La Migracion Hondureña
La Migracion Hondureña
La Migracion Hondureña
Red de Bibliotecas Virtuales de Ciencias Sociales de América Latina y el Caribe de la Red CLACSO
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Causas y consecuencias de la migración de los hondureños con destino a Estados Unidos.
Estudio en dos albergues del Noreste mexicano.
Resumen
Esta investigación gira entorno a que las migraciones internacionales en Honduras han sido
durante mucho tiempo un fenómeno complejo vinculado a factores históricos, políticos,
sociales, económicos y otros de difícil predicción como desastres naturales y ambientales.
Un factor muy importante a considerar, pero no el único, es el hecho de que las constantes
crisis económicas están generando un flujo migratorio del Sur que también responde a una
demanda de mano de obra del Norte. Del mismo modo, es importante tomar en cuenta que
las personas en su ida a EUA quedan atrapadas en un medio violento, desorganizado e ilegal
ante las medidas restrictivas y políticas de contención a la inmigración. El desarraigo social,
el abandono de proyectos de vida autóctonos y de la familia, los riesgos, los peligros, la
vulnerabilidad frente a civiles y autoridades, son elementos que inciden directa e
indirectamente en la migración convirtiéndola en una problemática con significativos
efectos e implicaciones en la sociedad y la economía de los países expulsores de recurso
humano como es el caso de Honduras. En el estudio entre otros temas se abordan
consideraciones teóricas de importancia sobre la migración en general, asimismo, se ubican
los elementos de atracción y expulsión de forma comparativa entre Honduras y Estados
Unidos que a la vez permiten ubicar los factores interrelacionados entre ambos países, dando
como resultado una sociedad imán que atrae mano de obra y una sociedad expulsora de
personas que buscan un mejor nivel de vida. También se presentan cifras de los países de
origen, tránsito y destino final con respecto a la emigración hondureña a EUA durante las
últimas décadas. Asimismo, los resultados de la encuesta aplicada a los migrantes
hondureños que transitan por México hacia Estados Unidos y que permitieron elaborar un
perfil sociodemográfico de los migrantes y conocer la percepción que ellos tienen con
respecto a las causas de la emigración y la situación económica, social y política de su país.
1
Índice
Introducción...........................................................................................................................2
Perfil de los migrantes hondureños en tránsito por México con destino a EUA…………... 40
Migrantes hondureños, sexo, edad y estado civil………………………………………… 40
Migrantes hondureños, miembros del hogar que trabajan y aportan económicamente……. 41
Migrantes hondureño, su nivel de educación y situación laboral…………………………. 42
Migrantes hondureños según el departamento donde vivía en Honduras…………………..43
Migrantes hondureños según Estado de EUA al que piensan llegar………………………..43
Causas de la migración a EUA según los migrantes hondureños en tránsito por México… 44
Migrantes hondureños y principales problemas en Honduras……………………………...44
Migrantes hondureños y problemas que más afectan a la población y el país……………..44
La actuación de los gobiernos y expectativas a futuro según los migrantes ……………….45
Migrantes hondureños y motivaciones para salir del país…………………………………..45
2
Introducción
En el caso particular de Honduras, su población, hombres, mujeres y niños, cada vez más
emigra hacia Estados Unidos. Las cifras analizadas en este trabajo registran un aumento a
partir de 1990 hasta el 2007 y todo apunta a que la tendencia es que la gente continúe
abandonando el país. A diferencia del pasado, nos atrevemos a juzgar que hoy el emigrar
para los hondureños no es un acto meramente fortuito o aventurero en busca de suerte y
dinero, sino que resulta ser una acción planificada para subsistir, o bien, una inversión a
corto o mediano plazo que está fortalecida por el deseo de querer cambiar o escapar a una
realidad cada vez más frustrante. Pero, en muchos casos ese objetivo no logra concretarse y
llega a constituirse en una acción con elevados costos familiares, sociales y humanos,
asimismo, se convierte en una significativa pérdida económica no sólo para los migrantes y
su hogar sino que también para el Estado expulsor. Un punto central y de muchísima
importancia al estudiar el flujo migratorio de los hondureños con destino a EUA, lo
constituyen las circunstancias que obligan a los hondureños a abandonar el país, la familia,
los amigos, los estudios y otros proyectos de vida personal para escoger una travesía cada
vez más incierta, desordenada, insegura e incluso con el riesgo de inclusive perder la vida.
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hondureños hacia Norteamérica? ¿Qué fechas son muy significativas y por qué? ¿Qué tanto
migran los hondureños a Estados Unidos? ¿Quiénes migran y porque? ¿Qué motiva a
desplazarse a los hondureños? ¿En busca de qué o de quién van? ¿Será la falta de trabajo y
capital lo que motiva actualmente a los hondureños a abandonar su país? ¿Serán otros
factores de índole social y política? ¿Pesarán unos más que otros para migrar? ¿Cuál es la
valoración que hacen los migrantes con respecto al ambiente social, económico y político de
Honduras? ¿Cuál es la percepción que tienen los migrantes hondureños con respecto a sus
gobernantes? ¿Cómo valoran los migrantes la problemática nacional? También surgen otras
interrogantes no menos importantes, ¿Cuáles son las consecuencias de la migración de los
hondureños en tránsito por México y con destino a EUA? ¿Cuáles son los costos sociales,
humanos y económicos de esa migración? ¿Qué repercusiones tendrá ese fenómeno a futuro
en el desarrollo del país? ¿Qué nivel de vulnerabilidad enfrentan los migrantes durante su
recorrido por México y con destino a EUA? ¿Ha ido cambiando la política migratoria de
México en los últimos años con relación a los inmigrantes? ¿En qué medida ha ido
cambiando? ¿Es más restrictiva o más flexible? ¿Se ha convertido México en un país de
contención para a frenar la migración de Sur a Norte? ¿De ser cierto, a qué obedece el
cambio en la política migratoria mexicana? Son muchas y más las dudas e interrogantes, el
abordarlas y dilucidarlas todas a profundidad es una tarea ardua y compleja que demanda
años de estudio. Sin embargo, la misma complejidad del fenómeno social permite que todas
esas inquietudes perfectamente puedan llegar a ser estudiadas desde diferentes enfoques,
siendo dos de ellos y de particular interés en la presente investigación: las causas y las
consecuencias de la migración de los hondureños en tránsito por México con destino a EUA.
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Es indispensable contar con datos, estadísticas y análisis sobre algunos aspectos claves de la
temática migratoria, asimismo, precisar las características de la población migrante.
¿Quiénes dejan Honduras y por qué? ¿Es fuerza de trabajo joven, productiva y de alguna
manera capacitada? ¿Serán jóvenes hombres y mujeres entre los 17 y 40 años o bien niños y
niñas en su mayoría? ¿Dónde nacieron y dónde viven? ¿Hay coincidencia entre emigración
y las zonas más pobres o más prósperas del país? ¿En qué está transformándose ese recurso
humano? ¿Su salida implica desarrollo para el país o una carga más para la sociedad? Por
tal razón, la búsqueda y obtención de datos duros y la creación de los mismos fue
imprescindible para la comprensión del fenómeno, ya que en la medida de lo posible
permitió un mejor razonamiento y explicación de los factores e inquietudes antes señaladas.
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de investigación consideradas como las más idóneas para estudios con enfoque cualitativo y
cuantitativo: la observación participante, la entrevista, los grupos focales y la encuesta.
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asimismo, hay algunas historias de vida de los migrantes en tránsito y las características de
la población que ya vive en EUA. La mayoría de la información es producto del análisis y
los resultados obtenidos a través de los datos recabados a través de la encuesta aplicada a los
migrantes en los dos albergues del noreste mexicano. En el cuarto capítulo, se describen y
analizan aspectos importantes de lo que son las políticas migratorias de los gobiernos de
México y EUA, además se detallan las consecuencias del migrar con resultados interesantes
sobre los riesgos y peligros que enfrentan los migrantes hondureños y se plantea una
propuesta ejecutiva de políticas públicas gubernamentales que tienen como objetivo a través
de un programa integral prestarle una debida atención al fenómeno de la migración y a los
migrantes hondureños. Finalmente se presentan las conclusiones y recomendaciones finales.
Con está investigación se espera hacer una contribución al análisis de las migraciones
internacionales en el país y al mismo tiempo despertar un debate constructivo orientado al
planteamiento de recomendaciones y propuestas viables que sirvan para promover más
estudios, asimismo, generar espacios de discusión, reflexión e investigación del fenómeno
migratorio de forma constante para saber con cierta claridad cuál es y ha venido siendo y
será su comportamiento en la sociedad hondureña y el resto de los países centroamericanos.
El estudio, no hubiera sido posible sin el apoyo que le brindaron al proyecto instituciones y
personas. Un especial agradecimiento al Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales
CLACSO y la Agencia de Cooperación Sueca ASDI; a la coordinadora del Programa
Regional de Becas CLACSO, Betina Levy, a las asistentes del Programa Regional de Becas
CLACSO, Natalia Gianatelli y Luciana Lartigue; a Lily Caballero Zeitún y Ana Corina
Hernández del Posgrado Latinoamericano de Trabajo Social de la Universidad Nacional
Autónoma de Honduras, PLATS - UNAH. También, a Isabel Sánchez Rodríguez, Carlos
Alberto Piña Loredo, Hilario González Martínez y Kelly A. Shanahan por su valiosa
colaboración en el trabajo de campo, aplicación de cuestionarios, búsqueda y captura de
información. Igualmente a todos y cada uno de los migrantes que aún cansados de migrar
nos brindaron parte de su valioso tiempo mientras transitaban por México. Muchas gracias.
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El fenómeno social de la migración internacional es de gran magnitud. Su complejidad lo
convierte en un importante objeto de estudio que debe ser atendido y analizado por
instituciones académicas e investigadores, gobiernos, organismos internacionales y distintos
sectores de la sociedad. No puede pasar desapercibido. Cada vez hace más guiños para que
no sea ignorado, y por el contrario, mejor se le estudié en sus diversas manifestaciones. Hoy
la migración internacional ocupa un lugar importante en las noticias de los medios de
comunicación, en los espacios de análisis de la academia, en la agenda de los políticos y las
políticas públicas de los distintos Estados. Y no es para menos, ya que a diferencia del
pasado, actualmente, el movimiento de las personas, las rutas y destinos finales se ha
diversificado y está produciéndose por todo el planeta. En este preciso instante, miles o
decenas de individuos de diferentes partes del mundo están pensando en migrar o a punto de
partir de su lugar de origen con destino a otra parte. ¿Seremos migrantes por naturaleza?
Estamos frente a lo que algunos estudiosos han denominado como la nueva era de las
migraciones. En América tiene gran relevancia el flujo de Sur a Norte, ya que todos los días
decenas de mexicanos, centroamericanos y sudamericanos migran con destino a Estados
Unidos. En Europa llama la atención el caso particular de Ceuta y Mellia ciudades de
España limítrofes con Marruecos, que es por donde intenta ingresar alguna población
originaria de África. Entre esas dos regiones distintas y distantes la migración internacional
es un elemento en común, pero también lo son las barreras y muros fronterizos que tratan de
impedir el paso de las personas originarias de los países menos desarrollados a los países
más desarrollados. No obstante, lo cierto es que la inmigración en vez de frenarse sigue
creciendo aceleradamente a pesar de las estrictas medidas y controles de seguridad que se
desarrollen. Actualmente, según cifras de la División de Población de las Naciones Unidas,
hay 191 millones de migrantes internacionales de los cuales el 60 % reside en países
desarrollados y el resto en países en desarrollo. En la Unión Europea se calcula que el
57,89% de los extranjeros provienen de países no comunitarios. América Latina y el Caribe
después de que años atrás fueron receptores de inmigrantes de ultramar, hoy la gran mayoría
de los países se han convertido en emisores de emigrantes. De acuerdo con estimaciones del
Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía, los migrantes internacionales ascienden
a cerca de 25 millones, de éstos, 4 millones están en países de América Latina y el Caribe; 3
millones viven fuera de la región y alrededor de 18 millones residen en Estados Unidos1.
Por otra parte, un informe realizado por la Comisión Económica para América Latina,
CEPAL, establece que en los primeros cinco años del siglo XXI la migración de los
latinoamericanos se incrementó en un 19%, pasando de 21 millones en el 2000 a casi 25
millones en el 2005. México, las naciones del Caribe y Colombia son los países con mayor
número de emigrantes superando todos ellos el millón por año. Otros nueve países tienen
más de 500 mil emigrantes anuales, Argentina, Brasil, Cuba, Ecuador, El Salvador,
Guatemala, Haití, Perú y República Dominicana. Más del 20% de la población de los países
caribeños reside en el exterior; en el caso de Centro y Norteamérica los porcentajes más
altos corresponden a El Salvador 14,5%; Nicaragua 9,6%; y México 9,4%. Si bien entre
algunas de las variantes novedosas en los últimos años figura la multiplicidad de destinos,
para los latinoamericanos el más preferido continúa siendo Estados Unidos (CEPAL, 2006).
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la categoría de no inmigrantes y una gran mayoría lo hace como turistas o viajeros de
negocios en viajes de corto plazo, pero también hay quienes ingresan por periodos de tiempo
más largos desde seis u ocho meses hasta varios años como el caso de los estudiantes,
diplomáticos extranjeros y trabajadores temporales. El Departamento de Seguridad de los
Estados Unidos ha venido observando el flujo anual y lleva un control estadístico de las
admisiones de no inmigrantes a través de las bases de datos de información y el expediente
conocido como forma I-94 que acredita el ingreso y la salida por puertos o aduanas
marítimas, aéreas y terrestres2. Según las cifras del United States Department of Homeland
Security, durante el año fiscal 2004, sólo en la categoría de trabajadores no inmigrantes se
admitieron 1 millón 320 mil 840 personas que provenían de distintas partes de todo el
mundo y que temporalmente realizarían una labor en distintas áreas de trabajo. Para el año
fiscal 2005 el número de trabajadores se incremento a 1 millón 573 mil 631 trabajadores y
de éstos una gran mayoría eran originarios de países como México, Canadá, Reino Unido,
Alemania, India, Japón, Francia, Brasil, China, Corea y Australia entre otros. Lo anterior es
un ejemplo de la importancia que hoy día tiene en el mundo globalizado la migración
internacional conjuntamente con los recursos humanos y los mercados laborales. Sin
embargo, en el caso estadounidense, la oferta de trabajo y demanda de trabajadores en el
mercado laboral es tan grande y diversa que por otra parte también están los migrantes
indocumentados, wetbacks, espaldas mojadas o mojados, que sin tener una autorización y
burlando los controles tratan de ingresar por distintos puntos fronterizos ubicados a lo largo
de la extensa y porosa frontera entre México y EUA. Estas personas difícilmente pueden ser
contabilizadas, pero según cálculos recientes de la oficina del Censo de Estados Unidos ya
son aproximadamente 9 millones de extranjeros sin documentos los que residen en ese país.
También en América Latina y el Caribe existen distintas oleadas migratorias que tienen
diversos puntos de origen, rutas y destinos finales. Están las migraciones en el Caribe; de
Haití a Republica Dominicana (Moran y Figueroa, 2005); en Centro América, de Nicaragua
a Costa Rica (Castro y Morales 2002); en el Sur, de Uruguay a Argentina (Bertoncello,
2001) etc., pero resulta de interés observar el caso de Honduras, ya que en los últimos años
presenta un incremento acelerado en la salida de su población. La mayoría del flujo
hondureño es con destino a Estados Unidos, pero también a otros países cercanos y más
distantes, entre los cuales figuran Canadá, México, España, Italia, El Salvador y Guatemala.
En el caso de estos dos últimos países la migración internacional resulta ser muy
significativa, por el hecho de que los escenarios migratorios han ido cambiando. En décadas
pasadas la migración fue a la inversa, salvadoreños y guatemaltecos emigraban a Honduras.
La migración de los hondureños al exterior es un tema que cada vez cobra mayor
importancia. Es y será uno de los fenómenos sociales más interesantes a ser investigados por
diversas razones entre las cuales están: el origen mismo de la emigración, la variabilidad,
constancia e incremento que presenta, los múltiples aspectos de índole histórico, social,
económico, político y cultural relacionados entre sí en el ámbito nacional e internacional etc.
Más aún, si se toma en cuenta que a diferencia de otros procesos migratorios similares en la
región como el mexicano, salvadoreño, guatemalteco y peruano entre otros, el hondureño es
uno de los menos investigado y atendido por diversos sectores académicos y del Gobierno.
El desarrollo de análisis y estudios fundamentados en una base sólida teórica como empírica
constituyen y siguen siendo los actuales retos como también lo son el diseño de las políticas
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públicas gubernamentales. En ese sentido, la ausencia de trabajos en la materia es
reconocida por académicos hondureños, quienes consideran que esa variable del
comportamiento poblacional que está presentándose en el país es importante tomarla cuenta.
“Por lo general las referencias al tema de la migración se encuentran en estudios o ensayos
(...) y a pesar de la gran cantidad de datos que contienen sobre el fenómeno, no se
encuentran investigaciones que, en las últimas dos décadas, hayan profundizado sobre el
tema” (Caballero: 2005:20-23). Asimismo, otros señalan de forma concreta esos vacíos y
arrojan líneas de análisis que a su criterio deben ser observadas, “(...) no se han llevado a
cabo estudios de carácter cualitativo que indaguen en las razones que impulsan a la
población hondureña a emigrar, aun en condiciones de extrema vulnerabilidad (...) los
estudios y estimaciones realizadas hasta el momento se basan en estadísticas que,
difícilmente, pueden expresar el universo profundamente humano de las personas que
abandonan estas tierras en forma irregular. Este tipo de aproximaciones no centra su
atención en las circunstancias que impulsan a la emigración, sino en criterios cuantitativos
como la importancia de las remesas en la economía nacional” (Carias, 2003: 21-22). Es
evidente que cada vez más está surgiendo un mayor interés por profundizar en la temática
desde distintos puntos de vista basados en el reconocimiento de que estamos frente a una
realidad cambiante que nos sugiere la necesidad de un estudio de las migraciones
internacionales de forma interdisciplinaria. El pretender darle un único enfoque al fenómeno
dificulta el ubicarlo a un nivel de debate amplio, crítico y constructivo. La investigación
vinculada a las migraciones debe ser, por tanto, intrínsicamente amplia donde converjan
distintas disciplinas; sociología, ciencia política, historia, economía, geografía, demografía,
derecho, antropología etc., con todas ellas es posible poder alcanzar un análisis exhaustivo.
En el caso de Honduras un aspecto que llama la atención es el hecho que la mayor parte de
información sobre la emigración hondureña está registrada y se produce en los medios de
comunicación nacionales que con pocas excepciones le dan un tratamiento serio y formal a
la misma, pues lo que más pretenden explotar es el morbo y el sensacionalismo, provocando
así desinformación, confusión y falta de conciencia sobre la problemática en la sociedad.
Como ejemplo de lo anterior, sobresalen los recuentos y las aseveraciones tanto del gobierno
como de otras organizaciones que escapan de lo real, no obstante, son legitimadas y
establecidas por la prensa; estando allí, una de las primeras limitantes, que también es
generada por actores políticos, sociales y analistas del tema que no utilizan esa información
como mera referencia sujeta a ser comprobada, reforzada o refutada con datos más
sistemáticos y claros. Es como jugar al juego de nunca acabar. Hay cifras, datos y
razonamientos que no pueden desestimarse absolutamente, pero tampoco darlos totalmente
como válidos. Las especulaciones numéricas y el incorrecto manejo de la información en
muchos casos es producto y estriba en el no tener cifras y estimados un tanto precisos de la
emigración e inmigración durante distintos periodos. Son casi inexistentes e imprecisas las
cifras no sólo en el caso hondureño sino que también en el de otros países y en gran parte se
debe a que la mayoría del flujo migratorio al menos el que se dirige a EUA es de forma
indocumentado, resultando difícil de ser cuantificado tanto en los países de origen, tránsito y
destino final. Sin embargo, pueden hacerse perfectamente cálculos válidos y entendibles. Es
indiscutible que el fenómeno de la migración internacional requiere de una atención especial
y permanente observación en materia social, estadística y demográfica. De hecho, en la
actualidad hay un gran interés por venirse trabajando ciertas formulas y métodos que
permitan ir calculando una población que es variable y difícil de medir. Según estudiosos
10
“(...) el objeto observado es, en todos los casos, un fenómeno continuo (...) pues las vidas
humanas se componen de infinidad de instantes, lugares, eventos, etc. (...) los conceptos y
métodos de recolección deben alcanzar una descripción lo más exhaustiva posible del
tiempo y de los espacios en los cuales se desarrolla la movilidad humana” (Barbary, 1997:
11).
Por otra parte, en Honduras también existe una preocupación en cuanto al papel de las
políticas públicas gubernamentales con respecto a la problemática migratoria, ya que
presentan grandes rezagos e inconsistencias debido a la falta de iniciativas o incapacidad de
los gobernantes. “Desde el punto de vista político y del impacto que tiene la migración en el
escenario local, la visión estatal es reducida y muy limitada. No hay una política migratoria
definida, con la coherencia e integralidad necesaria, de largo plazo y con visión de futuro
(...) el Estado y la clase política conciben la migración desde una perspectiva dual y
restringida: Como fuente de remesas familiares que contribuyen a mantener un relativo
equilibrio macroeconómico o como espacio apropiado para captar apetecidos votos en el
exterior” (CEDOH, 2005: 7). Es innegable que en los últimos gobiernos se percibe de forma
oficial un discurso encaminado a promover la emigración como válvula de escape, pero no
se planifican acciones enfocadas a detener el deterioro socioeconómico del país y asumirse
la respectiva cuota de responsabilidad en lo referente a la emigración, mucho menos,
diseñarse una mínima estrategia consular que se encargue de darle la debida orientación y
apoyo a los hondureños en el exterior. Es evidente el nulo trabajo en materia de protección
consular por parte del gobierno de Honduras y queda en manifiesto con la violación de los
derechos humanos de los migrantes y la falta de apoyo a éstos por parte de las
representaciones diplomáticas hondureñas acreditadas en México como en Estados Unidos.
Así el Gobierno hondureño sólo prevé un crecimiento de la economía con la salida de los
hondureños, pero no se desarrollan políticas encaminadas a generar progreso con las
remesas que ellos envían. En 1996 el monto de las remesas que remitieron los emigrantes
fue de 128.4 millones de dólares elevándose a 320 millones en 1999 y a 409 millones en
2000. Para el año 2001 las remesas alcanzaron los 533 millones de dólares. En 2002
llegaron a 711.3 millones de dólares, equivalente al 10,7 % del Producto Interno Bruto, PIB
del país. En 2003 se incrementó a 860 millones de dólares y para 2004 aumentó a 1 mil 100
millones de dólares. Se estima que el flujo de remesas al país alcanzó 1 mil 730 millones de
dólares a finales del 2005 y en el 2006 se reporta un incremento casi al doble 2 mil 401
millones de dólares 3. El mayor ingreso por divisas en el país es producto del dinero que los
compatriotas giran cada mes a sus familias y también las remesas superan al café y el
banano, dos rubros de exportación de mucha importancia para Honduras en el mercado
internacional. Esta situación, es la que quizás ha llevado a que el Gobierno y algunas
11
organizaciones no gubernamentales den por valida e irrefutable la hipótesis de que la
emigración de los hondureños es igual a remesas y éstas igual a desarrollo. Hasta la fecha,
en el país se desconoce de prácticas concretas que con la afluencia del capital producto de
las remesas se hayan generado grandes proyectos productivos con gran impacto en el
desarrollo y combate estructural de la pobreza. Es decir, en Honduras el alivio a la pobreza
no viene directamente por acciones del gobierno, sino que de las remesas, del desembolso de
fondos de ayuda internacional o bien de forma particular por parte de hondureños que han
sabido sobresalir en el extranjero como el caso de algunos futbolistas que contribuyen con
apoyos a las pobres comunidades de donde son originarios. Según informes del Programa de
las Naciones Unidas para el Desarrollo, en Honduras y toda Centro América, a excepción de
Costa Rica, el 40 % más pobre de la población se apropia solamente del 8 % del ingreso
total, mientras que el 10% más rico se apropia del 47 % de los ingresos (PNUD: 2004).
