Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Xdoc - MX Tlazolteotl Un Ejemplo de La Complejidad de Las

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 10

Ab Initio, Núm.

11 (2015) Marta Gajewska


Tlazolteotl, un ejemplo…

TLAZOLTEOTL, UN EJEMPLO DE LA COMPLEJIDAD DE LAS


DEIDADES MESOAMERICANAS

TLAZOLTEOTL, AN EXAMPLE OF THE COMPLEXITY OF THE


MESOAMERICAN DEITIES
Marta Gajewska
Máster en Estudios Hispánicos (Universidad de Varsovia)

Resumen. En este artículo se intenta Abstract. In this article we will try to


demostrar que la clasificación de los demonstrate that the classification of
dioses mesoamericanos en los complejos Mesoamerican gods in the complex of
de las deidades simplifica la visión de deities simplifies the vision of each one
cada uno de éstos en particular. A partir in particular. Based on the analysis of
del análisis de las distintas funciones de Tlazoteotl’s various functions, we will
la diosa Tlazolteotl se verificarán sus try to verify her different categorizations
diferentes categorizaciones (telúrica, (telluric, lunar…), aiming to prove that
lunar, etc.) y se demostrará que es una it was a deity with multiple meanings
deidad de múltiples significaciones que which acquired along the centuries,
adquirió a lo largo de los siglos según according to the needs that were
las necesidades que iban surgiendo. appearing.

Palabras clave: Tlazolteotl, deidades, Keywords: Tlazolteotl, deities,


religión mesoamericana, iconografía, Mesoamerican religion, iconography,
códice. codex.

Para citar este artículo: GAJEWSKA, Marta, “Tlazolteotl, un ejemplo de la


complejidad de las deidades mesoamericanas”, Ab Initio, Núm. 11 (2015), pp. 89-126,
disponible en www.ab-initio.es

Recibido: 30/05/2014
Aceptado: 31/03/2015

I. INTRODUCCIÓN

Tlazolteotl, una de las deidades del centro de México, ha sido tradicionalmente


identificada como la diosa de la inmundicia, de la basura y del pecado corporal.
Sin embargo, Laura Lewis y Katarzyna Mikulska 1 han demostrado que esta
deidad es mucho más polifacética de lo que se pensaba y que a lo largo de los
siglos fue cambiando en cuanto a su representación, consideración y funciones,
dentro de la cultura náhuatl.

1
LEWIS, LAURA, “Temptress, Worrior, Priestess or Witch? Four Faces of Tlazolteotl in the Laud
Codex”, en VEGA SOSA, Constanza, MARTÍNEZ BARACS, Rodrigo (Eds.), Códices y
documentos sobre México, México, INAH, 1997, p. 190; MIKULSKA, Katarzyna, El lenguaje
enmascarado. Un acercamiento a las representaciones gráficas de deidades nahuas, México, IIA-
UNAM/PSTL/IEIEI-Universidad de Varsovia, 2008, p. 97.

89
Ab Initio, Núm. 11 (2015) Marta Gajewska
Tlazolteotl, un ejemplo…

En el presente artículo vamos a hacer una recopilación de los datos sobre


Tlazolteotl, comenzando por la etimología del nombre de la diosa y considerando
su figura en el contexto general de los dioses del centro de México. Una vez
definidos la naturaleza y lugar que ocupa Tlazolteotl en el panteón náhuatl,
pasaremos a analizar su representación en diversos códices que son sumamente
significativos para el conocimiento de las creencias mesoamericanas:

1. Códice Borgia: Este códice está depositado en el Fondo Borgiano de la


Biblioteca Apostólica en el Vaticano2. Fue elaborado en el siglo XIV en las
regiones Puebla-Tlaxcala, Puebla-Oaxaca o en la región de Veracruz llamada
La Mixtequilla3.
2. Códice Vaticano B: Este documento se guarda también en la Biblioteca
Apostólica Vaticana 4 . Fue elaborado en la época prehispánica en Puebla,
Tlaxcala o la Mixteca5.
3. Códice Borbónico: Este códice actualmente está depositado en la Bibliotheque
de l'Assemblee Nationale Francaise en París6. Hay mucha polémica respecto a
su datación, en cuanto al Libro Indígena se supone que puede provenir de la
época prehispánica del Centro de México, de Tenochtitlan o Iztapalapa 7.
4. Códice Tonalamatl de Aubin: Actualmente se encuentra en la Biblioteca
Nacional de Antropología e Historia en México 8 . Fue confeccionado en la
primera mitad del siglo XVI en Tlaxcala9.
5. Códice Telleriano-Remensis: Este códice se guarda en Biblioteca Nacional de
Francia en París10. Fue elaborado en la temprana época colonial en la región
Puebla-Tlaxcala, Cholula, Tetzcoco o Colhuacan11.
6. Códice Vaticano A: El manuscrito está guardado en la Biblioteca Apostólica
Vaticana en Roma 12 . Proviene de Valle de México del período que
comprenden las fechas 1566-8913.

