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Monición de Entrada17-07-2022

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Monición de entrada

Queridos hermanos, con la alegría de reunirnos una vez más como una sola familia, les recibimos en la casa de
Dios para celebrar la Santa Misa en el Decimosexto Domingo del Tiempo Ordinario.
Dios ama a los niños de manera muy especial, y nos los ha confiado para llevarlos a Él. Hoy que celebramos el
Día del Niño, queremos agradecerle a Dios por este maravilloso tesoro que nos ha confiado. Señor Jesús, amado
Jesús: Ponemos en tus manos amorosas y llenas de ternura a nuestros niños. Tómalos, te lo rogamos, entre tus
brazos y acarícialos como lo hiciste tantas veces. Protégelos y muéstrales tu rostro.
Hoy el Señor nos enseñará a ser hospitalarios y a sentarnos a escuchar su Santa Palabra.
Habiendo dejado nuestros quehaceres cotidianos y nuestros afanes, nos disponemos, con alegría y júbilo, a
iniciar esta Santa Misa.

Monición de lecturas
La hospitalidad es un tema que está presente en las lecturas de hoy. Como Abrahán recibe en su tienda a unos
misteriosos visitantes, a quienes identifica con el Señor mismo, así Marta y María reciben en su casa a Jesús, el
Señor. Esa acogida no está exenta de dificultades, y en  este punto engancha la segunda lectura: Pablo, que ha
recibido al Resucitado como Señor de su vida, dice a los cristianos de Colosas que la tarea del anuncio del
Evangelio le está reportando dolores y sufrimientos. Por nuestra parte, así como María, escuchemos atentos la
Palabra de Dios.

Monición del Evangelio


Ahora dispongámonos a escuchar a Lucas hablarnos sobre la hospitalidad de las dos hermanas de Betania. La
actitud de cada una de ellas nos dará una lección a cada uno de nosotros.

Oración de los Fieles


1. Hoy Señor ponemos en tus manos a todo el Clero de la Iglesia Católica: el Papa Francisco, Cardenales y
Obispos en especial por Monseñor Mario Moronta y Juan Ayala; por el Padre Willy Pernía y todos los líderes
de la Iglesia, que Dios les dé la sabiduría y la valentía que necesitan mientras dirigen a la Iglesia que les
encomendaste. Roguemos al Señor.
2. Señor, te confiamos tu Iglesia, para que siga siendo un lugar de vida, de alegría, de audacia que vibre con las
necesidades del mundo; que consciente de ser la esposa fiel de tu Hijo, sepa cuestionarse para servir mejor a
los más débiles, los más pobres y compartir con todos la Buena Nueva de tu Evangelio. Roguemos al
Señor.
3. Divino Niño Jesús, nosotros venimos a ti pidiendo tu protección por la inocencia del mundo. Coloca a todos
los niños en tu pequeño y Divino Corazón. Protege sus ojos para que ellos no vean nada que destruya su
inocencia. Protege sus oídos para que ellos no oigan algo que les quite la inocencia. Llena sus corazones con
el Amor Santo. Amado Divino Niño Jesús, alarga sus años de inocencia por los méritos de tu protección.
Roguemos al Señor.
4. Te pido que los niños mantengan viva tu presencia en sus corazones. Te pido que los guíes y que te
encuentren en sus vidas. ¡Señor, que no te olviden cuando se conviertan en adultos! Roguemos al Señor.
5. Por esta comunidad, para que, como María, se ponga a los pies del Maestro, escuche la Palabra, la acoja y la
transforme en nueva vida. Roguemos al Señor.
6. Padre, te confiamos todas aquellas almas que han dejado este mundo y que comienzan su camino de luz
hacia ti; por los méritos de la pasión de tu Hijo Jesús, concédeles tu misericordia divina y acógelos en tu
seno. Roguemos al Señor.

Presentación de las Ofrendas


Estos dones que llevamos al altar también significan nuestro compromiso de vivir de acuerdo con la Palabra que
hoy hemos escuchado.

Comunión
¡Señor mío Jesucristo!, creo firmemente que voy a recibir tu Cuerpo, tu Sangre, tu Alma y tu Divinidad. Espero,
Señor, que dándote a todo a nosotros, en la Eucaristía tendrás misericordia y otorgarás las gracias necesarias
para nuestra salvación eterna. Con mucha alegría nos acercamos ahora a participar de la mesa de la familia
cristiana.

Final
Con la compañía de Jesús, ahora vayamos, fortalecidos, a servir a nuestro prójimo, tal como lo hemos aprendido
hoy de nuestro Maestro.

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