Tesis Doctoral Presentada Por D. Sebastião B Dirigida Por El Dr. D. Ramón H C y Por El Dr. D. Francisco M. L Y
Tesis Doctoral Presentada Por D. Sebastião B Dirigida Por El Dr. D. Ramón H C y Por El Dr. D. Francisco M. L Y
Tesis Doctoral Presentada Por D. Sebastião B Dirigida Por El Dr. D. Ramón H C y Por El Dr. D. Francisco M. L Y
Sebastião BATISTA
Dirigida por el Dr. D. Ramón HERERRA CAMPOS
y por el Dr. D. Francisco M. LLEDÓ YAGÜE
ISBN: 84-689-4522-6
Nº Registro: 05/75841
2
AGRADECIMIENTOS
INDICE
1 Introducción ....................................................................................................... 01
1.1 Finalidad-objeto de la tesis ......................................................................... 01
1.2 Marco teórico .............................................................................................. 13
1.3 Metodología utilizada .................................................................................. 27
1.4 Fuentes ....................................................................................................... 28
1.5 Significatividad y novedad de la obra ......................................................... 29
1.6 Límites de la investigación .......................................................................... 30
1 Introducción
1.1 Objeto-finalidad
1
Para Carnelutti, la idea del orden es fundemantal para comprender el mundo y la vida. Y justo en esto
está el secreto del Derecho, ya que los hombres no pueden vivir en el caos. El orden es tan necesario
como el aire que se respira (CARNELUTTI, F. Como nace el Derecho, Bogotá 1994, Temis, 2ª ed., p. 11).
2
Conforme Ballesteros, el orden social está constituido por el conjunto de relaciones, de diferente
naturaleza y significación, que establecen los seres humanos a través del fenómeno de la convivencia, en
la cual se supone la existencia de una serie de valores, principios, roles y pautas de conducta que
contribuyen a dotarla de unidad, cohesión, estabilidad, y a impulsar su dinámica. En cambio, el orden
jurídico es el orden social regulado eficazmente por el Derecho (BALLESTEROS, A. M. L. Sistema de
Teoría fundamental del Derecho, Valencia 1999, Tirant lo Blanch, p. 38-39).
3
En la percepción de Peces Barba, “quizás el Derecho sea el uso, en sentido amplio, más susceptible de
planificación y de ordenación de la vida social, con arreglo a un plan, a unos criterios preestablecidos,
especialmente en el mundo moderno donde su relación con el Poder, como hemos visto, es indudable”
(PECES BARBA, G. Introducción a la Filosofía del Derecho, Madrid 1983, Debate, p. 65).
4
Según Bertalanffy, la ciencia social es la ciencia de los sistemas sociales ( BERTALANFFY, L. Teoria
Geral dos Sistemas, Petrópolis 1968, Editora Vozes/MEC, 2ª ed., p. 259).
5
Para Legas e Lacambra, “es de la naturaleza del hombre vivir en sociedad. La sociedad pide una
organización: no hay sociedad sin orden.El orden social pide que ciertos miembros ejerzan el poder, es
decir, que dirijan la comunidad; e el poder supone ciertas condiciones (LEGAS Y LACAMBRA, L. Filosofía
del Derecho, Barcelona 1972, Bosch, p. 331).
7
Sin embargo, el orden de estos factores está sujeto a unos cambios que
resultan de los movimientos de convergencia o contradicción entre ellos, es
decir, resultan de las tensiones y distensiones entre las fuerzas actuantes en el
sistema. Según la tensión o distensión existente, se producen más o menos
cambios, con mayor o menor intensidad, con lo que también se nota un
determinado grado de incertidumbre en el sistema. Dado esto, se supone que
el orden jurídico es un sistema cambiante, en consecuencia de la variación de
intensidad y de tensión entre las fuerzas que representan innumerables
componentes. Además, estos cambios resultan de las diversas interacciones e
intercambios que se procesan en el sistema, sea internamente sea con el
ambiente en el cual se inserta. En suma, estos cambios e intercambios
determinan la dinámica del orden jurídico, y, según se procesan, determinan su
mayor o menor consistencia así como su eficacia 6. Por tanto, se investiga el
carácter de la dinámica del orden jurídico.
6
En los sistemas culturales, según White, la base y determinación de su funcionamiento se encuentra en
la cantidad de energía dominada y en el modo en el cual es puesta a trabajar. Así, para que tenga sentido
en los sistemas culturales, “la energía debe ser encauzada, dirigida y gobernada.” (WHITE, L. La ciencia
de la cultura, Buenos Aires 1964, Piados, p. 341).
7
En la actualidad se vive una época de transición del paradigma de la ciencia moderna para un nuevo
paradigma, al cual SANTOS denomina paradigma de la ciencia postmoderna. En su Introdução a uma
ciência pós-moderna, además de indicar los principios que dirigen la construcción de un nuevo
paradigma, busca definir el perfil teórico y sociológico de la forma de conocimiento. Según él, las señales
de la emergencia de un nuevo paradigma se van acumulando en estos tiempos de transición y de reflexión
epistemológica, en las que se denotan dos tipos de crisis: las crisis de crecimiento y las crisis de
degeneración del paradigma. Las primeras se revelan en la insatisfacción ante los métodos o conceptos
básicos hasta entonces vigentes, sin cualquier contestación, para una disciplina. Las otras son las que
alcanzan no sólo a los instrumentos metodológicos y conceptuales, sino que al propio paradigma,
poniendo en duda la inteligibilidad de lo real que se intenta percibir por su intermedio. ( SANTOS, B. S.
Introdução a uma ciência pós-moderna, Rio de Janeiro 2000, Edições Graal, 3ª ed., p. 11).
8
historia a través de ciclos más o menos bien definidos, marcados por los
acontecimientos de modo general, o por ideas, usos, costumbres, creencias,
relaciones sociales, estructuras económicas, etc. Cada ciclo tiene su comienzo,
su apogeo y su declive y lega al que lo sucede un acervo acumulado
recurrente, con todo su complejo conjunto de contenidos y formalidades 8, ya
que en toda la vida cultural y biológica se manifiestan de forma condensada las
experiencias de innumerables generaciones anteriores 9. En el orden jurídico,
como en los demás ordenes sociales, por supuesto, también se encuentran
condensadas y representadas todas esas mudanzas y experiencias, motivo por
el cual se las investigan, con el objetivo de identificarlas y conectarlas en el
orden conceptual.
Los cambios se realizan al ritmo de los embates de las fuerzas sociales que se
enfrentan en el sistema. Los sucesivos ciclos, que se demarcan en las
variaciones de su intensidad, pueden verse en las composiciones de las
nuevas fuerzas políticas, económicas, militares, místicas, estéticas, políticas,
ideológicas, tensiones y movimientos sociales, nuevas ideas y tecnologías,
nuevas estructuras sociales, etc. Esas nuevas composiciones configuran un
nuevo orden social, y por consecuencia un nuevo orden jurídico. Cuando
ocurren mudanzas muy radicales, los cambios introducen una nueva era. Por
otra parte, en diferentes ciclos históricos suelen existir también distintos modos
de percepción del mundo predominantes en el medio social, o bien entre las
elites o grupos que ejercen el mando y conducen el proceso, que de modo
particular también se reflejan en los procesos institucionales 10. En diferentes
estructuras sociales, también son diferentes las mentalidades, percepciones e
interpretaciones del mundo, con las que se elabora la experiencia del vivir,
8
GRECO, M. Interdisciplinaridade e Revolução do Cérebro, São Paulo 1994, Pancast, 2ª ed., p. 35.
9
PANIKKAR, R. La intuición cosmoteándrica, Madrid 1999, Editorial Trotta, p. 21;
MERANI, A.L. De la praxis a la Razón, Barcelona 1975, Ediciones Grijaldo, p. 56.
10
GRECO, M., ibid.;
En la observación de KAUFMANN, el cambio de paradigma en el campo del derecho está ocurriendo e ya
se ha anunciado desde hace mucho tiempo (KAUFMANN, A. Filosofía del Derecho en la postmodernidad,
Santa Fe de Bogotá 1998, Editorial Temis, p. 15).
9
importantes para el funcionamiento del orden social 11. Esas nuevas maneras
de percepción del mundo, de modo especial, se expresan en el orden jurídico,
por tanto urge situarlas y conectarlas en el plano conceptual del Derecho.
11
DOS ANJOS, M.F. (coord). “Teología y nuevos paradigmas”, Introducción, Bilbao 1999, Ediciones
Mensajero, p. 9.
12
En la lección de WARAT, “el ritmo del cambio es actualmente insospechado en todos los niveles del
accionar humano. Ello provoca un auge de las disputas ideológicas y de los intentos de revisión social. Se
aprecia la existencia de modelos ideológicos rivales que propugnan frenar o impulsar el proceso de
transformación. En los periodos de calma social, los modelos ideológicos sufren pocas fluctuaciones. A
ellos corresponde la época del dogmatismo jurídico y de una concepción definitoria determinada”
(WARAT, L.A. Lenguaje y definición jurídica, Buenos Aires 1973, Cooperadora de Derecho y Ciencias
sociales, p. 23).
13
Respecto a la globalización, Mateos lista algunos de los criterios definitorios más usuales, tales como:
1) La acción social a distancia. Se refiere a la reformulación del concepto del tiempo y del espacio en el
análisis de la acción social. Así, la acción conducida por agentes sociales que están en lugares distintos
puede tener consecuencias para otros agentes sociales distantes; 2) La compresión tiempo-espacio. Se
refiere a la comunicación instantánea, que destruí los límites de la distancia y del tiempo en las relaciones
sociales; 3) La aceleración de la interdependencia. Se refiere a la intensificación de los impactos que
ocurren recíprocamente en consecuencia de los acontecimientos en distintas economías nacionales o de
diferentes sociedades; 4) El encogimiento del mundo. En este caso, se refiere a la superación de las
fronteras y barreras geográficas en las actividades socioeconómicas, a la integración global, a la
intensificación de la interconexión regional y a la concienciación de la mercantilización global. Al final,
abona la siguiente definición: “ (...) un proceso (o conjunto de procesos) que engloban una transformación
de la organización espacial de las relaciones sociales y de las transacciones valoradas en términos de su
extensión, intensidad, velocidad e impacto; transcendiendo flujos transcontinentales e interregionales,
redes de actividad, interacción y ejercicio de poder” (MATEOS, N. R. El debate sobre la globalización,
Barcelona 2002, Bellaterra, p.25).
10
Por otro lado, en el contexto, a parte de que provocan otros cambios más en
diversos ámbitos, especialmente con respecto a las relaciones jurídicas y a las
dinámicas de ejercicio del poder, o bien en los campos de la educación, de la
política, de la economía, de la seguridad, del arte, de las costumbres, etc., se
destacan los avances científicos en los campos de la reproducción humana, de
la salud, del transporte, de la producción y comercialización de bienes y útiles
necesarios para la manutención y supervivencia del hombre, como también de
las tecnologías e ingeniarías de guerra, como de las armas químicas, nucleares
y biológicas y otros artefactos de destrucción masiva, de fabricación simple y
artesanal, como la bomba sucia (bomba atómica artesanal), que produce
radiación de efecto devastador sobre todo el ecosistema. Ahora bien, todo esto
ha inducido grandes cambios en las actuales sociedades, y, en consecuencia,
incertidumbres, inseguridades, crisis, etc.15, sea relativamente al orden de las
ideas (paradigmas16 y cultura jurídica), sea relativamente al orden jurídico
formal (Estatado-aparato) o sea relativamente al orden jurídico real (Estado-
14
En la percepción de Farralli, “Negli ultimi trent´anni la società ha consciuto trasformazione profonde e
rapidissime: l`informatica è entrata nella vita di tutti a vari livelli, provocando una sorta di rivoluzione da
alcuni paragonata a quella prodotta dall`introduzione della stampa; la recerca in ambito medico e, più in
generale, in ambito scientifico permette possibilità ogni giorno crescenti di dominare la natura
(fecondazione artificiale, trapianti d`organo, clonazione, ecc.), generando laceranti interrogativi
concernenti i limiti dell`intervento sulla vita umana e non umana; grandi flussi migratori dai paesi più
proveri verso i paesi industrializzati hanno cambiato la fisionomia dei vecchi Stati nazionali,
determinando una situazione di marcato pluralismo giuridico e mettendo in crisi concetti consolidati quali
quelli de savranità, di cittadinanza, ecc. Tutti questi fenomeni hanno aperto nuove frontiere per gli
studiosi e anche per i filosofi del diritto (FARRALLI, C. La filosofia del diritto contemporanea, Roma
2002, Editori Laterza, p. 77).
15
En el fenómeno de la globalización, suelen identificarse tres procesos interdependientes: uno oficial -
socioculturales, políticas, económicas, científicas, tecnológicas, etc.; uno marginal - contrabando y
piratería de mercancías, tráfico de drogas, inmigración ilegal, etc.; y uno de los medios y estrategias de
insumisión al nuevo orden socioeconómico.
16
Según LEITE ARAÚJO, la ciencia se halla en estado de crisis cuando determinado paradigma no
funciona adecuadamente en el tratamiento de problemas emergentes. Sí se tiene un paradigma en crisis,
esto impone el paso a un nuevo paradigma que, a su vez, hace emerger nuevas tradiciones de la ciencia
(LEITE ARAÚJO, L.B., Consideraciones sobre el término “paradigma”, en DOS ANJOS, M.F. (coord).
Teología y nuevos paradigmas, Bilbao 1999, Ediciones Mensajero, p. 22).
11
17
Ante el pluralismo y la complejidad del sistema jurídico, Lucas Verdú entiende que el Estado-aparato-
Estado-comunidad son jurídicamente inescindibles, y realizan ya en el plano estático-estructural, ya en el
dinámico-material la vida estatal; el Estado-comunidad es la propia sociedad - en sus varias formaciones
autónomas - y el Estado-aparato es el conjunto de órganos del Estado, con los cuales realiza sus fines
(LUCAS VERDÚ, P. Principios de ciencia política. Estructura y dinámica política,. Madrid 19699, Tecnos,
p. 155).
18
Para DOS ANJOS, el hombre se encuentra en un momento de mutaciones tan profundas y generalizadas
que caracterizan un verdadero cambio de época. Se enfrenta cada vez más con la complejidad de los seres
y avanza en su descodificación. En su pensamiento, las nuevas formas de hacer implican nuevas formas
de ser, de sentir, de pensar, de se relacionar. La red de comunicaciones proporcionada por la tecnología
revela, a la vez, cercanías y distancias, semejanzas y diferencias, pone al descubierto paradojas de las
relaciones como juego de poder. Las crisis que se agudizan incitan a cambios radicales en el modo de se
relacionar, de se implicar en los procesos de la vida y de garantizar la calidad de su existencia (DOS
ANJOS, M.F., ibid.).
19
DAMÁSIO, A., O mistério da consciência - Do corpo e das emoções ao conhecimento de si, São Paulo
2000, Companhia das Letras, p. 188.
12
Cada sistema tiene sus fines y su modo particular de realizarlos, es decir, como
parte de un sistema más amplio, cada cual tiene unos movimientos hacia unos
determinados objetivos y los cumple por medios y mecanismos propios de
regulación, que pueden consistir en la conservación, en el desarrollo o bien en
la decadencia o, incluso, en la extinción del sistema. En la cadena de la
biosfera, el hombre forma parte de innumerables subsistemas (culturales, de la
naturaleza, tecnológicos, etc.) Con todos realiza intercambio, y para
protegerse, garantizar su supervivencia y realizar sus fines trascendentes,
necesita del orden de los elementos de su ambiente 21, así como necesita
protegerlo, pues, como parte del todo, lo necesita para su pervivencia.
Respecto a los sistemas sociales, el hombre es el eje principal, además de ser
él mismo un sistema. En resumen, en la conexión con otros enmarañados
sistemas, de la naturaleza o de la cultura, realiza innumerables intercambios de
útiles, bienes y valores para la satisfacción de sus necesidades transcendentes
y de pervivencia, y especialmente realiza variados procesos de regulación, sea
interna (autorregulación del sistema) sea externa (heterorregulación) 22.
20
En la percepción de Lucas Verdú, “el Derecho especifica, organiza, configura la realidad política”
(LUCAS VERDÚ, P. Principios de ciencia política. Estructura y dinámica política, Madrid 19699, Tecnos,
p. 154).
21
Sobre la gestión de la vida en los organismos, DAMÁSIO asevera que, en medios diversos, problemas
diferentes se presentan para organismos diferentes. En medios apropiados, los organismos simples pueden
tener poco conocimiento y ninguno planeamiento para que reaccionen adecuadamente y preserven la
vida. Necesitan, quizás, algunos pocos mecanismos sensitivos, alguno aparato para reaccionar conforme
lo que fuere percibido y alguno medio para ejecutar la reacción seleccionada como adecuada. Sin
embargo, organismos complejos situados en medios complejos necesitan amplios repertorios de
conocimientos, la posibilidad de elegir entre muchas reacciones posibles, la capacidad de construir
combinaciones inéditas de reacciones y la capacidad de planear con antelación para evitar situaciones
desventajosas y propiciar las favorables (DAMÁSIO, A. O mistério da consciência - Do corpo e das
emoções ao conhecimento de si, o.c., p. 283).
22
Conforme a Merani, la vida surge de una estructura, se mantiene por autorregulación determinada por
una evolución complejizante, y crea con esta evolución los equilibrios bioenergéticos que permiten la
existencia de estructuras para sí, de seres superiores. La flecha evolutiva está trazada por etapas de la
materia con estructura gradualmente más compleja, más unificada, más integrada y mejor armonizada
tanto en la interdependencia como en la interacción de sus componentes y en las de éstos con el medio.
Así, la vida progresa, se estanca o desaparece según sea el grado de equilibrio entre medio interno y
externo (MERANI, A.L. De la praxis a la Razón, o.c., p. 99).
13
En los medios socioculturales, los intercambios ocurren entre sistemas que son
a la vez proveedores y consumidores (bienes, útiles, valores, servicios, etc.); si
están vinculados entre sí, interactúan por medio de unas complejas relaciones
e intercambios intelectuales23, morales y materiales, por la necesidad de
conservación y supervivencia, puesto que el aislamiento lleva a la entropía, es
decir, a la destrucción o muerte del mismo. Por otra parte, la producción,
distribución e intercambio de bienes y valores que satisfacen sus necesidades,
materiales o inmateriales, suelen ser complejas y de difícil medida, sea por las
inmensas variaciones de condiciones de oferta y demanda, sea por las
diferentes condiciones de intercambio y de poder envueltos en las relaciones
que las realizan. De hecho, en los sistemas sociales, en todos los campos de
actuación del hombre, hay el problema de regulación del poder y dominio sobre
los bienes y valores en el medio social, que sin adecuada regulación se
concentran en determinados sectores o bajo el dominio de unos pocos, en
detrimento de los demás24. Cumple al Derecho, por tanto, para que demuestre
su calidad jurídica, regulación válida, justa y eficaz de todos éstos factores del
orden social.
Así pues, en defecto de uno o más de estos factores, no se cumplen los fines
sea de la sociedad sea del Derecho, sino que se cumplen fines personales,
sectoriales o de algún estamento de la sociedad. En consecuencia, desde la
perspectiva de un orden jurídico triádico, que integre dialécticamente las
dimensiones de validez, de justicia y de eficacia del orden jurídico, y que tome
las mismas pautas de complejidad del sistema social, deben buscarse
adecuadas estructuras, políticas y técnicas de coexistencia y regulación
efectiva del poder entre los individuos, grupos, clases, comunidades nacionales
e internacionales, etc. Síntomas de deficiencia del orden jurídico - sea por
ineficacia, sea por injusticia, sea por ilegitimidad - se notan en diferentes
sectores, como en los referentes a la distribución de beneficios y deshechos de
los avances y progresos científicos, tecnológicos y económicos en el medio
social25. En esas materias, ausencia o ineficacia del control jurídico suelen ser
frecuentes, y con mayor gravedad cuando su desarrollo suele operar en la
lógica exclusiva del mayor beneficio con menor coste - agotamiento de los
recursos naturales; de amenaza al equilibrio, o bien de devastación o extinción
del ecosistema; concentración de riqueza y poder, etc. 26 Por otra parte, además
de los logros, comodidades y progreso alcanzados en las sociedades
avanzadas técnica y científicamente, de hecho hacen falta en gran medida
garantías y derechos elementales inherentes a la integridad material, intelectual
y moral de las personas; beneficios y facultades a los condóminos
(conciudadanos) sobre los patrimonios culturales, científicos, tecnológicos y
económicos de sociedad; hace falta correspondencia entre los derechos y
25
Cf. SARTORI, G. y MAZZOLENI, G La tierra Explota. Superpoblación y desarrollo, Madrid 2003,
Taurus.
26
Para Kaufmann, en la era de la modernidad, prevaleció en la cultura occidental la idea de progreso
científico y social indefinido. Sin embargo, “la obsesión del progreso indefinido se ha gastado, la Ratio,
diosa de la modernidad, se ha desvanicido”( KAUFMANN, A. Filosofía del Derecho en la postmodernidad,
o.c., p. 14).
15
27
A la naturaleza del Derecho e a los poderes de las Instituciones comunitarias se aplica la
supranacionalidad, fruto de una cesión o delegación de soberanía por parte de los Estados de la Unión
Europea (FONTAINE, P. y MALOSSE, H. Las Instituciones Europeas, Madrid 1992, Ed. RIALP, p. 168).
