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Asiain, Andres

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Curriculum Vitae

Andrés Asiain

Licenciado en economía. Profesor de Crecimiento Económico de la Facultad


de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. Director del
Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz. Investigador del
Instituto de Estudios Históricos, Económicos, Sociales e Internacionales
(IDEHESI-CONICET-UBA) y del Centro Cultural de la Cooperación.
Integrante de la Cátedra Nacional de Economía Arturo Jauretche.
Doctorando en Ciencias Sociales del CONICET. Publicó numerosos artículos
académicos y de divulgación. Colaborador frecuente en medios gráficos,
radiales y televisivos.
Andrés Asiain: “el principal enemigo del Gobierno es el acuerdo que firmó con
el FMI”
Claudio Siniscalco10 de junio de 2018
0 100 1 minuto de lectura
El economista Andrés Asiain, director del Centro de Estudios Económicos y
Sociales Scalabrini Ortiz, sostuvo que, «políticamente hablando, el acuerdo
manda al Gobierno al muere”, y advirtió que la idea del FMI es: «nosotros
ponemos los verdes pero solo para pagar deuda externa».
En el marco del anuncio del cierre del acuerdo con el Fondo Monetario
Internacional, Agencia Paco Urondo entrevistó al economista Andrés Asiain
en relación a las implicancias de la intervención del organismo de crédito
para el futuro de la economía argentina. A continuación, una síntesis de la
conversación.

«La idea de la negociación es que la plata que ponga el FMI se use


exclusivamente para pagar los vencimientos del capital de la deuda pública
en dólar. Vos hacés la cuenta a 30 meses de los vencimientos de capital y
son aproximadamente 50 mil millones de dólares. El FMI entonces pone la
plata para asegurarse que no haya default de la deuda y que los acreedores
(bancos internacionales, fondos de inversión) cobren», señaló Asiain con
respecto al objetivo del préstamo. «Es decir que el FMI lo que dice es
«nosotros ponemos los verdes pero solo para pagar deuda externa«,
agregó.
Consultado sobre si esto puede llevar a una profundización de la crisis
cambiaria, subrayó que, «claramente, en la Argentina esto implica una
política desestabilizadora. Dejar el dólar fluctuante en el marco de una
corrida cambiaria es demencial. Esto es sin duda lo más acuciante. Es
autodestructivo. Ni la CGT, ni los movimientos sociales, ni el kirchnerismo en
la oposición, representan el peligro para el gobierno que implica este
acuerdo. Al lado del FMI son nenes de pecho que le hacen caricias al
Gobierno. El principal enemigo del Gobierno es el acuerdo que firmó
con el FMI«, sentenció.
En ese sentido, Asiain explicó que «lo que busca, en última instancia este
programa, es que el próximo gobierno tenga que ir al Fondo Monetario
Internacional para cobrar la próxima cuota y no entrar en default. Entonces
el próximo gobierno estará forzado a validar este programa. Es la
reconstrucción de la cadena de la dependencia, que se había roto en la
etapa de Néstor Kirchner que aprovechó los buenos precios de las materias
primas para cancelar la deuda externa y generar autonomía», destacó.
Andrés Asiain: «Hoy en Argentina tenemos la peor situación
económica posible» May 9, 2019 | Conclusion TV 
En diálogo con Conclusión, el economista del Centro de Estudios
Económicas y Sociales Scalabrini Ortíz aseguró sobre la situación del país
que "sin ninguna ideología detrás, con datos duros de la economía el
resultado es desastroso".
 

El economista y director del Centro de Estudios Económicos y Sociales


Scalabrini Ortíz (CESO) Andres Asiain disertó en la Facultad de Ciencias
Económicas de la UNR bajo el marco del Plan Hornero. El economista
explicó que el Plan Hornero es parte de un plan económico alternativo para
nuestro país y que «es una intención desde el centro de estudio Scalabrini
Ortiz de pasar a lo que puede ser la critica a la situación a empezar a
debatir salidas, salidas de la crisis, posibles políticas realistas que con los
recursos que tenemos en la economía Argentina puedan ir reconstruyendo
el entramado económico y social».

