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IGLESIA PRIMITIVA Marisol

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Nombre: Linda Marisol Hernández Noriega

Curso: Introducción al Nuevo Testamento

Catedrático: Esdras Hurtarte

Tema: La iglesia Primitiva

Problemas Sociales, Cultural y Religiosos.


_________________________________________________

INTRODUCCIÓN

La iglesia primitiva se formó a partir de esa reunión extraordinaria,


sobrenatural aquel acontecimiento sobrenatural, donde la gloria
de Dios se Manifestó:
Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y
comenzaron a hablar en otras lenguas, según
el Espíritu les daba que hablasen.
Hechos 2.4

Después de este hecho el trabajo de los apóstoles de llevar el


evangelio a todo los gentiles y todas partes del mundo. Empezó el
evangelio de la predicación de Cristo, no importando los riesgos o
dificultades aun la muerte, no fue motivo de llevar el mensaje. La
transformación de Saulo para que fuese un instrumento útil en la
obra del Señor y su evangelio fuera predicado, después de ser
perseguidor del pueblo de Dios a predicador del evangelio. Fue una
pieza clave en la iglesia primitiva, la creación de comunidades,
esparcir el mensaje, sus viajes misioneros, sus temas doctrinales sus
inicios, enseñanzas y una vida que termino en un desgaste
apasionado por llevar el mensaje de Cristo, solo en él hay salvación
y liberación, el Perdón de pecados.
IGLESIA PRIMITIVA

Principales obstáculos, Social, Cultural, Religioso.

Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y


comenzaron a hablar en otras lenguas, según
el Espíritu les daba que hablasen.

Hechos 2.4
La ascensión de Cristo en el monte de los olivos (Hechos 1.9-12)
Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió
una nube que le ocultó de sus ojos.
Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se
iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras
blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por
qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido
tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al
cielo.
Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama del
Olivar, el cual está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo, la
aldea de Lázaro, de Marta y de María, y de ahí sus discípulos se fueron a
Jerusalén para esperar "la promesa del Padre", es decir, la venida del Espíritu
Santo.
Diez días permanecieron juntos, hombres y mujeres, orando y velando. El
día de Pentecostés, cincuenta días después de la muerte del Señor, vino un
estruendo del cielo y la casa donde estaban reunidos se llenó como de un
viento recio que corría, y se les aparecieron lenguas como de fuego que se
asentaron sobre la cabeza de cada uno de ellos. Era la manifestación del
Espíritu Santo asumiendo la forma de los elementos más poderosos de la
naturaleza: el viento y el fuego.

El estruendo producido por el ímpetu del viento, atrajo una multitud al


sitio donde estaban congregados. Como eran los días de una de las grandes
solemnidades, se hallaban reunidos en Jerusalén judíos venidos de todos los
países. Los discípulos habían recibido el don de lenguas, y la multitud estaba
perpleja oyéndolos hablar idiomas desconocidos en Galilea y en Judea. Los
más serios se detenían a pensar sobre lo que podía significar ese hecho tan
raro, pero se contentaban con decir que estaban llenos de mosto.

Pedro tomó la palabra, y este mismo hombre que tan pusilánime se había
mostrado cuando negó a Cristo, lleno de poder y de vida, expuso a la multitud
lo que aquel hecho significaba, recordándoles que el Cristo, al cual habían
entregado y crucificado, había sido levantado por Dios, conforme a lo que los
profetas habían hablado.

La multitud, compungida de corazón al oír sus palabras clamó diciendo:


"Varones hermanos, ¿qué haremos?" Pedro entonces les señala el camino
del arrepentimiento, y tres mil almas en aquel día aceptan y confiesan a
Cristo. Así nació la iglesia de Jerusalén, iglesia llamada a tener una corta
pero gloriosa carrera.

La vida de esta iglesia la tenemos narrada por San Lucas en estas palabras:

"Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con


otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.
"Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran
hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían
en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes y lo
repartían a todos según la necesidad de cada uno.

"Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el


pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de
corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y
el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser
salvos" (Hechos 2:42, 47).

La primera iglesia cristiana era, como vemos, una iglesia que aprendía la
doctrina escuchando la enseñanza de los apóstoles; una iglesia que vivía en
comunión, celebrando sus cultos en los que eran la parte principal el
rompimiento del pan y las oraciones; una iglesia que practicaba la fraternidad
haciendo que los más pobres participasen de los bienes de los más afor-
tunados. En la actividad exterior esta iglesia no cesaba de dar testimonio a los
inconversos, y el poder de Dios se manifestaba obrando diariamente
conversiones que venían a aumentar el número de los que componían la
hermandad. En esta iglesia se ve en forma admirable: la vida religiosa, en su
trato con Dios; la vida fraternal, en su trato con los hermanos, y la vida
misionera, en su trato con el mundo.

Las pruebas destinadas a intensificar el fervor de los nuevos convertidos


no se dejarían esperar mucho tiempo. A raíz de la curación de un cojo de
nacimiento a las puertas del templo, y de la predicación que siguió a este
milagro, Pedro y Juan son encarcelados, y al día siguiente tienen que
comparecer ante el Sanedrín. Este era un tribunal judío que funcionaba en
Jerusalén y el cual los romanos habían respetado. Lo componían setenta y un
miembros, de entre los ancianos, escribas y sacerdotes, bajo la presidencia del
sumo sacerdote. Era el mismo tribunal ante el cual había comparecido el
Señor. Pedro, lleno de Espíritu Santo, habló a este cuerpo, y allí levantó al
Cristo, anunciando que "en ningún otro hay salvación; porque no hay otro
nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos".

El Sanedrín les intimó que guardasen silencio, prohibiéndoles hablar en el


nombre de Jesús, a lo que ellos contestaron que no era justo obedecer a los
hombres antes que a Dios, y que no podían dejar de hablar de aquellas cosas
que habían visto y oído.

Poco tiempo después es Esteban quien comparece ante el Sanedrín. Su


testimonio fue noble, juicioso y brillante, pero la furia de los judíos se
desencadenó sobre él. Arrastrado fuera de la ciudad fue apedreado por la turba
inconsciente. Después de haber invocado a Jesús e implorado que no les fuese
imputado ese crimen a sus verdugos, "durmió".

El nombre Esteban significa corona. Hay una perfecta analogía entre el


nombre que llevó en la tierra y la corona de la vida prometida por el Señor a
los que son fieles hasta la muerte. Esteban fue el primer Martin del
cristianismo; primicias de aquella multitud que en todos los siglos y en todos
los países moriría por el testimonio de Jesucristo.
El martirio de Esteban fue la primera señal de una violenta persecución que
desoló a la iglesia de Jerusalén. Sus miembros, salvo los apóstoles, fueron
esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria.

Saulo de Tarso asolaba a la iglesia, entrando por las casas de los creyentes
y encarcelando a hombres y mujeres.

Jacobo, hermano de Juan, murió mártir, cayendo bajo el cuchillo de


Herodes.

Pero a pesar de todo, Lucas pudo escribir estas líneas alentadoras:

"Pero la palabra del Señor crecía y


Se multiplicaba". Hechos 12:24.
Nada de exageración hay en las palabras del historiador Schaff cuando
dice que San Pablo fue "el hombre que ha ejercido mayor influencia sobre la
historia del mundo".
Este apóstol nació en la ciudad de Tarso de Cilicia. Sus padres eran judíos y se
ignora desde qué época se hallaban habitando la culta ciudad helénica.

Si cuando Saulo se convirtió tenía, como es probable, unos treinta años, y


si este hecho ocurrió alrededor de los años 36 ó 37 de la era cristiana,
podemos fijar la fecha de su nacimiento, más o menos por el año 7, cuando
Jesús contaba unos 10 u 11 años de edad, y vivía en Nazaret con sus padres.

El nombre Saulo significa deseado, de lo que algunos han inferido que su


nacimiento fue objeto de anhelos que tardaban en realizarse. El nombre Pablo
era probablemente el nombre latino con que era conocido entre los paganos de
la ciudad.

