Anto Leo Enfmain
Anto Leo Enfmain
Anto Leo Enfmain
DE TAMAULIPAS A.C
ANTOLOGÍA
1
ÍNDICE
OBJETIVO GENERAL DE LA ANTOLOGIA 5
BLOQUE I
UNIDAD I.- COMPLICACIONES QUE OCURREN DURANTE LA
PRIMERA MITAD DEL EMBARAZO
Objetivo de la Unidad 6
1.1 Embarazo de Alto Riesgo 6
1.1.1 Concepto y Factores de Riesgo 6
1.2 Aborto 8
1.3 Molar Hidatiforme y Coriocarcinoma 9
1.4 Embarazo Ectópico 11
1.5 Hiperémesis Gravídica 13
Síntesis de la Unidad I 15
2
BLOQUE II
UNIDAD III.- ATENCIÓN DE ENFERMERÍA EN LAS COMPLICACIONES
DURANTE LA SEGUNDA MITAD DEL EMBARAZO
Objetivo de la Unidad 37
3.1 Anomalías Congénitas de los Órganos Genitales 37
3.1.1 Malformaciones del Útero y Vagina 37
3.2 Complicaciones por Tumores en Aparato Genital 41
3.3 Complicaciones Obstétricas Derivadas de Patología, de Placenta, Cordón 41
Umbilical y Líquido Amniótico
3.3.1 Placenta Previa 41
3.3.2 Desprendimiento Prematuro de Placenta 42
3.3.3 Prolapso de Cordón Umbilical 43
3.3.4 Polihidramnios y Oligohidramnios 45
3.3.5 Ruptura Prematura Membranas 46
3.4 Embarazo Múltiple 46
Síntesis de la Unidad III 48
3
BLOQUE III
UNIDAD V.- COMPLICACIONES DEL PARTO Y DEL PUERPERIO
Objetivo de la Unidad 62
5.1 Ruptura Uterina 62
5.2 Atonía Uterina 63
5.3 Retención de Placenta 63
5.4 Inversión Uterina 64
5.5 Laceraciones 65
5.6 Lesiones de Vulva y Vagina 65
5.7 Lesiones de Recto 67
5.8 Lesiones Cervicales 67
5.9 Atención de Enfermería a Paciente en Estado de Choque Hipovolémico 68
Séptico y Anafiláctico en Obstetricia
5.10 Infección Puerperal 72
Síntesis de la Unidad V 73
4
OBJETIVO GENERAL DE LA ANTOLOGIA
5
BLOQUE I
UNIDAD I
COMPLICACIONES QUE OCURREN DURANTE LA PRIMERA MITAD DEL
EMBARAZO
En el decenio de 1960 apareció por primera vez en la literatura médica el término alto
riesgo obstétrico con el cual se llamó la atención sobre un conjunto de situaciones
relacionadas con el embarazo que determinaban en éste una mayor probabilidad de
morbilidad y mortalidad materna, fetal y neonatal. La afortunada denominación, y la falta
de atención que hasta ese entonces se le había prestado al problema, determino un auge
de estudios epidemiológicos y clínicos retrospectivos enfocados a contrastar resultados
en relación con embarazos ―normales‖ o de bajo riesgo. Casi todo el decenio de 1970 fue
tema de ponencias, cursos, simposios, conferencias, etc., y un verdadero alud de
publicaciones al respecto. Algunas de éstas, en el ánimo de distinguirse en algo
cambiaron la denominación por embarazo peligroso, embarazo de riesgo elevado, etc.
(Llaca Rodríguez & Fernández Alba, 2000)
6
Madre soltera Embarazo prolongado
Bajo nivel educativo Retardo del crecimiento intrauterino
Condición socioeconómica baja Disendocrinias en general
Multigravidez (5 o más gestaciones) Cardiopatías
Talla baja Bronconeumopatias
Embazo gemelar Nefropatías
Pérdidas perinatales previas Isoinmunización Rh
Pérdidas gestacionales tempranas Anemia
Antecedentes de macrosomía, Leucemia
malformaciones, distocias, cesáreas Dermatitis papular del embarazo
Tabaquismo Lupus eritematoso sistémico
Sin cuidado prenatal Infecciones virales
Farmacodependencia Infección por toxoplasma
Diabetes mellitus Infección urinaria
Desnutrición Hemorragias de la segunda mitad
Amenaza de aborto superada Ruptura prematura de membranas
Ingestión de medicamentos Enfermedad hipertensiva aguda
Tabla No. 1: ―Condiciones determinantes de embarazo de alto riesgo‖ (Llaca Rodríguez & Fernández Alba,
2000).
Alrededor de los mismos, con cierta tendencia a organizar por grupos, se presentaron
tablas de elementos de riego para muerte fetal, las que a propósito de esta complicación
se presentan en la siguiente tabla:
FACTOR
Tóxico
Nutricional
Premadurez
Infeccioso
Hemodinámico
Disfunción placentaria
Tabla No. 2: ―Sistematización por factores del embarazo de alto riesgo fetal‖ (Llaca Rodríguez & Fernández
Alba, 2000).
7
Entre estas condiciones, antecedentes, enfermedades intercurrentes y complicaciones de
la gestación existen varios que inciden particularmente sobre la vida y salud fetales, por
ejemplo: diabetes mellitus, hipertensión arterial, infección por citomegalovirus,
isoinmunización al factor Rh, etc. Dichas condiciones dieron lugar a la constitución de
clínicas denominadas con la intercurrencia o la complicación dentro de centros de
atención de segundo y tercer niveles.
Embarazo de alto riesgo fetal es todo aquél con aumento de probabilidades de muerte del
producto o de morbilidad como secuela, con señalado carácter de previsibilidad, sin que
se descarte la posibilidad de mayor riesgo materno. (Llaca Rodríguez & Fernández Alba,
2000).
1.2 Aborto
Ante las perspectivas de una población con tasas de crecimiento no reguladas y que
difieren de una población a otra, en Europa en algunos países con tasas muy bajas y en
países tercermundistas existe la tragedia de parejas que no llegan a procrear ningún hijo y
sobre todo aquellas que después de programar la fecundación se enfrentan a la pérdida
del producto de la concepción, en ocasiones en forma repetida.
Los abortos pueden clasificarse en cuanto a la edad gestacional, el peso fetal, etiología o
cuadro clínico. La organización Mundial de la Salud divide el aborto en precoz, si éste
ocurre antes de las 12 semanas, y tardío, si se presenta entre las semanas 12 y 20 de
gestación. En cuanto al peso se refiere se consideran como abortos aquellos fetos que
pesan menos de 500 g; los comprendidos entre 500 y 1 000 g son considerados como
productos inmaduros, los de 1 000 a 2 500 g como productos pretérmino, y de término los
8
mayores de este peso. La etiología de los abortos puede dividirse en dos categorías, la
primera como espontáneo, donde sin mediar intervención activa se ha precipitado el
aborto e inducido, en el que hay un intento deliberado de acabar la gestación. Estos
últimos se dividen en terapéutico, el cual está indicado cuando la vida de la madre se
encuentra en peligro por enfermedades agravantes o malformaciones fetales
comprobadas; la legislación de nuestro país contempla estas posibilidades y requiere un
proceso médico–legal para su autorización. El aborto criminal es la terminación ilegal y
deliberada del embarazo y principal causa de morbimortalidad en nuestro medio que
frecuentemente termina con la vida de la madre y con un futuro obstétrico incierto en las
que sobreviven; esto sucede en los países en los cuales el aborto no está permitido y en
los cuales el aborto se considera legal se denomina aborto electivo y no hay indicación
médica para efectuarlo sino únicamente como un método tardío de planificación familiar.
Usualmente el aborto espontáneo puede presentarse entre el 6.5 y 21% de los
embarazos; 2,3 esto puede variar de una población a otra y no es debido a una sola
causa; puede haber varios factores relacionados entre sí, en ocasiones difíciles de
verificar; en general se considera como causa de aborto factores atribuibles al feto y a la
madre, así como factores ambientales. (Ahued Ahued, Fernández del Castillo S., & Bailón
Uriza, 2003).
9
TIPOS DE EMBARAZO MOLAR
Embarazo molar parcial: Se da cuando dos espermatozoides fecundan el mismo
óvulo. En este caso la masa puede estar compuesta por una mola y el inicio de un
embrión, que presenta defecto severo y suele terminar en aborto.
El diagnóstico se realiza mediante una ecografía que mostrará una placenta anormal, con
o sin desarrollo de un feto. Las pruebas concluyentes que pueden realizarse son:
Análisis sanguíneo que incluya una cuantificación de la hormona coriónica humana
(hCG), que suele ser presentar mayor concentración en molas concretas, y menor
en molas parciales.
Resonancia magnética del abdomen.
Conteo total de células sanguíneas.
10
Pruebas de la función renal y hepática.
Este tipo de embarazo no es viable, porque puede convertirse en una masa cancerosa. El
procedimiento para extraerlo es un legrado. La histerectomía puede ser una opción para
las mujeres mayores que no desean volver a embarazarse. El tratamiento suele tener
éxito.
