Texto 4 Frigerio y Lambruschini - Educador Una Identidad Filosófica
Texto 4 Frigerio y Lambruschini - Educador Una Identidad Filosófica
Texto 4 Frigerio y Lambruschini - Educador Una Identidad Filosófica
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Educador: Una identidad filosofica 1i
CAPITULO 1
Educador: Una identidad filosoéfica
Graciela Frigerio
Gustavo Lambruschini
eae o
* Se trata del maximo representante del asi llamado existencialismo o, mejor dicho, de la filosofia de la existencia.
Heidegger (1889-1976) fue el mds influyente de todoslosfildsofos del siglo x.
12 Educar: Rasgos filosoficos para una identidac
63
* Asi, Claudia Hilb, en un maravilloso libro, €| resplandor de lo publico (Ed. Nueva Sociedad, 1994), retraza el pen-
samiento de HannahArendt, del que muchoserd cuestion aqui.
Educader: Una identidad filosofica 13 |
Esta pregunta por la identidad, como una cuestion en Ultima instancia ética, es
hoy tanto mas acuciante y conturbadora cuanto que en nuestra epoca vivimos
una aguda crisis de todas las identidades: nacionales, sociales, politicas, de
genero, profesionales; y, sobre todo, de las representaciones sociales (ideas,
creencias, gustos, estéticas, valores, normas, morales, etcétera).
Por otra parte, lo educativo —ese andar siempre en movimiento— no cesa de alo-
jarse en las arquitecturas institucionales que son el habitat de lo intergenera-
cional. Allino debiera existir pura reproduccion si no es —y debiera ser— donde
se instala la diferencia en la semejanza, como nos dira Arendt, esa maravillosa
pensadora cuyo nombre de pila era Hannah, por cuyas ideas los autores de este
libro estamos tan marcados, lo que explica su reiterada presencia a lo largo de
estas paginas. Asi la educacion, ese territorio especifico del tratamiento de lo
“nuevo” y los “nuevos” (las nuevas generaciones), lugar de crianza de lo propia-
mente humano, podria entenderse como el trabajo sobre las “ausencias”, sobre
los “fantasmas”, sobre la “falta”, el lugar de los “huecos”, en el que se pliega y
se despliega lo propio del pensar: que es hacer presente lo ausente.
Esto significa la perseverante y obstinada lucha contra “la insoportable levedad
del ser”, como bien lo afirmara Milan Kundera (en una novela homénima cuya
lectura recomendamos), que no es otra cosa que la pregunta sobre el “ser” o el
“no ser” que, como se recordara, Shakespeare le hacia decir a Hamlet (la lectu-
ra o vista de cuya trdgica historia también recomendamos, especialmente en la
version que hace Kenneth Brannaghpara el cine). Dicho de otro modo: la proble-
mdatica educativa no escapa a las cuestiones de &! orden alfabético (la novela
de Millds que cuenta la desazén de los hombres que comienzan perdiendo letras
y terminan sin palabras para designar ef mundo), nia las que plantean Losfron-
ww)
r * Norma Barbagelata. Etica y deseo. Antigonavs. Sade, Parand, 1999 (en prensa).
14 Educar: Rasgos fiiosoficos para una identidad
terizos (el relato de ficcidn que Peter Hoeg nos ofrece a través de personajes que
exponen y descubren el mundo interno de una institucién educativa disciplina-
dora que funcionaba con un particularisimo sistema de pensionado).
Trabajar en educacion,“definirse”asimismocomoun educador,ser yejercer el
ty sneseencate
Abrimos este capitulo preguntando por qué un libro basicamente dirigido a jo-
venes.que.seformanparasereducadores habria de tener unadefinitiva impron-_
_tadelafilosofia-potitica. ;Por qué la filosofia politica para los educadores del
futuro? Intentemos volvernos reflexivos y criticos, esto es, ejerzamos la tarea fi-
losofica en este punto.
La respuesta podria ser trivial por obvia: porque la educacién es un fendmeno y
un proceso esencialmentepolitico. Pero, si somos rigurosos, probablemente es-
ta respuesta nos sumiria 0 nos deberia conducir a una nueva perplejidad: ;qué
queremos decir con “politico” en este contexto? ;Qué es lo que nos viene de un
* Roger Pol Droit. En compania delos fildsofos, FCE, Buenos Aires, 1999, p. 12.