La familia de Saulo militaba en las filas del fariseísmo, y el niño fue


destinado a seguir la carrera de rabino. Con este fin se confió su preparación
intelectual y religiosa al judío más ilustre de su tiempo, el célebre Gamaliel, a
quien sus compatriotas llamaban "el esplendor de la ley". Tenía en Jerusalén
una escuela (Hechos 5:34-40), es un rasgo de la sabiduría que le caracterizaba.
Pablo nos da cuenta de su educación a los pies del gran maestro, para quien
siempre conservó la mayor veneración y estima. (Hechos 22:3.)
Además de sus estudios teológicos, Saulo tuvo que aprender un oficio
manual. El mismo Gamaliel decía que el estudio de la ley, cuando no iba
acompañado del trabajo, conducía al pecado. Los rabinos tenían que hallarse
en condición de enseñar gratuitamente cuando fuese necesario, y por eso
siempre adquirían un oficio con el cual poder ganar la vida. Saulo aprendió a
coser tiendas, y sabemos cuan útil le fue este conocimiento cuando se vio
privado de las riquezas terrenales que abandonó por amor a Cristo.

Varias expresiones de sus epístolas (por ejemplo, Tito 1:12), y su discurso


en el Areópago de Atenas, demuestran que estaba familiarizado con la
literatura griega que se leía y comentaba en sus días.

Su origen judaico, el ambiente helénico que le circundó en su infancia, y


la ciudadanía romana que poseía por nacimiento (Hechos 22:25), le abrían
todas las puertas y podía dirigirse a los sabios del más alto tribunal de Atenas,
a los venerables ancianos del Sanedrín de Jerusalén, y a los soberbios romanos
que componían el gran tribunal de Nerón, sin ser para ellos extranjeros.

Cuando Saulo estaba en todo el esplendor de su ardiente fariseísmo, la


iglesia de Jerusalén llenaba la ciudad de la doctrina del Salvador. Saulo,
furioso como un león rugiente, se constituyó en instrumento de la persecución.
Lucas en los Hechos, y Pablo mismo en sus Epístolas, nos dan un cuadro vivo
de la actividad inquisitorial del joven fariseo.

Cuando Esteban era apedreado, Saulo estaba presente. Lucas dice que
Saulo "asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba hombres y
mujeres, y los entregaba en la cárcel''. (Hechos 8:3.) Recordando su triste
pasado, dice Pablo a los judíos: "Yo ciertamente había creído mi deber hacer
muchas cosas contra el nombre de Jesús de Nazaret: lo cual también hice en
Jerusalén; y yo encerré en cárceles a muchos de los santos, recibida potestad
de los príncipes de los sacerdotes; y cuando eran matados yo di mi voto".
(Hechos 26:9, 10.) De la frase "yo di mi voto" muchos intérpretes han
deducido que Saulo era miembro del Sanedrín. Otros creen que es lenguaje
figurado y que sólo alcanza a significar que aprobaba lo que se hacía. Estos
actos fueron repetidos con frecuencia, pues él mismo dice: "Y muchas veces
castigándolos por todas las sinagogas''. El odio al Salvador y el carácter
violento de sus persecuciones se ve en estas palabras: "Los forcé a blasfemar;
y enfurecido sobremanera contra ellos, los perseguí hasta en las ciudades
extrañas". Su fama de perseguidor era notoria aun fuera de Jerusalén. Ananías
en Damasco pudo decir: "Señor, he oído de muchos acerca de este hombre,
cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén; y aun aquí tiene autoridad
de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre."
(Hechos 9:13-14.) En la Epístola a los Galatas dice: "que perseguía
sobremanera a la iglesia de Dios, y la destruía". (Gal. 1:13.) En Filipenses 3:6,
se llama a sí mismo "perseguidor de la iglesia".

Que Saulo "persiguió con maldad, pero no por maldad. Le animaba la


mejor intención del mundo, y creía estar sirviendo a Dios cuando defendía la
teocracia, la ley y el templo.

