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Ley Zona Maritimo Terrestre

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LEY ZONA

MARITIMO
TERRESTRE
CAPITULO I
• Disposiciones Generales

• Artículo 1º.- La zona marítimo terrestre constituye parte del patrimonio nacional, pertenece al
Estado y es inalienable e imprescriptible. Su protección, así como la de sus recursos naturales,
es obligación del Estado, de sus instituciones y de todos los habitantes del país. Su uso y
aprovechamiento están sujetos a las disposiciones de esta ley.
• Artículo 2º.- Corresponde al Instituto Costarricense de Turismo, en nombre del Estado, la
superior y general vigilancia de todo lo referente a la zona marítimo terrestre.

• Artículo 3º.- Sin perjuicio de las atribuciones de ese Instituto, compete a las municipalidades velar
directamente por el cumplimiento de las normas de esta ley referentes al dominio, desarrollo,
aprovechamiento y uso de la zona marítimo terrestre y en especial de las áreas turísticas de los
litorales.

• El usufructo y administración de la zona marítimo terrestre, tanto de la zona pública como de la


restringida, corresponden a la municipalidad de la jurisdicción respectiva.
• Artículo 4º.- La Procuraduría General de la República, por sí o a instancia de cualquier entidad
o institución del Estado o de parte interesada, ejercerá el control jurídico para el debido
cumplimiento de las disposiciones de esta ley. En consecuencia, hará las gestiones pertinentes
respecto a cualesquiera acciones que violaren o tendieren a infringir estas disposiciones o de
leyes conexas, o que pretendan obtener derechos o reconocimiento de estos contra aquellas
normas, o para anular concesiones, permisos, contratos, actos, acuerdos o disposiciones
obtenidos en contravención a las mismas. Lo anterior sin perjuicio de lo que corresponda a
otras instituciones o dependencias de conformidad con sus facultades legales.
• Artículo 5º.- Salvo disposición legal en contrario, solamente la Asamblea Legislativa podrá
conceder permisos u otorgar concesiones en las zonas cubiertas permanentemente por el mar,
adyacentes a los litorales. Se exceptúan aquellas instalaciones de protección y salvamento,
autorizadas por la respectiva municipalidad, que se hagan para resguardo de las personas y la
seguridad en la navegación.
• Artículo 6.- Las disposiciones de esta ley no se aplicarán a las áreas de las ciudades situadas en
los litorales, ni a las zonas urbanas litorales, ni a las propiedades inscritas, con sujeción a la ley, a
nombre de particulares, ni a aquellas cuya legitimidad reconozcan las leyes.

• Artículo 7º.- Los terrenos situados en la zona marítimo terrestre no pueden ser objeto de
informaciones posesorias y los particulares no podrán apropiarse de ellos ni legalizados a su
nombre, por éste u otro medio.
• Artículo 8º.- Se declara de utilidad pública la zona marítimo terrestre a efecto de que los lotes,
parcelas o mejoras ubicados en ella, que hubieren sido vendidos, adquiridos o poseídos en
propiedad, por particulares, puedan rescatarse para el patrimonio nacional por medio de
expropiación.
CAPITULO II
ZONA MARÍTIMO TERRESTRE
• Artículo 9º.- Zona marítimo terrestre es la franja de doscientos metros de ancho a todo lo largo de
los litorales Atlántico y Pacífico de la República, cualquiera que sea su naturaleza, medidos
horizontalmente a partir de la línea de la pleamar ordinaria y los terrenos y rocas que deja el mar
en descubierto en la marea baja.

• Para todos los efectos legales, la zona marítimo terrestre comprende las islas, islotes y peñascos
marítimos, así como toda tierra o formación natural que sobresalga del nivel del océano dentro del
mar territorial de la República. Se exceptúa la Isla del Coco que estará bajo el dominio y posesión
directos del Estado y aquellas otras islas cuyo dominio o administración se determinen en la
presente ley o en leyes especiales.
• Artículo 10.- La zona marítimo terrestre se compone de dos secciones: la ZONA PUBLICA, que
es la faja de cincuenta metros de ancho a contar de la pleamar ordinaria, y las áreas que quedan al
descubierto durante la marea baja; y la ZONA RESTRINGIDA, constituida por la franja de los
ciento cincuenta metros restantes, o por los demás terrenos en caso de islas.

• Los islotes, peñascos y demás áreas pequeñas y formaciones naturales que sobresalgan del mar
corresponden a la zona pública.

