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En Torno A La Traducción Automática

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D I D Á C T I C A

En torno a la traducción automática

Pilar Hernández Mercedes

El concepto de traducción automática

E
n la era de la comunicación y de las nuevas tecnologías, la di-
fusión de información y de ideas no debería tener obstáculos
y, por lo tanto, la diversidad de lenguas existentes no debería
constituir una barrera. Sin embargo, frente a la sólo aparente globa-
lización lingüística, se hace patente la necesidad de aplicar el prin-
cipio de localización. Al no existir una lingua franca, aunque mu-
chos quieran creer lo contrario, surge con fuerza la necesidad de
contar con instrumentos que nos permitan acceder a cualquier tipo
de información, independientemente del idioma en que esté escrita
o expresada. Es aquí donde la traducción automática (TA)1 se perfi-
la como una de las claves para superar, al menos en parte, los obstá-
culos en la comunicación 2.
Las respuestas obtenidas tras pedir a un variado grupo de perso-
nas que definiesen qué significaba para ellas TA son indicativas a la
hora de establecer lo poco que se sabe con respecto al tema y la con-
veniencia de aclarar algunos aspectos básicos.
1 A pesar de que es el término inglés Machine Traslation (MT) la denominación consagra-
da de los sistemas informáticos que realizan traducciones con o sin ayuda humana, en el
presente trabajo y, por simplificar la terminología, hemos optado por referirnos a tales
sistemas como Traducción Automática (en adelante: TA)
2 El inglés, lengua nativa para sólo el 8% de la población mundial, es según Jean-François
Degremont, sociólogo francés consejero de WorldMedia, lengua vehicular para el 20 % de
la humanidad. Estudios recientes apuntan que, por ejemplo, la información en inglés
depositada en Internet sobrepasa el 90% del total (Abaitua, I).

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- La traducción no la hace una persona sino el ordenador.


- Es algo relacionado con internet.
- Es traducir directamente, sin revisiones ni nada.
- Son una bobada, no sirven para nada.
- Es una manera muy moderna de traducir
- Yo digo una cosa y tú la traduces.
- Es un tipo, creo, más evolucionado de traducción simultánea
- No tengo ni idea.
- Sí, sí. son unos programas que se instalan en el ordenador para traducir.
- ¿Eeeeeeeh?
- Obviamente, es un tipo de traducción, pero no sé de qué va.
- ¿Es algo nuevo?

Es, pues, nuestro objetivo provocar la curiosidad del lector neófi-


to hacia esta tecnología, ofrecer información con el fin de acabar con
ideas erróneas o distorsionadas, aclarar una serie de conceptos y po-
ner de relieve su valor como instrumento de ayuda.
Antes de nada, destaquemos que por TA, en sentido estricto, se en-
tiende “el proceso por el cual una máquina traduce un texto de una
lengua a otra, subdividiendo la sintaxis, identificando las partes del
discurso, intentando resolver eventuales ambigüedades y, por últi-
mo, traduciendo los componentes y la estructura en la lengua de des-
tino” (www.superEva.it // 16-05-01). Sin embargo, y de esto nos ocu-
paremos más adelante, tal denominación abarca actualmente nume-
rosas y variadas herramientas informáticas.

Pero... ¿la TA tiene historia?


Se podría pensar que nos hallamos ante una disciplina completa-
mente nueva, de los últimos años, pero en realidad la preocupación
por este tema viene de antiguo3. De hecho, ya en el siglo XVII se ha-
bla de la utilización de diccionarios mecánicos (basados en códigos
numéricos universales) para superar las barreras del lenguaje, den-
tro de un movimiento a favor de la creación de una “lengua univer-
sal” no ambigua, basada en principios lógicos y símbolos icónicos,
que permitiese comunicarse a toda la humanidad.
En los siglos siguientes fueron no pocas las propuestas de crea-
ción de lenguas internacionales (entre las que cabe destacar, por su
difusión, el esperanto), pero para encontrar los primeros intentos se-

