Trabajo Def
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Luis Martín Santos (Larache, Marruecos, 11 de noviembre de 1924 - Vitoria, España, 21 de enero de
1964) fue un escritor y psiquiatra español que, con su principal novela, Tiempo de silencio, puede
insertarse dentro del denominado realismo dialéctico.
Estudió Medicina en Salamanca, licenciándose en 1946 con premio extraordinario. Cursa el doctorado
en Madrid entre 1946 y 1949, años en que colabora en el Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (retratado en Tiempo de silencio). En 1950 estudió en Alemania y en 1951 es nombrado
director del sanatorio psiquiátrico de San Sebastián. En 1953 se casa en Madrid con Rocío Laffón
Bayo, con la que tendría tres hijos (Luis, Juan Pablo y Rocío). Muere, finalmente en 1961 debido a un
accidente de tráfico, truncando así su carrera como escritor.
Algunos de los autores y obras que podemos destacar dentro de la novela experimental son:
Por otra parte, las obras narrativas más importantes que se conservan de Luis-Martin Santos son:
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2. Presentación de la obra
La novela de Tiempo de Silencio fue redactada por Martín Santos en el año 1962, siendo además, la
única novela completa del escritor a causa de su repentina muerte. En esta obra, se narra la historia de
Pedro, un médico, que se encuentra investigando el cáncer en Madrid a través de los ratones. Su
ayudante, Amador, había decidido regalar unos ratones a su amigo, Muecas, para ver si este podría
conseguir su reproducción; cosa que finalmente consigue. Al visitar la casa de dicho amigo, la historia
terminará desembocando en la muerte de la hija de la hija del Muecas, Florita, a manos de Pedro. Esto
le llevará a ocultarse, pese a su falta de culpabilidad, y a tener un final trágico. De esta forma, la obra
termina con el asesinato de la novia de Pedro y su despido en el trabajo.
La publicación de Tiempo de silencio en 1961 supuso una revelación en la narrativa española, puesto
que su originalidad e innovación rompían con la línea dominante de la novela social-realista de los
años 50. Es esta obra uno de los mayores exponentes del realismo dialectico o novela experimental,
por lo que a continuación se enunciaran algunas de las renovaciones que incluye.
En primer lugar, la obra abandona la tradicional división en capítulos completamente separados. Como
se puede ver a lo largo de la novela, Martin-Santos no utiliza una separación tradicional para separar
la historia, sino que utiliza secuencias que no tienen titulo ni numeración. Además, observamos la
presencia de personajes con problemas de identidad, que intentan dilucidar la razón de su existencia.
Podemos verlo, pues en la cita siguiente de Martín-Santos, L. (2005):
“Pensando: Estoy solo. Pensando: Soy un cobarde. Pensando: Mañana estaré peor. Sintiendo: Hace
frío. Sintiendo: Estoy cansado. Sintiendo: Tengo seca la lengua. Deseando: Haber vivido algo, haber
encontrado una mujer, haber sido capaz de abandonarse como otros se abandonan. Deseando: No estar
solo, estar en un calor humano, ceñido de una carne aterciopelada, deseado por un espíritu próximo.
Temiendo: Mañana será un día vació y estaré pensando, ¿por qué he bebido tanto? Temiendo: Nunca
llegaré a saber vivir, siempre me quedaré al margen.”
Finalmente, también podemos observar que el espacio que se elige dentro de este tipo de novelas es
reducido al igual que el tiempo. Martin-Santos en la novela elige unas pocas partes de Madrid para
ilustrar y dar verosimilitud a la acción que le ocurre a los personajes. La ciudad aparece como un factor
que determina al hombre, véase en Martín-Santos, L. (2005):
“De este modo podremos llegar a comprender que el hombre es la imagen de una ciudad y una ciudad
de las vísceras puesta al revés de un hombre, que un hombre encuentra en una ciudad no solo su
determinación como persona y su razón de ser”
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3. Análisis critico
Al ser esta obra uno de los mejores exponentes del realismo dialectico, es bastante sencillo hallar un
gran número de voces críticas que reflexionan sobre diversos aspectos de las obras. A través de la
investigación se ha tenido constancia de que Martín-Santos no solo conocía la obra de Joyce, sino que
sentía una gran admiración por el Ulysses. Tanto es así que, en 1962, mismo año de la publicación de
Tiempo de silencio, la hispanista norteamericana Janet Winecoff Díaz (WINECOFF, J. p 5: 237) le
pregunta por sus novelas preferidas y éste contesta que el Ulysses es una de ellas. Además, dentro de
la propia obra por ejemplo se dice: "Hay situaciones en que el atolladero es total. Evidentemente, sí,
evidentemente. Hay que leer el Ulysses. Toda la novela americana ha salido de ahí, del Ulysses y la
guerra civil". Esta afirmación además se introduce en un párrafo en el que la voz del narrador y la del
protagonista se entremezclan, por lo que es difícil saber quién es el que está hablando.
