

Interpretaciones que extraen principios de tes pasajes

Otros autores han entendido Hechos 2:44-45 37-4:32 ‫ ﻣﺮ‬de una


form a más positiva. A،‫؛‬n sin reconocer la norm atividad de las ex-
periencias narradas en estos pasajes, ven en ellas principios per-
tinentes para las iglesias de nuestros tiem pos. Así, René Padilla
escribe 10 siguiente acerca de Hechos 2:45:

Si bien el pasaje es descriptivo, no prescriptivo, ilustra bien cóm o la C0 -


munión cristiana que surge de una común experiencia del Espíritu afecta
las relaciones personales hasta incursionar en el campo econ óm ico.1"

G eorge Ladd se une a esta m anera de pensar al afirmar que el


sentido de com unión expresado en el “experim ento social” de la
com unidad de bienes debería asum ir otras form as de expresión en
situaciones históricas diferentes." dohn Stott sugiere que no todos
Joseph A. Fitzmyery Roland E. Murphy (Madrid·' Ediciones Cristiandad, 1972),
459.
* Entre ellos están Blomberg, Ni pobreza, 233-41; González, Hechos,
118-22; Heinrich A. Mertens, Manual de la Biblia (Barcelona: Editorial Herder,
1989), 432; F. F. Bruce, “Los Hechos de los Apóstoles”, en Nuevo comentario
bíblico, ed. D. Guthrie et al. (El Paso: Casa Bautista de Publicaciones, 1977),
722-25; Craig s. Keener, Comentario at contexto cultural de la Biblia: Nuevo
Testamento (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2003), 328; Bruce, Hechos, 122‫؛‬
c. René Padilla, Economía humana y economía del Reino de Dios (Buenos Aires:
Ediciones Kairós, 2002), 24.
9 Keener. Comentario. 328■
10 c. René Padilla, Samuel Escobar y Pedro Arana Quiroz, El Trino Dios y
la misión integral (Buenos Aires: Ediciones Kairós, 2003), 141.
‫ ا ا‬George E. Ladd, Teología del Nuevo Testamento (Terrassa, Barcelona:
Editorial CLIE, 2002), 482.
“N(} había entre ellos ningún necesitado” 39

١٠$ d isc íp u ^ s de C risto están llam ados a desprenderse de sns ٢٠‫־‬


sestones m ateriales para ayudar a tos n e e e s ita ^ s , pero, com cu-
tando Hechos 2:45-46, señala que la m ism a com pasión que tenía
la iglesia p rim it^ a para cuidar de tos pobres y com partir generosa
y ¥ 01untariam ente debería caracterizar a tos creyentes de todos tos
tiem pos.٧ to stó G onzález y Craig Blom berg tam bién concluyen
que hoy debem os buscar form as de aplicar tos principios expre-
sados en Hechos 2:44-45 y 4:32-37, sto necesariam ente copiar la
práctica de la com unidad de bienes.‫دا‬
Aún Bosch, quien piensa que Lucas '،idealizó” la experiencia
com unitaria de la iglesia prim ittoa, puede extraer principios mi-
sionotogicos im portantes de ella.

Lacas no se cansa de recordarnos la actitud acrificia l prevaleciente en


los primeros días de la Iglesia en Jerusalén (Hech. 2:44s.4:32 ‫)؛‬, con el
resultado de que no había ningún necesitado entre todos ellos (4:34). Si
los cristianos ricos de hoy sólo practicasen la solidaridad con los cristia-
nos pobres, para no mencionar los [miles de m illones] de pobres no cris-
tianos, ello en sí sería ٧٨ poderoso testimonio misionero... £1 evangelio
٨٠ puede ser buenas nuevas si los testigos son incapaces de discernir la
problemática real y las preocupaciones de los marginados.'^

El docum ento redactado ٢٠٢ tos 85 líderes e¥angélicos de


27 países que participaron en la C onsulta Internacional sobre un
Estilo de ¥‫؛‬da Sencillo en 1980 es representativo de la m anera en
que m uchos evangélicos entienden hoy la com unidad de bienes
del libro de Hechos. Con referencia a H echos 4:32-37 dice:

Este principio de ٧٨ compartir generoso y desprendido, expresado en


el ponernos nosotros m ism os y nuestros bienes a la disposición de los
necesitados, es una característica indispensable de toda iglesia llena del
Espíritu.'‫؛‬

‫ ﺀا‬John Stott, Señales de una iglesia viva (Buenos Aires: Ediciones Certeza.
2004), 15.
13 González, Hechos, 93‫ ؛‬Blomberg, Ni pobreza, 232-33.
14 Bosch, Misión en transformación, 153.
15 Comisión de Lausana para la Evangelización Mundial, Compromiso
evangélico con un estilo de vida sencillo (San José, Costa Rica: Visión Mundial
Internacional, 1987), 22.
40 KAIROS No. 48 / enero - junio 2011

Luego m encioua com o im plicacioues prácticas provenientes de


este “ principio” que los cristianos más pudientes se com prom etan
a hacer más para aliviar las necesidades de los creyentes menos
privilegiados, y que las iglesias e instituciones paraeclesiásticas
busquen form as de llevar a cabo sus funciones adm inistrativas
con un m ínim o de gastos en viajes, C im entación y alojam iento.^
A pesar de su perspectiva positiva hacia el m ensaje de los pa-
sajes bajo estudio, estos autores y escritos se quedan cortos en
cuanto a la norm atividad del fondo com ún para las iglesias de hoy.
A continuación se presenta otra m anera de entender esta práctica.