28
En el Brasil, conforme la Comisión del Congreso Nacional, instalada en 1999, compuesta por diputados
y senadores, para estudiar medidas de combate a la pobreza, 20% de los que tienen mayor renta en el país
absorben 70% de toda la renta, mientras que en India 40% de la renta total son apropiadas por los más
ricos. Según señala Furtado, “ Há no Brasil 53 milhões de pobres - cerca de 34% da população -, que
vivem com uma renda insuficiente para atender às suas necessidade básicas de alimentação, vestuário,
habitação e transporte. Nessa massa de pobres há um subconjunto de 22 milhões de indigentes – cerca de
14% da população -, que não têm sequer como comprar os alimentos que lhes garantam o consumo
mínimo calórico vital. A pobreza absoluta manteve-se em torno de 34% desde o lançamento do Plano
Real em 1994. Nos países de renda per capita semelhante à do Brasil (4.500 dólares) a percentagem de
pobres é de cerca de 10% da população total, portanto, menos de um terço da percentagem brasileira.
Quanto à desigualdade da renda, entre 92 países estudados pelo PNUD (Programa das nações Unidas para
Desenvolvimento) apenas a África do Sul e o Malawi têm maior concentração do que o Brasil. O déficit
habitacional do nosso país é de 10 milhões de moradias”(FURTADO, C. Em busca de novo modelo -
Reflexões sobre a crise contemporânea, São Paulo 2002, Editora Paz e Terra, p. 11-13).
16
29
La capacidad de la economía de producir lo que el consumidor desea y necesita es indiscutible. Para
Galbraith, de esto emergen innumerables problemas ambientales con fuerte impacto sobre la salud, el
conforto y el bienestar de las comunidades contemporáneas así como de las futuras generaciones. En su
parecer, además del agotamiento de los recursos naturales ahora abundantemente disponibles, resultan
también maleficios directos como la contaminación del aire y del agua, el gran y creciente problema de la
remoción de la basura, el peligro para la salud de servicios y productos distribuidos, etc. Con respecto a
los daños futuros, cita la contaminación del aire, el calentamiento global del planeta, cambios climáticos
resultantes de la devastación de las florestas tropicales, agotamiento de recursos minerales como el
petróleo y otros de los cuales depende el consumo actual (GALBRAITH, J.K. sociedade justa – uma
perspectiva humana, o.c., p. 94).
30
Enseña Carnelutti, que la idea del orden se resuelve en la idea de la estabilidad. El caos es
esencialmente inestable. Entre la sociedad en desorden y la sociedad ordenada hay la misma diferencia
que un montón de materiales y un edificio. Por otra parte, el Estado nos se comprende se no se hace uno
cargo de su complejidad, y incluso de su complicación. Pero hasta ahora no se ha conseguido un pleno
conocimiento de esto (CARNELUTTI, F. Como nace el Derecho, Bogotá 1994, Temis, 2ª ed., p. 65, 69).
17
31
Conforme a Canaris, las valoraciones jurídicas y los principios jurídicos generales constituyen
elementos de las teorías jurídicas. Para entender tanto las reglas como las aplicaciones de una teoría (las
soluciones paradigmáticas del problema), deben conocerse las valoraciones que están por detrás de las
mismas. Por tanto, a su parecer, las valoraciones deben incorporarse al núcleo de las teorías jurídicas. Por
otra parte, los principios desenvuelven no sólo una función de fundamentación, pero también de
gradación, limitación y combinación con otros principios; facilitan una conexión transversal con otras
partes del sistema (CANARIS, C. Función, estructura y falsación de las teorías jurídicas, Madrid 1995,
Editorial Civitas, p. 67-69).
32
Para Capra, la creencia cartesiana en la verdad científica aún es difundida y se refleja en el patrón
científico típico de la cultura occidental. El método de pensamiento de Descartes y su concepción de la
naturaleza influyeron todos las ramas de la ciencia moderna y pueden ser aún hoy muy útiles. Pero sólo
serán si fueren reconocidas sus limitaciones en muchas situaciones (CAPRA, F., o.c., p. 56).
18
33
En el Derecho como forma de organización social, desde la perspectiva de la libertad y de la soberanía
popular, según Zorrilla Juiz, el Estado-comunidad se constituye de una serie o conjunto de grupos
sociales que componen una comunidad de comunidades, o sea, una nación, capaz de organizarse y
disponer de sus medios y fines, y por medio del aparato dogmático y orgánico, instituye el estado-
ordenamiento (LEDDÓ YAGÜE, F. M.; ZORRILLA JUIZ, M.M. Teoría del Derecho, Bilbao 1997,
Universidad de Deusto, p. 28, 34).
34
En las palabras de Pérez Luño, “la experiencia jurídica posee una significación compleja y
problemática que no consiente fáciles y artificiosas simplificaciones” (PÉREZ LUÑO, A. E. Teoría del
Derecho. Una concepción de la experiencia jurídica. Madrid 2002, Tecnos, 2ª Edición, p. 38).
35
Para Casso Romero, el Derecho es, a la vez, una realidad permanente esencial y producto histórico
contingente de cada pueblo, que, por una parte, es un instrumento cuyo mecanismo orgánico inalterable
siempre trabaja y actúa en idéntica función, y, por otra, lejos de estancarse o fosilizarse, se renueva
continuamente (CASSO ROMERO, I. El derecho y su dinámica, Madrid 1949, Real Academia de Ciencias
Morales y Políticas, p. 12).
19
contenido y los límites del orden jurídico 36. Pero estos órdenes de principios
(sean metafísicos, sean racionales o sean de la experiencia) no se confunden
con el orden jurídico, sino que hacen parte del mismo, como contenido y
fundamento, y además justifican un modo de ser y actuar en orden social
garantizado por el Derecho. Por otro lado, el orden jurídico tampoco puede
prescindir de estos principios, que integran una visión del mundo, una
ideología, un orden moral, u otro orden cualquiera, justo porque son estos los
elementos que fundamentan, explican y justifican el contenido del Derecho, sus
medios y sus fines37. Así que, además de justificar un modo de ser y actuar en
la sociedad, conforme a unos órdenes de principios, el Derecho requiere otros
factores más del orden social, con sus particulares conexiones y relaciones
internas y externas en la red de sistemas de que forma parte.
Sin embargo, más que forma pura, exenta de contenido, en la estructura del
orden jurídico se estampan diversos matices de un modo determinado de
percepción del mundo. Además, siendo un sistema dinámico, con mecanismos
apropiados para que se alcancen determinados fines, deben sumarse a estos -
forma y contenido - elementos inherentes a su carácter operativo, que irán
determinar y calificar su dinámica. En suma, para una razonable compresión
del fenómeno jurídico, suponen conocerse la estructura y el funcionamiento del
orden de los factores jurídicos en una sociedad ante su fin, y, por
consecuencia, los mecanismos de regulación de sus fuerzas internas -
movimiento, conflictividad, evolución, involución, etc., bien como sus relaciones
con otros sistemas38.
36
RECASENS SICHES, L. Tratado General de Filosofía del Derecho, México 1965, 3ª Ed., Porrúa, p. 195.
37
En la percepción de Ballesteros, “toda función ordenadora y, en definitiva, todo orden presupone la
existencia de unos principios o criterios rectores en función de los cuales se ordena algo. Dichos
principios o criterios rectores integran, dan sentido y, en última instancia, justifican o legitiman tanto el
proceso ordenador como el orden resultante del mismo. En este sentido la tarea ordenadora que el
Derecho implica presupone también la existencia de unos principios o criterios en función de los cuales el
Derecho trata de regular y ordenar, perfeccionándolo un determinado sector de la vida social
(BALLESTEROS, A. M. Sistema de teoría fundamental del Derecho, Valencia 1999, Tirant lo Blanch,
Tomo I, p.79).
38
Para Bertalanffy, en la concepción del mundo denominada mecánica, nacida de la física clásica del
siglo XIX, el juego ciego de los átomos, gobernados por las leyes inexorables de la causalidad, producía
todos los fenómenos del mundo inanimado, vivo y mental. No había lugar para la dirección, para el orden
o la finalidad. El mundo de los organismos era visto como un producto del acaso, acumulado por el juego
20
sin sentido de las mutaciones ocasionales e de la selección, siendo el mundo mental un epifenómeno de
los acontecimientos materiales. Así, la única finalidad de la ciencia parecía ser analítica, es decir, la
división de la realidad en unidades cada vez menores y el aislamiento de cadenas causales individuales.
Con esas características, la ciencia moderna se ha mostrado insuficiente. De ahí el aparecimiento en todos
los campos de la ciencia de la necesidad de pensarla en términos de sistemas de elementos en interacción
mutua (BERTALANFFY, L. Teoria Geral dos Sistemas, o.c., p. 71).
21
46
En la lección de Martín Seco, el liberalismo que da fundamento a los paradigmas de los ordenes
sociales hegemónicos actuales hinca sus raíces en movimientos intelectuales que propugnaron por la
mayoría de edad del hombre y con esto trastocaron el orden social y político entonces vigente. En su
insignia, proclamaban que la conducta humana se debe orientar por las pautas de la razón, “bien se basen
estas en leyes predeterminadas y dictadas por la naturaleza (racionalistas), bien surjan exclusivamente del
análisis de la experiencia (empiristas). Se rechaza, por tanto, cualquier doctrina o creencia que no resista
el paso por el tamiz del intelecto humano”. Así, es necesario oponerse a la concepción del poder basada
en la tradición o en el orden divino. En esta perspectiva, defendían que todos los hombres eran iguales y
libres; y que sólo se aceptaba una limitación a la libertad: la necesaria para preservar la libertad de los
demás. El poder (la autoridad) , a su vez, no resultaba de ninguno derecho divino, sino de la simple
necesidad de convivencia - contrato social (MARTÍN SECO, J.F., La farsa neoliberal. Refutación de los
liberales que se creen libertarios, Madrid 1995, Ediciones Temas de Hoy, p. 27/28)
23
Ahora bien, con respecto a los sistemas hay unos principios básicos sobre su
funcionamiento, relaciones y intercambios entre sus partes, y especialmente
unos controles sobre las fuerzas que se confrontan o se suman para la
realización de sus fines. En los sistemas sociales, esas fuerzas son de
naturaleza moral, material e intelectual. De las diferencias (naturaleza,
intensidad, valor, etc.) entre las fuerzas resulta el movimiento, y de las
proporciones el equilibrio. Sin embargo, la fuerza dominante en el sistema tiene
propensión a controlar y imprimir dirección, dirigiéndolo hacia su fin. Es decir, la
dirección del movimiento tiene propensión a seguir la dirección que apunta la
fuerza que controla el sistema. En el orden social, para justificarse y garantizar
la realización de sus fines, la fuerza dominante se mueve hacia el máximo
dominio y control del sistema. Así, crea estrategias para el máximo mando y
poder, como medio para realizar sus fines. De ahí que el sistema necesita de
regulación efectiva, y que se establezcan límites y proporciones entre las
fuerzas que lo componen. A ésta regulación se denomina mecanismo de
47
Para Zorrilla Juiz, “el origen divino del poder fue uno de los arbitrios ideados para legitimar la
sustracción de la titularidad y actuación de la soberanía a la comunidad popular en que, según los
principios de orden natural, residía originariamente – es decir, en la raíz – la facultad de transferirla y a
quienes sólo la ejercitaban a título representativo o delegado” (LEDDÓ YAGÜE, F. M.; ZORRILLA JUIZ,
M.M. Teoría del Derecho, Bilbao 1997, Universidad de Deusto, p. 27).
48
Para Pérez Luño, cada una de esas concepciones (iusnaturalista, positivista, funcionalista) “insiste en
aspectos innegables que contribuyen a conformar el derecho pero en la forma unilateral en la que suelen
presentarse responden a verdades fragmentarias, en cuanto que contradicen o descuidan a hechos
notorios. Porque el análisis crítico y la experiencia histórica muestran las limitaciones y riesgos a que se
hallan abocadas las tesis reduccionistas (PÉREZ LUÑO, A. E. Teoría del Derecho. Una concepción de la
experiencia jurídica. Madrid 2002, Tecnos, 2ª Edición, p. 43).
24
49
GREGORI, W. Capital Intelectual y Administración Sistémica - Un manual de juegos de inteligencia,
mercado y poder, Bogotá, 2001, MacGraw-Hill, p. 20; BERTALANFFY, L., o.c., p. 218.
50
- Se trata de una interpretación de los sistemas sociales coherente con el principio de la entropía, que se
puede expresar de innumerables maneras diferentes. El motivo de tantas formas se debe al hecho de que
es la más general de las leyes que hayan descubierto los científicos. Se aplica a case todo (MORRIS, Las
flechas del tiempo – Una visión científica del Tiempo, o.c., p. 106). En la versión de Clausius: la entropía
puede definirse como la ausencia de desequilibrio o diferenciación de energía (como en la muerte). A
medida que desaparece el desequilibrio, es decir, la energía disponible en movimiento, aumenta la
entropía. Así, la entropía de cualquier sistema aislado tiende a incrementarse (id. p. 110). Se trata de
sistema aislado el que no presenta interacción con lo que le rodea. Sin embargo, de hecho, en la
naturaleza, no existe ningún sistema absolutamente aislado. Por otra parte, según Morris, la entropía de
todo sistema aislado tiende a aumentar. Es decir, cuando se abandona a las cosas a sí mismas, tienden a
dejar de funcionar, sin que se quiera decir que la entropía aumente en todas las circunstancias. En
realidad, es bastante frecuente que disminuya. Así, la entropía decrece cuando se fabrica cubitos de hielo
en la nevera o cuando se carga una batería recargable, o bien cuando una planta absorbe parte de la
energía solar por fotosíntesis o cuando el ser humano se alimenta. En realidad, se nota que estos ejemplos
son sistemas sometidos a influencias externas. Por tanto, si se toma el conjunto del sistema de que forma
parte cada uno, como por ejemplo el sistema de que forma parte la nevera, se comprueba que se respeta la
segunda ley de la termodinámica, pues la entropía aumento en el sistema como un todo. Con respecto a
los sistemas u organismos vivientes, la entropía tiende a disminuir, por lo menos hasta su muerte, es decir,
ocurre la “entropía negativa”, para la cual se ha acuñado el término “neguentropía”. Sin embargo, si se
considera su entorno y su fuente esencial de energía, el sol, se concluye que la entropía aumenta en el
sistema más amplio. En síntesis, siempre que se nota que se disminuye la entropía de un sistema, se puede
concluir que ese sistema forma parte de otro mayor, del cual recibe energía que sostiene su neguentropía
(id. p. 114).
25
En el orden social, estos principios se traducen, por un lado, por el principio del
mínimo esfuerzo y máximo beneficio (maximocracía) 54, y, por otro, por el
principio de proporcionalidad entre las fuerzas internas circulantes en el
sistema (equilibrio, homeóstasis). Así pues, aumenta la entropía (el desorden)
en la medida que desaparece el desequilibrio en el sistema, es decir, cuando
51
Por el principio de la conservación, “la energía puede convertirse de una forma en otra, pero no puede
ni crearse ni ser destruida”(MORRIS, Las flechas del tiempo - Una visión científica del Tiempo, o.c., p.
84).
52
Conforme Hawking, “en cualquier sistema cerrado el desorden, o la entropía, siempre aumenta con el
tiempo. En otras palabras, se trata de una forma de la ley de Murphy: las cosas siempre tienden a ir mal!
Un vaso intacto encima de la mesa es un estado de orden elevado, pero un vaso roto en el suelo es un
estado desordenado. Se puede ir desde el vaso que está sobre la mesa en el pasado hasta el vaso roto en el
suelo en el futuro, pero no al revés ”. Esta ley “resulta del hecho de que hay siempre muchos más estados
desordenados que ordenados. ... Así, en un tiempo posterior es más probable que el sistema esté en un
estado desordenado que en un ordenado” (HAWKING, S. W. Historia del Tiempo, Barcelona 1999,
Editorial Drakontos.p. 105).
53
En la lección de White, “la segunda ley de la termodinámica nos dice que el cosmos, como un todo, se
disgrega estructuralmente y se extingue dinámicamente; la materia deviene cada vez menos organizada y
la energía cada vez más uniformemente difundida. Pero en un minúsculo sector del cosmos, a saber en los
sistemas materiales vivientes, el sentido del proceso cósmico aparece invertido: la organización de la
materia y la concentración de la energía se hacen cada vez más elevadas. La vida es un proceso de
construcción, de estructuración. Pero para poder ir en contra de la corriente cósmica, los organismos
biológicos deben extraer energía libre de sistemas no vivientes, capturarla y ponerla a trabajar en la tarea
de mantener el proceso vital. Toda la vida es una lucha para obtener energía libre. La evolución biológica
es sencillamente una expresión del proceso termodinámico que corre en sentido opuesto a aquel
especificado por la segunda ley de la termodinámica para el cosmos como un todo. Es un movimiento que
tiende hacia una mayor organización, una mayor diferenciación de estructuras, una mayor especialización
de funciones, mayores niveles de integración, y más altos grados de concentración de energía” (WHITE, L.
La ciencia de la cultura, Paidós, Buenos Aires 1964, p.340).
54
En la percepción de Canelutti, los hombres tinen necesidades ilimitadas y los bienes son limitados.
Además, los bienes, mientras satisfacen unas necesidades, estimulan otras. El hombre nunca está
contento, cuanto más tiene más quiere. Por esto es que los hombres hacen la guerra (CARNELUTTI, F.
Como nace el Derecho, Bogotá 1994, Temis, 2ª ed., p. 09).
26
hay menos energía disponible, y cuando hay más energía y ordenación de las
fuerzas circulantes aumenta la neguentropía (el orden de sus componentes).
En las cuestiones económicas, por ejemplo, existe una fuerte tendencia para el
máximo poder y beneficio con el mínimo coste por parte de las fuerzas
empresariales, así como el mínimo esfuerzo para el máximo beneficio por parte
de las fuerzas del trabajo; en el confronto, sin regulación eficaz, por una parte
se tiende hacia la tiranía, o por la otra parte hacia el caos 55. Con respecto a los
demás campos de la vida social, estos principios se manifiestan en el impulso
natural para el máximo beneficio (el bien), sea material sea inmaterial, y por el
mínimo coste o esfuerzo56. En el orden social, ante el confronto de fuerzas, sin
una tercera con capacidad mediadora y un orden jurídico, con adecuadas
sanciones, y capacidad de regular sus cambios y movimientos, surge entonces
la competencia ruinosa, el conflicto y la guerra 57. Como consecuencia del
enfrentamiento, el más fuerte, en cuanto puede, impone a los más débiles su
poder, sus fuerzas, sus intereses; el más débil, a su vez, sin otro remedio,
aguanta mientras puede, y cuando ya no puede resistir y lucha por sus
intereses, su libertad, su dignidad, soporta la dominación o sucumbe. Esto
representa el desorden (entropía), la desviación de sus fines y de la justicia,
55
Con respecto a las fuerzas en el mercado, hay innumerables normas para regulación de la competición
o cooperación, entre las cuales se destacan las normas del derecho antitrust, como las prohibiciones de
prácticas de cartelización, acuerdos anticompetitivos o abuso del poder monopolístico, etc. (SAN PEDRO,
L. A. V. La política de la competencia. Practicas colusorias y abuso de posición dominante, en
MOCOROA, I. V. La integración económica europea, Valladolid 1996, Editorial Lex Nova, p. 444).
56
Según Gell-Mann, “de entre las flechas que marcan la diferencia entre pasado y futuro, la más famosa
es la tendencia de la magnitud denominada entropía a aumentar (o al menos no disminuir) en un sistema
cerrado; y, por otra parte, la energía total de un sistema cerrado permanece constante”. Sobre todo la
primera, es un concepto muy familiar en la vida cotidiana de cada uno. En realidad, es una medida del
desorden; o, al revés, una medida del orden, en los sistemas que se comunican con otros, recibiendo
energía. La entropía señala hacia delante en el tiempo en todos los puntos del universo; y en la Tierra se
comunica al origen de la vida y a su evolución, y al nacimiento y envejecimiento de todos los seres vivos.
Por otra parte, cuando los seres humanos componen un patrón ordenado, ante un agente perturbador, este
sistema cerrado conjunto evolucionará hacia un estado desordenado, porque el desorden es más probable
(GELL-MANN, M. El Quark y el Jaguar, Barcelona 1998, Editorial Tusquets, p. 235/239).
57
En las Normativas comunitarias de la U.E. se notan mecanismos de regulación del orden social. Así, se
regulan los factores externos que provocan equilibrio o desequilibrio respecto a las exacciones variables o
derechos reguladores, respecto a las restituciones, o bien referentes al dumping. Las primeras se refieren a
las tasas que se aplican sobre las importaciones, para alineamiento de los precios comunitarios, cuando
son ampliamente superiores, a los del mercado mundial. Las restituciones se refieren a las subvenciones
que permiten exportaciones comunitarias en situación de competencia favorable, por cuanto alinean a la
baja los precios de los productos comunitarios con los del mercado mundial. Por dumping se entiende la
exportación y venta de productos a precios inferiores a sus costes reales de producción. Su regulación se
fija en el marco del Acuerdo general sobre tarifas aduaneras y comercio - GATT (FONTAINE, P. y
MALOSSE, H. Las Instituciones Europeas, o.c., p. 161).
27
Ahora bien, según la teoría sistémica triádica, desde la energía cuántica hasta
lo más complejo del ecosistema o del cosmos, todo funciona por la conjugación
de fuerzas, tendencias o cargas de energía elementales que se entrelazan y se
multiplican en conjuntos de tres. Cualquier sistema es un procesador, con
entradas, transformaciones (procesamientos) y salidas de energía, que se
mueve por la tensión y propulsión triádica y se regula por “inter-feedback”. Sus
movimientos oscilan hacia los extremos de la expansión o de la contracción. De
las tendencias contrapuestas, reguladas por la mediación de una tercera
fuerza, se tiene la homeóstasis - el equilibrio o estabilidad del sistema. Del
movimiento hacia lo máximo, emerge la propensión a la conservación,
concentración, supervivencia y reproducción del sistema (neguentropía); del
movimiento hacia lo mínimo, emergen las señales de la decadencia, del vacío,
de la destrucción (entropía); del movimiento de oscilación entre la entropía y la
58
Para Morris, el principio de la entropía, y sus consecuencias, se aplica a toda clase de materias. Es una
ley que rige la conversión y la transformación de la energía, y toda materia conlleva una clase de energía
(MORRIS, Las flechas del tiempo – Una visión científica del Tiempo, o.c., p. 107).