Después del tratamiento, se vigilan los niveles de hCG y el médico realiza un seguimiento
minucioso. Después del tratamiento, se deben usar anticonceptivos fiables por lo menos
de 6 a 12 meses para evitar el embarazo. (Rollan, 2013).
CORIOCARCINOMA
Es una forma de cáncer de crecimiento rápido que ocurre en el útero (matriz) de una
mujer. Las células anormales empiezan en el tejido que normalmente se convertiría en
placenta, el órgano que se desarrolla durante el embarazo para alimentar el feto.
El coriocarcinoma es un cáncer poco común, con frecuencia curable, que ocurre durante
el embarazo. Un bebé puede o no desarrollarse en estos tipos de embarazo.
El cáncer puede ocurrir después de un embarazo normal; sin embargo, casi siempre se
presenta con una mola hidatiforme completa. El tejido anormal de la mola puede continuar
creciendo incluso después de ser extirpado y puede convertirse en cáncer. Casi la mitad
de todas las mujeres con un coriocarcinoma tuvo una mola hidatiforme o embarazo molar.
(J. Vorvick, 2012).
11
embarazo ectópico en 1 de cada 80 gestaciones concebidas en forma espontánea. Más
de 95% de los embarazos ectópicos se implantan en los diversos segmentos anatómicos
de la trompa de Falopio: ampollar (75 a 80%), ístmica (12%), infundibular y fimbrial (6 a
11%) e intersticial (2%). Otros sitios menos frecuentes de implantación del embarazo
ectópico son el ovario, cérvix uterino y un cuerno uterino rudimentario. Raras veces un
embarazo ectópico es intraligamentoso o se localiza en la cavidad peritoneal (embarazo
abdominal). Con la fecundación in vitro y otras tecnologías reproductivas asistidas, el
riesgo de embarazo ectópico aumenta en forma sustancial y la localización de esas
implantaciones ectópicas cambia. Un hecho importante es que el riesgo de
implantaciones heterotópicas (uno intrauterina y otro ectópica) puede elevarse a 1 en
cada 100 episodios de fecundación in vitro. Otros factores de riesgo para el embarazo
ectópico incluyen antecedente de un embarazo ectópico previo, embarazo después de
ligadura tubaria o con un dispositivo intrauterino (DIU) in situ y antecedente de
enfermedad pélvica inflamatoria.
Aunque las tasas de mortalidad por embarazo ectópico han caído como resultado del
diagnóstico temprano, este problema todavía causa de 4 a 6% de las muertes maternas
en EUA, y es la causa más importante de mortalidad materna en el primer trimestre. En
los últimos 20 años, ha habido un aumento significativo en las tasas de diagnóstico de
embarazo ectópico por las siguientes razones:
1. Mejor tecnología, lo que permite la identificación más temprana y completa de
los embarazos ectópicos tempranos, incluidos los que antes pasaban
desapercibidos.
2. Incidencia creciente de salpingitis aguda y crónica, sobre todo la relacionada
con Chlamydia trachomatis.
3. Número creciente de cirugías tubarias, como la ligadura tubaria y la
reconstrucción tubaria.
4. Aumento en las tecnologías de reproducción asistida, sobre todo fecundación in
vitro. (Hacker, Gambone, & Hobel, 2011).
12
ectópico!‖ La etiología del embarazo ectópico no siempre está clara, pero a menudo se
relaciona con factores de riesgo conocidos. Hasta la mitad de los casos se deben a una
alteración en los mecanismos de transporte tubario por daño de la superficie ciliada de la
endosalpinge causada por infecciones, como clamidia y gonorrea. Otras causas incluyen
fecundación tardía, posible transmigración del oocito a la trompa contralateral y transporte
tubario lento, lo que retrasa el paso de la mórula a la cavidad endometrial. Las anomalías
cromosómicas del feto no son causa de embarazo ectópico. (Hacker, Gambone, & Hobel,
2011).
Hasta 90% de las mujeres embarazadas experimentan náusea y vómito, con un inicio de
síntomas entre la cuarta y la novena semanas de gestación (SDG), alcanzando un
máximo de síntomas entre la séptima y la duodécima SDG, con una declinación hasta la
decimosexta semana. Sólo de 20 a 30% de las embarazadas experimentan síntomas
después de las 20 SDG; la duración de los síntomas se reduce en las mujeres de mayor
edad.
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e infecciones por Helicobacter pylori. La pérdida extrema de peso (pérdida de más de
15% del peso) fue identificada en 26% de las embarazadas, asociada con los patrones de
tratamiento típico de HG severa, incluyendo la hospitalización y el uso de ondansetrón,
líquidos intravenosos y nutrición parenteral. (Díaz Greene & Alfaro Rodríguez, 2013).
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metoclopramida es un estimulante superior que se ha utilizado en la práctica clínica con
buenos resultados; sus efectos secundarios incluyen acatisia y otros síntomas
extrapiramidales, que en general son menores y dependientes de la dosis y duración del
tratamiento.
Síntesis de la Unidad I
El embarazo de alto riesgo fetal es todo aquél con aumento de probabilidades de muerte
del producto o de morbilidad como secuela, con señalado carácter de previsibilidad, sin
que se descarte la posibilidad de mayor riesgo materno. En esta unidad se menciona el
concepto de aborto el cual es la terminación del embarazo y principal causa de
morbimortalidad en nuestro medio, en donde inclusive termina con la vida de la madre. El
embarazo molar es una sobreproducción de tejido placentario. Un embarazo ectópico es
aquel que se implanta fuera de la cavidad endometrial. Finalmente se conoce la
hiperémesis gravídica, el cual no es otra cosa más que náuseas y vómitos, que
generalmente se dan entre la cuarta y la novena semanas de gestación.
15
UNIDAD II
COMPLICACIONES MÉDICAS DURANTE LA GESTACIÓN
16
CLASIFICACIÓN ETIOLÓGICA DE LA DIABETES MELLITUS
Esta clasificación, reciente, sustituye a la que se empleaba desde 1979 y es, a saber:
I. Tipo 1 (destrucción de células que conduce a deficiencia de insulina)
a. Inmunitaria
b. Idiopática
Los pacientes con cualquier forma de diabetes pueden requerir el empleo de insulina en
algún momento de su enfermedad, pero esto por sí mismo no clasifica al paciente como
insulino dependiente. Bajo la denominación de diabetes mellitus y embarazo incluimos
tanto a aquellas mujeres con diabetes tipo 1 o con diabetes tipo 2 que se embarazan,
incluso con ―otros tipos específicos‖, como a aquellas que desarrollan la diabetes durante
el embarazo, la llamada diabetes gestacional. (Ahued Ahued, Fernández del Castillo S., &
Bailón Uriza, 2003).
17
cambio, se presenta en 2 a 12% de todos los embarazos, dependiendo del grupo étnico y
de la acuciosidad con que se le busque. Su importancia radica, pues, más en la
morbimortalidad materna y fetal que pueden ser muy elevadas si no se toman las medidas
pertinentes para prevenirlas así como en el papel que pueda tener el médico tratante para
también prevenir la progresión posterior a diabetes mellitus permanente. (Ahued Ahued,
Fernández del Castillo S., & Bailón Uriza, 2003).
CLASIFICACIÓN
I.- Toxemias agudas del embarazo:
a) Preeclampsia (leve, severa)
b) Eclampsia
18
IV.- Toxemias no clasificadas
Los datos no son suficientes para el diagnóstico o no se encuadran
exactamente en los grupos anteriores. (Sica Blanco, 2015).
EPILEPSIA
Se define crisis epiléptica como la ocurrencia transitoria de signos y síntomas debido a
actividad neuronal anormal excesiva o sincrónica en el cerebro. La epilepsia afecta
aproximadamente de 1 a 2% de la población mundial, de la cual cerca de la mitad son
mujeres en edad reproductiva.
19
de esta entidad. La etiología precisa de las crisis ante la presencia de eclampsia no está
establecida; puede estar asociada a fenómenos vasculares. Los estudios de neuroimagen
(tomografía axial computarizada y resonancia magnética nuclear) pueden mostrar edema
o hemorragia cerebral. El electroencefalograma usualmente es anormal debido a la
presencia de actividad lenta focal o generalizada, así como de actividad epiléptica. El
manejo es multidisciplinario. El objetivo consiste en controlar la presión arterial y las crisis
epilépticas, al tiempo que se intenta lograr un parto exitoso con un producto sano. (Díaz
Greene & Alfaro Rodríguez, 2013).
Durante el embarazo se deberán mantener las mismas dosis en tanto los niveles séricos
sean aceptables, así como el mismo número de fármacos, ya que un cambio puede
20
producir descontrol de las crisis o efectos adversos, y el periodo crítico de organogénesis
generalmente ya ha ocurrido. Es por esto que se recomienda la planeación del embarazo
en la paciente con epilepsia. A pesar de la disminución de los niveles séricos de los
antiepilépticos durante el embarazo, la mayoría de las pacientes no experimentan
aumento de las crisis, mientras que aquellas libres de crisis por lo menos un año previo al
embarazo tienen al menos 80% de probabilidad de continuar libres de crisis, por lo que no
se recomienda incrementar las dosis de los fármacos. (Díaz Greene & Alfaro Rodríguez,
2013).
