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Fallo Comercial - HSBC SEGUROS

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HSBC SEGUROS (PANAMA), S. A.

, [AHORA SEGUROS
SURAMERICANA, S.A.], RECURRE EN CASACIÓN
DENTRO DEL PROCESO ORDINARIO QUE LE SIGUE A
ASEGURADORA ANCÓN, S.A. (ANCON INSURANCE
CORPORATION). PONENTE: HERNÁN A. DE LEÓN
BATISTA. PANAMÁ, DOS (2) DE DICIEMBRE DE DOS
MIL VEINTIUNO (2021).
Tribunal: Corte Suprema de Justicia, Panamá

Sala: Primera de lo Civil

Ponente: Hernán A. De León Batista

Fecha: 02 de diciembre de 2021

Materia: Civil

Casación

Expediente: 107-19F

VISTOS:

Corresponde a esta Sala Primera de lo Civil, de la Corte Suprema de Justicia,


resolver el recurso de casación formalizado por la demandante, contra la resolución de 20
de marzo de 2019 (fs.3477-3493), proferida por el Primer Tribunal Superior del Primer
Distrito Judicial, dentro del Proceso Ordinario instaurado por HSBC SEGUROS
(PANAMÁ), S.A. contra ASEGURADORA ANCÓN, S.A. (ANCON INSURANCE
CORPORATION).

ANTECEDENTES.

El Apoderado General de la sociedad HSBC SEGUROS (PANAMÁ), S.A., a través


de la representación judicial de la firma forense ARIAS, ALEMÁN & MORA, compareció
a los estrados del Juzgado Tercero de Circuito Civil, del Primer Circuito Judicial de
Panamá, con el propósito que se condene a la demandada, ASEGURADORA ANCÓN,
S.A. (ANCON INSURANCE CORPORATION), al pago de la suma de US$1,179,811.44
en concepto de capital, por razón de su participación del 50% como coaseguradora de la
Póliza No.01-01-238492-0, emitida a favor de la empresa asegurada, MARNOVIR, S.A.,
en adición al 50% de los montos que en el futuro la parte actora desembolse por razón de la
citada póliza, más las costas, gastos e intereses legales que se generen por la secuela del
proceso.
Explica la parte actora que emitió la Póliza No.01-01-238492-0, a favor de la
empresa MARNOVIR, S.A., asegurándola contra el riesgo de incendio (límite máximo de
US$1,990,114.26), cubriendo el edificio (US$332,514.26), contenido (US$1,600,000.00) y
lucro cesante (US$57,600.00). Que dicho contrato tiene un endoso de coaseguro fechado 16
de julio de 2003, mediante el cual ASEGURADORA ANCÓN, S.A., asume el 50% de la
responsabilidad en caso de ocurrencia del siniestro cubierto por la póliza en referencia, y
que se estableció que HSBC SEGUROS (PANAMÁ), S.A., antes COMPAÑÍA
NACIONAL DE SEGUROS, S.A., actuaría como administradora, aseguradora líder.

Siguiendo ese orden de ideas, sostiene la demandante que el 29 de marzo de 2004,


ocurrió un incendio en las instalaciones de la asegurada, motivando que se presentara el
reclamo correspondiente por cada uno de los rubros cubiertos, lo que produjo que se llegara
a un acuerdo extrajudicial, conviniendo que cada aseguradora cubriría el 50% del monto
concertado; sin embargo, MARNOVIR, S.A. desistió del pacto e interpuso una demanda
ordinaria contra la aseguradora líder, quien resultó condenada a pagar.

Denota que el 25 de abril de 2012, consignó ante el Juzgado Primero del Circuito de
Bocas del Toro, Ramo Civil, un certificado de depósito judicial por la suma de
US$1,417,488.16, en concepto de pago total de la condena impuesta, y que
ASEGURADORA ANCÓN, S.A. ha rechazado o declinado aceptar su responsabilidad de
pagar el 50% del monto cancelado, así como los derivados de las acciones legales
adoptadas por la demandante en su defensa, ascendiendo lo adeudado a la cantidad de
US$1,179,811.44.

Surtidos los trámites inherentes al proceso, la Juzgadora de la causa resolvió la


controversia por medio de la Sentencia N°43/114-13 de 29 de junio de 2015, consultable a
fojas 3411-3429 del expediente, a través de la cual resolvió:

"PRIMERO: DECLARA PROBADA la EXCEPCIÓN de PRESCRIPCIÓN de


la ACCIÓN, presentada por ASEGURADORA ANCÓN, S.A.
SEGUNDO: DESESTIMA la PRETENSIÓN presentada por HSBC
SEGUROS (PANAMÁ), S.A., contra ASEGURADORA ANCÓN, S.A.
(ANCON INSURANCE CORPORATION).
TERCERO: CONDENA en COSTAS a HSBC SEGUROS (PANAMÁ), S.A.
por la suma de CIENTO CUARENTA Y OCHO MIL NOVECIENTOS
OCHENTA Y UN BALBOAS CON 14/100 (B/.148,981.14), a favor de
ASEGURADORA ANCÓN, S.A. (ANCON INSURANCE CORPORATION).
Liquídense los gastos del proceso por la Secretaría del Tribunal."
Contra dicha decisión interpuso apelación la apoderada judicial de la parte actora, lo
que motivó que el Primer Tribunal Superior del Primer Distrito Judicial, mediante fallo del
20 de marzo de 2019 (fs.3477-3493), dispusiera reformar la decisión de primera instancia,
tan solo en el sentido de liberar del pago de costas de primera instancia a la sociedad HSBC
SEGUROS (PANAMÁ), S.A. (ahora SEGUROS BANISTMO, S.A.), siendo únicamente
de su cargo los gastos del proceso.
DEL RECURSO DE CASACIÓN Y DECISIÓN DE LA SALA.

Como se expresará en párrafos precedentes, la apoderada judicial de la demandante,


HSBC SEGUROS (PANAMÁ), S.A. (ahora SEGUROS SURAMERICANA, S.A.),
promovió recurso de casación contra la resolución proferida por el Primer Tribunal
Superior, siendo admitidas las dos (2) modalidades de fondo invocadas, a saber: violación
directa y error de hecho, las cuales pasamos a examinar.

