Constructivismo, Cuerpo y Lenguaje
Constructivismo, Cuerpo y Lenguaje
Constructivismo, Cuerpo y Lenguaje
ISSN 1514-0105
http://www.efyc.fahce.unlp.edu.ar
Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.
Departamento de Educación Física.
C ON ST R UC TI VI SM O, C UE R P O Y LE N GUAJ E
R ic ar d o Lui s Cr i sor i o
Ricardo Luis Crisorio es profesor en Educación Física. Se ha desempeñado como Director del
Departamento del Profesorado en Educación Física (F.H.C.E.) Actualmente es profesor titular
ordinario de Gimnástica I (U.N.L.P.) e integrante del Programa de Incentivos. Es Coordinador de
Educación Física para la Transformación Curricular-Programa de Transformación Curricular del
Ministerio de Cultura y Educación de la Nación.
Me siento tentado a afirmar que mi tesis no hubiera sido posible desde un enfoque
o punto de vista que no fuera, por decirlo así, constructivista; cuando menos no hubiera
sido posible sin las hipótesis, preguntas y proposiciones cardinales de la problemática
levantada por el constructivismo. Y esto, al fin, constituye una tesis fundante de mi tesis.
En efecto, una investigación preocupada por la relación entre los discursos, por
definición sociales, y las prácticas, tanto individuales como sociales, en el contexto/texto
de una tarea profesional en una sociedad y en una cultura dadas, difícilmente pueda
siquiera pensarse en el marco de una perspectiva enmarcada en el asociacionismo o el
empirismo.
Tanto más en una disciplina a la cual parece haberle tocado en suerte, en el reparto
de las tareas sociales encargadas por la cultura, interesarse por lo “más” dado e
“incuestionablemente real” en el hombre, es decir, su cuerpo y la inherente capacidad de
éste de moverse.
En este punto, la particularidad disciplinar probablemente plantee algunas hipótesis,
preguntas y proposiciones al propio constructivismo (cuando menos, si no al
constructivismo teórico, al constructivismo discursivo1 que es el que más me interesa),
que también pueden plantearse desde otros lugares, lo cual ofrece a la vez cierto
1
Es preciso diferenciar discursos de teorías. Los discursos deben definirse en relación con la
“interpretación”, es decir, con “la asignación conceptual de determinada significación a
determinado fenómeno, en función de su representación posible en determinado momento de
determinada sociedad”, Magariños de Morentin, J. y col., “Esbozo semiótico para una metodología
de base en Ciencias Sociales”, en Magariños de Morentin, J., 1996, Los fundamentos lógicos de
la semiótica y su práctica, Buenos Aires, Edicial, p. 251.
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resguardo al rigor de mi pensamiento, protegiéndolo al menos de una presuposición de
delirio o de revelación de verdad (lo cual sería un delirio; la verdad no se revela, se
construye).
Si no en Freud, el planteamiento de un cuerpo construido es absolutamente patente
en Lacan. Recuérdese que si en Freud el destino podía ser aún la anatomía, para Lacan
ya el destino es el lenguaje.
Extraño es, sin duda, que un profesor de Educación Física, cuyo propio destino
parece indiscutiblemente más seguro en la primera tesis, abrace la segunda. Sin
embargo, pese al riesgo, ésta parece más completa que aquella y, de todos modos, la
anatomía como destino no ha procurado a la Educación Física mejores consideraciones
en el campo científico ni en el educativo.
Aunque así fuera, esto no justificaría renunciar a la proposición de Furlan, en
cuanto a que “investigar es renunciar a decir cualquier cosa”2. Por otro lado, desde que
hizo suyo el postulado sobre “la solidaridad elemental y profunda entre el movimiento y el
pensamiento”3, la educación física, por intermedio de las escuelas psicomotrices, no ha
hecho otra cosa que intentar escapar de la anatomía, aunque sólo para caer una y otra
vez, de la mano de Dupré4, en la anatomía. El concepto “psicomotricidad” fue acuñado en
1911 por Dupré, quien observó esta solidaridad entre el movimiento y el pensamiento en
los casos de “debilidad mental”, expresión que él mismo había acuñado antes y que
extendió a lo mental una calificación hasta entonces reservada a lo físico. El concepto
sirvió para dar cuenta de la correspondencia entre los déficits motrices y los déficits
intelectuales en los términos de la psiquiatría, es decir, sosteniendo la ilusión de la
medicina de hallar una sede orgánica para todo aquello que se alejara de lo “normal”.