CAUSAS DE ISOINMUNIZACIÓN
La isoinmunización siempre se produce por un episodio de sensibilización previo:
Hemorragia feto-materna durante el parto o pre-parto (se considera que se
produciría isoinmunización en el 17% de las gestantes RhD(-) con feto
RhD(+) en ausencia de administración de gammaglobulina
Transfusión de sangre y hemoderivados
Intercambio de agujas o productos contaminados por sangre (drogadictos)
Transplantes de órganos (Borrell, 2014).
21
2.5 Incompatibilidad
Es una afección que se desarrolla cuando una mujer embarazada tiene sangre Rh
negativa y el bebé que lleva en su vientre tiene sangre Rh positiva.
CAUSAS
Durante el embarazo, los glóbulos rojos del feto pueden pasar al torrente sanguíneo de la
madre a través de la placenta.
Cuando los glóbulos rojos se descomponen, producen bilirrubina, la cual hace que el bebé
se ponga amarillo (ictericia). El nivel de bilirrubina en el torrente sanguíneo del bebé
puede variar desde leve hasta altamente peligroso.
Debido a que toma tiempo para que la madre desarrolle anticuerpos, con frecuencia, los
primeros bebés no se ven afectados, a menos que la madre haya tenido embarazos
interrumpidos o abortos espontáneos anteriormente que sensibilizaron su sistema
inmunitario. Sin embargo, todos los hijos que ella tenga después de esto que también
sean Rh positivos pueden resultar afectados.
SÍNTOMAS
La incompatibilidad Rh puede causar síntomas que van de muy leves a mortales. En su
forma más leve, esta incompatibilidad causa destrucción de glóbulos rojos sin otros
efectos.
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DESPUÉS DE NACER, EL BEBÉ PUEDE TENER:
Color amarillo de la piel y la esclerótica de los ojos (ictericia).
Tono muscular bajo (hipotonía) y letargo.
PRUEBAS Y EXÁMENES
Antes del parto, la madre puede tener un aumento en la cantidad de líquido amniótico
alrededor del feto (polihidramnios).
PUEDE HABER:
Un resultado positivo en una prueba de Coombs directa.
Niveles de bilirrubina por encima de lo normal en la sangre del cordón umbilical del
bebé.
Signos de destrucción de los glóbulos rojos en la sangre del bebé.
PREVENCIÓN
La incompatibilidad Rh se puede prevenir casi en su totalidad. A las madres Rh negativas
se les debe hacer un control estricto durante el embarazo por parte del obstetra.
Si el bebé es Rh positivo, la madre recibirá una segunda inyección al cabo de unos días
del parto. (www.nlm.nih.gov, 2013).
23
Después de una lesión al abdomen durante un embarazo. (www.nlm.nih.gov,
2013).
Por otra parte, los avances en el diagnóstico temprano (inclusive prenatalmente) de las
cardiopatías congénitas y los progresos en su corrección quirúrgica, han permitido que las
pacientes que hasta hace algunos años fallecían en la infancia o en la adolescencia, en la
actualidad alcancen la edad reproductiva y, por lo tanto, tengan la posibilidad de lograr el
embarazo, a pesar de los riesgos que ello implica, sobre todo en virtud de que la
cardiopatía es una de las causas más frecuentes de muerte obstétrica indirecta.
Otro hecho que muy probablemente muestra los avances en el diagnóstico de las
cardiopatías, lo representa que, dentro de las cardiopatías de origen reumático, ocupe el
primer lugar en algunas publicaciones la doble lesión mitral, 2 contrariamente a lo
reportado en otras publicaciones donde la estenosis mitral es el principal tipo de
cardiopatía con la que se asocia el embarazo; sin embargo, los resultados de las
diferentes publicaciones señalan que la válvula mitral y la aórtica son las que muestran las
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secuelas de la fiebre reumática con mayor frecuencia. (Ahued Ahued, Fernández del
Castillo S., & Bailón Uriza, 2003).
A pesar de una vigilancia prenatal estrecha, 35 a 40% de las pacientes presenta una o
más complicaciones obstétricas o fetales durante la evolución del embarazo, entre las que
destacan el retardo en el crecimiento intrauterino que indudablemente es más frecuente
dentro de las mujeres con cardiopatía de origen congénito, principalmente en las de tipo
cianógeno. La segunda complicación más frecuente la representa la amenaza de parto
pretérmino, y en orden de importancia otra complicación frecuente es la enfermedad
hipertensiva inducida por el embarazo.
Sin duda alguna, uno de los riesgos maternos de la cardiópata que se embaraza, lo
representa la posibilidad de descompensación cardiaca que es más frecuente en las
cardiopatías de naturaleza congénita, entre las que destacan la tetralogía de Fallot no
corregida, la hipertensión pulmonar, el síndrome de Marfan y el complejo de
Eisenmenger, lo que confirma que en este tipo de cardiopatías, a pesar de un buen
control prenatal multidisciplinario, las posibilidades de agravamiento de la cardiopatía son
muy elevadas y ponen seriamente en peligro la vida de la gestante y del feto.
25
aplicación de fórceps. Asimismo, debe tenerse especial vigilancia en las pérdidas
sanguíneas durante el parto, ya que la hemorragia excesiva podría producir
descompensación cardiaca. (Ahued Ahued, Fernández del Castillo S., & Bailón Uriza,
2003).
Por otro lado, pacientes portadoras de cardiopatía que son clase funcional I y II de la
Asociación de Cardiología de Nueva York (NYHA), generalmente presentan una
mortalidad menor al 1% durante el embarazo; mientras que las pacientes que son clase
funcional III y IV de la NYHA, presentan 5 a 15% de mortalidad. (Ahued Ahued,
Fernández del Castillo S., & Bailón Uriza, 2003).
La anemia es una de las complicaciones más frecuentes durante el embarazo (la sufren
hasta en el 95% de las mujeres embarazadas) y es causada por un descenso del hierro
por debajo de los valores normales. El hierro es esencial para la producción de
hemoglobina, la proteína que se encuentra en los glóbulos rojos y que lleva el oxígeno a
26
otras células. Durante el embarazo, la cantidad de sangre en el cuerpo de la mujer
aumenta hasta un 50 por ciento más de lo usual. Por lo tanto, necesita más hierro con el
fin de producir más hemoglobina para toda esa sangre adicional que se suministrará al
bebé y a la placenta.
27
Para cubrir la dosis de hierro adecuada a todas las mujeres embarazadas se les
recomienda comer alimentos ricos en hierro. La carne roja es la mejor opción, aunque la
carne de ave (carne oscura), otras carnes y los mariscos también son buenas fuentes.
Entre los alimentos ricos en hierro que no provienen de animales se encuentran los
siguientes: legumbres, tofu, pasas, dátiles, ciruelas, higos, albaricoques, patatas (con
piel), brócoli o brécol, remolachas, vegetales de hoja verde, panes integrales y cereales
fortificados con hierro. Es importante tener en cuenta que el cuerpo absorbe mejor el
hierro de fuentes animales (hierro hemínico) que de fuentes no animales (hierro no
hemínico).
Las infecciones de las vías urinarias se encuentran entre los trastornos más comunes en
la práctica médica. En las infecciones agudas suele encontrarse un germen simple,
mientras que en las infecciones crónicas se observan con mayor frecuencia dos o más
patógenos. Las infecciones del tracto urinario son unas de las complicaciones más
frecuentes del embarazo. En los reportes epidemiológicos la prevalencia se estima entre 4
y 10% y cuando la infección ocurre, la mujer embarazada resulta un huésped
comprometido ya que las modificaciones que el embarazo imprime en el organismo
materno favorecen la diseminación y agravan la evolución de las mismas.
Además, la infección urinaria puede comprometer el curso del embarazo y dañar la salud
del producto de la concepción. En condiciones normales, las bacterias que pueden
encontrarse en el torrente sanguíneo, no se filtran hacia el riñón y por lo tanto el tejido
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renal, la pelvicilla, el uréter y la vejiga urinaria se consideran estériles. El tercio distal de la
uretra femenina puede contener bacterias de contaminación vaginal que pueden ser
eliminadas durante la micción espontánea. Desde el punto de vista conceptual, las
infecciones del tracto urinario durante el embarazo pueden revestir dos modalidades:
bacteriuria asintomática, cuando ocurre la presencia de bacterias en la orina y se habla de
infección del tracto urinario cuando, además de bacteriuria se puede constatar un cuadro
sintomático relacionado fisiopatológicamente. (Ahued Ahued, Fernández del Castillo S., &
Bailón Uriza, 2003).
En la actualidad existe una fuerte corriente de opinión en relación a los efectos nocivos de
las infecciones bacterianas maternas sobre el curso del embarazo. Las infecciones del
tracto urinario no son la excepción a esta regla. Las tres complicaciones señaladas con
mayor frecuencia son: el parto pretérmino, la corioamnionitis y la muerte fetal. Con menor
frecuencia y en relación con las pielonefritis severas se señalan la hipertensión arterial y
el síndrome de insuficiencia respiratoria.