El director del CESO expresó que «lo que queremos es abrir el debate, no
creemos que el plan hornero es El Plan, sino que es una propuesta desde
un sector, de una cooperativa de profesionales que tenemos una regional
en Santa Fe que está trabajando muy bien. Lo que planteamos es que
Argentina tiene salida, tiene alternativas pero tiene que ser un debate
público, un debate con actores sociales, con actores políticos, con grupos
intermedios que son los cuerpos técnicos muchas veces después en la
gestión».
Sobre cómo ve la realidad económica del país actualmente, el catedrático
de la UBA expuso que Argentina «está en la peor situación económica
posible. En economía podés elegir entre nivel de actividad y nivel de
inflación y acá tenemos la peor combinación: la inflación sube en un 55%
anual y la actividad económica no para de caer, se está derrumbando.
Claramente, si hacemos una evaluación, sin ninguna ideología detrás,
con datos duros de la economía el resultado es desastroso y
lamentablemente lo que vemos, es una falta de reacción del gobierno».
 

«Nosotros decimos que utilizando solo un porcentaje de la plata que hoy


está puesta en la especulación en las Leliq y armando con eso dos
fideicomisos que relancen la actividad económica en sectores que
solucionan problemas económicos urgentes como vivienda, seguridad, de
adicciones, de política de deportes, culturales, se pueden crear más de
500.000 puestos de trabajos en un año con fondos que hoy están
volcados a la especulación que hoy están subsidiados por el Estado, que
podría volverlo a la producción y solucionar problemas urgentes que en
parte se solucionan con mano de obra nacional que tiene un poco de
derrame al consumo de dolares y en ese sentido no presiona sobre las
cuentas fiscales porque se financia con plata que hoy esta en las Lelic ni
siquiera con las cuentas externas porque casi no derrama importaciones»,
comentó el economista al mencionar las propuestas que tienen desde el
CESO.
Se pueden crear más de 500.000 puestos de trabajos en un año con fon
volcados a la especulación
Al consultarle sobre qué deja esta gestión del gobierno nacional, Asiain
argumentó que «la herencia de Macri no solo va a ser la destrucción de
las empresas, ni la pérdida de trabajo o el drama familiar de no llegar a fin
de mes, en el caso de las familias más humildes el elevado costo de los
alimentos, porque hoy parece un producto de lujo un alimento, hoy parece
que es un lujo comer en la Argentina, también va a dejar la pesada
herencia de una deuda externa y del colonialismo de que hoy día la
economía argentina es manejada por un organismo internacional y no por
quien gobierna nuestro país».
Y concluyó: «Son todas situaciones que son reversibles porque la
Argentina tiene una fortaleza que es que ya no le ofrecen plata sino que le
ofrecen el Pagá-Pagá, al próximo gobierno le dejan solo deudas y cerrados
todos los mercados y el FMI se expuso demasiado ya que volcó mas del
60% de su cartera de crédito en la Argentina y eso es una debilidad. Un
gobierno fuerte que negocie duro le puede decir Mirá, si nosotros no
pagamos el FMI desaparece, entonces eso es una fortaleza para negociar,
que el FMI acepte un programa económico no de ajuste sino de
crecimiento».

El Loro Político
el loro plagia la palabra pero quien está preso es el canario
 elloropolitico |  03-07-2016 |   |   Tweet  |
ENTREVISTA A ANDRÉS ASIAIN