28
Por otro lado, respecto a los sistemas jurídicos, en los moldes tradicionales, ya
se sabe, no responden satisfactoriamente a los grandes desafíos manifiestos
en las diferencias y conflictos (culturales, del bien estar, de la tecnología, de la
información, de la economía, etc.) que en la actualidad existen en todos los
campos de la vida social. Ya no se encajan y no se aplican efectivamente a las
cuestiones étnicas, socio-ecológicas, económicas, políticas, administrativas,
educativas, u otras que carecen de regulación efectiva, como las relaciones de
trabajo, de familia, de enseñanza, de propiedad, etc. A partir de un orden
superior, sea de la divina providencia, sea de la naturaleza o sea de los
principios superiores deducibles por la razón, ya no se puede justificar
59
Para Gregori, el sistema conserva su identidad mientras se mantenga, se adapte y se mueva dentro de
determinados límites de proporcionalidad. Estos límites de variación, para más o para menos entropía, son
los límites de la homeóstasis39. En los sistemas del reino mineral, vegetal, animal y humano (en su aspecto
biológico), la regulación es innata y automática. Según sea más o menos compleja la estructura del
sistema, también lo será su regulación interna y su interacción con su entorno. Sin embargo, para los
sistemas humanos, en sus aspectos socio-culturales, por tanto en su condición de portadores del libre
albedrío, individualmente, la regulación se hace por intermedio de su conciencia (GREGORI, W.
Cibernética Social I, Santafé de Bogotá, DC, Colombia,1998, ISCA Editores (Cibernética Social I, São
Paulo 1984, Editora Cortez); GRECO, M., Interdisciplinaridade e Revolução do Cérebro, o.c., p. 110).
60
Para Damásio, en la regulación básica de la vida de los organismos vivos, se encuentran patrones de
reacción relativamente simples, estereotipados, que incluyen regulación metabólica, reflejos, o
mecanismos biológicos que se convertirán en dolor y placer, impulsos y motivaciones. A ese nivel, las
emociones forman parte de la regulación homeostática, vueltas especialmente para la conservación de la
integridad del organismo. Así, tienen la función de producción de una reacción específica a una
situación.; o tienen la función de regulación del estado interno del organismo, para que pueda estar
preparado para la reacción específica. Por otro lado, las emociones suministran a los organismos,
automáticamente, comportamientos para la supervivencia. Son patrones complejos de reacción, que
incluyen emociones secundarias, emociones primarias y emociones de fondo. Sin embargo, para los
organismos equipados con conciencia, existe otro nivel de regulación, que permite que los sentimientos
sean conocidos, y que, por medio de estos, las emociones integran el proceso del pensamiento. La
conciencia permite que cualquier objeto sea conocido, con lo que aumenta la capacidad de reacción frente
a las situaciones que se dimanan de otros organismos o sistemas (DAMÁSIO, A. O mistério da consciência
- Do corpo e das emoções ao conhecimento de si, o.c., p. 79).
29
determinan las pautas de conducta de los demás, con el beneplácito del orden
jurídico64. Con estos instrumentos, no se han logrado la ordenación y el control
eficaz del orden social, con iguales criterios para todos sus estamentos.
Históricamente, se han comprobado las deficiencias de las concepciones
iusnaturalistas, positivistas o realistas, por cuanto propugnan por el orden
jurídico y social desde perspectiva parcial, en contradicción con la estructura,
dinámica y naturaleza del todo, en especial con exclusión de importantes
sectores.
64
Señala Farias que, en muchas partes del mundo, el debilitamiento del Estado fue agravado por el culto
al mercado libre de supuesta autoregulación. Para el pensamiento ortodoxo sobre el mercado livre, el
Estado ha sido el problema y el mercado la solución para la satisfacción de las necesidades materiales del
hombre (FARIAS, F.B., O Estado capitalista contemporáneo, São Paulo 2000, Cortez Editora, p. 98);
RODRIGUEZ-ARIAS, L. Del derecho liberal al derecho comunitario, Santa Fe de Bogotá 1995, Editorial
Temis, p. 63.
65
Según Lerdo de Tejada, el tridimensionalismo es una reacción crítica contra el positivismo,
especialmente en la versión de Miguel Reale (LERDO DE TEJADA, Mª del C. M. C. En torno al
tridimensionalismo jurídico, Madrid 1997, Ed. Dykinson, p. 14).
66
DEL VECCHIO, G. Filosofía del Derecho, Barcelona 1969, Bosch, 9ª ed., p. 279.
67
RECASENS SICHES, L. Filosofía del Derecho, Mexico 1961, Ed. Purrua, p.158.
68
LEGAZ Y LACAMBRA, L. “Filosofía del Derecho”, Barcelona 1961, Editorial Bosch, 2ª ed., p. 153.
69
REALE, M. Teoría tridimensional del Derecho, Madrid 1997, Tecnos, p.72.
31
1.4. Fuentes
Por otra parte, en torno a los tres ejes que se componen de las dimensiones
lógico-analítica, sintético-intuitiva y práctico-operativa, se desarrollan
dialécticamente, en varios niveles de complejidad, los factores componentes
del Derecho, desde la dinámica potencial hasta la universal. Así, en la dinámica
del Derecho en potencialidad, se conjugan, como factores iniciales, la razón, la
voluntad y la intuición. Luego, en la dinámica individual, es decir, en el ámbito
del sujeto individual, se desarrollan y se enlazan la lógica, la pragmática y el
sentimiento. A continuación, en el ámbito de complejidad social, el Derecho se
manifiesta y se revela como ciencia, como proceso efectivo y como fuerza
35
Así que, desde una cosmovisión dada, es decir, desde los principios que la
constituyen, se tiene el punto de partida para cualquier elaboración jurídica
3
A esto, también se identifica como ideología. Según Lyra Filho, ideología primeramente significó el
estudió del origen y funcionamiento de las ideas en relación con los signos que las representan; pero,
luego, pasó a designar las propias ideas, o conjunto de las ideas de una persona o grupo, la estructura de
sus opiniones, organizada en cierto patrón. Sin embargo, el estudio de las ideas y sus patrones empezó a
poner de manifiesto las deformaciones del raciocinio, por sus contenidos y métodos, distorsionados según
varios acondicionamientos, especialmente sociales. En resumen, eses abordajes se pueden reunir en tres
modelos diferentes, que son: a) ideología como creencia; b) ideología como falsa conciencia; c) ideología
como institución (LYRA FILHO, R. O que é Direito, São Paulo 1997, Editora Brasiliense, p. 13/15).
4
FUSTEL DE COULANGES, N.D. La ciudad antigua, Barcelona 1987, Editorial Iberia, p. 86-87.
5
FUSTEL DE COULANGES, N.D. La ciudad antigua, o.c., p. 11.
39
6
Para Sacristán, una concepción del mundo (una cosmovisión) es una serie de principios que dan razón
de la conducta de un sujeto. Esos principios o creencias, aunque el sujeto no se los formule siempre, están
explícitos en la cultura de la sociedad en que vive, y contienen un conjunto de afirmaciones acerca de la
naturaleza del mundo físico y de la vida, así como un código de estimaciones de la conducta (SACRISTÁN,
M. Sobre Marx y marxismo. Panfletos y materiales I, Barcelona 1983, Icaria, p. 28-31).
7
Para Warat, toda la obra de la jurisprudencia y de la doctrina es consecuencia de una lectura ideológica
del Derecho. En su parecer, cuando los jueces o los doctrinarios interpretan la ley, lo hacen con una
lectura ideológica, ya que no pueden encontrarle un sentido desconectado de su ideología, que muchas
veces la expresan mediante estereotipos u otras formulaciones lingüísticas, que les permiten disfrazar su
ideología con ropaje de verdad (WARAT, L.A. Lenguaje y definición jurídica o.c. p. 47).
8
ITURBE, J. R. El Concepto del Derecho en la Doctrina Española actual, Pamplona 1967, Ediciones
Universidad de Navarra, p. 31.
40
9
En la percepción de Kaufmann, “ el derecho no resulta ni de una naturaleza concebida como siempre, ni
simplemente de la formulación general-abstracta de la ley. Estas son, en cierta forma, solo materia prima,
de la cual, en un acto de formación procesal, debe surgir el derecho concreto (KAUFMANN, A. Filosofía
del Derecho en la postmodernidad, Santa Fe de Bogotá 1998, Editorial Temis, p. 42).
10
Desde la perspectiva de los fines y de los medios, para Massini, considerar a la norma jurídica como un
fin en sí, significa invertir el orden que surge de la realidad de las cosas, impidiéndole cumplir su función
esencial de instrumento de la perfección societaria (MASSINI, C. I. Sobre el realismo jurídico, Buenos
Aires 1978, Editorial Abeledo-Perrot, p. 24).
11
Según Warat, “la convivencia humana, en todas las épocas, fue producto de ideología, que en cierta
manera la amalgama y la sostiene (WARAT, L.A. Lenguaje y definición jurídica o.c., p. 27).
12
CRUZ, S. “Jus. Derectum (Directum). Direito”, Boletim da Faculdade de Direito de Coimbra,
XLI(1966)143-156, p. 152.
41
También se puede extraer un concepto del Derecho del episodio bíblico que se
describe en el “Éxodo”, según el cual Moisés otorgó al pueblo judío una
constitución política, aconsejado por Jetró, su suegro 15; de ahí se vislumbra un
modo de vida según una organización social en la que el poder ejecutivo se
estructura como emanación del poder judicial y éste se encuentra bajo la
vigilancia de la autoridad sacerdotal 16. En suma, en la idea que expresa cómo
13
En la expresión de Jaeger, en el desenvolvimiento del concepto griego de la justicia, desde Homero
hasta Solón, “es esencial al pensamiento jurídico griego en todas sus fases: el nexo que une la justicia y el
derecho con la naturaleza de la realidad. Véamoslo, expresado, primero, en términos religiosos, que
asocian la justicia humana al gobierno divino del mundo y a la voluntad de Zeus, la suprema sabiduría.
Gradualmente se abre paso un concepto mas racional de la justicia y su importancia para la vida humana;
pero la terminología religiosa pervive aún en un pensador jurídico como solón, porque necesita estas
categorías al objeto de subrrayar la estrecha relación que une la justicia a la naturaleza. Su dike, en efecto,
no es sino una forma más racionalizada de aquella primitiva idea griega de la justicia, en armonía con el
mismo orden divino del mundo” (JAEGER, W. Alabanza de la ley. Los origines de la filosofía del derecho
y los griegos, Madrid 1953, Instituto de Estudios Políticos, p. 33).
14
CRUZ, S. ibid.
15
Según Bandeira de Mello, en el “Éxodo”, se describe el nacimiento Del Derecho Positivo entre los
judíos. Moisés atendió a los consejos de su suegro y dio al pueblo judío los diez mandamientos e las
primeras leyes, y bien así nombró los primeros jefes militares con funciones de jueces (BANDEIRA DE
MELLO, L.M. Meditações sobre o Direito e sobre a origem das leis, Belo Horizonte 1967, Universidade
Federal de Minas Gerais, p. 100).
16
SCHURÉ, E. Los Grandes Iniciados: Rama, Krishna, Ermes, Moisés, Orfeo, Pitágoras, Platón, Jesús,
Zoroastro, Buda, Jesús y los Esenios, Buenos Aires 1997, Lidiun, 10ª ed., p. 109).
42
Con respecto a este episodio de la historia del pueblo judío, según el libro del
Éxodo18, al principio de la larga travesía del desierto todo convergía hacia
Moisés, y su pueblo iba hasta él para dirimir sus querellas, y este se ponía a
juzgar al uno y al otro y a declararles las ordenanzas de Dios y de sus leyes. Al
decirle que no lo hacía bien, su suegro le aconsejo: “enséñales los preceptos y
la ley y dales a conocer el camino que han de seguir y lo que deben hacer.
Pero escoge de entre todo el pueblo a hombres capaces y temerosos de Dios,
íntegros y enemigos de la avaricia, y constituyéndolos sobre el pueblo como
jefes de millar, de centena, de cincuentena y de decena. Que juzguen ellos al
pueblo todo el tiempo y lleven a ti los asuntos de mayor importancia,
decidiendo ellos mismos sobre los menores. Aligera su carga, y que te ayuden
ellos a soportarla. Si esto haces, y Yavé te comunica sus mandatos, podrás
sostenerte, y el pueblo podrá atender en paz a los suyos”.
jurídico a partir de los principios constitutivos de una visión del mundo 20, que se
consagró en el medio social.
30
Según Kaufmann, a través de los siglos se ha considerado el derecho justo, o la justicia, como algo
objetivo, o bien como un objeto, frente al cual se encuentra sustancialmente la consciencia cognoscitiva.
Esta percepción se apoya en el esquema sujeto-objeto, conforme al cual en el conocimiento está el objeto
separado del sujeto, y que nada subjetivo se introduce en el conocimiento (KAUFMANN, A. Filosofía del
Derecho en la postmodernidad, o.c., p. 15).
31
Para Juiz de la Cuesta, esas direcciones doctrinales centran su interés en investigar la eficácia o la
efectividad de las normas, es decir, la interrelación fáctica entre sociedad y derecho positivo, o bien las
interrelaciones existentes entre formación económico-social y morfología jurídico-política (JUIZ DE LA
CUESTA, A. Conceptos y dinámicas jurídicas fundamentales, en PERÉZ LUÑO, A. E. “Teoría del Derecho.
Una concepción de la Experiencia jurídica”, Madrid 2002, Tecnicos, 2ª ed., p. 87).
32
Con respecto a las diferentes concepciones del Derecho, y teniendo en cuenta sus variantes ideológicas,
Lyra Filho las reduce a dos modelos básicos, representadas por las concepciones iusnaturalista y
positivista del Derecho, que defienden, por un lado, el Derecho como orden establecido (positivista) y,
por otro, como orden justo (iusnaturalismo). Para superación de la antítesis (dos tesis radicalmente
opuestas), defiende la necesidad de una teoría efectivamente dialéctica (LYRA FILHO, R. O que é Direito,
São Paulo 1997, Editora Brasiliense, p. 26).
46
de los hechos sociales o del orden justo por la propia naturaleza independiente
del Estado o de la sociedad33.
Así pues, cada una de esas tendencias del pensamiento jurídico tiene una
clave para sus concepciones. De un lado se tiene la idea de justicia, de otro el
orden jurídico positivo establecido y, en tercer lugar, la realidad o el hecho
social. Sin embargo, esto no quiere decir que cada corriente no tenga
variaciones, sino que tales variaciones giran en torno a una determinada clave.
De modo que, para la corriente del orden justo por la naturaleza, que tiene
como clave la idea de justicia, factor intrínseco e indispensable en el concepto,
el Derecho no es producto ni del Estado ni de la sociedad, sino que resulta de
voluntad de Dios, de la propia naturaleza, o bien de la naturaleza del hombre 34.
Para legitimarse, el Derecho no carece de las formalidades estatales, tampoco
de las prácticas sociales, sino que puede, incluso, legitimarse en contra de lo
que sea establecido por el Estado o consagrado consuetudinariamente. En
suma, según esta perspectiva, el Derecho ya lo es, por su carácter de justicia,
antes incluso de que se le imprima el sello de garantía estatal o de la práctica
social.
Por otra parte, está el pensamiento de que el Derecho es sólo aquello que
proviene del Estado. Se trata, pues, del derecho puesto, legislado, que cumple
todas las formalidades establecidas en el orden estatal y tiene carácter lógico-
analítico-formal. Mientras que para la corriente anterior el fundamento se
encuentra en la justicia, para ésta lo justo es lo que se conforma el orden
estatal. Así, la validez, que presupone el cumplimiento de las formalidades, de
la lógica y de los procedimientos consagrados en el orden estatal, es lo que
33
Respecto al tema, Díaz Garcia los distribuye en los tres campos clásicos del conocimiento jurídico. Así,
se tiene: la ciencia del Derecho, que se ocupa del derecho válido, formalizado en las norma jurídicas; la
sociología del Derecho, que se ocupa de los hechos sociales eficaces en la norma; y la filosofía del
Derecho, que se ocupa de la axiología y de la idea de justicia (ELÍAZ DÍAZ, E. Sociología y filosofía del
Derecho, Madrid 1980, 2ª ed, ps. 58-60).
34
Conforme Pattaro, el iusnaturalismo se presenta en tres versiones. Por un lado está el Derecho como
norma de origen divino, es decir, corresponde a la superior voluntad divina. Por otro está el Derecho
como norma objetiva del comportamiento inherente a la propia naturaleza humana, es decir, a la razón
humana. Y, por último, está el Derecho natural que se identifica con el institnto o la naturaleza biológica
del hombre y de los animales. (PATTARO, E. Filosofia del Diritto, Bologna1998, CLUEB, p. 267).
47
En cambio, con posición diversa a las dos, está la de los que trabajan según la
realidad de los hechos, atentos al comportamiento de los hombres y a la
dinámica social. Desde esta perspectiva, defienden la concepción de que el
Derecho nace, se transforma y se extingue en razón de los comportamientos
del hombre, sea en el plano individual, de grupos, sea en el plano social. Así, a
diferencia de las demás, que estriban en las aspiraciones de justicia o en la
seguridad de las formas, la concepción pragmático/operativa se apoya en el
carácter de efectividad del Derecho. Por lo tanto, más que producto de una
concepción analítica o sintética, de la razón o de la intuición, el Derecho se
fundamenta en una práctica, que en cada tiempo y lugar emerge de la dinámica
social36.
Entre los griegos, entre los romanos, así como entre los indios, en la
antigüidad, el derecho formaba parte de la religión. Así, las leyes de las
comunidades y de las ciudades primitivas eran un conjunto de ritos, de
prescripciones litúrgicas y de oración, y de conducta en diversos campos de la
vida social. De modo que, las normas relativas al derecho de propiedad y de
sucesión se encontraban mezcladas entre las relativas a los sacrificios, a la
sepultura y al culto de los antepasados. Las leyes religiosas se aplicaban al
mismo tiempo a las relaciones de la vida civil. Esto se encuentra también en
épocas más recientes, como en la ley de las Doce Tablas. En la obra de Solón,
se regulaban los sacrificios y se determinaba el precio de las víctimas, como
también los ritos de las nupcias y el culto de los muertos. También Cicerón se
encargó de incluir, en su tratado de las Leyes, innumerables artículos y
prescripciones sobre cuestiones religiosas. En Roma, se afirma, que no se
podía ser un buen pontífice si se desconocía el derecho, y, recíprocamente,
que no se podía conocer el derecho si se ignoraba la religión 40.
38
Conforme Roubier, “ ... c`est le comandement de la Divinité qui nous donne la distinction de ce qui est
permis et de ce qui est défendu. Nous savons déjà que, à une certaine période de développement de
l`humanité, le droit est confondu en quelque sorte dans la religion; les préceptes juridiques sont énoncés
dans le cadre de croyances religieuses. L`autorité de la regle de droit, à cette époque, tient à ce qu`elle
représente la pensée de la Divinité; on dit allors tout naturellement: ´est just ce qui est voulu par la
Divinité`, et de la sorte le contenu du droit, considéré comme donné par une révélation supra-terrestre, se
trouve soustrait du même coup à toute discussion. D`ailleurs, d`aprés cette conception, l´Etait lui-même
tire oussi sont autorité d`une institution divine, et ceux qui sont les titulaires de pouvoir politique
invoquent, à l`appui de leur povoir, un droit divin (Ominis potestas a Deo). En definitive, la société, l´Etat
et le droit se trouvent placés au-dessus de toute critique, du fait même de leur origine transcendente
(ROUBIER, P. Thèorie Générale du Droit, Paris 1951, Recueil Sirey, 2ª ed., p.121).
39
BOSON, G.M.B. Filosofia do Direito - Interpretação Antropológica, Belo Horizonte 1993, Editora Del
Rey, p. 65.
40
FUSTEL DE COULANGES, N.D. La ciudad antigua, o.c., p. 227.
49
En Grecia, a partir del siglo VII a.C., con la llamada escuela de Mileto, aparece
el concepto de derecho natural. Se ha dicho que hasta principios del siglo XIX
la filosofía del derecho ha sido derecho natural. Lo cierto es que la concepción
de derecho natural está íntimamente vinculada al clásico pensamiento griego
que considera el derecho como algo superior a los hombres, por tanto divino 41.
Con Heráclito, se explica y justifica el derecho como algo humano, pero con
raíces en un plano superior, divino, que todo dirige y gobierna 42. Así, todas las
leyes humanas se nutren de una razón superior que dirige y gobierna todo lo
que existe, en un permanente y eterno fluir. Ese movimiento constante del todo
se subordina a un orden de naturaleza divina, desde donde también provienen
las leyes humanas43. Esta explicación pertenece a la fase de la filosofía griega
denominada cosmológica, puesto que deriva de la explicación del
funcionamiento del universo44.
Por otra parte, para la escuela pitagórica, había dos órdenes jurídicos,
jerarquizados: uno humano (escrito) y otro superior, siendo que éste daba
fundamento al primero45. Con Pitágoras, se inicia lo que se denominó fase
antropológica de la filosofía griega, en la que el hombre pasa a ser referencia y
medida de las cosas, aunque subordinado a un orden superior que es el de la
41
Esto marca el inicio de la doctrina iusnaturalista, que, en la consideración de Hernández Gil, es la más
plena y trascendente consideración sobre el derecho, por cuanto se desenvuelve en el marco de la
filosofía, en el de la antropología y, en importantes sectores, como en el de la teología (HERNANDEZ GIL,
A. Metodología de la Ciencia del Derecho, Madrid 1971, 2ª ed., p. 24).
42
Para Luño Peña, “según Heráclito, todas las leyes humanas se nutren de una sola ley divina. Junto a la
justicia humana, que es el resultado del livre y perene fluir de la vida, el equilibrio armónico e inestable
de los contrarios, existe la justicia permanente de Dios, estática e inalterable, que debe ser modelo de la
justicia humana (LUÑO PEÑA, E. Historia de la Filosofía del Derecho, Barcelona 1955, Editorial la
Hormiga de Oro, p. 114).