Después del parto, las infecciones urinarias del embarazo aumentan la cifra de
endometritis puerperal y, en casos muy contados y de evolución muy severa, el epílogo
puede ser la pionefrosis, el absceso perinefrítico o el choque séptico. El mecanismo
fisiopatogénico para explicar estas diferentes complicaciones no está totalmente aclarado
ni puede ser el mismo en todos los casos.
Para explicar el parto pretérmino, se menciona que la célula decidual, cuyo componente
en fosfolípidos es muy considerable, puede ser activada por las endotoxinas bacterianas o
por los mediadores de la inflamación como las interleucinas, el factor de necrosis tumoral
o el factor de activación plaquetaria. Estos mediadores químicos activan la fosfolipasa A2
que transforma los glicerofosfolípidos en ácido araquidónico. Este compuesto, por vía de
la ciclooxigenasa o de la lipooxigenasa se transforma en prostaglandinas.
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aceptada está en relación con la disminución de la presión osmótica del plasma que
ocurre en el embarazo y este hecho facilitaría la salida de líquido del compartimiento
intravascular. Por el aumento del volumen circulante en la vasculatura pulmonar, se
disminuye el umbral de edema cardiogénico lo que, junto con la sepsis, podría llevar a la
falla cardiopulmonar. (Ahued Ahued, Fernández del Castillo S., & Bailón Uriza, 2003).
Hay padecimientos que por su frecuencia representan un grave problema de salud pública
en todo el mundo, como lo son las enfermedades de transmisión sexual (ETS), que han
roto todas las barreras, afectando a mujeres, hombres y niños por nacer. Algunas de
estas enfermedades son muy antiguas, como la sífilis, por ejemplo, cuyo brote epidémico
alarmó a Europa en el siglo XV; por su comportamiento cual enfermedad infecciosa
aguda, transmitida sexualmente, podemos incluirla como ―clásica‖; al igual que la
gonorrea que, descrita en la Biblia en el Antiguo Testamento, fue bien identificada hasta
1879 por Neisser, describiendo al gonococo y diferenciando así este padecimiento de las
sífilis.
30
Las enfermedades de transmisión sexual pueden tener todo tipo de complicaciones, que
van desde las repercusiones sociales, las económicas, hasta la pérdida de la vida misma.
Muchas de ellas son consecuencia de los cambios en los patrones de comportamiento
sexual. Una alta frecuencia de ETS se descubre en la consulta ginecológica, en la de
planificación familiar o en los cuidados durante el embarazo.
El enfoque para el estudio de las ETS es variado, abarcando áreas de salud pública,
epidemiología, prevención primaria, disminución de secuelas, microbiología, etcétera.
(Ahued Ahued, Fernández del Castillo S., & Bailón Uriza, 2003).
31
d) Interroga sobre la aparición de síntomas como: cefaléa, acúfenos y
fosfenos.
e) Identifica datos de sufrimiento fetal (taquicardia, bradicardia, salida de
meconio, entre otros).
f) Monitoriza la frecuencia cardiaca fetal.
32
2. Atiende a la paciente para lograr su estabilización a través de:
a) La canalización de 2 venas periféricas.
b) La reposición del volumen circulante con soluciones parenterales y/o
expansores de volumen.
c) La exploración vaginal manual o armada en caso necesario.
d) La ministración de oxígeno a 3 lts por min.
e) La ministración de antiespasmódicos en caso necesario.
f) La aplicación de medidas de reposo y posición de la embarazada.
33
a) La canalización de 2 venas periféricas.
b) La reposición de volumen circulante con soluciones parenterales y/o
expansores de volumen.
c) La ministración oxígeno a 3 lts por minuto.
d) El mantenimiento de medidas de reposo e higiene en la paciente.
e) Realiza la exploración vaginal manual o armada en caso necesario.
f) La ministración de relajantes musculares.
g) La reparación de desgarros perineales.
h) La extracción manual de la placenta; en caso de no lograr el
desprendimiento, ligar el cordón umbilical y proceder a efectuar el
taponamiento vaginal.
i) La estimulación de la contracción uterina mediante el apego del recién
nacido al seno materno y efectuando masaje y vendaje abdominal, así
como la colocación de una bolsa de hielo.
j) La ministración de oxitócicos según protocolo.
k) La monitorización de la involución uterina.
l) La ministración de antiespasmódicos en caso necesario.
34
b) Valora el estado de las mamas.
c) Valora el estado de la episiorrafia. (Cervantes Yautenzi, 2015).
Síntesis de la Unidad II
35
excesiva o sincrónica en el cerebro, esta afecta aproximadamente de 1 a 2% de la
población mundial, de la cual cerca de la mitad son mujeres en edad reproductiva; la
insoinmunización que consiste en la producción materna de anticuerpos hacia un
antígeno de membrana de los hematíes fetales, ausente en la madre (y por tanto
de origen paterno), como respuesta a una sensibilización previa; así mismo también
podemos mencionar la incompatibilidad, la cardiopatía, la anemia, infecciones de vías
urinarias entre otras.
36
BLOQUE II
UNIDAD III
ATENCIÓN DE ENFERMERÍA EN LAS COMPLICACIONES DURANTE LA
SEGUNDA MITAD DEL EMBARAZO
37
En las mujeres se calcula que entre el 0.1 y el 3.2% padecen alguna malformación
uterina. Muchas mujeres no son conscientes de esta malformación porque no les afecta a
la hora de ser madres.
ÚTERO UNICORNE
Se trata de la formación normal de sólo uno de los dos conductos. Dentro de las
malformaciones tiene una prevalencia del 20%. Existen cuatro variantes con distintas
sintomatologías dentro de este grupo.
ÚTERO DIDELFO
Su prevalencia es del 5% y la alteración se produce por el déficit de unión lateral de los
conductos de Müller con la consiguiente duplicación de los mismos. Esta patología puede
causar abortos de repetición, con una tasa del 45%. La cirugía para tratar el útero didelfo
no suele presentar buenos resultados. (Mestre Ferrer, 2012).
Se produce por la fusión incompleta de los dos conductos de Müller pero permaneciendo
la conexión entre las dos cavidades a nivel ístmico. Encontramos dos grandes grupos:
Útero bicorne completo y parcial. En el primer grupo, la grieta llega casi a la zona interna
cervical y se asocia en ocasiones a doble cérvix. En el tipo parcial la longitud de la grieta
es variable. Su prevalencia es del 10% y se asocia en un 30% de los casos con el aborto
de repetición. Es la malformación uterina que más se asocia a la incompetencia cervical.
38
ÚTERO SEPTADO
Es la malformación uterina más frecuente, con una prevalencia del 55%. Se produce por
un fallo en la reabsorción del tabique útero vaginal, de forma que se forma un septo
dentro de la cavidad uterina. Esto dificulta la implantación embrionaria, elevando el
número de abortos. En el caso que se produce embarazo puede llevar a complicaciones
como parto prematuro en un 33% de los casos.
ÚTERO ARCUATO
Está considerado como una variante del útero normal, simplemente existe un pequeño
septo, pero prácticamente se ha producido toda la absorción. En el 85% de los casos la
gestación y el parto son normales.
Las mujeres que sufren alguna malformación uterina pueden someterse a tratamiento
quirúrgico en el caso de abortos de repetición (siendo descartadas otras causas) y en
mujeres con fuertes dolores pélvicos siempre que se haya descartado la presencia de
endometriosis. Las patologías que obtienen mejor resultado quirúrgico son el útero septo
y el bicorne. (Mestre Ferrer, 2012).
MALFORMACIONES DE LA VAGINA
Fundamentalmente existen cuatro grupos: himen imperforado, agenesia vaginal, atresia
vaginal y formación de tabiques vaginales.
HIMEN IMPERFORADO
Es la malformación más frecuente de la vagina. Defecto embriológico en el que la vagina
que sobresale del seno urogenital, no se canaliza por completo. La mayoría se
diagnostican en la menarquia, con ciclos menstruales dolorosos sin hemorragia genital,
hallándose la vagina distendida por la sangre menstrual acumulada (hematocolpos), que
puede aumentar y distender el útero (hematometra) y las trompas (hematosalpinx), en
forma de masas abdominales palpables. Rara vez, previa ala menarquia, se acumulan
secreciones vaginales de tipo mucoide, producidas por estimulación hormonal, y aparece
un hidrocolpos. El tratamiento es la incisión en cruz sobre la membrana himeneal, y si
existe demasiada mucosa, se extirpa parcialmente para evitar futuras estenosis. (Haya,
Zapardiel, & Arrizabalaga, 2015).
39
AGENESIA DE VAGINA
Los dos tercios inferiores de la vagina derivan del seno urogenital y el resto, del conducto
de Müller. Un fallo en el desarrollo del primero, origina una agenesia o atresia vaginal
inferior. Cuando se afecta la vagina superior, la malformación mülleriana se refleja en un
útero rudimentario o ausente. Clínicamente se asocia a amenorrea primaria y a la
incapacidad para la penetración en el coito. El tratamiento consiste en la reconstrucción
quirúrgica de la vagina, lo cual no siempre es sencillo, por lo que esa técnica se retrasa
hasta el inicio de la actividad sexual, siempre que no exista útero funcionante. Si se
produce hematometra, se adelantará el tratamiento.
