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Dios Morando Con Su Pueblo Eternamente E

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Dios morando con su pueblo eternamente: Exegesis de Apocalipsis 21:1-8

Introducción

Alguna vez usted ha pensado, ¿Que le depara en el futuro?, estoy seguro que sí.

Por lo general las personas siempre estamos preocupados en el futuro. En el ámbito cris-

tiano, cuando reflexionamos sobre los eventos venideros, generalmente lo hacemos en

base a los libros proféticos (especialmente Daniel y Apocalipsis). Es por eso, que Nhilo

Jaimes y Joel Iparraguirre enfatizan que estos libros, “contienen un mensaje capaz de

cambiar la forma que usted aprecia la existencia, el centro de su vida, su misión vital y su

perspectiva del futuro”.1 Por lo general, en base a la perspectiva sobre el futuro, siempre

tiene un enfoque esperanzador para el que cree que Dios tiene el control sobre el futuro.

En palabras de Jon Paulien, “la Biblia presenta el fin del mundo como serie de

acontecimientos terroríficos, pero están bajo el control de alguien que se interesa profun-

damente por la raza humana, alguien que ama tanto a la humanidad que está dispuesto a

morir por ella (Ap. 5:5-12)”.2

Ahora bien, lo más esperanzador para el creyente, es sin duda es la segunda ve-

nida de Jesús, en esta bendita esperanza fundamenta nuestra fe. Ya que traerá consigo un

futuro esperanzador para todo fiel seguidor del Mesías. No obstante, luego de la venida

de Cristo, hay una sucesión de eventos los cuales terminan en la creación de los cielos

1
Nhilo A. Jaimes y Joel Iparraguirre, en, “Daniel y Apocalipsis: Su relevancia
hoy, Estudios Sobre Daniel y Apocalipsis”, ed. Jirí Moskala, Roy E. Graf y Joel Iparra-
guirre, T1. (Bogota: IADPA, 2021), 320. Además, los autores que estos libros, “definen
singularmente la identidad, la doctrina y perspectiva de la iglesia”, Ibid.
2
Jon Paulien, El Armagedón está a las puertas (Bogota: IADPA, 2019), 266.
nuevos y tierra nueva (Ap. 21:1-8). Ligado a ello se describe a Dios morando con su pue-

blo.

Por lo tanto, el propósito de este estudio es hacer un Análisis exegético a la pe-

rícopa de Apocalipsis 21:1-8. El estudio estará dividido en las siguientes partes: (1) con-

texto histórico, (2) Contexto inmediato, cercano y lejano, (3) Traducción y variantes tex-

tuales de la perícopa, (4) Análisis literario-lingüístico, (5) Análisis sintáctico y semántico

de las palabras claves, (6) Teología de la perícopa y (7) historicidad de la perícopa.

Contexto histórico

Al estudiar el contexto histórico de Ap. 21:1-8, se puede notar que no hay una fe-

cha exacta para determinar el año de su escritura de dicha perícopa. No obstante, la ma-

yoría de eruditos desde el siglo XVII hasta la actualidad afirma que este libro ha sido es-

crito por Juan, durante el periodo de reinado del emperador Domiciano (81-96 d.C).1 Para

ser específicos en el 95 d.C. De acuerdo a las fuentes cristianas, cuando dicho gobernante

era perseguidor de los cristianos.2

Grant. R. Osborne argumenta, que Dios envió las revelaciones a Juan para forta-

lecer a la iglesia cristiana perseguida por el emperador, el cual se hacía adorar como

dios.3 Esta adoración fue incrementada principalmente en las provincias de Asia.

Por lo tanto, el libro tiene un propósito de alentar a los fieles perseguidos por el gobierno

1
Grant R. Osborne, Revelation: Verse by Verse, de Osborne New Testament Com-
mentaries (Bellingham, WA: Lexham Press, 2016), 7.

John Painter, en, “The Johannine Literature”, Handbook to Exegesis Of The New
2

Testament, ed. Stanley E. Porter (Boston: Brill Academic Publishers, 2002), 557.
3
Osborne, Revelation: Verse by Verse, 9.
de turno y mostrar un panorama esperanzador venidero.

Además, es importante destacar que el profeta y apóstol se encuentra en la isla de

Patmos, como consecuencia de su fidelidad a Dios. Por eso menciona en primera persona

diciendo: “Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino

y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra

de Dios y el testimonio de Jesucristo (Ap 1:9. RV60)”.

Así pues, llegamos a nuestra perícopa de estudio, la cual tiene un mensaje de gran

esperanza para el profeta, sus contemporáneos y también para nuestra época. Debido a

que anhelamos tener un encuentro personal con nuestro Dios y nunca más separarse.

Contexto inmediato, cercano y lejano

Estudiar la estructura de nuestro texto de estudio es un tema amplio, debido a las

diferentes propuestas para formar una macro estructura del libro. No obstante, Adela Y.

Collins, presenta una macro estructura, la cual denomina, “El plan general del libro: La

serie de siete como principio organizador”.1 Su estructura es de la siguiente manera:

1. Prologo 1:1-8
Prefacio 1:1-3
Prescripciones y dichos :4-8
2. Los 7 mensajes 1:9-3:22
3. Los siete sellos 4:1-8:5
4. Las 7 trompetas 8:2-11:19
5. Siete visiones sin número 12:1-15:4
6. Las 7 copas 15:1-16:20
Babilonia Apéndice 17:1-19:10
7. Siete visiones sin número 19:11-21:8
Jerusalén apéndice 21:9-22:5

1
Adela Y. Collins, The Combat Myth in the Book of Revelation, ed. Caroline
Bynum y George Rupp (Missoula, MO: Scholars Press, 1976), 13.
8. Epilogo 22:6-21
Dichos 22:6-20
Bendiciones 22:211

. Así mismo, Esta propuesta es apoyada por David Aune, quien escribió el comen-

tario más extenso sobre el último libro de la Biblia, conteniendo 1800 páginas.2 Aunque

el autor hace unos leves cambios, para adaptarlo de forma más sencilla al lector, la es-

tructura es la misma. Por lo tanto, este sería el contexto lejano de nuestra perícopa

Por otro lado, el contexto cercano sería la sección a la cual pertenece nuestra pe-

rícopa de estudio (Siete visiones sin número, 19:11-21:8). Y el contexto más cercano se-

ría el tema del milenio en el capítulo 20. En base a ello, nuestra perícopa de estudios está

en la última parte de la sección siete.

