Para Crear Comunidad
Para Crear Comunidad
Para Crear Comunidad
Introducción
El símbolo de los árboles en otoño. Me imagino mi vida como un árbol. ¿A
qué árbol se parece mi vida? ¿Qué color tiene en estos días del año?
¿Cómo resuena en mi este tiempo de la naturaleza? ¿Resuena como signo
y color del ocaso, de la muerte? ¿Lo vivo como signo de la nueva vida que
está fraguándose?
Hay actitudes que crean comunidad. Las hay, que la destruyen. El sueño
vital reside en construir un proyecto carismático de vida y misión. No lo
creamos ex novo; lo hemos recibido y heredado; pero se nos ha dado para
ser fieles a él recreándolo y activando sus potencialidades todavía ocultas.
Se trata de una experiencia del Espíritu. Y el Espíritu es el don de Jesus
resucitado. La comunidad brota de la filiación y de la koinonía en Cristo. Y
más radicalmente del binomio Dios-amor y reino de la humanización del
hombre. Es la relación de alianza: “Y diré: Tú eres mi pueblo, y él dirá: Tú
eres mi Dios” (Os 2,25).
1
En este contexto estamos empeñados en construir día tras día
comunidades de fe, de discípulos/as y de testigos creíbles de que la vida
triunfa sobre la muerte, de la esperanza frente al miedo.
1. Personas
2. Pertenecer
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tolerancia y aceptación, requiere escucha con el corazón y empatía.
Implica con-sufrir con el otro, y alegrarse cuando está alegre. Se requiere
la “ascética del diálogo”. Ello requiere capacidad no sólo de oír sino de
escuchar; es ésta una operación que pide delicadeza y respecto para la
persona interlocutora. El papa Pablo VI decía que el diálogo es el nuevo
nombre de la caridad. Vita Consecrata recoge la idea al hablar de
colaboración eclesial y espiritualidad apostólica: “La comunión operativa
entre los distintos carismas asegurará, además de un enriquecimiento
recíproco, una eficacia más incisiva en la misión. La experiencia de estos
años confirma sobradamente que “el diálogo es el nuevo nombre de la
caridad, especialmente de la caridad eclesial; el diálogo ayuda a ver los
problemas en sus dimensiones reales y permite abordarlos con mayores
esperanzas de éxito. La vida consagrada, por el hecho de cultivar el valor
de la vida fraterna, representa una privilegiada experiencia de diálogo”2. El
Papa Francisco nos recuerda que el diálogo “supone un largo y esforzado
aprendizaje”3.
2
VC 74. El Papa Francisco tiene indicaciones concretas y sugestivas sobre la práctica del diálogo
interpersonal y la escucha. Destaca algunas condiciones de la escucha: 1) despojarse de toda prisa; 2
dejar a un lado las propias necesidades y urgencias; 3 hacer espacio (AL 137)
3
Amoris Laetitia, 136
4
Cf. CIVCSVA, El don de la fidelidad. La alegría de la perseverancia, n. 16
3
En la medida en que se acentúa esa tendencia se vacía la comunidad
fraterna como realidad interpersonal. Crece el aislamiento y la soledad. La
pertenencia es una de las necesidades básicas de los seres humanos. Esa
necesidad de pertenencia se expresa en ser de alguien, estar vinculado a
alguien: mi amigo, mi compañero, mi comunidad religiosa. Tiene una
dimensión emocional y otra institucional. Existe el peligro de acentuar la
pertenencia institucional en cuanto dependencia de la autoridad, de las
leyes y reglamentos sin dejar suficiente espacio para la autonomía
personal y la pertenencia afectiva.
5
VC 42
6
Jürgen Moltmann, Christliche Erneuerungen in scchwierigen Zeiten, München 2019, p.19
4
mismos; ocultamos celosamente nuestros miedos, nuestras envidias y
deseos de poder, de venganza. Cuando se da el verdadero conocimiento
es cuando se puede tener confianza plena en las otras personas.
