Publicidad Siglo XX
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Revista electrónica de difusión científica / Universidad Juan Agustín Maza
El crecimiento de la actividad comercial se evidenció La aparición de una real sociedad de consumo masi-
sobre todo, en las grandes urbes del país. El desarrollo vo a principios del Siglo XX tendía a modificar la ma-
de las ciudades, cada vez más pobladas demandó un nera en que las empresas y los consumidores se re-
sinnúmero de bienes y servicios que por un lado eran lacionaban. No es casual que la historia moderna de
abastecidos por medio de la importación y que, de ma- la publicidad argentina fije sus inicios en este con-
nera creciente fueron solventando los nacionales. texto. Desde Juan Ravencroft, que en 1898 se declaró
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como el primer agente publicitario, hasta la aparición rrollo social. El claro carácter machista de la sociedad
de la primera agencia de publicidad en 1901 funda- de principios de siglo se vio reflejado en varios aspectos,
da por el conocido caricaturista, Severo Vaccaro, la en este sentido Dora Barrancos (2000, p. 558) nos dice:
publicidad, como actividad profesional, fue toman-
do relevancia y levantando sus primeros cimientos. «Para la mayoría de las mujeres (…) la calle era una
Ya no bastaba con publicar en los diarios y revistas amenaza a la privacidad, una inundación de lo íntimo
simples anuncios a la manera de los clasificados de (…) Para ellas sí hubo una ruptura en la continuidad
nuestros días, que por otra parte, no hacían más que entre lo íntimo y lo público porque muy pocas podían
apelar a las características del producto o servicio, permitirse apropiarse libremente de estos últimos,
muchas veces valiéndose de hipérboles que, si en al- siguiendo deseos espontáneos. Solo las muy jóvenes
gún momento resultaron, ya no generaban el mismo y pertenecientes a los sectores que entonces se de-
efecto junto a cientos de anuncios que utilizaban los nominaban ‹decentes› – descendieran o no de troncos
mismos recursos lingüísticos para capturar la aten- patricios – se exponían a las miradas y a los eventua-
ción del lector. les comentarios maliciosos en las escasas confiterías
que admitían de buen agrado a los dos sexos, com-
Es que el traspaso hacia una sociedad de consumo partiendo mesas y jaranas. La regla general era una
masivo había implicado cambios en la cultura, en los estricta división de ambientes según sexo».
hábitos, costumbres, y en la percepción de la reali-
dad. Con respecto a este punto el reconocido histo- Desde otra perspectiva, podemos analizar y vislumbrar
riador Ezequiel Adamovsky (2012, pág.125) nos dice: cambios en los patrones de consumo y en la significa-
ción que adquieren ciertos productos y servicios, ya
«El mercado, por sus propias reglas de funcionamien- no como meras mercancías sino como la expresión de
to también contribuyó a transmitir mensajes y valo- estilos de vida. El deseo de progresar y las esperanzas
res (…) Cada día miles de personas tomaban decisio- de un futuro más próspero que despertaba la Argentina
nes en el mercado: qué cosa comprar, dónde invertir, pujante de principios del siglo pasado, particularmen-
cómo publicitar un producto, qué perfil de empleado te en las clases medias y bajas, se vio expresado en
contratar, etc. Cada una por separado podía parecer pautas de imitación hacia las clases más acomodadas
poco importante, pero sumadas tenían efectos so- tanto en sus hábitos y costumbres, pero principalmen-
ciales enormes. El mercado estimulaba a cada uno te en sus formas de consumo. Liquidaciones, rebajas,
a actuar sólo con vistas a su propia conveniencia, sin descuentos, financiación y cupones de regalos forma-
tener en cuenta la de los demás». ron parte de las tácticas para acercar a los consumi-
dores de menores recursos a productos de alto precio.
