Mistral - Tala
Mistral - Tala
Mistral - Tala
MISTRAL
@ ~. TALA
Ej.1
E
1
\ GABRIELA MISTRAL
''TALA''
POEMAS
SEPTIMA EDiaON
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EDITORIAL LOSADA, S. A.
BUENOS AIR.ES
Edición expresamente autorizada para la
BIBLIOTECA. CLAS/CA. Y CONTEMPORANEA
Bibliotecas
f11iiwrsitl4' Aatóuu ú Cía/U Jwúta
La edici6n consta
de cuatro mil ejemplares
A MÉRICA
DOS HIMNOSl
A. don Eduardo Santos
1
SOL DEL TRóPICO
61 (
donde existe el árbol del pan el moleclpr de los añiles,
y padece el árbol del bál~mo i. el tejedor de algodón cándido.
Los telares indios enhebras
Sol del Cuzco, blanco en la puna, con colibríes alocados
Sol de México, canto dorado, y das las grecas pintureadas
canto rodado sobre el Mayab 2, al mujerío de Tacámba?o.
maíz de fuego no comulgado, ¡Pájaro Roe 1 plumón que empolla
por el que gimen las gargantas dos orientes. desenfrenados!
levantadas a tu viático;
corriendo vas por los azules Llegas piadoso y absoluto
estrictos o jesucristianos, según los dioses no llegaron,
ciervo blanco o enrojecido tórtolas blancas en bandada,
siempre herido, nunca· cazado ... maná que baja sin doblarnos.
No sabemos qué es lo que hicimos
Sol de los Andes, cifra nuestra, para vivir transfigurados.
veedor de hombref americanos, En especies solares nuestros
pastor ardiendo de grey ardiendo Viracochas íe confesaron,
y tierra ardiendo en su milagro, y sus cuernos los recogimos
que ni se funde ni ·nos funde, en sacramento calcinado.
que no. devora ni es devorado;
quetzal de fuego ·emblanquecido A tu llama fié a los.mios,
que cría y nutre pueblos mágicos; en parva de ascuas acostados.
llama pasmado en rutas blancas Sobre tendal de salamandras
guiando llamas alucinados ... duermen y sueñan sus cuerpos santos.
O caminan contra el crepúsculo,
Raíz del cielo, curador encendidos como retamos,
de los indios alanceados; azafranes contra el poniente,
brazo santo cuando los salvas, medio Adanes, medio topacios ...
cuando los matas, amor santo.
Quetzalcóatl, padre de Óficios Desnuda mírame y reconóceme,
de la casta de ojo almendrado, si no me viate en cuarenta afi.os.
GS
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Il y subes de las aguas últimas
la cornamenta del Aconcagua.
COR.DILLEllA Pa&as el valle de mis leches,
1l1Doratando la higuerada;
cruzas el cíngulo de fuego
¡CoJtM r DA. de los Andes, y los ríos Dioscuros lanzas 1;
Madre yaceate y Madre que anda, pruebas Sargassos de salmuera
que de niloa nos enloquece y desciendes alucinada ...
y hace morir ruando nos. f.Ita;
que en los metales y el amianto Viboreas de las señale~
nos aupaste las entraftaa; . · del camino del Inca Huayna,
hallazgo de los primogénitos, veteada de ingenierías
de Mama Odio y Manco Cipac, y ~ropeles de alpaca y llama~~ ·
tremendo amor y alzado cuerno de la hebra del indio atónito
del hidromiel de la esperanza! y del ¡ay! de la quena mágica.
Donde son valles, son dulzuras; ·
.Jadeaclora. del Zodíaco, donde repechas, das el ansia;
sobre la esfera galopada; donde azurea el altiplano
corredora de meridianos, es la anchura de la alabanza.
piedra Mazzepa que no se cansa,
Atalanta que en la cai:rera Extendida como una amante
es el camino y es la marcha, y en los .soles reverberada,
y nos lleva, pecho con pecho, punzas al indio y al venado
a lo madre y lo marejada, . con el jenjibre y con la salvia;
a maná blanco y peán rojo- en las came5 vivas te oyes
de nuestra bienaventuranza. lento hormiguero, sorda vizcacha;
oyes al puma ayuntamie~to
. y a la nevera, despefiada,
Caminas, Madre, sin roditlas, y te escuchas el propio· amor
dura de ímpetu y confianza; en tumbo y tumbo de tu lava ..•
con tus siete pueblos caminas Bajan de ti, bajan cantando,
en tus faldas acigüefíadas; como de nupcias consumadas,
caspinas la noche y el dla,
d~e mi Estrecho a Santa· Marta,
1 El .Caucá · y" el Magdalena:
.~.aunetas
.,fJM¡wMú A.u.nu. #. CIMúJNtu.'