ATRESIA DE VAGINA
Poco frecuente. Es una obliteración membranosa o parcialmente fibrosa, localizada a
distintos niveles del canal vaginal, con la misma clínica que las anteriores.
40
3.2 Complicaciones por Tumores en Aparato Genital
Se pueden presentar complicaciones cuando el tumor está ubicado en una región del
donde logra comprometer el funcionamiento del órgano normal. Si el tumor es maligno,
también puede traer complicaciones en caso de que haga metástasis.
También ciertos tipos de tumores están formados por células que pueden producir
sustancias que pueden desencadenar cuadros clínicos asociados a las manifestaciones
que ya tiene ese tumor.
Los tumores más frecuentes en la mujer son los de la mama, ovario y útero.
(www.oncologia.es, 2015).
La placenta previa no es una eventualidad rara. Según las diferentes estadísticas oscilan
desde el 0,42 al 0,93 de todos los partos. Llama la atención que en muy distintos países
las cifras se parecen. Las oscilaciones entre unos y otros números depende más bien de
los medios de diagnóstico y de lo que se entienda por segmento más frecuente en
multíparas y también aparece en diversa patología del ejemplo endometritis, miomas.
Los abortos también predisponen a placenta previa ulterior, probablemente porque dejan
una endometritis. Las cesáreas previas dejan mayor tendencia a la placenta previa, y
asimismo las operaciones plásticas o conservadoras sobre el útero. Claro es que la
frecuencia de la previa tiende a aumentar, porque hoy día gracias a los nuevos
41
procedimientos de localización placentaria, se diagnostican muchos casos de placenta
previa asintomática.
Se define como la separación de la placenta de sitio de inserción antes del nacimiento del
feto; está caracterizada por la hemorragia genital anormal que las más de las veces es
aparente a través de vagina. Pocas ocasiones hay una hemorragia no manifiesta al
exterior.
42
El proceso inicia con rompimiento de los vasos deciduales terminales de las arterias
espirales; la sangre extravasada puede formar un hematoma o difundirse en tres
direcciones: hacia el miometrio (distorcia sus fibras), permear las membranas amnióticas
(da un tinte vinoso al líquido), o deslizarse entre las membranas y la decidua (la
hemorragia se hace aparente a través de cérvix y vagina); la obliteración del espacio
intervelloso y la disminución de la superficie de intercambio de la membrana placentaria
determina una hipoxia fetal de grado variable dependiente de la extensión del
desprendimiento y la respuesta de hipertonía uterina.
Aunque el prolapso del cordón no es realmente una anomalía de éste, sino solamente una
distocia ocasional motivada por otras anormalidades del parto, incluimos, sin embargo,
aquí esta complicación, por otra parte bastante frecuente.
43
momento la corriente de líquido amniótico que fluye bruscamente hacia abajo
arrastra al cordón. Estas circunstancias antes apuntadas se dan de preferencia en
los siguientes estados obstétricos en los que, por lo tanto, el prolapso de cordón
es frecuente: 1) Transversas. 2) Podálicas. 3) Estrecheces pélvicas. 4) Placenta
previa parcial. 5) Procidencia del brazo. 6) Maniobras obstétricas equivocadas,
como, por ejemplo, rotura artificial de la bolsa estando la cabeza peloteando por
encima del estrecho superior, o intento de versión externa intraparto. (Botella
Llusia & Clavero Nuñez, 2008).
C) Clínica. Podemos distinguir tres grados del prolapso de cordón: Primer grado: el
cordón ha descendido por debajo del ecuador de la presentación, pero no es
asequible al tacto. Segundo grado: el cordón desciende hasta el conducto cervical
y ya se tacta, pero no llega a la vagina; generalmente esto ocurre porque la bolsa
todavía no se ha roto. Tercer grado: después de rota la bolsa, el cordón aparece
en la vagina y hasta podemos verlo al exterior. Los alemanes llaman a esta última
forma «prolapso», mientras que a las dos primeras, sólo procidencia o procúbito.
Inicialmente, el curso clínico no presenta nada de particular; pero al encajarse la
presentación se comprime el cordón y se produce un intenso sufrimiento fetal,
cada vez más acusado y que conduce en poco tiempo a la muerte fetal de 22 por
100. En nuestro material, esta mortalidad se eleva a un 31 por 100.
44
3.3.4 Polihidramnios y Oligohidramnios
POLIHIDRAMNIOS
El polihidramnios, llamado también simplemente hidramnios, es más frecuente que el
oligohidramnios, y se presenta en un 0,5 a 0,8 por 100 de todos los partos. Se ha descrito
un caso de 30 litros de líquido, pero el hallazgo de 10 o 12 no es raro. La etiología es
debida a causas fetales, pues no debe olvidarse que el líquido amniótico forma parte del
sistema lagunar fetal, circulando en el interior del organismo de éste. En líneas generales
podemos decir que el polihidramnios depende de un fracaso del huevo para regular su
recambio hídrico. Hasta muy recientemente, el diagnóstico del polihidramnios era
sumamente vago. En la actualidad, gracias a la ecografía se ha conseguido calcular con
exactitud el volumen amniótico.
Esto permite, ya en la gestación, establecer una estimación exacta del volumen del líquido
y de sus fluctuaciones, cosa que hasta ahora era imposible. Todas aquellas causas
fetales que impiden la reabsorción del líquido amniótico son, por lo tanto, causa de
hidramnios. Se encuentra así este fenómeno ante todo en las malformaciones fetales, en
especial aquellas que originan abertura de las cavidades naturales, como la extrofia
vesical y la anencefalia (Chevrant-Breton). También puede aparecer hidramnios en
aquellas otras malformaciones en las que hay defecto del sistema de deglución y
reabsorción del líquido, tales como la atresia esofágica o pilórica o en las anomalías
congénitas del riñón. Finalmente, también encontramos esta acumulación de líquido en
las formas graves de la eritroblastosis. (Botella Llusia & Clavero Nuñez, 2008).
OLIGOHIDRAMNIOS
La escasez de líquido amniótico no da lugar a anomalías en el parto. Si hay una falta casi
absoluta y el proceso de dilatación marcha muy retrasado es lo que recibe el nombre de
parto seco. El oligohidramnios se combina frecuentemente con dos alteraciones ovulares:
la displasia del tracto urinario fetal y la insuficiencia placentaria. La primera consiste en la
agenesis renal del feto. El fracaso en la formación del líquido amniótico se debe a que el
feto no elimina orina en el interior de la cavidad del amnios. Esto determina un
desequilibrio en la secreción-reabsorción del líquido amniótico. En cuanto a la
insuficiencia placentaria, se ignora exactamente por qué razón determina fallo en la
45
secreción aminótica. Esto hace que el cálculo del volumen del líquido amniótico, según
Fuchs, tenga valor para poder predecir la insuficiencia del órgano placentario. Si la falta
de líquido amniótico tiene lugar durante los primeros meses del desarrollo, se establecen
adherencias entre la pared amniótica y el organismo embrionario y se producen las
llamadas bridas amnióticas que pueden dar lugar a anomalías congénitas. (Botella Llusia
& Clavero Nuñez, 2008).
El embarazo múltiple se define como cualquier embarazo en el que dos o más fetos
ocupan el útero al mismo tiempo. Es de la mayor importancia reconocer a la gestación
46
múltiple como una complicación del embarazo. Como la edad gestacional media de los
gemelos es cercana a 36 semanas, la mortalidad y morbilidad perinatales en el embarazo
múltiple son desproporcionadamente mayores a las de embarazos únicos. Por el estrés
fisiológico adicional relacionado con dos fetos y dos placentas, así como el útero en
rápido crecimiento, la morbilidad materna también es más alta.
Mientras más temprano se divida el embrión, más separadas serán las membranas y
placentas. Si la división ocurre en las primeras 72 horas de la fertilización, las membranas
serán dicoriónicas, diamnióticas con una membrana intermedia gruesa de cuatro capas.
Si la división ocurre después de 4 a 8 días de desarrollo, cuando el corion ya se formó, se
desarrollan gemelos monocoriónicos diamnióticos, con un tabique delgado de dos capas
entre ellos. Si la separación ocurre después de ocho días, cuando ya se formaron el
corion y el amnios, el resultado será un par de gemelos monocoriónicos, monoamnióticos
que viven en un solo saco sin división.
47
Síntesis de la Unidad III
48
UNIDAD IV
ALTERACIONES PRODUCIDAS EN EL FETO
49
1990 a 1997. Incluyeron a 67 mujeres gestantes con este diagnóstico, corroborado con la
determinación de anticuerpos séricos IgM. (Ahued Ahued, Fernández del Castillo S., &
Bailón Uriza, 2003).
A los recién nacidos con determinación positiva de IgM anti– rubéola se les efectuó
ecocardiograma, potenciales evocados auditivos del tallo cerebral y estudio oftalmológico.