43
“La ley era para eráclito la expresión más alta del imperio de la razón en la vida humana ... La ley es el
fundamento invisible sobre el que descansan los miembro de una comunidad. Ella les hace fuertes, por
cuanto foja, con individuos de suyo débiles, una polys unificada. Pero lo mismo ocurre, según Eráclito, en
el universo todo. Una ley que todo lo abarca informa el mundo, superior a toda ley de origen humano, y
las leyes de todos los Estados de la tierra reciben su validez de esa ley divina” (WOLF, E. El problema del
derecho natural, Barcelona 1968, Ariel, p. 44).
44
Para Panigua, “es uno de los primeros filósofos en sentido auténtico, es decir, en cuanto la filosofía se
distingue del mito”. Por otra parte, reconoce que, además de la cosmología, sus tratados abarcan la
política y la teología (PANIAGUA, J. M. R. Historia del pensamiento jurídico, Madrid 1996, Universidad
Complutense, 8ª ed., 2 vol., p. 15 ).
45
Para la escuela pitagórica, “la justicia se funda en el orden natural, objetivo, las cosas, presidido por la
ley del número, no en la simple voluntad humana. La armonía de la sociedad no hace sino reflejar la que
reina en el universo” (TRUYOL Y SERRA, A. Historia de la Filosofía del Derecho y del Estado, Madrid
1989, Alianza editorial, 9ª ed., vol. I., p.105-106).
50
Por su parte, para Platón, la ley verdadera es la que reproduce la ley ideal, es
decir, la idea de ley; y la justicia verdadera la que reproduce la idea de justicia.
El legislador humano, para elaborar un ordenamiento jurídico, no podrá seguir
los dictamines de su arbitrio, sino atenerse a la idea de derecho 52. Las leyes
han de ser deducidas del mundo de las ideas del Bien y de la Justicia 53. El
legislador, por lo tanto, tiene que limitarse a esa idea de justicia, que es la idea
de un derecho trascendente al derecho positivo. Y el juez tiene que resolver los
casos de acuerdo con lo que es justo, es decir, de acuerdo con la idea de
Por eso las preguntas respecto a las normas carecen de sentido, a no ser que estén relativizadas o referidas
a un código (MOSTERÍN, J. Grandes temas de la filosofía actual, Barcelona 1981, Salvat, nº 56, p. 20-23).
51
Para Luño Peña, “el objeto de la Filosofía socrática es el hombre como ser moral que tiede a la virtud.
Del orden y finalidad del mundo, deduce Sócrates la existencia de Dios como un ser bueno, sabio,
providente y omnipotente ...” (LUÑO PEÑA, E. Historia de la Filosofía del Derecho, o.c., p. 123).
52
RODRIGO, R.A. Derecho Natural - Lecciones elementales, o.c., p. 143.
53
VERNEAUX, R. Textos de los grandes filósofos. Edad antigua, Herder, Barcelona 1982, p. 24-26.
52
54
“Lo Stato è, secondo Platone, costituito da tre categorie di cittadini: i governanti; i guerrieri (o custodi)
che lo defondono; e infine gli artigiani e gli agricoltori, che gli procurano i mezzi di sussistenza. Nello
Stato perfetto che egli teorizza, la prima di questi categorie è costituita da filosofi, nello streto que Platone
dà a tale parola: cioè da uomini che, per l`educazione ricevuta, sono capaci della conoscenza del vero. La
virtú dei governanti è perciò la sapienza (sophía). La seconda categoria, quella dei guerrieri, nello Stato
perfetto possiede la virtù del coragio, o fortalezza (andréia). Tutte e tre le categorie, poi, in tale stato
esercitano il dominio dei piaceri e delle passioni, ossia la temperanza (sophrosýne). Quando ciascuna
categorie fa quello che deve, ossia, esercitando la propria virtù, adempie nello Stato il compito che le
spetta, ha luogo la giustizia (dikaiosýne), che consiste appunto nel fare ciò che è proprio di ciascuno (tà
autû práttein), e che riassume perció tutte le altre virtù” (FASSÓ, G. Storia della filosofia del diritto,
Bologna 1966, Società editrice il Mulino, vol. I, p. 69).
55
Sobre Platón, Villey comenta: “le dialogue de la République est précisément la description d`une cité
bien constituée, qui serait régie justement. Un autre ouvrage de Platon, le traité des Lois, nous offrira le
plan complet d`une législation. Dans la cité de la République c`est a de sages qu`est confié le
gouvernement, une constitution complexe étant instituée pour leur conserver quelque chance de s`y
maintenir. Non plus que celui plus applicable du traité des Loi, cet idéal n`a connu la mise en pratique; il
ne pouvait qu`être imité de plus ou moins loin. Mais d`un prix immense demeure cette géniale méditation
sur les idées de la justice, des constitutions politiques, et d`ailleurs leur fragilité (on trouve là de fortes
analyses des révolutions), sur les notions juridiques les plus générales qui, depuis lors, ont été reçues
dans notre monde occidental” (VILLEY, M. Leçons d`histoire de la Philosophie du Droit, Paris 1962,
Dalloz, 9ª ed., p. 24).
56
PLATÓN. Diálogos (Timeo, 27a-31b), Vol. VI Gredos, Madrid 1992, P.170-174.
57
Sobre Aristóteles, por otra parte, comenta Villey: “Encore plus importantes peut-être que la République
de Platon sont pour nous les oeuvres d`Aristote en philosophie politique, dàbord une partie de l`ethique
nicomaquéenne où marmi les diverse vertus, Aristote a soumis à une analyse minutieuse l`idée de justice
– celle de droit, de doit naturel. Puis l`ouvrage que nous conservons sous le nom de Politique: Aristote y
étudie d`une façons assez ennuyeuse, mais extraordinairemwnt profonde les différentes constitutions, et
s`efforce de définir le meilleur régime juridique; la science politique en europe est née d`Aristote.
L`emprise de l`aristotélisme sur la scolastique médiévale n`a pas seulement joué dans le domaine de la
métaphysique, de la morale, ou de la logique - mais autant de la science politique ( VILLEY, M. Leçons
d`histoire de la Philosophie du Droit, o.c., p. 25).
58
ARISTÓTELES. Metafísica (libro V, 8, 1017b), Madrid 1970, Gredos, Vol I, p. 248.
53
Por otra parte, para la escuela estoica (que se distingue en tres etapas: a)
estoicismo antiguo, entre los siglos III y II a. C.; b) estoicismo medio, s. II-I a.
C.; c) Estoicismo nuevo, s. I-III d.C.) la naturaleza, que abarca la totalidad de
las cosas, de la cual forma parte el hombre, está dotada de un principio
inteligente y divino; y el derecho, un dictamen de la razón del hombre como
reflejo de la razón universal, es decir, de la naturaleza, no comporta cualquier
tipo de diferencias raciales o nacionales, puesto que son meramente
accidentales63. La concepción iusnaturalista estoica representaba una visión
59
BOBBIO, N. Locke e o Direito Natural, Braília 1998, Editorial UNB, 2ª ed., p. 33-35.
60
En la escuela epicurista, “la Justicia, como virtud principal de la convivencia, no es un bien en sí, sino
un medio para garantizar la tranquilidad, el bienestar, la utilidad y el placer a los asociados, a los
miembros de la Comunidad política, a los ciudadanos del Estado, en virtud del pacto. La Autoridad, como
principio que garantiza la seguridad, el orden, la tranqilidad, la tranquilidad e el bienestar, se funda
también en el pacto que origina la Comunidad política” (LUÑO PEÑA, E. Historia de la Filosofía del
Derecho, o.c., p. 147).
61
En cambio, afirma Luño Peña, “el escepticismo es un fenómeno de crisis que coincide en la filosofía
con la perturbación de las condiciones sociales, morales y políticas. En tal situación, se desconfía de la
verdad, y se llega a dudar de la posibilidad del conocimiento por creer que el conocimiento es imposible”
(LUÑO PEÑA, E. Historia de la Filosofía del Derecho, o.c., p. 160).
62
VERNEAUX, R. “Bosquejos pirrónicos (selección)”, Textos de los grandes filósofos. Edad Antigua,
Herder, Barcelona 1982, p.105-107; RODRIGO, R.A. Derecho Natural - Lecciones elementales, o.c., p.
149.
63
Según Paniagua, “lo que tiene más importancia en la doctrina estoica es la ley natural, que está
entendida por los estóicos, en primer lugar, como algo propio de cada ser, lo que es exigido por cada uno,
lo que es consustancia a cada ser. En esta línea destacaban los estóicos las primeras cosas naturales,
entre las que se encuentra en primer lugar la conservación del propio ser (PANIAGUA, J. M. R. Historia
del pensamiento jurídico, o.c., p. 66).
54
64
DIÓGENES L. Vidas de los más ilustres filósofos griegos, Barcelona 1985, Orbis, Vol II, p.67-68;
RODRIGO, R.A. Derecho Natural - Lecciones elementales, o.c., p. 150.
65
LABORDE, R.N. Derecho Natural y Derecho Positivo, o.c., p. 17/18.
66
Respecto al tema, opina Vallet de Goytisolo, que “parece tópico que de Grecia hemos recibido la
filosofía y de Roma el Derecho. Pero, además, es mui cierto, y no me canso de repetirlo, que todo cuanto
tenemos no deteriorado del derecho civil y sin necesitar continuos retoques lo hemos recibido del derecho
romano tal como no los dejaron los autores del ius commune. Despues no hemos hecho sino compilar,
codificar, conceptualizar, clasificar, sistematizar y fabricar dogmas jurídicos” (VALLET DE GOYTISOLO, J
B. Metodología Jurídica, Madrid 1088, Civitas, p. 125).
Para Hernández, los juristas Romanos “no elaboraron una filosofía jurídica, sino una ciencia del derecho.
Sus afirmaciones sobre la ley, la justicia y el derecho natural, cuando se producen, están en conexón
directa con sus necesidades de exposición del derecho positivo el ius civile. Sólo de manera accesoria,
pues, interesan a la filosofía jurídica (HERNÁNDEZ, J. L. Historia de la Filosofía del Derecho clásica y
moderna, Valencia 1998, Tirant lo Blanch, p. 156).
67
Sobre Cicerón, uno de los más destacados juristas Romanos, afirma Paniagua, que “no adhirió a
ninguna de las escuelas filosóficas, aún cuando tenía una tendencia claramente predominante a favor del
estoicismo; pero también admiraba a Platón y conocía y aprovechava la filosofía aristotélica” (PANIAGUA,
J. M. R. Historia del pensamiento jurídico, o.c., p. 72).
55
68
RODRIGO, R.A. Derecho Natural - Lecciones elementales, o.c., p. 152.
69
Sobre el tema, comenta Trigeaud que “le droit romain se situe dans la constituité des idées
aristotéliciennes au point que l`on peut rattacher le Corpus Iuris Civilis à un véritable Corpus
aristotelicum. La définition du juste juridique comme phusei dikaion relié à l`ison, à l`égalité, est reprise
dans la célèbre formule dÙlpien ou Digeste (I,I, 10): Justitia est constans et perpetua voluntas ius suun
cuique tribuere. L`attribution à chacun de son droit, chose juste, traduit bien le rèalisme du Livre V de
L`Éthique. Et la séparation de l`ordre juridique et de l`ordre moral s`affirme dans le texte suivant
(toujours au Digeste) énonçant trois principaux préceptes: honeste vivere, alterum non laedere, suum
cuique tribuere. Il en ressort que le droit ne droit rien ni à la morale individuelle, ni à la morale sociale (la
justice générale d`Aristote), mais concerne exclusivement le partage selon des règles d`égalité. La
mèthode latine consiste (dans le prolongement d`ailleurs de la dichotomie socratique) à définir un objet en
partant des sens voisins que lui sont étrangers, bien que son sens propre puisse apparaître comme
spécifique à l`intérieur des genres dont ils relèvent (genre “justice”)”(TRIGEAUD, J. M. Humanisme de la
liberté et philosophie de la justice, Bordeaux 1985, Editions Biere, Tome I, p. 55).
70
LABORDE, R.N. Derecho Natural y Derecho Positivo, o.c., p. 20.
71
Cf. SANTIAGO RAMIREZ, R.P. El derecho de gentes, Madrid 1955, Ediciones Studium, p. 21.
72
Para Santiago Ramirez, las doctrinas de Gayo y de Ulpiano se trasladaron íntegras a las Institutas de
Justiniano, “que son una especie de amálgma de esos dos juristas, hecha sin espiritú crítico y realizada
con escasa inteligencia (SANTIAGO RAMIREZ, R.P. El derecho de gentes, o.c., p. 25).
73
Afirma Luño Peña que “Gayo, Papiniano, Ulpiano, Paulo y Modestino, y el imperador Justiniano, en
las Instituciones y en el Digesto, ofrecen constantes pruevas de eclecticismo estóico que inspira su
pensamiento jurídico. Fácil es observar que la Filosofía jurídica romana coincide y armoniza, en general,
con los principios de ética o Filosofía moral de la Stoa: naturalleza racional y social del hombre, Derecho
56
En San Agustín, se encuentra una concepción según la cual existe una ley
universal cósmica, denominada ley eterna. Así el orden legal viene
estructurado en una ley natural, eterna, y una ley humana, temporal. La ley
natural es un aspecto particular de la ley eterna, como una participación de la
criatura racional en el orden divino del universo 76. La ley humana, la que los
y ley natural, Justicia, Sociedad, Cosmopolitismo universal, Unidad del género humano, etc. Estos
principios fundamentales serán despues vivificados con el fuego de la caridad y del amor cristiano como
germen esencial y universal de unidad (LUÑO PEÑA, E. Historia de la Filosofía del Derecho, o.c., p. 165).
74
Cf. SAGRADA BIBLIA, Romanos (2,14), o.c., p. 1224;
Comenta Luño Peña que, en San Pablo, se distingue la Ley natural de la positiva. Por otra parte,” la Ley
natural no está escrita en tablas de piedras como las de Moisés, sinó que radica en la misma naturaleza
racional del hombre, mostrando a su inteligencia lo que es justo, e inclinando su corazón hacia lo bien”
(LUÑO PEÑA, E. Historia de la Filosofía del Derecho, o.c., p. 185).
75
Según Truyol y Serra, “La concepción ambrosiana del derecho natural se mueve en los cauces
tradicionales de la patrística, con resonancias estoicas. Subraya el fundamento natural de la sociedad
civil, a la que se aplica el símil organicista, siguiendo entre otros a San Basílio. “( TRUYOL Y SERRA, A.
Historia de la Filosofía del Derecho y del Estado, o.c., p. 254); LABORDE, R.N., Derecho Natural y
Derecho Positivo, o.c., p. 22.
76
Conforme Touret, “le philosophie de droit de Saint Augustin est fondée sur le dogme chrétien: le droit
c`est le Juste divin de la Bible. Le Juste divin est connu par lesTrois Lois (théorie des Trois Lois, Contra
Faustum, livre XIX): la Loi naturelle, la Loi biblique de l`Ancien testament et la Loi biblique du
Nouveaou Testament que la loi humaine ou profane doit respecter” (TOURET, D. Introduction a la
sociologie et a la philosophie du droit (la bio-logique du droit), Paris 1976, Litec, p. 136).
57
A su vez, San Isidoro distingue tres aspectos del derecho: derecho natural,
derecho civil y derecho de gentes80. El derecho natural es aquél que es común
77
En la apreciación de Hernández, “dentro de la jerarquía de las criaturas, los seres irracionales
(animales, plantas, minerales) realizan la ley eterna movidos por la necesidad. Llevan impreso en ellos el
impulso que les mueve a cumplir los preceptos de dicha ley. No pueden oponerse a dicho impulso y, por
conseguiente, es imposible que se resistan a realizarla. Le ley eterna adopta en este caso la forma de una
ley física (o ley natural física). Sin embargo, los seres racionales y, en concreto, el hombre cumplen dicha
ley de manera autónoma, a través del impulso de sua propia voluntad. En ese sentido, pueden cumplir la
ley o no, pueden hacer lo contrario de lo que ésta manda. Para ello, la ley eterna adopta aquí la forma de
una ley natural (o ley natural moral) (HERNÁNDEZ, J. L. Historia de la Filosofía del Derecho clásica y
moderna, o.c., p. 170-171).
78
Según Frassò, “SantÀgostino sembra sí, dunque, non rifiutare lo Stato e il diritto; ma lo Stato che egli
accetta non è altro che la Cittá di Dio: soltanto identificandosi con questa la Stato è legittimo, cessa di
essere un magnum latrocinium, una grossa associazione a delinquere. E se con Città di Dio è da intendere
– come molte pagine del De civitate Dei invitano ad intendere – la Chiesa visible, storica, viene sancito
cosí il principio della subordinazione dello stato alla Chiesa, o per lo meno la necessità per la Stato, per
esser legitimo, di vivere in accordo con essa” (FASSÓ, G. Storia della filosofia del diritto, Bologna 1966,
Società il Mulino, vol. I, p. 204).
79
En el análisis de Luño Peña, en San Agustín, “La ley natural es la expresión y el principio supremo de
las relaciones fijas que integran el orden; mientras que la Ley positiva es el principio regulador de las
relaciones variables del orden jurídico, hallándose integrada por determinaciones legales que ni son
taxativamente necesarias, ni obligatorias, pudiendo a veces no existir, o existir con vario carácter o de
diversa manera. Así se explica perfectamente la diferencia entre Ley natural y Ley positiva” (LUÑO PEÑA,
E. Historia de la Filosofía del Derecho, o.c., p. 208);
RODRIGO, R.A. Derecho Natural - Lecciones elementales, o.c., p. 155.
80
Según Carlyle, San Isidoro de Sevilla empreende la definición de ley en los términos siguientes: “El
Derecho es natural o civil o de gentes”. O sea, que comienza insistiendo en el carácter tripartito de la ley
según ulpiano y Justiniano” (CARLYLE, A. J. A history of mediaeva political theory in the West, LA
TORRE, A. S. “Textos y documentos sobre derecho natural”, Madrid 1967, Facultad de Derecho, p. 67).
58
a todas las naciones y que en todas partes es observado por el instinto natural
y no porque se haya establecido de algún modo. El derecho civil es el que cada
pueblo o ciudad se da a sí mismo, por razones humanas o divinas. Y el
derecho de gentes es el derecho que tiene vigencia entre casi todos los
pueblos. Con respecto a la ley, exigía una serie de condiciones para su
vigencia, como ser honesta, justa, posible, en conformidad con la naturaleza,
en armonía con las costumbres del lugar, necesaria, útil, clara, y establecida
para la utilidad común de todos los ciudadanos 81.
voluntarismo con referencia a Dios y la acentuación de la omnipotencia divina, hasta el punto de pasar
ésta a convertirse en la tesis básica, y clave de toda la doctrina filosófica de Ockhan. Así resulta que si ya
en Duns Scoto no se podía hablar propiamente de ley eterna, mucho menos tendría esto sentido en
Guilhermo de Ockham”( (PANIAGUA, J. M. R. Historia del pensamiento jurídico, o.c., Vol. II, p. 98-99);
Conforme Fassó, para Ockham, el Derecho natural no difere en nada del Derecho divino. Él no repite la
distinción tomista entre lex naturalis y lex divina. Sin embargo, trata difusamente elderecho natural,
distinguiendo los modos en que puede concibires, como: lo que es conforme con la ratio naturalis, que es
eterna; lo que debe observarse por los que se sirven únicamente de la equidad natural, sin ninguna otra
norma consuetudinaria o legislativa humana, como en estado de la naturaleza; y lo que se deriva del ius
gentium o del consentimiento general (FASSÒ, G. Storia della filosofia del diritto, o.c., p. 293).
89
Según Gasset, Francisco Suárez fue uno de los más importantes pensadores de la Escuela Española de
Derecho Natural, junto a Francisco de Vitoria, Domingo de Soto, Domingo Báñez y Luis de Molina. Esa
escuela, “siguiendo las directrices de la doctrina tradicional, ofrece rasgos de gran originalidad como: su
criterio realista; su flexible adaptación de los principios generales de la moral cristiana a las
circunstancias concretas de su época; su profundo sentido jurídico, constantemente enriquecido por la
casuística; su gran sentido social, al elaborar soluciones individuales, concretas y determinadas, según la
realidad y de acuerdo con los principios directivos de la conducta social humana; su gran perspicacia
político-social que apenas habían sido presentidos ni vislumbrados en la Edad Media” (GASSET, R. B.
Metodología del Derecho, Barcelona 1959, BOSCH Casa Editorial, p. 58); RODRIGO, R.A. Derecho
Natural - Lecciones elementales, o.c., p. 163; LABORDE, R.N., Derecho Natural y Derecho Positivo, o.c.,
p. 32.
90
Cf. ESTEBAN ROMERO, A. A. La concepción suareziana de la ley, Sevilla 1944, p.57-63.
91
RODRIGO, R.A. ibid.