El primero que vamos a tratar entre las semejanzas del Ulysses de Joyce y Martin Santos es la ciudad
como tematización discursiva. Marisol Morales Ladrón, Morales Ladron, M (1998), nos dice que
Ulysses y Tiempo de silencio son novelas que “presentan la ciudad no como lugar de acción, sino
como elemento estructural y estructurador de la percepción espacial que presentan sus mismos
personajes”.
La ciudad, por lo tanto, va a jugar no solo un papel de espacio en el que ocurren los hechos que
acontecen a los personajes, sino que aparece como un espacio que determina los sucesos de ambos. Se
convierte pues en un reflejo de la soledad en la que se encuentran los personajes. Ellos no pertenecen
a la ciudad y por ello deciden huir de la realidad creando la suya propia. Es necesario aclarar que
Madrid se describe con menos detalle en Tiempo de silencio que en Ulysses, a pesar de que la
descripción dada de la ciudad española en la obra de Martín-Santos es también explícita. El narrador,
dentro de la obra de Martin-Santos, nos determina con el ejemplo siguiente que la ciudad tiene un
carácter determinante que hará inevitable el fracaso de Pedro. Véase en Martín-Santos, L. (2005):
“De este modo podremos llegar a comprender que un hombre es la imagen de una ciudad y una ciudad
las vísceras puestas al revés de un hombre, que un hombre encuentra en su ciudad no sólo su
determinación como persona y su razón de ser, sino también los impedimentos múltiples y los
obstáculos invencibles que le impiden llegar a ser”
A su vez, ambos autores hacen una evocación de la ciudad sin vivir en ese momento concreto en ella.
Como bien se dice dentro del análisis; “Si Joyce pudo contribuir a crear este arquetipo de la urbe
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moderna fue precisamente porque en el exilio, y a la distancia de su ciudad, podía soñar con ella e
imaginársela en sus múltiples facetas”. Esto también sucede en la obra de Martin-Santos, puesto que
este realiza su descripción de Madrid hallándose en Bilbao; lo cual, hace que tuviera que servirse por
lo tanto de sus evocaciones y sus recuerdos para la reconstrucción de los parajes.
Al observar ambas obras vemos un claro paralelismo entre las dos ciudades descritas; por un lado,
podemos ver que Dublín sirve para que el caos mental de los personajes halle un orden en la
espacialidad de dicho espacio, mientras que por otro, Madrid sirve como lugar para acoger la fusión
de unidad y diversidad que tiene dicha ciudad. Ambos espacios sirven para explicar la paradoja que se
produce en la existencia del ser humano, puesto que este pese a estar en una urbe moderna llena de
gente se encuentra muchas veces completamente solo.
Con ello, y tal como dice Spaine Long, Spaine Long, S (1991) p. 63”, “la ciudad en ambas obras es un
proceso de poetización del espacio a través del cual, el autor experiencia la ciudad, su memoria rehace
su percepción de la misma, así como selectivamente escoge olvidar y transformar cosas concretas en
imágenes (la metamorfosis)”
A lo largo de las obras, además cobra una gran relevancia los paseos que ambos protagonistas dan a lo
largo de la ciudad. Por una parte, ambos deambulan sin rumbo reflexionando sobre cuestiones relativas
a su identidad y a las posiciones que ocupan en el espacio en que viven. Por otro lado, el tiempo en el
que sucede ambas narraciones (la noche) y el estado en el que ambos se encuentran (ebrios) cobra aún
mayor significación.
Uno de los aspectos más significativos en ambas novelas son los paseos que dan ambos protagonistas
por sendas ciudades. Por un lado, caminan sin rumbo, lo cual les permite reflexionar sobre cuestiones
relativas bien a su identidad, bien a su posición en el espacio. Por otro lado, deambular posee una
mayor significación si es en la noche, dado que vemos que ambos protagonistas beben en exceso y
acaban en casas de citas. Todo esto podría responder a un esquema moderno de la Odisea, la cual se
representa en un espacio urbano mucho más moderno. La noche, según Morales Ladron, aparece en
ambas obras representadas “por la borrachera, la alucinación, el estado de caos y, desde el punto
simbólico, el fin del viaje”.