3 Para los aspectos históricos, véanse los trabajos de Hutchins (1995) y Zapata (1995).

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rios de automatización tenemos que esperar hasta casi mediados del


siglo pasado. Concretamente, en 1933, se solicitaron, una en Francia
y otra en Rusia, dos patentes para “máquinas de traducir”. Por un la-
do, la del francoarmenio Georges Artsouni, que había diseñado un
dispositivo de almacenaje en banda de papel con el que podía en-
contrarse el equivalente de cualquier palabra en otra lengua; y, por
otro, la del estudiante ruso Petr Smirnov-Troyanskii. De las dos, la
considerada más significativa desde nuestra perspectiva actual, es la
segunda, puesto que los principios de su máquina siguen vigentes:
las tres fases que establece en el proceso de traducción se pueden
asimilar actualmente a las de análisis, transferencia y generación.
Su sistema era muy rudimentario (pues sólo se planteaba la se-
gunda fase como un proceso automático), pero lo cierto es que se
adelantó a su época con sus ideas sobre TA4.
Pocos años después de la invención de los ordenadores, Warren
Weaver, de la fundación Rockfeller, y Andrew D. Booth plantearon
por primera vez la posibilidad de usar estos aparatos para realizar
traducciones. Sin embargo, fue Weaver5 quien en un informe realiza-
do en julio del 49 dio a conocer públicamente la idea de TA y la pu-
so en relación con el uso de las técnicas criptográficas del periodo
de la guerra, los análisis estadísticos, la teoría de la información de
Shanon, las características universales del lenguaje... En un breve es-
pacio de tiempo se iniciaron varios proyectos de investigación sobre
TA en algunos centros y universidades de EEUU.
En 1951 fue nombrado el primer investigador con dedicación ex-
clusiva a la TA, Bar-Hillel, del MIT (The Massachusets Institute of
Technology), quien, un año después, organizaría el primer congreso
sobre el tema. En él se expusieron los últimos avances sobre TA y
quedaron trazadas las líneas para la investigación futura. Se apuntó
también la necesidad de profundizar en el aspecto sintáctico y que-
dó patente la necesidad de la intervención humana en la TA. La con-
clusión a la que se llegó fue positiva, pues no sólo se veía la TA co-
mo algo posible, sino también cercano.
4 Sostenía, además, con su concepto de lenguaje intermedio, que todas las lenguas tienen
un concepto lógico común, que permite la traducción de cualquier lengua a cualquier
otra, sirviéndose de un lenguaje intermedio universal.
5 Booth, en Londres, dedicó sus esfuerzos a un sistema de traducción automática directo o
palabra a palabra, utilizando un diccionario bilingüe.

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En primer lugar, era necesario que se demostrase la viabilidad téc-


nica de la TA. Este punto quedó resuelto en 1954, cuando, en la Uni-
versidad de Georgetown y con la ayuda de IBM, se realizó la prime-
ra demostración pública de un proyecto de TA: una traducción del
ruso al inglés6. El experimento, aunque de escaso valor científico, tu-
vo un éxito enorme y fue la prueba determinante de la viabilidad de
la TA. A partir de ese momento se financiaron numerosos proyectos
en EEUU y otros se pusieron en marcha en diferentes lugares del
mundo, incluida la Unión Soviética.
Durante la década siguiente (1955-65) se mantuvieron activos mu-
chos grupos. Unos dedicaron sus esfuerzos a crear sistemas que re-
sultasen operativos en poco tiempo; otros se entregaron a la investi-
gación teórica, realizando importantes aportaciones a la teoría lin-
güística. Los primeros sistemas creados, conocidos como “sistemas
de primera generación”, consistieron principalmente en diccionarios
bilingües muy extensos, donde las entradas daban lugar a una o más
salidas, y alguna regla para producir el orden correcto de las pala-
bras, si bien, con resultados muy limitados.
Los investigadores antes entusiastas del método directo, convinie-
ron, tras la presentación por Chomsky en 1957 de un modelo formal
de descripción lingüística, en que una traducción de cierta calidad
sólo sería posible con un análisis sintáctico y semántico completo de
las lenguas de origen y de destino. La euforia inicial fue dando paso,
poco a poco, a un clima de desilusión, dada la complejidad de los
problemas lingüísticos que se planteaban y la certeza de que los sis-
temas nunca llegarían a tener el conocimiento del mundo que tiene
un ser humano. Los patrocinadores que habían estado financiando
estos proyectos querían ver resultados y, precisamente para investi-
gar esos resultados, la Academia Nacional de los EEUU creó ALPAC
(Automatic Language Processing Advisory Committee, 1964), un
comité asesor cuya misión sería también la de valorar las expectati-
vas de la TA para el futuro.
Fruto de esa labor de revisión y valoración es el influyente infor-
me elaborado en 1966 en el que se concluye que la TA es más lenta,

6 Para ello, se utilizó un corpus de 49 frases seleccionadas en ruso, un diccionario ruso-


inglés de 250 palabras y seis reglas de sintaxis.

