Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Anticlericales, Masones Y Librepensadores en Las Palmas de Gran Canaria

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 37

ALMOGAREN 22. (98). Pág. 105-141.

@ CENTRO TEOLOGICO DE LAS PALMAS

ANTICLERICALES, MASONES Y
LIBREPENSADORES EN LAS PALMAS
DE GRAN CANARIA (1868-1931)

AGUSTINMILLARES
CANTERO
PROFESOR DE LA FACULTAD DE GEOGRAFIA E HISTORIA DE
LA UNIVERSIDAD DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA

F u e r o n pocas las personas que respondieron a estas tres etiquetas en la


capital grancanaria durante el lapso propuesto. Me apresuro a advertir que no
puede establecerse un signo de igualdad absoluto entre estos grupos ideológi-
cos; verbigracia, no todos los librepensadores fueron masones, ni los anticleri-
cales comulgaron obligatoriamente con la francmasonería o el librepensamien-
to. He pretendido exponer sucintamente tres formas de heterodoxia intelectual
en el plano religioso y analizar algunos de sus vínculos en otros tantos momen-
tos de nuestra historia local, situados entre La Gloriosa y la proclamación de la
Segunda República. Las páginas que siguen no constituyen un estudio exhaus-
tivo sobre el desenvolvimiento de tales tendencias entre un segmento de nues-
tra élite política o cultural, sino un breve apunte en torno a sus principales cla-
ves durante unas situaciones determinadas, en las que se planteó el conflicto
Iglesia oficial versus disidentes, afines a un laicismo más o menos riguroso.
Nuestro interés se ha centrado, pues, en cuatro coyunturas críticas en las
cuales hubo un choque (o amago del mismo) entre la jerarquía eclesiástica y la
izquierda liberal. Contemplaremos primero los encontronazos que tuvieron
lugar en el Sexenio democrático (1868-1873), tras instalarse en la capital gran-
106 A h T I C L E R I C A L E T MASONES Y 1 I B R F I ' F N S A I l O K t S t N I $ 5 I'ALMAS Dt G R A N C A Y A K I A (iiihh 1911)

canaria la logia Afortunada, bajo los auspicios de Lisboa. Una secuela del
mismo contencioso y sobre presupuestos similares afloró en el bienio 1883-
1884, por lo cual nos hemos detenido seguidamente en el análisis de este brote,
anticipado ya por las condenas clericales a la producción de nuestros más emi-
nentes historiógrafos. A continuación veremos con cierta profundidad las ten-
siones que suscitó el paso por las Islas de la propagandista republicana y libre-
pensadora Belén Sárraga de Ferrero en junio de 1905, que coincidió con una
reorganización masónica y el orto de un violento anticlericalismo juvenil en las
filas del Partido Republicano Federal. Indagaremos en dichas fases, especial-
mente, los nexos entre republicanismo y masonería, así como las causas que
redujeron la apuesta anticlerical a un epifenómeno. Los acontecimientos de
1905 apenas tuvieron una hijuela lejana en 1920-1922, situándonos por último
ante la cuestión religiosa en los años de la Dictadura de Primo de Rivera. En
este marco señalaremos cómo faltaron en la joven provincia las enervantes
demostraciones que en otras jalearon la lid entre las dos Españas, atreviéndo-
nos a proponer algunas explicaciones sobre los orígenes de tal anomalía dentro
del fragor de la "República de Abril".

T. LA IGLESIA FRENTE A LOS PRIMEROS MASONES

El Sexenio estuvo marcado por algunas reveladoras escaramuzas entre


el obispado y un sector de las formaciones políticas o gremiales, que fueron
hijas del ultramontanismo clerical más que de unos pronunciamientos hetero-
doxos de tipo beligerante. El 12 de octubre de 1869 se produjo la célebre dia-
triba del obispo José María de Urquinaona y Bidot (1868-1878) durante una
asamblea republicana en el Circo Gallera, a lo largo de la cual motejó de impía
a las Cortes Constituyentes y arreó contra la Junta Superior de Gobierno for-
mada a raíz de La Gloriosa, por haber decretado el 6 de octubre de 1868 la
expulsión de los jesuitas, la exclaustración de las monjas bernardas del Císter y
la entrega del convento de San Ildefonso al ayuntamiento a fin de proceder a
su demolición, más la incautación de la mitad del Seminario Conciliar para fun-
dar un Instituto de Segunda Enseñanza e instalar la Escuela de Comercio y el
derribo de una de las cuatro parroquias existentes en la ciudad, la de San Ber-
nardo"'. Tras su encendida filípica, el prelado marchó arrogante sin atender a

(1) Las expulsiones de los jesuitas y de las religiosas dc San Ildeionso fueron relatadas por la
pluma del ex republicano J.C. MORENO [RAMOS], C ~ ~ a d r oHistóricos
s de lo Revoli~ción
de Sepiietnbre en Los Prrlnz~n,Las Palmas de Gran Canaria. 1899, págs. 56-70. Aunque afir-
ma que no existían cn la ciudad "clerófobos de acción, desatentados volterianos, duros
ateos...", comenta al final las inofas destinadas a "un grupo de devotas" en la calle Muro.
durante la Semana Santa de 1869, dc acuerdo con la "chacota. de rigor entonces en las
cosas de la Iglesia". Más adelante caracteriza el autor el pretendido anticlericalismo de la
Junta (págs. 78-85).
AGUSTIN M I I - L A R ~ S
CAN I-EKO 107

las explicaciones que iba a ofrecerle el republicano y librepensador Rafael


Lorenzo y García, presidente de la Junta local de 1" Enseñanza, quien buena-
mente intentó justificar ante el "ciudadano Urquinaona" las medidas desa-
mortizadoras y demás que había dispuesto un organismo donde eran mayoría
los progresistas, con un total de nueve elementos de su último comité sobre
veinte individuosi".
Cuando tuvo lugar este episodio ya se anotaban algunas riñas entre la
Iglesia y los antiguos demócratas. Dentro del bisoño republicanismo de Las
Palmas de Gran Canaria, fruto de la revolución septembrina, emanaron muy
tempranamente las soflamas anticlericales. Los jóvenes editores del semanario
El Federal, "Periódico democrático" dado a la estampa el 15 de noviembre de
1868 "', sirnultanearon sus labores periodísticas con las ruidosas concentracio-
nes en el recinto de "La Gallera", donde se respiraba al decir de Julián Cirilo
Moreno un "vaho krausista". Junto al director de la publicación, Eduardo
Benítez González, estuvieron Francisco Morales y Aguilar, el vocal del comité
democrático Antonio Moreno, el inmediato tránsfuga Moreno y Antonio
Domenech, vocal del comité republicano federal de 1873 y uno de sus más
capacitados oradores, que ya el 14 de marzo de 1869 había disertado sobre la
libertad de cultosii1.El bisemanario difundió un enérgico antipapismo ("Pío IX
es un dictador sostenido por el ejército negro"), enlazado con la típica clerofo-
bia (el clero suponía "la eterna calamidad de nuestras libertades patrias"),
hasta exaltar el papel de la Reforma como un combate en pro de la razón indi-
vidual frente al orden jerárquico, muy en línea con la óptica ilustrada. Estos
columnistas de ocasión repelían las "adulteraciones" del cristianismo que se
habían ejecutado desde el púlpito y el confesionario, acometiendo frecuente-

(2) El curioso episodio aparece recogido. enire otros autores, por MORENO, págs. 314-324 y
por C. NAVARRO Y RUIZ, Príginns históricas de Crnn Cnncrritr, Las Palmas de Gran
Canal-ia, 1933, págs. 139-140, y Sucesos histcíricos de Grrrn Cnnarin, Las Palmas de Gran
Canaria. 1936, págs. 88-89. La dcfcnsa de los ex componentes de la Junta, fechada el 21 de
octubre, se Ice en el manifiesto A l p~ihlico,Fondo Chil-Millares, Biblioteca del Museo
Canario, Las Palmas de Gran Canaria. Además de Rafael Lorenzo, la impugnación de la
jaculatoria episcopal corrió a cargo de Eduardo Benítez, Francisco Morales y José Alzola.
Cf. "Succso sin ejemplar", El Fetferrrl. Las Palmas de Gran Canaria, 14-X-1869 y "Varia-
ciones sobre el mismo tema. El obispo", ihidem, 17-X-1869. Sobre la figura del gaditano
Urquinaona, véase S. CAZORLA LEON y J. SANCHEZ RODRIGUEZ, 0hisl~o.sde
Cnnnrins Ri~bicón,Madrid, 1997, págs. 403-409.
(3) A partir del número 28, dc 21 de febrero de 1869, se intituló '.Órgano del Partido Repu-
blicano Federal de Gran Canaria", y desde el 56 del 6 dc junio "Periódico Democrático
Republicano", manteniendo sus nexos con aquella formación política. Fue suspendido por
el subgobernador Pedro Goiri el 21 de octubre. Cf. Silplenzento ril N ~ í m M
. .
(4) MORENO, págs. 107-171. nos ha dejado una lcciura burlesca sohi-e las prácticas y coii-
cepciones de aquella muchacliada iconoclasta de El Fetlernl, que entre sus principales obje-
tivos tcnía por norte "desti-uir conventos" y "perseguir y expulsar rcligiosos. máxime sien-
do jesuitas" (págs. 164-165). Cf. la rcproduccicín del capítulo impropiamente titulado
"Primeros síntomas de socialismo", en El M l ~ ~ eCnnrrrio,
o t" VII. cuad. 7 (Las Palmas de
GI-anCanaria, 7-X-1899), págs. 193-200;los entrcc»n~illad«sen pág 194.
108 ANTICLERICALES, MASONES Y LIBREPENSADORES EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA (1868-1931)

mente contra los falsarios neocatólicos ('l. Mediante El Federal nos topamos a
buen seguro con la primera gaceta laspalmense que fue acusada de ateísmo por
la jerarquía eclesiástica y la que desató los hábitos anticlericales entre la direc-
tiva republicana, llevando entre sus artífices a un próximo masón(6'.

CUADRO: ESTRUCTURA SOCIOPROFESIONAL DE LA LOGIA


AFORTUNADA N" 36 (111-1871)
PROFESIONES N~JR/IERO
1 Comerciantes 1 14 1
Propietarios 11
Profesionales liberales 7(*)
1 Marinos 1 5 1
Artesanos 5(**)
Tenedores de libros 3
Militares 2
Empleados 2
I Otras I 2(***> I
1 Total 51
(*) Cuatro abogados, un médico, un farmacéutico y un profesor.
(**) Un ebanista, un tipógrafo, un sastre, un relojero y un grabador.
(**") Un dependiente de comercio y un relator de la Audiencia.
FUENTE: Cuadro Lógico, Colección Agustín Millares Cantero.

La erección bajo los auspicios de Lisboa de la logia Afortunada, no 36 el


14 de mayo de 1870, con un templo inaugurado en enero siguiente, redobló los
enfrentamientos entre el liberalismo exaltado y una clerecía apegada al Sylla-
bus de Pío IX en 1864 y de ánimo belicoso, algunos de los cuales han sido ya
sobradamente estudiados"). En el Cuadro de este taller se incluyen varios nota-
bles del naciente republicanismo de la isla: el diputado provincial y futuro sena-
dor en 1872 y diputado en las Cortes de 1873, el propietario malagueño Eufe-

(5) Cf. "Roma", El Federal, 4-11-1869; A. MORENO, "Libertad de cultos e independencia de


la Iglesia", ibidem, 21-11-1869 y "La Reforma", ibídem, 25-11-1869; ibidem, 28-11-1869; "La
libre emisión del pensamiento", ibidem, 4-111-1869; "Los pseudo-católicos", ibidem, 11-111-
1869, y A. MORENO, "La libertad de cultos", ibidem, 3-VI-1869.
(6) Eduardo Benítez rebatía así el cargo de ateo asignado al bisemanario: "Admiramos la obra
del Crucificado en el Gólgota; bendecimos su nombre, pero si bien alabamos esa religión,
que casi puede decirse es el alma de nuestra vida, censuramos a los que quieren valerse de
ella para realizar sus maléficos fines ... Torquemada y Felipe 11 son sus maestros". Ibídem,
11-IV-1869. Cf. MORENO, págs. 172-177 y 202-208 para una caracterización de lo que
denomina "Ateísmo de brocha gorda" y los arquetipos anticlericales en los "Preliminares
para la procesión del Rosario".
(7) Sobre todo por Manuel de PAZ SANCHEZ, Historia de la francmasonería en las Islas
Canarias (1739-19361,Santa Cruz de Tenerife, 1984, págs. 365-388.
AGUSTIN MILLARES CANTERO 109

miano Jurado Domínguez (Guiniguada); el escritor y negociante Amaranto


Martínez de Escobar (Hiram), secretario del subgobierno en 1872; el joven
abogado y periodista Eduardo Benítez González, a la sazón redactor de La Tri-
buna; el grabador Gregorio Gonzálvez de la Torre (Ziza);el tenedor de libros
Néstor de la Torre y Doreste (Sixto Cámara); el tipógrafo e impresor Isidro
Miranda y León (Gutemberg);los comerciantes José Zamorano Villar (Espe-
ranza) y Miguel Sarmiento y Cabrera (Ergato), más el propietario teldense
Juan Sal1 y Casabuena, concejal en agosto de 1873@). Jurado y Martínez de
Escobar fueron dos de los tres "oficiales de 1" clase" de la logia en marzo de
1871, en calidad de "orador" y de "secretario", respectivamenete, llegando
ambos a "venerables maestros" poco después; sus correligionarios Sarmiento y
Gonzálvez, "maestros de ceremonias", figuraron entre los cuatro "oficiales de
2" clase" en idéntica fecha. El influjo republicano sobre Afortunada, no 36
resultó así, bastante notorio, en contraste con la señalada ausencia de los pesos
pesados del viejo progresismo o la simbólica integración de algunos edecanes
monárquico-democráticos, aunque tuviesen éstos la talla de un Antonio López
Botas (Palmas 2 O ) (9).
El periódico republicano La Moralidad dio a conocer en noviembre de
1871 un manifiesto firmado por "varios masones" de la isla redonda, para salir
al paso de los ataques que se dirigían hacia la Orden del Gran Arquitecto
"desde la cátedra del Espíritu Santo"(l0).Reacción puramente defensiva de la
francmasonería local, ésta tendrá ocasión de pasar al contraataque mediante
un órgano de prensa exclusivo, el bisemanario La Afortunada, que vio la luz
entre el 1 de febrero de 1873 y el 12 de agosto de 1874. Aunque intitulado
"periódico independiente", estuvo bajo la dirección del citado Amaranto Mar-
tínez y desarrolló una labor en gran medida paralela a la de los portavoces
republicanos de aquel tiempo, El Eco del Pueblo, El Guiniguada y El Popular,
quienes contaron con francmasones entre sus redactores y colaboradores más
frecuentes ("). Bajo el lema de "amor a la humanidad", predicó efectivamente
"los principios sublimes de Libertad, Igualdad y Fraternidad" e hizo gala de

Los cinco primeros aparecen en uno o varios de los comités municipales del Partido
(8)
Democrático Republicano o Republicano Federal elegidos entre diciembre de 1868 y
enero de 1873, normalmente presididos por Jurado a semejanza del Casino Republicano
al proclamarse la 1 República, mientras Zamorano y Miranda estuvieron también entre los
directivos de esta entidad, en 1873 el uno y en 1874 el otro, con la vicepresidencia del últi-
mo año para Martínez de Escobar. Eduardo Benítez, además, sería vicepresidente de la
Juventud Republicana en mayo de 1869.
(9) Varios elogios hacia la masonería pueden leerse en La Tribuna, "Periódico democrático",
desde su aparición el 17 de diciembre de 1869 hasta su final el 14 de marzo de 1871, que
alcanzaron inmediatamente a la logia Afortunada, no 36. Otro tanto podría decirse de El
Eco del Pueblo, "Periódico Republicano-Federal", editado entre el 25 de junio de 1872 y
el 18 de febrero de 1873.
(10) "Editorial", La Moralidad, 14-XI-1871.
(11) Entre los múlti~lesataaues al orelado Urauinaona cabe destacar los del masón Graco. en
, 3

El Eco del pueblo, 22-k1-187i. resplandeCiendo el anticlericalismo en "La Iglesia agoni-


za", El Popular, 23-XI-1873.
110 ANTICLERICALES. MASONES Y L I U K t P F N S A D O R E S t N LAS PALMAS D t G R A U CAUAKIA (lROXlO.3I)

concepciones racionalistas que desataron muy pronto las iras del obispo de la
diócesis y del rotativo moderado Lu Vevd~zd,con quienes sostuvo ásperas con-
troversias (").
El deterioro de las relaciones entre el clero y los francmasones granca-
narios dio lugar a varios incidentes públicos y a un clima de crispación inédito
de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, que traspasó incluso la pugna de
la logia con el palacio episcopal. Urquinaona lanzó el 1 de enero de 1873 una
carta pastoral en la que condenó tajantemente el entierro civil de uno de los
afiliados de la Asociación de Trabajadores de Las Palmas, lo cual originó un
manifiesto de ésta, fechado el día 20, en pro de la "religión natural" y contra-
rio al exclusivismo de la romana"'). E n él se recalcaba que la entidad, de índo-
le mutualista y no reivindicativa, impugnaba cualquier discriminación por razo-
nes de creencias religiosas, color, nacionalidad u opiniones políticas. Sin
embargo, el reglamento de la sociedad, aprobado el 9 de febrero de 1872, esta-
blecía en su art. 75 que el único entierro reconocido era el civil, si bien respe-
tando lo que determinase la familia del difunto en el orden ceremonial (art.
82). Fuertemente marcada por el cuño del incipiente republicanismo granca-
nario, la organización gremial mostró también algunas resonancias masónicas,
hablándose en el art. 79 del "Gran Creador del Universo" al recoger la alocu-
ción del presidente en el sepelio de los asociado^('^. De hecho, uno de los tres
vocales de la comisión administrativa, el carpintero de ribera Manuel Márquez
López, llegó a ser miembro de Afortunada a partir de 1883, mientras el secre-
tario de la misma, el carpintero Juan Melián Marrero, tuvo un hermano comer-
ciante y unido a la masonería entre 1878-1888. Sólo una pequeña fracción del
artesanado capitalino insular llegó a distanciarse de la ortodoxia católica, aun-
que su mera presencia ya constituye un exponente significativo. Al poco del
altercado con la Asociación, el obispo mandó reimprimir y distribuir en la dió-

(12) Cf. la selección de artículos, particularmente dc la "Sección Doctrinal", que comenta PAZ
SANCHEZ, págs. 376-385. Las relaciones entre krausismo y masonería han sido última-
incnte abordadas por Enrique M. URENA. "Pensamiento universalista masóiiico c Ilus-
tració~i",en P. ALVAREZ LAZARO, Mnsonericr, Iglesia y Liherrrlisnio. Actrrs dn Sernnnri
rle E s r l t d ( ~dn
, ~ Frrcultade de Teologici-Porto.1-4 de Fevereiro de 1094. Porto, 1996, págs. 62-
71
/L.