2
Edición Códice Borgia, SELER. E. (Ed. facsimil y comentarios), 2 vols., México, FCE, 1963.
3
AGUILERA, Carmen, Códices de México, México, CONACYT, 2011, p. 111.
4
Edición facsímil Códice Vaticano B (Codex Vaticanus 3773), ANDERS, Ferdinand (Introd.),
Graz, ADEVA, 1972.
5
AGUILERA, C., Opus cit., p. 115.
6
Edición facsímil Códice Borbónico. Manuscrito mexicano de la biblioteca del Palais Bourbon
(Libro adivinatorio y ritual ilustrado), México, Siglo XXI, 1980.
7
BATALLA ROSADO, Juan José, “Teorías sobre el origen colonial del Códice Borbónico: una
revisión necesaria” Seminario Americanista de la Universidad Casa de Colon. Valladolid, 15,
1994, pp. 5-42.
8
Edición facsímil El tonalamatl de la Colección de Aubin: antiguo manuscrito mexicano en la
Biblioteca Nacional de París, AGUILERA, Carmen (Introd.), Tlaxcala, Instituto Tlaxcalteca de la
Cultura, 1981.
9
AGUILERA, C., Opus cit., p. 157.
10
Edición facsímil Codex Telleriano-Remensis. Ritual, Divination and History in a Pictorial Aztec
Manuscript, QUIÑONES KEBER, Eloise (Ed.), Austin, University of Texas Press, 1995.
11
AGUILERA, C., Opus cit., p. 143.
12
Edición Codex Vaticanus 3738 (Cod. Vat. A, Códice Ríos), Ed. facsímil en formato original,
ADEVA, Graz, 1979.
13
AGUILERA, C., Opus cit., p. 144.

90
Ab Initio, Núm. 11 (2015) Marta Gajewska
Tlazolteotl, un ejemplo…

La información que nos dan estos códices se debe completar con las fuentes
históricas coloniales (fray Bernardino de Sahagún, fray Diego de Durán,
Hernando Ruiz de Alarcón y Jacinto de la Serna) así como con otro tipo de
estudios (lingüísticos, etnográficos, etc.).

Con todo ello esperamos ofrecer un conocimiento lo más exacto posible de la


naturaleza histórica de la diosa Tlazolteotl así como de sus funciones.
Comprobaremos de esta manera si podemos incluir de forma rotunda a esta diosa
en una de las categorías del complejo de los dioses mesoamericanos o si, por el
contrario, ello supondría una excesiva simplificación.

II. PROPIEDADES DE LOS DIOSES MESOAMERICANOS

Antes de comenzar el análisis de la representación de la diosa Tlazolteotl en los


códices del centro de México se hace necesario un comentario sobre la naturaleza
de los dioses mesoamericanos. Cuando en el siglo XVI aparecieron los primeros
intentos de interpretación de la religión indígena, los frailes tradujeron la palabra
teotl al español como “dios”, “santo” o incluso “demonio”, sin tomar en
consideración el aspecto transcendental del culto 14 . Sin embargo, la religión
mesoamericana no es tan simple como podría parecer a primera vista. Hvidfeldt
demostró que el sentido verdadero de teotl era similar a la idea polinesia de “mana”,
una fuerza impersonal o, en otros términos, una concentración de energía cósmica15.
Es conveniente distinguir entre los dos conceptos nahuas teotl y teixiptla. Como
hemos mencionado, teotl significaba el dios en su forma inmaterial, y en cambio,
teixiptla era su representación iconográfica o física16. Boone desarrolló la teoría de
Hvidfeldt proponiendo que un dios no existe ontológicamente en su forma física,
ataviado de diferentes atributos, sino que está presente en el mundo como una
fuerza trascendental o teotl 17 . En cambio, la creación de teixiptla determina la
identidad de cada dios contribuyendo a la adquisición de un nombre. El teotl estaba
hecho de una materia ligera, imperceptible por el ser humano18, por lo tanto habría
que buscar la manera de materializarlo en la substancia pesada. Para hacerlo, los
indígenas utilizaron dos métodos: pintar o esculpir a los dioses, obteniendo así el
teixiptla estático, o disfrazar al ser humano con sus atavíos, creando de esta manera
el teixiptla humano19.

