Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Unidad No 6.fortalecimiento Del Modelo Colonial en La Isla

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 16

FORTALECIMIENTO DEL MODELO COLONIAL EN LA ISLA

1. Gobierno de Francisco Bobadilla.


Francisco Bobadilla Pese a sus antecedentes, o quizá por ellos, fue
designado juez pesquisidor por los Reyes Católicos (el 21 de mayo de
1499), para averiguar qué sucedía en la isla Española, de donde venían
quejas continuas sobre la actuación de Cristóbal Colón y de sus hermanos.
Tras la rebelión de Francisco Roldán, Alcalde de Santo Domingo, muchos
vecinos y pobladores se quejaron a los monarcas por sus actuaciones
venales, los malos tratos a los indios y hasta por la ocultación de quintos
reales de perlas y de oro.
El pesquisidor Bobadilla, encargado de averiguar la verdad, embarcó para
las Indias un año después de su nombramiento. Le acompañaron unos 500
hombres (entre ellos varios sacerdotes) y 14 indios que, tras haber sido
injustamente esclavizados por Colón, eran devueltos a sus tierras. Llegó a
Santo Domingo el 23 de agosto de 1500, donde se entrevistó con Diego
Colón, quien administraba la colonia en ausencia de su hermano Cristóbal,
que se hallaba en La Vega. Inmediatamente surgieron los problemas, pues
Bobadilla ordenó a don Diego que abandonase la fortaleza donde vivía, y
éste se negó a reconocer su autoridad del recién llegado. En espera del
regreso del Almirante, Bobadilla inició una serie de averiguaciones contra
su mala actuación, lo que le enfrentó aún más con Diego Colón. Decidió
entonces apresarle y ordenar su traslado a España, asimismo envió un
requerimiento a Cristóbal Colón para que compareciese en la capital
dominicana, lo que hizo el Almirante en septiembre de 1500; a
continuación Bobadilla le apresó en la fortaleza junto a su hermano
Bartolomé Colón (que había regresado de combatir a los indios de
Jaragua). Finalmente les envió a España a principios de octubre siguiente,
custodiados por el capitán Alonso de Vallejo, para entregarlos a Fonseca,
el obispo de Burgos que dirigía por entonces los negocios de Indias y era
mortal enemigo de Colón. Parece que el descubridor no llevaba cadenas,
contra todo lo que se ha dicho, pero pidió que se las pusieran para
demostrar el desagradecimiento de los Reyes hacia su persona, pese a
haber descubierto las Indias. Los Reyes Católicos recibieron a Colón
cordialmente y ordenaron ponerle en libertad, sin hacer caso alguno de
las acusaciones, que tampoco fueron desmentidas
Bobadilla asumió el gobierno de La Española hasta abril de 1502, cuando
arribó a dicha isla Frey Nicolás de Ovando, enviado por los Reyes Católicos
como nuevo Gobernador. Bobadilla recibió órdenes de regresar en la
misma flota que había llevado a su sucesor y partió en junio siguiente, con
tan mala fortuna que naufragó la embarcación en que iba a causa de un
huracán que había sido previsto por el propio Cristóbal Colón.

