DESCARTES
DESCARTES
DESCARTES
Descartes nació en Los Paises Bajos en 1600, es el iniciador de la filosofía moderna. Pretende la
construcción de un saber universal unificando los demás saberes con las matemáticas, basándolo en un
método racional, ya que la razón es “una” y la “misma” en todos los seres humanos el cual debe
edificarse sobre verdades indudables.
CONOCIMIENTO
El ideal de conocimiento para Descartes es el de un gran sistema del saber expuesto de
modo deductivo (cada parte se deduce de lo anterior), de modo que en él se aprecie la
necesidad de cuanto se afirma, y se vea además la dependencia de cada parte respecto a la
unidad del todo. En este sistema, la forma de llamar al saber era sabiduría, que no es una virtud
y que es sólo una, obtenida por la razón, que es igualmente sólo una, y de acuerdo con el
mismo método. Esta sabiduría humana puede presentarse como un gran árbol, en el cual las
raíces serían la metafísica, el tronco la física, y la moral y la medicina algunas de sus ramas
más importantes.
Descartes, al comenzar sus investigaciones filosóficas, emplea un método que está inspirado
en el proceder de las matemáticas. Es un método universal, que sirve para cualquier saber y
será propio para todos los hombres. Se trata, como ya hemos dicho, de un método universal
para el saber, único, y está inspirado en el proceder de la matemática. El método consiste en un
conjunto de reglas que permiten usar del modo más adecuado las dos operaciones
fundamentales del espíritu que son, según Descartes, la intuición y la deducción.
Las reglas del método son las cuatro siguientes:
Regla de la evidencia: consiste en no tomar como verdadero nada de lo que tenga alguna razón
para dudar.
Análisis: Descomponer el todo en cuantas partes simples sea posible.
Síntesis: Construcción de lo compuesto o relativo en la mente a partir de lo más simple.
Enumeración: Revisar todo el proceso para asegurarse de que es coherente).
Primeramente, aplica su método a las raíces del árbol del saber, es decir, a la metafísica. Para la
aplicación de la primera regla hace uso de la duda metódica. Esta duda es universal,
hiperbólica, no escéptica (la duda es un instrumento metodológico y no el punto final de su
filosofía), teórica, no práctica, es decir, no afecta al supervivencia de nuestro autor.
Duda, primero, de los sentidos. Así, cabe dudar de que el mundo sea tal y como los sentidos
nos lo muestran. En una segunda fase, la duda consiste en afirmar que no podemos saber con
total seguridad que el estado de vigilia no es un producto de la imaginación, y por tanto, que no
es un sueño. Tampoco las matemáticas serían realmente verdades.
Sin embargo, aún en la aplicación más exagerada de la duda, es imposible dudar de que pienso.
Si pienso, también existo, pues es imposible lo uno sin lo otro. El “cogito ergo sum” aparece,
pues, como la primera verdad indubitable. No puedo dudar de que deseo, imagino…
Descartes habla de tres atributos de Dios, la bondad: Dios es bueno y garantiza la existencia
del mundo exterior. Aunque Dios es perfecto, deja que nos confundamos por los sentidos. La
omnipotencia: Lo puede todo, y le debo mi existencia porque si me hubiera creado a mí
mismo, como tengo la idea de infinitud, me habría hecho infinito.. Y la inmutabilidad, ya que
Dios no puede ser algo que todavía no es, garantizando así que las matemáticas no pueden
cambiar, son relativamente necesarias.
Descartes clasifica las tres sustancias o res, como la res pensante, el yo, la res extensa, el
mundo, y la res infinita, Dios. Las cuales tienen un atributo y un modo. El yo es pensante y su
modo son los hechos psíquicos, el mundo es extensión y su modo son cuerpos concretos y Dios
es perfección, siendo la sustancia absoluta y el mundo y el yo son sustancias relativas.
