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Guia Ultrasonido-Obstetrico y Ginecologico-Urufarma

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opcion B

Prof. Dr. Washington Lauría Morgades

25 añ
os
2017
Prof. Agdo. Dr. Marcelo De Agostini
Jefe Unidad de Ecografía Ginecotocológica
Clínica Ginecotocológica B, Prof. Dr. W. Lauría
Facultad de Medicina, Hospital de Clínicas, UdelaR

Prof. Adj. Dra. Inés Alonzo


Clínica Ginecotocológica B, Prof. Dr. W. Lauría
Presidente Sociedad de Ecografía Ginecotocológica del Uruguay
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Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

GINECOTOCOLOGICA

Actualización con vistas a la protocolización del manejo del utrasonido gineco-obstétrico


en la práctica clínica diaria.

Objetivo y Presentación

Se elaboraron las guías de acción según las diferentes patologías gineco-obstétricas y de acuerdo con los
hallazgos ecográficos. Se trabajó en un protocolo clínico – ecográfico para las patologías y situaciones
clínicas más frecuentes en la especialidad.

Debemos pensar en la concepción actual del Ginecotocólogo moderno, debemos pensar en los conceptos de
prevención, en los que se afirma la medicina actual. Es por ello, que el
Ginecotocólogo debe utilizar al Ultrasonido no sólo como un método auxiliar para realizar sus diagnósticos,
sino como una herramienta o instrumento que le facilite o le permita mejorar los datos obtenidos del exámen
físico. Es la culminación del exámen físico de su paciente.
Ya no existe no existe "El Ecografista". Debe ser el mismo ginecotocólogo el conocedor de la técnica
ecográfica, en detalle, y debe y puede utilizarla cuando lo considere y se sienta capacitado. Como cualquier
Técnica requiere un entrenamiento, capacitación y auditorías, para lograr de ella un valioso y confiable
resultado.

El Ultrasonido es la principal herramienta para el diagnóstico y determinación de riesgo individual durante el


embarazo, y es un excelente método de diagnóstico para la patología ginecológica. Se requiere capacitación,
equipamiento moderno, experiencia y auditorías para poder utilizarla a conciencia y lograr "Estudios de
Calidad", "Estudios Confiables”.

Es esta nuestra primera experiencia en este formato de publicación, para la cual revisamos las Guías Clínicas
de Centros y Clínicas de referencia internacional, tales como la Fetal Medicine Foundation la ISUOG, el
Hospital Clínic de Barcelona y otros. Hemos podido así analizar la temática, actualizarla y adaptarla a
nuestro medio y capacidad de acción. Las imágenes obtenidas fueron obtenidas por el equipo que trabajó en
la confección de estas guías.

De esta discusión y acuerdo, surge el presente trabajo, que servirá para unificar criterios en pos de lograr
mejores resultados para nuestra población.
En obstetricia, más del noventa por ciento de la morbimortalidad perinatal se debe a parto prematuro,
preeclampsia, restricción del crecimiento fetal y malformaciones fetales. En ginecología, la oncología, la
reproducción y las infecciones son problemas que a diario se nos presentan. Es por ello que en esta primera
instancia hemos abordado esta temática.

¿Por qué estas Guías?

Para poder identificar a tiempo factores de riesgo y actuar en consecuencia, para favorecer los controles
prenatales y evitar complicaciones, para recomendar a los colegas acciones de consenso, para favorecer la
creación de equipos de salud capacitados y entrenados ofreciendo calidad y seguridad a las pacientes, para
prevenir y para fomentar la actualización y capacitación continua de los todo el Equipo de Salud.

Esperamos que les sean de utilidad y nos comprometemos a revisarlas y actualizarlas cada 3 años.

Contacto:unidadecograϔiashc@hotmail.com / sociedadecogine@hotmail.com

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Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

Instituciones Responsables: GINECOTOCOLOGICA

Unidad de Ecografía Ginecotocológica y Medicina Fetal.


Clínica Ginecotocológica B, Prof. Dr. Washington Lauría Morgades, Facultad de Medicina,
Hospital de Clínicas, UdelaR.

Sociedad de Ecografía Ginecotocológica del Uruguay

Coordinadores y revisores de elaboración de las Guías:

Prof. Agdo. Dr. Marcelo De Agostini


Jefe de la Unidad de Ecografía Ginecotocológica y Medicina Fetal, Clínica Ginecotocológica B.

Prof. Adj. Dra. Inés Alonzo


Presidente de la Sociedad de Ecografía Ginecotocológica del Uruguay.
Unidad de Ecografía Ginecotocológica y Medicina Fetal, Clínica Ginecotocológica B.

Dra. Florencia Garat


Asistente Unidad de Ecografía Ginecotocológica y Medicina Fetal. Clínica Ginecotocológica B.

Ex. Prof. Agda. Dra. Cristina Cordano


U.D.As. 63, Unidad de Ecografía Ginecotocológica y Medicina Fetal, Clínica Ginecotocológica B.

Equipo Técnico en la elaboración de las Guías:

Diplomandos en Ecografía Gineco-obstétrica y Medicina Fetal:

Dr. Carlos Costa


Dra. Verónica Etchegoimberry
Dr. Daniel Grasso
Dra. Lucía Lorente
Dr. Santiago Zunini

Contacto:unidadecograϔiashc@hotmail.com / sociedadecogine@hotmail.com

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Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

Especialistas Técnicos consultores según la subespecialidad abordada: GINECOTOCOLOGICA

Prof. Agdo. Dr. Víctor Raggio, Especialista en Genética Médica.


Prof. Agdo. Dr. Julio Blanco, Especialista en Microbiología y Laboratorio Clínico.
Prof. Adj. Dra. Virginia Chaquiriand, Especialista en Reproducción Humana.
Dra. Mariza Dellepiane, Especialista en Reproducción Humana.
Prof. Adj. Dr. Fernando Taranto, Oncología Ginecológica.

Especialistas colaboradores Departamentales:

Dr. W. Fagundez (Artigas)


Dra. Inés Quirici (Lavalleja)
Dr. Jorge González (Rocha)
Dr. Diego Ferrari (Salto)
Dr. Marcos López (Paysandú)
Dr. Carlos López (Maldonado)
Dra. Leticia Reyna (Durazno)
Dr. Juan Iriarte (Durazno)
Dra. Alejandra Cresci (Río Negro)
Dr. Marcos Curti (Soriano)
Dra. Mariela Duera (Canelones)
Dr. Victor Recchi (Rivera)
Dr. Horacio Velázquez (Tacuarembó)
Dr. Melina Tarigo (Florida)
Dra. Antonella Tripodi (Treinta y Tres)
Dra. Ana Dehl (Cerro Largo)
Dr. Luis Rodriguez (Cerro Largo)
Dr. Alejandra García (San José)
Dra. R. Estruch (Colonia)
Dra. E. Nicoloff (Colonia)
Dr. Julio Alvarez (Flores)

Temas desarrollados:

1ª. Instancia
1. Ultrasonido en el control del embarazo. ¿Cuándo y para qué?
2. Crecimiento fetal: Diagnóstico de alteraciones del crecimiento.
3. Embarazo gemelar: seguimiento según la corionicidad
2ª. Instancia
1. Ultrasonido obstétrico 11 - 14 semanas. “Alcance del Estudio”.
2. Ultrasonido morfo - estructural. Screening de parto de pretérmino.
3. Asesoramiento prenatal.
3ª. Instancia
1. Infecciones congénitas. Valor del ultrasonido.
2. Doppler en obstetricia.
3. Ultrasonido en el puerperio.

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Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

4ª. Instancia GINECOTOCOLOGICA

1. Ultrasonido ginecológico según la etapa de la mujer.


2. Ultrasonido en oncología.
3. Ultrasonido en reproducción.

Agradecimiento:

Agradecemos especialmente al Equipo de Representantes del Laboratorio URUFARMA, por su


colaboración para con la impresión y difusión del presente material y a la Fundación Peluffo
Giguens que permitió el intercambio directo y simultáneo con todos los representantes
departamentales del país.

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Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

ULTRASONIDO EN EL CONTROL DEL EMBARAZO. ¿CUÁNDO Y PARA QUÉ? GINECOTOCOLOGICA

Ex. Asist. Dr. Daniel Grasso, Prof. Adj. Dra. Inés Alonzo, Prof. Agdo. Dr. Marcelo De Agostini,
Asist. Dra. Florencia Garat.

1.Introducción.

El ultrasonido como herramienta de prevención.


En medicina moderna, las estrategias para brindar una mejor atención en salud, están
enfocadas en la prevención. Por tanto, para una racional aplicación de estas estrategias resulta
imprescindible poder identificar el riesgo individual de cada embarazo. De esta forma, se
establecerán los esquemas preventivos y/o terapéuticos que permitan la prevención o el
tratamiento de las diferentes entidades patológicas que puedan ocurrir en la etapa grávido-
puerperal.

En obstetricia, más del 90% de la morbimortalidad perinatal se debe a parto prematuro


(principal causa), malformaciones congénitas, restricción de crecimiento intrauterino (RCIU) y
preeclampsia (SPE-E). Sobre estas complicaciones, desde hace varios años se ha intentado
avanzar con relativo éxito. 1

Tradicionalmente, la determinación de riesgo de una población (por ej: pacientes


embarazadas) se ha determinado casi únicamente en base a criterios epidemiológicos. En la
actualidad, el ultrasonido representa una importante herramienta para diagnóstico y
determinación de riesgo individual durante el embarazo, y por tanto, constituye una
herramienta fundamental dentro de la estrategia de prevención.

Existe alto consenso sobre la utilidad del exámen ecográfico en el diagnóstico de patologías
fetales y/o maternas durante la gestación. Sin embargo, su aplicación como estudio de rutina
ha sufrido una gran controversia durante la última década, no sólo en Uruguay sino también a
nivel mundial. No por el recurso en sí, sino por el momento (o los momentos) en que debe
aplicarse, para lograr impactar favorablemente en el resultado perinatal, nuestro objetivo
final.

Los esquemas propuestos para la aplicación del ultrasonido de rutina durante el embarazo son
múltiples. Cada vez podemos observar más cosas y más precozmente, hecho clave a la hora de
prevenir, que ha llevado a que prestigiosos autores elaboren en muy poco tiempo radicales
cambios en la estrategia para la implementación de los controles prenatales.2

En nuestro país, según pautas elaboradas y publicadas por el Ministerio de Salud Pública en
2014, la recomendación actual es la de realizar un primer estudio en el primer trimestre (11-14
semanas), la ecografía estructural (20-24 semanas) y un nuevo estudio en el tercer trimestre
para valoración del crecimiento fetal, lo cual coincide con pautas nacionales de otros países y
con guías prácticas de organizaciones internacionales. 3,4,5,6

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Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

ULTRASONIDO EN EL CONTROL DEL EMBARAZO. ¿CUÁNDO Y PARA QUÉ?


GINECOTOCOLOGICA

Por otra parte, en la práctica clínica diaria, los usos de la ecografía obstétrica son muchos más
que las reales indicaciones. Se considera que la ecografía obstétrica ‘’aporta’’ mucho más que
sus verdaderos y formales usos. De todas formas, no es el objetivo de esta guía establecer
cuándo se debe realizar una ecografía y cuándo no. El objetivo es recordar y reforzar el
conocimiento que existen fuertes recomendaciones de múltiples grupos, que se ven resumidas
en una guía práctica recientemente publicada por la International Society of Ultrasound in
Obstetrics and Gynecology (ISUOG), para definir el momento y el contenido de la exploración
ecográfica durante el transcurso del embarazo. No se pretende con ello sustituir o modificar
los protocolos que puedan existir en cada Centro, sino establecer las referencias básicas que ya
han sido consensuadas en diferentes países y que actualmente deben estar al alcance de todas
las Unidades de Ecografía de nuestro medio. Además, son estos estudios los que justifican y
argumentan los programas institucionales y nacionales que destinan sus mayores recursos
(humanos y económicos) en los sitios y las etapas en las que se logra un mayor impacto en lo
que a resultados perinatales se refiere.

Siguiendo las normas internacionales y la de algunos centros nacionales es imperativo lograr


un informe computarizado y un sistema que permita generar un banco de datos donde
permita el seguimiento (historia ecográfica) de las mujeres en sus distintas etapas.

2. Ecografía del primer trimestre (11-14 semanas)

Los objetivos iniciales de la ecografía del primer trimestre fueron confirmar la presencia del
embarazo intrauterino, determinar el número de fetos, la viabilidad embrio-fetal y el
establecimiento de una edad gestacional segura que permita un manejo adecuado del
embarazo. Sin embargo, en los últimos años el desarrollo de nuevas investigaciones, la
aparición de nuevos marcadores y la adquisición de nuevas tecnologías al servicio de la
obstetricia han permitido incorporar nuevos objetivos a esta ecografía, los que pueden
evaluarse adecuadamente en el primer trimestre tardío, específicamente entre la semana 11 y
14. 6,7,8,9,10

De esta manera, la incorporación de la Translucencia Nucal (TN) primero y de otros marcadores


de aneuploidía a la medición de la longitud céfalo-caudal (LCC) ha modificado las exigencias y
la utilidad clínica de esta ecografía y sumado al screening de Preeclampsia y RCIU le permiten
al obstetra clínico establecer el perfil de riesgo individualizado de cada embarazo, determinar
el nivel de atención que requiere cada caso y su protocolo de seguimiento.

A continuación haremos una breve reseña del tema, dado que su contenido se analizará en
detalle en el capítulo correspondiente.

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ULTRASONIDO EN EL CONTROL DEL EMBARAZO. ¿CUÁNDO Y PARA QUÉ? GINECOTOCOLOGICA

2.1 Parámetros a evaluar en la ecografía de 11-14 semanas

EVALUACIÓN ECOGRAFÍA 11-14 SEMANAS

LCC (fechar la gestación). Es éste el parámetro de mayor jerarquía y precisión para


calcular la edad gestacional.
Valoración uterina, anexial y placentaria.
Medición de la translucencia nucal (TN).
Otros marcadores de aneuploidías: hueso nasal, ductus venoso y reflujo tricuspídeo.
Anatomía fetal.
Índice de pulsatilidad (IP) de las arterias uterinas.

La medición de todos estos parámetros en conjunto, permite determinar una adecuada edad
gestacional, el riesgo de aneuploidías y diagnosticar un porcentaje importante de las

malformaciones congénitas que se pueden diagnosticar antenatalmente, además de detectar


aquel grupo de pacientes con mayor riesgo de desarrollar SPE-E y/o RCIU, y por ende, de
presentar peores resultados perinatales.

2.1.1 Longitud céfalo-caudal (LCC)

El diagnóstico de la edad gestacional es uno de los más importantes en obstetricia. Condiciona


el significado de cualquier evento que pueda ocurrir en la evolución del embarazo, eventuales
diagnósticos, conductas y pronósticos. Sin embargo, al día de hoy, no todos quienes
practicamos obstetricia actuamos de igual manera. La edad gestacional se debe establecer hoy
en día mediante la medición de la longitud céfalo-caudal (LCC) en el primer trimestre. Es éste el
parámetro más exacto para el establecimiento de una edad gestacional segura.6

Desde las 14 semanas y durante todo el segundo trimestre la circunferencia craneana y el DBP
se convierten en las mediciones más precisas para la determinación de la edad gestacional.

2.1.2 Screening de aneuploidías

El primer marcador ecográfico de anomalías cromosómicas es el aumento de la TN, lo que se


define como un valor superior al p 95. Existen tablas que correlacionan LCC entre 45 y 84 mm
con la medida de la TN. Normalmente la TN va aumentando con la LCC, siendo su p95 a los 45
mm (11 semanas) de 2,1 mm, y de 2,7 mm a los 84 mm (13 semanas y 6 días).

A su vez, contamos con otros marcadores de aneuploidía que nos permiten estimar el riesgo
con una mayor sensibilidad. Éstos (el hueso nasal, el Ductus Venoso, la regurgitación
Tricuspídea) permiten estimar el riesgo de trisomías con un sensibilidad que supera el 90% y
una tasa de falsos positivos menor al 5%, lo cual explica la importante disminución de
procedimientos diagnósticos invasivos en los últimos años. La medición de estos marcadores,

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requiere una mayor experiencia que la medición de la TN exclusivamente, por lo que la


evaluación de estos marcadores no suele realizarse rutinariamente en esta ecografía, al menos
al día de hoy.

Condiciones que se asocian al aumento de la TN

El aumento del área de TN no sólo se correlaciona con un aumento del riesgo de aneuploidías,
tales como T21, T18, T13, Sindrome de Turner y triploidía, sino que también se asocia con un
mayor riesgo de otras anomalías (serán analizadas con mayor detalles en el capítulo
correspondiente):

ASOCIACIONES CON TN AUMENTADA

Anomalías fetales mayores:


(Anomalías del SNC (acrania, encefalocele, malformación de Dandy-Walker, espina bífida), cardíacas,
pulmonares, hernia diafragmática, defectos de la pared abdominal (onfalocele), del tubo digestivo (atresia
duodenal y esofágica), nefrourológicas (displasia renal multiquística, megavejiga), esqueléticas y
neuromusculares).
Muerte fetal.
Síndromes genéticos.

Mientras mayor sea la TN, mayor también es el riesgo de estas complicaciones, disminuyendo
así la probabilidad de un RN sano.

A su vez, los nuevos marcadores de aneuploidía también tienen sus asociaciones patológicas
que debemos conocer a la hora de informar a la paciente y su pareja.

La regurgitación Tricuspídea se asocia fuertemente a anomalías cardíacas y el flujo anormal en


Ductus Venoso se asocia a anomalías cardíacas y muerte fetal.

De todas formas, debemos ser cuidadosos en el manejo de esta información. En primer lugar
no debemos olvidar que estamos tratando métodos de screening.

Ningún marcador, ni todos los marcadores juntos, nos permitirán establecer un diagnóstico.
Simplemente implicarán un mayor "riesgo" para dicho embarazo y nos sugerirán (o no) el
proseguir con métodos diagnósticos, actualmente invasivos, lo cual siempre será finalmente
decisión de la paciente. En segundo lugar, debemos recordar siempre que un marcador es
aquel signo, evento o situación que se observa en mayor proporción en una determinada
condición patológica, pero que también está presente en individuos sanos. Por tanto,
cualquiera de los marcadores de aneuploidías antes mencionados son hallazgos que se ven con
mucha mayor frecuencia en fetos normales. Así, debemos procurar ser lo más claros y
objetivos posibles a la hora de asesorar a la paciente para que sea ella luego quien argumente
su decisión.

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2.1.3 Evaluación la anatomía fetal

Si bien la ecografía del 2º trimestre sigue siendo el standard para la evaluación anatómica, la
ecografía de las 11-14 semanas también permite una adecuada visualización de diversos
órganos y sistemas y por tanto debemos en esta etapa realizar un minucioso y sistemático
control de las diferentes estructuras.4,6

Cerca de la mitad de las malformaciones que pueden pesquisarse prenatalmente ya se pueden


detectar en esta etapa. Se analizará en detalle en el capítulo correspondiente.

2.1.4 Screening de SPE-E/RCIU

El aumento de la resistencia de las arterias uterinas (medido como índice de pulsatilidad > p
95) se asocia con un aumento en el riesgo de esa paciente de desarrollar SPE-E/RCIU. La
sensibilidad del screening combinado (datos maternos, medición de la presión arterial
media,IP promedio de arterias uterinas y los marcadores bioquímicos) en esta etapa es mayor
para las formas precoces y severas de preeclampsia (75%) y cae para las formas menos graves
y tardías (47%). Algo similar ocurre para la detección de RCIU: la sensibilidad del método
también es alta (73%) para las formas precoces, cayendo para las formas tardías (46%). La
identificación de un mayor riesgo de SPE-E/RCIU en esta etapa debe implicar un seguimiento
más cercano y estricto de la paciente y que ésta (más allá de la indicación de medidas
terapéuticas) siga por un camino diferente al de la población general. En tanto que su alto
valor predictivo negativo (VPN), del 98%, determina que frente a pacientes con un screening
negativo, la probabilidad de desarrollar estas complicaciones sea muy baja. 5,7,8,9,10,11

En cuanto a su medición, se recomienda la vía transvaginal, ya que presenta mayor precisión y


menor variabilidad intra e interobservador. En lugares donde se realiza además el screening de
parto prematuro en esta etapa, se puede realizar la medida de las arterias uterinas al mismo
momento que la medición de la longitud cervical.

3. Ecografía Estructural (20-24 semanas)

El objetivo de un método de screening es la pesquisa de una condición prevalente y que


además tenga una estrategia preventiva o terapéutica adecuada, de tal manera que la
implementación de este método permita una intervención oportuna con el fin de reducir las
complicaciones propias de la condición patológica.

En este sentido, la ecografía de las 20-24 semanas cumple con este precepto, pues es capaz de
pesquisar oportunamente factores de riesgo o condiciones que se asocian con malos
resultados perinatales, permitiendo la intervención en muchas de estas situaciones. Las
principales causas de mortalidad perinatal (prematurez, malformaciones congénitas y las

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patologías hipóxico-isquémicas) son condiciones pesquisables en la ecografía de 20-24


semanas, por lo que la implementación de esta ecografía se sostiene bajo este aspecto y tiene
un rol fundamental en el control del embarazo.

Así pues, la necesidad de efectuar una exploración ecográfica alrededor de la semana 20 ya no


es motivo de controversia y su transcendencia es reconocida por todas las sociedades
científicas.

La ecografía entre las 20-24 semanas realizada por un técnico experimentado a la población
general ha demostrado disminuir la mortalidad perinatal (Recomendación tipo A), ya que es
éste el momento oportuno para la detección de muchas de las posibles anomalías congénitas
fetales y nos brinda en la mayoría de los casos el tiempo suficiente para ofrecer según el caso
el mejor tratamiento y / o control.

La relativa frecuencia de las malformaciones congénitas y el hecho que en la gran mayoría de


los casos éstas se presentan en fetos sin factores de riesgo, ha llevado a que exista
actualmente consenso a nivel mundial para que esta ecografía sea ofrecida a todas las
gestantes rutinariamente. Uruguay no está ajeno a dicho consenso, aprobando en diciembre
del 2015 un decreto de ley que determina que dicho estudio se practique rutinariamente y sin
costo a toda nuestra población de embarazadas, a través del Sistema Nacional Integrado de
Salud.

3.1 Objetivos del estudio

Objetivo del estudio 20-24 semanas


Evaluación de biometría fetal.
Examen anatómico y funcional completo del feto (ver capítulo correspondiente).
Identificar los denominados marcadores blandos de aneuploidías.
Evaluación de longitud cervical como screening de riesgo de parto prematuro.
Screening de SPE-E/RCIU.

3.1.1 Anatomía Fetal

Porque nos brinda tiempo de programar y coordinar eventuales tratamientos (intrauterinos o


neonatales) pero también (y no menos importante) porque técnicamente es más fácil observar
las diferentes estructuras, es éste un momento en el cual se debe realizar un detallado examen
del cráneo, sistema nervioso central y columna, cara, cuello, tórax, corazón, abdomen y
extremidades al igual que de los anexos ovulares, todo lo cual se analizará en mayor detalle en
el capítulo correspondiente.

3.1.2 Marcadores blandos de aneuploidías

Como vimos anteriormente, los avances tecnológicos, el desarrollo de nuevas investigaciones y


el surgimiento de los nuevos marcadores de aneuploidía, permiten que el screening que
realizamos entre las 11-14 semanas, estime el riesgo de cromosomopatías con una alta
sensibilidad (97,5%) y con una tasa de falsos positivos baja (2,5%). Es decir, en condiciones

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normales, estos marcadores del segundo trimestre son valorados en una población a la que ya
le fue realizado un screening dos meses antes. Ello ha llevado a que esta terminología
‘’marcador blando de aneuploidía’’ no tenga hoy en día el ‘’peso’’ de otra época.

De todas maneras se conocen, su hallazgo se debe consignar y obliga a un estudio ecográfico


detallado de las distintas estructuras fetales, al punto tal que algunos autores proponen se
recalcule el riesgo en caso que den patológicos.

3.1.3 Screening para determinar riesgo de parto prematuro

La cervicometría presenta una relación inversamente proporcional al riesgo de parto


prematuro espontáneo. Esto es, a menor longitud cervical, mayor será el riesgo de
prematurez. Existen tablas de longitud cervical en función de la edad gestacional, tanto para
embarazos simples como para gemelares y los distintos autores proponen distintos puntos de

corte para identificar a la población de mayor riesgo. Existe actualmente consenso en que una
longitud cervical menor o igual a 25 mm es el punto de corte a partir del cual el riesgo
comienza a aumentar en forma significativa, teniendo un alto valor predictivo positivo para
predecir parto prematuro espontáneo antes de las 35 semanas. 13

Dada su importancia como método de screening, este recurso está contenido en la nueva ley
19355, aprobada en diciembre del 2015 en Uruguay, donde se establece que, además de la
completa valoración anatómica fetal, debe incluirse en esta etapa (20-24 semanas) la medida
de la longitud cervical por vía vaginal. Dicho exámen transvaginal debe solicitarlo
específicamente el ginecotocólogo tratante, tras el consentimiento de la paciente.

3.1.4 Estudio de la velocimetría Doppler de las arterias uterinas para la identificación de


pacientes de riesgo de SPE-E/RCIU.

Con el mismo propósito que comentamos para el estudio del primer trimestre (11-14
semanas), se plantea realizar un nuevo screening en esta etapa, si bien debemos realizar la
siguiente consideración:

La alteración placentaria a partir de la cual surgen diversas complicaciones materno-fetales


(que denominamos Síndrome Preeclampsia-Eclampsia) está presente en el embarazo mucho
antes de lo que se manifiesta. Si bien por un lado la sensibilidad del método de screening en
esta etapa es aún mayor que al final del primer trimestre, el haber llegado a las 20-24 semanas
de embarazo hace inefectivo todo intento de tratamiento fisiopatológico preventivo de esta
complicación. De todas maneras se aconseja su realización, para identificar a ese grupo de
pacientes de mayor riesgo sobre las cuales aplicar controles más cercanos y estrictos.14

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4. Ecografía del tercer trimestre (30-34 semanas)

La ecografía del tercer trimestre es útil en para la evaluación del crecimiento fetal, pero no ha
demostrado mejorar los resultados perinatales (Recomendación tipo A).

Objetivos estudio 30 – 34 semanas

Evaluación de crecimiento fetal (biometría y uso de tablas adecuadas)


Evaluación de la unidad feto-placentaria, anatómica y funcional.

En este examen por tanto, podremos identificar fetos con alteración de crecimiento y evaluar
en ellos su condición hemodinámica (relación cerebro/placentaria). Además, es un buen
momento para volver a valorar aquellas estructuras cuyos defectos pueden manifestarse
tardíamente, como el corazón (comunicaciones interventriculares), el aparato urinario y los
miembros. La pregunta lógica es entonces, ¿por qué si mediante este estudio se es capaz de
diagnosticar una RCIU (con lo que ésta implica y con lo que la ecografía y el Doppler feto-
placentario han impactado en los resultados de estos fetos con RCIU) se sostiene que éste
estudio del tercer trimestre no mejora los resultados perinatales?

Porque contamos con 2 instancias previas de screening de RCIU (ecografía del primer y
segundo trimestre) en las cuales la estimación de riesgo tiene una elevada sensibilidad y un
valor predictivo negativo muy alto (98%), por lo que se considera que aquellos fetos que
desarrollarán una RCIU serán captados mediante el screening y que, por tanto, éstas pacientes
irán por un camino aparte de la población general de embarazadas y su protocolo de
seguimiento será muy diferente.

Pese a ello, quizá porque este método de screening de SPE-E y RCIU (pese al respaldo de la
evidencia científica) no se ha difundido aún totalmente, quizá por el tiempo que requiere
adaptarnos a los cambios y a las nuevas propuestas y protocolos, es que la ecografía del tercer
trimestre para valoración del crecimiento fetal sigue siendo una constante y está dentro de las
recomendaciones de los protocolos nacionales de diversos países, incluído el nuestro. 3,4,5

En lo que hasta hoy no existe consenso, es en el momento en el cual este estudio debe ser
realizado.

Con el planteo del Profesor K. Nicolaides y su equipo, acerca de la necesidad de invertir la


pirámide de controles prenatales y con la creciente difusión del screening de SPE-E/RCIU del
primer trimestre por un lado, y con la creencia (aún no demostrada) que la disminución de la
resistencia en la arteria cerebral media a partir de las 35 semanas puede predecir malos
resultados perinatales por otro, existe una tendencia actual a proponer que esta ecografía del
tercer trimestre se realice próximo a las 36 semanas. Quienes apoyan esta propuesta confían
plenamente en la alta sensibilidad del screening del primer y segundo trimestre para detectar
los casos de SPE-E/RCIU y de la gran difusión y aplicabilidad del mismo. Quienes la cuestionan
argumentan que de esta manera no diagnosticarían muchas RCIU que no hayan sido percibidas

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por el screening (o aquellas que no se lo hayan realizado) y que es muy largo el intervalo entre
la eco de las 20-24 semanas y la de las 36. 15

Por lo tanto, como lo sugiere el Ministerio de Salud Pública en sus “Guías en salud sexual y
reproductiva. Manual para la atención a la mujer en el proceso de embarazo, parto y
puerperio’’ publicado en 2014, queda a criterio del obstetra tratante determinar si existe
necesidad de realizar dicho estudio así como el momento de su realización. 3

Bibliografía
1
Mortalidad infantil en Uruguay: una mirada crítica. Arch Pediatr Urug 2010; 81(3).
2
Nicolaides KH. A model for a new pyramid of prenatal care based on the 11 to 13 weeks’
assessment. Prenat Diagn. 2011; 31: 3–6.
3
Manual para la atención a la mujer en el proceso de embarazo, parto y puerperio. Guías en
Salud Sexual y Reproductiva. Ministerio de Salud Pública, Uruguay 2014.
4
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Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

ULTRASONIDO EN EL CONTROL DEL EMBARAZO. ¿CUÁNDO Y PARA QUÉ? GINECOTOCOLOGICA

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¿ Q

Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

CRECIMIENTO FETAL: DIAGNÓSTICO DE ALTERACIONES DE CRECIMIENTO GINECOTOCOLOGICA

Dra. Lorente, L., Asis. Dra. Garat, F.,


Prof. Adj. Dra. Alonzo, I., Prof. Agda. Dra. Cordano, C., Prof. Agdo. Dr. De Agostini, M.

INTRODUCCIÓN

La restricción del crecimiento intrauterino (RCIU) es una patología frecuente, de causa


multifactorial y de manejo complejo para el obstetra, con elevada morbimortalidad
perinatal (1)

El objetivo de esta puesta al día del tema es unificar los criterios diagnósticos, el
seguimiento y manejo de esta patología con el fin de disminuir los riesgos y
complicaciones.

DISCUSIÓN
La restricción de crecimiento se define como la incapacidad que tiene el feto para
alcanzar su potencial de crecimiento establecido genéticamente (12,3).

El crecimiento fetal está regulado por factores maternos, fetales y placentarios. El


comportamiento de estos parámetros determina el crecimiento fetal.

La pregunta que nos hacemos es cómo podemos saber cuál es el potencial de


crecimiento que tiene cada feto.

Es aquí donde se nos presenta la primera dificultad, ya que no es posible determinar el


potencial de crecimiento fetal individual para cada feto, por lo que utilizamos tablas
percentilares poblacionales para evaluar el correcto crecimiento fetal, contando en
nuestro país con las realizadas por el CLAP en el año 1982 (5).

Para la correcta valoración del crecimiento fetal es fundamental conocer la edad


gestacional (EG), en semanas y días, para lo cual contamos con elementos clínicos como
la FUM y la ecografía como se muestra en la tabla 1.

Tabla 1. Parámetros biométricos para el cálculo de edad gestacional.

El diagnóstico de RCIU se basa en herramientas clínicas como son la medición de la


altura uterina, la ganancia ponderal materna y la ecografía, siendo fundamental la
introducción del Doppler para la clasificación y seguimiento de estos fetos. (1, 2, 3,9)

Para establecer el diagnóstico de RCIU se han utilizado múltiples criterios a nivel


internacional a lo largo de los años.

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CRECIMIENTO FETAL: DIAGNÓSTICO DE ALTERACIONES DE CRECIMIENTO GINECOTOCOLOGICA

En el Uruguay utilizamos desde 1982 las tablas percentilares del CLAP, las cuales
fueron confeccionadas con población nacional. A partir de las mismas se diagnostican y
se define RCIU cuando el perímetro abdominal (PA) se encuentra por debajo del P 5
para la EG, con una sensibilidad: 100%; especificidad: 88%. (9) Este parámetro es el
que más se afecta en esta patología y por esto lo utilizamos en nuestro medio, así como
a nivel internacional sugiere la Fetal Medicine Foundation.

En el Clínic de Barcelona actualmente se están utilizando a nivel internacional los


siguientes parámetros para el diagnóstico de RCIU (1, 2, 6, 7):

- Peso fetal estimado (PFE) menor al P 3 para la EG;


- Peso fetal estimado menor por debajo del P10 para la EG, acompañado de
signos de compromiso fetal (alteraciones de la circulación feto-placentaria
identificadas por Doppler).

Los pequeños para la edad gestacional (PEG): son aquellos cuyo peso se encuentra entre
los percentiles 3 y 10, sin alteraciones anatómicas, ni en el Doppler y con adecuada
velocidad de crecimiento.

La International Society of Ultrasound in Obstetric and Gynecology (ISUOG) en 2016,


elaboró un consenso considerando como criterios para el diagnóstico de RCIU (4):

● PFE y/o PA por debajo de P3 para la EG


● PFE por debajo del P10 para la EG, acompañado de signos de compromiso
fetal (alteraciones de la circulación feto-placentaria identificadas por Doppler ,
IP de las arterias uterinas y/o umbilicales por encima de P 95, o una relación
IP cerebro – placentaria menor a P 5)
● Caída mayor a 2 cuartiles en el percentil del PA o el PFE.

Las clasificaciones mencionadas todas son válidas, sin bien recomendamos el


consenso de la ISOUG dado que analiza e integra las pautas diagnósticas utilizadas
por distintos autores.

CLASIFICACIÓN DE LA RESTRICCIÓN DEL CRECIMIENTO


INTRAUTERINO

Actualmente se utiliza la clasificación de RCIU según el momento de inicio pudiendo


diferenciando en RCIU precoz y tardío, se describen sus características en la tabla 2.
(1,2,3,4,10).