 
“Soy economista nacional y popular. Pertenezco a la cátedra Arturo
Jauretche y dirijo el Centro de Estudios Económico y Social Scalabrini Ortiz,
que es a su vez una cooperativa de trabajadores profesionales”.  
¿Cuáles fueron los límites o falencias más importantes que tuvo el
modelo kirchnerista?
Lo que se evidenció es que el crecimiento económico a partir de 2011 se
detiene y comienza un proceso de estancamiento. Y eso manifiesta límites
en lo que respecta a la generación de empleo, la mejora de los ingresos, la
inclusión social y la calidad de vida. A partir de 2011 el proceso de inclusión
social se da más a partir de una distribución con el ingreso estancado,
especialmente con la ampliación de la seguridad social, tanto en materia de
jubilaciones (moratoria, jubilación mínima), asignación, etc. Pero claro, a
costa de sacarles a otros, se generan mayores tensiones al interior de los
actores sociales.
En cuanto a las causas del estancamiento, son variadas: desde errores de
gestión hasta problemas más estructurales vinculados con la inserción de la
economía argentina en el mundo. Hablo de la restricción externa, la falta de
dólares. Por un lado, no logramos frenar la fuga de capitales, es decir, que
los excedentes de la economía no vayan al dólar, no solo las ganancias de
las grandes empresas sino también, por ejemplo, el ahorro del laburante
que quería comprar una casa. Todos compraron dólares, y eso no pudimos
frenarlo.
¿Cuáles crees que fueron esos errores de gestión?
La política cambiaria: cuando se planchó el dólar desde 2009 hasta 2012,
con una inflación de 25 puntos anuales. Eso generó expectativa de futuras
devaluaciones, atraso cambiario, etc.
Otro error fue la intervención del INDEC y la falla con el CER, que eliminó
uno de los pocos instrumentos de ahorro en moneda nacional en una
economía en la que además se aceleró la inflación. Esos son errores en el
manejo de la política económica.
¿Y con respecto a los problemas estructurales?
El comportamiento de la clase dominante en la Argentina es uno, ya tiene
incorporado un ciclo de una etapa de ingreso de capitales, valorización y
después fuga en espera de una devaluación y crisis.
Otro problema estructural es la crisis internacional, también otro problema
fue el comportamiento de las multinacionales, herencias que también
generan desconfianza (confiscaciones, crisis bancarias). En fin, hay un
conjunto de factores estructurales y por eso creo que no fue todo achacable
a errores de gestión, aunque obviamente sí los hubo.
Tuvimos también el problema del déficit energético, donde dejamos
avanzar una política energética y de extracción de hidrocarburos hasta que
colapsó, y recién ahí, tardíamente, se tomaron medidas para corregirla con
la nacionalización de Repsol YPF.
Y finalmente, la cuestión industrial, donde no pudimos resolver el déficit
grande del aparato industrial. Ahí de nuevo, hubo errores de gestión, pero
también existen dificultades estructurales, donde, por ejemplo, pesan muy
fuerte los intereses de empresas multinacionales que lideran en el sector, y
que tienen una estrategia de desarrollo global que muchas veces no incluye
el desarrollo muy elaborado de productos acá en la Argentina.
Otro tema también importante es que, dadas todas las dificultades y
problemas estructurales, hay que ver si los países del tercer mundo
pueden avanzar hacia el desarrollo intentando que la población tenga
cada vez más, mayoritariamente, estándares de vida norteamericanos
o europeos. Si no hay que buscar en verdad otro camino en términos de
pautas de consumo. Hay un problema en cuanto a la imitación de pautas de
consumo del primer mundo. Y ahí se plantea el interrogante de hasta qué
punto el tercer mundo puede lograr desarrollo de esa manera. Hay que ver,
con todas las limitaciones estructurales que implica ser un país del tercer
mundo, cuánto se puede avanzar en términos de desarrollo en esas pautas
de consumo y qué implicancias tiene en términos distributivos. Te lo pongo
en otras palabras. Si faltan dólares y a la vez, cada tipo que se acomoda se
compra tres autos, cinco celulares, aire acondicionado, y así se consumen