Ciertamente, para los países de origen las remesas es quizás uno de los beneficios
económicos más importantes que se generan a raíz de la migración internacional. En ciertos
procesos migratorios que se han mantenido constantes con el correr de los años las remesas
llegan a alcanzar volúmenes muy significativos y su aporte a la economía de las naciones es
fundamental para la subsistencia de la familia de los migrantes, asimismo, para la
realización de algunos proyectos productivos y de desarrollo en ámbitos locales. A nivel
internacional existen experiencias interesantes como el 3x1 en el Estado de Zacatecas en
México, pero en el caso particular de Honduras todavía no se tienen programas y prácticas
similares4. Las remesas en el país más que recursos para el desarrollo constituyen una
medida paliativa para cubrir necesidades básicas de consumo inmediato de la familia del
migrante hondureño; quizás a futuro sí puedan llegarse a constituir en una alternativa viable
y parte de ese capital podría permitir que las comunidades alcancen un desarrollo relativo.
De acuerdo con los resultados de algunos estudios sobre la materia en América Latina y el
Caribe; México figura como el principal receptor de remesas casi 10 mil millones de dólares
anualmente. Le siguen Colombia con 3 mil millones y Brasil con 2 mil millones 600.
También están otros países con montos menores como El Salvador, 1 mil millones 972;
Republica Dominicana, 1 mil millones 807; y Ecuador con 1 mil millones 400 dólares,
Todos esos países acumulan el 80 por ciento del total de las remesas que se perciben en toda
la región y constituyen los principales receptores de las mismas en la región. Las remesas
representan alrededor de entre 1.5 y 2.0 por ciento del PIB mexicano, mientras que en
algunos países es todavía mayor, como en el caso de Haití, 24%; El Salvador, 14%;
República Dominicana 10%; y en Honduras es el 11% aproximadamente (CEPAL, 2005).
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regiones del país, sin duda alguna, se está frente a un Estado con un sistema, político,
económico y social en decadencia que no puede subsistir por sí mismo, y que corre el riesgo
de paralizarse y colapsar al ir perdiendo cada día su fuerza de trabajo joven y productiva, o
bien cuando el gobierno norteamericano decida con todo el derecho que le asiste a no dar
más protección temporal a los migrantes hondureños y disponga expulsarlos de su territorio.
Ciertamente, no deja de ser preocupante el hecho que mientras para algunos sectores de la
sociedad la migración no es un juego demagógico sino que es una problemática elemental
que debe ser atendida, para otros deja de serlo o lo es sólo de acuerdo a sus conveniencias,
pero también es importante reconocer que se vienen haciendo esfuerzos por ir llenando los
vacíos y la indiferencia. Quizás el mayor avance esté en grupos sociales e instituciones
autónomas donde se empieza a abordar la temática migratoria con ciertos análisis y ensayos,
asimismo, hay quienes ya la incluyen secundariamente en censos y encuestas. Destacan
algunos trabajos sobre la materia entre ellos están los de Caballero, 2005; Carias, 2003;
CEDOH, 2005; Puerta, 2005; INE, 2001 y 2004 etc. Asimismo el trabajo y la labor de
algunas organizaciones como Foro Nacional para las Migraciones en Honduras, la Red de
Desarrollo Sostenible, Pastoral de Movilidad Humana, Comité de Familiares de Migrantes
de El Progreso, Casa del Migrante de Ocotepeque, Pastoral de Movilidad Humana de
Choluteca y las Hermanas Scalabrinianas entre otras, que tienen espacios limitados de
acción e interlocución, pero que marcan la diferencia y en la medida que continúen con su
trabajo se garantiza el análisis y reflexión formal de la temática migratoria para continuar
alimentando el debate. Cabe señalar aparte el poco trabajo en la materia realizado por la
Organización Internacional de las Migraciones OIM con su representación en Honduras, la
Secretaría de Relaciones Exteriores de Honduras y la Dirección Nacional de Migración. Sin
embargo, destacan el interés por parte de la Agencia de Cooperación Sueca, ASDI, la
Agencia de Cooperación Alemana, GTZ, y la Embajada de EUA en Honduras entre otros.
Frente a todo lo anteriormente expuesto, el panorama más que pesimista, es realista y debe
ser motivador al constituirse en un reto permanente para atender el fenómeno migratorio en
Honduras. En resumen, falta mucho camino que recorrer y metas por alcanzar con respeto al
estudio, análisis, políticas públicas y discusión de las migraciones internacionales en el país.
La búsqueda, obtención y creación de datos duros y estadísticos son imprescindibles, ya que
en la medida de lo posible permiten un mejor razonamiento, compresión y explicación de la
migración, asimismo, es elemental el estudio de otros aspectos importantes como ser las
características de la población migrante, los costos, beneficios y consecuencias de la
migración. Simultáneamente, es ineludible el diseño y desarrollo de políticas públicas sobre
la base de análisis en los que se estudie lo macroeconómico y lo sociodemográfico. Por tal
razón, es conveniente la realización de estudios constantes en el país de origen como en los
de tránsito y destino final, todo con el fin de obtener resultados más concluyentes y
acertados con la actual realidad migratoria. De ahí el interés por realizar está investigación.
Enfoques teóricos para entender y explicar la emigración de hondureños a EUA
Hoy día las migraciones internacionales son tan diversas y complejas que resulta difícil el
pretender abordarlas a profundidad en todas las perspectivas posibles. No obstante, pueden
ser estudiadas desde diferentes ópticas, siendo el principal objeto de estudio en la presente
investigación, las circunstancias que obligan a migrar y las consecuencias del migrar ante la
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búsqueda de oportunidades que son negadas en el país de origen. En consecuencia, es
necesario tomar en cuenta algunos enfoques teóricos y postulados importantes para tratar de
explicar y entender el caso particular de la migración de los hondureños con destino a EUA.
En la literatura sobre las migraciones existen teorías nuevas y otras no tan recientes, que
señalan la cadena de factores que impulsan y sostienen la movilidad humana entre ciertos
países hasta que logran convertirse en flujos de personas variables o permanentes. Cada uno
de los enfoques utiliza diferentes conceptos e hipótesis con el fin de ubicar e interpretar los
factores que de forma independiente o relacionada influyen en la migración internacional.
En ese sentido, empezaremos por mencionar que uno de los primeros intentos por establecer
las causas de la migración internacional está en el trabajo de Ravenstein que estudió los
flujos migratorios hacia los principales países de Europa y Norteamérica, y señaló que
tenían su origen en factores geográficos, climáticos, sobrepoblación, normas de cobro y
excepción de impuestos, entre otros, pero también reconoció que ninguno de los anteriores
era tan importante para explicar los volúmenes de inmigrantes “(...) como el deseo inherente
de la mayoría de las personas de progresar en términos materiales” (Ravenstein,1885).
También está la perspectiva neoclásica, que bien puede decirse es la primera teoría
sistemática sobre migración basada en fundamentos muy típicos de la economía para tratar
de explicar el fenómeno. En la misma se hace mención y se consideran los factores de
expulsión y de atracción mejor conocidos como modelo push – pull (Lee, 1966). Una visión
macro de la teoría neoclásica es que la migración se produce por las diferencias geográficas
existentes entre la oferta y la demanda de trabajo. Los países con un alto grado de dotación
de trabajo respecto al capital tienen bajos salarios, entre tanto, los países con una limitada
dotación de trabajo respecto al capital se caracterizan por tener salarios más altos; esas
diferencias entre las naciones son las que generan el flujo migratorio de un país a otro
(Lewis, 1954; Todaro, 1970). Hay también una visión micro de la teoría neoclásica que
concibe la migración como el resultado de decisiones individuales tomadas de forma
racional por actores que buscan aumentar su bienestar al trasladarse a lugares donde la
remuneración de su trabajo es mayor a la que podrían llegar obtener en sus países de origen.
Desde está perfectiva se enfatiza mucho en que la causa que motiva a las personas a
trasladarse de una zona a otra está relacionada con elementos de expulsión y de atracción
existentes entre un país de origen y un país receptor. Entre esos factores push – pull algunos
estudiosos de la migración destacan de forma general, por un lado, bajos salarios,
crecimiento demográfico, bajo nivel de vida, falta de oportunidades económicas, represión
política etc., y por otro lado, mejores ingresos, demanda de mano de obra, buenas
oportunidades económicas, disponibilidad de tierras y libertades políticas (Castles y Miller,
2004:34-37; Arango, 2003: 4-10).
14
El caso de Honduras como país expulsor y Estados Unidos como país de atracción se
amolda con exactitud al modelo push – pull, ya que permite ubicar los distintos elementos
de esa concordancia especialmente sí sólo nos basamos en que la posibilidad de obtener una
remuneración mayor para alcanzar un mejor nivel de vida figura como factor o causa única
y principal que hacen migrar a los hondureños, porque de ser así, indudablemente podría
confirmarse que hay una total correspondencia con el planteamiento anteriormente expuesto.
Sin embargo, actualmente difícilmente a la migración internacional se le puede concebir
como una simple acción individual de alguien que decide trasladarse en busca de un mejor
ingreso y oportunidades de vida, y que tras dejar su país asimila en un cerrar y abrir de ojos,
usos, costumbres y toda la dinámica económico, político, social y cultural del país receptor.
Hoy día el fenómeno de la migración es algo más complejo y se pude conceptuar como una
acción un tanto individual, pero también más colectiva que se origina en medio de diversos
cambios sociales, políticos y económicos hasta convertirse en un largo proceso que afecta al
migrante, su familia, y que a la vez, tiene diversos costos y consecuencias para los países de
origen, tránsito y destino final. El modelo neoclásico al considerar la migración de forma
individualista, no colectiva, y basar su argumentación en sólo costo y beneficio, sin tomar en
cuenta otra serie de elementos que son importantes en el proceso migratorio, es apreciado
por algunos estudiosos como un paradigma desentonado con los tiempos modernos y hay
quienes señalan que el desgaste de la explicación neoclásica de las migraciones “ (...) no
deriva principalmente en sus insuficiencias como teoría, sino mas bien, en sus dificultades
para dar cuenta de una realidad cambiante” (Arango 2003: 8). En ese sentido, tratar de
explicar el caso de Honduras desde la perspectiva neoclásica es viable, pero con cierta
racionalidad limitada y entre las restricciones figura el que en su argumentación no se
contemplen otros factores causas y otros factores efectos importantes a considerarse para
tratar de encontrarle una explicación pertinente al actual desplazamiento de los hondureños.
De tal forma, la teoría neoclásica es más sugerente para explicar las migraciones
hondureñas de antaño apoyándonos en que la principal motivación para trasladase a otro
lugar fuese sólo el factor ingreso, pero hoy los estímulos son diversos tanto a escala nacional
e internacional, del mismo modo, los costos no suelen ser tan precisos, a veces resultan ser
algo inesperado y hasta llegan a superar lo previsto. Ciertamente, la teoría neoclásica aún y
con sus limitantes sigue siendo válida para explicar el fenómeno de la migración de forma
parcial, de lo contrario, se corre el riesgo de caer en una mera causalidad de que las personas
migran debido a diferencias en el nivel de ingreso y porque quieren mejorar su nivel de vida.
En correspondencia con lo arriba apuntado y ante la necesidad de explicar la migración
internacional mas allá de factores de ingresos y capital y sus diferencias, es importante
también considerar otros enfoques teóricos que en alguna medida se contraponen o
cuestionan los supuestos básicos y conclusiones de la teoría neoclásica. Uno de ellos es el
de la nueva economía de la migración laboral y en el éste se plantea que la decisión de
migrar no es adoptada por actores individuales de forma racional y tampoco depende
únicamente de las diferencias de capital y salario entre los países, sino que por el contrario,
es producto de una estrategia familiar definida, dado que en muchos hogares la migración
resulta ser una opción difícil de tomar, pero se hace sobre la derivación y generación de
muchas expectativas como la obtención de un empleo seguro y la disponibilidad de alcanzar
cierto capital para una inversión a futuro que permita a las familias maximizar esos ingresos.
15
Evidentemente con este nuevo enfoque se argumenta que la existencia de las diferencias
saláriales no es condición única para que haya un desplazamiento de las personas hacia otro
país. Según esta perspectiva el o los miembros de un hogar decide o acuerdan emigrar no
sólo para incrementar los ingresos, sino que también para mejorar en términos relativos con
respecto a otros hogares más acomodados y así reducir los riesgos ante la posibilidad y la
necesidad de controlar un periodo extenso de crisis económicas, o bien, reducir la situación
de pobreza relativa (Stark, 1991; Taylor, 1999). En ese sentido, algunos autores son del
criterio que la migración debe ser analizada “(...) como un movimiento de trabajadores
impulsado por la dinámica de la economía capitalista transnacional, la que en forma
simultanea determina tanto la atracción como la expulsión” (Castles y Miller, 2004:37). En
efecto, hoy día, las políticas de reestructuración económica impuestas por el modelo
económico imperante, causan cierta perturbación en los países menos desarrollados como el
caso de Honduras, y las crisis económicas propician que haya una redefinición de las
estrategias familiares y comunitarias de sobrevivencia. Las personas para hacerle frente a
sus necesidades básicas, vivienda, alimentación, salud, vestuario, educación, seguridad
social etc., tienen que plantearse la búsqueda de diversas alternativas, y algunas veces éstas
son concebidas y planificadas en función de que quizás puedan lograrse en otros horizontes.
Por otra parte, también está la óptica de los mercados de trabajo duales donde se reconoce
que los países de destino afectan o promueve la migración internacional, ya que al existir
una demanda de trabajadores por parte de las sociedades receptoras es cuando se origina en
cierta medida el movimiento de personas que están en la búsqueda de empleo y mejores
salarios que los del país de origen; lo cual algunos autores señalan como un rasgo
característico de las sociedades modernas donde coexiste un amplio mercado de trabajo
segmentado con una fuerte demanda laboral (Piore, 1979). Desde esas perspectivas la
migración constituye hoy día un fenómeno que funciona bajo la actividad económica y
laboral. Una mayoría de los migrantes abandonan su lugar de origen por la búsqueda de
oportunidades de trabajo y un mejor salario, pero también los flujos migratorios existen
porque hay un amplio mercado de trabajo diversificado como el de Estados Unidos que
demanda mano de obra barata y porque existe una oferta insatisfecha de ésta en países como
México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Bolivia etc. Históricamente la
economía norteamericana ha necesitado la mano de obra barata así han podido sacar
adelante su industria agrícola. Un ejemplo claro fue el Programa Bracero (1942-1964), un
acuerdo bilateral entre México y EUA, que consistía en la contratación de mexicanos con
cierto perfil sociodemográfico (hombres jóvenes con experiencia en trabajo rural) para que
trabajasen especialmente en la agricultura5. Actualmente EUA también han incorporado
mano de obra migrante en el ramo comercial y de servicio; y no solo capital humano,
también recursos naturales ya que en muchos casos sus empresas han tenido que ir a
buscarlos a otros países, sin que haya barreras u obstáculos, por el contrario, esas acciones
son consideradas como posible fuente de ingresos para el desarrollo, aunque en la práctica
no lo sean; se puede hacer mención de algunos hechos como lo ocurrido entre 1991 y 1996
cuando los capitalistas estadounidenses junto con socios de otros países trasladaron e
instalaron varias de sus empresas maquiladoras en Honduras y seguidamente tras obtener
jugosas ganancias y no pagar impuestos cerraron las plantas industriales afectando así a
miles de personas, generando más desempleo en el país, y por ende, más emigración a EUA.
16
A pesar de que no hay una aceptación oficial de parte del gobierno norteamericano es
innegable que la relación mercado de trabajo y demanda laboral resulta ser una inversión
para productores y empresarios estadounidenses, ya que el emplear mano de obra barata de
países como México, El Salvador y Honduras les permite llegar a tener una mejor
competitividad tanto en el ámbito nacional como internacional y simultáneamente les genera
jugosas ganancias. Esa situación al mismo tiempo viene a constituirse en una competencia
desleal para las pequeñas y medianas empresas de los países en desarrollo y ocasiona un
efecto negativo directo en el desaliento de la producción y generación de empleos, más aun,
con la firma de tratados comerciales en los que no hay ninguna protección para los
productores nacionales. No cabe duda que todos los factores antes mencionados tienen un
impacto en la migración internacional y así prácticamente estamos ciertamente ante la
reproducción de un círculo vicioso en el que paradójicamente convergen y tienen cuota de
responsabilidad tanto los países de origen y destino final en este caso Honduras y EUA.
Cabe señalar que la economía norteamericana con demanda de mano de obra y mejores
salarios se convierte en un polo que atrae migrantes documentados e indocumentados, por
tal razón, enfoques como los de la nueva economía de la migración y de los mercados
duales plantean razonablemente, que la migración debe mirarse en términos de una
perspectiva socioeconómica. Constituye un fenómeno económico-laboral donde el mercado
de trabajo, el empleo, el capital y el recurso humano son elementos no exclusivos, pero sí
importantes a tomarse en consideración. También en esos postulados se enfatiza que la
migración no es producto de una decisión o acción tomada por personas de forma individual
y racional, sino que por el contrario, es una estrategia conjunta y concertada entre los
miembros de la familia con el propósito de alcanzar un mejor ingreso colectivo. Por un lado,
la oferta de empleos mejor remunerados para ciertas áreas de trabajo que no cuentan con
sobrante de mano de obra; y por otro lado, los malos salarios, la falta de empleo y un
excedente de mano de obra, son entre otros los factores que en muchos casos ocasionan que
haya un movimiento de personas desde un país a otro y que el flujo sea de forma constante.
A manera de citar ejemplos de migración bajo esas dos anteriores líneas de pensamiento,
según algunos estudios, pueden mencionarse el caso de ciertos mexicanos quienes a pesar de
tener parcelas de tierra no cuentan con el suficiente capital para hacerlas producir y tienen
que trasladarse temporalmente a laborar en las tierras de agricultores estadounidenses que
están subsidiados por su gobierno y en consecuencia poseen un mayor capital para la
inversión y contratación de los trabajadores originarios de México, quienes tras obtener una
mejor paga deciden regresar a sus comunidades de origen para mantener a la familia y
destinar algunos de los recursos ganados en la producción agrícola (Escobar y Janssen,
2006; Recinos, 2006). Igual ocurre con los campesinos guatemaltecos que todos los años se
desplazan hacia las zonas cafetaleras del Soconusco en el Estado sureño de Chiapas,
México, donde el salario relativamente es mejor al que perciben en sus pueblos (Castillo,
2000).
Desde otra perspectiva, también relacionado con lo antes expuesto es importante considerar
que a partir de las teorías neoclásica y la nueva economía de la migración laboral no se
tienen elementos analíticos que permitan explicar la afluencia de migrantes de un mismo
sector del lugar de origen a un mismo sector del lugar de destino, asimismo, como su
incursión en determinadas actividades laborales. Si bien es cierto que las personas pueden
17
trasladarse en busca de trabajo y mejor salario a diversificados mercados laborales como lo
es el de EUA y de otros países, es importante considerar que el desplazamiento geográfico y
la ubicación en ciertas áreas de trabajo, obedece más allá de los factores push – pull. En ese
sentido, es importante el papel que juegan las llamadas redes sociales migratorias al
estudiar y tratar de darle una explicación a las migraciones internacionales contemporáneas,
ya que estudios sociodemográficos han demostrado que la consolidación y afianzamiento de
esas redes entre migrantes resultan fundamentales para entender la continuidad, expansión y
permanencia de un flujo migratorio hacia las regiones de destino final (Massey et al. 1991).
En los últimos años las redes sociales migratorias han adquirido interés e importancia
porque engloban las relaciones personales, patrones de organización familiar y del hogar, los
vínculos de amistad y la ayuda mutua en asuntos económicos y sociales, que son
desarrolladas por los propios migrantes con el firme propósito de tratar de hacer menos
costoso y sortear con éxito el proceso migratorio. Esa perspectiva teórica en el estudio de la
migración es planteada con principios de la teoría del “capital social” (Bordiueu, 1998).
También autores las han definido como el conjunto de relaciones interpersonales que
vinculan a los inmigrantes, migrantes deportados o bien a los candidatos a la emigración con
parientes, amigos o compatriotas ya sea en el país de origen y destino. Las redes sociales
migratorias se consideran “capital social” en la medida que permiten la obtención de
recursos vitales y bienes de importancia económica como préstamos monetarios para
realizar el viaje, alojamiento, alimentación y contactos para encontrar un empleo (Massey et
al. 1991). En casos como el de los mexicanos se ha podido constatar que las relaciones
sociales de los migrantes están íntimamente ligadas a factores políticos, geográficos,
culturales, y una serie de factores que unen a “(...) los migrantes con la familia, los amigos,
las comunidades de origen y destino, y que son determinantes para reducir, los costos y
riesgos asociados con el movimiento migratorio a Estados Unidos” (Tuirán et al 2000: 31).
En el caso de los migrantes hondureños se sabe que a diferencia del pasado hoy tardan
mucho tiempo en poder retornar al país y a sus comunidades de origen, y que otros no
regresan sino que más bien buscan la manera de cómo lograr un reencuentro con sus
familiares más cercanos, pero allá, en EUA. El no contar con una visa de turista o de trabajo
temporal hace más difícil y costoso el trasladarse al destino final al igual que el retornar
periódicamente a los lugares de origen. Por tal razón, es casi ineludible que los migrantes
tengan un acercamiento y una relación permanente con las redes sociales migratorias que
bien podríamos denominar como solidarias (familiares, amigos, etc.) y clandestinas (coyote,
guía etc.). Cuando no se tiene un permiso o visado la misma condición migratoria irregular
hace que los migrantes no hagan discriminación de ningún tipo y se las ingenien para tratar
de conseguir todo tipo de ayuda independientemente que pueda ser legitima como ilegal. Es
decir, la migración hondureña estaría adquiriendo ya una dimensión casi permanente y no
18
circular o temporal de múltiples eventos, y así con mucha más razón entran en juego redes
solidarias y clandestinas, pues los migrantes para poder cruzar la frontera y llegar a su
destino final con éxito requieren de información, dinero, alojamiento y todo tipo de apoyo.
Desde años atrás, las redes sociales migratorias han sido de mucha importancia en la
migración de los hondureños que tienen como destino diversas ciudades estadounidenses y
puede sustentarse en los antecedentes históricos de pasadas relaciones comerciales, laborales
y sociales entre Honduras y Estados Unidos. Es posible que algunos lugares comunes de los
primeros círculos migratorios hoy todavía se mantengan o hayan sufrido un cambio, éstos se
abordan con más pormenores y explicación en el segundo capítulo de este estudio.
Ciertamente es interesante ir descubriendo las condiciones y modalidades de cómo y por qué
los migrantes hondureños se trasladaron y hoy continúan transportándose a ciertos lugares y
no a otros, igualmente, el ir estableciendo qué redes son las que más se ha estado utilizando.
19
estructuras corresponden a la parte de las redes sociales, desarrolladas por los propios
migrantes durante el proceso migratorio, y que incluyen como ya lo señalábamos
anteriormente, las relaciones personales, patrones de organización familiar y del hogar, los
vínculos de amistad y comunitarios y la ayuda mutua en asuntos económicos y sociales,
asimismo, las múltiples redes clandestinas generadas a raíz de los obstáculos para migrar.