En cuanto a la micro estructura de la perícopa, Osborne la denomina “Juan ve los

cielos nuevos y tierra nueva”.3 Aune, presenta esta perícopa con el mismo nombre, sin

embargo, su subdivisión es más exhaustiva. Pues analiza la estructura en subdivisiones de

los versículos, para luego encontrar conexión entre ellos. De esta manera, su estructura

está conformada de 3 partes principales. Las cuales las renombra en letras minúsculas “a,

1
Ibid., 19.
2
David E. Aune, Revelation 1-5 Vl. 52a, de World Biblical Comentary (Grand
Rapids, MI: Zondervan, 1997), xciv.
3
. Osborne, Revelation: Verse by Verse, 338. El autor realiza una subdivisión de la
siguiente manera: “1. Visiones básicas (vv.1-2); 2. La voz del trono de Dios (vv.3-4); 3.
Dios describe el nuevo celestial (vv.5-6); 4. El desafío de vencer y no ser un cobarde
(vv.7-8)”, Ibid. Como se hace notar, divide la perícopa en 4 partes bien definidas, cada
una de ellas compuesta de dos versículos.
b y c”. Luego, de cada una de ellas hace subdivisiones relacionadas a cada microestruc-

tura. A continuación, presentamos su propuesta:

El cielo nuevo y la tierra nueva (21:1-8)


a. Resumen de la visión (vv. 1-2)
(1) El cielo muevo y la tierra nueva (v. 1a)
(a) El primer cielo y la primera tierra pasaron (v. 1b)
(b) El mar no existirá más (v. 1b)
(2) Juan ve la nueva Jerusalén (v. 2)
(a) Descendiendo del cielo (v. 2a)
(b) Adornada como una novia (v. 2b)
b. Audición de una voz del trono (vv. 3-4)
(1) Introducción a la audición (v. 3a)
(2) Dios mora con su pueblo (3. bc)
(3) Problemas humanos no existirán más (v. 4ab)
(4) Las cosas de antes ya no existen (v. 4b)
c. Audición del discurso de Dios, consistiendo en siete dichos (vv. 5-8)
(1) “He aquí yo soy el que hago todo nuevo” (v. 5a)
(2) “Escribe, porque este mensaje es fiel y verdadero” (v. 5b)
(3) “Finalizado está” (v. 6a)
(4) “Yo soy el Alfa y Omega, el principio y el fin (v. 6b)
(5) Dios proveerá agua viva para el sediento (v. 6c)
(6) Los vencedores heredarán esto (v. 7)
(7) La segunda muerte para los impíos (v. 8)1

Esta microestructura de Apocalipsis 21:1-8, será usada como base en el presente

estudio, aunque no se seguirá plenamente su planteamiento. Debido al espacio limitado

para su desarrollo. Sin embargo, algunas frases y palabras claves usadas por el autor se-

rán usadas en la presente investigación.

Análisis literario-lingüístico

1
Aune, Revelation 17-22 Vl. 52c, de World Biblical Comentary (Mexico:
Thomas Nelson, 1998), 1112-3
Para realizar el análisis lingüístico, es necesario definir Determinar el estilo y gé-

nero del libro. Keneth Strand presenta que es de vital importancia reconocer el género li-

terario del libro a estudiar, en este caso Apocalipsis. Porque este presenta características

propias del género y de esta manera debe comprenderse.1 Strand define al último libro de

la Biblia teniendo un género de “profecía apocalíptica”.2 Aune, también enfatiza que apo-

calipsis tiene este mismo género.3

Por otro lado, Beale menciona lo mismo que los autores anteriores, aunque des-

taca que está inmerso en el género literario, la forma apocalíptica, profética y epistolar. El

libro, inicia y concluye en forma de epistolar 1:4 y 22:21.4 Este estilo es dado para animar

a los a los hermanos de las siete iglesias. Sin embargo, el autor reconoce que la mejor

manera para denominar a Apocalipsis es, “una profecía apocalíptica y escrito en forma de

carta”.5

Entre sus características destacadas están: (1) Contrastes llamativos, en lo cual se

presentan dos bandos del bien y del mal, justos e injustos, ejercito de los cielos, ejercito

de la tierra, etc. Esto se evidencia en Ap 12, donde se menciona a la virgen de la iglesia y

1
Kenneth A. Strand, “Principios fundacionales de interpretación” en Simposio so-
bre Apocalipsis, T1, ed. Frank B. Holbrook (Bogota: IADPA, 2010), 13.
2
Ibid., 13.
3
David E. Aune, Revelation 1-5 Vl. 52a, de World Biblical Comentary, xxxix.
4
G K. Beale, The Book of Revelation: A Commentary on the Creek Text (Grand
Rapids, MI: Eedrmands Publishing Co, 1999), 37-9.
5
Ibid.
su contraparte la ramera en cp 17.1 (2) Dimensión cósmica, su énfasis se da en el marco

del conflicto entre el bien y el mal, donde su alcance es universal.2 (3) Énfasis escatoló-

gico, (4) Surgen en momentos de dificultades, para consolar a un pueblo sufriente. (5) se

basa en visiones y sueños, (6) diversidad de símbolos, (7) sus símbolos son de animales

que no existen, como el dragón de 7 cabezas.3

Al acercarnos a la perícopa de estudio, se puede percibir que es dada luego de to-

dos los eventos ocurridos a lo largo de la historia humana. Pues, termina con un el círculo

del juicio que inició en el cp. 17. Así mismo, Ap 21:1-8 sucede después de la destrucción

de los impíos en el cp. 20.EN el cual el profeta utiliza imágenes relacionadas a Isaías y

Ezequiel para describir la tierra restaurada. Donde estará libre de pecado.4

Análisis sinctáctico y semántico de las palabras claves

Juan al introducir la perícopa usa la frase Καὶ εἶδον (Y ví), para describir la vi-

sión. En la cual, la conjunción Καὶ está funcionando como conector de una idea o texto

con otro.5 En este caso está conectando nuestra perícopa de estudio con el capítulo 20.