IN T E R P R E T A C IÓ N P R O PU E S T A

Se presentarán a continuación tres clases de argum entos para


validar la im portancia de la com unidad de bienes tanto en el libro
de Hechos com o en el tiem po presente. £ ١prim er argum ento pro-
viene de unir la práctica narrada en Hechos con la teología eco-
nóm ica del £vangelio de Lucas; el segundo, de m ostrar el papel
fundam ental que la com unidad de bienes ju g ab a en la vida de la
prim era iglesia; y el tercero, de un análisis de Hechos 2:42-47 y
4:32-37, los dos pasajes clave sobre el tema.

La co m u n id a d de bienes y
la teología econ ó m ica de Lucas

En su Introducción al Nuevo Testamento , publicada original-


m ente en inglés en 1964, £ v erett H arrison afirmó que “uno de
los rum bos m ás fructíferos para los estudios futuros está posible-
m ente en el área de una com paración paciente y detallada entre el
£ v an g el‫؛‬o de Lucas y el libro de H echos ”.'‫ إل‬D esde entonces han

16 Ibid.
17 Everett F. Harrison, Introducción al Nuevo Testamento (Grand Rapids:
Libros Desafio, 2002), 246. Este artículo presupone que el tercer Evangelio y
el libro de Hechos Fueron escritos por un mismo autor; véanse ibid., 190-95; L.
Stanford Drth y Ricardo Eoulkes, ‘،Evangelio de Lucas”, Diccionario ilustrado
de la Biblia (Miami: Editorial Garibe, 19??), 385; e L H. Marshall, “Evangelio de
Lucas”, Nuevo diccionario bíblico (Barcelona: Ediciones Certeza, 1991), 828-29.
“No había entre ellos ningún necesitado” 41

sido m uchos ios que se hau dado a esta tarea.'* Han descubier-
to que Lucas quiere que veam os en Hechos la continuación y el
cum plim iento de m uchos tem as introducidos en su Evangelio.'‫؟‬
Sin embargo, aunque se reconocen cada vez más las corres-
pondencias literarias y teológicas entre los dos libros, no se ha lie-
vado hasta sus últimas consecuencias la estrecha relación entre la
teología económ ica del Evangelio y las prácticas de la iglesia en
Hechos. Algunos sí han visto cierta relación entre estas dos cosas,
pero no interpretan los pasajes pertinentes de Hechos partiendo de
la teología económ ica de L ucas.^
Aquí radica la tesis central de esta parte del ensayo: la
com unidad de bienes practicada por la iglesia de Jerusalén era
cum plim iento literal de m andatos económ icos de Jesús registrados
por Lucas en su Evangelio^' y, por tanto, m odelo norm ativo para
la iglesia de nuestro tiem po. Lo que hicieron aquellos primeros
creyentes fue sim plem ente organizar su vida com unitaria en
los térm inos económ icos que Jesús mism o les había indicado y

Desde una perspeetiva misinnológiea, véanse David Boseh, Misión en


transformación, 113-158; Dnnald Senior y Carroll Stuhlmueller, Biblia y misión
(Estella, Navarra: Editorial Verbo Divino, 1985), 345-?8; ‫ ﻣﺪ‬Pablo Davies, “La
misión en el Evangelio de Lucas ‫ ﻣﺪ‬en los Hechos”, en Bases bíblicas de la misión,
ed. c. René Padilla (Buenos Aires: Nueva Creación, 1998), 249-?2.
٠٠ Uno de los paralelos principales que se han notado tiene que ver con la
continuación del ministerio de Jesús por parte de sus discípulos. El propósito
de estos paralelos es mostrar “que los discípulos siguieron haciendo la obra de
Jesús'’. Matthew c. Williams, “Teología de Lucas”, Kairos 37 (julio-diciembre
2005): 90. Para Senior ‫ ﻣﺪ‬Stuhlmueller esa conexión entre la historia de Jesús ‫ﻣﺪ‬
la de la iglesia que nació después de Pentecostés constituye la “nota clave” de la
teología de la misión en Lucas. Senior y Stuhlmueller, Biblia y misión, 347. Este
ensayo aplica ese mismo concepto a la vida económica de la primera iglesia.
20 Véase, por ejemplo, Francois Bovon, El Evangelio según San Lucas (Sa-
lamanca: Ediciones Sígueme, 2002), 2:341, 384.
21 Esta es también la tesis de Richard B. Hays, The Moral Vision ofthe New
Testament (Nueva York: H ^ r Collins, 1996), 123-25, 464-65. Véanse también
John A. Martin, “Lucas”, en El conocimiento bíblico: Un comentario expositivo;
Nuevo Testamento, ed. John F. Walvoord y Roy B. Zuck (Puebla: Ediciones Las
Américas, 1996), 1:312‫ ؛‬y Wolfgang Schräge, Etica del Nuevo Testamento (Sala-
manca: Ediciones Sígueme, 1987), 197.
42 KAIROS No. 48 / enero - junio 2011