2. Gobierno de Nicolás de Ovando.


Frey Nicolás de Ovando llegó a Santo Domingo en 1502 con las órdenes
muy claritas de los Reyes Católicos de cómo sería su gobierno en las
Indias. Se pueden resumir en dos puntos: poner orden en la
administración, después de la desastrosa gestión de los hermanos Colón y
Francisco de Bobadilla, y en la explotación de los recursos naturales de la
isla Española y, algo que sería una constante en el llamado Imperio
español americano, la creación de ciudades y núcleos urbanos de corte
castellano que favorecieran el desarrollo político y económico de la isla,
así como su control militar.
Con Ovando se inició el auténtico proceso de colonización de las Indias
aplicando en ella los sistemas jurídicos y administrativos que ya se
utilizaban en Castilla y en el resto de reinos hispánicos. A destacar entre
otras las siguientes medidas:
– Restablecimiento de los tributos a la corona por el oro extraído. La
corona pidió al principio la mitad del mismo pero Ovando negoció y
finalmente fue la quinta parte (el Quinto Real).
– Establecimiento de una administración burocrática que registraba y
controlaba todo lo que se hacía y ocurría con el fin principal de mantener
informados a los reyes españoles.
– Fundación de ciudades con el modelo de municipio castellano:
reconstruyó Santo Domingo, fundó Puerto de Plata, Salvaleón, Santa Cruz,
Puerto Real, Lares de Guahabá, Santa María de la Vera Paz entre las más
principales. También hay que destacar su impulso constructor sobre todo
en Santo Domingo, donde repartió terrenos entre los españoles y
construyó las primeras casa de piedra, incluida la suya propia y el primer
hospital (San Nicolás de Bari), conventos, iglesias, atarazanas y otros
edificios de carácter público donde desarrollar toda la actividad social,
política y económica.
– El primitivo repartimiento de tierras con indios es sustituido por la
Encomienda en la que los indios, a petición de los reyes, trabajan por un
sueldo digno a cambio de ser educados y evangelizados.
– Promovió la entrada de buques y con esto el comercio internacional.
– Establecimiento del sistema Educativo dirigido por los padres
Franciscanos.
– Durante este gobierno se creó en Sevilla la Casa de Contratación,
organismo que monopoliza el comercio siendo representante en Santo
Domingo Miguel de Pasamonte, quien ejercía como tesorero real.
– Organización de nuevas expediciones para explorar y colonizar Cuba, por
Sebastián de Ocampo, y la isla de San Juan, por Ponce de León.
– Promovió la agricultura introduciendo numerosos cultivos europeos
entre los que destacó la caña de azúcar. También introdujo la ganaderí-a
importando desde España ganados porcino, bovino, caballar y mular; y
además reorganizó la minería para lo cual creó las fundiciones reales de
oro trayendo a la Española técnicos y material especializado en la
explotación mineral.
– Fue el primer importador de esclavos africanos a América para utilizarlos
como mano de obra. Los reyes trataron de proteger a los indios
impidiendo su esclavización por su gravísima caída demográfica,
provocada por las enfermedades, el nuevo régimen de explotación que les
fue difícil de soportar, el mestizaje con los españoles, el abrupto descenso
de nacimientos y la huida a las montañas que empeorarían más si cabe su
frágil estilo de vida.
Nicolás de Ovando fue sustituido por el hijo de Cristóbal Colón, Diego
Colón, en 1509, que reventaría muchos de los logros del Comendador
como veremos más adelante.