(13) Ltr Asociacicín de Tru[~njcrdores( f eLos Pulmtrs de Gr~rnCnnnrin, rrlplihlico de Iris siete islas.
Fondo Chil-Millares, Biblioteca del Museo Canario, Las Palmas dc Gran Canaria, publi-
cado también en Ln Afortllrzndn, 8 y 12-11-1873. De los quince integrantes de las tres comi-
siones directivas designadas entonces (administrativa, de correspondencia y dc propagan-
da), nos encontramos con cinco carpinteros, cuatro mamposteros, tres carpintcros de
ribera, dos marinos y un cigarrera El presidente de la comisión de propaganda, el mam-
postero Antonio Alejo, y el sccretal-io dc la comisión de correspondencia, el carpintei-o
Manucl Feo Béthencourt, ocuparon sendas vocalías en el comité republicano federal de
1873. El ma~iifiestotermina con el leina de la entidad: "Salud, Trabajo y Justicia".
(14) Re,~lur-izerzrode ln A.socincitjn de Trtrhnjadore.~tle Las Pnln~rrsde Gran Cnnnrin, Imp. de
Antonio L. Rainíi-ez. 1872. El autor de los C~rndros ..., págs. 223.229. se refirió a un único
entierro masónico al hablar en tono burlesco de "Los primeros mandiles". Para una sem-
blanza de este personaje. cf. Simón BENITEZ PADILLA, Don Cirilo Moreno y srrs tiem-
pos, Las Palmas de Gran Canaria. 1946.
AGLiST IU MILLARES CANTERO 111

cesis la carta pastoral que su homónimo malacitano dedicó a la masonería,


prueba de su certidumbre sobre las complicidades entre ambas.
Las concomitancias políticas o filosóficas de la cúpula que forjó el aso-
ciacionismo artesanal de esta población, fueron contestadas desde el estamen-
to religioso a través de la fundación de la Sociedad Católica de Obreros el 29
de abril del propio año 1873, una institución de nítida orientación evangeliza-
dora que surgió tras el contencioso planteado en vísperas de proclamarse la 1
República'l". Mientras duró ésta, no dejaron de reproducirse los conflictos de
marras. En junio de 1873, L a Afortunada denunció a un sacerdote que había
negado la absolución a uno de sus jóvenes lectores, refiriéndose además a los
mandatos expresos de Urquinaona para que ningún masón fuese admitido
como padrino de bautismo''").Eran los tiempos en que los moderados de L a
Verdad llamaban a L a Afortunada "instrumento del diablo" o períodico
"impío" y "maldito". Tales hechos poseen, si acaso, categoría de anécdotas y
no son tan indicativos como el litigio de enero con la Asociación de Trabaja-
dores. Es difícil hallar las conexiones entre el mundo de las logias y la realidad
histórica en todas sus variantes (económicas, sociales, políticas o culturales),
mas hay que buscar tales lazos so pena de empobrecer el estudio de lo que sig-
nificaron para este Archipiélago los "Hijos de la Viuda". El bisemanario masó-
nico fue hostigado constantemente en 1874 por los alfonsinos conservadores de
L a Prensa o por los carlistas de La Tregua, la publicación que animara el canó-
nigo José Roca y Ponsa desde agosto de 1873 como heredera de El Triunfo, la
cual destinó el grueso de sus editoriales a recusar a la francmasonería.
La primera época de la Restauración borbónica estuvo salpicada por las
renovadas confrontaciones entre la dogmática clerical y la intelectualidad hete-
rodoxa, bien a través del patrón krausista o de la recepción temprana del evo-
lucionismou7).Detrás de las simpatías hacia las últimas corrientes del pensa-

(15) Cf. J. ANDRES-GALLEGO, "Los comienzos dcl asociacionismo obi-ero en Gran Cana-
ria (1871 -1890)", en An~ltrriode Esturlios Arlunricos, Núm. 27 (Madrid-Las Palinas dc Gran
Canaria, 1981), págs.. 261-307 y Penstrtnierlto y rrcción socio1 (le 10 1,qlesirr en E~prtñn,
Matlrid, 1984, págs.. 181-184: y J.M. BARRETO ROMANO. "Los orígencs del catolicis-
mo social en Gran Canaria (1860-1890)", en V l l l Coloqctio dr Hisloritr Cnnario-Atiiericn-
nn (IYXXJ,t" 11, Las Palmas de Gran Canaria. 1991, págs. 885.899. Los masones reacciona-
ron muy negativamente a la fundacióii de la Sociedad Catblica. cntendiendo que su rnistna
dcnominacióii implicaba calificar de "anticatólica" a la Asociación promovida por los
republicanos ("Sección provincial", La Afortrlnrrrlo. 15-111-1873).
(16) Cf."Sección Provincial". ihidrrn, 28-VI-1873. Desde cl mes de febrero elevó sus quejas el
prelado ante el gobernador civil por el tratamiento que la prensa insular daba a las cues-
tiones religiosas. En cste marco reactivo se inscribe la lundación en el mes de abril de la
Asociación Católica de Las Palmas de Gran Canaria y de la Juventud Católica.
(17) Sobre aquél, cf. el artículo del abogado republicano y postrer diputado a Cortes leonista T.
GARCIA GUERRA, "Filosofía de Krause". en El Eco del Pctehlo, 30-VI11-1872. Y res-
pecto dc este último, es de lamentar que sc omitiera toda referencia al Archipiélago en una
obra coino la de D. NUNEZ (ed.). El dnrwinismo erz Espnñti, Madrid, 1977, al contrario
dc lo que efcctuó posteriormente cl historiador de la ciencia Th. GLICK, Darwin cn Espa-
ña, Barcelona, 1982.
112 ANTICLERICALES, MASONES Y LIBREPENSADORES EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA (1868 1931)

miento filosófico o científico de nuestras minorías cultas, no hubo un cuestio-


namiento genérico de las creencias religiosas, y sí un rechazo del oscurantismo
católico resuelto, a lo sumo, en un deísmo o religiosidad natural y racional,
ajeno a la masonería entre sus figuras más relevantes. La apertura del Institu-
to de Segunda Enseñanza en 1868 permitió la consolidación de un influyente
foco de krausismo, inicialmente a través de los profesores autóctonos Rafael
Lorenzo y García y Pablo Padilla y Padilla, a quienes reforzaron después los
catedráticos peninsulares Saturnino Milego y Anglada, Anselmo Arenas
López y Salvador Calderón y Arana. Apenas restaurada la monarquía, el ayun-
tamiento moderado que presidió el médico Luis Navarro Pérez, cedió ante las
presiones clericales y abrió expediente contra estos últimos, iniciando un cami-
no que terminó con la propia supresión del Instituto el 15 de septiembre de
1876(18).A estas alturas, la primera edición de las Biografías de Canarios Céle-
bres de Agustín Millares Torres, publicada en 1872, ya había recibido el edicto
condenatorio de los examinadores sinodales del 20 de enero de 1874, mientras
el tomo inicial de los Estudios históricos, climatológicos y patológicos de las
Islas Canarias de Gregorio Chil y Naranjo concitó las rápidas invectivas de un
sínodo de teólogos que culminó sus trabajos el 12 de junio de 1876, emitiéndo-
se sendas cartas pastorales prohibiendo la lectura de ambas obras ("1. Desde
1876 a 1879 irrumpió la enjundiosa controversia bibliográfica entre el krausis-
mo puro de Lorenzo y García y el neotomismo del joven lectora1 catedralicio
Roca y Ponsa, produciéndose en medio el debate periodístico sobre la filosofía
de Krause que enfrentó al profesor del Seminario Conciliar Tomás Fornesa con
su entonces homónimo del Colegio de San Agustín Pablo Padilla(20). Nacido en
1873, el semanario diocesano El Gólgota aireó a lo largo de un quinquenio la
imagen de ese catolicismo integrista encarado con casi todos los periódicos
locales. El arraigo del cientifismo positivista dentro de la élite intelectual de
Las Palmas de Gran Canaria, no deparó sin embargo una identidad a propósi-
to del darwinismo, dando origen así a la polémica de Rafael Lorenzo con el

(18) A. MILLARES TORRES, Historia general de las Islas Canarias, t. V, Las Palmas de Gran
Canaria, 1977, págs. 73-74. Véanse además las diez epístolas explicatorias de L. NAVA-
RRO PEREZ, "Cartas sobre el Instituto", en El Independiente, 3-V- de 1877, y las répli-
cas krausistas en P. PADILLA, Apéndice a las cartas sobre el Instituto de Las Palmas, Las
Palmas de Gran Canaria, 1878, pág. 58 y cs.
(19) Urquinaona las fechó, respectivamente, el 27 de abril de 1874 y el 21 de junio de 1876.
Boletin de la Diócesis, 7-V-1874; El Gólgota, 22-VI1 a 14-VIII-1876,y J.Ma. URQUINAO-
NA Y BIDOT, Carta pastoral.. ., Las Palmas de Gran Canaria, 1876.
(20) En torno al movimiento intelectual isleño de la época, contamos por orden cronológico con
la bibliografía siguiente: A. MILLARES CANTERO, Aproximación a una fenomenologia
de la Restauración en la Isla de Gran Canarip, en Boletín Núm. 19 del CIES, Las Palmas de
Gran Canaria, 1975, págs. 119-146; F. ESTEVEZ GONZALEZ, Indigenismo, raza y evo-
lución. El pensamiento antropológico canario (1750-I900),Santa Cruz de Tenerife, 1987,
págs. 135-166, y J. SANCHEZ-GEY VENEGAS y M. de PAZ, Pensamiento contemporá-
neo, en "Historia Popular de Canarias", Santa Cruz de Tenerife, 1988, págs. 27-70.
AGUSTIN MILLARES CANTERO 113

futuro socialista Baltasar Champ~aur'~". Pero la rigidez teológica incubada en


el Seminario se empeñó en acometer con saña cualquier desviación de los mol-
des escolásticos, sin atender por ejemplo a la ausencia de proclividades masó-
nicas entre sus principales antagonistas.
El corto radio social de estas tensiones finales, una vez consolidado el
sistema canovista y arrancar el pontificado de León XIII, nos autoriza a hablar
de una cierta pacificación durante el último tramo de la mitra isleña de Urqui-
naona. Aunque prosiguiese la brega de El Gólgota hasta 1878 y la continuara
en 1879 El Faro Católico de Canarias, combatiendo en particular la tolerancia
religiosa que sancionó el artículo 11 de la Constitución de 1876, remitió un
tanto la mayor beligerancia del Sexenio y de la etapa fundacional del régimen.
Quien lo sustituyó al frente de la diócesis, el cordobés José Pozuelo y Herrero
(1879-1890), mantuvo en un principio estas pautas. Tendría que esperarse
algún tiempo para que reapareciera ese "granítico monolitismo doctrinal", que
según el profesor Cuenca Toribio evidenció en su pastoral del 14 de febrero de
1883, al comentar la encíclica Cum multa, concordante, a pesar de todo, con el
espíritu común de la jerarquía eclesiástica española al discurrir el reinado de
Alfonso XII (22'. La Revista de Las Palmas, dirigida a sus treinta años por el
paladín del carlismo Roca y Ponsa, entre 1880-1888,conservó , desde luego, las
formulaciones integristas de la publicaciones católicas precedentes, sustenta-
das, ante todo, por los profesores del Seminario Conciliar("). Y, a pesar de tales
fenómenos, las lizas ideológicas con el laicismo no retornaron en propiedad
hasta el bienio 1883-1884. La crisis masónica de 1878 y la escasa actividad de
Afortunada, contribuyen, por otra parte, a explicarnos la amortiguación de la

(21) Cf. B. CHAMPSAUR SICILIA, Trnnsformismo, Las Palmas de Gran Canaria, 1928, reco-
giendo sus artículos del semanario republicano Las Palmas, difundidos entre el 17-XII-
1876 y el 7-11-1878, En el "Prólogo" (págs. XI-XII) puede leerse: "Aquel núcleo de inteli-
gencias fuertes y libres que se llamaron D. Agustín Millares. D. Gregorio Chil, D. Rafael
Lorenzo, D. Pablo Padilla, krausista, y otros más, contribuyó valerosamente a abrir las
inteligencias y a robustecer el pensamiento libre apenas balbuceantc todavía. Este espíri-
tu de independencia penetraba en las discusiones de periódicos y en las conferencias que
se daban en las sociedades, sobre iodo, en la del Liceo, cuyo presidente, don Eufemiano
Jurado, republicano, y ex diputado a Cortes, fue también un valioso propagandista". Una
defensa ecléctica del evolucionismo, sin asociación con las escuelas materialistas, la reali-
zó el antedicho A. MILLARES TORRES, "Darwinismo y espiritualismo", en El Museo
Canario, 111. 36. IV. 37: 38; 39, Las Palmas de Gran Canaria, 1881.
(22) Cf. J.M. CUENCA TORIBIO, "El episcopado canario durante la Edad Contemporánea
(1789-1966). Aproximación a su estudio", en Anuario de E.studios Atlánricos, Núm. 24
(Madrid-Las Palmas de Gran Canaria, 1978). págs. 327-340, y CAZORLA LEON y SAN-
CHEZ RODRIGUEZ, págs. 415-417.
(23) Aparte de Francisco de P. Gómez, otros cuatro redactores cstuvieron ligados a esta insti-
tucion, a semejanza de Roca: el doctor Bartolomé Rodríguez, el licenciado y chantre cate-
dralicio Miguel Moreno, y los presbíteros José López Martín y Juan González. Entre los
colaboradores se mencionan expresamente los nombres de los párrocos de Guía, Gáldar,
Teguise y Arrecife, que respectivamente lo eran Vicente Matamala, José Romero, Julián
Melián y Armas y Manuel Miranda Naranjo, arcipreste de Lanzarote. No obstante, tam-
bién habríamos de incluir al rector del Seminario, el canónigo y doctor Juan José Hidalgo,
y a los otros tres docentes religiosos del mismo: Rafael Monje, Vicente Delgado y el pres-
bítero Hilario Brossosa.
114 ANTICLERICALES, MASONES Y LIBREPENSADORES EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA (1868-1931)

dinámica anticlerical en el entorno laspalmen~e(~~). Aún bajo los auspicios de la


obediencia lusitana hasta finales de 1887, el taller grancanario pasó por una
fase "de desconcierto e inestabilidad" desde 1878 hasta 1881, revelando el tra-
siego de personal que fue precisamente en 1883-1884 cuando alcanzó sus más
altas cotas, al llegar hasta los 41 inscritos sobre los 17 de partida(25).
Semejante
reactivación, sin abandonar su modestia, no debió resultar extraña para los epi-
sodios simultáneos.
Los golpes de la Revista de Las Palmas a la opinión liberal de cualquier
signo experimentaron un incremento sensible al avanzar 1883, volcándose
especialmente sobre los periódicos con influencias masónicas. El republicano
El Pueblo (1881-1885),cuyo fundador-propietario sería el "venerable maestro"
de Afortunada Jurado Domínguez, recibió las previsibles imprecaciones al
sobrevenir el relanzamiento de la logia(26).De similar calibre fueron las desti-
nadas al diario El Comercio, bajo la dirección inicial del republicano y libre-
pensador Felipe Santana Espino, en cuyas páginas colaboró el ya abogado
Amaranto Martínez de Escobar (27).Estas y otras discusiones se enmarcaron
sobre todo dentro de la ofensiva del integrismo contra las políticas desamorti-
zadoras llevadas adelante por la Junta Superior de Gobierno de 1868, que a
partir de 1877 conservaba el ayuntamiento fusionista. Los ultramontanos de La
Revista convirtieron la secularización y municipalización del cementerio en una
de sus mejores bazas, máxime al saberse el óbito de Urquinaona el 31 de marzo
de 1883 en la ciudad El 2 de mayo publicó allí el doctor Roca y Ponsa