61
96
Para HOBBES, el Leviatán es el Estado, que no es más que una manera de imitar a la naturaleza. Se trata
de un acuerdo artificial, egocéntrico e interesado, con lo cual el hombre persigue como objetivo la propia
seguridad, por temor a los demás. El resultado de este acuerdo es el dios mortal, el poder absoluto, el gran
Leviatán. Esto se da en virtud del estado de naturaleza - guerra de todos contra todos. Sin embargo, por su
condición de ser racional, su razón le impulsa a observar las leyes naturales, en especial las tres
siguientes, que considera de importancia vital: 1) el hombre ha de buscar la paz por todos los medios
posibles; 2) el hombre ha de saber renunciar a sus derechos sobre todo, y a parte de su misma libertad; 3)
los hombres han de cumplir los pactos establecidos. Por otra parte, esas leyes resultan ineficaces se no se
les atribuye la fuerza coercitiva de un tercero - el Estado -, que garantiza su cumplimiento. Así, por
medio de contratos, se ceden los propios derechos en compensación a la cesión que la otra parte hace
igualmente de los suyos, a favor de un tercero - resultante directo de la renuncia de todos -, llamado
REPÚBLICA, CIVITAS, LEVIATÁN o DIOS MORTAL. Al que acepta el resultado de estos contratos
se le llama SÚBDITO, y al que carga sobre sí el poder de la persona moral resultante, SOBERANO
(HOBBES, T. Leviatán, Madrid 1977, Editora Nacional, p. 228-2400.
97
Según Paniagua, todas esas doctrinas básicas tienen como consecuencia un absolutismo total, aun
cuando no en el sentido actual, que se manifiestan en los siguientes puntos; el poder supremo es
irrevocable; el pacto lo han hecho los particulares, no el soberano; el soberano tiene que tener poder para
someter a los disidentes, sin embargo puede cometer iniquidad; el soberano no puede ni castigado ni
juzgado por los súditos; ha de controlar también las opiniones; la propiedad de los súbditos está sometida
a las disposiciones del soberan; corresponde al poder supremo o soberano las facultades de de ser
intérprete y custodio de las leyes, el derecho de hacer la guerra y la paz, elegir los funcionarios y
recompensar o castigar a cualquier ciudadano (PANIAGUA, J. M. R. Historia del pensamiento jurídico,
o.c., p. 124-125); Sin embargo, comenta Truyol y Serra que el leviatán na hay de interpretarse en el
sentido del totalitarismo moderno. Porque no obstante su apología del Estado, divindad mortal, hobbes
profesa un individualismo que mitiga las consecuencias prácticas de su absolutismo. El Estado de Hobbes
no tiene un fín en sí, sino que está al servicio de los individuos. Este individualismo se refleja en la teoría
hobbesiana de la persona colectiva como mera ficción. Las sociedades son cuerpos artificiales,
reductibles, de hecho, a sus respectivos superiores, que los representa y los encarnan (TRUYOL Y SERRA,
A. Historia de la Filosofía del Derecho y del Estado, o.c., vol. II, p. 164 )
98
MATA-MACHADO, E.G. Elementos de Teoria Geral do Direito, O.C., p. 71.
63
101
Para KANT, la naturaleza ha asignado al hombre la tarea de llegar a una constitución perfectamente
justa, por medio de una sociedad civil que compagine la máxima libertad. En este sentido, “se puede
considerar la historia de la especie humana en conjunto como la ejecución de un plan secreto de la
Naturaleza, para la realización de una constitución estatal interiormente perfecta, y, con este fin, también
exteriormente, como el único estado en que aquélla puede desenvolver plenamente todas las disposiciones
de la humanidad. [...] Después de muchas revoluciones transformadoras, será a la postre realidad ese fin
supremo de la naturaleza, un estado de ciudadanía mundial o cosmopolita, seno donde pueden
desarrollarse todas las disposiciones primitivas de la especie humana”. (KANT, E. Idea de una historia
universal en sentido cosmopolita, en “Filosofía de la historia”, México 1978, FCE, p. 42-61).
102
MATA-MACHADO, E.G. Elementos de Teoria Geral do Direito, o.c., p. 91.
103
Según KANT, “el concepto de deber exige de la acción que concuerde objetivamente con la ley, y de su
máxima que respete subjetivamente la ley como modo único de determinación de la voluntad por ella. Y
en esto se funda la diferencia entre la conciencia de haber obrado conforme al deber o por deber, es decir,
por respeto a la ley: lo primero (la legalidad) es también posible si las inclinaciones fueran solamente los
motivos determinantes de la voluntad; lo segundo (la moralidad), en cambio, el valor moral, sólo debe
consistir en que la acción se haga por deber, es decir, solamente por amor a la ley” (KANT, E. Crítica de
la razón práctica, Buenos Aires 1977, Losada, 4ª ed., p. 88).
104
MATA-MACHADO, E.G. Elementos de Teoria Geral do Direito, o.c., p. 96.
65
Por otra parte, un tercer órgano productor del derecho es la ciencia jurídica,
resultante de la actividad del jurista, que también, como tantas otras, se apoya
en el desarrollo natural del pueblo y de la cultura. En síntesis, expresa esta
corriente que todo derecho positivo es, antes de nada, derecho del pueblo y
que la legislación se coloca a su lado en función complementaria y de
asistencia. Sin embargo, por el desarrollo progresivo del pueblo queda
proveído de dos órganos: la ley y la ciencia, cada uno independiente del otro 108.
108
Sin embargo, se encuentra en la crítitca de Ihering que lo que hizo Savigny fue introducir y realzar el
Derecho romano en alemania, o bien realzar la costumbre en exceso, una secuela romántica. A su parecer,
“El Derecho implica en muchas ocasiones la aceptación de principios supratemporales, universales, que
no están sujetos a realidades contigentes, ni al espíritu popular, sino que se introducen en el
Ordenamiento Jurídico de cada pueblo porque pertenencen al acervo universal jurídico” (MIRETE, J. L.
Racionalismo, idealismo y positivismo, Murcia 1995, DM editor, p. 106).
109
Por otra parte, informa Larenz “La tarea sistémica de la Ciencia del Derecho – a la que Ihering
atribuye un “rango superior” en comparación con la histórica y la interpretativa – consiste ahora, según
él,en descomponer los institutos jurídicos particulares y las normas jurídicas a ellos relativas en sus
“elementos lógicos” y en destilar limpiamente éstos, y luego reconstruir con ellos, por combinación, tanto
las normas jurídicas ya conoscidas como también otras nuevas” (LARENZ, K. Metodología del la ciencia
del Derecho o.c., p. 46); MATA-MACHADO, E.G. Elementos de Teoria Geral do Direito o.c., p. 112.
110
MATA-MACHADO, E.G. Elementos de Teoria Geral do Direito, o.c., p. 117.
67
114
Conforme Atias, “la Théorie pure du droit de Hans kelsen est pure parce qu`elle est “épurée de toute
idéologie politique et de tous éléments ressortissant aux sciences de la nature”; elle est purifiée de toute
composante morale – morale et droit évoluant dans deux sphères parfaitement distinctes -, et de toute
considération de fait; la coupure radicale de l´être et du devoir-être est lùne des caractéristiques du
normativisme kelsénien” (ATIAS, C. Philosophie du droit, Paris 1999, Presses Univ. de France, p. 40).
115
Cf. KELSEN, H. O Que é Justiça?: a justiça, o direito e a política no espelho da ciência, São Paulo,
Martins Fontes 1998, 2ª ed., p. 257.
Para Touret, “c`est une conception du droit qui met l`accent sur la primauté de l`Etat ou qui, de fait,
permet à l`Etat de jouer réellement le premier rôle. Dans cette conception le droit c`est le droit positif,
celui qui est posé volontairement par les autorités de l`Etat, c`est donc un volontarisme. L`Etat entend
construire la société selon un modèle, c`est un constructivisme, en imposant son droit comme étant le
seul droit à respecter, c`est un monisme. (TOURET, D. Introduction a la sociologie et a la philosophie du
droit (la bio-logique du droit), Paris 1976, Litec , p. 250).
116
Conforme Massini, el punto de partida del pensamiento clásico realista consiste en ubicar a lo jurídico
en el campo de la praxis, de lo práctico. Así, el derecho es algo que el hombre crea para tornar posible su
vida social; para poner orden, para armonizar sus relaciones interindividuales. “Visto desde esta
perspectiva práctica, el derecho no puede consistir sino en el orden introducido en las relaciones sociales,
para orientarlas a la perfección societaria; radica – en útima instancia – en el concreto obral social del
hombre rectificado al bien común a través del bien del otro (MASSINI. C. I. Sobre el realismo jurídico,
Buenos Aires 1978, Abeledo-Perrot, p. 123).
69
Con relación a la teoría marxista, por otro lado, se sostenía que el derecho no
se constituye por la voluntad legislativa, a través de la norma, sino por las
relaciones jurídicas, especialmente por relaciones originalmente económicas,
basadas en la producción y la circulación de mercancías. Para el marxismo es
imposible analizar el derecho independientemente de sus condiciones
genéticas, sus relaciones sociales y sus implicaciones históricas, como lo hace
el positivismo. Según esta concepción, el derecho debe estar en perpetuo
movimiento y no puede solidificarse en un rígido sistema abstracto. Enseña
Radbruch que la concepción materialista de la historia, base teórica del
programa socialista, establecida por K. Marx y F. Engels, dio a conocer la
causa, o por lo menos una causa, de esa alteración de las concepciones del
derecho: las concepciones del derecho vigentes en cada época son, en
verdad, sólo la expresión de la relación de fuerza en la lucha de clases y, junto
con esa expresión, un efecto involuntario de los cambios de la economía y, a
fin de cuentas, de la técnica. El derecho no es una forma, dentro de la cual la
materia de las relaciones sociales se deja moldear dócilmente, sino que podrá,
sin duda, configurarlo de manera más fácil y rápida y acelerar los dolores del
parto del tiempo118.
Por otra parte, aunque los compendios no suelen registrar las coexistencias y
competencias de las escuelas o tendencias que actuaron en cada tiempo y
lugar, se constata perfectamente en la historia del pensamiento jurídico que
cada escuela nace y se desarrolla justo en oposición a otra tendencia
hegemónica al momento, haciendo crítica de ella. Así, a lo largo de la historia,
los positivistas, que quieren la certeza y la seguridad de un sistema normativo
dado, hacen críticas a los iusnaturalistas, que a su vez les critican y defienden
un sistema distinto de valores, que más tarde son contestados ambos por las
117
BOBBIO, N. Teoría General del Derecho, Madrid 1993, Editorial Debate, p. 49.
118
RADBRUCH, G. Introdução à Ciência do Direito, São Paulo 1999, Ed. Martins Fontes, p. 32.
70
119
KELSEN, H. O Que é Justiça?: a justiça, o direito e a política no espelho da ciência, o.c., p. 257.
120
PASUKANIS, E. Teoría General del Derecho, Barcelona 1976, Editorial Labor, p. 41.
71
121
DREIER, R. Aspectos de una confrontación de teorías, en INSTITUTO HANS KELSEN. Teoría pura del
derecho y teoría marxista del derecho, o.c., p. 169.
122
En oposición a lo que vino a llamar tridimensionalismo específico, Reale denomina la concepción de
Del Vecchio de tridimensionalismo genérico y abstracto (REALE, M. Teoría Tridimensional del Derecho,
Madrid 1997, Editorial Tecnos, p.48).
123
LERDO DE TEJADA, Mª del C. M. C. En torno al Tridimensionalismo Jurídico, Madrid, 1997, Ed.
Dekinson, p. 15.
124
DEL VECCHIO, G. Filosofía del Derecho, Barcelona 1969, Bosch, 9ª ed., p. 279.
125
REALE, M. Teoría Tridimensional del Derecho, Madrid 1997, Editorial Tecnos, p.142.
126
Según Radbruch, el tránsito del dualismo al trialismo en los modos de considerar el Derecho, convirtió
la Filosofia del Derecho en filosofía cultural del derecho (RADBRUCH, G. Filosofía del Derecho, Revista
de Derecho Privado, Madrid 1933, p. 38).
127
Para Radbruch, “el concepto del derecho es un concepto cultural, o, lo que es lo mismo, un concepto
de una realidad referida a valores, una realidad cuyo sentido consiste en estar al servicio de lo valores. El
derecho es la realidad que tiene el sentido de servir al valor jurídico, a la idea del derecho (RADBRUCH, G.
Filosofía del Derecho,. Revista de Derecho Privado, Madrid 1933, p. 44).
72
128
REALE, M. Teoría Tridimensional del Derecho, o.c., p.45.
129
BOBBIO, N. Teoría General del Derecho, Madrid 1993, Editorial Debate, p. 33.
130
Conforme Bobbio, “di fronte ad un determinato ordinamento giuridico possiamo asumere tre
atteggiamenti intellettuali diversi: o lo studiamo nella sua formazione e nella sua evoluzione (sociologia
giuridica) o lo consideriamo nella sua struttura formale (teoria generale del diritto) oppurre lo valutiamo
commisurandolo ad un determinato valore che noi abbiamo posto come criterio ideale, e poniamo quindi
le basi per una sua transformazione se reteniamo che non corrisponda al modello ideale (teoria della
giustizia) (BOBBIO, N. Teoria della scienza giuridica, Ed. G.Giappichelli, Torino 1950, p. 19).
131
POUND, R. An Introduction of the Philosophy of Law, London 1922 (reprint 1994), Yale University
Press/Oxford University Press, p.
132
Para Legaz y Lacambra, “el Derecho es toda forma de vida social con un sentido de justicia, que en
cuanto constituya una vigencia social estará dotado de positividad” (LEGAZ Y LACAMBRA, L. “Filosofía
del Derecho”, Barcelona 1972, Editorial Bosch, 3ª ed., p. 313).
133
LEGAZ Y LACAMBRA, L. o.c., p. 423.
134
GARCIA MAYNES, E. Filosofía de Derecho, México 1974, Ed. Purrúa, p. 517.
73
A su vez, Reale defiende una teoría tridimensional del Derecho y del Estado en
la que afirma que “Hecho, valor y norma están siempre presentes y
correlacionados en cualquier expresión de la vida jurídica, ya sea estudiada por
el filósofo, el sociólogo del derecho, o por el jurista como tal”. Según Reale, “la
correlación entre dichos tres elementos es de naturaleza funcional y dialéctica,
dada la “implicación-polaridad” existente entre hecho y valor de cuya tensión
resulta el momento normativo”137.
Así, pues, entre los autores cotejados, se hallan diversos intentos de resolución
del problema del concepto, de la naturaleza, de los fines o de otros aspectos de
capital importancia para el Derecho. Muchos lo intentaron desde perspectivas
monistas, tratando aspectos aislados e excluyentes; otros desde perspectivas
dualistas, tratando aspectos dicotómicos o complementarios; o bien desde
perspectivas trialistas, en las que tratan sus elementos con carácter de
independencia o de reciprocidad e interdependencia.
2.1 Conclusiones
135
RECASENS SICHES, L. Tratado General de la Filosofía del Derecho, México 1981, Editorial. Porrúa, 7ª
ed., p. 159.
136
CABRAL DE MONCADA, L Filosofía do Direito, Coimbra 1966, vol.II, p. 127.
137
REALE, M. Teoría Tridimensional del Derecho o.c., p. 72.
74
En cualquier medio social, los seres humanos están conectados unos con otros
por una compleja red de relaciones que por sus características especiales se
denomina sistema jurídico. Se trata de una estructura en la que uno de sus
principales rasgos es la complejidad. Para analizarla se puede ver desde
diferentes ángulos, enfocando una o varias de sus múltiples conformaciones,
siendo cada una apropiada a un momento o estadio de la dinámica social. Así,
76
3
En la apreciación de PASUKANIS, una teoría del derecho que no trata de explicar el entramado social,
que vuelva la espalda de antemano a los hechos de la realidad, es decir, a la vida social, y que tiene por
objeto las normas sin interesarse por su origen ni por su relación con ningún tipo de interés material, no
puede pretender el status de una teoría científica, por cuanto no se ocupa de analizar lo que de hecho
existe (PASUKANIS, E. Teoría General del Derecho, Barcelona 1976, Editorial Labor, p. 40).
4
En el campo del Derecho todavía prevalece la lógica formal, según la cual se coordinan los factores del
orden social en los límites del paradigma cartesiano. Sin embargo, ya no es novedad para ninguna ciencia
las limitaciones de la visión del mundo cartesiana. En algunos campos prevalece la visión de los sistemas
en movimiento, con tendencia para un orden y complejidad crecientes, en intercambio con el medio, que
representan la neguentropía (orden creciente): por otro lado, prevalece la idea de los sistemas en
movimiento con tendencia para la expansión (entropía o desorden creciente en los sistemas aislados). Con
fundamento en esas percepciones y proposiciones se desarrolló la ciencia de la complejidad, que permite
al hombre conocer como funcionan y como se regulan los sistemas, e especialmente le permite interferir
en sus procesos y conducirlos (CAPRA, F. O ponto de mutação, São Paulo, Cultrix, 1998, p. 56).
78
la suma de las partes, hace falta una percepción que considere el todo
diferente de la suma de las mismas. En realidad, hace falta una percepción
sistémica, que permita integrar las partes que interactúan como un todo
inseparable y coherente5.
5
Parece ser de la mayor importancia, según Panikkar, la presentación de un paradigma unificador, que no
sea al mismo tiempo un sistema monolítico y cerrado, sino que un horizonte abierto (PANIKKAR, R. La
intuición cosmoteándrica, Madrid 1999, Editorial Trotta, p. 33).
6
RADCLIFFE-BROWN, A.R. Estructura y función en la sociedad primitiva, Barcelona 1996, Península, 3ª
ed., p. 217.
79
Por otra parte, si bien se mira, se verá que el Derecho se caracteriza por un
ordenamiento dado de los factores sociales, que en su dinámica insta a la
realización de determinados fines, es decir, a que las personas actúen de
manera tal que la realización de los fines se aproxime a la descripción de lo
ideal8; de hecho, se trata de un orden ideal, conceptual, por un lado, y de un
orden real de los factores sociales, por otro, dispuestos de tal forma que
compongan un sistema para que en la realidad se consiga un determinado fin.
En el orden normativo sucede como en los órdenes de las cosas en general.
En este sentido, una cosa es un orden 9. Una cosa dada es la materia en el
orden (de un sistema, estructura o jerarquía) que le es propia. Un piano, por
ejemplo, es el conjunto de sus piezas puestas en el orden del piano. Pero, en
las piezas dispersas del piano no se consigue verlo, ni tampoco ejecutar una
partitura. En el desorden, sus piezas no lo representan, tampoco cumplen su
finalidad. Cuando se deshace el orden de una cosa, ésta se la deshace. Para
reconstruirla se debe poner el material de construcción en su orden. De otra
manera no se llega a su fin, es decir, no se llega a la cosa hecha, apta para el
7
PASUKANIS, E. Teoría General del Derecho, Barcelona 1976, Editorial Labor, p. 43.
8
WRIGHT, G.H. “Ser y deber ser”, en AARNIO, A.; VALDÉS, E. G.; UUSITALO, J. (comps). La
normatividad del Derecho, Barcelona 1997, Editorial Gedisa, p. 100.
9
Para FREITAS, una cosa es el orden de la materia que la constituye. Con apoyo en la definición de Santo
Tomás, donde “orden es disposición a un fin”, concluye que “una cosa es un orden y un fin, o, en otros
términos, un orden y su fin”. Pero no un fin en sí, puesto que “el fin en sí” lo reserva para el hombre,
conforme a la definición de KANT: “el hombre es un fin en sí”(FREITAS, J. Filosofía dos Direitos
Humanos, Belo Horizonte 1978, UFMG, p. 17).
80
12
Según WARAT, el formalismo jurídico que propicia un lenguaje lógico-matemático se divorcia de la
realidad lingüística y social y sólo ofrece una propuesta lingüística irreal e ideológicamente
comprometida (WARAT, L.A. Lenguaje y definición jurídica, Buenos Aires 1973, Cooperadora de
Derecho y Ciencias sociales. p. 46).
82
13
KUHN, T. La estructura de las revoluciones científicas, o.c., p. 51.
14
HORNUNG, E. El uno y los Múltiples: Concepciones egipcias de la divinidad, Madrid 1999, Editorial
Trotta, p. 220.
83
3.1 Conclusiones
1 5
BOFF, L. A Trindade, a Sociedade e a Libertação, Petrópolis-RJ 1986, Editorial Vozes, 2ª Ed., p. 22.
84
1
PANIKKAR, ante la realidad, que en su opinión no es ni una ni múltiple, pero armonía, polaridad, relación
constitutiva entre todo, aunque admita también la desarmonía y la asfixia o explotación de un polo por
alguno de los otros que constituyen la trinidad radical, propone el reto de pensar todos los fragmentos del
mundo actual para reunirlos en un conjunto no monolítico pero sí armónico, para la superación del
monismo, que por un lado es explosivo, y del pluralismo, que por otro es inestable. El desafío instiga una
propuesta para superación del dilema que se puede interpretar a varios niveles. Como problema
metafísico, está relacionado con la reconciliación de lo Uno y lo Múltiple en el orden supremo del Ser.
Como cuestión epistemológica, se centra en la identidad y la diferencia. Como planteamiento científico,
busca la unidad y la coordinación de las ciencias. Como sociología, busca llegar a modelos de
conocimiento. Como política, trata de encontrar formas prácticas de organizar la vida humana
(PANIKKAR, R. La intuición cosmoteándrica, Madrid 1999, Editorial Trotta, ps. 20/26-33).
86
Por otra parte, ya en una esfera de actuación más amplia, en las relaciones
comunitarias, la persona se dirige a las actividades de ocio, de religión y de
ciudadanía, en las que se dan las relaciones asociativas, de grupo, conocidas
como clubes, partidos, empresas, instituciones, religiones, dentro de los cuales
se dan los frentes, las corrientes, los subgrupos que interactúan y tienen que
convivir con la comunidad institucional, regional o nacional. También con una
mayor complejidad y un escenario más amplio, como las provincias o naciones,
las personas ejercen funciones de liderazgo y control sobre la actuación de los
niveles más simples, a ejemplo de las funciones de las autoridades civiles,
militares y religiosas. Y más allá de los niveles nacionales empiezan las
relaciones internacionales, por medio de representaciones, formando las
comunidades económicas, militares o culturales.