3. El sistema de Encomienda.
"La encomienda era una vieja institución de carácter feudal, que
establecía servidumbre a los señores a cambio de protección para los
siervos. Se estableció entregando una comunidad de indios a un español
(benemérito) a cambio de los servicios prestados por éste", explica Lucena
Salmoral.
Con la llegada de los europeos a América, se desató un intenso debate
ideológico sobre la naturaleza de sus habitantes para su incorporación,
expulsión o destrucción de los territorios que serían dominados por el
Imperio español. Dicha controversia se resolvió con el rechazo de la
Corona a su esclavitud y, por tanto, a la incorporación de la población
aborigen como súbditos con todos sus derechos.
Así, a partir de comienzos del siglo XVI, las leyes de la Corona española
establecieron que los aborígenes no serían sometidos a la esclavitud, sino
a un régimen de servidumbre denominado encomienda, mediante el cual
eran dados a encomenderos españoles. El régimen de encomienda
establecía que los aborígenes debían trabajar obligatoriamente para el
encomendero, al mismo tiempo que este último se obligaba frente a la
Corona del cuidado y “evangelización” de los aborígenes. Uno de los
críticos más famosos del sistema de encomiendas fue fray Bartolomé de
las Casas, cuya obra más representativa es la Brevísima relación de la
destrucción de las Indias.
En América, con la aplicación de las Leyes de Burgos de 1512 se pretendió
limitar los abusos de los españoles sobre la población indígena y se buscó
que el encomendero tuviera obligaciones de trato justo. Es decir, trabajo y
retribución equitativa y la evangelización de los encomendados. No
obstante, a medida que el Imperio español se secularizaba, estas
obligaciones fueron abandonándose transformando la encomienda en un
sistema de trabajo forzado para los pueblos aborígenes en beneficio de los
encomenderos.
La encomienda fue una institución característica de la colonización
española en América establecida como un derecho otorgado por el rey
desde 1523 en favor de un súbdito español, llamado encomendero, con el
propósito de que este percibiera los tributos que la población aborigen
debía pagar a la Corona en trabajo o en especie y, posteriormente, en
dinero. A cambio, el encomendero debía cuidar del bienestar de la
población aborigen en lo espiritual y en lo terrenal, asegurando su
mantenimiento y su protección, así como su adoctrinamiento religioso en
la fe cristiana. Sin embargo, bajo dicha institución se produjeron abusos
por parte de los encomenderos y el sistema derivó en muchas ocasiones
en formas de trabajo forzoso o no libre, al reemplazarse, en muchos casos,
el pago en especie del tributo por trabajo en favor del encomendero.
Es importante señalar que la encomienda de “indios” tuvo su origen en
una vieja institución medieval implantada por la necesidad de darles
protección a los pobladores de la frontera peninsular en tiempos de la
Reconquista. Sin embargo, en América, esta institución debió adaptarse a
una situación muy diferente y planteó problemas y controversias que no
tuvo antes en España. Si bien los españoles aceptaron en general que la
población aborigen eran seres humanos, los catalogaron como incapaces
que, al igual que los niños o los discapacitados, no eran responsables de
sus actos. De manera que basado en esa justificación sostuvieron que
debían ser “encomendados” a los españoles.
Los tributos de la población aborigen eran recogidos por el cacique, quien,
a su vez, estaba encargado de llevarlo al encomendero. Por su parte, el
encomendero estaba en contacto con la encomienda, pero su lugar de
residencia era la ciudad, bastión neurálgico del sistema colonial español.
Por otro lado, la encomienda fue una institución que permitió consolidar
la dominación del espacio que se conquistaba, puesto que organizaba a la
población aborigen como mano de obra forzada de manera tal que
beneficiaran a la Corona española. Esto supuso una manera de
recompensar a aquellos españoles que se habían distinguido por sus
servicios y de asegurar el establecimiento de una población española en
las tierras recién descubiertas y conquistadas.

4. La casa de contratación de Sevilla.


Casa de Contratación de Sevilla. Creada por los Reyes Católicos en 1503,
para administrar y controlar todo el tráfico con las Indias al declararlas
mercado reservado de Castilla. Nadie podía ir a América ni fletar ninguna
mercancía para las Indias sin pasar por la Casa de Contratación de Sevilla;
y toda mercancía procedente de las Indias debía pasar por el control de
esa institución y pagar allí el impuesto del 20 % a la Corona.
Su funcionamiento quedó regulado en las Ordenanzas expedidas en Alcalá
de Henares en el momento de su creación, y entre sus finalidades se
especificaban las de "recoger y tener en ella, todo el tiempo necesario,
cuantas mercaderías, mantenimientos y otros aparejos fuesen menester
para proveer todas las cosas necesarias para la contratación de las Indias;
para enviar allá todo lo que conviniera; para recibir todas las mercaderías
e otras cosas que de allí se vendiese de todo lo que hubiese de vender o se
enviase a vender e contratar a otras parte donde fuese necesario". Su
reglamento fue modificado por las Ordenanzas expedidas en Monzón en
1510 y toda la legislación referente a este organismo se imprimió en 1522.
Se especificaban las horas de trabajo; se habla de los libros de registro que
hay que llevar; se regula la emigración; se trata de las relaciones con
mercaderes y navegantes; se dispone lo relativo a los bienes de los
muertos en Indias, etc. Como controladora del tráfico marítimo, la Casa se
encargaba del aprovisionamiento y del pertrecho de las flotas, y de la
inspección de los barcos que se disponían a zarpar para América.
Sus funcionarios aparejaban las flotas, compraban mercancías, daban
instrucciones a los navíos, fomentaban el trato con Indias, estaban atentos
a las necesidades de Ultramar, y cuidaban del registro de todas las
embarcaciones y se le incorpora el matiz científico al incluirse dentro de la
Casa de la Contratación al Piloto Mayor [creado en 1508], encargado de
examinar a los pilotos que desean hacer la carrera, y de trazar los mapas o
cartas de navegación y el Padrón Real [mapa-modelo] del Nuevo Mundo,
hasta 1519 en que se crea el puesto de Cartógrafo. Piloto Mayor en 1508
fue Américo Vespucio, sucediéndole más tarde Juan de Solís y Sebastián
Cabot
La ruta triangular
Fue una ruta atlántica que funcionó durante el siglo XVI-XVII y principios
del XVIII. Salía de los puertos europeos en flotas de barcos cargados de
abalorios en dirección a las costas de África [golfo de Guinea] donde se
intercambiaban esclavos y se trasladaban a América para ser vendidos a
cambio de piedras y metales preciosos, maderas, tintes, café, cacao, etc..
El control de esta ruta fue español y portugués en el siglo XVI, holandés en
el XVII e inglés en el XVIII. Fue la ruta más rentable de todas.