Llegar a inferir por qué muchos hondureños migran o cuáles son las circunstancias
especificas que los motivan a abandonar el país resultar ser algo complejo y quizás difícil de
llegar a concluir con exactitud. Es necesario tener en cuenta que las condicionantes y
factores son amplísimos y puede darse la posibilidad de que los hondureños migren a
Estados Unidos motivados única y exclusivamente por buscar un reencuentro con sus
familiares, por amor, aventura o bien por otra serie de situaciones muy particulares que
tampoco pueden descartarse. En esté estudio las causales fueron determinadas con
información de primera fuente obtenida a través de los resultados empíricos de la encuesta y
entrevistas aplicadas a mismos migrantes hondureños que transitan por México con destino
a EUA. Parte de los interesantes resultados, datos cifras, inferencias y deducciones
obtenidas son presentados en el tercer capitulo de la investigación. Entre tanto, una visión
general de cómo se encuentra el país y su población permiten tener una idea más clara de la
correlación existente con todos los postulados, planteamientos e hipótesis que hasta aquí han
sido mencionados en referencia a la migración internacional. En consecuencia, hay tres
distintos escenarios del ámbito político, social, económico nacional e internacional en que
actualmente convive, interactúa e igualmente pretende desarrollarse la población hondureña.
20
diferencias están reflejadas en la vida cotidiana de un 80 % de los hondureños que subsisten
en medio de la pobreza y que aspiran alcanzar mejores niveles de equidad y participación. El
hondureño asiente y aceptan vivir en regímenes democráticos, pero en el fondo cada vez
confía menos en la capacidad de los gobiernos y gobernantes que no plantean alternativas
para el desarrollo y los medios para que la población pueda satisfacer sus necesidades. Los
ciudadanos perciben que los gobernantes no funcionan como tampoco el modelo económico
adoptado. Muchos ya no le encuentran sentido práctico al sistema democrático y lo muestran
absteniéndose de ejercer el sufragio; en otros casos prefieren no protestar contra el sistema
político sino contra sus actores y lo hacen votando en blanco. Muestras de esa decepción e
inconformidad pudieron observarse en los últimos comicios electorales en Honduras, ya que
de acuerdo con los resultados mucha gente voto en blanco y otra gran mayoría se abstuvo de
votar. El índice de abstencionismo se incrementó de un 35% a un 45% y el actual gobierno
fue electo con menos de la mitad de los ciudadanos inscritos para ejercer el sufragio6. Es
decir, los ciudadanos hondureños no votan o lo hacen en blanco y también desconocen a las
autoridades y al sistema político, no sólo en el ámbito nacional, sino que también desde el
exterior, ya que entre los residentes en Estados Unidos se inscribieron para ejercer el
sufragio 11 mil ciudadanos, pero al final solamente 1 mil acudió a las urnas. Esto quizás se
deba al descontento y la prolongada espera para que se solucionen problemáticas como el
desempleo, bajos salarios, falta de beneficios sociales, corrupción e inseguridad pública que
se mantienen constantes en el país y con índices muy altos durante los últimos gobiernos.
Pareciera que la idea surrealista de una ciudad sin políticos y electores (Saramago, 2005) ya
empieza a ser una realidad a medias. Básicamente si también se toman en cuenta los
estudios de organismo regionales que miden las tendencias políticas de distintos países.
Según los resultados de latino barómetro revelan que los latinoamericanos ya no confían
tanto en la democracia como sistema político de gobierno y cada vez son menos los que
conservan aún la fe en la democracia. Cuatro de cada diez ciudadanos siguen esperando que
el sistema funcione y se puedan solucionar los problemas. Esa percepción, de acuerdo con
los estudios antes citados, se ha venido manteniendo intacta por casi una década, y a pesar
de que hay casos de países en los que más del 60% de los ciudadanos respaldan a la
democracia como forma de gobierno y aseguran que bajo ninguna circunstancia apoyarían
un gobierno militar, en otros países como Paraguay, Honduras y Perú, las cifra no parecen
ser tan convincentes, y resulta ser inferior al 50%7. Ciertamente, Vasconcelos no se
equivocó al juzgar que la migración permitía evaluar a los gobiernos y éstos debían
otorgarle la debida atención. “Los países que se despueblan son países mal gobernados. No
hay pretexto que valga. La paz y libertad, el bienestar y el respeto a la vida humana
producen aumento de población o por lo menos evitan emigraciones” (Valenzuela, 2003).
21
El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, tal y como se puede observar de forma
comparativa en los cuadros 1 y 2. Las diferencias fundamentales en materia de desarrollo
humano que separan a Honduras de los países más avanzados de la región lo constituyen el
bajo nivel de ingreso por habitante que es más bajo de toda Centro América y eso al mismo
tiempo refleja la pobreza económica de la nación9; la esperanza de vida al nacer 67.5 años,
contrasta con los 78,2 de Costa Rica y los 74,8 de Panamá; y el rezago en materia educativa,
que se expresa en un alto porcentaje de analfabetismo y una baja escolaridad promedio10.
Cuadros 1 y 2
Honduras ocupa el tercer lugar de alfabetización en adultos con una tasa del 80% estando
arriba de Belice, El Salvador, Nicaragua y Guatemala. Sin embargo la tasa de matriculación
de primaria es de 87% regresando con Guatemala al penúltimo lugar y sólo arriba de
Nicaragua por un punto porcentual. Este último indicador nos dice que 13 de cada 100 niños
no están inscritos en la escuela. Otro factor relevante en la determinación del bajo nivel de
desarrollo humano es la urbanización de la población, ya que la población que vive en zonas
urbanas tiene mayor acceso a los servicios de salud, educación y trabajo calificado entre
otros. En Honduras el mayor porcentaje de la población habita en las zonas rurales, 54,4%
de la población total, y en contra partida, el 45,6% de su población vive en zonas urbanas.
Por otra parte, el salario mínimo en Honduras es uno de los más bajos de Centroamérica,
oscila entre los 75 y 171 lempiras diarios dependiendo el tipo de actividad laboral, y que es
equivalente a 4 y 9 dólares con un tipo de cambio de 1 dólar por 19 lempiras. El informe de
la Organización Internacional del Trabajo OIT sobre el Panorama Laboral para América
Latina y el Caribe 2006, ubica a Honduras entre los países de la región con los salarios más
bajos y un alto índice de desempleo (OIT:2006). Según los dirigentes sindicales el costo real
de la canasta básica supera los 300 dólares; 5 mil 700 lempiras y el dinero no es suficiente
para cubrir las necesidades primordiales de los trabajadores hondureños que perciben los
menores sueldos y beneficios sociales a nivel de toda la región centroamericana12. Mientras
los hondureños ganan un promedio de 28 ó 63 dólares a la semana en una jornada laboral de
ocho o más horas diarias, un inmigrante indocumentado en los Estados Unidos puede llegar
22
a percibir 378 dólares o más a la semana trabajando 6 horas diarias como obrero de la
agricultura u área de servicios aproximadamente. La diferencia, tomando como base el
salario más bajo es de 350 dólares, equivalente a 6 mil 650 lempiras. En el país son muchos
los hogares que lindan entre la pobreza y la miseria e intentan subsistir con un dólar diario.
Sin embargo, en la actualidad la realidad es otra ya que existen grandes desigualdades y más
profundas entre las naciones ricas y pobres a pesar de la globalización y el libre comercio.
En el siglo XXI las brechas están ampliándose en vez de reducirse. Hay países que tienen
mejores niveles de vida, educación, salud, cultura, mejores salarios, acceso a la tecnología,
mejores proyectos de desarrollo, seguridad, y bienestar; pero en otros países tienen todo lo
contrario, inseguridad, pobreza, falta de oportunidades, bajos salarios, desempleo, recesión
económica, limitantes de desarrollo, autoridades represoras, malos políticos, gobiernos
23
corruptos y hasta climas y contingencias naturales desfavorables. Ciertamente, las
condiciones para alcanzar el desarrollo y el progreso han sido desiguales. En gran parte de
las naciones las crisis han sido constantes, los problemas mayores y pocos los beneficiados.
Cada vez los migrantes procedentes de las regiones más pobres del planeta son considerados
como una amenaza o un mal disfuncional de la sociedad (Huntington, 2004), pero
paradójicamente, son producto de la globalización y en efecto están buscando donde irse.
Desde una perspectiva histórica lo antes expuesto, permite en alguna manera ilustrar el
contradictorio y contrastante escenario mundial en el que actualmente coexisten los distintos
Estados. Honduras no está desconectada del contexto internacional y ha tenido que enfrentar
esas disparidades económicas, sociales y tecnológicas durante el transcurso de las últimas
décadas. En materia económica cabe mencionar lo referente al Tratado de Libre Comercio
con Estados Unidos que recientemente fue firmado por Honduras y otros países
centroamericanos. El Acuerdo Comercial tiene entre sus objetivos el que haya mejores
flujos comerciales entre ambas naciones, pero economías como la hondureña no tan
modernizadas y sustentadas aún en la producción agrícola difícilmente podrán alcanzar las
exigencias de crecimiento, innovación y competitividad que se requieren para lograr un
beneficio como supuestamente se pretende con dicho pacto comercial, al menos no en el
corto plazo. El Convenio ha sido objeto de criticas por diversos sectores de la sociedad al
señalar que ambos países responden a estrategias comerciales diferentes, y por tal razón, el
mayor beneficiado será EUA, porque como país más desarrollado utiliza la mano de obra
barata de las naciones pobres y posteriormente revenden los productos a un precio más alto
que su costo real de producción. Además el Tratado no incluye la integración de los factores
sociales con los económicos que verdaderamente podrían a llegar a mejorar el nivel de vida
de la población hondureña. Toda esa dinámica comercial desequilibrada entre las naciones,
sin duda que creará polos de atracción y expulsión, asimismo, generará movimiento de
personas hacia distintos lugares del planeta. No cabe duda, que hoy, nos encontramos frente
a lo que algunos estudiosos han decidido llamar como la “era de las migraciones” (Castles y
Miller, 2004), y que de acuerdo a las cifras ya citadas al principio del estudio, la migración
internacional es un fenómeno que cada día crece y extiende rápidamente por todo el mundo.
La falta de teorías integrales sobre las migraciones internacionales no permite que sea
posible explicar e interpretar el fenómeno migratorio hondureño y otros más con un sólo
enfoque. La explicación puede hacerse a través de los diversos factores importantes ya
establecidos en algunos de los postulados existentes, o bien, a partir de planteamientos que
permitan explicarnos por qué los hondureños migran o cuáles circunstancias influyen o son
determinantes para que haya un mayor o menor flujo migratorio hacia EUA. En el caso de
los migrantes de Centro América, hay autores y estudiosos de las migraciones que
consideran que la principal causa obedece a factores de orden económico “(...) es un hecho
generalmente aceptado que los motivos principales de esta corriente migratoria se relacionan
con la critica condición económica de amplios sectores de los países centroamericanos”
(Castillo, 2000:137). Lo anterior puede ser valido, pero también debe tomarse muy en
cuenta que en la región centroamericana las personas y los países no son uniformes. En ese
sentido, la migración de los hondureños a EUA es compleja y múltiple, siendo imposible el
delimitarla a una sola causa. No todas los migrantes tienen los mismos problemas y tampoco
24
la misma visión del país, por tanto, la causa no puede ser única e indivisible. Los factores
influyentes para que hoy el flujo migratorio a Estados Unidos esté dándose con más
intensidad que años atrás pueden ser diferentes o es posible que haya ciertas coincidencias.
Ciertamente las causas que originan, sostienen e impulsan la migración internacional son
diversas y puede cambiar con el paso de los años, pero definitivamente siempre están
íntimamente relacionadas con los múltiples factores y las condiciones históricas, sociales,
políticas y económicas, prevalecientes en los países de origen y los países de destino final.
En el caso específico de Honduras bien pueden tomarse en cuenta distintos elementos
referentes al ámbito de los escenarios nacionales e internacionales como el hecho de que los
bajos niveles de desarrollo y bienestar social, el poco avance democrático de las naciones,
más las nuevas políticas de reestructuración impuestas por la globalización, generan
cambios sociales y económicos que a la postre desembocan en un aumento de la emigración.
De tal manera, que si bien entre los principales factores que determinan la migración de los
hondureños hacia Estados Unidos podrían estar el desempleo y un bajo salario, también
puede responder a factores más allá de esa coyuntura, ya que son múltiples las causales del
sistema social, económico y político nacional que están relacionadas entre sí, pero que al
mismo tiempo están asociadas a un contexto internacional. Es decir, la migración a Estados
Unidos en el caso hondureño responde a un fenómeno de doble cara o de dos polos
asimétricos, uno de expulsión y otro de atracción, y entre ambos a la vez existe un hilo
conductor que genera una correspondencia recíproca permitiendo el movimiento. Así que,
por un lado, está un país desarrollado, EUA, donde hay un uso intensivo de capital, un
mercado de trabajo segmentado que requiere de recurso humano para ciertas áreas con
salarios relativamente superiores, y por el otro lado, está un país con menos desarrollo,
Honduras, donde hay poca inversión y productividad en consecuencia insuficiente
generación de empleos para satisfacer una amplia mano de obra que cada día demanda
mejores salarios. Por tal razón, a los hondureños les resulta atractivo el optar por una
estrategia de traslado hacia un lugar donde hay posibilidades de encontrar un empleo con
salarios más elevados a los del país de origen. No obstante, como lo mencionamos
anteriormente, en la realidad pueden ser múltiples los factores que finalmente podrían estar
generando e impulsando a que se produzca ese flujo migratorio internacional en gran escala.
25
y más cambios genere es posible que conlleven a un alto nivel de inconformidad y por
consiguiente mayor será la presión como el movimiento y la velocidad, por el contrario,
entre más estabilidad adquiera, menor inconformidad, presión, movimiento y velocidad se
producirá, es decir, habrá un menor interés o deseo para tratar de trasladarse a otro lugar e
irse en busca de mejores alternativas o de la estabilidad que presenta el segundo eje. Lo
ideal sería que ambos ejes se mantuvieran estables o bien que el primer eje disminuyera su
nivel de inestabilidad paulatinamente hasta que lograse alcanzar cierto equilibrio, pero son
difícilmente controlables y pueden ir transformándose durante el transcurso de los años. Ver
Figura 1.
Figura 1
Mientras no haya una estabilización del primer eje (Honduras) el reto será buscarlo o al
menos plantear algunas alternativas viables, de tal manera, que el desplazamiento o
movimiento, sea al menor costo, de forma ordenada y que produzca beneficios y desarrollo
para los dos sistemas, ejes o polos opuestos que están íntimamente ligados por la migración.
26
Desplazamiento internacional (D)= Emigración
La formula puede cambiar y ser operativa de diversas formas hasta con muchos más
elementos que combinados siempre darían como producto una mayor o menor emigración.
Cabe aclarar que lo anteriormente expuesto en ningún momento debe interpretarse como un
modelo o formula inequívoca de las migraciones. No está planteado dentro de los objetivos
del estudio hacerlo. El incorporar la novedosa idea de la bicicleta migratoria en la presente
investigación es solo un aporte y complemento al marco teórico con el fin de plantear una
explicación simple y sencilla de un fenómeno complejo como lo es la emigración hondureña
a EUA. No obstante, la idea de la bicicleta migratoria, bien podría llegarse a constituir en
un modelo para explicar ciertos procesos migratorios y desde ya se trabaja en ese sentido.
27
Honduras abrió sus puertas a los extranjeros de distintas nacionalidades a partir del siglo
XIX después de la ruptura del vínculo colonial con España (1502- 1821). Desde los
primeros años pos-independentistas es cuando empezó a fomentarse la inmigración apoyada
en gran parte bajo la idea de incentivar el crecimiento económico y desarrollo del país.
Fueron aprobados varios decretos para atraer inmigrantes de distintas partes del mundo y la
más antigua de las legislaciones sobre inmigración data de 1825 con el nombre de Ley de
Colonización, promovida por intelectuales de la época seducidos por el Liberalismo
europeo. En estos tiempos de globalización, pueda parecer ilógico para algunos o acertado
para otros, pero en el pensador y prócer hondureño José Cecilio del Valle23 existía la visión
de que era necesario y conveniente buscar una neo colonización para que con recurso
humano e inversión de capital económico extranjeros se impulsara la zona Noroccidental del
país; y así, poder enfrentar la recesión económica a raíz de la escasez de mano de obra
especializada, la caída de los cultivos, la explotación de minerales y la falta de circulante
(plata). Él creía que la franja territorial próxima al mar Caribe perfectamente podía alcanzar
un excelente nivel de desarrollo con la llegada de personal calificado e inversionistas que
explotaran los valiosos recursos naturales con que se tenían y aún se cuentan en esa región.
En una parte de su pensamiento así quedó asentado. “La población podría aumentar dando a
conocer en otros países la benéfica Ley de Colonización, atrayendo extranjeros útiles para la
agricultura, dándoles la protección que necesitan, y auxiliándolos en los gastos de viaje y
primeros cultivos. (...) enviasen a todos los países una descripción del río, campos y puerto
de Ulúa para que conozcan todas sus ventajas en la nación extranjera” (Oquelí, 1980: 331-
333). El propósito de atraer personas y capitales extranjeros no tuvo buenos resultados, pero
se siguió insistiendo y creyendo que el desarrollo económico de la nación dependería en
gran parte de la llegada de los nuevos colonizadores, especialmente, de origen
estadounidense, inglés, francés y alemán. En el gobierno de José Maria Medina (1866-1870)
se emitió una nueva Ley de Inmigración la cual otorgaba privilegios y facilidades, entrega
de tierras fértiles y exoneración de impuestos a quienes dispusieran vivir e invertir en
Honduras. Las intenciones de Medina en gran parte iban encaminadas a lograr la
construcción de un Ferrocarril Interoceánico que comunicará al Sur (mar Pacifico) con el
Norte (mar Caribe) del país y que de haberse construido hubiera sido el primero en América.
Sin embargo, el proyecto fue mal logrado y nunca se materializó, doy día sigue siendo un
sueño inconcluso para uno o más políticos que con poca creatividad lo retoman durante su
campaña electoral o bien en programas de Gobierno, pero remover el pasado y revivir el
canal interoceánico sólo ha servido para que gobernantes y empresarios malversen fondos.
En aquella época, fueron pocos los resultados obtenidos con la iniciativa de fomentar la
inmigración e inversión. Sin embargo, fue hasta principios y mediados del siglo XX que se
presenta un asomo de los simultáneos intentos por atraer inmigrantes. Es con la aprobación
de una nueva Ley de Inmigración en 190624 y reformas legislativas que facilitaban espacios
productivos al capital extranjero, cuando comienzan a llegar algunos inmigrantes y al mismo
tiempo generarse ciertas inversiones en el país, principalmente las relacionadas con la
explotación minera y la producción del banano. Estudios en genealogía hacen referencia a
esos reducidos flujos de inmigrantes provenientes de Europa y Estados Unidos. “(...) los
ciudadanos estadounidenses solían representar el mayor grupo de ascendencia blanca y eran
primordialmente empleados de las compañías mineras o bananeras. La presencia inglesa
28
estaba compuesta, en su mayoría, por obreros negros procedentes de Colonias británicas del
Caribe, los cuales también trabajaban en las bananeras” (Amaya, 2000: 38-39).
La llegada de esos pequeños flujos de inmigrantes se originó entre 1892 y 1915 cuando en
los gobiernos de Policarpo Bonilla (1894-1899), Terencio Sierra, (1899-1903) y Manuel
Bonilla, (1903-1907); se otorgaron concesiones de explotación a distintas compañías en su
mayoría estadounidenses. Entre esas empresas sobresalen: New York & Honduras Rosario
Mining Company (Sede en New York) que se encargó de explotar la minería y controlar las
exportaciones de este rubro en un 90%; también Macheca Brothers Company, Vaccaro
Brothers & Co. (Sede New Orleáns); Standard Fruit Co. (Sede New Orleáns), Cuyamel
Fruit Co. (Sede New Orleáns); United Fruit Company (Sede en Boston) y que través de sus
filiales Tela Rail Road Company y Trujillo Rail Road Company (Sede en Honduras)
controlaban la producción, transporte y exportación del banano en un porcentaje similar25.
Algunos autores describen ese acontecimiento histórico como “el enclave bananero” y al
país se le identifica peyorativamente como la “Republica bananera”. Y es que es importante
destacar que desde 1920 la economía de Honduras ya dependía en gran medida de la
exportación del banano en el mercado mundial. El 80 % de las exportaciones domésticas del
país correspondían a esa fruta o postre. Sin embargo, la producción, transporte y
comercialización de la mayor parte de la riqueza mercantil del país era operada por
extranjeros principalmente inmigrantes estadounidenses, ingleses, alemanes, árabes y judíos
(Amaya, 2000:97-99; Arancibia, 1998:21;Arancibia,et al, 1987:20; Suárez Salazar, 2003).
De ese grupo de inmigrantes destacan los estadounidenses, los árabes y los judíos, los tres
han tenido y tienen hasta la fecha una gran influencia en los giros económicos y políticos del
país, pero es en el caso de los primeros que también existe una relación directa con nuestro
objeto de estudio en lo referente a la dinámica migratoria pasada y contemporánea de los
migrantes hondureños hacia los Estados Unidos. En ese sentido, la llegada de los
norteamericanos como representantes o trabajadores especializados de las empresas
dedicadas a la explotación minera y la producción del banano de entrada creó nexos
laborales con los nacionales. Estas compañías extranjeras tenían más de 35 mil trabajadores
asalariados a su servicio y además de comerciar el banano y la minería controlaban también
ferrocarriles, ingenios azucareros, barcos y muelles; energía eléctrica, telégrafos y otros
comercios en las distintas ciudades donde operaban. Con la producción y exportación del
banano fue dándose un vínculo de relación comercial y social entre el norte hondureño y la
ciudad de Nueva Orleáns, convirtiéndose así en los dos puntos geográficos estratégicos; de
uno provenía la fruta y a otro era donde iba finalmente a quedar la mayoría del producto26.
29
hace pocos años atrás radicaban una mayoría de ellos. Son las mismas ciudades. New
Orleáns28, Louisiana, New York, New Jersey, North Carolina, Georgia, Virginia, y
Massachussets, figuran como unas de las metrópolis donde la presencia de los hondureños
fue considerable y en algunos casos sigue siendo muy significativa. El mapa 1 ilustra de
forma clara las sedes principales de las empresas estadounidenses, sus sucursales y centro de
operación en suelo hondureño, asimismo, los puntos en EUA donde desembarcaban los
cargamentos de la fruta y otros productos provenientes de la zona norte de Honduras.
Mapa 1
Por otra parte, además de la relación laboral, social y comercial anteriormente expuesta,
también van surgiendo otros vínculos más personales que puede denominárseles de amor o
del corazón; en concreto es el caso de los mister29 que tuvieron hijos con mujeres
hondureñas, o bien, de las hijas de los misters que cedieron a los encantos de algún galán
hondureño. Después al cerrarse unas empresas o terminar su estadía laboral en el país,
algunos ciudadanos norteamericanos decidieron quedarse en Honduras y otros optaron por
regresar y continuar su vida en Estados Unidos ya sin compañía o con la nueva familia.
Cabe señalar que el personal gringo era mínimo en ciertos casos se trasladaban con esposa e
hijos o sin parentela lo cual contribuyó a que se dieran relaciones afectivas con los nativos.
Al país llegaron empresarios, representantes de compañías, diplomáticos, directivos de
empresas y otros empleados especializados en determinadas áreas de la producción del
banano y explotación minera. Hay constancia histórica y testimonial de que sí se dieron
algunos lazos afectivos que concluyeron en la formación de familias y en otros casos fue
sólo un acompañamiento de carácter transitorio o episodios románticos fugaces que no
culminaron en la formación de hogares integrados. Ciertamente, las relaciones en su
mayoría fueron laborales y no afectivas por razones culturales, costumbres e idiomas
distintos, asimismo, por la marcada diferencia numérica entre norteamericanos y nacionales,
y un cierto grado de discriminación de algunos anglosajones hacia la población autóctona30.