(24) En septiembre de 1877 fustigaron los redactores de Las Palmas la peregrinación a Teror
que se fomentaba desde el Seminario y El Gólgota, entre pronunciamientos antivaticanis-
tas, unos mensajes que tienden a desaparecer al acabar la década y que no se reanimaron
con el duelo erudito entre Lorenzo y García y Roca y Ponsa.
(25) PAZ SANCHEZ, págs. 487-488. Sobre el republicanismo restauracionista, cf. nuestra
Aproximación.. ., págs. 80-93 y 106-108.
(26) "Poco diremos de la logia o logias de Las Palmas, porque están medio abatidas, a pesar de
las reuniones que tienen algunos hermanos [tres puntos] en Triana, entrando por la Mari-
na, de noche para mayor disimulo. La masonería de Las Palmas sostuvo un periódico lleno
de blasfemias y alienta hoy a El Pueblo, impío y herético hasta no poder más". ALGU-
NOS CATOLICOS, "Remitido", en Revista de Las Palmas, 30-VI-1883, en réplica a la
apología masónica de "varios suscriptores" en aquel semanario. Cf. también "Sección pro-
vincial", ibídem, 23-VI-1883.
(27) El anticlericalismo de este cotidiano puede apreciarse en la serie "Ultima edición", en El
Comercio, al menos desde el 30-1-1883 en adelante, así como en "La crisis católica", ibí-
dem, 17-111-1883, y las diatribas clericales frente a su racionalismo en La Redaccion, "El
periódico católico y el impío", Revista de Las Palmas, 22-1-1883; "La índole del Comer-
cio", ibídem, 27-1-1883 y "De algunas impiedades, herejías, errores anticatólicos y otras
equivocaciones de El Comercio", en ibidem, 13-11-1883,En cuanto a los artículos del letra-
d o Martínez de Escobar, véase "El letrado [tres puntos] entre bastidores", en ibídem, 9-VI-
1883.
(28) %¡vio violado y profanado el cementerio católico por orden del alcalde, que no dudó en
atentar contra la propiedad del mismo, contra su santidad, contra las leyes canónicas, lle-
nando deamargura el corazón de los católicos, cuyos derechos quedaron hollados y escar-
necidos. El vio cómo el mismo cementerio fue secularizado, por un simple decreto de la
Junta Revolucionaria.. . Y como si la impiedad y la masonería se hubiesen querido coali-
gar contra el Sr. Urquinaona, quizá por haber sido lo que fue, tan celoso, tan activo, tan
íntegro, tan lleno de virtud, por esto la Sociedad de Amigos del País no quiso honrarle-
AGUSTIN MILLARES CANTERO 115

un durísimo artículo titulado "El despotismo liberal", en donde tildaba de


"socialista y sagrílego" el decreto juntero del 6 de octubre de 1868 sobre la
exclaustración de las monjas del convento de San Ildefonso y el derribo del edi-
ficio municipalizado, "cuyos actos constituyen una página infame de la historia
patria, que ningún canario puede recordar sin vergüenza y ningún católico sin
indignación" ("). A quince años de distancia, esta desmesurada requisitoria
indignó a los respetables burgueses que habían formado parte de aquel orga-
nismo y movilizó al conjunto de las fuerzas liberales. La mayoría de los agra-
viados, entre los que había casi por unanimidad, propietarios y profesionales
leonistas junto al solitario republicano y masón Jurado Domínguez, acudió
ante la justicia y el canónigo lectora1 resultó en primera instancia condenado el
28 de enero de 1884 por delito de injurias graves, aunque la sentencia fue casa-
da y anulada por el Tribunal Supremo el 24 de abril''0).
Las provocaciones del ultramontanismo neocatólico avivaron los rescol-
dos de una vieja guerra con las élites cultas del poder o de la oposición, sin ele-
vadas filiaciones masónicas de por medio. El procesamiento de Roca dio oca-
sión a que arreciaran los dicterios del grupo de la Revista y se generalizaran sus
intransigencias afines al carlismo. El 18 de septiembre de 1883 firmaron, en
especial los párrocos de la diócesis, un escrito de apoyo al encausado, que supo-
nía una descalificación frontal de "los católicos-liberales", y en idéntica direc-
triz se ubicó buena parte de la producción periodística de aquél y de sus adjun-
tos. Aunque el nuevo órgano de los leonistas aparecido el 2 de octubre, El
Liberal, rehusó sistemáticamente cualquier escaramuza con los docentes del
Seminario, no pudo librarse por entero de la tirantez por ellos alentada'"). La

(.. .) haciéndole socio de mérito, echando sobre sí un borrón indeleble. .." LA REDACCION,
"El Excmo. Señor Urquinaona", en ibídem, 11-IV-1883,más la continuación de las críticas
a la municipalización en "La actitud del Ayuntamiento", en ibídem, 26-V-1883 y "El Ayun-
tamiento, según La Correspondencia", 9-VI-1883.
(29) Menta seguidamente "su feroz despotismo y su rabia anticatólica, sin más autorización que
la de su voluntad tiránica, ni más ley que su capricho, ni más derecho que la fuerza de la
anarquía ..." Una de las más enérgicas repulsas hacia los "clérigos de misa y olla" y sus
"groseros insultos" puede leerse en "Delirium tremens", en El Comercio, 10-V-1883. Y la
secuencia de la ofensiva clerical en "La Junta Revolucionaria de 1868", VI1 y IX, en Revis-
ta de Las Palmas, 23 y 30-VI-1883.
(30) La Sala de lo Criminal de la Audiencia lo absolvió del delito de calumnias, apreciando que
no constituía tal cosa la afirmación "robando el único convento que tenía el obispado". Los
magistrados reconocieron en otro considerando que los individuos de la Junta, "por sus
circunstancias personales y posición social, pertenecen a la clase más distinguida de esta
Ciudad". De sus veinte integrantes, habían fallecido cuatro y la querella la presentaron ini-
cialmente once: los propietarios José María de León y Joven, Juan Massieu y Westerling,
Pablo Negrín y Lugo, Juan Pestana y Quintana, Sebastián Suárez Hernández y Eufemia-
no Jurado Domínguez; los médicos Manuel González y González y Miguel de Rosa y Báez;
los abogados Juan de Quintana y Llarena y Laureano Hernández Pérez, y el dependiente
de comercio Juan Torres Navarro. En virtud de un documento de transacción, se dio fin a
la causa por auto del 20 de septiembre de 1884. Archivo Histórico Provincial de Las Pal-
mas, Audiencia, Sentencias criminales, 1884, Sentencia Núm. 38, y Autos, 1884, Núm. 3.
(31) Cf. "Felicitación", en Revista de Las Palmas, 22-IX-1883;las series "Nuestro criterio" y "El
liberalismo es pecado", más "De cómo el liberalismo ha engañado al pueblo", en ibídem,
28-XI-1883.Sobre las actitudes primeras del portavoz fusionista, "Crónica", en El Liberal,
16-X-1883y "Crónica general", en ibídem, 16-XI y 28-XII-1883.
116 ANTICLERICALES. MASONES Y LIBREPENSADORES EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA (1868 1931)

escena era propicia para una reanudación de las cruzadas contra la heterodo-
xia intelectual. La publicación tinerfeña L a Ilustración de Canarias, sucesora de
la Revista de Canarias de Elías Zerolo Herrera bajo la dirección de Patricio
Estévanez y Murphy, recibió permanentemente el marchamo de impiedad,
entre otras cosas, por haber editado la novela L a hija del cacique de Agustín
Millares Torres, "cuyo objeto parece ser ridiculizar los dogmas, los sacramen-
tos y los ministerios de la Iglesia"(32).En e1 último trimestre de 1883 las predi-
caciones grancanarias de tres padres misioneros del Inmaculado Corazón de
María (Tomás Collell, Florencio Vilella y José Prim), contribuyeron poderosa-
mente a despertar el fanatismo religioso en los medios rurales. Así se explica el
"auto de fe" montado en Gáldar a finales de noviembre por el claretiano Vile-
lla, quemando en la plaza pública más de cien libros "entre el repique alegre de
las campanas" (33).
Las sesiones del juicio de Roca y Ponsa, del 24 al 25 de enero de 1884,
tuvieron una consecuencia inesperada que abrió otro frente de lucha paralelo.
Entre los testigos de la parte acusadora declaró, en primer término, el presti-
gioso facultativo Domingo José Navarro y Pastrana, cofundador del Partido
Canario de 1842 y figura descollante del moderantismo insular en la era isabe-
lina, un octogenario que, a la sazón, era presidente del Museo Canario, censor
de la Real Sociedad Económica de Amigos del País y vocal de la Junta local de
laEn~eÍíanza'~~). SUSrespuestas defendiendo la actuación de la Junta de 1868
indignaron al obispo Pozuelo, quien, espoleado sin duda por los integristas del
Seminario, lo cesó de manera fulminante en el empleo de médico de esta enti-
dad, tras más de cuarenta años de servicios, indicando escuetamente que no
estaba "en las conveniencias ni de la Diócesis ni del Seminario" que continuara

(32) "La Ilustración de Canarias es un periódico que ningún católico sincero debe proteger, por
escribir en él hombres cuya pluma es en todos los casos hostil a la Iglesia. (. ..) Nuestro deber,
pues, nos obliga a dar la voz de alerta". en Revista de Las Palmas, "Sección provincial", 13-
X-1883. Cf. asimismo "De cómo hay católicos que no son católicos", en ibidem, 9-1-1884,
(33) Entre las víctimas de la hoguera hubo obras de Víctor Hugo y Alejandro Dumas. Los elo-
gios de la Revista al "acto inquisitorial" merecen, al menos, una reproducción fragmenta-
ria: "¿Qué mejor destino que el fuego puede darse al libro infame que roba la inocencia a
los niños, el pudor a las jóvenes, la fe a los incautos, la religión al pueblo cristiano? Perez-
can, perezcan mil veces en las llamas estas causas de perennes trastornos, de continuos
pecados, de la creciente inmoralidad y de la tibieza en la fe. No es mucho que sean que-
mados los libros de aquellos autores que, si no se arrepienten, arderán eternamente en el
infierno. Quédese la tolerancia malvada para los liberales que respetan todas las opiniones,
y ven sin pena cómo se condenan las almas. Los católicos de verdad encienden hogueras
en medio de la plaza pública, como en Gáldar, para reducir a pavesas aquellos libros erró-
neos e inmorales que corrompían al pueblo, exhalando el hedor pestífero del pecado". en
Ibidem, "El P. Florencio en Gáldar. 11. El Auto de fe", 15-XII-1883.
(34) Sobre el proceso véase la amplia reseña de Revista de Las Palnzas, 30-1-1884, y desde la
óptica liberal y republicana, respectivamente, "Juicio oral", en El Liberal, 29-1-1884 y en
El Siglo X I X , 26-1-1884, La acusación corrió a cargo del letrado Mariano Sancho y Chía,
ocupándose de la defensa el ex repúblico y ex masón Eduardo Benítez González, que en
pocos años, dio un giro radical hasta sus antípodas ideológicas. Otros declarantes de aqué-
lla fueron los hermanos Juan y Pablo Padilla y Padilla, Agustín Millares Torres, Gregorio
Chil y Naranjo, Amaranto Martínez de Escobar, etc.
AGUSTIN MILLAKES CANTERO 117

prestándolos a partir del 1 de febrero. La noticia de esta vendetta cayó como una
bomba entre los círculos burgueses de Las Palmas de Gran Canaria, tan pronto
la dio a conocer el propio afectado ante una maliciosa nota de la Revista.
Desde el 5 hasta el 12 de febrero El Liberal incluyó tres extensas listas
con los nombres de un total de 310 ciudadanos, que protestaban por la destitu-
ción y el proceder del vocero clerical. La nómina de los signatarios es enorme-
mente expresiva de la pronta reacción de liberales y republicanos, mucho más
allá de los evolucionistas y krausistas de todos los matices, en solidaridad con
un reconocido católico que no compartía las recetas ultramontanas. Nos encon-
tramos en ella con trece de los veintidós concejales del municipio, electos en las
dos citas de 1881 y 1883, con la particularidad de incluir a once de los catorce
que ganaron el acta en la primera convocatoria, llevando en vanguardia al
alcalde y decano del Colegio de Abogados Felipe Massieu y Falcón. Un buen
plantel de grandes propietarios rústicos y10 urbanos y de profesionales de
sobresaliente ejecutoria se alinearon sin fisuras junto al doctor Navarro y Pas-
trana, sin que el diario pusiera especial empeño en fomentar la captación de fir-
mas ("1. El grueso de los 468 electores para diputados a Cortes de la sección
(contribuyentes y capacidades), aparecían en un elenco que abarcaba casi la
totalidad de la directiva del Círculo Mercantil, más de la mitad de las corres-

(35) Dentro de los multifundistas destacan el ex alcalde Juan María de León y Joven, Francisco
Manrique de Lara y Manrique de Lara, Alfonso Gourié, Cristóbal y Juan Manrique de Lara
y Ponte, Antonio de Quintana y Llarena, el concejal Rafael Massieu y Falcón o Adán,
Agustín y Diego del Castillo Westerling, hermanos del V conde de la Vega Grande, desco-
llando además, entre los terratenientes de ascendencia nobiliaria, Francisco de Quintana,
Nicolás Massieu y Béthencourt, Manuel Verdugo y Pestana o Domingo Massieu Westerling.
En cuanto a los propietarios específicamente burgueses, muchos con un inmediato pasado
comercial y un buen patrimonio en bienes muebles o inmuebles, se cuentan Diego y Afre-
do Wood, José Franchy del Castillo (padre del futuro dirigente republicano), el concejal
Urbano Cabrera y Jaime, Graciliano Mesa de León, Agustín Pérez Navarro y Enoch Gon-
zález Corvo y Medina. La burguesía comercial también posee unas eminentes representa-
ciones, encabezadas por el presidente del Círculo Mercantil, Jorge Rodríguez Falcón, o por
su vicepresidente lo,Antonio Gómez Navarro, además de Tomás y Diego Miller (Tomás
Miller e Hijos), Roque y Juan Hidalgo López, Ignacio Cantero y Molet, Cesáreo Díaz Agui-
lar (contador del Gabinete Literario), Atilio Ley, Tomás Lozano Pérez, Juan Medina Espi-
no o Lorenzo Curbelo Espino, junto a los consignatarios Salvador Cuyás y Prats, el conce-
jal Juan Bautista Carló Quersy y Juan Bautista Ripoche. El mundo jurídico suministra
abogados de la talla de Mariano Sancl-io y Chía (presidente de la Económica de Amigos del
País), el concejal Ambrosio Hurtado de Mendoza Pérez (secretario 2"del Gabinete Litera-
rio), Juan Evangelista Ramírez y Doreste, Laureano Hernández Pérez y Juan Verdugo y
Pestana, así como el procurador y edil Ventura Ramírez de la Vega y el notario Agustín
Millares Torres. Nos parece interesante consignar entre otras rúbricas las del etnpresario y
concejal Juan Bautista Antúnez y Monzón, el secretario del ayuntamiento Francisco Mora-
les y Aguilar, los directores de periódicos Andrés Romero y Melián (La Correspondencia
de Canarias) y Cornelio Díaz Aguilar (La Localidad), el ayudante de Marina Francisco V.
Reina y Lorenzo, el militar Ismael Ara y Panasco, el marino Salvador Medina Sosa (vice-
presidente 2"del Círculo Mercantil), los profesores Carmelo Zumbado y Zumbado y José
García de la Torre, y los maestros de escuela Francisco Alvarado Hernández y Francisco
Cabrera Rodríguez. Y no hay que omitir la aportación cualificada de una futura personali-
dad carlista como la de Arturo Sarmiento Salom, funcionario municipal. Cf. "Remitidos",
en El Liberal, 5, 8 y 12-11-1884, y otras reacciones en El Siglo XIX, 6-11-1884; en La Loca-
lidad, 7-11-1884 y "La venganza", en La Independencia de la Patria, 8-11-1884,
118 ANTICLERICALES MASONES Y LIBREPENSADORES EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA (1868 1931)

pondientes al Gabinete Literario, al Museo Canario y a la Sociedad Económi-


ca, al lado de los principales directivos de los Casinos de Instrucción y Recreo
y El Porvenir y de la mayoría de la junta de gobierno del Colegio de Aboga-
dos. Una buena parte de los masones de la ciudad, evidentemente, también
brindaron el concurso en sus más altas instancias("'. Los máximos dirigentes
del leonismo insular cerraron filas alrededor del patriarca Navarro, aportando
más de un tercio de los ochenta notables que el 22 de marzo expresaron su
aprobación entusiasta a León y Castillo. Los médicos, por su parte, hicieron oír
su pronunciamiento corporativo el 8 de febrero mediante una declaración sus-
crita por catorce titulares, casi todos los que estaban en ejercicio, destinada a
L a Independencia de la Patria (37'. Al menos tres profesores laicos del Semina-
rio, el médico Luis Navarro Pérez, el magistrado Tomás de Zárate y Figueredo
y el letrado Tomás de Zárate y Morales (diputado lodel Colegio de Aboga-
dos), presentaron inmediatamente sus renuncias en un gesto de disgusto implí-
cito hacia el ~bispado"~'. Hasta los conservadores del periódico L a Localidad
se enfrentaron abiertamente con la Revista, por actuaciones que reputaban
"ajenas por completo al dogma y a las doctrinas de la Iglesia Católica" ('9.Y el