2
Según MERANI, la vida en sociedad resulta de la interatracción de seres vivos y de la interacción
individual y en masa de los mismos con el circuito externo. En las sociedades humanas actuales, la
atracción recíproca está asentada en el desarrollo de la afectividad y la inteligencia. En este proceso, el
individuo ajusta su conducta a otras conductas, y estas como conjunto se adecuan a circunstancias
biofóricas cambiadas por la acción del grupo sobre el medio ambiente. Así, el género humano realiza su
adaptación en el plano histórico, y sus transformaciones no son para adecuarse a las condiciones naturales
o sociales, sino para transformarlas, superarlas o anularlas. La adaptación del hombre se cumple dentro de
circunstancias histórico-sociales y, por consiguiente, el nivel de integración cambia por la misma base
(MERANI, A.L. De la praxis a la Razón, Barcelona 1975, Ediciones Grijaldo, ps. 135/136).
3
Enseña MORIN que el hombre no puede verse reducido a su aspecto técnico de homo faber, ni a su
aspecto racionalístico de homo sapiens. Hay que ver en él múltiple faz, como del mito, la fiesta, la danza,
el canto, el éxtasis, el amor, la muerte, la desmesura, la guerra. Tampoco deben-se despreciar la
afectividad, el desorden, la neurosis, la aleatoriedad, etc. (MORIN, E. El paradigma perdido: el paraíso
olvidado. Ensayo de bioantropología., Barcelona 1974, Kairós, p.227-235).
87
6
CASSIRER, E. Filosofía de las formas simbólicas - I Lenguaje, México 1998, Fondo de Cultura
Económica, 2ª Ed., p. 214.
7
Conforme señala DUFOUR, el sistema que se forma por medio del conjunto del “yo”, “tu” y “él”
funciona, de cierta manera, como un dispositivo en el interior de la lengua. Se trata de algo como se fuera
una lengua previa - una lengua para acceso a la lengua, una lengua en la lengua (DUFOUR, D. R. Os
mistérios da Trindade, Rio de Janeiro 2002, Editora Campanhia de Freud, p. 69).
8
CASSIRER, E. Filosofía de las formas simbólicas - I Lenguaje, o.c. 215.
90
y/o el “él”, no son simplemente dos o tres personas, como si fueran cosas
indistintas, sino que revelan una nueva persona 9, el “nosotros”, un grupo con
sus tres lados, tres ángulos, tres roles de un mismo juego, teatro, discurso o
acción de supervivencia, reproducción y convivencia. Así pues, mientras que
en el plural de cosas se considera la simple suma de números que representan
elementos similares, en el plural de personas no se opera tal suma, sino que
genera un plural inclusivo y exclusivo que preserva la peculiaridad y
especificidad de las unidades10.
9
CASSIRER, E. Filosofía de las formas simbólicas - I Lenguaje, o.c. p. 220.
10
En todo el universo del lenguaje, sólo hay tres pronombres personales sujetos. Cuando no existen los
pronombres en una lengua dada, esta posee flexiones verbales con las que se enmarcan las distinciones de
personas. En síntesis, la diversidad de pronombres o flexiones de todas las lenguas pueden, en última
instancia, reducirse a tres (DUFOUR, D. R. Os mistérios da Trindade, o.c. p. 71).
91
posesivos (mi, tu, su), en los adverbios temporales (antes, ahora, después) o
espaciales (aquí, ahí, allí), etc.11 Es, pues, una estructura universal que refleja
las relaciones personales y objetivas, en sus variaciones de género, número y
naturaleza, que viene expresada en la gran mayoría de los idiomas de los que
se tiene noticia.
11
CASSIRER, E. Filosofía de las formas simbólicas - I Lenguaje, o.c., ps. 165-241;
BOFF, L. A Trindade, a Sociedade e a Libertação, Petrópolis-RJ 1986, Editorial Vozes, 2ª Ed., p. 148;
HORNUNG, E. El uno y los Múltiples: Concepciones egipcias de la divinidad, Madrid 1999, Editorial
Trotta, p. 202;
PANIKKAR, R. La Trinidad: una experiencia humana primordial, Madrid 1998, Ediciones Siruela, 2ª
edición, p. 26.
92
ALTURA 62%
MEDIA RAZÓN 62% EXTREMA RAZÓN 38%
b c
A
BASE 38%
62%
55
DESPROPORCIONAL 10% 90%
34
DESPROPORCIONAL 20% 80% maxivivencia 21
38% CON 62% granvivencia 13
PUNTO DE ORO PERSONAS SATISFACTORES mediovivencia 8
62% SUBGRUPOS CON 38% 5
minivivencia
DESPROPORCIONAL 80% 20% 3
subvivencia 2
DESPROPORCIONAL 90% 10% 1
15
GREGORI, W. Ibid.
94
16
GHIKA, M. C. Estética de las proporciones en la naturaleza y en las artes, Barcelona 1983, Poseidón,3ª
Ed., p. 16.
17
BAYARD, J. P. El secreto de las Catedrales, Girona 1995, Tikal Editorial, p. 230.
18
Apud. HORNUNG, E. El uno y los Múltiples: Concepciones egipcias de la divinidad, o.c., p. 203.
19
HORNUNG, E. El uno y los Múltiples: Concepciones egipcias de la divinidad, p. 203.
95
Para los Celtas, el número tres tenía extrema importancia. Algunos de sus
dioses y diosas tenían tres cabezas. Sus héroes solían aparecer tres veces en
la misma aventura con nombres y características diferentes. Los druidas
enseñaban por medio de tríadas - versos de tres afirmaciones o frases 23.
También en la doctrina brahmánica, la idea del unitriádico se revela de la
siguiente manera: “Aquel que crea sin cesar los mundos es triple. Es Brahma,
el Padre; es Maya, la Madre; es Vichnú, el Hijo; Esencia, Sustancia y Vida.
Cada uno encierra a los otros dos y los tres son uno en lo Inefable” - Doctrina
Brahmánica. UPANISHADS24.
Sobre el tema, según Bernard, “el Evangelio de San Juan nos proporciona las
claves de la enseñanza íntima y superior de Jesús con el sentido y el alcance
de su promesa. Volvemos a encontrar ahí aquella doctrina de la Trinidad y del
Verbo divino enseñada ya, desde miles de años atrás, en los templos de Egipto
y de la India, pero alentada, personificada por el príncipe de los iniciados, por el
más grande de los hijos de Dios”26.
26
BERNARD, C. Introducción sobre la Doctrina Esotérica, en SCHURÉ, E. Los Grandes Iniciados:
Rama, Krishna, Ermes, Moisés, Orfeo, Pitágoras, Platón, Jesús, Zoroastro, Buda, Jesús y los
Esenios, o.c., p.11.
27
PANIKKAR, R. La intuición cosmoteándrica, Madrid 1999, Editorial Trotta, p. 77.
28
BOFF, L. A Trindade, a Sociedade e a Libertação, Petrópolis-RJ 1986, Editorial Vozes, 2ª Ed., p. 41.
98
Para San Agustín, todos los seres creados por el arte divino manifiestan en sí
cierta unidad, belleza y orden, en una estructura ternaria esencial que
corresponde a la “medida, número y peso”29. La medida expresa la unidad, la
proporción ontológica, el modo de existencia de cada ser, porque cualquiera de
ellos encierra una unidad como, por ejemplo, la naturaleza corpórea y las
facultades del alma. El número confiere la forma de existencia, y le da algún
trazo de belleza, como son las formas o cualidades de los cuerpos y las
ciencias o artes propias de las almas. Finalmente, el peso dispone para la
estabilidad según cierto orden establecido y sus finalidades, como, por ejemplo,
el peso y las posiciones de los cuerpos y los amores y los placeres del alma.
Así que, por la presencia de esas tres dimensiones, se puede divisar vestigios
del Creador en todas las cosas creadas. En fin, afirma San Agustín: “en la
Trinidad se encuentra el origen más sublime de todas las cosas”30.
29
SAGRADA BIBLIA, (Sb. 11.21) Madrid 1958, Biblioteca de Autores Cristianos, 8ª ed., p. 739;
AGOSTINHO, S. A Trindade, São Paulo 1994, Editora Paulus, 2ª ed., p. 262.
30
AGOSTINHO, S. A Trindade, o.c., p. 230 .
31
ORTIZ-OSÉS, “Visiones del Mundo (historia hermenéutica del sentido)”, en Diccionario
interdisciplinar de Hermenéutica, Bilbao 1997, Universidad de Deusto, p. 822.
99
32
GREGORI, W. Cibernética Social I, São Paulo 1984, Editora Cortez, p. 45).
33
GREGORI, W. Cibernética Social I, Ibid.
Para los sistemas simples, en los que se puede conocer y controlar todos los
“inputs” y “outputs”, es decir, todo el procesamiento, es perfectamente
admisible la lógica clásica, monádica. Pero, con la lógica tradicional, ocurre lo
mismo que ha ocurrido con la mecánica, que sólo tuvo sentido y validez en un
ámbito medio37, restricto, mientras que en otros se hacen necesarias nuevas
estructuras de pensamiento, o simplemente rescatar estructuras de
pensamiento ya olvidadas o poco manejadas por el hombre en la actualidad.
Según Delgado, la lógica clásica buscaba la máxima precisión y formalización,
mientras las lógicas borrosas o difusas ofrecen modelos de razonamiento
aproximado, basándose en que el pensamiento y conocimiento humanos son
imprecisos38.
35
FERRATER MORA, J. F. Diccionario de Filosofía, Madrid 1997, Alianza Editorial, p. 3321.
36
FERRATER MORA, J. F. Diccionario de Filosofía, o. c. p. 2618.
37
HORNUNG, E. El uno y los Múltiples: Concepciones egipcias de la divinidad, o.c., p. 222.
38
DELGADO, V. M. “Lógica”, en Diccionario interdisciplinar de Hermenéutica, o.c., p. 484.
101
L
CA Vista lateral
R TI
CO
O L del cerebro:
IC RA O
EO IMB NT IAN Paul MacLean
N L
3. 2.
L CE I
1. EPT
R
39
Conforme a Gil, “las estructuras filogeneticamente más antiguas del encéfalo están constituidas
esencialmente por una gran parte del tronco encefálico y, en particular, por la formación reticular
implicada en la vigilancia, así como por los núcleos grises centrales implicados en la motricidad: estas
estructuras corresponden, en la concepción tripartita de Maclean, al encéfalo de losráptiles. Este encéfalo,
el más arcaico, rico en receptores epiáceos y en dopamina, controla los comportamientos necesarios para
responder a las nececidades básicas y a la supervivencia de la especie como el acto de alimentarse y la
defesa de su territorio. El sistema límbico o paleoencéfalo (primitivo) rodea como un ´anillo` (un limbo)
al precedente en la cara interna de los hemiferios cerebrales. (...) El sistema límbico interviene en la
regulación de los comportamientos instintivos y emocionales, así como en la memória. Por encima de los
encéfalos de los ráptiles y límbico se despliegan los hemisferios cerebrales recubiertos de una capa o
cortex cerebral y que constituyen el neoencéfalo de los mamíferos, que gestiona las informaciones que
provienen del contexto, adapta las acciones y permite el despliegue de las funciones cognoscitivas, en
cuya cima se encuentra el lenguaje. Las capacidades de planificación y de anticipación se atribuyen al
lóbulo frontal, en el que culmina la humanización del encéfalo. Esta concepción, tripartita, ciertamente
esquemática, no puede imaginarse sin las conexiones que unen esas tres estructuras” (GIL, R.
Neuropsicología, Barcelona 2002, Masson, p. 4-5).
40
CASTILLA DEL PINO, C. Teoría de los Sentimientos, Barcelona 2000, Tusquets Editores, p. 244-246;
SANVITO, L. O Cerebro e suas vertentes, São Paulo 1982, Editora Panamed, p. 38.
102
Dado esto, una neurona responde a muchas fuentes de impulsos eléctricos que
inciden en su cuerpo celular y en sus ramificaciones de tres maneras. Así, las
descargas las excitan, las inhiben o modulan su comportamiento; como sucede
también en la actividad político-legislativa, donde el legislador se ve
constantemente bombardeado por informaciones de los que desean que vote a
favor, en contra o tome otra actitud con relación a determinada materia, a las
que deben considerarse cuando emita su voto 42.
41
CRICK, F. La Búsqueda Científica del Alma, Madrid 2000, Debate, p. 113.
42
CRICK, F. La Búsqueda Científica del Alma, o.c., p. 114.
103
43
HAWKING, S. W. Historia del Tiempo, Barcelona 1999, Editorial Drakontos, p. 96;
44
GELL-MANN, M. El Quark y el Jaguar, Barcelona 1998, Editorial Tusquets, p. 199.
45
HAWKING, S. W. Historia del Tiempo, o.c., p. 105.
46
DELGADO, V.M. “Lógica”, en Diccionario interdisciplinar de Hermenéutica, o.c., p. 484.
47
HAWKING, S. W. Historia del Tiempo, o.c., p. 90.
104
48
VERNANT, J. Los orígenes del pensamiento griego, Barcelona 1992, Editorial Paidós, p. 97.
49
VERNANT, J. Los orígenes del pensamiento griego, o.c., p. 99.
50
VERNANT, J. Los orígenes del pensamiento griego, o.c., pp. 106-107.
105
4.1 Conclusiones
1
HOBBES, T. Leviatán, Madrid 1977, Editora Nacional, p. 224.
2
DARWIN, D. El origen de las Especies, Buenos Aires 1999, Errepar, pp. 82-88.
3
GREGORI. W. Construcción Familiar-Escolar de los Tres Cerebros, Bogotá 2001, MacGraw-Hill
Panamericana, p. 67;
Según HARRIS, “el éxito de la teoría de Darwin de la supervivencia de los más aptos (que llamaba
selección natural) incrementó enormemente la popularidad del punto de vista de que la evolución cultural
dependía de la evolución biológica. Después de la publicación de El origen de las especies de Darwin,
apareció un movimiento conocido como darwinismo social, que se basaba en la creencia de que los
progresos cultural y biológico dependían del libre juego de las fuerzas competitivas en la lucha de
individuo contra individuo, de nación contra nación y de raza contra raza. El darwinista social más
influyente fue Herbert Spencer, quien llegó a abogar por el final de todos los intentos de proporcionar
caridad y auxilio a los desempleados, a las clases pobres y a las así llamadas razas atrasadas, porque esta
ayuda interferiría en la actuación de la así llamada ley de supervivencia de los más aptos, y porque
simplemente prolongaría la agonía y haría más profunda la miseria de los no aptos. Spencer utilizó el
darwinismo social para justificar el sistema capitalista de libre empresa, y su influencia continúa
sintiéndose entre los partidarios del capitalismo sin restricciones y entre los partidarios de la supremacía
de los blancos (HARRIS, M. Introducción a la antropología general, Madrid 1993, Alianza, p.619).
107
4
POPPER, K. Et al. El yo y su cerebro, Barcelona, 1982, Editorial Labor, p. 166.
5
MORIN, E. El Método IV - Las ideas, Madrid, 1992, Edit. Cátedra, p. 27.
6
LANCEROS-MENDEZ, S. “Física”, Diccionario interdisciplinar de Hermenéutica, Bilbao 1997,
Universidad de Deusto, p. 195.
7
FOUREZ, G. La construcción del conocimiento científico: Filosofía y ética de la ciencia, Madrid 1994,
Editorial Narcea, p.182.
108
MONÁDICO
UNIDADES
repartida entre las ciencias especiales; si se trata de una realidad no empírica, trascendente, no puede ser
objeto del conocimiento. Los objetos tradicionales de la metafísica, un ser absoluto y también valores y
normas absolutos, no pueden proporcionar un ámbito científico propio, pues las cuestiones y afirmaciones
relacionadas con ellos no tienen ningún contenido objetivo; son únicamente pseudocuestiones y
pseudoproposiciones (KRAFT, V. El Círculo de Viena, Madrid 1977, Taurus, p. 204-208).
12
En el pragmatismo, afirma JAMES, lo verdadero es sólo lo ventajoso, de igual forma que lo justo es sólo
lo ventajoso en el modo de conducir” (JAMES, W. El significado de la verdad, Aguilar, Buenos Aires
1980, p. 29-30). Así, el pragmatismo sería, pues, en primer lugar, un método y, en segundo, una teoría
genética de lo que se entiende por verdad (JAMES, W. Pragmatismo, Aguilar, Buenos Aires 1973, p. 65);
13
En la opinión de BUNGE, para que el saber sea científico, no basta que sea verdadero. En cambio, debe-
se saber cómo se ha llegado a saber, o a presumir, que el enunciado en cuestión es verdadero. Debe-se ser
capaz de enumerar las operaciones (empíricas o racionales) por las cuales se verifica (confirma o
desconfirma) de una manera objetiva, al menos en principio. Afirma: “quienes no deseen que se exija la
verificabilidad del conocimiento deben abstenerse de llamar «científicas» a sus propias creencias, aun
cuando lleven bonitos nombres compuestos con raíces griegas. Se les invita cortésmente a bautizarlas con
nombres más impresionantes, tales como reveladas, evidentes, absolutas, vitales, necesarias para la
salud del Estado, indispensables para la victoria del Partido, etcétera (BUNGE M. La ciencia, su método
y su filosofía, Buenos Aires 1972, Siglo Veinte, p. 62.)
110
14
Para ABELLÁN, la mística se puede estudiarse desde la actividad filosófica y como una variedad muy
característica y peculiar de la misma. Con Menéndez Pelayo afirma en los siguientes términos: “El
místico, si es ortodoxo, acepta esta teología [la católica], la da por supuesto y base de todas sus
especulaciones, pero llega más adelante: aspira a la posesión de Dios por unión de amor y procede como
si Dios y el alma estuviesen solos en el mundo. Este es el misticismo como estado del alma, y su virtud es
tan poderosa y fecunda que de él nacen una teología mística y una ontología mística en que el espíritu,
iluminado por la llamada de amor, columbra perfecciones y atributos del ser al que el seco razonamiento
no llega; y una psicología mística que descubre y persigue hasta las últimas raíces del amor propio y de
los afectos humanos, y una poesía mística que no es más que la traducción en forma de arte de todas estas
teologías y filosofías animadas por el sentimiento personal y vivo del poeta que canta sus espirituales
amores” (ABELLÁN, J. L Historia del pensamiento español. De Séneca a nuestros días, , Madrid 1996,
Espasa, p. 245-246).
15
MOSTERÍN, J. Racionalidad y acción humana, Madrid 1978, Alianza, p. 17-23;
OLIVÉ, L.Racionalidad, objetividad y verdad, en L. Olivé (ed.), Racionalidad epistémica, Trotta-CSIC,
Madrid 1995, p. 94-95.
16
MALINOWSKI, B. Magia ciencia y religión, Madrid 1978, Guadarrama, p.26-27;
Wartofsky, M. W. Introducción a la filosofía de la ciencia, Madrid 1973, Alianza, vol. I, p. 70-71.
17
JAMES, W. Pragmatismo, Aguilar, Buenos Aires 1973, 5ª ed., p. 169.
111
19
En las distintas manifestaciones de dualismo, total o parcial, los pares de elementos opuestos se
expresan en un dado sistema. Las dualidades más conocidas son: caliente-frío, «seco-húmedo»,
«limitado-ilimitado» (en los presocráticos), luz-oscuridad, mundo visible-mundo inteligible (en Platón),
materia-forma, acto-potencia (en Aristóteles), sujeto-objeto, mente-cuerpo (en la tradición occidental).
Estas dualidades son a veces constitutivos básicos del mundo, o bien aspectos formales fundamentales de
un sistema metafísico(GUTHRIE, W.K.C. Historia de la filosofía griega, Madrid 1984, Gredos, vol. I, p.
242).
20
BACHELARD, G. O novo espírito científico, Lisboa 1996, Edições 70 Lda. , ps. 10/101.
21
BACHELARD, G. O novo espírito científico, o.c. , p. 18.
113
22
LEFEBVRE, H. Lógica formal Lógica dialéctica, Madrid 1975, Siglo XXI de España Editores. 5ª ed., p.
26-30.
114
Por eso se han integrado, cada vez más, la Física con la Química y la Biología,
bajo el título general de Teoría de los Sistemas Dinámicos, conocida también
como Teoría del Caos, cuya aplicación práctica se presenta en la ecología,
ambientalismo, economía, sicología, etc. Con fundamento en estos nuevos
descubrimientos, también las corrientes de la ciencia jurídica y de la filosofía
del derecho tendrán que revisar sus fundamentos.
25
FOUREZ, G. La construcción del conocimiento científico: Filosofía y ética de la ciencia, Madrid 1994,
Editorial Narcea, p. 181.
26
Para Ortega y Gasset, la realidad, vista desde única perspectiva, resulta un concepto absurdo. Toda
perspectiva que pretende ser la única resulta falsa. Así, concluye que la filosofía, hasta ahora, ha sido
utópica, ya que cada sistema ha pretendido valer para todos los tiempos y para todos los hombres. Sin
embargo, la realidad, como un paisaje, tiene infinitas perspectivas, todas ellas igualmente verídicas y
auténticas. Por lo tanto, desde la doctrina del punto de vista, exigese que cada sistema vaya articulado con
otros sistemas futuros o exóticos. Así, “la razón pura tiene que ser sustituida por una razón vital, donde
aquélla se localice y adquiera movilidad y fuerza de transformación” (ORTEGA Y GASSET, J. “El tema de
nuestro tiempo”, en Obras completas, vol. III, Madrid 1966-69, Revista de Occidente, p. 201).
116
27
MORIN, E. El Método IV - Las ideas, Madrid, 1992, Edit. Cátedra, p. 202.
28
PANIKKAR, R. La intuición cosmoteándrica, Madrid 1999, Editorial Trotta, p.89.