5. Situación de los Aborígenes a este periodo.


Los pueblos indígenas de todo el mundo siguen sufriendo como resultado
de tasas de pobreza, problemas de salud, delincuencia y violaciones de los
derechos humanos. 62% más de probabilidades de cometer suicidio que la
población general.
La población aborigen de América fue evidentemente la más afectada por
la irrupción europea y el proceso de conquista.
Incluso su denominación sufrió una deformación que se prolonga hasta
nuestros días; ya que los europeos suponían que habían arribado a las
Indias Orientales (Japón, China, India) y llamaron "indios" a sus habitantes.
Cuando se descubrió que se trataba de un continente desconocido hasta
entonces para los europeos, se lo denominó Indias Occidentales para
diferenciarlo de las Indias Orientales, pero se mantuvo el vocablo "indio"
para referirse a los nativos.
Ello es incorrecto, pues debemos precisar que los indios viven
actualmente en la India y que los "indios" de América se deberían
denominar, por lo tanto, según los nombres que ellos mismos se daban o,
al generalizar, utilizando términos como "indígenas", "nativos",
aborígenes" o "indoamericanos".
Durante la conquista en el mundo indígena se observó una gran división:
se ubicaron por un lado quienes se opusieron al invasor y por el otro los
que colaboraron por diversas razones con los europeos.
La resistencia a la conquista fue un fenómeno muy extendido a lo largo del
siglo XVI e involucró a prácticamente todos los grupos étnicos americanos.
De hecho, las revueltas indígenas, a pesar de ser rápidamente sofocadas,
acompañaron al conquistador en todas sus campañas y constituyen un
fenómeno inseparable del proceso de conquista. No obstante, con el
pasar del tiempo poco pudieron hacer los guerreros nativos frente a las
armas y, sobre todo, a las enfermedades traídas por los europeos.
Las jefaturas y noblezas indígenas tuvieron dos opciones; o llegaban a un
arreglo con los españoles para mantener algunos privilegios, o se
rebelaban contra el invasor. Esta última alternativa fue la más empleada
por las élites nativas e implicó generalmente la derrota militar indígena,
acompañada de la virtual desaparición de la clase dirigente.
6. Gobierno de Diego Colon.
Con el gobierno de Diego se inicia el primer virreinato establecido por la
administración española en América, y podríamos designar a este
gobierno como personalista. Durante su mandato Diego Colón provoca
que la sociedad de la Isla se divida en grupos con intereses diferente,
estallando de esta manera una revuelta social que conllevaría a
desestabilizar su propia gestión. Diego mantuvo el sistema de las
Encomiendas como base económica, pero además incursionó en la
industria azucarera.
Mantuvo la política de construcción, reparto a sus seguidores y malos
tratos a los aborígenes. Los hechos más relevante de este gobierno
fueron: El establecimiento del Requerimiento y la Guerra Santa, las
protestas de la iglesia a través de los padres Dominicos, los repartimientos
de Alburquerque, el establecimiento de la Real Audiencia, las
Cimarronadas, el levantamiento de Enriquillo de 1514, y la quiebra de la
economía aurífera.
Con el gobierno de Diego se inicia el primer virreinato establecido por la
administración española en América, y podríamos designar a este
gobierno como personalista. Durante su mandato Diego Colón provoca
que la sociedad de la Isla se divida en grupos con intereses diferente,
estallando de esta manera una revuelta social que conllevaría a
desestabilizar su propia gestión. Diego mantuvo el sistema de las
Encomiendas como base económica, pero además incursionó en la
industria azucarera.
Mantuvo la política de construcción, reparto a sus seguidores y malos
tratos a los aborígenes. Los hechos más relevante de este gobierno
fueron: El establecimiento del Requerimiento y la Guerra Santa, las
protestas de la iglesia a través de los padres Dominicos, los repartimientos
de Alburquerque, el establecimiento de la Real Audiencia, las
Cimarronadas, el levantamiento de Enriquillo de 1514, y la quiebra de la
economía aurífera.