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menos exacta y dos veces más cara que la traducción humana y se


recomienda interrumpir las subvenciones pues no existe expectativa
inmediata o previsible de que la TA resulte útil. Se sugiere también
que se empleen las subvenciones para hacer investigación básica en
el campo de la lingüística computacional y para desarrollar herra-
mientas informáticas para traductores (como los diccionarios auto-
máticos). Pese a que, desde algunos sectores, el informe fue acusa-
do de parcial y falto de visión de futuro, su repercusión fue enorme:
las ayudas financieras a gran escala se redujeron drásticamente; lle-
gó a determinar casi el fin de la investigación en TA en EEUU du-
rante más de 10 diez años; y, al mismo tiempo, perjudicó la futura
percepción que el público tendría de la TA durante muchos años.
Entre 1967 y 1977, la investigación sobre TA se desarrolló sobre to-
do fuera de los EEUU, concretamente en Canadá, Europa occidental
y Japón, respondiendo a necesidades distintas con respecto al perio-
do anterior.
La política bicultural desarrollada en Canadá originaba una eleva-
da demanda de traducción inglés-francés que el mercado no podía
satisfacer. Por su parte, en la CEE ya entonces era necesario tradu-
cir gran cantidad de documentación legal, administrativa, técnica y
científica, que comprendía todas las lenguas de la comunidad.
En Montreal, un grupo de investigación concibió MÉTÉO, un sis-
tema de TA de partes metereológicos que aún hoy sigue vigente; y, en
ese mismo año, en la CEE se comenzó a trabajar con un programa de
TA inglés-francés, llamado SYSTRAN. Un paso fundamental fue la
decisión, tomada a finales de los 70 por ese mismo organismo, de fi-
nanciar un ambicioso proyecto de investigación y desarrollo de TA,
cuyo fruto debería ser un programa para todas las lenguas comuni-
tarias. Estamos hablando de EUROTRA, que hasta 1992 ocuparía a
numerosos investigadores de todos los países miembros.
En los años 80 emergieron nuevos sistemas, a la vez que crecía el
número de países implicados en la investigación. Cabe destacar los
sistemas SYSTRAN (al que ya hemos aludido), que ahora operará
con muchos pares de lenguas; LOGOS; METAL; los sistemas inter-
nos de TA desarrollados por la Organización Panamericana de Salud
y también los sistemas de traducción del japonés al inglés y vice-

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versa de compañías japonesas de ordenadores. La amplia disponibi-


lidad de microordenadores y de software de procesadores de texto
creó un mercado para sistemas de TA más económico. Estos siste-
mas fueron explotados por compañías europeas y norteamericanas
como ALPS y GLOBALINK, entre otras, y japonesas como NEC y
Sanyo7.
Por último, desde los años 90 hasta hoy se han dado importantes
pasos hacia adelante en la investigación sobre traducción del dis-
curso, y los esfuerzos de numerosos grupos de investigación se han
orientado a la creación de aplicaciones prácticas. De ello, el ejemplo
más significativo sea, tal vez, la creación de estaciones de trabajo pa-
ra traductores profesionales. La TA, como instrumento de masa, co-
mienza a dar sus primeros pasos con la aparición de numerosos pro-
gramas (encaminados a satisfacer las necesidades de un cada vez
más amplio abanico de potenciales usuarios) y el desarrollo de pro-
yectos ni siquiera soñados hace unas décadas.
Esta toma de conciencia de la importancia de las herramientas de
traducción no es sino un claro índice del saludable estado en que se
encuentra la investigación, aunque esto no excluye que puedan se-
guir existiendo ideas equivocadas al respecto8.
No queremos cerrar este apartado sin hacer una breve referencia
al proyecto de TA del investigador japonés Hiroshi Uchida, cuya pre-
sentación oficial tendrá lugar en Barcelona en 2004: el Lenguaje Uni-
versal para la Red o UNL (www.unl.ias.um.edu) 9.