Las características del mundo material son: La materia es espacio, y el espacio es homogéneo,
que están en movimiento siempre, por lo que no acepta el vacio. La materia formada por
corpúsculos, por lo que no acepta la existencia de átomos, este mundo no es finito ni infinito,
sino que es indefinido porque está en continua expansión, y por lo tanto, tiene límites. El
mundo material es ilimitado y contingente, depende de Dios. Este mundo se puede reducir a
matemáticas, es puramente mecánico, yo no me muevo por leyes mecánicas. Descartes elabora
tres leyes de la física, el principio de inercia, la dirección del movimiento que tiende a moverse
en línea recta y la conservación del movimiento.
DIOS
-Las tres vías para llegar a Dios.
-Tres atributos de Dios: bondad, omnipotencia e inmutabilidad
-Dios es una sustancia infinita, y sustancia absoluta, que crea y mantiene el mundo, que es
contingente
SER HUMANO
En el ser humano se juntan dos sustancias (pensamiento y extensión). Este dualismo es
suavizado afirmando la unidad del ser humano. De un lado parecería que sostiene que el alma
se relaciona con el cuerpo al modo como lo hace el capitán del barco con este, pero Descartes
niega que sea así, y sostiene que la relación es mucho más íntima. De otro lado parece
inexplicable que dos sustancias tan distintas puedan conjugarse como para constituir un solo ser
(unidad del ser humano).
En cualquier caso, Descartes sostuvo el interaccionismo, es decir, la teoría de que en el hombre
las dos sustancias podían influirse mutuamente, aunque es verdad que como justificación de la
misma se limitó a señalar la parte donde tenía lugar la interacción (la glándula pineal).
Mientras que la sustancia extensa es un mecanismo sometido a la necesidad de las leyes de la
naturaleza, la sustancia pensante es libre, y el hombre, en cuanto es una cosa que piensa, goza
por tanto de libre albedrío de la voluntad. Sostiene, que el uso de la libertad es lógicamente
anterior al mismo cogito ergo sum, pues el ejercicio de la duda supone la libertad. Por otro
lado, tanto la abstención en el juicio ante lo que no es evidente, como el asentimiento ante lo
mismo, suponen la libertad de la voluntad.
En cuanto a la relación de mi libertad con Dios, dice Descartes que aunque Dios sepa lo que
voy a hacer (es omnisapiente), no determina mi voluntad por saberlo.
También dice Descartes, frente a la libertad entendida como indiferencia, que actúo más
libremente hacia algo cuantas más razones pueda dar de porqué actúo atraído por ese algo. Por
último, es claro que la libertad nos hace responsables, y que por ella merecemos mérito o
demérito.
ÉTICA O MORAL
Para hablar de la ética en Descartes tendremos en cuenta los siguientes textos: el “Discurso del
método”, el tratado “Las pasiones del alma”.
En el Discurso de método, antes de la construcción de su sistema, Descartes presenta la moral
provisional, sin demostración alguna a la que hace consistir en las siguientes reglas: 1)
obedecer la ley y las costumbres del país, esto es prudencia, tolerancia..; 2) ser firme en las
decisiones adoptadas, no intentes tener todo bajo control; 3) cambiarse a sí mismo más bien que
a la fortuna y al orden del mundo, no puede gobernar a mi antojo
4) cultivar la razón y buscar la verdad.
En Las pasiones del alma, nos dice que éstas (las pasiones) son emociones causadas por el
cuerpo que pueden perturbar el alma. Se refiere a cosas cono la ira, el miedo, etc. No son malas
en sí mismas, pero su exceso sí lo es. Para evitar ese exceso hay que cambiar las causas físicas
que las provocan, o idear en el alma representaciones que las aminoren (p.ej. imaginar los
efectos beneficiosos de una relación amistosa, o la dignidad y honor que depara la valentía,
etc.). La felicidad consiste en la tranquilidad de la mente.
Además de lo dicho hasta aquí, hay que dejar constancia que Descartes no llegó a construir una
ética deductivamente enraizada en el sistema de la sabiduría. La construcción de una perfecta
ciencia moral, fruto último del árbol del saber, exige la construcción previa de una ciencia de la
naturaleza humana que Descartes no realizó.