Yendo Saulo ocupado en su tarea de perseguidor de los santos, Jesús le


salió al encuentro en el camino de Jerusalén a Damasco, y le dijo: "Saulo,
Saulo; ¿por qué me persigues?" Una luz superior a la del sol lo envolvió y él
cayó herido de ceguera a causa del gran resplandor que había visto. Al caer
Saulo, cayó juntamente todo el edificio de su fariseísmo, y la ceguedad que le
hirió, dijo Crisóstomo, "fue necesaria para que pudiese alumbrar al mundo".
La conversión repentina de Saulo es una de las grandes pruebas del
cristianismo. "No se llega por ningún análisis psicológico ni dialéctico a
sondear el misterio del acto por el cual Dios reveló su Hijo a Pablo".

El tímido redil del Señor no podía creer que el león se había convertido en
cordero, pero la oportuna intervención de Bernabé hizo que Saulo fuese
recibido por los apóstoles y reconocido como uno de los que habían pasado de
muerte a vida.

Saulo estuvo algunos días con los discípulos en Damasco, luego pasó un
período de tres años en Arabia, volvió a Damasco, visitó a Jerusalén y a Tarso,
y después le hallamos en Antioquia, de donde irradiaría la luz suave y
bienhechora del evangelio a todas partes del imperio romano.

San Lucas nos da cuenta de sus viajes atrevidos, largos, y frecuentes. En


completa sumisión al Señor, iba Pablo, de ciudad en ciudad, predicando a
Cristo crucificado. A veces su permanencia en un lugar era cosa de días, a
veces de años enteros. Bernabé, Silas, Marcos, Timoteo, Lucas y otros le
acompañaban en estas expediciones misioneras. Lo hallamos en Tesalónica,
en Corinto, en Atenas, en Efeso, en Jerusalén, y finalmente en Roma. Las
sinagogas de sus compatriotas, ya en aquel tiempo numerosas en todos los
grandes centros de población, le presentaban la oportunidad de anunciar, "al
judío primeramente", que no habiéndoles sido posible ser justificados por las
obras de la ley, podían ahora creer en el Mesías que había sido crucificado, el
justo por los injustos, y ser justificados por la fe. Pero como apóstol de los
gentiles, de la sinagoga pasaba a las calles, a las casas, a los mercados, a las
escuelas, y anunciaba aquella perfecta salvación que predicaba por mandato
divino. Los azotes, las cárceles, los tumultos, las turbas enfurecidas, no le
hacían desmayar, y como desafiando a todos estos obstáculos, seguía
fielmente en su misión, sabiendo que era Dios quien le había encargado esa
tarea, lo que le hacía exclamar: "¡Ay de mí si no anunciare el
evangelio!" El poder de Dios acompañaba su predicación, y las almas se
agrupaban en torno suyo para oír la verdad que defendía con tanta
vehemencia. Muchos judíos se convertían, rompiendo con el yugo de la ley, y
muchos gentiles arrojaban a los topos y a los murciélagos sus ídolos de plata y
de oro para convertirse y servir al Dios vivo y verdadero y esperar a su Hijo de
los cielos. Por todas partes se organizaban iglesias, a las cuales Pablo cuidaba
desde lejos por medio de sus oraciones y de la enseñanza que les comunicaba
en las epístolas que enviaba por mano de sus fieles colaboradores. Jamás
hombre alguno supo estas en tantos lugares al mismo tiempo y extender su
influencia a regiones tan dilatadas.
Los Hechos terminan con la llegada de Pablo a la ciudad de los Césares,
donde, a pesar de estar preso, supo llenarlo todo del evangelio de Cristo,
consolar a los que venían a verle, y proseguir su actividad literaria,
produciendo las páginas más sublimes que hayan sido escritas por la mano del
hombre.

