Elementos de La Cultura Del Pueblo Xinca
Elementos de La Cultura Del Pueblo Xinca
Elementos de La Cultura Del Pueblo Xinca
Introducción.
Incienso: Perla que al quemarlo en brazos de carbón suelta una aroma agradable
a los sentidos y los sentidos de dios.
El frijol: Para pedir abundancia.
La mirra: Para limpieza física y espiritual.
El ocote: simboliza protección
Los colores.
Los clores tienen un valor espiritual en la
cosmovisión Xinca y entre ellos podemos
mencionar
Tziriri (rojo): simboliza al sol, inicia se ascenso
sobre el horizonte de las montañas, colinas o
valles, también representa el oriente el color
de nuestra sangre, el color del maíz rojo, el
color de la raza humana roja, a la flor roja
vestimenta de septiembre de la gran madre
ixiwaih.
Existen otros colores como el celeste, rosado, morado que cada uno también tiene
un simbolismo y que es para cada niño al nacer, es su color elemental y cargados
de energía, el uso de estos colores tiene que ver con el día en que debe ser
utilizados en una ceremonia, porque las ceremonias dependen de los días que
marca los estados de la luna.
Bailes o danzas.
Existen varias danzas ancestrales que
todavía son ejecutadas en diversas
festividades y se realizan en algunos
lugares considerados sagrados para el
pueblo Xinca; entre los bailes mas
representativos se encuentran
El baile de la poza encantada, que
hace alusión a una laguna ubicada en
el municipio de
Taxisco, del departamento de Santa Rosa. Era considerada encantada, ya que a
los visitantes les brindaba una gran variedad de animales y frutas de la época.
El baile del sombreron, que simboliza el cambio de poder entre autoridades
Xincas.
El baile de tuza, que aun se realiza, representa un juego ancestral en el que un
grupo de jóvenes pasaban de mano en mano una tuza con fuegohasta que se
consumiera y quien recibía por ultimo la tuza tenia que realizar una penitencia.
Artesanía.
Entre algunas artesanías de la cultura Xinca podemos mencionar
La Alfarería. En algunas comunidades del pueblo Xinca se elaboraban artículos a
base de barro (mezcla de tierra) y agua), entre ellos tinajas. Ollas, jarrones y
comales.
Vestuario.
Las mujeres usaban el torso desnudo
con un refajo de algodón de la cintura al
tobillo en el cabello se colocan numerosos
ganchos o cordones coloridos. Lucen
vestidos con paletones en colores intensos,
gabacha o delantal, aretes vistosos y,
algunas veces, usan caites.
El significado especial de los colores de su
vestimenta son: El rojo simboliza la sangre
derramada de nuestros ancestros;
el amarillo significa la salida del sol; el blanco, la pureza y lealtad, se relaciona con
el agua y el poder visualizar las cosas con el alma de nuestros antepasados. El
verde es la naturaleza, el naranja es la puesta del sol y el renacer de un día, y el
azul es el espacio que ocupa el mar y la existencia.
Este traje tradicional dejó de usarse hace diez años, al fallecimiento de los últimos
ancianitos que lo usaban
Gastronomía
Respecto a algunas peculiaridades
domésticas podemos decir que sus
cocinas eran (y existen todavía algunas)
de fuego abierto. Este consiste en
colocar sobre el piso de tierra tres
piedras de regular tamaño y
sobre ellas se sienta la olla o caldero.
Los Xincas como los mayas disponen
del sistema frío-caliente en su dieta
alimenticia, buscándose con ello la proporción del equilibrio de las fuerzas de la
naturaleza
En Chiquimulilla, los Xincas recolectan sal y pescan, y los que viven el área rural
cultivan maíz.
Vivían de la pesca y la cacería.
El tiocinta, era una planta parecida a la milpa, a los tres años produce maíz y la
aprovecharon para sacar semilla de maíz y produjeron sus alimentos como la
tortilla.
Conclusión.
Este trabajo es de gran ayuda para nosotros ya que nos ayuda a ampliar los
conocimientos que ya tenemos acerca de la cultura Xinca. También nos pudimos
dar cuenta que la cultura o etnia Xinca esta cada vez más en extinción lo que
dificulto nuestra investigación ya que por ser muy ancianitos y tener desconfianza
las últimos Xincas se niegan a compartir ampliamente su cultura.
Recomendación.
A toda persona que tenga la oportunidad de leer esta investigación le
recomendamos que transmita esta información para así no dejar que se extinga
esta cultura ya que es muy interesante e importante al igual que las demás.
