Antologia Derecho Electoral
Antologia Derecho Electoral
Antologia Derecho Electoral
“BENITO JUAREZ”
HORA: 13:00-14:00
“DERECHO ELECTORAL”
PRESENTA:
“TERCER SEMESTRE”
1.1.1. Naturaleza
El derecho electoral forma parte del derecho público de un Estado. Esto es así,
porque sus normas regulan básicamente las relaciones que se establecen entre
los particulares y el Estado. Se trata de determinar, grosso modo, la forma en que
los primeros pueden erigirse en titulares de los dos poderes estatales o de
asegurar su participación por medio del sufragio respecto de decisiones que hacen
al gobierno de la comunidad. Asimismo, un capítulo del derecho electoral, aquel
que se centra en los aspectos de procedimiento, se ocupa de organizar la
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En cuanto a la relación con las restantes ramas se tratará siempre de un nexo que
le servirá al derecho electoral como instrumento para poder regular aquellas
cuestiones que por su semejanza deban ser reguladas por normas propias de la
otra rama considerada, con arreglo a las particularidades que él presente. Por
ejemplo, en materia de derecho administrativo sus principios serán aplicables en
cuanto la naturaleza específica del servicio electoral no requiera principios propios.
Con el derecho penal, el vínculo surge de la necesidad que tiene el derecho
electoral de tipificar aquellos hechos que configuran delitos o contravenciones de
tipo electoral. En este tipo serán aplicables de todas maneras los principios
generales que se derivan del derecho penal de cada país. Asimismo, nada obsta a
que estos delitos integren un capítulo especial del Código penal correspondiente.
Lo mismo ocurre con el derecho procesal, que aporta una cantidad de institutos
aptos para llevar a cabo los procedimientos que tienen lugar en el ámbito electoral.
Piénsese al respecto en toda la actividad de tipo jurisdiccional que desenvuelve el
tribunal o autoridad de aplicación. Pues bien, estos actos deben estar enmarcados
dentro de reglas de tipo procedimental que se compadezcan con el derecho
procesal nacional.
1.1.2. Características
como ocurre, por ejemplo, en las materias civil, penal o administrativa, sino que la
mayor parte, por no hablar de la totalidad de los ya numerosos catálogos legales
electorales … han contenido una composición mixta, un entrecruce de normas
sustantivas y adjetivas, cuando no, con el agregado de preceptos orgánicos,
creando y ordenando cuerpos administrativos; y, últimamente, de órganos
jurisdiccionales (desde el punto de vista material, aunque no formalmente
judiciales) electorales“. En definitiva, el derecho electoral está integrado por dos
cuerpos normativos: el primero aborda el campo material o sustantivo, mientras
que el segundo se ocupa de lo estrictamente procedimental.
Por último, se debe tener también en cuenta la función cívica que cumple el
derecho electoral, en la medida que se constituye en una valiosa herramienta de
educación ciudadana. El conocimiento de los diferentes capítulos que lo integran
trae aparejada la observación de muchos de los momentos cruciales de la vida
política dentro de un marco pluralista. Pensamos que esta característica debe ser
tenida en cuenta al momento de determinar los fines y fundamentos del derecho
electoral.
1.1.3. Objeto
1.1.4. Autonomía
Filósofos y sociólogos como Aristóteles, John Locke y Max Weber han estudiado
el concepto de legitimidad. En su obra Política, Aristóteles clasificó los gobiernos
constitucionales legítimos en tres tipos: la monarquía, la aristocracia y la
democracia. La teoría del gobierno de Locke se centraba en la monarquía. Locke
lo consideraba legítimo el gobierno de un rey si su pueblo estaba de acuerdo en
que favorecía el bien común. Weber creó una tipología de formas puras de
legitimidad: la tradicional, la carismática y la racional. En último término, la
legitimidad se deriva de una combinación del consentimiento tácito y explícito de
los individuos afectados del respeto a las leyes formales y del reconocimiento por
parte de otras entidades como Estados y como organismos internacionales
Garantizando al pueblo verdadero poder sobre los asuntos que conciernan a las
satisfacción de sus necesidades a trabes de la descentralización de las unidades
socioeconómicas en zonas
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El primer requisito para una democracia económica es que todos deben tener
satisfecha sus necesidades básicas. El segundo toda la población debe tener un
poder adquisitivo en crecimiento constante. Tercero el poder de las decisiones
económicas debe residir en la población a través de la participación, la
descentralización de la administración e información masiva con una educación
socioeconómica se lograra tal objetivo. Por último, debe impedirse estrictamente
que organismos económicos internacionales, multinacionales y forasteros
interfieran en la economía local. La fuga de capitales y recursos debe ser
detenida, hoy en día el FMI (Fondo Monetario Internacional) y las grandes
multinacionales disponen de los recursos y decisiones económicas de los países
del tercer mundo para beneficio propio en perjuicio de los pueblos
subdesarrollados.
1.3 SUFRAGIO
Universal: tienen derecho a él todos los ciudadanos que satisfagan los requisitos
establecidos por la ley, sin discriminación de raza, religión, género, condición
social o ilustración.
Libre: el elector no está sujeto a ningún tipo de presión o coacción para la emisión
del sufragio.
Secreto: garantía de que no se conocerá públicamente la preferencia o voluntad
de cada elector individualmente considerado.
Directo: el ciudadano elige por sí mismo a sus representantes.
1.3.2. Restricciones
VOTO PASIVO: Para tener derecho al sufragio pasivo, esto es, para estar en
condiciones de ser candidato a algún cargo de elección popular, se debe cumplir,
en principio, con los mismos requisitos estipulados para el sufragio activo, aunque
con frecuencia se exige mayor edad para poder ser candidato a un cargo público
de elección popular. Adicionalmente, la ley prevé diversas causas de in
elegibilidad para poder ser electo. Estas causas pueden ser absolutas o relativas;
las primeras aluden a supuestos bajo los que nunca se puede ser candidato. Por
ejemplo, en el caso de la elección presidencial, la Constitución General precisa
una in elegibilidad absoluta para el ciudadano que haya ocupado previamente este
cargo en cualesquiera de sus modalidades.
