Segadoras
Segadoras
Segadoras
MOTORES
Los modelos SP85B y SP115B vienen equipados con motores Diesel Caterpillar 3054. Este motor,
de 4.4 litros y cuatro cilindros, es naturalmente aspirado de 85HP en la SP85B y turbo-comprimido
y postenfriado de 115HP en la SP115B.
CABINA
Un asiento estándar para instructor, que incluye un apoyo plegable para facilitar el acceso a la
cabina, pero que está disponible cuando lo necesite el instructor.
El volante de dirección de dos brazos que proporciona una mayor visión de la plataforma y
puede ser inclinado de una a cinco posiciones diferentes, ofreciendo más confort al operador.
Una palanca única de control de la plataforma y del desplazamiento de la máquina coloca los
mandos más utilizados en la mano derecha del operador. Además de los cambios de dirección y
velocidad, la palanca controla varias funciones de la plataforma mediante teclas. Dependiendo de
la plataforma usada, las funciones incluyen levante de la plataforma, accionamiento de la chapa
alineadora de la hilera de pasto, velocidad del molinete e inclinación de la plataforma.
La ventanilla derecha de la cabina es basculante para ventilación y acceso de servicio, además
puede ser usada como salida de emergencia.
Dos tomas de 12 V con fusibles de 20 A suministran la energía para la radio, el teléfono celular u
otro equipamiento eléctrico como una computadora portátil.
CONTROLES
También están incluidos monitores y avisos para el nivel del aceite hidráulico, nivel de líquido
refrigerante, presión del aceite hidráulico, restricción del filtro de aire y presión de la carga de
aceite de la transmisión. Un monitor suplementario de desempeño de seis funciones, que muestra
las rotaciones de la plataforma, el régimen del motor y la velocidad de desplazamiento de la
máquina; el rendimiento instantáneo en hectáreas por hora, el área parcial y el área total
cosechada es un equipamiento estándar en las segadoras SP185B y puede ser adicionado como
opcional en los modelos SP85B y SP115B.
Todas las segadoras de la serie SP de Challenger vienen equipadas con una característica de
flotación, que permite al operador realizar ajustes en la flotación de la plataforma, durante la
operación sin que sea necesario salir de la cabina.
Los brazos de levante reformulados del modelo SP185B permiten usar cualquier plataforma de
corte, de alimentación o de disco de la línea Challenger. Los modelos SP85B y SP115B, por otro
lado, pueden ser equipados con cualquier plataforma de corte de la serie AHB o plataformas de
alimentación por bandas de caucho de la serie DHW.
MANTENIMIENTO
El mantenimiento periódico del motor nunca fue tan fácil y rápido, gracias
al capó enterizo del motor, que ofrece dos posiciones de acceso.
Levántelo hasta una posición parcial para el mantenimiento diario, o
ábralo completamente para los servicios del mantenimiento periódico.
Las puertas plegables en el compartimiento del radiador, combinadas con
las unidades del enfriador de aceite hidráulico y condensador del
acondicionador, que pueden moverse, hacen el mantenimiento más
conveniente.
Una escalera de acceso articulada y una plataforma de servicio permiten que el abastecimiento de
la máquina sea rápido y fácil, para que sobre más tiempo para la operación en el campo.
Siega
Con esta operación se inicia cualquier cadena de recolección y consiste en separar el tallo de la raíz, que permanece unida al suelo, en toda
la superficie del campo.
Dos son los principios básicos generalizados para realizar la siega: el empleo de cuchilla y contracuchilla, que actúan durante el corte como
una tijera, produciendo un cierre por aplastamiento en las zonas cortadas, y el corte con golpe con una cuchilla desplazándose a alta
velocidad (sin contracuhilla), que solo producirá un corte limpio si la velocidad se suficientemente alta y la cuchilla está bien afilada, pero
sin el aplastamiento y cierre de la zona cortada.
Para realizar este trabajo existen básicamente dos tipos de segadoras, alternativas o barras de corte, y rotativas. Las alternativas son las
clásicas barras guadañadoras o segadoras, que han sido durante mucho tiempo las principales máquinas de siega, arrastradas por animales,
acopladas lateralmente al tractor, o más recientemente autopropulsadas (motosegadoras y cosechadoras de forraje). Pueden ser de dos
tipos seguían su mecanismo de corte, de dedos (barras normales) o de doble cuchilla.