En cuanto al concepto de violación directa, el casacionista lo funda en cuatro (4)


motivos, que son del tenor siguiente:

"PRIMERO: El fallo de segunda instancia impugnado, al confirmar la decisión


de la Juez A-quo en el sentido de declarar probada la excepción de prescripción
invocada por la parte demandada, infringió el derecho sustantivo que le asiste a
nuestra mandante de reclamar de la coaseguradora demandada, la parte que
proporcionalmente le corresponde por razón del Contrato de Coaseguro que les
vincula, al estimar que el término de prescripción de la acción se debía
empezar a contabilizar desde la fecha en que ocurrió el siniestro y no desde que
nuestra mandante efectuó el pago a que fuese condenada por razón de la Póliza
No.01-01-238492-0. Si el Ad-quem no hubiese vulnerado el derecho sustantivo
de nuestra mandante en ese sentido, hubiese concluido que la acción
interpuesta en contra de la demandada no había prescrito, por cuanto que la
acción de repetición que tiene nuestra mandante contra la demandada, surge a
partir de la fecha en que efectivamente se efectuó el pago, ya que no podía
surgir antes. En ese sentido, esta infracción de la ley sustantiva tuvo una
influencia sustancial en lo dispositivo del fallo recurrido.
SEGUNDO: La Resolución de 20 de marzo de 2019 impugnada, al confirmar
la decisión de la Juez A-quo de declarar probada la prescripción de la acción,
vulneró el derecho sustantivo que le asiste a nuestra mandante, para reclamar
dentro del término de un (1) año, las obligaciones que en contra de la
coaseguradora demandada pudiera tener por razón del Contrato de Coaseguro
suscrito entre las partes de este proceso, pues determinó que la presente
demanda ya estaba prescrita al considerar erradamente que el término de
prescripción debía iniciar a computarse desde que ocurrió el siniestro. Esta
infracción del derecho sustantivo de nuestra mandante cometido por el Ad-
quem al no reconocer el claro derecho establecido en la norma, resultó de
influencia sustancial en lo dispositivo del fallo recurrido, pues de no haber
cometido dicha infracción, el Ad-quem debió concluir que la presente acción
había sido interpuesta antes del vencimiento del término de prescripción
legalmente establecido para ello.
TERCERO: El Primer Tribunal Superior del Primer Distrito Judicial de
Panamá, a través de la Sentencia de segunda instancia impugnada, vulneró la
ley sustantiva que establece que los contratos de comercio se ejecutarán de
buena fe, atendiendo más que a la letra de los mismos, a la verdadera intención
de los contratantes. Al desconocer el claro derecho contenido en la ley
sustantiva respecto de la buena fe, el Ad quem vulneró el derecho que le asiste
a nuestra mandante de repetir contra la coaseguradora demandada, por aquellas
sumas que aquella pagó en nombre de ésta última por razón del Contrato de
Coaseguro suscrito entre las partes, pese a que había reconocido su
participación en la obligación por razón del siniestro sufrido por la asegurada
MARNOVIR, S.A. Al no aplicar este claro derecho sustantivo, influyó de
manera sustantiva en la parte resolutiva del fallo impugnado.
CUARTO: La Resolución de 20 de marzo de 2019 recurrida, infringe la regla
legal que estatuye que las obligaciones que nacen de los contratos tienen fuerza
de ley entre las partes que lo suscriben y deben cumplirse a tenor de los
mismos, pues la sentencia impugnada al confirmar prescrita la presente acción
legal, desconoció así las estipulaciones contractuales convenidas entre las
partes en el Contrato de Coaseguro, en el sentido de que, por razón de dicho
contrato, la coaseguradora ASEGURADORA ANCÓN, S.A., se obligó a
asumir y cumplir con los términos de ajustes y arreglos de pago por siniestro
acordados por la demandante. De haber reconocido este claro precepto legal a
favor de nuestra mandante, el Ad-quem debió establecer que la demandada
estaba obligada a reembolsar a nuestra mandante, la proporción que le
correspondía en concepto de pago del siniestro efectuado a favor de la
asegurada MARNOVIR, S.A., por lo que la infracción endilgada influyó
sustancialmente en lo dispositivo del fallo recurrido." (fs.3548-3549)
Como normas de derecho infringidas, la censura identifica los artículos 1650, 1651
y 214 del Código de Comercio, los dos primeros por comisión y el último por omisión, y
también señala el artículo 976 del Código Civil, vulnerado por omisión.

Antes de proseguir, es importante tener claro que el concepto de casación en el


fondo invocado, violación directa de la norma de derecho, conlleva que el Tribunal deja de
aplicar una disposición jurídica, clara y específica, a un caso en particular o, si la norma fue
aplicada, se desconoció el derecho que consagra.

En esa línea de pensamiento, es menester denotar que al examinar si el Tribunal


incurrió o no en la violación directa alegada, la Sala debe prescindir de efectuar cualquier
análisis o ponderación probatoria, toda vez que la infracción esgrimida es estrictamente de
derecho y no guarda relación con valoración de pruebas, en acatamiento a lo normado en el
artículo 1169 del Código Judicial.

Además, no puede soslayarse que lo censurado es el desconocimiento del derecho


consagrado en el ordenamiento jurídico, de allí que en la decisión impugnada debe haberse
dejado por sentado, de manera clara, que el hecho del cual deviene el derecho que se
reclama o que se considera infringido, está plenamente probado.

Así, pues, luego de una atenta lectura de los motivos que soportan la referida
modalidad de fondo del recurso extraordinario a decidir, se colige que la razón de la
discrepancia respecto a la sentencia de segunda instancia, se refiere a la decisión de
declarar probada la excepción de prescripción promovida por la contraparte, lo que generó
como consecuencia que se negara su pretensión de recuperar el monto pagado en virtud de
una póliza de seguro, cuyo riesgo, asevera la recurrente, debió ser cubierto por ambas
empresas aseguradoras.