En treinta y cinco casos (52.2%) la infección viral ocurrió en el primer trimestre, en el
segundo se valoraron 23 pacientes (34%) y nueve en el tercer trimestre.
El 71% de los recién nacidos cuyas madres padecieron la rubéola en el primer trimestre
de la gestación, se infectaron y 51.6% desarrolló un síndrome de rubéola congénita. De
esto, los hallazgos más frecuentes fueron prematurez, bajo peso al nacimiento y
alteraciones de los potenciales evocados auditivos.
La infección por rubéola estimula una variedad de respuestas de anticuerpos como los
anticuerpos IgG inhibidores de la hemaglutinación, los anticuerpos IgG fijadores del
complemento, además del anticuerpo IgM específico antirrubéola.
50
Su aplicación deberá ser 90 días previos a que una mujer decida embarazarse, puesto
que la vacuna contiene virus atenuados vivos. (Ahued Ahued, Fernández del Castillo S., &
Bailón Uriza, 2003).
SIDA
Desde el reconocimiento den 1981 del primer caso de síndrome de inmunodeficiencia
adquirida (SIDA), es mucho lo que se ha modificado la epidemiología de la enfermedad, y
mucho lo que se ha profundizado en el conocimiento de su evolución natural, sus posibles
modificaciones durante la gestación y el riesgo de transmisión de una madre infectada a
su hijo por la denominada vía perinatal.
Con el paso del tiempo la relación hombre: mujer se ha ido modificando, para ser en 1995
de 6:1; de las mujeres enfermas o portadoras de la infección, la mayoría son adultas en
edad reproductiva. La prevalencia de seropositividad al VIH durante la gestación ha sido
estimada en 0.06%, lo cual contrasta con otros países como Honduras y Brasil, en los que
se informa 1 a 2%; en Estados Unidos se reporta 1.5 por cada 1000 embarazadas.
51
Mientras la transmisión por vía transfusional disminuye, la transmisión perinatal, que es
vertical, tiende a crecer; se estima que 8 de cada 10 casos de SIDA en menores de 15
años adquieren la enfermedad por esta vía. El riesgo de transmisión de madre
seropositiva a su hijo es de 1 caso por cada 4, y puede ser a través de tres mecanismos:
transplacentario durante la gestación, por contacto directo con sangre materna durante la
resolución obstétrica o mediante la leche materna durante la lactancia.
Las primeras informaciones en relación a infección por VIH y SIDA como intercurrencias
gestacionales refirieron una elevada prevalencia de transmisión materno fetal y una
aceleración de la evolución de la enfermedad, hechos que motivaron consideraciones
serias de la conveniencia de interrumpir la gestación. Actualmente está bien establecido
por un lado que el riesgo de transmisión es menor al originalmente estimado y, por otro,
que la evolución natural de la enfermedad infecciosa no sufre modificación por los
cambios fisiológicos del embarazo; es un hecho sustentado en evidencias que el
tratamiento con antirretrovirales durante la gestación disminuye sustancialmente la
transmisión al feto y recién nacido, por ejemplo, el uso de zidovudina durante el embarazo
disminuye en dos tercios los casos de transmisión (7.6% en casos tratados, 22.6% en
casos no tratados). (Llaca Rodríguez & Fernández Alba, 2000).
CITOMEGALOVIRUS
La infección intrauterina por citomegalovirus (CMV), un virus DNA del grupo herpesvirus,
es la causa más frecuente de infección congénita reportándose en 0.5 a 2.5% de todos
los nacimientos. La infección asintomática no debe considerarse como inocua. La
naturaleza persistente y progresiva de esta inaparente infección congénita resulta en
trastornos en el SNC y secuelas neurológicas, lo que representa el mayor impacto de la
infección. Se ha reportado que de 5 a 10% de los niños infectados presentarán secuelas
neurológicas.
El potencial teratógeno del virus es incierto, el virus puede causar una reducción en el
número absoluto de células en varios órganos, no se sabe si esto es debido a un efecto
directo en las células, o si es secundario a daño vascular y endotelial. Las malformaciones
tales como las cataratas y las lesiones cardiacas congénitas rara vez se presentan en
infecciones por citomegalovirus. Su efecto parece ser secundario a acciones citotóxicas.
52
Aproximadamente 50% de las mujeres en Estados Unidos y en Europa son susceptibles
al citomegalovirus en la edad reproductiva, y el mayor porcentaje de seroconversión
ocurre entre los 15 y 35 años de edad. Como resultado, la posibilidad que la enfermedad
por citomegalovirus coincida con el embarazo es extremadamente alta. (Ahued Ahued,
Fernández del Castillo S., & Bailón Uriza, 2003).
HERPES SIMPLE
La infección genital por el virus del herpes simple (VHS) tiene un interés fundamental
desde el punto de vista obstétrico, ya que es una de las enfermedades de transmisión
sexual más frecuentes, además de los riesgos potenciales de producir infección fetal y
neonatal graves.
El VHS pertenece a la familia de los herpesvirus, un gran grupo de virus DNA, en el que
se incluyen al menos otros tres virus humanos: citomegalovirus, varicela–zoster y virus de
Epstein–Barr. Estos virus tienen la capacidad de permanecer durante toda la vida de sus
huéspedes, produciendo infecciones recidivantes e induciendo la formación de inclusiones
intranucleares en las células infectadas.
53
Las mujeres con infecciones genitales por VHS durante la primera mitad del embarazo
tienen una incidencia de abortos espontáneos de 50%. El riesgo de abortos parece ser
superior en las que presentan la infección primaria.
El riesgo de adquirir la infección vía vaginal de una madre con infección genital primaria
es de 40 a 60%, si se trata de una infección recidivante, el riesgo no llega al 5%, ya que
en estos casos la respuesta inmune limita la infección, ejerciendo un efecto de protección
sobre el feto. El riesgo de infección neonatal con herpes genital activo en el momento del
parto disminuye significativamente con la operación cesárea. El aislamiento del virus por
medio de cultivos es el método más definitivo para establecer el diagnóstico de infección
por el VHS. Las muestras se obtienen de cualquier lesión activa, así como del cérvix y de
la vagina. Las pruebas serológicas tienen una utilidad limitada, ya que existe reactividad
cruzada entre el VHS– 1 y el VHS– 2.
54
tener sobre el feto. Sin embargo, la medicación se ha utilizado durante el embarazo para
tratar infección diseminada por VHS, sin que se detectaran efectos secundarios en el feto.
55
urinarias así como complicaciones graves maternas y fetales. Durante el embarazo o el
período posparto, las mujeres pueden contraer amnionitis, endometritis o septicemia por
este germen. (Organización Panamericana de la Salud , 2008).
La enfermedad neonatal por Estreptococo Grupo B en los recién nacidos puede ser de
aparición temprana (en los 7 primeros días después de nacimiento) o aparición tardía
(entre 7–89 días después del nacimiento). La enfermedad de aparición temprana es
siempre por transmisión vertical. Por el contrario, en la enfermedad de aparición tardía no
se conoce bien el modo de transmisión, y no se han identificado medidas preventivas
eficaces. Ambas formas de aparición de la enfermedad por Estreptococo Grupo B son
graves y pueden causar la muerte o secuelas permanentes como crisis convulsivas o
dificultades en el habla, déficit de audición o visión. La tasa de letalidad puede variar de
un país a otro, dependiendo en parte de la disponibilidad de los cuidados intensivos
neonatales.
INFECCIONES GONOCÓCICAS
Neisseria gonorrhoeae es una bacteria que infecta únicamente a los seres humanos, y es
transmitida por el contacto sexual íntimo. El recién nacido también puede contraer la
infección en sus ojos si nace por vía vaginal mientras su madre cursa una infección
gonocócica cervical. (Organización Panamericana de la Salud , 2008).
56
4.3 Acciones de Drogas Durante el Embarazo
AGENESIA RENAL: la falta unilateral sucede en uno de cada 1 000 recién nacidos vivos;
generalmente es asintomática, ya que el otro riñón suple al faltante; la forma bilateral es
57
incompatible con la vida y se presenta en 0.3 de 1 000 nacimientos; se relaciona con
oligohidramnios.
EXTROFIA VESICAL: ocurre una en cada 10 000 a 50 000 nacimientos; es muy grave y
generalmente es más frecuente en varones y está ocasionada por el cierre incompleto de
la línea media, parte inferior de la pared abdominal anterior. (Ahued Ahued, Fernández del
Castillo S., & Bailón Uriza, 2003).
La muerte fetal ha sido definida por la Organización Mundial de la Salud como aquélla que
ocurre antes de la expulsión o extracción completa del producto de la concepción,
independientemente de la duración del embarazo. Se llama muerte fetal temprana a la
que se produce antes de cumplirse 20 semanas de gestación. Muerte fetal intermedia es
la que se presenta en las semanas 20 a 27, y muerte fetal tardía, la que sucede a partir de
la semana 28 de gestación.
58
4.6 Sufrimiento Fetal Agudo y Crónico
El sufrimiento fetal agudo es una patología que se instala durante el trabajo de parto,
caracterizado por una insuficiencia placentaria de tipo respiratoria, que provoca trastornos
en el feto. Su forma leve o moderada produce hipoxia y sus formas graves son capaces
de producir acidosis, parálisis cerebral y muerte fetal y/o neonatal. (es.slideshare.net,
2008).