ejem plificado.22 Así que, prim ero hay que sintetizar esa teología
económ ica que sirvió com o fundam ento para la com unidad de
bienes.
£ ١ tem a económ ico aparece repetidas veces a 10 largo del
£vangelio de Lucas. Hay por 10 m enos doce pasajes importan-
tes: las respuestas de ]uan el B autista (3:10-14), el serm ón del
llano (6:20-36), las acusaciones de Jesús a los líderes religiosos
(11:37-54), la petición para que Jesús intervenga en una disputa
sobre una herencia (12:13-21), la enseñanza a no afanarse por las
necesidades básicas (12:22-31), la exhortación a hacer tesoros en
el cielo (12:32-34), las parábolas del m ayordom o infiel (16:1-15)
y de las diez m in a s (1 9 :ll-2 7 ), la narración sobre el rico y Lázaro
( 1 6 : 1 9 3 1 ‫ )־‬y l a s historias del jo v en rico(18:18-30), Z a q u e o (1 9 :l-
10) y la viuda pobre (21:1 -4). Un detalle que m uestra la importan-
cia del tem a económ ico para Lucas es que, de estos doce pasajes,
nueve son exclusivos de su £vangelio (3:10-14; 6 :2 0 -3 6 1 1 :3 7 ‫؛‬-
54; 11-27 ,19:1-10 ;19-31 ,16:1-10 ;3 32,
4‫ ا ־‬2 : ‫ ا‬32‫ا־‬ ).
En estos pasajes, oraciones stre c h a m e n te relacionados con la
práctica de la com unidad de bienes en Hechos ^ -6 se hallan en
3:11 (،،£1 que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene
com ida, haga 10 m ism o”); 6:30 (“A todo el que te pida, dale”), 35
(“Presten, no esperando nada a cambio; y será su recompensa grande,
y serán hijos del Altísim o'’) 1:41 ‫؛‬١ (“Den limosna”);^ 16:9 (“Hagan
amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando falten,
los reciban en las moradas eternas”);**y 19:8 (“Señor, la mitad de
mis bienes daré a los pobres”). Particularm ente relevante es Lucas
12:32-34. Después de un resum en de los aspectos más importan-
tes de la teología económ ica lucana se analizará esto texto con
m ayor profundidad.
Lucas presenta seis principios fundam entales en el “discipu-
lado económ ico” de su £vangelio. (1) Tanto el arrepentim iento
( 3 : 8 - 1 4 9 -19: 8 ‫ )؛‬com o la piedad (11:39-41; 21:1-4) tienen m ani­
22 Varios autores reconocen que el modelo de la comunidad de bienes tiene
su antecedente en la vida comunitaria económica de Jesús y sus discípulos (cp.
Le. 8:1-3). Blomberg, Ni pobreza, 232‫ ؛‬Bruce, Hechos, 92-93.
23 Sobre esta frase, véase la nota 28.
24 Estos “amigos” que tos discípulos (a ellos está dirigida la parábola, cp. V.
1) deben hacer por medio de sus posesiones materiales están representados por
Lázaro en el relato de tos vv. 19-31
“No había entre ellos ningún necesitado” 43

festaciones económ icas concretas. Entrañan una transform ación


radical en el uso de los bienes m ateriales, ^ O c u la rm e n te en be-
neficio de los necesitados. (2) Los genuinos discípulos de Jesús
deben caracterizarse por m anifestar el am or aun a sus enem igos
en térm inos económ icos prácticos (6:27-36). (3) La avaricia im-
pide tener una correcta relación con □ ios, e incluso puede cerrar
la entrada al Reino (12:13-21; 16:13). El uso de los bienes ma-
teriales es un buen indicio de la relación con Dios ( 1 6 3 1 -‫ت‬1‫) و‬.
(4) Los discípulos deben evitar toda preocupación ansiosa por sus
necesidades básicas, confiando en que su ?ad re les proveerá todo
10 que necesiten (12:22-3 ١). (5) Los discípulos son llam ados a re-
nunciar a sus posesiones por seguir a Jesús (12:32-34; 14:33; ver
los ejem plos específicos en 5:11, 27-28; 9:57-62). D eben usarlas
para beneficio de los m ás necesitados, y no de m anera egoísta.
Este principio se aplica especialm ente a los ricos que deseen ser
discípulos (18:18-30; 19:1-10). (6) Los discípulos fieles en el uso
de sus posesiones ahora serán prom ovidos y recom pensados en
el Reino futuro, pero los infieles en este aspecto serán castigados
) ‫ ا‬6:1 ‫ ا ־‬5 ‫ ت‬1‫ و‬1:‫ ا‬27-(.
?recisam ente la vivencia concreta de estos principios de dis-
cipulado económ ico es 10 que se aprecia en la com unidad de bie-
nes de los prim eros creyentes. Particularm ente, ellos se tom aron
muy en serio el m andam iento expresado en 12:33: ‘P e n d a n sus
posesiones y den lim osnas” .^ Sobre este texto se centrará ahora
la atención.
En 12:13-34 Jesús establece tres niveles de desprendim iento
económ ico en un proceso de com prom iso ascendente: (1) no a la
avaricia y acum ulación egoísta de riquezas (vv. 13-21); (2) no a
la preocupación por necesidades básicas (vv. 22-31); (3) vender
las posesiones y dar lim osna para de esta m anera hacerse tesoro
25 También Fitzmyer relacinna 12:33 con la práctica de la comunidad de
bienes en Hechos: “En el libro de los Hechos, especialmente en los primeros
capítulos, Lucas describiría la vida de la naciente comunidad cristiana como una
práctica de este mismo principio (cf. Hch. 2 , 4 2 - 4 ? 3 5 -4, 32 ‫”)؛‬. Sin embargo, en
su perspectiva el caso de Ananias y Safira (Hch. 5:1-11) vino a romper con esta
práctica comunitaria. Joseph A. Fitzmyer, El Evangelio según Lucas (Madrid:
Ediciones Lristiandad, 198?), 3 : 4 ? 1 2 ? ‫־‬.Como se recordará, en sus comentarios
sobre Hechos Fitzmyer presenta la comunidad de bienes como un ideal más que
una realidad (ver notas 6 y ? arriba).
44 KAIROS No. 48 / enero - junio 2011

en el eiele ( ٧٧. 32-34). La expresión “ser r‫؛‬oo para con D ios” ( ٧.


