Reirte Contigo, Sín Tí
Reirte Contigo, Sín Tí
Reirte Contigo, Sín Tí
Reírse de un alguien para llamar la atención de las personas es un recurso bastante cruel y
denigrante, en especial si eres un autor literario como Quevedo, quien escribió “A un hombre de
gran nariz” hablando de la prominente nariz de Góngora, quien por su parte era un destacado autor
literario que escribió “Francisco de Quebebo” tratando de ignorante y alcohólico a Quevedo.
Pelearse, discutirse y reirse a través de palabras, fue un gran conflicto literario, pero esta acción no
es buena ni sana para nadie, al contrario es suficientemente tóxica para los escritores y lectores,
sin embargo, sí fue excelentemente bueno para llamar la gran atención del público literario de la
época.
Nos remontamos en el éxtasis del llamado “Siglo de Oro” en la literatura española, siglos XVI y
XVII, donde la literatura del entonces fue, según explica Etecé “El Siglo de Oro se caracterizó por
una tendencia a la vulgarización de los saberes humanísticos, lo cual potenció los géneros de
la sátira y la comedia popular, que tuvo su correspondencia en la novela picaresca [...]”. En aquella
época era ya bastante popular y normal, la gran expresión literaria de los autores, y la fascinación
de los lectores por el seguir de la literatura. En esta oportunidad hablaremos de dos grandes
poetas del Siglo de Oro, por un lado tenemos a Luis de Góngora, a quien hoy destacamos por su
estética del Culteranismo, y por otro lado a Francisco Gómez de Quevedo, al que destacamos por
su estética de Conceptismo. Estos dos grandes protagonistas del Siglo de Oro ganaron una
popularidad por sus dedicatorias a uno del otro en sus poemas, donde se insultaban y burlaban,
que para la mayoría de lectores les tuvo que haber sacado más de una risa o carcajada. Esta clase
de humor era admitido con normalidad, ya que en la época el denigrar y/o insultar al otro era un
acto humorístico entre la gente (generalmente de mayor nivel económico), lo que a Quevedo y
Góngora los llevó al estrellato. Gracias a la ayuda del profesor Pedro Moriche en su canal digital
llamado “El Edén de los Cínicos” analizaremos algunos poemas, que por ejemplo, Quevedo
escribió refiriéndose a Góngora:
“Yo te untaré mis obras en tocino
porque no me las muerdas, Gongorilla.
perro de los ingenios de Castilla,
docto en pullas, cual mozo de camino ”
Aquí nos encontramos con que Quevedo caracteriza a Góngora como Judio (Gran insulto de la
época), también lo menciona como Perro Judio y Ludopata. En cuanto Góngora no se quedó atrás
con sus insultos hacia Quevedo, por ejemplo:
“Anacreonte español, no hay quien os tope,
que no diga con mucha cortesía,
que ya que vuestros pies son de elegía,
que vuestras suavidades son de arrope”
Aquí nos encontramos con que Gongora se burla de Quevedo al llamarlo Anacreonte español,
también, de forma irónica, se refiere a sus pies ya que Quevedo era cojo, cuya ironía incluso lo usa
para llamarlo alcohólico. La ironía como bien ya sabemos era una gran cualidad del Siglo de Oro,
ironía es, según la RAE, “Burla fina y disimulada [..], expresión que da a entender algo contrario o
diferente de lo que se dice, generalmente como burla disimulada”, con esto ya en mente,
razonamos que el uso de la ironía para denigrar a alguien, con cualquier tipo de fin, es
injustificable a la necesidad de llamar la atención, incluso si esta es por gracia propia. No
sabemos con exactitud qué pensaban estos autores en aquella época de sus insultos, pero desde
nuestro pensamiento actual, invalidamos como generación el uso de este humor, por sus
contrapuntos y efectos que es capaz de dejar como consecuencia en las personas.
Para entender aún más la rivalidad de Quevedo y Góngora, nos situaremos en la historia donde se
conocieron, para empezar, se conocieron en Valladolid, España, donde primero llegaría Quevedo
luego Góngora, aquí nace la gran disputa, el inicio de todo fue un poema que Quevedo título
textualmente "Contra Don Luis de Góngora" y ¿Por qué Quevedo haría esto? Pues lo haría ya que
en ese momento Quevedo habría empezado hace un año a escribir, y cuando hizo el poema, no era
tan conocido, en el caso de Góngora ya era todo lo contrario, un escritor famoso y conocido. Lo
que llevó a Quevedo a hacer el poema, fue aprovechar la fama de Góngora para que la gente lo
empiece a reconocer y Góngora al caer un poco en este juego, también fue participante, y con ello
ser capaz de contrarrestar los poemas de Quevedo, obteniendo como resultado aún más fama.
además logrando que Quevedo, sea también uno de los escritores más reconocidos del Siglo de
Oro, a base de llamarle la atención a Góngora a través de los insultos y humor en sus poemas.
Siendo ya conocedores de la historia, nos preguntamos ¿Por qué ambos se aprovecharon de
insultarse el uno al otro por popularidad?. La Nación en su pequeña investigación sobre “¿Por qué
tanta gente se desvive por ser famosa?”, nos declara que “Las personas que sienten un deseo
abrasador de ser ampliamente conocidas por extraños son distintas de aquellas que buscan
dinero e influencia. Su comportamiento de búsqueda de fama parece estar enraizado en el deseo
de aceptación social, un anhelo de seguridad existencial”. Es por ello que podemos deducir la
genial mentalidad de estos autores, al encontrar una gran oportunidad para su visibilidad, y
utilizarla para su propia conveniencia y beneficio.
Concluimos que muchas personas, a diario, usan las oportunidades que enfrentan en busqueda de
un merito propio, y Quevedo con Góngora no fueron la excepción, de hecho si logramos abrir
nuestras mentes, logramos captar que incluso Quevedo con Góngora, buscando beneficio propio,
trabajaron el uno para el otro, al mismo tiempo, ambos ganaron lo que querían, popularidad,
sacando aprovechamiento de la época en la que vivieron, logrando una aceptación y aprobación
social, inclusive jugaron tan bien sus cartas que sus acciones y obras son recordadas y
homenajeadas hasta el dia de hoy.
Por último destacamos que este duelo literario, donde sobresale la utilización de ironía e insultos,
el uso de aquello para denigrar a alguien de forma pública, no son caminos sinceros y saludables
para llegar a la fama, y si el caso no fuera con ese fin, tampoco es justificable hablar mal de otra
persona, no tomando en cuenta sus sentimientos, y como esta otra se puede llegar a sentir con
nuestras declaraciones, es más, casos de ironía pública hacia otras personas, en especial en las
redes sociales, es pan de cada día, es por ello que te invitamos a reflexionar ¿Qué crees que
pasaría, si el caso de Quevedo y Góngora se repitiera en nuestra actualidad?
BIBLIOGRAFÍA
Moriche, Pedro, (2021) “Góngora contra Quevedo II: el Arte del Insulto”, El edén de los Cínicos.
“Ironía” RAE
(2006) “¿Por qué tanta gente se desvive por ser famosa?”, La Nación.
Tabuenca, Elia, (2021)“Quevedo y Góngora: diferencias y rivalidad”, unPROFESOR
Máxima Uriarte, Julia (2019) “Siglo de Oro”, Características.