La noche pues nos presenta un amplio mundo de interpretaciones, puesto que en ambas obras juega un
papel fundamental. Podríamos dentro de esta novela aplicar el termino de Walpurgisnacht utilizado
por Darío Villanueva (1994): este término significaría “noche de Walpurgis, de magia negra y
aquelarre, en la que el protagonista se da cuenta del profundo abismo en que ha caído”. Tanto Martin-
Santos como Joyce eran conocedores de esta tradición, aplicada además en muchos estudios
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relacionados con Faustus (Goethe), y ambos la utilizan como momento imprescindible en su novela.
En ambas obras, por lo tanto, podríamos considerar que la noche sirve a ambos protagonistas como
una ocasión para buscar coherencia y sentido a las realidades en las que viven. En las dos obras la
noche termina en una casa de señoritas, por un lado, en Tiempo de silencio, se ve la casa de citas de
doña Luisa; la cual sirve a lo largo de la obra para diferentes aspectos. Mientras que en Ulysses, el
burdel de Bella Cohen se convierte en el lugar de encuentro de Stephen, Buck Mulligan.
Finalmente, la noche de juerga llega a su fin y con ella vuelve la madrugada y la vuelta a casa. Debido
a su estado de embriaguez ambos perciben la ciudad de múltiples formas, puesto que el espacio que
tan bien conocen se convierte en un espacio mucho más caótico y confuso. En ambas novelas podemos
ver una escena muy parecida. Por ejemplo, la escena de la vuelta de Matías y Pedro:
“La próxima desaparición fue la de la misma tasca con su barra metálica .... Toda esa fantasmagoría
apenas existente hizo un movimiento de envés y se sumió en un vacío recién creado. Avisados por estas
repentinas transfiguraciones del posible ascenso a su propio monte Tabor, se asieron el uno al otro
por los hombros, aunque de diferentes estaturas, e intentaron resistir a pie firme el peor momento.”
Igualmente, se da de la misma en Ulysses, escena en la cual Bloom tendrá que ayudar a Stephen a
poder ponerse de pie:
“Preparatory to anything else Mr. Bloom brushed off the greater bulk of the shavings and handed
Stephen the hat and ashplant and bucked him up generally in orthodox Samaritan fashion which he
very badly needed. His [Stephen's] mind was not exactly what you would call wandering but a bit
unsteady and on his expressed desire for sorne beverage to drink.”
Es además muy significativo los rasgos que los personajes comparten de manera psíquica en aspectos
que tienen que ver con la personalidad. Tanto Stephen Dedalus como Pedro viven caracterizados por
su timidez, frustración sexual, vulnerabilidad…. Aspectos que junto con los factores que les rodean
les hacen fracasar en los proyectos en los que ambos se habían embarcado en su vida. Por una parte,
Stephen es un artista mientras que Pedro es un intelectual de clase media, propenso al psicoanálisis,
depresivo e inseguro. Tal como señala Morales Ladron “Los dos integran los efectos alienantes de la
ciudad, del aislamiento y de la soledad que les define como personajes débiles, oscilando entre el
vitalismo y la abulia, pues sus desarraigos se manifiestan no solo con la sociedad, sino con la vida
misma”. En definitiva, ninguno de los personajes es capaz de una integración completa con la ciudad
puesto que no son capaces de identificarse con las mismas; incluso muchas veces no son capaces de
verse reflejados en aquellos otros personajes que les rodean. Ninguno de ellos es capaz de escapar de
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la influencia que ejercen ambas ciudades en ellos y a su vez no pueden salir de ella, puesto que son
muy “provincianos como para poder realizar sus respectivas aspiraciones idealistas”.
A lo largo de la obra, y contrastando ambas, somos capaces de encontrar un gran número de escenas
que tienen un gran grado de verosimilitud entre sí y que nos sirven para mostrar las realidades en las
que viven ambos personajes. En primer lugar, podemos encontrar la escena de la conferencia que se
produce en Tiempo de silencio y en el capítulo “Oxen of the Sun”, en el cual se produce una exposición
entre Bloom y el profesor MacHugh. Ambos autores utilizan esta escena de forma patética para mostrar
el panorama cultural en que se encuentran sus países, de forma que ambos autores hacen una mirada
critica hacia este aspecto.
