FVL 177 A
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VALDIVIA – CHILE
2008
PROFESOR PATROCINANTE Rafael Tamayo C.
Nombre Firma
Gastón Valenzuela J.
Nombre Firma
Capítulos Página
1. RESUMEN……………………………………………………………...1
2. SUMMARY.……………………………………………………………2
3. INTRODUCCIÓN.……………………………………………………..3
4. MATERIAL Y MÉTODOS.……………………………………………8
5. RESULTADOS..……………………………………………………….10
6. DISCUSIÓN..…………………………………………………………..21
7. BIBLIOGRAFÍA..………………………………………………………28
8. ANEXOS ………………………………………………………………33
9. AGRADECIMIENTOS ………………………………………………..34
1
1. RESUMEN
2. SUMMARY
The purpose of this research was to gather information about hidatidosis in the local
Hospital of Puerto Montt, Chile. The analized cases occurred between 2003 and 2007. The
collected information was used to calculate rates of morbidity as incidence and hospital
prevalence, also mortality and fatality rates.
The results indicated there was 57 new cases of surgical hidatidosis between 2003 and
2007 and the incidence rate was 3,2 cases per hundred thousand inhabitants, and the hospital
prevalence was 4,3 per hundred thousand of inhabitants. The mortality rate was 0,1 cases per
hundred thousand inhabitants and the fatality rate was 2,7 cases per hundred cases of surgical
hidatidosis. The sex distribution indicated that 59,6 % of the new cases were related to
females. The age group most affected was from 25 to 64 years, showing 56,1 % of total cases,
followed by the group between 5 and 14 years, representing 28,1 % of total cases. The
distribution by rural urban condition for new cases showed 61,4% for cases of rural origin.
The communes with the highest number of cases were Puerto Montt, Castro and Puerto Varas.
The new cases, between 2003 and 2007, added up 1.180 days of hospitalization, what means
an average of 22 days per patient and a cost of $ 540.730 p/p (US$ 1.157). The cost of surgery
for the total of new cases was $ 12.307.440 (US$ 26.354), giving an average of $260.211(US$
557) per patient.
The 21 rehospitalized cases were categorized according to the same variables and were
found similar results to new cases in distributions by age, urban rural, location of cysts and
communes most affected. The variable sex was the only one who presented a different
outcome with the highest percentage of affected men (52,4%).
3. INTRODUCCION
3.3. EPIDEMIOLOGÍA.
Esta parasitosis aparece en todos los continentes, desde el Ártico por el norte hasta
Tierra del Fuego por el sur, excepto en la Antártica, encontrándose especialmente en todo el
litoral mediterráneo, Oceanía, Ártico y América Latina (Alcaíno y Gorman 1996). Hay países
en que la transmisión a las personas se ha eliminado por completo como es Islandia y se ha
disminuido notablemente en Australia, Nueva Zelandia y Chipre (Chin 2001). E. granulosus
que es la más difundida de las cuatro especies de Echinococcus se presenta con altas áreas de
endemicidad en la parte meridional de América del sur, Argentina, sur de Brazil, Chile, Perú y
Uruguay. En América latina los países que registran los más altos índices de infección son
Argentina, Chile, Uruguay y Brasil, y en menor escala se encuentran Colombia, Bolivia y
Paraguay (Atías 1999).
Entre los años 1947 a 1970 se realizó en el país un estudio donde se encontraron 467
casos de hidatidosis humanas pesquisadas en 115.927 autopsias practicadas en el Servicio
Médico Legal de la Región Metropolitana, Chile. Estas cifras de prevalencia de infección
resultaron entre un 25 a 40 veces mayor a la prevalencia estimada de la enfermedad para la
misma época (Acha y Szyfres 2003) y se pudo verificar que el 63,9% de los diagnósticos de
hidatidosis correspondió a hallazgos de autopsias (Schenone 1989). Para el periodo 1985-
1994 un estudio de casos hospitalarios en Chile encontró que la incidencia real fluctuaba entre
6,5 y 11, 4 casos por cien mil habitantes, es decir, que era cuatro veces más alta que las
notificaciones oficiales que en promedio alcanzaba 2,6 casos notificados por cien mil
habitantes (Serra y col 1996, 1999). Para el año 90 la tasa de incidencia nacional, según casos
notificados fue de 1,9 por cien mil habitantes. Esta cifra se ve contrapuesta con la cifra de
morbilidad según egresos hospitalarios la que aumenta a 9,7 casos por cien mil habitantes
para el mismo año (Serra y col 1995).