Educador: Una identidad filosdfica
* Esta es, en nuestras circunstancias historicas y sociales, la forma como en general es concebida.
* Se entiende por corporacion un grupo cuyosfines, normas e intereses no son universalizables, no son de to-
dos; también sus conflictos son intestinos. Que los partidos politicos como organismos de representacidn po-
litica sean al mismo tiempo grupos corporativos,les fija como instituciones un limite infranqueable.
16 Educar: Rasgos filosoficos para una identidac
” Mds aun: la inmensa mayoria asocia la politica con la corrupcion, es decir, el hecho de que elgobernan-
te o el funcionario confunda Io que es publico con lo privado y que en definitiva gobierne no en beneficio
de todos sino en su propio favor, en el de su pandilla, de su partido o de su clase. Con el nombre de “ne-
potismo”, y mds aun de “cleptocracia” (el gobierno de los que roban), se ha denunciado a los corruptos
y alos paniaguados que abusan y delinquen en el poder.
* En efecto, ¢no se presenta la pregunta: gcudl es su propuesta?, como Si fuera la pregunta clave que ha
de hacerse a un candidato a cargos electivos y como lo primero que debe demandar un ciudadano cons-
ciente? ;No parecen fundamentales la “capacidad”y la “experiencia administrativa”?
* Son las politicas denominadas “piblicas”, que acompafian al fendmeno dela transnacionalizacién del ca-
pital financiero internacional, al que en esta jerga se lo llama ideoldgicamente “globalizacion”.
€ducador: Una identidad filosofica 17
No eran, sin embargo, los grandes filosofos fundadores en esta materia sino
epigonos, es decir, simples seguidores de fa cultura y del ideal de vida humana
vinculade con la organizacion juridica de la polis.** Para este ideal moral, lo
ager gett SES eats + Mbitgtee ne
*° Se trata del fildsofo (384-322 a.C.) que tuvo y tiene una inmensa influencia, en especial en la baja Edad Me-
dia, a quien, por ejemplo Santo Tomas, llamaba el filésofo. Avanzo de un modosignificativo en el espiritu de sis-
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mismo que para los pensadores (cada cual con sus radicales diferencias), elfia
dela
educacionerala formaciondeunciudadano,mas.aun,era lavirtudcivi -
ca,esdecir, el ciudadano excelente. La educacién era asi, sobre todo, politica
moral,notantocientifica ni técnica. Se trataba de educara los hombres fi -
A NalgO te atte apsipGO WA ene oho ersiaaty
bres y autonomos.
La educacion debia estar a cargo de la ciudad, y no de ningun particular, inclui
da la propia familia (Aristételes). Las competencias profesionalesasiresultaba
como una suerte de sobreanadido subordinado ética y politicamente. La educa
cion preparaba, no para el trabajo y la insercion laboral en una sociedad redu
cida ideologicamente al mercado y al intercambio mercantil de cosas, sino pa
ra la vida en comun, para las relaciones de los hombres con los hombres. Estabg
absolutamente claro que tanto empirica como prescriptivamente el hombre era
esencialmente ciudadano, “animal politico” (CHov MOAT KOV), y sdlo acci
dentalmente experto o profesional.
El saber tecnico 0 profesional siempre es, por naturaleza, fragmentado y redu
cido aun circuloespecifico de competencias, de modo que la formacion en su
restringido ambito da por resultado un ser humano parcial, un particular, unin
dividuo posesivo privado. Solo laformaciénética y politica delciudadano tiene
la vocacion de la formacion de un hombre total, abierto a la pluralidad irreduc
tibledelamultiplicidad de sujetos, acciones y discursos que se experimenta en
lapolis y, por qué no, en el mundo.
Internarse, por un momento, haciendo un genuino ejercicio de la memoria, en el
circulo y en el sentido general del espiritu helénico, resulta elocuente para el fe.
nomeno que queremos destacar.