En segundo lugar, en ambas obras se ofrecen una visión de los métodos médicos a las que se someten
dos mujeres que se encuentran en cinta. Por una parte, hallamos el aborto que le practica Pedro a
Florita, la cual ha sido violada por su padre, y por otra, cuando Bloom se presenta en el hospital de
maternidad para ser testigo del parto de la señora Purefoy.
Asimismo, ambas obras poseen unos personajes que los dejan en un plano secundario, ejemplos serian
Matías y Buck Mulligan, los cuales pese a ser más dominantes y carismáticos son también amantes de
las fiestas nocturnas.
Por otro lado, el escritor barcelonés Salvador Clotás (Apólogos y otras prosas inéditas, 1970) a lo largo
de diversas criticas ha establecido una clara relación con la obra de James Joyce; en concreto, con
aquella que tiene que ver con la figura de su Ulises. Lo que vemos en esta novela, y lo cual nos hace
emparentar a Ulises y la Odisea de Homero, son los sucesos que lleva a cabo el protagonista, Pedro,
un personaje que lleva su vida hacia un fracaso personal y profesional; puesto que es un hombre cuya
vida es una auténtica odisea. Primero, podemos ver que el personaje de Florita (hija de un chabolista)
actúa como la Nausica de Homero, ya que esta se postula como la amante de Pedro, a pesar, de que
este tiene una esposa. Además, podríamos ver que Cartucho se asemeja al cíclope que es Polifemo,
puesto que este comparte rasgos de personalidad como la chulería y la altanería. Mientras que el
personaje de Dorita va a ejercer el papel de Calipso y Penélope, ya que, por un lado, seduce a Pedro
con su dulzura y, por otro lado, es la mujer más bella del mundo. Podemos considerar a su vez dos
tipos de viajes parecidos a una odisea, por una parte, la odisea diurna al descender a las chabolas con
Amador; y por otra, la odisea nocturna con su visita al prostíbulo, que muestra la otra faceta de la
ciudad y del viaje. Finalmente, podemos observar que en el episodio de la Odisea en el que aparece
Circe en esta novela va a estar representado por un burdel.
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En relación con el mito, Martín-Santos, al igual de Joyce, parodian los elementos mágicos que suceden
en el mito para contrastarlo con la dura realidad de posguerra, es decir, lo desmitifican de las
tradiciones arraigadas al pasado que todavía existen en España. Se debe mencionar, que en España y
sobre todo a partir de la Guerra Civil, el uso de este mito clásico es mucho más común que en las
anteriores etapas. Durante la Guerra Civil, se hacen pocas alusiones por parte de los pensadores más
conservadores, mientras que los pensadores de izquierda lo utilizan como herramienta para
reivindicarse.
Asimismo, el uso de técnicas narrativas y lingüísticas novedosas hace que Tiempo de silencio se
asemeje notoriamente a la escritura de Joyce. Podemos observar que en ambas obras hay una gran
variedad de frases incoherentes y una clara desviación de las normas en la construcción de párrafos.
Como veremos más adelante, el uso de oraciones extremadamente largas y de sintaxis compleja será
un rasgo típico en ambos autores. Otro rasgo común es el uso que ambos autores dan a la puntuación,
puesto que esta aparece como un elemento controlador del movimiento de conciencia. Por ejemplo,
Martin utiliza las comillas para diferenciar los soliloquios de los monólogos interiores directos;
mientras que Joyce decide omitir la puntuación en el último monólogo de Molly para representar su
conciencia al estar a punto de dormirse.
Por otra parte, otra de las semejanzas que se ven entre las dos obras vienen de la mano del uso que
ambos autores hacen en sus técnicas narrativas. Para hacer este análisis lo primero que debemos aclarar
es que existe una gran ambigüedad y confusión a la hora de tratar los conceptos (como “stream of
consciousness” o “interior monologue”) que se han encargado de analizar los aspectos narrativos de
ambas obras. Para este análisis se ha decidido seguir las teorías que postula Robert Humphrey en su
obra Stream of Consciousness in the Modern Novel (HUMPHREY, R, 1954) para realizar el estudio
comparativo entre la narrativa de Joyce y Martín-Santos.
Dentro de este, el primero que observamos es el monologo interior directo; el cual, nos sirve para
presentar el contenido psíquico del personaje en primera persona, sin ninguna, o con una mínima
interferencia del autor. Al largo de ambas obras podemos hallar una gran variedad de ejemplos, pero
dentro del propio artículo se recogen en Ulysses en las últimas páginas, donde se nos presenta en
primera persona el contenido psíquico de Molly Bloom mientras yace en la cama con su marido al
lado; mientras que en Martín Santos vemos este tipo de diálogo al principio de la obra (descripción de
los pensamientos de Pedro mientras trabaja en su laboratorio).