Sin embargo, en general, este tipo de relaciones, comerciales, laboral y amorosa, si bien no
generó un excesivo desplazamiento, bien pueden identificarse como el origen o el inicio de
las primeras emigraciones de hondureños a Estados Unidos. Es conocido que mucha de la
población garifuna o negra del país fue contratada para las faenas de la plantación,
producción, carga y corte del banano en distintos Puertos como Cortés, Tela, La Ceiba
donde las empresas transnacionales operaban, pero después al suspenderse las actividades,
muchas familias se quedaban sin ingresos lo que llevo a decenas de hombres garifunas a
dejar a sus hogares y alistarse en la marina mercante norteamericana e inglesa, situación que
fue estableciendo un puente de comunicación entre Honduras y Nueva Orleáns, pero al
mismo tiempo, un modelo de migración exigua y limitada en busca de oportunidades. En
esos años el migrar se trataba de casos esporádicos en muchas veces motivado por razones
del corazón, la aventura, el interés de conocer otras tierras, la ambición de ganar un mejor
salario, la búsqueda de mejores oportunidades laborales y relaciones comerciales,
contrastando en alguna medida con las causas que hoy día están motivando a la emigración
contemporánea de los hondureños que se debe cada vez más a las diversas necesidades
económicas, sociales y políticas insatisfechas, asimismo, la falta de empleo, un salario
digno, prestaciones sociales laborales, la ausencia de proyectos productivos y de desarrollo.
30
Finalmente, con respecto a la inmigración en el país, es importante destacar que el caso
norteamericano fue distinto al de los árabes y los judíos, ya que éstos últimos llegaron para
quedarse en el país. En un principio algunos de ellos se dedicaron al comercio textil, pero
con el correr de los años, ampliaron sus actividades y participación en la economía nacional
una vez que las empresas estadounidenses fueron dejando espacios comerciales libres31. Hoy
forman parte de la elite que tiene más poder político y económico en Honduras. En un
principio a diferencia de los estadounidenses, por lo general, decidían establecer relaciones
comerciales, sociales y matrimoniales entre ellos mismos, para así mantener sus costumbres,
el parentesco y fortalecer sus intereses económicos y comerciales. En la actualidad, su
relación con los nativos no sólo se enmarcan en lo laboral, político y económico, sino que
también en lo familiar; ahora es bien visto entre su linaje que un ascendiente de origen árabe
o judío contraiga matrimonio con un nacional, pero casi siempre tiene que ser un mestizo de
una familia que tenga mucho dinero, y si es pariente del presidente en turno mejor aún, esa
estrategia ahora les permite maniobrar tanto en el ámbito político como en lo económico.
Ciertamente para esas fechas y desde algún tiempo atrás tanto en Honduras como en el resto
de países de la región, ya existía una persistente dinámica inmigratoria que fue
incrementándose con el correr de los años. También, la movilidad de los centroamericanos
en algunos casos, aconteció por la elevada taza de crecimiento poblacional de los países y la
necesidad de tierras para subsistencia y cultivos agrícolas, tal y como ocurrió con la llegada
de centenares de campesinos salvadoreños a Honduras en los años sesentas, situación que
fue utilizada y manipulada por grupos de poder políticos y económicos para conducir a la
población de ambos países a un enfrentamiento armado conocido como la guerra del
fútbol33. Luego también hubo pequeñas inmigraciones de ciudadanos chilenos y argentinos
quienes por seguridad personal o el exilio forzado no tuvieron más alternativa que emigrar
durante las dictaduras de Augusto Pinochet (1973- 1990) y Jorge Rafael Videla (1976-
1983)34. Su presencia en territorio hondureño fue por temporadas relativamente cortas
mientras se trasladaban a terceros países, entre ellos Cuba, México y Canadá donde la
mayoría logró incorporarse como maestros e investigadores en la académica, o bien como
31
asesores y consultores en instituciones privadas y gubernamentales de esas naciones que les
brindaron su total apoyo, respaldo y solidaridad (Meyer y Salgado, 2003) (Galeano, 1984).
Si bien en el caso centroamericano no puede desconocerse que había una antigua tradición
de desplazamiento por toda la región y que existía un movimiento de personas casi
permanente, tampoco puede considerársele como diásporas u oleadas migratorias de gran
escala o masivas. Sin embargo, ese escenario y patrón migratorio limitado en flujos y hasta
en distancias, empezó a modificarse en las décadas de 1970 y 1980 como resultado de los
conflictos armados internos y la inestabilidad política, social y económica que predominaba
en algunas naciones del istmo, específicamente en El Salvador, Guatemala y Nicaragua35.
La movilización masiva dio inicio con el régimen represivo de Anastasio Somoza de Bayle
(1970-1979) en Nicaragua y desde donde empezaron a huir hacia territorio hondureño
centenares de familias; muchas de ellas eran indígenas miskitos o bien campesinos mestizos.
Después con el derrocamiento de los somozistas y la llegada al poder del Frente Sandinista
de Liberación Nacional, el 19 de julio de 1979, algunos decidieron retornar, entre tanto, los
opositores al nuevo gobierno, conocidos en ese momento como la contra, tuvieron que
partir y muchos de ellos optaron por refugiarse en Honduras y Miami36. Mientras eso ocurría
también se germinaba un segundo movimiento masivo, el de los salvadoreños, y que a partir
de 1980 también empezaron a salir de su país por razones similares a las de los
nicaragüenses. Posteriormente, en 1983 fueron los guatemaltecos quienes igualmente se
desplazan en menor cantidad hacia Honduras, una gran mayoría por razones de distancia y
cercanía se dirigían con destino a México específicamente al Estado fronterizo de Chiapas.
En aquel momento, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados ACNUR registró oficialmente que dos de las mayores concentraciones de
refugiados, estaban en Honduras y en México. Para mediados de la década del 80 ya se
estimaba que había más de 100 mil personas en el sur, oriente y occidente del territorio
hondureño. En 1986 Honduras ya acogía aproximadamente unos 43 mil refugiados
nicaragüenses; 46 mil salvadoreños y un número menor de guatemaltecos, mientras que en
México vivían 46 mil refugiados guatemaltecos y también miles de salvadoreños y
nicaragüenses que no estaban registrados formalmente (ACNUR:2004). De acuerdo con
otras fuentes consultadas, hay consideraciones de que las cifras eran aún mayores y que
unos 326 mil 500 centroamericanos se habían desplazado en busca de refugio a varios de los
mismos países de Centro América y a México, pero al sumarse 500 mil refugiados que
estaban en Estados Unidos, los cálculos ascendían casi al millón de personas (Aguayo:
1985). Por otra parte, otros señalan que en esa época a raíz de las luchas violentas el
desplazamiento fue a gran escala, y se estima en millones. “La mayoría de los dos millones
de personas que huyeron (...) se convirtieron en desplazados internos o en extranjeros
indocumentados en otros países de América Central o del Norte, como Honduras, México,
Costa Rica, Belice y Panamá, así como Estados Unidos y Canadá. (...) sólo 150 mil fueron
reconocidos como refugiados en América Central y México. De los cientos de miles de
personas que huyeron a Estados Unidos, sólo un número pequeño fue reconocido como
refugiados. La mayoría no tuvo la oportunidad de solicitar el estatuto de refugiado o no lo
pidió por miedo a ser expulsados en el caso de que se les denegase” ( Zolberg, 1989: 212).
32
Honduras a diferencia de los países vecinos fue el que experimentó una menor
desestabilización económica, convulsión política y social en esos años, situación que lo
ubicó más como receptor de migrantes y refugiados, que como expulsor de personas. No
obstante, es necesario aclarar, que el no tener que pasar por un conflicto armado interno de
ninguna manera le permitió escapar de un extremo control militar sobre la sociedad. Al
interior de Honduras había un clima de guerra con la presencia de tres ejércitos; el nacional
y dos tropas extranjeras; la contra nicaragüense y los marines norteamericanos. La doctrina
de seguridad nacional implantada en el país con el fin de que no se produjeran alzas o
movimientos como en El Salvador, Nicaragua y Guatemala, también generó cierto temor y
preocupación entre la gente y provocó la salida de algunos hondureños durante esa época37.
Mapa 2
En resumen durante el periodo 1970-1989 emigró gente de sectores marginados como los
campesinos, estudiantes, sindicalistas, obreros y de otros grupos sociales que reclamaban
una sociedad más justa, pero también abandonaron sus países personas de clase alta, casi
siempre terratenientes, empresarios, altos militares y funcionarios de las elites de gobierno
en turno, que temían la pérdida de su capital económico ante la llegada al poder de los
mandatos rebeldes con tendencia socialista y comunista. La represión e iniquidad durante
dictaduras y gobiernos opresores generó descontento social, insurgencia, enfrentamientos
armados, muertos y desaparecidos, pero también mucho desplazamiento de personas que
huían en busca de asilo y paz. Fue durante esos turbulentos años de guerras civiles internas,
inestabilidad política y economías en crisis que se dio un ir y venir de la población tanto en
el ámbito de los mismos países de la región y también a otros países un poco más distantes.
Hasta finales de la década del 80 y aún a principios del 90 gran parte del sector
gubernamental de Honduras y de la economía nacional dependían en algún grado y hasta
eran funcionales por el apoyo económico-militar que recibían del gobierno
estadounidense39. La ayuda económica a Honduras por parte de Estados Unidos, era en
millones de dólares anuales, y mucha iba dirigida para el ramo militar, alimentos, vivienda,
y servicios de las tropas militares extranjeras (la contra nicaragüense y los marines
33
norteamericanos) que estaban instaladas en la base militar de Palmerola y ocupaban otros
puntos estratégicos del territorio hondureño. En la década del ochenta en Honduras hay
gobiernos electos por el voto popular y encabezados por civiles, pero dirigidos y dominados
por militares. Ante las presiones de Estados Unidos, el gobierno liberal de Roberto Suazo
Córdova (1982-1985), asumió la Doctrina de la Seguridad Nacional que puso en precario los
derechos civiles y políticos de la población. También convirtió el territorio nacional en una
base militar de ataque contra el gobierno Sandinista de Nicaragua y de cooperación al
esfuerzo del gobierno salvadoreño para frenar el avance de la guerrilla. También se instaló
el Centro Regional de Entrenamiento Militar, CREM, a inmediaciones de Trujillo, para
capacitar en técnicas represivas al ejército salvadoreño y la contrarrevolución nicaragüense,
y todas esas acciones se extendieron hasta el gobierno liberal de José Simón Azcona Hoyo
(1986-1989). En esos años, la circulación de dólares en el mercado nacional era
sorprendente, y se podía notar que había más recursos y un mayor dinamismo en distintas
actividades del comercio y los servicios, independientemente de la procedencia, el destino y
uso que se le daba a los mismos en el país. Eso en cierta medida contribuyó que no hubiese
una descomposición política, social y económica igual o peor a la que presentaban los otros
países, y al mismo tiempo, frenó un crecimiento desproporcionado de la emigración de los
hondureños hacia EUA durante esa época, especialmente, si se contrapone con la salida de
los demás centroamericanos. En ese sentido, y para tener una visión migratoria de la región
en esas fechas bien pueden analizarse y hacerse una comparación de las cifras de emigración
a EUA entre todos los países de Centro América y se observan datos interesantes que
simultáneamente vienen a confirmar ciertos argumentos y tendencias migratorias históricas.
En 1960 eran Panamá con 13 mil, 076; y Nicaragua con 9 mil, 474; los países que tenían
más población en Estados Unidos, situación que cambiará de forma drástica en los periodos
de 1970-1980 y 1980-1990 que es cuando se presentan cambios muy significativos en el
patrón migratorio de la región; El Salvador, Nicaragua y Guatemala, se disparan en las cifras
al doble y más del triple. Según los Censos de Población de Estados Unidos y de acuerdo
con las cifras y estimaciones correspondientes a un periodo de 30 años podemos ver que
todos los países de Centro América, sin excepción, fueron incrementando considerablemente
su número de inmigrantes en los Estados Unidos, claro esta que algunos de forma más
acelerada y en menor tiempo que otros. En el caso particular de Honduras es notorio que el
patrón de migración fue y ha sido una constante, pero mostrando cambios en su tendencia,
siendo a veces más baja y en otras a la alza, incrementándose un poco más en términos
absolutos entre 1980-1990. En los cuadros 3 y 4 se pueden observar más detalladamente el
porcentaje de los inmigrantes centroamericanos por país de origen en Estados Unidos,
asimismo, de forma comparativa entre los hondureños y el resto de los países de la región.
Cuadros 3 y 4
Tal y como se puede apreciar fácilmente de acuerdo con las cifras anteriores, no se puede
negar que desde antes de 1960 hasta 1990 la salida de los hondureños por excelencia ya era
hacia los Estados Unidos. Una emigración en nivel bajo o medio que obedecía sobre todo a
casos de hondureños con algunos riesgos por su actividad política, por las redes sociales,
relaciones laborales y familiares ya más asentadas y que se venían arrastrando desde hace
algún tiempo atrás debido a la presencia de las empresas transnacionales fruteras y de
minería; también tenían su raíz en migraciones posteriores y más recientes motivadas por la
34
búsqueda de mejores oportunidades y salarios, ya que para ese entonces a muchas familias
les resultaba difícil subsistir de la cosecha, el pequeño comercio informal y otras
actividades. Ciertamente en muchas de las situaciones antes señaladas después de un tiempo
hubo quienes regresaban a Honduras, pero otros mejor decidieron establecerse y residir en el
extranjero al cultivar vínculos laborales, profesionales y matrimoniales. Durante, aquellos
periodos de inestabilidad y tiempos bélicos en la región, la mayoría del movimiento de
personas de origen hondureño hacia Estados Unidos en gran medida tenía su origen en la
motivación y la necesidad de conseguir fondos económicos para luego regresar al país y
tratar de dedicarse de forma independiente al comercio o poner un negocio propio. La
misma dinámica comercial que se vivía en esa época en el país y que de alguna manera
como ya lo señalamos era originada en gran parte por la presencia de militares extranjeros,
motivo a muchos hondureños a irse a Estados Unidos a trabajar y luego con su capital
obtenido traían mercadería (ropa, calzado, joyas y otros productos) que vendían al publico
consumidor a través de tiendas y boutiques o bien en el comercio informal. Además,
empezaron a entrar algunos coches usados procedentes del extranjero y que eran vendidos a
un precio más accesible que los autos nuevos de agencias automotrices instaladas en el país.
Es a partir de 1990 que los flujos migratorios irán creciendo cada vez más ante una serie de
cambios de orden económico, político, social en el ámbito nacional e internacional. Los
acuerdos de paz en la región y el fin de las luchas ideológicas puso fin a la ayuda financiera
militar que EUA destinaba a Honduras, lo cual develó la real economía nacional y su déficit,
ante tal situación, se producen los primeros programas de ajuste estructural a la economía,
que causaron un inmediato efecto negativo en el poder adquisitivo y economía de las
familias, incrementándose así la salida de hondureños hacia Estados Unidos. Desde ese
momento a la fecha la emigración es de forma permanente a un alto nivel. Y nos atrevemos
a anticipar que ese flujo migratorio continuará en ascenso durante los próximos 15 años.
Después de presentada una apretada síntesis de los procesos migratorios bien podríamos
decir que en Honduras pueden distinguirse cinco grandes etapas o estadios de la migración
internacional que son fundamentales, tanto desde una perspectiva de la inmigración y
emigración. Todas tienen mucha importancia por estar relacionadas con la historia política
social y económica del país, y por tal razón, las recopilamos esquemáticamente en el cuadro
5. En resumen, tanto la inmigración de extranjeros en Honduras como la emigración de
hondureños a EUA es parte de un largo proceso que se ha venido desarrollado durante
diversas épocas y que es necesario ubicar en la historia para tener una visión amplia, un
mejor entendimiento y conocer más sobre las causas y efectos de la migración internacional.
Cuadro 5
Para tener una idea del proceso migratorio internacional hondureño hacia EUA desde el
pasado hasta el presente resulta fundamental realizar algunas estimaciones14 y cálculos sobre
la materia. Las cifras duras con montos que proporcionen cierta precisión son muy escasas y
es necesario tener datos suficientes que estén relacionados con el país de origen, de tránsito
y destino final. Alguna información puede encontrarse en controles y censos de migración y
35
otra está en fuentes no estrictamente sobre la materia, pero que permiten el desarrollo y la
realización de análisis que proporcionan una perspectiva más clara y próxima a la realidad.
Cuadro 6
36
En lo que respecta a las cifras desde el lugar de origen están las que se han venido
manejando en instancias gubernamentales de Honduras y algunos números que la
Cancillería ha dado a conocer de manera pública por mucho tiempo sin explicar los métodos
en qué basan o respaldan sus conteos. En un principio eran de la opinión que fuera del país
vivían unos 934 mil hondureños, de éstos, estimaban que 805 mil residían en Estados
Unidos de los cuales aseguraban que 460 mil tienen residencia; 85 mil eran favorecidos por
el Estatus de Protección Temporal y 260 mil eran indocumentados. Según el gobierno cada
año son 80 mil hondureños que intentan llegar a EUA, pero solo el 1 por ciento alcanza su
objetivo, es decir unos 10 mil, y el resto unos 70 mil son deportados. Igualmente el gobierno
hondureño estima que hay 32 mil hondureños en Europa; 15 mil en España; 10 mil en Italia
y 7 mil en otros países de Europa que no son precisados. En Centro América estiman que
hay unos 52 mil hondureños; de los cuales 15 mil están en El Salvador, 14 mil en
Guatemala, 8 mil en Nicaragua, 7 mil en Belice, 6 mil en Costa Rica y 2 mil en Panamá.
También consideran que hay unos 30 mil hondureños en Canadá y unos 15 mil en México.
En resumen, no hay cifras exactas de los hondureños que están residiendo en Estados
Unidos tanto documentados como indocumentados. Se desconoce realmente cuántos son,
cómo se fueron, cuál es su situación migratoria y menos por qué dejaron el país. Hay
información que aporta algunos valores como la suministrada por los Censos y encuestas
estadounidenses, sin embargo, tampoco refleja el universo total y fiel, ya que comúnmente
los hondureños indocumentados consideran que no es conveniente llenar una boleta del
Censo por temor a quedar registrados y ser objeto de una deportación, tal situación conlleva
a la necesidad de tenerse que efectuar algunos subrecuentos, estimaciones y aproximaciones
basadas en los registros oficiales del mismo censo o de algunas encuestas de población para
calcular una cifra aproximada a la realidad como lo hace The Pew Hispanic Center.
Por otra parte, está una información parcial del Censo de Población y Vivienda de Honduras
2001 que realizó el Instituto Nacional de Estadísticas INE. Es en ese padrón que empieza a
explorarse la migración internacional de los hondureños de forma limitada y más enfocada a
querer saber la población que emigró del país después del huracán Mitch ocurrido en 199818.
El Censo arrojó resultados interesantes en cuanto al flujo migratorio, ciudad de procedencia
y destino internacional de los migrantes, pero nada más. Posiblemente el objetivo especifico
o la finalidad del instrumento no permitió una explotación más a fondo de las variables
relacionadas con la emigración. Sobresalen por su importancia los resultados siguientes:
• En los hogares se reportó que un total de 58 mil 745 hondureños emigraron después
del huracán Mitch.
• Del total de los migrantes, 41 mil 141 eran hombres y 17 mil 604 eran mujeres.
37
• Un total de 33 mil 211 vivían en el área urbana y 25 mil 534 en el área rural.
• Un total de 51mil 117 se fueron con destino a Estados Unidos; 469 a Canadá, 1 mil
716 a México, 3 mil 229 a Centro América y 2 mil 214 a otros países, no
especificados.
También está la Encuesta de Condiciones de Vida 2004 ENCOVI y que fue aplicada a una
muestra nacional de hogares hondureños por el INE. Contiene una sección de emigración
con variables un poco más amplias que las del Censo de Población y Vivienda de Honduras
2001. La base de datos de la Encuesta con sus respectivos registros permite hacer algunos
análisis estadísticos mismos que arrojan estimaciones relevantes en materia de emigración
de los hondureños a partir de décadas atrás y que en alguna medida están relacionadas con
las cifras de las fuentes de información de destino final que fueron citadas con anterioridad.
Con el análisis de los datos de la encuesta se logró sacar ciertas características de los
migrantes hondureños, pero cabe aclarar que esa información es a partir de una visión de los
parientes desde el lugar de origen, y no de los mismos migrantes, ya que los datos fueron
proporcionados por un familiar. También, la ENCOVI 2004 no incluyó una variable para
tener claridad en qué casos se trató de emigración indocumentada o documentada aunque
obviamente la migración hondureña a Estados Unidos en su mayoría es de forma irregular.
La migración documentada hacia México y Estados Unidos es mínima ante las restricciones
y estrictos controles adoptados en el otorgamiento de visas por parte de ambos países. Este
tema será abordado posteriormente en el cuarto capítulo de la investigación, por lo pronto,
entre la información y deducciones del análisis realizado destacan los siguientes resultados:
Hay una tendencia a la emigración del 100 %. En cada uno de los mil 456 hogares
entrevistados sobresale el hecho de que por lo menos una persona había emigrado lo cual
nos indica que el migrar es o está volviéndose una práctica generalizada en los hogares
hondureños. De acuerdo con las cifras en los hogares se reportó que el 69.2% fue una
migración individual o de un miembro de la familia, no obstante, también llama la atención
lo que podría llamarse migraciones colectivas o familiares en las que dos y hasta cinco
personas de un mismo hogar ya habían migrado y éstas alcanzaron un 29.3%. Además se
presentaron muy pocos casos, 1.5 %, de lo que sería éxodos de carácter masivo en que 6 y
12 familiares que vivían en la misma casa ya habían emigrado a otro país. Ver gráfico 1.
Gráfico 1
También en los hogares se reportó emigración desde 1947 hasta 2004 año en que fue
levantada la encuesta. Según los resultados del análisis estadístico para el periodo 1947-
1979 se reportó un 2.1% de emigración, pero la salida de hondureños se incrementa durante
la década de 1980, 16.4%, aunque realmente es a partir de 1990 cuando empieza a crecer e
incrementarse considerablemente según la información proporcionada por los familiares.
Conforme a los datos obtenidos el porcentaje de emigración para distintos periodos de la
década del 90 fue el siguiente: 1990-1994,12.1%; 1995-1998, 16.5%; y 1999-2004, 61,6%.
Tal y como puede apreciarse el porcentaje de emigración conforme a la salida de los
familiares que anualmente fue reportado en los hogares ha venido incrementándose de forma
rápida y variable durante el transcurso de los años, pero, es en 2002, 2003 y 2004 cuando se
38
reportó los más altos índices porcentuales; 10%, 11% y 16 %, respectivamente. Ver gráfico
2.