7. La real Audiencia.
La Real Audiencia fue el más alto tribunal judicial de apelación en las
Indias, pues contó con jurisdicción civil y criminal y una amplia
competencia extendida incluso al ámbito eclesiástico. Esto último debido
a una de las facultades que el Real Patronato otorgó a la corona.
La creación de las Audiencias indianas, tuvo como principal objetivo
reafirmar la supremacía de la justicia del rey por sobre la de los
gobernadores.
Sobre la Audiencia sólo estaba el Consejo de Indias, al que únicamente se
podía recurrir en los casos de mayor categoría. Al mismo tiempo, este
tribunal real asesoró a la autoridad política del territorio asignado a su
jurisdicción y se constituyó en un organismo consultivo de vital
importancia para los virreyes y gobernadores.
Las Audiencias americanas estaban organizadas, al modo del Consejo de
Indias, como autoridades colegiadas. Se componían de letrados
profesionales que, en principio, fueron cuatro oidores y un fiscal
presididos por el virrey o gobernador de la zona. Con el transcurso del
tiempo el número de estos funcionarios aumentó en los territorios más
extensos. Cada año, rotativamente, un oidor debía realizar viajes de
inspección y judiciales por las provincias que formaban parte de la
jurisdicción de la Audiencia.
La primera Audiencia indiana fue establecida en Santo Domingo en 1511.
A partir de 1527 y hasta 1563, la fundación de nuevas Audiencias en
México, Panamá, Guatemala, Lima, Guadalajara, Santa Fe, Charcas, Quito
y Chile, marcó el proceso de la colonización y del poder monárquico en
América. Su rango aumentó al hacérselas depositarias del sello real, tal
como acontecía en las cancillerías peninsulares.
La primera Audiencia creada en el Nuevo Mundo fue la de Santo Domingo,
de la cual dependía el territorio del Nuevo Reino de Granada, porción de
la gobernación de Santa Marta. La distancia entre la sede de ese tribunal y
el Nuevo Reino imposibilitaba el control tanto del desempeño de los
delegados del poder real (gobernadores o alcaldes mayores), como de la
conducta de los titulares de encomiendas, que no siempre seguían las
pautas señaladas por la corona en relación con el trato a sus
encomendados. Esta situación decidió el envío del juez y visitador Miguel
Díaz de Armendáriz a quien, además, como gobernador del Nuevo Reino,
se le asignó la difícil tarea de implantar las Leyes Nuevas promulgadas en
1542 a fin de corregir los abusos de que eran víctimas los naturales tanto
de parte de las autoridades como de sus encomenderos.
Su desafortunada gestión fue expuesta por los procuradores de las
ciudades neogranadinas al rey y por el adelantado Gonzalo Jiménez de
Quesada al Consejo de Indias. La corona llegó, entonces, al
convencimiento de que era necesaria una autoridad más fuerte y más
cercana al escenario de las pugnas entre el poder de hecho de los
encomenderos y el de derecho que se pretendía implantar. Así se creó la
Audiencia de Santafé de Bogotá, cuya falta había sido ya puesta de relieve
por los procuradores de las ciudades de Santafé, Tunja, Vélez y Panches: el
3 de febrero de 1547, se habían dirigido al rey para suplicarle se sirviera
"mandarla proveer con toda brevedad" para que cesasen los agravios,
maltratos y molestias que, hasta el momento, habían recibido de los
gobernadores.
La nueva Audiencia se inauguró con las solemnidades acostumbradas el 7
de abril de 1550 a fin de que concentrara "la buena gobernación" del
territorio y la administración de la justicia real en el ámbito de su
jurisdicción. Era claro que la corona pretendió crear un órgano que,
además de funcionar como tribunal de justicia, sustituyera la autoridad
unipersonal del gobernador por la de un cuerpo colegiado compuesto por
sus magistrados. La Audiencia gobernó como tal hasta 1563, fecha en la
cual, por real cédula dirigida a Andrés Venero de Leiva, se designó al
frente del organismo en calidad de presidente a un experto en derecho,
licenciado o doctor, a quien se concedió la prerrogativa de gobernar el
Nuevo Reino sin participación de los oidores, los cuales, en adelante, no
debían entrometerse en el gobierno, ni en la provisión de oficios públicos,
ni en los repartimientos de indios, sino limitarse exclusivamente a
administrar justicia junto con el presidente, tal como lo hacían los
integrantes de las audiencias de México, Valladolid o Granada. Tal
situación se mantuvo hasta 1604 en que se resolvió que, en adelante, los
presidentes serían caballeros de "capa y espada".
En tanto no se conoce documento alguno que permita suponer que al
tribunal se le otorgaron ordenanzas especiales, debe concluirse que, al
comenzar su vida jurídica, la Audiencia de Santafé se rigió por las Leyes
Nuevas de 1542 en tanto constituían el ordenamiento más reciente
expedido al respecto. En octubre de 1563 se promulgaron nuevas
Ordenanzas para las audiencias de Quito, Charcas y Panamá, recibidas en
agosto de 1568 en el Nuevo Reino. Al parecer, este ordenamiento rigió la
vida del cuerpo neogranadino hasta, al menos, fines del siglo XVII, sin
descartar que se pudieran haber expedido disposiciones complementarias
que regularan puntos concretos.