(36) Hemos localizado a los siguientes miembros de Afortunada: el propietario Eufemiano


Jurado Domínguez (vicecensor de la Económica y presidente del Casino de Instrucción y
Recreo), el abogado Amaranto Martínez de Escobar, el sastre Manuel Milán y Milán (anfi-
trión de una de las más célebres tertulias de la urbe, El Milanesado), el marino y tenedor
de libros Federico Sarmiento Pérez, el comerciante y concejal Néstor de la Torre Doreste
(vocal del Gabinete Literario), el piloto naval Domingo Marrero y Marrero, el marino
Antonio Artiles y Ortega, el relojero Juan Bonny, el empleado Máximo Perdomo Vallejo,
el notario Vicente Martínez de Escobar, el propietario galdense Lorenzo Ruiz Guzmán, el
tipógrafo y concejal Isidro Miranda León y los comerciantes José Melián Marrero, Esteban
Domínguez de la Peña y Vicente Verdú y Balaguer. Cf. PAZ SANCHEZ, págs. 488-497.
(37) Fue refrendada por Manuel González y González (presidente de la Junta de 1868), el
reciente edil José Champsaur Sicilia, Juan Padilla y Padilla, Manuel Quevedo Hinojosa,
Gregorio Chil y Naranjo, Vicente Ruano y Urquía, Luis Millares Cubas, Francisco Martín
Padrón, Cristóbal Quevedo Pérez, Antonio Jiménez Suárez, Miguel de Rosa y Báez (ex
alcalde republicano y ex diputado a Cortes), Pedro Suárez Pestana, Andrés Navarro
Torrens y Víctor Grau-Bassas. Cf."Protestan, en La Independencia de la Patria, 8-11-1884;
El Siglo X I X , 13-11-1884, y en La Localidad, 14-11-1884,junto a la contestación clerical en
"La protesta de los Sres. médicos", en Revistu de Las Palmas, 13-11-1884,Cincuenta "bue-
nos católicos" de Santa Brígida expresaron igualmente su plena simpatía hacia Navarro
("Comunicados", en El Liberal, 15-11-1884). El manifiesto proleonista del 22 de marzo
apareció el día 25 como fondo de este último diario, y el agradecimiento del "octogenario
anciano" en ibídem, 22-11-1884,
(38) El ex alcalde moderado Navarro Pérez, sobrino carnal de don Domingo José y presidente
de las Conferencias de San Vicente Paúl desde los años sesenta, se vio ante una tesitura
muy difícil. En el comunicado que elaboró el 9 de febrero explicaba su ausencia en el
homónimo de sus colegas, aún venerando la imagen de su pariente, porque "el orden de
mis ideas y los principios que profeso, me prohihen discutir actos emanados de la autori-
dad eclesiástica", señalando que dimitió de su cátedra del Seminario Conciliar "con el
objeto de dar con perfecta libertad mis explicaciones". El obispo no admitió su renuncia.
Cf. "Comunicado", en La Independencia de la Patna, 9-11-1884; en El Siglo XIX, 13-11"
1884 y La Localidad, 14-11-1884.
(39) "Sección local", en La Localidad, 23-11-1884, Previamente había manifestado su redac-
ción, al publicar el remitido de Navarro y Pastrana del 3 de febrero: "Nosotros que, por
carácter, por convicción y por los principios que profesamos, guardamos siempre un pro-
fundo respeto a toda persona constituida en autoridad, y muy especialmente si esa autori-
dad representa a la Iglesia Católica, sentimos inmensa pena cuando, como en el caso pre-
AGUSTIN MILLARES CANTERO 119

sustituto en la plaza de Navarro, el doctor Pedro Suárez y Pestana, no tardó en


declinar la oferta.
El clericalismo ultramontano distó de aguantar inerme las contestacio-
nes de la sociedad laica y emprendió una contraofensiva en toda regla frente a
la conjunción liberal-republicana y católica y/o heterodoxa. La carta pastoral
que Pozuelo lanzó el 31 de enero ante la Cuaresma, contenía ya una adverten-
cia terminante para todos los católicos respecto de los libros, folletos y perió-
dicos "que se colocan de parte de la impiedad". Los testimonios en favor del
obispo por el affaire Navarro movilizaron seguidamente al cabildo catedral, al
Seminario, a la Sociedad Católica de Obreros, a las Congregaciones de San
Luis Gonzaga y del Sagrado Corazón de Jesús, con una importante implicación
del clero rural que arrastró a buena parte de sus feligreses(40).
El portavoz cen-
tral de los leonistas recibió ahora el grueso de las andanadas dialécticas de
Roca a través de varias series de artículos(4'),y aún negándose a terciar en "inú-
tiles y enojosas polémicas", sus responsables asociaron la Revista a El Siglo
Futuro de Nocedal y la opusieron a la Unión Católica de Pidal, recién incorpo-
rada al gabinete conservador. Si desde febrero de 1883 hubo máscaras en los
carnavales que ridiculizaban al clero, un año después se repetían las escenas y
el 23 de marzo eran denunciadas las supuestas vejaciones de algunos socios de
El Porvenir a un pelotón de sacerdotes y seminaristas que pasaba ante su sede
de la calle Cano (42).
Diversos factores propiciaron la mitigación paulatina y la exinción final
de estas disensiones al entronizarse la regencia de María Cristina en 1885, impi-
diendo la consumación de una fractura entre los propios católicos practicantes
de Las Palmas de Gran Canaria. La Santa Sede admitió, por fin, sin reservas al
régimen de Sagunto y este cambio determinó un mayor aislamiento de Roca y
los suyos, esfumándose la extraordinaria audiencia que conquistaron en 1883-
1884. Los estatutos de la Asociación de Trabajadores fueron reformados en
abril de 1885, eliminando cualquier barrunto de tipo anticlerical, y la logia

(...) sente, tenemos que censurar algunas de sus determinaciones; pero no se nos inculpe por
ello, cúlpese, sí, al periódico que se ha apresurado a consignar en sus columnas un hecho
que, extraño por completo a la prensa, parece como que ha querido arrojarse a la publici-
dad para que sirva de pasto a la maledicencia, y que ha causado desagradable impresión
en el ánimo de todas las personas honradas", en Ibídem, 7-11-1884,'
(40) Cf. Boletín Oficial de la Diócesis, 31-1-1884 y las "Protestas" sucesivas en Revista de Las
Palmas, del 13-11 al 19-IV-1884,hasta casi conocerse la casación de la sentencia de Roca.
El alegato del cabildo del 10 de febrero impugnaba, ante todo, la declaración de los cator-
ce médicos, previniendo a los fieles "para que no sean víctima[s] de los engaños de la
impiedad" ("Comunicidos", en El Liberal, 15-11-1884),
(41) Especialmente por medio de la titulada "El liberalismo de El Liberal", a partir del núme-
ro del 9-11-1884 de la Revista. Uno de los semanarios re~ublicanos.dirigido Dor el va cita-
d o Felipe Santana Espino, criticaba la hipocresía relig'iosa en "LÓS ~ ~ ~ u l blanquea-
c ~ o s
dos", El Siglo XIX, 21-11-1884,
(42) Cf. "Crónica general", en El Liberal, 12 y 19-11-1884, y 28-111-1884. Los directivos de esta
sociedad de instrucción v recreo desmintieron la significación del lance, hablando de "una
susceptibilidad exageradan y de no existir "la más yemota intención de ofensa"
120 ANl'ICI.ERICAI.ES. MASONES Y LIBREPENSAIIORES EN LAS P/\LMAS DE G R A N CANARIA ilBh8-1931)

Afortunada sufrió otra vez un notable declive. A finales de 1886 tuvo lugar una
escisión entre los rectores de la Juventud Católica, supeditada desde su géne-
sis al canónigo doctoral, fundando el núcleo afín al carlismo el periódico El
Tradicionalista en 1887. La desaparición de la Revista de Roca en 1888, sin que
pudiera consolidarse la sucesión del Diario Católico, interrumpió la secuencia
de la prensa ultramontana que había inaugurado El Gólgota desde los tiempos
de la 1 República. A partir del fallecimiento concomitante de Jurado Domín-
guez, el republicanismo, mayoritariamente progresista, apenas mostró inquie-
tudes anticlericales o éstas cubrieron una faceta muy subsidiaria. El doble que-
branto de la masonería y del carlismo restó empuje a los principales
contendientes por ambos bandos, sin que prosperase el atisbo de división cató-
lica. Con la llegada, en noviembre de 1891, del nuevo prelado, el dominico cán-
tabro José Cueto y Díez de la Maza (1891-1908), culminó plenamente la recon-
ciliación de la Iglesia con los liberales. El talante conciliador del llamado
"padre de los pobres" recibió unánimes elogios de los sectores dinásticos, mos-
trando un cabal respeto por su magisterio, incluso las minorías antidinásticas
reavivadas en las postrimerías del XIX; por ello el futuro senador de 1898 sería
nombrado socio de mérito de la RSEAP y del Gabinete Literario, amén de hijo
adoptivo de Las Palmas de Gran Canaria, entre 1893-1896""'. Los exponentes
de la propagación agnóstica o librecultista pasaron ahora de modo absoluta-
mente preferencial a las filas republicanas.

11. LOS FRANCHYSTAS Y EL VIAJE DE BELEN SARRAGA

Tampoco desde 1903 en adelante, con la reorganización de la izquierda


burguesa, inspirada por el joven letrado José Franchy y Roca, se experimentó
un giro sustancial en el renglón que nos incumbe. Los pimargallianos locales no
compartieron las mismas directrices que los anarquistas del Centro Obrero de
Gran Canaria, quienes llevaron a las columnas del semanario El Rebelde-
¡Rebelde! (1902-1903) algunas virulentas manifestaciones de anticlericalismo.
Encabezados por el comisionista y masón Salvador Hernández Pérez, socio de
Añaza, 125 y 270, los afiliados al Grupo Libre introdujeron por aquí una de las
constantes del pathos ácrata, fustigando a los "bandidos con sotana", ensal-
zando el amor libre y presentando a Jesucristo como un "gran revoluciona-
rio"'"). A despecho de sus muchas coincidencias con el primitivo obrerismo

(43) Cf. CAZORLA LEON y SANCHEZ RODRIGUEZ, págs.. 423-430. Reorganizó el Semi-
nario, creando la Universidad Pontificia., ,
(44) Cf. J. LEONARDILLA, "De colaboracion. ¡Sin fe!", en El Rebelde, 6, 13 y 20-X11-1902;
C.FERRERA, "Carta abierta. Para José Quintero", cn ibídem, 13-XII-1902; FRAY
MODESTO, "¡Un milagro!", en ibídem, 17-11-1903; M. TUDO, "¿Existe Dios?", en ihí-
dem, 28-11-1903. y RAMOS Y CARVAJAL, "Bandidos con sotana", en ibídem, 26-111-
1903, así como el enfoque historiográfico de J. ALVAREZ JUNCO, "El anticlericalismo
español en el movimiento obrero", en VARIOS. Octubre 1934, Madrid. 1985.
AGUSTIN MILLARES CANTERO 121

insular, El Tribuno, órgano del Partido Republicano Federal desde el 5 de sep-


tiembre de 1903, consagró a estos asuntos un lugar muy discreto y con un tono
sumamente moderado por lo común(4íí'.Así, criticó sin estridencia durante el
verano de 1904 la política clerical del gobierno Maura y defendió, por princi-
pio, la separación entre la Iglesia y el Estado.
A comienzos de octubre, el arribo de maristas expulsados de Francia,
forzó algunos ataques hacia la "instrucción frailuna" y la posible proliferación
de escuelas religiosasi"). Un año después, no obstante, La Voz de Arucas, órga-
no del Círculo Republicano Federal de esta localidad norteña, consideraba lau-
dable el plan de establecer allí un centro de enseñanza para niñas a cargo de las
Hermanas de la Caridad, lo cual provocó la airada regañina del semanario
republicano de Santa Cruz de la Palma, que no entendía las contemplaciones
grancanarias con la enseñanza religiosa i4". El propio Franchy y el conjunto
mayoritario de los franchystas aportaron muy poco a la eventual extensión del
anticlericalismo; si acaso, aquél rechazó la eduación confesional con la frialdad
de un racionalista. La materia carecía en Las Palmas de posibilidades para
homogeneizar a una militancia socialmente diversa y tampoco conectaba con
la sensibilidad popular, con una hipotética subcultura de masas. Todo lo más
expresaba el sentir de una clase media culta que lo utilizó sin demagogias y con
sumo tacto, consciente de los riesgos que entrañaba. Las diferencias con la Bar-
celona de Lerroux y la Valencia de Blasco Ibáñez son a b i s r n a l e ~Claro
~ ~ ~ . que,
al mediar 1905, un agente exterior alteró coyunturalmente estos cánones y rea-
brió las pujas de 1873.
La visita en junio de 1905 de la dirigente republicana malagueña Belén
Sárraga y de su esposo Emilio Ferrero a tres de nuestras islas, atendiendo a la
invitación que Franchy le había cursado en la VI asamblea nacional de su par-
tido recién clausurada, se convirtió en uno de los episodios que más conmocio-
naron a la opinión pública insular de principios de ~ i g l o ~ La
" ~ .eminente ora-
dora, que había fundado por entonces la Federación Obrera Malagueña y
dirigido el periódico La Conciencia Libre, venía aureolada por su relevante
actuación en el Congreso Internacional de Librepensadores, celebrado en

(45) La antitética posición religiosa de los republicanos federales y los progresistas, con el
intento conciliador de Fusión Republicana, ya fue recogida por R.M." de LABRA, Elpur-
tido republicano en España, Madrid, 1900, págs. 91-92.
(46) GUNDEMARO, "Las barbas en remojo", en El Trihuno, 3-X-1904.
(47) "Contrastes", en Germinal, Santa Cruz de la Palma, 5-XI-1905.
(48) Sobre la segunda, cf. R. REIG, Blasqi~istasy clericales. Lu lucha por la ciudad en la Valen-
cia de 1900, Valencia, 1986.
(49) Véanse sobre las andanzas republicanas y anticlericales de la susodicha, desde 1899, los
expedientes conservados en e1,Archivo Histórico Nacional (Madrid), Sección de Gober-
nación, Leg. 51-A N" 2, y F. LOPEZ CASIMIRO, Masoneria y rep~~blicrrnismo en la Bala
Extremadura, Badajoz, 1992, págs. 279-280, aparte de "Un discurso ,de Belén Sárraga,
Emancipación de la mujer", en El Avance, Gijón, 17-IX-1899 y E. PEREZ IGLESIAS,
"Armas innobles", en El Federal, Santander, 10-X-1901.
122 ANTICLERICALES. MASONES Y LIBREPENSADORES EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA (1868-1931)

Roma en septiembre de 1904, junto a 800 delegados españoles entre los que
sobresalieron Fernando Lozano y Emilio Junoy Durante los 24 días que
estuvo en La Palma, Tenerife y Gran Canaria participó en cinco mítines muy
concurridos, pronunció tres conferencias, asistió a siete banquetes con brindis
y discursos, provocó ocho manifestaciones, por lo general espontáneas, (en tres
de las cuales hubo de dirigirse a la muchedumbre), e intervino en cuatro reu-
niones, la mitad de ellas organizadas en logias. Desde su llegada, el 7 de junio
a la capital palmera hasta su salida de La Luz el 1 de julio, la propagandista
recién incorporada al federalismo desde la "Gran" Unión Republicana de Sal-
merón acaparó la atención de todos los medios informativos sin distinciones
ideológicas y fue la comidilla de tertulias y salones en las principales ciudades
isleñas. Los periódicos republicanos y obreros recogieron con detalle las inci-
dencias de su periplo y los de filiación liberal o conservadora le dedicaron tam-
bién amplios comentarios; ni los abiertamente clericales, como La Laguna y La
Prensa de Las Palmas de Gran Canaria, pudieron ignorar en buena lógica, los
pasos y las alocuciones de la célebre in~itada'~'). Aunque se alojó en los puer-
tos capitalinos, emprendió giras por Tazacorte, La Laguna, Puerto de la Cruz,
Santa Brígida, Telde y Arucas, lugares en los que desarrolló alguna actividad y
tomó siempre contacto con sus afines. Teniendo en cuenta el escaso número de
personalidades políticas nacionales que pasaban por la provincia en aquel
entonces, la aparición de una mujer del tipo de la Sárraga, entregada a la Repú-
blica y al anticlericalismo, tuvo que causar una profunda impresión en los con-
temporáneos y dar origen a la leyenda que pasó hasta nosotros(s2).
No es casual que el matrimonio Ferrero haya iniciado su peregrinaje por
La Palma, en cuya capital la masonería y el librepensamiento contaban con una
clientela de clase media bastante numerosa. Aquí fueron atendidos por la
Unión Republicana y la asociación librepensadora La Ingenuidad, pero a los
mítines del Circo de Marte concurrieron igualmente los liberales enfrentados
al dominio conservador. Además, un grupo de trabajadores obsequió con un
lunch "a la insigne defensora del proletariado" en casa del director del sema-