La historia de los últimos años de la vida de San Pablo, es decir, desde su


llegada a Roma hasta su muerte, se halla envuelta en la niebla de la tradición,
y el historiador no teniendo ya a un Lucas que le guíe, tiene que seguir a
tientas por el camino cuyo plano desea trazar.

Historia Eclesiástica es el estudio de la historia de la Iglesia Cristiana desde el


final del Nuevo Testamento hasta el principio del movimiento evangélico. Se
pone énfasis en el sacrificio de los mártires, las controversias doctrinales, el
desarrollo del catolicismo, los precursores de la reforma, Martín Lutero y la
Reforma Protestante.
El origen de la Iglesia primitiva

Es ampliamente aceptado por los estudiosos que la Iglesia Primitiva se originó


el día de Pentecostés con la llegada del Espíritu Santo (Hechos 2).
La Biblia muestra claramente que la historia de la redención fue planeada por
Dios desde la eternidad (Efesios 1). Esto significa que Dios dirigió
soberanamente la historia para que se cumpliera su propósito. Entonces, en el
momento oportuno, es decir, en la «plenitud de los tiempos, Dios envió a su
Hijo» (Gálatas 4:4).

Por lo tanto, la Iglesia primitiva surgió en un entorno perfectamente


preparado por Dios. De hecho, no habría habido un momento más adecuado
para la Iglesia primitiva que ese. En los siglos anteriores, el mundo había
avanzado hacia una unificación sin precedentes.

El imperio griego de Alejandro Magno estandarizó básicamente la lengua y la


cultura. La filosofía griega influyó en muchos pueblos, y el griego se extendió
por toda esa región, convirtiéndose en la lengua común de todos esos pueblos.

Por eso, cuando surgió el Imperio Romano, se aprovechó de esa unidad


cultural e idiomática para dar lugar a una realidad única. A diferencia de otros
imperios, el Imperio Romano consiguió mantener la paz en todo su dominio
de forma increíble.

El imperio estaba conectado por carreteras que facilitaban el comercio y la


comunicación y fue en este entorno donde se empezó a predicar el Evangelio,
haciendo que la Iglesia Primitiva creciera rápidamente desde Jerusalén hasta
las ciudades más lejanas del mundo grecorromano.

El liderazgo de la Iglesia primitiva

La iglesia primitiva fue dirigida por los apóstoles de Jesús. Y por muchos hombres que
Dios levantó. Estos hombres fueron especialmente elegidos por Dios para poner los
cimientos de la Iglesia (Efesios 2:20).

El libro de los Hechos recoge una parte importante de la historia de la Iglesia primitiva,
muestra de forma sobresaliente la labor de algunos apóstoles en la dirección de la Iglesia.
La labor del apóstol Pedro, por ejemplo, recibe gran énfasis en la primera mitad del libro de
los Hechos sobre la Iglesia de Jerusalén.
Junto a Pedro, el apóstol Juan fue otro líder destacado de la iglesia primitiva y también uno
de los pilares de la iglesia de Jerusalén (Gálatas 2:9). Hacia el final de su vida, también
tuvo cierta participación en la iglesia de Éfeso.

Además de los apóstoles, otros nombres influyentes fueron también muy activos en la
iglesia primitiva. Entre ellos: Esteban, Felipe, Santiago, Judas, Bernabé, Silas, Marcos,
Lucas, Timoteo, Tito, Apolos, etc.

Los miembros de la Iglesia primitiva

Sin duda, la mayoría de los miembros de la Iglesia primitiva eran gente sencilla, como
campesinos y pescadores. Pero también había miembros de otras clases sociales. A la luz de
los textos del Nuevo Testamento, sabemos que entre los miembros de la Iglesia primitiva
había judíos, gentiles, hombres, mujeres, jóvenes, ancianos, soldados, amos y esclavos
(Tito 2:1-10).

Esto demuestra que el conjunto de miembros de la Iglesia Primitiva era una prueba de que
la gracia de Dios se manifestaba trayendo la salvación a toda clase de personas (Tito 2:11).
Un punto importante sobre la membresía de la Iglesia Primitiva es la participación de las
mujeres. Esto es interesante porque en la época de la Iglesia primitiva había mucha
discriminación hacia las mujeres. En el judaísmo, por ejemplo, las mujeres no podían ser
enseñadas por los rabinos, ni podían ser contadas en el quórum de las sinagogas.