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tumbadore.$ ~e .las caob~ , no sabemos .si sQmos hombres
'' o somos peñas arrobadas!
y rompedor~ ~e araµcarias.
Vuelven .los tiempos en sordo río
Aleluya por el tenerte y se l~s oye la arribada
para cosecha de las fábulas, . a la meseta de lós Cuzcos
alto ciervo que'vfo Saa Jorge que es la p~aná de la gracia.
de cornamenta· aureolada Silbaste el silbo subterráneo
y el fantasma del· Viracocha, a la gente color del ámbar;
vaho de niebla y vaho de habla. te desatamos el mensaje
¡Por las noches nos acordamos enrollado de salamandra;
de bestia negta y: plateada, · v de tus tajos recogetllOS.
leona que era nuestra,madre nuestro destino en bocanada.
y de pie no8 amamantaba!
¡Anduvimos como los hijos
En los umbrales de mis casas, que perdieron signo y palabra,
tengo tu soinbta amoratada. como beduino o ismaelita, ·
Hago, ~námbula, ~is rutas, como las pefias hondeadas,
en seguimiente de tu e~palda, vagabundos envilecidos,
o devanándome 'en tu niebla, gajos pisados de vid santa,
o tanteando un flanco de arca; hasta el día de recobrarnos
y la tarde me "e al pedio como amantes que se encontraran!
en una madre de50llada. ··
¡Andia pasión, por la pasión. Otra vez somos les que fuimos,
de hombros de hi~os jadeadaf cinta de hombres, anillo que anda,
viejo tropel, larga cóstumbre
¡Carne de pie<b:a de la. Al'.Qéric~, en derechura a la peana, ,
halalí de pi~ rodadas, , donde quedó la madre augur
·sueño de piedra que ,.oñaÍnQS, : , que desde cuatro siglos llama,
piedras del mundo pa11toreadas; . en toda noche de los Andes
enderezars~ de las piedras y con el grito que es lanzada.
para juntarse con sw alJJ1asl
¡En el cerco del valle de Elqui, Otra ve,i suben nuestros coros
en luna llena de fantasma,, y el rpto aqillo de la danza,
'
" -·, "'
',1.
po11 caminos que eran de chasquis t EL l\IAiZ
y en pespuntes de llamaradas.
Son otra vez adoratorios 1
jaloneando la montaiía
EL ~1Afz de Anáhuac,
y la .espiral en que columpian
el maíz de olas fieles,
mirn-copal, mirra-copaiba,
cuerpo de los mexitlis,
¡para tu gozo y nuestro gozo
a mi cuerpo se viene.
balsámica y embalsamada!
.En .el ·viento me huye,
jugarido a que lo encuentre,
Al fueguino sube al Caribe
por tus punas e!lpejeadas; y me cubre y me baña
a criaturas de salares #
el Quetzalcóatl 1 verde
y de pinar lleva a las palmas. de las colas trabadas
que lamen y que hieren.
Nos devuelves al Quatzalc6atl
acarreándonos al maya, Braceo en la oleada
como el que nade siempre;
y en las mesetas cansa-cielos
donde es la luz transfigurad~, a puñados recojo
las,pechugas huyentes,
braceadora, ata tus pueblos
como juncales dé sábana. riendo risa india
que ·mofa y que ·consiente,
y voy ciega en marea
¡S.uelde el caldo de tus metales
los pueblo• rotos de tus abras; verde resplandeciente,
cose tus ríos vagabundos, braceándole la vida,
tus vertientes acainada~. braceándole la muerte.
Puiío de hielo, palma de fuego, .
a hielo y fuego purifkanosl
Te llamemos en aleluya 11
y en letanía arrebatada: El Anáhuac lo ensanchan
· ¡Especie elerna y suspendidn, maizales ·que crecen.