(50) "El Congreso de Roma", en Germinal, 10-X-1904. Entre las adhesiones procedentes de La
Palma figuraron las de la junta municipal de Unión Republicana, la sociedad La Ingenui-
dad, el referido semanario y las de masones de la logia Abora.
(51) Los reportajes más completos sobre su estancia en la isla redonda pueden leerse en Ger-
minal. 5, 10, 13 y 15-VII-1905, con informaciones de primera mano de su corresponsal y
sueltos o artículos de otros noticieros. Se ocuparon de este periplo, además, El Grito del
Pueblo, también en Santa Cruz de la Palma; Diario de Tenerife, El Tiempo, La Opinión y
Diario de Avisos, en la capital provincial; Noticiero de Canarias y La Laguna en este muni-
cipio, y los periódicos de Las Palmas de Gran Canaria El Tribuno, La Avanzada, El Mar-
tillo del Trabajo, La Mañana, Unión Liberal, La Prensa y Diario de Las Palmas.
(52) Recogimos personalmente en 1974 el testimonio del abogado laspalmense Emilio Valle y
Gracia, quien por tradición familiar recordaba el impacto que produjeron las campañas de
la autora del célebre poema La Monja, perteneciente al libro Minucias, una de las piezas, .
literarias anticlericales más reproducidas por la prensa de esta cuerda.
AGUSTIN MILLARES CANTERO 123

nario Germinal("). Los unionistas palmeros conocían la experiencia de la Fede-


ración Malagueña y, al partir su promotora, surgieron voces que reclamaron la
fundación de una similar en la isla(54).
Esta conexión con el artesanado o la clase
obrera también se puso de manifiesto en Santa Cruz de Tenerife. A pesar de
que el patrocinio de los actos corrió por cuenta del Centro Republicano, en
donde convivían unitarios y federales, la tribuna del mitin, que el 18 de junio
se celebró en el teatro principal, contó con la presencia de una comisión del
Centro Obrero perteneciente a la Asociación Obrera de Canarias, entidad en
donde disertó Belén Sárraga al día siguiente. Por lo que respecta a Las Palmas
de Gran Canaria, los redactores de El Martillo del Trabajo y cuantos desde el
año anterior pugnaban por relanzar el gremialismo, acudieron a las concentra-
ciones de recepción y despedida, a la velada del Círculo Republicano Federal
de la calle Travieso y al mitin monstruo del coliseo Pérez Galdó~('~).
Para oír o cumplimentar a la fogosa publicista se congregaron en las tres
capitales nutridos auditorios, movidos por la identidad republicana o librepen-
sadora y, a veces, por simple curiosidad. Casi todas las informaciones son uná-
nimes al hablar de "concurrencia inmensa", "multitud", "gentío", etc., desta-
cando varias de ellas la importante presencia femenina ( 5 6 ) . Al concluir el
segundo y último mitin de Santa Cruz de Tenerife, más de 3.000 personas
acompañaron a la pareja visitante hasta el hotel Camacho, entre aclamaciones
y vítores entusiastas. La despedida de la capital provincial apiñó tal imponen-
te número de manifestantes que, al verlos pasar por la calle de San José en
dirección al muelle, el gobernador civil ordenó precipitadamente el envío de
guardias civiles al mando de un oficial. Al desembarcar en Las Palmas de Gran
Canaria, pasaron de 80 los carruajes que fueron a recibirla y la acompañaron a
continuación hasta el hotel Quiney, sumándose al séquito la mayor parte de los
viajeros de un tranvía que, con idéntica intención, se desplazaban hacia el puer-
to. Los espaciosos locales del Círculo franchysta de Triana resultaron insufi-
cientes para contener al público que deseaba escuchar a la conferenciante y

(53) "De propaganda. En honor de Belén Sárraga", en El Grito del Pueblo, Santa Cruz de La
Palma, 24-VI-1905. La admiración por esta mujer dentro de la izquierda palmera sobrevi-
vió hasta la 11 República, incluyéndola los radicales-socialistas entre sus progenitores. Cf.
"De dónde venimos, quiénes somos y hacia dónde vamos", en Claridad, Santa Cruz de La
Palma, 3-VIII-1933.
(54) Cf. por ejemplo "A la unión", en Germinal, 5-VII-1905,.,
(55) El profesor Arcas, reconociendo la deficiente informacion sobre esta aguerrida mujer y la
Federación Malagueña, acertó al ligarlas con "el ala más radical e izquierdista del republi-
canismo" malacitano, pero erró al contemplar exclusivamente una soldadura lerrouxista a
partir de la Federación Revolucionaria por estos años, aunque luego indique su filiación
pimargalliana. F. ARCAS CUBERO, El republicanismo malagueño durante la Restaura-
ción, Córdoba, 1985, págs. 172-173 y 177-179.
(56) En calidad de muestras, véanse las reseñas de El Grito del Pueblo del 17 y 24 de junio; las
del Diario de Tenerife, La Opinión, El Tiempo, Diario de Las Palmas y La Mañana corres-
pondientes al día 26; las del último diario y de El Tribuno del 27, de La Avanzada del 1 de
julio o nuevamente la de El Tribuno del 5 de este mes ("Belén Sárraga en Las Palmas").
124 ANTICLERICALES. MASONES Y LIBREPENSADORES EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA (1868-1931)

muchas personas no pudieron hacerlo. El grandioso mitin del día 28 en el Pérez


Galdós reunió a varios miles de espectadores que ocuparon hasta el escenario
y los pasillos, agolpándose en las puestas del teatro dos horas antes de comen-
zar la función; los cálculos más triunfalistas los elevaron a 5.000, lo que no pare-
ce muy exagerado de tener razón el corresponsal de Germina1 al decir que tri-
plicaban el aforo ("'.
Unas movilizaciones de semejante calibre alertaron a las autoridades y
las indujeron a adoptar medidas de control o de prohibición abierta en ocasio-
nes. El delegado gubernativo de La Palma suspendió un mitin en Tazacorte,
pese a la autorización concedida por el alcalde de Los Llanos. Después de la
disertación que tuvo lugar en el Centro Obrero de Santa Cruz de Tenerife, la
policía intentó disolver por la fuerza al personal que ovacionaba en las trave-
sías adyacentes a la "agitadora", como la llamó el noticiero clerical La Laguna.
El mayor tropiezo estuvo a punto de ocurrir a la hora de los brindis en el res-
taurante La Unión de Las Palmas de Gran Canaria, cuando la homenajeada
aseguró que el federalismo había establecido un nexo entre la República y la
anarquía, en medio del entusiasmo general de los 80 comensales. Inmediata-
mente irrumpió el delegado con el ánimo de practicar algunas detenciones, que
la mediación de Franchy logró impedir; de todas maneras, fueron denunciados
cuatro concurentes a los que se siguió proceso por alteración del orden públi-
co, gritos subversivos y desacato a la autoridad(s8).
El clima de tensión fue creciendo a medida que avanzaba el itinerario y
en la capital grancanaria llegó al cénit. Si en la concentración multitudinaria del
24 de junio en Santa Cruz de Tenerife se hizo necesario que Sárraga alzase la
voz para calmar las pasiones, en Las Palmas de Gran Canaria hubo de repetir
tal conducta en dos oportunidades desde el balcón del hotel donde se alojaba
con su esposo, la última a raíz de una serenata con banda de música que le ofre-
ció la Juventud Federalista, y Franchy recomendó prudencia a fin de evitar
cualquier engorro, tanto en el Círculo como en el Teatro. Estos llamamientos
a la calma tenían que ver con las encontradas reacciones que suscitó en la urbe

(57) Conviene trasladar un fragmento de la gaceta del reportero de La Mañana, diario sucesor
del tradicionalista España, por constituir una prueba imparcial: "Las entradas que dan
acceso al patio halláhanse invadidas; los pasillos lo mismo. Ya en el escenario, pudimos
darnos cuenta de la gente que había en el teatro. Jamás hemos visto una cosa parecida. El
patio estaba sellado; en los palcos y plateas principales, las personas formaban racimos. El
paraíso tenía tantos espectadores o más que el resto del teatro".
(58) No pudo celebrarse una charla prevista en el Círculo trianero para el día 30 y destinada al
elemento trabajador, porque la comisión responsable olvidó pedir el oportuno permiso con
la antelación debida. En otras oportunidades se hubiera obtenido la tolerancia guberna-
mental, mas en este caso no bastó con que la sala estuviese llena por completo. Claro que
las dificultades no siempre provenían de la administración. Existió también un obstruccio-
nismo solapado allí donde los sectores clericales tenían más fuerza, incluso para imponer un
boicot. Tal ocurrió en La Laguna, donde a los republicanos se les negó el teatro Aguere y
el casino El Porvenir. debiendo contentarse con celebrar una comida en el hotel Tenerife.
AGUSTIN MILLARES CANTERO 125

el paso de la vehemente feminista y 1ibrepensadora'"j. En Tenerife, y sobre


todo en La Palma, el librepensamiento y la masonería contaban ya con una
larga ejecutoria y el anticlericalismo había tomado carta de naturaleza en los
medios liberales y republicanos. Por contraste, en la capital grancanaria los
sentimientos anticlericales del Sexenio y del reinado de Alfonso XII ya sabe-
mos que habían perdido entidad durante la Regencia, y no sería precisamente
hasta 1905 que reverdecieron con expresiones minoritarias, pero c~léricas(~"j.
El Partido Republicano Federal disponía en Gran Canaria de algunos
librepensadores, como el periodista Juan Santana Padilla, ex director de El
Atlántico que emigró a Cuba en 1912'"). Veremos a continuación cómo hubo
una cierta dependencia logística entre dicho grupo político y el resurgir de las
logias masónicas que se experimentó en la ciudad por los albores del siglo, tími-
do renacer que acercó a la órbita franchysta a determinados núcleos de la hete-
rodoxia filosófico-religiosa. Pero la ausencia de sectarismo anticlerical y el
comedimiento con que se trataban los asuntos relativos a la religión y a la Igle-
sia, disgustó a un reducido grupo de jóvenes que se movían en los aledaños del
partido y acabaron casi todos integrándose en su rama juvenil. Desde finales de
1904 comenzó a despuntar un anticlericalismo militante, cuando en un mitin
del Círculo de Triana se puso en la picota a Pío X y en otro del Puerto de La
Luz se recomendó a los padres no inscribir a sus hijos en el Colegio de los
Misioneros del Inmaculado Corazón de María, obligando al párroco de La Luz
a repeler desde el púlpito tales envíos(h2'.
El pulso a la Iglesia docente y el anti-
papismo de los franchystas quizás fuera una de las causas de la edición en
marzo de 1905 de La Prensa, "Diario católico de información general" dirigi-
do por el licenciado José Feo y Ramos. Pese a todo, sería la publicación de un
artículo de Aguilera y Arjona en el portavoz federal, negando entre otros
extremos la divinidad de Cristo, el que forzó a los paladines de la fe romana a

(59) Para el primer punto, cf. A. MILLARES CANTERO, "El federalismo y la cuestión feme-
nina. La figura de Belén Sárraga (1904-1905)", en Disenso. Revista Canaria de análisis y
opinión, Núm. 7 (Canarias, abril 1994), pág 26.
(60) A propósito del choque emocional que provocó la visitante, señala Germina1 en su núme-
ro del 10 de julio: "Los discursos de la eminente oradora han sido una piedra arrojada a las
aguas tranquilas bajo cuya tersa superficie fermentaba la podredumbre de un misticismo
degenerado, de una religiosidad transformada en hipocresía y egoísmo. Los campos se han
dividido y a un lado han quedado los defensores de la farándula clerical y al otro los de los
ideales progresivos que nutren el espíritu contemporáneo. Tal ha sido el efecto, tan vio-
lenta la sacudida, tan hermoso el despertar de los radicales, que la prensa católica ha sal-
tado de quicio embadurnando sus columnas con el lodo vil de la injuria y la calumnia, con
10s espumarajos de la ira y el odio sectario. Las diatriba y los denuestos contra el partido
republicano se lanzan a porrillo desde los mismos púlpitos, convertidos por la soberbia y
la insanía clerical en tribuna de club político y en garita de inmundicias".
(61) Cf. su visión del congreso librepensador romano en Gerrninal, 25-XI-1904. No deja de ser
sintomática la publicación de estos coinentarios en el periódico palmero, mientras faltaban
o eran irrelevantes entre las páginas del bisemanario federal de Gran Canaria. D e Santa-
na Padilla véase también "La batalla decisiva", en El Tribuno, 21-VI-1904.
(62) Cf. "Sección de polémica. Cosas de El Tribuno", en La Prensa, 31-V-1905.
126 ANTICLERICALES, MASONES Y LIBREPENSADORES EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA (1868-1931)

ser más beligerantes@').Con Franchy en Madrid, asistiendo como decíamos a la


VI asamblea nacional pimargalliana, algunos militantes de la contigua Juven-
tud Federalista dejaron a un lado la conciliación o la tregua tácita con el cato-
licismo para descargar contra él toda su artillería.
Precisamente en 1905 principió su breve andadura el semanario La
Avanzada, "Organo de la juventud radical de Las Palmas", que, al menos,
lanzó 17 números entre el 29 de abril y el 26 de agosto. Alrededor suyo crista-
lizó una pequeña agrupación de principiantes, nutrida por republicanos y anar-
quista~,descontenta con el anticlericalismo tibio de El Tribuno y empeñada en
no consentir "la dominación de las faldas", la entronización de "otro cacicato
no menos humillante y pernicioso" que el de León y Castillo (64). Las burlas
implacables hacia el culto católico que aparecen en la sección "Ecos místicos",
la desmitificación de ciertos dogmas de fe o narraciones bíblicas, la exaltación
de Giordano Bruno u otros mártires del oscurantismo y la publicación de his-
torias escabrosas sobre la gente de sotana, entroncan desde luego con las hor-
mas lerrouxistas que desde Barcelona proponían una "religión laica" paralela
con rituales perfectamente codificados, según empezó a ponerse en práctica
desde aquel momento al decir de Cuila("). Los jóvenes radicales grancanarios
fueron espoleados por el solo anuncio del viaje de Belén Sárraga y sus actitu-
des cooperaron a enardecer los ánimos de una y otra parte, trayendo por ter-
cera vez a la capital insular los gérmenes de una crispación pasajera'"). Por lo
demás, la identidad masónica del semanario quedó paladinamente expresada
en la salutación del primer editorial: "A los radicales del Universo: Salud,
Salud, Salud. A los de España: Salud, Fuerza, Unión", según fórmulas habi-
tuales entre los hermanos de la francmasonería.
El diario católico La Prensa salió inmediatamente al quite de las diatri-
bas anticlericales de La Avanzada y en su contraofensiva llegó hasta un enfren-
tamiento directo con El Tribuno. Si los prolegómenos del arribo de la Sárraga
llevaron a la palestra descalificaciones mutuas y debates doctrinales, ahora
contábase con mayores motivos para fomentar la querella(67).En opinión del

(63) Cf. "Sección de polémica. Ya es hora de hablar claro", en ibidem, 25-V-1905 y "Sección de
polémica. Contumacia de El Tribuno", en ibidem, 9-VI-1905.Aquí se revela el respeto que
Franchy merecía entre los católicos menos fanáticos y el abandono de la tolerancia de éstos
ante el nuevo curso de la propaganda republicana.
(64) "Aquí estamos", en La Avanzada, 29-IV-1905.Entre sus redactores conocidos destacamos
al republicano teldense Manuel Macías Casanova y al anarquista Cándido López Gonzá-
lez, que procedía de El Rebelde.
(65)
, . J.B. CUELA Y CLARA, El republicanisme lerrouxista a Catalunva (1901-1923). , . Barcelo-
na, 1986, págs. 95-96.
(66) Cf. "Agonizando", en La Avanzada, 3-VI-1905, donde los redactores del semanario se
identifican plenamente con Sárraga, después de haber reproducido el 13 de mayo, de Ger-
minal, un escrito sumamente elogioso dedicado a ella.
(67) Uno de ellos versó acerca de la divinidad de Cristo y mereció esta apostilla del órgano radi-
cal: "Mal ha hecho el periódico federal al tratar a La Prensa como periódico, siendo tan
sólo un pliego de desahogos dedicado a despertar interés entre los analfabetos para exci-
tar pasiones y predisponer las conciencias de la clase trabajadora contra el Partido Repu-
blicano Federal.. . El Tribuno, sin desatender de su programa, debe presentarse más enér-
gicamente contra el clero ..." La Avanzada, "Duro con ellos", 10-VI-1905.
AGUSTIN MILLARES CANTERO 127

impreso clerical, La Avanzada no era sino "la sucursal" de aquél y por ello exi-
gió su desaparición inmediata para que tornase la paz, advirtiéndole que sufri-
ría las consecuencias en caso contrario(68). Ni la amenaza pudo surtir efectos por
lo pronto, ni El Tribuno se prestó a adoptar una postura más beligerante que
alterara su línea editorial. De cualquier forma, las peroratas de la visitante en
las otras islas y el fervor laicista que desató en Las Palmas de Gran Canaria,
crearon un ambiente propicio a la confrontación. "Las hostilidades se han roto,
la guerra está declarada", clamó La Prensa(hy); "Es ley indeclinable que no pue-
den coexistir la luz y las tinieblas", replicó La Avanzada. El padre Cueto expre-
só su protesta por "la manifestación impía y antirreligiosa" del 28 de junio ante
los numerosos fieles congregados en la catedral al término de la octava del Cor-
pus. Aquel mismo día fueron apercibidos de excomunión, en todas las parro-
quias de la ciudad, cuantos asistieran al mitin del Pérez Galdós. La sociedad
civil dio pruebas de independencia acudiendo masivamente a la convocatoria y
la tirantez no decreció en lo venidero. Al poco de marchar Sárraga, el 2 de
julio, varios obreros "emparrandados" mutilaron y pisotearon una imagen del
Niño Jesús que se veneraba en la ermita de San Cristóbal. Cueto lanzó inme-
diatamente una carta pastoral doliéndose por el "enorme sacrilegio" y seña-
lando "las funestas consecuencias que trae consigo la asistencia a reuniones y
la lectura de escritos", prohibiendo implícitamente la del semanario radical('O).
Las acusaciones hacia Franchy por haber destapado la caja de los truenos reci-
bieron de éste una breve y contenida réplica, prodigándose el titular católico
en las descalificaciones al republicanismo español por anticlerical y librepensa-
dor("). En suma, durante el verano de 1905 afloró entre el vecindario de Las
Palmas de Gran Canaria una reyerta que los franchystas habían tratado de elu-
dir y de la que fueron artífices inconscientes al traer al último gran fichaje
pimargalliano. En 1873 y 1883-1884 había sido el clericalismo quien buscó la
pelea con la opinión liberal; en 1905 sería la porción más extremista de la hete-
rodoxia la que desafió a las instituciones eclesiásticas.
Belén Sárraga mantuvo una reunión íntima el 23 de junio en la logia de
Santa Cruz de Tenerife y el 27 la de Las Palmas de Gran Canaria organizó una
gran tenida en su honor. Como sucedió en La Palma, hubo liberales integrados