1
Ibid., 14-5
2
Ibid.
3
Ibid,16-7
4
Ranko Stefanovic, Revelation of Jesus Christ: Commentary on the Book of Reve-
lation), 573.
5
Michael S. Heiser y Vincent M. Setterholm, Glossary of Morpho-Syntactic
Dtabase Terminology (Lexham Press, 2013; 2013), Καὶ.
Este capítulo (cp. 20) describe el milenio y la destrucción final de los impíos. Así pues,

Ap 21:1-8 ocurre luego de la destrucción mencionada en dicho capitulo (20).

Además, la conjunción (kαὶ) va junto al verbo εἶδον (yo vi). Expresado primera

persona aoristo activo indicativo. De acuerdo con Robert Hanna, el modo indicativo “se-

ñala que, para el hablante o autor, la acción verbal a la cual se refiere es real”.1 A la vez,

el tiempo aoristo cuando va junto al modo indicativo suele indicar que es un aconteci-

miento pasado.2 Es decir la sintaxis indica que lo visto por el profeta fue real.

La palabra εἶδον, implica “lo que se ve en apariencia o en forma”.3 A la vez, es

usada “para la vista corporal, y se refiere a la cosa vista, ya sea en sí misma (objetiva-

mente), o con respecto a su impresión en la mente (subjetivamente;)”.4 No obstante, la

sintaxis indica que fue un acontecimiento real, no una apariencia.

Luego de introducir a este acontecimiento, el profeta empieza a describir lo que

ve. Aunque el profeta en el v. 3, menciona que también escuchó (καὶ ἤκουσα, Y escu-

ché), para luego describir lo que sus oídos escucharon. Dicha expresión, está expresada

en primera persona aoristo indicativo, indicando un hecho real. Por lo consiguiente, lo

1
Roberto Hanna, Sintaxis exégetica del Nuevo Testamento Griego (Maracay, Ven-
ezuela: Mundo Hispano, 2011), 79.
2
Daniel Wallace y Daniel S. Steffen, Gramática Griega: Sintaxis del Nuevo Tes-
tamento (Miami, FL: Vida, 2015), 511.
3
G. Abbott-Smith, A Manual Greek Lexicon of the New Testament (Nueva York:
Charles Scribner's Sons, 1922), 131.
4
Ethelbert W. Bullinger, A Critical Lexicon and Concordance to the English and
Greek New Testament (Londres: Longmans, Green, & Co., 1908), 93.
que vió (v.1) y lo que oyó (v.3) Juan en la visión, fueron sucesos que acontecieron en un

determinado momento.

A continuación se analizará lo mencionado por el profeta, dividido en 4 partes. (1)

Lo cielos nuevos y tierra nueva, (2) La nueva Jerusalén, (3) Dios morando con su pueblo,

(4) promesa a los vencedores y rechazo a los impíos.

Cielo nuevo y tierra nueva

El profeta usa la frase Καὶ εἶδον οὐρανὸν καινὸν καὶ γῆν καινήν, “Y vi un cielo

nuevo y una tierra nueva” (v. 1). Juan menciona que vio algo nuevo (καινὸν). Esta pala-

bra está expresada en adjetivo acusativo singular. El caso acusativo funciona como objeto

directo, para indicar extensión y limitación, relacionado a cantidad.1 Por otro lado, en

cuanto a la semántica καινὸν, Según James Strong cuando se refiere a una cosa implica

que es nuevo.2 Además según Gerhald Kittel, “denota, algo no usado, a lo nuevo, mara-

villoso. Cuando es mencionado en Ap 21.1 se refiere a una promesa escatológica. Esta

palabra es usada en la promesa de un nombre nuevo (Ap 2:17; 3:12), cántico nuevo (5:9),

la nueva creación (21:5)”.3 No obstante, el significado de nuevo también implica, que no

es meramente reciente, sino diferente de lo que ha sido anteriormente viniente en lugar de

1
Daniel B. Wallace, The Basics of New Testament Syntax (Grand Rapids, MI:
Zondervan, 2000), 82.
2
James Strong, Nueva concordancia Strong exhaustiva: Diccionario (Nashville,
TN: Caribe, 2002), 42.
3
Gerhad Kittel y Gerhad Friedrich eds. Compendio diccionario teológico del
Nuevo Testamento (Grand Rapids, MI: Desafío, 2002), 303.
una cosa que era anteriormente.1 Asi pues, es entendido que la descripción de nuevo en

esta frase es usada para referirse a algo que recién ha sido creado y no ha sido usado.

En esta frase son descritas dos palabras referidas como nuevas, ambas en singu-

lar, (1) οὐρανὸν (cielo), y (2) γῆν (tierra). En cuanto al significado de la primera palabra

οὐρανὸν (cielo), es usado de dos formas. (1) Físicamente; al cielo que lo abarca todo, ex-

cluyendo la tierra de abajo y todo lo que hay en ella. (2) la morada de Dios”.2 De acuerdo

al contexto, se entiende que se refiere al cielo físico. Así mismo γῆν (tierra), se refiere al

lugar donde los seres humanos moran.

La frase Cielo nuevo y tierra nueva, es tomada de Genesis 1:1. En el cual Dios es

el creador de estos. ‫ֱֹלהים ֵ ֵ֥את הַ שָּ ַ ִׁ֖מיִ ם וְּ ֵ ֵ֥את הָּ ָּ ָֽא ֶרץ‬
ִ֑ ִ ‫אשית בָּ ָּ ָ֣רא א‬
ִׁ֖ ִ ‫בְּ ֵר‬, En el principio creó (‫ )בָּ ָּ ָ֣רא‬Dios

los cielos y la tierra (LBLA). Dios como agente creador, en la narración de Genesis, vol-

verá a crear lo que fue deteriorado por el pecado. Además, en Is 65:17, se encuentra un

paralelismo muy claro con Ap 21:1, cuando Dios menciona: “Pues he aquí, yo creo (‫)ברא‬

cielos nuevos y una tierra nueva, y no serán recordadas las cosas primeras ni vendrán a la

memoria”. El profeta Isaías, usa la palabra ‫( ברא‬crear) la misma que usó Moisés en Gn

1:1. Este verbo (bara) es usado solo por Dios cuando usa su poder para crear.3 Cuando se

refiere a los cielos y la tierra, lo hace para demostrar que solo Dios tiene el poder de

1
Bullinger, A Critical Lexicon and Concordance to the English and Greek New
Testament, 523.
2
Ibid., 37

Michael E. Peach, “Creation”, ed. Douglas Mangum, Lexham Theological


3

Wordbook, Lexham Bible Reference Series (Bellingham, WA: Lexham Press, 2014).
crearlos nuevamente. Como lo hace notar Ranko stefanovic, “Juan subraya que la vieja

tierra con su cielo atmosférico es ahora reemplazada por una nueva creación y restaurada

a su estado original”.1

Esta idea de la formación de un cosmos nuevo, es parte de la tradición apocalíp-

tica en el pensamiento judío. Pues en los libros apócrifos (Enoc 45:4-5; 72:1; 91:16; 2 Es-

dras 7:75), se menciona que en un futuro Dios renovará todo lo creado.2 Así mismo,

Grant Osborne, argumenta que hay dos ideas en cuanto a la renovación para los judíos.