Alta-ciudad - T<J.rres-dorodas La tierra, por divina,
.Pascual Arribo de tu gen te, ' parece que la vuelen.
Arca tendida de la Alianza!
16
En la luz sólo e~isten IV
etérnidades. verdes,
rernada. de esplendores Mazorcada.(lel ~ire l ..
que bajan y que ascienden. y mazor~al terr'4U'.e, .
Las Sierras Madres pasa el tendal ~e laa µluertos
su pasión vehemente. y el Quetzalcóatl yerde,
El .indio que los cruza se están como uno llOlq
"como que no parece·~. mitad frío y ardient~,
Maizal hasta dande y la mano en la IJlano,
lo postrera emblanquece, se velan y. se. tienen.
y México se acaba Están, en. turno y pa9sa
donde el maíz se muere. que el Anáhuac COlJlptende,
hasta que el silbo largo
111 por los maíces suene
Por bocado de Xóchftt, de que las cañas rotas
madre de las mujeres, dancen y desperecen:
porque el umbral en hijos ¡eternidad que va
y .eh danza reverbere, · ·. y 'eternidad que viene!
\ '
se matan los. mexitlis
como Tlálocs 1 que ftieguen
y la piel del Anáhuac V
de escamas resplandece.
Xóchitl va caminando Las mesás del mafi
en filos y filos verdes. quieren que yo me acuerde.
Su hombre halló tendido El corro está m:irándorne
en caña de la muerte. fugaz y eternamente.
Lo besó con el beso Los sentados son órganos t,
que a. la nada desciende las centadaa m:agueyes. ·
y le sembró la carne Delante d~ mi
pecho
en elAnáhuac leve, la mazorcada tienden.
en donde llama· un cuerno
por el que todo vuelve ... 1 Alusión al. fresco del maíz de Diego Rivera llamado "Fe·
cundaci6n".
1
16
Esp_iritus juguetones del agua. ll Cactus cirial simple.
,, ...
ne la voz y los modos VÍI
gracia t~lteca llueve.
La casta Come lento, El pécho del maíz
como el venado bebe. su fervor Ji> rtti~ne.
Dorados son el hombre, El ojo del maíz
el bocado, el aceite, tiene el abismo breve.
y en ICSgO de ave pasan El habla del maíz
las jícaras alegres. en valva y valva envuelve.
Otra vez me tuvieron Ley vieja del mafz,
éstos que aqui me tienen, caída no perece,
y el corro, de lo eterno, y el hombre del maíi
parece que espejee ... se juega, no se pierde.
AJ1ora es en Anáhuac
y ya fue. en el Oriente:
VI
¡eternidades van .
El santo maíz sube y eternidades vienen!
en un ímpetu verde,
y dormido te llena
de tórtolas ardientes. VIII
El teereto maíz
en vaina fresca hierve Molinos rompe-cielos
y hierve de unos crótalos mis ojos no los quieren.
y de unos hidromieles. El maizal no aman
El dios que lo consuma, y. su harina no muelen:
es dios que lo enceguece; no come grano santo
le da forma de ofrenda Ja hiperbórea gente.
por dánel~ ferviente; Cuando mecett sus hijos
en voladores hálitos de otra mecida mecen,
su entrega 1e disllelve en vez de los niveles
y México se acaba de bala12ceadas frentes.
donde la milpa 1 muere. A costa~ del mafz
mejor que no naveguen:
mafz de nuestra boca
l "l\filpa", el maizal en lengua indfgem1.
lo. coma quien lo rece.
81
El cuerno mexieano MAR CAlUBE
de maizal se vierte
y así tiemblan )og pulsos A E. Ribera Chevre>nont
83
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,, ·l.>', 1'
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UI
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de autor de Desolación y de Ternura, invocando el
graciones, no han tenido un desembarcadero para nombre de esos huérfanos: la Editorial catalana Bauzá
pies de los niffos errantes de la desgraciada Va y la Editorial Claudio Garda, del Uruguay, son las
Los vascos y medio vascos de la América hemos autoras de aquella mala acción.