(68) Cf. el desmentido de los radicales a la supuesta paternidad del PRF en "La sucursal. Ya
apareció la burra", en ibidem, 24-VI-1905.
(69) "Nuestra protesta", en ibidem, 30-VI-1905,donde se afirma el deslinde de los campos: "O
católico o republicano, o con Cristo o contra Cristo, o hijos de la Iglesia o sectarios de la
mentira y del error".
(70) Cf. "Los efectos", en La Prensa, 4-VII-1905 y "La voz del prelado. A nuestros muy ama-
dos hijos", en ibidem, 10-VII-1905. La respuesta exculpatoria de La Avanzada, "Hipocre-
sía frailuna", 15-VII-1905,fue redactada en un tono jocoso e insultante para la persona del
obispo: "Al pelotón de incapaces de la hipocresía milagrosa pertenece el P... Cueto".
(71) Cf. J. FRANCHY Y ROCA, "Por una vez", en El Tribuno, 5-VII-1905; "Contestando", en
La Prensa, 11-VII-1905; "La república y los republicanos", en ibidem, 13-VII-1905; "La
ignorancia y el librepensamiento", en ibidem, 8-VIII-1905 y "Armonías y melodías repu-
blicanas", en ibidem, 9-VIII-1905.
128 ANTlCLERlCALES MASONES Y LIBREPENSADORES FN LAS PALMAS DE GRAN C/\NARI+\ (ISh8 l g i l )

en la masonería o el librepensamiento que le brindaron una completa protec-


ción. Se les pudo ver entre la concurrencia a la plática del Círculo Iriarte del
Puerto de la Cruz el 22 de junio, presentada por el escritor republicano Luis
Rodríguez Figueroa. El ágape que tuvo lugar en Santa Brígida el 29 en el Cír-
culo La Amistad, estuvo montado por librepensadores sin mucha relación con
el republicanismo. Mas los "Hijos de la Viuda" canalizaron preferentemente
este entusiasmo pasajero, así que conviene volver a preguntarse sobre el grado
de proximidad entre las logias masónicas y las formaciones republicanas duran-
te esta nueva singladura.
La masonería gozó, en líneas generales, de mayor predicamento en los
medios burgueses tinerfeños o palmeros que en los grancanarios. Añaza, n o
125, taller de Santa Cruz de Tenerife, fundado el 8 de agosto de 1895, experi-
mentó un sustancial crecimiento que iría desde los 13 adscritos iniciales a los
103 de 1902. Al regularizarse con el nombre de Añaza, n0270 y cambiar de obe-
diencia en 1903, pasando del Grande Oriente Ibérico al Grande Oriente Espa-
ñol, llegó a disponer de 139 miembros y progresó hasta los 152 de 1905, máxi-
mo de cuantos tuvo, hasta disolverse en 1922 y pasar a registrarse con el no 1
en la federación de la Gran Logia de Canarias"'). Por otro lado, los pocos fede-
rales de la capital provincial mantuvieron siempre un alto índice de filiación
masónica. Así, nueve de los once integrantes del comité municipal elegido en
julio de 1904 eran o habían sido masones con antelación. El presidente Patri-
cio Estévanez y Murphy (Tinguaro) perteneció a Tinerfe, n0114 y Tinerfe, n o 17
durante la década de los ochenta, alcanzando en aquélla el grado 18 y desem-
peñando los cargos de "maestro de ceremonias" y "orador". También el vice-
presidente, el ebanista Manuel Rallo Cruz (Tigaiga), habíase iniciado tiempo
atrás en Teide, 53 y continuó su ascenso en Hijos del Teide, 94. Entre el perso-
nal de Añaza, 125 nos encontramos con el tesorero Francisco Sánchez Gonzá-
lez ( P i y Margall) y el secretario Julio Benítez Martín (Salmerón), además de
los vocales José Ruiz Rodríguez (Toscano), Antonio Expósito Mujica (Liber-
to), Juan Sitjá y Capmany ( N o i de las Barraquetas) y Antonio Espinosa Machín
(Demófilo);todos ellos, a excepción del último, pasaron después a Añaza, 270,
logia a la que se incorporó el otro secretario, Santiago García Cruz (Orense) ('".
En escala bastante menor, Las Palmas de Gran Canaria también repro-
dujo la simbiosis republicanismo-masonería a finales del XIX y principios del
XX. La logia Afortunada, n 0 5 actuó desde 1888 bajo la obediencia del Grande
Oriente Español, a lo largo de un período marcado por la búsqueda de la regu-
laridad en toda España. Su mayor contingente lo conseguiría en 1892, con ape-
nas 60 hermanos, sufriendo una merma sustancial en 1895 al engrosar un buen

(72) Pensamos que la cifra punta de 1905 responde en gran medida al revulsivo que significó la
presencia de Belén Sárraga. Cf. PAZ SANCHEZ, págs. 533-550,557-617 y 621-625.
(73) Salvo el susodicho y Sitjá y Espinosa, el resto continuó en la disciplina de Añaza, l .
AGUSTIN MILLARES CANTERO 129

número de ellos el novel taller L u z Marítima, con sede en el Puerto de La Luz.


Mientras que en éste no figura ningún republicano de los adheridos después al
Partido Republicano Federal reorganizado por Franchy en 1903, en aquél apa-
recerán tres futuros individuos de los primeros comités municipales dentro del
cuadro que lo gobernó: el devoto pimargalliano Jerónimo Falcón y Béthen-
court (Savonarola), "venerable maestro" en 1889 y 1890,con los grados 18 y 30,
respectivamente; José M" Mendoza y Pérez (Jurado, Ávila y Guanarteme),
"orador" en 1892 con el grado 33 y "venerable maestro" en 1893-1895; y final-
mente Lucas Alzola Apolinario (Víctor Hugo), "secretario guarda-sellos" en
1891-1896y grado 18 desde 1892(74). Precisamente del 23 de mayo de dicho año
data la carta patente de otra logia que no contó con el apoyo de Afortunada,
no 5 y permaneció unida a otro rito, Gran Canaria, no 93, entre cuyos fundado-
res estuvo otro postrer franchysta en concepto de "primer vigilante", Manuel
Benavides y Béthencourt ("l.
La masonería grancanaria volvió a levantar sus columnas en marzo de
1900 al erigirse la logia irregular Prince of Wales, que en marzo de 1901 logró
los auspicios del Grande Oriente Ibérico. Radicada en el Puerto de La Luz,
constituye para De Paz un "genuino ejemplo de la influencia británica en la isla
redonda", pese a disponer solamente de 34 miembros activos e iniciados en cir-
cunstancias poco ortodoxas, que para más inri apenas lograron sostenerla(7h).
Ningún futuro federal integró por esas fechas su directiva, pero al año siguien-
te Mendoza y Pérez fue "venerable" y en ella militó Benavides (Villarino), ya
con el grado 33. No deja de ser sintomático que la reorganización republicana
haya coexistido con una regularización masónica y que se produzcan coinci-
dencias entre quienes llevaron ambas adelante. A petición de los fundadores,
Mendoza escribió el 16 de junio de 1903 a Miguel Morayta para que el taller
portuense pasase a las filas del Grande Oriente Español, único cuerpo repre-
sentativo del país. De esta manera quedó reconstruida Afortunada, n o 5, otra
vez con una marcada impronta del republicanismo. En efecto, cuatro de los
integrantes del comité fundacional del Partido Republicano Federal presidido

(74) Los tres formaron parte del Soberano Capítulo Rosa Cruz Luz de Canarias, n o 6 (1889-
1895), organismo capitular en el que ocuparon importantes cargos: Mendoza fue "sabio" y
"perfecto" o "poderoso maestro" en 1892; Falcón, "gran maestro de ceremonias" en 1889
y "primer gran vigilante" en 1890; Alzola, "gran hospitalario" y "limosnero" en 1892-1893.
Además, Mendoza llegó a ser "caballero primer teniente" de la sección filosófica Aerópa-
go de Caballeros Kadosch Jurado Dominguez, n o 4 (1890-1895). Al vicepresidente del
comité franchysta inaugural, oriundo de Caracas, le venía de casta la filiación masónica.
Era hijo del propietario galdense José María Mendoza Santana (Guanarteme), "honora-
ble" de la logia Unión Liberal de Lisboa, grado 33 y con la calidad de "venerable maestro"
de Afortunada, n036 en 1870-1873. Cf. PAZ SANCHEZ, págs. 365-366 y 500-519.
(75) Ibidem, págs. 525-526. Sobre la vinculación de Mendoza y Pérez y de Alzola Apolinario
con el mutualismo de Gran Canaraia, cf. A. MILLARES CANTERO, "Trabajadores y
republicanos en Las Palmas (1900-1908)", en Vegueta, núm. O (Las Palmas de Gran Cana-
ria, mayo 1992), pág 131.
(76) P. SANCHEZ, pág. 685.
130 ANTICLERICALES, MASONES Y LIBREPENSADORES EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA (1868-1931)

por Franchy (el vicepresidente, los dos secretarios y un vocal) participaron en


la jefatura de la logia entre 1904-1905: el propio Mendoza, con la misma cuali-
dad de "venerable maestro"; Falcón y Béthencourt, para entonces ya con el
grado 33, como "orador" en 1903-1904 y "primer vigilante" en 1905; Santana
Padilla, "adjunto al secretario" en 1904 y "cosecretario guarda-sellos" en 1905,
y, por último, José Velázquez González, grado 18, "diácono" en 1904, pese a su
pronta retirada. Teniendo en cuenta la integración de otro santón procedente
de Afortunada, n036, el letrado ex progresista Amaranto Martínez de Escobar,
director de su periódico y grado 33 desde 1884, el peso de las personalidades
ahora pimargallianas sobre el total de las 45 altas del primer año es un detalle
muy revelador. Aunque la proporción de masones en el comité federal de Las
Palmas no fuese tan grande como la existente en Santa Cruz de Tenerife, repre-
sentaba casi un quinto y en términos relativos aportaron a la masonería un
cuño republicano hasta cierto punto equiparable. La doble militancia pudo
generar una influencia recíproca que sobrepasó la mera afinidad instintiva, lle-
vando hasta el partido la constante anticlerical de La Avanzada e inspirando en
la logia algunas de las actividades profanas que ejecutó o diseñó'"). A pesar de
ello, conviene insistir en que tales exponentes no dejarían de ser algo pasajero
y tangencial.
Afortunada, n 0 5 pasó de 45 obreros en 1903 a 20 en 1904, elevándose la
cifra tan sólo hasta los 26 cuando recibió a Belén Sárraga; muchos residían
fuera de la población capitalina, motivo por el que una docena se dio de baja
transitoriamente. Aparte de ello, el taller padeció una constante penuria eco-
nómica producida por su pequeñez y por la escasa puntualidad en el pago de
las cotizaciones. Esta falta de entusiasmo conduciría en octubre de 1905 a la
disolución, creándose una comisión liquidadora a propuesta de varios herma-
nos. El momento en que esto ocurre es enormemente significativo, porque
indica que el paso de la Sárraga no favoreció el crecimiento masónico que pare-
ce haber impulsado en la capital provincial. Incluso podría decirse que la logia
salió perjudicada tras su brega con los estamentos clericales que precedieron a
su extinción definitiva. El ardor masónico, en vez de subir de nivel, experi-
mentó una merma terminante al colisionar de lleno con sus enemigos acos-
tumbrados. Cabe imaginar también desavenencias intestinas. A los pocos días
de acordarse la liquidación, el 17 de octubre, once asociados decidieron insta-
lar otro taller con la incorporación de un principiante, al que darían el nombre
de Atlántida, n0285. Falcón fue "venerable maestro" y el único federal inclui-
do en su nómina aproximada. Los promotores ganaron un solo adepto y en

(77) Entre las primeras cabe mencionar un homenaje al héroe nacionalista filipino Rizal y, den-
tro de las segundas, el fomento del esperanto luego de constituirse el "Grupo Esperantis-
ta de Las Palmas" por iniciativa de Santana Padilla, secretario de la embrionaria sociedad,
quien se trasladó expresamente a Santa Cruz de Tenerife a finales de 1904 para explicar el
proyecto a sus hermanos de Añaza, n0270. en Ibídem, págs. 687-697.
A G U S ~ I N MILLARES CANTERO 131

agosto de 1906 formaron el triángulo Neptuno, n o 58, extinguiéndose al acabar


el año('''. Desde 1907 hasta finales de 1922 sobrevino un largo período de inac-
tividad masónica en Las Palmas de Gran Canaria, del que empezó a salirse con
la constitución de Andamana, n 0 3 . Los federales no tuvieron ya la prevalencia
y, durante la Segunda República, la aportación de los socialistas llegaría a ser
por lo menos equiparable.
Descontando su trienio inicial, el Partido Republicano Federal de
Franchy no ofreció soporte material alguno a los masones o librepensadores de
la isla, pese a no difuminarse estos últimos. Tras la amarga experiencia del
verano de 1905, causante de una de sus peores crisis internas, la humilde pla-
taforma que significó La Avanzada apenas tuvo continuidad en otro semana-
rio con el título de Progreso, "Órgano de la Juventud Radical de Las Palmas",
que vio la luz en septiembre de 1906 bajo la dirección del empleado Federico
Falcón Manly, hijo de Jerónimo Falcón y Béthencourt y hermano de un inte-
grante de Afortunada, n o 5 y Atlántida 285 entre 1904-1906. En su redacción se
dieron cita sobre todo dirigentes de la Juventud Federalista inscritos en una
tónica anticlerical propia de El Motín de sevillano José Nakens, particular-
mente por lo que respecta a la sección "Recortes y comentarios"(7y1. Las glosas
de Sebastián Suárez León a la denuncia presentada por el artículo "Salvajismo
religioso. El católico", del número correspondiente al 9 de marzo de 1907, die-
ron origen a un procesamiento por injurias a la autoridad, del que resultó
absuelto. El director Falcón pasó también ante la Audiencia y con igual fortu-
na, acusado de injurias al rey y escarnio a la religión católica, al haber repro-
ducido al poco un fragmento del libro Palabras de Alfredo Calderón. Final-
mente, Julián Torón Navarro recibió otra sentencia que lo absolvía por
escarnio a la religión y lo condenaba a cuatro meses y un día de arresto mayor
por injurias a la autoridad, debido a los sueltos que publicó al

111. NUEVOS BROTES ESPORADICOS

Durante la segunda época de El Tribuno, a partir de 1909, en muy con-


tadas ocasiones nos tropezamos con burlas o menosprecios que afectaran a las

(78) Ibídem, págs. 697-700.


(79) Hemos podido registrar entre los redactores y colaboradores a Sebastián Suárez León, Isi-
dro Brito González. Julián Torón Navarro, Vicente Gómez Bonnet. Manuel Macías Casa-
nova y Francisco Rivero y Rivero, ninguno de los cuales tuvo nexos masónicos. Desde Bar-
celona colaboraba Rafael Guerra del Río, uno de los probables artífices de La Avanzada.
Su lema bajo los titulares era "Libertad. Igualdad. Fraternidad. Justicia. Ciencia. Trabajo".
(80) Cf. S. SUAREZ LEON, "Denunciados", en Progreso, 16-111-1907; A. CALDERON,
"Solución", en ibidem, 26-111-1907, y Julián TORON NAVARRO, "Recortes y comenta-
rios", en ibidem, 27-IV-1907, además de Archivo Histórico Provincial, Sentencias crimina-
les, 1908-1909,Núms. 11,25 y 37 de 1908. SOLA, "A la juventud de Teror", en ibíciem 25-
1-1907,hacía una invitación a luchar contra los curas, "esos mercaderes disfrazados con las
máximas de Cristo".
132 ANTICLERICALES, MASONES Y LIBREPENSADORES EN LAS PALMAS D E GRAN CANARIA (1868-1931)

creencias religiosas y especialmente al catolicismo tradici~nal(~').