118
29
JUAN PABLO II. Fides et Ratio, Madrid 1998, Ed. San Pablo, 2ª ed. , p. 7/30.
30
HAWKING, S. W. Historia del Tiempo, Barcelona 1999, Editorial Drakontos, p. 85.
119
31
GREGORI, W. Capital Intelectual e Administração Sistémica - Um manual de jogos de inteligência,
mercado e poder, São Paulo 2000a, Pancast Editora, p. 20.
120
de los sistemas. Son tres tendencias, tres fuerzas o tres cargas de energía que
componen la unidad. De ahí el unitriádico. En cuanto a las cargas, se
denominan: positiva, negativa y neutra; en cuanto a las direcciones: derecha,
izquierda y centro; o bien: neguentropía, entropía y homeóstasis; con relación a
los quarks: up, down y strange, y aún top, bottom y charm32.
FEEDBACK REFORZADOR
O
ISM
TRANSFORMACION
AL
IN
INPUT OUTPUT
RC
USUARIO NO PRESTANTE
ER OFERTA
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FEEDBACK CORRECTIVO EX
IO
IN
M
DO
32
GREGORI, W. Cibernética Social I, São Paulo 1984, Editora Cortez, p. 42.
121
- y lado o subgrupo oscilante para el que está disponible para cualquiera de los
anteriores, porque es neutral, centrista, subordinado, con poca auto conducción
33
GREGORI, W. Cibernética Social I, o. c., p. 43.
122
34
GREGORI, W. Cibernética Social I, o.c., p. 46 .
35
GREGORI, W. Cibernética Social I, o. c. p. 46.
123
36
En el pensamiento de WARRAT, el convivir humano nunca fue totalmente pacífico, sino que enmarcado
por el enfrentamiento de diversos sectores, en todos los tiempos. Además, éste es uno de los factores,
innegablemente, promotores de las transformaciones habidas en las sociedades humanas. Así, se percibe,
por ejemplo, que la convivencia entre amos y esclavos, sea en la antigüedad sea en tiempos más recientes,
nunca fue tranquila; tampoco entre señores y siervos de la gleba, de los señores feudales y burgueses, o
entre los burgueses y proletarios, etc.( WARRAT, L. A. Lenguaje y definición jurídica, Buenos Aires 1973,
Cooperadora de Derecho y Ciencias Sociales, p. 27).
124
37
Lo que se presenta en el cuadro es un resumen de las características, metas, tipo de comunicación
teórica (discurso despistador) y comunicación factual (acciones) utilizadas en el juego triádico. Se trata de
subgrupos negativos o desproporcionales y sus trucos (GREGORI, W. Construçao familiar-escolar dos 3
cerebros, Belo Horizonte 2000, Editora Luz, p. 166-167).
125
38
DAMÁSIO, A. O mistério da consciência - Do corpo e das emoções ao conhecimento de si, São Paulo
2000, Companhia das Letras, p. 43.
39
DAMÁSIO, A. O erro de Descartes - Emoção, razão e o cérebro humano, São Paulo 1996, Companhia
das Letras, p. 117.
40
El valor numérico de la media y extrema razón es 1+5/2 =1,618. Esta es la expresión aritmética de la
sección áurea o número de oro, la razón con la cual se establece la «divina proporción», la función
estética, armónica, rítmica, simétrica, etc. entre los términos relacionados (GHIKA, M. C. Estética de las
proporciones en la naturaleza y en las artes, Barcelona 1983, Poseidón,3ª Ed., p. 24-29; Nota en la p 74).
126
etc.), más fuerte y violenta será la reacción de los demás para restablecerlos.
La proporcionalidad, en estos términos, crea condiciones e incentivos para
intercambios de bienes, servicios, afectos, etc., en la sociedad, permitiendo
movimiento y equilibrio en las relaciones de grupo, empresarial, nacional e
internacional. El panorama puede representarse como a seguir (90/10%, léase:
xx% de las personas con xx% de los bienes satisfactorios):
Lo que hay de nuevo, sin embargo, en el análisis por medio del juego triádico,
es que los límites y gradaciones del orden y desorden, del justo e injusto, de la
violencia y de la paz, del bienestar y malestar social, etc., queden patentes,
porque toma como punto de referencia el principio del proporcionalismo -
sección áurea o punto de oro - y no sólo los extremos “negativo/positivo”. Así,
se considera como esencia del Derecho la formulación y aplicación de reglas
para mantener el juego de los tres subgrupos, ante los bienes satisfactorios de
127
5.1 Conclusiones
128
Por medio del paradigma dialéctico triádico pueden superarse las carencias y
dificultades de las corrientes del pensamiento jurídico reduccionistas o
unidimensionales, que suelen trabajar desde las perspectivas de las
concepciones iusnaturalistas, positivistas o sociologistas.
1
LÓPEZ CANO, J. L. Método e hipótesis científicos, Trillas, México 1978, p. 18.
2
Conforme OLIVEIRA, los conceptos de cada campo del conocimiento se estructuran en taxonomías, como ocurre,
por ejemplo, en el sistema de clasificación biológico, en el cual cada organismo individual se ubica en una especie,
cada especie en un género, cada género en una familia, y así sucesivamente. Sin embargo, proclama que no sólo
existen las taxonomías científicas, sino que también existen las no científicas, presentes en los lengujes naturales y en
el sentido común. (OLIVEIRA, M. B. Da Ciência cognitiva à Dialética, São Paulo 1999, Discurso Editorial, p. 126).
130
3
LÓPEZ CANO, J. L. Método e hipótesis científicos, o. c., p. 23.
4
Según BUNGE, un método es un procedimiento regular, explícito y repetible para lograr algo, sea
material, sea conceptual (BUNGE, M. Epistemología, Barcelona 1980, Ariel, p. 28).
5
Para HEIDEGGER, el método es fundamental para seguir en la búsqueda de la verdad de las cosas. Sin
embargo, el modo como se está tras las mismas (métodos), en general, decide de antemano sobre lo que
se encuentra de verdadero en ellas. Así, el método es la instancia fundamental a partir de la cual se
determina lo que puede llegar a ser objeto y cómo puede llegar a serlo. (HEIDEGGER M. La pregunta por
la cosa, Alfa Argentina, Buenos Aires 1975, p. 93).
131
6
En la reflexión de GRECO, la comunicación de asuntos complejos queda muy difícil si no se puede
contar con recursos e instrumentos integradores, pues es evidente que no se puede comunicar con éxito la
globalidad por medio de la linealidad. Además, en la actualidad, ya no existen problemas simples,
unidisciplinares. Actualmente, los problemas suelen ser complejos y ultrapasan los estrictos límites de
una área de conocimiento. Por tanto, se necesita de una asociación de lenguajes que permita la
interdisciplinaridad. Se necesita, por lo menos, de la asociación de un lenguaje lineal, cumulativo, con un
lenguaje holográfico, integrador, que a partir del criterio des elementos de relación - aspectos
permanentes o relativamente estables de la realidad a ser comunicada -, y sus relaciones, se construye un
modelo integrado, en forma de sistema, que represente la realidad como un todo interrelacionado,
sistemáticamente funcional y dotado de mecanismos de intervención cibernética, es decir, dotado de
mecanismos de control y equilibrio (GRECO, M. Interdisciplinaridade e revolução do Cérebro, São Paulo
1994, Pancast Editora, p. 146, 2ª ed.).
7
GREGORI, W. Cibernética Social I, São Paulo 1984, Editora Cortez, p. 78.
132
A
FEEDBACK PI
NE T RO
G EN
UE
EGU
NT N
RO DINÁMICA UNIVERSAL
P DINÁMICA DE GRUPO
IA DINÁMICA PRESTUSUARIA
DINÁMICAINDIVIDUAL
DINÁMICA ENERGÍSTICA
1. ESPACIO
CICLO CIBERNÉTICO Esferas
Comunidades
01. Tema.Misión Instalaciones CICLO CIBERNÉTICO
02. Información Equipamientos 01. Tema.Misión
03. Procesamiento 02. Información
2. CRONOLOGÍA PROPORCIONALISMO
S12-POLIT/ADMINISTRATIVO
04. Diagnóstico Movimiento 03. Procesamiento
INPUTS 05. Futurización Evolución 04. Diagnóstico OUTPUTS
05.1. Creatividad Ciclos 05. Futurización
S06-COMUN/TRANSP
06. Decisiones 3. PERSONAJES 05.1. Creatividad
S03-MANUTENCIÓN
S14-PRECEDENCIA
S01-PARENTESCO
Prestantes
S07-PEDAGÓGICO
S09-PRODUCCIÓN
S08-PATRIMONIAL
07. Pleaneación
S05-RECREACIÓN
06. Decisiones
08. Administración Usuarios
S11-SEGURIDAD
S10-RELIGIOSO
Niveles-Juegos 07. Pleaneación
S13-JURÍDICO
09. Supervisión
S04-LEALTAD
4. PROCEDIMIENT. 08. Administración
10. Feedback Agendonomía S02-SALUD 09. Supervisión
Símbolos 10. Feedback
Know-how
Valores
Creencias
Sanciones
IA
OP EN
NTR TR
E O PI
HOLÓGRAFO SOCIAL A
8
Retomando los conceptos de la teoría de sistemas, de la cibernética y de la dialéctica, en una perspectiva
más humanista y de mudanza social, GREGORI propone la trialéctica sistémica o cibernética social. Así, al
concepto de sistema, monolítico y conservador, fueron asociados los conceptos de trialéctica, o
composición triádica del sistema, y de proporcionalismo, dándoles un dinamismo evolutivo (GREGORI,
W. Cibernética Social I, São Paulo 1984, Editora Cortez, p. 17-65).
133
PROCESAMIENTO
Entradas-estímulos Salidas-respuestas
TRANSFORMACIÓN
- Un óvalo que representa “la piel”, límites o fronteras del sistema. El óvalo se
dibuja mediante puntos continuos significando que los límites de un sistema
son “borrosos”: no son nítidos porque el final de uno se superpone o se imbrica
con el comienzo del otro, como las escamas del pescado, las plumas de la
9
El concepto de energía, hoy ya relacionado con los fenómenos del cotidiano de las personas, ha surgido,
al principio, de la primera ley de la termodinámica. Se trata de un concepto, en el mundo contemporáneo,
asequible a la comprensión de la mayor parte de las personas. Por otro lado, el concepto de entropía surge
de la segunda ley de la termodinámica, que a su vez, también, describe fenómenos del cotidiano. Así, se
tiene, por ejemplo, que una tasa de café se enfría en virtud de la transferencia del calor para el medio. Sin
embargo, el calor no será transferido de un medio más frío para la tasa de café más caliente ( VAN
WYLEN, G. J. y SONNTAG, R. E. Fundamentos da termodinámica clássica, São Paulo 1993, Ed. Edgard
Blücher Ltda., 3ª ed., p. 104).
10
En las definiciones clásicas sobre sistemas, señala CANARIS, emergen dos características
fundamentales: la ordenación e la unidad. Así, por ejemplo, para STAMLER, sistema “es una unidad
totalmente ordenada”; para STOLL, “un conjunto unitario ordenado”; para COING, una “ordenación de
conocimientos según un punto de vista unitario”; etc. (CANARIS, C. W. Pensamento sistemático e
conceito de sistema na ciência do direito, Lisboa 1996, Fundação Calouste Gulbenkian, 2ª ed., p. 11-12).
134
gallina, las tejas de los tejados, o como las generaciones de padres e hijos.
Que la “piel” de un sistema se represente por puntos significa también que
nada está enteramente aislado del ambiente, que hay intercambio permanente
entre el sistema y el ecosistema en el cual se halla inmerso. No hay sistemas
del todo cerrados. El ecosistema se contempla como la integración de la
totalidad de los sistemas.
CCT CCT
1.Cuestión 1.Cuestión
2.Colecta de datos 2.Colecta de datos
3.Procesamiento 3.Procesamiento
4.Diagnóstico 4.Diagnóstico
PROCESAMIENTO
Inputs-estímulos 5.Futurización 5.Futurización Outputs-respuestas
5.1.Creatividad TRANSFORMACIÓN
5.1.Creatividad
6.Decisión 6.Decisión
7.Planeación 7.Planeación
8.Implementación 8.Implementación
9.Supervisión 9.Supervisión
10.Feedback 10.Feedback
FEEDBACK reforzador/correctivo
PROCESAMIENTO
Inputs-estímulos Outputs-respuestas
TRANSFORMACIÓN
- Dos líneas cruzadas en forma diagonal que son dos triángulos que se tocan
por la cúspide y representan ciclos triádicos evolutivos hacia la complejización
(neguentropía) o la descomposición (entropía) del mismo sistema. El campo
comprendido entre las dos fuerzas (neguentropía y entropía) es un intervalo de
energía que marca una tercera posición llamada homeóstasis o intervalo de
proporcionalidad. Esta última es un intervalo de variación de energía que
permite la continuidad del sistema, ya que este ni se satura, ni se desgasta al
135
NEGUENTROPIA
FEEDBACKreforzador/correctivo
Inputs-estímulos Outputs-respuestas
ENTROPÍA
- Los catorce subsistemas, que se han representado en columnas una tras otra,
y numeradas del uno al catorce; se observa bajo el numeral 13 el sistema
jurídico. Tomado como eje de una sociedad, es decir, de un sistema social, que
poderia representarse de la siguiente manera:
S11
S13
S04
6.1 Conclusiones
Los factores operacionales constituyen los aspectos por medio de los cuales se
organiza y se opera el sistema jurídico, aunque no siempre vienen explícitos en
el discurso o en las representaciones del Derecho. Son los mismos de
cualquier sistema social, y están presentes en la experiencia jurídica en un
orden específico, que es el orden que constituye el Derecho. Estos factores se
presentan, explícitamente, en la Teoría de la Organización Humana, de Müller,
asimilada en el Hológrafo Social, de Gregori, donde aparecen explícitos todos
los componentes del Derecho1.
s
ta
Me
1. ESPACIO
2. CRONOLOGÍA
3. PERSONAJES
4. PROCEDIMIENTOS
en la dinámica histórica.
1
MÜLLER, A. R. Teoria da Organização Humana, São Paulo 1958, FESP;
GREGORI, W. Cibernética Social I, São Paulo 1984, Editora Cortez, p. 80.
138
01 ESPACIO, (¿dónde?)
Esferas u órbitas políticas y geográficas
Privado y público: individual, comunitario, colectivo, nacional,
internacional
Escenarios, instalaciones, equipamientos
02 CRONOLOGIA (¿cuándo?)
Pasado, presente, futuro
Medidas del tiempo, ciclos, ritmos de cambio
03 PERSONAJES agentes (¿quién? ¿con quién? ¿para quién?
¿contra quién?)
Agentes del Estado, particulares, sujetos de derecho: oferentes y
usuarios
Jerarquías, niveles, intercambio, juegos de interés, relaciones
04 PROCEDIMIENTOS
Factores Personaje
Operacionales s Procedimientos
Espacio Crono- Operado-
Sujetos Acciones Símbo- Praxis Valores Princi- Sancio-
logía del res del los pios nes
Procesos del Derecho
Derecho
Conocimiento
Analítico/
Lógico
Sintético/
Intuitivo
Práctico/
Operativo
A - Espacio
más allá de las fronteras que se pueden imaginar, quizás ya no sea oportuno
asociar siempre una posición absoluta en el espacio a un suceso, para efectos
jurídicos4. Puede ser que los conceptos de la teoría de la relatividad o los
principios de la incertidumbre sean oportunos o necesarios también en el
campo del Derecho5.
4
En la dialéctica de HEGEL, el lugar aparece como el tercer elemento que sigue la progresión del espacio
y del tiempo. Así, el lugar es el ponerse de la identidad y de la contradicción del espacio y del tiempo. “El
lugar es la individualidad espacial y, por tanto, indiferente, y es tal solamente, en cuanto es el instante
presente espacial, esto es, tiempo; de modo que el lugar es inmediatamente indiferente con respecto a sí
mismo; en cuanto es como este o aquel lugar determinado, exterior a sí mismo, es la negación de sí
mismo y es otro lugar. El pasar y reproducirse del espacio en el tiempo y del tiempo en el espacio (de
modo que el tiempo sea puesto espacialmente como lugar, pero esta especialidad indiferente sea puesta
también inmediatamente como temporal), es el movimiento. Dicho devenir es, sin embargo, también el
coincidir en sí de su contradicción, la unidad, allí sita, inmediatamente idéntica de ambos (del espacio y
del tiempo): la materia”. (HEGEL, G. W. F. Filosofía de la lógica y de la naturaleza, en “Enciclopedia de
las ciencias filosóficas”, Buenos Aires 1969, Claridad, p. 201).
5
Conforme a HEISENBERG, en la ciencia, el objeto de la investigación no es la naturaleza en sí mismo,
sino la Naturaleza sometida a la interrogación de los hombres (HEISENBERG, W. La imagen de la
naturaleza en la física actual, Barcelona 1969, Seix Barrol, p. 24).
6
Conforme señala Eliade, las nociones, sean de un espacio sean de un tiempo sagrados, están presentes
también en el hombre no religioso. En su mente, hay lugares privilegiados, cualitativamente diferentes de
los otros, tal como el paisaje natal, el paraje de los primeros amores, una calle o un rincón de la primera
ciudad extranjera visitada en la juventud, etc. “Todos estos lugares conservan, incluso para el hombre más
declaradamente no-religioso, una cualidad excepcional, «única»: son los «lugares santos» de su Universo
privado, tal como si este ser no-religioso hubiera tenido la revelación de otra realidad distinta de la que
participa en su existencia cotidiana”. (ELIADE, M. Lo sagrado y lo profano, Madrid 1973, Guadarrama, p.
28). Esta jerarquía se refleja también en su mundo jurídico.
141
B - Cronología
7
LEDDÓ, J. Calendarios y Medidas del Tiempo, Madrid 1999, Acento Editorial, ps. 11,13,17, 33, 42.
142
Según Hawking, “la estructura del espacio/tiempo afecta al modo en que los
cuerpos se mueven y las fuerzas actúan. El espacio y el tiempo no sólo
afectan, sino que también son afectados por todo aquello que sucede en el
universo. De la misma manera que no se puede hablar acerca de los
fenómenos del universo sin las nociones de espacio y tiempo, en la relatividad
general no tiene sentido hablar del espacio y del tiempo fuera de los límites del
universo”11. Ya no se acepta la idea de que el tiempo está completamente
separado e independiente del espacio, sino que se combinan para formar un
nuevo concepto que se llama espacio-tiempo 12.
Las dos perspectivas que se enfrentan, una objetiva y otra subjetiva, son dos
conceptos que parten de referencias distintas: uno de la naturaleza, otro del
hombre, que separados llevan inevitablemente a una dicotomía entre los
aspectos físicos y sociales. En realidad, estos aspectos se integran en la
cronología; es el caso del hombre operando con el tiempo, a través de los
procesos sociales, en su mundo. De modo que, además de presentarse como
un dato natural, fuera del hombre, resultante del movimiento de algo en el
espacio, teniendo como referencia otro proceso con periodo recurrente, la
cronología exige una representación interna subjetiva normalizada en la que la
conciencia procesa el acontecer del tiempo. Así, los tiempos sucesivos,
denominados como años, meses, días, etc., en realidad constituyen un proceso
a la vez natural y social, indispensable para que el hombre pueda orientarse en
la secuencia cambiante e irrepetible de hechos que afectan su vida. A
consecuencia de esto, toda estructura social posee una inevitable red de
determinaciones espacio/temporales, que revelan la historicidad de los
fenómenos jurídicos.
C - Personajes
NAVARRO, F.G. Lo fáctico y lo sígnico: Una introducción a la semiótica jurídica, Pamplona 1995,
14
D - Procedimientos
I - Agendas (Acciones)
Son las actividades o trabajo para obtener satisfactorios para las necesidades
individuales o colectivas. Como todo lo demás, es triádico, y esta triade se
puede representar en diversos niveles:
Para el Derecho, son las acciones y actitudes de los sujetos de las relaciones
jurídicas (incluyendo acontecimientos con ellos relacionados jurídicamente), o
de agentes prestantes o usuarios de servicios jurídicos, en esas condiciones.
Son, pues, actitudes y fenómenos capaces de generar situaciones relevantes
en el mundo del derecho, como por ejemplo actitudes de los sujetos de las
relaciones jurídicas materiales o de los operadores de lderecho, como también
de instituciones burocráticas operadoras del derecho o de sujetos e
instituciones creadores de normas (burocracia legislativa) y derecho, etc.
147
II - Símbolos
III - Praxis
IV - Valores
Son las cualidades por las que algunas realidades o bienes son estimables, o
el grado de utilidad o aptitud de las cosas para satisfacer las necesidades o
proporcionar bienestar o deleite. Los valores tienen polaridad en cuanto son
positivos o negativos y jerarquía en cuanto son superiores o inferiores 15. Son
los requisitos, los medios, recursos, bienes, fuerzas, inteligencia, emociones y
capacidades necesarios para la ejecución de una agenda. Pueden tener
naturaleza moral, ética, física, financiera, intelectual, científica, cultural, etc.
Como más adelante se discutirá esta categoría, desde ahora se presenta el
enfoque unitriádico:
15
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, Diccionario de la lengua española, Madrid 1992, Espasa Calpe, 21ª ed.,
p.1460.
148
INFORMACIONALES ESPIRITUALES
RACIONALES VALORES EMOCIONALES
ORGANIZACIONALES
MATERIALES
V - Principios
Son las razones, teorías o creencias con las que se fundamentan, se valoran o
se justifican las cosas. Pueden venir de la Filosofía y de la ciencia (principios
filosóficos, racionales o científicos experimentales), de la religión (fe, mito,
superstición) o de la pragmática (tecnología). Cuando bien organizados y
estructurados en algunos, varios o en todos los sectores de actuación humana
son llamados filosofía de vida, paradigma (v.g. paradigma científico, religioso,
tecnológico, etc.), ideología o cosmovisión.
