Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Capitulo 1

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 9

Era un día totalmente normal en Konohagakure no Sato, aldea también conocida como la

aldea de la hoja. En una de tantas casas que podían apreciarse en la calle, una niña dormía
a pierna suelta en su cama. Se supone que una chica normal se despierta gracias a los
rayos de sol que entran por la ventana cayendo en sus ojos, para después desperezarse
mientras se escucha el canto de las aves posadas en algún árbol cercano, pero en cambio,
ella despertó gracias al impacto contra el suelo gracias a caer de la cama por intentar
acomodarse.

— ¡Hyaa! —La niña chillo justo antes de pegar un brinco y levantarse del suelo, para
después sobarse el chichón que había aparecido en su frente gracias al impacto contra el
suelo. A los pocos segundos regreso el sueño a ella, estaba a punto de volver a acostarse
para seguir conciliando su sueño, pero entonces se acordó de algo realmente importante.

— ¡Hoy es el examen de graduación! —exclamo la chica para después levantarse de golpe


de la cama y revisar la hora del reloj despertador, y justo entonces lo vio hecho trizas en la
basura, recordando que lo había destruido hace un par de días gracias a que no quería
dejar de sonar. Goko decidió apresurarse y abrió la puerta de su armario, entre las pocas
prendas que tenía ella tomo una de color naranja para ponérsela sobre las prendas de
color azul que estaba utilizando para dormir. Escondio bien su cola de mono dentro de la
camiseta naranja, y justo antes de salir, se detuvo ante una esfera de color ámbar que
tenía cuatro estrellas rojas, le hizo una rápida oración para después saltar por la ventana y
correr en dirección a la academia, mientras que intentaba acomodar con la mano su
cabello que se encontraba más alborotado que nunca, mientras rogaba por no haber
despertado muy tarde.

Una chica con ojos aperlados estaba sentada en uno de tantos asientos que había en
aquel salón de clases. De repente, cierta chica entro casi derribando la puerta y llamando
la atención de todos. Una vez entro al salón y cerró la puerta fue a saludar a Naruto, y ya
que no habia un puesto al lado de Naruto ella decidio ir y sentarse al lado de Hinata para
después saludarla.

— Hey, hola Hinata —saludo Goko sentándose al lado de la ojiblanca.

— Hola, Goko —saludo Hinata dándole a la pelipalmera una pequeña sonrisa.

— No he llegado muy tarde, ¿verdad? —pregunto Goko un poco asustada.

— Pues... Iruka-sensei no ha llegado aún, así que, n-no llegaste tarde —le aclaro la Hyuga,
a lo que Goko suspiro y apoyo lentamente la cabeza sobre la mesa.

— Rayos, no me hubiese preocupado tanto, mira nada más que venir sin traer algo de
dinero para comprar comida, no sé cómo me olvide de eso —dijo la pelipalmera
lamentándose, y como si de magia se tratase, su estómago comenzó a rugir clamando por
algo (mucho) de comida, a lo que ella comenzó a llorar al más puro estilo Rock Lee.

— P-pues, yo traje unos rollos de canela, yo, s-si gustas... Yo podría compartirlos contigo
—le ofreció Hinata, y Goko se volteo a verla como si hubiese hallado en ella su salvación.

— ¿E-enserio? —le pregunto Goko mientras que un moco comenzaba a caer de su nariz, a
lo que Hinata asintió.

— Yo... ¡Gracias! —exclamo Goko dándole un abrazo a Hinata que por poco no le sacaba
el aire por completo. La escena hubiese seguido por un rato más, de no ser porque entro
Iruka al salón, y todos los alumnos se levantaron para saludarlo.

— Muy bien niños, el examen tratara sobre el jutsu de clonación —les dijo Iruka a los
chicos. De reojo Goko pudo ver como Naruto ponía una cara de desesperación total.

Jutsu de salto temporal


— Siguiente: Son Goko —anuncio Iruka, a lo que Goko se levantó del suelo para entrar al
salón y hacer la demostración.

— Muy bien Goko —escucho la de cabellera negra una vez entro al salón, viendo que fue
Iruka quien la había nombrado — muéstranos el jutsu de clones.

— B-bien —murmuro la de cabello negro un poco nerviosa, para después proceder a


hacer una posición de manos y concentrar chakra — ¡Jutsu de clonación! -exclamo ella
dejando salir su chakra, para después hacer aparecer humo, del que salieron unos cinco
clones comunes y corrientes. La niña realmente tenia un pesimo control de chakra, por lo
que sus clones podrian arruinarse en cualquier momento.