los dólares, cuánto queda para subir al tercio que todavía quedó en la lona.
Entonces, ese tipo de modelo desarrollistas, de estilo tradicional, crece la
industria, empleo de calidad, entonces accedemos a la sociedad de
consumo y de bienestar y nos acercamos al primer mundo, bueno, ¿cuánto
de eso es lograble? El hiper-consumismo del primer mundo impone un
costo que nosotros difícilmente podemos sostener en el largo plazo y
más para toda la población.
Creo que también los modelos industriales, hoy día, crean muchos
menos empleo que en los años 40 del siglo pasado. La mayor cantidad
de generación de empleo pasa por la construcción y los servicios. Y la
industria tal vez solo genera empleo de calidad para una minoría de la clase
trabajadora. Eso implica entonces repreguntarse los modos de inclusión
social, si están tan asociados al crecimiento de la producción industrial
como podía pensarse en el peronismo tradicional o si ahora la inclusión
social pasa por otro lado. No digo que sea contradictorio con el proceso de
industrialización, pero quizás no alcanza con solo eso para generar empleo
de calidad y generar inclusión social.
Y después diría que hay factores del ciclo internacional. Las materias
primeras, la economía mundial, que obviamente en la primera etapa fue
muy favorable para nosotros y a partir de 2011, 2012, hay un
estancamiento y un deterioro para los países del tercer mundo, y se da un
ciclo regional más negativo. Entonces, ahí uno se pregunta por los niveles
de autonomía que tienen los países del tercer mundo para avanzar en
condiciones internacionales difíciles.
Una de las críticas más comunes al kirchnerismo es que alimentó
excesivamente el consumo y eso impidió alcanzar niveles adecuados
de inversión. ¿Es la ecuación que viene a modificar Macri?
No comparto esa visión. Creo que erra en el orden de las
causalidades. Los empresarios invierten cuando van a vender. Si no
venden no invierten. Entonces, si no hay consumo no hay
inversión. No hay una oposición consumo-inversión. Fíjate lo que le está
pasando a Macri, tiró abajo el consumo y la famosa lluvia de inversiones no
se produjo. Está cayendo la inversión en forma muy importante. Si vos
reducis el consumo y el mercado interno, no va a haber un boom inversor,
salvo que se piensa en una estrategia exclusivamente exportadora. Pero
esa estrategia me parece muy limitada en cuanto a las posibilidades de
aplicarla hoy en día en la Argentina.
De todas formas, durante el kirchnerismo no hubo toda la inversión
necesaria para sostener el crecimiento. 
Puede ser, pero no fue por exceso de consumo. Hubo falta de inversión en
sectores estratégicos, en energía, en servicios públicos. Pero de nuevo, no
hay una disyuntiva entre consumo e inversión. En todo caso, los niveles de
consumo deberían haber sido acompañados de decisiones de inversión en
sectores de desarrollo estratégico que los actores privados no tomaron y
que había que apostar, tal vez, a una mayor inversión pública. Eso puede
ser.
La idea de que el consumo va en contra de la inversión es una idea
ortodoxa, y que se basa en la creencia en que la producción está al máximo
de su potencia, y entonces si aumenta una cosa tiene que caer la otra.
Como eso no es la economía real, y en la economía real una cosa mueve a
la otra, cuando hay consumo, se movilizan las fuerzas productivas,
aumenta el ingreso, y eso aumenta las posibilidades de la inversión y el
ahorro. Entonces, el problema no fue el consumo, sino que en ciertos
sectores faltó la inversión necesaria para sostener el proceso de
crecimiento.
¿Por qué no hubo adecuados niveles de inversión durante el
kirchnerismo?
Bueno, por distintas causas. La inestabilidad misma ha tenido influencia.
Por ejemplo, yo hablé con empresarios en el último período del
kirchnerismo, cuando empezó fuerte la sustitución de importaciones
(porque también hay que decir que es recién con el “cepo” que comienza la
sustitución fuerte), y ellos decían. “Yo invertiría, porque en la Argentina hay
un mercado grande”. Yo esto lo hablaba con un empresario de la
juguetería. En el mercado del juguete la mitad era nacional y la mitad