La clasificación de los RCIU en simétricos y asimétricos es complementaria de la de


Gratacós en precoz y tardía, ya que esta habla de aparición de la noxa que tiene como
resultado el RCIU, mientras que la primera aporta la expresión biométrica de dicha
restricción

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Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

CRECIMIENTO FETAL: DIAGNÓSTICO DE ALTERACIONES DE CRECIMIENTO GINECOTOCOLOGICA

Tabla 2. Diferencias entre RCIU precoz y tardío

PRECOZ TARDIO

Edad gestacional < 32 semanas >32 semanas

El problema es el: Manejo Diagnóstico

Etiopatogenia
Representan un 20 -30 % de los RCIU . Representan 70 – 80% de los RCIU.
Se asocian a insuficiencia placentaria y Su asociación con insuficiencia
preeclampsia (50%) y las restantes placentaria es del 10%.
agrupan causas genéticas, cromosómicas
e infeccionsas (50%).

Fisiopatología
Insuficiencia placentaria severa que Insuficiencia placentaria leve. No asocia
expone al feto a hipoxia crónica , con los cambios hemodinámicos adaptativos
compensación cardiaca y por tanto, de la hipoxia crónica; explica el
mejor tolerancia a la hipoxia aguda. comportamiento fetal: baja tolerancia a la
hipoxia de esfuerzo.

Comportamiento
del Doppler feto Alteración de la arteria umbilical Baja sensibilidad en este tipo de RCIU.
placentario Alteración del flujo de la ACM y de la
relación cerebro – placentaria.
Flujo en Arteria umbilical sueleb ser
normal.

Morbi - Alta, vinculada a prematurez. Elevada morbilidad y baja mortalidad.


mortalidad

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CRECIMIENTO FETAL: DIAGNÓSTICO DE ALTERACIONES DE CRECIMIENTO GINECOTOCOLOGICA

Por lo tanto, el RCIU precoz es de diagnóstico fácil y el reto es su seguimiento,


mientras que en el RCIU tardío el desafío está en su correcto diagnóstico. En la tabla 3
se agrupan los criterios diagnósticos propuestos por el consenso recomendado.

Precoz: menor 32 semanas Tardío: mayor o igual a 32 semanas


(en ausencias de anomalías) (en ausencia de anomalías congénitas)
Criterios únicos: Criterios únicos:
- PA o PFE menor a P3 o
- Flujo ausente de fin de diástole en arteria - PA o PFE menor a P3
umbilical.
Criterio PA o PFE entre P 3- 10 y por lo Al menos dos de los siguientes criterios:
menos uno de los siguientes criterios:
- PA o PFE entre P3- 10
- IP promedio de arterias uterinas > P 95 - PA o PFE caída mayor a dos cuartiles en
su percentil
- IP arteria umbilical > a p95
- IP relación cerebro - umbilical menor a
P5 o arteria umbilical mayor a P5.
Tabla 3: Criterios diagnósticos según tipo de RCIU.

SEGUIMIENTO Y MANEJO

En el siguiente cuadro se detallan en forma esquemática los parámetros que se deben


valorar en la ecografía obstétrica y Doppler feto – placentario para el seguimiento de
fetos con RCIU.

ECOGRAFIA OBSTETRICA
Edad gestacional (tabla 1)
Biometría fetal
Peso fetal estimado: las tablas de Hadlock , las cuales tienen un error entre el peso real y el estimado,
entre un 7,5 y un 10 %. en la que utiliza el PA y la longitud del fémur. (1,4)
Curva de velocidad de crecimiento de PA fetal: seguimiento de la velocidad de crecimiento
fetal y del peso, se debe realizar en un intervalo no menor a 14 días (1,4.5, 11)
Líquido amniótico : disminuido debido a la insuficiencia placentaria (no existiendo otras causas que lo
expliquen).
RCIU precoces dada su etiología se recomienda descartar mediante los estudios
indicados
a. Maternas Estados hipertensivos del embarazo; enfermedades crónicas maternas con potencial daño
vascular (Diabetes, lupus, trombofilias); infecciones maternas (cmv, rubeola y varicela).
b. Fetales:
Cromosomopatía ( cariotipo).
Alteraciones anatómicas (Ecografía estructural).
Ecocardiograma fetal.
Neurosonografia fetal.
DOPPLER OBSTÉTRICO
Diagnóstico y seguimiento.
Manejo - conducta.
(Se desarrolla a continuación)

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¿ Q

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CRECIMIENTO FETAL: DIAGNÓSTICO DE ALTERACIONES DE CRECIMIENTO GINECOTOCOLOGICA

El Doppler en obstetricia permite la valoración de la hemodinamia en la circulación


materno fetal y es demostrada su utilidad en el estudio de la salud fetal en fetos con
RCIU. Es requisito para su correcta interpretación el conocimiento de la circulación
fetal y rigurosidad en la técnica de registro. Es por esto y siguiendo las guías de ISUOG,
recomendamos el uso del índice de pulsatilidad (IP) para describir las formas de onda de
velocidad de flujos. Este índice muestra una correlación lineal con las resistencias
vasculares y pueden ser utilizados ante la presencia de flujos ausentes o reversos, a
diferencia de los otros índices, IR, relación S/D. (12)

Mediante la valoración con Doppler podemos inferir cómo se encuentra el ambiente


vascular materno, la circulación placentaria y la respuesta fetal a la llegada de oxígeno y
nutrientes.

Si bien las arterias uterinas no nos aportan información directa sobre la salud fetal, nos
permiten valorar la irrigación del útero y por lo tanto el ambiente en el que se está
desarrollando el embarazo. Se utilizan como predictores de riesgo de desarrollo de
patologías como preeclampsia o RCIU a lo largo de la gestación, sobre todo en el
primer trimestre. En el RCIU tardío es un predictor de resultados adversos; en forma
aislada no debería determinar conductas. (10)

El flujo a nivel de la arteria umbilical refleja la resistencia placentaria, y por lo tanto la


llegada de nutrientes y oxígeno al feto. En el RCIU precoz, es el vaso que nos brinda
mayor información. Ante la hipoxia, su resistencia aumenta progresivamente. Si la
situación llega a su estado crítico, ocurren cambios como la ausencia de flujo de fin de
diástole y por último, el flujo reverso.

La circulación fetal es valorada a través de la arteria cerebral media (ACM). Es un vaso


de alta resistencia en condiciones normales. La disminución de la resistencia de la
ACM, representa un reflejo adaptativo a la hipoxia, priorizando la llegada de oxígeno al
sistema nervioso central. La vasodilatación cerebral ha sido correlacionada con peores
resultados perinatales. Es el vaso que nos otorga mayor información en el RCIU tardío.

La relación cerebro umbilical nos informa acerca de la redistribución hemodinámica. Se


calcula mediante el cociente entre el IP de la ACM y el IP de la arteria umbilical. Es
más sensible que cada uno de estos dos vasos por separado, ya que se afecta más
precozmente; la inversión de la relación ocurre antes de que cada uno de los valores sea
en sí patológico. En el RCIU tardío se asocia a resultado perinatal adverso.(3)

Un punto estratégico en la circulación fetal es el istmo aórtico se ha demostrado que en


RCIU de causa placentaria se asocia a un aumento de su resistencia pudiendo llegar al
flujo reverso. Es un indicador importante en la prevención de secuelas postnatales
causadas por hipoxia cerebral durante la vida fetal.

Los flujos venosos se alteran por último y se valoran a nivel del ductus venoso. Ante la
hipoxia, su resistencia aumenta, llegando en etapas tardías al flujo reverso de la onda A.
La vena umbilical cambia su patrón continuo por uno pulsátil, hallazgo esté premortem.

La afectación del sistema venoso ocurre aproximadamente una semana antes que la del
NST.

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Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

CRECIMIENTO FETAL: DIAGNÓSTICO DE ALTERACIONES DE CRECIMIENTO GINECOTOCOLOGICA

Este estudio no solo nos ayuda con el diagnóstico y seguimiento sino que nos determina
el pronóstico y guía la conducta obstétrica a seguir.

MANEJO

Decidir el seguimiento y manejo de estos fetos alterados por una RCIU es difícil ya que
se debe tener en cuenta la EG por los riesgos de prematurez así como los riesgos de
mantener a un feto en un ambiente hostil que pueden llevar a complicaciones a corto y
largo plazo.(1,2,3,4,10)

La clasificación del Doppler en estadios nos ayuda al seguimiento y a la toma de


decisiones. La siguiente clasificación es la del Clínic Barcelona. En la primera
columna, se clasifican a las RCIU en cuatro estadios según la gravedad de los cambios
del Doppler fetal. En la segunda, se indica con qué frecuencia se recomienda realizar el
Doppler de seguimiento, y en la tercera columna se indica la recomendación de la
finalización de la gestación y la vía.

PROTOCOLO BARCELONA CLINIC DOPPLER FINALIZACIÓN


TIPO 1
• Peso menor a p3 37 SEMANAS:
• Peso entre P 3 y P10 (y uno de los siguientes
criterios): SEMANAL Parto vaginal
- Relación cerebro umbilical alterada o
- ACM menor a P 5 cesárea
- Uterinas IP promedio mayor a P 95
TIPO 2
Peso fetal menor a P10 y uno de los siguientes 34 SEMANAS:
criterios: Cada 2 o 3 días
- A. Umbilical: flujo ausente Cesárea
- Istmo aórtico: flujo reverso
TIPO 3
Peso fetal menor a P10 y uno de los siguientes: 30 SEMANAS :
- A. Umbilical : flujo reverso Cada 2 o 3 días
- Ductus venoso: ip mayor a p95 Cesárea
- o Vena umbilical pulsátil
TIPO 4 26 SEMANAS :
Peso fetal menor a P 10 y alguno de los siguientes
criterios Cada 12-48 horas Cesárea
- Ductus venoso : flujo reverso
- NST computarizado patológico
Nota: Para poder ser clasificados:
● Los cambios en la hemodinámica fetal deberán estar presentes en al menos dos ocasiones
separadas por un período mayor a 12 hs,
● Cuando se valora la arteria umbilical, tanto el flujo ausente como reverso deberán estar
presentes en más de la mitad de los ciclos, y en las dos arterias.(4)

CONCLUSIONES

La RCIU es una patología de diagnóstico frecuente y que representa grandes


tasas de morbimortalidad perinatal y secuelas a corto y largo plazo; por lo tanto es
importante lograr su diagnóstico adecuado y a tiempo, además de un seguimiento
estricto con el fin de prevenir complicaciones.

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¿ Q

Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

CRECIMIENTO FETAL: DIAGNÓSTICO DE ALTERACIONES DE CRECIMIENTO GINECOTOCOLOGICA

La ecografía y Doppler son herramientas de vital importancia utilizada en el diagnóstico


y seguimiento de los fetos con RCIU, identificándose cada vez más marcadores
tempranos que brindan información pronóstica que debe ser utilizada para
disminuir los resultados adversos a corto y largo plazo.

En cuanto al diagnóstico, recomendamos el consenso de la ISOUG dado que analiza e


integra las pautas diagnósticas utilizadas por distintos autores.

En relación al seguimiento, destacamos la biometría, incluyendo la velocidad de


crecimiento del abdomen cada dos semanas (CLAP/FMF), y la realización de Doppler
con la frecuencia sugerida por el Barcelona Clinic según la gravedad de las alteraciones
encontradas y la edad gestacional. De la misma manera, sugerimos seguir el
mencionado protocolo para definir el momento de finalización de la gestación y la vía
del parto.

El objetivo es disminuir la variabilidad del manejo que se observa en la práctica clínica.


La propuesta actual de realizar un protocolo de diagnóstico, seguimiento y manejo
basados en la clasificación del RCIU por estadios brinda facilidad en cuanto a la toma
de decisiones; principalmente a la hora de finalizar la gestación, considerando la EG y
disponibilidad de recursos.

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Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

EMBARAZO GEMELAR: SEGUIMIENTO SEGÚN LA CORIONICIDAD GINECOTOCOLOGICA

Dr. Grasso D., Asist. Dra. Garat F.,

Prof. Adj. Dra. Alonzo I., Prof. Agdo. Dr. De Agostini M.

INTRODUCCIÓN: Dos grupos muy diferentes.

En las últimas décadas la incidencia de embarazo gemelar ha ido en constante aumento, situándose
actualmente en 1 cada 50-70 embarazos. Por un lado, la postergación de la maternidad hacia edades
más avanzadas (etapa en la cual la concentración de la hormona folículo-estimulante es mayor y por
tanto la probabilidad de ovulación múltiple también lo es) y el mayor uso y desarrollo de las técnicas
de reproducción asistida por otro, son las explicaciones de esta tendencia. 1

Todo embarazo gemelar debe ser considerado como un embarazo de alto riesgo por las
complicaciones (maternas y perinatales) a las que están expuestos. En el caso de la madre
fundamentalmente por la mayor incidencia de complicaciones hipertensivas y hemorrágicas,
mientras que en lo perinatal lo que mayor impacto ocasiona en los resultados es la mayor incidencia
de prematurez, y sobre todo aquella por debajo de las 32 semanas.

Felizmente, este aumento en la incidencia del embarazo múltiple también se vio acompañado de un
mayor desarrollo del conocimiento sobre el tema y de un notable avance en la tecnología médica al
servicio de la obstetricia y en concreto de los equipos de ultrasonido, lo que ha facilitado los grandes
progresos que han ocurrido en el área de Diagnóstico Prenatal y Medicina fetal.

Tan es así, que existen actualmente numerosos centros del más alto nivel (Leuven, Hamburgo, París,
Barcelona, Utrecht) que se especializan en el cuidado de estas pacientes con embarazos gemelares y
en el tratamiento de sus potenciales complicaciones.

Ni bien se comenzó a profundizar en el tema, una de las primeras conclusiones a la que arribaron los
especialistas es que ya no podemos hablar de embarazo gemelar como un todo, como una gran
familia. Hay que saber distinguir entre los 2 grandes grupos: los bicoriales (independientemente de
su cigocidad) y los monocoriales. En los monocoriales, en TODOS los casos existirán anastomosis
vasculares entre ambos territorios placentarios cuyo número, calibre y dirección determinarán la
suerte del embarazo. Hasta en un 40% de los casos estas anastomosis ocasionarán un desequilibrio
hemodinámico y determinarán importantes complicaciones (propias de los monocoriales) que
involucrarán a ambos fetos, impactando directamente en el pronóstico del embarazo y en el
resultado perinatal. La alta incidencia y el momento en que ocurren estas complicaciones (típicas del
segundo trimestre) explican que las tablas de resultados perinatales comparativas entre ambos
grupos sean muy diferentes (cuadro 1).2

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¿ Q

Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

EMBARAZO GEMELAR: SEGUIMIENTO SEGÚN LA CORIONICIDAD GINECOTOCOLOGICA

Cuadro 1: Extraído de Ultraschalldiagnostik in Geburtshilfe und Gynäkologie. Gembruch, Ulrich, Hecher, Kurt, Steiner, Horst. 2013

Por tanto, el subgrupo de los monocoriales constituye el de mayor riesgo y requerirán esas pacientes
de un control y seguimiento especial. Diagnosticar la corionicidad nos determinará cuál es el camino
a seguir con esa paciente en particular. No basta hoy en día con hacer diagnóstico de embarazo
gemelar únicamente. Hay que ponerle nombre y apellido. Debemos ser capaces de diagnosticar la
corionicidad y distinguir entre ambos grupos, e idealmente, que esto ocurra pronto en el embarazo
(primer trimestre). No hacerlo implica desconocer las complicaciones propias de los monocoriales,
su diferente protocolo de seguimiento, sus posibles alternativas terapéuticas y sus diferentes
resultados. Hacerlo incluye verlo, informarlo y documentarlo adecuadamente.

Si nuestro objetivo es dar a las pacientes lo mejor debemos ser capaces de ofrecer el tratamiento
adecuado. Previo a ello, lógicamente, debemos haber realizado el diagnóstico correcto. Y para ello,
resulta de gran importancia saber contextualizar a la paciente. Es decir, ser consciente de cuáles
cosas espero ver y cuáles no al valorar una determinada paciente. Y para ello, es clave saber
distinguir los grupos de mayor o menor riesgo, es decir, determinar la corionicidad del embarazo.

¿Cómo y cuándo diagnosticamos la corionicidad?

Hoy día hay consenso que el momento ideal para determinar la corionicidad del embarazo gemelar
(por la menor dificultad que ofrece y por todos los beneficios que implica para la paciente) es
durante el primer trimestre del embarazo, y más concretamente, en el primer control ecográfico.
¿Por qué? Porque contamos en esta etapa con numerosas herramientas para determinar la
corionicidad con la máxima sensibilidad y especificidad. Recordemos que un 75% de los gemelares
serán bicoriales, ya que este grupo lo conforman los dicigóticos y un tercio de los monocigóticos
(aquellos en los cuales el material celular se divide más precozmente). Por tanto en estos casos
observaremos desde las 4-5 semanas de gestación 2 sacos gestacionales. El número de sacos
gestacionales coincide con la corionicidad y éste es el signo más precoz y con mayor sensibilidad y
especificidad diagnóstica. Es también el signo ecográfico que ofrece menor dificultad y menor
variabilidad intra e interobservador. 1,2

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23
Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

EMBARAZO GEMELAR: SEGUIMIENTO SEGÚN LA CORIONICIDAD GINECOTOCOLOGICA

Por tanto, en el 75% de los casos observaremos 2 sacos gestacionales, los cuales deberemos ver,
informar y documentar adecuadamente. Salvo en casos de embarazos triples o de mayor orden,
dentro de cada saco observaremos además una vesícula vitelina y un embrión.

En el 25% de los casos se tratará de gemelares monocoriales y por tanto observaremos un único
saco gestacional con 2 embriones en su interior.

En cuanto a la amnionicidad, si bien habría que esperar hasta las 8 semanas (etapa en que las
cavidades amnióticas se diferencian claramente) para determinarla con certeza, sabemos que en un
85% de los casos el número de vesículas vitelinas coincide con la amnionicidad. Por tanto, de
observarse un saco gestacional con 2 embriones y 2 vesículas vitelinas se tratará de un monocorial
biamniótico. De observarse un saco con 2 embriones y una vesícula vitelina plantearemos que se
trata de un monocorial monoamniótico.1

A finales del primer trimestre se agrega además el clásico signo de lambda constituído por una
extensión triangular de placenta entre ambas membranas, evidencia de 2 placentas fusionadas y por
tanto de embarazo gemelar bicorial. Se trata de un signo de confirmación, no de exclusión. Su
ausencia no descarta un embarazo bicorial, ni confirma uno monocorial.

En el caso de los monocoriales biamnióticos podremos observar el signo de la T, constituído por la


fina membrana interpuesta entre ambos fetos que se inserta bien perpendicular a la (única)
placenta.

Ya en el segundo trimestre, procurar establecer el diagnóstico de corionicidad y amnionicidad es


más complejo, ya que para ello nos valemos de herramientas de menor precisión.

Un tercio de todos los gemelares serán de diferente sexo y por tanto serán dicigóticos (y por tanto
bicoriales). En los 2/3 restantes conocer el sexo fetal no nos será de utilidad.

Establecer el número de placentas suele ser dificultoso, ya que la proximidad y/o fusión de las
mismas confunde y la sensibilidad del método es baja.

La medición del grosor de la membrana interfetal así como la determinación del número de capas de
la membrana son los signos que presentan menor sensibilidad diagnóstica y mayor variabilidad intra
e interobservador. Su utilidad es discutida y es durante el intento por determinar la corionicidad en
esta etapa cuando recordamos lo útil y sencillo que es en etapas más precoces.

Seguimiento según corionicidad

Bicoriales

La mayoría de ellos serán dicigóticos y la minoría monocigóticos. Pese a la diferente cigocidad no se


han detectado diferencias significativas en los resultados perinatales de estos 2 tipos y por tanto se
controlan de igual manera.2

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EMBARAZO GEMELAR: SEGUIMIENTO SEGÚN LA CORIONICIDAD GINECOTOCOLOGICA

A la hora de realizar el screening del primer trimestre recordar que los parámetros utilizados para
embarazos simples (TN, hueso nasal, ductus venoso, flujo tricuspídeo) también han demostrado su
utilidad en gemelares, por lo que se deberá valorar cada feto por separado. Si bien en la práctica
generalmente desconocemos la cigocidad de un embarazo bicorial, en la teoría, de tratarse de
dicigóticos, cada embrión tendrá un riesgo independiente de aneuploidía, por lo que el riesgo de que
alguno de los fetos tenga una aneuploidía será doble. De tratarse de monocigóticos (y por tanto,
esto rige para los monocoriales también), éstos tendrán una constitución genética idéntica, por lo
que el riesgo de cromosomopatías (igual al de embarazos simples) calculado será para ambos fetos.
Así, se medirán ambos fetos y, ante medidas diferentes, se calculará el riesgo realizando un
promedio de ellas (como lo propone la Fetal Medicine Fundation), ó según proponen otros autores
(Hecher y cols), utilizando aquellas que determinen un mayor riesgo.

En cuanto a los defectos estructurales, éstos son igual de frecuentes en bicoriales y en embarazos
únicos. El estudio de valoración anatómica también se realiza rutinariamente en este grupo entre las
20-24 semanas y debe incluir en esta etapa la medición de la longitud cervical para valorar el riesgo
de parto prematuro.1

Existe consenso en que a partir de este momento se debe realizar un control mensual hasta las 32
semanas (que incluya la medición de la longitud cervical vía transvaginal). Superada esta etapa hay
quienes sugieren continuar con controles mensuales, si bien la mayoría de los autores (considerando
la alta incidencia de restricción de crecimiento intrauterino que presentan estos fetos) ven como
más ventajoso un control cada 2 semanas hasta la finalización del embarazo. Entre estos últimos se
encuentra la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, cuyo protocolo publicado en las Guías
de Asistencia Práctica en 2015, proponemos aplicar en nuestro medio.

PROTOCOLO DE SEGUIMIENTO DEL EMBARAZO GEMELAR BICORIAL

• Screening 1° trimestre
• Control 20-24 semanas (incluyendo longitud cervical)
• Control mensual hasta las 32 semanas (incluyendo longitud cervical)
• Control cada 15 días hasta el final

Monocoriales

Constituyen el 25% de todos los gemelares.

Debido a la alta incidencia de complicaciones que presentan, al momento en que éstas ocurren y al
impacto que generan sobre los resultados perinatales, es que nadie duda que se trate del grupo de
mayor riesgo. Quizá por ello, es que sobre este grupo se ha investigado más y donde se ha
profundizado más en el afán de conocer la historia natural de estos embarazos.

Uno de los trabajos que más incidencia ha tenido en los protocolos actuales es el que publicó Lewi y
su equipo del Departamento de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Gasthuisberg en

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EMBARAZO GEMELAR: SEGUIMIENTO SEGÚN LA CORIONICIDAD GINECOTOCOLOGICA

Leuven, Bélgica. En dicho estudio, siguieron la evolución de 202 pacientes cursando embarazos
monocoriales lo que les permitió arribar a importantes conclusiones. 3,4

En primer lugar, la incidencia de las complicaciones propias de los monocoriales que se informó en
dicho estudio (sRCIU 15%, STFF 10%, TAPS 5%, muerte fetal intrauterina 5%, TRAP 1%) coincide con
estudios anteriores. Si a ellas agregamos las malformaciones fetales (6%) concluimos que en algo
más del 40% de los monocoriales ocurrirán importantes complicaciones. De ahí que surge la
terminología de la ‘’mitad feliz’’ y la ‘’mitad complicada’’ que utilizan muchos autores. Con el afán de
simplificar, estos términos (erróneos e imprecisos) procuran además resaltar el concepto de lo
frecuentes e importantes que son estas complicaciones. 3

En segundo lugar permitió conocer que, pese a realizarse en un centro especializado con gran
experiencia en terapia antenatal invasiva, la mortalidad perinatal fue del 11%. De estos fetos que
murieron el 80% lo hicieron antes de las 25 semanas, 11% entre las 26 semanas y el nacimiento y el
9% en la etapa neonatal. De estas cifras se desprende el gran impacto que ocasionan las
complicaciones mencionadas (típicas del segundo trimestre) en los resultados perinatales (cuadro
2).3

Cuadro 2, adaptado de “The role of ultrasound examination in the first trimester and at 16 week’s gestation to predict fetal complicarions in monochorionic diamniotic
twin pregnancies.

Por otra parte, permitió conocer un poco más en profundidad la historia natural de estos embarazos.
Así, partiendo de las complicaciones y los malos resultados, Lewi y su equipo hicieron un análisis
retrospectivo intentando identificar aquellos elementos comunes (factores comunes) a los malos
resultados, obteniendo información clara y contundente. La valoración de los distintos parámetros
ecográficos a las 13 y 16 semanas nos permitirá distinguir en el grupo de monocoriales, un subgrupo
de mayor riesgo de desarrollar complicaciones y otro de menor riesgo. Esta clasificación de riesgo es
muy útil para la consejería con los padres y para determinar el protocolo de seguimiento del
embarazo. Pero además, es especialmente útil en países como el nuestro, donde todavía no hay un
centro que se especialice en terapia antenatal invasiva, porque nos puede dar el tiempo necesario
para derivar a la paciente y que ésta esté a tiempo de recibir el tratamiento adecuado. 3

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EMBARAZO GEMELAR: SEGUIMIENTO SEGÚN LA CORIONICIDAD GINECOTOCOLOGICA

La instalación y puesta en marcha de un Centro de Medicina Fetal requiere (además de la inversión


inicial) de un equipo capacitado y experiente, lo que tiene relación directa con la correcta aplicación
del tratamiento y sus resultados. Para ello se requiere además, de tiempo. Mientras tanto, para que
las complicaciones no nos sorprendan ni desborden, debemos intentar anticiparnos a ellas mediante
esta determinación del riesgo de cada embarazo monocorial.

Además de toda la sistemática exploración de la ecografía del primer trimestre, en el caso de los
monocoriales debemos tener presente en esta etapa: posibles discrepancias en la longitud céfalo-
caudal, posibles discrepancias en la cantidad de líquido amniótico (LA) y posibles discrepancias en la
medición del área de translucencia nucal (TN).

GEMELAR MONOCORIAL SE CATALOGAN DE ALTO RIESGO A LAS 13 SEMANAS SI:

• Diferencia LCC ≥ 12 mm
• TN patológica de uno de los fetos, o una discrepancia > 20% entre la medida de ambos
• Discordancia en la cantidad de LA, medida según el máximo bolsillo vertical a cada lado de la
membrana (‹3 mm en uno y ›5 mm en el otro).

Algunos autores incluyen aquí a la onda ‘’a’’ reversa del ductus venoso como predictor del síndrome
de transfusión feto-fetal.

A las 16 semanas se deben tener presentes: la discordancia en la cantidad de LA, la inserción de


ambos cordones y las diferencias en el perímetro abdominal entre ambos fetos.

GEMELAR MONOCORIAL SE CATALOGAN DE ALTO RIESGO A LAS 16 SEMANAS SI:

• Discordancia en la cantidad de LA, medida según el máximo bolsillo vertical a cada lado de la
membrana (‹3 mm en uno y ›5 mm en el otro), igual que a las 13 semanas.
• Discordancia en la inserción de los cordones (una velamentosa y otra normal, a ≥2 cm reborde)
• Discrepancia en la medida del perímetro abdominal de ambos fetos PA ≥26 mm (aún con LA e
inserciones concordantes)

Si a las 13 semanas se cataloga de bajo riesgo, se reevalúa a las 16 semanas y allí se cataloga el
riesgo definitivo. Si a las 13 semanas ya se cataloga como de alto riesgo, no es necesario reclasificar
a las 16 semanas.

Con este sistema se detectó el 60% de las 3 principales complicaciones del embarazo monocorial.

Según Lewi y cols, utilizando este sistema el 85% de quienes se catalogan como de bajo riesgo
cursarán un embarazo sin complicaciones (es decir, sólo el 15% presentarán complicaciones), con una
sobrevida general del 95%.

Por el contrario, el 70% de aquellos catalogados como de alto riesgo sufrirán complicaciones y la
sobrevida general baja al 70%.

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En el protocolo propuesto en la (Figura 1) nos permite contextualizar a las pacientes y subdividirlas


en aquellas de mayor y menor riesgo, para luego, en función de ello, determinar su seguimiento. Fue
publicado a modo de sugerencia por Lewi y su equipo, fue aceptado, se difundió rápidamente y se
aplica en los distintos centros de Diagnóstico Prenatal del mundo.

Figura 1: Protocolo de control y seguimiento del embarazo gemelar monocorial

Como informó Lewi en su estudio, hasta un 15% de los monocoriales requerirán de terapia antenatal
invasiva. ¿Cuál es el tratamiento de elección? ¿A qué nos referimos con terapia antenatal invasiva?

La coagulación láser de las anastomosis vasculares por fetoscopía constituye hoy en día el método
de elección para el tratamiento de muchas de las complicaciones propias de los monocoriales.
Además del gran resultado que ha demostrado para tratar el STFF (desplazando definitivamente al
amniodrenaje) entre las 16-28 semanas, suele ser útil también para algunos casos de sRCIU, TRAP,
así como en aquellos casos de monocoriales con malformaciones congénitas severas. Esta técnica no
se aplica aún en nuestro país, pero sí existen distintos centros especializados en la región (Buenos
Aires, San Pablo, Santiago de Chile) que han avanzado en este terreno con resultados por demás
satisfactorios. 5,6,7

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Bibliografía
1
Embarazo gemelar bicorial. Guías de Asistencia Práctica 2015. Sociedad Española de Obstetricia y
Ginecología
2
Diehl W, Hecher K. Mehrlingsschwangerschaft (495-518). Ultraschalldiagnostik in Geburtshilfe und
Gynäkologie. Gembruch, Ulrich, Hecher, Kurt, Steiner, Horst. 2013
3
Liesbeth Lewi, Leonardo Gucciardo, Tim Van Mieghem, Philippe de Koninck, Veronika Beck,
Helga Medek, Dominique Van Schoubroeck, Roland Devlieger, Luc De Catte, Jan Deprest.
Monochorionic Diamniotic Twin Pregnancies: Natural History and Risk Stratification. Fetal Diagn Ther
2010; 27:121–133 DOI: 10.1159/000313300
4
Lewi, Liesbeth, Lewi, Paul, Diemert, Anke, Jani, Jacques , Gucciardo, Leonardo , Van Mieghem, Tim,
Doné, Elisa , Gratacós, Eduardo, Huber, Agnes, Hecher, Kurt, Deprest, Jan. The role of ultrasound
examination in the first trimester and at 16 weeks' gestation to predict fetal complications
in monochorionic diamniotic twin pregnancies. American Journal of Obstetrics and Gynecology 2008
199(5):493.e1-493.e7
4
Marie-Victoire Senat, M.D., Jan Deprest, M.D., Ph.D., Michel Boulvain, M.D., Ph.D., Alain Paupe,
M.D., Norbert Winer, M.D., and Yves Ville, M.D. Endoscopic Laser Surgery versus Seria
Amnioreduction for Severe Twin-to-Twin Transfusion Syndrome. N Engl J Med 2004;351:136-44.
5
D. Roberts, S. Gates, M. Kilby and J. P. Neilson. Interventions for twin–twin transfusion syndrome: a
Cochrane review. Ultrasound Obstet Gynecol 2008;31:701 – 711.
6
Dan V. Valsky, Elisenda Eixarch , Josep M. Martinez-Crespo, Emilia-Ruthy Acosta, Liesbeth Lewi, Jan
Deprest, Eduard Gratacós. Fetoscopic Laser Surgery for Twin-to-Twin Transfusion Syndrome after 26
Weeks of Gestation.

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ESTUDIO ECOGRÁFICO DE LAS 11-14 SEMANAS DEL EMBARAZO GINECOTOCOLOGICA

Dra. Etchegoimberry V, Asist. Dra. Garat F,

Prof. Adj. Dra. Alonzo I, Prof. Agdo. Dr. De Agostini M

INTRODUCCIÓN

El estudio ecográfico de las 11-14 semanas del embarazo, incluye, desde la confirmación del mismo,
la localización, la vitalidad, la determinación de la edad gestacional mediante la medición de la
longitud céfalo - caudal, el establecimiento del número de fetos (en caso de embarazo múltiple, la
amnionicidad y la corionicidad) y la valoración de la anatomía fetal, pudiendo descartar
malformaciones que pueden manifestarse en primer trimestre. Además, es posible realizar el cálculo
de riesgo para ciertas cromosomopatías, así como para preeclampsia y parto prematuro. Este
estudio en la práctica clínica diaria se conoce como Screening ecográfico del primer trimestre.

Con los datos obtenidos mediante el estudio ecográfico y ciertos datos patronímicos de la paciente,
además de un estudio bioquímico, puede dividirse a la población en dos grandes grupos: de alto o de
bajo riesgo, y en base a ésto se puede planificar el control prenatal, logrando así un diagnóstico
precoz y un seguimiento adecuado de las principales patologías que causan una mayor
morbimortalidad materna y fetal.

De esta manera, se logra cumplir con el principal objetivo del estudio, que es brindar información
precisa que nos facilite el control prenatal adecuado, con el fin de lograr los mejores resultados para
la madre y el feto. (1)

Screening de Cromosomopatías

El objetivo de los métodos de screening es identificar mediante métodos no invasivos, un grupo de gestantes
de alto riesgo que incluya el mayor porcentaje posible de casos de cromosomopatías, de forma que, realizando
un número mínimo de procedimientos invasivos, se detecte el mayor número de casos.

En la década del 80 se realizaba el diagnóstico intraútero de T21 basándose en el criterio de que la


edad materna avanzada constituía un factor de riesgo elevado para tener un feto afectado de T21.
En los años 90, el Prof. Kypros Nicolaides incorporó el estudio ecográfico de la Translucencia Nucal,
como método de screening no invasivo. Éste, resultó ser un excelente método de screening para
dicha trisomía, ya que, combinado con la edad materna, se logra una tasa de detección del 75% de
T21 con una tasa de falsos positivos de 5%, a un bajo costo y fácilmente reproducible, lo que la hace
accesible a toda la población.

EL screening de cromosomopatías mediante un método no invasivo ha reducido la necesidad de estudios


invasivos del 20% a menos del 3% de la población embarazada, aumentando la tasa de detección de la T21 de
menos del 50% a más del 75% solamente tomando en cuenta la edad materna asociada a la medición de la
Translucencia Nucal. Por lo tanto, de forma básica, se podría calcular el riesgo de T21 solamente tomando en
cuenta la edad materna y la translucencia nucal con una alta tasa de detección.

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ESTUDIO ECOGRÁFICO DE LAS 11-14 SEMANAS DEL EMBARAZO GINECOTOCOLOGICA

Se vió además que los niveles de BHCG libre y PAPPA-A en sangre materna varían entre fetos
euploides y fetos con T21, por lo que se incorporaron al método no invasivo para el cálculo de riesgo
de T21. De esta manera, mediante su cuantificación, se logra una tasa de detección del 90% para
T21, con una tasa de falsos positivos del 5%.