Importante: Es importante entender que la igualdad bíblica entre el hombre y la mujer no


significa que no haya distinción de roles y funciones instituidas por Dios. El liderazgo
eclesiástico, por ejemplo, ha sido confiado por Dios a los hombres (1 Timoteo 3; Tito 1).

¿Cómo se organizó la iglesia primitiva?

La iglesia primitiva tenía una jerarquía simple: había personas que enseñaban (los apóstoles
y ancianos) y otras que aprendían. Pero además había hombre de Dios como: profetas,
evangelistas, pastores y maestros.

Todas estas personas tenían en común que habían sido facultadas por el Espíritu Santo de
Dios de una manera especial para servir en la Iglesia de Cristo. La Iglesia primitiva estaba
dispersa por todo el Imperio Romano en diferentes localidades.

Estas localidades eran gobernadas por ancianos (obispos) que pastoreaban y enseñaban a la
iglesia a través de la Palabra de Dios. También había diáconos en las comunidades locales,
que se ocupaban de otros asuntos importantes de la comunidad, como la asistencia a los
necesitados.

Vea también: ¿Por qué permitió Dios la poligamia en la Biblia?

¿Cómo eran las reuniones de la iglesia primitiva?


En la época de la iglesia primitiva, no había templos para que la comunidad cristiana se
reuniera. De hecho, era común reunirse en las casas de los hermanos y allí tener las
reuniones de la iglesia.

Por ejemplo, la casa de María, la madre de Juan Marcos, era un lugar de reunión de la
iglesia de Jerusalén. Otro ejemplo es la casa de Filemón, que sirvió de lugar de reunión para
la iglesia de Colosas (Filemón 1:2).

Las plazas y sinagogas repartidas por todo el Imperio Romano a menudo servían también
como lugares para la predicación del Evangelio.

Entre las reuniones de la iglesia primitiva que muestra la Biblia que deben hacerse y que
ellos practicaron en toda su época son:

Reuniones de Mutualidad: Donde los hermanos que tenian dones (dos o tres) contribuían a
la reunión como el espíritu los dirigía (1 Corintios 14:23;26-33).

Reuniones del Partimiento del Pan o Cena del Señor: los miembros recuerdan la muerte de
Jesús, como él había ordenado (1 Corintios 10:16-17; Hechos 2:42;20:7).

Reuniones de Oración: Esta fue una reunión muy importante en la que todos buscaban a


Dios (Hechos 2:42;4:24, 31;12:5).

Reuniones para el ejercicio de los dones espirituales: esta reunión tiene como característica
capacitar a los hermanos que son llamados por el Señor para ejercer su ministerio (1
Corintios 14,34-35)
Reuniones de Lectura: La iglesia se reunía para participar de la lectura de la palabra y la
meditación (Colosenses 4:16; 1 Tesalonicenses 5:27; Hechos 2:42;15:21;30-31).

Vea también: ¿Qué significa donde están dos o tres reunidos en mi nombre?

La Iglesia primitiva también tuvo problemas

La iglesia primitiva era una iglesia hospitalaria; una iglesia misionera; una iglesia ferviente
y unida que perseveraba en la oración; una iglesia
centrada en la defensa del Evangelio; una iglesia que
anteponía la causa de la obra de Dios; una iglesia que
no retrocedía ante la oposición y las amenazas.

Pero la Iglesia primitiva también tenía sus


problemas. La Iglesia primitiva fue duramente
atacada por las herejías difundidas por falsos
maestros y, a veces, sus comunidades acabaron
dando cobijo a estas personas.

En algunas comunidades había problemas


doctrinales, problemas éticos, casos de división
e inmoralidad. De hecho, las siete iglesias del
Apocalipsis muestran claramente algunos de los problemas a los que se enfrentaba la
Iglesia primitiva.