14
BOONE, Elizabeth Hill, Incarnations of the Aztec Supernatural: The Image of Huitzilopochtli in
Mexico and Europe, Transactions of the American Philosophical Society, Vol. 79, Part 2,
Philadelphia, American Philosophical Society, 1989, p. 4; FLORESCANO, Enrique, “Sobre la
naturaleza de los dioses de Mesoamérica”, Anthropologic, Núm. 15 (1997), p. 44.
15
HVIDFELDT, Arild, Teotl and Ixiptlalli. Some Central concepts in Ancient Mexican Religion,
Copenhagen, Munskgaard, 1958, pp. 76-100.
16
FLORESCANO, Enrique, “Sobre la naturaleza de los dioses de Mesoamérica”, Anthropologic,
Núm. 15 (1997), p. 44.
17
BOONE, E. H, Opus cit., p. 4.
18
Existían dos clases de materia: una materia sólida, pesada, de la que estaba compuesto el mundo
y una materia divina, ligera, imperceptible por el ser humano, de la que estaban hechos los dioses.
LÓPEZ AUSTIN, Alfredo, Tamoanchan y Tlalocan, México, FCE, 1994, p. 3.
19
BOONE, E. H, Opus cit., p. 4.

91
Ab Initio, Núm. 11 (2015) Marta Gajewska
Tlazolteotl, un ejemplo…

En el análisis iconográfico de Tlazolteotl nos ocuparemos principalmente del


teixiptla estático de la diosa. Sin embargo, Alfonso Caso, en un estudio sobre la
escultura de la diosa Coatlicue, dice que “la figura no es la representación de un
ser, sino de una idea”20. Bajo esta interpretación, se podría aventurar la hipótesis
de que la representación iconográfica de una deidad engloba en sí también el
concepto de teotl en su totalidad. Ahora bien, Alfredo López Austin21 demostró
que el teotl estaba hecho de una materia ligera, imperceptible para el ser humano.
Según el investigador existían dos clases de materia: una materia sólida, pesada,
de la que estaba compuesto el mundo y una materia divina, ligera, imperceptible
por el ser humano, de la que estaban hechos los dioses. De esta simple forma se
explicarían las capacidades de los seres sobrenaturales de transformarse o poder
viajar al inframundo. Era la calidad de la materia “divina” la que les permitía
adquirir la forma humana durante las diferentes fiestas. El representante humano
del dios, llamado teixiptla22, recibía una inyección de esta materia, con lo cual se
convertía en dios, al que después se veneraba durante la celebración. El culto de
un dios en la forma humana permite inclinarnos más hacia la hipótesis de que
fueran los seres sobrenaturales más tangibles y cercanos al mundo físico, aunque
poseyeran las capacidades y los poderes inalcanzables para la gente normal y
corriente, y por tanto incomprensibles.

Es importante subrayar que los indígenas podían tener varios conceptos de lo


sobrenatural, según el dios al que veneraban. Es lo que pasa, por ejemplo, en el
caso de los tlamacazqui, quienes siendo dioses, sacerdotes y conjuradores a la vez,
parecían ser una especie de “sobrehombres”. Era una categoría incomprensible
para los sacerdotes del siglo XVI, por lo que la gente indígena empleaba la
palabra teotl para describirlos23.

A partir de esta reflexión se puede explicar la multiplicidad de las representaciones


de la diosa Tlazolteotl en los códices mesoamericanos. Entendiendo que no
podemos hablar solamente de una figura antropomórfica, sino que contamos con
una deidad pero con diferentes nombres, atavíos y funciones, un teotl en diferentes
manifestaciones entrelazadas entre sí 24 . Así, en lugar de Tlazolteotl aparecen
Ixcuina, Ixcuiname, Tlaelquani, Mayauel y otras divinidades que parecen ser una
sola diosa, pero en realidad son varias y muy distintas representaciones de una
fuerza divina. Una diosa que es responsable de diferentes asuntos mundanos, por
un lado es la partera, la madre, la fertilidad, pero que por otro lado se asocia, de una
manera poco clara, con lo nocturno y juerguista25.