También se fueron incorporando otros nuevos marcadores ecográficos adicionales, como son la
presencia del Hueso Nasal, el Ductus Venoso y el Flujo Tricúspideo. De esta manera se logra una tasa de
detección del 95% con una tasa de falsos positivos de menos del 3%.

La incorporación de estos marcadores adicionales aumenta la tasa de detección de fetos afectados y


disminuye los falsos positivos.

Actualmente, se ha comenzado a utilizar el estudio del DNA fetal libre en sangre materna; el cual ha
demostrado ser el mejor método de screening, ya que tiene una tasa de detección del 99% para T21 con una
tasa de falsos positivos del 0,1%. Aún no se ha implementado para toda la población por su costo elevado.
Existe consenso en que no sustituye a la ecografía ya que esta aporta la evaluación anatómica, por lo cual
ambos son complementarios.

Por lo ante dicho, hoy en día, el método no invasivo para el cálculo de riesgo para cromosomopatías
basándonos en datos patronímicos, hallazgos ecográficos y el estudio bioquímico en sangre materna, es el
Gold standard en el cálculo de riesgo durante el primer trimestre del embarazo.

¿Por qué debemos realizar el estudio entre las 11 y las 14 semanas?

Las 11 semanas y 14 semanas, equivaldrían a una longitud céfalo - caudal de entre 45 y 84 mm.

Este estudio no se podría realizar antes de las 11 semanas debido a dos razones fundamentales: la
primera es que existen varias anomalías fetales que no pueden diagnosticarse previamente; y la
segunda, que debemos de contar con métodos diagnósticos que confirmen las cromosomopatías
una vez establecido el alto riesgo, y la biopsia de vellosidades coriales (BVC) no puede efectuarse
antes de las 11 semanas ya que aumentaría el riesgo de malformaciones en los miembros fetales,
micrognatia y microglosia.

Se realiza hasta las 14 semanas, porque la tasa de detección de la Translucencia Nucal en fetos
afectados de T21, disminuye luego de dicha edad gestacional, es decir, con un LCC mayor a 84mm.

¿Cómo se calcula el Riesgo de cromosomopatías para cada paciente?

Cada paciente ingresa al consultorio con un riesgo a priori, que se basa en la edad materna, la edad
gestacional y el antecedente de haber tenido otro embarazo afectado con alguna trisomía (T21, T13,
T18) ó síndrome de Turner.

La edad materna es fundamental, como se vió anteriormente, ya que el riesgo de tener un feto con
T21 aumenta exponencialmente luego de los 35 años. El antecedente gineco-obstétrico de haber
tenido otro embarazo afectado con alguna trisomía, también aumenta el riesgo de tener otro
embarazo afectado.

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ESTUDIO ECOGRÁFICO DE LAS 11-14 SEMANAS DEL EMBARAZO GINECOTOCOLOGICA

Por otro lado, los embarazos que están cercanos al término tienen menor riesgo de tener alguna
trisomía debido a que muchos de los embarazos con cromosomopatías se pierden en etapas
tempranas.

Estos tres elementos se multiplican por cocientes de probabilidad obtenidos de datos ecográficos y
del laboratorio, obteniendo el riesgo final de la paciente. La Fundación de Medicina Fetal de
Londres, dirigida por el Prof. K. Nicolaides, ha elaborado un programa internacional que, mediante la
introducción de dichos datos, se obtiene el cálculo de riesgo final para cada paciente en el
consultorio. Este Programa se adquiere mediante certificación y auditoría anual, elemento de suma
importancia, ya que permite un control estricto de calidad de los estudios.

TRANSLUCENCIA NUCAL

La Translucencia Nucal (TN), consiste en la representación ecográfica de la colección de líquido bajo


la piel de la nuca del feto, durante el primer trimestre del embarazo.

El riesgo para T21, T13, T18 y síndrome de Turner aumenta con


dicho espesor, independiente del aspecto, es decir, sin
importar si tiene septos o tabiques.

Durante el segundo trimestre normalmente se resuelve o


evoluciona a higroma quístico o edema nucal.

TÉCNICA DE MEDICIÓN DE LA TRANSLUCENCIA NUCAL

La técnica de medición es fundamental.

Se debe obtener un corte sagital estricto, con el feto en posición neutral y una magnificación tal que
la cabeza y el tórax fetal ocupen la totalidad de la pantalla. Se debe de distinguir entre la piel y el
amnios. La medida debe de ser tomada en la región de mayor espesor del espacio anecoico y los
cálipers deben de estar situados sobre la línea que define el grosor de la TN. Debemos tener en
cuenta que cuando se magnifica la imagen, se tienen que bajar las ganancias del equipo y así lograr
una mejor definición, sin subestimar la medición de la TN.

En el 5% de los casos, el cordón umbilical se encuentra alrededor de la nuca del feto, por lo que se
deben tomar las medidas por encima y por debajo del mismo y así calcular el promedio de las
mismas.

La translucencia nucal aumenta con la longitud céfalo -


caudal (LCC). Se considera patológica cuando la misma se
encuentra por encima del P95 para dicha LCC.

Se debe tener en cuenta que la TN aumentada per se, además de constituir un factor de riesgo para
cromosomopatías, no constituye una malformación, pero sí un factor de riesgo para ciertas
malformaciones fetales, que se deben descartar cuando la misma se encuentra por encima del P95.

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ESTUDIO ECOGRÁFICO DE LAS 11-14 SEMANAS DEL EMBARAZO GINECOTOCOLOGICA

Las malformaciones más frecuentes las constituyen las cardiopatías congénitas, por lo que una TN
aumentada es indicación para realizar un Ecocardiograma fetal, a cargo de un Especialista, en el
momento indicado.

Una vez excluidas las malformaciones, el 90% de los fetos con una TN menor a 4,5mm, van a resultar
en un recién nacido vivo y sano.

¿CÓMO SE REALIZA EL SEGUIMENTO DE UN


FETO CON TN AUMENTADA?

En el siguiente cuadro se esquemátiza el


algoritmo de seguimiento ante un feto con TN
aumentada.

FRECUENCIA CARDÍACA FETAL

El cálculo de la frecuencia cardíaca fetal (FCF) ha resultado especialmente útil en el estudio del
riesgo para T13, ya que el 85% de los fetos afectos tienen una FCF por encima del P95.

Por otro lado, en la T21 y T18, se ha visto que solamente el 15% de los fetos afectados con T21
tienen un leve aumento de la FCF, así como el 15% de los fetos afectados con T18 tienen un leve
descenso de la FCF.

HUESO NASAL

EL Hueso Nasal se osifica antes de la semana 11 de gestación.

En el año 2001, un estudio de la FMF comprobó que el 60-70% de los fetos con T21 no tenían Hueso
Nasal identificable, o el mismo era hipoplásico, por lo que comenzó a utilizarse como marcador
ecográfico secundario, logrando por sí sólo una tasa de detección del 60% de fetos afectados con
T21. En combinación con el resto del screening, puede lograrse un aumento en la tasa de detección
de 90 a 95% y una disminución de la tasa de falsos positivos de 5 al 3%.

Se identifica en el mismo plano sagital estricto donde se mide la Translucencia Nucal.

DUCTUS VENOSO

El Ductus venoso constituye la derivación vascular que comunica la porción intrahepática de la vena
Umbilical a la vena Cava Inferior. La onda “a” representa la contracción auricular durante la diástole
en el ciclo cardíaco; una onda a ausente o reversa, representada por un IP mayor al P95, se
considera patológico y constituye otro marcador ecográfico secundario que aumenta la tasa de
detección de T21 a un 95% y disminuye los falsos positivos a un 3%. Además, si es patológico,
aumenta el riesgo de cardiopatías congénitas, por lo que es una indicación de ecocardiograma fetal

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ESTUDIO ECOGRÁFICO DE LAS 11-14 SEMANAS DEL EMBARAZO GINECOTOCOLOGICA

en el segundo trimestre. Igualmente, el 80% de los fetos con onda “a”


reversa, cariotipo normal y descartando la cardiopatía, continúan como
un embarazo normal.

El mismo se obtiene en corte sagital del feto, siguiendo la entrada de la


vena umbilical al abdomen, en el sector de mayor aliasing que es donde
la sangre adquiere mayor velocidad.

FLUJO TRICUSPÍDEO

El último marcador secundario ecográfico utilizado es el flujo tricúspideo. Se debe de obtener un


corte de cuatro cámaras del corazón y colocar la ventana del Doppler pulsado sobre la válvula
tricúspidea.

Se considera patológico cuando se obtiene una regurgitación tricúspidea que ocupa más del 60% de
la sístole y a una velocidad mayor a 60cm/segundo. Este marcador, además de aumentar la tasa de
detección de T21 constituye, al igual que la Translucencia Nucal y el Ductus venoso, un factor de
riesgo para cardiopatías congénitas, por lo que es también otro indicador para realizar un
Ecocardiograma fetal durante el segundo trimestre del embarazo.

ANATOMÍA FETAL

Otro pilar fundamental en la ecografía de las 11 a 14 semanas es la valoración de la anatomía fetal, si


bien sabemos que el Gold standard para su valoración sigue siendo la ecografía estructural entre las
20 y las 24 semanas. En el año 1990 se introdujo la valoración de la anatomía fetal a esta edad
gestacional ya que permite una detección precoz de anomalías fetales mayores, un diagnóstico
genético precoz y en algunos países, la opción de interrupción del embarazo a una edad gestacional
permitida y precoz. Para su correcta valoración se recomienda utilizar las vías abdominal y
transvaginal.

¿QUÉ SE DEBE DE VALORAR A ESTA EDAD GESTACIONAL?

Comenzando con el Sistema Nervioso Central, lo primero a valorar es la


calota en un corte axial estricto. Esto nos permite evaluar su osificación,
sabiendo que la misma debe de estar osificada cumplidas las 12 semanas, y
así descartar un defecto del cierre del tubo neural incompatible con la vida
como es el feto arácneo. Valorar además su integridad y su forma, y así
poder descartar disrupciones (encefaloceles), más frecuentes a nivel
occipital y la presencia de un cráneo en trébol, que nos estaría indicando
una displasia ósea como la Displasia Tanatofórica, también incompatible con la vida.

El segundo corte mandatorio a nivel de la calota sería un corte axial de la misma, donde se ve el eco
medio sin interrumpir que representa la fisura inter-hemisférica, y los plexos coroideos que llenan
los ventrículos laterales; este corte recibe el nombre de “corte en alas de mariposa”, y nos permite
descartar la presencia de una holosprosencefalia alobar, ya que en la misma apreciaríamos un
ventrículo único, sin eco medio, con las estructuras de la línea media fusionadas. Esta malformación
es también incompatible con la vida. Se puede valorar también la fosa posterior, viendo el cerebelo

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ESTUDIO ECOGRÁFICO DE LAS 11-14 SEMANAS DEL EMBARAZO GINECOTOCOLOGICA

sin vermis, en el intento de descartar la presencia de imágenes quísticas patológicas en esta


topografía.

De la cara fetal es posible evaluar, los huesos nasales y la mandíbula


mediante la valoración del perfil fetal y del triángulo retro nasal. Si se
complementa el estudio por vía transvaginal en algunas pacientes se
pueden evaluar los ojos con los cristalinos, la distancia interorbitaria, la
integridad de la boca y los labios. Sin embargo, ante la imposibilidad de
valorar correctamente estas estructuras, no debemos suscitar nuevos
estudios previos a la ecografía estructural de la semana 20 a 24.

La columna fetal se debe de valorar en los planos axial y longitudinal, de


preferencia por vía abdominal y transvaginal, y así intentar valorar los
cuerpos vertebrales y la integridad de la piel, sabiendo que cualquier
imposibilidad de valorarla correctamente no debe de suscitar la
realización de otro estudio previo a la estructural.

En el intento de descartar los defectos de cierre del tubo neural de forma precoz, se describió la
Translucencia intracraneana. Esta representa la presencia del cuarto ventrículo como una línea
hipoecogénica en paralelo al tronco encefálico y a la cisterna magna. Se valora, en el mismo corte
sagital estricto en el que se mide la Translucencia nucal.

La obliteración del cuarto ventrículo nos orientaría a la presencia de un defecto del cierre del tubo
neural por un mecanismo de tracción. Este hallazgo, así como un DBP por debajo del P5, obliga a
evaluar detalladamente la columna vertebral y buscar el defecto en forma directa.

Si bien este estudio puede resultar de utilidad en pacientes en que por sus antecedentes se busca un
defecto del tubo neural, esta valoración no se realiza de rutina como screening en la totalidad de la
población.

TÓRAX

Es posible valorar el contenido del tórax, los pulmones hiperecogénicos y homogéneos, sin derrame
pleural ni imágenes quísticas patológicas, así como el corazón.

También, debemos prestar especial atención a la continuidad diafragmática, valorando que la


cámara gástrica se encuentre en su posición intraabdominal normal, y así descartar las hernias
diafragmáticas con peor pronóstico, que son las que aparecen de forma precoz y que en muchas
oportunidades son detectables en el primer trimestre.

CORAZÓN

Del corazón, lo primero a evaluar es el situs, es decir su posición normal en el lado izquierdo del
tórax. De la anatomía vamos a intentar visualizar la presencia de cuatro cámaras y en lo posible el
corte de tres vasos con la ayuda del Doppler color, sabiendo también que la imposibilidad de
lograrlo no debe de suscitar nuevos estudios previos a la ecografía estructural convencional. Este
órgano constituye uno de los que se valora con mayor dificultad, logrando su correcta visualización
en un 70% de los casos aproximadamente.

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Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

ESTUDIO ECOGRÁFICO DE LAS 11-14 SEMANAS DEL EMBARAZO GINECOTOCOLOGICA

ABDOMEN

Debemos de evaluar la integridad de la pared abdominal anterior a nivel de


la inserción del cordón umbilical en todos los casos, sabiendo que puede
existir una hernia umbilical fisiológica hasta las 12 semanas
aproximadamente, y así descartar la presencia de defectos como son la
gastrosquisis y el onfalocele. También se va a constatar la cámara gástrica en
su posición normal, siendo visible prácticamente en todos los casos a las 12
semanas y así revalorar el Situs fetal.

Por otro lado, los riñones van a ser visibles en el 95% de los casos a las 13
semanas por vía transvaginal, siendo junto con el corazón, los que con mayor
dificultad se pueden valorar correctamente a esta edad gestacional. Se puede hacer uso del Doppler
color, y así constatar la presencia de ambas arterias renales, elemento que
nos ayuda a constatar la presencia de ambos riñones en su posición normal.

Por último, se debe de evaluar la presencia de la vejiga en la pelvis, visible en


prácticamente todos los casos a partir de las 13 semanas. Se puede utilizar el
Doppler y así certificar que estamos viendo la vejiga como una estructura
quística en la pelvis menor, rodeada de ambas arterias umbilicales, y así también constatar la
presencia de un cordón umbilical con sus tres vasos normales (dos arterias
umbilicales y una vena umbilical).

La vejiga aumentada de tamaño, llamada mega-vejiga, es cuando mide más


de 7mm en un corte longitudinal; se ha visto que cuando esta medida es
entre 7 y 14mm, tiene alta asociación con cromosomopatías, pero cuando la
misma mide más de 14mm, se asocia a uropatía obstructiva baja y severa
con un muy mal pronóstico.

MIEMBROS

De los miembros superiores e inferiores debemos de evaluar el número de


miembros, que cuenten con sus tres segmentos, su orientación y
movimiento durante el estudio.

GENITALES EXTERNOS

Para la evaluación de los genitales externos, vamos a observar la orientación del tubérculo genital a
esta edad gestacional, sabiendo que si el mismo se encuentra en ángulo abierto con respecto a la
pared abdominal anterior, aumenta un 75% la posibilidad de que el sexo sea femenino; en caso
contrario, cuando el ángulo es cerrado, aumenta en el mismo porcentaje la posibilidad de sexo
masculino, pero se requiere de experiencia evaluar el mismo, no siendo mandatorio realizarlo a esta
edad gestacional.

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¿ Q

Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

ESTUDIO ECOGRÁFICO DE LAS 11-14 SEMANAS DEL EMBARAZO GINECOTOCOLOGICA

RIESGO DE PREECLAMPSIA Y PARTO PRETÉRMINO

Los últimos dos pilares fundamentales de este estudio son la valoración


del riesgo de pre - eclampsia y parto prematuro.

Para evaluar el riesgo de pre - eclampsia, se considera la combinación


de antecedentes personales (pre - eclampsia en embarazos anteriores
o HTA crónica); la toma de la presión arterial en el consultorio y el
Doppler de las arterias uterinas.

Estos datos, ingresados en el software diseñado por la Fetal Medicine Foundation, nos permite
calcular el riesgo para cada paciente de tener preeclampsia severa con una tasa de detección del
80% y una tasa de falsos positivos del 10%. Con respecto al Doppler de las arterias uterinas (tema
que se va a desarrollar ampliamente en el capítulo de Doppler Obstétrico), existe acuerdo que el IP
medio de ambas arterias uterinas (SEGÚN TABLAS) superior al P95 se asocia a alto riesgo de
desarrollar pre - eclampsia severa durante el embarazo.

Con respecto al riesgo de parto pretérmino, se va a establecer mediante la medida del cuello uterino
por vía Transvaginal para lo cual también invitamos al lector a que se dirija al capítulo de parto
prematuro.

BIBLIOGRAFIA

1) NICOLAIDES K; The 11-13 +6 weeks scan; fetalmedicine.com/synced/fmf/FMF-English.pdf


2) Salomon L et al; ISUOG practice guidelines: Performance of first trimester fetal ultrasound scan; UOG
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3) Cafici D, Mejides A, Sepulveda W; Ultrasonido en obstetricia y diagnóstico prenatal; 2003; Ed Journal
(1).
4) NICOLAIDES K et al; Multicenter study of first trimester screening for trisomy 21 in 75 821
pregnancies: results and estimation of the potential impact of individual risk-orientated two-stage
first-trimester screening; UOG 2005; 25: 221-226
5) PAPAGEORGHIOU A. T. et al; International standards for early fetal size and pregnancy dating based
on ultrasound measurement of crown–rump length in the first trimester of pregnancy
6) Syngelaki A. et al; Challenges in the diagnosis of fetal non-chromosomal abnormalities at 11–13
weeks; Prenat Diagn 2011; 31: 90-102
7) Sonek J. D et al; Nasal bone lenght thoughout gestation; normal ranges based on 3537 fetal
ultrasound measurements; UOG 2003; 21: 152-155
8) Tong S et al; Determining zygosity in early pregancy by ultrasound; UOG 2004; 2003: 36-37.
9) Maiz N et at; A mixture model of Ductus Venosus Pulsatility Index in Screening for Aneuploidies at 11-
13 weeks gestation; Fetal Diagn Ther 2012;31:221–229
10) KAGAN K.O et al; Tricuspid regurgitation in screening for trisomies 21, 18 and 13 and Turner
syndrome at 11 + 0 to 13 + 6 weeks of gestation; UOG 2009; 33: 18-22.

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Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

ECOGRAFIA MORFOESTRUCTURAL 20-24 SEMANAS GINECOTOCOLOGICA

Dra. Etchegoimberry V.

Asist. Dra. Garat F, Prof. Adj. Dra. Alonzo I, Prof. Agda. Dra. Cordano C; Prof. Agdo. Dr. De Agostini M.

INTRODUCCIÓN

La ecografía morfoestructural constituye un estudio sistemático de la anatomía del feto. Para


realizarla correctamente se requiere de vasto entrenamiento y se debería de exigir certificación
nacional e internacional para asegurar una buena calidad del estudio. Se realiza de rutina debido a
que la mayoría de las anomalías fetales se detectan en mujeres de bajo riesgo.

Los objetivos justamente son corroborar la edad gestacional, ya establecida por la Fecha de Ultima
Menstruación (FUM) y las ecografías previas de la paciente, así como el diagnóstico de
malformaciones congénitas; para ello nos vamos a basar en las Guías Internacionales que propone la
International Society of Ultrasound in Obstetric and Gynecology (ISUOG) y así lograr un estudio de
calidad óptima que esté al nivel de estandartes internacionales.

¿A QUÉ EDAD GESTACIONAL DEBEMOS REALIZARLA?

Para lograr los objetivos mencionados, la ecografía morfoestructural no se puede realizar previo a
las 19 semanas ya que tanto el cuerpo calloso como el vermis cerebeloso terminan de desarrollarse
a esta edad gestacional, por lo que no se pueden valorar correctamente a una edad gestacional más
temprana. El límite superior se estableció por arbitrariedad, basándose en leyes internacionales que
habilitan el aborto legal hasta las 24 semanas, así como para lograr una mejor evaluación de ciertas
estructuras anatómicas.

¿QUÉ VAMOS A ESTUDIAR?

Lo primero que vamos a realizar es confirmar la edad gestacional mediante la medida del DBP,
sabiendo que es la medida más confiable, con un error de una semana con respecto a la FUM. Si se
trata de un embarazo múltiple, vamos a confirmar la corionicidad y la amnionicidad, sabiendo que el
estudio de elección para determinarlo es el del primer trimestre. Lo siguiente a valorar es la
biometría fetal, así como la placenta y el líquido amniótico, como indicadores de bienestar fetal.
Luego se realiza un estudio exhaustivo y sistemático de la morfología del feto, valorando el cráneo,
el SNC, la cara y el cuello fetal, el tórax con su continente y contenido, el corazón fetal (valorando
tanto las 4 cámaras como los grandes vasos), el abdomen y la integridad de la pared abdominal, el
sistema genito - urinario y las extremidades.

Los nuevos pilares que se han integrado a este estudio son la valoración del riesgo de parto
pretérmino, tomando la medida del cuello uterino de elección por vía transvaginal y siempre
contado con el consentimiento de la paciente hacia el ginecólogo y hacia el ecografista, y el riesgo de
desarrollar preeclampsia mediante el estudio Doppler de las arterias uterinas, para los cuales
remitimos al lector a los capítulos correspondientes.

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Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

ECOGRAFIA MORFOESTRUCTURAL 20-24 SEMANAS GINECOTOCOLOGICA

BIOMETRIA FETAL

Para determinar la biometría fetal, se debe de obtener a nivel del cráneo, el Diámetro Biparietal,
tomando como punto de referencia el corte axial transtalámico de la calota, donde se tiene que
apreciar el eco medio, el cavum del septum pelucidum y ambos tálamos, midiendo de tabla externa
a tabla externa, y en este mismo corte, obtener el perímetro cefálico; el perímetro abdominal,
midiéndolo en un corte axial donde tienen que estar presentes la cámara gástrica, la vena umbilical
a nivel de su unión con el seno portal, y la glándula suprarrenal derecha; y por último la longitud del
fémur, midiendo la diáfisis, sin incluir la epífisis. Estos tres parámetros los comparamos con tablas
de normalidad de referencia para determinar la edad gestacional. Dentro de la valoración del
bienestar fetal, se debe de integrar el estudio de la placenta, su madurez y su relación con respecto
al OCI (Orificio cervical interno), y del líquido amniótico, determinando el Índice de Líquido
Amniótico (ILA) siempre que esté aumentado o disminuido, como parámetro objetivo para lograr un
correcto seguimiento de la paciente.

SISTEMA NERVIOSO CENTRAL (SNC)

Para la correcta valoración anatómica del SNC, la ISUOG propone tres cortes axiales básicos del
cráneo; uno sería el corte transtalámico ya mencionado, y es el utilizado para obtener la biometría
fetal. En este corte se puede apreciar también la cisura de Silvio, la cual debe de ser visible a partir
de la semana 20, y así ir evaluando también el correcto desarrollo cortical. El segundo sería un corte
más cefálico, paralelo al anterior, que se denomina transventricular, donde debemos de apreciar el
eco medio, correspondiente a la cisura interhemisférica, interrumpida anteriormente por el Cavum
de Septum Pellucidum (CSP), las astas anteriores de los ventrículos laterales y las astas occipitales de
los ventrículos laterales. La cisura parietooccipital, que marca la altura correcta donde se debe de
obtener la medida del atrio ventricular, nos va a brindar también información adicional acerca de la
sulcación del SNC, debe de ser también visible a la semana 20 (2). La medida del atrio ventricular se
va a obtener justamente colocando el cáliper sobre el borde del mismo, sabiendo que es normal
hasta 10 mm. EL tercer corte es un corte oblicuo que se denomina transcerebeloso; a través del
mismo vamos a obtener una correcta valoración de la
fosa posterior; para lograr esto se debe de ver en un
mismo corte el eco medio interrumpido por el CSP y la
fosa posterior, donde vamos a obtener las medidas del
diámetro transverso del cerebelo, la cisterna magna,
sabiendo que es normal hasta 10mm y del pliegue
nucal, que es normal cuando mide menos o igual a
6mm.

Si bien no es parte de las guías de exploración básica


del SNC, la ISUOG recomienda obtener un corte sagital
estricto para poder valorar correctamente la
indemnidad del cuerpo calloso y del vermis cerebeloso.
(Figura 1)

EL estudio del SNC se debe completar con la valoración


de la columna vertebral en los cortes sagital, axial y

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ECOGRAFIA MORFOESTRUCTURAL 20-24 SEMANAS GINECOTOCOLOGICA

coronal y así poder estudiar la anatomía normal de los


cuerpos vertebrales, la indemnidad del muro posterior,
las apófisis espinosas, así como la indemnidad de la piel y
poder descartar defectos del cierre del tubo neural.
(Figura 2)

En el caso de encontrar alguna anomalía en el estudio de


rutina del SNC que no seamos capaces de establecer un
diagnóstico certero, debemos de derivar a la paciente a
un centro de tercer nivel para la realización de una
neurosonografía. Esté estudio especializado consiste en el
análisis sistemático y detallado del SNC, por vía transvaginal siempre que el feto esté en cefálica.
Otra indicación del estudio, son aquellas pacientes con alto riesgo de tener un feto con una
malformación del SNC.

A continuación, se van a
detallar las malformaciones
más frecuentes que debemos
de ser capaces de diagnosticar
en un estudio
morfoestructural.

Debemos valorar la forma,


ecogenicidad e integridad de
la misma; una alteración en
cualquiera de estos tres
elementos nos puede dar
diferentes malformaciones
que se esquematizan en el
cuadro 1.

Como se muestra en el esquema, en ausencia de la calota, estamos frente a una secuencia acráneo -
exencefalia- anencefalia, que consiste en una falla del cierre del tubo neural; esta patología se DEBE
de diagnosticar en el primer trimestre, ya que la calota termina de osificarse a las 11 semanas, y es
una patología incompatible con la vida. (Remitimos al lector al capítulo de Translucencia Nucal). Si,
por el contrario, la calota está presente pero carece de la ecogenicidad normal, podemos hacer
diagnóstico de osteogenisis imperfecta; si la misma tiene una solución de continuidad, estamos
frente a un encefalocele, que lo vamos a denominar según el lóbulo afecto. En la evaluación de la
forma, si encontramos una calota con forma de limón, debemos de ir a evaluar con detalle la
columna vertebral para descartar la presencia de un defecto del cierre del tubo neural; si, por el
contrario, la forma simula un trébol, podemos hacer diagnóstico de Displasia Tanatofórica. Entonces
la evaluación de la calota permite descartar la presencia de muchas malformaciones del SNC con
gran implicancia en el pronóstico prenatal.

En cuanto a la fosa posterior, la cual se va a evaluar mediante el corte transcerebeloso, lo primero a


evaluar es el tamaño de la Cisterna Magna y en base a esto es que podemos hacer diferentes
diagnósticos diferenciales que detallamos en el cuadro 2.

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ECOGRAFIA MORFOESTRUCTURAL 20-24 SEMANAS GINECOTOCOLOGICA

La malformación de Dandy Walker se va


a diagnosticar por la presencia de una
cisterna Magna aumentada de tamaño
por encima de 10mm, inserción del
tentorio elevada y agenesia del vermis
cerebeloso; asocian ventriculomegalia
supratentorial en la casi totalidad de los
casos. Esta es una patología con una
incidencia de 1 en 25000 RN, donde
generalmente conlleva un pronóstico
reservado, de ahí la importancia de su
diagnóstico. Por otro lado, si vemos una
cisterna magna casi obliterada, que asocia una concavidad del cerebelo, lo que se conoce como
¨signo de la banana”, una calota con forma de limón debido a la depresión de los huesos frontales, y
una ventriculomegalia también supratentorial, debemos de sospechar el diagnóstico de Defecto del
cierre del tubo neural e ir a estudiar detenidamente la columna vertebral en busca del
mielomeningocele. Es muy importante su diagnóstico oportuno para poder derivar al paciente a un
centro de tercer nivel, donde le puedan brindar el tratamiento postnatal adecuado. Los dos
elementos que determinan su pronóstico son la altura del mielomeningocele a nivel de la columna,
que sella el pronóstico motor, y la severidad y progresión de la ventriculomegalia. En el exterior, se
está ofreciendo un tratamiento intraútero a los pacientes con mielomeningocele previo a las 25
semanas, que ha mostrado una clara mejoría en el pronóstico motor frente a los pacientes operados
postnatal.

Por último, otra de las estructuras supratentoriales que pueden estar ausentes en el momento de la
ecografía estructural es el cavum del septum pellucidum. Frente a esto, lo primero a valorar es el
sistema ventricular; si estamos frente a un ventrículo único, podemos hacer diagnóstico de
holosprosencefalia alobar, patología incompatible con la vida por lo que su diagnóstico se debe de
lograr en el primer trimestre. Por el contrario, si tenemos las astas frontales de los ventrículos
laterales fusionadas, se puede hacer diagnóstico de holosprosencefalia lobar, mientras que si las
astas occipitales tienen morfología tipo colpocefálica, se puede sospechar el diagnóstico de agenesia
del cuerpo calloso. En estos dos últimos casos sería adecuado derivar a la paciente para la
realización de una neurosonografía y así completar la valoración del resto del SNC, descartando
malformaciones asociadas.

CARA FETAL

En la valoración de esta región existen dos cortes básicos que forman parte
de las pautas de ISUOG, que son los planos axiales y coronal modificado; en
el primero vamos a evaluar las órbitas, los cristalinos, la distancia binocular
e interorbitaria, y así descartar la presencia de hipo o hipertelorismo; en el
segundo se evalúa la integridad del labio superior, y así descartamos labio
leporino. Se recomienda evaluar también el maxilar superior en un plano
axial para descartar defectos del paladar duro, si bien esto no forma parte
de las pautas ISUOG. Otro de los planos que no está integrado es el perfil,
pero seguramente lo esté en las próximas pautas, ya que en este corte

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podemos evaluar el hueso frontal, la presencia del hueso nasal, la distancia prenasal, el maxilar
superior y el maxilar inferior, todos elementos importantes en la evaluación integral del feto.

TORAX

De tórax fetal vamos a evaluar el continente y el contenido; el correcto corte para hacerlo es un
corte axial, donde debemos de ver las costillas sin superposición. Del continente, es decir, la caja
torácica, evaluamos la forma del tórax y la ecogenicidad de las costillas; y del contenido del tórax,
evaluamos el corazón, que debe de estar en un corte cuatro cámaras y ocupar un tercio del tórax; y
los pulmones, deben de ser hiperecogénicos y homogéneos, sin imágenes quísticas o colecciones
líquidas en la cavidad pleural, lo que configuraría un derrame pleural.

El corazón es una de las estructuras más importantes a valorar a esta edad gestacional. Mediante
este examen debemos de ser capaces de descartar las cardiopatías mayores, es decir, aquellas que
comprometen la vida del recién nacido si no nacen en un centro adecuado y reciben el tratamiento
correspondiente. Para esto debemos de lograr una buena evaluación de las cuatro cavidades y de los
tractos de salida mediante el examen secuencial y segmentario que propone YAGEL. Este consiste en
cinco cortes paralelos entre sí, que detallamos en el cuadro 3.

Si bien con este examen secuencial y segmentario estamos logrando una adecuada valoración del
corazón, debemos saber también que no incluye un ecocardiograma fetal, ya que el mismo es
mucho más profundo y se lleva a cabo por especialistas. Las indicaciones de la realización de un
ecocardiograma son justamente la sospecha de una cardiopatía congénita, cuando no podemos
obtener un corte de cuatro cámaras y/ o 3 vasos - 3 vasos tráquea, o en el caso que exista riesgo de
que el feto padezca una cardiopatía congénita, como es el caso de los embarazos gemelares.

ABDOMEN Y GENITO-URINARIO

Pasando luego a la valoración del abdomen fetal, debemos de obtener un corte axial del mismo a la
altura que obtenemos la biometría, que se muestra en la figura, y un corte paralelo y más caudal
para valorar la entrada del cordón umbilical en el abdomen. Como se dijo anteriormente, en estos

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cortes vamos a valorar el situs fetal, así como defectos de la pared abdominal anterior, los cuales se
deben diagnosticar en el primer trimestre, como se mencionó en el capítulo de TN.

Corte axial de abdomen que muestra los reperes que debemos de ver para
estar a una altura correcta: la cámara gástrica situada a la izquierda del feto,
la vena umbilical en su unión con el seno portal y a la glándula suprarrenal
derecha. También vemos los grandes vasos bien posicionados por delante de
la columna: la Aorta posterior y a la izquierda y la VCI por delante y a la
derecha.

En el caso de que no veamos la cámara gástrica, hay que tener en cuenta que
lo primero a sospechar es que sea un vaciamiento fisiológico, por lo que se
debe valorar por lo menos 30 minutos después para ver si logramos su
correcta repleción. En caso contrario, existen múltiples diagnósticos
diferenciales, los cuales exceden los objetivos de estas guías.

Con respecto al tracto genitourinario, debemos de hacer una valoración de la


topografía, la ecogenicidad y el tamaño de los riñones y las vías excretoras,
que no se encuentren dilatadas. En caso de sospecha, se debe de medir la
pelvis renal en un corte axial, valorar si es uni o bilateral y si se acompaña de
dilatación ureteral. La vejiga siempre debe estar presente; en caso negativo,
se recomienda derivar a la paciente a un centro de tercer nivel. Es importante
recalcar que la caracterización de los genitales externos no forma parte mandatoria de la valoración
del tercer trimestre, si bien son fáciles de examinar y siempre nos pueden brindar información
adicional en caso de patología.

MIEMBROS

Por último, vamos a valorar las cuatro extremidades, teniendo en cuenta


el número de miembros, el número de segmentos de cada miembro, la
posición de los mismos y la relación entre los segmentos, la forma de los
huesos largos, su mineralización, así como su movimiento. Debido al
tamaño del feto y la cantidad de líquido amniótico, este es el momento
ideal de valorar las anomalías esqueléticas, por lo que debemos de realizar
un examen detallado y sistemático de los mismos.