Iruka anoto algo en su libreta, compartió un par de palabras con Mizuki para después
asentir y decir para la alegría de la pelipalmera: Estas aprobada, ven y pasa por tu banda.

— ¡Si Iruka-sensei, gracias! —Goko estaba aliviada, ya que ella sabía que no iba a aguantar
los clones por mucho tiempo más, paso al frente y tomo una de las bandas que estaban
sobre la mesa, para después darles una reverencia a los sensei y salir del salón. Pocos
segundos pasaron antes de que ella comenzara a gritar y a saltar por todo el lugar.

- ¡Si! ¡Miren esto, si me he convertido en ninja! -exclamo ella alegremente sacudiendo la


banda en el aire.

— Felicidades Goko —dijo Hinata con una pequeña sonrisa.

— Si, que bien por ti —dijo Kiba acercándose a Goko con calma, todo lo contrario a Naruto
que corrió hacia ella casi gritando.

— ¡Si, que bien! -exclamo Naruto —Si tú te has convertido en ninja entonces yo también
voy a hacerlo, es una promesa, ¡de veras!

— Que fastidio, ya dejen de gritar —dijo Shikamaru, que estaba sentado por allí
esperando a que todo terminara para poder irse a dormir tranquilamente, todo el ruido y
el festejo que había allí por la graduación no lo dejaban tranquilo.
— ¿Qué cosa no será fastidiosa para ti Shikamaru? —le dijo Naruto, pero una voz lo
interrumpió.

— Siguiente: Naruto Uzumaki —dijo Iruka anunciando al siguiente en pasar, el rubio trago
saliva y volteo a ver a los demás antes de entrar al salón para lo que sería su prueba. No
paso ni un minuto antes de que Naruto saliese de allí con la mirada gacha.

— Hey, Naruto, ¿pudiste...? —estaba a punto de preguntar Goko, pero se detuvo al ver a
Naruto desanimado y sin la banda ninja, luego de unos segundos Naruto se dirigió al
columpio fuera de la academia, y se sentó allí tristemente. Goko se quedó allí observando
a Naruto, mientras que los padres de los recién graduados de la academia llegaban y les
daban felicitaciones a sus hijos, la pelipalmera iba a acercarse a Naruto, pero una
conversación entre dos mujeres la detuvo.

— ¿Puedes verlo? —dijo una de ellas mirando hacia Naruto.

— Él es el muchacho, escuche que fue el único que reprobó —le contesto la otra.

— Hmp, pues se lo merece —volvió a hablar la primera.

— Imagínate que hubiera pasado si se hubiera convertido en ninja, porque él es el chico


del... —fue interrumpida por una azabache.

— Señoras, no hablen así de mi amigo Naruto, ¿quieren? —dijo Goko defendiendo al


rubio, a lo que las dos mujeres que estaban hablando se alejaron y comenzaron a
cuchichear entre ellas. Goko estaba a punto de ir y animar a Naruto, hasta que se dio
cuenta que no había nadie en aquel columpio. Ella suspiro y se dirigió a Ichiraku después
de haber recibido uno de los rollos de canela de Hinata, esperando poder encontrarse a
Naruto en ese lugar.

Jutsu de salto temporal (¿cuantos llevamos hasta ahora?)


— ¡Vuelve pronto! —escucho la Son de parte de Ayame, la chica que trabajaba allí en el
puesto de Ichiraku.

Goko intento usar sus habilidades sensoras para poder hallar a Naruto, pero no lo
consiguió ya que no lo tenía perfeccionado. Goko suspiro y se dirigió a uno de los campos
de entrenamiento, y comenzó a golpear los árboles, consiguiendo derribar uno por cada
golpe y patada que daba. Luego de un buen rato entrenando así Goko se sentó a meditar,
intentando sentir algún chakra que pudiera estar alrededor, sorprendiendo a la
pelipalmera al sentir cerca de allí a Naruto, Iruka y Mizuki, Goko sintió curiosidad y se
acercó a ver que sucedía allí, y lo que escucho la dejo sorprendida.

— Han estado engañándote durante toda tu vida Naruto, empezando desde el decreto de
hace doce años —dijo Mizuki, el cual estaba sobre un árbol.

—¿Decreto? ¿Cuál decreto? —pregunto Naruto.

— ¡Mizuki no le digas, está prohibido! —le grito Iruka al peliblanco que se encontraba en
la rama del árbol.

