Violeta Parra
Violeta Parra
Violeta Parra
"Imposible que la luna le quite al sol su carrera. Más imposible será quitarme de que te quiera"
Violeta Parra
Violeta Parra nació, armada ya con dos significativos dientes, el 4 de octubre de 1917 en San
Carlos, provincia de Ñuble, al sur de Chile.
Familia
Hija de Nicanor Parra Alarcón, un profesor de música, y de una campesina, Clarisa Sandoval
Navarrete, de quien Violeta recordaba su afición a las canciones campesinas. Había sido casada
anteriormente con un primo, matrimonio del cual nacieron Marta y Olga. Tras quedar viuda,
Clarisa se casó con Nicanor Parra, padre de Violeta.
Tuvo ocho hermanos, más otros dos medios hermanos, hijos de su madre. Varios de ellos
reconocidos poetas y cantores, así como sus hijos y nietos.
Su infancia transcurrió en el campo. Nicanor Parra enseñó a cantar a todos sus hijos.
Con las cantatas nocturnas y matutinas presididas por su padre, Violeta se aficionó al canto,
haciendo de él la pasión de su vida. Sin embargo, la madre se oponía a esta dedicación que
desplazaba los estudios.
Estudios
A los nueve años se inició en la guitarra y el canto; a los doce compuso sus primeras canciones.
Matrimonios e hijo
En 1938 contrajo matrimonio con Luis Cereceda, con el que tuvo a sus hijos Isabel y Ángel, con los
que realizará gran parte de su trabajo musical. Violeta y Luis se separaron en 1948. Un año
después nació su hija Carmen Luisa Arce Parra y contrajo matrimonio con el padre de la niña, Luis
Arce Leyton, tenor de ópera. En 1952, nació su hija Rosa Clara, fallecida dos años después.
Canciones
Hacia 1947 formó junto a su hermana Hilda, el dúo de música folclórica Las Hermanas Parra.
Editaron sus primeros discos para el sello RCA Víctor. Eran grabaciones en formato single de
canciones populares chilenas, como La viudita, El Caleuche y La cueca del payaso. Las hermanas
trabajaron juntas hasta 1952.
Desde este año de 1952, animada por su hermano Nicanor, recorrió zonas rurales grabando y
recopilando música folklórica. En esta investigación descubrió la poesía y el canto popular de los
más variados sitios chilenos convirtiéndose en una recuperadora de la cultura popular.
En 1954 recorrió la Unión Soviética y Europa permaneciendo dos años en Francia, donde grabó sus
primeros discos con cantos folklóricos y originales. Conoció a artistas e intelectuales europeos. En
Santiago expuso sus óleos en la Feria de Artes Plásticas al aire libre.
Publicó Canto y guitarra (1957), Acompañada de guitarra (1958), La tonada (1959), La cueca
(1959), Toda Violeta Parra (1961) y Violeta Parra en Argentina (1962).
En 1961 realizó una gira con sus hijos invitada al Festival de la Juventudes en Finlandia. Viajaron
por la URSS, Alemania, Italia y Francia donde permanecieron en París durante tres años. Actuaron
en boítes del barrio latino y programas para radio y televisión; recitales en la UNESCO, Teatro de
las Naciones Unidas; conciertos en Ginebra y exposiciones de su obra plástica.
Lanzó al mundo discográfico a sus hijos Isabel y Ángel Parra con el disco Au Chili avec los Parra de
Chillán (1963), grabó Recordando a Chile (una chilena en París) (1964-1965). Fue la primera
latinoamericana en exponer individualmente en el Museo de Artes Decorativas del Palacio del
Louvre, en una muestra titulada Tapices de Violeta Parra.
Autora del libro Poesía popular de Los Andes. Conoció y se relacionó con el antropólogo y
musicólogo suizo Gilbert Favre, destinatario de sus composiciones de amor y desamor: Qué he
sacado con quererte, Corazón maldito, El gavilán, gavilán, entre otras. De esta época, surgieron sus
textos más combativos: Qué dirá el Santo Padre, Miren cómo sonríen, Según el favor del viento y
Arauco tiene una pena, que formarían la base de la corriente musical Nueva Canción Chilena.
Muerte
Con la creación de un museo, que busca albergar diversas expresiones artísticas chilenas, el
municipio de Santiago le rinde tributo a una de las grandes renovadoras del folclore
latinoamericano. Violeta Parra, escribió poemas, transformó la arcilla en esculturas, expuso sus
tapices en el Museo de Louvre de París y tuvo tormentosos amores, es una de las artistas más
relevantes de América Latina. Su composición Gracias a la vida ha sido traducida a todos los
idiomas, al igual que Casamiento de negros.