MARCADORES DE CROMOSOMOPATÍAS

Aparte de la valoración anatómica, existen marcadores de


cromosomopatías que se detectan en el segundo
trimestre, los cuales aumentan el riesgo de
cromosomopatías, principalmente T21, T13 y T18, los
cuales nos pueden incitar a hacer una búsqueda más
exhaustiva de otras anomalías y llevar a un estudio
cromosómico del feto, cuando esté indicado. Se detallan
los marcadores en la tabla siguiente. Para una lectura más

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ECOGRAFIA MORFOESTRUCTURAL 20-24 SEMANAS GINECOTOCOLOGICA

extensa de este ítem incitamos al lector a dirigirse al capítulo de Asesoramiento Genético.

CONCLUSIÓN

La ecografía morfoestructural es hoy día un estudio integral y sistemático de la anatomía y salud


fetal. En los últimos años, se integró el cálculo del riesgo de hipertensión durante el embarazo y de
parto pretérmino. Es por tanto un estudio que requiere experiencia y entrenamiento para poder
lograr un examen detallado y eficaz de CALIDAD necesaria para cumplir con el objetivo del estudio,
que es “proveer de información diagnóstica precisa para tener un control prenatal adecuado
logrando los mejores resultados para la madre y el feto”.

BIBLIOGRAFIA

1) L. J. SALOMON et al; Practice guidelines for performance of the routine mid-trimester fetal
ultrasound scan UOG Volume 37, Issue 1; January 2011, Pages: 116 – 126

2) Carvalho J. S. et al; ISUOG Practice Guidelines (updated): sonographic screening examination


of the fetal heart UOG Volume 41, Issue 3; 2013, 348–359

3) Malinger M et al: Sonographic examination of the fetal central nervous system: guidelines
for performing the ‘basic examination’ and the ‘fetal neurosonogram; UOG Volume 29, Issue 1,
January 2007; 109-116

4) Cafici D, Mejides A, Sepúlveda W; Ultrasonido en obstetricia y diagnóstico prenatal; 2003; Ed


Journal (1).

5) Pilu G, Nicolaies K, Ximenes R and Jeanty Ph. Diagnosis of fetal abnormalities. The 18-23
weeks scan.; 2003; fetalmedicine.org/var/uploads

6) M Agathokleous et al. Meta-analysis of second-trimester markers for trisomy 21 ;UOG 2013;


41: 247- 261͒

7) Malinger G et al; Differential diagnosis in fetuses with absent septum pellucidum; UOG 2005;
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8) Pilu G. et aL; Sonography of fetal agenesis of the corpus callosum; Survey of 36 cases; UOG
1993; 318-329

9) Malinger G et al; Non- visualization of cavum septum pellucidum is not synonimous with
agenesis of the cospus callosum; UOG 2012; 40: 165–170

10) Ghi T et al; Prenatal diagnosis of open and closed spina bífida; Ultrasound Obstet Gynecol
2006; 28: 899–903

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Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

GINECOTOCOLOGICA

Dra. Lucía Lorente; Asist. Dra. Garat F.,

Prof. Adj. Dra. Alonzo I., Prof. Agdo. Dr. De Agostini M. Prof.Agda. Cordano C.

Introducción
La prematurez es considerada una de las principales complicaciones en nuestro medio, por su alta
morbimortalidad perinatal.

El objetivo que nos planteamos con esta Guía es la utilización de técnicas ecográficas para la predicción de esta
complicación y la correcta toma de decisiones.

La amenaza de parto de pretérmino se define clásicamente como la presencia de contracciones uterinas


asociada a modificaciones cervicales progresivas desde las 22 hasta las 36 semanas y 6 días de gestación. Éstos
parámetros, presentan una baja sensibilidad y especificidad para predecir el parto pretérmino, ya que
solamente el 30% finalizarán en éste.

Existen métodos objetivos que evalúan éste riesgo, con una mejor capacidad predictiva y con una alta
especificidad, permitiendo descartar los falsos positivos. Entre estos métodos podemos destacar la ecografía
transvaginal y los métodos bioquímicos. (1)

La medición de la longitud del cuello uterino como predictor de parto prematuro, se basa en que existe una
relación entre el largo del cuello uterino y el inicio del trabajo de parto. Se han creado tablas percentilares para
evaluar el mismo. Existen múltiples de ellas en la bibliografía internacional, destacándose la importancia de
poseer tablas propias ya que varían según la población y origen étnico. Consideramos útil para el seguimiento
de nuestra población, utilizar tablas europeas mientras no contemos con tablas nacionales.

Es importante destacar, que la medición del cuello uterino mediante ecografía transvaginal, es una técnica de
screening, y como tal, selecciona población de riesgo, pero no realiza diagnóstico, siendo muy útil para evitar
tratamientos innecesarios (internaciones, corticoides y tocolíticos), así como para el control evolutivo. (3)

Por lo tanto, de forma objetiva, la presencia de un cuello uterino corto (menor de 15 mm), es un fuerte
predictor de parto prematuro, con un valor predictivo positivo del 50%. A su vez, un cérvix largo (mayor de 30
mm), tiene un valor predictivo negativo de 95% para el desarrollo de un parto de pretérmino (2).

Siguiendo las recomendaciones internacionales y del MSP a nivel nacional, se plantea la medición de la
longitud cervical como la exploración complementaria de primera elección para screening de parto pretérmino
dado su bajo costo, su fácil acceso y su correcta reproducibilidad. (3,5)

¿Cómo se realiza la correcta medición del cuello? ¿Y qué vía utilizar?


Distintos estudios demuestran que la vía Transvaginal es de elección para la mensuración del cuello uterino.

La confiabilidad del estudio está dada por la realización correcta de la técnica, ya que como técnica de tamizaje
debe ser reproducible con la menor diferencia intra e inter observador. Recomendamos la técnica descrita por
la Fetal Medicine Foundation (cuadro 1). Si cumplimos los requisitos, esta técnica es altamente reproducible y
en el 95% de Los casos la diferencia entre dos mediciones realizadas por el mismo ecografista o por dos
diferentes es de aproximadamente 4 mm o menos. (3,4,8)

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GINECOTOCOLOGICA

Cuadro 1. Técnica de mensuración de cuello uterino. (FMF)

¿Qué otra vía se puede utilizar?


La vía de elección para medir la longitud cervical es Transvaginal. No obstante, a pesar de sus ventajas pueden
presentarse algunas dificultades en la visualización de estructuras cuando existe un segmento inferior poco
desarrollado y/o miomas uterinos, que según la ubicación de éstos últimos se dificulta la valoración del orificio
cervical interno.

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GINECOTOCOLOGICA

La ecografía transabdominal presenta las siguientes desventajas (8):

1. Mala reproducibilidad (requiere que la vejiga esté llena).

2. Difícil evaluación cuando la presentación está encajada.

3. Dificultad para proceder en placentas anteriores, bajas y previas, así como para evaluar en el caso de
pacientes obesas.

4. Insatisfactorio en muchos casos el examen del orificio cervical interno y canal endocervical, aun cuando las
condiciones sean favorables.

La ecografía transperineal, puede ser utilizada ya que se puede valorar el cuello en el 80 % de los casos al
colocar el transductor convexo sagital entre los labios mayores, con resultados muy similares a los obtenidos
por ecografía transvaginal. Sin embargo, en aproximadamente el 20% de los casos el cuello del útero no puede
ser visualizado o el orificio cervical externo o interno es de difícil valoración por la falta de movilidad y
angulación con el transductor. (4,8)

¿A quiénes realizar la medición del cuello uterino?


Dado el alto número de partos de pretérmino, es fundamental adoptar una estrategia universal de screening
de ésta complicación, que incluya la medición de la longitud cervical entre 20 y 24 semanas en toda la
población, con o sin factores de riesgo. (5)

Condiciones clínicas que aumentan el riesgo de parto de pretérmino

• ANTECEDENTES DE PARTO PREMATURO

• MALFORMACIONES UTERINAS, MIOMATOSIS, CIRUGÍAS CERVICALES

• PACIENTES CON CUD

• POLIHIDRAMNIOS

• EMBARAZO MÚLTIPLE

La principal justificación de este estudio está determinada porque la única intervención probada a nivel
internacional para disminuir el riesgo sería el uso de corticoides y progesterona, ya sea por los antecedentes
obstétricos o ante la presencia de un cuello corto en una paciente asintomática o con contracciones uterinas
dolorosas.

En embarazadas asintomáticas, sin antecedentes, la estimación del riesgo de parto prematuro aumenta
exponencialmente en la medida que el cuello es de menor longitud en la evaluación realizada entre las 20-24
semanas de gestación (ecografía estructural) en embarazos únicos, con una sensibilidad de cercana al 50%.
(5,12).

Recientemente, una revisión sobre el rol de la evaluación ecográfica cervical, en la predicción de parto
prematuro, en embarazadas asintomáticas o con antecedentes de partos de pretérmino, realizada entre 20-24
semanas, concluyó que una longitud cervical menor de 25 mm, aumenta 3 veces el riesgo de presentar un
parto prematuro antes de las 34 semanas.

Por lo tanto, esta técnica diagnóstica, puede llevar la tasa de detección de partos prematuros menores de 34
semanas en un 60%, manteniendo una tasa de falsos positivos del 5%, (5). De ésta manera, es posible realizar
las intervenciones terapéuticas necesarias para obtener un mejor resultado neonatal. (11,13).

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GINECOTOCOLOGICA

¿Cuál es el punto de corte a partir del cual existe un elevado riesgo de parto de
pretérmino?
Sabiendo que la longitud cervical media es de 35 mm, se plantean los siguientes puntos de corte
(1,3,7,11,12,13):

< 25 mm en embarazos < de 32 semanas y < 15mm en aquellos embarazos > de 32 semanas

Cuando revisamos la sensibilidad de las diferentes longitudes cervicales que consideramos valores potenciales
de corte para uso clínico, se vio que un valor de corte ≤ 15 mm brinda un mayor valor predictivo positivo.

El uso de un punto de corte con un alto valor predictivo positivo cobra mayor importancia cuando se
selecciona pacientes para una potencial intervención quirúrgica, más aún, considerando que actualmente el
cerclaje cervical ha demostrado ser un procedimiento que reduce la ocurrencia de parto pretérmino y la
morbilidad neonatal asociada a éste (6).

En los embarazos gemelares, se plantea una medida de corte longitudinal de cuello uterino de 20 mm, para
pesquisar la posible anticipación del parto, sin olvidar que en el tercer trimestre se produce un marcado
acortamiento del mismo, hasta 10 mm. (8).

¿Con qué frecuencia se debe realizar el seguimiento?


Planteamos el seguimiento en la siguiente tabla (8):

Indicación Semanas de gestación Frecuencia de seguimiento


Pacientes de alto riesgo 16-34 semanas Cada 2 semanas
AO parto de pretérmino 20 semanas mensual
AG cirugía cervical 12 semanas Paciente de alto riesgo
AO perdida precoz del embarazo ICI 12 semanas Paciente de alto riesgo

¿Cuáles son las ventajas?


La longitud cervical no es una prueba diagnóstica, sino de screening, de modo que el hallazgo de un cuello
corto no indica insuficiencia cervical o parto pretérmino, pero permite (8):

1. Ayudar a disminuir los resultados falsos positivos, causantes de ingresos hospitalarios.


2. Acortar la estadía en centros asistenciales.
3. Reducir la tocolisis iatrogénica.
4. Identificar a las pacientes con verdadera necesidad de cerclaje.

¿Qué conducta tomar?


Embarazadas asintomáticas:

Sin antecedentes de parto prematuro previo Con antecedente de parto prematuro:


• Cuello uterino < 15 mm en 20-24 semanas: cerclaje •No se ha demostrado beneficio con las siguientes intervenciones: reposo en
cervical puede reducir el riesgo de parto prematuro en un cama, tocolíticos profilácticos.
15%. •Progesterona vaginal todas las noches de 20 a 34 semanas reduce la tasa de
• Cuello uterino < 25 mm: Progesterona vaginal todas las parto prematuro en un 25%.
noches de 20 a 34 semanas reduce el riesgo en un 45% •La medición de la longitud cervical cada 2 semanas entre 14 y 24 semanas.
(4,5,10,11,12,13). •cerclaje cervical si el cuello del útero es < 25 mm con lo cual se
• Control cada 15 días. reduce la tasa de parto prematuro en un 25%(4,5,12)

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¿ Q

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GINECOTOCOLOGICA

En embarazadas con Amenaza de Parto Prematuro:

Sin causa aparente:


1. El punto de corte diagnóstico de trabajo de parto falso o verdadero en los embarazos que se presentan con amenaza
de parto prematuro es de 15 mm para embarazos únicos mayores de 32 semanas y 25 mm para los menores a 32
semanas y embarazo múltiple. (9, 11,13)
2. La hospitalización y la administración de tocolíticos y esteroides deben reservarse para las embarazadas que
presentan riesgo de parto de pretérmino.

Con causa aparente:


a. Polihidramnios: Según la longitud cervical, valoramos el riesgo de parto de pretérmino y la necesidad de amnio-
drenaje, reservándose este tratamiento para los casos en que la longitud cervical sea < 15 mm o la exploración
semanal demuestren acortamiento del cuello uterino < de 25 mm.
b. Embarazo múltiple: no hay evidencia de que el cerclaje sea una intervención eficaz para la prevención de los
nacimientos prematuros y la reducción de las muertes perinatales o morbilidad neonatal. (11)

Conclusiones
Se ha comprobado que la medición de la longitud cervical es una técnica sencilla, de fácil acceso y
reproducible; que constituye un screening para la selección de población de riesgo de parto de pretérmino,
para la cual contamos con intervenciones específicas (internación en un CTI neonatal, corticoides, tocolíticos y
cerclaje). Éstas intervenciones, que han logrado disminuir la morbimortalidad neonatal y se ponen en práctica
ante la realización de una ecografía Transvaginal.

Bibliografía

(1) Protocolo amenaza de parto de pretérmino. Unitat de Prematuritat Servei de Medicina Maternofetal
Hospital Clínic | Hospital Sant Joan de Déu | Universitat de Barcelona 2016.

(2) ROBERT J, LEIVA B., GERMAIN. Management for patients with threatenes premature labor at Clínica Las
Condes. Unidad de Medicina Materno-Fetal. Departamento de Ginecología y Obstetricia. Clínica Las Condes.
REV. MED. CLIN. CONDES - 2014; 25(6) 953-957

(3) Prevención y manejo de parto de pretermino. Documentación de Consenso Prosego. Actualización 2014.

(4) To, Meekai S et al. Cervical cerclage for prevention of preterm delivery in woman with short cervix:
randomised controlled trial. The Lancet, Volume 363 , Issue 9424 , 1849 - 1853

(5) Guía Perinatal. 2015. Subsecretaría de Salud Pública. División Prevención de la U de Chile, especialista en
Medicina Materno-Fetal, pag 276.

(6) Huertas-Tacchino E, Valladares E, Gómez C. Longitud cervical en la predicción del parto pretérmino
espontáneo. Rev Per Ginecol Obstet. 2010;56(1)

(7) Valenti E, Laterra C., Susacasa S, Di Marco I. Guía de práctica clínica: Amenaza de parto pretérmino
2011.Revista del Hospital Materno Infantil Ramón Sardá [en linea] 2012, 31.

(8) Nápoles Mendez, Danilo. La cervicometría en la valoración del parto pretérmino. MEDISAN [online]. 2012,
vol.16, n.1 [citado 2017-05-28], pp. 81-96

(9) Nápoles Méndez, DaniloTI - Los tocolíticos en el parto pretérmino: un dilema actual. UR -
www.redalyc.com/articulo.oa

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GINECOTOCOLOGICA

(10) Romero R, Nicolaides KH, Conde-Agudelo A. La progesterona vaginal disminuye el parto prematuro ≤ 34
semanas de gestación en mujeres con un embarazo único y un cuello uterino corto: un meta-análisis
actualizado incluyendo los datos del estudio OPPTIMUM. Ultrasound Obstet Gynecol. 2016 Sep; 48 (3): 308-17.

(11) Rafael T, Berghella V, Alfirevic Z. Sutura cervical (cerclaje) para prevenir el parto prematuro en el
embarazo múltiple. Revisión Cochrane 2014 Sep 10; (9).

(12) Romero R, Yeo L. Un modelo para la prevención del parto prematuro: progesterona vaginal en mujeres
con un cuello uterino corto. J Perinat Med. 2013 Ene; 41 (1): 27-44.

(13) Conde-Agudelo A, Romero R . Progesterona vaginal para prevenir el parto prematuro en mujeres
embarazadas con un cuello uterino corto ecográfico: implicaciones clínicas y de salud pública. J Obstet
Gynecol. 2016 Feb; 214 (2): 235-42.

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¿ Q

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ASESORAMIENTO PRENATAL GINECOTOCOLOGICA

Dr. Daniel Grasso

Prof. Adj. Dra. Inés Alonzo, Prof. Agda. Cristina Cordano, Prof. Agdo. Dr. Marcelo De Agostini.

Agradecemos la participación del Prof. Agdo. Dr. Víctor Raggio de la

Cátedra de Genética de la Facultad de Medicina. UdelaR.

Introducción. Definiciones.

En la práctica clínica diaria, quienes realizamos los controles de las pacientes embarazadas (
especialistas Ginecotocólogos , obstetras-parteras, médicos generales y médicos de familia) somos
quienes debemos explicar a la paciente (y su pareja), en su justa medida, los cambios fisiológicos que
ocurren en esta etapa, las medidas de prevención existentes y los cuidados a considerar. También
somos nosotros quienes debemos asesorar a las pacientes acerca de los métodos de screening y de
los métodos diagnósticos disponibles actualmente para la detección de los distintos defectos
congénitos.

Informar y asesorar a la paciente. Es del otro lado del escritorio que se tomarán las
decisiones.

¿Qué significa asesorar? ¿Cuál es verdaderamente nuestra tarea en este punto?

Si vamos a la definición del término, la Real Academia Española en su tercer punto define ‘’asesorar’’
como ‘’tomar consejo de otra persona, o ilustrarse con su parecer.” Y es esto último lo que debemos
intentar. Nuestro rol no será el de aconsejar sino el de informar adecuada y objetivamente a la
paciente basándonos en diferentes métodos avalados científicamente, para que luego sea ella quien
(una vez informada e ‘’ilustrada con nuestro parecer’’) decida.1

Antes de analizar los métodos de screening y diagnósticos dejemos claras algunas definiciones.

Diagnóstico prenatal: conjunto de acciones destinadas a detectar un defecto congénito durante el


embarazo.

Defecto congénito: toda anomalía del desarrollo morfológico, funcional o molecular presente al
nacer, externa o interna, familiar o esporádica, hereditaria o no, única o múltiple.

O.M.S.

Asesoramiento genético: ‘’proceso de comunicación que trata de problemas humanos asociados con
la producción o riesgo de producción de un trastorno genético en una familia”.

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GINECOTOCOLOGICA

American Society of Human Genetics, 1975.

El diagnóstico prenatal tiene como finalidad diagnosticar con la mayor precocidad posible un defecto
congénito, o bien (como felizmente ocurre en la gran mayoría de los casos), establecer la ausencia
del mismo.

Se trata de una tarea muy amplia y compleja que podemos realizar durante todo el transcurso del
embarazo. Sin embargo, considerando los últimos avances y la enorme mejoría en la tasa de
detección de los nuevos métodos de screening utilizados, este asesoramiento resulta clave a finales
del primer trimestre. Por ello, en España, por ejemplo, muchas instituciones recomiendan que este
asesoramiento tenga lugar ya en la primera consulta del embarazo, en forma oral y escrita. 2

Debemos conocer cuál es el alcance de nuestra tarea. Debemos conocer en detalle en qué consisten
estos métodos, sus ventajas, sus limitaciones y su costo, para luego saber transmitir esa información
a las pacientes clara y objetivamente.

Defectos congénitos

Según trabajos actuales, aproximadamente el 3% de los recién nacidos presentan un defecto


congénito, y esta cifra aumenta a un 4-7% si consideramos hasta el año de vida. 3

¿Frente a qué posibles defectos congénitos debemos asesorar?

De acuerdo con la causa subyacente se distinguen en la práctica3:

o Enfermedades hereditarias mendelianas o monogénicas, presentes en el 1-1.5% de nacidos


y responsables de alrededor del 25% de las anomalías. Los mecanismos de transmisión
responden a su carácter recesivo, dominante, autosómico o ligado a los cromosomas
sexuales. Aunque individualmente son poco frecuentes, en conjunto incluyen un gran
número de errores metabólicos congénitos, cuya incidencia varía en las distintas
poblaciones. Las más mencionadas en nuestro medio son la fibrosis quística, el riñón
poliquístico y neurofibromatosis. Son las que presentan un mayor riesgo de recurrencia, que
oscila entre un 25-50%.
A este grupo agregaría aquellas enfermedades de fuerte determinación genética, pero de
mecanismos no mendelianos, así como otras (deformaciones, disrupciones y secuencias).

o Enfermedades multifactoriales, en las que participan tanto factores genéticos y


ambientales. Son las más frecuentes y responsables de buen número de las malformaciones.
El riesgo de recurrencia es muy inferior al de las enfermedades monogénicas. Entre ellas,
algunas de las más mencionadas son aquellas que son consecuencia de un defecto del cierre
del tubo neural.

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¿ Q

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GINECOTOCOLOGICA

o Malformaciones por efecto ambiental teratogénico en las que influyen distintos factores
(fármacos, infecciones, tóxicos ambientales, radiaciones ionizantes).

o Anomalías cromosómicas, reconocibles en alrededor del 0.5-0.7% de los fetos y


responsables del 12-14% de los defectos congénitos. Estas anomalías pueden ser numéricas
o estructurales y afectar los autosomas o los cromosomas sexuales. En cualquier caso, se
encuentra un desequilibrio genómico, por defecto o por exceso, como causa de expresión de
la anomalía.

Y si pensamos en un defecto congénito, nuestro


razonamiento más rápido, lógico y lineal nos lleva
a preguntarnos ¿cómo hacemos el diagnóstico?
Pero aplicar dicho razonamiento resulta inviable
por muchos motivos, entre los que destacan los
costos y las complicaciones inherentes a los
métodos diagnósticos (invasivos), que no
podemos despreciar.

Entonces, ¿A quiénes asesorar? ¿Existe una


población de mayor riesgo? ¿A quiénes debo
‘’ofrecer’’ pruebas diagnósticas?

Enfocándonos en este esquema de la figura 1,


intentando ‘’desmenuzar’’ las distintas causas y centrándonos en nuestra tarea de asesorar,
sabemos que todas las gestantes están expuestas a posibles agentes teratógenos y enfermedades
multifactoriales, y frente a ellas no tenemos otra alternativa que informar y evitar el contacto de
aquellos agentes teratogénicos y realizar controles ecográficos periódicos rutinarios para detectar
aquellas malformaciones que se puedan presentar.

Por lo que más allá de aquellas pacientes que hayan tenido embarazos previos con alguna
malformación fetal, no existe una población de riesgo claramente identificable en la gran mayoría de
los casos (pensando en estos 2 grupos de defectos congénitos).

Constituyen pacientes de riesgo para


enfermedades hereditarias aquellas gestantes
cuyos antecedentes familiares hagan pensar en
una herencia autosómica recesiva o ligada al
sexo y aquellos padres “portadores”
(determinado a nivel de su genoma). Estas
pacientes (y sus parejas) se beneficiarán de
realizar una consulta con genetista (idealmente
preconcepcional) y probablemente durante el
embarazo sean sometidas a técnicas invasivas
que permitan conocer si el feto en desarrollo
presenta esa determinada enfermedad o no
(aunque ahora algunos defectos, y en

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GINECOTOCOLOGICA

determinadas situaciones, pueden detectarse


también mediante el estudio del ADN fetal libre en
sangre materna).

Siguiendo con el razonamiento, la siguiente


pregunta será: ¿Qué pacientes serán población de
riesgo de presentar fetos con anomalías
cromosómicas? Lo serán aquellas con factores de
riesgo preconcepcionales (hijo previo portador de
cromosomopatía, progenitor portador de
cromosomopatía, edad materna>40 años) o que
surgen durante la gestación luego de la aplicación
de programas específicos de screening de
cromosomopatías.

Screening de cromosomopatías

Hay programas de screening protocolizados y universalmente aceptados para las aneuploidías más
comunes (trisomía 21, 18 y 13), pero existen otras anomalías para las cuales no existen métodos
efectivos de cribado y para su detección nos basamos actualmente (y únicamente) en la información
aportada por la ecografía.

La trisomía 21 o Síndrome de Down ha sido uno de los principales objetivos por tratarse de la
aneuploidía más frecuente en recién nacidos y de la causa más frecuente de retardo mental severo.
En la actualidad se observa además un incremento en su prevalencia (aproximadamente 1,8 por mil
recién nacidos) consecuencia de la postergación de la maternidad hacia edades más avanzadas.

Debemos realizar la diferencia entre lo que implica un método de screening (o tamizaje) y un


método diagnóstico. Además, debemos recordar que cada método de screening tiene su tasa de
detección y su tasa de falsos positivos (su sensibilidad y especificidad).

¿Qué significa un falso positivo? Que planteamos o sospechamos la presencia de un defecto cuando
realmente no lo hay, y por tanto nos llevará a la implementación de métodos diagnósticos invasivos
(no exentos de riesgos como por ej: la pérdida del embarazo) para intentar corroborar su presencia.

Actualmente se acepta que un método de screening debe aproximarse a una tasa de detección del
75% con una tasa de Falsos Positivos que no supere el 5%

Métodos de screening de cromosomopatías

En los últimos años, a medida que avanzó el conocimiento en el área de Diagnóstico Prenatal, los
métodos de screening utilizados en nuestra población se han ido modificando. Existen actualmente
métodos de screening aplicables durante todo el embarazo y no únicamente durante el 1er.
trimestre, y las tasas de detección y de falsos positivos se han modificado favorablemente.

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¿ Q

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GINECOTOCOLOGICA

Donde se esquematiza y resume de una forma muy clara la evolución de estos métodos es en la
página de la Fetal Medicine Foundation (F.M.F) dirigida por el Prof. Kypros Nicolaides, que
analizamos a continuación.4

Edad materna

La edad materna, el primer parámetro utilizado, tiene una baja tasa de detección y alta tasa de
Falsos Positivos. Hoy en día basarse únicamente en la edad, por un lado tendría una tasa de
detección algo mayor pero aún muy baja, y una tasa de falsos positivos mucho mayor (ya que
actualmente son muchas más las embarazadas de más de 35 años, aproximadamente 20%), por lo
que si bien aún se considera, debe complementarse con otros métodos.

Marcadores bioquímicos

En los años 80 surgieron los marcadores bioquímicos. ¿Qué son? Los marcadores bioquímicos son
proteínas detectadas en sangre materna, cuyo aumento o disminución (según el marcador) se
correlaciona a una determinada trisomía. Estos son la bHCG libre, la PAPP-A, la AFP, el estriol no
conjugado y la inhibina A. Según el momento del embarazo en el cual presentan su mayor tasa de
detección se distinguen los marcadores del primer y segundo trimestre.

La estimación de riesgo de las distintas trisomías requiere que los valores de los marcadores se
ingresen en un software específico, al que se ingresan también por lo general, los valores de los
marcadores ecográficos y los datos maternos.

El software utilizado por el laboratorio debe incluir factores de corrección. Es decir, considerar
distintas variables que afectan los niveles de dichos marcadores (peso materno, raza, consumo de
tabaco, diabetes, embarazo gemelar). Según la población con la que trabaje y el método analítico
empleado, cada laboratorio debe calcular y actualizar periódicamente los múltiplos de la mediana de
los distintos marcadores. Por ello se debe exigir al laboratorio un control de calidad interno y otro por
una agencia externa, fundamentales e imprescindibles para evitar aumentos de las tasas de falsos
positivos y negativos. La certificación CE según la legislación vigente sobre productos sanitarios es
obligatoria en la comunidad europea desde el 2005.

Translucencia Nucal

Con la aparición de la Translucencia Nucal y su aplicación como marcador ecográfico asociado a


trisomías, se logró un aumento sustancial en la tasa de detección (60-65%) la cual combinada a los
datos maternos superaba el 75% y con la combinación de los marcadores bioquímicos del 1er
trimestre (bHCG y PAPP-A) alcanzaba el 90%. ¿Cuál es la principal ventaja de este método? Su
elevada sensibilidad y la precocidad. Ésto abre la posibilidad de aplicar oportunamente técnicas
invasivas de ser necesarias, resultando importante también en aquellos casos en los que se va
interrumpir la gestación.

Nuevos marcadores ecográficos

Ya más cerca en el tiempo surgieron nuevos marcadores ecográficos de trisomías: la ausencia del
hueso nasal, el flujo patológico en el Ductus venoso y la presencia de regurgitación a nivel
tricúspideo.

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GINECOTOCOLOGICA

Por más detalles remitirse al Capítulo específico de Estudio Ecográfico 11 – 14 semanas.

Figura 4. TN, H.N, Flujo Tricúspideo y Ductus Venoso

Cuando hablamos de marcador nos referimos a un


signo que está presente en una determinada
afección (por ej.: trisomía 21) pero que también
está presente en pacientes sanos, dato que
debemos recordar al momento de explicar un
determinado hallazgo a la paciente y su pareja. En
el cuadro 3 se resumen las incidencias según el
marcador para fetos euploides y en diferentes
cromosomopatías.

Con su aplicación combinada y sumada a todo lo


antedicho se alcanzaría una tasa de detección del
97% con una tasa de FP 3%, números nada despreciables para un método de screening. Se requiere
disponer de tiempo especial para el estudio, de personal entrenado en la medición de estos
parámetros y de equipamiento tecnológico acorde para tal fin y es fundamental estar Auditado,
como mencionábamos anteriormente.

En cuanto a si su aplicación debe ser sistemática o sobre determinado subgrupo de pacientes, el


Profesor Kypros Nicolaides y sus colaboradores publicaron un importante estudio que incluyó 75000
pacientes, el cual corroboró lo pensado frente a estos nuevos marcadores. Aquellas pacientes a las
que luego del screening combinado se les estimó un riesgo intermedio (1/100-1/1000) se les
aplicaron estos nuevos marcadores ecográficos con los cuales la tasa de detección aumentó y
disminuyeron los falsos positivos. Si bien es cierto que esta población de riesgo intermedio (como
veremos) será la principal beneficiaria de los nuevos métodos basados en el ADN fetal libre en
sangre materna (lo cual ha llevado a que muchos autores cuestionen la necesidad de aplicar estos
nuevos marcadores) la utilidad de estos parámetros es irrefutable como marcadores de otras
afecciones (cardiopatías, muerte fetal, etc.).

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¿ Q

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GINECOTOCOLOGICA

ADN fetal libre en sangre materna

Hace unos pocos años se demostró que desde las 10 semanas de gestación y hasta 7-8 semanas
luego del nacimiento pueden detectarse en sangre materna pequeños segmentos de ADN fetal que
pueden usarse para valorar distintas afecciones fetales.

Se trata del método de screening con mayor tasa de detección y menor tasa de falsos positivos hasta
el momento, y esto es así aún considerando las limitaciones del método.8

Cabe destacar que la estimación del riesgo mediante este método está influenciada por algunas
variables: el riesgo inicial y la fracción de ADN fetal (FF).

El riesgo inicial se refiere al riesgo calculado inicialmente a esa paciente mediante otro método.
Como veremos más adelante, la TFP de un determinado método está influenciada por la prevalencia
del defecto en una determinada población. Por tanto, es esperable que la prevalencia de una
trisomía varíe según se trate de una paciente de riesgo bajo, intermedio o alto (calculado por otro
método) y que como consecuencia la TFP del método también cambie.

En cuanto a la fracción fetal, se requiere que al menos un 10% de ese ADN libre en plasma materno
sea de origen fetal, es decir un FF de al menos 10%. La edad gestacional menor a 10 semanas, un
índice de masa corporal elevado y las aneuploidías, disminuyen esa fracción.

Pero la gran pregunta que nos venimos


haciendo en los últimos años es: ¿cuál es
el lugar que le debemos dar a este nuevo
gran método de screening? ¿En qué
población será más útil? ¿Es aplicable a
todas las pacientes? ¿Se extenderían sus
beneficios si lo aplicamos en la población
general? ¿Se afectarían las tasas de
detección y de falsos positivos? Veamos
la figura 5.
Figura 5, sugerencia de la F.M.F. para la utilización de
l nuevo método de ADN fetal libre en sangre materna.

Éste es actualmente el lugar que se le da a este método, o al menos el que se recomienda darle
desde la F.M.F. ¿Por qué si es tan bueno como método de screening no se utiliza libremente en la
población general?

En primer lugar, porque la tasa de falsos positivos de un determinado método está influenciada por
la prevalencia de un determinado defecto en la población general. La prevalencia de trisomías en la
población general (gran mayoría de bajo riesgo) es baja, por lo que la tasa de falsos positivos
aumenta sensiblemente si lo utilizamos en forma universal. Por otro lado, su costo es actualmente
muy elevado, variando en nuestro medio, según las distintas marcas, entre 1000-1800 dólares.

Hoy en día son muchos los laboratorios que trabajan en este punto procurando perfeccionar el
método. Ello ha llevado a que no sólo se esté haciendo un análisis cuantitativo de las secuencias de

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GINECOTOCOLOGICA

ADN, sino que ya se está analizando cualitativamente, es decir, distinguiendo con precisión entre
fragmentos de ADN materno y fetal, minimizando las limitaciones del método.

Estos progresos favorecerán una mayor competencia empresarial lo que llevará a mediano plazo a
una disminución de los costos.
Uno de los principales estudios comparativos entre el screening combinado y el ADN fetal libre en
sangre materna fue un trabajo publicado por Quezada en 20157, que incluyó 2900 pacientes, en el
que observó que con el ADN fetal la tasa de detección era similar en ambas poblaciones, y que las
tasas de FP y FN (mayores en población de bajo riesgo) pueden minimizarse si se considera el riesgo
a priori calculado por otro método de screening. Es decir, plantea aplicar ambos métodos.
Inicialmente el screening combinado y luego de conocer el resultado de éste, utilizar el ADN fetal y
así disminuir los falsos positivos y minimizar las limitaciones de aplicar este método a la población
general.