tado el aventamiento de esas criaturas de nuestra sa
y hemos leído, sin que el corazón se nos arrebate,
relatos desgarrantes del regateo que hadan algun,01
ses para recibir los barcos de fugitivos o de huérf" EXCUSA DE UNAS NOTAS
Es la primera vez en mi vida en que yo no entie ,
a m:i raza y en que su actitud moral me deja .err'
verdadero estupor. - Alfonso Reyes creó entre nosotros el precedente de
La grande argentina que se llama Victoria O las notas del autor sobre su propio libro. Cargue él,
y que no es la descastada que suele decirse, sabio y bueno, con la responsabilidad de las que siguen.
enteramente la impresión de este libro hecho en, Es justa y útil la novedad. Entre el derecho del cri-
Editorial Sur. Dios se lo pague y los niños r.spa . · tico capaz -llamémosle Monsieur Sage- y el que usa
conozcan su alto nombre. - . ,1 el eterno Don_ Palurdo, para tratar de la pieza que cae
En el caso de que la tragedia española continúe,: ·· a sus manos, cabe una lonja de derecho para que el
confío en que mis compatriotas repetirán el gesto autor_ diga alguna cosa. En eapecial el autor que es
tiano de Victoria Ocampo. Al cabo Chile es el poeta y no puede dar sw razones entre la materia alu-
más vasco entre los de América. cinada que es la poesía. Monaieur Sage dirá que si a la
La "Residencia de Pedralbes", a la cual dediqué pretensión; Don Palurdo dirá, naturalmente, que no.
í1ltimo poema de Tala, alberga un grupo numer~ Una cauda de notas finales no da énfasis a un escri-
ele niños y a mí me conmueve saber que ellos vi_·- to, sea verso o prosa. Ayudar al lector no es proteger!~;
cobijados por un techo que también me dio am _ sería cuanto más saltarle al paso, como el duende, y
en un invierno duro. Es imposible en este mom ; acompañarle unos trechos de camino, desapareciendo
rastrear desde la América las rutas y los campame · en seguida ...
de aquellas criaturas desmigadas por el suelo eur. · Lleva este libro algón pequeño rezago de Desolación.
Destino, pues, el producto de Tala a las institu • Y el libro que le siga -si alguno sigue- llevará tam-
catalanas que los han recogido dentro del terri bién un rezago de Tala . ..
de donde ojalá nunca hubiesen salido, a men Así ocurre en mi valle de Elqui con la exprimidura
venir a la América de su derecho natural. Dejo a . de lÓs racimos. Pulpas y pulpas quedan en las hendi-
ele Victoria Ocampo y de Palma Guillén la elecció~ jas de los cestos. Lu encuentran después los peones de
asilo al cual -se apliquen los pocos dineros rccoJi!:id ·· la vendimia. Ya el vino se hizo y aquello se deja para
Ruego que no. despojen a los niños vascos las•1- '. .. 1
• el turno siguiente d~ los canastos ...
toriales siguientes, que me han pirateado los derec ,
153
1m
otros en una lluvia cerrada, entrometiéndose dentro
DEDICATORIA
del verso mismo, de tal manera que, en los poemas
largos, ella se vuelve lo natural y no lo perseguido ...
En este momento, rechazar una rima interna llega a
Tardo en pagar mis deudas. Pero en esta.. a
parecer ... rebeldía artificiosa. Ahf he dejado varias de
de doce años de mi México no tuve antes sosiogo
esas rimas intemas y espontáneas. Rabie con ellas el
para juntar lo disperso y aventado.
de oído retórico, que el niño o Juan Pueblo, criaturas
poéticas cabales, aceptan con gusto la infracción.
"MUERTE DE MI MADRE"
"NOCTURNO DE LA DERROTA"
Ella se me volvió una larga y sombría posad No sólo en la escritura sino también en mi habla,
me hizo un país en que viví cinco o siete años, dejo por complacencia, mucha expresión arcaica, sin
amado a causa de la muerta, odioso a causa de Ja: poner más condición al arcaí~mo que la de que esté
teadura de mi alma en una larga crisis religiosa. ' . vivo y sea llano. Muchos, digo, y no todos los arcaísmos
son ni buenos ni bellos los llamados "frutos del dol que me acuden y que sacrifico en obsequio de la perso-
y a nadie se los deseo. De regreso de esta vida ent na anti-arcaica que va a leer. En América esta persona
más prieta tiniebla, vuelvo a decir,. como al final . resulta siempre ser una capitalina. El campo americano
Desolación, la alabanza de la alegría. El trem . '· -y en el campo yo me crié- sigue hablando su lengua
viaje acaba en la esperanza dé las Locas Letanlá~. · nueva veteada de ellos. La ciudad, lectora de libros
cuenta su .remate a quienes .se cuidan. de ~i al• . doctos, cree que un tal repertorio arranca en mí de los
pqco saben de mí desde que vivo errante. clásicos afiejos, y la muy urbana se equivoca.
