El Cristianismo
El Cristianismo
El Cristianismo
Dichas creencias fueron propagadas y reconocidas por muchos, razón por la cual ganaron gran
cantidad de seguidores. De esta manera, nace el cristianismo, cuyo nombre deriva de la palabra
Cristo, que quiere decir persona consagrada. En Roma fue martirizado Pedro, discípulo a quien
Jesús legó la tarea de cuidar de su Iglesia. Asimismo, fue Roma el lugar donde fueron realizados
varios concilios. De esta manera, la ciudad fue tomando importancia a lo largo de los años, hasta
convertirse en la sede de la Iglesia católica. A medida que pasaba el tiempo, la creencia en Jesús
ganaba más adeptos y su doctrina se extendía por el Imperio romano. De allí que los cristianos se
negaran a adorar a los dioses romanos, razón por la cual comenzaron a ser perseguidos. De esta
manera, los cristianos empezaron a reunirse a escondidas en catacumbas, para rezar, hasta que
cerca del año 313, el edicto de Milán prohibió la persecución de los cristianos. A partir de
entonces, el cristianismo crece hasta convertirse en la religión oficial de Roma, en 392.
Las ideas de Jesús implicaban una verdadera revolución. Decía que todos los hombres son iguales
ante Dios y que la salvación no dependía de la fortuna o de la práctica de ritos o ceremonias, sino
de la fe y las buenas acciones de los individuos. Proponía la caridad y el amor al prójimo como
normas de vida con relación a todos los seres humanos, incluso a los enemigos. La recompensa a
los sufrimientos de este mundo estará en la otra vida, en el cielo al que se accederá tras el juicio
final. Negaba el egoísmo, la hipocresía y la vanidad. Le quitaba el carácter divino al emperador al
decir «Al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios».
En un principio los romanos no distinguieron a los cristianos de los demás judíos, pero a partir de
Nerón se hicieron frecuentes las persecuciones contra los seguidores de Jesús que predicaban las
enseñanzas impartidas por los apóstoles Pedro y Pablo en Roma. En el año 64 d. C. un incendio
destruyó parte de la ciudad de Roma y Nerón acusó de ello a los cristianos desatando una violenta
persecución sobre ellos. Los cristianos, que eran monoteístas, se negaban a adorar a los múltiples
dioses romanos y a reconocer el carácter divino del emperador, lo que era visto como un mal
ejemplo por las autoridades imperiales, a lo que se sumaba que la doctrina cristiana era
considerada peligrosa por predicar el fin de los privilegios y la igualdad entre los hombres. No
todos los emperadores persiguieron a los cristianos. Trajano y Adriano los toleraron y los dejaron
practicar su religión. El emperador Constantino se convirtió al cristianismo y a partir de allí esta
religión se convirtió en la oficial.
La división
Sin embargo, la adhesión a la nueva religión fue en aumento hasta ser incontenible. En el año 313
d.de C., el emperador Constantino I, promulgó el edicto de Milán, en la cual se establecía la
libertad de culto, lo que acabó con las persecuciones contra los cristianos y el ingreso del
cristianismo en la corte bizantina.
El ingreso del cristianismo a la corte implicó la necesidad de unificar la doctrina, tarea que se
emprendido por medio de una serie de concilios. Así, la resurrección de Jesús y su divinidad será
uno de los puntos discutidos por las autoridades Será con el edicto de Tesalónica promulgado por
Teodosio en el año 380 d.C. que el cristianismo se establece formalmente como religión oficial
del imperio romano.
El nacimiento del cristianismo condujo a varias corrientes para la interpretación del nacimiento,
vida y muerte de Jesús. Estas dieron lugar a numerosos concilios, incluso anteriores a la
oficialización del cristianismo como religión del Imperio romano.
Tras la entrada del cristianismo en la corte bizantina, tuvo lugar el Concilio de Nicea, el primero
celebrado por Constantino. Se realizó en el año 325 d. de C. y de él surgió el llamado Credo
niceno.