El método de ADN fetal libre en sangre materna es el mejor método de screening disponible, con la
mejor TD y menor TFP.8 En cuanto al lugar que debe ocupar este estudio en el manejo de las
pacientes (población general o de alto riesgo), cuando se expresa sobre la metodología del estudio,
sostiene que la capacidad del método (ADN fetal) depende más de la precisión del ensayo y del
porcentaje de fracción fetal de la muestra que de la prevalencia de dicho defecto en la población
general, poniendo en tela de juicio lo anteriormente dicho. Pese a ello, hoy en día, sigue siendo la
población de embarazadas de riesgo intermedio para trisomías el subgrupo de pacientes en quienes
se recomienda aplicar este método. Y ésta no es la recomendación de la Fetal Medicine Foundation
únicamente, sino también del Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología, quien al final de su
publicación de mayo del 2016 hace una serie de recomendaciones al respecto9:

Métodos de screening de cromosomopatías. Segundo trimestre.

Finalizado el primer trimestre y alcanzado el segundo trimestre, tenemos otras opciones como el
Screening ecográfico del segundo trimestre y el Cuádruple test.

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¿ Q

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GINECOTOCOLOGICA

Screening ecográfico del segundo trimestre

Hasta hace pocos años atrás, cuando los métodos de screening del primer trimestre no tenían la
utilidad ni la difusión actual, se les otorgaba a los marcadores ecográficos del segundo trimestre una
importancia relativamente mayor a la actual. Si bien hoy en día son aún considerados, tienen otro
lugar.

Estos marcadores son fundamentalmente marcadores de trisomía 21, la más frecuente de las
trisomías y la que más fácilmente puede pasar inadvertida en esta etapa. Las trisomías 18 y 13, si
bien menos frecuentes, suelen acompañarse de marcadores malformativos mayores y su diagnóstico
suele sospecharse en la gran mayoría de los casos.

En cuanto a quiénes aplicar este screening, si nos basamos en las recomendaciones de la


International Society of Ultrasound in Obstetric and Gynecology (ISUOG), en la realización de la
ecografía de las 20-22 semanas está incluído el análisis de todos estos marcadores, por lo que no es
éste el punto a discutir. A todas las pacientes se les sugiere realizar dicho estudio entre las 20-24
semanas y todos esos marcadores serán analizados oportunamente.

Las preguntas serán otras. ¿Qué debemos hacer ante la presencia de un marcador ecográfico del
segundo trimestre? ¿Cambia lo calculado previamente? ¿Cómo se informa e interpreta?

Los marcadores ecográficos del segundo trimestre se dividen en aquellos no malformativos (no
constituyen una malformación en si misma) y los malformativos, que presentan una fuerte
asociación con las distintas aneuploidías.

Los marcadores leves, no malformativos, así como los malformativos se esquematizan en la tabla
propuesta por la ISUOG, de las figuras 6 y 7.

A estos marcadores habría que agregar un


nuevo marcador, la arteria subclavia derecha
aberrante (ASDA), que también puede ser
detectada al valorar los tractos de salida (corte
de 3 vasos + tráquea), acto que realizamos
rutinariamente.

Figura 6. Marcadores no malformativos. Tomado de ISUOG

Lo que debemos tener claro es cómo reaccionar y cómo asesorar a la paciente frente a la presencia
de uno o más marcadores, así como saber qué implica que uno, varios o todos estén ausentes.

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GINECOTOCOLOGICA

Cada uno de ellos afectará el riesgo


inicialmente calculado en el primer
trimestre. Lo hará positivamente
(aumentando el riesgo si está presente) o
negativamente (disminuyendo el riesgo, si
no está presente). Pero su simple valoración
modificará el riesgo inicial. Ello depende de
lo que llamamos Relación de Probabilidad de
un determinado marcador, que no es otra
cosa que la relación (cociente) entre la
prevalencia de un marcador en individuos
afectados y en individuos no afectados.

Figura 7. Marcadores malformativos, fuertemente asociados a aneuploidías.

Tomado de ISUOG.

Lo cierto que el hallazgo de una malformación estructural durante la ecografía del segundo trimestre
(20-24 semanas) puede hacer recomendable la realización de una técnica diagnóstica invasiva para
estudio genético fetal, independiente de cual haya sido el resultado del screening realizado
previamente durante el primer trimestre. Sin embargo, el hallazgo aislado de marcadores
ecográficos de aneuploidía (intestino hiperecogénico, foco ecogénico intracardíaco, dilatación
pielocalicial, fémur corto, engrosamiento Nucal) en una paciente sometida previamente a un
método de screening sólido y fiable no constituye inicialmente una indicación de estudio genético,
sino que se recomienda tener presente el riesgo estimado y recalcularlo en función de la Relación de
Probabilidad de cada uno de estos marcadores.

Si no hubo screening previo, la aparición de estos marcadores del segundo trimestre podrá ser
entonces indicación de técnica diagnóstica invasiva, con el consentimiento de la pareja.

Cuádruple test

El test cuádruple se originó en el test bioquímico doble del segundo trimestre, dado por la búsqueda
de AFP y bHCG, sin requerir marcadores ecográficos. Poco después apareció el estriol no conjugado
que asociado a los anteriores aumentó la tasa de detección, la cual volvió a aumentar un poco más
luego de la asociación de la inhibina A, alcanzando una tasa de detección superior al 70%.

Se utiliza muy poco. En general, como consecuencia de los enormes avances en los métodos de
screening del primer trimestre estos recursos se suelen utilizar en aquellas pacientes en las que no
se han aplicado métodos de screening previamente, o en las pacientes que pese a todo, lo solicitan.

Métodos diagnósticos. Técnicas invasivas.

Luego de analizar los distintos métodos de screening del primer y segundo trimestre, debemos tener
presente que aproximadamente un 5% de las embarazadas optarán por la realización de una técnica
diagnóstica invasiva. Por tanto, todas las gestantes tienen derecho a una información clara y objetiva

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¿ Q

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GINECOTOCOLOGICA

sobre los riesgos existentes y las posibilidades actuales de las técnicas de diagnóstico prenatal. Esto
debe incluir las indicaciones, los riesgos específicos y sus posibles alternativas. Se recomienda
realizar este asesoramiento en la primera visita e idealmente por escrito.

Todas las gestantes deben ser informadas del resultado del test de screening, de los pasos siguientes
del proceso diagnóstico y de las características de las eventuales técnicas invasivas. De
diagnosticarse una afección, debemos ser capaces de aclarar el significado de la misma y su
pronóstico, respetando el deseo de la gestante sobre las posibilidades que el sistema de salud le
ofrece.

Las técnicas invasivas permiten llegar al diagnóstico de muchas anomalías fetales. Desde hace
muchos años tienen una amplia difusión en países desarrollados, siendo su principal indicación la
sospecha de trisomías. Por su carácter invasivo, no están exentas de riesgos y complicaciones y por
tanto, es esencial ‘’seleccionar’’ a las gestantes que creemos se beneficiarán con su realización, si
bien como veremos finalmente, será la paciente quien tomará la decisión.

Las técnicas diagnósticas más utilizadas son la biopsia de vellosidades coriales (BVC) y la
amniocentesis (AC).

Como cualquier otra técnica su práctica adecuada exige habilidad adquirida mediante experiencia.
Numerosos estudios han demostrado que, a mayor experiencia, mayor tasa de éxito en la obtención
de la muestra en un primer intento y menor tasa de intentos fallidos y de pérdidas fetales.
Trasladando eso a lo institucional, vemos que existe una relación inversa entre el número de
procedimientos que realiza un Centro y su tasa de complicaciones. El operador debe adquirir los
conocimientos necesarios y recibir entrenamiento adecuado en instituciones avaladas por su
trayectoria y casuística. Sería ideal, además, realizar una monitorización de los resultados y contar
con un sistema de auditoría (individual e institucional).

Biopsia de vellosidades coriales (BVC)

Consiste en la extracción de una muestra de trofoblasto por vía abdominal o transcervical.

Permite estudios citogenéticos, moleculares y bioquímicos en etapas tempranas del embarazo. Su


práctica se ha incrementado en los últimos años, siendo actualmente la técnica de elección cuando
es necesario estudiar el cariotipo fetal antes de la semana 15 de gestación.

Amniocentesis (AC)

Consiste en la obtención de una muestra de líquido amniótico por punción. Se puede realizar
durante todo el embarazo, pero se aconseja realizar luego de las 15 semanas de gestación. Su
técnica es más sencilla y sobre ella hay una gran experiencia clínica, tanto del técnico que la realiza
como de los laboratorios que analizan la muestra, lo que lleva a una mayor fiabilidad diagnóstica.
Además, la AC ha demostrado ser útil para un espectro más amplio de anomalías fetales.

Cordocentesis

Constituye el método más utilizado para la obtención de sangre fetal.

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GINECOTOCOLOGICA

Ofrece mayor dificultad técnica comparada a la BVC y la AC, pero también ofrece sus ventajas.
Permite acceder al territorio vascular fetal y con ello al diagnóstico de numerosas entidades
(infecciosas, anemia, coagulopatías, etc.).

El desarrollo de la biología molecular ha hecho posible que muchas de estas afecciones se puedan
detectar con muestras obtenidas por BVC o AC (y así obtener diagnósticos más precoces, ya que no
se puede obtener sangre fetal antes de las 18 semanas). Por otra parte, la sensibilidad diagnóstica
para algunas entidades es superior en líquido amniótico que en sangre fetal. Sin embargo, la
cordocentesis cuenta con la gran ventaja que nos permite valorar el grado de afectación fetal en
casos de anemia, en cuyo caso la sangre fetal es insustituible.

En muchos casos se realiza también para estudio del cariotipo fetal cuando la sospecha de trisomía
se establece tardíamente. Aunque el cariotipo fetal se puede determinar mediante BVC o AC, la
sangre fetal proporciona resultados diagnósticos completos en menor tiempo.

CONCLUSIÓN

Luego de analizar los distintos métodos de screening y los métodos diagnósticos existentes debemos
ser capaces de procesar los datos y aplicarlos, es decir, saber transmitirlos y acompañar a la paciente
y su pareja en la decisión tomada. No es una actividad aislada o esporádica, sino que se trata de una
tarea a realizar con cada paciente embarazada, con cada pareja, recordando la fuerte
recomendación (ACOG) de que este asesoramiento se haga ya en la primera consulta e idealmente
por escrito.

Debemos tener clara la información a dar, para luego ser claros y objetivos a la hora de transmitirla,
evitando que nuestra subjetividad nos lleve a subestimar o sobreestimar un determinado riesgo.

Finalizado el asesoramiento nos debemos poder responder 2 preguntas: ¿Comprendió la paciente (y


su pareja) la información que les transmití? ¿Si lo comprendieron, qué postura adoptarán en función
de los resultados?

En cuanto a la primera pregunta, debemos recordar que habitualmente en las actividades que
realizamos rutinariamente hay cierto automatismo en nuestros actos y ello permite que uno pueda
llevar adelante la tarea sin estar del todo compenetrado en ella. A la hora de asesorar solemos
utilizar un mismo discurso que aplicamos indistintamente con nuestras pacientes. Por tanto,
debemos actualizarlo, mejorarlo si es necesario y tener presente que nuestra manera de hablar y
explicar las cosas y nuestros tiempos no necesariamente deben coincidir con la manera de
comprender las cosas de una paciente ni con sus tiempos, por lo que es importante dedicar un
minuto a saber si se entendió la idea o no por parte de la paciente y su pareja. ‘’Ganar’’ o “no
perder”’ un minuto en la consulta lleva frecuentemente a malinterpretar resultados por parte de la
paciente y ocasionar preocupación y angustia desmedidas en ella y su entorno familiar que se
prolongan durante todo el embarazo. Suponiendo que la comprensión fue total y absoluta, tenemos
que tener claro que una misma estimación de riesgo, un mismo número, puede significar cosas muy
diferentes en las distintas pacientes (y en las distintas parejas), y por tanto, podremos ver muchas
reacciones diferentes, tantas reacciones como pacientes. Habrá pacientes que frente a un riesgo
denominado alto (por ej: 1/38) para una determinada trisomía se quedan tranquilas y logran
disfrutar de su embarazo, y habrá también pacientes que frente a un riesgo estimado mucho menor
(por ej: 1/870) de todas maneras querrán acceder a un método invasivo diagnóstico.

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GINECOTOCOLOGICA

Recordemos que tampoco existe consenso entre las distintas organizaciones. Algunas hablan de alto
riesgo de aneuploidías cuando el riesgo supera 1/100. Otras cuando el riesgo es mayor a 1/250.
Otras 1/300. Lo cierto es que quien debe interpretar esos números y quien finalmente decidirá, será
la paciente y su pareja.

Por ello, hay quienes cuestionan la terminología “indicados’’ y prefieren decir que los métodos de
screening y diagnósticos están “disponibles’’, y que será la paciente y no el obstetra quien ‘’indique’’
el camino. Ello refuerza el concepto inicial de asesorar. Informar, ilustrar a la paciente y que sea ella
quien finalmente decida.

Debemos ser cuidadosos en dar la información adecuada, sin generar tendencias ni utilizando datos
subjetivos que se alejen de los programas de cribado universalmente aceptado, científicamente
comprobado y objetivo. Para ello resulta fundamental que tanto los individuos como las
instituciones que forman parte de estos programas estén debidamente auditados y que esta
auditoría se renueve periódicamente.

Hoy en día, en nuestro país, este sistema de auditorías individuales e institucionales no representan
aún una exigencia oficial y no todos los lugares donde se aplican estos Programas se encuentran
auditados, por lo que al menos a corto plazo, exige de cierta responsabilidad individual para su
correcta realización.

Bibliografía

1. Real Academia Española.


2. Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. Guías de Asistencia Práctica. Medicina
Perinatal. Capítulo: Diagnóstico prenatal de los defectos congénitos. Cribado de las
anomalías cromosómicas (2010). Pág 12-13.
3. Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. Guías de Asistencia Práctica. Medicina
Perinatal. Capítulo: Diagnóstico prenatal de los defectos congénitos. Cribado de las
anomalías cromosómicas (2010). Pág 1-2.
4. Fetal Medicine Foundation, www.fetalmedicine.com
5. Nicolaides KH, Spencer K, Avgidou K, Faiola S. Multicenter study of first-trimester screening
for trisomy 21 in 75 821 pregnancies: results and estimation of the potential impact of
individual risk-orientated two-stage first-trimester screening. Ultrasound Obstet Gynecol.
2005 Mar;25(3):221-6.
6. Wright D, Wright A, Nicolaides KH. A unified approach to risk assessment for fetal
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analysis of maternal blood at 10–11 weeks' gestation and the combined test at 11–13 weeks.
Ultrasound Obstet Gynecol. 2015 Jan;45(1):36-41.
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GINECOTOCOLOGICA

9. The American College of Obstetricians and Gynecologists. Clinical Management Guidelines


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10. M. Agathokleous, P. Chaveeva. Meta-analysis of second-trimester markers for trisomy 21.
Ultrasound Obstet Gynecol 2013; 41: 247–261.
11. Cuckle H, Benn P, Wright D. 2005. Down syndrome screening in the first and/or second
trimester: model predicted performance using meta-analysis parameters. Semin Perinatol
29: 252–257.
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trisomies 21, 18 and 13 by ultrasound and biochemical testing. Fetal Diagn Ther.
2014;35(2):118-26. doi: 10.1159/000357430. Epub 2013 Dec 18.
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Medicine. Volume 20, Issue 10, Version of Record online: 1 OCT 2001.
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Diagnosis. Volume 22, Issue 9, September 2002. Pages 798–801.
15. Nicolaides, K. Screening for chromosomal defects. Ultrasound Obstet Gynecol. Volume 21,
Issue 4. April 2003. Pages 313–321

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INFECCIONES CONGÉNITAS. VALOR DEL ULTRASONIDO GINECOTOCOLOGICA

Dr. Carlos Costa. Prof. Adj. Dra. Inés Alonzo

Coordinan: Asist. Dra. Garat F. Prof. Agdo. De Agostini M, Prof. Agda. Dra. Cordano C

INTRODUCCION

Infección congénita: Se define como la


infección vertical que es transmitida de la
madre al feto durante la gestación. De los
múltiples patógenos mencionados en el cuadro
1, desarrollaremos los que presentan signos
ecográficos fetales que pueden ser buscados
ante la sospecha o diagnóstico materno de
infección o ser la ecografía el primer eslabón de
esta cadena.

Una vez que nos enfrentamos a la sospecha de


infección materna y/o fetal, debemos recurrir
al laboratorio para abordar el diagnóstico. Del punto de vista materno, las técnicas de serología o PCR en
sangre, orina u otros fluidos son las más utilizadas y muchas de ellas están disponibles en nuestro medio. En el
abordaje fetal, debemos mencionar que el mejor medio biológico para estudio es el líquido amniótico el cual
debe obtenerse por técnicas invasivas como la amniocentesis.

En los siguientes cuadros se enumeran los posibles hallazgos ultrasonográficos a nivel del sistema nervioso
central (SNC) y fuera de éste (cuadro 2).

Infección por Citomegalovirus CMV)

CMV: Es un ADN virus de la familia


Herpesviridae y responsable de la principal
infección congénita adquirida.

Es la infección que con más frecuencia afecta al


feto en desarrollo. Los estudios sobre
seroprevalencia en pacientes embarazadas y
no embarazadas han mostrado gran
variabilidad entre diferentes regiones,
poblaciones y niveles socioeconómicos.

Diferentes estudios indican que afectaría el 0,3


a 2% de los neonatos.

El riesgo de seroconversión durante el embarazo en el primer trimestre, estaría entre 1 al 4 % y la tasa de


infección congénita va desde 4,6% en el periodo peri concepcional hasta un 72% durante el tercer trimestre. El
10 % de los infectados van a ser sintomáticos al nacimiento, aproximadamente un tercio de ellos morirá y más
del 90% de los sobrevivientes, desarrollaran secuelas a largo plazo (discapacidades auditivas y/o
anormalidades neurológicas). Entre el 5-15% de neonatos asintomáticos presentaran riesgo de desarrollar,
pérdida de audición y/o déficits neurológicos. (17)

Le secuencia de eventos más probable que conduce a una infección congénita por CMV es la viremia materna,
infección placentaria y diseminación hematógena. Durante la fase de viremia, el virus circula y se disemina.

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GINECOTOCOLOGICA

Una vez que el virus alcanza el compartimento fetal se produce diseminación hematógena. En la patogenia de
la enfermedad ha sido descrito como posible factor un efecto directo sobre el desarrollo de la placenta que
ocasiona insuficiencia placentaria. El CMV también puede actuar como teratógeno, produciendo lesión
cromosómica o alterando la modulación de la expresión de genes del desarrollo. (7).

Patología:

La infección intrauterina por CMV afecta frecuentemente el cerebro fetal, no estando claro el motivo de esta
predilección. La presencia de cuerpos de inclusión intracelulares en el cerebro se considera diagnostica de
infección por CMV. De las investigaciones se destaca la afectación de las células madre neurales del cerebro
fetal, este tipo celular se afecta predominantemente por CMV durante el desarrollo. La hipótesis del daño
incluye el daño directo con reducción de células madre neuronales lo que compromete la diferenciación final y
lesión de astroglía, alterando su función de soporte.

Estos factores combinados pueden producir no solamente patologías malformativas de diferente severidad,
incluyendo microcefalia y malformaciones de desarrollo cortical, dando como resultado ventriculomegalia,
calcificaciones, atrofia, formación de quistes o hemorragia, hallazgos éstos de diagnóstico prenatal posible.
Además del cerebro fetal la infección por CMV puede afectar otros sistemas y órganos.

Recurrencia:

Aunque no es común, la infección materna recurrente por CMV puede producir enfermedad fetal; por
reactivación o por infección de una cepa diferente, si bien existen pocos casos publicados, se plantea que en la
reactivación o reinfección, si bien el riesgo de infección fetal disminuiría, no necesariamente de producirse la
afectación fetal, ésta sería menos severa.

Infección por CMV materna y fetal: ¿Cuándo está indicado su estudio?

En los cuadros 3 y 4 se detallan las indicaciones de estudio para establecer el diagnóstico de infección materna
o fetal.

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GINECOTOCOLOGICA

El riesgo de transmisión de la infección materna


primaria al feto aumenta con la edad gestacional. En
cambio, si se confirma la infección fetal, el riesgo de que
el neonato sea sintomático es inverso, a menor edad
gestacional en que se produce la infección mayor es
probabilidad de afectación del neonato (cuadro5 y 6).
(17)

Diagnóstico por imágenes:

Los signos ecográficos de infección por CMV congénitos en el SNC del feto fueron descritos por primera vez en
1980 y son similares a los reportados en los recién nacidos.

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GINECOTOCOLOGICA

EL CMV puede producir un


amplio espectro de patologías
cerebrales según el periodo
del desarrollo cerebral, en que
comience la infección y
también según virulencia del
virus o el estatus
inmunológico de la madre y el
feto. En general la infección
temprana produce un patrón
de enfermedad más severo y
generalizado mientras que la
enfermedad más tardía
provoca una enfermedad más
leve.

Aunque los síntomas de


presentación más frecuentes
son la ventriculomegalia de diferentes grados de severidad, calcificación y microcefalia. El diagnóstico de
ventriculomegalia fetal y una circunferencia craneana menor a – 3DS de la media o microcefalia, hallazgos
éstos que obligan a despistar el CMV congénito, anomalías cromosómicas o malformaciones sindromáticas,
particularmente malformaciones del desarrollo cortical.

El hallazgo en el ultrasonido de ecogenicidad peri ventricular anormal, con quistes o sin ellos; se corresponde a
una afectación fetal severa. Característicamente involucra toda la zona peri ventricular de ambos hemisferios y
está bien demarcada por el parénquima cerebral restante. Destacar que las calcificaciones son en placa y
periventriculares.

De las implicancias para el tamizaje sonográfico se destaca:

Debido a la baja prevalencia de las infección congénitas sintomáticas a CMV, la baja sensibilidad y especificidad
de las pruebas disponibles y la falta de tratamientos intrauterinos probados, el tamizaje universal para la
infección por CMV no forma parte integral del cuidado prenatal. En estos pacientes por tanto los exámenes
ultrasonograficos en el 2do y 3er trimestre son la única oportunidad que se tiene para sospechar la
enfermedad del feto. La presencia de cualquiera de estos hallazgos debe impulsar a practicar exámenes
serológicos y a examinar detalladamente el cerebro en búsqueda de signos de infección por CMV.

Durante, los exámenes de rutinas del 2do Trimestre, la presencia de ventriculomegalia o calcificaciones
intracraneanas es una indicación clara para realizar más investigaciones.

El estudio ecográfico dirigido es de importancia en el manejo de los fetos que tienen una infección
intrauterina demostrada, y en aquellos casos que la seroconversión materna ha ocurrido durante el embarazo
pero no se conoce el estado del feto. (7)

El rendimiento de la resonancia magnética es similar a la ecografía en manos expertas para la demostración de


anomalías morfológicas. Picone et al y Benoist et al, describen el hallazgo de una señal hiperdensa a nivel de
los lóbulos temporales fetales no detectable esto por ultrasonido. El significado de estas señales hiperintensas
en T2 a nivel de la sustancia blanca en fetos con infección a CMV conocida y un ultrasonido normal todavía no
es clara.

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¿ Q

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GINECOTOCOLOGICA

PRONÓSTICO:

El pronóstico esta dado por la extensión del compromiso, particularmente a nivel cerebral. El conocimiento en
el período de desarrollo en el cual se dio la infección es un parámetro importante para aconsejar. La
seroconversión materna en el tercer trimestre implica infección fetal, ya que el CMV es altamente
transmisible, pero casi invariablemente asintomático.

El pronóstico de los fetos afectado con neurosonografía anormal, puede ser predicho con la extrapolación de
los datos existentes, relacionado con el mal pronóstico en los recién nacidos con CMV sintomático y signos de
infección por tomografía o por ultrasonido.

Prácticamente todos los autores creen que la presencia de microcefalia o hallazgos intracraneanos conlleva un
mal pronóstico.

PROFILAXIS:

A la fecha en la embarazada, no se han desarrollado tratamientos farmacológicos ni vacunas efectivas. La


recomendación es la prevención del contagio mediante un adecuado lavado de manos, incentivar la higiene en
las poblaciones de riesgos (niños pequeños y guarderías) y correcto manejo de los fluidos.

TOXOPLASMOSIS

INTRODUCCIÓN

Toxoplasmosis es una de las zoonosis más comunes a nivel mundial, ocasionada por el protozoario
Toxoplasma Gondii. La Toxoplasmosis congénita es el resultado de una infección transplacentaria. En el ciclo
del parasito el hombre es un huésped intermediario, pudiendo adquirir la infección por la exposición a gatos
domésticos infectados o la ingesta y/o manipulación de alimentos contaminados. La forma móvil del parásito
(taquizoito), una vez ingerido atraviesa el epitelio intestinal, diseminándose a través de todo el organismo
(cerebro, músculo, así como afectación placentaria
y fetal). La placenta se infecta y luego de un
período de retardo se produce la diseminación
hematógena hacia el feto. La respuesta inmune del
huésped hace que el parasito se diferencie a su
forma intracelular, generando su organización en su
forma latente (quiste tisular).

La incidencia reportada de la toxoplasmosis oscila


entre 0,07 y 5,0 por 1.000 nacidos vivos. La
prevalencia es heterogénea según las diferentes
regiones (Francia, Argentina, Países Bajos con
elevada prevalencia y en otros como Suecia,
Dinamarca e Irlanda más baja).

Las mujeres infectadas con toxoplasmosis antes de


la concepción NO transmiten la infección a sus fetos. Si la infección tiene lugar luego de la concepción, puede
ser transmitida a través de la placenta hacia el feto. El compromiso fetal es el resultado de una infección aguda
materna.

El Riesgo de infección fetal depende del momento en que la madre adquiere la infección primaria. El riesgo
general de infección es de aproximadamente el 40 %. Si la infección materna ocurre durante el primer y

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GINECOTOCOLOGICA

segundo trimestre, solo se infectará


aproximadamente entre 10 % al 25% y entre el
30% y el 54% respectivamente de los fetos. Sin
embargo, si la infección ocurre durante el tercer
trimestre, el riesgo de infección fetal aumenta al
65%. En contraste, la severidad de la enfermedad
disminuye al aumentar la edad gestacional en al
cual se da la infección primaria materna, siendo
los casos más severos los secundarios a
infecciones tempranas. El riesgo de compromiso
severo disminuye desde un 80% durante el
primer trimestre a prácticamente un 0 % durante
el tercer trimestre.

El diagnóstico de infección primaria materna se realiza sobre la base de la existencia de seroconversión, por
un título marcadamente aumentado de anticuerpos o por la presencia de Ig M específica de toxoplasmosis.
Generalmente la seroconversión se da durante la primer o segunda semana de la infección. Altos niveles de
IgG indican que el individuo ha estado previamente infectado. Sin embargo, estos anticuerpos no distinguen
una infección reciente de una adquirida hace un largo tiempo. La detección de IgM específica puede ayudar a
determinar si la infección fue reciente; sin
embargo, estos anticuerpos pueden persistir por
meses o incluso años luego de la infección aguda.

Este hecho ha limitado su uso, porque no es


posible el determinar si la paciente tiene una
infección aguda que puede exponer al feto a un
riesgo, o si la infección ha ocurrido meses atrás.
La IgM positiva debe confirmarse mediante test
de avidez, que es posible determinar el tiempo transcurrido desde la infección. El test de avidez para IgG es un
test auxiliar en la determinación de si la infección es Aguda o fue adquirida previamente a la realización de la
serología en una paciente asintomática. El test se basa en la mayor fuerza de unión iónica entre antígeno-
anticuerpo producido en infecciones antiguas cuando se comparan con infecciones recientes. La embarazada
con anticuerpos que presentan ALTA avidez, han sido infectadas al menos en 3 a 5 meses antes. Esto es
importante en embarazadas con serología positiva IgG e IgM en los primeros meses. Cuando la avidez es BAJA
sugiere infección más reciente. (cuadro 7)

En cuanto al diagnóstico de infección fetal en la actualidad la literatura internacional recomienda la PCR del
líquido amniótico obtenido por amniocentesis, informándose el mayor rendimiento cuando se realiza 4
semanas después de la infección materna con una edad gestacional mayor a las 18 semanas. Tiene una
Sensibilidad de 65-80% con un VPN 98% y un VPP 100%. (cuadro 8) (17)

Las características clínicas de la toxoplasmosis congénita incluyen riesgo aumentado de parto prematuro,
convulsiones, meningoencefalitis, microcefalia, hidrocefalia, calcificaciones intracraneales, coriorretinitis,
hepato - esplenomegalia, anemia, petequias, hiperbilirrubinemia y neumonitis.

Las lesiones de toxoplasmosis en el cerebro comienzan como vasculitis, seguido por necrosis e infiltración
celular de la corteza, meninges sustancia blanca, ganglios basales, tallo cerebral y corteza espinal. La necrosis
es seguida por calcificación. Las calcificaciones intracraneales de la toxoplasmosis fetal son multifocales y se
distribuyen en distintas zonas del cerebro, tales como ganglios basales, zona peri ventricular, sustancia blanca
y corteza cerebral, a diferencia de la infección por CMV (predilección por la zona peri ventricular ). (7)

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GINECOTOCOLOGICA

El riesgo de recurrencia es infrecuente en una infección latente. En una madre inmunocomprometida y


seropositiva para toxoplasmosis puede producir infección fetal. (7)

Diagnóstico por imágenes:

Los hallazgos ecográficos intracraneales de la toxoplasmosis incluyen calcificaciones intracraneales,


hidrocefalia, microcefalia, atrofia cerebral e
hidranencefalia.

El diagnóstico diferencial de estas alteraciones


es con las otras infecciones TORCH (rubeola,
Herpes virus y particularmente con CMV), así
como otros insultos metabólicos o
hemorrágicos deben ser descartados, así como
la esclerosis tuberosa. A diferencia de CMV,
quien tiene predilección por la zona peri
ventricular, los nódulos ecogénicos
intracraneales por toxoplasmosis congénita
pueden ocurrir en múltiples áreas del cerebro.
Quistes peri ventriculares y adherencias
intraventriculares, características de las infecciones por CMV, parecen ser no comunes en fetos con
toxoplasmosis congénita. A diferencia con la infección por CMV, la toxoplasmosis congénita no está asociada
con la microcefalia fetal debido probablemente a la ventriculomegalia prominente.

Los compromisos fuera del SNC (placenta engrosada con áreas hiperecogénicas, hepatomegalia ascitis y
derrame pleural o pericárdico) son frecuentes, pero no patognomónico de la toxoplasmosis congénita.

En casos severos, la toxoplasmosis congénita puede producir abscesos cerebrales con formaciones quísticas.

Autores sugieren una aparente correlación entre la extensión del compromiso cerebral y extra sistema
nervioso central con el pronóstico. (cuadro 9 y 10). (7, 8)

Ante la sospecha de toxoplasmosis congénita por los estudios serológicos; ésta indicado el estudio dirigido a
nivel encefálico (neurosonografía) y el seguimiento a intervalos de 3 a 4 semanas, incluso en pacientes que
tengan amniocentesis negativa.

Pronóstico:

La mayoría de los autores sugiere que la presencia de anomalías cerebrales en el nacimiento se considera
como un resultado adverso. Debe recordarse que los infantes asintomáticos en el nacimiento tienen riesgo
aumentado de desarrollar lesiones oculares, problemas de neurodesarrollo y/o epilepsia durante los primeros
años de vida.

En la práctica clínica, la confirmación de la infección fetal después de la infección primaria materna se basa en
el uso de técnica PCR en el líquido amniótico. La amniocentesis se realizará al menos 4 semanas después de la
infección aguda en la madre, para evitar resultado falso negativo. No se requieren pruebas diagnósticas si la
infección materna ocurrió durante las primeras 2 semanas de embarazo porque hay riesgo leve de infección
fetal. ). (7)

Virus del Zika

El virus del Zika es un flavivirus que se transmite por los mosquitos del género Aedes Aegypti y Albopictus
(también vectores de transmisión de otras infecciones virales, como el Dengue y el Chikungunya).

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GINECOTOCOLOGICA

En el cuadro 11 se resume la evolución


epidemiológica de la enfermedad.

Del punto de vista del diagnóstico prenatal en 2016


se documentan los 2 primeros casos de fetos
afectados, relacionando la microcefalia con el daño
cerebral vinculado a la posible infección congénita
del virus del Zika. La OMS confirma en sus
publicaciones asociación entre la infección por virus
del Zika y la microcefalia; así como otras
alteraciones intracraneales (calcificaciones,
ventriculomegalia, microoftalmia, disgenesia del cuerpo calloso y atrofia encefálica).

La rápida expansión de la infección por virus Zika se la vincula a la existencia de una población
inmunológicamente virgen y la distribución del mosquito Aedes aegypti (vector primario en la transmisión).

Las vías de trasmisión conocidas y confirmadas son la picadura de mosquito, transmisión sexual y transmisión
vertical. Virus viables han sido detectados en leche de las mujeres infectadas en lactancia, pero no existe
evidencia al momento de que el Virus Zika puede ser transmitido al recién nacido.

Luego de la picadura a un humano por un mosquito afectado, los primeros síntomas se desarrollan en 3 a 12
días. La mayoría de las personas infectadas son asintomáticas. En los que generan síntomas, en general se
presenta como una enfermedad leve de corta duración (2 a 7 días).

Los signos y síntomas sugestivos de infección por el virus del Zika pueden incluir una combinación de los
siguientes: erupción cutánea, prurito, fiebre, cefaleas, artralgias, mialgias, conjuntivitis, dolor retro orbitario.
No hay evidencia de que la mujer embarazada sea más vulnerable en adquirir la infección por virus del Zika o
de que la infección cause una infección más severa en éste grupo de pacientes.

Las complicaciones severas en el adulto por Zika son raras. Sin embargo, existe ahora un fuerte consenso
científico de que el virus del Zika puede causar microcefalia fetal y otras anormalidades del sistema nervioso
central, así como el síndrome de Guillain-Barre.

Sindrome Zika congénito. Infección durante


embarazo que produce afectación fetal, presentando
microcefalia, con alteraciones ecográficas peculiares
sugestivas de infección congénita (calcificaciones,
ventriculomegalia y desorden del desarrollo cortical
entre otras presentaciones posibles). (18)

En el brote en Brasil (Pernambuco, 2015), se


registraron 646 recién nacidos con microcefalia
(perímetro craneano del recién nacido menor a 33
mm) comparados con solo 10 casos de microcefalia
entre los años 2010-2014.

El riesgo de aparición de defectos al nacer aparece como bajo, comparado con otras infecciones virales como
son el CMV y la Rubeola; sin embargo, la incidencia de la infección por virus del Zika puede ser muy alta
durante las epidemias.