Luego, los problemas relevados por el constructivismo parecen haber sido, más o
menos dudosas o parciales interpretaciones mediante, un aliado invalorable para estas
corrientes.
2
Furlan, A., Conferencia pronunciada en el Primer Congreso Nacional de Educación Física, Villa
Giardino, Córdoba, junio de 1994.
3
Dupré, E., Pathologie de l’ imaginatión et de l’ emotivité, Paris, Payot, 1925.
4
El concepto “psicomotricidad” fue acuñado por Dupré en 1911. La solidaridad elemental y
profunda entre el movimiento y el pensamiento» observada en los casos de “debilidad mental”,
expresión que él mismo había acuñado antes y que extendió a lo mental una calificación hasta
entonces reservada a lo físico. No obstante su amplitud, el concepto sirvió para dar cuenta de la
correspondencia entre los déficits motrices y los déficits intelectuales en los términos de la
psiquiatría, es decir, sosteniendo la ilusión de la medicina de hallar una sede orgánica para todo
aquello que se alejara de lo “normal”.
8
Geertz, C., 1987, La interpretación de las culturas, México, Gedisa, pág. 20.
9
Bruner, J., La importancia de la educación, 1987, Barcelona, Paidos, pág. 27.
10
Soler, C., Conferencia pronunciada en Bruselas en la XV Reunión de la Escuela de Orientación
Lacaniana.
11
Por esto Lacan concibe la ciencia como imposible, porque su objetivo es el conocimiento de lo
real.
12
El concepto sociogénesis, de hecho, se difundió en la literatura constructivista más tardíamente
que el de psicogénesis.
13
En el sentido de Heidegger y, más propiamente, de Foucault.
14
Waddington, C.H., “El animal humano”, en Brain, R. y otros, 1975, Psicología Social y
Humanismo, Buenos Aires, Paidos, pág. 57.
15
ibid., pág. 41.
16
Bruner, J., 1987, La importancia de la educación, Barcelona, Paidos, pág. 31.
17
Cerda, A.M. y Molina, V., 1997, Módulo de Autoaprendizaje para el Seminario “Investigación
sobre Aprendizaje y Formas de Enseñanza”, Presentación, Santiago de Chile, UHAC-PIIE, pág. 3.
18
Bourdieu, P, 1989, “Fieldwork in philosophie”, en Cosas dichas, Grijalbo, México.
19
Para dimensionar la importancia del orden simbólico, de la cultura, en estos aprendizajes, vale
tener presente que los niños-lobo no dominaban el lenguaje pero tampoco la marcha bípeda, lo
que equivale a decir que sus reflejos específicamente humanos tampoco funcionaban.
20
Vygotski, L., 1988, El desarrollo de los procesos psicológicos superiores, México, Grijalbo, pág.
136.
21
Maturana, quien ha acuñado este concepto, lo utiliza constantemente en su obra.
22
Waddington, C.H., op. cit, pág. 55.
7
Cerda, A.M. y Molina, V., 1997, Módulo de Autoaprendizaje para el Seminario “Investigación
sobre Aprendizaje y Formas de Enseñanza”, Presentación, Santiago de Chile, UHAC-PIIE, pág. 2.
8
Geertz, C., 1987, La interpretación de las culturas, México, Gedisa, pág. 20.
9
Bruner, J., La importancia de la educación, 1987, Barcelona, Paidos, pág. 27.
10
Soler, C., Conferencia pronunciada en Bruselas en la XV Reunión de la Escuela de Orientación
Lacaniana.
11
Por esto Lacan concibe la ciencia como imposible, porque su objetivo es el conocimiento de lo
real.
12
El concepto sociogénesis, de hecho, se difundió en la literatura constructivista más tardíamente
que el de psicogénesis.
13
En el sentido de Heidegger y, más propiamente, de Foucault.
14
Waddington, C.H., “El animal humano”, en Brain, R. y otros, 1975, Psicología Social y
Humanismo, Buenos Aires, Paidos, pág. 57.
15
ibid., pág. 41.
16
Bruner, J., 1987, La importancia de la educación, Barcelona, Paidos, pág. 31.
17
Cerda, A.M. y Molina, V., 1997, Módulo de Autoaprendizaje para el Seminario “Investigación
sobre Aprendizaje y Formas de Enseñanza”, Presentación, Santiago de Chile, UHAC-PIIE, pág. 3.
18
Bourdieu, P, 1989, “Fieldwork in philosophie”, en Cosas dichas, Grijalbo, México.
19
Para dimensionar la importancia del orden simbólico, de la cultura, en estos aprendizajes, vale