Test de Personalidad MBTI
Test de Personalidad MBTI
Test de Personalidad MBTI
El test de personalidad MBTI es una herramienta que permite clasificar los diferentes tipos de
personalidad, muy utilizado en la esfera de la psicología y del coaching.
El test de personalidad MBTI (Myers Briggs Type Indicator) es una herramienta que permite clasificar los
diferentes tipos de personalidad de las personas y que es muy utilizada en el ámbito de la psicología y
del coaching.
El test MBTI permite conocer aquellos rasgos psicológicos dominantes de la persona y se usa sobre todo
para el autoconocimiento, para entender mejor las relaciones interpersonales y como refuerzo para
ciertos cargos profesionales.
Fue en el marco de sus investigaciones en psicología analítica que Carl Gustav Jung propuso la existencia
de tipos psicológicos en un artículo publicado en 1921. A raíz de esta propuesta, varios investigadores
trazaron ejes teóricos para comprender mejor esas distintas personalidades. Además de la corriente de
la sociónica (desarrollada en la Unión Soviética), el que se impuso hasta hoy es el modelo propuesto por
Isabel Briggs Myers y Katharine Cook Briggs. Durante más de 40 años, madre e hija elaboraron juntas el
test MBTI (Indicador Myers-Briggs), una herramienta muy completa que aún se usa hoy en día.
¿Qué es la personalidad?
Nuestra personalidad es lo que nos hace ser únicos y la diversidad de estas personalidades es lo que
enriquece a la humanidad y produce la belleza de nuestras interacciones. Pero esta diversidad no
siempre es evidente porque relacionarse con tantas personalidades a diario, con la familia, entre amigos
o en el trabajo, no es tarea fácil. Nuestra personalidad afecta a nuestras actitudes y nuestro
comportamiento y es lo que nos define en relación a nosotros mismos/as pero también en relación a los
demás y a nuestro entorno.
Nuestros caracteres y nuestros temperamentos son todos diferentes, pero los resultados de numerosos
estudios científicos demuestran que las personalidades pueden agruparse en 16 tipos de personalidad.
El MBTI test se basa en la teoría conceptual de Carl Gustav Jung. Según él, los seres humanos sienten el
mundo gracias a cuatro funciones psicológicas principales, de las cuales una predomina durante la mayor
parte de la vida. Las teorías de Jung afirman que existe una secuencia de cuatro funciones cognitivas
(pensamiento, sentimiento, sensación e intuición), estando cada una de ellas orientada hacia un polo
(extraversión o introversión), ofreciendo así un total de ocho funciones dominantes.
El MBTI de Myers y Briggs se basa en estas ocho funciones dominantes, con ciertas diferencias en
relación al modelo de Jung:
Juicio y percepción: Myers y Briggs indican que añadir a Juicio o Percepción (J o P) la variable de
extraversión de una persona, sería así la función dominante para un tipo extravertido. En el caso de un
tipo introvertido, sería la función auxiliar.
Orientación de la función terciaria: para Jung, la función dominante de un sujeto actúa sólo en su
entorno favorito (el exterior para los extrovertidos, el interior para los introvertidos). Según él, las tres
funciones restantes operan conjuntamente en una orientación opuesta. Numerosos profesionales
cuestionan este concepto, demostrando su falta de evidencia empírica, aunque forme parte de la base
teórica del MBTI de Myers y Briggs. Para ellas, si la función cognitiva dominante es la introversión, las
otras funciones serán extrovertidas y viceversa.
El MBTI ha sido creado para poblaciones normales y valoriza la importancia de las diferencias naturales.
Se fundamenta en el hecho de que todos tenemos preferencias específicas en la forma de construir
nuestras experiencias y que estas predicen nuestros centros de interés, valores y motivación.
En el origen del test MBTI, encontramos la existencia de dos pares de funciones cognitivas opuestas,
desarrolladas originalmente en las teorías de tipos psicológicos por Jung:
Jung establece que, de la misma forma que somos diestros o zurdos, nacemos o desarrollamos modos
privilegiados de percibir el mundo y de tomar decisiones. El MBTI clasifica algunas de estas diferencias
psicológicas en cuatro pares opuestos, llamadas dicotomías, ofreciendo un resultado de 16 tipos
psicológicos posibles.