Las causas de in elegibilidad relativa aluden a ciertas restricciones para poder ser
candidato a un cargo de elección popular; por ejemplo, cuando el aspirante esté
ejerciendo un cargo público. Estas restricciones se pueden superar siempre y
cuando el candidato se separe de su cargo en un lapso determinado previo a la
elección. Por ejemplo, los Secretarios o Subsecretarios de Estado no podrán
contender en una elección presidencial a menos que el interesado se separe de su
cargo seis meses antes del día de la elección.
SISTEMAS ELECTORALES
El sistema electoral es el conjunto de medios a través de los cuales la voluntad de
los ciudadanos se transforma en órganos de gobierno o de representación política.
Las múltiples voluntades que en un momento determinado se expresan mediante
la simple marca de cada elector en una boleta forman parte de un complejo
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proceso político regulado jurídicamente y que tiene como función establecer con
claridad el o los triunfadores de la contienda, para conformar los poderes políticos
de una nación.
Entre ese cúmulo de procedimientos y en contacto con todos los actores referidos,
el sistema electoral juega un papel de especial importancia. Debe responder a
múltiples cuestionamientos de manera clara y equitativa. Por tal motivo, todo
sistema electoral tiene asignadas determinadas funciones.
El sistema de mayoría simple, también conocido como el First past the post (fptp)
system, es el más viejo y sencillo de cuantos existen. Es predominante en los
países de habla inglesa. Normalmente se aplica en distritos uninominales, es
decir, las zonas o regiones en que se divide un país para elegir a un solo
representante popular, por mayoría, en cada una de ellas. Cada elector tiene un
voto y el candidato que obtiene mayor número de votos gana, incluso si no
alcanza la mayoría absoluta. Se conoce también como sistema de mayoría relativa
y en inglés como plurality system.
No obstante, la objeción más importante a los sistemas de mayoría tiene que ver
con los efectos de sobre y subrepresentación que producen cuando se emplean
para la elección de órganos legislativos. Con ese tipo de sistema, un partido con
mayoría, relativa o absoluta, puede acaparar todos los cargos en disputa y así
quedar sobre representado, dejando a sus adversarios subrepresentados.
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Por esta presencia tan clara del principio de confianza y esta inmediatez entre el
voto y el representante el sistema inglés sigue atrayendo las simpatías de todo
auténtico demócrata.
Pero ofrece un grave inconveniente: al ser elegido un solo candidato por distrito,
¿qué pasa con aquellos electores que han dado su voto a (han puesto su
confianza en) candidatos no elegidos?, ¿se quedan sin representante? Los
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Los críticos del sistema proporcional argumentan que si bien los órganos de
representación electos por ese medio pueden ser un fiel reflejo del estado de las
opiniones y los intereses de la ciudadanía en un momento determinado, no tienen
un mandato específico para normar su acción legislativa y/o gubernativa. Para
gobernar y legislar, afirman, se requiere de un mandato claro, basado en las ideas
predominantes de la sociedad, no en el resultado de una especie de encuesta de
opiniones múltiples y desorganizadas. Hay otra objeción importante a los sistemas
de rp: el orden en las listas de candidatos es establecido básicamente por los
dirigentes de los partidos políticos. Así, el ciudadano pierde en realidad el derecho
a elegir a su propio representante; su adhesión es a un partido, a un programa,
más que a un candidato determinado. En consecuencia, censuran que los
sistemas de RP rompen el vínculo entre representado y representante, que es
asegurado en cambio por los sistemas de mayoría en cualquiera de sus dos
versiones.
Italia fue hasta hace poco el mejor ejemplo de un sistema de rp. Sus 630
diputados eran elegidos en tres circunscripciones plurinominales por el método
conocido como Imperiali. En la actualidad, Italia ha cambiado hacia un sistema
mixto, que analizaremos más adelante.
Partido Votos
A 75,000
B 48,000
C 34,000
D 28,000
La fórmula D’Hondt establece que la votación obtenida por cada partido se debe
dividir, a partir de la unidad, por números enteros sucesivos hasta cubrir el número
de curules que se van a distribuir, en este caso cinco. Los resultados de esta
operación se muestran en la tabla 2.
Partido 1 2 3 4 5
A 75,000 37,500 25,000 18,750
15,000
B 48,000 24,000 16,000 12,000
9,600
C 34,000 17,000 11,333 8,500
6,800
D 28,000 14,000 9,333 7,000 5,600
En algunos países latinoamericanos se utiliza el método D’Hondt para la
asignación de curules de representación proporcional.
predeterminadas por los partidos, en las cuales los votos de los electores no
pueden modificar el orden en el que se presentan los candidatos) y según la
llamada fórmula D’Hondt.
El voto único intransferible, por el que un elector vota una sola vez pero da una
lista de preferencias, de manera que si un candidato ya ha sido elegido, el voto es
para el siguiente de la lista.
Las listas por partidos, que tienen a su vez dos versiones cerradas, sin opción del
votante a cambiar la composición de la lista (por ejemplo en España), o abiertas
como en Bélgica, donde cada elector escoge un partido y al mismo tiempo
expresa su preferencia por un candidato, haciéndole subir o bajar puestos en la
lista.
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Una casi lista, como en Chile o en Finlandia, en este caso cada votante escoge a
un candidato, luego se suman todos los votos que ha recibido un partido dado, se
decide cuantos escaños le corresponden y se reparten a los candidatos que hayan
recibido más votos dentro de ese partido. en algunos países como Alemania se
complementa la representación con el sistema de un solo candidato por distrito
electoral.
2.2.2. Fórmulas de asignación
ARTICULO 12
Por lo regular, los sistemas mixtos se basan en una estructura de mayoría simple
en distritos uninominales, complementada por diputaciones adicionales
distribuidas por rp. El sistema mixto mexicano, que estuvo vigente entre 1978 y
1986, regido por la Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procesos
Electorales (loppe), es un buen ejemplo de lista adicional. Según ese
ordenamiento legal, la República Mexicana se dividía en 300 distritos
uninominales, por lo que, en consecuencia, se elegían 300 diputados de mayoría
relativa. Además, a partir de un número determinado de circunscripciones
plurinominales se elegían 100 diputados de representación proporcional. Estos
últimos estaban reservados para los partidos minoritarios que hubieran alcanzado
más del 1.5% del total de la votación nacional. El método de distribución de las
diputaciones plurinominales era distinto al de la fórmula D’Hondt. Correspondía a
los llamados métodos de cociente.