Durante la gestación temprana el feto es más susceptible a ser afectado comparado con infecciones más
tardías. (20) En un estudio sobre 35 casos de microcefalia en Brasil, 26(74%), de las mujeres reportaron haber

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tenido erupción cutánea durante el


primer trimestre, 5 durante el
segundo trimestre y ninguna
durante el tercer trimestre. Sin
embargo, un reporte más reciente
en Brasil también encontró
alteraciones del sistema nervioso
central en fetos de hasta 27
semanas de gestación.

En el cuadro 12 se enumeran las


alteraciones encefálicas y extra
craneanas.

De las alteraciones mencionadas


haremos mención a algunas
alteraciones que consideramos
relevantes por las implicancias
pronósticas.

La microcefalia en diagnóstico prenatal implica la circunferencia cefálica (CC) menor a 3 desvíos standards (-3
DS) del límite inferior de la curva de normalidad para la edad gestacional.

Es preciso utilizar tablas adecuadas para CC que contemplen los diferentes desvíos standards. El diagnóstico
clásico de microcefalia es realizado cuando la CC es menor a – 3DS. (20,21) (Tablas de CC de Chevernak 1984).

¿Qué hacer frente a la sospecha de una microcefalia?

Si durante el examen ultrasonográfico es encontrado una medida de CC menor a -3 DS se debe orientar a


realizar un ultrasonido morfológico del feto para verificar la existencia de otras alteraciones intra o extra
craneales. Dependiendo de la edad gestacional
se podrá sugerir la obtención de líquido
amniótico y/o sangre de cordón para la pesquisa
de infecciones congénitas (TORCH:
toxoplasmosis, CMV, rubeola, herpes virus y
además virus del Zika). Las injurias infecciosas
son causas de microcefalia secundaria.

Microcefalia es un signo neurológico, en el cual


no hay consenso en su definición ni en su
evaluación. La microcefalia puede resultar de
cualquier insulto que genere un disturbio
cerebral en las etapas precoces del crecimiento y
puede verse en asociación con cientos de
síndromes genéticos. (12, 13)

Diagnóstico de Laboratorio:

Está indicado realizar el estudio diagnóstico en todas las gestantes con antecedente de exposición de riesgo,
independientemente de si presentaron síntomas o no. La detección viral (RNA-viral) mediante técnicas de PCR
a tiempo real en sangre u orina confirma el diagnóstico de infección materna. La serología (técnicas de IF para
determinación de IgG o IgM Zika) es menos específica, porque puede presentar reacciones cruzadas con otras

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infecciones por flavivirus (Dengue, West-Nile, Fiebre Amarilla, Encefalitis Japonesa) o por vacunación previa
(Fiebre Amarilla, Encefalitis Japonesa, Encefalitis Centroeuropea) y una IgG o IgM positiva deben ser
confirmadas mediante test de neutralización. Los anticuerpos IgM aparecen durante la primera semana de la
infección y desaparecerían hacia las 12 semanas, aunque el tiempo de aclaramiento puede ser variable. En las
gestantes con serología IgM-zika positiva o dudosa (posibilidad de infección reciente) además de la solicitud de
neutralización se recomienda realizar una PCR en sangre y orina.

Debido a la posibilidad de infecciones concomitantes y de reacciones serológicas cruzadas, cuando se realice la


serología para Zika, en el mismo suero se deberá solicitar la serología de Dengue o Dengue y Chikungunya.

El seguimiento ecográfico/de imagen recomendado incluye:

Se basa en el seguimiento ecográfico de imagen


para el diagnóstico de posibles anomalías fetales.
Tal como sucede en otras infecciones la evidencia
actual sugiere que las infecciones con mayor
riesgo serían las que ocurren <20 semanas de
gestación, aunque los marcadores ecográficos de
afectación fetal pueden ser de aparición tardía.
Las anomalías ecográficas prenatales más
frecuentemente se enumeran en el cuadro 14
(ISUOG /conferencia infección por virus ZIKA, guías
Clinic Barcelona) y recomendaciones para el
seguimiento en el cuadro 15. (17)

Amniocentesis (PCR-Zika en LA) para confirmación de infección fetal:

Indicada en casos seleccionados (anomalías ecográficas o en la RM). Se puede considerar también –previa
valoración del riesgo-beneficio- en los casos de infección materna confirmada. De preferencia no se ha de
realizar antes de las 21 semanas ni hasta 5 semanas después de la infección materna.

Se deberá informar a la paciente de que, dado la transmisibilidad transplacentaria del virus no es aún bien
conocida, una PCR-Zika en LA negativa no descarta la infección fetal y deberá mantenerse el mismo
seguimiento gestacional. Se deberá informar también de que se desconoce el pronóstico en caso de un
resultado positivo en LA en ausencia de anomalías fetales visibles en el momento del diagnóstico. (17)

Prevención

Las recomendaciones específicas vinculadas a prevenir la infección por virus Zika en la embarazada son: evitar
contacto con personas con fiebre, exantemas o infecciones; adoptar medidas que puedan reducir la presencia
del mosquito trasmisor de enfermedades, como la eliminación de criaderos, uso de camisa manga larga y
ajustada y utilización de repelentes indicados para embarazadas y protegerse de los mosquitos manteniendo
puertas y ventanas cerradas y utilizado mosquitero. (14)

PVB19

PVB19 es un DNA virus de transmisión respiratoria que pertenece a la familia Parvoviridae y produce el mega
eritema epidémico, también llamado eritema infeccioso o quinta enfermedad.

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En los siguientes cuadros 16 y 17 se presenta la


epidemiología y la clínica.

Durante la viremia, es el periodo de mayor


contagiosidad con una duración de entre 4 y 7 días.
Debido al especial tropismo del virus por las células
precursoras eritroides, produce, en grado variable,
una anemia aplásica transitoria que sólo es grave en
pacientes con trastornos hemolíticos crónicos.
Finalizada la fase de viremia, aparece el exantema
macular característico, en el adulto, es una
infección generalmente asintomática, pero puede
causar febrícula, artralgias o artritis (sobre todo en mujeres: 60%) afectando rodillas, muñecas, tobillos y
articulaciones interfalángicas proximales.

Aproximadamente el 50% al 75% de las mujeres en


edad reproductiva han desarrollado inmunidad
frente al PVB19. Sin noción de exposición, cerca de
un 1% a un 3% de mujeres embarazadas
susceptibles, desarrollarán evidencia serológica de
infección en el embarazo, aumentando a un 10%
durante los períodos epidémicos.

Cuando existe gran oportunidad de estar expuesto


al contacto con el PVB19, como ser en los jardines
de infantes o escuelas, se estima que entre un 10% a un 20% de las mujeres susceptibles desarrollarán la
infección, mientras un 50% de las mujeres susceptibles expuestas a través de los contactos en el hogar se
infectarán. Las maestras de jardines de infantes tienen 3 veces más riesgo de infección aguda que otras
embarazadas. El riesgo poblacional de infección en mujeres embarazadas susceptibles es entorno al 55% por
sus propios hijos y un 6% al 20% por la exposición ocupacional.

EL estudio del estado inmunológico para el PV B19 al comienzo del embarazo puede ser considerado en esta
población de riesgo. PV B19 confiere inmunidad persistente y no se han descrito reinfecciones. (15)

Infección PV B19 en el embarazo:

El embarazo no parece afectar el curso de la


infección viral, pero la infección sí puede
afectar el embarazo. La tasa de transmisión
materna de la infección por PV B19 al feto es
del 17% al 33%. La mayoría de los fetos
infectados por PV B19 tienen resolución
espontanea sin resultados adversos.

La infección por PV B19 puede llevar al aborto


espontaneo y el óbito fetal. La tasa de aborto
espontaneo de fetos afectados con PV B19
antes de las 20 semanas de gestación es de un
13% y luego de las 20 semanas es de un 0,5%.
Actualmente no parecería haber ninguna
evidencia de que el PV B19 incrementase el

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riesgo de anomalías congénitas en humanos. La incidencia global en fetos de quienes sus madres habían sido
infectadas por PV B19 durante el embarazo es del 2,9%. (Cuadro 18) (19)

El riesgo de hidrops fetal parece ser mayor cuando la infección ocurre tempranamente en el embarazo. Ender
y col. Notaron que la tasa de hidrops era 4,7% si la infección materna ocurría antes de las 25 semanas en
comparación con una tasa 2,3% si era posterior a esta edad gestacional. Los posibles mecanismos para el
hidrops incluyen anemia fetal, combinado a una menor vida media de los glóbulos rojos fetales llevando a una
anemia severa, hipoxia y falla cardíaca están asociados con el hidrops fetal. Otras posibles causas incluyen la
miocarditis viral que lleva a falla cardíaca, función hepática alterada causada por daño directo a los
hepatocitos y daño indirecto debido a los depósitos de hemosiderina.

Si el feto desarrolla un hidrops los signos ultrasonográficos incluyen, ascitis, edema cutáneo, derrame pleural y
pericárdico. Se estima que el PV B19 es responsable del 8% al 10% de los hidrops fetales no inmunes, entre las
9 y 20 semanas que es el periodo de eritropoyesis fetal predominantemente hepática y con una vida media de
los hematíes más corta. El hidrops aparece en el 75% de los casos durante las 8 primeras semanas después de
la infección materna (entre 2-8 semanas) y en el 20% de los casos entre las 8 y las 12 semanas. No obstante,
hay algún caso descrito hasta 20 semanas después de la infección. El pico de incidencia de aparición del
hidrops es entre las 17 y las 24 semanas de gestación.

Existe trombocitopenia severa hasta en un 46 %. Esto debe tenerse en cuenta cuando se decida realizar una
cordocentesis o transfusión intrauterina.

Resultado Neonatal a largo plazo:

Estudios sobre los efectos a largo plazo sobre los hijos de mujeres con infección por PV B19 sugieren que la
mayoría de los niños no presentan secuelas a largo plazo, pero más investigación es requerida.

El PV B19 por sí mismo, en ausencia de hidrops o anemia significativa, no parecería causar morbilidad
neurológica a largo plazo, pero la anemia severa y el hidrops fetal pueden ser factores de riesgo
independientes para las secuelas neurológicas a largo plazo. Consideraciones se deben realizar de los estudios
de imágenes cerebrales en neonatos que han tenido anemia severa e hidrops severo. Además, la miocarditis
por PV B19 puede llevar a una cardiomiopatía dilatada severa y puede incluso requerir trasplante cardíaco.

¿En qué población de embarazadas está justificada la pesquisa de PV B19? Y ¿Cómo se plantea su
seguimiento?

El screening sistemático para exposición/infección en la mujer embarazada de bajo riesgo no es recomendado.


Si la embarazada es expuesta o desarrolla signos o síntomas de infección por PV B19 se debe determinar si es
inmune realizando test serológico-específicos IgG e IgM para PV B19.

Si la paciente presento una infección aguda reciente puede existir afectación fetal y causar un hidrops no
inmune. Por lo tanto, se recomienda derivar a centro obstétrico de tercer nivel para el seguimiento ecográfico
seriado desde 8 a 12 semanas luego de la infección, dado el riesgo de desarrollar hidrops.

Si bien no existe consenso sobre la frecuencia de los estudios ultrasonográficos requeridos, la mayoría de los
especialistas en medicina materno-fetal
sugiere realizarlo semanalmente o cada 15
días. (Cuadro 19)

La evaluación fetal debe incluir la medida


de la velocidad máxima del pico sistólico de
la arteria cerebral media (VSM-ACM) para

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valorar riesgo de anemia fetal y cuantificarla de estar presente. Está técnica ha demostrado ser el método no
invasivo con alta sensibilidad y especificidad para detección y seguimiento de pacientes con riesgo de anemia
fetal moderada a severa. De acuerdo con las publicaciones, tiene una sensibilidad del 83% al 100%, y una
especificidad del 93% al 100% para el diagnóstico de anemia en fetos infectados por PV B19. Otros signos de
infección por PV B19 incluyen aumento de la translucencia nucal, aumento del espesor placentario por edema,
intestino ecogénico, y anormalidades del líquido amniótico.

DIAGNÓSTICO DE INFECCIÓN FETAL:

El PV B19 no se puede usualmente cultivar en medios regulares. Puede ser identificado histológicamente por
inclusiones intra nucleares características o por la presencia de particulares virales mediante microscopía
electrónica. La infección fetal puede ser detectada con estudio para PCR del líquido amniótico o sangre fetal. Si
se realiza amniocentesis por indicación fetal, el estudio de PCR para PV B19 debe ser solicitado.

El diagnóstico o la sospecha serológica de infección materna por PV B19, en ausencia de marcadores


ecográficos compatibles con afectación fetal o anemia, no justifican la realización de una amniocentesis para la
detección de ADN-viral en líquido amniótico.

En el contexto del estudio del hidrops fetal no inmune (25% de los hidrops con anatomía fetal normal son por
PV B19) debe solicitarse la PCR en sangre fetal y también en líquido amniótico.

Preferentemente se debería disponer de una serología materna previa al procedimiento, y solicitar el estudio
de PCR en caso de IgG materna positiva, aunque la IgM sea negativa, ya que cuando aparece el hidrops, la IgM
se puede haber negativizado en el 15-30% de las gestantes.

La realización de una amniocentesis para el diagnóstico de infección fetal, también se podría plantear en casos
seleccionados con evidencia de marcadores ecográficos dudosos (por ej. signos de disfunción cardiaca) y
también en los casos con dificultad para el seguimiento con Doppler. Como en las demás infecciones fetales,
para obtener la máxima sensibilidad diagnóstica, la amniocentesis se realizará a partir de 4-6 semanas después
de la infección materna y siempre a partir de las 18 semanas de gestación.

En infecciones fetales por PV B19 la IgM en sangre fetal aparece a partir de las 22 semanas sólo en el 30% de
los casos. La presencia de partículas virales, sin embargo, puede ser vistas solamente durante la etapa de
viremia. El diagnostico de infección fetal no debe depender de la presencia de IgM PV B19 en sangre fetal
porque el feto no elabora IgM hasta las 22 semanas de gestación.

MANEJO DEL HIDROPS FETAL Y LA ANEMIA

Cada embarazo identificado con anemia fetal o hidrops, debe ser referido a un centro obstétrico de 3er nivel
que cuente con especialista en medicina materno-fetal (cuadro 20).

El manejo actual de los fetos con hidrops o anemia debida a infección por PV B19 es considerar cordocentesis
para evaluar la hemoglobina, el recuento reticulocitario y transfusión intrauterina de ser necesario.

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Si el feto esta de
término o próximo al
término, la finalización
del embarazo debe ser
considerada. El parto de
un feto hidrópico o
anémico debe ser
realizado en un centro
de tercer nivel. El uso de
corticoesteroides para la
maduración pulmonar
fetal no está
contraindicado.

Para fetos con edades


gestacionales menores,
las opciones van desde
el manejo expectante o la transfusión intrauterina. No hay estudios randomizados a la fecha que han evaluado
el mejor manejo para los fetos con hidrops fetal o anemia causado por la infección del PV B19.

El límite de la edad gestacional para poder realizar transfusiones intrauterinas dependerá de cada centro y
será individualizado.

Los fetos en los que se produce anemia o hidrops luego de las 3 a 6 semanas de la primera transfusión, suelen
requerir entre 2 y 3 transfusiones luego de su resolución. El grado de hidrops puede no correlacionarse con el
nivel de hemoglobina debido a la existencia de miocarditis.

El rol de la medición Doppler del flujo de pico sistólico en la arteria cerebral media en el manejo de los fetos
hidrópicos necesita más investigación, pero estudios de cohortes sugieren que ayuda a determinar la
probabilidad de anemia como causa del hidrops y a cuantificar su severidad. (16)

Bibliografía

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sonographic findings. AJNR Am J Neuroradiology, January 2003, 24;28-32.
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GINECOTOCOLOGICA

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15: a retrospective study. Lancet 2016 Johansson et al. NEJM 2016.

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DOPPLER EN OBTETRICIA GINECOTOCOLOGICA

Dr. Santiago Zunini

Coordinan: Asist. Dra. Garat F, Prof. Adj. Dra. Alonzo I,

Prof. Agda. Dra. Cordano C, Prof. Agdo. Dr. De Agostini M

Introducción

En este capítulo proponemos repasar algunos conceptos básicos del estudio Doppler en obstetricia y
analizar el alcance de esta herramienta en la práctica clínica diaria.

El uso de Doppler en obstetricia se ha convertido en algo común y se ha generalizado para la toma de


decisiones. Esto determina un aumento en la probabilidad de error dado que es una técnica que puede
presentar gran variabilidad en situaciones en las que no tiene indicación. Es fundamental un
conocimiento adecuado de la fisiopatología y los cambios hemodinámicos asociados a las condiciones
que pretendemos evaluar para una correcta interpretación de los resultados.

Principios básicos

Cuando una onda de ultrasonido impacta con un blanco móvil, el eco retorna al transductor con una
frecuencia modificada; esta diferencia de frecuencia se conoce como efecto Doppler. y fue descrito por
Christian A. Doppler en 18421

Esta diferencia de frecuencia es recibida por el equipo y puede ser representada de diferentes maneras.
De forma audible (sonido variable según el cambio de frecuencias), de manera espectral (representado
en formas de trazos en función del tiempo) o mediante codificación color (gama de rojo y azul si se
aproxima o aleja, respectivamente).

Este cambio de frecuencia se encuentra relacionado con la velocidad del movimiento entre la fuente y el
receptor por lo que puede ser utilizado para estimar velocidades.

Con una orientación práctica, este fenómeno es útil para el estudio de la velocidad de la sangre y la
resistencia periférica, elementos importantes para el análisis de la hemodinamia fetal que puede verse
afectada en ciertas patologías obstétricas que alteran el flujo sanguíneo feto placentario, y como
consecuencia el crecimiento y la salud fetal.

Índices utilizados para valorar la resistencia vascular.

Una de las aplicaciones más importantes del Doppler en obstetricia consiste en determinar los distintos
índices de resistencia del vaso explorado, con el objetivo de determinar la resistencia del lecho distal del
mismo.

Cuanto mayor es la diferencia entre la velocidad sistólica máxima y la velocidad de fin de diástole, mayor
será la resistencia en el lecho distal. Si bien este hecho puede ser observado subjetivamente, con el
propósito de homogeneizar las mediciones y hacerlas reproducibles, es que deben utilizarse índices
elaborados para tal fin. Él recomendado por la ISUOG es el índice de pulsatilidad (IP) que relaciona la
sístole, la diástole y la velocidad media. Éste índice tiene una mejor correlación y es más representativo
de la resistencia vascular. Es recomendación de esta guía constatar siempre este índice en los informes
de Doppler materno-fetal.

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Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

GINECOTOCOLOGICA

Circulación fetal. Conocimientos básicos para interpretar el eco-Doppler feto-placentario.

El eco-Doppler es un estudio no invasivo que nos permite el estudio de la hemodinamia fetal mediante
la evaluación de la velocidad de los flujos sanguíneos y de la resistencia periférica.
Un adecuado conocimiento de la fisiopatología y los cambios hemodinámicos asociadas a las situaciones
que queremos evaluar, lo que nos permitirá una correcta interpretación de los resultados.
En forma práctica, podemos analizar complejo útero placentario –arterias uterinas y umbilical- y el
compartimento fetal –arterial y venoso-.

Arterias uterinas
El embarazo provoca cambios fisiológicos en las arterias uterinas, que determina un aumento de 10
veces el flujo sanguíneo para lograr una adecuado aporte de oxígeno y nutrientes para el desarrollo del
feto y la placenta.
Si este proceso ocurre adecuadamente, se modifica la curva de velocidad de flujo adoptando un patrón
de baja resistencia con aumento de las velocidades diastólicas. Como se analizará más adelante, si este
proceso se encuentra alterado como en el síndrome preeclampsia-eclampsia (SPE) y restricción de
crecimiento intrauterino (RCIU), no se produce una disminución en la resistencia de las arterias
uterinas2–4 y esto puede ser utilizado para estrategias de screening de estas complicaciones.

Arteria umbilical
Las arterias umbilicales se originan a partir de las arterias ilíacas internas fetales, rodean a la vejiga e
ingresan en el cordón umbilical transportando aproximadamente un 40% del gasto cardíaco fetal
combinado (desde el feto hacia la placenta). Por otra parte, la sangre oxigenada es dirigida desde la
placenta hacia el feto a través de la vena umbilical.

A medida que la gestación progresa, las formas de onda Doppler demuestran una disminución en la
resistencia de la arteria umbilical con un aumento del flujo de fin de diástole 5. Esto demuestra el
correcto desarrollo del árbol vascular placentario en un embarazo normal.

El análisis de la resistencia de este vaso nos permite evaluar la placenta; más concretamente el número
de vasos placentarios funcionantes. De este hecho, se deduce que el Doppler de la arteria umbilical nos
permite evaluar la perfusión de la unidad feto-placentaria6.

En los casos de RCIU debidos a una insuficiencia placentaria, hay una falla en la transformación de las
arterias espiraladas en vasos de baja resistencia y se traduce en un aumento de la resistencia de la
arteria umbilical. Estudios han demostrado que este aumento se hace evidente cuándo hay un 60 % del
árbol vascular placentario obliterado7.

Con un razonamiento clínico, si la resistencia en la arteria umbilical aumenta cuando existen


alteraciones vasculares placentarias, el Doppler permitirá identificar los fetos con RCIU de causa
hipóxico-placentaria.
Nicolaides y cols. realizaron medidas de gases en sangre de 39 fetos con RCIU. Hallaron que, cuando las
velocidades de fin de diástole se encontraban ausentes, el 80% de los fetos estaban hipóxicos y el 46%
también tenían acidemia. Por el contrario, sólo el 12% de los fetos con flujo diastólico presente,
mostraron hipoxia y ninguno, acidosis 8

Circulación cerebral fetal


La ACM se caracteriza por ser un vaso de alta resistencia, con un patrón altamente pulsátil. La velocidad
de flujo y la resistencia vascular de la arteria cerebral media no son constantes, sino que por el
contrario, varían durante el transcurso de la gestación9,10. Debido a estos resultados, es importante
destacar que la relación cerebro/umbilical también varía a lo largo de la gestación.

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En situaciones de hipoxemia fetal, se pone en marcha un mecanismo de adaptación circulatoria que


prioriza la circulación fetal y de otros parénquimas nobles como el corazón y glándulas suprarrenales y
determina una reducción en la perfusión renal gastrointestinal y extremidades 5. Este fenómeno se
conoce como efecto brain-sparing y puede ocurrir desde etapas muy tempranas en la gestación,
habiendo siendo descrito desde la semana 20 11.
Todo este mecanismo, se pone de manifiesto en una disminución de la resistencia de la ACM que
evidencia vasodilatación encefálica, y una alteración de la relación cerebro/umbilical que traduce una
adaptación del feto a la hipoxia.
Este proceso no es infinito, sino que se alcanza un momento en que el feto pierde la posibilidad de
mantener esa adaptación, por lo que es importante considerar otros flujos arteriales y venosos, como el
istmo aórtico y el ductus venoso, que deben ser considerados a la hora de tomar una conducta
obstétrica 5,12.

Ductus venoso (DV)


Es una pequeña vena que se origina en el seno Portal y desemboca en el vestíbulo venoso
subdiafragmático con las venas hepáticas y la Vena Cava Inferior.
Su forma de onda es en general trifásica (ondas S, D y a), pero también pueden obtenerse ondas
bifásicas o no pulsátiles en fetos normales con menor frecuencia.
El aumento de su resistencia, se manifiesta a través de la elevación del IP, seguido por la ausencia de
flujo diastólico y luego flujo reverso de la onda a, cuando la afectación fetal es avanzada13.

Istmo aórtico (IA)


Es un segmento de la arteria aorta situado entre el origen de la subclavia izquierda y el ingreso del
ductus arterioso. Existe alguna evidencia que propone que los cambios en su onda preceden a la
presencia del flujo reverso en el ductus venoso, y que se aprecia una alteración en el índice de
pulsatilidad del IA antes de que el DV manifieste flujo reverso en la onda a 13.

Doppler en obstetricia. Aplicación Clínica

El uso del Doppler en obstetricia se ha generalizado, pero debemos conocer en base a lo explicado
anteriormente, cuáles son sus indicaciones. Cómo toda técnica tiene sus alcances y limitaciones.
El Doppler ha demostrado disminuir la morbimortalidad perinatal, así como el número de ingresos y
estancias de recién nacidos en centros de cuidados intensivos neonatales 14.
Esto es así en ciertas patologías obstétricas, fundamentalmente en aquellas en las que la placenta es el
órgano blanco inicial de afectación, evolucionando hacia una cascada de eventos hipóxico-isquémicos
en el feto.

Por otra parte, no se ha demostrado la utilidad del Doppler para el control de la salud fetal en otras
patologías obstétricas de causa diferente a la patología vascular placentaria con la consecuente alteración
del crecimiento fetal; la anemia fetal; y el seguimiento de los embarazos gemelares monocoriales 15.

Indicaciones del Doppler. Valoración de la salud fetal en:


Sindrome preeclampsia-eclampsia
(Screening y control de salud fetal en fetos que desarrollan RCIU)
Restricción de crecimiento intrauterino (RCIU)
(Screening y control de salud fetal)
Anemia fetal
Embarazo múltiple gemelar monocorial

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Sindrome preeclampsia-eclampsia. Predicción de riesgo.


Los Estados Hipertensivos del Embarazo (EHE) afecta a un 3-10 % de las pacientes gestantes y son una
de las complicaciones con mayor repercusión en la salud materno-fetal. Es una de las primeras causas
de mortalidad materna y son causa también de morbilidad potencialmente grave, generalmente
transitoria pero con riesgo de secuelas permanentes en algunos casos: alteraciones neurológicas,
hepáticas, hematológicas o renales 16,17.
En los últimos años se ha intentado diseñar técnicas de tamizaje de SPE con el objetivo de disminuir su
prevalencia y minimizar malos resultados perinatales optimizando el momento y lugar de interrupción.
Un enfoque inicial fue identificar factores maternos que determinen un aumento de riesgo de
desarrollar SPE. Sin embargo, esta estrategia puede identificar sólo un 35% de todas las pacientes con
preeclampsia y un 40 % de las formas severas, con una tasa de falsos positivos de 10% 18,19.
Con el objetivo de mejorar la capacidad de predecir el SPE, se comenzó a considerar otros elementos
denominados biomarcadores. Éstos incluyen: presión arterial media (PAM), Doppler de arterias uterinas,
proteína plasmática asociada al embarazo (PAPP-A) y el factor de crecimiento placentario (PLGF).
El primer trimestre fue el período el cuál se consideró para el análisis de estos marcadores, siendo un
momento oportuno para realizar intervenciones terapéuticas (AAS 75-150 mg) para prevenir la
aparición y complicaciones del SPE.
Con tal fin, se realizó un estudio prospectivo (O´Gorman 16) que incluyó 35.948 pacientes, el cual
concluyó que en pacientes con SPE se produce un aumento en el primer trimestre de la PAM, de la
resistencia de las arterias uterinas y una disminución de la PAPP-A y PLGF. Esta desviación de lo normal
es mayor para los casos de SPE severa de modo que el desempeño de estos marcadores como técnica
de screening es inversamente proporcional a las semanas a las que el embarazo debe ser interrumpido
por la severidad del SPE.
Según este estudio, el screening de primer trimestre (semana 11-14) considerando los factores
maternos, la PAM, la resistencia de las arterias uterinas y el PLGF se puede predecir el 75 % de los casos
de SPE precoz y 47 % para los casos de SPE tardía, con una tasa de falso positivos de 10%
Es importante destacar que la medición de la resistencia de las arterias uterinas debe medirse el índice
de pulsatilidad (IP) y se debe considerar e informar el valor promedio de ambas arterias uterinas.
Durante el segundo trimestre, entre semana 19-24, también se han estudiados marcadores que
determinen un mayor riesgo de desarrollar SPE. El estudio de Gallo et al.20 concluye que la combinación
de factores maternos, la PAM, el IP promedio de las arterias uterinas y el PLGF realizado entre semana
19-24 predice el 99 % del SPE severas con interrupción gestación < 32 semanas, 85 % con interrupción
entre semana 32-34, y 46 % para las pacientes con SPE que requieran interrupción en embarazos de ≥
37 semanas con una tasa de falsos positivos de 10%

De lo expuesto, y recogiendo el concepto de Nicolaides 21 de pirámide invertida, la estrategia debe ser


un abordaje integral de tamizaje en el primer trimestre que permita establecer el riesgo de desarrollar
complicaciones obstétricas, realizar intervenciones terapéuticas y en caso de ser necesario derivar a
centros de referencia.

Resumiendo, en cuánto al Doppler feto-placentario en el primer trimestre mediante la medición de la


resistencia de las arterias uterinas es una técnica que nos permite clasificar el riesgo de una paciente de
desarrollar un SPE, sobre todo las formas severas.

Restricción crecimiento intrauterino

En otros capítulos de esta guía se ha definido los conceptos de RCIU y su clasificación actual propuesta
(Ver Tabla 1). Los fetos con RCIU tienen un riesgo aumentado de muerte perinatal y tienen una reserva
funcional disminuida. Este riesgo disminuye notoriamente en aquellos casos detectados prenatalmente
en comparación en los que el diagnóstico se realiza luego del nacimiento22.

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La alteración en el crecimiento es multifactorial, pero el denominador común es a una alteración en el


desarrollo placentario, que se caracteriza por una anormal invasión trofoblástica de las arterias
espiraladas23,24.

Las alteraciones del Doppler referidas en la tabla 1, para ser consideradas en la toma de
conductas deben ser confirmadas en un período mayor a 12 hs en los tipos I y II y en un
período de 6-12 horas en el tipo III y IV.

Predicción de riesgo
El anormal desarrollo placentario que se produce en fetos con RCIU es evidente desde el primer
trimestre. En esta línea de razonamiento, se llevó adelante un estudio 25 con el objetivo de desarrollar un
modelo para la predicción de pequeños para la edad gestacional en base a factores maternos,
marcadores biofísicos y bioquímicos en la semana 11-13. Este estudio concluye que la combinación de
estos factores mejora la detección de fetos con alteración del crecimiento fetal a un 73% para aquellos
que requieran interrupción antes de la semana 37 y un 46% para aquellos cuyo nacimiento ocurra al
término del embarazo.

En base a esta evidencia, es aconsejable la realización de Doppler de arterias uterinas con medición de
su resistencia en primer trimestre con el objetivo de identificar pacientes con riesgo de desarrollar RCIU
y SPE, siendo el momento ideal entre semana 11 y 13 + 6 en combinación con el screening de
aneuploidías.

Diagnóstico de RCIU
Un punto sumamente importante y clave para el manejo de fetos con alteraciones del crecimiento fetal,
es diferenciar si se trata de un feto constitucionalmente pequeño ó si es secundario a una insuficiencia
placentaria. Esto puede ser un desafío y el Doppler es sin dudas el estudio que nos ayuda en identificar
aquellos fetos con una función placentaria comprometida y que tienen un aumento de la
morbimortalidad perinatal.

Clásicamente se consideraba la arteria umbilical para diferenciar fetos pequeños constitucionales


(arteria umbilical normal) de aquellos que presentaban una restricción de crecmiento intrauterino
(arteria umbilical alterada).

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Este ínidice es bueno para los casos de insuficiencia placentaria severa, pero fracasa para detectar los
casos de insuficiencia leve y moderada.
Evidencia de los últimos años ha demostrado que en el grupo de los pequeños para la edad gestacional
considerados constitucionales, existe un número importante de casos con malos resultados perinatales
con respecto a aquellos fetos con crecimiento normal 26–28
Con fines prácticos, la arteria umbilical no puede considerarse cómo el único elemento para diferenciar
entre pequeños constitucionales de fetos con RCIU.

¿Debemos preguntarnos entonces cuál o cuáles son los indicadores por considerar?

No hay un parámetro único. El mejor candidato es la relación cerebro-placentaria (RCP), que surge de la
relación del IP arteria cerebral media con el IP de la arteria umbilical. Éste índice refleja pequeños
aumentos de la resistencia placentaria secundario a insuficiencia leve-modera así cómo vasodilatación
encefálica leve-moderada compensatoria de la circulación cerebral; de esta manera se correlaciona
mejor con la hipoxia y resultados adversos 29,30.
Este parámetro no es constante a lo largo de la gestación. Por este motivo se debe correlacionar el
resultado obtenido con los percentiles normales para cada edad gestacional.
La resistencia de las arterias uterinas, en valor promedio, aumenta marginalmente el riesgo de
resultados adversos y debe ser considerada a la hora de valorar un feto pequeño para la edad
gestacional. Este vaso, si bien no representa en forma directa la salud fetal, nos permite inferir un
entorno vascular materno desfavorable.
Un peso fetal estimado (PFE) menor al percentil 3 también ha demostrado ser otro predictor de malos
resultados perinatales independientemente de la RCP y el valor de arterias uterinas.

En conclusión; si tanto la RCP como el IP de arterias uterinas están alterado y el PFE es menor al P 3,
aumenta el riesgo de malos resultados perinatales.
Debido a esto, estos 3 parámetros deben ser incluídos en la definición de RCIU 29.

Clasificación clínica de fetos con RCIU


Si bien los fetos con RCIU tienen una etiopatogenia común, cuya base es la insuficiencia placentaria,
fenotípicamente se pueden reconocer 2 fenotipos: el precoz, en general asociado a formas precoces y
más severas de presentación y el tardío, el cuál se presenta en el tercer trimestre avanzado y con una
evolución más benigna.
El punto de cohorte para definir entre precoces y tardíos es arbitrario y habitualmente se sitúa entre la
semana 32-34. Un estudio de cohorte31 concluyó que considerar este punto a las 32 semanas refleja
adecuadamente las diferencias entre precoces y tardíos.