Los quistes de E.granulosus pueden tardar muchos años en presentar signos clínicos.
Muchos quistes pueden ser asintomáticos durante toda la vida del individuo infectado y
constituyen un hallazgo durante la autopsia, una intervención quirúrgica o una radiografía
(Acha y Szyfres 2001). La sintomatología de la hidatidosis se puede originar por fenómenos
mecánicos de compresión, por complicaciones del quiste con infección o ruptura o por
alteraciones inmunológicas provocadas por el pasaje de sustancias de la hidátide al
hospedero (Atías 1999). Los síntomas generalmente aparecen cuando la larva alcanza un
tamaño suficiente como para comprimir o erosionar los tejidos o conductos vecinos e
interferir con su función (Sapunar 1999, Acha y Szyfres 2001).
3.6. TRATAMIENTO
Las encuestas de salud son una herramienta imprescindible ya que permiten conocer y
manejar indicadores que son útiles para definir y monitorizar las necesidades, así como para
poner en evidencia las diferencias definidas por variables como el género, edad, clase social,
la comunidad autónoma de residencia, entre otras. Esta información permite definir los grupos
con mayores necesidades y, por tanto, prioritarios desde el punto de vista de la asistencia
sanitaria, cuya realidad es ignorada en otras fuentes de información sanitaria (Rohlfs y col
2000).
4. MATERIAL Y METODOS
4.1. MATERIAL
4.2. METODO
4. Localización: más frecuente de quistes en los pacientes dentro del periodo en estudio.
- Para determinar las zonas geográficas con mayor cantidad de casos presentados en el
hospital, se ordenaron los lugares de procedencia de cada paciente, incluyendo todos los
casos que se presentaron en el hospital durante el periodo, incluso los pertenecientes a
otras provincias, y se calcularon las tasas considerando como población expuesta al riesgo
a la población de la provincia de Llanquihue, Chiloé y Palena según correspondiera.
- Para cuantificar los días cama se consideraron las fechas de ingreso y egreso al hospital
y se calculó el promedio de días cama por paciente para casos nuevos y rehospitalizados.
- Para cuantificar los valores por paciente se obtuvo información de los aranceles 2007
del Fondo Nacional de Salud del hospital al 01 de diciembre 2007 y se calcularon los
costos por concepto de hospitalización y cirugía de los casos nuevos y rehospitalizados.
5. RESULTADOS
Entre los años 2003 y 2007 se presentaron 57 casos nuevos de hidatidosis quirúrgica en
el Hospital Regional de Puerto Montt. La tasa de incidencia promedio para el periodo fue de
3,2 casos por cien mil habitantes y la tasa de prevalencia hospitalaria alcanzó 4,3 casos por
cien mil habitantes.
El único año que registra mortalidad es el año 2005 con una tasa de 0,6 casos por cien
mil habitantes y una tasa de 0,1 casos por cien mil habitantes para el periodo en estudio.
La tasa de letalidad para el periodo alcanzó 2,7 casos por cada cien casos de
hidatidosis quirúrgica.
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CUADRO Nº 2: Distribución por sexo y edad de los casos nuevos de hidatidosis quirúrgica,
Hospital de Puerto Montt, periodo 2003-2007.
5.5. REHOSPITALIZACIONES
COMUNAS REHOSPITALIZADOS
Nº %
Calbuco 2 9,5
Fresia 2 9,5
Maullín 1 4,8
Puerto Montt 6 28,6
Puerto Varas 1 4,8
Total Provincia Llanquihue: 12 57,1
Castro 4 19
Ancud 2 9,5
Quellón 1 4,8
Total Provincia Chiloé: 7 33,3
Futaleufú 1 4,8
Hualaihué 1 4,8
Total Provincia Palena: 2 9,5
TOTAL 21 100
5.7. COSTOS
COSTOS ($)
n= 57 DÍAS CAMA CIRUGÍA TOTAL
Promedio 540.730 260.211 800.941
Mediana 417.920 215.920 633.840
Mínimo 130.600 215.920 346.520
Máximo 3.108.280 863.680 3.971.960
Total casos 30.821.600 12.307.440 43.129.040
El valor total por concepto de hospitalización y cirugía fue de $43.129.040 para los 57
casos nuevos de hidatidosis y el valor promedio correspondió a $800.941 por paciente con un
gasto mínimo de $346.520 y un máximo de $3.971.960.