Partido Votos
A 75,000
B 48,000
C 34,000
D 28,000
Al sumar los votos obtenidos por los partidos que participan en la distribución de
las curules se obtiene la votación efectiva: 185,000.
Tal cociente se compara con la votación obtenida por cada partido y se asignan
las diputaciones en función del número entero que resulta de dividir la votación
obtenida entre el cociente. Además, se descuentan de la votación de cada partido
los votos que se han usado para la asignación de las curules, con el objeto de
calcular la votación que aún le resta, en virtud de que si después de asignadas las
curules por cociente quedan curules por distribuir, éstas se asignan a los restos de
votación mayores (tabla 4).
C 34,000 0 34,000 1
D 28,000 0 28,000 1
La distribución de curules por partidos, en consecuencia, resulta de la siguiente
manera: el partido A queda con dos curules y los partidos B, C y D, con una.
Camerún tiene un peculiar sistema mixto para elegir a los 180 miembros de su
Asamblea Nacional. Una parte se elige por mayoría simple en distritos
uninominales. Otra, por mayoría absoluta en circunscripciones plurinominales. Si
ninguna de las listas obtiene mayoría absoluta, se le asigna la mitad de los
escaños o curules a la lista más votada y el resto se distribuye entre las demás
listas por representación proporcional. El umbral mínimo fijado para participar en la
distribución de escaños proporcionales es el 5% de la votación.
Costa Rica también practica un peculiar sistema mixto para la elección de los 57
miembros de su Asamblea Legislativa. En este caso se calcula un cociente simple
electoral, dividiendo el total de la votación entre el número de curules, o sea 57.
Con ese cociente se establece el umbral para participar en la distribución, que
equivale al 50% del cociente simple electoral. Una vez determinado el número de
partidos que participarán en la distribución se calcula un segundo cociente,
tomando en cuenta solamente la votación de las listas de candidatos que
participan en la distribución. Se asignan las curules para cada lista en función del
número de veces que cabe el segundo cociente en la votación de cada una de
ellas. Si después de esa distribución aún faltan curules por distribuir, éstas se
asignan a los restos mayores, pero tomando en cuenta la votación de los partidos
que quedaron eliminados para la primera distribución.
Quizá el sistema mixto más conocido sea el alemán. En este caso, la mitad de los
656 miembros de la Asamblea Federal se eligen en sendos distritos uninominales
por mayoría simple. La otra mitad se elige por representación proporcional en
circunscripciones equivalentes a los estados federados. Así, a cada estado le
corresponde un número de diputados de rp igual al número de distritos
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estas ventajas, se ha señalado que este sistema presenta cierto sesgo favorable a
los partidos más votados. Esto se debe a que los partidos que no alcanzan el 5%
de la votación en ninguna de las circunscripciones no obtienen representación
alguna. Así, las curules que un sistema de rp ideal debiera destinarles son
asignadas a los partidos más votados. No obstante, es necesario tomar esta
objeción con cuidado, pues regularmente los partidos con cierta presencia en
alguna región logran alcanzar representación en la circunscripción
correspondiente, aun cuando su presencia nacional sea muy limitada.
La Cámara de Diputados está integrada por un total de 500 diputados, 300 de los
cuales son electos por el principio de mayoría relativa en un número equivalente
de distritos uninominales y 200 por el principio de representación proporcional,
mediante el sistema de listas regionales votadas en circunscripciones
plurinominales. Todos los diputados son electos para un periodo de tres años y se
permite la reelección después de transcurrido un periodo intermedio.
ARTICULO 13
b) Los votos obtenidos por el partido político en cada una de las circunscripciones
se dividirán entre el cociente de distribución, asignando conforme a números
enteros las curules para cada una de ellas; y
c) Si aún quedaren diputados por asignar se utilizará el método del resto mayor,
previsto en el artículo 13 anterior.
ARTICULO 15
Si aún quedaren curules por distribuir se asignarán de conformidad con los restos
mayores de los partidos.
Para asignar los diputados que les correspondan a cada partido político, por
circunscripción plurinominal, se procederá como sigue:
a) Se obtendrá la votación efectiva por circunscripción, que será la que resulte de
deducir la votación del o los partidos políticos que se ubiquen en los supuestos
previstos en las fracciones IV y V del artículo 54 constitucional, en cada una de las
circunscripciones;
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decreciente de los restos de votos no utilizados para cada uno de los partidos
políticos.
En todo caso, en la asignación de senadores por el principio de representación
proporcional se seguirá el orden que tuviesen los candidatos en la lista nacional.
Actores electorales
3.1. Concepto de ciudadano.
A) Derechos de libertad
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Los derechos de libertad suponen una mayor autonomía para los ciudadanos y al
mismo tiempo conllevan obligaciones del Estado: éstas obligaciones se definen
como negativas toda vez que implican un deber de abstención, aún y cuando
algunas veces comparten obligaciones secundarias positivas.
C) Derechos políticos
Son las facultades que tienen los ciudadanos para acceder en condiciones de
igualdad a las funciones públicas de elección popular, para elegir a los propios
gobernantes a través del voto universal, libre, secreto y directo, ejercido
periódicamente en elecciones auténticas; así como para constituir partidos y
agrupaciones políticas y afiliarse a ellos individual y libremente.
A) Padrón electoral
En el Padrón se encuentran todos los ciudadanos mexicanos que solicitaron su
inscripción al catálogo general de electores, con la finalidad de obtener su
credencial para votar con fotografía y así ejercer su derecho al voto. En la solicitud
deben aparecer la firma, la huella digital y la fotografía del ciudadano.
Las listas nominales son el conjunto de datos de todos aquellos ciudadanos que,
habiendo tramitado su inscripción al Padrón Electoral, cuentan ya con su
credencial para votar vigente. De esta manera, el día de la jornada electoral en las
casillas electorales se encontrarán las listas nominales con los nombres de todos
aquellos ciudadanos que acudieron oportunamente a tramitar su credencial para
votar y tienen el derecho de ejercer libremente su voto.