20
CASO, Alfonso, El pueblo del sol, México, FCE, 1971, p. 73.
21
LÓPEZ AUSTIN, A., Opus cit., p. 23.
22
BOONE, E., Opus cit., p. 4; FLORESCANO, E., Opus Cit., p. 42.
23
CONTEL, José, MIKULSKA, Katarzyna, “«Mas nosotros que somos dioses nunca morimos».
Ensayo sobre tlamacazqui: ¿Dios, sacerdote o qué otro demonio?”, en Ídem (Eds.), De dioses y
hombres. Creencias y rituales mesoamericanos y sus supervivencias, Encuentros V,
Varsovia/Toulouse, Universidad de Varsovia/Universidad de Toulouse, 2009.
24
Ibídem, p. 24.
25
GIASSON, Patrice, “Tlazolteotl, deidad del abono, una propuesta”, Estudios de Cultura
Náhuatl, Núm. 32 (2009), p. 149.

92
Ab Initio, Núm. 11 (2015) Marta Gajewska
Tlazolteotl, un ejemplo…

Dicha contradicción la describe perfectamente P. Johansson: “Tlazolteotl


representa la integración vital de la evolución erótica agradable y de la involución
tanática de-gradable” 26 . Como veremos en el apartado 4 de este artículo, la
antítesis que aparece en Tlazolteotl se ve explícitamente en el Códice Laud (fols.
13r-16r). La diosa por un lado adquiere las características masculinas propias de
una guerrera, pero por otro es la encarnación de una trabajadora doméstica, mujer
tejedora y partera27.

Además de la multiplicidad, Tlazolteotl confirma otras características de los


dioses mesoamericanos que según López Austin serían la mutabilidad y la
capacidad de dividirse o reintegrarse a la fuente divina original 28. Es la materia
pesada la que muere, aunque el espíritu sigue viviendo y convirtiéndose sin fin en
otras formas. Por ello, la muerte es sólo un estado fronterizo que ayuda a pasar de
un lado a otro. Vemos que es precisamente Tlazolteotl, la mujer de
Mictlantecuhtli “el dios de la muerte”, la que encarna la fertilidad y regeneración
de la naturaleza. El dios mesoamericano puede dividirse y aparecer en su forma
múltiple, como en el caso de Tlazolteotl, cuando se la representa como las
Cihuateteo 29 . Las diosas Cihuateteo son asimismo un excelente ejemplo de la
reintegración de los dioses a su fuente divina original. Cada cincuenta y dos años
descendían a la tierra y después, al final del día, regresaban al Tonatiuh ilhuicac
(el Cielo del Sol), donde iban los muertos durante la guerra30.

El siguiente aspecto de la religión mesoamericana expuesto por León-Portilla es la


mutabilidad de los dioses, que se transforman conforme con los ciclos de la vida.
De esta manera tenemos tres etapas de la vida de la mujer representadas
respectivamente por Xochiquetzal, joven diosa de amor y fertilidad; Tlazolteotl,
diosa madura, la madre; y Toci, la mujer en la última etapa de su vida, la abuela31.
Otro ejemplo de la mutabilidad de Tlazolteotl aparece descrito en la obra de fray
B. de Sahagún, quien anota que la deidad a veces aparece en forma de cuatro
hermanas Ixcuiname que son Xocotzin, Tlaco, Tiacapan y Teicu32. Cada una de
las hermanas se corresponde con una edad diferente, por lo tanto, Tlazolteotl se va
transformando de una joven diosa que es Xocotzin en una mujer madura Teicu, la
mayor de las hermanas33.
26
JOHANSSON, Patrick, “Escatología y muerte en el mundo náhuatl precolombino”, Estudios de
Cultura Náhuatl, México, UNAM, 2000, p. 161.
27
LEWIS, L., Opus cit., p. 190.
28
LÓPEZ AUSTIN, A., Opus cit., p. 3.
29
Cihuateteo o Cihuapipiltin son las mujeres muertas en el parto que al dar a luz se convertían en
las monstruosas diosas de mandíbulas descarnadas. LÓPEZ AUSTIN, A., Opus cit., p. 25.
30
LEÓN-PORTILLA, Miguel, Códices. Los antiguos libros del nuevo mundo. México, Aguilar,
2005, pp. 173.
31
SULLIVAN, Thelma, “Tlazolteotl-Ixcuina: the Great Spinner and Weaver”, en BENSON,
Elizabeth (Ed.), The Art and Iconography of Late Post-Classic Central Mexico. A Conference at
Dumbarton Oaks, October 1977, Washington, 1982, p. 22; FLORESCANO, Enrique, “Sobre la
naturaleza de los dioses de Mesoamérica”, Anthropologic, Núm. 15 (1997), p. 49.
32
FRAY BERNARDINO DE SAHAGÚN, Historia General de las Cosas de Nueva España, Libro
I, Cap. XII.
33
LEWIS, L., Opus cit., p. 180; SULLIVAN, T., Opus cit., p. 30.