En tal sentido, la casacionista asegura que el artículo 1650 del Código de Comercio
fue violentado por comisión, puesto que a pesar de que establece de manera prístina que el
término de prescripción de las acciones en materia comercial, empieza a correr desde que la
obligación sea exigible, el Tribunal Superior lo desconoce y computa el término a partir del
siniestro, es decir, desde el 29 de marzo de 2004, en lugar de hacerlo tomando como
referencia la fecha en que se realizó el pago en virtud de la condena impuesta.

Acerca de la violación directa por comisión del artículo 1651 numeral 5 lex cit., la
censura expone que al aplicar la norma, el Ad-quem soslaya el derecho que le asiste de
repetir contra ASEGURADORA ANCÓN, S.A., y recibir el reembolso de las sumas
pagadas el 25 de abril de 2012, fecha a partir de la cual empieza a correr el año al que alude
la disposición en comento.

Sobre la infracción por omisión del artículo 214 ibídem, expone la recurrente que el
sentenciador de segunda instancia, al confirmar la resolución de declarar prescrita la acción,
obvió que en los contratos mercantiles, particularmente los relacionados a seguros, debe
observarse un estricto apego a la buena fe en el obrar de las partes, y "que la conducta
desplegada por la demandada y acreditada en autos, demuestra un claro actuar temerario
y de mala fe." (f.3551)

La última norma identificada como violada directamente por omisión, es el artículo


976 del Código Civil, conforme al cual, en palabras de la casacionista, ASEGURADORA
ANCÓN, S.A., debe reembolsar la proporción a la que contractualmente se obligó,
responsabilidad que surge desde el momento en que efectivamente la demandante-
recurrente consignó la condena impuesta por el Juzgado Primero de Circuito Civil de Bocas
del Toro, en virtud de la demanda ordinaria interpuesta por MARNOVIR, S.A.

Ahora bien, a efecto de hacer un pronunciamiento en torno a la violación directa de


los artículos 1650, 1651 y 214 del Código de Comercio, y el artículo 976 del Código Civil,
es indispensable conocer el criterio del sentenciador de segunda instancia, al momento de
resolver la controversia.

En tal sentido, advierte la Sala que el Primer Tribunal Superior manifestó:

"Así tenemos que el punto controvertido a través de la presente alzada lo


constituye la Excepción de Prescripción de la Acción que fuera alegada por la
parte demandada y declarada probada por la juzgadora del primer nivel
jurisdicción (sic) en la meritada sentencia, específicamente en cuanto a la fecha
a partir de la cual se debe contabilizar el término de dicho medio exceptivo.
Al respecto de la figura jurídica de la prescripción de la acción, que en este
caso es producto de una relación contractual entre sociedades anónimas,
debemos remitirnos a lo que establece nuestro Código de Comercio,
específicamente en sus artículos 1650 y 1651 y que rezan así:
'Artículo 1650. El término para prescripción de acciones comenzará
a correr desde el día en que la obligación sea exigible.
La prescripción ordinaria en materia comercial tendrá lugar a
los cinco años. Esta regla admite las excepciones que prescriben los
artículos siguientes y las demás establecidas expresamente por la ley,
cuando en determinados casos exige para la prescripción más o
menos tiempo.  (Subraya el Tribunal).
'Artículo 1651.  Prescribirán en un año:
...
5. Las acciones derivadas de contrato de seguro cualquiera que
sea su naturaleza; ...' (Resalta el Tribunal)
...
Y es que, esta Colegiatura considera necesario aclarar que, contrario a lo
sostenido por la demandante-recurrente, el contrato de póliza de seguros,
obligaba a las dos compañías aseguradoras para responder en el evento de que
ocurriera algún acontecimiento, como el que efectivamente se produjo, con la
única observación que cada una de ellas respondería hasta un cincuenta por
ciento (50%) del monto total a indemnizar, y así lo dispuso de forma atinada la
juzgadora del primer nivel jurisdiccional cuando nos dice 'La obligación
derivada del acuerdo, convenio entre las partes de este proceso, relacionada
con la póliza No.01-01-238492-0 y consignada en endoso, suscrito solo por
estas y no por el asegurado beneficiario, surgió desde que se hizo el reclamo y
se constató que ocurrió el siniestro acaecido el 29 de marzo de 2004. Como en
principio ambas partes asumieron el riesgo y acordaron el pago de
B/.1,690,000.00 en partes iguales, la obligación se mantuvo vigente. Sin
embargo, recordemos que la actora fue demandada como aseguradora única
por la asegurada el 19 de mayo de 2005 y desde entonces no hay evidencia de
que la actora haya pretendido u obtenido llamar al proceso aquel la (sic) hoy
demandada y se perdió el rastro a las gestiones de cobro que hubiese y
debiere haber asumido la actora contra la hoy demandada para mantener
vigente la supuesta obligación de tal suerte que así evitara la prescripción.'
Aclarado lo anterior, esta Colegiatura es de la opinión que no existe mérito
para variar la decisión a la que arribó la juez a-quo y ello es así, puesto que,
contrario a los argumentos esgrimidos por la demandante-recurrente, el término
para computar la prescripción de la obligación que reclama a la sociedad que
figuró como coaseguradora del contrato de seguros tantas veces referido, surge
desde el momento en que fue exigible la obligación, que en el caso que nos
ocupa sería el 29 de marzo de 2004, es decir cuando ocurrió el citado siniestro
de incendio, por lo que desde dicha fecha al día en que la presente demanda
ordinaria fue publicada en el diarios (sic) La Estrella de Panamá, el 13 de abril
de 2013, en cumplimiento a lo normado en el artículo 669 del Código Judicial,
efectivamente la acción para reclamar se encontraba prescrita en demasía de
conformidad al antes transcrito numeral 5 del artículo 1651 del Código de
Comercio." (fs.3489-3492)
Del extracto reproducido, se desprende que el Primer Tribunal Superior
efectivamente aplicó los artículos 1650 y 1651 del Código de Comercio, cuya violación
directa por comisión alega la censura, por tanto, compete determinar si el derecho
consagrado en dichas normas fue quebrantado, para que se entienda configurada la causal
invocada.

En el propósito indicado, la Sala estima pertinente acotar, como punto de partida,


que el primer aspecto a tomar en consideración para hacer el pronunciamiento de fondo, es
de dónde surge la obligación comercial existente entre las compañías aseguradoras, puesto
que de ello dependerá el plazo de prescripción de la acción aplicable.