— «¿Qué? ¿Cuál decreto, porque está prohibido, pasa algo malo?» —se preguntó Goko
observando la situación.

— El decreto es que nadie debe decirte sobre el zorro de nueve colas que esta sellado
dentro de ti —dijo Mizuki finalmente sorprendiendo a Naruto y a Goko por igual —El
espíritu del zorro que mato a los padres de Iruka y destruyo la aldea está dentro de tu
cuerpo, ¡tú eres el zorro de las nueve colas!

— «¿El zorro de las nueve colas? ¿Qué es, es de eso que se trataba el chakra tan extraño
que siento en Naruto?» —continúo preguntándose Goko a sí misma.

— Todos lo han comentado en secreto, te han ocultado cosas durante toda tu vida. ¿No se
te hace extraño que todos te traten como basura, como si te odiaran solo por estar vivo?
—termino de decir Mizuki, a lo que Naruto comenzó a descontrolarse.

— ¡No! ¡No, no, no! —Naruto repetia la negativa múltiples veces, mientras que su chakra
fluía con cada vez más descontrol.
— «Naruto...» —Goko recordo todos los maltratos que ella pudo ver a los demás profesar
hacia Naruto —«Yo... Sé que Naruto no es un monstruo, él no es ese demonio del que
hablan, además, el nunca eligio ser eso, y yo... Yo tampoco elegí ser así...» -pensó Goko
observando la cola de mono que tenía, recordando a su vez como se difundió por la aldea
el rumor falso de que la razón de sus habilidades extraordinarias y su cola de mono se
debían a que ella era un experimento de Orochimaru, gracias a eso todos comenzaron a
alejarse de ella, le gritaban cosas en la calle, y sus compañeros de clase muchas veces la
maltrataron. Goko negó con la cabeza, y decidio saltar del árbol donde estaba posada para
ir con Naruto.

— ¡Naruto! ¡Tranquilízate, por favor! —le pidió, mientras que Naruto, al escuchar su voz,
se relajó un poco, pero esa calma se esfumo de nuevo.

— Pero mira nada más, pero si es el fenómeno con cola —dijo Mizuki a modo de burla -Tu
eres el experimento de Orochimaru, ¿no es así? A ti te desprecian igual que a Naruto, ¿y
cómo no? Si tú eres una espía de ese desgraciado —continuo Mizuki, mientras que Naruto
veía a ambos con incredulidad.

— ¡Claro que no, yo no soy eso que dices! —le contesto Goko, ella nunca confió en ese
tipo de pelo blanco, el chakra que Mizuki emanaba era de todo menos benigno.

— Como sea, es mejor que estén aquí, ya que así podre matarlos a los dos —dijo Mizuki,
desatando una gran suprimen que se encontraba en su espalda —¡Mueran ya malditos
fenómenos! -grito, a la vez que lanzaba el arma hacia los dos niños.

— ¡Naruto, Goko, agáchense! —grito Iruka preocupado, Naruto intento correr, pero se
cayó al suelo, y comenzó a gatear para intentar alejarse de allí. La pelinegra se puso
enfrente del rubio para intentar recibir el ataque sin que Naruto saliera herido, pero no se
esperó que un cuerpo mas grande que el de ella la cubriera junto con Naruto, y en el
momento en que abrió los ojos pudo ver a Iruka sobre ella y sobre Naruto, con la shuriken
gigante clavada en la espalda.

— Iruka-sensei... —murmuro Goko.

— ¿Por qué lo hizo? —termino de decir Naruto.


— Porque somos iguales. Cuando yo perdí a mis padres, nadie se preocupó por cuidarme,
no tenían tiempo para mí, olvidaron que estaba allí. Yo solo quería que me conocieran,
que se supieran mi nombre, fue por eso que hice muchas locuras, y termine pagando por
ellas —dijo Iruka tristemente, se detuvo por un segundo para después continuar hablando
—Chicos... Yo sé lo que se sienta, la mera soledad que te lastima por dentro. Nadie
debería sufrir así, nadie debería estar así de solo —finalizo de decir el castaño, solo para
escuchar la malévola risa del peliblanco.

— ¡No me hagas reír! Iruka siempre te odio a ti, Naruto, el zorro de las nueve colas mato a
sus padres, y esa bestia está dentro de ti. El diría cualquier cosa para que le dieras el
pergamino —dijo Mizuki, a lo que Naruto se salió de debajo de Iruka y salió corriendo.