7 Los proyectos más notables del periodo son G-ARIANE (Grenoble), SUSY (Saarbrüken),
MU (Kioto), ROSETTA (Eindhoven), el proyecto basado en el “conocimiento” (inspirado
en técnicas de la Inteligencia Artificial) de la Carnegie-Mellon Univ. (Pittsburg) y los dos
internacionales EUROTRA, y el japonés CICC (en el que participaban también China,
Indonesia y Taiwan)
8 España no ha permanecido ajena al desarrollo de la investigación sobre TA. Tomando
como referencia los últimos 17 años, se puede afirmar que se ha seguido fielmente el
ritmo marcado por la actividad internacional. Aunque, por un lado, los estudios sobre
tecnología de la traducción continúen en las numerosas facultades de traducción que hay
hoy en España, por otro, están en marcha numerosos proyectos que persiguen la creación
de sistemas que agilicen las tareas más rutinarias y pesadas de los traductores. Entre
todas las herramientas desarrolladas, son los gestores de memorias de traducción los más
demandados por el mercado en estos momentos
9 Este proyecto fue financiado inicialmente por la Universidad de las Naciones Unidas de
Tokio, y es promovido ahora por una fundación, con capitales en su mayoría privados,
con sede en Ginebra.

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Límites y logros
Como señalan Sitman y Piñol (1999), el problema fundamental de
la TA remite a la naturaleza misma del lenguaje natural, que no siem-
pre se construye lógicamente y, por tanto, se sustrae a los etiqueta-
rios informáticos de codificación-descodificación. Un traductor au-
tomático no tiene en cuenta las condiciones extralingüísticas (la in-
tención, el contexto situacional, histórico o cultural...), y, por lo tan-
to, no puede hacerse cargo de las ambigüedades del lenguaje. De la
misma manera, carece de sentido común, no distingue matices, po-
see una flexibilidad limitada y no puede apoyarse en un nivel prag-
mático ni incorporar su experiencia ni su conocimiento del mundo
para solucionar problemas, cosas que sí puede hacer el traductor hu-
mano. Éste, además, es capaz de hacerse cargo del desnivel entre lo
que se comunica explícita e implícitamente.
“Dado que comunicarse es lograr que el receptor reconozca la in-
tención, y no solamente el significado literal de un enunciado, el ver-
dadero punto débil de la TA es un problema de comunicación, sobre
todo cuando se emplea el lenguaje con una doble intención” (Sitman-
Piñol, 1999). La TA es literal -y este es un dato objetivo-, si bien no
está de más subrayar que tal literalidad está particularmente presen-
te en los traductores automáticos que se nos ofrecen a través de In-
ternet.
Tras haber pasado lista a los límites que presenta la TA, veamos
ahora qué parte del camino se ha recorrido ya. En primer lugar, hay
que dejar constancia de que el sueño de conseguir mecanizar la tra-
ducción se ha realizado. La existencia de numerosos programas de
ordenador capaces de traducir una gran variedad de textos de un
idioma a otro es ya un hecho y no una quimera. Sin embargo, la rea-
lidad nunca es perfecta. De hecho no existen máquinas de traducir
que sean capaces de analizar textos en cualquier idioma y producir
una traducción perfecta a cualquier otro idioma sin intervención hu-
mana. Esta es una aspiración para el futuro y sólo en ese futuro po-
dremos saber si esto es realizable.
Lo que sí se ha logrado hasta el momento es desarrollar programas
que realizan lo que podría definirse como traducciones de borrador
de textos en áreas relativamente bien definidas. Estos textos, some-

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tidos después a un trabajo de revisión (post-edición) llevado a cabo


por el traductor humano, se convierten en traducciones de calidad
con la consiguiente reducción del tiempo de trabajo del traductor (y
un consecuente abaratamiento de los costes de las traducciones).
En algunas situaciones, tales textos en borrador se dejan tal como
están, sin pulir, puesto que los especialistas en la materia pueden
leerlos y entenderlos para extraer la información necesaria o para
llevar a cabo una criba selectiva de textos, dejando que pasen al es-
tadio de post-edición sólo aquellos que reúnan ciertas característi-
cas. En otros casos, con los controles adecuados sobre el lenguaje
de los textos de origen (pre-edición), es posible realizar de forma
automática traducciones de mayor calidad (que necesitan poca o
ninguna corrección) que las que parten de textos no sometidos a
ningún tipo de control en la lengua de origen.
Y estos son los logros reales alcanzados hasta el momento pero la
investigación sigue su curso tanto en ámbitos académicos como co-
merciales (empresas de software dedicadas al desarrollo de entor-
nos de traducción). Los avances en la tecnología de los ordenadores,
en lingüística teórica y en inteligencia artificial, así como la constan-
te búsqueda de herramientas válidas para agilizar el trabajo de los
profesionales del sector, están marcando las futuras líneas.