“(1) una que sostiene que habría una destrucción total del mundo actual y prácticamente

una creación de nuevo de un nuevo cielo y tierra. (2) Una tierra renovada o transfigu-

rada”.3

Un detalle que se menciona, es la no existencia del mar, en la frase: καὶ ἡ

θάλασσα οὐκ ἔστιν ἔτι, “Y el mar no existe más”. Según Stefanovic, para la mente judía

el mar era sinónimo a hostilidad para Dios y la humanidad. Esto, para Juan implicaba es-

tar sufriendo en la Isla de Patmos, separado de sus seres amados.4

1
Ranko Stefanovic, Revelation of Jesus Christ: Commentary on the Book of Reve-
lation, 575.
2
Robert H. Mounce, The Book of Revelation de The New International Commen-
tary on the New Testament (Grand Rapids, MI: William B. Eerdmans, 1998), 278.
3
Grant R. Osborne, Revelation, de Baker Exegetical Commentary on the New
Testament, ed. Moisés Silva (Grand Rapids, MI: Baker, 2002), 521.
4
Stefanovic, Revelation of Jesus Christ: Commentary on the Book of Revelation,
575-6.
Por otro lado, G K. Beale, menciona 5 aspectos sobre el mar representa en profe-

cía apocalíptica.

(1) El origen cósmico del mal (Ap 4:6; 13:1; 15:2), (2) La incredulidad de las na-
ciones rebeldes quien causa tribulación al pueblo de Dios (Ap 12:17; 13:1; 17:2,6; Is
57:20), (3) un lugar de muerte (Ap 20:13), (4) El lugar principal de la actividad comer-
cial de los idolatras en el mundo (18:10-19), (5) una literal agua, algunas veces mencio-
nado junto a la tierra, en el cual el mar forma parte de la creación del mar (Ap 5:13; 7:1-
3; 8:8-9; 10:2,5-6, 8; 14:7; 16:3). 1

Por lo tanto, la no existencia del mar implicará los siguientes aspectos.

(1) No existirá más los ataques de Satanás, porque fue destruido (2) No habrá más
hombres rebeldes, por que sufrieron las mismas consecuencias que Satanás, (3)
No habrá más muerte, sufrimiento, (4) No habrá más idolatría, la cual era practi-
cada en el mar, (5) El mar era usado como separación, lo que en la nueva creación
nunca más volverá a suceder.2

Por lo consiguiente, la no existencia del mar no debe entenderse de manera literal,

sino como la erradicación de todo pecado, sufrimiento, los cuales en la nueva creación ya

no existirán. Así pues, a lo largo de la historia humana este acontecimiento será de gran

magnitud, porque el daño que ha ocasionado el pecado no será más. Sin duda este es uno

de los momentos anhelados para el cristianismo.

La nueva Jerusalén

En el v. 2 Juan menciona otra descripción de lo que ve (εἶδον, expresado también

en aoristo indicativo, para indicar que fue una visión real), en la frase: καὶ τὴν πόλιν τὴν

1
G K. Beale, The Book of Revelation: A Comentary on the Greek Text (Grand
Rapids, MI: William B. Eerdmans, 1999)
2
Ibid.,1042-3.
ἁγίαν Ἰερουσαλὴμ καινὴν εἶδον καταβαίνουσαν ἐκ τοῦ οὐρανοῦ ἀπὸ τοῦ θεοῦ, “Y vi la

santa ciudad, la nueva Jerusalén descender del cielo de Dios”. Las diferentes versiones al

español, traducen que esta ciudad estaba al lado de Dios y descendía de parte Él.1

El profeta describe de dos maneras a Ἰερουσαλὴμ (Ierousalēm, Jerusalén): (1)

τὴν πόλιν τὴν ἁγίαν (La ciudad santa), (2) Ἰερουσαλὴμ καινὴν (Nueva Jerusalén). En la

primera descripción, el sustantivo πόλιν (Polín, ciudad), proviene de la raíz πόλις (polis)

la cual implica que es una ciudad por lo general amurallada.2 Además, la palabra ἁγίαν

(santa) está descrita en adjetivo acusativo (objeto directo) singular. Es palabra proviene

de la raíz ἅγιος, cuando es usado como adjetivo implica, “santo, consagrado, separado,

1
Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios
(RV60, LBLA).Y vi a la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a
Dios (Biblia Católica Latinoamericana y Biblia Jerusalén).Y vi la ciudad santa, la nueva
Jerusalén, que bajaba del cielo de parte de Dios (Biblia Serafín de Ausejo 1975).También
vi la ciudad Kadosh, la Yerushalayim de lo Alto, descendiendo desde el cielo de
YAHWEH (Biblia Kadosh Israelita Mesiánica).Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén,
que bajaba del cielo, de junto a Dios (Biblia de Jerusalem 3-Edicion).Y a la santa ciudad,
la nueva Yerushaláyim, la vi descender del cielo de parte de Yahweh (Biblia Versión Is-
raelita Nazarena 2011).Y vi bajar del cielo, de junto a Dios, a la ciudad santa, la nueva
Jerusalén Nueva (Biblia Española 1975). Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que
descendía del cielo, del lado de Dios (Biblia Nacar-Colunga). Y la ciudad, la santa Jeru-
salén nueva, vi descender del cielo desde Dios (Septuaginta al español). Vi la ciudad
santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de la presencia de Dios (Dios habla hoy).
Ahora, pues, yo, Juan, vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, descender del cielo por la
mano de Dios (Biblia Torres Amat 1825).
2
Bullinger, A Critical Lexicon and Concordance to the English and Greek New
Testament, 154.
dedicado”.1 En uso adjectival, también es usado para denotar personas, cosas, lugares se-

parados para propósitos divinos.2 Por lo expresado se puede entender de la ciudad que es

santa por el hecho de ser separada, dedicada para Dios.