RCIU precoz
Comprenden un 20-30% de los RCIU, y en alrededor de un 50 % de los casos se asocia a síndrome de
preeclampsia severa32. Se vinculan a daño severo y muerte fetal en un número importante de casos33
Estos casos se caracterizan por tener una severa afectación placentaria asociado a una hipoxia fetal
crónica, lo que explica que un gran porcentaje de casos hay una alteración del IP de la arteria umbilical.
Sin tratamiento, los fetos con RCIU precoces progresan hacia un estado de deterioro de hipoxia severa,
acidosis y muerte fetal.
Esta evolución se manifiesta en una serie de cambios hemodinámicos que ocurre de forma escalonada
más o menos predecible y su conocimiento permite un mejor manejo prenatal. El desafío en estos casos
es elegir el momento adecuado de interrupción de la gestación, considerando riesgos vinculados a las
complicaciones de la prematurez versus mantener el feto in útero

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RCIU tardío
Abarcan el 70-80% restante de los fetos con RCIU y habitualmente no se asocian a síndrome
preeclamsia32. Se caracterizan por una insuficiencia placentaria leve-moderada, por lo que en general se
presentan con valores normales de resistencia de la arteria umbilical 34.
No obstante, en estos fetos hay una alta incidencia de una RCP alterada; además hasta en un 25 de los
casos puede observarse una marcada vasodilatación evidenciada por un IP de la ACM menor al percentil
5.
Estos casos, comúnmente se presentan en el tercer trimestre tardío por lo que no se observan signos
avanzados de deterioro fetal (por ej. alteraciones del ductus venoso).
A pesar de una afectación placentaria menos severa, estos pacientes tienen un riesgo de deterioro fetal
agudo antes del parto, así como de hipoxia fetal intraparto, muerte fetal y acidosis neonatal.
En estos fetos, los eventos hemodinámicos no ocurren de forma tan escalonada y por tanto son menos
predecibles, por lo que pueden sufrir un rápido agravamiento que conduce a lesiones graves y muerte
fetal sin signos evidentes premonitorios cómo en los RCIU precoces.
Esto podría explicarse fundamentalmente a que tienen una reserva funcional disminuida, con baja
tolerancia al estrés que supone las contracciones uterinas sumado además a una muy mala adaptación
en los fetos de término a la hipoxia en comparación con los fetos preamturos 29.
El gran reto en este tipo de RCIU, no lo constituye el manejo sino el diagnóstico oportuno.

Índices de diagnóstico-seguimiento de fetos con RCIU


Brevemente se expondrán índices utilizados para la identificación de RCIU y otros considerados para el
seguimiento, con un valor pronóstico y que son útiles para el manejo de estos fetos para adecuar el
momento de interrupción.

x Arteria Umbilical (AU): Tiene valor diagnóstico y pronóstico. Una AU alterada identifica fetos con
RCIU, ya sea cómo elemento aislado o en relación con la RCP. Por el otro lado, patrones de
agravamiento cómo ausencia de flujo en diástole o inversión de flujo, se asocian a injuria severa y
muerte fetal

x Arteria Cerebral Media (ACM): indica vasodilatación cerebral en un ambiente de hipoxia. Se


considera un marcador tardío con una especificad aceptable y una sensibilidad baja, que mejora
utilizando la RCP. Hay una asociación entre en una ACM alterada y resultados perinatales y
neurológicos adversos. Su mayor utilidad, radica en identificar y predecir malos resultados entre los
RCIU tardíos en los que en general la AU es normal34–36.

x Relación Cerebro-Placentaria (RCP): es esencialmente un índice de diagnóstico y este índice mejora


notablemente la sensibilidad de la AU y ACM en forma aislada. Esto puede explicarse debido a que
la mayor resistencia placentaria suele acompañarse con una ACM reducida; debido a esto la RCP se
altera primero cuándo aún sus componentes aislados, AU y ACM, están dentro de valores
normales30,37.

x Ductus Venoso (DV): parámetro más importante para predecir riesgo a corto plazo de muerte fetal
en RCIU precoces. Este marcador se altera sólo en fases avanzadas de compromiso fetal 38–40. Se ha
demostrado una buena correlación entre un DV alterado con acidemia en la cordocentesis41. La
ausencia o inversión de flujo durante la contracción auricular se asocia a mortalidad perinatal en
forma independiente de la edad gestacional, con un riesgo entre 40 y 100%42. Debido a esto,
cuándo esta alteración está presente, se considera suficiente para recomendar la interrupción
independientemente de la edad gestacional

Anemia Fetal
Existen distintas causas de anemia fetal que escapan al propósito de esta guía. Debemos recordar que la
hemoglobina fetal varía a lo largo de la gestación y que se define anemia fetal aquel valor de
hemoglobina fetal por debajo de 2 desvíos estándar (DE); entre 2 y 4 DE se considera anemia leve, entre
4 y 6 de moderada y más de 6 DE se considera anemia severa.

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Hoy en día, la medición de la velocidad máxima de la


ACM (VSM-ACM) cómo predictor de riesgo de
anemia fetal ha desplazado la amniocentesis con
estudio espectrofotométrico del líquido
amniótico43,44, lo que ha disminuido en un 70 % la
necesidad de procedimientos invasivos.
Independientemente de la etiología, la anemia fetal
puede ser detectada por ecografía Doppler sobre la
base de un aumento de la velocidad máxima del
flujo sanguíneo sistólico (VSM) en el ACM.45

Un valor de VSM-ACM mayor de 1.5 MoM se utiliza


como prueba de cribado para identificar un feto
severamente anémico. En uno de los primeros estudios multicéntricos grandes, se reportó una
sensibilidad de VSM-ACM próxima al 100% para la anemia moderada y severa con una tasa de falsos
positivos del 12%44.

En los casos de anemia fetal secundaria a isoinmunización materna, por cierto, la primera causa, se debe
discriminar entre pacientes de bajo y alto riesgo. El primer grupo, son aquellas que presentan títulos
bajos (<1:16) de anticuerpos irregulares y no tienen antecedente de enfermedad hemolítica neonatal.
Las pacientes de alto riesgo son aquellas que tienen altos índices de anticuerpos irregulares (> 1: 16),
isoinmunización anti-Kell o Rhc de cualquier título o antecedentes de alto riesgo, independientemente
de los anticuerpos irregulares:
9 Muerte fetal debida a isoinmunización.
9 Hidrops fetal en embarazos anteriores.
9 Antecedente de anemia fetal/neonatal grave

Como se mencionó, el estudio Doppler mediante la medición de la VSM-ACM es el método principal de


control y seguimiento en las pacientes isoinmunizadas catalogadas como de alto riesgo, así como de
aquellas pacientes con riesgo de anemia debido a infecciones, talasemia, etc.
En esta guía, basado en distintas guías clínicas, se propone un protocolo de control y seguimiento (ver
tabla 2). Es importante destacar que ante la sospecha de de un feto con anemia severa, debe repetirse
la medición de la VSM-ACM en 24-48 horas para descartar que se trate de un falso positivo.

Doppler en embarazo gemelar

La incidencia de embarazos múltiples ronda el 1%, si bien ha ido aumentando debido en gran parte al
uso de técnicas de reproducción asistida.
Este tipo de gestaciones presentan un riesgo de complicaciones maternas y fetales mayor al de
gestaciones únicas, por lo que determina un manejo
prenatal e intraparto diferente.
Este tipo gestaciones se puede clasificar desde un
punto de vista embriológico cómo dicigóticos (2/3 de
los casos) y monocigóticos (1/3 de los casos), pero por
lo expuesto la clasificación que cobra relevancia y que
va a definir el manejo y seguimiento es la vinculada a
la corionicidad.
La corionicidad es el principal factor que determina el
riesgo de complicaciones, por lo que resulta
mandatorio establecer la misma durante el primer
trimestre.

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En los embarazos monocoriales, se producen anastomosis vasculares que condicionan el desarrollo de


importantes complicaciones específicas de esta condición. El riesgo de pérdida de la gestación antes de
las 24 semanas es 4 veces mayor y la morbimortalidad perinatal hasta 3 veces superior que en los
embarazos dicoriales46.
Los embarazos monocoriales tienen complicaciones específicas: sindrome transfusión feto-fetal (STFF),
síndrome anemia policitemia, RCIU selectivo y sindrome de transfusión arterial reversa.
El Doppler tiene su indicación y un papel importante en el diagnóstico y manejo de las complicaciones
vinculadas a la corionicidad

Sindrome de transfusión feto-fetal


Se define como la presencia de la secuencia oligoamnios/polihidramnios graves en una gestación
monocorial. El STFF complica un 10-20% de las gestaciones monocoriales, y se considera que es
secundario a anastomosis vasculares no balanceadas.
El Doppler en este caso, no se utiliza cómo un criterio diagnóstico, sino que su utilidad es para clasificar
la severidad del sindrome descrito como los estadíos de Quintero (tabla 3)

Sindrome anemia-policitemia: Se considera que la etiopatogenia es común al STFF, aunque severidad


menor y tiene una incidencia de alrededor del 5% de los monocoriales y hasta en un 10 % luego de un
tratamiento láser de un STFF.

El diagnóstico se basa en el estudio Doppler de la VSM-ACM) de ambos gemelos que evidencia la


presencia de anemia en uno (> 1.5 MoM) y policitemia en el otro (< 0.5 MoM).

RCIU selectivo

Se define cómo la presencia de un feto con una diferencia de peso mayor al 25% y/o un feto con
diagnóstico de RCIU sin criterios diagnóstico de STFF. El mecanismo etiopatogénico radica en una
distribución asimétrica de la placenta, lo que produce una alteración del crecimiento fetal en aquel con
menor terreno placentario.
Esta complicación determina un aumento del riesgo de muerte fetal, así como de secuelas neurológicas
en el gemelo sobreviviente.
Ante el diagnóstico de un feto con RCIU selectivo, se lo debe clasificar según la onda de flujo de la arteria
umbilical, debido a que tienen un manejo, comportamiento y pronóstico distinto.
Se distinguen entonces47:

9 RCIU tipo I: flujo en arteria umbilical normal


9 RCIU tipo II: flujo en arteria umbilical ausente o invertido
9 RCIU tipo III: flujo en arteria umbilical ausente o reverso de forma intermitente

El tipo III son los casos de mayor complejidad debido a que pueden tener una evolución inesperada, con
altas tasas de complicaciones 47 así como de muertes fetales inesperadas48.
Es necesario entonces, remarcar la importancia del Doppler para el diagnóstico y manejo de estos
pacientes. En la tabla 4 y de manera didáctica, se propone un algoritmo de seguimiento y control ante
esta complicación.

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49
Tabla 1. RCIU selectivo en embarazo gemelar
C arac terís tic as
T ipo Definic ión S eg uimiento C riterios finaliz ac ión
C línic as

Biometría fetal c/ 2 semanas. Lue go de s e mana 36 ante :


Evolución e n ge ne ral Cre cimie nto progre s ivo de ambos
be nigna. Doppler de AU, ACM y DV c/2 semanas fe tos s in alte racione s Dopple r
El fe to con RCIU hasta semana 28-30 y semanal luego
Doppler A U s igue habitualme nte buscando cambios en el patrón Doppler. Inte rrupción a partir de s e mana 34
R C IU normal en un cre cimie nto line al ante alguno de e s tos crite rios s i s on
feto c on durante la ge s tación. Si IP AU > P 95 control semanal desde pe rs is te nte s .
I R C IU Los re s ultados el diagnostico.
pe rinatale s s on Alte racione s Dopple r:
ge ne ralme nte IP AU > p 95
normale s . Ecocardiograma fetal IP DV >p 95
Neurosonografía: preferentemente en IP ACM < p 5
semana 30-32
Discordancia de crecimiento ≥ 35%

Opcione s te rapé uticas : En función del Doppler, la finalización


S imilar al fe to único. 1. Oclus ión de cordón de l fe to RCIU. se programa entre las 30-34
Las caracte rís ticas 2. Lás e r de las comunicacione s semanas, previa maduración
de la onda AU no place ntarias . pulmonar.
cambian durante la Conducta expectante:
Doppler del e xploración ni e n 1. Biometría fetales c/2 semanas Semana 30-32:
feto c on días s iguie nte s . 2. Doppler (AU, ACM, DV) semanal -Flujo reverso persistente AU
R C IU R C IU c on y/o
flujo aus ente La mayoría de los Signos de empeoramiento: -IP del DV > p95 de forma
II o revers o de cas os e volucionan Flujo revertido en AU persistente.
forma hacia e l Flujo revertido o ausente en el DV.
c ontinua en e mpe oramie nto Confirmar hallazgos a las 24 hrs.
la A U. progre s ivo. Semana 32-34:
3.Ecocardiograma fetal: -Flujo ausente de la AU
preferentemente en semana 28-30 con
4. Neurosonografía: preferentemente - IP del DV normal
en semana 30

Más fre cue nte que re quie ran de una -Ce s áre a programada s e mana 34
Comportamie nto conducta activa ante s de las 28
Doppler de la clínico, atípico, no s e manas . -Finalización s e mana 30-32:
A U del feto s igue un patrón
c on R C IU e s pe rable . Opcione s te rapé uticas : - Flujo de la AU de l fe to RCIU
c on flujo 1. Oclus ión de cordón de l fe to RCIU. pre dominante me nte re ve rtido
aus ente Mue rte fe tal s úbita 2. Lás e r de las comunicacione s
R C IU /revers o e le vada (15-20%) place ntarias . - Grande s os cilacione s e n e l flujo
dias tólic o de dias tólico de la AU.
III forma Alto rie s go de Conducta e xpe ctante :
intermitente complicacione s Control diario - Flujo aus e nte o re ve rtido e n e l DV.
ne urológicas e n e l
fe to normal (15-20%) -Discordancia de peso ≥35%.

- Hidrops de cualquie ra de los dos


fe tos .
(Confirmar hallazgos a las 24 hrs ).

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ULTRASONIDO EN EL PUERPERIO GINECOTOCOLOGICA

Dr. Santiago Zunini


Coordinan: Asist. Dra. Garat F, Prof. Adj. Dra. Alonzo I,
Prof. Agda. Dra. Cordano C, Prof. Agdo. Dr. De Agostini M

Introducción

El puerperio, tercer período del parto, comprende 6 a 8 semanas en la que se suceden


cambios fisiológicos con respecto a tamaño y posición del útero, así como
modificaciones en el endometrio y miometrio. Muchos de estos cambios normales
pueden ser reconocidos ecográficamente.
Resulta importante conocer el aspecto ecográfico normal del útero y anexos durante
este período, para identificar hallazgos anormales en casos de una complicación
puerperal.
En este capítulo, en base a la evidencia actual, nos proponemos describir los hallazgos
ecográficos normales, así como mencionar en forma breve alguna de las
complicaciones más frecuentes durante este período.

Aspecto ecográfico del útero en el puerperio

Aunque el útero fue uno de los primeros órganos en ser examinado por ultrasonido, la
literatura acerca del aspecto normal durante el puerperio es limitada1. Hay pocos
datos acerca de la influencia de la paridad sobre la involución uterina, la lactancia, así
como del peso al nacer. Hay evidencia confusa acerca de la presencia de gas, líquido o
masas ecogénicas en la cavidad durante el puerperio normal2,3.

En el puerperio temprano se recomienda el abordaje transabdominal. Un útero grande


no puede ser valorado correctamente por vía transvaginal. Si bien esta vía tiene mayor
resolución, una longitud focal relativamente corta limita su uso durante la parte
temprana y media del puerperio. Por el contrario, el en el puerperio alejado, el útero
se encuentra en la pelvis verdadera y está notablemente disminuido en tamaño. En
estas ocasiones, el abordaje transvaginal es de elección. De todas maneras, debemos
recordar que ambas técnicas son complementarias y no excluyentes.

Con respecto a las características de la cavidad endometrial en el puerperio el estudio


de Mulic-Lutvica et al.1 concluye que entre el día uno y tres luego de un parto vaginal
normal, el 95 % de los úteros se encontraron en retroversoflexión. Una posible
explicación para este hallazgo es el mayor peso uterino asociado a un segmento
uterino hipotónico. Durante este período, la cavidad endometrial estaba vacía en un
93% y 83 % de las pacientes al primer y tercer día respectivamente. Estos resultados
son coincidentes con el trabajo de Diniz et al.4 En el puerperio inmediato, es habitual
observar el endometrio cómo una línea ecogénica continua desde el orificio cervical
interno hasta el fondo de la cavidad endometrial.
Durante los tres días posteriores al parto la presencia de una colección líquida con
ecos inhomogéneos a nivel de cuello uterino, es un hallazgo común.

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A la semana del parto, alrededor del 70 % de los úteros se encontraran en posición de


anteversoflexión y a los 15 días entre un 90-95% se encontraran en esta posición1,4.
Durante esta etapa puerperal es común encontrar la cavidad uterina ocupada por
ecos inhomogéneos, con mezcla de componente sólido y líquido. Esto es
probablemente debido a la presencia de decidua necrótica que se separa de las
paredes uterinas, siendo un proceso normal en este período. Con respecto a la región
cervical, a la semana del parto puede observarse una discreta colección líquida,
mientras que a las 2 semanas postparto en la mayoría de las pacientes se encuentra
libre de colección1,4.

En lo referente al puerperio alejado, entre las siguientes 4 y 8 semanas del parto, en la


mayoría de las pacientes el útero se encontrará en anteversoflexión (95%). En este
momento, el hallazgo normal es una cavidad endometrial vacía, con un endometrio
fino. En esta etapa, la región cervical suele observarse libre de contenido1,5.

Con fines prácticos y basados en la evidencia disponible, podemos concluir lo


siguiente:
x La cavidad endometrial en el puerperio inmediato y alejado se presenta vacía,
con un endometrio fino
x Es habitual la presencia de ecos inhomogéneos entre las dos y cuatro semanas
posteriores al parto
x Durante el puerperio inmediato, es esperable la presencia de una colección
líquida a nivel cervical.
x La presencia de gas en la cavidad endometrial no es común, y no debe estar
presente luego de una/dos semanas

Retención de restos ovulares

La retención de restos ovulares luego de un parto, es una preocupación para el clínico


obstetra y siempre debe ser sospechada ante la persistencia de genitorragia excesiva
y/o prolongada, dolor y la presencia de fiebre. Esta complicación puede ocurrir luego
de un parto o cesárea.

Los hallazgos ecográficos en esta complicación pueden ser similares que en aquellas
pacientes que cursan con un puerperio normal. Debido a esto, es fundamental
destacar que para una correcta interpretación de los resultados de la ecografía
siempre debe considerarse el contexto y la evolución clínica de la paciente.

Cómo se analizó, la presencia de contenido líquido endometrial es un hallazgo común


durante ciertas etapas del puerperio, por lo que no nos es de ayuda para detectar la
presencia de restos.

Sin embargo, la presencia de una masa endometrial puede ser un indicador útil para
identificar esta complicación. La sensibilidad de este hallazgo varía entre un 30 a 80%,
con un valor predictivo positivo moderado (hasta 80%)6,7.

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GINECOTOCOLOGICA

La presencia de señal al Doppler color en una masa endometrial ha demostrado ser útil
en identificar restos placentarios, con un valor predictivo positivo próximo al 96%.
Si bien la presencia de flujo evidente al Doppler color mejor mucho la sensibilidad
diagnóstica de la presencia de restos, su ausencia no permite descartar este
diagnóstico.

Hematomas postparto

Las pacientes en las que se finaliza la gestación mediante cesárea están expuestas al
desarrollo de hematomas durante el período postoperatorio. Si bien es mucho menos
frecuente, los hematomas pueden también ocurrir luego de un parto vaginal con una
dehiscencia uterina no advertida. Los dos tipos de hematomas más frecuente son los
peri vesicales y los subfasciales8,9. Clínicamente se presentan como un puerperio con
una evolución tórpida, en una paciente con anemia, que puede presentar dolor y
fiebre.

Los hematomas peri vesicales ocurren entre la vejiga y el segmento uterino, a nivel de
la incisión segmentaria transversa realizada en la cesárea. En general el sangrado es
secundario a la lesión de vasos uterinos inadvertidas. Hay que tener presente que la
presencia de pequeños hematomas hasta dos centímetros en esta localización puede
ser observada y es normal en un paciente luego de una cesárea.
Ecográficamente pueden ser observados por detrás de la vejiga en contacto con el
segmento uterino, pero pueden extenderse por debajo de la serosa hasta el fondo
uterino, hacia los ligamentos anchos y de ser muy extenso puede alcanzar el espacio
retroperitoneal (Figura 1)

Figura 1. Esquema del hematoma perivesical.


Ocurren entre la vejiga y el segmento uterino inferior,
generalmente originando cerca del sitio de la incisión
de la cesárea. Se localizan típicamente al espacio
retrovesical pero pueden extenderse spr debajo de la
serosa hasta el fondo uterino y ligamento ancho.
Tomado y modificado de J Steinkeler, B Coldwell, M Warner.
Ultrasound of the Postpartum Uterus Ultrasound Quarterly: June
2012 - Volume 28 - Issue 2 - p 97–103

Los hematomas subfaciales son debidos a la lesión de vasos epigástricos inferiores y


ocurren por detrás del músculo recto en el espacio prevesical y retropúbico 8,10. Dada
las características anatómicas de este espacio, estos hematomas pueden llegar a
contener grandes volúmenes de sangre, tanto como dos a tres litros.

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Durante la exploración ecográfica, se presenta como una masa inhomogénea por


detrás del recto pero anterior a la vejiga.
Hay que tener presente que ambos tipos de hematomas pueden ocurrir en forma
simultánea.

Figura 2. Esquema del hematoma subfacial. Los


hematomas subfaciales (relleno gris) se localizan
inmediatamente por detrás del músculo recto
abdominal. Tomado y modificado de J Steinkeler, B
Coldwell, M Warner. Ultrasound of the Postpartum Uterus
Ultrasound Quarterly: June 2012 - Volume 28 - Issue 2 - p 97–
103

Enfermedad trofoblástica gestacional

Es una entidad que se caracteriza por una proliferación del trofoblasto, de curso
generalmente benigno pero que en ocasiones puede evolucionar de forma agresiva
con formas invasoras.
Esta patología está integrada por un espectro de variedades11:

x Mola hidatiforme: completa y parcial


x Enfermedad trofoblástica persistente (ETP), que comprende:
9 Mola invasiva
9 Coriocarcinoma
9 Tumor trofoblástico del sitio placentario

Puede presentarse ecográficamente como un aumento de la vascularización


miometrial. En la ETP puede observarse desde una zona miometrial ecogénica, en
general próximo a la cavidad endometrial hasta un útero aumentado de tamaño de
características inhomogéneas. A la hora del diagnóstico, interesa conocer los niveles
de E-hcg, que habitualmente son desproporcionadamente elevados11,12.

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Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

ULTRASONIDO SEGÚN LA ETAPA DE LA MUJER GINECOTOCOLOGICA

Dr. Carlos Costa, Prof. Adj. Dra. Alonzo, I

Asist. Dra. Garat, Prof. Agda. Dra. Cordano C, Prof. Agdo. Dr. De Agostini M

El ultrasonido ha demostrado su utilidad como herramienta fundamental para complementar la


valoración clínica del aparato reproductor femenino; ya sea valorando los cambios fisiológicos
durante las distintas etapas de la vida de la mujer o los vinculados a la patología.

La ecografía permite abordar la pelvis de la mujer por diferentes vías (transabdominal, transvaginal,
transperineal y trans-rectal), presentando cada una de ellas ventajas y desventajas, siendo la vía
abdominal y transvaginal las de mayor uso en la
práctica diaria; en el cuadro 1 se describen las
características de las más usadas.

El abordaje transvaginal es de elección en la


valoración ginecológica; siendo requisito el
consentimiento de la mujer y dado que es un
abordaje invasivo, no es posible su realización
previa al inicio de relaciones sexuales.

Se destaca los abordajes antes descritos, NO son excluyentes y por el contrario son técnicas
COMPLEMENTARIAS para llegar al correcto diagnóstico.

Las indicaciones de la ecografía en ginecología abarcan desde la valoración del aparato genital
femenino normal como complemento del examen ginecológico (fundamentalmente en la infancia –
adolescencia y posmenopausia); o en la patología tanto orgánica como funcional, permite
orientación diagnóstica o diagnóstico, así como también guía procedimientos diagnósticos o
terapéuticos. En la urgencia ginecológica las indicaciones más frecuentes son el dolor abdominal y la
genitorragia.

Las estructuras que se evalúan en la ecografía ginecológica son útero (cuerpo -miometrio, cavidad
endometrial y endometrio- y cérvix), vagina, regiones anexiales (trompas de Falopio y ovarios). Para
la correcta interpretación del estudio debemos considerar la etapa de la mujer, antecedentes de
cirugías ginecológicas previas, así como la concurrencia de compuestos hormonales que modifiquen
el aspecto ecográfico de las estructuras a evaluar.

El mejor rendimiento del estudio tiene como premisa la sistematización del mismo, para lo cual es
requisito el conocimiento de la anatomía normal de la pelvis femenina, así como las modificaciones
por acción hormonal que se dan en cada etapa.

En cuanto a la técnica, la insonación debe realizarse a 90º, identificar los reperes anatómicos (vejiga,
cérvix y cuerpo uterino) y magnificar el área de interés a ser evaluada.

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¿ Q

Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

GINECOTOCOLOGICA

En la valoración del útero se debe consignar posición


uterina (Anteverso o retroverso flexión o
indiferente); la forma del útero y su regularidad; la
ecoestructura, si es homogénea o inhomogénea. El
tamaño uterino según medición longitudinal y
anteroposterior realizadas en un corte longitudinal y
la medición del diámetro transverso realizado en el
corte axial (tabla 1). Se complementa la exploración
con el barrido hacia los laterales tanto en el corte longitudinal (cuerno a cuerno), como en el corte
axial mediante técnica de barrido de cérvix al fondo.

En la valoración del endometrio se debe consignar regularidad, características de la zona


endometrio – miometrio, identificar las características y vincularlas según en la etapa en la que se
encuentre la mujer o compuestos hormonales si estos son consignados. De la cavidad endometrial
se consignará su contenido (si existe), recordando las variantes de normalidad según cada etapa.

En el año 2008, en el congreso mundial de ultrasonido en ginecología y obstetricia, se conformó el


grupo IETA (grupo de expertos), grupo internacional para análisis de tumoraciones de endometrio,
de sus siglas en inglés (International Endometrial Tumor Analisis group), publicado su trabajo en
2010. El objetivo de dicho grupo es lograr acuerdo en la terminología y definiciones, para describir
hallazgos ecográficos en el endometrio y cavidad endometrial, así como realizar recomendaciones
técnicas para realizar mediciones estandarizadas. Esto permite, establecer bases sólidas para realizar
estudios prospectivos, comprobar resultados obtenidos y poder predecir la presencia de patología.

Criterios IETA

Los criterios IETA son descritos para el abordaje transvaginal y valora útero, región endometrial y
endometrio – miometrio; requiere magnificar la imagen para la correcta valoración. El endometrio
se evalúa en corte longitudinal y axial; obteniendo la medida endometrial (grosor máximo) en el
corte longitudinal situando los cálipers en la interfase endometrio – miometrio. Cuando el
endometrio es asimétrico, debe medirse en el sector antero posterior; en el trabajo se consigna que
hasta en un 10 % de los casos el endometrio no es mensurable. La cavidad endometrial debe ser
evaluada. El estudio Doppler es una herramienta útil para la valoración endometrial.

Se sugiere al lector, la lectura completa de la publicación del grupo IETA disponible online. (5)

Ovarios

Se topografía en la fosita ovárica pero su localización puede ser


variable. Para su valoración se utiliza técnica de barrido, con el
uso de Doppler, teniendo como reper anatómico los vasos
Ilíacos. La medición se realiza con sus 2 diámetros principales o
mediante sus 3 diámetros para calcular el volumen. En la edad
reproductiva, valorar el ciclo ovárico y el aspecto de los ovarios a
lo largo del mismo.

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Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

GINECOTOCOLOGICA

Trompas de Falopio cuando son normales no son identificables


habitualmente siendo posible ver su porción proximal a nivel del
cuerno. En cuanto a la vagina se visualiza como una estructura
tubular hipogénica.

El fondo de saco de Douglas, conformado como un espacio virtual


situado sobre el receso peritoneal entre la cara posterior del útero
y la anterior del recto. Durante la ovulación es habitual observar
escasa cantidad de líquido a dicho nivel. (foto 3)

Edad Reproductiva

Es la etapa de la vida de la mujer que se extiende entre la


menarquia y la menopausia. Se caracteriza por el ciclo
ovárico y el endometrial, estrechamente relacionados
entre sí con cambios identificables mediante ecografía. La
correcta interpretación del estudio requiere previo al
estudio consignar la fecha de última menstruación (FUM),
las características de los ciclos menstruales, la toma o no
de ACO u otros compuestos hormonales y finalmente
relacionar los hallazgos ecográficos y vincularlos entre ciclo
ovárico/ ciclo endometrial. (Figura 1)

En las pacientes cursando esta etapa de la vida, que


además presenten como método anticonceptivo DIU
(dispositivo intra uterino), ya sea la clásica T de cobre o el
dispositivo liberador de levonorgestrel, de éste deberá
consignarse en el informe su ubicación. En la práctica y
según se refiere en la literatura, la correcta ubicación del
DIU (in situ) es cuando su rama longitudinal se encuentra
completamente dentro de la cavidad endometrial,
tomando como límite proximal el fondo del endometrio y
como límite distal el endocérvix; entendiendo por
endocérvix al punto de transición entre la capa endometrial
y la línea endocervical. (cuadro 2)

El antecedente de cirugías previas es importante para


interpretar los hallazgos, como fue mencionado, no solo
por la posibilidad de ausencia de estructuras (ooforectomías o
anexectomías) sino por variaciones en la localización anatómicas de las
estructuras, y la presencia de Istmocele en paciente sometidas a
cesáreas. Se entiende por Istmocele a un defecto de la cara anterior
del útero, en la cicatriz de una cesárea anterior ubicado a nivel ístmico
o cervical dependiendo de si hubo o no trabajo de parto previo a la
cesárea. (foto 4)

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¿ Q

Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

GINECOTOCOLOGICA

Infancia y adolescencia

La US constituye una herramienta clave para la valoración genital en este grupo de pacientes. El
abordaje transabdominal es el usado más habitualmente, que requiere una “ventana
ultrasonográfica” dada por la vejiga llena. Otra técnica utilizada es la transperineal, útil para la
valoración de alteraciones del tracto de salida vaginal o frente a la sospecha de cuerpos extraños. Se
debe recordar que para la realización de la técnica transvaginal la condición indispensable es el
haber iniciado las relaciones sexuales por lo que ésta técnica no es realizable en niñas ni
adolescentes que no han mantenido su primera relación sexual.

En la neonata y lactante: el útero se caracteriza por presentar forma de “Pala”, dado por una
relación cuerpo / cérvix 1:2 a favor del cérvix, tanto en los cortes longitudinales como en las
mediciones antero – posteriores. En esta etapa es posible identificar la cavidad endometrial central y
con aspecto ecogénico. Presenta un halo hipoecogénico que es visto en aproximadamente en el 30%
de las pacientes, así como una cavidad desplegada con contenido líquido hasta en un 20% de las
pacientes recién nacidas.

Con respecto a los ovarios, situados postero lateralmente al útero con forma de “almendra”. En los
primeros 3 meses de vida el ovario tiene un volumen promedio de 1,06 ml (la variabilidad depende
del número de folículos y del estímulo FSH). El hallazgo de folículos en la recién nacida y niña es muy
común.

El volumen medio de los ovarios en los primeros 3 meses es de 1,06 ml con un rango que va desde
(0,03 ml a 3,36 ml), de los 4 a 12 meses de edad es de 1,05 ml con un rango (0,18 ml a 2,17 ml)
mientras que entre los 12 meses a los 24 meses la media es de 0,67 ml con un rango (0,15 ml a 1,68
ml).

En primera infancia y edad escolar: El útero adquiere forma tubular, tornándose la relación cuerpo
/cérvix 1:1. Solamente un 10% de las niñas en esta etapa presentará una relación cuerpo/cérvix 2:1
como se ve en la adolescencia. Existe un crecimiento uterino gradual que mantiene estable las
proporciones de los 3 a 8 años aproximadamente, alcanzando una medida media de 4,3 cm entre los
10 a 13 años de las paciente que no han tenido su menarquia.

A nivel de los ovarios, son heterogéneos y contiene pequeños folículos, permaneciendo


relativamente constante en cuanto a su tamaño y morfo-estructura hasta los 7 a 9 años en que
comienzan los cambios marcados por la pubertad. Dado que la presencia de folículos es un hallazgo
frecuente en niñas, es que a nivel internacional se sostiene que el ovario no es un buen marcador
ecográfico de inicio de la pubertad, y por tanto tampoco buen marcador para determinar si se trata
de pubertad precoz o tardía en las pacientes pediátricas. Las tablas de valores de tamaño de útero y
ovarios normales en niñas y adolescentes realizadas en la década del 90 coinciden con las
publicaciones internacionales.

Adolescencia: El útero adquiere la forma “piriforme “, característica de la edad reproductiva con una
relación cuerpo / cérvix 2:1. Estas modificaciones son debidas no solamente al crecimiento que se
produce durante esta etapa sino también al estímulo estrogénico que comienza a hacerse
importante. EL tamaño medio del útero post menarca en la adolescente es de 5 a 8 cm, y a nivel
endometrial se comienza a visualizar cambios cíclicos propios del ciclo endometrial.

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GINECOTOCOLOGICA

En cuanto a los ovarios, con el comienzo de la pubertad (aproximadamente 9 -10 años), existe
aumento del tamaño de ovarios y útero. Adquieren el aspecto ovoideo característico y presenta un
volumen mayor de 4 ml, persisten heterogéneos con folículos.

En las pautas de control de infancia y adolescencia, la exploración ecográfica es un estudio en salud,


durante el cual valoramos la anatomía esperada y es también una oportunidad de “mostrar a la
adolescente sus órganos, aportando al conocimiento de su cuerpo”. Esta instancia, es una
oportunidad de detectar malformaciones a nivel uterino.

No es objetivo de esta guía el análisis de las malformaciones uterinas; su importancia surge de ser un
factor relacionado con infertilidad, perdida recurrente de embarazo, complicaciones obstétricas
mayores, parto prematuro y no menos importante implicancias psico – sexual. Recordamos que con
la utilización de US 2D, los hallazgos son solamente de sospecha diagnóstica y que se requiere la
ecografía 3D o la resonancia magnética para la confirmación diagnóstica.

En cuanto a cómo informar los hallazgos, en el reciente Congreso Latinoamericano de la infancia y


adolescencia realizado en Montevideo en mayo de 2017, se realizaron las siguientes
recomendaciones (figuras 2 y 3) (11):

Con respecto a la Niña, el informe debe incluir su edad en años y meses, si ha presentado o no la
menarca y de presentarla las características de los ciclos. Debe consignarse también la fecha de
última menstruación (FUM), así como la toma de anticonceptivos orales (ACO). En el informe debe
quedar detallado la posición uterina con sus 3 medidas, longitudinal, axial y antero – posterior, la
relación cuerpo/cérvix, el espesor endometrial y su aspecto. Con respecto a los ovarios se deberá
informar las 3 medidas con el volumen del ovario y aspecto del mismo y describir si presenta
imágenes quísticas o tumorales asociadas.