21) encuentra su explicación en el ٧. 33: significa hacerse tesoro
en los cielos dando lim osna a los necesitados. ? ٠٢ su parte, el
contexto posterior indica que un d sp re n d im ie n to sem ejante es
posible únicam ente con una p e rsp e c t^ a c c a to ló g ic a adecuada,
una e x p e c ta t^ a a c t^ a del regreso del Señor (٧٧. 35-48).
El prim er m andato de Jesús a sus discípulos en los ٧٧. 32-34 es
a ٨٠ tem er por su propio bienestar económ ico y m ater‫؛‬al,^p u es el
Dios que ha prom etido suplir sus necesidades si buscan su Reino
( ٧٧. 22-31) tam bién ha tenido a bien dárselo.^ De m anera que el
Reino ya les ha sido dado (٧٠ 32), pero tam bién se les exhorta a
buscarlo ( ٧. 31), y esta búsqueda tiene que ٧e٢ con el uso de sus
bienes ( ٧٧. 33-34). ٨١ llam ar a sus discípulos “m anada pequeña”,
Jesús ٨٠ se refiere únicam ente al tam año del grupo (por cierto
pequeño en ese m om ento), sino tam bién a su fragilidad y depen-
dencia en Dios.
Luego Y ene el m andam iento p o s itiv (unido a la prohibición
de tem er): “¥endan sus pertenencias y den lim osnas a los necesi-
tados” ( ٧. 33).28 El cum plim iento de esta orden les perm itirá ha-
cerse tesoro en los cielos y tener bien orientado su corazón ( ٧٧.
33-34). Esto es precisam ente lo que hicieron los prim eros creyen-
tes en Jerusalén.^
26 La construcción gramatical ( 1‫؛‬nperat0¥‫ ؛‬presente con la partícula negativa
μή) puede expresar una cohibición de continuar una actividad en proceso (“de-
jen de temer”), o una prohibición de costumbre (“no teman nunca”). Daniel B.
Wallace, Gramática griega: Sintaxis del Nuevo Testamento, ed. Daniel s. Steff'en
(Miami: Editorial Vida, 2011), 574-76.
27 Según Keener, aquí ·Jesús probablemente usa un argumento judío de tipo
“cuánto más” (si Dios les da el Reino, cuánto más no suplirá todas las otras ne-
cesidades), pero también es posible que quiera decir que la bendición del Reino
futuro incluye la provisión fiel de Dios ahora. Keener, Comentario, 221.
28 Aquí los imperativos aoristos activos (πωλήσατε y δότε) pueden ser ‫؛־‬٨
gresivos (“comiencen a vender y dar”), o constativos, expresando mandamientos
solemnes ٠ urgentes (“solemnemente les encargo vender y dar”). Wallace, Gra-
mática, 568-70. El término ελεημοσύνην, traducida “limosna” en varias versiones,
tiene el sentido de “piedad, acción de ayudar a los necesitados”. Alfred E. Tuggy,
Léxico griego-español del Nuevo Testamento (El Paso: Editorial Mundo Hispano,
1996), 303. De ahí las traducciones “den a los necesitados” (DHH) y “den a los
pobres” (NVI). El término indica claramente a quién debe darse la limosna. La
frase δότε ελεημοσύνην también aparece en 11:41.
29 Bock arguiuenta que aunque esta exhortación se puso en práctica en He-
chos 2 y 4, la iglesia primitiva ١١٥ persistió en ella. En su perspectiva la prác-
“N© había entre ellos ningún neeesitado” 45