8. El Sermón de Adviento o de Fray Antón de Montesinos.


Se le conoce así porque coincidió con la celebración del cuarto domingo
de adviento o tiempo de preparación de la venida del Mesías, de la
navidad, que conmemora la Iglesia Católica
Fue la primera manifestación de protesta, defensa, reclamación, denuncia
y recriminación en América contra las autoridades, encomenderos y
colonizadores españoles, ya que en él se sintetiza la opresión, injusticias,
crueldades, explotación, el castigo inmisericorde, los atropellos y abusos a
que estos, en su afán desmedidos de extraer el oro, sin ningún derecho ni
justicia, sometieron a nuestros aborígenes a arduas e inhumanas labores,
sin que se les suministraran alimentos ni curados cuando enfermaban,
tratándolos peor que a los animales.
Para ese día fueron convocadas las principales autoridades coloniales,
entre ellas el almirante Diego Colón, hijo de Cristóbal Colón. También
estaba presente Bartolomé de Las Casas, en su calidad de encomendero
(persona que se apropiaba de los indígenas como si fueran objetos).
Dicho sermón fue redactado por el superior de la primera comunidad de la
Orden de los Dominicos en “La Española”, fray Pedro de Córdoba y
firmado por todos los miembros de dicha orden. Se instruyó a fray Antón
de Montesinos para su predicación, dadas sus condiciones de gran orador
y de poseer una potente voz, capaz de estremecer los sentimientos de
todos los presentes en el templo religioso.
Ese Sermón causó tanta preocupación, indignación y enfado entre las
autoridades y encomenderos presentes que Diego Colón, con fuertes
amenazas, le exigió al superior de los dominicos, fray Pedro de Córdoba
que le informara a Montesinos que debía retractarse el próximo domingo
de todo lo que había expresado el domingo de adviento. Éste le manifestó
que lo expresado por Montesinos no era un asunto individual, sino, el
consenso de toda la orden religiosa, basado en los testimonios y
observaciones de los atropellos y maltratos a los indígenas por los
colonizadores españoles.
Si el Sermón de Adviento causó un gran revuelo entre las autoridades
españolas, el pronunciado el domingo 28 de diciembre, “Día de los Santos
Inocentes”, le puso “la tapa al pomo”, pues en presencia de todas las
autoridades, fray Antón de Montesinos volvió a tronar con un tono de voz
mucho más fuerte, valiente, decidido y desafiante, pues amplió las
denuncias de los maltratos y abusos contra los indígenas, esta vez con
nombres y apellidos.
Las Casas, convencido de que las encomiendas (repartición de indígenas)
eran un abuso y un acto de explotación, renunció a su condición de
encomendero, convirtiéndose en defensor de los derechos de los indios.
Los ecos de aquellos sermones resonaron muy pronto por toda España
pues Diego Colón y los encomenderos se quejaron ante el rey Fernando el
Católico de la conducta asumida por los dominicos, quien de inmediato se
vio en la necesidad de estudiar con profundidad sus denuncias, las cuales
habían conmovido a toda América y a Europa.
El rey Fernando estableció en Burgos una Junta de Juristas y Teólogos,
para que examinara las quejas originadas en “La Española” y tratara de
elaborar leyes, que contribuyeran con la convivencia, la paz, el respeto y la
solución de dichas dificultades. Se aprobó un conjunto de normas que
constituyen el primer cuerpo legislativo sobre la colonización de los países
americanos. Fueron promulgadas el 27 de diciembre de 1512.
Estos sermones no cayeron en sacos rotos, pues marcaron el inicio del
cristianismo liberador, del reconocimiento de la dignidad de los indios, del
respeto a la diversidad cultural y religiosa en América, lo que dio origen a
la “Teología de la Liberación”.
La República Dominicana debe promover estas y otras primicias religiosas,
históricas y culturales, ya que fueron el primer aporte a los Derechos
Humanos en América.
9. Las leyes de Burgos.
Leyes de Burgos. Fueron las leyes dictaminadas el 27 de enero de 1512,
como resultado de una junta sostenida por un grupo de teólogos y juristas