Así, pues, de lo expresado en la sentencia impugnada y reconocido por la censura,


es posible colegir que entre HSBC SEGUROS (PANAMÁ), S.A., y ASEGURADORA
ANCÓN, S.A., existe una relación comercial fundada en el endoso de coaseguro de la
Póliza No.01-01-238492-0, que sirvió de prueba, en otro proceso, para condenar a la ahora
demandante recurrente al pago de una indemnización a favor de la compañía asegurada,
MARNOVIR, S.A., dada la ocurrencia del siniestro cubierto por el citado contrato de
seguro.

En virtud de lo anterior, HSBC SEGUROS (PANAMÁ), S.A., pretende que se


reconozca el derecho que afirma le asiste, a recibir el reembolso de la mitad de lo pagado
debido a la condena, es decir, que ASEGURADORA ANCÓN, S.A. asuma lo que le
corresponde por ser coaseguradora en la póliza antes mencionada, así como la mitad de los
gastos en que incurrió por su defensa en otras acciones legales.

Al respecto, advierte esta Corporación que entre las referidas aseguradoras existe
una relación contractual, la que, a falta de convenio que exprese lo contrario, atendiendo a
lo dispuesto en el artículo 221 del Código de Comercio, las vincula de forma solidaria; sin
embargo, la casacionista reconoce que en el endoso de coaseguro que soporta su
reclamación, se estipuló que cada compañía cubriría el 50% del monto asegurado, de
ocurrir el siniestro, por lo tanto, en este caso la obligación de resarcir es mancomunada.

Antes de proseguir, y en torno al tópico de la mancomunidad de la obligación


reclamada, deviene oportuno hacer una precisión terminológica, para lo cual la Sala se
permite reproducir un extracto de lo que sostiene el autor CARLOS LASARTE, en su obra
"Derecho de Obligaciones. Principios de Derecho Civil II." Decimoctava Edición, Marcial
Pons, 2014. Veamos.

"No es de extrañar, por tanto, que en el tráfico jurídico la expresión


'obligación mancomunada' origine no pocos conflictos y la necesidad
recurrente de precisar su alcance y exacto significado: la existencia de una
obligación mancomunada o de un crédito mancomunado, técnicamente
hablando, no requiere la actuación común de los interesados en su dinámica,
sino que, al revés, legitima la actuación separada de cada uno de los
acreedores y/o deudores implicados en la relación obligatoria para satisfacer
sus créditos y/o ejecutar la prestación debida de tal manera que queden
liberados de la obligación preexistente. Cabe hablar, por tanto, de manera
precisa, de obligación dividida en los casos de semejante índole." (p.27-28)
Lo transcrito, implica que al estar vinculados por una relación mancomunada, cada
uno de los contratantes vela por sus propios intereses, puesto que es responsable de hacer
frente o responder por el cumplimiento de una parte de lo convenido, contrario a lo que
ocurre en las obligaciones solidarias, donde si bien varios responden, se puede reclamar a
uno la ejecución total de lo convenido.

Retomando lo concerniente a la prescripción de la acción ejercitada por la


demandante recurrente, es menester tener presente que la obligación de reembolso exigida
se basa en un contrato comercial, mismo que tiene como fundamento el pago de una prima,
a cambio de la cual se transfiere un riesgo cuya cobertura está delimitada en una póliza, es
decir, estamos ante una relación comercial concreta, por lo que la norma aplicable para
determinar el término de prescripción de la acción no es el artículo 1650 del Código de
Comercio, que establece el plazo ordinario en materia comercial, sino el artículo 1651
numeral 5 lex cit., que dispone que prescribirán en un año "Las acciones derivadas de un
contrato de seguro cualquiera que sea su naturaleza", que es precisamente el caso que
ocupa la atención de la Sala.

Y es que, el monto cuya devolución se pretende, se origina de una póliza de seguro


de incendio, que de no existir, tampoco se habría dado la condena a cubrir el riesgo
asegurado, por ende, mal puede verse el coaseguro como una relación independiente, a la
que se aplique una normativa general que conceda un término superior de prescripción,
cuando hay un numeral específico en el articulado del Código de Comercio, que preceptúa
que la naturaleza de la acción es indiferente, tratándose de un contrato de seguro, al fijar el
plazo de prescripción de la misma.

Adicionalmente, cabe acotar que a criterio de esta Corporación, y contrario a lo


argumentado por la censura, le asiste razón al Tribunal Superior, al confirmar que el
cómputo del plazo de prescripción inició cuando ocurrió el siniestro, puesto que es desde
ese momento que se hizo exigible el pago de lo convenido en la póliza de seguro, dada la
ocurrencia del riesgo que cubría, y la aseguradora demandada (HSBC SEGUROS
(PANAMÁ), S.A.), debió instar al tribunal que ventiló la causa, que integrara el
contradictorio, máxime porque estaba frente a la reclamación de una obligación
mancomunada, siendo dos las obligadas contractualmente a afrontar el pago por el daño
asegurado, que estaba siendo requerido por la empresa beneficiaria del convenio
(MARNOVIR, S.A.).

En todo caso, no puede soslayar la Sala, que la excepción de prescripción es un


mecanismo de defensa consagrado en nuestra legislación, que conlleva la extinción de los
derechos que no fueron oportunamente reclamados, y obedece a la necesidad de tener
certeza acerca de los plazos con que se cuenta para ejercitar o hacer valer un derecho. En la
doctrina se le conoce como prescripción liberatoria o extintiva, y tiene como requisitos la
inactividad del acreedor, quien no exigió la ejecución de la prestación; el transcurso del
tiempo establecido en el ordenamiento para que se considere prescrita la acción (requiere
de pronunciamiento judicial); y que la obligación sea susceptible de prescribir, porque así
está reconocido legal o constitucionalmente.

El autor MARCELO LÓPEZ MESA, en su obra "Derecho de las Obligaciones.


Análisis exegético del nuevo Código Civil y Comercial", tomo II, Editorial Bdef,
Montevideo, Buenos Aires, 2015, define la prescripción liberatoria como: "... un evento que
está íntimamente vinculado con el transcurso del tiempo y la inacción del titular de un
derecho. La ley protege los derechos subjetivos, pero no ampara la desidia, la negligencia,
el abandono.