En la segunda descripción de la ciudad, se le llama Ἰερουσαλὴμ καινὴν (Nueva

Jerusalén). El adjetivo acusativo καινὴν (nuevo), indica que no ha sido usado, una cali-

dad y forma diferente a lo anterior.3 De acuerdo al contexto, es entendida que es nueva en

el sentido de novedad para el hombre y no ha sido usada o poblada por ellos.

Además, Juan presenta otro detalles sobre la ciudad. En la frase, καταβαίνουσαν

ἐκ τοῦ οὐρανοῦ ἀπὸ τοῦ θεοῦ, la nueva Jerusalén descender del cielo de Dios. Junto al

verbo descender (καταβαίνουσαν) se presenta el lugar de donde viene la ciudad. (1) Viene

del cielo (οὐρανοῦ); y (2) viene de Dios (θεοῦ). Ambas palabras están expresadas es sus-

tantivo genitivo, que indica origen o pertenencia. Es decir, la nueva Jerusalén, viene del

cielo, un lugar distante para nosotros, porque pertenece a Dios.

Así pues, Stefanovic entiende que esta ciudad reemplazará a la antigua Jerusalén,

la ciudad que Cristo fue a preparar (Jn 14:1-3).4 Sumado a ellos, según Larkin, “La des-

cripción que se hace de ella es sobrepasada mente grandiosa. Es de origen celestial. No es

1
Kwok, “Holiness”, ed. Douglas Mangum, Lexham Theological Wordbook, Lex-
ham Bible Reference Series, ἅγιος.
2
Ibid.
3
Abbott-Smith, A Manual Greek Lexicon of the New Testament, 225.
4
Stefanovic, Revelation of Jesus Christ, 586.
el Cielo mismo, pues desciende ‘del Cielo’. No se emplean manos mortales en su cons-

trucción”.1 Por lo presentado, se puede entender a esta ciudad como real, la cual viene de

Dios hacia el cielo y tierra nueva.

Por otro lado, Richard Davidson analiza el santuario a la luz de toda la Biblia, en

su libro Song for the Santuary. En el capítulo 2 titulado “The Heavenly Sanctuary: The

bigger picture” (El santuario celestial: La más grande figura), presenta la existencia del

santuario celestial. El lugar espacial-temporal donde Dios mora. Este lugar según el autor

es la nueva Jerusalén, el tabernáculo o morada de Dios.2

Además, el autor, confirma esta interpretación con Ap 21:16, donde se menciona

que la ciudad tiene forma de cuadro o cuadrangular. Unos párrafos después en este capí-

tulo R. Davidson es más enfático para afirmar su propuesta:

La nueva Jerusalén es el tabernáculo/templo de la nueva tierra; para ser más exac-


tos, ¡es el Lugar Santísimo! La nueva Jerusalén se presenta, así pues, en los últi-
mos capítulos del Apocalipsis como el Santuario apocalíptico, con el Señor Dios
Todopoderoso y el Cordero en su centro.3

1
Clarence Larkin, The Book of Revelation: A Study of The Last Prophetic Book of
Holy Scripture (Philadelphia, PA: Rev. Clarence Larkin Estate, 1919), 205
2
La cita completa de R. Davdson es la siguiente: “En Apocalipsis 21:2, Juan des-
cribe el descenso de la nueva Jerusalén del del cielo a esta tierra. Luego, en el siguiente
versículo, Juan registra la explicación celestial de este acontecimiento que le fue procla-
mado por una fuerte voz: "He aquí que el tabernáculo de Dios está con los hombres; y él
habitará con ellos, y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos y será su Dios".
¿Entendiste lo que indicaba la fuerte voz? La nueva Jerusalén es el "tabernáculo de Dios".
La palabra griega para "tabernáculo" utilizada aquí es skēnē, que es el mismo término uti-
lizado en la traducción griega del Antiguo Testamento (la Septuaginta) para santuario.
Así que Juan no vio un templo en la ciudad porque toda la ciudad era ahora el santuario
de Dios”. Richard M. Davidson, Song for the Sanctuary: Experencing God’s Presence in
Shadow and Reality (Silver Spring: Biblical Research Institute, 2022), 45-6. Para mas in-
formación, véase el capítulo 2.
3
Ibid.
Así pues, de acuerdo a lo presentado se puede decir que la nueva Jerusalén es el

lugar donde Dios mora (su Santuario), la cual descenderá de Dios hacia los cielos nuevos

y la tierra nueva.

Dios morando con su pueblo

En el v. 3 es mencionado a Dios que mora con su pueblo. καὶ ἤκουσα φωνῆς

μεγάλης ἐκ τοῦ ⸀θρόνου λεγούσης Ἰδοὺ ἡ σκηνὴ τοῦ θεοῦ μετὰ τῶν ἀνθρώπων καὶ

σκηνώσει μετʼ αὐτῶν, καὶ αὐτοὶ ⸀λαοὶ αὐτοῦ ἔσονται, καὶ αὐτὸς ὁ θεὸς ⸂μετʼ αὐτῶν ἔστ.

“Y oí una voz gritar del trono decir: He aquí el tabernáculo de Dios está con los hombres.

El habitará con ellos Y ellos serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos”. Algunas

versiones en español traducen como la morada u hogar de Dios.1 Sin embargo la Biblia

Kadosh Israelita Mesiánica intrepreta como la Shekinah.2

Al analizar el v. 3, se puede notar que es cambiado la descripción, pues el profeta

1
Las versiones que traducen como morada de dios son: “Biblia Nueva Traduc-
ción viviente). Biblia Católica Latinoamericana. Biblia de Jerusalén. Biblia Serafín de
Ausejo 1975, La Biblia del Oso RV 1569, Biblia Nueva Versión Internacional 1999, Bi-
blia Reina Valera 1990 (Adventista del Séptimo Día), Biblia de Jerusalem 3-Edicion, Bi-
blia Universidad de Jerusalem, Biblia Versión Israelita Nazarena 2011, Biblia al día
1989, Biblia Castilian 2003, Nueva Biblia Española (1975), Biblia de nuestro Pueblo, Bi-
blia Martin Nieto, Biblia El Libro del Pueblo de Dios, Biblia La Palabra (HispanoAmeri-
cana). Las versiones que traducen como el hogar de Dios son: Biblia Palabra de Dios
para Todos, Biblia Nueva Traducción Viviente.
2
Oí una gran voz del trono que decía: '¡Miren! La Shejinah de YAHWEH está
con la humanidad, y El vivirá con ellos. Ellos serán Su pueblo, y El mismo, YAHWEH
con ellos, será Su Elohim (Biblia Kadosh Israelita Mesiánica).
menciona que escuchó una voz (καὶ ἤκουσα φωνῆς μεγάλης). El verbo ἤκουσα (escu-

ché), está expresado en aoristo indicativo primera persona singular. El cual indica que fue

algo que le ocurrió al profeta, en un determinado momento.