Gráfico 2
De acuerdo con la información derivada del análisis, la mayoría de las personas que
migraron fueron hombres, 59%, pero es importante señalar que un porcentaje significativo
de mujeres, 41%, también decidió migrar. Esta relación de género y migración nos
demuestra o es un ejemplo de que no sólo los varones son los que optan por dejar el país ir
en busca de mejores condiciones de vida. En relación con el aporte económico que los
migrantes hacen a sus familiares, un 65% de los hogares aseguró que sí habían recibido
dinero o bienes, mientras que un 34% dijo no haber recibido ningún tipo de ayuda de sus
parientes desde el exterior. Lamentablemente ENCOVI 2004 no incluyó dentro de sus
variables qué utilidad se le dio a esas remesas, ya que nos permitiría poder profundizar un
poco más en torno al asunto. No obstante, tal y como ya se mencionó al inicio de este
trabajo, se estima que gran parte del dinero que envían los hondureños desde EUA, sirve
para gastos de alimentación, consumo de muebles y otras necesidades básicas siendo casi
nulo lo que se destina a desarrollar proyectos productivos. Por otra parte, según la
información suministrada en los hogares, la tendencia de los emigrantes hondureños por
excelencia es irse hacia Norteamérica, pero también tienen como destino otros países. La
mayoría, 86%, se fue para Estados Unidos; 4%, a México y 1% a Canadá. Esto confirmar el
hecho de que el territorio mexicano sólo es utilizado como país de tránsito y que EUA
indudablemente es el destino final. Asimismo, es importante que países vecinos como El
Salvador y Guatemala que durante la década del ochenta más bien expulsaban gente para
Honduras, ahora están dentro de los destinos a donde se dirigen los hondureños y aparecen
con porcentajes de 1.1% y 1.8% respectivamente. Lo anterior es posible que tenga su
explicación en la dolarización de la economía salvadoreña, el mejor nivel de salarios y más
fuentes de trabajo que hay en esas dos naciones centroamericanas resultando atrayentes para
los trabajadores hondureños que se encuentran sin empleo. En lo referente al desplazamiento
hacia Europa aparece España con 2%. Es para ese país donde también están emigrando
varios hondureños en los últimos años. Se tiene conocimiento que es uno de los nuevos
destinos para trabajar y a pesar de que igual existen y se han aprobado medidas restrictivas a
la inmigración estas son menos rígidas y más flexibles en comparación con las de EUA y
México, aunque, los costos económicos para trasladarse a los países europeos resulta ser
más elevado. Las cifras citadas anteriormente pueden verse en el cuadro 7 y gráfica 5.
Cuadro 7 y gráfica 3
39
años, establece que más de medio millón de hondureños, 703 mil 231, abandonaron su país
para tratar de llegar al Norte, pero al pasar por México fueron detenidos y expulsados. Los
números y registros generales también señalan que Honduras es el segundo país
latinoamericano que más detenidos y deportados presenta. Las cifras absolutas de los
hondureños y de forma comparada por nacionalidad se pueden apreciar en los cuadros 8 y
9.
Cuadros 8 y 9
Sin dar por firme lo referente a los números, pero hasta aquí, una correlación de todas las
cifras expuestas anteriormente con ciertos acontecimientos políticos, sociales y económicos
del país, durante 16 años (1990-2006) y en distintos periodos de gobierno nos conducen a
inferir que la población de Honduras, hombres, mujeres y niños, cada vez más emigra en
busca del llamado sueño americano. Todo parece indicar que el número de personas en
tránsito, detenidas, deportadas y residentes ya sea documentados o no, ha ido en aumento. El
éxodo de los hondureños a Estados Unidos empieza ha incrementarse en el gobierno de
Rafael Leonardo Callejas (1990-1993) que se caracterizó en gran medida por ser el primero
en llevar a la práctica los paquetazos o programas de ajuste estructural a la economía,
también predominó un clima de inseguridad ciudadana y hubo distintos escándalos de
corrupción. Luego continúa en ascenso durante la administración de Carlos Roberto Reina
(1994-1997) que mantuvo estable, pero más moderado el mismo modelo económico
neoliberal, también se presentaron algunas situaciones difíciles entre ellas, la crisis
energética que afecto tanto a la población como a la pequeña y mediana industria, además,
un enrarecimiento del clima político debido al debilitamiento de los militares y
fortalecimiento de la sociedad civil. Es hasta finales de su mandato cuando se observa una
ligera baja en el número de deportados. Un repunte en la emigración es notable a partir del
gobierno de Carlos Roberto Flores Facussé (1998-2001), que fue cuando ocurrió la
devastación provocada por el huracán Mitch. Asimismo, hubo una negligencia
gubernamental para enfrentar la reconstrucción del país y las consecuencias subsiguientes
generadas por la catástrofe como estancamiento de la industria y la producción que al final
dio como resultado y se reflejó en un alza de los índices de la pobreza y el desempleo19. Del
mismo modo el flujo migratorio continúo su ascenso durante la recién concluida
administración de Ricardo Maduro Joest (2002-2006) que en igual o mayor situación que los
anteriores gobiernos, hubo un aumento desmesurado de la pobreza, la desigualdad, la
desocupación, la criminalidad y la delincuencia en el país. Un incremento sin precedentes de
la ola migratoria de los hondureños hacia los EUA se ha originado durante la actual
administración del presidente Manuel Zelaya Rosales y es posible advertirlo no sólo con la
cantidad de deportaciones que a diario se dan desde México, país de tránsito, sino que
también con las deportaciones efectuadas desde los Estados Unidos, país de destino final.
Las promesas incumplidas, el desempleo, la falta de seguridad pública y la delincuencia, la
espiral inflacionaria, los bajos salarios, el incremento de epidemias (dengue y otros), el
tráfico y consumo de drogas, la corrupción y un mal gobierno, son en síntesis algunos de los
problemas que caracterizan al presente gobierno y que sin duda influyen en la emigración.
40
Perfil de los migrantes hondureños en tránsito por México con destino a EUA
Empezaremos por decir que en los resultados del estudio una mayoría, 96 %, fueron
hombres, y 4 %, mujeres21. En Honduras es una práctica común que sean los hombres
quienes casi siempre migren a Estados Unidos, sin embargo, ya se percibe la presencia
femenina en está migración y en parte se debe a que algunas mujeres son madres solteras
y jefas de familia situación que las obliga en muchos casos tener que ir en busca de
oportunidades de trabajo para sostener económicamente a su familia. Por otra parte, de
acuerdo con los rangos de edad de los migrantes hondureños es evidente que se trata de
una población joven y económicamente activa. Un 81,25%, dijo tener entre los 18 y 34
años, no obstante, se puede apreciar la presencia de personas mayores con edades entre
los 35 años y más, 11,81 %. También hay población menor de edad entre los 15 y 17
años, 6,94 %. Lo anterior revela que la migración a EUA no es exclusivamente de niños
y jóvenes con un porvenir más amplio, sino que también, de personas adultas que no les
frena el hecho de que trasladarse a otro país implica un cambio brusco en sus vidas y
proyectos. Es posible que esa situación se deba ante la carencia de oportunidades en su
lugar de origen, o bien, debido a la falta de expectativas con respecto a que pueda
cambiar la situación del país. Es importante resaltar que la falta de utilización de este
recurso humano significa un desaprovechamiento por parte del Estado de Honduras ya
que bien podría trabajar en distintas áreas productivas para el desarrollo de la nación.
El estado civil de los migrantes es otro elemento que llama la atención ya que en el acto
de migrar en algunos casos pareciera que corresponde a una acción personal, pero en
otros parece ser más producto del resultado de una estrategia de índole familiar. De
acuerdo con los resultados obtenidos del estudio generalmente los migrantes hondureños
41
que transitan por México para cruzar de forma indocumentada a EUA están casados o
son solteros. 15% dijo estar casado; 34% en unión libre; 49% solteros y 2% separados,
divorciados y viudos. Aún en el caso de los solteros difícilmente se podría considerar
que se trata de una acción meramente de carácter individual y personal ya que muchos
de éstos migrantes serán los que ya una vez que estén trabajando en Estados Unidos
tendrán que enviar dinero y apoyar económicamente a toda su familia o a determinados
miembros del hogar. También, resulta ser interesante como un alto porcentaje de
migrantes consideran que tiene la responsabilidad de cuidar por la seguridad y bienestar
de su familia. 49% dijo ser el jefe del hogar y 51% aseguró no serlo. Con respecto a la
relación de parentesco con el jefe de hogar, en el caso de no serlo, los resultados arrojan
que 85,14%, son hijos; 4,05%, hermanos; 5,41%, sobrinos; 2,70%, nietos; y 2.5%,
tienen otro tipo de parentesco. Definitivamente, son los padres e hijos quienes prefieren
irse para después desde allá contribuir económicamente al hogar. Ver Gráficos 4, 5, 6, 7,
8, 9 y 10
Gráfico 4, 5,6, 7, 8, 9 y 10
La mayoría de los migrantes hondureños en tránsito por México, 58,4%, reportó que en
su hogar viven entre 5 y 9 personas; incluso se reportó hogares en que viven 10 personas
y más, 6,9 %. Fueron pocos los que afirmaron que en sus casas vivían 2 ó 4 personas,
34,8%. Por otra parte, un 84.7 % de los entrevistados aseguró que en su hogar sólo
trabajaban entre 1 ó 4 miembros de la familia y son pocos los que reportan que en su
hogar trabajan 5 o más personas sólo 15.3%. También, la contribución monetaria al
hogar es limitada. En un 84% de los hogares sólo aportan económicamente 1 ó 3
personas; y solamente en un 16% se reportó que 5 ó más miembros de la familia
contribuyen económicamente al hogar. Con respecto a quiénes son los que hacen el
aporte económico figuran: padre o madre, 40%; esposo o esposa, 32%; hermanos, 12%;
hijos, 12%; primos, 1%; familiar en EUA, 1%, y otros familiares, 2%, respectivamente.
Con las cifras y resultados anteriores referentes al total de personas que viven en el
hogar y que trabajan, bien puede inferirse que los hogares de los migrantes que transitan
por México con destino a EUA son muy numerosos, pero a la vez son muy pocos en los
que la mayoría de los miembros trabajan y hacen un aporte económico. Esta situación
tiene una repercusión directa en la falta de ingresos suficientes para cubrir las
necesidades básicas familiares. También existe un alto grado de dependencia económica
y al no contarse con los suficientes ingresos, la familia opta cómo estrategia el traslado
de uno o varios miembros del hogar a EUA donde los salarios son mejores en
comparación con los que se obtienen en Honduras. El entorno familiar de hacinamiento,
dependencia económica y pocos contribuyentes adquieren un significado mayor cuando
se reporta que además el ingreso mensual es bajo. Según, la información proporcionada
por los migrantes hondureños encuestados, en 55,6% de los hogares el ingreso mensual
fluctúa entre 1 mil y 5 mil lempiras; en 27,8% de los hogares es de 6 mil a 10 mil
lempiras mensuales; en 6,9% de los hogares es entre 11 mil a 15 mil lempiras
mensuales. Sólo un 3,5% se reportaron ingresos mensuales superiores a los 16 mil
lempiras y un 6,3% no respondió o no tenía conocimiento de los ingresos. El ingreso
42
promedio de los hogares de los migrantes oscila entre los 56 y los 280 dólares mensuales
tomando en cuenta el tipo de cambio oficial de 19 lempiras por 1 dólar. Ver Gráficos 11,
12,13, 14 y 15
La mayoría de los migrantes hondureños encuestados dijo tener algún nivel de estudios.
Educación primaria, 61, 6%; educación secundaria, 27,1%; educación universitaria,
5,6%; educación técnica 1,4%; y ningún nivel de estudio 4,9%. Es evidente de que un
alto porcentaje de las personas que emigran a EUA cuenta con una mínima educación
que les permite desempeñarse en actividades laborales elementales sin mucha
especialización, o en otras áreas de trabajo de servicios o bien capacitarse para laborar
en áreas técnicas. Es necesario enfatizar en el hecho de que además de ser en su mayoría
una población joven y productiva también es un recurso humano con educación
primaria, secundaria y hasta universitaria en que el Estado hondureño invirtió un capital,
pero que es desaprovechada al no brindársele oportunidades de un trabajo y un salario
digno en su país de origen. También un 61% de las personas migrantes que se dirigían
con destino a EUA afirmaron que tenían un trabajo antes de salir del país y sólo 39 %
aseguro estar desempleada. La mayoría de los migrantes entrevistados afirmaron
dedicarse en Honduras a distintas áreas de trabajo entre las que sobresalen: obrero de la
agricultura, 25%; obrero de la maquila, 24,3%; empleados de oficina o negocios, 11,8%;
ebanistas, 7,6%; albañilería, 6,3%, comerciantes, 6,3%; chóferes, 4,9%; estudiantes;
2,8% mecánicos, 1,4%; profesionales; 1,4%; y otros 8,4%. La mayoría de los migrantes
hondureños que tenían un trabajo en Honduras laboraban en el sector privado informal,
62%; en el sector privado formal, 31%; en el sector público formal, 4%; y en ninguno, es
decir de forma independiente, 3%. Una gran parte tampoco tenían beneficios sociales y
laborales. El 87,8% de los que tenían un trabajo antes de salir del país dijo no tener
ningún tipo de beneficios; 3,6%, bonos de productividad; 2,2%, seguro de vida; 2,2%
seguro de accidente; 0,7% pensión; 0,7%, vacaciones pagadas; 0,7% incapacidad por
enfermedad y 2,2% otros servicios. Según los resultados anteriores, en la emigración
está incidiendo fuertemente los factores de ingreso salarial más que el factor empleo, no
obstante la cifra de desempleados es significativa y también debe tomarse muy en
cuenta. Es importante señalar que la mayoría de hondureños que tenía empleo por las
características del mismo era de carácter temporal o informal, y posiblemente ese tipo de
trabajo junto con los bajos salarios no está llenando las aspiraciones de la gente. Ver
Gráficos 16, 17, 18, 19 y 20
43
Los migrantes hondureños en tránsito por México y que se dirigen a EUA provienen de
diversos lugares de la República de Honduras. Los resultados son reveladores e
interesantes, ya que contradicen pero a la vez también confirman la relación existente
entre migración y pobreza. Se ha venido argumentando en base a estudios migratorios
que casi siempre no existe una correspondencia entre migración internacional y pobreza
en el sentido de que se requiere tener de los mínimos recursos económicos para realizar
el traslado desde el lugar de origen al de destino final, y en el caso de la migración
indocumentada más aún, pues los costos se incrementan ante las barreras y obstáculos.
En el caso particular de la emigración hondureña puede observarse una situación un
tanto ambigua ya que la mayoría de los migrantes entrevistados dijo vivir en Cortés,
26.4%, y Francisco Morazán, 13.9%; que según los mapas de pobreza en Honduras son
los departamentos que presentan menores porcentaje de pobreza. Sin embargo, algunos
otros migrantes también reportaron que vivían en Atlántida, 9%; Yoro, 9%; Santa
Bárbara, 6,9; Colón, 6,3%; Comayagua, 6,3%; Copan, 5,6%, Choluteca, 4,2%, Lempira,
3,5%; Olancho, 2,8%, El Paraíso, 2%; Intibucá, 2%, Valle, 1,4%; La Paz, 0,7%, y todos
éstos departamentos sí tienen niveles altos y medios de pobreza sumando en total 59,7%.
Ver Gráfico 21.
Gráfico 21
Gráficos 22 y 23
Causas de la migración a EUA según los migrantes hondureños en tránsito por México
44
También otros resultados muy interesantes e importantes del estudio son los relacionados
con la percepción que tienen los migrantes hondureños con respecto a su país y sus
gobernantes. Estos permiten que sean despejadas preguntas claves: ¿Por qué se van los
hondureños hacia EUA? ¿Qué los motiva a desplazarse? ¿En busca de qué se van? ¿Serán
los factores de trabajo y capital los que les motiva a irse? ¿Serán otros factores sociales y
políticos? ¿Pesarán unos más que otros para migrar? ¿Cuál es la valoración que hacen con
respecto al ambiente social, económico y político de Honduras? Estas interrogantes forman
parte importante de la investigación ya que nos llevaron alcanzar otro objetivo de la
investigación que es identificar las causas actuales de la emigración de los hondureños hacia
los Estados Unidos, y que en gran medida, fue obtenido a través del criterio manifestado por
los mismos migrantes al contestar la encuesta. Entre los datos obtenidos están los siguientes:
Los diversos problemas en el país más mencionados e identificados por los migrantes
fueron los siguientes: desempleo, 17,02%; bajos salarios 15,5.%; inflación y alto costo
de la vida, 13,65%, pobreza y desigualdad, 10,28%; inseguridad y delincuencia, 8,51%;
malos gobernantes y políticos, 6,03%; corrupción Estatal, 4,79%, Falta de acceso a la
educación, 4,79%; Pandillas y violencia, 4,08%; falta de acceso a la salud, 2,66%; falta
de acceso a vivienda, 2,66%; baja inversión y productividad, 1,95%; consumo y tráfico
de drogas, 1,77%; desintegración familiar, 1,42%; inundaciones, 1,42%; falta de
servicios básicos (agua, luz etc.,), 1,06%; ausencia de programas sociales, 0,89%; pocas
facilidades de crédito, 0,71%; otros problemas 1,06%. Ver Gráfico 24.
Gráfico 24
Con respecto a los problemas que mayormente afectan a la población y al país y que más
fueron mencionados por los migrantes hondureños están los siguientes: desempleo,
18,69%; bajos salarios 13,64.%; inseguridad y delincuencia, 12,12%; inflación y alto
costo de la vida, 10,86%, malos gobernantes y políticos, 9,34%; pobreza y desigualdad,
7,32%; Pandillas y violencia, 5,81%; corrupción Estatal, 5,30%, Falta de acceso a la
educación, 3,79%; falta de acceso a la salud, 3,28%; Consumo y tráfico de drogas,
1,77%; ausencia de programas sociales,1,26.%; pocas facilidades de crédito, 1,26%;
falta de acceso a vivienda,1,01%; falta de servicios básicos (agua, luz etc.,), 1,01%;
inundaciones y desastres naturales, 1,01%; Ingobernabilidad, 0.76%; baja inversión y
productividad, 0,25%; desintegración familiar, 0,25%; otros problemas 1.26%. Ver
Gráfico 25.
Gráfico 25
45
Un 72.2%, de los migrantes entrevistados consideró que ha sido mala la actuación de los
gobiernos para tratar de solucionar los problemas de Honduras. Mientras que un 23,6%
les otorgó una calificación de regular y sólo 4,2% dijo que han tenido una buena acción.
Estos resultados obtenidos evidencian y confirman el malestar de los hondureños hacia
quienes han gobernado y gobiernan actualmente el país. Con respecto al panorama que
se tiene de la nación a futuro, las expectativas no son tan alentadoras. Un 52,8 % de los
migrantes encuestados consideró que la situación de Honduras será peor. Un 23,6%
estimó que seguirá igual; un 20,1% consideró que será mejor y un 3,5% dijo no saberlo.
Ver Gráfico 26.
Gráfico 26
Entre las causas principales para salir del país más mencionadas por los migrantes están
las siguientes: bajos salarios, 20,8%; pobreza /desigualdad e inequidad, 20,6%;
desempleo 14,2%; inflación y alto costo de la vida, 9,0%; falta de vivienda, 8,4%; falta
de acceso a la educación, 6,3%; inseguridad y delincuencia,3,2%; pocas facilidades de
crédito, 2,9%; pandillas y violencia, 2,1%; ausencia de programas sociales, 1,6%; baja
productividad e inversión, 1,3%, falta de acceso a la salud, 1,3%; corrupción estatal,
0,8%; desintegración familiar, 0,8%; malos gobernantes y políticos, 0,5%; consumo de
trafico de drogas, 0,3%; falta de servicios básicos (agua, luz, etc.); 0,3%;
ingobernabilidad, 0,3%; no sabe o no respondió; 2,6% y otros (aventura deudas
amenazas de muerte, discriminación, reencuentro familiar, falta de tierra) 2,6%. Ver
Gráfico 27.
Gráfico 27
En general, con todas las cifras antes presentadas queda establecido que son múltiples los
factores que están generando un clima propicio para que la gente opte por emigrar de
Honduras. No obstante, los factores tienen relación directa con los bajos salarios, el alto
costo de la vida, el desempleo, la falta de acceso a salud, educación, y vivienda, asimismo,
el estancamiento económico y la corrupción e incapacidad de los políticos para gobernar.
De tal forma, que los problemas en Honduras más mencionados por los migrantes en cierta
medida son casi iguales y existe coinciden con las motivaciones para abandonar el país.
Entre los tres primeros problemas más señalados e identificados están: desempleo, 17,02%;
bajos salarios 15,5%; inflación y alto costo de la vida, 13,65%. Casi del mismo modo, entre
los problemas que la población considera que más le afectan están: desempleo, 18,69%;
bajos salarios 13,64%; inseguridad y delincuencia, 12,12%, siendo éste ultimo el que hace la
mínima diferencia. Por otra parte, con respecto a lo que pueden considerarse como las
principales tres causales de la emigración a EUA más señaladas por los migrantes están:
bajos salarios, 20,8%; pobreza /desigualdad e inequidad, 20,6%; y desempleo, 14,2%. Si
bien es cierto que algunas causales del migrar no aparecen como principales problemas de
Honduras, en términos generales, existe una correlación entre ambas, ya que tienen que ver
con factores de ingreso, trabajo, precario nivel de vida, limitantes económicas y necesidades
básicas insatisfechas. De acuerdo con varios de los anteriores resultados la migración
hondureña a EUA es un tanto compleja y difícil de concluir a uno o dos factores o causas
46
principales, ya que por una parte la mayoría de los migrantes, 61%, que dejaron el país
aseguran que tenían trabajo, pero consideran que el desempleo es uno de los problemas
principales de Honduras. Contrario a lo que generalmente se tiende a pensar y argumentar,
que casi siempre no existe una correspondencia entre migración y pobreza, aquí en el caso
hondureño encontramos que sí la hay, pues más de la mitad de los migrantes, 60,69%,
procedía de las zonas más pobres del país y mencionaron como segunda causa que los
motivó a dejar sus comunidades la pobreza /desigualdad e inequidad, 20,6%. También existe
una conexión entre precios y salarios, ya que los bajos sueldos y la inflación fueron
considerados problemáticas nacionales que afectan la estabilidad económica de las familias,
pero también, son factores que están impulsando a los hondureños a emigrar. Es necesario
seguir investigando y explorando más al respecto tanto en los países de origen, tránsito y
destino final con el fin de llegar a conclusiones más precisas sobre las causales de la
migración y también así tener una visión amplia y completa de todo el proceso migratorio.
Paralelamente a las causas de la migración internacional también están las consecuencias del
migrar. Son muchas, desde lo personal y familiar hasta lo social, político y económico. No
obstante, en está investigación pondremos mayor énfasis a los derechos humanos y las
políticas migratorias, ya que en la actualidad éstos dos aspectos generan debate,
preocupación e interés por ser estudiados debido a que hay restricciones, arbitrariedades y
diferentes tipos de violencia que acompañan a los migrantes durante su proceso migratorio.
En ese sentido, puede decirse que actualmente son cada vez más las personas que migran o
que desean emigrar, pero también son cada vez más los controles, obstáculos, riesgos y
peligros para tratar de ingresar a ciertos países. En la actualidad existen fuertes intentos de
parte de algunos Estados por controlar los flujos migratorios al extremo de invertir grandes
cantidades de dinero en seguridad fronteriza, pero aún así no han podido detener la
inmigración. En América hasta 1989, quizás con la excepción de EUA, eran muy pocos los
países que habían adoptado medidas legales y acciones de vigilancia para controlar la
inmigración, por el contrario muchos las promovieron o abrieron sus puertas a los
inmigrantes, pero éstas empezaron en cierta medida a incrementarse a partir de 1990 en
distintas naciones latinoamericanas40. Sin embargo, a escala mundial después de los
acontecimientos del 11 de septiembre de 2001 en New York, las políticas migratorias son
aún más restrictivas en diversos países, especialmente en EUA y otros que han sido objetos
de atentados. De hecho, estudiosos de las migraciones como Araujo, 2002; Santibáñez,
2006; Alba 2006, entre otros, han empezado a ponerle atención a esa situación que bajo el
argumento de la seguridad se mezcla la lucha contra el terrorismo y las políticas migratorias.
47
una barda metálica con los restos de material que fue utilizado para las barricadas en la
guerra del Golfo Pérsico. Ese muro férreo salta a la vista y abarca cincuenta kilómetros de la
frontera. También, a partir de esa fecha se ha incrementado la vigilancia en la zona con unos
dos mil 500 agentes de la border patrol, patrulla fronteriza, quienes equipados con censores
de movimiento y energía corporal, visores nocturnos, vehículos y hasta helicópteros vigilan
día y noche esa porción de la línea fronteriza que divide a ambos países. Más recientemente
en 2006 el Senado estadounidense aprobó el proyecto HR 6061 que autoriza la construcción
de un doble muro de 1 mil kilómetros a lo largo de la frontera con México en los estados de
California, Arizona, Nuevo México y Texas. La decisión de construir esa doble barda, que
ya está levantándose, ha generado una serie de reacciones de la comunidad internacional.