3.2.1. Definición
Es difícil hablar de democracia en los tiempos que corren sin considerar a los
partidos políticos, pues ellos son los principales articuladores y aglutinadores de
los intereses sociales. Para precisar su origen podemos distinguir dos acepciones.
Una concepción amplia de partido nos dice que éste es cualquier grupo de
personas unidas por un mismo interés, y en tal sentido el origen de los partidos se
remonta a los comienzos de la sociedad políticamente organizada. En Grecia
encontramos grupos integrados para obtener fines políticos, mientras en Roma la
historia de los hermanos Graco y la guerra civil entre Mario y Sila son ejemplos de
este tipo de “partidos”.
Para que una organización pueda ser registrada como partido político nacional
debe formular una declaración de principios y, en congruencia con ellos su
programa de acción y los estatutos que normen sus actividades, así como contar
con tres mil afiliados en por lo menos 10 entidades federativas, o bien 300
afiliados en por lo menos 100 distritos electorales, en ningún caso el número total
de sus afiliados en el país podrá ser inferior al 0.13% del Padrón Electoral Federal
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ARTICULO 38
Los partidos políticos nacionales podrán constituir frentes, para alcanzar objetivos
políticos y sociales compartidos de índole no electoral, mediante acciones y
estrategias específicas y comunes.
Los partidos políticos, para fines electorales, podrán formar coaliciones para
postular los mismos candidatos en las elecciones federales, siempre que cumplan
con lo establecido por este Código.
Dos o más partidos políticos podrán fusionarse para constituir un nuevo partido o
para incorporarse en uno de ellos.
En el caso de las coaliciones, los partidos políticos nacionales implicados deben
suscribir previamente un convenio de coalición y presentar la solicitud de registro
correspondiente ante el Consejero Presidente del IFE, en los plazos y términos
previstos por la legislación y las disposiciones aplicables.
Se pueden formar coaliciones para todos los cargos federales, pero en el caso de
diputados de mayoría relativa deben comprender al menos candidaturas comunes
en 33 de los 300 distritos electorales y en el caso de senadores de mayoría
relativa las fórmulas correspondientes a por lo menos tres de las 32 entidades
federativas.
La ley distingue entre coaliciones totales (tienen efectos automáticos sobre otros
cargos en disputa) y parciales (no tienen efectos para otros cargos). La coalición
para postular candidato a la Presidencia de la República es la más rigurosa de las
totales, pues para ser válida tiene que hacerse extensiva a la totalidad de los
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Este registro también se gestiona y debe ser aprobado por el IFE. A tal efecto se
requiere contar con un mínimo de 7 mil asociados en el país, un órgano directivo
de carácter nacional, delegaciones en por lo menos 10 entidades federativas,
documentos básicos y una denominación distinta a cualquier otra agrupación o
partido. Las agrupaciones políticas con registro (actualmente 41) tienen derecho a
recibir financiamiento público para el apoyo de sus actividades editoriales,
educación y capacitación política e investigación socio-económica y política.
Tanto los partidos como las agrupaciones políticas nacionales están sujetos a
régimen de fiscalización financiera. Deben presentar informes anuales al Instituto
Federal Electoral sobre el origen, manejo y destino de sus recursos.
El consejo local del D. F., lleva a cabo el cómputo de la elección según el principio
de representación proporcional.
PROCESO ELECTORAL
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Jornada electoral; se inicia a las 8:00 horas del primer domingo de julio y concluye
con la clausura de casilla. c) Resultados y declaraciones de validez de las
elecciones; se inicia esta etapa con la remisión de la documentación y expedientes
electorales a los Consejos Distritales y concluye con los cómputos y declaraciones
que realicen los Consejos del Instituto, o las resoluciones que, en su caso, emita
en última instancia el Tribunal Electoral. d) Dictamen y declaraciones de validez de
la elección y de Presidente electo; se inicia al resolverse el último de los medios
de impugnación que se hubiesen interpuesto en contra de esta elección o cuando
se tenga constancia de que no se presentó ninguno y concluye al aprobar la Sala
Superior del Tribunal Electoral, el dictamen que contenga el cómputo final y las
declaraciones de validez de la elección y de Presidente electo.
La etapa de la jornada electoral se inicia a las 8:00 horas del primer domingo de
julio y concluye con la clausura de casillas.
JUSTICIA ELECTORAL
Idealmente consistiría en la constante y perpetua voluntad de dar a cada quien lo
suyo. En la práctica se traduce en la protección de los derechos político-
electorales y el control de las leyes electorales para que siempre resulten
conformes a la Constitución y se consolide el régimen de derecho.
5.1.2. Competencia
5.1.3. Organización
El Tribunal Electoral cuenta con cinco Salas Regionales, mismas que son
instaladas a más tardar en la semana en que inicie el proceso electoral federal
ordinario para entrar en receso a la conclusión del mismo. Se integran por tres
magistrados electorales y su sede es la ciudad designada como cabecera de cada
una de las circunscripciones plurinominales en que se divide el país, de
conformidad con lo dispuesto por el artículo 53 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y la ley de la materia. Con base en lo anterior en la
ciudad de Guadalajara se encuentra la cabecera de la I circunscripción; en
Monterrey la II; en Xalapa la III; en el Distrito Federal la IV, y en Toluca la V.
5.1.4. Integración
Nota: Todos los artículos referidos en el punto 5.2, 5.2.1, 5.2.2, 5.2.3, 5.2.4. y
5.2.5. se encuentran en la Ley General de Medios de Impugnación en materia
electoral.
Durante el tiempo que transcurra entre dos procesos electorales federales, para
garantizar la constitucionalidad y legalidad de los actos y resoluciones electorales,
en los términos señalados en este Libro, podrán interponerse los medios de
impugnación siguientes: a) El recurso de revisión; yb) El recurso de apelación.
Durante el proceso electoral, para garantizar la constitucionalidad y legalidad de
los actos, resoluciones y resultados electorales, además de los medios de
impugnación señalados en el párrafo anterior, podrán interponerse los siguientes,
en los términos previstos en este Libro: a) El juicio de inconformidad; yb) El
recurso de reconsideración. Durante los procesos electorales federales
extraordinarios, serán procedentes los medios de impugnación a que se refiere el
párrafo anterior, debiéndose aplicar, en lo conducente, las reglas señaladas en el
presente ordenamiento y en la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.