— ¡Naruto! —grito el castaño entre lágrimas, llamando al rubio intentando que volviera.

— Y tú sabes que cuando él decide algo, nada lo hace cambiar —hablo Mizuki —Él va a
usar el pergamino para vengarse de la aldea por cómo le trataron.

— ¡Por supuesto que no, estupido! ¡Naruto no es así! —le grito Goko, para acto seguido
comenzar a correr en la dirección por la que se había ido Naruto, no tardando mucho en
encontrarlo. Goko estuvo a punto de hablarle, pero al oír a los dos chunin hablando
decidió callarse para poder escuchar.

— Eres un tonto Iruka, ¿por qué proteges a ese par de fenómenos? ¡Por culpa de esos dos
malditos niños se infiltrarán espías! —le dijo Mizuki al castaño, que se encontraba sentado
en frente de un árbol.

— No importa lo que digas, no pondrás las manos sobre el pergamino —dijo Iruka
indiferente.

— ¡Ja! Como si pudieses detenerme, ¿no lo entiendes? Ellos dos se aliarán, usaran el
pergamino para su propio poder y su propia venganza, así son las bestias. Ellos usaran el
poder del pergamino para destruirlo todo —dijo Mizuki.

— Tienes razón... —dijo Iruka, causando que el corazón de los dos niños doliera.
— «Iruka-sensei... El también piensa que yo soy un fenómeno, piensa que yo soy mala,
solo porque soy asi» —fue lo primero que cruzo por la mente de Goko, la cual se
encontraba con la mirada baja.

— Así son las bestias, pero así no son ellos dos -continuo Iruka, causando sorpresa en ellos
dos —Ellos siempre trabajan duro y ponen todo su corazón en lo que hacen, claro que de
vez en cuando cometen errores y exasperan en ocasiones, pero su dolor hace a ambos
más fuertes.

— Eso los hace diferentes de una bestia, ¡ellos son Naruto Uzumaki, y Son Goko, de la
aldea escondida entre las hojas! —termino de decir Iruka, causando que las lágrimas de
Naruto cayeran.

— ¡Ja! ¿Realmente crees en esa tontería, Iruka? Yo iba a dejarte para después, pero
cambie de opinión —dijo Mizuki a punto de lanzarle a Iruka la otra shuriken que cargaba,
pero el no conto con que entre Naruto y Goko le fueran a dar un puñetazo combinado que
lo mando a volar.

— Si te atreves a ponerle una mano encima a mi sensei y mi mejor amiga... ¡Te mato! —le
amenazo Naruto.

— Grandiosas palabras, yo podría destrozarte de un solo movimiento —le contesto Mizuki


a la amenaza.

— Dame tu mejor golpe tonto, yo te lo devolveré multiplicado por mil —le provoco
Naruto mientras hacia una posición de manos.

— ¡Quiero que lo intentes, muéstrame lo que puedes hacer zorro de nueve colas! —le
grito Mizuki, para luego quedar tan sorprendido como los otros dos presentes al ver como
repentinamente cientos de clones de Naruto aparecieron de repente. Goko analizo la
situación por unos segundos, para darse cuenta de algo

— «¿Qué? Estos clones no son imágenes, ¡son clones reales! Como es que Naruto
puede...» —fue lo que pensó Goko en ese momento, viendo como todos los clones se
arrojaban sobre el peliblanco para molerlo a golpes por un buen rato...
— Lo siento, creo que se me paso la mano, ¿está bien Iruka-sensei? —pregunto Naruto, a
lo que el castaño asintió.

— Si... Naruto, ven un minuto, hay algo que quiero darte —le dijo Iruka al rubio, a lo que
Goko decidió irse de allí, ella no tenía por qué estar allí.

— «Todo el tiempo me mantuve al margen de la pelea, prácticamente no hice nada a


comparación de Naruto, además, el salió con ese jutsu tan increíble que yo no puedo
hacer, y tampoco podre...» -comenzó a reflexionar Goko pensando en los sucesos de
recién —«Por eso seguiré entrenando, ¡pero para actuar en la pelea, no para quedarme
mirando! Quiero ser el ninja más fuerte de las 5 naciones, una kunoichi legendaria, ¡ese
será mi camino ninja a partir de ahora!» -y con esos pensamientos en la mente Goko
regreso a su hogar a descansar, no habia regresado a el durante todo un día y tenia ganas
de tumbarse en la cama.

También podría gustarte