Ningún tipo de personalidad es mejor o peor que otro. Sin embargo, Myers y Briggs teorizaron el hecho
de que los individuos prefieren, de forma innata, una mezcla global: de la misma forma que resulta difícil
escribir con la mano izquierda si somos diestros, es difícil utilizar las preferencias psicológicas que nos
son opuestas, aunque puedan ayudarnos a adquirir más competencias (y ser así más flexibles en el
comportamiento) con la práctica y el desarrollo.
El MBTI permite determinar la función dominante y la función auxiliar de cada sujeto, y destaca las
preferencias según cuatro ejes:
Introversión (I) y Extraversión (E), orientación de la energía: es la función auxiliar del sujeto (cuidado, no
se trata de ser abierto o tímido sino de tener como fuente de energía el mundo exterior o el mundo
interior).
Sensorialidad (S) e Intuición (N), recopilación de información: es el modo en el que el sujeto prioriza la
recopilación de información. Tendrá siempre una función dominante y otra auxiliar.
Racionalidad (T) y Emoción (F), toma de decisiones: es el modo en el que el sujeto trata la información.
Aquí también, habrá una función dominante y otra auxiliar.
Juicio (J) y Percepción (P), modo de acción: es la función principal del sujeto. Este eje es siempre
extravertido.
Para refinar las personalidades y entender las funciones más potentes (percepción o juicio), Myers y
Briggs han añadido la dicotomía Juicio-Percepción basándose en los trabajos de Jung a propósito de los
tipos racionales (juicio) e irracionales (percepción). Jung precisa que la percepción (Sensación o Intuición)
es extravertida en los tipos irracionales, mientras que el juicio (Pensamiento o Sentimiento) es
extravertido en los tipos racionales.
Así, el test MBTI permite identificar 16 tipos de personalidad a partir de ambos polos opuestos sobre los
cuatro ejes precedentes. Podemos determinar nuestro tipo de personalidad gracias a un test de
personalidad que ofrece el resultado de cuatro letras, las iniciales del cual refleja cada uno de los cuatro
tipos de preferencias. Para ser más precisos:
La primera letra indica si la función principal del sujeto es más bien I o E (introvertida o extravertida);
Si el sujeto tiene el resultado de tipo ExxP o IxxJ, la función dominante será la de la segunda letra;
Si el sujeto tiene el resultado de tipo IxxP o ExxJ, la función dominante será la de la tercera letra.
Una función terciaria (complementaria de la función auxiliar) y una función inferior (complementaria de
la función dominante).
Ejemplo: si un sujeto tiene un tipo de personalidad INTP, su eje extravertido (la cuarta letra) es la
percepción (P), su función principal será introvertida (I) y será la de la intuición (N) con la tercera letra
orientada hacia el pensamiento (T).
Para un resultado más preciso, podemos aplicar las orientaciones de la energía (E e I) sobre los cuatro
procesos mentales. Según Jung, podemos así identificar ocho funciones cognitivas (cuatro extravertidas y
cuatro introvertidas). Estas funciones se combinan de otro modo según cada persona, pero todos
tenemos una preferencia por una de ellas, que será la más importante y nos estructurará. Es la que se
llama función dominante. Estas funciones son:
Marilyn Bates y Katharine Cook Briggs dividieron las 16 personalidades en cuatro temperamentos,
reagrupando ocho funciones psicológicas:
Los racionales
Los Ingenieros:
Los Coordinadores:
Los idealistas
Los Abogados:
Los Mentores:
Los centinelas
- Los Protectores:
Los artesanos
Los Bromistas:
Los Operadores:
Subrayar que los distintos tipos de personalidad no están distribuidos de forma homogénea entre la
población: ciertos tipos son más habituales, otros menos.
El test MBTI es una fantástica herramienta que permite entender mejor la diversidad de la naturaleza
humana. Se suele utilizar mucho durante las sesiones de coachingy nos enseña a darle valor al “otro” por
su personalidad, no a pesar de ella. Permite ponerle palabras a las cosas que sentimos muy a menudo sin
poder expresarlas y a aprender a gestionar mejor las relaciones interpersonales según las distintas
personalidades con las que nos encontramos por nuestro camino. En el área laboral, es una excelente
ayuda para gestionar mejor los equipos y trabajar según los caracteres de cada uno.