importado. Y los tipos mantenían esa pauta: nosotros negociamos que
dejen entrar productos chinos, hasta abastecer la mitad del mercado y la
otra la abastecemos nosotros. Segmentamos el mercado: los productos
baratos de China y nosotros nos dedicamos a productos más caros, de
mayor calidad. El empresario me contaba: nosotros podríamos invertir y
cubrir el 100% del mercado. Pero, ¿quién nos asegura la continuidad de
esta política en el tiempo? ¿Y si gana Macri por ejemplo, y cambia todo, y
yo invertí un montón de guita? Entonces, no es solo por falta de
capacidades sino también que estas expectativas de cuánto dura un ciclo
político juegan un rol muy importante.
Otro factor son las decisiones de empresas multinacional. Por ejemplo, a
Repsol le era más conveniente expandirse como empresa multinacional y
en todo caso vendernos petróleo desde afuera y venderlo acá, y eso a
nosotros nos generó un déficit muy grande y estructural. Y otras empresas,
como tienen mercados cautivos, no piensan invertir salvo que se vean
obligadas a hacerlo (las telefónicas, las de servicios, etc.).
Hubo también un posicionamiento político de parte del empresariado
en contra del kirchnerismo. Pienso en AEA por ejemplo.
Sí, claramente. Es que también se da una cuestión ideológica entre los
empresarios, en contra de gobiernos populares, que tienen cierto tufillo anti-
capital. La parte de la marchita que dice “combatiendo al capital” les
suena mucho. Ven con recelo esos procesos de protagonismo popular. No
lo ven con la vara exclusivamente de sus intereses materiales. Para ellos,
el político debería ser un empleado más de sus empresas. Cuando ven que
el político se les para de igual a igual no les gusta. Por un lado, ellos
ganaban mucha guita, pero eso no compensaba las cuestiones ideológicas.
Por el otro lado, yo creo que dentro de la cúpula empresarial argentina
tenes el sector agroexportador, que este esquema macrista les es más
rentable. No necesitan mercado interno fuerte. Cuanto mejor está el
mercado interno, peor para ellos, porque más caro les salen los servicios y
bienes. Por el otro lado, los sectores industriales están en manos de
multinacionales básicamente. Entonces ellos pueden ser industriales, pero
en su interés global por ahí no les importa que se produzca algo acá en la
Argentina, quizás es mejor incluso un gobierno que les deje entrar cosas de
afuera, de su propia subsidiaria y utilizar este mercado como mercado de
venta de productos importados. Si vos les pones trabas a las importaciones
y los obligas a invertir acá, ellos están duplicando el costo de la inversión,
siendo más ineficientes para la corporación multinacional. Tienen que
invertir más cuando ellos ya tienen inversiones en otros países con escala
para abastecer este mercado. Entonces, no tienen un interés en el
desarrollo industrial nacional.
Este agrupamiento de empresarios, que en un 80% es extranjero, y junto a
ello le agregas el sector agroexportador, todo eso te explica entonces por
qué los grandes empresarios no están a favor de un proceso de
industrialización nacional.
¿Cuáles pensás que son los principales rasgos del nuevo modelo
macrista?
Te lo planteo en relación con lo que dije del kirchnerismo y sus dificultades.
Ante esta disyuntiva y restricciones que se le plantearon al kirchnerismo,
¿qué es lo que hace el macrismo?
Yo creo que hay dos estrategias del macrismo, que están inicialmente
unidas en el proyecto de Cambiemos, pero creo que no van a permanecer
unidas, de hecho, ya se ven tensiones y me parece que a futuro van a
terminar de recrudecer los conflictos dentro del establishment que hoy
apoya a Cambiemos.
La solución conservadora que yo te mencionaba antes de la restricción al
crecimiento es reducir el consumo, el crecimiento, y de esa manera que
una minoría consuma y viva con las pautas de consumo norteamericana y
haya una mayoría de excluidos y ajustada. Los dólares que faltan los
sacamos de los que dejan de consumir, producir, ahorrar, etc. Las medidas
más características de ese proyecto son la suba del dólar, el achicamiento
del gasto, el aumento tarifario. Todas medidas que comprimen el mercado
