Biografía de Paulo Freire
Biografía de Paulo Freire
Biografía de Paulo Freire
Más tarde, Freire realiza su propia opción religiosa inclinándose por el catolicismo,
decisión que también es respetada por su padre. En 1931, por dificultades económicas, la
familia Freire se ve obligada a trasladarse a Jaboato, lugar donde fallece su padre. Con
esto la vida de Freire se complica bastante, conoció el hambre y el sufrimiento,
situaciones que lo llevaron a madurar a temprana edad. Por su experiencia personal,
comenzó a descubrir la singularidad de la sociedad moderna y esto lo llevó a buscar el
método adecuado para buscar la transformación de los males de esta sociedad que
oprimía al hombre y no lo dejaba ser cada vez más hombre, más digno.
A pesar de haber tenido algunos problemas en la secundaria Freire pudo realizar estudios
de derecho, filosofía e iniciarse en la psicología del lenguaje. Además, se desempeñó
como profesor de portugués en la escuela secundaria. Este trabajo le permitió ayudar
económicamente a sus hermanos mayores y a la vez, lo introdujo en la problemática
educacional, vocación que comienza a descubrir. En relación a su vida de fe se conoce la
existencia de algunas crisis provocadas en su mayoría por la situación de incoherencia
que vivía la Iglesia de aquel entonces cuando predicaba una cosa y abiertamente hacía lo
contrario. Su vida de fe se consolida gracias a la lectura de autores tan importantes como
Maritain y otros.
En 1944 contrae matrimonio con Elsa María, una obrera de Recife, con quien tiene cinco
hijos. En su hogar intenta desarrollar el mismo ambiente de diálogo que vivió en la casa
paterna durante su infancia. Su esposa quien era profesora llegó a ejercer el cargo de
directora de un colegio, lo que influyó positivamente en que Freire se interesara por la
educación. En 1946 y 1954 realizó las primeras experiencias que llevaron a iniciar su
método de alfabetización.
En Chile encontró un espacio político, social y educativo muy dinámico, rico y desafiante,
que le permitió reestudiar su método, asimilando la práctica y sistematizándolo
teóricamente. Esta experiencia fue fundamental para consolidar su obra y para la
formación de su pensamiento político-pedagógico
HOMENAJES
7.- Mi visión de la alfabetización va más allá del ba, be, bi, bo, bu. Porque implica una
comprensión crítica de la realidad social, política y económica en la que está el
alfabetizado.
14.- La Pedagogía del oprimido, deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los
hombres en proceso de permanente liberación.
15.- No hay palabra verdadera que no sea unión inquebrantable entre acción y reflexión.
17.- Decir que los hombres son personas y como personas son libres y no hacer nada
para lograr concretamente que esta afirmación sea objetiva, es una farsa.
19.- El estudio no se mide por el número de páginas leídas en una noche, ni por la
cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino
de crearlas y recrearlas.
21.- Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros ignoramos algo. Por eso, aprendemos
siempre
26.- La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el
mundo.
LA ALFABETIZACIÓN CRÍTICA
En sus reflexiones sobre el acto de leer, Freire explica como en su primera infancia, lo
primero que aprendió a leer fue su mundo inmediato, que aunque pequeño brindaba una
gran riqueza de experiencias sensoriales. Sonidos, olores, colores y texturas representan
los "textos", "palabras" y "letras" en este contexto. Esta primera lectura se ve enriquecida
también por el universo del lenguaje de los mayores quienes en sus conversaciones, a las
cuales se ven expuestos los niños, expresan sus creencias, gustos, recelos y valores.
Para Freire, sus padres y su profesora de infancia, Eunice Vasconcelos, desempeñaron
un papel importante en este proceso; él resalta la importancia de esa primera experiencia
con la lectura, en donde el adulto puede tener un rol significativo, promoviéndolo o
dificultándolo. Ya en su adolescencia, junto a su profesor de lengua portuguesa, José
Pessoa, Freire constituye la comprensión crítica, a través del ejercicio de
la percepción crítica de los textos leídos, textos que se ofrecían a su búsqueda inquieta.
Poco después, a la edad de veinte años, Freire empieza su labor como docente en los
primeros cursos de secundaria y es allí cuando él comienza a poner en práctica su
propuesta al permitir a los curiosos estudiantes descubrir los contenidos académicos en
forma dinámica y viva, en el cuerpo mismo de los textos. La memorización mecánica de
la descripción de un objeto no primaba en el quehacer diario, por el contrario, se daba
prioridad al aprendizaje de su significación profunda; de esta manera, se lograba la
memorización y posterior fijación.