93
Ab Initio, Núm. 11 (2015) Marta Gajewska
Tlazolteotl, un ejemplo…

Una aportación importante respecto a los rasgos de la religión mesoamericana la


hizo Pedro Carrasco34, quien demostró que los dioses se correspondían no sólo
con los elementos naturales y actividades humanas, sino que también reflejaban la
división en estratos sociales y laborales. Un ejemplo excelente es precisamente
Tlazolteotl, la que al aparecer en cuatro edades diferentes era la patrona de
diferentes trabajos que correspondían a cada una de ellas.

Acercándonos a cada dios mesoamericano tenemos que tener en cuenta que el


panteón náhuatl surgió a partir del sincretismo de los numerosos pueblos
indígenas que vivieron en contacto durante siglos. Por esta razón sus creencias se
mezclaban entre sí, unos dioses se atribuían las características de los otros y una
función la podían desempeñar varias deidades de diferente procedencia35. Según
demuestra R. Rincón Huarota, en el siglo XV fue conquistada el área Huaxteca, lo
que contribuyó a la incorporación de diferentes deidades de Costa del Golfo, entre
las cuales se encontraba Ixcuina 36 . La política unificadora del Imperio Azteca
catalizó el sincretismo de las deidades, por lo que Ixcuina fue asimilada al
conjunto de las deidades Diosas-Madres y a su equivalente náhuatl Tlazolteotl,
además se le atribuyó el protagonismo en la fiesta Ochpaniztli.

Las muestras indudables de la procedencia huaxteca de la diosa las podemos


encontrar, sobre todo, en la etimología de su nombre Ixcuina, que en huaxteco
significaría “flechadora”. Estaría relacionada con el rito tlacacaliliztli, “sacrificio
de hombres por flechamiento”. Los restos del sincretismo los podemos ver en la
serie de elementos simbólicos de origen huaxteca: gorro en forma cónica, pectoral
de caracol cortado y tocado de algodón37.

III. RELACIÓN DE TLAZOLTEOTL CON OTRAS DEIDADES

Tlazolteotl aparece como Teteo innan “Madre de los Dioses”, Toci “Nuestra
Abuela”, Tonan/Tonantzin “Nuestra Madre”, Tlalli iyollo “Corazón de la Tierra”,
Ilamatecuhtli “Vieja señora” o Temazcalteci “Abuela de Temazcal” 38. Con ellas
comparte la función de la diosa partera y es, asimismo, la patrona de la fiesta
Ochpaniztli.

Su joven encarnación representa a Xochiquetzal, “Quetzal de flores”, diosa del


amor y la fertilidad. Una característica importante común entre Tlazolteotl y las
diosas Xochiquetzal, Cihuacoatl, Ilamatecuhtli y Tonan es que comparten la
función de las mujeres guerreras, lo que podemos observar en algunos de sus

34
CARRASCO, Pedro, “La sociedad Mexicana antes de la conquista”, en Historia General de
México. I, México, El Colegio de México, 2002, p. 203.
35
ANDERS, Ferdinand, JANSEN, Maarten, REYES GARCÍA, Luis, Libro de la vida: Texto
explicativo del llamado Códice Magliabechiano, México, FCE, 1996, p. 99.
36
RINCÓN HUARTA, Ricardo, Tlazolteotl-Ixcuina. Un caso de sincretismo en la religión azteca,
Tesis de licenciatura, México, ENAH, 1997, s.p.
37
Ibídem; MIKULSKA, K., Opus cit., p. 91.
38
SULLIVAN, T., Opus cit., p. 19; MIKULSKA, K., Opus cit., p. 91.

94
Ab Initio, Núm. 11 (2015) Marta Gajewska
Tlazolteotl, un ejemplo…

atributos, como el machete o armas 39 . La forma múltiple de Tlazolteotl como


deidad guerrera son las diosas Cihuateteo o Cihuapipiltin, mujeres muertas en el
parto que al dar a luz se convertían en las monstruosas diosas de mandíbulas
descarnadas40.