Transcurridos ciertos plazos legales, a petición de la parte interesada, la ley declara


prescritos los derechos no ejercidos." (p.1018)

Adicionalmente, acota:

"Para ponerlo en palabras llanas, la obligación civil no deja de existir por


el cumplimiento del plazo prescriptivo, pero sí deja de ser exigible, pierde su
carácter coercible, no pudiendo ser exigido judicialmente su
cumplimiento; ..." (p.1031)
Con vista en lo manifestado, considera esta Superioridad que no se configura el cargo
de violación directa de los artículos 1650 y 1651 numeral 5 del Código de Comercio, por lo
que se continúa con el examen de las otras normas identificadas como quebrantadas.

En cuanto a la violación directa por omisión del artículo 214 del Código de
Comercio, veamos lo que preceptúa:

"Artículo 214. Los contratos de comercio se ejecutarán de buena fe, según los


términos en que fueren convenidos y redactados, atendiendo más que a la letra
de los pactos, a la verdadera intención de los contratantes.
Las palabras deben entenderse en el sentido que les da el uso general,
aunque alguno de los contratantes pretenda que las ha entendido de otro
modo."
Atendiendo a lo expuesto en los párrafos que anteceden, estima la Sala que dicha
disposición no fue vulnerada, ya que la ejecución del endoso del contrato de seguro ni sus
términos, son tópicos que pudieran incidir en la decisión de declarar prescrita la acción
ejercitada, ello es así, porque lo reclamado en este proceso es la devolución de un
porcentaje del monto al que arribó la condena fijada en otro, en el que sí se debatió la
obligación derivada de la póliza de seguro suscrita entre las partes.

En otras palabras, como quiera que el recurso extraordinario objeto de análisis,


obedece a la disconformidad con la declaratoria de prescripción de la acción, dado el no
reconocimiento del derecho a recibir el reembolso de un porcentaje de la condena pagada,
que fue impuesta en un proceso ventilado sin la participación de la aseguradora a la que se
exige la devolución, a juicio de esta Corporación es improcedente analizar tal pacto en esta
oportunidad, puesto que la decisión impugnada alude al transcurso del tiempo para ejercitar
la acción de reclamo, no así a la fuente de ella.

Por último, en cuanto a la violación directa del artículo 976 del Código Civil, que
afirma la censura fue quebrantado por omisión, su tenor es el siguiente:

"Artículo 976. Las obligaciones que nacen de los contratos tienen fuerza de ley
entre las partes contratantes, y deben cumplirse al tenor de los mismos."
Teniendo en cuenta el contenido del precepto reproducido, esta Colegiatura es del
criterio que ocurre lo mismo que con la norma previamente analizada, toda vez que el
estudio que hace el Primer Tribunal Superior, al resolver la apelación interpuesta, se
circunscribe al análisis de la excepción de prescripción de la acción, invocada por la parte
demandada, sin que ello conlleve el examen de lo acordado en el endoso de la póliza de
seguro No.01-01-238492-0, sobre todo porque lo pretendido es el reembolso del porcentaje
de un monto determinado, y no analizar de dónde proviene la obligación reclamada y el
cumplimiento de lo acordado.

Con vista en lo señalado, la Sala concluye que resulta imperativo desestimar los
cargos de violación directa de los artículos 1650, 1651 y 214 del Código de Comercio, y el
artículo 976 del Código Civil, endilgados a la sentencia impugnada, y proceder al estudio
de la otra modalidad de fondo del recurso de casación interpuesto por la demandante
recurrente, la infracción de normas sustantivas de derecho, en el concepto de error de hecho
sobre la existencia de la prueba, lo que ha influido sustancialmente en lo dispositivo de la
resolución recurrida.

La aludida modalidad está fundada en tres (3) motivos, en los cuales la casacionista
sostiene que fueron ignorados los documentos privados consultables a fojas 170-282,
consistentes en planillas identificadas como Listados de pagos, transferencias y siniestros a
póliza con Coaseguro Administrador; las declaraciones testimoniales de los señores:
Lourdes Puerta Ábrego (fs.384-387), Jesús Schossow Rodríguez (fs.394-396), Jorge
Barreiro (fs.402-404), Zulay María Camargo (fs.405-406) y Zuleika Castillo Mata (fs.407-
408); y los informes periciales y respuestas a los interrogatorios de los peritos Manuel S.
Ábrego Romero (fs.454-525, 629-630), José Ángel Hidrogo Calvo y Delary Ríos (fs.526-
547, 624-628) y Manuel A. Mina S. y Ciro M. Cano Q. (fs.548-618, 619-622, 623).

Como normas de derecho infringidas, la casacionista identifica los artículos 780, 832,
856, 907 y 966 del Código Judicial, y los artículos 195, 244, 1021 y 1030 del Código de
Comercio.

Ahora bien, a efecto de emitir un pronunciamiento acerca del concepto de fondo


invocado, error de hecho sobre la existencia de la prueba, es menester acotar que se
configura cuando el Tribunal reconoce la presencia de un elemento de convicción que no se
encuentra en el proceso o, existiendo éste, no lo toma en cuenta, lo ignora, lo que influye en
la decisión de fondo.
En el presente caso, como se indicó antes, el error de hecho está basado en tres (3)
motivos, en los que la censura destaca que el Tribunal Superior soslayó determinadas
pruebas, por medio de las cuales se acreditaron los cargos mensuales a débitos y créditos
surgidos por razón del Contrato de Coaseguro que vinculaba a ASEGURADORA ANCÓN,
S.A.; que dicha aseguradora tenía pleno conocimiento del reclamo y la demanda interpuesta
por MARNOVIR, S.A., e inicialmente asumió su participación en el riesgo; y que desde
que ocurrió el siniestro la demandada reconoció su participación en el 50% de los gastos
generados, "por razón de que los pagos efectuados por nuestra mandante se registraban
como una cuenta por cobrar contra la demandada, los cuales siempre reconoció a medida
que se generaban, a través de la Planilla de Pólizas con Coaseguro." (f.3553)

Lo reseñado, permite a la Sala concluir que los cargos que se endilgan a la sentencia
de segunda instancia, se refieren a la ausencia de ponderación de determinado material
probatorio, a través del cual, en palabras de la casacionista, se demuestra la obligación de
resarcir el 50% del monto de la condena impuesta en el otro proceso, debido a la
suscripción del endoso de la póliza de seguro, y que la demandada, ASEGURADORA
ANCÓN, S.A., conocía del proceso que se ventilaba por razón de la ocurrencia del riesgo
cubierto por el contrato de seguro.