En los años 80, Freire junto con Macedo analizan los diferentes enfoques de
alfabetización tradicional y plantean el enfoque de alfabetización liberadora como solución
en el marco de las campañas de alfabetización en las colonias portuguesas en África.
Dicho análisis muestra las falencias de los modelos tradicionales al enseñar la lectura
y escritura como simples técnicas de decodificación (enfoque académico y enfoque
utilitario), asimismo estos enfoques fallan al ignorar al patrimonio cultural de los
educandos (enfoque cognitivo y enfoque romántico), silenciando sus voces. Freire y
Macedo, resaltan la importancia del lenguaje en la alfabetización y las expresiones de
dicho lenguaje fuera del aula prácticas vernáculas. Para ello, es necesario establecer un
diálogo con el educando, en donde se diferencia hablar con el estudiante frente a hablarle
al estudiante. Autores como Giroux pedagogía crítica y Cassany nuevos estudios de
literacidad entre otros, suscriben los planteamientos de Freire. Cassany, por ejemplo, en
sus estudios sobre las nuevas formas de leer y escribir del nuevo siglo, enfatiza en la
importancia de lo vernáculo, al hacer referencia al uso de las nuevas tecnologías digitales
tanto en el aula como fuera de ella.
PEDAGOGÍA CRÍTICA
El maestro debe de ser el ente que lleve a los aprendices a pensarse la sociedad en la
cual están desarrollando su proceso de aprendizaje, deben de construir desde los
conocimientos previos que estos llevan al aula de clase, ya que son ellos un reflejo visible
y fiable de las realidades sociales. Por su parte el aprendiz debe construir el conocimiento
como un acto político, desde la relación con el maestro y los demás aprendices dentro del
aula, para pasar de ser seres sociales pasivos a seres sociales activos, críticos y
pensantes de la sociedad en la que están sumergidos. El pensamiento crítico dentro del
aula no puede llevar a sus entes a ser seres negativos, por el contrario, el negativismo
debe de estar totalmente alejado del pensamiento crítico para no sesgar la mirada a lo
positivo que se está viviendo y poder seguir construyendo desde la realidad.
"La situación concreta de opresión y los oprimidos"; y "Nadie libera a nadie, ni nadie se
libera solo. Los hombres se liberan en comunión". Freire empieza escribiendo sobre la
búsqueda de las raíces de los problemas que la humanidad enfrentaba a fines de los
sesenta y sugiere que el hombre es un "ser inconcluso", y que la deshumanización
existente en el mundo "es distorsión de la vocación de SER MÁS" . Esta distorsión
conduce a los oprimidos a "luchar contra quien los minimizó". Su lucha sólo tiene sentido
cuando los oprimidos no se transforman en opresores de sus opresores, "sino en
restauradores de la humanidad de ambos" . Esta restauración solamente puede venir de
los oprimidos porque son ellos los que entienden la necesidad de la liberación: "¿Quién
mejor que los oprimidos se encontrará preparado para entender el significado terrible de
una sociedad opresora?" pregunta Freire.
Freire propone que el acto de solidarizarse con los oprimidos es necesario para construir
el camino hacia el hombre nuevo. Pero este camino no puede resultar de acciones
paternalistas hacia los oprimidos, pues terminaría "manteniéndolos atados a la misma
posición de dependencia" Continua Freire: El opresor sólo se solidariza con los oprimidos
cuando su gesto deja de ser un gesto ingenuo y sentimental de carácter individual, y pasa
a ser un acto de amor hacia aquellos; cuando, para él, los oprimidos dejan de ser una
designación abstracta y devienen hombres concretos, despojados y en una situación de
injusticia: despojados de su palabra, y por esto comprados en su trabajo, lo que significa
la venta de la persona misma. Sólo en la plenitud de este acto de amar, en su dar vida, en
su praxis, se constituye la solidaridad verdadera.
CONCLUSIONES
Motivo a que la gente ya no sea tratada como ignorante, sino con personas que
tienen derechos y deberes.
Freire busca hacer efectiva una aspiración nacional que se encuentra presente en
todos los discursos políticos: la alfabetización del pueblo brasileño y la ampliación
democrática de la participación popular.
El maestro debe de ser el ente que lleve a los aprendices a pensarse la sociedad
en la cual están desarrollando su proceso de aprendizaje, deben de construir
desde los conocimientos previos que estos llevan al aula de clase, ya que son
ellos un reflejo visible y fiable de las realidades sociales.
Freire admite que no tiene mucha experiencia en "el campo revolucionario", pero
ello no le "imposibilita reflexionar sobre el tema" y termina señalando que "si nada
queda de estas páginas, esperamos que por los menos algo permanezca: nuestra
confianza en el pueblo. Nuestra fe en los hombres y en la creación de un mundo
en el que sea menos difícil amar"