interno y que benefician a sectores exportadores o que tienen mercados
cautivos en el ámbito local, y que a pesar del ajuste siguen ganando.
El otro bloque es el financiero, que lo que plantea frente al problema de la
falta de dólares es endeudarse. Esta línea es la que representa Prat Gay y
representa el establishment internacional y a algunos bancos locales. Este
sector incluso está a favor de sostener el crecimiento del mercado interno,
financiando el déficit con endeudamiento. Y eso les puede permitir, con un
Estado más presente haciendo obras, recomponer un poco la economía y
hacer alianzas políticas. Entonces ahí la dupla sería Prat Gay-Frigerio. Prat
Gay consigue la guita afuera y Frigerio negocia con los gobernadores
para hacer obras en las provincias. Y de esa manera construyen un
consenso que tenga chances electorales. Porque el otro proyecto,
conservador, el de Aranguren, Buryaile, es pianta votos. Los sectores
exportadores son el 10% de la Argentina y el resto, el 90%, la ve pasar. El
esquema ese de ajuste no tiene chances de prosperar.
Entre estos dos bloques veo contradicciones. Por ejemplo, los del campo
en cualquier momento van a empezar a presionar para que suba el dólar. Y
los otros, si son más vivos, pensando en las elecciones, van a tratar de
aguantar el dólar para que haya una cierta recuperación del salario, del
consumo. Van a tratar de hacer un kirchnerismo financiado con
endeudamiento externo.
Esas son las dos formas o propuestas que presenta el macrismo para
superar las restricciones que se le plantearon también al kirchnerismo. En
verdad ninguna de las dos es realmente superadora de dichas
restricciones, porque una plantea solamente reducir la capacidad de
consumo y de crecimiento, es solamente administrar el subdesarrollo. Y
la otra, basada en el endeudamiento, es patear el problema para adelante,
y no tiene sustentabilidad en el largo plazo. ¿Quién va a venir a invertir
con una inflación del 40%? Traes la plata, tres meses y te vas otra vez
porque devalúan. No digo con esto que vaya a explotar: si entra poca guita,
lo que generas es estancamiento, pero no explota todo. Puede sí explotar si
entran muchos dólares y después se van.
Se habla mucho de la nueva derecha. ¿Qué tiene de nueva derecha el
macrismo? Por ejemplo, no bajaron el gasto público, ¿eso puede ser
una novedad?
Mirá, en la dictadura militar, en el menemismo, y ahora en el macrismo,
nunca se bajó el gasto público. El ajuste viene cuando te dejan de prestar
guita. La nueva derecha, en términos económicos, nació con la dictadura
militar, y tuvo que ver con una alianza más con los sectores financieros
internacionales que con el campo. Históricamente, la derecha era la
oligarquía terrateniente, y las políticas favorecían a esos sectores. Con
Martínez de Hoz cambia ese eje: porque a pesar de venir de una familia
agropecuaria, Martínez de Hoz tiene un interes más estrecho con el
sistema financiero internacional, con una política de cambio bajo, ingreso
de capitales especulativos. Fíjate que la dictadura militar hizo un montón de
obras, y el gasto público voló. Fue una política para mantener el empleo
mientras se desarmaba la industria. Y no solucionó para nada el problema
del déficit público. Al revés, después lo agravaron con el salvataje a los
bancos. Despúes, el menemismo no solo hizo una política de sostenimiento
del déficit, sino que políticas como la AFJP y el negocio financiero,
agravaron el déficit de las cuentas públicas. Y el macrismo, lo primero que
hace es bajar los impuestos a todos los sectores más concentrados, sin
importarles nada el déficit. Le aumentaron el precio de extracción a las
petroleras, en gas, y con eso se comieron casi todo el aumento de tarifas
del gas, sin bajar la parte esa de subsidios. Yo creo que lo del déficit es un
verso para la gente. Solo se vuelve una prioridad cuando los financistas
desde afuera les limitan el crédito. Pero en esa etapa no estamos porque
recién asumen, y aún pueden tomar deuda.
A partir del caso López volvió a instalarse el tema de la corrupción.
Desde un punto de vista económico, ¿cuáles crees que son las causas