Clasificación de los sistemas


Pasemos ahora a realizar un recorrido general a través de las dife-
rentes tipologías y agrupaciones de los sistemas de TA, con el fin de
ofrecer una visión, si no exhaustiva, sí orientadora y clara de los con-
ceptos y la terminología básica del tema de nuestro interés. (Para tal
clasificación nos remitimos al trabajo de I. Zapata, 1995).
Según el número de lenguas que tratan los sistemas de traducción
automática, estos se pueden clasificar en bilingües, diseñados para
traducir de una lengua de origen a una lengua destino; y multilin-
gües, que pueden traducir de varias a varias lenguas.
Si atendemos a la dirección, un sistema puede ser unidireccional,
si trabaja en una sola dirección; o bidireccional, si trabaja en ambas
direcciones.

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Si pasamos al grado de automatización, nos encontramos con sis-


temas de traducción completamente automática, es decir, que rea-
lizan la traducción sin intervención del traductor humano (salvo en
la revisión); sistemas de traducción automática asistida, donde la
intervención del traductor humano es constante; y, por último, siste-
mas de traducción humana asistida por ordenador, donde el orde-
nador se utiliza como herramienta de ayuda al traductor, facilitándo-
le el uso de, por ejemplo, procesadores de textos con diccionarios en
línea, información gramatical y morfológica de las palabras, verifica-
ción ortográfica, etc.
Según el diseño o la estrategia general de funcionamiento, tene-
mos, en primer lugar, sistemas de traducción directa, en los que la
traducción se hace reemplazando palabras de la lengua origen por
palabras de la lengua destino. Son sistemas válidos cuando nos ha-
llamos ante un texto con un vocabulario y estilo bien definidos y li-
mitados. Estos sistemas utilizan como principal recurso las listas de
palabras y grupos de palabras (diccionarios) en la lengua de origen
y las correspondientes traducidas en la lengua de destino. La calidad
del producto está en relación directa con la calidad de la informa-
ción que contiene el diccionario. Otro elemento determinante lo
constituye el grado de complejidad de las lenguas que se tratan (No
es lo mismo, partiendo del inglés, traducir al japonés que al francés
o alemán)10.
En segundo lugar, tenemos los sistemas de transferencia, que tra-
ducen el texto haciéndolo pasar por tres fases. Primero, se realiza el
análisis de la lengua de origen con el fin de obtener una representa-
ción intermedia con información sintáctica y/o semántica. General-
mente, esta fase se realizaba con un orograma (llamado “parser”) que
interpretaba la secuencia de caracteres de la oración de entrada y
construía una representación de la estructura sintáctica de la misma.

En segundo lugar, se lleva a cabo la transferencia de la lengua de


origen a la lengua de destino. En esta fase se pueden distinguir dos
procesos distintos en gran parte de los sistemas de este tipo: a) una
transferencia léxica o traducción de los términos que constituyen la
10 Entre otros muchos, podemos destacar como sistemas de traducción directa, el GAT de la
Universidad de Georgetown, y Systran en su primera etapa.

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110 EN TORNO A LA TRADUCCIÓN AUTOMÁTICA

