Arañas AUTOGUARDADO
Arañas AUTOGUARDADO
Arañas AUTOGUARDADO
Asignatura: Evolución
Las arañas son animales invertebrados que generalmente viven de manera solitaria,
pertenecientes al orden Araneae, de la clase Chelicerata, y a su vez de la subclase
Arachnida (Damborenea et al. 2007). Se conocen desde el Carbonífero, con ancestros
próximos que se remontan al Devónico: con el orden extinto de Uraraneida; y constituyen,
con los ácaros (Acari), el grupo más diverso de Arachnida (Barrientos et al. 2015).
Todas las arañas son depredadoras de otros animales, es decir, su dieta es carnívora pueden
comer: insectos, miriápodos, pequeños reptiles, ratones, otras arañas, pequeñas aves, entre
otros. Las arañas son caracterizadas por presentar el cuerpo dividido en dos partes, un
prosoma constituido por una sola pieza, no segmentado y un opistosoma (Damborenea et
al. 2007). En la parte extremo posterior del opistosoma se encuentran las glándulas
sericígenas; tejidos encargados de secretar y producir seda o tela que se abren al exterior
por unos apéndices conocidos como hileras (González & Vallejo, 2012). Gracias a la seda
tejen redes de caza, tapizan refugios e incluso se transportan por el viento. Han
conquistado con éxito casi todos los medios terrestres y también algunos dulceacuícolas e
intermareales (Damborenea et al. 2007).
Las telas pueden presentar múltiples formas, las más conocidas son las telas orbiculares
construidas por algunas familias como la Araneidae, la Deinopoidea y la Nicodamidae.
Estas telas concéntricas tienen regiones más pegajosas que elevan el éxito de caza (Lagos,
2008). Una de las funciones principales de la tela de araña de tipo orbicular es la de
capturar presas en pleno vuelo, por lo que su estructura debe estar capacidad para convertir
energía cinética, proveniente de la presa y transformarla en energía de deformación así
como en energía de disipación. Esta característica y otras más, son elaboradas por las
arañas gracias a su “inteligencia innata” que se ha desarrollo a través de millones de años
de evolución (Alencastre, 2015).
A través del tiempo diferentes investigadores, bajo diferentes puntos de vista han
comenzado a relacionar la gran diversidad del orden Araneae, y poder evidenciar las veces
que han evolucionado las arañas para poder tejer telas con diferentes formas e incluso si
descienden de un ancestro común.
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1.1 Antecedentes
Las arañas, las sedas y las telarañas tienen un gran éxito evolutivo, ya que han sobrevivido
y prosperado durante millones de años (Su et al. 2021).
Peñalver et al. (2006), reportan en su artículo otro de los registros fósiles más antiguos que
se han encontrado data de 110 millones de años, lo cual refiere al cretácico inferior, en un
fragmento de ámbar donde se identificaron dos artrópodos en 16 hilos de seda con gotitas
en ámbar libanés, se trataba de una mosca Microphorites y un ácaro enredados en la seda
viscosa de la telaraña del grupo Araneoidea preservada en una estalactita cilíndrica aérea en
el sitio de San Just en España, esto ha demostrado el éxito duradero de las redes orbiculares
(Fig.1).
Asimismo, Penney & Ortuño (2006), describen en su artículo un registro fósil de una araña
tejedora del grupo Araneoide de orbes considerada la más antigua, data de 115 millones de
años. Fue encontrada en un fragmento de ámbar español, en esta pieza la araña de 2 mm de
largo, la cual fue identificada como Mesozygiella dunlopi, presenta aspectos similares de
una araña viva, lo que demuestra que el plan corporal o el tipo corporal básico fue exitoso
desde su aparición.
En un artículo relacionado con la evolución de las telas orbes, escrito por Levi y
colaboradores (2005), se menciona un suborden de importante, no solo porque está
compuesto por arañas primitivas se trata del grupo Mesothelae, este grupo presenta
únicamente dos tipos de glándulas de seda. Aunque se explica en los siguientes párrafos, es
importante tomar en cuenta que la presencia de las glándulas de seda es uno de los factores
que han ocasionado la evolución de las redes orbiculares. A diferencia del grupo
Mesothelae, los grupos Araneidae y la Deinopoidea que corresponden a las arañas tejedoras
de orbes presentan hasta siete tipos de glándulas, cada tipo de glándula se caracteriza por la
forma de empleo. Por ejemplo, la seda para envolver a la presa es secretada por las
glándulas aciniformes, mientras que para producir líneas de arrastre e hilos para el marco
de tela utilizan seda secretada por las glándulas ampulares.
Junto con la evolución de las redes orbiculares, también se ha ido descubriendo la posible
existencia de un ancestro común. La relación que presentan los grupos de arañas tejedoras
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de orbes también se puede visualizar con los genes. En otro estudio se evidenció que los
Deinopoides tenían genes conocidos como Flag, MaSp1 y MaSp2; estos genes presentaban
aspectos similares a los genes que usan los Araneoides para elaborar su seda y poder cazar
en radios espirales y radiales, lo que ha refutado el origen único de las redes orbiculares
(Stokstad, 2006). Lo anteriormente mencionado también ha influido en la evolución de las
telas orbes.
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estudiar la biogeografía de las arañas orbiculares, las relaciones entre géneros tejedores de
telarañas y las relaciones entre microfolcomátidos, como se había mencionado en los
párrafos anteriores (Backeledg et al. 2009).
En la actualidad la seda de las arañas sigue siendo estudiada incluso con otros fines e
intereses. Por ejemplo, como se menciona en el trabajo de Ovalle & Palacio (2020), existe
un amplio interés científico por intentar producirlas y aplicarlas a la industria textil, las
ingenierías, medicina, ciencias exactas, tecnologías y demás. Sus diferentes propiedades y
características de dureza, flexibilidad y resistencia, superiores al acero y a poliamidas como
el poliparafenileno tereftalamida, más conocido como el Kevlar; la hacen un material
atractivo para estudiar. Aunado a esto, es un material biocompatible, biodegradable,
hipoalergénico y se ha demostrado sus propiedades antimicrobianas contra ciertos
organismos.
La tela de araña que se describe en este trabajo corresponde a la forma orbe u orbicular y
como ejemplos se mencionan a las familias Araneidae y Deinopoidea. Además el objetivo
de este trabajo es discutir acerca de los factores que han ocasionado la evolución de la red
orbicular de las arañas.
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2. Desarrollo
En el trabajo realizado por Backledge y colaboradores (2009), se determinó que existen dos
tipos de telas orbiculares con una gran convergencia evolutiva, el primer modelo pertenece
a las telarañas orbes y el segundo tipo pertenece a las telarañas orbes cribeladas. Cabe
destacar que ambos tipos de telaraña presentan diferencias en su función y propiedades,
recordando que las cribelladas tienen propiedades higroscópicas.
Tejiendo enredos
Para poder desenmascarar el origen evolutivo del tejido de la red orbe es primordial
entender a posterior transformación y pérdida del orbe y los comportamientos asociados al
hilado de la red (Backledge et al. 2009). Por otro lado, los científicos han estudiado
exhaustivamente los genes y las proteínas que hacen que la seda de araña sea elástica y
fuerte, pero la mayor parte del trabajo se ha centrado en los Araneoides (Stokstad, 2006).
Las arañas pueden producir hasta siete diferentes tipos de sedas, que como se habían
mencionado corresponden al momento en que se empleen y el lugar donde se secrete; como
la seda dragline o conocido como hilo de seguridad, víscida, espiral, capullo, etc. Cada una
de estas sedas tiene diferentes cualidades mecánicas y funciones distintas. El ejemplar
puede controlar con exactitud la secuencia de los aminoácidos de las proteínas que
componen cada una de estas sedas. El reto que presentan las arañas es el producir sedas
infranqueables con una combinación de resistencia, deformación y tenacidad, para absorber
la energía cinética de los insectos; pero, al mismo tiempo, la energía de retorno tiene que
ser mínima, para evitar que la presa rebote de la tela de araña (Alencastre et al. 2016).
Las telas concéntricas presentan áreas más viscosas en donde quedan atrapados animales
voladores como moscas o mosquitos. Normalmente son construidas entre dos ramas de la
vegetación o en rincones dentro de espacios cerrados. Sin embargo, las funciones de las
telas varía, algunas arañas envuelven sus huevos en bolsitas de tela llamadas ootecas o
cocones, de forma esférica, con coloración de blanquecino al amarillento y textura
algodonosa; los cocones quedan pegados en la tela o suspendido de un hilo. Otras especies
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utilizan la tela de araña para facilitar su desplazamiento, se dirigen a sitios elevados y
disparan algunos hilos que son arrastrados por las corrientes de aire, ocasionando que
lleguen a diferentes partes del hábitat (Lagos, 2008).
Los hilos de seda están compuestos principalmente de proteínas y una sola telaraña puede
representar entre el 0.1% y el 1% de la masa corporal húmeda de una araña. Traducido a
energía, cambiar las telas perdidas de los reservorios corporales es sumamente
costoso. También, algunas sedas gastan más energía para hilar que otras sedas; en
específico, la seda cribellada utilizada como un conjunto de fibras adhesivas en las redes
relativamente primitivas que como se mencionó anteriormente funciona a través de fuerzas
de van der Waals y enredos físicos. Esto coteja con las glicoproteínas que son
químicamente adhesivas que se encuentran en las gotas de pegamento agregadas de las
arañas orbe modernas. A pesar de ser un proceso que consume tiempo y energía, las arañas
cribelladas peinan o tallan físicamente porciones de seda que contienen cientos o miles de
fibrillas a nanoescala necesarias para la función adhesiva.
Esto provoca que las arañas que utilizan seda cribellada muestren una alta relación a las
redes individuales. Por el contrario, la gran mayoría de las arañas resultantes del abandono
completo o parcial de las telarañas han desarrollado un químico adhesivo pegamento
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Figura 1. Interrelaciones de las arañas. En A) se observa la topología preferida de 159
taxones de araña utilizando el conjunto de datos de 750 genes. En B) Representación
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esquemática de la filogenia con puntas colapsadas a niveles taxonómicos más altos. En C)
Filogenia Araneoide; los círculos rojos en los nodos representan soporte de arranque ≥ 90
% (Kallal, 2021).
agregado químicamente adhesivo, que permite que las redes se construyan rápidamente y
que la seda se recicle cuando las redes se quitan y se consumen (Blackledge, et al. 2009).
¿Ancestro en común?
Stokstad (2006), esclarece que el grupo de las arañas Deinopoidea, producen la seda más
antigua, que al generarla envuelven sus espirales de captura en seda seca y después la
peinan para generar estática y facilitar la caza. Sin embargo, los Araneoides simplificaron
este proceso. Estos desarrollaron un par de glándulas de las que carecen los Deinopoides,
ya que solamente añaden un pegamento viscoso en la línea de soporte de la telaraña. Cabe
destacar que para ello se requiere aproximadamente una décima parte del esfuerzo de hacer
seda seca, y el adhesivo el cual es 13 veces más glutinoso por unidad de volumen,
asimismo la red también es menos visible para las presas, porque esta seda no refleja la luz
ultravioleta. Todas estas ventajas adaptativas a través del tiempo han llevado al cambio
evolutivo, lo que pueden ayudar a explicar el por qué los Araneoides son diez veces más
diversos que los Deinopoides.
3. Conclusiones
Como se había mencionado, una de las limitantes para el estudio de la evolución de las
telas orbes son las pocas investigaciones dirigidas al grupo Deinopoideae, que se compone
de las arañas cribelladas, es importante estudiarlas puesto que para poder seguir refutando
la hipótesis de que solo hubo un evento de evolución es necesario realizar comparaciones
entre estos dos grupos. La evidencia fósil también ayuda en gran manera a evidenciar que el
éxito de las arañas data desde miles de años atrás; y también relacionado con lo anterior,
dentro de las fuentes revisadas se encontró varias veces la mención de que la evolución de
la telaraña depende del uso y del lugar de donde se secrete pero no se mencionan eventos
significativos o evidencia puntual que exponga el proceso y en sí los cambios que han
ocurrido para que se hayan desarrollado más de una glándula secretora de seda.
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Como también se mencionó la telaraña tiene diferentes aplicaciones y es un material que ha
intentado ser replicado muchas veces sin éxito, el hecho de que sea más resistente que el
acero u otros materiales con resistencia relevante lo hace atractivo para los mercados
industriales que buscan innovar en la materia.
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