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COSTOS ($)
n= 21 DÍAS CAMA CIRUGÍA TOTAL
Promedio 560.958 181.372 742.330
Mediana 444.040 215.920 659.960
Mínimo 156.720 215.920 372.640
Máximo 1.436.600 647.760 2.084.360
Total casos 11.780.118 4.534.320 16.314.438
6. DISCUSION
La población canina es una variable importante ya que a medida que aumentan los
caninos en relación a la población humana aumenta el riesgo de contraer la enfermedad. La
provincia de Valdivia cuenta con mediciones urbanas de la población canina que revelan una
relación hombre:perro de 6,6:1(Guttler 2005) similar a la estimada para el país con 6,8:1 (OPS
2003). En el año 2002 se realizó un estudio de la población canina en el pueblo de Alerce,
comuna de Puerto Montt donde la relación hombre:perro encontrada alcanzó 3,4:1 (Carnevali
2003). En Puerto Montt no existen estudios de población canina que permitan hacer
comparaciones con las tasas presentadas en otras ciudades.
Para el cálculo de las tasas se tomaron en cuenta todos los casos atendidos en el hospital
de Puerto Montt, independiente del lugar de origen. Esto sugiere que las tasas calculadas
pertenecen a la situación del hospital mismo y no a la ciudad, ya que para ello se debieran
considerar los otros centros de salud privados y solo los casos provenientes de la misma
ciudad. A pesar de esto los estudios de egresos hospitalarios son una herramienta útil para
definir los grupos con mayores necesidades y pueden ser un fiel reflejo de la situación local
(Rohlfs y col 2000).
La tasa de mortalidad alcanzó un 0,11 casos por cien mil habitantes (Cuadro Nº1). Se
registraron dos casos de pacientes fallecidos, ambos mayores de 58 años con presentación
de enfermedades concomitantes (Anexo Nº2). Esta tasa es inferior a la publicada por el
Ministerio de Salud cuyos valores se han mantenido constantes desde hace años atrás entre
0,2 y 0,3 casos por cien mil habitantes (Chile 2007). En Valdivia en un estudio realizado en
el periodo 1987-1991 la mortalidad encontrada fue de 0,2 casos por cien mil habitantes
(Ernst y col 1994) y en un estudio posterior para la misma provincia la mortalidad
disminuyó a 0,13 casos (Alarcón 2000). La disminución de las tasas de mortalidad se puede
atribuir a una mejor calidad del servicio de cirugía de los hospitales, avances en las
técnicas operatorias en las últimas décadas (Pelaéz y col 1999) y en el diagnóstico precoz lo
que ayuda a intervenir a los pacientes con anterioridad a producirse cuadros
concomitantes que dificultan la cirugía y ponen en riesgo la vida del paciente (Ernst y col
1994). También la mayor accesibilidad de las zonas rurales a atención médica temprana
aumenta la posibilidad de realizar un diagnóstico oportuno (Alarcón 2000).
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Cabe señalar que en este estudio solo se consideran los pacientes que fallecen
dentro del periodo de hospitalización de la cirugía y no los que puedan presentar
problemas posterior a el alta, característica que podría incidir en la tasa de mortalidad
presentada en el periodo (Ernst y col 1994).
La tasa de letalidad en este estudio (Cuadro Nº1) es inferior a la tasa nacional entregada
por la OPS (2004) correspondiente a un 3,0. En un estudio nacional de egresos hospitalarios
realizado en el año 1996 la décima región presentó un 2,2 por ciento de letalidad (Serra y col
1996), tasa mayor a la registrada en Valdivia con 1,5 por ciento para el periodo 1992-1998
(Alarcón 2000). Como se demuestra las tasas de letalidad se han mantenido con valores
inferiores a los entregados por la OPS (2004), lo que se atribuye a los avances médicos y a las
nuevas técnicas operatorias que permiten reducir los riesgos de complicaciones durante y
después de la intervención (Catalán 2007).