"IH:>S HIMNOS"
"NOCTURNO DE LA CONSUMACióN",
Después de la trompa épica, más elefantina que me-
Cuantos trabajan con la expresión rimada, más tálica de nuestros rom4nticos, que. recogieron la ges-
con la cabalmente rimada, saben que la rima, . ticulación de los Quintana y los Gallegos, vino en nues-
escasea al comienzo, a poco andar se viene sobre 1' tra generadÓil 11na repugnancia exagerada hacia el
155
himno largo y ancho, hacia el tono mayor. Llegaron • por unos largos años -era el caso de perderse a las
las flautas y los carrizos, ya no sólo de maíz, sino clr uenas- ya no tendríamos estos temas en la cantera;
arroz y cebada. . . El tono menor fue el bienvenido, starían devastados y andarían entonando el alma del
y dejó sus primores, entre los que se cuentan nuestr.1 nocerío. Llega el escuadrón de mozos sin mucho gusto
canciones más íntimas y acaso las más puras. Pero y.1 que digamos del "Aire Suave" o de la Marquesa Eula-
vamos tocando al fondo mísero de la joyería y de l:t lia. Tiene razón: el aire del mundo se ha vuelto un
creación en acónitos. Suele echarse de menos, cuando puelche 1 violento y el mar de j?.cintos se muda de
se mira a los monumentos indígenas o la Cordillera, pronto en el otro mar que los marinos llaman acar-
una voz entera que tenga el valor de allegarse a esos nerado.
materiales formidables.
Nuestro cumplimiento con la tierra de América ha
comenzado por sus cogollos. Parece que tenemos con-
tados todos los caracoles, los colibríes y las orquídeas "SAUDADE"
nuestros, y que siguen en vacancia cerros y soles, como
quien dice la peana y el nimbo de la Walkiria terrestre Suelo creer con Stefan George n un futuro préstamo
que se llama América. de lengua a lengua latina. Por lo m nos, ,en el de
Lo mismo que cuando hice unas Rondas de niños ciertas palabras, logro definitivo del g<•nio el ada una
y unas Canciones de Cuna, balbuceo el tema por vo- de ellas, exprcsiotw~ inro111novihl<·' t·n ~ " r~1ngo de pa-
cear su presencia a los mozos, es decir, a los que vienen labras "verdad ra~". Sin <'11111.11 lto t'IH ahcm una sección
mejor dotados que nosotros y "con la estrella de la de este libro, rcm:it :Hlo t•11 "' dulct• füt•lo y d clulcc
fortuna" a mitad de la frente. Puede que, como en el aire portugueses, w11 " t" p:d ..111 ,1 S1111drufr. Ya ~é que
caso anterior, el que entendió la señal siga la ruta y dan por equivalc1111• dt• 1·ll.1 l.1 1.1 f( 11:111. "soledades".
alcance el fogro. Yo sé muy bien que doy un puro bal- La sustitución valt p .11 .1 E p.111.1 ; t·n América el sus-
buceo del asunto. Igual que otras veces, afronto el tantivo soledad 1111 1• .1pi11 .1 i 110 11 su sentido i nme-
ridículo con la sonrisa de la mujer rural cuando se le diato, único c¡111• .d 1.1 li· con oc t•mo,.
malogra el frutillar o el arrope en el fuego . ..
El que discuta la necesidad de hacer de tarde en
tarde el himno con tono mayor, sepa a lo menos que
vamos sintiendo un empalago de lo mínimo y de lo "BEBER"
blando, del "mucílago de linaza ... "
Si nuestro Rubén, después de la Marcha Trirmful Falta Ja l'Í111.1 1111 .d, para algunos oídos. En el mío,
(que es griega o romana) y del Canto a Rooseut•lt qtrr de$atento y h:i Nto, l.1 palabra esdrújula no da rima
es ya americano, hubiese querido dejar los Parí"· y 111
l\fadriles y venir a perderse en la naturale1a .111ll't H,, l Puelche, viento ch' l.1 l'.llagonia.