Del v.3 se pueden destacar 3 frases para ser analizadas. (1) Tabernáculo de Dios

(σκηνὴ τοῦ θεοῦ), (2) morará con ellos (σκηνώσει μετʼ αὐτῶν), (3) ellos serán su pueblo

(αὐτοὶ ⸀λαοὶ αὐτοῦ ἔσονται). Los detalles semánticos de las palabras anteriormente men-

cionadas, nos ayudaran a comprender lo que implica: Dios morando con su pueblo.

En la frase (1) el sustantivo σκηνὴ (skēnē, tabernáculo o morada), “puede referirse

al templo donde Dios mora en el santuario terrenal y celestial”.1 Además, también puede

entenderse como “habitación”, 2 o “el templo celestial, en el que estaba el tabernáculo

del pacto, es decir, el santuario más íntimo”.3 Sumado a ello, Según Kittel y Friedrich, la

palabra puede significar “tienda, templo, morada, residencia, habitación.4 No obstante,

los autores entienden la frase σκηνή θεοῦ como “la nueva Jerusalén o los nuevos cielos y

tierra (21:1–2)”.5

1
Austin, “Divine Presence”, ed. Douglas Mangum, Lexham Theological Word-
book, Lexham Bible Reference Series, σκηνή (skēnē).
2
Strong, A Concise Dictionary of the Words in the Greek Testament and The He-
brew Bible, 65.
3
Thayer, A Greek-English lexicon of the New Testament: Being Grimm’s Wilke's
Clavis Novi Testamenti, 578.
4
Kittel y Friedrich ed. Compendio Diccionario Teológico del Nuevo Testamento,
808.
5
Ibi., 810.
Por otro lado, σκηνή (skēnē) es un derivado de la palabra hebrea ‫( ִמ ְּשכָּן‬miškān) en

el A.T. La cual denota, “un templo movible construido para Dios para que sea su morada

entre su pueblo”.1 Esto es una alusión al Santuario terrenal donde Dios moraba. Por lo

consiguiente, se puede concluir que la nueva Jerusalén es el santuario o templo celestial,

la morada de Dios. Esta descenderá hacia el cielo nuevo y tierra nueva. Además, Osborne

entiende que σκηνή (skēnē) es un derivado de Shekinah, la cual estaba representado por la

presencia de Jehóva ya sea en la nube o columna de fuego en el tabernáculo.2

Al continuar el estudio del v.3, en la frase (2) σκηνώσει μετʼ αὐτῶν (morará con

ellos). Se encuentra el verbo σκηνώσει (morará), está expresado futuro activo indicativo

tercera persona singular. Es decir, esta acción ocurrirá en el futuro, donde el que la reali-

zará será Dios (θεοῦ), pues es el sujeto de la oración. Además, el objeto de la oración es

αὐτῶν (ellos, en pronombre personal tercera persona genitivo plural). El uso genitivo, in-

dica que ellos pertenecen al sujeto de la oración, el cual es Dios.

El verbo σκηνώσει (morará), deriva de la raíz σκηνη (skene), y la forma básica

para el uso verbal es σκηνόω (skēnoō). Σκηνόω, connota morar temporalmente en un ta-

bernáculo.3 Algo parecido, es “residir (como lo hacía Dios en el Tabernáculo de antaño,

1
Austin, “Divine Presence”, ed. Douglas Mangum, Lexham Theological Word-
book, Lexham Bible Reference Series, ‫( ִמ ְּשכָּן‬miškān).
2
Grant R. Osborne, Revelation, de Baker Exegetical Commentary on the New
Testament, ed. Moisés Silva, 524.
3
Abbott-Smith, A Manual Greek Lexicon of the New Testament, 409.
un símbolo de protección y comunión)”.1 Sumado a ellos, los sinónimos serían: “habitar,

vivir, refugiar o cuidar. Por lo general en el N.T, es usado para referirse a Dios morando

en medio de su pueblo”.2 En suma, se puede entender que el morar de Dios se refiere a

que vivirá, morará entre su pueblo para cuidarlo. El lugar donde Dios morará es en la Je-

rusalén, su Santuario celestial o templo, cuando descienda del cielo hacia el cielo y la

nueva tierra.

En la tercera y última frase, αὐτοὶ ⸀λαοὶ αὐτοῦ ἔσονται (ellos serán su pueblo) se

entiende que ellos (αὐτοὶ), forman parte de Dios por que son su pueblo. Pues el verbo

ἔσονται (serán), está expresado en futuro medio indicativo tercera persona plural. Para re-

ferirse que la acción es futura para el profeta. Además, la voz media, “relaciona la acción

más cerca del sujeto, es decir, de una forma, especial está actuando consigo mismo”. 3 En

otras palabras, el sujeto (Dios), une al pueblo como parte de él, porque serán su Pueblo.