Del estudio de la resolución recurrida, se desprende que las pruebas antes


mencionadas no fueron apreciadas para decidir la controversia, lo que obliga a enjuiciar si
efectivamente lo que demuestran pudo haber influido en lo dispositivo del fallo.

Sobre el particular, esta Corporación es del criterio que con vista en los cargos que
se exponen en los motivos, las pruebas ignoradas al momento de fallar, no tienen la eficacia
necesaria para influir en lo resuelto, toda vez que no logran desvirtuar el hecho de que la
acción estaba prescrita al momento en que se reclamó la devolución de los montos pagados
en virtud de la condena impuesta.

Valga reiterar que para que se configure el concepto de error de hecho en la


existencia de la prueba, es indispensable que, además de haber sido ignorado el elemento de
convicción, a través del mismo se logre desvirtuar la conclusión a la que arribó el
sentenciador de segunda instancia, lo que no ocurre en este caso, puesto que las pruebas
señaladas se refieren a la existencia y/o reconocimiento de una obligación que fue
reclamada en otro proceso, mas no a error en el cómputo o algún otro tópico que incida en
la declaratoria de probada de la excepción de prescripción a la acción, en consecuencia,
debe desestimarse la causal alegada.

En todo caso, es importante indicar que en el proceso en el que se impuso la


condena a cubrir producto del riesgo asegurado, no participó la ahora demandada,
ASEGURADORA ANCÓN, S.A., porque no fue integrada a pesar de ser un litisconsorte
(obligación mancomunada), lo que implica que se soslayó su derecho a ejercer su defensa
en contradictorio (ver arts. 602, 608 y 678 del Código Judicial), impidiendo que se le
extiendan los efectos de una condena decretada sin haber sido oída.
Así, pues, debe mantenerse lo decidido, es decir, no casar la sentencia recurrida, y
señalar que los artículos 780, 832, 856, 907 y 966 del Código Judicial, y los artículos 195,
244, 1021 y 1030 del Código de Comercio, no fueron infringidos.

En mérito a lo expuesto, la Corte Suprema, Sala de lo Civil, administrando justicia en


nombre de la República y por autoridad de la Ley, NO CASA la resolución de 20 de marzo
de 2019, dictada por el Primer Tribunal Superior del Primer Distrito Judicial, dentro del
Proceso Ordinario instaurado por HSBC SEGUROS (PANAMÁ) S.A. contra
ASEGURADORA ANCÓN, S.A. (ANCON INSURANCE CORPORATION).

Las obligantes costas a cargo de la recurrente se fijan en la suma de QUINIENTOS


BALBOAS (B/.500.00).

Notifíquese.

HERNÁN A. DE LEÓN BATISTA

OLMEDO ARROCHA OSORIO (CON SALVAMENTO DE VOTO )-- ANGELA


RUSSO DE CEDEÑO

SONIA F. DE CASTROVERDE (Secretaria)

SALVAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO

OLMEDO ARROCHA OSORIO

En relación con el presente Recurso de Casación que la sociedad HSBC SEGUROS

(PANAMA), S.A. (Ahora SEGUROS SURAMERICANA, S.A.), interpuso en contra

de  ASEGURADORA ANCÓN, S.A. (ANCON INSURANCE CORPORATION), debo

manifestarque, como Magistrado Sustanciador, elaboré el proyecto mediante el cual

resolvía Casar el presente medio extraordinario de impugnación, que no mereció la

aprobación del resto de los Magistrados que integran esta Sala de lo Civil, por lo que, al

disentir de la decisión mayoritaria que se deja consignada en la presente Resolución, me

veo en la imperiosa necesidad jurídica de anunciar, respetuosamente que, SALVO MI

VOTO, el que fundamento en los siguientes términos:


En ese sentido, advierto que, a través de las causales que sustentan el recurso de casación

que nos ocupa, la pretensión de la recurrente HSBC SEGUROS (PANAMA),

S.A. (Ahora SEGUROS SURAMERICANA, S.A.),  estuvo dirigida, esencialmente, a que

se Casara la resolución de segunda instancia impugnada, en el sentido que se declarara no

probada la excepción de prescripción de la acción alegada y se adentrara a considerar que el

Tribunal Ad quem se equivocó al concluir erróneamente que el término de prescripción de

un año (1) que establece el numeral 5 del artículo 1651 del Código de Comercio, para

reclamar el reembolso del cincuenta por ciento (50%) de participación al que la

demandada ASEGURADORA ANCÓN, S.A. (ANCON INSURANCE

CORPORATION), se obligó a asumir en los términos de ajustes y arreglos de pago por

siniestro acordados a través del endoso de coaseguro suscrito entre ambas coaseguradoras,

debía computarse a partir de la fecha en que ocurrió el siniestro, pues a juicio de la

recurrente, dicha obligación se hizo exigible conforme lo dispone el artículo 1650 lex. cit.,

desde el momento en que la demandante efectuó el pago total de la indemnización a favor

de la sociedad asegurada, MARNOVIR, S.A., suma de dinero a la que fue condenada, en

ocasión de la póliza de seguro de incendio No. 01-01-238492-0 con endoso, que amparaba

dicho acontecimiento.