oración de entrada, por lo general haciendo uso de un diccionario bi-


lingüe; y b) una transferencia estructural o aplicación de una serie de
reglas de transformación a la estructura resultante de la fase de aná-
lisis, a fin de conseguir una estructura equivalente en la lengua de
destino.
Y, por último, la fase denominada generación, momento en el que
se reconstruye el texto de la oración en la lengua de destino, a partir
de la estructura obtenida en el transfer.
Al tratarse de una organización de tipo modular, es posible que nos
encontremos con sistemas que añadan otros módulos a los tres bá-
sicos (módulo de resolución de fenómenos entre frases -anáforas...-,
módulo de análisis semántico, etc) 11.
En tercer lugar se encuentran los sistemas interlingua, que reali-
zan la traducción basándose en una representación conceptual in-
termedia conocida por “interlingua” (o lenguaje pivot). “La finalidad
es que cualquier texto en cualquier lengua origen se represente con
interlingua y que este lenguaje sea lo suficientemente potente como
para representar cualquier tipo de información relevante para tradu-
cir” (I. Zapata, 1995).
En un sistema interlingua encontramos dos componentes mono-
lingües: el análisis de la lengua de origen a interlingua, y la genera-
ción de interlingua a lengua de destino.
La tesis que sostiene este método, como señala I. Zapata, es que “la
traducción de calidad sólo es posible si se traduce el significado de
los textos. Esto es imposible si sólo se realiza una transformación de
la estructura superficial del texto sin comprender su significado. Es-
ta tesis se mantiene sobre la hipótesis de que todas las lenguas se ca-
racterizan por unos universales lingüísticos que son comunes a todas
ellas y que son los que la interlingua tiene que representar”.
Entre los sistemas interlingua, podemos distinguir aquellos que
emplean métodos sintácticos (años 70, Universidad de Grenoble y la
Universidad de Texas) y los que se basan en técnicas de Inteligencia
Artificial12.
11 Como ejemplos típicos de esta arquitectura podríamos destacar la mayor parte de los
sistemas comercializados en los años 85-95 (también Systran en su segunda etapa).
12 Estos últimos han encontrado un fuerte desarrollo, principalmente en Japón desde 1987,
y en EEUU, donde cabría destacar, entre otros, los trabajos de investigación realizados en
la Universidad de Southern California y la Universidad de Carnegie Mellon.

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PILAR HERNÁNDEZ MERCEDES 111

Hasta aquí hemos visto los que se consideran los tres grandes tipos
básicos de sistemas según el diseño, pero creemos oportuno hacer
referencia también a los conocidos como sistemas estadísticos (ba-
sados en algoritmos de análisis y en diccionarios construidos a par-
tir de corpora de texto de millones de palabras, utilizando técnicas
de alineamiento de frases y de extracción estadística de coocurren-
cias) que, a pesar de haberse demostrado poco útiles por su extrema
lentitud, han aportado elementos importantes para la investigación
sobre TA (uno de los proyectos más significativos dentro de este
apartado es “Candide” de IBM).
La tendencia actual en la arquitectura de sistemas es la integración
de componentes de los varios enfoques, dando lugar a diferentes sis-
temas híbridos. Cada uno de ellos se caracteriza por el mayor o me-
nor peso que se otorga a los elementos que lo constituyen13.

El ámbito de la T A
Nada mejor que la red para realizar una búsqueda de materiales y
referencias de herramientas para la traducción. Al iniciar la búsque-
da, enseguida se hace patente que ofrecer una visión completa de to-
do el material disponible es prácticamente imposible, dada la enor-
me cantidad de sitios que se pueden visitar y el continuo aumento en
la oferta de posibilidades. Por este motivo, presentamos una selec-
ción personal y, por lo tanto, subjetiva que, con toda probabilidad, no
es la mejor ni la más amplia, pero que sí servirá para que el lector se
haga una idea de las diferentes categorías de materiales existentes y
cuente con datos básicos si decidiera profundizar en este tema.

1. Diccionarios
www.foreignword.com: es un verdadero portal de tecnología de la lengua. Ofrece
herramientas utilísimas tanto en glosarios como en sistemas de traducción.
www.yourdictionary.com: de él se dice que es el mayor portal de las lenguas.
Agrupa más de 1500 diccionarios en 230 idiomas.
www.allwords.com: Se trata de otro extenso portal de acceso. Nos ofrece nume-
rosos diccionarios, traductores y glosarios.
13 Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que se han introducido nuevos conceptos,
como sistemas interactivos frente a sistemas totalmente automáticos; sistemas basados
en técnicas de AI frente a los basados en teorías lingüísticas; o los que funcionan en
mainframe frente a los que funcionan en microordenadores.

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www.dictionary.com: presenta las mismas características que el anterior.


www.logosdictionary.com: Otro conocido portal. Ofrece numerosos servicios.
Sus diccionarios se actualizan constantemente
www.onelook.com: sitio muy simple con un amplio abanico de diccionarios.
www.word2word.com: con características similares al precedente.
www.babylon.com: además de dar acceso a numerosos glosarios sobre todo tipo
de temas, desde este sitio se puede descargar un útil y sencillo diccionario.
http://eurodic.ip.lu/ (eurodicautom): es una base de datos multilingüe del servi-
cio de traducción de la Comisión Europea y uno de los diccionarios más com-
pletos y amplios de la red.
www.el-castellano.com: interesante sitio en español con más de 600 diccionarios
e innumerables recursos para traductores.
www.xcastro.com: otro sitio en español que permite el acceso a gran cantidad de
materiales.