en la ciudad española del mismo nombre. Se crean bajo el falso pretexto
de la Monarquía Hispana de querer regular el proceso de colonización y
conquista de América, en vistas a hacer valer los derechos de los
naturales, indios o indígenas que habitaban esas tierras a la llegada de los
conquistadores y los cuales habían sufrido múltiples maltratos.
La denominación original de estas leyes fue el de Ordenanzas reales para
el buen regimiento y tratamiento de los indios. Constaba de 35 leyes o
artículos que regulaban el régimen de los mismos, sus condiciones
personales de vida y de trabajo, sus derechos, los límites a su utilización
como mano de obra y lo que es más importante: se reconocían por
primera vez su condición de hombre libre y titular de derechos humanos
básicos, como el de la libertad y la propiedad.
En reunión convocada por la Corona Española de la época, un grupo de
teólogos y juristas españoles se dieron cita en la ciudad de Burgos para
analizar los problemas políticos y jurídicos surgidos a raíz de la afectación
que sufrieron los indígenas del llamado Nuevo Mundo con la llegada de
los colonos españoles a sus tierras. Este mismo grupo de intelectuales
habían conformado, un año antes, el famoso sermón de Montesinos
donde se acordaron los siguientes postulados:
 Los indios son libres y deben ser tratados como tales, según
ordenan los Reyes.
 Los indios han de ser instruidos en la fe, como mandan las bulas
pontificias.
 Los indios tienen obligación de trabajar, sin que ello estorbe a su
educación en la fe, y de modo que sea de provecho para ellos y para
la república.
 El trabajo que deben realizar los indios debe ser conforme a su
constitución, de modo que lo puedan soportar, y ha de ir
acompañado de sus horas de distracción y de descanso.
 Los indios han de tener casas y haciendas propias, y deben tener
tiempo para dedicarlas a su cultivo y mantenimiento.
 Los indios han de tener contacto y comunicación con los cristianos.
 Los indios han de recibir un salario justo por su trabajo.
El entonces Rey de la corona española, Fernando El Católico, hizo encargo
a los dos más destacados representantes de la junta: Juan López Palacios
Rubios (uno de los más sólidos defensores del argumento teocrático que
justificaba la concesión papal) y Matías de Paz (catedrático de teología en
Salamanca(España) quien insistía en la necesidad de informar a los indios
de los derechos del rey de castilla con un requerimiento antes de
someterlos pacíficamente o hacerles la guerra), para que incluyeran dos
tratados más.
Atendiendo a ello, dos criterios jurídico-teológicos se enfrentaron en la
reunión de 1512: uno que establecía la supremacía del derecho
sobrenatural/espiritual hasta lograr invalidar el derecho natural, poniendo
en riesgo que los nativos perdieran sus derechos y otro de cierta forma
más justo, que defendía el derecho de los hombres a conservar sus
atributos naturales, de derecho político, de propiedad y de determinación
cultural; basado en que el pecado original no invalidaba a ningún hombre
de tales derechos.
La aplicación de estas leyes comenzó por la isla de La Española, para
posteriormente valerse en Puerto Rico y Jamaica. Se estableció una
regulación del régimen de trabajo a los indios, jornal, alimenticio,
vivienda, higiene y de cuidado, así como se les ordenó la enseñanza de la
catequesis, se condenó la bigamia y se les obligó a construir sus bohíos o
cabañas junto a las casas de los colonos españoles.
Fue respetado, por su parte, la autoridad de los caciques, a los que
eximieron de los trabajos ordinarios y les proporcionaron varios indios
como servidores.
El incumplimiento de las distintas leyes causaron numerosos reclamos y
protestas entre los indios que se veían avasallados por el imperialismo
cultural reinante al cual estaban sometidos. A pesar de las encomiendas
para garantizar la supervivencia de los indios en el continente americano,
estos fueron disminuyendo como se sabe hoy, a causa de enfermedades y
sobre todo, del maltrato físico a que fueron sometidos por sus
conquistadores.