En cuanto a la semántica de ἔσονται (serán), deriva de la raíz εἰμί (eimí)quien por

lo general indica “ser o existir, estar presente, estar en un lugar”.4 En el contexto del v.3,

indica que ellos llegarán a ser el pueblo de Dios. Además, la palabra λαοὶ (pueblo, expre-

sado en sustantivo nominativo plural), proviene de la raíz λαός (laós). Según Strong, “el

1
Strong, A Concise Dictionary of the Words in the Greek Testament and The He-
brew Bible, 65.
2
Austin, “Divine Presence”, ed. Douglas Mangum, Lexham Theological Word-
book, Lexham Bible Reference, σκηνόω (skēnoō).
3
Wallace y Steffen, Gramática Griega: Sintaxis del Nuevo Testamento, 364.
4
Abbott-Smith, A Manual Greek Lexicon of the New Testament, 132.
pueblo propio de uno”,1 es decir el pueblo pertenece a Dios. Además, Kittel y Friedrich,

entienden que es una referencia a la iglesia cristiana. El pueblo tipológico de Israel según

Pablo (Rm 9:23, tomado de Os 2:23). Además, Ap 21:3 es tomado de Ez 37:27.2 De he-

cho al estudiar Ez 37:27, se puede notar que hay un uso intertextual en Apocalipsis 21. La

mayoría de versiones al español traducen (Ez 37:27) entendiendo que es una alusión a

Dios morando con su pueblo.3

La palabra ‫( ָּ ָֽעם‬am) usado en Ez 37:27 es a menudo usado para el pueblo israelita

de Dios.4 La Septuaginta (LXX) usa en Ezequiel la palabra λαός (laós), para referise a

pueblo, la misma raíz que es usada por Juan en Ap 21:3. Por lo tanto, de acuerdo a lo pre-

sentado se puede entender que el pueblo de Dios serán los seguidores de todas las edades

(sean israelitas o no). Estos vivirán con Dios y el los protegerá como sí mismo.

Así mismo, los diferentes comentaristas sobre el v.3 entienden a una relación de

1
Strong, Nueva concordancia Strong exhaustiva: Diccionario, 50.
2
Kittel y Friedrich ed. Compendio Diccionario Teológico del Nuevo Testamento,
389-0.
3
Haré mi hogar entre ellos. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. (Nueva Tra-
ducción viviente). Mi morada permanecerá por encima de ellos, yo seré su Dios y ellos
serán mi pueblo (Católica latinoamericana). Mi morada estará junto a ellos, seré su Dios
y ellos serán mi pueblo (Biblia de Jerusalén). Estará en medio de ellos mi tabernáculo; yo
seré el Dios de ellos, y ellos serán mi pueblo (Biblia del Siglo de Oro). Pondré en medio
de ellos mi morada, y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo (Nacar Colunga). Y tendré
junto a ellos mi tabernáculo, y yo seré su Dios, y ellos serán el pueblo mío (Torres Amat
1825). 'Mi morada estará con ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo (Biblia Reina
Valera 1990 (Adventista del Séptimo Día).

Wilhelm Gesenius y Samuel P.Tregelles, Gesenius’ Hebrew and Chaldee lexi-


4

con to the Old Testament Scriptures (Bellingham, WA: Logos Bible Software, 2003),
635.
Dios con su pueblo. Por ejemplo, Robert L. Thomas, relaciona con el tabernáculo donde

moraba. Pero en la Nueva Jerusalén, “su presencia será más cercana e íntima que

nunca”.1 Sumado a ello, según Thomas la palabra μετὰ (con) implica relacionamiento y

comunión.2 De acuerdo con Jacques Douckhan, “La nueva Jerusalén será la presencia

real de Dios y no simplemente simbólica de esa presencia, como era en el caso del tem-

plo”.3

En conclusión, se puede entender que Dios habitará con su pueblo en la nueva Je-

rusalén. Este siempre fue el objetivo de Dios, de habitar con su pueblo, sin embargo, el

pecado estropeó esta convivencia. Aunque Dios siempre buscó estar cerca de su pueblo

por medio de santuario terrenal, el clímax será en el cielo nuevo y tierra nueva.

promesa a los vencedores y rechazo a los impíos

Juan, luego de describir que Dios va a morar con su pueblo, cambia el escenario y

expresa las palabras dichas por “el que estaba sentado en el trono”. Este personaje des-

crito, tiene características distintivas. (1) Hace todo nuevo (v. 5, καινὰ ποιῶ πάντα), (2)

es el Alfa y Omega (v. 6b, ἐγὼ⸃ τὸ Ἄλφα καὶ τὸ Ὦ,), (3) El principio y fin (ἡ ἀρχὴ καὶ τὸ

1
Robert L. Thomas, Revelation 8-22: A exegetical comentary (Chicago: Moody,
1995), 443. “Dios podía tener comunión con el hombre antes de la entrada del pecado
(Gn. 3: 8a). Esta nueva relación es la recompensa suprema recompensa suprema e incon-
mensurable que supera con creces todos los demás beneficios que la nueva Jerusalén”,
Ibid.
2
Ibid.
3
Jacques B. Douckham, Secretos de Apocalipsis (Buenos Aires: ACES, 2002),
204.
τέλος), (4) ofrece agua de vida gratuitamente (v. 6), (5) se presenta como Dios de los ven-

cedores (v. 7a, ἔσομαι αὐτῷ θεὸς). Por las características mencionadas se entiende que

este personaje es Jesús mismo quien está hablando.

En el v. 7a, se encuentra la promesa para los vencedores. ὁ νικῶν κληρονομήσει

ταῦτα, El vencedor heredará estas cosas. El verbo νικῶν, proviene de νικάω (nikáo), el

cual puede entenderse como, “conquistar, vencer, prevalecer, obtener la victoria”.1 Tam-

bién puede referirse esta promesa para los que prevalecen. La promesa dada por Jesús es

que heredarán o recibirá (κληρονομήσει), todo lo prometido en los versículos anteriores.

Así mismo, Jesus usa dos frases para describir la relación que tendría con el pueblo fiel.

Yo seré su Dios (v. 7a), el será mi hijo (7b, καὶ αὐτὸς ἔσται μοι υἱός). Esta promesa fue

dada a Abraham (Gn 17:7), a David (2 Sm 7:14), ahora en Ap 21: 1-8 es una realidad.2

Por otro lado, en el v. 8 se menciona que serán echado en el lago de fuego y azu-

fre a los pecadores. Estos son descritos como: cobardes (δειλοῖς), incrédulos (ἀπίστοις),

abominables (ἐβδελυγμένοις), asesinos (φονεῦσι), fornicarios (πόρνοις), hechiceros

(φαρμάκοις), idólatras (εἰδωλολάτραις) y mentirosos (ψευδέσιν). Estos 8 tipos de peca-

dos mencionados por Jesús son una advertencia a las iglesias de Éfeso, para que se arre-

pientan de sus actos. Pues, estos mismos pecados son practicados por los habitantes de la

1
Strong, A Concise Dictionary of the Words in the Greek Testament and The He-
brew Bible, 50.
2
Osborne, Revelation: Verse by Verse, Osborne New Testament Commentaries,
343.
tierra en Ap 9:20-21, por los cuales serán destruidos.1

Teología del texto

Al estudiar Ap 21:1-8, se puede percibir que el tema teológico Dios morando con

su pueblo en los cielos nuevos y la tierra nueva. Esta, es la idea macro de la perícopa. De

acuerdo con Mario Veloso, “en todo el capítulo 21 hasta el versículo 5 del capítulo 22,

Juan describe la nueva tierra, la Nueva Jerusalén y la vida eterna”.2 En el centro de la

nueva creación, se describe a Dios morando con su pueblo en la Nueva Jerusalén, para

siempre. Ahí el pecado, que tanto daño ha hecho y el conflicto entre el bien y el mal ya

no existirá más.3 Dios y el hombre al fin estarán juntos, esta será una dicha eterna.