El crecimiento poblacional demandó una modificación También podemos mencionar la implementación de las
en la estructura edilicia de las ciudades más populosas. vidrieras como nuevo método de tentar a los transeún-
La creación de una mayor cantidad de espacios públi- tes que paseaban por las calles céntricas.
cos (teatros, parques, clubes, asociaciones, etc.) pro-
vocaron un mayor contacto social entre los individuos El etiquetado de las marcas tuvo como objetivo crear
de distintos estratos sociales, por lo que «la calle» se una identidad para los productos o servicios anuncia-
volvió el escenario más democrático y heterogéneo. dos y, suscitar el interés y la fidelidad del consumidor a
Lo que en el siglo pasado ocurría en los conventillos o la hora de adquirir los mismos. En cuanto a las estrate-
en los patios de las familias «decentes» se trasladaba gias lingüísticas que se usaron en esta época, podemos
a los cafés y bares, nuevos ámbitos donde socializar y nombrar las rimas y eslóganes (en principio empleando
exponer lo que antes era parte de la vida íntima. lemas políticos en defensa de la libertad, etc.), nom-
bres de productos con asociaciones favorables, parale-
Esta nueva forma de vivir se tradujo rápidamente en lismos, comparativos y características importadas de
respuestas comerciales como no podía ser de otra distintos discursos técnicos y científicos. Se dibuja, con
forma. La aparición de empresas que se dedicaban ello, un verdadero panorama iconográfico.
a planear casamientos y ceremonias fúnebres es una
clara expresión de esto. Actos que antaño eran cele- En suma, la publicidad se forjó en esta época como
brados en plena intimidad pasaron a ser públicos, así instrumento comercial encaminado a incrementar las
como la instalación de albergues transitorios, prostí- ventas de los productos en un marco social de unidad
bulos y departamentos para encuentros ocasionales burguesa. Por la misma época empresas nacionales
son la expresión de la liberalización del nuevo siglo. como Bagley, Canale, Lutz Ferrando, y Quilmes esta-
Sin embargo, este mundo de libertades nacientes en el blecieron sus propios departamentos de publicidad.
plano público no fue usufructuado por todos por igual.
Las mujeres, sin importar su condición social, fueron las
que mayores limitaciones sufrieron en punto a su desa-
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Figura 1 Figura 2
Elementos Formales Elementos Formales
Año: 1900 Año: 1901
Fuente: http://www.historiadelpais.com.ar/fotos. Fuente: http://www.historiadelpais.com.ar/fotos.
php?decada=1900 php?decada=1901
Rubro: Nuevas tecnologías/Audio Rubro: Electrodomésticos
Anunciante: The New Century - Piccardo, Palmada y Cia. Anunciante: J. y J. Drysdale y Cia.
Figura 1
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Figura 3 Figura 4
Elementos Formales Elementos Formales
Año: 1902 Año: 1903
Fuente: Caras y Caretas Fuente: Caras y Caretas
Rubro: Cigarrillos y Tabacos Rubro: Carruajes
Anunciante: Montevideo XXX Anunciante: M. Mirás
Figura 3 Figura 4
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Figura 5 Figura 6
Elementos Formales Elementos Formales
Año: 1904 Año: 1905
Fuente: Caras y Caretas Fuente: Caras y Caretas
Rubro: Casa de ramos generales Rubro: Textil
Anunciante: La gran despensa Anunciante: Tienda El Siglo
Figura 6
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Figura 7 Figura 8
Elementos Formales Elementos Formales
Año: 1906 Año: 1907
Fuente: http://www.historiadelpais.com.ar/fotos. Fuente: http://www.historiadelpais.com.ar/fotos.
php?decada=1900 php?decada=1900
Rubro: Banca Rubro: Comestibles
Anunciante: Banco de Galicia y Buenos Aires Anunciante: Nestlé
Figura 7 Figura 8
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Figura 9 Figura 10
Elementos Formales Elementos Formales
Año: 1908 Año: 1909
Fuente: http://www.historiadelpais.com.ar/fotos. Fuente: http://www.historiadelpais.com.ar/fotos.
php?decada=1900 php?decada=1900
Rubro: Medicamentos Rubro: Hogar
Anunciante: O Monaco & Cia. Anunciante: Muebles Thompson
Figura 9 Figura 10
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