• Artículo 11.- Zona pública es también, sea cual fuere su extensión, la ocupada por todos los
manglares de los litorales continentales e insulares y esteros del territorio nacional.
• Artículo 12.- En la zona marítimo terrestre es prohibido, sin la debida autorización legal,
explotar la flora y fauna existentes, deslindar con cercas, carriles o en cualquier otra forma,
levantar edificaciones o instalaciones, cortar árboles, extraer productos o realizar cualquier
otro tipo de desarrollo, actividad u ocupación.
• Artículo 13.- Las autoridades de la jurisdicción correspondiente y las municipalidades respectivas,
tan pronto tengan noticia de las infracciones a que se refieren los dos artículos anteriores
procederán, previa información levantada al efecto si se estimare necesaria, al desalojo de los
infractores y a la destrucción o demolición de las construcciones, remodelaciones o instalaciones
realizadas por aquellos, sin responsabilidad alguna para la autoridad o la municipalidad. El costo de
demolición o destrucción se cobrará al dueño de la construcción o instalación. Todo lo anterior
sin perjuicio de las sanciones penales que procedan.

• (La Sala Constitucional mediante resolución N° 5756 del 30 de octubre de 1996, declaró que la
aplicación del presente artículo “…en procesos jurisdiccionales pendientes, que aún no concluyen
con sentencia firme, no es violatorio del debido proceso y del derecho de defensa del imputado,
siempre y cuando se interprete que es deber del juzgador, previo a la adopción de la medida de
destrucción, demolición, constatar que los terrenos o las obras involucradas se encuentran
efectivamente dentro de la zona marítimo terrestre y que éstas, se realizaron al margen de lo
dispuesto en la presente Ley”.)
• Artículo 14.- Los dueños de fincas, inscritas o no en el Registro Público, o sus encargados, o las
personas que adquieran concesiones, arrendamientos o posesión de terrenos colindantes con
la zona marítimo terrestre, están obligados a protegerla y conservarla. Cuando se produzcan
daños ocasionados por terceros, deberán denunciarlos inmediatamente a las autoridades
respectivas.

• Artículo 15.- Los dueños de propiedades colindantes con la zona marítimo terrestre podrán
solicitar que sus inmuebles sean incorporados en la planificación que se haga de aquella,
cubriendo por su cuenta la parte proporcional del costo respectivo y cediendo gratuitamente
al Estado las áreas necesarias para usos públicos. En todo caso la planificación y explotación de
esos terrenos, para edificaciones e instalaciones, deberá obedecer a las normas que señalen el
Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo y el Instituto Costarricense de Turismo, antes de
ser aprobados por la respectiva municipalidad.
• Artículo 16.- Toda cesión de derechos o traspaso de terrenos, mejoras o construcciones e
instalaciones, a favor del Estado o sus instituciones, en la zona marítima terrestre, ya fuere
voluntariamente o por medio de expropiación, o en terrenos colindantes con aquella o para
obras de la misma, estarán exentos de toda clase de impuestos a cargo del transmitente o
cedente.

• Artículo 17.- La municipalidad respectiva, el Instituto Costarricense de Turismo y las


autoridades y dependencias correspondientes, deberán dictar y hacer cumplir las medidas que
estimaren necesarias, para conservar o evitar que se perjudiquen las condiciones originarias de
la zona marítimo terrestre y sus recursos naturales.
• Artículo 18.- En casos excepcionales, como la construcción de plantas industriales,
instalaciones de pesca deportiva o instalaciones artesanales, de obras portuarias, programas de
maricultura, u otros establecimientos o instalaciones similares, para cuyo funcionamiento sea
indispensable su ubicación en las cercanías del mar, se podrá autorizar el uso de las áreas de la
zona marítimo terrestre que fueren necesarias para facilitar su edificación y operación, siempre
que se cuente con la aprobación expresa de la municipalidad respectiva, del Instituto
Costarricense de Turismo, del Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo y demás
instituciones del Estado encargadas de autorizar su funcionamiento, así como del Ministerio de
Obras Públicas y Transportes.

• Artículo 19.- Hasta tanto no se produzca la respectiva declaratoria de aptitud turística, no


podrán autorizarse obras ni construcciones, reconstrucciones o remodelaciones, de ninguna
clase, en la zona marítimo terrestre.
CAPITULO III
ZONA PÚBLICA