4. Participar
Como la araña va soltando su hilo y tejiendo una finísima tela, así sucede
con cada persona. Cuando esos hilos se entrecruzan con los de otra araña,
resulta un tapiz, una tela maravillosa a la luz del sol y del rocío de la
mañana. La comunidad es un como un tapiz construido con hilos de
distintos colores y personas. Resulta de una cantidad enorme de acciones,
reacciones y relaciones. Entre todos vamos combinando los hilos que
tejen una comunidad, le da color y belleza.
7
CIVCSVA, A vino nuevo, odres nuevos, Orientaciones (2017), n. 15
5
Ninguno estamos llamado a ser pasivo en la vida de la fraternidad. Todos
somos depositarios de la misión y del carisma. La comunidad cristiana es
obra de todos, el resultado de diversos perfiles de comunidad: conyugal,
familiar, parroquial, religiosa… Ideas inspiradoras como la sinodalidad, la
sinergia, la comunión8 se hacen imprescindibles en este contexto.
5. Persistir
8
CIVCSVA, A vino nuevo odres nuevos. Orientaciones (2017). N. 8
6
En este contexto la paciencia y la estabilidad es sintomático un hecho. Me
refiere a las comunidades online, es decir, a los grupos y comunidades que
son “followers” de una influencer, de una persona famosa y de una marca
comercial, han necesitado crear una nueva profesión. Y es una de las
profesiones más demandadas actualmente. El community manager. Es la
figura que se ocupa en dar estabilidad y duración a esos grupos de
admiradores de un famoso o de una marca comercial.
6. Peregrinar
7. Permitir y acompañar
Y la integración nunca está del todo acabada. Cada miembro nuevo que
llega trae consigo nuevos ajustes y nuevas relaciones. En cada tiempo
histórico la comunidad se configura de manera distinta; en las sociedades
autoritarias la comunidad se estructura de forma piramidal; en las
sociedades igualitarias y democráticas se configuran de manera circular y
participativa. Se articulan sobre el eje de la fraternidad. En esta situación,
los conceptos de superior y súbdito se vuelven inviables. La comunidad se
construye como un mosaico, como un poliedro de personas, edades y
culturas. También se expresa la vida comunitaria con la metáfora de la
sinfonía o del coro de voces. “Lo que funcionaba en un contexto piramidal
autoritario no es ni deseable ni viable en el talante de comunión de
nuestra manera de sentirnos Iglesia. Hay que tener presente que la
obediencia verdadera no puede dejar de poner en el primer lugar la
obediencia a Dios, tanto de parte de la autoridad como de aquel que
obedece, como tampoco ignorar la referencia a la obediencia de Jesús; la
obediencia que incluye su grito de amor Dios mío, Dios mío, ¿por qué me
has abandonado (Mt27,336) y el silencio de amor del Padre” 10.
8. Perfeccionar
10
CIVCSVA, A vino nuevo, odres nuevos. Orientaciones (2017)
8
esfuerzo que cada uno hace por la comunidad, el tiempo que dedica, los
talentos que aporta.
9. Per-formar
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10. Perdonar
Aun las relaciones más gozosas como pueden ser las relaciones de
amistad, de familia, de matrimonio, generan conflictos. Las relaciones de
personas “heridas”, y todos lo somos, no se consolidan y crecen si no
existe el perdón. El Papa Francisco ha popularizado en el ámbito de las
relaciones conyugales estas tres palabras: permiso, perdón, gracias.
Perdonar es no dejarse esclavizar por el pasado. El perdón es liberación de
los sentimientos de hostilidad y de venganza que nos hacen dependientes
de los mismos. Si no logramos perdonar no logramos sanar las heridas del
pasado. Perdón es siempre un nuevo principio que rompe los círculos de
la ofensa y la venganza.
11. Pastoral
12. Per-signarse
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