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Lo más frecuente es encontrar este tipo de monólogos junto al comentario de algún narrador en tercera
persona, tal como ocurre en el diálogo que hace Pedro al volver borracho a casa o la escena de Leopold
durante el entierro de Patrick Digman.
A través de este diálogo observamos la presencia del propio autor, pues éste narra en tercera persona
el contenido psíquico del personaje, como si fuera un narrador omnisciente. Esto nos da un enfoque
más realista de los hechos, puesto que el narrador utiliza las locuciones y los modismos propio de cada
personaje. Esto en Tiempos de silencio se ve reflejado sobre todo en la figura de Cartucho mientras
que en Ulysses lo vemos en la escena de la playa con Gerty MacDowell.
El narrador omnisciente nos describe en tercera persona la vida interior del personaje sin dar su propia
opinión, es decir, narra los hechos de forma objetiva sin dar valoraciones. Un ejemplo lo tenemos en
la escena inicial del Ulysses en la que Stephen Dedalus está hablando con el estudiante de medicina
Buck Mulligan y éste le reprocha su comportamiento ante el lecho de muerte de su madre. Se utiliza
también en Tiempo de silencio para presentar la mente de Pedro la noche del sábado que sale de juerga.
El soliloquio, según Humphrey, “se diferencia del monólogo interior en que presupone un auditorio
inmediato, la presencia de una hipotética audiencia. Esto hace que el discurso sea mucho más
coherente, lógico y ordenado y que el nivel de conciencia que se expresa esté más cercano al del habla”.
Este recurso se utiliza de forma usual en la novela de Tiempo de silencio, puesto que muchas veces el
autor decide parar la acción para contar sucesos que acontecieron a uno de los personajes. Esto nos
sirve sobre todo para conocer muchas veces la historia que ha acontecido a los personajes durante
anteriores etapas.
El primer ejemplo que podemos destacar de Tiempo de silencio viene dado por la abuela de Dorita,
personaje del cual no conocemos realmente el verdadero nombre.
Y ese muchacho andará por ahí hecho un perdido, como si fuera un perdido, igual que mi difunto,
cuando él en realidad es otra cosa y lo bien que le vendría a nuestra niña.
En cuanto a la obra de Ulysses un claro ejemplo podría estar en la escena de la escuela en la que
Stephen está hablando con Mr. Deasy. Dentro de este fragmento Joyce entremezcla los pensamientos
de Stephen a través del monologo interior directo en algunas ocasiones, y en otras utiliza el soliloquio.
Al pagarle su salario, este piensa lo siguiente:
The same room and hour, the same wisdom: and 1 the same. Three times now. Three nooses round me
here. Well. 1 can break them in this instant if 1 will.
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Finalmente, en ambas novelas los autores deciden terminan con dos monólogos interiores. Por una
parte, Ulysses se cierra con el monólogo interior de Molly y por otra, en Tiempo de Silencio Pedro
hace una reflexión sobre la vida que ha tenido en Madrid.
En definitiva, una vez realizada la investigación y recerca de los expuestos artículos, nos parece que
las dos obras guardan un gran número de similitudes, puesto que Tiempo de silencio vendría a ser a
una novela a la manera de Joyce, es decir, un ejercicio de estilo - en este caso, más aceptable para su
autor- en la búsqueda de su propia voz.
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4. Bibliografía
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GOYTISOLO, J. (1975): Juan sin tierra. Barcelona, Ed. Seix Barral (1 de julio de 1985)
https://ebuah.uah.es/dspace/bitstream/handle/10017/32778/dublin_morales_james_1998.pdf?sequen
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MARTÍN-SANTOS: ESTUDIO COMPARATIVO DE ULYSSES Y TIEMPO DE SILENCIO.
https://ruc.udc.es/dspace/bitstream/handle/2183/9282/CC_010_1_art_11.pdf?sequence=1
SPAINE LONG, S (1991)"El instituto: Madrid as a Structuring Device and the Poetization of Space
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Apólogos y otras prosas inéditas, edición y prólogo de Salvador Clotas, Barcelona, Seix Barral, 1970
VILLANUEVA, D (1994) "Valle-Inclán y James Joyce," Joyce en España (l),eds. Francisco García
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