Junto al Concilio de Constantinopla en el año 381 a.de C., se estableció como dogma la doble
naturaleza divina y humana de Jesús y la existencia de la Trinidad que declaraba la comunión de
Dios Padre, Dios Hijo y el Espíritu Santo.
Con esta resolución, se aprueba el credo de Atanasio y se condena el arrianismo por herejía, ya
que Arrio (256-336) y sus seguidores, a pesar de creer en Jesús como mesías, afirmaban que
Jesús y Dios no eran equiparables, recusando el concepto de Trinidad.
Muchos otros concilios se dieron después de estos. Pero en ese proceso de casi mil años, el
cristianismo fue dividiéndose como consecuencia de las divergencias dogmáticas.
La primera separación oficial de la Iglesia cristiana ocurre en el año 1054, cuando León IX y
Miguel Cerulio, representante de la Iglesia Oriental, entran en conflicto por la definición de
poderes que ya estaba en la mesa. La sede en Constantinopla provoca el cisma de 1054 en el cual
todas las iglesias bajo la jurisdicción de Roma se separan de ella dividiéndose en la Iglesia
Católica Apostólica Romana y la Iglesia Ortodoxa.
Características del cristianismo
En una sociedad como la actual, de deshumanización y anarquía en todos los ámbitos de la vida y
sobre todo, de una falta de fe extrema, en un mundo, cada vez mas agnóstico y sin Dios. Es
cuando un seglar que vive la doctrina de Jesús, se hace más fuerte en sus convicciones. Y es
cuando debe dar con más empuje a sus semejantes, testimonio de su fe, en cada asunto de la
cotidianidad diaria. Con la familia, en el trabajo, con los vecinos, etcétera.
En estos tiempos que corren tan difíciles, de crisis económica y desgarro moral de la sociedad. Es
cuando los creyentes tenemos la obligación de poner en práctica nuestra fe. Demostrando al
mundo, que somos cristianos y que nuestro fondo espiritual, proviene de lo sobrenatural. Somos
personas, cuya fe y creencias heredada de nuestros mayores, representa un todo, en nuestras
vidas. Somos gente, que nos movemos entre todos los demás, pero tenemos un carácter que nos
hace especiales y diferentes.
Creemos en Jesús resucitado. Creemos en que la labor de apostolado, es pieza clave, para que
esta sociedad de corrupciones a todos los niveles, mejore con el ejemplo y las enseñanzas de
nuestro Señor.
Está claro, que la sociedad de nuestros días se ha ido radicalizando, sobre todo, en lo que se
refiere a la postura, en cuanto a la iglesia católica. Posiblemente por asuntos de todo tipo, desde
la pederastia, hasta temas, como el aborto, o la falta en muchas ocasiones de sensibilidad y
adaptación con los tiempos que corren de la jerarquía eclesiástica.
Pero eso no quiere decir, que las personas, los seglares católicos, que tenemos muy enraizada
nuestra fe. No intentemos dar ejemplo a nuestros semejantes, con nuestras palabras y obras, con
nuestra forma peculiar de ver la vida. Intentando en el día a día, ser verdaderos apóstoles y
discípulos del Maestro.
Hay muchas personas, más de las que imaginamos, cuyas creencias les están ayudando mucho,
para vivir, en estos días tan duros y penosos.
Eso sí, hay que tener la convicción de que vendrán tiempos mejores. Y que nuestros gobernantes
se pondrán las pilas, para dirigir con alza de miras este barco, casi zozobrado y que se llama
España.
Por eso, con el buen hacer de todos y el trabajo común, llegaremos a buen puerto. Y por eso, los
seglares católicos, que somos la militancia de base de la iglesia católica, que es su verdadera
fuerza, estaremos ahí. Ayudando, a hacer una sociedad más justa y mejor, donde todos
alcancemos el estado de bienestar que nos pertenece por derecho y que hemos perdido, por la
mala gestión de nuestros gobernantes, durante estos últimos años.