Frente al cargo expuesto,la mayoría de los Magistrados que integran este Tribunal de
Casación Civil, consideraron que la relación contractual y la obligación que se reclaman en

el presente debate jurídico, surgen del contrato de segurocelebrado entre la sociedad

asegurada,  MARNOVIR, S.A., con HSBC SEGUROS (PANAMÁ), S.A. (Ahora

SEGUROS SURAMERICANA, S.A.), por tanto, la norma aplicable para la solución de

esta controversia, es el artículo 1651, numeral 5 del Código de Comercio. Entre las

principales consideraciones que se dejan expuestas en la presente Resolución Judicial, para

llegar a tal conclusión, se encuentran las que a continuación se transcriben:


"... advierte esta Corporación que entre las referidas
aseguradoras existe una relación contractual, la que, a falta de
convenio que exprese lo contrario, atendiendo a lo dispuesto
en el artículo 221 del Código de Comercio, las vincula de
forma solidaria; sin embargo, la casacionista reconoce que en
el endoso de coaseguro que soporta su reclamación, se
estipuló que cada compañía cubriría el 50% del monto
asegurado, de ocurrir el siniestro, por lo tanto, en este caso la
obligación de resarcir es mancomunada.
...
Retomando lo concerniente a la prescripción de la acción
ejercitada por la demandante recurrente, es menester tener
presente que la obligación de reembolso exigida se basa en
un contrato comercial, mismo que tiene como fundamento
el pago de una prima, a cambio de la cual se transfiere un
riesgo cuya cobertura está delimitada en una póliza, es
decir, estamos ante una relación comercial concreta, por lo
que la norma aplicable para determinar el término de
prescripción de la acción no es el artículo 1650 del Código
de Comercio, que establece el plazo ordinario en materia
comercial, sino el artículo 1651 numeral 5 lex cit., que
dispone que prescribirán en un año "Las acciones
derivadas de un contrato de seguro cualquiera que sea su
naturaleza", que es precisamente el caso que ocupa la
atención de la Sala.
Y es que, el monto cuya devolución se pretende, se origina de
una póliza de seguro de incendio, que de no existir, tampoco
se habría dado la condena a cubrir el riesgo asegurado, por
ende, mal puede verse el coaseguro como una relación
independiente, a la que se aplique una normativa general
que conceda un término superior de prescripción, cuando
hay un numeral específico en el articulado del Código de
Comercio, que preceptúa que la naturaleza de la acción es
indiferente, tratándose de un contrato de seguro, al fijar el
plazo de prescripción de la misma.
Adicionalmente, cabe anotar que a criterio de esta
Corporación, y contrario a lo argumentado por la censura,
le asiste razón al Tribunal Superior, al confirmar que el
cómputo del plazo de prescripción inició cuando ocurrió el
siniestro, puesto que es desde ese momento que se hizo
exigible el pago de lo convenido en la póliza de seguro,
dada la ocurrencia del riesgo que cubría, y la aseguradora
demandada (HSBC SEGUROS (PANAMÁ), S.A.), debió
instar al tribunal que ventiló la causa, que integrara el
contradictorio, máxime porque estaba frente a la reclamación
de una obligación mancomunada, siendo dos las obligadas
contractualmente a afrontar el pago por el daño asegurado,
que estaba siendo requerido por la empresa beneficiaria del
convenio (MARNOVIR, S.A.). (Resalta el suscrito)
...".
Del análisis que plantea la presente Resolución, cuya orientación concuerda con el

criterio que fue adoptado en la sentencia de segunda instancia impugnada, deja de

manifiesto que la obligación de reembolso exigida por la demandante, se basa en

un contrato comercial, que tiene como fundamento el pago de una prima a cambio de la

cual se transfiere un riesgo cuya cobertura está delimitada en una póliza, es decir, que se

está ante una relación jurídica entre las partes, cuya obligación comercial existente deviene

del contrato de seguro y, por esa razón, el término para la prescripción de la acción que

resulta aplicable es el contemplado en el artículo 1651, numeral 5, del Código de

Comercio .

Ante lo previamente expuesto, respetuosamente, reitero no compartir el criterio y la

decisión que por mayoría de esta Sala, se adoptó en la presente Resolución, debiendo el

suscrito aclarar, preliminarmente, que en el contrato de seguro y en el de coaseguro,

convergen vínculos o relaciones contractuales con naturaleza y efectos jurídicos totalmente

distintos y, a pesar que la acción ejercitada tenga su razón de ser en la existencia de una

póliza de seguro; no obstante, cuestión muy distinta son las partes que los forman, así como

los derechos y obligaciones que dimanan de cada uno de dichos contratos.

En ese sentido, tenemos que, en el contrato de seguro, forman parte de la relación


jurídica el asegurado y el asegurador, cuya característica propia, específicamente, en el

seguro de daños, es una obligación indemnizatoria, cuya exigibilidad depende de una

condición, cual es, la ocurrencia de un acontecimiento futuro e incierto. Mientras que, en el

contrato de coaseguro, se está frente a un vínculo o relación jurídica establecida entre dos

o más coaseguradoras, que por medio de un convenio deciden asociarse con un fin en

común, es decir, el de distribuirse el porcentaje de riesgo que cada una asumirá en la póliza

de seguro, ante el acaecimiento del hecho o evento dañoso. En otras palabras, en esta figura

los derechos y obligaciones dimanan del pago de la prestación entre las aseguradoras que se
hallan en situación de concurrencia, así como de la naturaleza jurídica de la acción para

reintegrar a su patrimonio las cantidades satisfechas por cuenta de otro asegurador. Estos

nexos entre las coaseguradoras, la doctrina los califica como relaciones internas, que tienen

por marco regulatorio, los términos que sean expresados en la respectiva cláusula de

coaseguro.

Los comentarios previamente expuestos, me permiten concluir, contrario a lo

planteado en la Resolución bajo análisis, que la relación jurídica contractual que está en

conflicto en el proceso respectivo, es la que deriva del contrato de coaseguro suscrito entre

las compañías  HSBC SEGUROS (PANAMÁ) S.A. (Ahora  SEGUROS

SURAMERICANA, S.A.) y ASEGURADORA ANCÓN, S.A. (ANCON INSURANCE

CORPORATION) y no la relación jurídica que emana del contrato de seguro suscrito

entre  HSBC SEGUROS (PANAMÁ) S.A.  (Ahora  SEGUROS SURAMERICANA, S.A.) y

la asegurada sociedad MARNOVIR, S.A., pues el vínculo jurídico de asociación que surge

en el coaseguro, se traduce en un objeto y causa distinta al de la póliza de seguro, por lo

que se debió tener en cuenta que el contrato de seguro fue cumplido en otro proceso, desde

el momento en que se efectuó el pago de la indemnización a la sociedad asegurada.