También, en Estados Unidos diariamente se desarrolla la detención de migrantes
indocumentados en vecindarios y centros de trabajo como parte de una estrategia en contra
de la inmigración irregular. Miles de personas de diferentes nacionalidades han sido
apresadas, entre ellos cientos de hondureños que al no poder comprobar su legal estancia
inmediatamente se les deporta vía área para Honduras. La acción se le conoce como
“Operación devolución al remitente” inició en mayo de 2006 y hasta febrero de 2007, se
estimaba que agentes federales y de inmigración habían detenido 14 mil inmigrantes que
ingresaron sin documentos42. A todo lo anterior hay que sumar las acciones discriminatorias
y xenofobicas particulares u organizadas mediante algunos grupos como el Minuteman43.
El gobierno mexicano por su parte también desde antes del 2000 instrumenta operativos de
control migratorio a través de un plan estratégico de seguridad para la frontera Sur y que fue
concebido por el Instituto Nacional de Migración órgano técnico desconcentrado de la
Secretaria de Gobernación, que entre sus funciones tiene la tarea de velar por la seguridad
interna del país. El Plan Sur está enfocado principalmente a contener la migración de
indocumentados a Estados Unidos y detener a los participantes y cabecillas de las redes del
tráfico internacional de personas. Es desarrollado por medio de distintas modalidades entre
las cuales destaca reforzar la vigilancia en la frontera de México con Guatemala y Belice,
asimismo, realizar constantes acciones de control migratorio en diversos puntos fronterizos,
carreteras y aeropuertos de los Estados de México, pero con mayor intensidad en Veracruz,
Oaxaca, Tabasco, Chiapas y Quintana Roo. Los operativos migratorios se basan en
inspeccionar minuciosamente todos los documentos de identificación personal y
documentos migratorios de nacionales y extranjeros, asimismo, las características físicas de
las personas. Participan funcionarios del Instituto Nacional de Migración, elementos de la
Policía Federal Preventiva, la recién creada policía fronteriza e indebidamente otros cuerpos
de seguridad como el ejército, la naval, policías locales, municipales y otras autoridades44.
Con la ejecución del Plan Sur también se pretende reducir el índice delictivo de la zona;
prevenir de riesgos y peligros, auxiliar y rescatar a los migrantes a través de los Grupos Beta
48
y desarrollar un Programa de Conducción de migrantes centroamericanos a sus países de
origen45. Este programa a demás de buscar que la expulsión o deportación de los migrantes
sea de manera ordenada, también persigue bajar la reincidencia migratoria en el cruce de la
frontera Sur, y por ende, las posibilidades de reintentar cruzar la frontera Norte. Sin
embargo, los migrantes están muy poco tiempo en sus lugares de origen y vuelven a irse otra
vez con destino a EUA. Son muchos los intentos que una persona puede llegar a
experimentar y si bien es difícil establecer cada cuánto tiempo y cuándo ocurre, en muchas
ocasiones basta simplemente con el hecho de que la persona vuelva adquirir los fondos
económicos mínimos que le permitan nuevamente movilizarse para tratar de llegar a EUA.
Efectivamente bien puede señalarse que las medidas de control migratorio efectuadas en la
frontera Norte por autoridades estadounidenses son reproducidas casi de igual forma o con
mayor intensidad en la frontera Sur por autoridades mexicanas que instrumentan de manera
permanente mecanismos de rechazo de migrantes indocumentados. Esos operativos de
detención y expulsión de extranjeros sorprendidos en condición irregular se incrementan
cada día. En el periodo de enero - diciembre del 2006 el Instituto Nacional de Migración de
México registra que deportó a 232, mil 157 extranjeros, la mayoría procedía de los países
centroamericanos; Guatemala, 99 mil 315 (42.8%); Honduras, 77 mil 730 (33.7%); El
Salvador, 42 mil 282 (16.3%) y Nicaragua, 3 mil 761(1.6%). También hubo deportaciones
de personas originarias de Sudamérica y el Caribe; Ecuador, 1 mil 944 (0.8%); Brasil, 1 mil
688 (0.7%); Perú, 425 (0.2%); Colombia, 386 (0.1%); Belice 265 (0.1%) Venezuela, 231,
(0.1%); Argentina, 143 (0.1%); Bolivia, 114 (0.1%); Republica Dominicana, 144 (0.1%);
Cuba, 1 mil 253 (0.5%) entre otras de las nacionalidades. Además, desde Enero hasta agosto
de 2007 solamente la delegación del INM en Chiapas con la ayuda de distintas instancias
policiales y el apoyo de militares en operativos conjuntos por diversos puntos de tránsito y
la línea del ferrocarril, reporta la detención y deportación de 40 mil 716 personas. También
en las delegaciones del INM de todos los 32 Estados mexicanos desde Enero hasta Agosto
de 2007 hubo un total 53, mil 690 detenciones y expulsiones; de ésta cifra se registra que 13
mil 234 eran migrantes de nacionalidad hondureña; 30 mil 903 de nacionalidad
guatemalteca; 8 mil 192 salvadoreños; y 361 nicaragüenses.
Por otra parte, durante el desarrollo de está investigación mediante entrevistas realizadas a
funcionarios y ex funcionarios del Instituto Nacional de Migración INM se conoció que esa
entidad desde 1996 de forma discrecional maneja una lista con un escalafón de todas las
nacionalidades que están sujetas a permitírsele y no permitírsele el ingreso a México. Esta
situación más que una medida burocrática migratoria de seguridad puede considerarse un
acto de discriminación ya que el ingreso a México en muchos casos no se permite aún y
cuando los ciudadanos de ciertos países tengan una visa de turistas haciéndose efectivo un
rechazo. El obtener una visa de ingreso y tránsito por México es cada vez más difícil ya que
los consulados mexicanos en el exterior también tienen conocimiento de la lista y
discrecionalmente siguen las instrucciones al respecto pidiéndole al solicitante del permiso
muchos requisitos o bien negándosele la visa sin darle ninguna explicación. El filtro
migratorio está contemplado en las categorías siguientes: Grupo I. Estas nacionalidades para
ingresar a México requieren un permiso previo de internación el cual tiene que ser tramitado
en México ante un comité de diversos funcionarios mismos que deciden sobre la aprobación
o no del ingreso de la persona que lo solicita. De América Latina figuran Colombia, Cuba y
Haití; de Medio Oriente, Jordania, Irak e Irán; de África, Somalia, Túnez, Yemen; y de
49
Oriente, Hong Kong, China, Corea del Norte, Vietnam e India entre otros. Grupo II. Esta
nacionalidad para ingresar a México requiere de una visa consular que debe ser tramitada
desde el país de origen ante la representación diplomática de México. Se haya en este grupo
Bolivia, Brasil, Ecuador, Perú, Honduras Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Panamá y
Paraguay entre otros. Grupo III. Esta nacionalidad para ingresar a México solamente tiene
que mostrar su pasaporte vigente. Incluye a EUA, Comunidad Europea, Países Bajos,
Venezolanos y Argentinos entre otras nacionalidades. Cabe señalar que estos dos últimos
países posiblemente sean objeto de un nuevo tratamiento migratorio en los próximos meses.
Las categorías Grupo I, Grupo II y Grupo III que aquí se citan también aparecieron en el
Diario Oficial de la Federación el 15 de diciembre de 1999 y el 11 de diciembre de 2000,
pero el directorio de países que integran cada categoría no es de carácter público. No
obstante, mediante el sistema de solicitudes de información del Instituto Federal de Acceso a
la Información Pública, se solicitó al INM el listado de las nacionalidades o países que se
encuentran clasificados dentro de los tres Grupos, pero el Comité de Información del
Instituto Nacional de Migración, resolvió negar el acceso a la información solicitada
argumentando que “ (...) dicha información ha sido clasificada como Reservada por un
periodo de doce años dentro del rubro temático documentos que contienen criterios,
lineamientos y dictámenes para resolver trámites de internación, estancia y salida de
extranjeros (...). También en la resolución el INM considera que el hacer publica esa
información podría “(...) menoscabar la conducción de las negociaciones, poner en peligro
las acciones encaminadas al arreglo directo o consecución de acuerdos del Estado Mexicano
con algún otro sujeto o sujetos de derecho internacional (...)” Asimismo, estima que (...) el
proporcionar información de este tipo a los particulares puede entorpecer las operaciones de
control migratorio y menoscabar la conducción de las negociaciones o bien, las relaciones
internacionales, toda vez que se establecen diversos criterios y requisitos para resolver
trámites de internación, estancia y salida de extranjeros de acuerdo a su nacionalidad (...)
(SISI/2007). Ante tal respuesta, se presentó un recurso de revisión para tratar de obtener la
información, y sé esta a la espera de otro dictamen que podría ser o no favorable en apego a
la solicitud hecha ante el INM, y que hasta terminada está investigación no se tiene aún
informes sobre la resolución y tendrá que seguirse dando un seguimiento posteriormente46.
En base a lo anteriormente expuesto, bien se puede decir que la política migratoria mexicana
de solidaridad y de puertas abiertas, que en el pasado benefició a ciudadanos españoles,
argentinos, chilenos, cubanos y centroamericanos, durante gobiernos dictatoriales, guerras
civiles y persecución política, en la actualidad ya no está vigente. La nueva política
migratoria mexicana bien puede ser calificada de puertas semicerradas o de contención.
Hay evidencias de que México ha venido adoptando políticas de inmigración similares a las
que tiene Estados Unidos en los últimos años. Las acciones se desarrollan bajo una política
de común acuerdo que no se encuentra escrita oficialmente en un tratado bilateral entre
ambos países, pero es reconocida al interior de círculos políticos y diplomáticos. Por tal
situación, México ha sido objeto de calificativos despectivos fuertes que han sido
expresados por sus mismos representantes diplomáticos y algunas contrapartes de algunos
otros países en respuesta al maltrato que reciben en territorio mexicano los migrantes47. En
ese sentido, la relación de México con el resto de países latinoamericanos en el plano de la
migración no es tan armónica y congruente como debería serlo, a pesar de la vigencia de
50
acuerdos bilaterales migratorios que tienen buena intención pero no son nada efectivos. Un
ejemplo es el Convenio entre Honduras y México que establece reciprocidad en la
exoneración del pago de la visa; éste resulta ser un acuerdo que dejó de tener sentido ante el
trato desigual que existe ya que casi sólo se extienden permisos por una de las partes.
También existían acuerdos con otros países en el que los ciudadanos no requerían visa para
viajar a México y viceversa, pero en algunos casos fue cancelado y se incrementó los
requisitos para la obtención de la visa, tal y como sucedió en la pasada administración de
Vicente Fox Quezada (2000-2006) cuando el gobierno mexicano decidió finalizar el
Convenio de Supresión de Visas con Ecuador que ambos países tenían desde 1969. La
reacción del gobierno ecuatoriano ante la imposición de una visa de alta seguridad fue que el
trato sería en iguales términos para todos los mexicanos que quisieran ingresar a Ecuador.
Algunos países como Bolivia y Ecuador han realizado cambios en su política migratoria
como respuesta y defensa a las restricciones que México, España y EUA entre otros, les han
venido imponiendo a sus ciudadanos en los últimos años. También recientemente el
gobierno de Bolivia determinó que todo estadounidense que desee ingresar a su territorio
deberá solicitar una visa48. La respuesta de unos países ha sido enérgica y en otros casos se
ha limitado a una declaración o una carta de protesta a través de los canales diplomáticos.
En resumen, las políticas migratorias y el contexto migratorio son cambiantes, por un lado
hay medidas más restrictivas y el surgimiento de acciones extremas y racistas, pero por otro
lado, también son impresionantes los actos de protesta a las mismas y el reclamo de la
población migrante. En EUA pudo apreciarse en los meses de marzo, abril y mayo de 2006
cuando en un hecho histórico sin precedentes millones de inmigrantes salieron a las calles
para reclamar por sus derechos y en muchos casos se sumaron empleadores y empresarios
estadounidenses quienes consideran que sus negocios o empresas no funcionarían sin la
mano de obra migrante. Sin embargo, esas acciones de protesta pacífica masificada no se
hicieron sentir de igual forma en los países de origen como una muestra de solidaridad. En
algunos países el tema migratorio ha tomado mucha importancia al grado de pasar a ser un
tema prioritario en la agenda de los gobiernos. En México durante los últimos años se le ha
dado una vital importancia a la problemática migratoria y la postura de los gobiernos ha
estado encaminada a calificar como “héroes” a los migrantes mexicanos, defender sus
derechos humanos en el exterior y tratar de llegar a un acuerdo migratorio con EUA. Por el
contrario, en Honduras el gobierno hace manifiesto un menosprecio hacia los migrantes
hondureños al señalarlos como la causa del incremento de los índices de delincuencia e
inseguridad y no se reconoce la contribución que realizan a la economía con el aporte en
remesas49. Esto en el caso de Honduras sólo confirma que tanto en el ámbito gubernamental
como de otros sectores de la sociedad, no se tiene la mínima conciencia y conocimiento de
la problemática y el fenómeno de la emigración de los hondureños a EUA. En las instancias
gubernamentales el desinterés e ignorancia es tanto explicito como velado, y durante los
últimos gobiernos es evidente la falta de una política exterior que incluya la temática
migratoria como un punto prioritario y congruente con los intereses del país. También cabe
destacar que el actual gobierno de México ha venido manejando la idea de hacer un frente
común con los países de Centro América para rechazar la construcción de un muro y las
medidas de seguridad aplicadas por Estados Unidos en la frontera Norte, pero no existe un
cambio en las acciones de control migratorio de la frontera Sur de México, por el contrario,
tienden a incrementarse y recientemente ya empezó a operar una nueva policía fronteriza50.
51
Los riesgos de los migrantes hondureños entre fronteras y rutas de tránsito hacia EUA
En ese sentido, para tener una idea del flujo migratorio indocumentado en transito por
México y con destino hacia EUA puede mencionarse que 47,9% de los migrantes
hondureños encuestados aseguró que sí era la primera vez que se encontraba transitando por
tierras mexicanas rumbo a Estados Unidos, pero más de la mitad, el 52.1% sostuvo que no
era la primera vez en tránsito por México, y de éstos la mayoría el 95.95% ya había estado
dos, tres, cuatro y más veces, como se puede apreciar en las gráficas 28 y 29. También de
acuerdo con los resultados de la encuesta aplicada a los migrantes hondureños, 63% dijo que
cruzaría la frontera de EUA con la ayuda de un coyote; 23%, sin la ayuda de nadie; 8%, con
la ayuda de un familiar o amigo; 2%, con la ayuda de un guía y 4% dijo aún no saberlo. Por
otra parte, 49, 3% de los migrantes encuestados afirmó que desde México para “cruzar al
otro lado” necesitaría pagar entre 1 mil y 2 mil dólares; 40.3% entre 2 mil y 3 mil dólares y
más; solamente 10.4%, manifestó no saber cuánto dinero iba necesitar. Ver gráficas 30 y 31.
Además de las formas también han cambiado las rutas tanto para ingresar como para
desplazarse. Hoy son muchas más las zonas porosas del territorio mexicano y
estadounidense. En alguna época (1960-1994) llegar a la frontera Noroeste constituyó una
de las antiguas rutas utilizada por hondureños y otros centroamericanos que pretendían
ingresar a suelo norteamericano con o sin una respectiva documentación. Durante esos años
el ingreso a México era vía terrestre por Tapachula, Chiapas, o aérea por México, Distrito
Federal, continuando de igual forma hasta Tijuana, Baja California Norte. Después se
trataba de cruzar la frontera de San Diego para dispersarse en Los Ángeles, California, y
posteriormente los migrantes se iban a otros Estados donde tenían familiares y amigos. No
es accidental el hecho que en la actualidad una gran parte de la población extranjera que
vive en Los Ángeles en su mayoría sea de origen mexicano, salvadoreño, hondureño entre
otros52. Actualmente, las barreras a la migración, el incremento de controles y aumento de
medidas de seguridad no sólo han generado un incremento de la migración indocumentada
52
sino que también han obligado a la búsqueda de nueva rutas y los migrantes han empezado a
desplazarse hacia la frontera Noreste, siendo así como hoy los Estados mexicanos de Nuevo
León, Coahuila y Tamaulipas, adquieren importancia en la trayectoria y cruce hacia EUA.
Las nuevas rutas para cruzar las fronteras Sur y Norte fueron en cierta medida confirmadas
por los migrantes hondureños. 58,7% de los entrevistados aseguró que ingreso por el Estado
de Tabasco; 33,6% por Chiapas; 0,7% por Quintana Roo, y 7% dijo no saberlo. En cuanto a
la frontera por donde intentaría cruzar a EUA, 53,2% por Nuevo Laredo (Tamaulipas); 24,5
por Reynosa (Tamaulipas); 13,8% por Piedras Negras (Coahuila); 6,4% por Matamoros
(Tamaulipas); 1,1% por Miguel Alemán (Tamaulipas) y 1,1% por Nogales (Sonora)
respectivamente, como se puede apreciar en las gráficas 32, 33 y más descriptivamente en el
mapa 4.
Gráficas 32 y 33
Mapa 4
Para los migrantes hondureños y centroamericanos que se dirigen al Norte el primer objetivo
es poder llegar hasta el río Suchiate que separa a Guatemala de México. Las personas
originarias de Honduras, El Salvador, Nicaragua y Guatemala pueden transitar con libertad
por éstos países mediante un acuerdo denominado CA4. El segundo objetivo es cruzar al
lado mexicano y transitar aproximadamente entre 2 y 3 mil kilómetros y poder llegar a
distintos puntos fronterizos que hay entre México y EUA. El tercer objetivo es pasar al lado
norteamericano y trasladarse al destino final para conseguir un trabajo o bien reencontrarse
con amigos o familiares que brindan apoyo mientras no se tiene un empleo. Esta resumida
descripción de propósitos y trayectorias no es nada fácil hacerla efectiva de manera práctica;
es allí donde está el problema, ya que no todos los migrantes pueden lograrlo, especialmente
los niños y las mujeres, que resultan ser más vulnerables que los hombres, aunque ya una
vez en el camino todos los migrantes sin excepción corren los mismos riesgos y peligros.
Después de cruzar la frontera Sur y una vez en territorio mexicano la mayoría de los
migrantes deciden no continuar por la vía carretera, pues es donde hay muchos retenes de
policías, militares y agentes de migración. Empiezan el recorrido por senderos, cerros y
montañas para evadir la vigilancia migratoria. En el camino los migrantes primerizos se
53
juntan con otros que por su segundo o tercer intento ya conocen las rutas y saben ubicarse
mejor, algunos van orientándose preguntándole a la gente y otros lo hacen solitariamente
para no despertar ninguna sospecha, ya que las persecuciones y controles son constantes.
61.8% de los hondureños encuestados dijo ir acompañado y 38.2% dijo no estar
acompañado. 58% salió de su país en compañía de amigos; 18.2%, en compañía de primos;
13.6%, acompañado de hermanos; 4.5%, acompañado de tíos; 3.4%, en compañía de sus
cónyuges y 2.3% estaba acompañado de otros parientes. Ver gráficas 34 y 35.
Gráficas 34 y 35
Una vez internados en territorio mexicano los migrantes toman distintas rutas. Una que más
utilizan los migrantes hondureños y centroamericanos en condición irregular está en Chiapas
a unos 210 kilómetros de la frontera, se tienen que caminar largas distancias para rodear
garitas, atravesar cerros y montañas y selvas de las cuales es difícil salir. No es fácil llegar
hasta el pueblo de Arriaga. Es allí donde pasan los trenes de carga que llevan productos,
químicos e insumos hacia los distintos Estados de México y hasta la frontera Norte. El
Ferrocarril Mexicano de carga es uno de los medios de transportación más utilizado por los
migrantes hondureños y centroamericanos que intentan llegar de forma indocumentada a
Estados Unidos53. El tren no tiene costo, se avanza más rápido que ir caminando pero
también es el medio menos seguro. Los migrantes una vez que localizan las vías férreas
libres de policías y agentes de migración esperan escondidos entre la maleza el paso de la
maquina. Luego salen al paso y corren a la par de los vagones en movimiento para colgarse
de las escalerillas del ferrocarril, muchos lo logran, otros se tropiezan y caen, pero con la
misma se levantan y lo intentan de nuevo. Algunos son succionados por el aire que generan
las ruedas de hierro al girar a toda velocidad. Así es como pierden un brazo, las piernas o la
vida. En el albergue Jesús El Buen Pastor en Chiapas brindan atención a migrantes
mutilados por el tren y según estadísticas del refugio cada mes reciben un promedio de 10
accidentados siendo la mayoría hondureños. Lo anterior, ciertamente constituye un
indicador con respecto al origen y volumen del flujo migratorio centroamericano a EUA54.
Con respecto al medio de transporte utilizado durante su tránsito por México y con destino a
EUA, 59,7% de los hondureños sostuvo que había utilizado el tren. 36,8 % había hecho el
recorrido caminando, en autobús y tren; y sólo 3,5% en autobús, como se puede apreciar en
la gráfica 36. También los migrantes hondureños generalmente transitan por territorio
mexicano sin tener el equipo y la información básica. El desconocimiento y la falta de
información puede ser letal para quienes no tienen la mínima idea de lo significa el trayecto
de Sur a Norte. México es grandísimo y diverso tanto en lo geográfico, lo cultural como en
lo climático. Hay regiones desérticas, fértiles y selváticas, asimismo, zonas frías hasta el
extremo de la congelación y otras que alcanzan 50 grados bajo la sombra. Toda esa
diversidad y más deben afrontar los migrantes que durante el recorrido no saben a dónde
están los pueblos, mucho menos tienen idea de los peligros y las contingencias. Un 77,8%
de los hondureños entrevistados dijo que antes de salir de su país con destino a EUA no
tenía conocimiento sobre los riesgos y peligros; sólo 22,2% contestó que sí tenía cierta
información al respecto. Con relación a cómo o por qué medio se enteraron de esas
circunstancias peligrosas, 72,9% dijo que por experiencia propia; 22,2%, por familiares y
amigos; y 4,9%, por medios de comunicación, tal y como aprecia en las gráficas 37 y 38.
54
Gráficas 36, 37 y 38
Mapa 5
Por otra parte, cabe señalar que los migrantes también reciben ayuda de diferentes grupos,
organizaciones o personas particulares, pero no de la embajada y consulados de Honduras.
Es impresionante y admirable el trabajo humanitario que realizan las casas de migrantes en
México que funcionan como una red de protección y apoyo en distintos lugares
constituyéndose casi en un salvoconducto de Sur a Norte. Las casas albergue en su mayoría
han sido fundadas y organizadas por sacerdotes, misioneros y monjas de la iglesia católica.
Funcionan con el apoyo económico y donaciones que reciben de sus mismas órdenes
religiosas y de particulares. Del mismo modo cuentan con el auxilio de personal voluntario
para las tareas de limpieza, enseñanza, salud, alimentación y orden entre otras. Actualmente
son un refugio temporal para los migrantes, pero tampoco están exentas de una serie de
irregularidades difíciles de controlar como el tráfico internacional de personas y la
explotación laboral de los mismos migrantes indocumentados. De los hondureños
encuestados más de la mitad 84, 1% dijo haber recibido apoyo de las casas de migrantes y
ciudadanos mexicanos; 9,3% de los compañeros de viaje; 6,6% de otros entre los que
figuran el grupo Beta, parroquias, cruz roja, hospitales y cuerpos de rescate. Ver gráficas
43y 44.
Gráficas 43 y 44
Ciertamente los riegos y peligros que enfrentar los migrantes hondureños indocumentados
en su aspiración de querer llegar hasta EUA son ilimitados al extremo de perder la vida.