5.2.2. Aclaración
Hay que considerar que el art. 182 le da al tribunal facultades para rectificar los
errores o para aclarar o interpretar puntos oscuros o dudosos en la medida que
tales gestiones no importen que el tribunal falle una acción o excepción no
formulada en la oportunidad legal.
Si el recurso lo hacen valer las partes, estas no tienen plazo para pedir aclarar o
interpretar o rectificar o enmendar.
En cuanto a la facultad oficiosa del tribunal: art. 184, indica que los tribunales
pueden también de oficio rectificar los errores indicados en el art. 182 ( errores de
copia, cálculos numéricos o de referencia ) pero esta facultad oficiosa del tribunal
la puede utilizar sólo dentro del plazo de los 5 días siguientes a la primera
notificación de la sentencia. La facultad sólo tiene por objeto rectificar los errores a
que alude el art. 182 inc. 1º.
El tribunal en virtud del art. 184 no puede de oficio aclarar puntos oscuros o
dudosos.
Tramitación
El tribunal frente a la solicitud puede pronunciarse sobre ella sin más trámite o
bien después de haber oído a la contraparte. En este caso el recurso se va a
tramitar de acuerdo con las reglas del procedimiento incidental.
refiera, con tal que la cuantía de la cosa declarada, agregada o rectificada admita
el recurso. El término para apelar no se suspende por la interposición del recurso
de rectificación, aclaración o enmienda. Art. 190. Por ende la apelación debe
presentarse en su plazo normal (5 o 10 días).
5.2.3. Revisión
Objeto
El juicio de revisión constitucional electoral es el medio de impugnación con el que
cuentan los partidos políticos para garantizar la constitucionalidad de los actos y
resoluciones de las autoridades estatales dictados durante la organización,
calificación y resolución de impugnaciones, en las elecciones de:
Requisitos:
El juicio de revisión constitucional electoral es procedente siempre y cuando se
cumplan los requisitos siguientes:
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Plazo
El juicio de revisión constitucional electoral debe interponerse dentro de los cuatro
días, contados a partir del día siguiente a aquél en que se tenga conocimiento del
acto o resolución impugnado o en que se hubiese notificado de conformidad con la
ley aplicable [artículo 8 párrafo 1].
Trámite
Una vez recibida la demanda, la autoridad electoral responsable la hará de
inmediato del conocimiento público mediante cédula que fijará en sus estrados, a
efecto de que dentro de las setenta y dos horas siguientes, los partidos políticos
terceros interesados, y con ellos sus candidatos con el carácter de coadyuvantes
puedan ofrecer sus alegatos [artículos 12 párrafo 3, 17 párrafo 1 b) y 90].
Debe recordarse que en este juicio no se puede ofrecer ni aportar prueba alguna,
salvo las supervenientes cuando sean determinantes para acreditar la violación
reclamada [artículo 91 párrafo 2].
Objeto
El recurso de apelación es el medio de impugnación con el que cuentan los
partidos, organizaciones o agrupaciones políticas o de ciudadanos, las personas
físicas o morales y los ciudadanos, para combatir:
Legitimación y personería
a) Los registrados formalmente ante los órganos del Instituto, que sólo podrán
actuar ante el órgano que estén acreditados (en otras palabras, un representante
acreditado ante un Consejo Distrital no puede actuar ante otro distrito, ante un
Consejo Local, o ante el Consejo General; un representante acreditado ante un
Consejo Local, no podrá actuar ante el Consejo General, un representante
acreditado ante el Consejo General, no podrá actuar ante un Consejo Local o
Distrital);
b) Los miembros de los comités nacionales, estatales, distritales o municipales
correspondientes a la cabecera distrital, o sus equivalentes (en este caso, deberán
acreditar su personería con el nombramiento hecho de acuerdo a los estatutos de
su partido), y
c) Los que estén autorizados para representar a su partido o agrupación mediante
poder otorgado en escritura pública por los funcionarios del partido facultados
estatutariamente para ello [artículo 13 párrafo 1].
En el caso de la determinación y, en su caso, la aplicación de sanciones prevista
por el artículo 42 ya citado:
Los recursos de apelación deben interponerse ante el órgano del Instituto que
realizó el acto o dictó la resolución que se impugna [artículo 9 párrafo 1].
Plazo
Los recursos de apelación deben presentarse dentro de los cuatro días contados a
partir del día siguiente al que se tenga conocimiento o se hubiese notificado el
acto o resolución [artículo 8 párrafo 1].
Las Salas del Tribunal Electoral deberán resolver los recursos de apelación dentro
de los seis días siguientes a aquel en que se admitan [artículo 47 párrafo 2].
Las sentencias de las Salas del Tribunal Electoral recaídas a los recursos de
apelación son definitivas e inatacables, por lo que no es posible su impugnación y,
consecuentemente, deben ser cumplidas en sus términos.
5.2.5. Inconformidad
Objeto
El juicio de inconformidad es el medio de impugnación con el que cuentan los
partidos políticos durante el proceso electoral federal y exclusivamente en la etapa
de resultados y declaraciones de validez, para impugnar las determinaciones de
las autoridades electorales federales que violen normas constitucionales o legales
relativas a las elecciones de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos,
senadores y diputados [artículo 49 párrafo 1].
La Sala Superior del Tribunal Electoral será competente para conocer respecto de
las impugnaciones relativas a la elección de Presidente de los Estados Unidos
Mexicanos. En los demás casos, será competente la Sala Regional que ejerza
jurisdicción sobre la circunscripción plurinominal a la que pertenezca la autoridad
electoral responsable [artículo 53].
Legitimación y personería
El juicio de inconformidad sólo podrá ser promovido por los partidos políticos y por
los candidatos, estos últimos exclusivamente cuando por motivos de in elegibilidad
la autoridad electoral correspondiente decida no otorgarles la constancia de
mayoría o de asignación de primera minoría. En todos los demás casos, sólo
podrán intervenir como coadyuvantes [artículo 54].
