Pech Luna Citlali 12 Habitos Voleibol
Pech Luna Citlali 12 Habitos Voleibol
Pech Luna Citlali 12 Habitos Voleibol
Campus Churubusco
Actividad 12
“Investigación documental”
Voleibol
Grupo: 9 Cuatrimestre
ID: 00329603
Existe evidencia científica que indica que los deportistas de diferentes niveles llevan
hábitos de alimentación inadecuados para la práctica de su deporte, lo que podría
repercutir en su rendimiento físico deportivo. Por otra parte, los entrenadores no
tienen conocimiento en cuanto a alimentación y nutrición deportiva se refiere y en
consecuencia no pueden orientar a sus atletas a llevar una alimentación saludable
que cubra sus necesidades diarias y de esta manera sobresalir en su deporte, en
este caso el voleibol, para así obtener mejores resultados en competencia. En
muchos deportistas de elite la ingesta de calórica y sus hábitos alimenticios no son
los adecuados, por lo tanto, muy probablemente en el ámbito universitario se
encuentre la misma situación y muy seguramente de manera más crítica puesto que
reciben menos apoyo y control médico.
Hábitos
Aunque Voleibol es un deporte de equipo, el rendimiento depende tanto del trabajo
en grupo (integración e interacción con el resto de compañeros) como de las
cualidades individuales del deportista. Las exigencias nutricionales de los jugadores
dependen de su posición. Los jugadores de voleibol tienen que dar lo máximo en
rapidez, fuerza, potencia, resistencia y agilidad tanto en los partidos como en los
entrenamientos específicos. Este juego presenta un ritmo rápido, mucha habilidad
y esfuerzos de alta intensidad, con períodos variables de recuperación, imponiendo
exigencias considerables tanto en los sistemas de energía aeróbicos como
anaeróbicos.
Aunque los jugadores rara vez llegan a la máxima velocidad de ejecución, producen
un gasto considerable de energía en los cambios de dirección o al acelerar,
desacelerar. Técnicamente no es un deporte de choque, pero normalmente hay un
alto nivel de interacción física entre jugadores y oponentes.
Como los hidratos de carbono son el principal combustible, en tu dieta para voleibol
debes consumirlos en cantidades suficientes, bien repartidos y preferiblemente los
de menor índice glucémico (patatas, pasta, pan y arroz integrales…). Así evitarás la
fatiga y no disminuirá tu rendimiento.
1.- La demanda energética: Como primer habito Los jugadores de voleibol tienen
que dar lo máximo en rapidez, fuerza, potencia, resistencia y agilidad tanto en los
partidos como en los entrenamientos específicos. Este juego presenta un ritmo
rápido, mucha habilidad y esfuerzos de alta intensidad, con períodos variables de
recuperación, imponiendo exigencias considerables tanto en los sistemas de
energía aeróbicos como anaeróbicos.
Aunque los jugadores rara vez llegan a la máxima velocidad de ejecución, producen
un gasto considerable de energía en los cambios de dirección o al acelerar,
desacelerar. Técnicamente no es un deporte de choque, pero normalmente hay un
alto nivel de interacción física entre jugadores y oponentes.
Como los hidratos de carbono son el principal combustible, en tu dieta para voleibol
debes consumirlos en cantidades suficientes, bien repartidos y preferiblemente los
de menor índice glucémico (patatas, pasta, pan y arroz integrales…). Así evitarás la
fatiga y no disminuirá tu rendimiento.
La proporción de nutrientes recomendada en una dieta para voleibol es: 40%
hidratos, 30% proteínas y 30% grasas.
Intenta comer por lo menos tres a cuatro horas antes del partido, para aumentar las
reservas de energía. Consume hidratos de carbono de bajo índice glucémico como
avena, arroz integral, quinoa, pasta integral, pan artesano, para maximizar tu
rendimiento. Incluye proteína magra y grasa favorable en esa comida, según la regla
del plato. Evita los hidratos de carbono sencillos que provienen de harinas refinadas
o azúcares porque activan la insulina, el almacenamiento de grasa y la inflamación
por lo que aumenta el riesgo de lesiones.
Es conveniente proteger tus células frente al esfuerzo del entrenamiento que genera
inflamación y radicales libres. Para reducir la inflamación, regenerar las fibras
musculares y prevenir lesiones te recomiendo la toma de un suplemento de ácidos
grasos omega-3, que además activan las defensas y mejoran la concentración.
6.- Las grasas: Las grasas o lípidos son la fuente más concentrada de energía y
contienen el doble de energía por unidad de peso respecto de carbohidratos y
proteínas.
Sus principales funciones con las que cumple en el organismo son, energética,
estructural, reserva energética, protector, aislante térmico y reguladora, entre otras.
Aunque es preciso consumir grasas para mantener el aporte de ácidos grasos
esenciales y vitaminas liposolubles, no está recomendada una dieta rica en grasa,
la Asociación Americana de Dietética (1993) recomienda que un 30 por ciento de la
dieta sea de grasa, mientras que el Colegio Americano de Medicina del Deporte
(2000) recomienda una ingesta de grasas no mayor del 20 al 25 por ciento. Williams
(2002) comenta que en general, una dieta baja engrasas es lo más recomendable
tanto para la salud como para el rendimiento deportivo.
· Tostadas con miel, mermelada, queso fresco, jamón york o pechuga de pavo.
La fruta, es una fuente de azúcares de rápida absorción y por lo tanto una opción
estupenda para acompañar a los alimentos mencionados anteriormente. Los zumos
de fruta natural o las frutas secas, contienen una concentración mayor de azúcar,
por lo que resultan alimentos adecuados para consumir un poco antes o durante la
actividad, ya que nos proporcionan energía de manera instantánea.
Por lo tanto, la ingesta posterior, debe ser similar a la ingesta previa al ejercicio:
Por lo tanto, es de vital importancia, tener en cuenta el aporte hídrico durante las
sesiones de actividad, sobre todo cuando se trata de un tiempo prolongado. La
hidratación debe comenzar en las horas previas al partido o entrenamiento.
Los malos hábitos alimentarios son un problema que influye directamente con el
estado nutricional de las deportistas, si no hay una correcta alimentación la salud y
el estado físico pueden verse afectados, ya que sus necesidades energéticas son
esenciales y mayores a las de una persona sedentaria.
En conclusión, las deportistas deben ser evaluadas por un nutricionista para evitar
déficit y excesos en su alimentación, y de esta forma reducir el índice de bajo peso.
BIBLIOGRAFÍA