AMNIOSCOPIA
Fue una idea de Saling, en 1962, introducir un sistema óptico a través de vagina y cuello
para ver a través de la bolsa íntegra las características del líquido amniótico.
Normalmente es abundante y transparente o blanquecino por los copos de vérmix
caseoso. La disminución del volumen del líquido y, sobre todo, los cambios de color
pueden indicar sufrimiento fetal, ya que la expulsión de meconio suele asociarse a
hipoxia. El amnioscopio puede introducirse con facilidad a partir de la semana 34-35,
siendo antes más difícil por encontrarse el cuello muy posterior, a la par que rígido y
cerrado. Por este motivo, y por el riesgo de inducir pretérmino, debe contraindicarse con
anterioridad a dichas fechas.
59
FETOSCOPIA
Más recientemente se ha empezado a introducir un sistema óptico a través del abdomen
con el fin de visualizar el feto. El fetoscopio se ideó para el diagnóstico de las
malformaciones fetales, en especial la espina bífida, tan frecuente entre escoceses. El
método es agresivo y precisa de anestesia materna, por lo que dicha indicación se ha
abandonado al disponer de otros más sencillos para el mismo fin. Sin embargo, ha
encontrado otra utilización, y es la punción de los vasos funiculares en la unión
placentaria, para analizar la sangre fetal en las siguientes situaciones:
a) Enfermedad hemolítica perinatal.
b) Enfermedades cromosómicas fetales,
c) Enfermedades metabólicas.
d) En los casos de crecimiento fetal retardado para comprobar si se asocia a
acidosis metabólica.
AMNIOCENTESIS
Otra exploración es la extracción de líquido amniótico, lo que generalmente se hace
mediante punción a través de la pared abdominal guiada ecográficamente, y
excepcionalmente a través de la vagina. La punción apenas resulta dolorosa para la
mujer, ni peligrosa para el feto, por lo que se prodiga en las siguientes indicaciones:
a) Diagnóstico prenatal de anomalías del cariotipo.
b) Diagnóstico de la madurez fetal.
c) Diagnóstico de la enfermedad hemolítica perinatal. (Botella Llusia & Clavero
Nuñez, 2008).
60
a) Métodos clínicos de vigilancia fetal.
- Movimientos fetales.
Síntesis de la Unidad IV
61
BLOQUE III
UNIDAD V
COMPLICACIONES DEL PARTO Y DEL PUERPERIO
Objetivo de la Unidad: Distingue cuales son las patologías más frecuentes durante el
parto.
La rotura del útero no es una distocia, sino un accidente del parto, el más grave que
puede ocurrir a una embarazada. De aquí la importancia de conocer sus causas,
mecanismo de producción y signos por los que se anuncia, para adoptar las medidas
posibles.
62
5.2 Atonía Uterina
Hay factores metabólicos que pueden contribuir a la atonía uterina. Puede ocurrir
agotamiento muscular por la acumulación de ácido láctico. Debido a que el calcio es un
importante regulador del tono del músculo liso, en algunos casos de atonía uterina puede
relacionarse con hipocalcemia. Los fármacos tienen un importante efecto sobre el tono
uterino posparto. La administración de sulfato de magnesio para prevenir convulsiones o
como un tocolítico puede resultar en atonía uterina al alterar las propiedades mediadas
por calcio dentro de las células. Además, los bloqueadores de los canales del calcio,
como nifedipina, utilizados en las contracciones uterinas posparto. (Johnson, 2011).
63
Trastornos de la dinámica uterina que producen anillos de constricción por encima del
segmento inferior pueden hacer que no tenga lugar la expulsión placentaria después de
su desprendimiento.
La falta de contracciones uterinas, que acontece en los casos de atonía, impide que la
placenta se desprenda normalmente. Pero este hecho también puede estar ocasionado
por la inserción placentaria en lugares anómalos, como es el caso de miomas o
malformaciones uterinas. Mención especial merece el cuadro producido por una anormal
adherencia de la placenta a los tejidos maternos.
64
En el segundo caso, se debe tener cuidado para no confundir la inversión con otra entidad
patológica. (Botella Llusia & Clavero Nuñez, 2008).
5.5 Laceraciones
Las laceraciones del cuello uterino. Son frecuentes. Su importancia es variable (desde
pequeñas heridas de la mucosa hasta desgarros profundos que atraviesan el cuello, la
bóveda vaginal y el parametrio).
Los desgarros cervicales suelen descubrirse después del parto por la Hemorragia
generalmente ligera, salvo si ha ocurrido la rotura de alguna rama importante de la arteria
uterina.
Las afecciones de los genitales externos constituyen una causa frecuente de consulta
ginecológica, por lo que es recomendable establecer una clasificación general de dichas
afecciones y detallar las que presenten una mayor incidencia en nuestro país.
65
CLASIFICACIÓN
1. Anomalías congénitas:
a) Hipospadias y epispadias.
b) Himen imperforado.
c) Vagina tabicada.
d) Hipoplasia vaginal.
e) Agenesia.
2. Vulvovaginitis:
a) Monilias.
b) Trichomonas.
c) Gardnerella.
d) Gonorrea.
e) Clamidia.
f) Otras (cuerpo extraño, hipoestronismo y banal).
3. Úlceras vulvovaginales:
a) Sífilis.
b) Herpes simple.
c) Chancro blando (chacroide).
d) Granuloma inguinal.
e) Linfogranulona venéreo.
f) Otras (Lipschutzy, Behcet, Crohn).
4. Dermatosis:
a) Irritativas (físicas, químicas, parasitarias).
b) Otras (vitíligo, intertrigo, foliculitis).
5. Distrofias:
a) Hiperplasia epitelial.
b) Liquen escleroatrófico.
c) Mixtas.
6. Tumores benignos:
a) Condilomas.
b) Quistes (de inclusión, de Gardner y de Skene).
c) Bartolinitis.
d) Otras (fibromas y endometriosis). (Rodríguez & Sotolongo, 2015).
66
5.7 Lesiones de Recto
Se han asociado frecuentemente con los partos instrumentales y con desgarros vaginales
de tercer grado donde hay compromiso del músculo del esfínter anal. El síntoma clínico
característico es la incontinencia anal y la urgencia fecal y el diagnóstico se puede
corroborar mediante la endosonografía anal con la que se observa la lesión del músculo.
Luego de tener una lesión cervical confirmada por un Papanicolaou (citología) o una
colposcopia, usted se puede sentir un poco desorientada y asustada. Una de las primeras
preocupaciones es el cáncer de la cérvix o complicaciones en el embarazo. Si usted se
hace los tratamientos y los seguimientos que le recomiende su médico, verá que todo
saldrá bien. La mayoría de las veces nuestro sistema inmunológico es capaz de erradicar
esta infección. Pero debe seguir exactamente las instrucciones y recomendaciones de su
profesional de la salud.
Uno de los tratamientos para la lesión cervical es la conización. Se extrae del cuello
uterino un pedazo de tejido en forma de cono. Este tratamiento puede aumentar el riesgo
de un parto prematuro y de hemorragias. Es muy raro que se haga durante el embarazo.
67
Si usted no está embarazada, pero lo desea en un futuro, es importante que discuta los
riesgos de este tratamiento con su profesional de la salud. La conización crea
cicatrización del tejido cervical. Esto puede causar periodos menstruales dolorosos, hacer
más difícil la lectura de una citología anormal y puede hacer más difícil que usted quede
embarazada. (blog.nacersano.org, 2010).
I. SHOCK HIPOVOLÉMICO
1. Actuación inmediata
Valoración general. Verificar la fase del shock
Colocación del paciente tumbado sin incorporarse.
Monitorizar: TA, FC, SatO2.
Administración de Oxigeno mediante mascarilla
Venoclisis: coger vías intravenosas de grueso calibre, posteriormente se
cogerá una vía central.
Analítica: Hemograma, iones, urea, gasometría arterial.
Medición de diuresis por sondaje vesical.
3. Tratamiento
Inicio inmediato de administración de sueros
Valoración de las pérdidas
68
Restaurar la volemia con líquidos de relleno vascular
4. Otras medidas
Mantenimiento de una ventilación correcta
Corrección de los trastornos hidroelectrolíticos y ácido-base
Mantenimiento de los valores de hematocrito y hemoglobina dentro de los
límites normales.
5. Registrar
Posibles pérdidas
Aportes de líquidos
Constantes vitales.
Nivel de conciencia
6. Observaciones de Enfermería
Saber conocer un estado de shock: caída de TA, aumento de FC,
alteraciones del nivel de conciencia, disminución de la diuresis, etc.
Vigilancia continua de las constantes vitales de la monitorización cardiaca y
de la hemodinámica
Observación continua de las zonas de sangrado, drenajes
Vigilar el ritmo de las perfusiones prescritas en función de la medida de la
PVC. (Leyva Carmona, 2014).