Papel de la comunidad de bienes en Hechos 2-7

El libro de los Heehos otorga más espacio a la iglesia en


Jerusalén (caps. 1-7) que a cualquier otra, siu duda porque se pre-
senta com o m odelo para todas las dem ás iglesias. Hay dos tem as
prom inentes e íntim am ente relacionados en el relato de su vida:
unidad y testim onio.
“Testim onio” sintetiza la m isión que Jesús encargó a sus pri-
meros seguidores (1:8). C onstituye su principal actividad hacia
fuera de la com unidad^ y recibe los m ayores ataques de parte de
la oposición (4:1-22; 5:17-41; 6:11-7:60). El propósito de esta
oposición es acallar el testim onio de la iglesia, destruir su misión
externa.
Por otro lado, la unidad es la principal cualidad interna de
la prim era iglesia,^ y la com unidad de bienes se convirtió en la
práctica más im portante y representativa de esta profunda unidad.
Lejos de ser un aspecto secundario, constituía una parte impres-
cindible de su vida interna. ¥ ale la pena ahondar un poco más en
este asunto.
Tan importante es la com unidad de bienes, que Lucas le dedica
cuatro secciones en los capítulos 2 -7 (2:43-47; 4 : 3 2 - 3 7 1 1 - 5: 1 ‫;؛‬
6:1-6). De los cuatro resúm enes en estos capítulos (2:42-47; 4:32-
37; 5:12-16; 6:7), los prim eros dos tienen que ver con la unidad
de la iglesia y su principal m anifestación, la com unidad de bienes.
A sí com o el testim onio externo fue am enazado por la
persecución, tam bién corrió peligro la unidad de la iglesia, y fue
tica en Hechos fue voluntaria, más bien que resultado de la obediencia a este
mandato. Harrell L. Bock, Luke, Baker Bxegetical Commentary on the New Tes-
tament (Grand Rapids: Baker Books, 1996), 2:1167. Por su parte, Hendriksen
no está de acuerdo con la aplicación general de este mandamiento a todos los
creyentes, pues de otra manera “muy pronto la iglesia se convertiría en una carga
para la sociedad”. Guillermo Hendriksen, El Evangelio según San Lucas (Grand
Rapids: Subcomisión de Literatura Cristiana, 1989), 3:644.
3‫ م‬Cp. el uso de los sustantivos μαρτύρων “testimonio” en 4:33 y μάρτυς
“testigo” en 1:8, 22; 2 : 3 2 2 2 : 2 5:32
3:15
0 ‫؛;؛‬ .
31 Cp. el uso del adverbio όμοθυμαδόν (“de común acuerdo, unánimemente,
juntos, todos a una”) en 1 : 1 4 5 : 1 4:242:46
2 ‫؛؛؛‬ . Gtras expresiones importantes son
€ïïl τδ αύτό “juntos” (2:1, 44) y καρδ،α καί ψυχή μ(α “un solo corazón y alma”
(4:32). Para nuestro propósito es particularmente importante la expresión άπαντα
κοινά “todas las cosas en propiedad común” (2 :4 4 4 :3 2 ‫)؛‬.
46 KAIROS No. 48 / enero - junio 201 ‫ا‬

precisam ente por dos problem as con la com unidad de bienes: la


m entira de A nanias y Safira (5:1-4, 8) y la re ^ r tic ió n deficiente
a las viudas helenistas (6:1). Tan im portante era proteger la
unidad de la iglesia y el fondo com ún que Dios quitó la vida a
Ananias y Safira (5:5, 9-10) y los apóstoles ordenaron la ^ ‫־‬im era
elección en la iglesia para conseguir adm inistradores idóneos del
fondo com ún (6:2-6). El crecim iento de aquella iglesia llega a su
clím ax precisam ente cuando se aseguran tanto la unidad com o el
testim onio (6:7). A partir de ahí la oposición se tornará tan feroz
que los creyentes deberán abandonar Jerusalén (8:1).
A la luz del papel fundam ental que la com unidad de bienes
cum plía en la vida de la prim era iglesia, iglesia presentada como
m odelo para todas las dem ás en la historia del cristianism o, el he-
cho de que aquella práctica com unitaria no se vuelve a m encionar
en Hechos no le resta im portancia. Si bien las condiciones histó-
ricas, sociales y económ icas de la iglesia de Jerusalén pudieron
hacer esta práctica más necesaria allí que en otros lugares, para
Lucas tós tem as de unidad y solidaridad radical van inseparable-
mente unido‫ ؟‬-

Análisis de Hechos 2:42-47 y 4:32-37

Hechos 2:42-47 constituye el prim ero de una serie de resú-


menes que aparecen a 10 largo del libro para m ostrar un cuadro
general del crecim iento de la iglesia.^ D escribe la vida de la pri-
mera com unidad de creyentes en Jesucristo surgida a raíz de la
experiencia del día de Pentecostés: venida poderosa del Espíritu,
serm ón de Pedro y bautism o de tres mil personas (2:1-41). Esta
iglesia surge por obra del Espíritu que Jesús envió como conse-
cuencia de su m uerte, resurrección y ascensión a la diestra del
Padre com o Sefior y Cristo (2:22-36).
La vida de estos prim eros r e y e n te s se resum e com o
“perseverancia’’^^ en la doctrina, com unión, partim iento del pan,
oraciones y reuniones en el Templo, con énfasis sobre todo en
32 González, Hechos, 87-88.
33 £1 partieipio προσκαρτ^ρουιπ^ς se repite en los vv. 42 y 46. Tuggy ofreee
como ttadueciones del verbo “perseverar en, dedicarse a, continuar en, acompa-
ñar continuamente, acudir con perseverancia, alistar”. Tuggy, Léxico, 824. Aquí
el participio indica continuidad y persistencia en las actividades enumeradas.
“No había e n te ellos ningún necesitado” 47