Quizás lo más difícil está en ciertas rutas de tránsito que se escogen para evadir el control
migratorio. Es allí donde muchos son victimas de robo, extorsión, secuestro, golpes,
prostitución involuntaria e incluso hasta homicidios por parte de autoridades y civiles55.
También es necesario mencionar que además del trágico hecho que muchos hondureños
quedan lisiados o han muerto también otros están desaparecidos siendo su paradero incierto
y mínima la documentación al respecto56. De acuerdo con un estudio realizado sobre la base
55
de 258 expedientes de migrantes reportados como desaparecidos por sus familiares en
Honduras, ante la Secretaría de Relaciones Exteriores revela que 74% desapareció en
México; 23% en Estados Unidos y 3% en otros países como Belice y Guatemala (Recinos,
2003)..
De acuerdo con el Derecho Internacional todos los Estados tienen la potestad de proteger,
cuidar y hacerse cargo de sus fronteras basados en el principio de la soberanía nacional y es
así como a través de su legislación interna deciden quiénes son nacionales y extranjeros.
Frente a ese juicio, por otro lado, está el que todas las personas independientemente de su
condición como ciudadanos nacionales o extranjeros de un país tienen derechos humanos
fundamentales que ninguna legislación nacional interna debería llegar a privar. Uno de esos
derechos es precisamente el derecho a migrar, contemplado en el artículo 13 de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos: “Toda persona tiene derecho a circular
libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado (...) tiene derecho a salir de
cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país”. De tal forma, que bien puede
decirse que actualmente existe una incoherencia entre el derecho de toda persona a emigrar,
pero no de todos los Estados a garantizarle o permitirle ingresar o transitar por su territorio.
En contrapartida a lo anterior, autores sostienen que el principal derecho que poseen las
personas es el derecho a no migrar considerándolo como fundamental y remitiéndonos
nuevamente a la concepción universal de los derechos humanos. Tienen derecho “(...) a
permanecer en el lugar donde habitan y desarrollar su vida económica y social, sin
necesidad de trasladarse a otra parte para mantener una sobrevivencia digna” (Marmora,
2002:111). Ciertamente, normativas internacionales y nacionales señalan que los Estados
deben garantizar a los habitantes de los países en general el goce de derechos sociales entre
los que están el trabajo, la educación, la salud etc., pero en la práctica no siempre se
cumplen y pasan a constituirse en las causas de la emigración, tal y como fue señalado por
los migrantes hondureños y quedó demostrado en el tercer capítulo de esta investigación.
56
Cuadro 10
En ese sentido, siguiendo a Bustamante, bien puede advertirse que las acciones de violencia
en contra de los migrantes y su exclusión se origina por la diferenciación entre nacionales y
extranjeros que hacen los Estados argumentando el derecho a proteger la soberanía nacional.
Según Bustamante esa diferencia, entre nacionales y extranjeros, en el plano de las
relaciones sociales con los individuos o las instituciones en ciertos casos se convierte en una
desigualdad de poder. “Si asumimos que detrás de toda discriminación hay implícito el
establecimiento previo de una desigualdad social, en la distinción constitucional entre
nacionales y extranjeros hay implícito el establecimiento de una asimetría de poder entre
nacionales y extranjeros. Tal asimetría es concomitante a una condición de vulnerabilidad
como sujeto de derechos humanos, de quien queda en la parte de menos poder en el
establecimiento de tal asimetría” (Bustamante, 2002: 168-177). Para Bustamante lo que él
denomina como “la dialéctica de la vulnerabilidad de los migrantes internacionales” en
gran parte se produce cuando los Estados hacen una distinción constitucional entre
nacionales y extranjeros ya que existe una desigualdad de poder entre ambos; dominación
por un lado y subordinación por el otro, y éstas relaciones asimétricas en algunos casos
llevan a que se origine la violación de sus derechos humanos y una situación de impunidad.
Y lo ilustra con la falta de correspondencia de principios jurídicos entre la política
migratoria desarrollada por EUA que mediante un programa para controlar sus fronteras da
como resultado la muerte de migrantes, pero con la suscripción de tratados internacionales
por parte del Gobierno norteamericano lo comprometen a respetar los derechos humanos57.
En ese sentido, señala que sobre la base de los principios de la Declaración Universal de los
Derechos del Hombre, Estados Unidos violenta los derechos humanos de los migrantes, ya
que estaría (...) colocándose entonces en una situación de contradicción entre su derecho
soberano a controlar sus fronteras y a decidir su política de inmigración, por una parte, y por
la otra, a romper el cumplimiento de la obligación contraída internacionalmente (...) (ibid).
57
La intervención de múltiples autoridades e instancias que a veces no están capacitadas
adecuadamente en materia migratoria conlleva a que durante la ejecución de ciertas acciones
se vulneren las garantías individuales de las personas que migran y su derecho a un debido
proceso, asimismo, induce a que haya un ambiente favorable a la corrupción y la impunidad.
Según lo establecido en la Ley General de Población son los funcionarios del Instituto
Nacional de Migración y la Policía Federal Preventiva, quienes exclusivamente están
autorizados para hacer un requerimiento de la documentación y detenciones de los migrantes
que se encuentren en situación irregular o indocumentada en territorio mexicano. No
obstante, en la práctica no ocurre de esa forma y son autoridades de diversas corporaciones
municipales, estatales y federales que participan en los aseguramientos como le llaman en
México a la detención de un migrante. Esa situación ha generado cierto malestar entre
algunos gobiernos de Centro América que consideran que México tiene todo el derecho de
controlar y vigilar sus fronteras y territorio, pero también deben respetarse los derechos
humanos de los migrantes, y han solicitado que se ponga atención a las formas cómo actúan
los cuerpos policíacos. Esto también ha sido objeto de algunas observaciones por parte de
los organismos de derechos humanos internacionales al igual que comisiones nacionales58.
Mapa 6
58
Ciertamente en la mayoría de agresiones y acciones delictivas contra los migrantes
participan distintas autoridades y servidores públicos contraviniendo lo dispuesto en las
leyes nacionales e internacionales. Por otra parte, también cabe señalar que existen una serie
de inconsistencias y contradicciones jurídicas que se presentan ante lo obsoleto de las leyes
y esos vacíos permiten asideros que exceden lo establecido en el derecho internacional.
Fallas como un debido proceso apegado a la filosofía de la justicia y establecidos en
procedimientos normativos claros y precisos es muy común que a veces no se cumplan
porque no están contemplados en la Ley General de Población de México que data de 1975,
que con todo y sus reformas es una Ley que aún no se ajusta a la realidad migratoria actual.
59
o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y
motive la causa legal del procedimiento. (...) La investigación y persecución de los delitos
incumbe al Ministerio Público (...) la aplicación de sanciones por las infracciones de los
reglamentos gubernativos y de policía, las que únicamente consistirán en multa o arresto
hasta por treinta y seis horas (...) Todo hombre tiene derecho para entrar en la República,
salir de ella, viajar por su territorio y mudar de residencia, sin necesidad de carta de
seguridad, pasaporte, salvoconducto u otros requisitos semejantes (...)”. La Ley de
Población y su reglamento no tienen concordancia con los artículos de la Constitución
anteriormente citados y un ejemplo es la temporalidad del aseguramiento o la detención a la
que son sometidos los migrantes indocumentados en las distintas estaciones migratorias60.
El procedimiento migratorio mexicano termina con la deportación, pero a veces ocurre que
no se agiliza la trasportación de los migrantes hondureños, salvadoreños y nicaragüenses a
sus países por falta de los recursos. Al no agilizarse la devolución las estaciones migratorias
tienden a llenarse y de acuerdo con observaciones de organismos de derechos humanos en
muchos casos éstas no cumplen con los requisitos sanitarios y de respeto de los derechos
humanos. Las normas referentes al proceso migratorio no siempre se cumple de forma
sistemática, como debiera ser, y a veces, la detención, traslado y expulsión de migrantes no
se efectúa de la forma adecuada y rápida por múltiples razones algunas ya expuestas. Se han
dado casos especialmente de mujeres indocumentadas que son detenidas por las autoridades
pero no se procede a su deportación sino que son trasladadas a casas particulares donde son
objeto de abusos. Las arbitrariedades contra los migrantes centroamericanos por parte de
autoridades y civiles también constan en informes de la Comisión Nacional de Derechos
Humanos CNDH y de organismos internacionales de derechos humanos que durante sus
inspecciones han sido comprobadas teniéndose que emitir una serie de recomendaciones61.
En una apretada síntesis puede decirse que los migrantes hondureños para tratar de alcanzar
el sueño americano tienen que librar una serie de obstáculos que empiezan desde que
abandonan sus hogares. No es nada fácil, dejar la tierra natal y la familia para trasladarse a
un país extraño, de forma indocumentada, sin recursos, con la única expectativa de
conseguir un trabajo y poder salir adelante. Ciertamente se requiere de mucho valor, pero en
algunos casos no basta tener una buena dosis de esperanza y valentía, ya que a veces las
ganas de alcanzar una mejor prosperidad resultan ser insuficientes frente a los peligros y
riesgos que deberán enfrentarse en el camino. Los migrantes son perseguidos, encarcelados,
asaltados, extorsionados, golpeados, humillados y hasta asesinados. Las atrocidades que se
comenten en su contra por autoridades y civiles forman parte de una violación sistemática de
los derechos humanos. El escenario es trágico tanto un la frontera Sur como en distintos
lugares del territorio mexicano y también en la frontera Norte. Cada día mueren más
mexicanos y centroamericanos. El tránsito y el cruce tienden a ser más complicados al
incrementarse las medidas de vigilancia y volverse más estrictas las políticas migratorias
mexicanas y estadounidenses. Esto lleva a que las personas escojan rutas cada vez más
peligrosas. Quizás las cifras de los fallecidos y desaparecidos ya son iguales de inciertas que
las de la misma migración en general. Son centenares los migrantes que han muerto en el
intento de llegar y cruzar a Estados Unidos y otros centenares más no están desaparecidos.
60
Propuesta ejecutiva de políticas públicas gubernamental: La Oficina de Atención Integral al Migrante
Entre los objetivos de la presente investigación está el plantear una propuesta ejecutiva de
políticas públicas en materia migratoria para Honduras. El propósito surge a raíz de que
tanto en el ámbito del gobierno central y como del municipal aún no existe una política
pública gubernamental encaminada específicamente a lo siguiente: brindar atención a los
migrantes hondureños; estudiar la migración en general y desarrollar una estrategia de apoyo
a proyectos productivos con las remesas que ingresan anualmente al país. La pretensión es
que a futuro puedan llevarse a cabo esas tres acciones concretas ya señaladas,
fundamentalmente si reconsideramos lo expuesto al principio del trabajo con respecto al
poco desarrollo de análisis, estudios y diseño de políticas públicas en la materia migratoria.
La migración internacional aún y con lo complicado que es, no puede vérsele como una
problemática confusa y sin solución,por el contrario,es necesario observar el fenómeno de
manera integral para tratar de alcanzar un ordenamiento y una conciliación entre todos los
actores y los países involucrados en la dinámica de la movilidad humana. En ese sentido es
conveniente preguntarnos ¿Cuál sería el medio más adecuado para atender a los migrantes
hondureños con destino hacia EUA? ¿Qué mecanismo podrían implementarse para atender a
los migrantes hondureños y sus familiares? ¿Cómo podrían reducirse las muertes de los
migrantes y otros accidentes en el proceso migratorio? ¿Cuáles serán las repercusiones de no
atenderse? ¿De qué forma se podría alcanzar un punto armónico que beneficie a los lugares
de origen y destino, asimismo, a los actores involucrados en la dinámica migratoria? La
búsqueda de respuestas a estas interrogantes pueden encaminarnos al planteamiento de
políticas públicas gubernamentales que brinden atención y servicios a los familiares de los
migrantes y a los hondureños que emigran en busca de oportunidades a EUA y otros países.
Con los resultados de la encuesta y otra información obtenida en el presente estudio además
de alcanzarse un conocimiento sobre las causas y las consecuencias sociales, económicas y
humanas del migrar, también pueden formularse algunas ideas sencillas y concretas de
políticas públicas migratorias; básicamente si las asumimos como una construcción social y
no como actos administrativos emanados de un poder central que identifica necesidades.
Así en el caso particular de Honduras las políticas públicas deberán ser entendidas como
productos sociales elaborados al interior de un determinado contexto social y de una
estructura de poder. Siendo de esta manera las políticas públicas migratorias un instrumento
de comunicación, enlace y mediación del Estado, pero también un instrumento de
intervención permitiéndole ejercer funciones y la realización de programas y proyectos.
Estudiosos consideran que las políticas públicas son todos aquellos lineamientos Estatales
que se concretan a través de distintos programas públicos diseñados e implementados por un
Gobierno y que se construyen sobre algunos temas y necesidades específicas como salud,
educación, trabajo y migración. Además, las políticas públicas pueden perseguir intereses
61
de clase, genero, raza, etnia, geográficos, económicos, sociales, políticos e internacionales
(Guzmán y Salazar, 1992). También está la propuesta de autores que postulan que cada
política pública es “una hipótesis con condiciones iniciales y consecuencias predichas. Si se
hace X en el momento t1 entonces Y resultará en el momento t2” (Pressman y Wildavski,
1973). Ciertamente, nos exponen una visión un tanto delimitada de la realidad, de las
necesidades sociales, de los problemas y las maneras en que deben ser tratados y resueltos.
Desde esa perspectiva, las políticas públicas migratorias pueden ser un instrumento
fundamental para que exista comunicación, dialogo y debate entre los distintos sectores de la
sociedad hondureña a fin de promover y dirigir ciertos cambios en el comportamiento de los
migrantes y sus familiares, igualmente, en las actuaciones de algunos servidores públicos. Si
tomamos en consideración de que el ciclo de las políticas públicas comprende
primordialmente tres fases: la formulación, la implementación y la evaluación, aquí por
limitantes de espacio sólo plantearemos lo que es la formulación de una propuesta ejecutiva
que a futuro podría desarrollarse e instrumentarse en todas sus etapas como un modelo de
políticas públicas en materia de migración para el caso de Honduras u otro país muy similar.
62
Esquema 1
Los anteriores objetivos específicos serían alcanzados por la Oficina de Atención Integral al
Migrante mediante la prestación de servicios y el desarrollo de actividades y proyectos entre
los que podrían estar los siguientes:
a) Brindar atención e información a los migrantes hondureños que desean una oportunidad
de trabajo temporal documentado en los Estados Unidos, Canadá y otros países, con
respecto a requisitos, derechos y obligaciones para la estancia laboral en el exterior.
b) Concientizar y orientar a la población en general sobre los riesgos a que se exponen los
migrantes que pretenden realizar un traslado indocumentado a Estados Unidos y otros
países, asimismo, difundir entre los migrante información relacionada con los riesgos y
peligros que puede enfrentar una persona que transite de forma indocumentada por México.
c) Asistir a los familiares de los migrantes hondureños sobre los servicios que se prestan a
través de los consulados de Honduras en el exterior con respecto a la protección consular.
g) Desarrollar canales de comunicación entre los migrantes con sus familias en los lugares
de origen a través de la nueva tecnología de información (Internet y telefonía entre otros)
63
Es conveniente subrayar que los objetivos, actividades y proyectos que aquí se plantean y
que podrían llegar a desarrollarse por La Oficina de Atención Integral al Migrante adquieren
mayor valides y respaldo con algunos de los resultados obtenidos por medio de la encuesta
aplicada a los migrantes hondureños que transitan por México con destino a Estados Unidos.
Gráficas 50 y 51
Por otra parte, también podría ser factible el objetivo de impulsar estrategias orientadas a la
promoción del desarrollo de proyectos productivos en las comunidades a través de un
programa piloto para brindar asesoría en la ejecución de proyectos con fondos producto de
las remesas ya de acuerdo con lo manifestado por los migrantes entrevistados una gran parte
de los recursos que ganen trabajando en el exterior serán enviados a sus familiares en
Honduras con el propósito de que sean utilizados en la alimentación y cubrir necesidades
básicas insatisfechas, pero una parte de ese capital se destinará a rubros como la inversión y
el ahorro, siendo éstos dos lo que perfectamente pueden ser encauzados a la ejecución de
planes de inversión que podrían llegar a generar fuentes de trabajo en sus respectivas
comunidades. Con respecto a las cantidades mensuales que los migrantes piensan mandar a
sus familiares en Honduras una vez que estén trabajando en EUA el 69.5% dijo que entre 1
mil 499 dólares hasta 500 ó menos; 11.9% sostuvo que entre 1 mil 500 dólares hasta dos mil
500 ó más; y 18.8% de los migrantes dijo no saber con certeza cuánto enviaría a sus
parientes. Los migrantes esperan que un 27.7% de los fondos se destine para la
alimentación; 14.2% al ahorro; 13.2% a la compra de vivienda; 9.5% a la educación; 8.7%
al vestuario; 7.7% a mejoras de la vivienda; 4.5% a inversión en el campo; 2.6% al
establecimiento de un negocio; 2.1% a pagar deudas y 4.7% a otros. Ver gráficas 52 y 53.
Gráficas 52 y 53
64
Conclusiones y recomendaciones finales
La migración de los hondureños a Estados Unidos ha sido una constante a través del tiempo
y su origen puede ubicarse de forma más certera desde hace más de un siglo, pero está claro
que es en las últimas décadas cuando más se ha venido intensificando considerablemente.
En la emigración hondureña pueden observarse patrones de continuidad e incremento, pero
no de estabilidad y están relacionados con procesos migratorios que ocurrieron en distintas
épocas. Ciertamente, Honduras también ha venido experimentando una serie de cambios
políticos, económicos, sociales y naturales de difícil predicción; todos en su conjunto han
incidido en el movimiento de la población durante el transcurso de los últimos años. Esa
cambiante realidad hace al país un interesante pero a la vez complicado objeto de estudio.
65
falta de vivienda y la falta de acceso a la educación, etc., constituyen actualmente los
factores principales que inciden para que los hondureños migren cada vez más a EUA.
En general, las cifras analizadas ponen en manifiesto que es durante los últimos 16 años en
distintos gobiernos que el fenómeno ha mostrado una alza incontenible y nos lleva a inferir
que los hondureños están huyendo del país. A pesar de que son múltiples las razones no hay
duda que las que están generando un clima propicio para que la gente migre, tienen relación
directa con el factor salarial y laboral, asimismo, con el estancamiento económico, la
corrupción e incapacidad de los políticos para gobernar. A diferencia del pasado la actual
emigración puede ser calificada como un éxodo de la pobreza porque en muchas
comunidades las familias ya no pueden subsistir ni con los cultivos, la crianza de los
animales, el comercio informal y actividades laborales que en épocas pasadas si era posible.
Una característica de llama la atención de los migrantes hondureños es el hecho de que está
población, según los resultados del estudio, no tiene un interés por residir de forma
permanente en EUA y que esta dispuesta a trabajar temporalmente con una visa de trabajo,
pero ante la restrictiva política migratoria tienen que migrar de forma irregular y así también
prolongar por más tiempo su estancia en Estados Unidos. Los migrantes aseguran estar
dispuestos a migrar de forma temporal y documentada para evitar diferentes tipos de riesgos
y peligros durante el proceso migratorio empezando por la posibilidad de ser deportados,
hasta la posibilidad de ser asaltados y extorsionados e incluso perder la vida en un tren de
carga. Es necesario el planteamiento y la formulación de políticas y acuerdos migratorios
con EUA y otros países. En consecuencia, es importante que los países asuman sus
obligaciones y responsabilidades permitiendo el buen funcionamiento de esa relación de
trabajo - mercado laboral ya existente, pero en mejores condiciones. ¿Por qué la búsqueda
de empleo y contratación de mano de obra tiene que ser producto de una experiencia
traumática? Una migración temporal documentada de trabajadores hondureños podría
garantizar el desarrollo de las comunidades de origen de los migrantes toda vez que se
diseñen estrategias que permitan hacer funcional ese tipo de migración, en el sentido de
promover una simbiosis en la que el proceso migratorio genere beneficios a los Estados
involucrados al igual que los distintos actores participantes. Una migración ordenada y con
66
los menores costos sociales, humanos y económicos puede perfectamente llegar a generar
utilidades y desarrollo para las personas, las empresas y los lugares de origen y destino final.
La migración de los hondureños al exterior está adquiriendo cada día más importancia. Debe
prestarse atención a la emigración a España, Italia y otros países de Europa donde
últimamente también están migrando cientos de hondureños en los últimos años, aunque
actualmente sigue teniendo mayor relevancia el desplazamiento hacia EUA. Esta emigración
a Norteamérica tiene que ser atendida de forma integral y urgente, en caso contrario, es
posible que siga convirtiéndose en una sangría con efectos negativos para Honduras, ya que
el país está perdiendo su fuerza laboral joven y productiva que opta por invertir su dinero,
ahorros, bienes muebles e inmuebles para irse al norte en las más difíciles condiciones a
cambio de la esperanza y creencia de que podrán mejorar su nivel de vida. Es fundamental
que el Gobierno desarrolle mínimo un programa de información para explicarle a los
migrantes y sus familiares sobre los riesgos, obstáculos, peligros y beneficios de la
migración.
Un elemento que debe tomarse en cuenta entre los principales posibles beneficios de la
emigración son los dólares por concepto de remesas que ingresan al país supuestamente la
mayoría producto de los envíos a familiares que hacen los hondureños que trabajan en EUA.
El incremento sostenido en el ingreso de remesas que se reporta en el país puede estar
directamente relacionado con el incremento del flujo migratorio de hondureños a Estados
Unidos, ya que una vez que los migrantes consiguen incorporarse a una actividad laboral
empiezan a mandar mensualmente dólares a sus familiares. Sin embargo, las deportaciones
también son numerosas tanto de parte de autoridades mexicanas como norteamericanas, y
por lo tanto, no puede ser considerado un capital estable y podría cambiar de un momento a
otro. El incremento en el flujo de ese capital potencialmente puede también tener origen en
otras situaciones que no tienen nada que ver con la migración laboral sino que con acciones
ilícitas como el tráfico internacional de personas, narcotráfico y lavado de activos entre
otros. A pesar de que el ingreso de las remesas al país es algo que no está totalmente claro,
no hay duda, que debe trabajarse en función del buen uso que conviene darle a ese capital.
Si bien el flujo de ese capital y su destino final pueden llegar a ser perfectamente factores de
mucho beneficio para el desarrollo, también las secuelas de la emigración pueden ser
contraproducentes y generar problemáticas graves como las siguientes: dilapidación de
dinero y bienes sin posibilidad de volver a recuperarse lo invertido, dependencia económica,
más pobreza y atraso, asimismo, desintegración familiar, orfandad, un alto porcentaje de
población lisiada y enferma tanto física como psicológicamente y falta de recurso humano
productivo. Así la supuesta medicina a la enferma economía nacional podría terminar siendo
una extensa factura con elevadísimos costos y consecuencias. Sin embargo, también puede
ocurrir lo contrario si oportunamente con el diseño y ejecución de políticas públicas
integrales se obtiene un aprovechamiento positivo de la experiencia y proceso migratorio. Es
poco el trabajo realizado en la materia y es necesario impulsar estrategias orientadas a la
promoción del desarrollo en las comunidades de los migrantes a través de programas pilotos
en micro regiones donde exista mayor concentración de población emigrante, propiciando la
creación y conformación de redes de pequeños empresarios permitiéndoles a ellos mismos
diseñar y concebir sus propios proyectos productivos locales en los que participen familiares
en Honduras y migrantes desde EUA. La poca capacitación empresarial y micro empresarial
67
entre los migrantes y sus familiares, puede ser un factor en contra para que aún no se lleven
a cabo con amplitud experiencias que permitan concebir la creación de proyectos
productivos con impacto laboral y de desarrollo en las comunidades del país. El gobierno
central y los gobiernos municipales al no incluir en su política estatal de desarrollo
programas orientados a la óptima utilización de las remesas, no está colaborando a que ese
capital sirva para el desarrollo de las comunidades, asimismo, a que se genere productividad
en las zonas. También la falta de fondos crediticios con bajas tazas de intereses que permitan
a la gente concebir proyectos productivos a mediano y largo plazo es parte de una política
que debería ser atendida por el Gobierno y promovida por los sectores financieros del país.