Además de cumplir con las reglas generales establecidas para los requisitos del
escrito de demanda, el escrito en el que se promueva el juicio de inconformidad
deberá cumplir con los siguientes:
* El señalamiento del error aritmético cuando por este motivo se impugnen los
resultados consignados en las actas de cómputo distrital o de entidad federativa, y
Escrito de protesta
Plazo
La demanda del juicio de inconformidad deberá presentarse dentro de los cuatro
días contados a partir del día siguiente de que concluya la práctica de los
cómputos distritales de la elección presidencial y de la elección de diputados por
ambos principios, así como los cómputos de entidades federativas de la elección
de senadores por ambos principios y de asignación a la primera minoría, en la
inteligencia de que los cómputos distritales deben realizarse el miércoles nueve de
julio de 1997 y los cómputos de entidad el domingo trece de julio de 1997 [artículo
55 párrafo 1 de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia
Electoral y artículos 246 párrafo 1 y 255 párrafo 1 del Código Federal de
Instituciones y Procedimientos Electorales].
Trámite
74
El Congreso Constituyente de 1917, con apego a la tradición del siglo XIX, dispuso
que cada cámara debería calificar las elecciones de sus miembros, y que el
colegio electoral de la cámara de diputados calificaría la elección del Presidente
de la República. De esta manera, quedaron normados sistemas de autocalificación
para los primeros, y de heterocalificación para el segundo, por órgano político.
El primer paso que dio pauta hacia la desaparición de los colegios electorales en
el país, tuvo lugar el 3 de septiembre de 1993, mediante la publicación en el Diario
Oficial de la Federación del decreto que reformó, entre otros, al artículo 60 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
elecciones de sus miembros, pasando tal atribución a los consejos del Instituto
Federal Electoral y, en caso de controversia o impugnación, correspondía a las
Salas del entonces Tribunal Federal Electoral resolver en forma definitiva e
inatacable sobre las elecciones de diputados y senadores. Sin embargo, al quedar
inalterado el contenido de la fracción I del artículo 74 constitucional, la Cámara de
Diputados del Congreso de la Unión conservó su atribución para erigirse en
colegio electoral y calificar la elección presidencial correspondiente a 1994.
5.3.1. Integración
Se integrará de por lo menos dos terceras partes del congreso de la Unión, si éste
estuviese en sesiones.
5.3.2. Funcionamiento
a) la ley aplicable;
b) el sujeto infractor;
c) la naturaleza de la infracción;
d) la autoridad responsable, y
e) el carácter de la pena.
a) Leyes aplicables.
Las leyes aplicables en materia electoral federal son:
El Código Penal para el Distrito Federal en materia de fuero común y para toda la
República en materia de fuero federal, por su parte, tiene una doble naturaleza,
pues rige para el Distrito Federal en materia de fuero común y para toda la
República en materia de fuero federal. De esta suerte, las conductas delictivas
descritas en su Título Vigésimo Cuarto configuran tanto los delitos electorales
federales, que son los que se cometen con motivo de las elecciones de presidente
de la República, diputados y senadores al Congreso de la Unión, cuanto los delitos
electorales del fuero común, o sea, los relacionados con la elección de Jefe de
Gobierno y diputados a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
b) Sujetos infractores.
Los sujetos infractores pueden ser:
Ambos tipos de infracciones así como las penas respectivas siempre se trataron
dentro de la legislación electoral; la cual, por una parte, daba a la autoridad judicial
la intervención que le correspondía, y por otra, solía remitirse en lo conducente a
la legislación penal respectiva.
Los delitos electorales están tipificados por el código penal; las faltas
administrativas, por el código electoral.
La autoridad responsable de los delitos es la Fiscalía Especial para la atención de
los delitos electorales, y la de las faltas, el Instituto Federal Electoral.
Y por último, los delitos, además de la sanción pecuniaria, generalmente son
punidos con privación de la libertad y, eventualmente, con la inhabilitación del
cargo o la suspensión de derechos políticos, mientras que la sanción de las faltas
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Fiscalía especial.
Por otra parte, con objeto de brindar atención profesional y especializada a los
delitos electorales, el Consejo General del IFE, por acuerdo publicado en el Diario
Oficial de la Federación el 23 de marzo de 1994, propuso la creación de una
Fiscalía, a nivel de Subprocuraduría, con plena autonomía técnica y con la
estructura y recursos humanos y materiales necesarios para el desarrollo de sus
funciones.
La Fiscalía Especial para la atención de delitos electorales fue creada por decreto
presidencial publicado en el Diario Oficial de la Federación el 19 de julio de 1994,
por el que se reformaron los artículos 1o y 6o del Reglamento de la Ley Orgánica
de la Procuraduría General de la República y además se le adicionó un artículo 6o
bis.
e) Penas aplicables.
En materia de faltas administrativas:
Los observadores electorales pueden ser sancionados con cancelación inmediata
de su acreditación e inhabilitación como tales en al menos dos procesos
electorales federales.
Las organizaciones de observadores, con multa de 50 a 200 días de salario
mínimo general vigente para el Distrito Federal.
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Los ministros de cultos infractores pueden ser sancionados hasta con 500 días
multa.
Cualquier persona, con prisión de seis meses a tres años y de 10 a 100 días
multa.
Los funcionarios electorales, con prisión de dos a seis años y de 50 a 200 días
multa.
Los funcionarios partidistas y los candidatos, con prisión de uno a seis años y de
100 a 200 días multa.
Y los servidores públicos, con prisión de uno a nueve años y de 200 a 400 días
multa.
Algunos delitos admiten el beneficio de la libertad condicional, en tanto que otros
no. Es importante señalar que la penalidad aplicada al funcionario partidista o al
organizador de actos de campaña que a sabiendas aproveche ilícitamente fondos,
bienes o servicios que los servidores públicos tienen a su disposición, en ningún
caso admite el beneficio de la libertad provisional.
Vale la pena hacer notar asimismo que los responsables de delitos electorales por
haber acordado o preparado su realización, tampoco podrán gozar de libertad
provisional.
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Los artículos 403, 405, 406 y 407 del código penal comprenden en total 35
hipótesis o modalidades de delitos, cuya unidad subsiste aunque el sujeto activo
incurra en varias de esas formas, las cuales son tomadas en cuenta por el juez
para fijar la sanción dentro de los márgenes señalados por la propia ley.
Faltas electorales
¿En qué figuras contrarias a la ley pueden incurrir? Las infracciones son nueve en
total, de las cuales en cinco la autoridad electoral tiene atribuciones para aplicar
sanciones, y en las otras cuatro no, porque las tienen otras autoridades.