En niños el crecimiento de los quistes suele ser más rápido por la poca resistencia del
parénquima lo que explica que la mayor presentación se sitúe en la categoría de 0 a 14 años
(Noemí y col 2002, Briones y Salazar 2004). Las otras categorías afectadas (Cuadro Nº2), se
atribuyen a las labores relacionadas a la agricultura en jóvenes y adultos lo que aumenta el
riesgo de contraer la infección (Atías 1999). Además, como afirman algunos autores, la
infección suele ocurrir en la infancia por el contacto estrecho con perros y las menores
medidas higiénicas y sanitarias, pero por tratarse de una enfermedad de lenta evolución la
presentación de los quistes ocurre años después del contagio en periodos posteriores a la niñez
(Chin 2001, Martínez 2004).
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Los resultados se presentaron con algunas diferencias de las distribuciones por edad de
otros estudios. En 1990 la distribución nacional de los casos de hidatidosis según egresos
hospitalarios arrojó que las categorías más afectadas eran entre los 25 y 44 años (Serra y col
1996). En Valdivia para los años 1992-1998 la categoría más afectada correspondió a
pacientes entre los 25 y 64 años (Alarcón 2000). En el estudio realizado en Coyhaique se
determinó que el grupo más afectado eran los menores de 20 años con el 40,8% (Catalán
2007) resultado similar al encontrado en este estudio lo que se puede atribuir al avance y
mayor acceso a fuentes diagnósticas actuales que hace que la enfermedad se pesquise en
edades más tempranas (Martínez 2004).
La distribución por condición urbana rural muestra una mayor proporción de casos
provenientes de zonas rurales (Cuadro Nº3). Esta tendencia se mantiene en diversos
estudios realizados en el país. En Valdivia entre los años 1987 y 1991 los casos de
procedencia rural alcanzan a un 73,7% (Ernst y col 1994) y se mantienen altos años
después para el periodo 1992-1998 con un 58,5% de los casos rurales sobre los casos de
procedencia urbana (Alarcón 2000). Esto se atribuye a las actividades de ganadería
tradicional ligadas a los lugares de procedencia, lo que favorecen la estrecha relación
perro/hombre/rumiantes, muchas veces con un elevado porcentaje de perros y con inadecuada
educación sanitaria reflejados en sacrificios domiciliarios con deficientes infraestructura y con
mal manejo de vísceras y desechos animales (Chin 2001, Acha y Szyfres 2003).
Cabe destacar que muchas veces los pacientes que siguen un tratamiento quirúrgico
residen temporalmente cerca de los centros asistenciales de salud, en casas de amigos y
familiares, entregando información de domicilios urbanos temporales, lo que podría suponer
una tasa de porcentaje rural un tanto mayor a la obtenida (Ernst y col 1994, Alarcón 2000).
La localización de los quistes de los 57 casos nuevos demuestra que la mayor cantidad
de pacientes presentó quistes localizados en hígado, seguidos por la localización pulmonar
(Cuadro Nº3). Ernst y col en 1994 y Alarcón en el año 2000 muestran que en la provincia de
Valdivia esta localización es la más frecuente durante años y Catalán rescató un 60% de los
pacientes con localización hepática en el hospital de Coyhaique (Catalán 2007). Estos
resultados obedecen a razones anatómicas ya que el hígado es el primer filtro por el que
debe atravesar la larva que es absorbida en intestino y llevada por la corriente hasta este
órgano (Atías 1999, Cordero del Campillo y Rojo 1999).
El promedio de días cama por paciente en Chile alcanzaba los 35 a 45 días (Atías 1999).