Cada vez son más las dudas e inquietudes que surgen y que se convierten en una tarea
pendiente para poder abordar el fenómeno migratorio que cada vez resulta ser más complejo
y con muchas variables. ¿Hasta qué punto la emigración de los hondureños en vez de
contribuir al desarrollo podría estar impidiendo la realización de ciertas transformaciones
sociales y económicas en el país? ¿Qué pasaría si el gobierno de EUA decide no ampliar
más el Estatus de Protección Temporal a los inmigrantes hondureños y autoriza su
deportación inmediata? ¿Está preparado el Estado de Honduras para enfrentar una
deportación masiva y atender la demanda de empleo y servicios sociales de las personas?
Las interrogantes deberían motivarnos a reflexionar entorno a la temática de las remesas, la
participación de los migrantes y su familia en la economía nacional e implicaciones a futuro.
Finalmente, la encuesta aplicada a los hondureños en tránsito por México y con destino
hacia Estados Unidos arrojó resultados muy significativos con respecto a los migrantes en lo
particular y la migración internacional en general. La información proporciona datos que
eran escasos en fuentes de información hondureñas, mexicanas y norteamericanas. Se estima
conveniente e importante que el instrumento pueda continuarse aplicando durante los
próximos años y de ser posible formalizar un observatorio migratorio en Honduras, México
y Estados Unidos. Esta herramienta de análisis es importante ya que permite la posibilidad
68
de seguir dando en un futuro una debida continuidad al estudio de tal manera que se pueda ir
actualizando la información para medir constantemente el fenómeno migratorio hondureño y
de forma más amplia el centroamericano en tránsito por México y con destino a EUA. Una
de las limitantes para entender y atender el fenómeno de la migración internacional de forma
integral está en la poca información precisa con que se cuenta al respecto. Son escasas las
cifras y pocas las bases de datos con fuentes primarias que permitan analizarlo. Es necesario
al estudiar la migración internacional tomar en cuenta diversas fuentes pero también generar
datos actualizados que tengan un fundamento y confianza científica, y sin duda un
mecanismo idóneo sería por medio de una encuesta anual similar a la aplicada para este
estudio, pero con una muestra más amplia que también permita hacer proyecciones a futuro.
69
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<http://www.revistazo.com/may/titul8.html>
78
Notas
2 La visa norteamericana sólo permite el traslado hasta un puerto de entrada que puede ser
un aeropuerto, un paso de frontera terrestre o bien un puerto marítimo, pero no garantizan el
ingreso a EUA, ya que es un oficial de inmigración quien al final autoriza la entrada a
Estados Unidos. El costo de la entrevista para que los hondureños traten de obtener la visa
estadounidense es de cien dólares. Para obtener más información con respecto a los
requisitos para poder obtener una visa norteamericana pueden consultarse las páginas web
de la embajada de Estados Unidos en Honduras la dirección es la siguiente:
http://honduras.usembassy.gov/
http://honduras.usembassy.gov/embajada/secciones/tiposdevisas.htm
3. Las cifras aquí presentadas corresponden a varias fuentes. Para más detalles pueden
consultarse los informes mensuales, semestrales o anuales del Banco Central de Honduras
79
desde 1996 hasta 2006. También Grupos Remesas, ASDI, PNUD, BID y otros. Primer
Encuentro de Remesas para el Desarrollo. Memoria. Julio 2003 Tegucigalpa, Honduras.
4 En Estados de México se le ha dado buen uso a las remesas realizando proyectos mixtos
en los que tienen participación las tres instancias de Gobierno, Estatal, Municipal y Federal,
por medio de los programas 2x1 y 3x1 para financiar obras sociales, infraestructura de
servicios y en menor escala proyectos productivos con efectos en el empleo y la economía.
Para más información al respecto puede consultarse los trabajos de García Zamora Rodolfo.
(2003) Las organizaciones de migrantes mexicanas y su protagonismo binacional. Ponencia
presentada en el Primer Coloquio Internacional de Migración y Desarrollo:
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de objetivos y metas en:
<http://www.sedesol.gob.mx/cuentas/reporte_cuarto_trimestre_2003/06IniciativaCiudadana.
pdf.>
6 La información referente al proceso electoral en Honduras fue obtenida a través del Centro
de Investigación de Relaciones Internacionales y de Desarrollo y también de the Resource
Center of the Americas, para más detalles consultarse las páginas web siguientes:
http://www.americas.org/item_23495.;http://www.cidob.org/es/documentacion/biografias_li
deres_politicos/america_central_y_caribe/honduras/manuel_zelaya_rosales
7 Informe realizado por Latino barómetro a través de una consulta a veinte mil personas de
18 países de la región y los resultados pueden ser consultados en las siguientes páginas web:
<http://www.latinobarometro.org/>
80
en los que se puede observar que el desarrollo de Honduras en algunos índices ha
permanecido casi estático y pareciera que el país retrocede o se estanca en vez de progresar.
9 PIB per cápita es el PIB en dólares americanos dividido por la población a la mitad de año,
se convierte a la paridad del poder adquisitivo (PPA), es decir, a un tipo de cambio que
refleja las diferencias de precios entre países y permite la comparación internacional de la
cifra real de resultados e ingresos. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD). Informe sobre Desarrollo Humano Honduras 2002. PNUD, Tegucigalpa,
Honduras.
14 Consideramos que es conveniente manejar el término estimaciones aunque los datos sean
de fuentes oficiales y confiables como el Censo de Población de los Estados Unidos y otras
instituciones académicas y gubernamentales ya que no pueden darse cifras precisas.
81
17 La información fue proporcionada por Jeff Passel del Pew Hispanic Center y está basada
en estimaciones del Current Population Survey 2005. La información fue solicitada para
esté estudio por Kelly A. Shanahan.
18 Para tener una referencia sobre las cifras que ha venido manejando el gobierno puede
consultarse “Más de 800 mil hondureños emigran cada año a EUA” 19 de julio de 2005
Asociated Pres. AP. “Presidente Maduro eufórico por ampliación de TPS”
Revistazo.com<http://www.revistazo.com/may/titul8.html> “EEUU amplía TPS por 18
meses a hondureños” 2 de mayo de 2007 Diario el Heraldo. “Ampliado el TPS por 18
meses” 2 de mayo de 2007 Diario La Tribuna. “Honduras gestiona en Washington
ampliación del TPS 22 de febrero de 2007.
Proceso.com<http://www.proceso.hn/2007/02/22_tps.php>
19 Este huracán fue una de las peores catástrofes en la historia de Honduras. Se calculó que
hubo alrededor de 7 mil muertos, 11 mil personas desaparecidas y alrededor de dos millones
de damnificados. La Comisión Económica para América Latina, CEPAL, valoró los daños
directos e indirectos ocasionados por el ciclón en poco menos de 4 mil millones de dólares,
equivalente al 70 % del PIB de ese año. Los sectores que perdieron más capital fueron la
agricultura, el transporte y comunicaciones (particularmente carreteras) y la vivienda.
Asimismo, la infraestructura de agua y drenaje, salud y educación sufrió graves daños. En
menor grado fueron afectados la ganadería, el comercio y la acuicultura. Su impacto global
en el desarrollo social y económico fue de tal magnitud que se estimó que el país tardaría
unos 20 años en lograr una total recuperación. Para más detalles ver Plan Maestro de
Reconstrucción y Transformación Nacional, 1999. Gobierno de Honduras.
21 La encuesta está constituida por 144 cuestionarios que fueron aplicados a los migrantes
hondureños en dos albergues; uno ubicado en la ciudad de Monterrey en el Estado de Nuevo
León; otro ubicado en la ciudad de Saltillo en el Estado de Coahuila, ambos fronterizos con
EUA. La información obtenida proporciona datos muy interesantes que son escasos en
fuentes de información hondureñas, mexicanas y norteamericanas. Se estima importante que
el instrumento pueda continuarse aplicando durante los próximos años y de ser posible
formalizar un observatorio migratorio en Honduras, México y Estados Unidos. Para más
82
detalles sobre la encuesta puede verse los anexos metodológicos donde se incluye el
cuestionario, las tablas y figuras de los resultados obtenidos con el análisis estadístico.
23 José Cecilio del Valle (1776- 1834). Pensador y político hondureño del siglo XIX que
promovió la colonización o inmigración durante el gobierno Federal o Republica Federal
Centroamericana. En 1820 fundó el periódico El Amigo de la Patria donde difundió gran
parte de sus ideas y algunas de estas pueden ser consultadas en la obra de Carlos Meléndez,
“José Cecilio del Valle. Ensayos y documentos”. Compilación. San José, Costa Rica: Libro
Libre, 1988. También en la antología del historiador hondureño Ramón Oquelí, “José
Cecilio del Valle” Antología compilada, editorial Universitaria, Tegucigalpa, 1980.
26 De acuerdo con los testimonios de ex empleados de la Tela Rail Road Company esa era
la ruta comercial de la exportación de bananos que iban con destino a Estados Unidos. La
fruta provenía del norte hondureño y era desembarcada en la ciudad de New Orleáns.
83
28 Hasta el 2005 New Orleáns era una de las ciudades donde estaba una de las principales
colonias de hondureños, pero es posible que a raíz de la devastación provocada por el
huracán Katrina muchos pudieron haberse trasladado a otros Estados y ciudades
norteamericanas o bien regresaron a Honduras. También hay otros donde la presencia de
hondureños es significativa y reconocida, como el caso de New York, New Jersey, North
Carolina, Georgia, Virginia, Massachussets, sólo por mencionar algunos, y se puede
constatar de manera más específica en los datos del Censo de Población de Estados Unidos.
29 Vocablo inglés que significa señor y era comúnmente utilizado por los hondureños que
trabajaban en el cultivo del banano o bien en la extracción de minerales u otros rubros para
referirse a los capataces o representantes de las compañías extranjeras norteamericanas.
31 En la década de 1980 todavía era común ver en distintos puntos céntricos de Tegucigalpa
y otras ciudades como San Pedro Sula, los populares bazares con fardos y rollos de telas
donde se vendían casimires, linos, algodones y mantas hindúes. Eran negocios
administrados por árabes que casi siempre permanecían sentados frente a una caja
registradora fumando y contando billetes. Sobresalían por su fisonomía y forma de hablar.
33 Uno de los detonadores para que se diera el conflicto armado entre ambas naciones fue
un partido de fútbol, no obstante, la pasión por ese deporte únicamente fue la chispa que
encendió las disputas económicas existentes en aquél momento entre las elites políticas y
empresariales de ambos países y que llevaron a un enfrentamiento al pueblo salvadoreños y
hondureño. Definitivamente las causas reales del conflicto fueron otras. Para más detalles
véase Kapuscinski Ryszard, 1992. La guerra del fútbol Anagrama, Barcelona. También
Jiménez Eddy 1974. La guerra no fue de fútbol, Casa de las Américas, La Habana, Cuba.
34 En 1976 con el conocimiento del presidente estadounidense Gerald Ford y del Secretario
de Estado, Henry Kissinger, se instauró en Argentina una sanguinaria Junta Militar
encabezada por el Jefe del Ejército, general Jorge Videla. En ese contexto, con el
consentimiento y apoyo de los servicios especiales estadounidenses, se desarrollaron
persecuciones contra dirigentes populares y revolucionarios del continente. Fue una cadena
84
de dictadores a las que también se sumaron en Chile y Paraguay, Augusto Pinochet y
Alfredo Stroessner, respectivamente.
35 Durante las décadas de los 70,80 y 90, países de Centro América como Nicaragua, El
Salvador y Guatemala vivieron conflictos armados civiles internos. Algunos de esos
movimientos revolucionarios lograron alcanzar el poder político como en el caso del Frente
Sandinista para la Liberación Nacional, FMLN, en Nicaragua, para profundizar más sobre el
tema y los conflictos armados en la región hay varios escritos, ensayos, libros y artículos,
pero puede verse Raúl Sorh, 1989. Centroamérica en crisis, Alianza Estudios México.
37 Fueron relativamente pocos los hondureños que tuvieron que migrar en busca de un
refugio seguro por sus ideas y pensamiento, en especial eran dirigentes de grupos
simpatizantes con los movimientos de izquierda en Centroamérica, sindicalistas, obreros,
estudiantes y otros profesionales hondureños que se manifestaban a favor de un cambio
revolucionario en toda la región. No se tienen datos precisos de los exiliados y de quiénes
abandonaron el país por la misma forma en que lo hicieron, la clandestinidad, no obstante,
se conoce de casos particulares que luego regresaron y de otros que al igual que muchos de
los centroamericanos mejor decidieron rehacer su vida en otros lugares y formar su familia.
38 En 1989 los Sandinistas que habían llegado al poder de Nicaragua a través de las armas y
lo perdieron en las urnas al enfrentarse a la candidata opositora Violeta Barrios de
Chamorro. En El Salvador y Guatemala, se alcanzaron acuerdos formales de paz en 1992 y
1996, respectivamente. El proceso de pacificación dio inicio en 1987 con la firma de los
acuerdos de Esquipulas II suscrito por los presidentes Vinicio Cerezo (Guatemala), José
Napoleón Duarte (El Salvador), José Azcona (Honduras), Daniel Ortega (Nicaragua) y
Oscar Arias (Costa Rica), quien recibió el Premio Nóbel de la Paz por esa iniciativa. Una
revisión de los acuerdos como del proceso de paz de forma más detallada puede consultarse
en el portal de la Fundación Arias www.arias.or.cr en él puede encontrarse texto integro del
acuerdo suscrito, documentos relacionados sobre los conflictos armados y la paz en la
región, fotografías y personalidades importantes que participaron durante todo el proceso.
39 Algunos estudios señalan que la ayuda militar estadounidense alcanzó un punto máximo
durante la guerra fría, cuando Washington identificó a las fuerzas armadas de la región
centroamericana como un baluarte contra el comunismo soviético, y entre los países más
beneficiados con la ayuda monetaria aparece Honduras. Para más información véase la
investigación de Isacson Adam y Olson Joy. 1999. Un Recorrido Rápido de la Ayuda de
Estados Unidos en Materia de Defensa y Seguridad para América Latina y el Caribe,
Internacional Policy Report, Centro para la Política Internacional, Washington, 1999.
85
40. Durante la época de la denominada guerra fría (1947-1989) en ciertos países por
disposición de algunos Gobiernos, no se permitía el ingreso de ciertas personalidades que
simpatizaban con la ideología de izquierda o bien eran consideradas personas con ideas
subversivas. En Honduras para el caso se prohibió la entrada del cantante Silvio Rodríguez y
el escritor Gabriel García Márquez así como de otros músicos, artistas e intelectuales que
interpretaban canciones o escribían sobre la temática social. El ingreso o no de una persona
en esos años dependía en muchos casos de los aparatos de seguridad del Estado. Sin
embargo, no había restricciones escritas en una norma que así lo establecieran. Después, al
no tener como pretexto el comunismo algunos países empezaron a tomar ciertas medidas y
políticas migratorias, especialmente orientadas al combate del tráfico de drogas en la región
e iniciaron a poner ciertas restricciones y vigilancia a unas nacionalidades más que a otras.
42 Para más detalles de las acciones que se realizaron para detener a los migrantes
indocumentados pueden consultarse la página 20 del 21 de febrero del 2007 de la sección
internacional del periódico El Norte de Monterrey, Nuevo León, México. Con el titular
“Alteran redadas vidas de migrantes”
45 Es un programa que funciona entre México y Guatemala que tiene como objetivo
trasladar a los migrantes detenidos desde cualquier punto de la República mexicana hasta la
frontera con Guatemala específicamente al punto fronterizo de Talismán que es hasta donde
autoridades de migración mexicana conducen y entregan los migrantes indocumentados a
las autoridades migratorias guatemaltecas y éstas a su vez se encarguen de trasladarlos a las
fronteras de sus países de origen en el caso de los originarios de Honduras y El Salvador.
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Los grupos Beta son empleados del INM que se encargan de brindar protección a los
migrantes en general ya sean centroamericanos o mexicanos una especie de su trabajo
esencialmente consiste en realizar una labor de auxilio a los migrantes que transitan por
México con el fin de informarles sobre los posibles riesgos y peligros que pueden enfrentar.
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49 Un ejemplo del menosprecio al que son objetos los migrantes por las autoridades del país
está en la declaración vertida por el ministro de Seguridad Álvaro Romero quien atribuyó el
incremento de la delincuencia en el país a la llegada de migrantes deportados y no a la
negligencia del gobierno por solucionar y atender los problemas sociales y económicos.
Para más información al respecto puede consultarse la noticia con el titular “Respeto para
las personas migrantes” de Epitafio López en la revista electrónica Revistazo.com
50 El anuncio de un plan de seguridad para la frontera Sur fue hecho por el mismo
presidente de México Felipe Calderón Hinojosa. El plan se desarrollará por medio de la
creación de unidades mixtas de operación para resguardar la zona en la que participarán
elementos de migración, la policía Federal Preventiva y la nueva Policía Fronteriza de
Chiapas. Para más información del Plan de Seguridad puede consultarse la nota periodística
elaborada con información de Sergio Javier Jiménez y que apareció en el periódico El
Universal de México, el viernes 15 de diciembre de 2006, con el titular: Lanzan para
frontera sur un plan de seguridad. Se reforzarán controles de ingreso y se protegerá a
migrantes. http://www.el universal.com.mx/nacion/146590.html
51 Según reportes de la Organización Mundial del Trabajo, después del tráfico de drogas,
trata y el tráfico de personas es la actividad criminal más lucrativa tanto en la región
latinoamericana como a escala mundial y genera ganancias aproximadas de 32 mil millones
anuales. Para mas detalles al respecto, consultarse reporte sobre tráfico de personas 2004 del
departamento de Estado de los Estados Unidos. US Departament of State,
http://www.state.gov/g/tip/
52 Estas rutas y formas de migrar eran las más utilizadas para llegar a Estados Unidos y
Canadá por hondureños, salvadoreños y guatemaltecos que huían de sus países por razones
políticas o emigraban a raíz de las guerras civiles en esa época. Fueron confirmadas a través
de datos obtenidos mediante entrevistas y grupos focales realizados a centroamericanos
exiliados en México, EUA y Canadá, asimismo, a ex integrantes de grupos religiosos de
apoyo y solidaridad que durante la década del ochenta brindaban apoyo desde México como
el Comité Cristiano de Solidaridad con Centro América “monseñor Oscar Arnulfo Romero”
de Ciudad Guadalupe, Nuevo León, integrado por Petra Romero Gaméz, Martina Señez,
Simón Gallardo Ledezma; José Luis Martínez y Alejandro Bautista entre otros.
53 El Ferrocarril Mexicano S.A de C.V. Ferromex, es la empresa que ofrece los servicios de
transportación ferroviaria de carga entre las cinco zonas del país: sur, centro, norte,
occidente y noreste. La red cuanta con más de 8 mil 500 kilómetros de vía y es la más
extensa en cuanto al sistema nacional de transportación por tren. También la cobertura es
internacional y sus operaciones y servicio de transportación de carga llega hasta las fronteras
de Mexicali, Nogales, Ojinaba, Ciudad Juárez y Piedras Negras, así como a los puertos de
Guaymas, Topolobampo, Mazatlán y Manzanillo en el Pacifico, y Tampico y Altamira en el
Golfo de México. Para mas detalles sobre rutas y demás puede consultarse la pagina web
www.ferromex.com.mx
54 Entrevista realizada a Olga Sánchez Martínez directora del albergue “Jesús el Buen
Pastor” ubicado en Tapachula, Chiapas. México. En 2004 Sánchez recibió el Premio
Nacional de Derechos Humanos por su apoyo a los migrantes centroamericanos.
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55 Son numerosos los casos que terminan en historias trágicas y sólo a manera de ejemplo
se puede citar los siguientes casos documentados: 1. -En mayo de 2002, dos adolescentes
hondureños, junto con dos salvadoreños, murieron acribillados a balazos, mientras dormían
en una estación de trenes de Saltillo, Coahuila, México. 2. - La Procuraduría General de
Justicia del Estado (PGJE) investiga la muerte de Digna Esperanza Gutiérrez, migrante de
origen hondureño que falleció por asfixia en octubre del 2002 en Tapachula. 3. - Vigilantes
mexicanos atacaron a pedradas hasta quitarle la vida al hondureño Ismael de Jesús Martínez
Ortiz al momento que intentaba subirse a un tren para llegar a Estados Unidos. 4. - El joven
Rabí Dixit, de 15 años, originario de Honduras, perdió las dos piernas al caer de un
ferrocarril tras ser perseguido por los guardias de seguridad privada que operan en
Transportes Ferroviarios Mexicanos. Algunos de estos casos han sido documentados por la
prensa y organismos de derechos humanos y en el primero citado anteriormente todavía está
un proceso judicial vigente para tratar de deducir responsabilidad penal a los responsables
del asesinato de los jóvenes. Para más detalles al respecto pueden consultarse “Migrantes,
nuevas víctimas de la familia Nazar”. Revista Proceso No1372, México. 16 de febrero de
2003. P.35-36-37. “Casa Alianza México investiga asesinato de dos niños migrantes
hondureños” Agencia de Información Frei Tito para a América Latina. 26 de junio de 2003.
La Jornada. Sociedad y Justicia, 17 de octubre del 2002. P.50“Documentan abusos contra
migrantes centroamericanos”. La Jornada, martes 14 de enero de 2003. P.47
56 Para más detalle puede consultarse López Recinos Vladimir, 2003 “La violación de los
derechos humanos de los migrantes hondureños en tránsito por México”, ponencia, Primer
Coloquio Internacional Migración y Desarrollo: Transnacionalismo y Nuevas Perspectivas
de Integración. Octubre de 2003, Zacatecas, México. En este trabajo se hace un análisis
descriptivo de 258 expedientes de migrantes que han sido reportados como desaparecidos
por sus familiares ante la Secretaria de Relaciones Exteriores de Honduras.
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59 Convención de Viena sobre Asuntos Consulares, aprobada en 1963 por 92 países
incluyendo todos los Estados miembros de la OEA (Excepto Belice). Los artículos 5 y 36
de dicha Convención de Viena establecieron el derecho de los extranjeros a recibir
asistencia legal de las autoridades de país de origen.
61 Para más detalles sobre todo lo anterior pueden consultarse alguna información al
respecto como la establecida por la Comisión Nacional de Derechos Humanos en distintos
informes y recomendaciones en materia de procedimientos y acciones en materia migratoria
entre los cuales se encuentran los siguientes: Comisión Nacional de Derechos Humanos.
1995, Informe sobre la violación de los derechos humanos de los migrantes. (México: 1995
CNDH).Comisión Nacional de Derechos Humanos. 2006, Recomendación 22/2006, dirigida
al Comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM). Comisión Nacional de Derechos
Humanos. 2006, Recomendación 39/2006, dirigida al Secretario de Seguridad Pública
Federal. Comisión Nacional de Derechos Humanos. 2006, Recomendación 13/2006, sobre la
práctica de verificaciones migratorias ilegales dirigida Secretarios de Gobernación, de la
Defensa Nacional y de Marina, Procurador General de la República, gobernadores de las
entidades federativas y jefe de Gobierno del Distrito Federal. También puede consultarse
diario La Jornada. Sociedad y Justicia, 17 de octubre del 2002. P.50, la muerte de Digna
Esperanza Gutiérrez, migrante de origen hondureño que falleció por asfixia en octubre del
2002 en Tapachula, Chiapas.
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