10. Los Repartimientos de Rodrigo de Alburquerque.


Estos repartimientos tuvieron lugar en la Isla Española en 1514, y se le
conoce con el nombre de "Repartimiento de Alburquerque".
A los 25 encomenderos que había en la región de San Juan de la Maguana,
se les asignaron un total de 1435 indios que se encontraban bajo la
protección de un cacique.
Llama la atención la cantidad de dignatarios durante el período colonial
que tenían hatos y encomiendas en San Juan. Entre ellos podemos citar a:
Alonso de Dávila, quien participó en 1519 en la conquista de México y
quien estuvo presente en el arresto de Moctezuma y la toma de
Tenochtitlan en 1521; a Fernando Colón, hijo de Cristóbal Colón, quien era
cosmógrafo, historiador, biógrafo y abogado, quien poseía tres hatos con
200 indios.
Se hace constar que el hecho que aparezcan 39 encomiendas y 25
encomenderos, se debe a que hay varios encomenderos con más de una
encomienda.
La palabra Bauruco, con el cual se identifica el lugar de procedencia de
varios caciques, no aparece en el "Diccionario de Indigenismo" de Emiliano
Tejera, sin embargo, la palabra Baoruco aparece sin la "h" intercalada.
El Cacique Enrique de Baoruco, No.7 y 8, es el cacique Enriquillo que tiene
a su cargo las encomiendas de Francisco Hernández y Francisco de
Valenzuela, cuya residencia junto con su esposa Mencía o Lucía, como era
su nombre en español, era la casa de Francisco de Valenzuela, que se
encontraba en lo que hoy es Hato del Padre, 3 o 4 kilómetros al oeste de
la Higuera, poblado indígena donde comenzó la sublevación del Cacique.
Como puede apreciarse, en la lista del nombre de los caciques,
encontramos que muchos de ellos habían cambiado su nombre indígena
por nombres castellanos.
Mi reconocimiento a Doris Montes de Oca, por su ayuda desinteresada
sobre mis investigaciones sobre la historia colonial del pueblo que me vio
nacer, San Juan de la Maguana.

También podría gustarte