Sabías que...
Ediciones póstumas
Después de su muerte se han grabado más de treinta ediciones póstumas de su obra musical.
Entre otras: Violeta Parra en Ginebra, El folclore y la pasión o Puras Cuecas.
Violeta Parra constituye un referente de la música popular chilena para el mundo. Su veta artística
se plasmó en numerosos matices: artista de radio, compositora y recopiladora folclórica, artista
plástica, poeta...
Violeta Parra constituye un referente de la música popular chilena para el mundo. Su veta artística
se plasmó en numerosos matices: artista de radio, compositora y recopiladora folclórica, artista
plástica, poeta. Su obra pudo llegar al público masivo gracias a la efectiva relación que tuvo la
artista con la industria musical, convirtiéndose así en un ejemplo de cómo la industria y el arte
pueden tener una relación armoniosa.
Hija de una familia tradicional del sur de Chile, Violeta vivió su infancia en distintas localidades de
la zona de Chillán, sector donde tuvo sus primeras experiencias artísticas.
Tempranamente se inició en el canto. Ello le permitió en forma precoz, a los 17 años, cantar en
distintos restaurantes acompañada de su hermana Hilda. Luego de su traslado a Santiago, en aquel
mismo ambiente, conoció al ferroviario Luis Cereceda, con quien contrajo matrimonio en 1938 y
formó una familia. Su matrimonio terminó diez años después. La desilusión provocada por este
amor, marcó gran parte de la vida y obra de la artista.
Su existencia estuvo marcada por los constantes viajes, tanto dentro del país como hacia el
extranjero. Todas las experiencias obtenidas de este constante ir y venir, le otorgaron un notable
bagaje cultural y el conocimiento tanto de la realidad chilena, como del acontecer universal,
constituyéndose en una especie de testimonio de identidad desde Chile hacia el mundo.
Gran parte del movimiento musical chileno generado desde la década de 1950, tuvo en Violeta
Parra y su familia un punto de partida. Con estrechos lazos con el movimiento conocido como
Nueva Canción Chilena, Violeta reflejó también la evolución del canto popular a través de los
distintos espacios en que la artista tuvo que desenvolverse. Sus composiciones y recopilaciones,
además, fueron un punto de referencia para el posterior desarrollo de la música nacional,
transformándose en la principal figura de la historia de nuestro folclor.
Pero toda esa sensibilidad que plasmó en su obra, tuvo un triste desenlace en su vida. Su
intensidad hasta en las cosas más sencillas, sus fracasos amorosos y sus dificultades económicas,
generaron en ella una gran depresión que la condujo al suicidio el día 5 de febrero de 1967.
Su prematura desaparición, sin embargo, dio vida a una figura mítica, cuyas composiciones
continúan siendo recreadas tanto por músicos populares como doctos e inspirando las creaciones
de nuevas generaciones de artistas. La irreverencia de su discurso y su apasionada defensa de los
derechos de los sectores más postergados la han convertido en un referente para diversos
movimientos sociales y su vida ha inspirado varios libros biográficos e, incluso, una película,
Violeta se fue a los cielos (2011), de Andrés Wood.
Cronología
1917
4 de octubre. Nace en San Carlos, provincia de Ñuble Violeta Parra. Hija de Nicanor Parra y Clarisa
Sandoval
1921
1927
1929
1937
Conoce a Luis Cereceda, ferroviario, con quien contrae matrimonio al año siguiente
1948
Se separa de Cereceda
1949
1953
1955
1955
Recorre Polonia, URSS y Francia. Reside en París durante dos años, donde graba sus primeros
discos
1956
Regresa a Chile y se traslada al año siguiente Concepción. En 1958 funda el Museo Nacional del
Arte Folclórico Chileno
1958
Vuelve a Santiago
1959
Se enferma y permanece en cama durante varios meses, ocasión que aprovecha para desarrollarse
como arpillerista
1960
1961
1964
18 de abril al 11 de mayo. Violeta Parra expone sus pinturas, óleos, arpilleras y esculturas en
alambre en el Museé Des Arts Décoratifs, del Palacio Louvre, en París
1965
Regresa a Chile y se instala con una carpa en La Reina, el que pretendía fuera un centro de
actividad artística. Su proyecto fracasa
1966
1967