La barra segadora realiza un corte limpio de la planta, lo que facilita un rebrote rápido, pero es más lenta y frágil que los otros tipos de
segadoras. Necesita un terreno uniforme bien nivelado, especialmente para el trabajo de máquinas autopropulsadas de corte amplio. Es
ideal para la siega de alfalfa y de cualquier planta que se espera rebrote posteriormente. En cambio tiene problemas en la siega de cultivos
forrajeros muy densos como veza-avena o praderas encamadas. Requiere un mantenimiento de cuchillas cuidadoso, siendo recomendable su
afilado frecuente.
El corte se produce por la acción conjunta de las dos piezas componentes de la barra, una móvil y otra fija (inmóvil) que actúa de
contracuchilla. Los tallos son cortados por la acción de las dos, que actúan como tijeras.
En las barras de doble cuchilla que carecen de dedos, existen dos sierras accionadas de forma contraria, lo que permite un mayor
rendimiento y un menor número de atascos.
Aparte de las barras de corte citadas, movidas por la toma de fuerza del tractor, hay que destacar la existencia de máquina
autopropulsadas con el mismo sistema de corte, bien de pequeño tamaño, como las motosegadoras, útiles para el trabajo en pequeñas o
medianas parcelas, bien de gran tamaño (más de 2 m de ancho de corte), aptas para las grandes explotaciones. Estas últimas, se fabrican
hoy combinadas con rodillos acondicionadores, denominándose la máquina segadora-acondicionadora autopropulsada.
No obstante las segadoras alternativas se han quedado obsoletas para la agricultura moderan frente a las rotativas. Una de las principales
razones es que las alternativas ofrecen una velocidad de trabajo bastante inferior.
Barra guadañadora alternativa diseñada para ser accionada por un tractor
La segadoras rotativas producen el corte por impacto sobre el tallo de varias cuchillas que giran a gran velocidad. Producen más daños en
planta, desgarros, y los fragmentos más pequeños pueden desaparecer entre el rastrojo, de la pradera o cultivo, perdiéndose como tal
cosecha. El rebrote de las plantas es más lento a consecuencia de los daños realizados. Son máquinas de mayor rendimiento y más fácil
mantenimiento que las barras segadoras. Aunque necesitan más potencia de tractor son muy versátiles y pueden aplicarse en toda clase de
praderas y cultivos forrajeros.
Pueden clasificarse, según la posición del eje, en horizontales (de mayales) o verticales (de tambores o discos).
Las segadoras de mayales son muy poco utilizadas para henificación, aunque son bastantes populares como máquinas para ensilado. Realizan
un trabajo útil en praderas densas, sin atascos, rasgando y troceando bastante el forraje, pero producen gran pérdida de foliolos y hojas en
las leguminosas.
Las segadoras rotativas verticales pueden ser de tambores o de discos. Las de tambores suelen llevar dos o cuatro tambores, cada uno con
varias cuchillas, accionados de forma que giran en sentido inverso dos a dos, lanzando el forraje hacia atrás entre cada dos tambores
vecinos, obteniéndose cordones bien formados.
Las rotativas de discos se han desarrollado posteriormente a las de tambores constando de un número par de discos (4 a 6), circulares u
ovalados, en los cuales se insertan las cuchilla, libremente articuladas. Su ancho de trabajo oscila entre 1,6 y 2,4 m.
Segadora de tambores
Segadora de discos
Segadora de discos
Dentro de los dos tipos de corte citados (segadoras alternativas y rotativas) existen máquinas que acoplan uno u otro sistema de siega a los
rodillos acondicionadores clásicos, constituyendo las llamadas segadoras-acondicionadoras. En una sola pasada realizan tres operaciones:
siega, acondicionado, e hilerado, reduciendo costes y mejorando calidad, al reducir el tiempo de secado en un 30-40 %, según circunstancias
climatológicas.
La parte fundamental de estas máquinas son los rodillos, generalmente acanalados, metálicos o más usualmente recubiertos de caucho, los
cuales tronchan los tallos de la hierba y/o provocan pequeñas roturas en ellos, facilitando así la posterior pérdida de agua.
Los trabajos de siega conviene realizarlos después de la salida del sol, una vez que el forraje ha perdido algo de humedad y rocío de la
En lo que respecta a la altura de corte, conviene hacerla a 5 cm del suelo. De esta forma se facilita el secado del forraje, ya que habrá una
circulación del aire más libre a través de la masa forrajera segada.