Observadores electorales
La figura de observador electoral es nueva en nuestra legislación. Aparece en
1994. Es derecho exclusivo de los ciudadanos mexicanos participar como
observadores de los actos de preparación y desarrollo del proceso electoral, así
como los que se lleven a cabo el día de la jornada electoral, en los modos y
términos que determine el Consejo General del IFE.
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Organizaciones de observadores
Esta otra figura también es nueva. Las organizaciones de observadores
electorales deben declarar origen, monto y aplicación del financiamiento que
obtengan para el desarrollo de sus actividades, veinte días antes de la jornada
electoral, a más tardar.
En caso contrario, pueden ser condenadas por la autoridad electoral a pagar multa
de 50 a 200 días de salario mínimo general vigente para el Distrito Federal.
Funcionarios electorales
Este capítulo es uno de los más viejos y más largos de nuestra historia. De 1990 a
la fecha, los funcionarios electorales están obligados a conducir sus actos de
acuerdo con los principios constitucionales de certeza, legalidad, independencia,
imparcialidad y objetividad. En caso contrario, pueden ser sancionados por la
autoridad electoral.
no cumplir con las obligaciones que les señala la ley o con las resoluciones o
acuerdos del Instituto Federal Electoral;
aceptar donativos o aportaciones económicas de personas o entidades que no
estén expresamente facultadas para ello;
solicitar crédito a la banca de desarrollo para el financiamiento de sus actividades;
aceptar donativos o aportaciones económicas superiores a los límites señalados
por la ley;
no presentar los informes anuales o de campaña, y
sobrepasar durante la campaña electoral los topes a los gastos fijados por la ley.
Dichas sanciones van desde multa de 50 a 5,000 veces el salario mínimo general
vigente para el Distrito Federal, hasta reducción o supresión total de las
ministraciones del financiamiento público que les corresponde por el periodo que
señale la resolución, y desde la suspensión hasta la cancelación del registro.
Vale aclarar que las sanciones más graves, es decir, la supresión total de las
ministraciones del financiamiento público que les corresponde así como la
suspensión y cancelación del registro, sólo podrán imponerse cuando el
incumplimiento o infracción sea particularmente grave o sistemática.
erario público, será sancionado con multa de hasta el doble del monto aportado
indebidamente. Si se reincide en la falta, el monto de la multa podrá aumentarse
hasta en dos tantos más.
Notarios públicos.
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No fue sino hasta 1951 en que los notarios públicos empezaron a ser sancionados
por la autoridad electoral por incumplimiento de sus obligaciones legales en esta
materia, facultándosele para imponer multas de diez a trescientos pesos o prisión
de tres días a seis meses y suspensión de derechos políticos por un año. De 1973
a 1977 dicha facultad fue transferida de la autoridad electoral a los tribunales
competentes; pero en 1982 aquélla recuperó atribuciones para fijarles multa hasta
de veinte mil pesos o prisión hasta de tres años, cancelar su autorización para
actuar e inhabilitarlos para obtener algún cargo público hasta por tres años. En
1987, se redujo a revocarles la patente de ejercicio notarial, sin otra pena
adicional.
Extranjeros.
La autoridad electoral es competente para conocer las infracciones en que
incurren los extranjeros que por cualquier forma se inmiscuyan o pretenden
inmiscuirse en asuntos políticos, pero, como en los casos anteriores, carece de
competencia para aplicarles sanción alguna.
Sin embargo, como en los casos que anteceden, el órgano electoral no puede
aplicar sanción alguna. Con el expediente debidamente integrado debe poner en
conocimiento de la Secretaría de Gobernación los casos que le sean reportados, a
fin de que tal dependencia proceda conforme a la ley. Eso es todo. Dicha
dependencia del Ejecutivo Federal tampoco está obligada a comunicarle la forma
en que procedió.
5.4.2. Procedimientos
Valores protegidos:
Actualmente, las transgresiones a la ley en esta materia están tipificadas por dos
ordenamientos jurídicos federales: el código electoral y el código penal.
Los delitos electorales son conductas que lesionan o ponen en peligro la función
electoral federal y específicamente el sufragio en cualquiera de sus características
en materia de elección de presidente de la República, diputados y senadores al
Congreso de la Unión (y en lo que toca a la elección local de Jefe de Gobierno del
Distrito Federal y diputados a la Asamblea Legislativa de esta misma entidad
federativa, mientras no sean promulgadas las disposiciones jurídicas que
deroguen a los anteriores).
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Se entiende por:
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Durante casi un siglo, de 1857 a 1945, a los que ejercían presión sobre los
electores se les sancionó privación del derecho a votar y ser votado, y a los que
pretendía votar sin tener derecho a ello, simplemente se les impidió que votaran.
A partir de 1946 y durante los treinta años siguientes, quien votaba dos veces en
la misma o en distinta casilla o suplantaba a alguien en el ejercicio del voto fue
castigado con prisión de un mes a un año o suspensión de derechos políticos de
dos a seis años o ambas sanciones a juicio del juez. En 1977, la suspensión de
derechos políticos se redujo “hasta por un año” y de 1987 a 1990 esta figura
desapareció de la legislación, desapareciendo por lo tanto cualquier sanción al
respecto.
De 1951 en adelante y durante los veinticinco años siguientes, quien estando
impedido por ley votaba o intentaba votar, era castigado con multa de diez a
trescientos pesos o prisión de tres días a seis meses, o ambas sanciones a juicio
del juez, y suspensión de derechos políticos por un año. De 1977 a 1990 volvió a
desaparecer esta figura delictiva, desapareciendo por consiguiente cualquier
sanción al respecto.
Por otra parte, de 1918 a 1945, quien hiciera proselitismo el día de la jornada
electoral en el interior de las casillas o en el lugar en que se encontraban formados
los votantes, se hizo acreedor a multa de cincuenta a trescientos pesos y
suspensión de sus derechos políticos por tres años, pero si formaba parte de la
oficina electoral o tenía algún cargo público, la pena se duplicaba, imponiéndosele
95
el día multa no tiene ninguna relación con el salario mínimo o cualquier otro
tabulador económico sino con la percepción neta diaria del inculpado en el
momento de consumar el delito, tomando en cuenta todos sus ingresos, y
la sanción privativa de la libertad aumenta de tres a siete años, y la pecuniaria, de
70 a 200 días multa, para aquellos infractores que resulten responsables de
participar por cualquier medio en la alteración del Registro Federal de Electores o
de los listados nominales, o en la expedición ilícita de credenciales para votar.