LITERATURA DE LA GENERACION 98
La generación del 981 es el nombre con el que se ha reunido tradicionalmente a
un grupo de escritores, ensayistas y poetas españoles que se vieron
profundamente afectados por la crisis moral, política y social desencadenada en
España por la derrota militar en la guerra hispano-estadounidense y la
consiguiente pérdida de Puerto Rico, Guam, Cuba y Filipinas en 1898. Todos los
autores y grandes poetas englobados en esta generación nacen entre 1864 y
1876.
Se inspiraron en la corriente crítica del canovismo denominada regeneracionismo
y ofrecieron una visión artística en conjunto en La generación del 98. Clásicos y
modernos.
Estos autores, a partir del denominado Grupo de los Tres (Baroja, Azorín y
Maeztu), comenzaron a escribir en una vena juvenil hipercrítica e izquierdista que
más tarde se orientará a una concepción tradicional de lo viejo y lo nuevo. Pronto,
sin embargo, siguió la polémica: Pío Baroja y Ramiro de Maeztu negaron la
existencia de tal generación, y más tarde Pedro Salinas la afirmó, tras minuciosos
análisis, en sus cursos universitarios y en un breve artículo aparecido en Revista
de Occidente (diciembre de 1935), siguiendo el concepto de «generación literaria»
definido por el crítico literario alemán Julius Petersen; este artículo apareció luego
en su Literatura española. Siglo XX (1949). José Ortega y Gasset distinguió dos
generaciones en torno a las fechas de 1857 y 1872, una integrada por Ganivet y
Unamuno y otra por los miembros más jóvenes. Su discípulo Julián Marías,
utilizando el concepto de «generación histórica», y la fecha central de 1871,
estableció que pertenecen a ella Miguel de Unamuno, Ángel Ganivet, Valle-Inclán,
Jacinto Benavente, Carlos Arniches, Vicente Blasco Ibáñez, Gabriel y Galán,
Manuel Gómez-Moreno, Miguel Asín Palacios, Serafín Álvarez Quintero, Pío
Baroja, Azorín, Joaquín Álvarez Quintero, Ramiro de Maeztu, Manuel Machado,
Antonio Machado y Francisco Villaespesa. No incluyó a mujeres, pero de hecho
Carmen de Burgos «Colombine» (1867-1932), Consuelo Álvarez Pool «Violeta»
(1867-1959) y Concha Espina (1869-1955) podrían pertenecer a ella, pues se
encuentran en esa franja de fechas y sus características coinciden.
La crítica al concepto de generación fue realizada inicialmente por Juan Ramón
Jiménez en un curso dictado en la década de 1950 en la Universidad de Puerto
Rico (Río Piedras), y luego por un importante grupo de críticos que desde
Federico de Onís, Ricardo Gullón, Allen W. Phillips, Ivan Schulman, y termina con
las últimas aportaciones de José Carlos Mainer, Germán Gullón, entre otros.
Todos ellos han puesto en duda la oposición del concepto de generación del 98 y
de modernismo.
Nómina[editar]
Formado inicialmente por el llamado Grupo de los Tres (Baroja, Azorín y Maeztu),
entre los integrantes más significativos de este grupo podemos citar a Ángel
Ganivet, Miguel de Unamuno, Enrique de Mesa, Ramiro de
Maeztu, Azorín, Antonio Machado, los hermanos Pío y Ricardo Baroja, Ramón
María del Valle-Inclán y el filólogo Ramón Menéndez Pidal. Algunos incluyen
también a Vicente Blasco Ibáñez, que por su estética puede considerarse más
bien un escritor del naturalismo, y también al dramaturgo Jacinto Benavente. Entre
las autoras pertenecientes a este movimiento destacan la novelista Concha
Espina o la periodista Carmen de Burgos.
Artistas de otras disciplinas pueden también considerarse dentro de esta estética,
como por ejemplo los pintores Zuloaga, Romero de Torres y Ricardo Baroja,
también escritor este último. Entre los músicos destacan Isaac Albéniz y Enrique
Granados.
Miembros menos destacados (o menos estudiados) de esta generación
fueron Ciro Bayo (1859-1939), los periodistas, ensayistas y narradores Manuel
Bueno (1874-1936), José María Salaverría (1873-1940) y Manuel Ciges
Aparicio (1873-1936), Mauricio López-Roberts, Luis Ruiz Contreras (1863-
1953), Rafael Urbano (1870-1924) y muchos otros.
La mayoría de los textos escritos durante esta época literaria se produjeron en los
años inmediatamente posteriores a 1910 y están siempre marcados por la
autojustificación de los radicalismos y rebeldías juveniles (Machado en los últimos
poemas incorporados a Campos de Castilla, Unamuno en sus artículos escritos
durante la I Guerra Mundial o en la obra ensayística de Pío Baroja).