El espécimen
republicano que Franchy representaba entrañó una fractura con los moldes de
la heterodoxia local, sobre todo en relación a la masonería. El neófito líder del
republicanismo grancanario reprodujo el distanciamiento de Pi y Marga11 fren-
te al orbe del "Gran Arquitecto del Universo" y rompió de esta menera con el
estilo de su predecesor Eufemiano Jurado. Franchy, como hemos visto, res-
ponde a los caracteres de un librepensador de biblioteca que no se ocupó de
fomentar esa clase de corporaciones ni de prestar al problema religioso más
atención de la imprescindible. Entre Santa Cruz de la Palma y Las Palmas de
Gran Canaria hubo en este ámbito profundas diferencias, faltando por aquí
sociedades del tipo de La Ingenuidad y otras allí arraigadas. La lejanía masó-
nica del "Pi isleño" lo contrapuso igualmente con una de las pautas del federa-
lismo decimonónico, de cierta solera en Cataluña y otras regiones(82).
Franchy prefería ceñir lo religioso a lo político, respetando la conciencia
individual escrupulosamente. El 17 de julio de 1910 llevó a cabo el Partido
Republicano Federal un mitin anticlerical en el Circo Cuyás que, sin llegar
hasta las cotas que alcanzó el de Belén Sárraga en el Pérez Galdós, ofreció
algunas particularidades de interés. Todas las organizaciones franchystas de la
ciudad rubricaron dos días antes un manifiesto para sumarse a las movilizacio-
nes laicas que sacudieron por entonces el país, "como expresión de simpatía
por la política iniciada por el gobierno frente a las exigencias del Vaticano y en
petición de que persevere en ella para asegurar la supremacía del poder civil y
la libertad religiosa". Los convocantes del acto llamaron a los "verdaderos libe-
rales de todos los matices"(83).El jerarca leonista local, Felipe Massieu y Falcón,
no quiso sumarse a la iniciativa, pero aceptó públicamente la asistencia de
cuantos lo considerasen oportuno. Bastantes prohombres del liberalismo gran-
canario, pertenecientes sobre todo a la fracción más avanzada del ruanismo
(los ex republicanos posibilistas capitaneados entonces por el médico Vicente
Ruano y Urquía), acudieron al Circo a escuchar a los oradores republicanos,
qiie en esta ocasión fueron el empleado Sebastián Suárez León, el abogado
Rafael Guerra del Río y el propio Franchy. El regeneracionismo de Canalejas
tuvo entre la élite política insular decididos admiradores y, en el frente religio-

(81) La edificación de la nueva basílica de Arucas generó un mero chascarrillo sobre la mayor
utilidad de una escuela de agricultura y de comercio o de un laboratorio de química (PUL-
GARCITO, "Gotas amargas", en El Tribuno, 22-IX-1909). Poco antes, sin embargo, el
postrer masón Daniel O'Shánahan Cabrera se había esforzado en desmentir la supuesta
irreligiosidad del PRF ("Deslindando", en ibídem, 10-VII-1909).
(82) Cf. 1. BO-Y SINGLA, "Las ideas federales", en Lu Autonomía, Barcelona, 5-V-1900 y F.
PI Y SUNER, "Mitin antimasónico", en El Nuevo Régimen, Madrid, 20-11-1904, con las
referencias aportadas por LOPEZ CASIMIRO, op. cit., y F. MORENO GOMEZ y J.
ORTIZ VILLALBA, La Masonería en Córdoba, Córdoba, 1985.
(83) Firmaban el anuncio, Franchy por el comité municipal y el Círculo Republicano Federal
de Triana, José Gil Pineda por la Juventud Federalista y Manuel Valido por el centro de
Arenales, Juventud Republicana Federal. Cf. "Al pueblo de Las Palmas", en La Mafiana,
16-VI-1910.
AGUSTIN M~LLARESCANTERO 133

so, la separación Iglesia-Estado y la cancelación del convenio suscrito con


Roma en 1904 por el gabinete conservador, recibieron el encomio mayoritario
de la intelectualidad burguesa. Una porción del leonismo se sumó, pues, al
mitin republicano, e incluso intervino en la manifestación consecutiva que,
encabezada por el comité federal y las juntas de sus entidades distritales, con-
gregó a unas 6.000 personas según cálculos decididamente optimistas (R4). De
esta forma, la respuesta isleña al empuje de los medios clericales desatado
durante el mes de junio, si bien conducida por los pimargallianos, mereció un
espaldarazo anecdótico que los desbordó ampliamente.
Luego de esta acción de masas, el republicanismo oriental no volvió a
movilizarse por estos derroteros y las preces anticlericales tornaron a su mode-
ración habitual(85).En el verano de 1915, con Franchy ya definitivamente esta-
blecido en la Península, algunos de sus discípulos se pronunciaron contra el
proyecto jesuita de instalar un colegio en la municipalidad(X5). Tres años des-
pués, en septiembre de 1918, El Tribuno arropó la suscripción nacional en
favor de El Motín de Nakens, "campeón del anticlericalismo español", para
que no desapareciera víctima de la carestía del papel que tuvo lugar durante la
Gran Guerra. El corresponsal en la isla de este cotidiano, el comerciante José
Rodríguez Melián, financiaba por entonces un modesto semanario en La Isle-
ta, El Vigía (1917-1918), que dio entrada a varias muestras de las prédicas anti-
católicas de aquél. En calidad de director del mismo actuó el teldense Vicente
Padrón Suárez, un devoto de Franchy y de Nakens cuya especial enemiga hacia
el jesuitismo ya había aparecido en su periódico El Centinela con poca antela-
ción.
No fue hasta 1920 cuando se asistió en Las Palmas de Gran Canaria a
otro relanzamiento del anticlericalismo, si bien no alcanzó las cotas de tensión
ciudadana que apreciamos en 1873 o 1883-1884 y, más aún, en 1905. El diario
republicano federal concedió un mayor espacio a semejante temática@'),hasta
que el 11 de julio ocupó toda la primera plana con una mordaz sátira titulada
"Cuando yo fui obispo.. .", con la firma de Perico. Ex obispo de Canarias (S.J.),
seudónimo utilizado para la ocasión por el ex dirigente conservador Leopoldo

(84)
, , El Tribuno. 23-VII-1910. Tras disolverse la marcha fueron re sentadas las conclusiones del
mitin al delegado del gobierno, telegrafiándose a la ~ o n j i n c i ó nrepublicano-socialista y a
varios periódicos de Madrid.
(85) Nos parece muy sintomático que la intensa actividad pastoral y caritativa desarrollada en
el barrio de La Isleta por los obispos "limosneros" Adolfo Pérez Muñoz (1909-1913) y
Angel Marquina Corrales (1913-1922), haya merecido muy pocas objeciones por parte'dé
los franchystas, sobre todo al coincidir los esfuerzos del primero con la definitiva entroni-
zación del sindicalismo portuario, liderado por hombres del Partido Republicano Federal.
Cf. CAZORLA LEON y SANCHEZ RODRIGUEZ, págs. 435-452.
(86) Cf. J. GARCIA Y GARCIA, "Los jesuitas", en El Tribuno, 30-VI-1915.
(87) Cf. T. YANEZ MORALES, "Para la chusma", en ibidem, 16-VI-1920,con un ataque furi-
bundo hacia "la clerigalla" a propósito de sus vituperios por la reconstrucción de la esta-
tua de Ferrer Guardia en Bruselas.
134 ANTICLERICALES. MASONES Y LIBREPENSADORES EN LAS PALh4AS DE GRAN CANARIA (1868 1931)

Navarro Soler, célebre penalista y amigo íntimo de Franchy, de quien fue con-
discípulo en la Universidad de Granada. No deja de ser curioso que haya sido
un vástago del alcalde moderado Luis Navarro Pérez, que en 1876 cerró el pri-
mer Instituto de Segunda Enseñanza cediendo ante las coerciones del ultra-
montanismo, el artífice de uno de los exponentes más singulares de nuestra
literatura periodística de marca anticlerical. La inteligente fabulación, dedica-
da al concejal romanonista Alfredo Cabrera Pérez, constituyó una chanza
demoledora hacia los canónigos del cabildo catedralicio y un retrato bastante
fiel de los muy poco evangélicos hábitos capitula re^^^^).
A despecho de la mala prensa que pudieran tener los dignatarios de la
diócesis oriental, éstos tampoco se mordían la lengua a la hora de embestir al
republicanismo. Desde el púlpito de la iglesia de San Francisco, simultánea-
mente, el canónigo Azofra del Campo arremetía con acritud contra el conteni-
do de unas conferencias pronunciadas por el repúblico radical Rafael Guerra
del Río, presto a ganar su acta de diputado a Cortes con el plácet de los leo-
nistas. A principios de septiembre, el consejero cabildicio y líder federal Per-
fecto Serrano Rodríguez, militar, presentó en la corporación grancanaria una
propuesta solicitando la suspensión de los cultos en el patio principal del Hos-
pital San Martín, que no fue atendida'"). Y el día 11 empezó a circular por la
urbe un nuevo semanario anticlerical, El Clarín, editado como La Avanzada y
Progreso por un grupo de jóvenes que eran todos asimismo incondicionales de
Franchy y que esta vez utilizaban los propios talleres tipográficos de El Tribu-
no, desde el cual se apoyó ahora sin rodeos las polémicas con el diario clerical
de mayor solera y prestigio, El Defensor de Canarias. Los animadores de esta
tercera aventura periodística de sello específicamente anticlerical estaban
imbuídos más que nunca de un nakenismo exultante, brindándoles su aval el
casi octogenario director de El Motín ("").
Igual que sus antecesores de 1905 y 1906-1907, El Clarín tuvo una vida
corta y azarosa. La primera época discurrió entre el 11 de septiembre y el 18 de
diciembre de 1920, lanzando catorce números donde las contribuciones de los
federales se esconden por lo regular bajo seudónimos: Juan Claridades, Fray
Gaspar, Mar Kina, Juan Renegado, Doctor Azufre, etc. ["). El desembarco últi-
mo de los jesuitas en 1917 los convirtió en blanco preferente de sus disparos

(88) El autor, que dirigió en 1896 el diario canovista Heraldo de Las Palnzas, es bisabuelo
materno de quien escribe, y nuestra abuela Magdalena Navarro Wood nos contó reitera-
das veces el revuelo producido por la pluma de su padre en la opinión pública de la ciu-
dad, dando origen a multitud de reacciones encontradas.
(89) Cf. J. MELIAN JIMENEZ, "Comentarios a una proposición", en El Tribuno, 5-IX-1920.
(90) Cf. "A lo que venimos" y "Nuestro programa", en El Clarin, 11-IX-1920; "Una carta de
Nakens para El Clarín", en ibídem, 23-X-1920, y J. NAKENS, "Me alegro - .y me alegro",
en ibídem, 30-X-1920.
(91) Un ejemplo concreto en Juan CLARIDADES, "Por qué somos anticlericales", en ihidem,
11-IX-1920.
AGUSTIN MILLARES CANTERO 135

dialécticos, pero éstos se dirigieron por igual a "todo lo absurdo que se trame
en los fondos oscuros de las sacristías" y alcanzaron a menudo al obispo Mar-
quina y corra le^'^^). Uno de sus lemas fue "A la redención por la instrucción",
precisamente en un momento en el que la izquierda peleaba otra vez por la
enseñanza laica (y3). Los escasos recursos económicos derivados de sus pocos
lectores impidieron la consolidación de esta clase de empresas, siempre redu-
cidas a pequeños cenáculos, a pesar de contar esta vez con la protección del
franchysmo oficial.
Hasta 1922 no reapareció El Clarín en su segunda época, ahora con 16
números entre el 6 de mayo y el 16 de septiembre y la dirección de Francisco
Rodríguez. Nakenismo y antijesuitismo continúan marcando su línea editorial,
incorporando en la primera plana de los números 7 y 16 la caricatura de un
obeso sacerdote, el "señor de los jamones"(94).Junto al refuerzo de algún repu-
tado socialista como Juan Sosa Suárez, los más característico en esta reanuda-
ción sería el frustrado empeño de trasladar la propaganda anticlerical a los
campos. Semejante apuesta empezó y acabó en Moya con un mitin el domingo
20 de agosto, destinado a combatir a los "caciques con sotana" o "guirres
negros" (y".Más allá de unos cuantos acólitos ilustrados, no había posibilidad
alguna de que semejantes incitaciones prendiesen entre una población campe-
sina mayoritariamente analfabeta, máxime cuanto en el medio urbano tenían
tan corta porción de cultivadores. Ni siquiera blandiendo el binomio caciquis-
mo-clericalismo lograron dejar secuela dentro del ámbito rural.
Entre los meses de febrero y marzo de 1923 abrió El Tribuno otra sus-
cripción en pro de El Motín, para conmemorar el 80 cumpleaños de su funda-
dor y director. La cuestación fue también sustentada por el vocero de la recien-
te agrupación del PSOE, El Socialista, y canalizada a través de una comisión de
vecinos del barrio de La Luz que apadrinó el empleado Vicente Padrón Suá-
rez('Q. En menos de dos semanas habían contribuido 252 personas de Las Pal-
mas de Gran Canaria y de Telde, sin incluir una peña de señoritas del munici-

(92) Cf. "Nuestro propósito", en ibídem, 18-IX-1920 y FRAY QUINTÍN, "De jesuitismo. Un
caso...", en ibídem, 2-X-1920.
(93) CF. Rafael ALMEIDA, "La educación laica", en El Espectador, 9-VIII-1920; la contesta-
ción anónima desde El Defensor de Canarias, "Para El Espectador, con toque de atención",
11-VIII-1920,y la réplica de aquél en El Tribuno, reproducida por El Clarín, 18-X-1920.
(94) Cf. "La araña negra", en ibídem, 20 y 27-V-1922 y "Así pensarán ellos ... Para Nakens",
en ibídem, 20-V-1922.
(95) Cf. "El Clarín en marcha. Los impíos de propaganda", en ibídem, 29-VII-1922 y FRAY
LUIS, "En Moya. Un cura airado y un éxito pío", en ibídem, 26-VIII-1922.
(96) Véase su opúsculo posterior El intrusismo histórico o Apuntes para la Historia del Intru-
sismo en Las Palmas, P u e ~ t ode La Luz, 1933, con una expresiva dedicatoria a Franchy,
resumen de sus pujas desde 1923 en favor de los elefanciacos del Hospital de San Lázaro,
muy útil para captar sus ideas sociales y políticas. Otra de sus actuaciones está recogida en
el folleto Proyecto de un muelle por el castillo de Santa Catalina en el Puerto de La Luz
(Gran Canaria). Resumen de la información pública y Dictamen de la Delegación de Mari-
na de Las Palmas, Las Palmas de Gran Canaria, 1934.
136 ANTICLERICALES, MASONES Y LIBREPENSADORES EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA (1868-1931)

pio sureño, recaudándose exactamente 1.202,65pesetas, una cantidad bastante


respetable en aquellas coordenadas y atendiendo a la personalidad de los
impulsores de semejante operación. Padrón se dirigió por carta al propio
Nakens y la respuesta de éste apareció en El Motín, del cual sería aquél uno de
sus mejores corresponsales isleños por entonces ("1. A partir de enero había
resucitado el pleito de la izquierda con el conservadurismo clerical, y un sacer-
dote exhortó a sus feligreses desde el púlpito de la ermita de San Telmo a no
leer el órgano federal y a suscrubirse a El Defen~or'"~.
Nos preguntamos hasta qué punto esta temperatura no tuvo que ver
directamente con el renacimiento masónico operado, según dijimos, en las pos-
trimerías de 1922, mediante la erección de la logia Andamana, n03(yy1. Los tex-
tos anticlericales de Nakens, distribuidos por la redacción de El Clarín, estuvie-
ron a la venta en la imprenta de El Tribuno. El novel taller de la
francmasonería, de inmediato dentro de la obediencia de la Gran Logia de
Canarias, no contó entre sus fundadores con algún republicano de postín, a
pesar de que el reiterado Vicente Padrón había pertenecido en 1901 a Príncipe
de Gales. Ni un Perfecto Serrano, ni un Sebastián Suárez León, colaborador del
periódico de Nakens, fueron masones, manteniéndose por la tanto fieles a las
directivas de F r a n ~ h y ' ~Son
~ ) .obvias, sin embargo, las profundas corrientes de
simpatía entre ambas facciones, con destacados precedentes. Ya durante la
Segunda República, Andamana evidenció un importante componente federal
en los puestos directivos (Aurelio Lisón Lorenzo, José Gil Pineda, Pedro Truji-
110 Guerra o Nicolás Díaz-Saavedra Navarro), mucho más sobresaliente que el
de la logia Acacia, n04 del Puerto de La Luz (1932-1936). Por esta época, el peso
de los socialistas (Cristóbal Bonilla Cózar, Mario Pons Cabral o Juan Rodríguez
Doreste), se hacía notar desde luego en los dos templos masónicos~""~.
Los tres primeros matrimonios civiles de Gran Canaria fueron contraí-
dos por otros tantos federales y colaboradores de su diario en 1925-1926:Agus-
tín García, del Puerto de La Luz; Manuel Alonso, de Telde, y Pedro Delgado
Quesada, de Gáldar'""'. No hay pruebas de que estos enlaces hayan provocado
una irritación homologable a la concitada por el sepelio civil de 1873. Los cita-