El razonamiento anterior,

me obliga a mantener mi criterio, en el sentido que en el presente proceso se

incurrió en un error jurídico al aplicar "la regla de exigibilidad de la obligación", que no

es más que el momento procesal en que un derecho puede ejercitarse, ese momento que

marca el inicio del cómputo para la prescripción, tal como lo contempla el referido artículo

1650 del Código de Comercio, cuyo tenor literal dice así:

"Artículo 1650. El término para prescripción de acciones


comenzará a correr desde el día en que la obligación sea
exigible.
La prescripción ordinaria en materia comercial tendrá
lugar a los cinco años. Esta regla admite las excepciones que
prescriben los artículos siguientes y las demás establecidas
expresamente por la ley, cuando en determinados casos exige
para la prescripción más o menos tiempo." (Resalta el
Suscrito)

Con fundamento en la norma transcrita, estimo que el Tribunal de segunda

instancia, así como la mayoría de la Sala, aplican equivocadamente el supuesto de derecho

contenido en el citado artículo 1650, cuando entendieron y dedujeron, que el momento

procesal a partir del cual debía empezar a correr el término para la prescripción de la acción

en el presente caso, es desde el día en que ocurrió el siniestro de incendio, y que desde ese

momento es cuando la obligación se hizo exigible, dejando plasmado que era aplicable el

término de un (1) año que establece el numeral 5 del artículo 1651 del Código de

Comercio, por tratarse de una acción derivada del contrato de seguro; término sobre el cual,

advertí en la debida oportunidad, no fue objeto de oposición por la parte recurrente en su

escrito de casación.

En ese sentido, no puede el suscrito apoyar el enfoque que en esta Resolución se le

ha dispensado al presente proceso, ni la conclusión a la que ha llegado, luego de analizar

los cargos en que se sustentó el recurso de casación que nos ocupa, sin tomar en cuenta que,

dada la naturaleza jurídica de la obligación que realmente se reclama, la regla correcta de

prescripción de la acción que resultaba aplicable en el debate jurídico, en cuanto al plazo,a

mi criterio, era la contenida en el segundo párrafo del referido artículo 1650 del Código

de Comercio que establece el término de cinco (5) años, para la prescripción ordinaria

en materia comercial y no la regla de excepción de prescripción de un (1) año, establecida

en el numeral 5 del artículo 1651 del mismo texto legal, para las acciones derivadas del

contrato de seguro, como erradamente se adoptó en la Resolución de mayoría.


Por otro lado, en la presente decisión, también se deja consignado que,"...la

aseguradora demandada (HSBC SEGUROS (PANAMÁ), S.A.), debió instar al tribunal que

ventiló la causa, que integrara el contradictorio, máxime porque estaba frente a la

reclamación de una obligación mancomunada, siendo dos las obligadas contractualmente

a afrontar el pago por el daño asegurado, que estaba siendo requerido por la empresa

beneficiaria del convenio (MARNOVIR, S.A.)"

Sobre esta postura, debo manifestar, al igual que lo dejé plasmado en mis

observaciones que, la omisión de la falta de llamamiento de la

demandada, ASEGURADORA ANCÓN, S.A. (ANCON INSURANCE

CORPORATION) para integrar el contradictorio, no constituía un motivo fundado, ni una

eximente que la exonerara de su responsabilidad de cumplir con la obligación que pactó en

el referido endoso de coaseguro, máxime cuando en el proceso quedó como un hecho

probado que la demandante, HSBC SEGUROS (PANAMA), S.A. (Ahora SEGUROS

SURAMERICANA, S.A.), no solo cumplió con honrar el contrato de seguro celebrado con

la sociedad asegurada, MARNOVIR, S.A., sino que, además, lo hizo pagando una suma de

dinero superior al porcentaje de participación al que ambas coaseguradoras se

comprometieron asumir en el contrato respectivo.

En tal sentido, para el suscrito, no constituye una obligación el llamamiento de un

tercero al proceso, ni tampoco que ello se deba entender, como una pérdida del derecho de

repetición para exigir de la demandada el cumplimiento de lo pactado.

Finalmente, me permito dejar consignado, que en el contrato de coaseguro

celebrado emergen derechos y obligaciones que son vinculantes entre las aseguradoras en

asociación, y dada la naturaleza jurídica de esta modalidad de aseguramiento, su principal

característica descansa, substancialmente, en "la distribución del riesgo", constituyéndose

en el objeto de la obligación, en donde las coaseguradoras se responsabilizan ante la


ocurrencia del hecho incierto, a asumir cada una la indemnización amparada bajo la

póliza o contrato de seguro, solamente hasta la concurrencia de su respectiva cuota.

Por las consideraciones que dejo expuestas, debo concluir manteniendo mi posición

jurídica, en cuanto a que la relación jurídica en conflicto en este proceso, es la que resulta

de los derechos y obligaciones dimanantes del pago de la prestación existente entre las dos

coaseguradoras que se encuentran en situación de concurrencia, por lo que no cabía

aplicársele, como se procede en la presente Resolución, el término de un (1) año que

establece el numeral 5 del artículo 1651 del Código de Comercio antes comentado y,

mucho menos, dejar afirmado que la exigibilidad de la obligación comenzó desde la fecha

en que ocurrió el siniestro, porque ese era un tema ya superado, tal como señalé

previamente.

En consecuencia, con todo respeto, estimo, que los cargos de injuridicidad traídos a

esta Sala de casación civil, así como los hechos que envuelven el presente debate jurídico,

permitían, en nuestra opinión, que se Casara la resolución de segunda instancia impugnada

y, convertidos en tribunal de instancia, se adentrara al fondo de la controversia.

No obstante, siendo que la mayoría de los Magistrados que integran esta Sala de lo
Civil no avalaron la postura asumida por el suscrito, es por lo que, respetuosamente reitero

que, SALVO MI VOTO.

Panamá, Fecha Ut Supra.

OLMEDO ARROCHA OSORIO

MAGISTRADO

 
SONIA F. DE CASTROVERDE

SECRETARIA DE LA SALA CIVIL

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