Podemos también ver claramente la relación entre Tlazolteotl y Xipe Totec en la


representación de la deidad ataviada con la piel de una víctima con las
características manos que caen41.

Ixcuina como diosa de la tierra puede ser asociada con las tres diosas terrestres:
Coatlicue “La de falda de serpientes”, Cihuacoatl “Mujer serpiente” y Quilaztli,
que representaban la fuerza creadora y a la vez destructora de la tierra 42. Además
del aspecto telúrico de la diosa, podemos destacar su rol agrario junto a Chantico,
diosa del hogar, Chicomecoatl, diosa de los mantenimientos, y Xilonen, la joven
diosa del maíz43.

A partir del estudio iconográfico, y en especial de la aparición del yacameztli


como adorno de la nariz, se pueden destacar asociaciones de la diosa con
Mayahuel, Ometochtli y Patecatl – los dioses de pulque44.

Destacan también las fuertes conexiones de Tlazolteotl con la diosa del agua
Chalchiuhtlicue, no sólo por la semejanza del adorno en forma de media luna,
sino también en su función purificadora. En el análisis comparativo de las dos
diosas que lleva a cabo Sullivan, mientras Tlazolteotl era la comedora de las
inmundicias, Chalchiuhtlicue, como la diosa de las aguas, era la que llevaba fuera
toda la suciedad45. La tierra y el agua no podían funcionar separadamente, eran las
fuerzas complementarias. De hecho, la tierra era representada como un recipiente
que contenía agua46.

IV. LOS NOMBRES DE LA DIOSA

La diosa en cuestión adquirió diferentes nombres en Mesoamérica y fue llamada


principalmente Tlazolteotl, pero también Ixcuina o Tlaelquani, sin contar con sus
otras denominaciones, entre las cuales podríamos mencionar Toci, Teteo Innan,
Tonantzin, Cihuateteo o Mayauel47. El nombre que mejor describe a la deidad es

39
Según las creencias indígenas, las mujeres muertas en el parto eran como guerreras que
perdieron su vida en la batalla y el niño representaba el cautivo en la guerra. SULLIVAN, T., Opus
cit., p. 18.
40
Ibídem; MIKULSKA, K., Opus cit., p. 91.
41
GIASSON, P., Opus cit., p. 139.
42
CASO, A., Opus cit., p. 72.
43
MIKULSKA, K., Opus cit., p. 91.
44
SULLIVAN, T., Opus cit., p. 23; MIKULSKA, K., Opus cit., pp. 89-137.
45
SULLIVAN, T., Opus cit., p. 22.
46
Ibídem, p. 23.
47
VAILLANT, George, Aztecs of Mexico: Origin, Rise and Fall of the Aztec Nation, Garden City,
1941, p. 182; NICHOLSON, Henry B., “Religion in Pre-Hispanic Central Mexico”, en

95
Ab Initio, Núm. 11 (2015) Marta Gajewska
Tlazolteotl, un ejemplo…

Tlazolteotl, que se traduce como “Diosa de las inmundicias, de la basura, del


estiércol o del placer sexual” hasta llegar al sentido moralizador: “Diosa del
pecado”48. Etimológicamente, el nombre propio Tlazolteotl está compuesto de las
palabras: tlazolli y teotl. Siguiendo a fray Alonso de Molina tlazolli significa
“basura que echan en el muladar” y viene de las palabras tlah “cosa” y zollo
“viejo, sucio” 49 . Es interesante observar que el término muladar significa en
español “aquello que ensucia o inficiona material o moralmente”50, es decir, que
encierra en sí aspectos tanto físicos como morales de lo sucio.

Sullivan 51 propone otra interpretación del nombre de la diosa inspirada en la


imagen de Tlazolteotl del Códice Borbónico 52 en la que la diosa lleva una
codorniz en la boca. El nombre se podría escribir fonéticamente al conformarse
con las palabras tlantli “diente” y zolin “codorniz”53 y de esta manera no sólo se
lograría escribir el nombre de la diosa, sino que también se reflejaría su rol de
patrona de la fertilidad, viendo en el pájaro el símbolo de la tierra y la fecundidad.
No hay que olvidar que Tlazolteotl esconde en sí dos conceptos más, es decir,
tlalli “tierra” y ollin “temblor, movimiento”. De ahí podemos hablar del aspecto
telúrico54 de la diosa y su protagonismo en la trecena Ce-Ollin (1 Temblor)55.