A diferencia de nuestra voz ciudadano, vinculada con el sustantivo ciudad, que
tiene hoy un sentido casi puramenteedilicio, la voz griega polites {(ROAITNS,
conecta inmediatamente con una totalidad bdsicamente humana, la pélig
(mOAIG), que para los griegos era la Unica totalidad autosuficientey libre, en
cuya trama de relaciones y significaciones (lo comtin de todos) tnicamente ero
posible ser felices, vivir bien, llevar adelante la vida buena. La figura del polites
(MOALTNG) era contrastada con la del “idiota” (L6LOTNC); con la del individuo
en la esfera de lo privado, la del particular; con la de quien tiene lenguajes €
ideas “idiotas”;**
913
quien se ocupa solo de lo suyo y de un circulo restringido y
- particular de intereses; quien, en definitiva, tiene relaciones cosificadas y est&
fa.
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us : : ws . .
La palabra carece inmediatamente de la connotacion despectiva que tiene en nuestra lengua.
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as: Educador: Una ‘dentidad filosofica
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imposibilitado de tener vinculos morales y comunicativos. Solo en cuanto ciuda-
tf danosera posible mantenerentre si relaciones de igualdadantela ley ((\OOVOLLG)
y de igualdad en el uso de la palabra en los debates publicos (toTyOPt). Sdlo en
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cuanto ciudadanosera posible que existiera lalibertadcomoautonomia,esde-
cir, la qutodeterminacion medianteel libre debateacerca de la ley.
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La educacién civica, la educacion politica, cuyo fin era la virtud civica, prepa-
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raba para esa actividad total propia del ciudadano, es decir, para la politica: la
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nica perspectiva con vocacion de totalidad y universalidad, el unico saber que
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esta en condiciones de reunir a todos /os otros saberes y técnicas en una totali-
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tucion social y detodaaccion ha de poder entenderse como un momento de la
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vida ética del pueblo y de los ciudadanos. En este sentido, solo el ciudadano era
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metida a leyes (VOLLOL) que puedan ser queridas por todos; libertad y autono-
mia es, no el capricho, no la arbitrariedad, no el hacer lo que a uno se le antoja,
sino que es la accion segun las normas consentidas y en cuya formulacion se ha
participado. De ahi que toda educacion fuera enprimer termino, y de modode-
terminante, moral y politica. Como es obvio, estas consideraciones no tienen un
sentido y un interés puramente historico y erudito, sino que significan una fuer -
te interpelacion para el cuestionamiento de un mundo cosificado por las rela-
ciones sociales imperantes en nuestra sociedad.
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ren,
14 oe . . . : Lope os . a : .
La educacion en sentido propio no es cualquier programa desocializacion y crianza de ninos, sino un ideal
normativo consciente que se debe justificar de manera argumentativa.
20 Educar: kasgos filosoficos
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para una identicad
do, para ese cambio que no es mas que el eterno retorno de lo mismo, que reme-
da y simula el cambio.
Los educadores del futuro habrdn si de tener memoria —si se quiere, una memo-
ria activa-, como marcdbamos antes, porque todo proyecto futuro supone me-
moria. Perono es menos cierto que toda memoria supone por su parte también
proyectos. €! recuerdo de la memoria se forma sobresolidos criterios y contra-
fuertes normativos, que indican qué debe ser recordadoy por qué, en qué tradi-
cidn se inscribe algo y qué genealogia espiritual, en definitiva, se forja al hilo del
imperative del proyecto.
Asi pues, el fundamento por el que los educadores del futuro habran de ocupar-
se de la filosofia politica obedece, antes bien que a impulsos provenientes de la
tradicion, alas razones sistematicas que vinculan a esta disciplina con la prac-
tica educativa, cuando ésta se torna reflexiva y autoconsciente.
En efecto,Jafilosofiapoliticaen sentido estricto se ocupa de la cuestion de la le-
gitimacion politica, delregimen politico juste, de lo que ~en la tradicion de len-
gua inglesa—se conoce como el problema de Ia “obligacion politica”. En sentido
lato, tambien cae en el circulo de sus intereses una amplia constelacion de temas
y problemas concernientes a las practicas politicas y sociales, cuando estas se
tornan reflexivas, esto es, cuando se percibe que estas pudieran ser otras, o bien
= que se puede argumentar a favor de las vigentes. Lafilosofia politica no debe
confundirse ni con la teoria social ni con la sociologia, ciencias en definitiva ex-
plicativasquedebenvalidarse con referencia a los fendmenos, esto es, empiri-
= camente. No estamos afirmando, por cierto, que sea plausible tratar cuestiones
normativas(de iure, esto es, de derecho) sin atencidn por lo que efectivamente
es descriptible en la realidad (de facto, esto es, de hecho): la filosofia politica
sin teoria social es vacia; ni tampoco desconocer que toda accioén humana empi-
rica esta estructurada normativamente, lo que da lugar a nuestro lenguaje moral
cotidiano. Pero fo que queremos destacar es que las ciencias sociales se validan
* empiricamente y, en cambio, no |a tradicion contractualista y iusnaturalista*’
» que esta detrds del constitucionalismo moderno de los estados de derecho y, so-
bre todo, detras de la Declaracion Universal de los Derechos Humanos, que cons-
tituye el consenso normativo de la humanidaden el presente.”