2. Actuación inicial
Control continuo de las constantes vitales
Control de la temperatura
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Sondaje vesical
Administración de oxigeno
Venoclisis periféricas y centrales
Analíticas: Hemograma completo, gasometría arterial, pruebas de función
hepática, coagulación y hemocultivos
Petición de otros exámenes complementarios según sospecha clínica
3. Material y procedimientos
Colocación de vía central y control de la PVC (preparar el material
necesario)
Si necesario, colocar SNG
Si está indicada la intubación y ventilación mecánica, preparar material
necesario
4. Control de la temperatura
Si la temperatura es elevada reducirla mediante la utilización de medios
físicos.
Realizar extracciones de hemocultivos. Es importante realizar la extracción,
si es posible, antes del inicio de la antibioterapia
Administrarle antipiréticos (según prescripción médica), si la temperatura
supera los 38’9ºC
Tranquilizar al paciente, en la medida de lo posible.
70
Administración de fármacos inotrópicos y vasodilatadores. (Leyva
Carmona, 2014).
7. Observaciones de Enfermería
Vigilancia estrecha del paciente orientada a detectar signos de
empeoramiento clínico: Hipotensión importante, cambios en el nivel de
conciencia, Temperatura elevada, piel pálida, fría y sudorosa, o con
aparición de moteado (petequeas, equimosis), aumento de Taquipnea y
aparición de disnea.
Control de Temperatura: Observar la aparición de picos de fiebre, y aplicar
medios físicos o un antipirético según prescripción médica
Observar al administrar los líquidos signos de sobrehidratación como
edema, crepitantes basales.
Comprobar los valores de las cateterizaciones de la PVC
Realizar cuidados respiratorios, vitales para prevenir las complicaciones del
edema pulmonar y del síndrome de distrés respiratorio del adulto.
Controlar los efectos secundarios de los fármacos que se administran;
como son los fármacos inotrópicos dopamina y dobutamina (taquicardia) o
vasodilatadores (hipotensión). (Leyva Carmona, 2014).
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Alteraciones en la piel (lo más precoz): progresa desde prurito y eritema difuso
a urticaria generalizada y edema vascular especialmente en labios, párpados y
lengua. También el paciente puede referir mucho calor.
Trastornos respiratorios: Progresan de sensación de nudo en la garganta a
ronquera, tos estornudos, disnea y estridor.
Problemas cardiovasculares: Hipotensión, shock, hemoconcentración con
hematocrito elevado, taquicardia, bradicardia e incluso depresión miocárdica.
Alteraciones metabólicas: histamina elevada, acidosis láctica y depleción de los
factores de coagulación.
Trastornos digestivos: nauseas, vómitos, diarrea. (Leyva Carmona, 2014).
3. Acciones de Enfermería
Si ha dejado de respirar inicie reanimación respiratoria.
Si además carece de pulso, inicie reanimación cardiorrespiratoria
Administrar oxígeno según necesidades.
Estar preparados para una intubación endotraqueal
Si el edema laríngeo ha ocluido las vías respiratorias que impida la intubación
endotraqueal, el médico efectuará una traqueostomía de urgencia
Insertar una vía intravenosa
Administración de tratamiento según prescripción médica (Corticoides,
antihistamínicos, adrenalina, etc.) (Leyva Carmona, 2014).
La infección puerperal es aquella infección que tiene por puerta de entrada el aparato
genital después del parto. Esta infección es particularmente grave, porque se ve
favorecida, por las alteraciones locales y generales del organismo puerperal. Esta
infección es en realidad una infección quirúrgica, la infección de la herida puerperal. Lo
que los clínicos alemanes llamaban Puerperalenwundinfektion. La infección puerperal
puede tener lugar en la herida placentaria en el parto normal, pero también es infección
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puerperal la de una episiotomía, un desgarro o una cesárea. Es, pues, una infección
quirúrgica. (Botella Llusia & Clavero Nuñez, 2008).
Síntesis de la Unidad V
73
UNIDAD VI
DISTOCIAS DE ORIGEN MATERNO-INFANTIL Y MANEJO OBSTETRICIO
El parto que transcurre con arreglo a los principios dinámicos, mecánicos y clínicos se
llama parto eutócico o eutocia. Si se aparta de las normas señaladas se le llama parto
distócico o distocia. Una distocia es, pues, un parto que se aparta de las reglas
fisiológicas. El parto se compone de tres elementos: motor, canal y objeto. Un parto
anormal lo puede ser por alteración de cualquiera de estos tres elementos.
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La desproporción cefalopélvica al nivel de la entrada pélvica produce falta de descenso y
encajamiento de la cabeza. El hallazgo de la cabeza no encajada en una nulípara al inicio
del trabajo de parto indica una mayor probabilidad de CPD en la entrada pélvica, pero no
es inusual que la cabeza no esté encajada en una multípara en trabajo de parto. Sin
embargo, puede haber CPD relativa en la mujer multípara (la ―trampa de la multípara‖) y
debe tenerse presente.
75
posición anormales por la relación alterada entre la parte fetal de presentación y la pelvis
materna.
A veces está indicada la rotación manual con los dedos del examinador o la rotación con
fórceps de Kielland, si la pelvis es de tamaño y forma normales. La rotación con fórceps y
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el nacimiento de un feto en posición OT persistente en una estación +1 o +2 ahora se
conoce como procedimiento con fórceps lento. Sin embargo, por la intensidad del
moldeamiento y la formación del caput que casi siempre ocurren en estas circunstancias,
la parte ósea del vértice fetal puede estar en una estación +1 aunque la piel cabelluda sea
visible en el introito. Por tanto, lo que parece una operación no complicada con fórceps
bajo en realidad puede ser un procedimiento de fórceps medio más difícil.
Un método para evitar este problema es hacer una evaluación clínica de la relación entre
la cabeza fetal y el sacro. Si la cabeza fetal llena el huevo del sacro, el diámetro biparietal
casi siempre está al nivel o debajo de las espinas, y puede considerarse un parto con
fórceps.
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posición OP. Es probable que se requiera una episiotomía mediolateral amplia para
disminuir la resistencia de la salida al parto de la cabeza fetal. (Hacker, Gambone, &
Hobel, 2011).
La cesárea es hoy la gran solución obstétrica para todos los problemas. Durante muchos
años el arte de los partos consistía en conocer bien el mecanismo de salida del cilindro
fetal y esperar, siempre que se pudiera, al parto espontáneo y, en caso en que éste no se
produjera, maniobrar, siempre dentro de las reglas anatómicas del mecanismo del parto,
para que éste se hiciera posible por la vía vaginal.
Evidentemente, la cesárea ya se conocía desde muy antiguo, pero hasta el primer tercio
de este siglo, su mortalidad era tan alta, que era considerada como un objetivo
inalcanzable o, a lo más, como un remedio heroico. Han sido los progresos de la cirugía
los que, habiendo convertido la cesárea en una operación de bajo riesgo, la han
introducido como alternativa general a todo parto difícil. Y, así, no sólo se prefiere
cesarear en todos los casos en que la cabeza no avanza en el canal del parto, sino
también en otras muchas situaciones tales como sufrimiento intraútero, presentación
podálica o distocia del cordón, en los que el parto vaginal sería posible, pero entrañando
mayores riesgos para el feto. De este modo la cesárea se practica hoy con la abusiva
frecuencia del 15 al 25 por 100 de todos los partos. (Botella Llusia & Clavero Nuñez,
2008).
Los fórceps se emplean ahora de una manera muy diferente a lo que se hacía 40 o 50
años atrás. Constituyen, sin embargo, los instrumentos característicos del especialista en
gineco–obstetricia. En etapas previas al advenimiento de las sulfas y los antibióticos, se
realizaban con frecuencia operaciones traumáticas y difíciles con el fórceps antes de
efectuar una cesárea ya que aquellas intervenciones eran seguidas de menor mortalidad
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que con la cesárea, particularmente después de trabajos de parto prolongados e
infectados.
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Las circunstancias teóricas para realizar este tipo de cirugía no representan problema
alguno en cuanto a la toma de decisión, ya que sus indicaciones y técnicas,
perfectamente analizadas y discutidas, están en función de las características clínicas de
cada paciente. Dada la importancia que tiene este procedimiento para solucionar
problemas que en ocasiones ponen en peligro la vida de la madre, es necesario conocer
sus principales indicaciones, al igual que poder identificar los factores de riesgo y permitir
estar alerta ante cualquier complicación.
Síntesis de la Unidad VI
En esta unidad se identifican las distocias de origen materno infantil, la primera que se
menciona es la distocia de contracción, las cuales están producidas por anomalías en la
contracción uterina; enseguida se mencionan las distocias por alteración de la pelvis
ósea, la cual existe cuando existe si la pelvis ósea no tiene tamaño suficiente y la forma
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apropiada para permitir el paso de la cabeza fetal. Continuando con el desarrollo de la
presente unidad se mencionas las distintas posiciones anormales del feto conocidas
como: posición occipitotransversa persistente y posición occipitoposterior persistente. La
cesárea se ha convertido en una operación de bajo riesgo y la han introducido como
alternativa general a todo parto difícil. Finalmente se menciona cuando es necesaria la
aplicación de fórceps y la histerectomía en obstetricia.
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