2. Traductores en línea
En muchas de las direcciones citadas se ofrecen distintos traduc-
tores, pero consideramos adecuado ampliar ese elenco con otros si-
tios más específicos.
www.babelfish.altavista.com: se trata de la herramienta de traducción que utiliza
Altavista. Traduce, de y a numerosos idiomas, fragmentos de texto o textos
breves. Utiliza tecnología Systran.
www.alis.com: aquí encontramos GIST IN TIME para traducir textos no muy ex-
tensos. También, como el anterior, puede traducir páginas web.
www.elingo.com: otro sitio dedicado a la tecnología de la traducción.
www.wordlingo.com: Traduce textos más largos y ofrece la posibilidad de que un
traductor humano realice la corrección (no gratuitamente).
www.systransoft.com: es el sitio de la casa madre de uno de los software más di-
fundidos de traducción. Ofrece numerosos servicios, entre ellos, la posibilidad
de registrarse en Systranet (un servicio de traducción personalizado).

3. Programas de traducción
Nos remitimos a los programas indicados en El País, suplemento
de Nuevas Tecnologías (nº 14, abril 2001) y en la página Tiendasoft
del portal Terra (Semana de los traductores automáticos, 6/7/01).

3.1 Systran para Windows


Su programa de traducción trabaja en ocho idiomas y se puede
acudir a su página web para visualizar ejemplos de traducciones re-
alizadas con este programa (www.translation.net /syssamp.tml).

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PILAR HERNÁNDEZ MERCEDES 113

Dispone de varias versiones: la Personal que, aun siendo más re-


ducida, contiene un vocabulario de alrededor de un millón de pala-
bras y oraciones; y la Profesional que puede traducir 600 páginas por
hora y cuenta con un glosario especial para el lenguaje de los nego-
cios. Su versión Premium incluye 20 diccionarios especializados en
diferentes áreas (medicina, informática, política, etc.)

3.2 Word translator para Windows


“Incluye un lector de texto muy útil para evitar errores ortográfi-
cos. Así, mientras se escribe, el programa puede deletrear las pala-
bras y ofrecer diferentes opciones de vocabulario y gramática. Las
opciones que se escogen son memorizadas de manera que aparezcan
en primer lugar en situaciones similares. También se pueden añadir
nuevas palabras y expresiones, creando así un diccionario persona-
lizado. Permite igualmente escuchar la pronunciación de palabras y
frases” (El País, citado).

3.3 Power translator Pro versión 7


Es un programa muy versátil. Contiene corrector ortográfico y gra-
matical, diccionarios especializados y frases de uso común. Además
cuenta con un reproductor de texto a voz para escuchar la pronun-
ciación en cuatro idiomas. Cuenta con importantes utilidades.

4. Gestores de memorias de traducción


Nos remitimos aquí a las palabras con las que, en el curso de una
entrevista realizada por nosotros, L. Ceccarelli (traductora profesio-
nal) explica el funcionamiento de estas herramientas:
“Las herramientas de apoyo a las traducciones (Translation Mana-
ger o Trados, entre otras) son muy útiles. Permiten crear “memorias”
de las traducciones ya efectuadas y reutilizar los textos traducidos.
Es también posible realizar la traducción automáticamente para las
frases que son exactamente iguales a las que están en la memoria y,
además, se te ofrecen frases similares como sugerencia para hacer la
traducción: estas pueden ser confirmadas sin más (siendo sustitui-
das automáticamente en la traducción) o copiadas y modificadas por
el traductor.