Así mismo entiende, Roberto Badenas, en el cometario del DARCOM (Daniel

and Revelation Comitte) sobre Apocalípsis. Badenas, menciona que “en esa ciudad de luz

eterna se alza el Cristo, el Esposo divino-humano unido para siempre con su amada es-

posa”.4 Esta íntima relación se desarrolla en la Nueva Jerusalén y en cielo nuevo y tierra

nueva.

Historicidad del texto

El profeta Juan tiene la idea de la nueva Jerusalen del Antiguo Testamento. Los

1
Mark Wilson, Victory through the Lamb: A Guide to Revelation in Plain Lan-
guage (Bellingham, WA: Lexham, 2019), 207.
2
Mario Veloso, Apocalipsis y el fin del mundo (Buenos Aires: ACES, 1999), 195.
3
Ibid.,195-7.

Roberto Badenas, “La Nueva Jerusalén, ciudad santa”, en Simposio sobre


4

Apocalipsis, vol II (Doral, FL: APIA, 2011), 307.


judíos creían que después de exilio se restauraría la Jerusalén deteriorada.1 Pues, “existía

gran expectativa en que la Santa ciudad de Jerusalén, volviera a convertirse definitiva-

mente en la ciudad del Señor (Is 52:1; 54:11-17; 60:14; 51:3; 45:14)”.2 Así pues, Juan

como judío sabía de este contexto y esperaba ansiosamente este momento.

El profeta usa la palabra καινός (nuevo), la ciudad. Cuando se refiera a la Nueva

Jerusalén, καινός, implica “nueva en su especie y calidad (heb. 11 :10; 12:22; 13:14)”.3

As mismo en el A.T, hay una conexión con el monte de Sión, el monte sagrado

(Rev.14.1; Isa. 2.2–3; Joel 2.1; Ps. 2.6;3.4; 48.1).4 De la misma manera, a la ciudad se le

llama tabernáculo (sekené, σκηνή). El cual tiene una relación con el santuario del A.T,

como se mencionó en el análisis de de Ap 21:2.

Otra frase que Juan usó es cielo y nueva tierra (οὐρανὸν καινὸν καὶ γῆν καινήν).

Esta idea es claramente una alusión a la creación en Génesis.5 También es usado la pala-

bra καινός, En el sentido que los cielos nuevos y tierra nueva serán recreados, implica

que tienen una mejor calidad al anterior.6

En suma, estas dos menciones, (1) santa ciudad y (2) cielo y tierra nueva, eran

1
Ibid., 312.
2
Ibid.
3
Maximo vicuña, Interpretación histórica del libro de Apocalipsis (Lima: Edi-
ciones y producciones Unión, 2000),155.
4
Ben Witherington, ed., Revelation, de The New Cambridge Bible Comentary
(New York: Cambridge University Press, 2003), 268.
5
Simon J. Kistemaker, Apocalipsis, de Comentario del Nuevo Testamento (Grand
Rapids, MI: Desafío, 2001), 606.
6
Maximo vicuña, Interpretación histórica del libro de Apocalipsis,155.
muy usadas por los judíos. Por eso, Juan hace uso de este bagaje lingüístico para mostrar-

les al pueblo del inminente reino restaurado por el Mesías.

Conclusión

En la presente investigación se ha estudiado la perícopa de Ap 21:1-8. La cual nos

ayudó a entender que el tema teológico central es, Dios morando con su pueblo eterna-

mente en los cielos nuevos y tierra nueva. Esta será una recreación del mundo donde ha-

bitamos.

La creación de los cielos nuevos y tierra (v. 1) nueva ha sido un motivo (y lo si-

gue siendo) de esperanza para el judío, y continúa siendo para el cristianismo. Este

evento sucederá luego del milenio, cuando Dios destruya a los impíos, finalmente Sata-

nás, sus ángeles y todos los no decidieron a Jesús. Ahí, el pecado será destruido comple-

tamente. Entonces Dios, volverá a crear un cielo nuevo y tierra nueva, libre de pecado.

Luego, descenderá la nueva Jerusalén del cielo de parte de Dios (v. 2). Esta ciu-

dad es la morada de Dios, o el santuario/templo donde habita. La sintaxis y la semántica

nos ayudaron a identificar está ciudad como el lugar donde en Todopoderoso habita. Por

ende, al descender la ciudad, Dios viene con ella hacia la nuev creación.

Después, se estudió lo que implica, Dios morando con su pueblo (v. 3). De

acuerdo a lo analizado se pudo concluir que este será una íntima relación entre Dios y sus

hijos fieles. Este siempre fue el anhelo de Divino de habitar con sus hijos, pero el pecado

separó esta relación. Ahora en la nueva creación y teniendo al templo divino (la nueva Je-

rusalén) El ser humano podrá tener una presencia cercana de su Creador, como nunca lo

ha experimentado.

En la última parte del estudio se presentó los contrastes entre los fieles de Dios y
los que no lo son (v. 6-8). Así pues, hay una promesa para los vencedores y es que serán

llamados hijos de Dios y heredarán todo lo prometido anteriormente (cielos y tierra

nueva). Mientras que para los que no lo son es mencionado que serán arrojados al lago

que arden con fuego y azufre (v. 8).

Sin duda es una invitación de parte de Jesus (v. 6) para formar parte de su pueblo

ya que el mayor deseo de la Deidad es que seamos salvos eternamente. Sin embargo, la

decisión solo es nuestra.

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