la com unión entre e llo s.^ E sta com unión constituía un modo de
¥Ída com partido, com o especifican ios ٧٧. 4 4 - 4 7 : (a) todos esta-
ban juntos, (b) tenían todas las cosas en com ún, (c) ٧endían sus
propiedades y bienes para repartirlos según la necesidad de cada
uno, (d) no dejaban de reunirse en el Templo para orar y adorar
(cp. 3 : 1 ) , (e) partían el pan en las casas, donde com ían juntos con
alegría y sencillez de corazón y (f) alababan a Dios y hallaban
el favor de todo el pueblo. En parte com o resultado de esta vida
com unitaria, ،،el Señor añadía cada día al núm ero de ellos los que
iban siendo s a lw s ” ( ٧. 4 7 ) . Su presencia en m edio de esta comu-
nidad era evidente por los m uchos m ilagros y señales que realiza-
ban los apóstoles ( ٧. 4 3 ) y recordada m ediante la celebración de
la ،،cena del Sefior” ^
Los datos principales d e r^ a d o s de 2 : 4 2 - 4 7 acerca de la C0 -
m unidad de bienes pueden resum irse de la siguiente manera: (1)
fue resultado de la m anifestación poderosa del Espíritu, quien dio
nacim iento a la com unidad cristiana, (2) era parte c o n s t i t u t e de
la vida de la prim era iglesia, caracterizada por la com unión expre-
sada de m últiples m aneras, (3) se dio por la presencia real y acte
del Señor 3esús entre ellos, ( 4 ) era una m anifestación de solidar‫־؛‬
dad y am or concreto conform e iban surgiendo las necesidades en-
tre los m iem bros de la com unidad y ( 5 ) contribuyó al crecim iento
num érico de la com unidad. La venta de propiedades y bienes no
significó un desprendim iento absoluto de una ٧ez por todas de
sus posesiones por parte de todos los m iem bros de la com unidad,
sino un ٧ender y com partir continuado (expresado en los verbos
en tiem po im perfecto en el ٧. 4 5 ) y voluntario (cp. 5 : 4 ) por parte
de algunos, según iban surgiendo las necesidades en el grupo .‫ذؤ‬
Así, la com unidad de bienes form ó parte im portante de la vida
de la iglesia desde sus m ism os inicios. ٨ partir de aquí, constituirá
el elem ento principal de la unidad de la iglesia de ‫ل‬e ٢usa ‫ا‬én.

34 Nótense las expresiones *‫ و‬κοινωνία “en la comunión” ( ٧. 42), ησαν €ïïl


το αύτό “estaban juntos” ( ٧. 44), €1χον άπαντα κοινά “tenían todas las cosas en
común” ( ٧. 44), ¿μοθυμαδόν “unánimes” (٧. 46) y μ^λάμβανον τροφής “comían
juntos” ( ٧. 46).
35 La manera más probable de entender “el partimiento del pan”. Bruce,
Hechos, 92.
36 González, Hechos, 89; Blomberg, Ni pobreza, 233.
48 KAIROS No. 48 / enero - junio 201 ‫أ‬

El segundo !‫־‬esum en, en 4:32-37, describe la Y da de esa CO-


m unidad cristiana en un am biente de oposición, persecución y
sufrim iento a m anos de las autoridades religiosas (4:1-5:42). De
nuevo, la característica más enfatizada es la unidad,^ m anifestada
a través de una solidaridad radical: “todas las cosas eran de pro-
piedad com ún” (v. 32 LBLA). Q uienes poseían tierras o casas las
vendían y daban el dinero a los apóstoles, ‫ ؟‬uienes 10 repartían a
los creyentes según sus necesidades (٧٧٠ 34-35; nótese el uso de
nuevo de verbos en tiem po im perfecto, indicando un vender y en-
tregar continuado). Bernabé se presenta com o ejem plo positivo de
esta generosidad (vv. 36-37), y A nanias y Safira como ejem plos
negativos de los abusos en que se podría caer cuando las acciones
de caridad se realizan con m otivación egoísta (5:1-1 ‫( ا‬. ‫®ت‬La prác-
tica de la com unidad de bienes iba acom pañada por el testim onio
poderoso y efectivo de la resurrección del Señor Jesús por parte
de los apóstoles (v. 33), de m odo que, com o en el pasaje anterior,
la unidad de la iglesia iba de la m ano con el testim onio hacia los
de afuera. El V. 34, al afirm ar que “no había ningún necesitado
entre ellos”, da a entender que la iglesia cum plió un ideal econó-
mico expresado por Dios para su pueblo Israel: “Entre ustedes no
deberá haber pobres” (Dt. 15:4 NV1).39
Las ideas más im portantes derivadas de este pasaje son: (1)
la com unidad cristiana en m edio de un am biente hostil y adverso
debe m ostrar una unidad real y profunda; (2) de nuevo la comu-
nión interna está unida al testim onio externo; (3) el ideal perse-
guido m ediante las m uestras de am or sacrificado es elim inar la
pobreza entre los m iem bros de la com unidad; (4) las personas con

37 Aquí aparece la frase que posiblemente resuma mejor la profanda unidad


de la primit^a iglesia: “la multitud de los creyentes era de un solo corazón y una
sola alma” (٧. 32). Aunque eran muchos, tenían un mismo pensar y sentir.
38 Lucas tiene la costumbre de entretejer sus resúmenes con ejemplos con-
cretos. González, Hechos, 124.
39 Simon ‫ل‬. Kistemaker, Hechos, Gomentario al Nuevo Testamento (Grand
Rapids: Libros Desafío, 1996), 120. £ s llamativo que el Evangelio de Lucas no
contiene las palabras de Jesús a sus discípulos — presentes en los otros tres Evan-
gelios— de que siempre tendrían los pobres con ellos (Mt. 26:11; Mr. 14:?‫ ؛‬Jn.
12:8). ¿?odría ser que Lucas considerara que estas palabras no se aplicaban a la
comunidad de la iglesia? Sea este el caso ٠ no, 10 que sí es cierto es que muchos
cristianos las toman como excusa para no ayudar a los necesitados. Evidentemen-
te los primeros creyentes no pensaban de la misma manera.
“No ١٦٤٨١٤١ entre ellos ningún neeesitado” 49