En este estudio los casos nuevos sumaron 1180 días con un promedio de 22 días cama por
paciente y los casos rehospitalizados sumaron 364 días durante el periodo en estudio con un
promedio de 17 días cama por paciente rehospitalizado (Cuadro Nº8). Estudios anteriores
revelan cifras similares a las obtenidas en esta investigación. En la provincia de Valdivia entre
los años 1987-1991 se registró un promedio de 21,5 días cama (Ernst y col 1994) y entre los
años 1992-1998 se determinó un promedio de 18,8 días cama (Alarcón 2000). Lorca realizó
un estudio de casos de hidatidosis hepática en el hospital San Juan de Dios en el periodo 1990-
1999 donde encontró una mediana de 17 días cama por paciente (Lorca y col 2003). Catalán
para el periodo 2001-2006 estimó un promedio de 10,7 días cama por paciente en el hospital
de Coyhaique, cifra inferior a la de otros estudios, la que según afirma el autor se debería a
la gran experiencia con la que cuentan los profesionales del área, en una región que
maneja una de las más altas tasas de incidencia en el país y que por lo tanto poseen una
casuística elevada de cirugías por quistes hidatídicos (Catalán 2007). La disminución del
promedio de días cama a través del tiempo se atribuye a un mayor y fácil acceso a la salud
sobre todo de zonas rurales, a diagnósticos más tempranos y certeros y a nuevas técnicas
quirúrgicas y quimioterápicas que disminuyen los riesgos operatorios, disminuyendo
también los periodos de hospitalización (Pelaéz y col 1999).
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Es importante mencionar que en ocasiones, sobre todo en los casos de urgencia, los
exámenes preoperatorios se realizan dentro del mismo periodo de hospitalización a diferencia
de los casos menos urgentes donde estos exámenes se realizan con anterioridad y el paciente
se hospitaliza solo un día antes de la cirugía. Por lo tanto a medida que los diagnósticos sean
más tempranos, las cirugías pueden programarse con mayor organización y disponer de
menos días de hospitalización con un consiguiente menor costo.
Los costos de hidatidosis en el país están relacionados fundamentalmente con los días
cama y las cirugías (Lorca y col 2003). Para los casos nuevos presentados el costo promedio
por hospitalización fue de $540.730 por paciente (Cuadro Nº9). En el Hospital de Coyhaique
se encontraron valores inferiores para hospitalización con un promedio de $305.166 por
paciente , la diferencia se infiere por el promedio de días cama cuya cifra es la mitad de la
encontrada en este estudio a razón , según afirma el autor, de la vasta experiencia con la que
cuentan los profesionales de la región que mantiene hace años altas tasas de incidencia
(Catalán 2007). Los valores por concepto de cirugía de los casos nuevos (Cuadro Nº9) se
asemejan a los encontrados en Coyhaique cuyo promedio fue de $289.972 por paciente
(Catalán 2007). Esto se debe a que los protocolos de cirugía en los hospitales públicos son
similares por lo tanto los recursos demandados y los costos también lo son.
El valor por concepto de cirugía más hospitalización en este estudio alcanzó $800.941
por cada caso nuevo (Cuadro N9). En el periodo 1990-1999 se analizaron los costos de
pacientes con hidatidosis hepática de los cuales extrajo un valor total de $1.117.450 por
paciente por concepto de diagnóstico y tratamiento (Lorca y col 2003). Este valor es mayor al
encontrado en este estudio debido a que Lorca analizó todos los gastos incluidos los de
diagnóstico y licencias médicas. Además el autor analizó solo casos de hidatidosis hepática
donde los periodos de hospitalización generalmente son menores que en cuadros de hidatidosis
pulmonar o mixta, debido a que estas últimas son cirugías más delicadas que necesitan de
rutinas de ejercicios y kinesioterapia para reestablecer las funciones normales aumentando el
periodo postoperatorio y por consiguiente el costo de hospitalización (Catalán 2007).
De los resultados obtenidos en este estudio se puede concluir que la hidatidosis sigue
siendo en el Hospital de Puerto Montt un problema de salud pública no resuelto, reflejado en
sus tasas de incidencia, prevalencia y mortalidad situadas sobre el promedio nacional. Además
la fracción de la población más afectada es de procedencia rural, como sugieren otros estudios,
con localizaciones fundamentalmente hepáticas, y con un número alto de rehospitalizaciones
lo que aumenta considerablemente los costos de tratamiento de la enfermedad. Si bien las
tasas encontradas son inferiores a los descritas en otros estudios del país, es preciso destacar
que aún son valores considerables que se traducen en altos costos médicos, sicológicos,
emocionales y sociales.
7. BIBLIOGRAFIA
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31
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Pinto P. 1991. Hidatidosis hepática. Estudio de una serie de 534 casos. Rev Chil Cir. 43: 187.
ANEXOS
Anexo Nº1
Distribución por sexo, año y tasa por cien mil habitantes, provincia de Llanquihue, periodo
2003-2007.
Anexo Nº2