ye
7g; iusnaturalismo y el contractualismo (Hobbes, Locke, Rousseau, Kant, bdsicamente) son el nucleo de la
i filosofia politica moderna.
18 os ta . . . .
Otro tanto vale para la Declaracidn de los Derechos del Nifio, que tiene, como es obvio, una importancia fun-
damental para fa autoconciencia de la educacion.
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.
22 Educar: Rasgos filosoficos para una identiaad
Habria aun otra razon sistematica adicional. Como bien se ha senalado, la filo-
sofia de la educacion
Clon comparte
Cc con la filosofia politica moderna de cufio iusna-
seaeiectataen fmaremnmonetae” eestor
turalista una logica comun. En efecto, tanto la una como la otra deben postular
como si (als ob) se hubiese dado un hipotético “estado de naturaleza” que ope-
re como el “término antes que”. No seria posible pensar el proceso de formacion
en el que consiste la educacion sin tener en cuenta ese punto de partida ante-
rior al comienzo del proceso educativo. Tampoco es posible pensar al estado de
derecho constitucionalmente estructurado, esto es, a las sociedades civil y po-
litica, como normativamente obligado al logro de fines comunes, sin concebirlo
‘como si (als ob) hubiese sido el resultado artificial que vino a superarun esta-
CK)
19 Obviamente, no estamos haciendo referencia a una u otra norma, reglamento y/oley, sino al sentido mds
amplio de una prescripcion entendida como una orientacion a un futuro deseable o utdpico.
Educador: Una identidad filosofica 23
20 : . ye ee a: - os pene
Estrictamente, el “pacto social” es una definicion geneérica de la sociedad civil y politica, esto es, parece un
relato, pero se trata de la exposicion de un argumento acerca de las condiciones de posibilidad de ambas, como
instituciones justificadas y legitimas.
21 7 ’ orf: ‘ : 6 . spe 1? : .
La critica filosofica exige a la sociedad y a la educacion la justificacion de su existencia y de sus normas
constitutivas.
22 . . . . . . . . . . ’
Conciencia y autoconciencia deben diferenciarse. Mientras la conciencia enfrenta un mundoy objetos en él,
la autoconciencia se enfrenta a otro o a otros sujetos en una trama derelaciones intersubjetivas, de modo
que [a autoconciencia es la dimension ética del sujeto. Asi pues, la una establece una relacion sujeto-objeto y
la otra, una relacion sujeto-sujeto.
24 Educar: Rasgos filosoficos para una identiaad
educador jamas deberia olvidar que el saber redime de la ignorancia, del error,
de las falsedades y mentiras que someten a los hombres. Existe una transfigu-
racion por la via del saber, por la que cada nueva verdad es Ia ganancia de una
nueva libertad. En ese sentido, la educaci6n como un testimonio filosofico es
una mision esencialmente liberadora, no menos que su fin politico dela colabo-
racion a la formacion de la identidad del ciudadano, es decir, de un hombreli-
bre que se autogobierna porque es autonomo.