m ayor autoridad espiritual dentro del grupo eran los encargados


de adm inistrar y distribuir los fondos com unitarios5) ‫ )؛‬los líderes
deben ser los prim eros en poner el ejem plo de un dar generoso y
sacrificado (caso de B ernabé)‫ ؛‬y (6) así com o hay ejem plos positi-
vos de prácticas solidarias radicales, debe tenerse cuidado con las
falsas m otivaciones en este tipo de com unidad.
La pregunta que queda por contestar es si en el pensam iento de
Lucas esta vida com unitaria es norm ativa para la iglesia de todos
los tiem pos, o fue un caso aislado y único. M uchos intérpretes
consideran que no se puede sacar r o d a m i e n t o s ٠ normas de la
literatura narrativa.^ Sin em bargo, debe recordarse que Hechos
no es un libro únicam ente histórico, sino un libro histórico con
propósitos teológicos y una form a literaria particular. En la ٨¡‫־‬
terpretación de esta narrativa, deben tom arse en cuenta los tres
elementos: el histórico, el teológico y el literario.*‘ Lucas busca
no solam ente relatar sucesos, sino tam bién m óstrar su relevancia
para los lectores.
En el plano literario, es claro que Lucas quiere m ostrar la C 0 -
m unidad de bienes de los prim eros cristianos com o un caso positi-
٧٠, digno de ser imitado. ٨١ destacar la com unión en los primeros
dos resúm enes de la vida de la iglesia ( 2 : 4 2 - 4 7 3 7 -4: 32 ‫)؛‬, él es-
taría diciendo que es prototipo para todas las iglesias posteriores.
Todas las iglesias deberían tener esa calidad de vida com unitaria
y responder a las necesidades de sus m iem bros de manera igual-
mente sacrificada.42 Si bien este no es el único m odelo en Hechos
en cuanto a cóm o responder a necesidades económ icas de los her-
manos, es tan válido com o 10 son los otros (cp. 1 1 :2 7 -3 0 2 0 :3 3 ‫؛‬-
35). Adem ás, 4:32-37 m uestra cóm o debe reaccionar una iglesia
en m edio de circunstancias de abierta oposición y hostilidad (4:1-
8:3). Cuando los creyentes son atacados por su medio externo, de-
ben vivir en unidad visible, concreta y radical. Cuanto m ayor sea

*٠ Martínez, Hermenéutica, 479.


*’ George Reyes, “La historicidad del texto y el papel del texto en la inter-
pretación poética”, Kairos 29 úulio-di^embre 2002): 41-76. Véanse también las
normas exegéticas para la interpretación de Hechos en Gordon Fee, Exégesis del
Nuevo Testamento (Miami: Editorial Vida, 1992), 34-35.
42 Resulta llamativo el hecho de que muchos creyentes que rechazan como
normativa la comunidad de bienes de la iglesia primitiva no tienen problemas en
aceptar como normativas las actividades enumeradas en 2:42.
50 KAIROS No. 48 / enero - junio 2 0 1 ‫ا‬

el grado de oposición y rechazo en m edio del cual vivan, mayor


debe ser su solidaridad y com unión.
Por otra parte, sin desestim ar las razones o causas propia-
mente históricas que hayan hecho surgir la com unidad de bienes
en H echos 2, no fueron prim eram ente esas condiciones, sino las
convicciones teológicas de los prim eros cristianos las que los lie-
varón a vender sus propiedades y com partirlas son sus herm anos
necesitados. Estas convicciones incluirían las siguientes: (1) los
m andam ientos económ icos de Jesús expresados en el Evangelio
de Lucas, (2) el pronto regreso del Señor y la necesidad de estar
preparados y vigilantes (Le. 12:32-48), (3) la venida del Espíritu,
quien crea la nueva com unidad, (4) la unidad entre los m iem bros
de la com unidad, (5) la presencia entre ellos del Cristo vivo y exal-
tado, a quien la iglesia adora y por cuyo poder realiza su m isión,
(6) la im portancia de las necesidades de los herm anos por encim a
del concepto de propiedad privada, (?) el ideal de erradicación de
la pobreza en m edio del pueblo de Dios y 8) el testim onio que tal
vivencia com partida tendría hacia quienes no pertenecieran a la
com unidad.
En conclusión, tanto el contexto literario com o el teológico del
relato de la com unidad de bienes en Hechos apuntan a su norm ati-
vidad para la iglesia cristiana de nuestros días.

‫؛‬MPLICACIONES D E 3 ‫اا‬£€! ‫ةﻫﺎ‬


-4: 32 ¥ 5 2 ‫ة‬4 4 ‫ب‬
?
PARALAS IGLESIAS Y SU MISION HOY

A ctualm ente, los países de A m érica Latina están siendo gol-


peados por crisis económ icas que afectan el m undo entero. En
m uchos países la tasa de desem pleo se m antiene a un nivel alto.
A nte tales situaciones, siguen siendo acertadas las palabras de
Padilla:

La Iglesia está llamada a constituirse en una soeiedad alternativa carac-


tedzada por la práetica del amor y lajusticia, la reconciliación y la equi-
dad... El lugar más apropiado para la manifestación de los valores del
R eino es la iglesia local. Es allí donde esos valores tienen que hacerse
carne y transformar las relaciones hasta tal punto que la comunidad de fe
sea el paradigma de 10 que D ios quiere que sea la sociedad en general.**