Otro nombre importante de la diosa es Ixcuina, que probablemente es la


denominación original de la deidad proveniente de la región huaxteca. Podemos
encontrar sus distintas versiones: Ixcuina, Ycuina, Ichcuina, Yxcina, todas
generalmente interpretadas como “señora del maguey o del algodón”. El primer
problema que deberíamos plantearnos en la traducción de este nombre es desde
qué lengua habría que hacerlo, ¿desde el náhuatl o el huaxteco? Como hemos
señalado más arriba, el origen de Tlazolteotl no es del todo seguro, y lo que sí que
es obvio es que debemos considerar su fuerte sincretismo, tanto en las funciones
que desempeña como en la evolución de sus apodos.

En líneas generales, en las dos lenguas podemos encontrar las connotaciones de


Ixcuina con hilar, tejer y con el algodón. Precisamente en huxteco cuynim
significa “algodón” y en náhuatl las palabras: ichtli, ichcatl e icuia denominan
respectivamente “maguey, fibra o hilo de maguey”, “algodón, lana, oveja” y “liar

WAUCHOPE, Robert (Ed.), Handbook of Middle American Indians, University of Texas Press,
Austin, 1971, p. 420; MIKULSKA, K., Opus cit., p. 91.
48
SULLIVAN, T., Opus cit., p. 7; LEWIS, L., Opus cit., p. 183; GIASSON, P., Opus cit., p. 138.
49
FRAY ALONSO DE MOLINA, Vocabulario en lengua castellana y mexicana y mexicana y
castellana, México, Perrúa, 1980, Fol. 118v.
50
RAE, Diccionario de la lengua española, 22ª ed., Madrid, 2001.
51
SULLIVAN, T., Opus cit., p. 12.
52
Códice Borbónico..., Lám. 13.
53
FRAY ALONSO DE MOLINA, Opus cit., Fol. 27v, 129v.
54
CASO, A., Opus cit., p. 72.
55
Tlazolteotl era la patrona principal de la trecena Ce Ollin (1Temblor) del tonalpohualli, el
calendario ritual del centro de México. Este calendario estaba compuesto de 260 días que se
obtenía entrelazando 20 signos con 13 números. De esta manera se formaban 20 periodos de
tiempo de 13 días cada uno, llamados “trecenas”.

96
Ab Initio, Núm. 11 (2015) Marta Gajewska
Tlazolteotl, un ejemplo…

algo con cordeles o adunar hilo”56. Cabe señalar que el primer nombre de la diosa,
Tlazolteotl, tiene que ver con la palabra náhuatl tlazotl que según el diccionario de
fray Alonso de Molina significa “cosa ensartada”57. Teniendo en cuenta que tan
diferentes orígenes del nombre de Ixcuina apuntan al mismo campo semántico, el
de tejer y de algodón, podríamos aceptar esta interpretación como la más acertada.

No obstante, investigadores tales como Rincón Huarota destacan otros valores del
nombre de la deidad, los que en su tiempo propuso Bernardino de Sahagún58. El
nombre de la diosa en náhuatl se podría dividir en ixtli y cui, obteniendo los
significados “haz o cara” y “tomar algo o tener parte hombre con mujer”. Por lo
que Ixcuina sería “la que toma varios rostros”. De hecho, Sahagún acentúa el
carácter cuádruple de la diosa y en cambio los comentaristas del Códice
Telleriano-Remensis denominan a Ixcuina “la diosa de dos caras”59. Sin entrar en
los detalles numerológicos, podríamos afirmar que esta interpretación del nombre
de Ixcuina refleja su pluralidad y multiplicidad como diosa, por lo que es
importante destacar este matiz en la traducción.

Ahora bien, las investigaciones posteriores se inclinan más a la interpretación del


prefijo ix- como un elemento femenino en huaxteco lo que junto a cuinim daría el
significado “señora de algodón”60. Sin embargo, esta versión no deja clara la idea
de por qué en algunas fuentes coloniales, como en las obras de fray Gerónimo de
Mendieta, fray Toríbio de Benavente de Motolinía, fray Juan de Torquemada o
fray Diego Durán, la diosa adquiere características masculinas61, sin mencionar su
aspecto guerrero que adquiere en su manifestación de Cihuateteo, mujeres
muertas en el parto62. Otras significaciones del prefijo ix- las menciona Rincón
Huarota, destacando sus connotaciones semánticas con la germinación de las
plantas y con el desgranamiento del maíz, lo que claramente resalta el rol
fertilizador de la diosa.