de este fenómeno y sus consecuencias? ¿Es realmente una traba para
el desarrollo?
Podemos ver los países que se desarrollaron. Por ejemplo, Inglaterra. Se
desarrolló con tres actividades económicas que hoy calificaríamos de
ilícitas. El narcotráfico, con la venta de opio a China. La piratería, con el
robo en los mares, con eso pagó la deuda externa. Y con el tráfico de
personas, con la esclavitud. Estado Unidos está gobernado por intereses
de empresas super-corruptas, que son capaces de bombardear un país
para poder robar con la obra pública en su reconstrucción. China, que tiene
mucha corrupción, es uno de los países que más está creciendo.
La corrupción está bajo todos los esquemas. Hay corrupción en esquemas
liberales, donde, por ejemplo, las licitaciones las ganan multinacionales y le
dejan el vuelto en el exterior. Hay corrupción con proveedores locales, para
que la obra se haga localmente, y eso incluso, aunque haya corrupción,
quizás moviliza más recursos. Incluso licitaciones muy limpias en algunos
sectores hacen que las grandes licitaciones las ganes empresas del
exterior, porque tienen mayor capacidad para licitar. En fin, no creo que
haya una relación clara entre corrupción y desarrollo-subdesarrollo.
Y tampoco me creo que la corrupción sea algo del tercer mundo, y mucho
menos de los gobiernos progresistas. Nosotros tuvimos corrupción con la
dictadura militar, con el menemismo, en la época de la Alianza. Y con el
kirchnnerismo y ahora con Macri.
Por otro lado, como reflexión general, te daría una frase del uruguayo
Sendic (líder de los tupamaros) que le dijo a los militares: “Ustedes no solo
tienen que ver el negociado, tienen que ver también el negocio”. Porque a
veces legalmente, las cosas son muchos peores que el negociado.
Estamos discutiendo los 9 palos que López revolea en un bolso, mientras
que Macri les paga 16 mil millones a los buitres.
No quiero decir con esto que no se tiene que discutir el tema de la
corrupción. Incluso desde la Ciencia Política creo que debería discutirse
también el tema del financiamiento de la política, en términos de los
partidos que no son del establishment. Porque hoy en día esa discusión
está presente en toda América Latina. El tema de la corrupción es utilizado
hoy en día por la derecha latinoamericana para asociar a los gobiernos
populares con la corrupción. La discusión de fondo es cómo se financia la
política, porque si no hay mucha hipocresía. Hay partidos que reciben el
apoyo del establishment, que reciben el apoyo de empresarios y después
les devuelven los favores, como ocurrió ahora con el macrismo y todos los
CEOs que se incorporaron al gobierno. Eso es corrupción en sentido
explícito. Y después está el tema de cómo se financia la obra pública en
municipios, gobernaciones, etc. Históricamente esa caja se usó para
financiar la política.
Finalmente, diría que una discusión en serio debe plantear que la
corrupción no está solo en la política. Porque está en la medicina: en los
laboratorios, con los médicos que te operan para meterte algo más caro y
hacer negocio con el instrumental. Están los abogados, con los caranchos,
los juicios que hicieron con los jubilados. En el deporte, con la venta de
pibes; en los periodistas, que cobran para darte o no una noticia.
La campaña es muchas veces corrupción igual política de gobiernos
populares. Uno puede decir como primer paso, hay corrupción también en
el gobierno de Macri. Entonces, ahí sigue destacada la idea de corrupción
política. Va e favor también de las corporaciones que no quieren la política.
Corrupción hay en todos los ámbitos, en todos los sectores. Nosotros
tenemos que plantear la discusión de que queremos políticos honestos que
tengan a su vez capacidad financiera para poder discutir el poder real.
Queremos médicos que curen a la gente y no afanar. Abogados que
quieran defender a los que son realmente inocentes y no a los culpables.
Jueces que impartan justicia y no que reciban sobres a cambio de fallos.
Periodistas que informen lo que pasa y no lo que les dicen los auspiciantes.
Eso sería combatir la corrupción en todos sus planos.

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