Contenido de materia seca de un forraje de ray-grass italiano según los distintos métodos de siega y acondicionado
Secado
El secado o curación de la hierba o forraje tiene por objetivo reducir su contenido de agua a menos de un 20 %, con la menor pérdida posible
Los factores que determinan la rapidez de la pérdida de agua del forraje a henificar son: el clima, la cantidad y disposición de la hierba en
la hilera y el tipo de planta.
A nivel de planta individual, la pérdida de agua se produce a través de las hojas, mientras que el agua de los tallos se elimina en parte
después de su traslocación a las hojas. También existen diferencias entre especies en cuanto a la rapidez de desecación, siendo en general
las gramíneas más rápidas que las leguminosas, y entre éstas el trébol blanco más lento que otras plantas.
El proceso de secado se acelera y el forraje gana en calidad cuando el troceado es uniforme; también se acelera mediante el
acondicionamiento del forraje, realizado por el paso del mismo entre dos rodillos que aplastan los tallos de las plantas.
El acondicionamiento del forraje acelera el tiempo de secado en más de un 20% y es tanto más eficaz cuanto mayor es el contenido de agua
de la planta, ya que su principal ventaja es aumentar la velocidad de evaporación de los tallos.
También permite la desecación simultánea de tallos y hojas, lo cual es importante en leguminosas, cuyas hojas suelen secarse en muy pocas
horas mientras que los tallos tardan mucho más tiempo. Sin embargo, con clima húmedo, las pérdidas por arrastre de la lluvia pueden ser
mayores cuando se acondiciona el forraje, sea cual sea el método. El acondicionado debe realizarse inmediatamente después de la siega, o
simultáneamente, cuando se dispone de segadora-acondicionadora. Su acción es particularmente importante en la primera fase del secado
del forraje (hasta llegar al 50% de humedad), fase en la cual la velocidad de evaporación puede aumentarse al doble mediante el
acondicionamiento.
Otro sistema de acelerar la velocidad de secado se basa en la laceración de los tallos producida por el sistema de corte de las segadora-
rotativas de eje horizontal (de mayales). Sin embargo las pérdidas son mayores, especialmente de hojas, y no se recomiendan en absoluto
para leguminosas.
El secado en zonas de clima húmedo se realiza extendiendo el forraje por toda la superficie segada, pero si el terreno está húmedo, es
conveniente dejar un rastrojo un poco alto e hilerar estrechamente el forraje, que debe voltearse una o dos veces al día. En zonas muy
secas es aconsejable hilerar rápidamente para evitar una desecación muy rápida de las hojas, que luego pueden perderse en el proceso de
recolección, mientras que los tallos permanecen aún con humedad. Por las noches se debe dejar en todos los casos el forraje bien hilerado
para protegerlo del rocío o posibles lluvias. El secado en hileras, aunque más lento, se hace necesario para obtener un heno de calidad.
En condiciones secas normales, con uno o dos pases de rastrillo hilerador es suficiente para un heno de calidad, el primero a las 24 ó 36
horas del corte y el segundo (si es necesario) entre 24 y 36 horas antes de empacar.
Un exceso de movimiento de los cordones de heno encarecen su realización y aumentan las pérdidas mecánicas, aunque en caso de lluvias a
veces es necesario realizar de 3 a 5 movimientos. En condiciones secas, todos estos movimientos de las hileras deben hacerse por la mañana
temprano, a fin de evitar las pérdidas de hojas ya citadas.
El empleo de desecantes como el ácido fórmico para acelerar la pérdida de agua ha sido ensayado en Inglaterra, y aunque el tratamiento es
efectivo, su empleo no está muy difundido en la henificación, aunque sí en el ensilado.
La forma en que se realiza la “rotura” de los tallos permite establecer diferencias en estos equipos. La acción mecánica predominante
Se estima que se necesitan de 15 a 20 horas de sol, en condiciones favorables para secar el heno destinado al empacado. Si el forraje ha sido
acondicionado en el momento de la siega sólo se necesitan 8 o 10 horas de sol para el mismo secado. Además, se mantiene el color natural
del forraje, aumentando la palatabilidad del heno y su mejor aprovechamiento por el ganado. Es, por tanto, imprescindible para producir
heno de calidad, especialmente en plantas de tallo grueso como la alfalfa.