(97) La recolecta, iniciada el 22 de febrero, se dio a conocer mediante una circular impresa que
firmaron sus promotores. Cf. el agradecimiento de Nakens en ibidem, 27-VI-1922. En su
edición de1 21 de octubre, El Motin se sumó al homenaje a Franchy celebrado en Las Pal-
mas de Gran Canaria a finales de septiembre, incluyendo un texto suyo; la representación
del periódico en el mitin del día 29 en el Circo Cuyás la ostentó el mentado Padrón.
(98) Las mofas sarcásticas de los republicanos a tales recomendaciones pueden leerse en
"Desde el vúlvito". en El Tribuno. 26-1-1922,
(99) PAZ SANCHEZ, págs. 701-713.
(100) Suárez León colaboró en el número extraordinario de El Motin del 1 de enero de 1923,
editado por suscripción popular, con el apunte "La voz de Nakens".
(101) Cr. sobre el partidjsmo francmasón y otros extremos, las interesantes puntualizaciones de
María Dolores GOMEZ MOLLEDA, "Masonería y democracia en la España Contempo-
ránea", en ALVAREZ L A Z A R 0 (coor.), págs. 73-91.
(102) Cf. Segundo GARCIA, "Matrimonio civiles. iY van tres!", en El Tribuno, 31-XII-1925.
AGUSTIN MILLARES CANTERO 137

dos Vicente Padrón y Agustín García se convirtieron, al parecer, en los pri-


mordiales abanderados del anticlericalismo en el populoso barrio de La Isleta,
sirviéndoles como caja de resonancia la barbería de la que era propietario un
tal maestro Román (¿Antonio Román Aguilar o Máximo Román Jiménez?)
entre las calles Luján Pérez y Ferrera, donde también se repartía El Motín
habitualmente. En idéntica perspectiva tendríamos que situar el renovado anti-
jesuitismo que permitió la crónica "Una maniobra de los jesuitas" del famoso
periodista republicano Roberto Castrovido, ex director de El País de Madrid,
reproducida por el diario federal grancanario el 3 de julio y con edición agota-
da'Io3).La política anticlerical llevada adelante por el gobierno mexicano mere-
ció asimismo algunas interesantes reflexiones autóctonas ("'4). Y los artículos
publicados en El Tribuno combatiendo la pretensión jesuítica de entronizar la
imagen del Corazón de Jesús en todos los ayuntamientos grancanarios, dieron
lugar en mayo de 1926 al procesamiento de tres federales (Alfonso Useleti,
Manuel Alonso y Pedro Delgado) y de dos socialistas (Juan Sosa y Francisco
Mena), acusados de "ataques al libre ejercicio del culto" 'lo5).
De todas formas, la zona más expuesta a la conflictividad entre el cato-
licismo oficial y sus detractores residió en el campo de la enseñanza, pues a lo
largo de la Dictadura se desarrolló por aquí un progreso considerable de las
órdenes religiosas dedicadas a dichos menesteres, bajo el amparo del obispo
Miguel Serra y Sucarrats (1922-1936). Ya en los prolegómenos de aquélla, en
agosto de 1923, El Tribuno combatió la educación fanática de los hijos de "don
Bosco" y defendió la escuela laica ante la perspectiva de que los salesianos
abrieran establecimientos docentes en la isla('06).El crecimiento de los colegios
religiosos entró pronto en contradicción con los estudios públicos (""). La peda-
gogía moderna comúnmente aplicada por el profesorado del Instituto de
Segunda Enseñanza resultó objeto de las insidias sembradas por los instructo-
res jesuitas, utilizando como excusa la organización de las permanencias estu-
diantiles. El principal destinatario de todas ellas pasó a ser el catedrático de
Historia y director del mismo José Chacón de la Aldea (Lucilio), postrer
"venerable" y "orador" de Acacia, no 4. El 24 de junio de 1927 se celebró en el
hotel Towers de Las Canteras un concurrido banquete en homenaje al cuadro
de profesores del Instituto (Chacón, Gonzalo Pérez Casanova, Juan Millares

(103) Cf. S. SUAREZ LEÓN, "El éxito de un artículo", en ibidem, 8-VII-1925, elogiando a la
parte de la juventud "no contaminada de la carroña y de la lepra con que el jesuitismo
quiere invadir la sociedad.. ."
(104) A cargo de Alfonso Useleti, quien inmediatamente polemizó con el diario local La Pro-
vincia respecto de las persecuciones religiosas en "El problema religioso", en El Tribuno,
5-VTTT-1926.
- - .- ..
(105) ?f. la protesta y la solidaridad con los procesados del portavoz de la agrupación municipal
del PSOE en El Socialista, 26-V-1926.
(106) "Si vienen los salesianos ...La enseñanza laica". en El Tribuno. 23-VIII-1923.
(107) No resulta fortuito que en este marco actuarauna comisión organizadora de un Ateneo
Popular, con inspiración republicana. Cf. El Tribuno, 2-VI-1927.
138 ANTICLERICALES, MASONES Y LIBREPENSADORES EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA (1868-1931)

Carló, Francisco Fiol, los masones José Sabater Vida1 y Demófilo Mederos
Pérez, etc.), acto cívico de repulsa por un cerco clerical que ponía en peligro la
misma existencia del establecimiento. Ofrecido entre otros por el abogado
masón Cristóbal Bonilla (Melgarejo, inmediato "orador" de Andamana), anti-
guo federal y ahora director de El Socialista, y por el doctor y ex alcalde las-
palmense Bernardino Valle Gracia, incorporado por entonces a las filas antidi-
násticas, allí se aprobaron escritos para elevar al ministerio de Instrucción y a
las corporaciones locales, además de ponerse en marcha una asociación de
padres de alumnos ("'". Entre los colectivos que se solidarizaron con el acto
estuvo el comité municipal del Partido Republicano Federal. Esta vez no ocu-
rrió lo mismo que en 1876, cuando la protesta del conservadurismo moderado
contra los tres catedráticos krausistas Calderón, Arenas y Milego deparó el
lamentable cierre de nuestro primer Instituto, pero sí tuvo que abandonar la
dirección del centro Chacón de la Aldea a principios de 1928'"").

IV. ALGUNAS CONCLUSIONES

El anticlericalismo condicionó apenas la dinámica histórica de la ciudad


de Las Palmas de Gran Canaria desde la revolución septembrina hasta el tér-
mino de la Dictadura primorriverista. Exceptuando el episcopado de Urquina-
ona y un breve paréntesis del correspondiente a Pozuelo, ya durante el dece-
nio 1869-1878 o el bienio 1883-1884, desde las instancias eclesiásticas no se
aplicó una línea que pudiera violentar los sentimientos laicistas y racionalistas
de unas élites culturales empeñadas en trabar contacto con la evolución inte-
lectual europea, o de unas formaciones políticas a remolque del devenir nacio-
nal. El Seminario Conciliar se transformó puntualmente en refugio de catali-
zadores ultramontanos que transgredieron los moldes jansenistas del obispo
Antonio Tavira y Almazán (1791-1796), o los liberales del canónigo doctoral
Graciliano Afonso y Naranjo a partir de la mitra del isleño Manuel José Ver-
dugo y Albiturría (1796-1816), pero su beligerancia hacia la intelectualidad
isleña quedó circunscrita al período del arribo francmasónico, adentrado el
Sexenio. El profesorado catalán que recaló durante los obispados de Buena-
ventura Codina y Augerolas (1847-1857) y especialmente de fray Joaquín
Lluch y Garriga (1858-1868),se mostró muy sentible a la proyección que pudie-
ra tener en los planos filosóficos o científicos la extensión de la heterodoxia. La
Iglesia institucional estaba acostumbrada por estas latitudes a convivir con

(108) Cf. Cristóbal BONILLA, "Al margen de una campaña. ¿Qué hacemos con los padres?",
en ibídem, 8-VI-1927;J. CANARIO, "Los héroes de la enseñanza", en ibídem, 10-VI-1927,
y "El banquete pro cultura", en ibídem, 26-VI-1927.
(109) Cf. el recuerdo de tales hechos por parte de Vicente Padrón en "Los enemigos de la Repú-
blica", en El Amigo del Pueblo, Puerto de La Luz, 3-IV-1932.
AGUSTIN MILLARES CANTERO 139

minorías protestantes en los grandes puertos, y esta secular tolerancia alcanzó


otros círculos y no parece que haya sido arrinconada en la diócesis oriental más
que por un lapso de catolicismo enervante, tras el Concilio Vaticano 1y la ocu-
pación de Roma. La marcha de Urquinaona restableció así los paradigmas tra-
dicionales y sosegó los espíritus en uno y otro campo, apenas enardecidos cuan-
do Pozuelo esgrimió los anatemas hacia los católicos liberales, dando alientos
al campeón carlista Roca y Ponsa. Sólo el desarrollo de la Iglesia docente, muy
activo doblada la crisis finisecular, introdujo nuevos ingredientes de tensión,
simultáneos con una fugaz recuperación masónica y con un dinamismo repu-
blicano proporcionalmente más sólido.
La masonería no dispuso en Gran Canaria de las nutridas y diligentes
células que aglutinó en La Palma o en Tenerife, sin que sea lícito inferir que
fuera ésta la razón fundamental de la endeblez de su anticlericalismo, muy
acertadamente comparado por el profesor Cuenca con el de la Andalucía marí-
tima u otras regiones de la España interior, al referirse a todo el Archipié-
lago('")).Sus agentes primordiales en Las Palmas de Gran Canaria se localiza-
ron entre jóvenes de clase media con filiación republicana federal, ya durante
el Sexenio o a partir de 1903, que enarbolaron la enseña de un laicismo libre-
pensador fuera de los encuadramientos partidarios. En su escuálida nómina se
cuentan varios profesionales de la abogacía y empleados cultos que ejercieron
ocasionalmente el periodismo o centraron en torno a él su ocupación funda-
mental, muy en consonancia con los patrones galdosianos. La literatura anti-
clerical, pese a todo, se refugia por excelencia en periódicos absolutamente
marginales, excepción hecha de El Federal de 1868-1869 y del noticiero masó-
nico La Afortunada de 1873-1874, ambos con una corta singladura. La vecin-
dad masónica del anticlericalismo es evidente en esta fase, lo mismo que su ads-
cripción eminentemente republicana. Llegados al novecientos, semejante
coyunda emergió alrededor del torbellino desatado por Belén Sárraga en el
verano de 1905 y se encarnó en La Avanzada, al margen de la disciplina del
republicanismo. Afiliados a la Juventud Federalista promovieron a continua-
ción la secuela que representó Progreso en 1906-1907, aunque esta vez faltasen
las afinidades directas con los amigos de los tres puntos. El franchysmo nada
tuvo que ver con la demogogia lerroxista en este y otros ámbitos, y no hizo otra
cosa que mantener oficialmente unos fundamentos programáticos laicos de
muy exigua veta anticlerical fuera de la enseñanza. Al partir Franchy apenas se
alteró esta norma de manera tangencial, ya que los remedos de Nakens encon-
traron un mínimo cobijo en El Tribuno y debieron pasar a los insignificantes

(110) J.M. CUENCA TORIBIO, "Un posible punto de partida para el análisis de una cuestión
clave de la Historia Española Contemporánea: El anticlericalismo", en J.A. FERRER
BENIMELI (coord.), Masonería, política y sociedad, to 11,111Symposium de Metodología
Aplicada a la Historia de la Masonería Española (Córdoba, 15-20 de junio de 1987), Zara-
goza, 1989, págs. 716-717.
140 ANTICLERICALES. MASONES Y LIBREPENSADORES EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA (1868-1931)

semanarios isleteros El Centinela y El Vigía en plena Gran Guerra o a El Cla-


rín de 1920 y 1922, carentes todos ellos de lazos con la masonería. La proce-
dencia federal de muchos de los introductores del socialismo grancanario, no
les predispuso a romper con la indiferencia de Pablo Iglesias y su entorno ante
los temas anticlericales.
Fenómeno urbano en exclusiva y por antonomasia capitalino, el anticle-
ricalismo isleño no tiene la señas de identidad agrarista, peculiares del gallego,
ni hunde, como él, sus raíces en un pasado remoto. En el caso grancanario, es
una criatura de la Junta de 1868 que creció al socaire del republicanismo y pre-
senta sus únicas plazas en la capitalidad insular y, con bastante retraso, en
Telde. Sin una corriente popular en su seno, aparece como patrimonio de
minorías burguesas con una personalidad, en este orden, mucho más republi-
cana que masónica, sobre todo, en la segunda generación de estirpe franchys-
ta. La cúpula mutualista artesanal que desafió al obispado en 1873 renunció
enseguida a esos derroteros y la Asociación de Trabajadores, aún conservando
la impronta antidinástica, se desprendió de las prescripciones emparentadas
con la masonería. Los pioneros ácratas del Centro Obrero y de El Rebelde en
1902-1903 no tuvieron en propiedad sucesores, y la absoluta irrelevancia del
anarcosindicalismo laspalmense privó a los anticlericales de uno de sus grandes
espolones dentro del movimiento obrero. Las solitarias acciones de masas de
tipo anticlerical fueron los mítines federales del 28 de junio de 1905 y del 17 de
julio de 1910, explotando las simpatías de una buena parte de la familia liberal
hacia el canalejismo. Con muy pocos antecedentes contaba la cuestión religio-
sa en la flamante capital de la provincia a las puertas del 14 de abril de 1931, y
creemos que esta situación no experimentó alteraciones sustanciales en el
quinquenio consecutivo.
La rivalidad entre laicismo y clericalismo se ventiló más dentro de la
esfera estrictamente política que en la religioso-filosófica entre 1931-1936. Pro-
clamada la 11 República, corrillos juveniles destrozaron la redacción de El
Defensor de Canarias y apedrearon la fachada del Colegio de los Jesuitas, pero
tales agresiones apuntan más hacia la condición monárquica de los damnifica-
dos (la alianza entre el trono y el altar), que a sus creencias en el terreno espi-
ritual. Los carlistas no superaron entre nosotros la función de una pírrica mino-
ría, que luego del traslado de Roca a la capital hispalense actuó con mucha
prudencia, exhibiendo incluso una singular ponderación ideológica desde las
columnas del diario finisecular España, en línea con los postulados de Vázquez
de Mella. Al sobrevenir nuevos partidos confesionales del corte de Acción
Popular, fuertemente amparados por la jerarquía eclesiástica, se generó a prio-
ri un marco teórico muy propicio para la reedición aumentada de los procesos
de 1873, 1883-1884 y 1905. No obstante, la dinámica del nuevo régimen discu-
rrió en la provincia por otros conductos merced a razones variopintas. No hubo
AGUSTIN MILLARES CANTERO 141

quema de conventos ni saqueos de templos en nuestras poblaciones; que sepa-


mos, sólo una amenaza de esta naturaleza surgió en Telde en la antesala del 18
de julio.
Si la primitiva prensa socialista nunca prestó demasiada atención a los
temas relacionados con asuntos religiosos o con la Iglesia, esta norma de con-
ducta persistió, casi sin excepciones, durante el paréntesis republicano ("').
Hasta los mismos federales parecen haber puesto sordina a sus prédicas anti-
clericales de 1920-1922, adoptando una actitud claramente apaciguadora, limi-
tándose el semanario El Federal (1931-1933),portavoz de una Juventud apo-
dada con razón "rnatusalénica", a aprobar igualmente la expulsión de los
jesuitas o a deplorar el establecimiento de la Juventud Católica en el primer
semestre de 1932. Fueron más los artículos destinados por El Tribuno a abogar
por la libertad de conciencia, que los dedicados a combatir al clero. Hombres
como el comerciante José Brosa Roger o el facultativo masón Aurelio Lisón
Lorenzo (Salvia), tomaron la pluma para defender la tolerancia o reducir el
problema religioso a sus estrictos términos constitucionales ("'). El tercero y
último de los periódicos de Vicente Padrón, El Amigo del Pueblo, siguió prac-
ticando desde La Isleta el anticlericalismo de sus antecesores en los 28 núme-
ros publicados entre el 6 de octubre de 1931 y el 12 de febrero de 1936, tratán-
dose de una modestísima aportación al culto póstumo de Nakens, elaborada
desde posiciones contrapuestas al Partido Republicano Federal ("'). Por estas
Islas no tenemos constancia de persecuciones originadas en creencias religio-
sas. Argumentaciones de este tipo aparecieron incorporadas a la propaganda
electoral en noviembre de 1933 y febrero de 1936, pero fueron utilizadas sobre
todo por la derecha confesional. Y faltando un referente místico veraz a la dis-
cordia entre las "dos Españas", la política represiva impuesta desde julio de
1936 se nos antoja, si cabe, más injustificada y cruel. Brilló entonces el com-
promiso auténticamente cristiano de esa extraordinaria persona que fue el
obispo Antonio Pildain y Zapiain.

Agustín Millares Cantero

(111) El titular de portada de El Socialista, 3" época, 28-1-1932, rezaba así: "La Compañía de
Jesús ha sido disuelta; hacemos constar, con todo alborozo, nuestra honda satisfacción de
socialistas. ¡Viva España laica!", sin desarrollar la cuestión en ese u otros números.
(112) Cf. A. LISON, "¿Existe el problema religioso?", en El Tribuno, 24-XI-1931, y J. BROSA
ROGER, "La libertad religiosa", en ibídem, 12-XII-1931.
(113) En la cabecera de sus páginas nos encontramos con el siguiente lema: "No hagáis mal a
nadie, y reíos de los negociantes de la Vida Eterna a plazo fijo, que se burlan de los tontos
que les creen". Cf. asimismo "Símbolos gloriosos", en El Amigo del Pueblo, Puerto de La
Luz, 6-X-1931 y "José Franchy y Jesucristo", en ibídern, 2-XII-1933.

También podría gustarte