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114 EN TORNO A LA TRADUCCIÓN AUTOMÁTICA

Es evidente que al final el traductor tiene siempre que llevar a ca-


bo una revisión del texto para adaptarlo al contexto: estos produc-
tos, obviamente, se adaptan más a traducciones de tipo técnico y son
menos útiles para traducciones de tipo literario.
Es posible crear memorias durante la fase de traducción o sucesi-
vamente, si se dispone de una versión en la lengua en cuestión y de
la versión correspondiente ya traducida. Se pueden crear memorias
diferentes según el contexto, y utilizar más de una memoria para
analizar automáticamente los textos...” (27/05/01)
A continuación, dos de las memorias de traducción más conoci-
das:
TM2 ( http://www.4-ibm.com/software/ad/translat)
TRADOS (http://www.trados.com)

Para concluir
Un sistema de TA que ofrezca resultados perfectos sin interven-
ción humana, que traduzca sin error el discurso oral, que pueda man-
tener el estilo de cualquier documento y acceder a infinitos diccio-
narios, que resuelva todos los problemas..., no deja de ser, hasta el
momento, más que una aspiración. A pesar de todo, podemos afir-
mar que el estado actual de la investigación y desarrollo es ya de in-
terés operativo notable.
De hecho, aunque es muy fácil hacer que un sistema de TA nos
ofrezca como resultado un texto calificable de ridículo, estos siste-
mas son potencial y realmente un insustituible soporte para cubrir
alrededor del 95% de las actuales necesidades de traducción (exclui-
mos el porcentaje del 3-5% relativo a las traducciones literarias, que
consideramos competencia del traductor humano).
La TA, en su sentido más amplio, es útil para los profesionales de
la traducción a fin de optimizar y agilizar su trabajo; para los estu-
diosos e investigadores, al consentirles un acceso más fácil a la in-
formación; y, por esta misma razón, lo es también para el público en
general.
Su utilidad aumenta, obviamente, en la medida en que crece la
complejidad de las tareas del traductor, siempre que se elija el ins-
trumento más oportuno. Pero incluso los software de nivel bajo

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desempeñan una labor importante, al permitir el acceso inmediato a


una primera comprensión del texto. Este nivel de inmediatez no lo
puede ofrecer la disponibilidad de un traductor humano.
La TA tiene su espacio en los ámbitos de enseñanza-aprendizaje,
especialmente en la enseñanza de una segunda lengua, donde es
oportuno que estos instrumentos sean objeto de estudio, de manera
que los estudiantes aprendan a conocer los límites y los métodos que
hay que adoptar para su uso correcto y para obtener los mejores re-
sultados.
Dado el crecimiento exponencial en el empleo de estas herra-
mientas, no proporcionar a los estudiantes de idiomas una adecuada
información podría dar lugar a graves lagunas en su formación, so-
bre todo teniendo en cuenta que cada vez son más las ofertas de tra-
bajo para traductores a los que se presupone el conocimiento de es-
tas tecnologías (¿Por qué no sugerir la difusión de cursos específicos
de TA para responder a una específica exigencia del mercado ocu-
pacional?).
Nos gustaría concluir el presente trabajo con unas palabras del in-
vestigador Martin Kay, especialista en inteligencia artificial, quien en
un informe interno para la empresa RankXerox, (The Proper place of
Men and Machines in Language Traslation,1980)14, afirmaba que:
“El ordenador es un instrumento que puede servir para magnificar
la productividad humana. Usado adecuadamente, no tiene por qué
deshumanizar, con la impronta de su sello orwelliano, los productos
de la creatividad y del trabajo del hombre, sino que, apropiándose de
lo que es mecánico y rutinario, puede liberarle para que se dedique
íntegramente a las labores que son esencialmente humanas. La tra-
ducción, aun siendo un arte delicada y precisa, conlleva muchas ta-
reas que son mecánicas y rutinarias. Si estas tareas fueran encomen-
dadas a una máquina, la productividad del traductor no sólo se vería
magnificada, sino que su trabajo se haría más gratificante, más apa-
sionante, más humano.”

14 El texto permaneció inédito hasta 1997, año de su publicación en la revista Machine


Traslation.

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116 EN TORNO A LA TRADUCCIÓN AUTOMÁTICA

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Algunos sitios web útiles


Listados de enlaces sobre traducción automática:
www.ife.dk/url-mt.htm
www.silab.dsi.unimi.it/%7Egc412712/mt.html
Listado de sistemas de TA disponibles en el mercado:
www.foreign.com/es/technology/ mt/mt.htm
Listado de sistemas de memorias de traducción:
www.foreign.com/es/technology/tm/tm.htm
Herramientas para la traducción:
www.foreign.com/es/technology/other/other.htm
European Association of Machine Translation:
www.eamt.org/mt.html
Association for MT in the Americas:
www.isi.edu/natural-language/organizations/AMTA.html

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