Con respecto a la Adolescente, debe incluir la edad de la paciente en años y meses, si presentó o no
la menarca y como son las características de los ciclos. Antecedentes obstétricos, así como si utiliza
ACO como método anticonceptivo. FUM y motivo de consulta. En el informe debe quedar detallado
la posición uterina con sus 3 medidas, longitudinal, axial y antero – posterior, la relación
cuerpo/cérvix, el espesor endometrial, su aspecto y relacionarlo con la etapa del ciclo ovárico que se
encuentre salvo si consume ACO. Con respecto a los ovarios se deberá informar las 3 medidas con el
volumen del ovario y aspecto del mismo y describir si presenta imágenes quísticas o tumorales
asociadas.

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¿ Q

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GINECOTOCOLOGICA

Postmenopausia

El declinar fisiológico de la función ovárica genera cambios a nivel de útero y los ovarios,
característicos en las mujeres que se encuentra en esta etapa evolutiva de su vida.

Es así como el útero presenta una disminución en su tamaño adquiriendo una conformación más
fusiforme con una relación cuerpo / cérvix 1:1, como se veía en
la premenarquia. El aspecto ecográfico del endometrio atrófico
es de una delgada línea rodeada de un fino halo hipogénico lo
que le da un aspecto de un endometrio “trazado a lápiz”.
Debemos hacer la salvedad que es frecuente visualizar una
cavidad endometrial desplegada con contenido líquido, siempre
que el grosor endometrial esté conservado. En las pacientes
sometidas a terapia de reemplazo hormonal, la valoración
endometrial deberá realizarse 5 a 10 días luego de ingesta del
último comprimido de gestágeno, se acepta un valor hasta 10
mm y en las pacientes que se encuentran en tratamiento con
fármacos moduladores selectivos de los receptores estrogénicos
(ejemplo, Tamoxifeno), el espesor endometrial de hasta 8 mm es esperable. (Foto 5)

En cuanto a los ovarios en la postmenopausia, presentan una mayor proporción de tejido conjuntivo,
con un volumen medio de 5,8 ml (1,2ml a 14,9 ml). Es aceptado que luego de una correcta búsqueda
ayudándonos con Doppler y maniobra bimanual y complementando por vía abdominal, de no
identificarse, se puede consignar en el informe: “no se identifican imágenes compatibles con ovarios
ni imágenes patológicas en su topografía”. (Foto 6)

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Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

GINECOTOCOLOGICA

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10. Patrón ecográfico de útero y ovarios en niñas y adolescentes. M.C. Cordano, J. Miranda

11. Ferreyra Gabriela, Alonzo Inés, De Agostini Marcelo. Modelo para Informe de estudio ecográfico
de Niñas y Adolescentes. XV Congreso Latinoamericano de Obstetricia y Ginecología de Infancia y
Adolescencia. Mayo 2017.

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Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

ULTRASONIDO EN ONCOLOGÍA GINECOTOCOLOGICA

Dr. Santiago Zunini, Prof. Adj. Dr. Fernando Taranto


Coordinan: Asist. Dra. Garat F, Prof. Agdo. Dr. De Agostini M

Introducción

En los últimos años, el uso de técnicas de imagen en la valoración de pacientes con tumores
ginecológicos malignos, y en especial la ecografía ha cambiado drásticamente. El avance tecnológico ha
permitido el desarrollo de sondas de alta resolución que permiten una vista detallada de la anatomía de
la pelvis con resultados comparables con la resonancia nuclear magnética (RNM) y en muchos centros
de referencia en oncología la ecografía es utilizada de forma rutinaria en la valoración de la extensión
lesional.
En este capítulo de la guía, se analizará en forma breve, el uso de ultrasonografía en oncología.

Cáncer de endometrio

El cáncer de endometrio es un tumor ginecológico común, con una incidencia de alrededor de 8.5 en
1
100.000 habitantes en nuestro medio según datos nacionales .
Se presenta fundamentalmente en la postmenopausia y en el 90% de los casos se presenta como una
2
metrorragia durante este período .

La ecografía transvaginal ha mejorado nuestra capacidad para el diagnóstico y manejo de patología


endometrial.

En mujeres con sangrado de la postmenopausia un del espesor endometrial menor o igual a 4 mm


permite identificar pacientes con bajo riesgo de cáncer de endometrio. Por contrapartida, aquellas con
un espesor endometrial mayor a 4mm, deben ser consideradas de alto riesgo y en ellas es necesario un
estricto asesoramiento de las características ecográficas del endometrio así como estudios histológicos
3,4
con el objetivo de descartar patología tumoral .

Para la descripción de las características en cuanto a términos, forma de mediciones y definiciones para
describir los hallazgos del endometrio y cavidad uterina, esta guía se basa en el consenso de opinión
5
internacional referido en el Apéndice 1.

La planificación quirúrgica está basada en los resultados preoperatorios de biopsia y de técnicas


adecuadas de imagen que permitan en forma confiable estimar el grado de invasión tumoral en el
6
miometrio y en estroma cervical .

Actualmente hay dos técnicas de imagen con resultados comparables para determinar la extensión loco-
7
regional del cáncer de endometrio, y éstas son: RNM y ecografía .
Tres trabajos publicados por Savelli et al., Antonsen et al. y Ortoft et al. han evaluado la capacidad de
8–10
ambas técnicas para detectar invasión miometrial y cervical .
La RNM y ecografía transvaginal tienen una sensibilidad para predecir invasión miometrial de 66-82% y
8–10
72-84% y para invasión cervical de 82-85% y 78-92% respectivamente .
Ambas técnicas tienen una tendencia similar en sobrestimar invasión miometrial y subestimar invasión
11,12
del estroma cervical .

Debido a estos resultados, teniendo en cuenta los costos y la disponibilidad, la ecografía parecería ser la
una buena técnica para estadificar la enfermad, quedando reservada la RNM para aquellos casos de
visibilidad reducida debido a artefactos o la presencia de miomas.

Es crucial tener en cuenta que estos resultados han sido obtenidos en centros de referencia de
oncología, dónde el estudio ecográfico fue realizado por un técnico experto y con ecógrafos que

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Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

GINECOTOCOLOGICA

permiten la obtención de imágenes de alta resolución. Esto importa y debe considerarse a la hora de
extrapolar resultados a nuestro medio en el que la RMN continúa siendo la técnica de referencia para
dicho fin.

Predicción ecográfica del tipo histológico

Se han realizado esfuerzos para intentar correlacionar los aspectos ecográficos con el tipo histológico
del tumor. En muchos casos es difícil demostrar esta correlación debido al heterogeneidad de los
tumores y de biopsias no representativas.
13
En este sentido, hay un es estudio multicéntrico prospectivo que revela características ecográficas y al
Doppler asociadas con la presencia de tumores de bajo y alto riesgo. Estos resultados fueron
12
confirmados por un estudio prospectivo .
Tumores que se presentan hipoecoicos o de ecogenicidad mixta con señal al Doppler color con vasos de
origen multifocal frecuentemente se asocian a tumores de bajo grado con infiltración miometrial
profunda y del estroma cervical.

Cáncer de cuello uterino

El cáncer de cuello uterino es un tumor ginecológico frecuente, con una incidencia particularmente alta
en nuestro medio.
Según cifras nacionales, la incidencia es de alrededor de 17/100.000 habitantes, bastante distante de
1
cifras de países de primer mundo que se ubica alrededor de 8-9/100.000 habitantes .

Para planificar un adecuado tratamiento oncológico, es necesario conocer una adecuada información
con respecto al tamaño, localización y extensión tumoral, así como infiltración de parametrios y
presencia de metástasis linfática.

La Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) recomienda una estadificación clínica,


dado entre otros motivos que se trata de un tumor con alta incidencia en países con bajos recursos en
los cuales el acceso a técnicas de imagen complejas como RNM, tomografía computada (TC) o
tomografía con emisión de positrones (PET) es limitada.

Esta estadificación clínica sugerida ha a menudo muestra discrepancias con los resultados quirúrgicos.
La extensión tumoral cuando se los compara con los resultados anatomo-patológicos es subestimada
hasta en un 32% en estadio IB de la FIGO y hasta casi en un 70% de casos de estadios avanzados II a IV.

Actualmente, y dado esta evidencia, las sociedades internacionales contra el cáncer fomentan el uso de
14
RNM, TC y PET para evaluar el volumen tumoral, la extensión local del tumor y metástasis .

La RNM, debido a la buena resolución, es considerada una técnica adecuada para determinar la
15
extensión local y regional en los tumores de cuello uterino . La disponibilidad, la necesidad de técnicos
radiólogos con experiencia en la patología y algunas contraindicaciones para la paciente son algunas
limitaciones de esta modalidad de imagen.

Por contrapartida, la ecografía ha tenido un gran desarrollo en los últimos años, con una sensible mejora
en la resolución de las imágenes, puede ser realizada por el ginecólogo oncólogo y tiene mínimas
contraindicaciones. Es un estudio que en general está ampliamente disponible con costos menores.

Debido a esto existen trabajos que comparan ambas técnicas para poder determinar si tienen
resultados comparables a la hora de valorar la extensión local y regional del tumor. Un trabajo de
16
Fischeroa et al. demostró una mayor sensibilidad de la ecografía en comparación con la RNM en
identificar el tumor así como en las dimensiones del mismo. Los resultados en cuanto a la infiltración
parametrial fueron comparables.

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GINECOTOCOLOGICA

Conclusiones similares fueron reportadas por un estudio prospectivo en los cuales la ecografía fue capaz
de detectar presencia de tumor, invasión del estroma, infiltración de parametrios con una sensibilidad
17
comparable a la RNM .

Estos resultados han sido ratificados por un trabajo multicéntrico prospectivo cuyo objetivo fue
comparar la precisión diagnóstica del ultrasonido y la RNM en la evaluación preoperatoria del cáncer de
cuello uterino en estadio temprano utilizando los hallazgos patológicos como patrón de referencia.
Concluye que la ecografía parece ser superior a la RNM para la detección de tumores residuales y la
evaluación de extensión parametrial y comparable a la RNM para estimar el tamaño y la invasión
estromal.
Sin embargo, debemos tener en cuenta las mismas consideraciones mencionadas en el apartado de
cáncer de endometrio a la hora de extrapolar resultados a nuestro medio en el que la RMN continúa
siendo la técnica de referencia para dicho fin.

Tumores de Ovario

El cáncer de ovario es el tercer tipo dentro de los tumores ginecológicos en nuestro país con una
1
incidencia de alrededor de 7.7 en 100.000 habitantes .
En general tiene un mal pronóstico debido, entre otros factores, a un diagnóstico tardío en la mayoría
de los casos. La edad, paridad, la alimentación y los antecedentes familiares se reconocen como factores
de riesgo. Se asocian además a cáncer mama y colo-rectal hereditario.

Sin lugar a duda la ecografía es uno de los primeros estudios que se consideran ante la sospecha de
patología anexial. Es fundamental poder establecer el riesgo de malignidad de una tumoración para
referir a la paciente a centros especializados para ofrecer las mejores opciones terapéuticas.
Los mejores resultados en cuanto a la predicción de la naturaleza del tumor, se obtiene cuando el
18,19
estudio es realizado por ecografistas expertos .

Una interesante estrategia basada en evidencia, consiste en la caracterización diagnóstica preoperatoria


de los tumores de ovario basada en reglas simples desarrollada por el grupo de Análisis Internacional de
20,21
Tumores de Ovario (IOTA) .
Éste es un estudio colaborativo multicéntrico cuyo objetivo consiste en diseñar herramientas para el
diagnóstico de cáncer de ovario, que puedan ser utilizadas por ecografistas no expertos.

De acuerdo con este modelo, se han descrito 5 características benignas (B) y cinco malignas (M) para
determinar ecográficamente la naturaleza del tumor anexial.
En los estudios originales, las reglas simples eran aplicables en el 76% de los casos, con una sensibilidad
de 93%, especificidad de 90%. La condición para que este modelo funcione es usar términos comunes
definidos por el grupo IOTA; en otras palabras, es que todos hablemos el mismo idioma a la hora de
5
describir una tumoración anexial .

La performance del modelo predictivo desarrollado por el grupo IOTA coincide con la valoración
22
realizada por ecografistas expertos y desde la Unidad de Ecografías creemos que al momento actual
debe ser adoptada para predecir el riesgo de malignidad de una tumoración de ovario.

En la práctica clínica, es importante además no sólo distinguir entre benignidad y malignidad sino
también poder especificar el tipo de tumor maligno. El grupo IOTA ha propuesto un modelo matemático
capaz de distinguir el riesgo de tumor benigno, borderline, estadíos iniciales y avanzados del cáncer
23
primario de ovario así como el riesgo de que se trate de un secundarismo ovárico . Este modelo ha sido
probado con datos de 6000 pacientes con lesiones de ovario y contiene nueve variables: edad de la
paciente, tamaño máximo de la lesión, valor de CA-125, la proporción de componente sólido, la
presencia de más de diez loculaciones, número de proyecciones papilares, presencia de sombra
acústica, ascitis y el centro hospitalario (centros de oncología vs hospitales generales).
24
Este software no tiene costo, está disponible y consideramos que debe ser utilizado para predecir el
riesgo de malignidad frente al hallazgo de una tumoración de ovario.

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Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

GINECOTOCOLOGICA

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Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

ECOGRAFÍA EN REPRODUCCIÓN GINECOTOCOLOGICA

Dra. Lorente Lucía

Agradecemos el asesoramiento de las Especialistas en Reproducción Humana:

Prof. Adj. Dra. Virginia Chaquiriand y la Dra. Marisa Dellepiane

Coordinan: Asist. Dra. Garat F, Prof. Adj. Dra. Alonzo I, Prof. Agdo. Dr. De Agostini M

La ecografía es la herramienta indispensable en la cual se apoyan todos los procesos de diagnóstico,


seguimiento y control de los ciclos ováricos y de la estimulación ovárica para la realización de técnicas
de reproducción asistida.

La vía de elección es la transvaginal, siendo de utilidad para valorar factores anexiales y uterinos. Se
recomienda el uso de una sonda transvaginal con una frecuencia mínima de 7 MHz. (1)

Idealmente cada unidad de reproducción debiera contar con personal calificado para realizar el estudio.

Destacamos que todos los marcadores ecográficos a valorar en la reproducción tienen una
reproducibilidad intraobservador e interobservador elevada (2).

A continuación, se desarrollan los hallazgos normales del útero y de los anexos, la valoración de la
reserva ovárica y el seguimiento folicular. Por último, se mencionan las patologías más frecuentes que
pueden tener expresión ecográfica, y que afectan la fertilidad.

ENDOMETRIO NORMAL

Valoración ecográfica del endometrio

El ciclo endometrial está regulado por el tenor de hormonas circulantes en cada fase, lo que determina
características ecográficas típicas según el momento que nos encontremos.

El crecimiento endometrial se produce de forma paralela al ascenso del nivel de estradiol sérico como
resultado de la maduración folicular. (1)

Grosor endometrial:

Se mide en corte longitudinal del útero, de una línea basal a la otra, en el lugar en el que se consiga la
máxima distancia entre las dos líneas. Puede llegar a crecer a razón de 0,5 mm por día llegando a
alcanzar 8-14 mm (1)

Muchos artículos sugieren que hay un límite bajo para el grosor endometrial, por debajo del cual la
implantación es poco probable. Un grosor entre 8-12 mm en el momento periovulatorio es el que se
refiere como normal en la literatura, mientras que existe consenso de que un grosor menor de 6 mm
tiene un valor predictivo negativo elevado a la hora de predecir gestación (2, 3). Por otra parte, un
endometrio mayor a 14 mm también resulta desfavorable para dicho fin. Aunque hay numerosos
estudios que confirman la relación entre el grosor endometrial y las tasas de embarazo, debemos
recordar que con endometrios de 6mm también se pueden alcanzar tasas de embarazo razonables.

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GINECOTOCOLOGICA

Características endometriales:

El ciclo endometrial lo podemos dividir en 2 fases ya que existen cambios histológicos en el endometrio
que se correlacionan con el ciclo ovárico que se manifiestan con determinadas características
ecográficas.

Fase proliferativa: es estrógeno dependiente, fase en que se produce la


proliferación endometrial, ecográficamente se visualiza un endometrio
trilaminar que va aumentando su grosor hasta llegar al periodo
periovulatorio. Se visualiza delimitado por dos líneas externas
hiperecogénicas que representan la unión entre el endometrio basal y el
miometrio, dos bandas hipoecoicas que son la capa funcional del
endometrio y, por último, una línea central hiperecogénica, luz de la
cavidad.

Los estrógenos van aumentando hasta lograr el punto crítico momento en que se produce la
estimulación de la hipófisis y liberación de LH: la ovulación se produce a las 36 hs el día 14 del ciclo,
aproximadamente, a los 7 días de la misma ocurre la ventana de implantación a nivel endometrial. Para
que esto suceda los folículos deben estar correctamente estimulados por la FSH y preparados para
secreción de estrógenos.

Fase lútea o secretora: predomina la progesterona la cual prepara el


endometrio para la nidación, ecográficamente se observa una línea
homogénea hiperecogénica.

Debemos tener en cuenta que el endometrio óptimo previo a la


transferencia de embriones es el que llamamos trilaminar, propio de la
fase folicular avanzada

Se puede clasificar en esta fase del ciclo al endometrio en tres patrones endometriales; A, (trilaminar),
B(periovulatorio) y C(secretor), de mayor a menor ecogenicidad con respecto al miometrio. Sin
embargo, la imagen ecográfica de un endometrio de triple línea no garantiza un resultado exitoso.
Mientras que un endometrio homogéneo tiene un valor predictivo negativo elevado (mayor del 85%)
para conseguir implantación (1)

Por lo tanto, debemos informar el grosor endometrial y las características del endometrio a la hora de
decidir una transferencia. El patrón endometrial puede ayudar a identificar los endometrios que no han
experimentado un cambio histológico suficiente cuando se van a transferir los embriones. Por otro lado,
a los pocos días de la transferencia, el endometrio debe experimentar una transformación ecogénica
homogénea, si no es así, probablemente se produciría un fallo de implantación, debido a un bajo nivel
de progesterona.

OVARIOS

La mujer nace con un número finito de óvulos. Estos se utilizan a lo largo de la vida reproductiva y van
reduciéndose en cantidad y calidad conforme la edad de la mujer avanza. La posibilidad de identificar el
número de folículos disponibles y de medir la función ovárica permitiría valorar el potencial
reproductivo de la paciente (1,5,6).

En el ciclo ovárico fisiológico humano, oleadas de folículos primordiales microscópicos conteniendo


ovocitos inmaduros, son reclutados para desarrollarse hasta llegar a formar grandes folículos antrales,

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GINECOTOCOLOGICA

de los que sólo uno es seleccionado para la ovulación de un ovocito maduro. Distinguimos así diferentes
etapas del ciclo reguladas mediante mecanismos hormonales. (1,7).

¿Qué vamos a valorar en la ecografía del día 3?

RESERVA OVARICA

La reserva ovárica nos habla de la capacidad


funcional del ovario. Se conoce como reserva
ovárica (RO) a la mayor o menor dotación folicular
que tienen los ovarios de una mujer en un momento
dado, siendo diferente en cada mujer

Se trataría pues de un marcador pronóstico, tanto


de la fertilidad de la mujer, como del tiempo
restante hasta el establecimiento de la menopausia
(1,6).

Sería recomendable valorarla de forma rutinaria en mujeres que se van a someter a ciclos de FIV para
valorar la respuesta ovárica, en aquellas que desean posponer su maternidad, antes del inicio de un
tratamiento oncológico y tras cirugía ovárica (1,2,4). Se considera que el proceso de envejecimiento
reproductivo está determinado por un descenso gradual de la cantidad y calidad de los ovocitos
contenidos en los folículos presentes en la corteza ovárica.

La estimación de la reserva ovárica de una mujer se realiza en el momento actual a partir de la edad de
la paciente, siendo este marcador el que presenta mayor sensibilidad y especificidad. Además, a nivel
ecográfico se realiza través del recuento de folículos antrales (RFA) y a nivel endócrino mediante el
dosaje sérico de estradiol, FSH y hormona anti-Mülleriana (AMH).

Existen diferentes parámetros que se utilizan para valorar la reserva ovárica a nivel ecográfica: Entre
ellos se encuentran el recuento de folículos antrales (RFA), el volúmen ovárico y el estudio del flujo del
estroma ovárico. Como método de cribado el RFA es mejor marcador que el volumen ovárico (Nivel de
evidencia III, grado de recomendación (C2) (1)

¿Cómo se realiza un correcto Recuento de Folículos Antrales (RFA)?

El número de folículos antrales visibles por ecografía que se desarrolla en cada ciclo constituye el 0,5%
del pool folicular existente en el ovario para cada edad.

Diversos estudios ya han concluido que el RFA es un buen predictor de la reserva ovárica. En
coincidencia con la mayoría de ellos, creemos que un recuento bajo de folículos antrales es predictor de
una mala respuesta y que un recuento alto anticipa una adecuada respuesta a la estimulación ovárica
(4)

A pesar del uso generalizado del RFA en la práctica habitual en los centros de reproducción, existe una
considerable variabilidad en la definición clínica y la metodología técnica utilizada para contar y medir
los folículos en los estudios publicados y en la práctica clínica.

La mayoría de los autores recomiendan realizar la determinación del recuento de folículos


antrales hacia el 2º- 4º día del ciclo (fase folicular precoz). (1,4,7)

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GINECOTOCOLOGICA

Esta evaluación forma parte de la sistemática en los centros de reproducción asistida con el fin de
comprobar reposo ovárico y ausencia de formaciones funcionales que alteren la posterior estimulación
ovárica.

Se deberán consideran todos aquellos folículos entre 2 y 8 mm. (4)

De cualquier manera, existe una correlación significativa entre el número de folículos antrales de 2 a 10
mm de diámetro y el número de ovocitos obtenidos tras la estimulación con FSH. (1,3,4,7)

Sistematización

El uso de una sistematización para realizar el


RFA, podría mejorar la reproductibilidad entre
observadores y mejorar la clasificación de los
pacientes en categorías pronósticas más
precisas y en base a esto, Broekmans y cols en
2010 publican un interesante trabajo en el que
sugieren una sistemática a la hora de valorar el
RFA. Se recomienda:

Valoración del recuento de folículos antrales por tecnología 3D.

El RFA se puede realizar tanto con tecnología 2D como 3D. Con tecnología 3D, la valoración del RFA
tiene ventajas potenciales, como la reducción de la variabilidad intra e interobservador, menor tiempo
para la realización de la valoración ecográfica, y la oportunidad para el análisis posterior de imágenes

La tecnología 3D incorpora volúmenes en lugar de imágenes planas y en casos de pacientes con baja
reserva, la tecnología 3D se muestra ligeramente superior en capacidad predictiva.

La reproductibilidad en el RFA es satisfactoria tanto inter como intraobservador, y tanto con tecnología
2D como 3D, siendo mayor en casos de baja reserva ovárica.

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GINECOTOCOLOGICA

Por otra parte, la incorporación de técnicas de procesamiento conocidas como “modo inversión”
(SonoAVC: Cálculo automático de volumen, GE Medical Systems, Zipf, Austria) permite la identificación
automática y la cuantificación de imágenes hipoecogénicas intraováricas con 3D. (1)

Sin embargo, aunque esta tecnología permite identificar con gran precisión los folículos antrales de
menos de 5-6 mm de diámetro, debido al alto coste de estos equipos, la tecnología 3D totalmente
automatizada es una actividad muy interesante por el momento, pero no puede ser recomendada para
la práctica clínica de rutina en momento actual.

Volumen ovárico

El volumen ovárico se correlaciona bien con el RFA y la respuesta ovárica, pero no tan bien con la
probabilidad de embarazo. Un volumen de menos de 3 mL o un diámetro medio de menos de 2 cm son
bastante específicos de baja respuesta (80-90%) pero la sensibilidad es muy variable (11-80%). (1-4). Los
estudios realizados excluyen a las pacientes con cirugía ovárica previa y a las afectadas por síndrome de
ovario poliquístico (SOP) por lo que su utilidad en estas poblaciones es limitada.

¿Cómo se realiza el seguimiento folicular?

En todas las ecografías del ciclo se deben valorar el grosor y las características endometriales, la
presencia de líquido libre en Douglas y los folículos.

Este estudio ecográfico, permite valorar los cambios que se producen a lo largo del ciclo, como se
muestra resume en la tabla 1.

¿Qué alteraciones funcionales pueden manifestarse mediante la ecografía?

Al comenzar una estimulación o una preparación endometrial podemos encontrarnos con formaciones
funcionales. En muchas ocasiones necesitamos dejar pasar algo de tiempo o esperar a otro ciclo para
valorar la evolución.

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¿ Q

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GINECOTOCOLOGICA

Dentro de estas destacamos: el folículo luteinizado


no roto o persistente (LUF), quistes foliculares y
quistes de cuerpo lúteo. (tabla 2)

El hallazgo de un LUF no siempre es diagnóstico de


no ovulación, puede ser un folículo residual, tanto su
diagnóstico y tratamiento es discutido.

Importancia de la ecografía en la evaluación de patologías con implicancias en la reproducción

Miomatosis

El pronóstico reproductivo depende su ubicación y tamaño. Los que tienen mayor importancia en
reproducción son los submucosos, los intramurales que desvían la línea endometrial y aquellos mayores
de 4 cm. Los submucosos son los menos frecuentes (5-18%). Se recomienda histeroscopia para
confirmar los mismos y para la decisión del tratamiento a seguir por el ginecólogo tratante. Si bien
sabemos que su resección aumenta las posibilidades
de reproducción (1,8), cada paciente es única y su
tratamiento se verá ajustado a múltiples factores,
siendo el factor determinante la edad.

Adenomiosis

Se caracteriza por la existencia de glándulas y estroma endometriales en el espesor del miometrio, junto
con la hiperplasia y la hipertrofia de fibras musculares lisas. En general ocupa en su mayor parte la cara
posterior del útero. Suele coexistir con la miomatosis (hiperestrogenismo relativo)

Su incidencia es del 2% ya que hay un gran subdiagnóstico de esta patología. Si bien no existe clara
evidencia del manejo en las pacientes estériles debe
realizarse diagnóstico diferencial con miomas
intramurales, ya que estos pueden requerir
tratamiento a diferencia de la adenomiosis.(1,11)

Dado el subdiagnóstico de esta patología, se plantea


complementar dicho estudio con una RNM.

Malformaciones uterinas

Son causas de infertilidad y perdida recurrente de embarazos.

Debemos saber que su hallazgo es incidental o de diagnóstico ante la aparición de complicaciones. Se


sugiere complementar con ecografía 3D y/o RNM ya que nos permite la reconstrucción de la cavidad
endometrial y la superficie externa pudiendo aproximarnos con mayor exactitud al tipo de
malformación que presente la paciente. Esto es de gran importancia para determinar la estrategia
terapéutica a tener en cuenta por su ginecólogo tratante.(11)

Siendo fundamental para el diagnóstico la histeroscopia y laparoscopia.

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GINECOTOCOLOGICA

Pólipos endometriales:

Son la proliferación hacia la cavidad endometrial de una zona de la capa basal del endometrio con
menor receptividad a los cambios hormonales. Su tamaño oscila
entre 0,5 cm y 2,5 cm. Fácilmente detectables por ultrasonido,
siendo el mejor momento para su visualización durante la fase
proliferativa. Aparecen hasta en el 13% de pacientes infértiles.
Pueden dificultar la implantación embrionaria. (1,9,11)

Se recomienda histeroscopia para su confirmación y eventual


exéresis.

Sinequias

Adherencias uterinas 2°: endometritis, legrados instrumentales, histeroscopias quirúrgicas. En la


ecografía vamos a observar la presencia de bandas hipoecogénicas que cruzan el endometrio de lado a
lado. Estas dificultan la implantación embrionaria y deben recibir tratamiento.(1,11)

Istmocele

El Istmocele consiste en una saculación localizada a nivel de la pared


anterior del istmo uterino justo en el área de la cicatriz de una
cesárea previa y que se produce como consecuencia de un defecto
de cicatrización a dicho nivel.

El diagnóstico del Istmocele se basa en la clínica y sobre todo en la


relación de pruebas complementarias como la ecografía y la histeroscopia. La ecografía demuestra la
existencia de un área econegativa, generalmente de forma triangular, localizada a nivel ístmico con el
vértice de la misma dirigida hacia la vejiga. Las medidas que habitualmente se realizan de esta área
econegativa, son las tendentes a medir su área, siguiendo la formula (base x altura/2).(1)

La histeroscopia se considera la técnica “Gold Standart” para el diagnóstico del Istmocele. Mediante esta
prueba se pone de manifiesto la existencia del área de defecto a nivel ístmico y permite la visualización
de los bordes anterior y posterior del mismo.(7)

La importancia del Istmocele en la esterilidad secundaria, se debe a la persistencia de flujo menstrual a


nivel cervical lo cual puede influir negativamente sobre el moco cervical, interfiriendo el transporte de
espermatozoides, así como influyendo, en los casos en los que se asocia a hematómetra, en la
implantación.

Hidrosalpinx

El Hidrosálpinx consiste en el acúmulo de líquido en la trompa de Falopio, por obstrucción distal y


dilatación de la misma. Alrededor de un tercio de las pacientes con patología tubárica tienen
Hidrosalpinx diagnosticado por histerosalpingografía o por
laparoscopía. Numerosos estudios han confirmado que su presencia
ejerce efectos negativos sobre la fertilidad de las mujeres cuando se
someten a ciclos de fecundación in vitro (FIV). Esta influencia
depende del grado de afectación, que está dada por el tamaño y si es
bilateral o no. El hecho de que sean visibles por ecografía implica un
peor pronóstico.(1)

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GINECOTOCOLOGICA

Endometriosis:

La endometriosis es una patología ginecológica crónica de causa


desconocida caracterizada por la presencia de tejido endometrial
(epitelio glandular y estroma), funcionalmente activo, fuera de la cavidad
uterina, que induce una reacción inflamatoria crónica.

Afecta al 5-10% de las mujeres en edad reproductiva, mientras que entre


las pacientes que presentan subfertilidad el porcentaje de endometriosis
alcanza el 20-40%. La incidencia máxima se observa entre los 30 y los 45 años.

En ocasiones, el diagnóstico será de sospecha y, actualmente, no se requiere estudio histopatológico y/o


visión directa de los implantes para iniciar tratamiento médico o realizar técnicas de reproducción
asistida (TRA).

La ecografía ginecológica es una prueba de gran utilidad para diagnosticar o descartar la endometriosis
ovárica. En las pacientes que se sospeche endometriosis profunda por la severidad de los síntomas o
por la presencia de síntomas que nos orienten hacia la afectación de otros órganos pélvicos, o por la
presencia de endometriomas ováricos bilaterales adheridos entre sí y a la cara posterior uterina
(«kissing ovarios»), debe valorarse la realización de una resonancia magnética pélvica (RMN), además de
la ecografía transvaginal para estadificar la enfermedad. (12)

Sindrome de Ovario Poliquístico (SOP)

El SOP es una alteración hormonal y metabólica que se define como una disfunción ovulatoria causada
por una hiperandrogenemia. Se considera una de las alteraciones más frecuentes entre las mujeres, con
una prevalencia del 10% en las mujeres en edad reproductiva, pudiendo tener manifestaciones en
etapas previas a la pubertad.

El SOP se produce, en general, cuando la LH o


los niveles de insulina están muy elevados,
como consecuencia, se produce un producen
un exceso de testosterona.

Debemos tener claro que el SOP es un


síndrome y el diagnóstico es clínico, hormonal
y ecográfico, en el cuadro adjunto se enumeran
los hallazgos ecográficos vinculados a la
entidad. (13)

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GINECOTOCOLOGICA

Apéndice 1

Informe ecográfico

ECOGRAFIA GINECOLOGICA -3° DIA DEL CICLO MENSTRUAL


NOMBRE:
CI:
DIA DEL CICLO:
UTERO
POSICION: AVF-RVF
ECOGENICIDAD: MIOMAS: NUMERO
POSICION
RELACION CON LA CAVIDAD ENDOMETRIAL
ADENOMIOISIS: SOSPECHA
CICATRICES: ISTMOCELE
ENDOMETRIO GROSOR
CARACTERISTAS: ETAPAS DEL CICLO
DESCARTAR: POLIPOS, SINEQUIAS,
CAVIDAD ENDOMETRIAL: CONTENIDO
OVARIO NUMERO DE FOLICULOS
TAMAÑO DE LOS FOLICULOS
REPOSO
PRESENCIA DE TPU: HIDROSALPINX
FONDO DE SACO DE DOUGLAS

SEGUIMIENTO FOLICULAR
DIA:
FOLICULO DOMINANTE:
ENDOMETRIO:

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Contacto:unidadecograϔiashc@hotmail.com / sociedadecogine@hotmail.com

119
Guías para la aplicación del US obstétrico y ginecológico

INDICE GINECOTOCOLOGICA

INTRODUCCIÓN .......................................................................................................................... 1

ULTRASONIDO EN EL CONTROL DEL EMBARAZO. ¿CUÁNDO Y PARA QUÉ? ...................................... 5

CRECIMIENTO FETAL: DIAGNÓSTICO DE ALTERACIONES DE CRECIMIENTO.................................. 15

EMBARAZO GEMELAR: SEGUIMIENTO SEGÚN LA CORIONICIDAD ................................................. 22

ESTUDIO ECOGRÁFICO DE LAS 11-14 SEMANAS DEL EMBARAZO.................................................. 30

ECOGRAFIA MORFOESTRUCTURAL 20-24 SEMANAS ..................................................................... 38

SCREENING DE PARTO DE PRETÉRMINO MEDIANTE ECOGRAFÍA TRANSVAGINAL.......................... 45

ASESORAMIENTO PRENATAL....................................................................................................... 51

INFECCIONES CONGÉNITAS. VALOR DEL ULTRASONIDO .............................................................. 65

DOPPLER EN OBTETRICIA ......................................................................................................... 80

ULTRASONIDO EN EL PUERPERIO ............................................................................................... 93

ULTRASONIDO SEGÚN LA ETAPA DE LA MUJER ............................................................................ 98

ULTRASONIDO EN ONCOLOGÍA .................................................................................................105

ECOGRAFÍA EN REPRODUCCIÓN ................................................................................................110

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opcion B

Prof. Dr. Washington Lauría Morgades

25 añ
os
2017
Prof. Agdo. Dr. Marcelo De Agostini
Jefe Unidad de Ecografía Ginecotocológica
Clínica Ginecotocológica B, Prof. Dr. W. Lauría
Facultad de Medicina, Hospital de Clínicas, UdelaR

Prof. Adj. Dra. Inés Alonzo


Clínica Ginecotocológica B, Prof. Dr. W. Lauría
Presidente Sociedad de Ecografía Ginecotocológica del Uruguay

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