• Artículo 20.- Salvo las excepciones establecidas por la ley, la zona pública no puede ser objeto
de ocupación bajo ningún título ni en ningún caso. Nadie podrá alegar derecho alguno sobre
ella. Estará dedicada al uso público y en especial al libre tránsito de las personas. Las entidades
y autoridades que indica el artículo 18 deberán dictar y hacer cumplir las disposiciones
necesarias para garantizar el libre y seguro tránsito de las personas y el uso público de esta
zona.
• Artículo 21.- Se exceptúan de lo anterior aquellas secciones que por su configuración
geográfica, su topografía o sus condiciones especiales, no puedan aprovecharse para uso
público, en cuyo caso se autorizará su desarrollo por la municipalidad respectiva y el Instituto
Costarricense de Turismo, siempre que no se enajenen y se establezca una zona de libre
tránsito que facilite el uso y disfrute públicos de las playas, riscos y esteros y se garantice la
seguridad de los peatones.
• Artículo 22.- En la zona pública no se permitirá ningún tipo de desarrollo, excepto las obras de
infraestructura y construcción que en cada caso aprueben el Ministerio de Obras Públicas y
Transportes, el Instituto Costarricense de Turismo, el Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo, y
la respectiva municipalidad, atendiendo al uso público a que se destinen, o que se trate del
establecimiento y operación de instalaciones turísticas estatales de notoria conveniencia para el
país.

• Cuando el tipo de desarrollo se refiera a esteros o manglares, o puedan afectarse éstos, se


requerirá el criterio técnico del Ministerio de Agricultura y Ganadería sobre las consecuencias en
las condiciones ecológicas de dichos lugares.
• Artículo 23.- El Estado o las municipalidades deberán construir vías, para garantizar el acceso a la zona pública.
• Se declara de interés público toda vía de acceso existente o que se origine en el planeamiento del desarrollo de
la zona pública y procederá su expropiación. Pero si se trata de inmuebles que estuvieren con restricciones
específicas para vías públicas a favor del Estado o sin inscribir en el Registro Público, bastará que sean
declarados de libre tránsito mediante decreto ejecutivo.

• Artículo 24.- Si por causas naturales variare la topografía del terreno con el consiguiente cambio en las
distancias y por ese motivo una construcción o instalación resultare ubicada dentro de la zona pública, el
propietario conservará sus derechos pero no podrá efectuar refacciones ni remodelaciones. Se procurará su
traslado a la zona restringida o su alineación a ella, con ayuda que se autoriza de la respectiva municipalidad o
del Instituto Costarricense de Turismo si se tratare de persona de escasos recursos económicos. De no ser
posible lo anterior, procederá su expropiación.
• Artículo 25.- En el caso de fincas debidamente inscritas en el Registro Público, que comprendan parcial o
totalmente la zona pública, el uso particular de las mismas sólo se permitirá de conformidad con acuerdos
expresos de la respectiva municipalidad, el Instituto Costarricense de Turismo y el Instituto Nacional de
Vivienda y Urbanismo.
CAPITULO IV
FUNCIONES DEL INSTITUTO COSTARRICENSE DE
TURISMO

• Artículo 26.- Dentro del Plan Nacional de Desarrollo Turístico, que se declare de interés
público, el Instituto Costarricense de Turismo, con la colaboración de la Oficina de Planificación
y de otros organismos oficiales competentes, elaborará el plan general de uso de la tierra en la
zona marítimo terrestre, de acuerdo con las prioridades de desarrollo nacional y teniendo en
cuenta el interés de conservar esa zona como patrimonio nacional.
• Artículo 27.- La facultad de declarar zonas turísticas o no turísticas, en la zona marítimo
terrestre corresponde al Instituto Costarricense de Turismo, ya sea por propia iniciativa o a
solicitud de las municipalidades.
• Esas declaratorias deberán publicarse en el Diario Oficial. A partir de la publicación la zona
respectiva quedará afectada a las disposiciones de esta ley.
CAPITULO V
FUNCIONES DE LAS MUNICIPALIDADES
• Artículo 34.- Las municipalidades deberán atender directamente al cuidado y conservación de
la zona marítimo terrestre y de sus recursos naturales, en sus respectivas jurisdicciones.

• Para estos efectos, así como para el cumplimiento de las disposiciones de esta ley, nombrarán
los inspectores necesarios, quienes en el desempeño de sus funciones estarán investidos de
plena autoridad para lo que tendrán libre acceso a todos los terrenos e instalaciones excepto a
los domicilios particulares, todo conforme a la ley.
• Artículo 28.- El Instituto podrá formular proyectos de desarrollo turístico integral que comprendan
parte o el total de una zona turística, lo que deberán ajustarse a las regulaciones de esta ley. Se
podrán financiar y administrar, ya sea únicamente por el Instituto o conjuntamente con la
municipalidad interesada, en los términos que ambas entidades convinieren.
• Las municipalidades respectivas tendrán derecho a cobrar y percibir cánones sobre las concesiones
otorgadas o que se otorguen para el disfrute de las áreas que ocupen esos desarrollos, salvo que
ellas formaren parte importante de éstos.

• Artículo 29.- El Instituto Costarricense de Turismo, dictará de acuerdo con las normas de esta ley y
sus reglamentos, las disposiciones necesarias para el mejor aprovechamiento de las zonas declaradas
de aptitud turística.

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