Sujetos infractores y penas:
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La diferencia entre aquéllas y éstos no está del todo clara. No está en el modo de
infringir la ley -pues es prácticamente el mismo- sino en la autoridad que conoce
del asunto y en la sanción que se aplica.
El artículo 130 constitucional prohíbe a los ministros de los cultos criticar a las
leyes fundamentales del país, a las autoridades en lo particular o al gobierno en
general. Aunque con derecho a votar, no lo tienen a ser votados.
Consecuentemente, no pueden ser candidatos ni ocupar cargos de elección
popular ni reunirse o asociarse con fines políticos. Al mismo tiempo, la ley ordena
que las publicaciones de carácter confesional no se ocupen de asuntos políticos.
Actualmente, el Código Penal tipifica tres delitos electorales o, mejor dicho, tres
modalidades del delito:
Funcionarios electorales
La Constitución Política establece que la organización de las elecciones federales
es una función estatal que se realiza con la participación de los partidos políticos
nacionales y los ciudadanos, cuyos principios rectores son certeza, legalidad,
independencia, imparcialidad y objetividad.
La figura de los funcionarios electorales ha sido una de las más vigiladas por la
legislación electoral en todas las épocas de nuestra historia.
En 1836, por ejemplo, los individuos que se negaban a servir en los cargos de
comisionado del padrón o presidente y secretarios de las juntas electorales, se les
aplicaba una multa de seis hasta cien pesos, a juicio del juez, con el solo aviso de
la autoridad municipal. De 1841 a 1870 la única autoridad fue la asamblea
electoral, y la única pena, la privación del derecho de votar o ser votado.
De 1871 a 1910, si la instalación de las mesas, el levantamiento de las actas, su
firma y la expedición de boletas-credenciales no se hacían públicamente, se
presumía que se había cometido el delito de falsedad. Los electores que no
concurrían a las elecciones sin causa justificada eran suspendidos de sus
derechos políticos por un año y destituidos de sus cargos. Los empadronadores
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que no fijaban las listas el día señalado por la ley o que no entregaban
oportunamente las boletas a los ciudadanos eran castigados con penas de 5 a 25
pesos o uno a ocho días de prisión. Los que falsificaban boletas-credenciales o
cualquier otro documento electoral, con privación de sus derechos de ciudadano
de seis meses a dos años, confinamiento desde dos a seis meses y destitución de
empleo o encargo popular.
En 1911, las figuras delictivas se incrementaron en cada etapa del proceso
electoral. Y de 1918 a 1976, quien por actos u omisiones contrarios a la ley y
formando parte de una oficina electoral hacía fraudulentamente imposible el
cumplimiento de las operaciones electorales, o causaba la nulidad de la elección,
o cambiaba el resultado de la misma, o dejaba de ocurrir fraudulentamente al lugar
y día designados, o se separaba de sus funciones antes de que éstas
concluyeran, o se abstenía fraudulentamente de proclamar el resultado del
escrutinio, o de remitir los paquetes electorales y demás documentos a la
autoridad competente, era condenado a uno a dos años de reclusión, multa de dos
mil pesos y suspensión de sus derechos políticos por diez años.
De 1977 a 1986 se redujeron levemente las penas a los infractores anteriores;
pero de 1887 a 1990 se les aumentó nuevamente.
Actualmente, son acreedores a distintas penas los que incurren en las trece
conductas siguientes:
La Constitución Política señala que los partidos políticos tienen como fin la
participación del pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración de la
Representación Nacional y, como organizaciones de ciudadanos, hacer posible el
acceso de éstos al ejercicio del poder público, de acuerdo con los programas,
principios e ideas que postulan y mediante el sufragio universal, libre, secreto y
directo. Sólo los ciudadanos pueden afiliarse libre e individualmente a los partidos
políticos.
Para alcanzar sus fines, los afiliados a los partidos eligen o designan a sus
dirigentes así como a los que desempeñan el rol de representantes ante los
órganos electorales, esto es, Consejo General, Consejos Locales y Distritales y
Mesas Directivas de Casilla. Por otra parte, postulan y registran a sus candidatos
para cargos de elección popular y nombran a los organizadores de sus campañas.
Servidores públicos
Son definidos por la ley como aquellos individuos que desempeñan un empleo,
cargo o comisión de cualquier naturaleza en la administración pública federal
centralizada o paraestatal, en el Congreso de la Unión o en los Poderes Judicial
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Federal y Judicial del Distrito Federal, o bien, que manejan recursos económicos
federales. Incluyese en esta categoría a los gobernadores de los Estados, a los
diputados a las Legislaturas locales y a los magistrados de los Tribunales de
Justicia estatales.
Los servidores públicos deben tener presente que si incurren en alguna de ellas se
les podrá imponer como pena accesoria la inhabilitación de uno a cinco años para
ocupar un cargo público y, en su caso, la destitución del cargo.
Por último, es importante tener en cuenta que para proceder penalmente contra
determinados servidores públicos, como son diputados y senadores al Congreso
de la Unión, ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, magistrados
de la Sala Superior del Tribunal Electoral, Consejeros de la Judicatura Federal,
Secretarios de Despacho, Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Procurador
General de la República, Procurador General de Justicia del Distrito Federal,
Consejero Presidente y Consejeros Electorales del Consejo General del Instituto
Federal Electoral, se requiere que la Cámara de Diputados del Congreso de la
Unión emita la declaración de que ha lugar a proceder contra el inculpado.
Para proceder penalmente por delitos electorales contra los gobernadores de los
Estados, diputados locales, magistrados de los Tribunales Superiores de Justicia
de los Estados y miembros de los Consejos de las Judicaturas locales, la
declaración de procedencia que emita la Cámara de Diputados al Congreso de la
Unión será sólo para el efecto de que dicha declaración se comunique a las
Legislaturas locales y éstas, en ejercicio de sus atribuciones, procedan como
corresponda.