Una persona extravertida se alimenta de la energía del mundo exterior, mientras que una persona
introvertida usa la energía de su mundo interior. Los extrovertidos proyectan su energía sobre el mundo
y las personas que les rodean: son sociables, activos y expresivos. Los introvertidos tienen una energía
concentrada en ellos mismos, relacionada con los pensamientos, las emociones y acciones: son
reservados, discretos y reflexivos.
Una persona extravertida es:
Respeta a una persona extravertida dándole señales de atención, realizando actividades con ella, no la
interrumpas cuando habla y entiende que puede necesitar estar con otros amigos.
Respeta a una persona introvertida dándole tiempo, entendiendo su necesidad de estar sola, sin forzarla
a socializar, a salir o a contar detalles de su vida privada.
Usamos el término de “sensorialidad” para hablar de una persona que recoge informaciones sobre su
entorno a través de sus cinco sentidos (hechos, práctica), y el término “intuición” para una persona que
usa su instinto, su sexto sentido (imaginación, perspicacia/olfato). La información sensorial es concreta y
responder no implica juicios o evaluaciones: los sensitivos son prácticos y cartesianos. Al contrario, la
intuición permite recibir informaciones abstractas: los intuitivos son imaginativos y creativos.
Tiene dificultades para cambiar, perfeccionista, va muy al detalle, con una necesidad de perpetuar las
tradiciones
Sé preciso y fáctico cuando hables con una persona sensitiva, valora su forma de avanzar gracias a su
realismo y explicale las cosas por etapas. Realiza con ella actividades sensitivas (jardinería, deporte, etc.)
Imaginativa, con una capacidad de pensar a largo plazo y de forma global, entiende las relaciones
La racionalidad se relaciona con el pensamiento, mientras que las emociones se relacionan con nuestras
referencias, con nuestro corazón. La racionalidad es observar los hechos y elaborar un juicio con criterios
objetivos, permitiendo decidir gracias a reglas y valores con lógica. La emoción coloca en el centro los
valores personales, la moral, la ética, los criterios subjetivos, tomando decisiones teniendo en cuenta la
harmonía, su empatía o su sensibilidad.
Respecta a un Racional apreciando su perspicacia, pidiéndole consejos sin cuestionar su vida personal,
aceptando debatir sin estar a la defensiva y entendiendo que el otro acepta tu punto de vista.
Le cuesta distanciarse, pone sus consideraciones personales por delante de todo, le falta rigor
Respeta a un Emocional reconociendo su aptitud para ayudar a los demás, evitando decirle que le falta
lógica o que es demasiado emotivo, manteniendo conversaciones personales y apreciando su
compasión.
El juicio valora el control y el dominio, mientras que la percepción destaca la flexibilidad. Un Juez es
organizado, le gusta tomar decisiones y vivir en un entorno en el que puede controlarlo todo. Un
Percibidor está abierto al cambio, es curioso y anticonformista.
Rígido (puede ser considerado maniático), burócrata, tiene un sentido exagerado del deber
Respeta la persona que juzga entendiendo su necesidad de ser metódica y organizada, respetando tus
compromisos con ella (como ser puntual en una cita) y su organización.
Una persona perspicaz es:
Le cuesta respetar los plazos, llega tarde, es desordenada y le cuesta lidiar con la autoridad
Respeta al percibidor entendiendo su flexibilidad, su necesidad de hacer preguntas antes de tomar una
decisión, sin imponer una carga inútil e insistiendo mucho cuando tiene que respetar un plazo o un
compromiso.
El test de personalidad MBTI es eficaz en muchos ámbitos, como el profesional ya que permite
comprender mejor las dinámicas interpersonales a través de la personalidad de cada uno así como
dónde puede ayudar a encontrar la carrera profesional que mejor nos conviene. Pero no nos olvidemos
de que solo es un indicador: los 16 tipos de personalidad no se adaptan siempre totalmente a sus
descripciones, puesto que todos vivimos una historia que nos moldea.
Existe un MBTI test de nivel II, que puede realizarse con un profesional diplomado y permite comprender
mejor los resultados obtenidos en el primer test.
BIBLIOGRAFIA