Normalmente el acondicionador va asociado a la segadora, con independencia del dispositivo de siega utilizado, y la hierba debe quedar
formando un baraño hueco y voluminoso, con las hojas hacia dentro y los tallos hacia fuera, y apoyado sobre el rastrojo para que la hierba
segada quede aislada del suelo, generalmente mas frío y húmedo.
Debe procurarse que la anchura del acondicionador sea igual a la de siega (relación 1/1), ya que con las relaciones inferiores de 1/2 a 1/3,
que se encuentran en algunas máquinas, el acondicionado es menos intenso y los tiempos de secado llegan a aumentar hasta en 5 horas.
Para producir el acondicionado se utilizan generalmente pares de rodillos, lisos o dentados, o bien dedos montados sobre un rotor que
golpean la hierba de manera similar a como lo hace una segadora de mayales después del corte.
Acondicionadores de rodillos
Los rodillos producen un aplastamiento de la hierba al girar por parejas en sentidos contrarios. El material utilizado para la construcción, el
área de contacto y la presión entre ambos condiciona la intensidad de su acción. Las acanaladuras en los rodillos dificultan la tendencia del
forraje a enrollarse en los cilindros, impidiendo su correcto funcionamiento.
La velocidad periférica de los rodillos es de tres a cuatro veces mas rápida que la de avance de la máquina, para que se produzca la succión
de los tallos y su aplastamiento, además de obligar a la hierba a salir de la maquina a mayor velocidad que la de avance, formando un
baraño suelto y aireado que no precise sucesivos esparcidos y aireados.
Dependiendo de las características constructivas de los rodillos pueden ser de rodillos lisos y de rodillos dentados.
Acondicionadores de dedos
Consiguen el lacerado del forraje por su choque contra varias filas de dedos, montados en un eje horizontal animado con movimiento de
El empleo de este sistema, inicialmente diseñado para praderas naturales de zonas húmedas, se ha incrementado como consecuencia de la
difusión de las segadoras rotativas e disco y de tambor. En ellas la salida del forraje no se produce en toda la anchura de corte, por lo que
los acondicionadores de rodillos no actúan siempre con uniformidad. La incorporación de acondicionadores de dedos en cada una de las
salidas, entre cada dos rotores consecutivos, se adapta mejor a esta forma de entrega del forraje.
Los dedos han evolucionado pasando de las formas rectas a las de Y invertida, con lo que la parte inferior del tallo (con mayor consistencia)
recibe más golpe que la superior.
Sin embargo, un empleo poco cuidadoso del acondicionador de dedos puede ocasionar excesiva pérdida de hoja en las leguminosas, sobre
cuando se actúa en condiciones secas.
Recientemente se han introducido (aunque, por el momento, no se comercializan en España) acondicionadores maceradores que actúan
aplastando fuertemente la hierba, que queda en el suelo formando un tapiz de muy pequeño espesor. Algo similar se consigue con unos
rodillos de púas de nylon que giran con velocidades ligeramente diferentes y un lanzador-esparcidor que esparce muy uniformemente el
forraje sobre todo el campo segado. Con estos sistemas se acelera notablemente el secado de la hierba, siendo especialmente apropiados
para acelerar este proceso en climas húmedos.
Segadora de discos con acondicionador de dedos en Y
Los rastrillos aparecen ante la necesidad de agrupara el forraje en cordones para incrementar la capacidad de trabajo de las máquinas que
tienen que realizar la recogida. Sin embargo, se pueden considerar unas máquinas polivalentes capaces de:
Formar cordones de hierba esparcida en toda la superficie del campo.
Unir varios cordones pequeños en uno mayor.
Esparcir el forraje acordonado por toda la superficie del campo.
Voltear los cordones de manera que se pongan hacia arriba las partes más húmedas.
Cuando las características del rastrillo se adaptan preferentemente para realizar las operaciones indicadas en los dos primeros grupos, se
suele hablar de rastrillo “hilerador”o “acordonador”, mientras que si se adaptan a los dos últimos se suelen considerar como “volteador” o
“henificador”.
Tres son los aspectos fundamentales que se deben analizar para valorar el trabajo de un rastrillo:
Los daños que se producen en el forraje.
La contaminación por tierra.
El estado en que queda el cordón sobre el que debe trabajar la máquina recogedora que sigue en la cadena.
Los daños en el forraje siempre están en relación con el grado de humedad de éste. Así, con el mismo rastrillo, se tienen pérdidas del 1-2%
en el momento de la siega, 4-5% en el acordonado y si el heno está próximo a la desecación estas pérdidas pueden alcanzar del 8 al 10%.