De las siete iglesias de Asia Menor, sólo dos no son reprendidas por el Señor Jesús.

La iglesia prevalece hasta hoy

A pesar de todos los problemas, la Iglesia primitiva prevaleció y fue la primera base
misionera que internacionalizó la predicación del Evangelio. Un grupo inicial de poco más
de un centenar de personas en Jerusalén en el siglo I, se convirtió en una incontable
multitud dedicada a hacer que el nombre de Cristo fuera glorificado.

Esto demuestra que la


realidad de la Iglesia no
descansa en las
capacidades humanas. La
principal cualidad de la
Iglesia radica en que se ha
logrado por la gracia de
Dios.

La Iglesia pertenece al Señor y es Él quien conserva a su pueblo firme hasta el final (1


Corintios 1:8). Así fue con la Iglesia primitiva, así es con la Iglesia actual, y así seguirá
siendo hasta el día en que Cristo venga por su gloriosa Iglesia, Aleluya!

En los tres primeros siglos los cristianos fueron perseguidos más que cualquier otro grupo
religioso. Fueron vistos como demasiado exclusivos, demasiado estrechos de mente, y una
amenaza para el orden social, debido a que se negaron a honrar a otros dioses o adorar al
emperador.

Entonces, ¿por qué alguien se convertiría en cristiano, si los cristianos eran vistos como
ofensivos y eran excluidos de los círculos de influencia y negocios, y a menudo eran
ejecutados? (¿Por qué razón alguien se convertiría en cristiano en los primeros tres siglos?)
y Destructor de los dioses: el cristianismo en el mundo antiguo.

Una razón principal, explica Hurtado, fue que la iglesia cristiana era un “proyecto social”
único. Era una comunidad de contraste, una contracultura que era tanto ofensiva y a la vez
atractiva para muchos.

Pero, ¿qué hacía tan diferente a la comunidad cristiana?

Nueva identidad

Hurtado señala que la base de este inusual proyecto social fue la identidad religiosa única
de los cristianos. Antes del cristianismo, no había una “identidad religiosa” distinta, ya que
tu religión era simplemente
un aspecto de tu identidad
étnica o nacional. Si eras de
esta ciudad, o de esta tribu, o
de esta nación, adorabas a los
dioses de esa ciudad, tribu, o
pueblo. Tu religión era
básicamente asignada de
antemano.

El cristianismo introdujo al pensamiento humano el concepto de que tú eliges tu religión,


independientemente de tu raza y clase social. El cristianismo también afirmó
radicalmente que tu fe en Cristo se convierte en tu nueva y más profunda identidad,
mientras que al mismo tiempo no descartaba ni borraba tu raza, clase social, o género.
En cambio, tu relación con Cristo los ponía en segundo lugar. Esto significaba, para
escándalo de la sociedad romana, que todos los cristianos —ya sean esclavos, libres, o de
alta alcurnia, sin importar su raza y nacionalidad— eran ahora iguales en Cristo (Gá. 3:26-
29). Este fue un desafío radical para la
estructura social arraigada y las divisiones
de la sociedad romana, y de ella fluyeron al
menos cinco rasgos únicos.

1. La iglesia primitiva era multirracial y


experimentó una unidad sorprendente a
través de las fronteras étnicas
Mira la descripción del liderazgo de la iglesia de Antioquía como un ejemplo (Hechos 13).
A lo largo del libro de Hechos vemos una notable unidad entre personas de diferentes razas.
Efesios 2 es testimonio de la importancia de la reconciliación racial como fruto del
evangelio entre los cristianos.

2. La iglesia primitiva era una comunidad de perdón y reconciliación

Como ya hemos dicho, los cristianos fueron a menudo excluidos y criticados, pero también
fueron activamente perseguidos, encarcelados, atacados, y asesinados. Sin embargo, los
cristianos enseñaron el perdón y retuvieron represalias contra los oponentes.  Esto era
inaudito en una cultura de vergüenza y honor en la que se esperaba venganza. Los
cristianos no ridiculizaban ni se burlaban de sus oponentes, y mucho menos respondía con
violencia.

3. La iglesia primitiva era famosa por


su hospitalidad con los pobres y con los que
sufren

Aunque se esperaba que cada familia o tribu


cuidara de sus pobres, la ayuda
indiscriminada de los cristianos a todos los
pobres, incluso de otras razas y religiones,
como se enseña en la parábola de Jesús del
buen samaritano (Lc. 10:25-37), fue sin precedentes. La encarnación y la filantropía
cristiana temprana, en inglés). Durante las plagas urbanas, los cristianos no huyeron de las
ciudades, sino que se quedaron y cuidaron a los enfermos y moribundos de todos los
grupos, a menudo a costa de sus propias vidas.

4. Era una comunidad comprometida con la santidad de la vida


No era simplemente que los cristianos se opusieran al aborto. El aborto era peligroso y
relativamente raro. Una práctica más común se llamaba “exposición infantil”. Los niños no
deseados eran literalmente arrojados a los montones de basura para morir o ser llevados por
los comerciantes a la esclavitud y la prostitución. Los cristianos salvaban a los niños y se
los llevaban.

5. Era una contracultura sexual

La cultura romana insistió en que las mujeres casadas de estatus social alto se abstuvieran
de tener relaciones sexuales fuera del matrimonio, pero se esperaba que los hombres
(incluso los hombres casados) tuvieran relaciones sexuales con personas más bajas en la
escala social: esclavos, prostitutas, y niños. Esto no solo estaba permitido, sino que se
consideraba inevitable. Esto se debió, en parte, a que el sexo en esa cultura siempre se
consideraba una expresión de estatus social.
El sexo se veía principalmente como un
simple apetito físico que era irresistible.

Las normas sexuales de los cristianos eran


diferentes, por supuesto. La iglesia prohibió
cualquier tipo de intimidad sexual fuera del
matrimonio heterosexual. Pero las prácticas
sexuales paganas más antiguas y
aparentemente más”liberales” finalmente dieron paso a
normas cristianas más estrictas, ya que la “lógica más
profunda” de la sexualidad cristiana era muy diferente. El
cristianismo veía el sexo no sólo como un apetito, sino
como una forma de entregarse completamente a otro y, al
hacerlo, imitar y conectar con el Dios que se entregó en
Cristo. También fue más igualitario, trataba a todas las
personas como iguales y rechazaba el doble estándar de
género y condición social. Finalmente, el cristianismo vio
el autocontrol sexual como un ejercicio de la libertad
humana, un testimonio de que no somos meros peones de nuestros deseos o destino
(ver From Shame to Sin, es decir De la vergüenza al pecado).

Desafío de amor

Debido a que la iglesia primitiva no encajaba en su cultura circundante, sino que la desafió
en amor, es que el cristianismo finalmente tuvo tal efecto en ella.

¿Podría el mismo proyecto social, en esencia, tener un efecto similar si se llevara a cabo
hoy?

_________________________________________________

CONCLUSIÓN

Podemos decir que la iglesia primitiva en todo su esplendor, en sus


inicios fue impresionante, como Dios dando la sabiduría y fuerza a
sus discípulos, apóstoles pudieron llevar ese mensaje precioso e
inigualable de la Vida de Cristo, Salvación para todo aquel que en
el crea, sea salvo, a pesar de las dificultades sociales de aquel tiempo
o obstáculos doctrinales culturales de maestros que se lograban
infiltrar y engañar pero los apóstoles pudieron mantenerse en su
postura de seguidores de Cristo a pesar de perder su vida a causa de
Cristo volviéndose mártires del Cristianismo, o dejando sus vidas
personales para predicar el Cristianismo y así creer en esa promesa
que nuestro Señor Jesucristo hizo al ascender al cielo, esa promesa
eterna que así como lo miraban ascender así mismo regresaría por su
pueblo, aquellos que se mantengan fieles a esa promesa.
¡El Regresara!

Fuente: Google…

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