156 157
..
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ÍNDICE
····~.·
J I~
"...
MUERTE DE MI MADRI'.
p,\c.
La fuga . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Lápida filial . . . .. . .. .. .. .. . . . .. . . . . . . . . . . . . . .. . . . . .. . .. 13
Nocturno de la consumación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . l !I
Nocturno de la derrota . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
Notcurno de los tejedores viejos .. . .. . .. . . .. .. .. . . .. .. .. . 19
Nocturno de José Asunción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
Nocturno del descendimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2!1
Locas letanías ..................... ·... , . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
ALUCINACidN
. ,,~l La memoria divina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
~·La ley del tesoro" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . !10
Riqueza ....... ,. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . !12
Gestos ... .. .. . .. .. .. ..... .. .. . .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. .. .. !l!I
La copa .. .. . .. .. . .. . .. ...... . .. .. .. .. .. .... .. .. .. . .... . !l!I
La medianoche .......... : . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
Dos ángeles ........... , .. .- . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . !15
Paraíso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ...... ' . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . !16
La cabalgata . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
La gracia .......... ·:. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
La rosa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
Historias de loca ..................................... ' . 42
I~ La muerte niña . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
11. La flor del aire . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
·.1 III. La sombra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
IV. El fantasma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .?O
MATERIAS
J. Pan ............................................. ·
Jl, Sal , . , . .- .. , .................................... , ..
rÁG, PÁG.
Dosl. himnos
Sol del ~~Óp. Í~~ ............... · · · ... · · . · .. · · · · · · · · · · 67
.................................... 67
El11. Cordillera ....................................... . 72 Recado de nácimiento para Chile ................ . 131
Ma:1~!rú;~.:::::::::::::::::::::::::::::::::::::· ··
77
8!1
Recado a Lolita Arriaga, .en México ................ .
Recado para las Antillas ............................. ·..
135
137
"Tamborito panameño" ................................ . 85 Recado a Rafaela Ortega, en Castilla . . . . . . . . . . . . . . .... . 139
Recado- para la "Residencia de Pedrall>es", w CHah11ia .. Hl
Recado a Victoria Ocampo, en la Argentina ........... . 144
SAUDADE
CRIATURAS
· {~~~~~:e~ .." ." ." ." ." ." ." .' .." .~." ." ." ." ." .· ." .· ." ."· ." ." ." ." ." ." ." .: :.' .' ::::::::::::::
166 16'1
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El Premio Nobel otorgado en 1945 o Gobriela
M1strol ( 1889- 1957 J sirvió para universalizar un
prestigio literario que los lectores . de su propio
idioma habían conferido o esta gran poetisa desde
sus primeros versos. En efecto, desde que en 191 5
Lucilo Godoy Alcayogo -tal su verdadero nombre--
se dio o conocer en un concurso literario celebrado
en Vicuña, su prav1ncio notol chileno -donde,
adolescente, ejercía como maestro-- un aura
admirativo rodeó si figuro en todo el mundo de hablo
castellano, tonto en Américo como en España .
En 1922 los maestro~ de los escuelas cíe Nuevo York
acordaron reunir en u~ volumen los poémos
de Gobrielo Mistral , que oporeció con el título de
Desolación Sólo muchos años mós tarde - y también
por iniciativo o¡eno- accedió o formar otro
conjunto bojo el nombre de Tala Aporte de ellos,
Gobrielo Mistral escribió muchos prosas de distinto
naturaleza y desarrolló uno intenso labor
de propagandista cultural, en varios países .
"Almo tremendamente apasionado, grande en todo,
después de vaciar en unos cuantos poesías el dolor
de su desolación intimo, ha llenado ese vacío
con sus preocupaciones por lo educación de los n iños,
lo redención de los humildes y el destino de
los pueblos hispónicos. Todo esto en ello no son
mós que otros modos de expresión del sen t im iento
cardinal de su poesía, su ansia insatisfecho
de maternidad, que es o lo vez instinto fe men ino
y anhelo reli9ioso de eternidad" (Federico de Onís l .
)