** Padilla, Economía humana, 97.


“No había entre ellos ningún neeesitaúo” 5 ‫ا‬

La m anera más radical y concreta de ser esa “sociedad alter-


nativa” en un m undo cada vez más individualista, consum ista,
hedonista y egoísta es la práctica de la com unidad de Lienes al
estilo de la iglesia prim itiva. En m edio de un sistem a que desecha
cada vez más la solidaridad, la iglesia debe vivir com o una fam ilia
donde los bienes de unos sirvan para satisfacer las necesidades de
otros. El ideal de “no había entre ellos ningún necesitado” debe
m arcar nuestra práctica económ ica. Com o Stott 10 ha expresado,
“la iglesia debiera ser la prim era entidad en el m undo en la cual se
aboliera la pobreza”.**
Sin em bargo, para que esto llegue a ser una realidad, las igle-
sias, y particularm ente sus líderes, deben adquirir y fom entar las
m ism as convicciones teológicas que m otivaron a los prim eros ere-
yentes a esa clase de vida com unitaria. Particularm ente, se debe
enseñar y ejem plificar un sentido profundo de unidad que lleve a
todos a asum ir la actitud de “ninguno decía ser suyo propio nada
de 10 que poseía” (Hch. 4:32). El Señor 3esucr‫؛‬sto no solam ente
m andó a sus seguidores tal estilo de vida, sino que prim eram ente
10 vivió con ellos. C ada creyente debe com prender y vivir la reali-
dad de que, en la fam ilia de Dios, las necesidades de los herm anos
están prim ero que las posesiones personales.
Uno de los resultados más sobresalientes de esa clase de C0 -
munión es un fuerte testim onio. Com o señala Juan Driver, “ las
prácticas económ icas de esta com unidad guardaban una relación
estrecha con su testim onio evangelístico”.*^ H echos 2:47 presenta
com o resultado final de la vida com unitaria de ‫ ظ‬prim era iglesia
que “el Señor añadía cada día a la iglesia los que iban siendo
salvos”. M ás que un program a evangelístico agresivo (aunque
desde luego sí había testim onio continuo de Cristo), 10 que atraía
a las personas a la fe era el am or sacrificado entre los creyentes.
Después de todo, ¿quién no querría pertenecer a una com unidad
donde se le am a hasta el punto de sacrificar los bienes personales
para suplir sus necesidades?

** Stott, Señales de una iglesia viva, ١6.


45 Juan Dr^er, Imágenes de una iglesia en misión (Guatemala: Ediciones
SEMILLA, 1998), 163.
52 KAIROS No. 48 / enero - junio 2 0 1 ‫ا‬

Finalm ente, valdría la pena señalar algun©s principios que se


desprenden de la práctica de la com unidad de bienes en Hechos
2 -6 , com o directrices para iglesias que deseen im plem entar este
m odelo ،٦٠^. Prim ero, cualquier donación debe ser com pletam ente
voluntaria (5:4). En ningún m om ento el dar debe ser resultado de
una re g m e n ta c ió n por parte de la iglesia, y todos los miem bros
deben estar seguros de que pueden conservar sus posesiones sin
sentirse culpables ni ser juzgados por los dem ás hermanos de la
congregación.
En segundo lugar, la iglesia debe desarrollar e^ructuras que
perm itan conocer las circunstancias y necesidades de todos los
creyentes. En este sentido, posiblem ente la práctica de reunirse en
las casas de los m iem bros facilitó la im plem entación de la comu-
nidad de bienes en la prim era iglesia (Hch. 2 :4 4 -4 6 5 :4 2 ‫)؛‬.
Tercero, la repartición de las donaciones debe ser estrictam en-
te de acuerdo al principio de "según la necesidad de cada uno”
(Hch. 2 :4 5 4 :3 5 ‫)؛‬. N o se trata de un tipo de “com unism o” donde
todos reciben 10 mismo.
En cuarto lugar, el dinero de las donaciones debe ser admi-
nistrado por líderes com petentes, que com prendan claram ente la
naturaleza, propósitos y finalidad del fondo com ún (Hch. 4:34‫־‬
37). Fodría ser necesario contar con un equipo específico para este
ministerio, cuyos m iem bros incluyan a por 10 m enos alguno de los
líderes principales de la iglesia (Hch. 6:1-6).
Por último, sería útil e importante desarrollar m inisterios
para satisfacer las necesidades continuas de personas vulnerables
(Hch. 6:1-6‫ ؛‬cp. 1 Ti. 5:3-16). Tales m inisterios necesitarán de un
fondo continuo para su m antenim iento y crecim iento.

CONCLUSIÓN

Después de explicar las interpretaciones tradicionales de


Hechos 2:42-45 y 4:32-37, se pasó a presentar argum entos a fa-
٧٠٢ de la norm atividad de estos pasajes. El estudio de la teología
económ ica del Evangelio de Lucas m ostró el fundam ento para la
práctica de la com unidad de bienes de la iglesia primitiva. El C 0 -
m entar‫ ©؛‬de los pasajes en Hechos señaló convicciones teológicas
“No había entre ^١١٠^ ningún neeesitaúo” 53

que llevaron a les prim eros c r is tia o s a expresar su am or solidario


de una m anera tan radical, así com o principios directrices para
iglesias que deseen poner en práctica este modelo.
La situación actual de A m érica Latina requiere de iglesias que
funcionen com o verdaderas fam ilias, donde los bienes de unos
suplan las necesidades de otros. El ideal bíblico está claram en-
te definido: “no había entre ellos ningún necesitado” . A hora solo
falta que los creyentes e iglesias contem poráneos asum an en toda
su radicalidad el ejem plo establecido por los prim eros cristianos.
‫آلﻣﺂورلم؛‬

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