Empacado y transporte
En la cadena de recolección, después de conseguir que el contenido en humedad de la hierba sea suficientemente bajo, es necesario
proceder a la recogida y, por tratarse de un material de baja densidad, a su compresión, para reducir su volumen de almacenamiento.
Con los sistemas tradicionales de recogida, al igual que en la recolección de los cereales, se buscaba formar un “paquete” relativamente
fácil de manejar a mano.
La mayoría del heno se conserva y transporta en España todavía en pequeñas pacas o paquetes paralepipédicos. Sin embargo cada día son
más frecuentes las grandes pacas, tanto cilíndricas como de forma prismática (menos usuales) que, poco a poco, y de acuerdo a la tendencia
europea, van extendiendo su utilización.
Se realiza con la máquina denominada empacadora. Las que podríamos denominar de tipo convencional recogen el heno depositado en la
hilera, lo comprimen dándole una forma prismática, sujetan el prisma atándolo con sisal o alambre y lo devuelven al terreno para que
continúe el secado. Con otros sistemas la paca es recogida inmediatamente.
La principal ventaja de las pequeñas pacas o fardos tradicionales es su manejabilidad, pudiendo moverse perfectamente a mano, sin
necesidad de maquinaria o elementos cargadoras, como ocurre con las cilíndricas. Su peso es de 10 a 30 Kg según dimensiones y presión de
la empacadora y, dada su forma regular, pueden almacenarse y amontonarse ordenadamente en cualquier espacio.
Rotoempacadoras trabajando
Su manejo en carga y descarga exige siempre el uso de cargadores especiales u horquillas o palas cargadoras, acopladas al tractor,
generalmente frontales, transportándose, bien en remolques normales o en los especialmente diseñados para el transporte de este tipo de
pacas, algunos de los cuales son basculantes, de forma que permiten depositar las pacas cilíndricas debidamente agrupadas sobre el suelo.
Con ciertos tipos de ganado en explotaciones en las que el consumo del heno vaya a hacerse en zona próxima a la parcela de producción,
pueden descargarse con la misma rotoempacadora en dicha zona, a la intemperie, más o menos agrupadas, ya que las pérdidas por lluvia son
escasas, y protegidas del ganado por un pequeño cercado se reparten y distribuyen cuando sea necesario. Este sistema disminuye
notablemente los costes, tanto de empacado como de transporte. La utilización en autoconsumo directamente en el campo es fácil con
determinados tipos de ganado, con lo que el proceso de distribución también se abarata enormemente. Concretamente su consumo por
vacuno en grandes comederos de rastrillo de sección clásica en V, es bastante fácil.
Como el caso de las pacas convencionales también existen remolques autocargadores de pacas cilíndricas. Uno de ellos las carga en posición
horizontal, con la generatriz o altura en sentido perpendicular a la marcha del tractor, existiendo modelos de remolques para 8 y 16 pacas
(en 2 y 4 hileras, respectivamente). La descarga se hace basculando la plataforma hacia atrás. Otro tipo de remolque carga 4 ó 5 pacas
cilíndricas alineadas, transportándolas con su altura o generatriz orientada en el sentido de la marcha. También descarga basculando hacia
atrás, depositando las pacas en forma vertical, formando una especie de torre cilíndrica de varias pacas.
Conviene también citar un tipo de remolque que distribuye el forraje de las rotopacas, desenrollándolo progresivamente y facilitando así su
consumo por el ganado. Esto puede ser especialmente útil en las explotaciones extensivas de gran número de cabezas.
Mencionar finalmente la existencia de las grandes pacas de forma prismática pudiendo oscilar entre 600 Kg y tamaño 1,2 x 1,2 x 2,4 m, y
1000 Kg, (tamaño 2,10 x2,44 x 2,44). Para su elaboración se necesitan máquinas empacadoras-prensas especiales, así como para su manejo y
distribución posterior, que no suele ser fácil. Aún así pueden ser interesantes en circunstancias muy concretas.
Empacado de grandes pacas prismáticas
OPCIONES DE PLATAFORMAS
Challenger ofrece una línea completa de plataformas para atender a las exigencias de una gran
variedad de cosechas. Todas son construidas según los más exigentes modelos de desempeño y
confiabilidad.
Son las siguientes: