Via Ejecutiva
Via Ejecutiva
Via Ejecutiva
Escuela De Derecho
VÍA EJECUTIVA
Génesis Nava.
C.I: 25.195.091
Nicole Gudiño.
C.I: 27.395.400.
Estefany Govea
C.I: 25.907.860.
Siria Hernández
C.I: 28.326.319.
Nohemi Medina.
C.I: 27.511.940
Rebecca Mantilla.
C.I: 27.264.768.
Melanie Fuenmayor
C.I: 27.101.379.
Sánchez define entonces la vía ejecutiva de forma más concreta, de la siguiente forma:
De forma breve se concreta que en el procedimiento ordinario, se ejecuta el fallo una vez
que esté dictado el mismo, aspecto que lo diferencia de la vía ejecutiva, ya que en este
procedimiento especial, se ejecuta un fallo por dictarse, es decir, con antelación.
En este procedimiento especial ciertamente hay una ejecución de un fallo por dictarse, sin
embargo, Sánchez (2004) considera que una razón de peso que determina que la ejecución no sea
cumplida en su totalidad sino parcialmente, son las graves consecuencias que la ejecución
forzada acarrea para el patrimonio del deudor. Esa razón llevó al legislador a establecer límites –
requisitos – para que la demanda de la solicitud de la vía ejecutiva sea admisible. Dichos
requisitos se encuentran consagrados en el artículo 630 del Código de Procedimiento Civil, en lo
sucesivo CPC.
Para Loreto (1940: 24) la cualidad activa y pasiva en sentido amplio, se definen de la
siguiente manera:
[…] Se trata, […], de una relación de identidad lógica entre la persona del actor y la
persona a quien la ley concede la acción (cualidad activa); y de la persona del demandado,
con la persona contra quien la acción es concedida (cualidad pasiva).
En el caso específico de la vía ejecutiva, la legitimación activa le corresponde al acreedor,
dado que tiene el derecho de cobro y es el interesado en que se cumpla la obligación, y esta, se
exige, embargando los bienes del deudor, que tendría la legitimación pasiva. El acreedor
(demandante, legitimación activa) valiéndose de instrumento público o autentico, o instrumento
privado reconocido legalmente, que prueba una obligación morosa de dar o hacer, logra embargar
bienes suficientes a su deudor (demandado, legitimación pasiva) para que le garanticen las
posteriores resultas del juicio de cobro. (Moros, 1979)
o Las demandas relativas a derechos personales y las relativas a derechos reales sobre
bienes muebles se propondrán ante la autoridad judicial del lugar donde el demandado
tenga su domicilio, o en defecto de éste su residencia. También ante la autoridad judicial
del lugar donde se haya contraído o deba ejecutarse la obligación, o donde se encuentre la
cosa mueble objeto de la demanda
o Las demandas relativas a derechos reales sobre bienes inmuebles se propondrán ante la
autoridad judicial del lugar donde esté situado el inmueble, la del domicilio del
demandado, o la del lugar donde se haya celebrado el contrato, caso de hallarse allí́ el
demandado, todo a elección del demandante. Cuando el inmueble esté situado en el
territorio correspondiente a dos o más jurisdicciones, la demanda se podrá́ proponer ante
la autoridad judicial de cualquiera de ellas, a elección del demandante.
o Las demandas sobre partición y división de la herencia, contra los albaceas, de los
legatarios y acreedores de la herencia, se realizan ante el tribunal que tenga jurisdicción
en el lugar de la apertura de la sucesión.
o La demanda entre socios se propondrá́ ante la autoridad judicial del lugar donde se halle
el domicilio de la sociedad.
o La demanda de rendición de cuentas de una tutela o de una administración se propondrá́
ante la autoridad judicial del lugar donde se hayan conferido o ejercido la tutela o la
administración o ante el Tribunal del domicilio a elección del demandante.
La sección tercera del título I del Código de Procedimiento Civil establece que la
competencia puede ser modificada por razones de Conexión y Continencia en los siguientes
casos:
4. Procedimiento
De forma concreta se establecerán las 3 etapas que componen este procedimiento especial,
conforme a la estructura prevista en el Código de Procedimiento Civil:
Brevemente estableceremos las cinco (05) condiciones que se requieren para que la
demanda para la solicitud de la vía ejecutiva sea admisible, que además están expresas en el
artículo 630 del Código de Procedimiento Civil.
1. Título que acarrean ejecución: el acreedor debe presentar junto con la demanda un
instrumento público o auténtico, entendidos estos como los definidos en el artículo
1.357 del Código Civil Venezolano, en lo sucesivo C.C; vale o instrumento privado
reconocido por el deudor, conforme a lo que establece el artículo 1.363 C.C,
constituyendo tales instrumentos los denominados títulos ejecutivos.
2. Que el instrumento pruebe clara y ciertamente la obligación demandada: Tal
requisito debe ser expreso, derivar del mismo título y constituir prueba plena y
autónoma contra el deudor.
3. Que la obligación consista en el pago de una cantidad líquida: La cantidad por la
cual se pide la ejecución debe aparecer cuantificada y determinada en el mismo título
o por lo menos determinable.
4. Que la obligación sea de plazo cumplido: Se refiere a que debe ser exigible por
haber expirado el plazo convenido para su pago.
5. Que la obligación no esté sometida a término o condición: entendido el término
como el que se describe en el artículo 1.211 del C.C; y entendida la condición como el
establecido en el artículo 1.197 del C.C.
6. Que exista coincidencia entre los sujetos de la obligación y los sujetos de la
pretensión: El demandante debe ser acreedor, y el demandado debe ser deudor.
La vía ejecutiva constituye la ejecución de una sentencia por dictarse, por lo que habrá que
esperar a que tal sentencia sea dictada para que el remate se verifique y la ejecución quede
consumada. Quiere ello decir, que hay la necesidad de tramitar separadamente la ejecución
anticipada y el procedimiento ordinario para determinar la procedencia de la demanda.
5. Jurisprudencia
La Sala de Casación Civil, el 15 de diciembre de 1994 con ponencia del Magistrado Dr.
Rafael J. Alfonzo Guzmán, en el juicio de Julio César Petit Ramírez contra Jaime Paz
Castillo Figueroa, en el expediente número 89-505 establece que la vía ejecutiva es uno de
los procedimientos especiales contenciosos estatuido por la ley procesal civil, cuya
especialidad con respecto al juicio ordinario radica en que desde que se inicia el juicio, el
acreedor tiene derecho al embargo y demás actos anticipados de ejecución, con excepción
del remate, para lo cual deberá esperarse la sentencia definitivamente firme que decidirá si
debe ultimarse o no la ejecución tramitándose ésta en cuaderno separado en el expediente
del juicio principal. Es decir, que por intermedio de esta vía se obtiene un embargo
ejecutivo y no preventivo o precautelativo, que se sustancia de manera independiente del
juicio principal por lo que el decreto que acuerda la medida, es una interlocutoria que
causa gravamen irreparable ya que puede configurar un ataque injustificado contra el
derecho de propiedad del deudor, lo que constituiría un perjuicio que no podrá ser
reparado por el fallo del proceso ejecutivo debido a la desvinculación y autonomía de los
procedimientos (el de conocimiento y el de ejecución). Ello es suficiente para considerar
que el medio idóneo para impugnar tal decisión lo es, el recurso de apelación conforme a
lo previsto en el artículo 289 del Código de Procedimiento Civil, que ordena admitir dicho
recurso cuando la sentencia interlocutoria produzca este tipo de gravamen. (CSJ / SCC,
1994: exp. N°. 89-505)
7. Crítica
Otro de los aspectos que hacen tan eficiente e importante este procedimiento, es que su
especialidad no vulnera ningún principio, sino que por el contrario garantiza a las partes un
debido proceso, el derecho a la defensa, y todos los principios que constituyen el Derecho
Procesal.