La tercera interpretación del nombre huaxteco de la diosa es la traducción del


nombre de Ixcuina como “la Flechadora”63. El apodo de la diosa tendría que ver
con la palabra cuynal, que según el diccionario huaxteca significa “flechar o
apedrear”64. Además, esta versión del nombre puede ser respaldada por un rito de
fertilidad tlacacaliliztli “sacrificio de hombres por flechamiento” que fue
instaurado en Tula en el siglo XI. Ixcuina sería la protagonista del evento, la gran
flechadora65.

56
SULLIVAN, T., Opus cit., p. 12; LEWIS, L., Opus cit., p. 183; MIKULSKA, K., Opus cit., p.
109.
57
FRAY ALONSO DE MOLINA, Opus cit., fol. 119r.
58
RINCÓN, Opus cit., s.p.
59
Ibídem.
60
SULLIVAN, T., Opus cit., p. 12.
61
Ibídem, p. 7.
62
LEWIS, L., Opus cit., p. 182
63
RINCÓN, Opus cit., s.p.
64
Ibídem
65
SULLIVAN, T., Opus cit., p. 8; RINCÓN, Opus cit., s.p.

97
Ab Initio, Núm. 11 (2015) Marta Gajewska
Tlazolteotl, un ejemplo…

Tlazolteotl, como la diosa multifacética, aparece a veces bajo el nombre


Ixcuiname66, que es el nombre híbrido de Ixcuina en plural, obtenido gracias al
sufijo pluralizador –me67. El complejo de Ixcuiname lo componían cuatro diosas
con cuatro nombres diferentes: Tiacapan o “hermana mayor”, Teicu o “hermana
menor”, Tlaco o “hermana media, la tercera”, y finalmente Xucotzin o “fruta,
ciruela”. Respecto al valor semántico de estos nombres no hay mucha polémica,
puesto que en general presentan la edad de cada una de las hermanas.

Por último, Tlazolteotl era llamada a veces Tlaelquani, “Comedora de la suciedad


o del pecado”. Esta denominación probablemente viene de las palabras tlaelli
“cosa sucia” y cua “comer o tomar”68.

En general, de todos los posibles nombres y apodos de la diosa Tlazolteotl, el que


refleja mejor sus funciones como la tejedora y la partera es Ixcuina. Es el nombre
que no sólo tiene las connotaciones de algodón, tanto en náhuatl como en
huaxteco, sino que también corresponde a la representación iconográfica, en la
que el rasgo distintivo de Tlazolteotl son los adornos de algodón.

V. FUNCIONES DE TLAZOLTEOTL

Hemos expuesto de manera asistemática diferentes asuntos mundanos de los que


Tlazolteotl era responsable. Merece la pena ordenar estas ideas para obtener una
imagen de la diosa más coherente. Está claro que no podemos definir con una sola
frase la función que desempeñaba Ixcuina en la cultura nahua, dado que hay
muchas funciones según el contexto en el que se encuentra la divinidad. Van der
Loo dice que “es la misma Tlazolteotl, pero son diferentes historias” 69 , son
diversos mitos y tradiciones que evolucionaron a lo largo de los siglos. Por lo
tanto, decir que Tlazolteotl es la patrona de las tejedoras y parteras no es
suficiente, más aún, desprovee a la diosa de sus otros roles igual de importantes.

Como ya hemos señalado, la figura de Tlazolteotl fue sometida a diferentes


clasificaciones y simplificaciones. A continuación proponemos diferentes intentos
de inclusión de Tlazolteotl en varios grupos de deidades, siempre teniendo en
cuenta su carácter artificial y científico, y que las clasificaciones propuestas no
agotan todos los aspectos de los dioses. Por lo tanto, el encasillamiento de
Tlazolteotl en el grupo de las deidades de la tierra, de la fertilidad u otro, no deja
clara la idea de que la misma diosa pueda estar relacionada con la muerte,
enfermedad o con el pulque, hechos que se escapan en cada intento de
clasificación. De ahí que a cada dios haya que verlo en relación a sus funciones y
posibles encarnaciones, sin adscribirlo a un conjunto que puede poner una venda
en los ojos.

66
FRAY BERNARDINO DE S., Historia General..., Libro I, Cap. XII.
67
RINCÓN, Opus cit., s.p.
68
MOLINA, fray A., Opus cit., fol. 120v; fol. 84r.
69
VAN DER LOO, Peter L., Códices, costumbres, continuidad un estudio de la religión
mesoaméricana, Leiden, Archeologisch Centrum, 1987, p. 73.

98

También podría gustarte