Centros de reunión
Retrato de Pío Baroja.
Benavente y Valle-Inclán presidían tertulias en el
Café de Madrid; las frecuentaban Rubén Darío,
Maeztu y Ricardo Baroja. Poco después
Benavente y sus seguidores se fueron a
la Cervecería Inglesa, mientras que Valle-Inclán,
los hermanos Machado, Azorín y Pío Baroja
tomaban el Café de Fornos. El ingenio de Valle-
Inclán le llevó luego a presidir la del Café Lyon
d'Or y la del nuevo Café de Levante, sin duda
alguna la que congregó a mayor número de
participantes.
Revistas[editar]
Los autores de la generación del 98 se agruparon en torno a algunas revistas
características, Don Quijote (1892-1902), Germinal (1897-1899), Vida
Nueva (1898-1900), Revista Nueva (1899), Electra (1901), Helios (1903-1904)
y Alma Española (1903-1905).
Libros de memorias[editar]
No fueron muy aficionados los autores del 98 a hablar de sus compañeros. Pío
Baroja dejó bastantes recuerdos de ellos en dos libros de memorias, Juventud,
egolatría (1917) y los siete volúmenes póstumos Desde la última vuelta del
camino. Ricardo Baroja hizo lo propio en Gente del 98 (1952). Unamuno dejó
varios textos autobiográficos sobre su juventud, pero pocos sobre su edad
madura.
Características[editar]
Los autores de la generación mantuvieron, al menos al principio, una estrecha
amistad y se opusieron a la España de la Restauración; Pedro Salinas ha
analizado hasta qué punto pueden considerarse verdaderamente
una generación historiográficamente hablando. Lo indiscutible es que comparten
una serie de puntos en común:
Joaquín Sorolla, Antonio Machado (diciembre de 1917). Óleo sobre
lienzo. Hispanic Society of America (Nueva York).
Sorolla se lo regaló a Machado, compañero suyo
en la Institución Libre de Enseñanza, "como un
poema personal".
Distinguieron entre una España
real miserable y otra España oficial falsa y
aparente. Su preocupación por la identidad
de lo español está en el origen del llamado
debate sobre el ser de España, que
continuó aún en las siguientes
generaciones.
Sienten un gran interés y amor por
la Castilla de los pueblos abandonados y
polvorientos; revalorizan su paisaje y sus
tradiciones, su lenguaje castizo y espontáneo. Recorren las dos mesetas
escribiendo libros de viajes, resucitan y estudian los mitos literarios
españoles y el romancero.
Rompen y renuevan los moldes clásicos de los géneros literarios, creando
nuevas formas en todos ellos. En la narrativa, la nivola unamuniana, la
novela impresionista y lírica de Azorín, que experimenta con el espacio y el
tiempo y hace vivir al mismo personaje en varias épocas; la novela abierta y
disgregada de Baroja, influida por el folletín, o la novela casi teatral y
cinematográfica de Valle-Inclán. En el teatro, el esperpento y
el expresionismo de Valle-Inclán o los dramas filosóficos de Unamuno.
Rechazan la estética del realismo y su estilo de frase amplia, de
elaboración retórica y de carácter menudo y detallista, prefiriendo un
lenguaje más cercano a la lengua de la calle, de sintaxis más corta y
carácter impresionista; recuperaron las palabras tradicionales y castizas
campesinas.
Intentaron aclimatar en España las corrientes filosóficas
del irracionalismo europeo, en particular de Friedrich Nietzsche (Azorín,
Maeztu, Baroja, Unamuno), Arthur Schopenhauer (especialmente en
Baroja), Sören Kierkegaard (en Unamuno) y Henri Bergson (Antonio
Machado).
El pesimismo3 es la actitud más corriente
entre ellos y la actitud crítica y
descontentadiza les hace simpatizar con
románticos como Mariano José de Larra, al
que dedicaron un homenaje y Carmen de
Burgos, una biografía.
Ideológicamente comparten las tesis
del regeneracionismo, en particular
de Joaquín Costa, que ilustran de forma
artística y subjetiva.
Ofrecen un carácter subjetivo en sus obras.
La subjetividad toma mucha importancia en
la generación del 98 y en el modernismo.
COMENTARIO
Tanto el Modernismo como la Generación del 98, consiguieron aportar a España,
una gran renovación literaria en los estilos y la temática escrita hasta la época. Así
como una renovación del pensamiento de los autores posteriores a esta época,
renovando su forma de ver la vida y el arte, tanto literario como artístico.
Entonces podemos decir que el grupo de escritores literarios que estaban
inconformes con la situación de su país estaba enfrentando en ese entonces
destacaron por sus obras y logros que tuvieron.