La mision politica de la formacion sustantiva del ciudadano y subsidiaria del
profesional es el fin de una educacion que se orienta hacia la formacién de un
hombre total, un hombre universal, no un hombre-mercancia, como “recurso”
del mercado capitalista del trabajo. Solo una educacion hecha con una perspec-
tiva del todo viviente significaria la liberacion de las potencias obstruidas de la
sociedad: solo ella conllevaria la formacion del hombre nuevo para un nuevo
mundo. €| ciudadano es, como ya lo hemos senalado, el sujeto autonomo, es de-
cir, que se constituye a si mismo por su voluntad de autonomia. Y la autonomia
es la autolegislacion por via no solo del consentimiento sino de la capacidad y
la competencia en !a participacion de la vida publica, en que se debaten y dis-
cuten el contrato y las leyes. Tal seria el testimonio politico de la educacion.
deseo comolo no realizado, es decir, lo que falto, aquello que asomé, que
quiso despuntary no fue, eso “no sido”, ese hueco, esa nada, puro em-
puje hacia el futuro, puro mufién de gesto que insistird en ser[...].7°
Tal vez sea importante hacer una pequefia advertencia. La ausencia, el fantasma,
el huecoa la falta no son espacios en blanco que una cierta accion llenaria, col-
maria, haciendo desaparecer e! vacio. Todas esas nociones remiten a lo necesa-
rio de sostener un trabajo que nuncalo logrard todo, que nunca lo hard en forma
definitiva, que siempre nos dejard parcialmente insatisfechos. Curiosamente
(como bien nos lo demostrarian las teorfas que hacen del estudio del inconscien-
te su objeto), es la ausencia de completud, la renuncia a la omnipotencia, lo que
posibilita que cada sujeto, habitado por un deseo, “ sostenga a lo largo de la vi-
da lo que Freud Ilamaria la pulsion epistemofilica, que no es otra cosa que aque-
Ilo que, como educadores, intentaremos convertir en “ganas de aprender”.
En lo que respecta a las nociones aludidas, podriamos recurrir en el campo es-
trictamente filosofico a un rastreo que iniciariamos asi:
Hace mucho, mucho tiempo, habia un senor que escribia en otra lengua y vivia
en una época que tenia con ésta, sin duda, multiples diferencias (desde la ves -
timenta hasta la manera de debatir), pero también similares preocupaciones (la
construccion de lo comun, la constitucion de lo publico, la inquietud acerca del
sentido dela educacion), cuyo nombre paso luego a encontrarse en diccionarios
y enciclopedias, ser tema de tesis, objeto de debate. El senor se Ilamaba Aristo-
teles y consideraba que todo arte (él decia tekhne) y toda educacién (él decia
paideia) tienden a llenar lo que consideraba “las faltas de fa naturaleza” o lo
que la naturaleza ha descuidado: esa fragilidad que nos es tan propia al nacer.
De algun modo, en La Politica, nuestro texto de referencia, se expresaba la idea
de que la educacion es lo que le permite al hombre e/ acceso a /o que verdade-
ramentees. Por ello, ya desde entonces quedo planteada una cuestion de abso-
luta actualidad: la educacion es un asunto de Estado, que se complementa con
la responsabilidad de los legisladores de constituir la polis con el cuidado nece-
sario para que los hombres puedan “vivir bien” (no simplemente sobrevivir).
Muchos siglos mas tarde, un fildsofo contempordneo cuyo nombreesta vincula-
do con la conceptualizacion de la asi llamada posmodernidad, Jean-Francois
Lyotard, con un lenguaje pleno de metdfora (y con algo de poesia), retoma esta
idea y considera que “silos hombres nacieran hombres como los gatos nacen ga-
tos, no seria necesario, ni Siquiera posible pensar en educar”.** Para Lyotard, las
24 ¢- . . . ope Le . ‘.:
Si bien en nuestros tiempos el deseo, como concepto, tiene una clara filiacién psicoanalitica (y puede
reconocerse en Jacques Lacan aquelque le dio estatuto tedrico), no es una cuestion que haya estado ausente
del pensamientofilosdfico.
*5 /yotard. Lectures d’enfance, Galileé, Paris.
Educar: Rasgos filosoficos para una identidad
*° Volveremos a retomaresta idea defalla, falta, agujero, pero el lector encontrara tambiénreferent
ella en ellibro de Estanislao Antelo Instrucciones para ser profesor, en esta misma coleccion.
Educador: Ura identidad filosofica 27
tanto como un deber ético y politico que el estado de derecho debe garantizar
a noncemenest
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| ** Véase al respectoellibro compilado por Sandra Carli De la familia a la escuela, en esta mismacoleccién.
Sal tiempo que es también una “experiencia” (Erfahrung), proceso de autoeducacion, que aludea la metd-
| fora del caminante o viajero. |