VI - Sanciones
Recuerda, García Márquez, que las cosas de este mundo, creación del
hombre, desde los transplantes de corazón hasta los cuartetos de Beethoven,
estuvieron en la mente de sus creadores antes de que estuviesen en la
realidad3. Barker afirma que todas las instituciones son creaciones de la mente
humana, y que en este dominio las cosas se mueven cuando alguien las
mueve con el pensamiento y la voluntad, y para eso necesitan que las dirijan
por medio de un ideal 4. A su vez, partiendo del supuesto que todo conocimiento
es representación, afirma Oliveira que éste proceso envuelve tres elementos,
es decir, una entidad que representa, una entidad que es representada y una
entidad para la cual la primera representa la segunda. Así, A representa B para
C, siendo B e C objeto y sujeto de la representación 5.
1
En la filosofía de PEIRCE, la comprensión de la realidad ocurre mediante tres categorías lógicas o formas
de pensar. Aplicando estas categorías al fenómeno, a lo que aparece, se tiene, en primer lugar, el concepto
del ser, del existir, que en sentido inmediato sólo logra captarse por medios intuitivos; en segundo lugar,
se tiene el hecho, la concepción del ser relativo a cualquier otra cosa; y en tercero su inteligibilidad, o
concepto de la mediación por la que el primero y el segundo se relacionan (DUFOUR, D. R. Os misterios
da trindade, Rio de Janeiro 2000, Companhia de Freud, p. 129).
2
Tomando como fundamento el trivium medieval de las tres artes del lenguaje - gramática, dialéctica
(lógica) y retórica – y la reinterpretación pirceana de este trivium - gramática pura, lógica propia y
retórica pura -, Morris estableció una subdivisión triádica para el campo de la semiótica: sintaxis,
semántica y pragmática. Según él, la sintaxis estudia la relación entre un dado vehículo del signo e otro
vehículo del signo, la semántica estudia las relaciones entre veículos del signo e su designata, e la
pragmática estudia la relación entre los vehículos del signo e sus intérpretes (NÖTH, W. A semiótica no
século XX, São Paulo 1996, Anna Blume editora, p 186).
3
GARCÍA MARQUES, G. “Ilusões para o século 21”, Folha de São Paulo - Opinião, (14/03/1999)1-3.
4
Afirma Backer que la vida política es dominio de la acción, pero sin ideas ella fenece (BARKER, S. E.
Teoria Política Grega – Platão y seus predecessores, Brasília 1978, Editora Universidade de Brasília, 2ª
ed., p. 234).
5
A título de ejemplo, OLIVEIRA cita el hecho que un partitura representa una pieza musical para un
músico, mientras un diagrama de un cierto tipo representa un circuito eléctrico para un electricista, etc.
151
(OLIVEIRA, M. B. Da ciência cognitiva à dialética, São Paulo 1999, discurso Editorial, p. 20).
6
Para FOUCAULT, formar parte del campo epistemológico significa que no son únicamente ilusiones,
quimeras seudocientíficas, motivadas en el nivel de las opiniones, de los intereses, de las creencias, de las
ideologías, sino que su positividad está enraizada en él, que allí encuentra su condición de existencia
(FOUCAULT, M. Las palabras y las cosas, Siglo Veintiuno, México 1974, 5ª ed., p. 353).
7
DAMÁSIO, A. O erro de Descartes - Emoção, razão e o cérebro humano, São Paulo 1996, Companhia
das Letras, p. 123/128.
8
ORTIZ-OSÉS, A. “Cassirer y las formas simbólicas”, Diccionario interdisciplinar de Hermenéutica,
Bilbao 1997b, Universidad de Deusto, p. 80.
152
otra parte, está la esfera de la realidad, de los hechos, de los actos, de las
situaciones y relaciones jurídicas espacio-temporales, es decir, de todo lo que
sucede en el mundo exterior y provoca los sentidos, que a su vez crean
señales, a través de los sectores específicos del cuerpo, que se transportan por
neuronas y por medio de varias sinapsis electroquímicas para el cerebro,
donde se almacenan las representaciones dispositivas 9 de las imágenes
perceptivas10. Esas imágenes representan la realidad, el mundo de los hechos,
de los acontecimientos, en la mente; luego, esas representaciones internas se
representan en los símbolos externos, que a su vez hacen la mediación entre la
realidad y las imágenes internas.
Así pues, el Derecho, una creación del hombre, como el arte, el cuento, la
filosofía, la ciencia, etc., antes de cualquier operación o codificación visible en
el mundo real y también en tanto esté codificado y operativo, en su naturaleza,
esencialmente, es una realidad del mundo cultural, más concretamente del
mundo de las ideas. Esa realidad, que se podría definir como conceptual,
Popper la define como del mundo de las percepciones, contenidos y productos
de la mente humana, que se formulan y se expresan en las historias, los mitos
explicativos, las herramientas, las teorías científicas, los problemas científicos,
las instituciones sociales y las obras de arte. Estos objetos son obras de la
mente, aunque algunos vienen bajo la forma de cuerpos materiales, pero no
siempre son el resultado de una producción planificada por parte de hombres
individuales. Así, las esculturas, los cuadros, los libros, etc., además de
pertenecer al mundo físico pertenecen en primer lugar al mundo de los
productos de la mente. Son todos cosas reales, no sólo por lo que respecta a
su materialización o incorporación, sino también por lo que atañe a sus
aspectos conceptuales11.
9
Según DAMASIO, la representación dispositiva es una potencialidad de disparo durmiente que gana vida
cuando las neuronas se asocian, con un determinado patrón, a un determinado ritmo, en un determinado
intervalo de tiempo e en dirección a un objetivo particular, que es otro conjunto de neuronas. Los patrones
de disparo resultan del carácter estimulación o inhibición de las sinapsis, que, a su vez, resultan de
modificaciones funcionales que ocurren a nivel microscópico, no interior de las ramificaciones fibrosas
de las neuronas(DAMÁSIO, A. O erro de Descartes - Emoção, razão e o cérebro humano, o. c., p. 131).
10
DAMÁSIO, A. O erro de Descartes - Emoção, razão e o cérebro humano, o. c., p. 130.
11
POPPER se refiere a las entidades del mundo físico - procesos, fuerzas, campos de fuerzas – que
interactúan entre sí y con los cuerpos materiales como el Mundo 1; a los estados mentales, los llama de
153
Mundo 2; y a los contenidos del pensamiento o otros productos de la mente humana se refiere a ellos
como el mundo 3 (POPPER, K. y ECCLES, J. El yo y su cerebro, Barcelona, 1982, Editorial Labor, p. 46).
12
ECCLES, J. La evolución del cerebro: creación de la conciencia, Barcelona 1992, Editorial Labor, p.
210.
13
MORIN, E. El Método IV - Las ideas, Madrid, 1992, Edit. Cátedra, p. 109.
154
14
GREGORI, W. Cibernética Social I, São Paulo 1984,Editora Cortez, p. 136).
15
Para SCHAFF, “todo objeto material, o la propiedad de ese objeto, o un acontecimiento material, se
convierte en signo cuando en el proceso de la comunicación sirve, dentro de la estructura de un lenguaje
adoptado por las personas que se comunican, al propósito de transmitir ciertos pensamientos
concernientes a la realidad, esto es, concernientes al mundo exterior, o concernientes a experiencias
internas (emocionales, estéticas, volitivas, etc.) de cualquiera de los copartícipes del proceso de
comunicación” (SCHAFF, A. Introducción a la semántica, FCE, México 1966, p. 180).
155
idea extraña el hecho de que el mundo esté situado en el exterior del cuerpo y,
sin embargo, todo lo que se sabe sobre él se encuentra por completo dentro de
la cabeza19.
19
CRICK, F. La Búsqueda Científica del Alma, o.c., p. 129.
20
Para ECO, “hay un signo cuando, por convención previa, cualquier señal está instituida por un código
como significante de un significado. Hay proceso de comunicación cuando un emisor transmite
intencionalmente señales puestas en código por medio de un transmitente que las hace pasar a través de
un canal; las señales salidas del canal son captadas por un aparato receptor que las transforma en mensaje
perceptible por un destinatario, el cual, basándose en el código, asocia al mensaje como forma
significante un significado o contenido del mensaje. Cuando el emisor no emite intencionalmente y
aparece como fuente natural, también hay proceso de significación, siempre que se observen los restantes
requisitos. Un signo es una correlación de una forma significante a una (o a una jerarquía de) unidad que
definiremos como significado (ECO, U. Signo, Labor, Barcelona 1976, p. 168-169).
157
Además, según esta teoría, el lenguaje humano consiste en una forma del
proceso de representación del mundo y de su comunicación; y la gramática
transformacional es un modelo explícito del proceso de representar y
comunicar la representación del mundo, que opera en los niveles de la
estructura profunda y de la estructura superficial. Así, toda representación del
21
DAMÁSIO, A. O erro de Descartes - Emoção, razão e o cérebro humano, São Paulo 1996, Companhia
das Letras, p. 279.
22
DAMÁSIO, A. O mistério da consciência - Do corpo e das emoções ao conhecimento de si, São Paulo
2000, Companhia das Letras, p. 80.
23
GRINDER, J. y BANDLER, R. A estrutura da magia, Rio de Janeiro 1977, Zahar Editores, p. 244.
158
mundo real o del mundo ideal, sea lógica, sea icónica, como la ciencia, el mito,
el arte, etc., tiene una estructura profunda 24, que representa el conocimiento y
la experiencia sobre las cosas, que luego se convierte en una estructura
superficial. Esta es la representación apta a la comunicación de la
representación completa25.
Dicha estructura del sistema del lenguaje, es el modo por el cual se procesa y
se comunica la representación de la experiencia humana. Se trata de una
estructura universal, común a todos los seres humanos. Además, es como se
procesa y se representa, es decir, como se produce cualquier modelo de
percepción o visión del mundo. En cualquier proceso de conocimiento el
sistema nervioso funciona conforme estos principios, especialmente a través de
una estructura profunda de representación de la experiencia o del modelo de
percepción y de una estructura simbólica de comunicación, que en el presente
trabajo se traducen por logosfera y simbolosfera 26.
24
ORTIZ-OSÉS, A. “Cassirer y las formas simbólicas”, Diccionario interdisciplinar de Hermenéutica,
Bilbao 1997b, Universidad de Deusto, p. 78.
25
GRINDER, J. y BANDLER, R. A estrutura da magia, o.c., p. 62.
26
En la argumentación de PIERCE, se manifiesta que la trama y urdidura de todo el pensamiento e
investigación son constituidas por símbolos, e que la vida del pensamiento e investigación es inherente a
símbolos. Para él, símbolo es cosa viva. Su cuerpo cambia lentamente, pero su significado crece
inevitablemente, agregando nuevos y echando fuera antiguos elementos (PIERCE, C. S. “A ética da
Terminología”, en Os Pensadores, São Paulo 1974, Abril Cultural S.A., p. 105-106).
159
27
Informa PIERCE que la ciencia está continuamente ganando nuevas concepciones, e que cada
concepción científica nueva deberá recibir palabra nueva, es decir, una familia de palabras cognatas
(PIERCE, C. S. A ética da Terminología, o. c., p. 106).
160
Ahora bien, con relación a los conceptos jurídicos, aunque se deba incluirlos
entre los que se desarrollan con predominancia en el campo de la simbolosfera
lógica, no se puede olvidar de conectarlos con la experiencia arraigada en el
tiempo y espacio de los hechos y cosas concretas o bien con los íconos
representativos de la fe, creencias, mitos, sentimientos y emociones de sus
destinatarios. No se trata de una teoría para representar, explicar o interpretar
cosas materiales, como lo hace la ciencia. Más bien, es un concepto ideal,
abstracto, y su representación es la de una idea que se crea para la regulación
social. Se trata de un orden conceptual con el fin de ordenar hechos sociales
en la realidad. Son planos complementarios, mediados por los diferentes tipos
de lenguaje - no-verbal, verbal y factual -, que tienen que guardar alguna
sintonía o correspondencia con los demás, por lo menos como un mapa que
representa un territorio. Se trata de isomorfismo 29. El ciclo completo desde la
factosfera hacia la simbolosfera lógica/icónica/ritual y de regreso a la
factosfera, siempre se reajustando a las “revelaciones” progresivas de la
logosfera, se denomina “Ciclo Cibernético de Feedback - CCF” 30.
29
WRIGHT, G.H. “Ser y deber ser”, en en AARNIO, A.; VALDÉS, E. G.; UUSITALO, J. (comps). La
normatividad del Derecho, Barcelona 1997, Editorial Gedisa, p. 108.
29
La noción de isomorfismo se aplica, también, a una teoría científica y al modelo o interpretación y
representación de la misma. Según el concepto de isomorfismo, se puede decir que un mapa es isomorfo
al territorio que representa. En la filosofía, se ha utilizado para afrontar el problema de la relación entre
una entidad real y una entidad representada y, en particular, para estudiar las relaciones entre
pensamiento, lenguaje y realidad. Así, para WITTGENSTEIN, que defiende una teoría de isomorfismo entre
el lenguaje y la realidad, “la proposición muestra la forma lógica de la realidad” (WITTGENSTEIN, L.
Tratactus lógico-Philosophicus, Madrid 1973, alianza, p. 87).
30
Del numeral 1 al 4 se pasa de la factosfera a la simbolosfera lógica; del numeral 5 al 6 se recorre el
camino de la simbolosfera icónica, imaginaria, creativa; del numeral 7 al 10 se reingresa en la factosfera,
en una espiral que se va rehaciendo y renovando sin fin obedeciendo a parámetros prestablecidos por la
logosfera (GREGORI, W. Capital Intelectual e Administração Sistémica - Um manual de jogos de
inteligência, mercado e poder, São Paulo 2000a, Pancast Editora., p. 98).
161
31
WALTER BRUGGER, S. I. Diccionario de Filosofía, Barcelona 1953, Editora Biblioteca Herder, I vol.
p.233.
162
33
LAÍNSA, E. “Música espectral: la representación de la naturaleza del sonido y las técnicas de escritura
contemporáneas”, Texto del simposio organizado por el Departamento de Filosofía de la UPV/EHU – LA
CONSTRUCCION DE LA CIENCIA. Abstracción y Visualización, San Sebastián, 1997, p. 313-323.
34
ARRIZABALAGA, G. “la relación entre la representación y el concepto”, Texto del simposio organizado
por el Departamento de Filosofía de la UPV/EHU - LA CONSTRUCCIO DE LA CIENCIA. Abstracción y
Visualización, San Sebastián, 1997, p. 207.
164
35
Para LOURIER, el estudio del lenguaje supone en gran parte en el intento de clarificar las relaciones
existentes entre los sujetos (los hablantes que utilizan el lenguaje), el lenguaje y el mundo. El objetivo de
la filosofía del lenguaje es llegar a una comprensión satisfactoria de las relaciones que existen entre estos
tres elementos (LOURIER, D. Introduction à la philosophie du langage, Lieja 1993, Mardaga,, p. 14-15).
165
Pero, antes de nada, la norma es una proposición - o más que esto, un orden -
sobre un modo de actuar en la sociedad, según principios socialmente
aceptables y reconocidos, con posibilidad de control mediante sanciones,
especialmente punitivas para las actuaciones en contra de su postulado. Así, la
norma, en primer lugar, en su función pedagógica genera espontáneamente
actitudes según sus mandamientos, y luego genera facultades y deberes en las
relaciones interpersonales, que si no se realizan espontáneamente permiten
que se invoquen las fuerzas coercitivas del Estado para que las haga cumplir.
En algunas situaciones se permite que se cumplan por la propia fuerza. Es
decir, la norma crea concretamente una dinámica social según sus postulados,
sea creando facultades, sea induciendo a las personas a la práctica de actos
jurídicos en sus moldes, sea forzándoles a practicarlos mediante las sanciones
pertinentes. En realidad, en el plano de los hechos, la norma crea situaciones
jurídicas y vínculos subjetivos interpersonales.
166
En definitiva, son tres los planos en que se realiza la experiencia jurídica. Como
ya se ha presentado, el primero es la logosfera, plano conceptual que se ubica
en la estructura profunda del Derecho y se sitúa más allá del registro simbólico
del lenguaje, donde se concibe ideal y abstractamente las situaciones jurídicas
y relaciones interpersonales en el mundo jurídico. El segundo es el plano de
representación simbólica del concepto jurídico; es este el plano de su
estructura superficial, que lo convierte y lo presenta en lenguaje objetivo e
inteligible. Y el tercero es el plano de las situaciones jurídicas concretas y
vínculos jurídicos subjetivos que se realizan en el marco de los respectivos
ordenamientos: ideal y simbólico.
8.1 Conclusiones
1
Según percepción Rocher, la sociedad se puede interpretar como un sistema social que se forma de
unidades constituidas de las interacciones de los individuos humanos, organizadas y estructuradas según
modelos, valores, normas, roles y sanciones que interactúan con interdependencia y en un equilibrio
dinámico (ROCHER, G.Introducción a la sociología general, Barcelona 1979, Herder, p. 66).
2
Para Weber, el carácter social de la acción proviene del sentido de interacción que le imprime la
conciencia subjetiva del individuo (ROCHER, G. o.c., p. 22); En Durkheim, el carácter social procede de la
conciencia social, que transmite a la conciencia del individuo sus características (DURKHEIM, É. Las
reglas del método sociológico, Madrid 1994, Alianza, p. 56-59). Para Kant, la razón humana tiende a
buscar la cohesión de todo cuanto conoce como si todo formara parte de un mismo sistema ( KANT, E.
Crítica de la razón pura, Alfaguara, Madrid 1988, 6ª ed., p 427). Afirma Hegel que la verdad sólo existe
como sistema (HEGEL. G.W.F. Fenomenología del espíritu, México 1966, FCE, p. 18).
170
3
ECCLES, J. La evolución del cerebro: creación de la consciencia, Barcelona, 1992, Editorial Labor, p.
209.
4
HESSEN, J. Teoria do Conhecimento, Coimbra 1987, Arménio Amado Editora, p. 123.
5
BARKER, S. E. Teoria Política Grega – Platão y seus predecessores, Brasília 1978, Editora
Universidade de Brasília, 2ª ed., p. 20.
171
6
VALLET DE GOYTISOLO, J. B., Metodología Jurídica, Cintas, Madrid, 1988, p. 30/36.
7
FEDIDA, P. Diccionario de Psicoanálisis, Madrid 1985, Alianza, p. 161/170.;
FREUD, S. Esquema de Psicoanálisis, Barcelona 1998, p. 19/27.
8
PIAGET, J. Biologia e conocimiento: ensayo sobre las relaciones entre regulaciones y procesos
cognitivos, México, 1990, Ed. Siglo XXI, 10ª ed., p. 166/170.
172
representa, así, las leyes según las cuales el ser racional debe actuar 18. De
esta manera, a través de la intuición, empieza el conocimiento. La razón teórica
lleva a cabo la sistematización del pensamiento y la implantación de un sistema
rigurosamente lógico, en plan especulativo, en cuanto la razón práctica
sistematiza los principios de la acción.
1 8
SALGADO, J. A Idéia de Justiça em Kant - seu fundamento na liberdade e igualdade, o.c., p. 132.
176
Cada eje, que se debe concebir como un proceso continuo, como si fuera una
cadena con innumerables eslabones que se enganchan de manera recurrente,
se puede presentar en cuatro niveles de complejidad, que son los niveles:
potencial, individual, colectivo y universal. Así, considerando el primer eje,
están los niveles de la razón, de la lógica jurídica, de la ciencia del Derecho y
de la epistemología; con relación al segundo, están respectivamente los niveles
de la voluntad, de las acciones y procedimientos, de los procesos del Derecho
y de las estructuras de poder constituidos en el ordenamiento jurídico; por
último, con relación al tercero, se hallan respectivamente los niveles de la
intuición, de los sentimientos y emociones, de la moral y ética, y de los fines del
Derecho.
9.1 Conclusiones
esto, se quiere decir que, no sólo el pensamiento, sino también otros procesos,
que operan fuera del entendimiento, quizás tan o más complejos que el edificio
de la razón, dan soporte a la conciencia y a la existencia.
tampoco -sino que ambos somos en activa correlación: yo soy el que ve el mundo y el mundo es lo visto
por mí. Yo soy para el mundo y el mundo es para mí. Si no hay cosas que ver, pensar e imaginar, yo no
vería, pensaría o imaginaria - es decir, yo no sería” (ORTEGA Y GASSET, J. ¿Qué es filosofía?, en “Obras
completas”, vol. VII, Revista de Occidente, Madrid 1966-69, p.401-402).
22
DAMÁSIO, A. O mistério da consciência - Do corpo e das emoções ao conhecimento de si , São Paulo
2000, Companhia das Letras, p. 62;
DAMÁSIO, A. O erro de Descartes - Emoção, razão e o cérebro humano, São Paulo 1996, Companhia das
Letras, p. 279.
23
DAMÁSIO, A. O mistério da consciência - Do corpo e das emoções ao conhecimento de si , São Paulo
2000, Companhia das Letras, ps. 46,51.
179
Por otra parte, la razón se revela como la facultad para crear o conocer el
orden y el funcionamiento de las cosas. Opera en el plano de la conciencia y se
constituye de los mecanismos inherentes al raciocinio. Sin éstos, no se puede
tener el conocimiento científico, que es el conocimiento sobre la estructura y
funcionamiento de las cosas, es decir, el conocimiento sobre el orden de la
materia que las constituye y su movimiento hacia su fin. Con respecto a las
cosas producto de la creación del hombre, las que se crean a partir de un
concepto, la razón las proyecta estableciendo el orden de los factores que las
constituyen y su modo de funcionamiento. En este sentido, desde la razón, los
conceptos, teorías, doctrinas, leyes, ordenamientos jurídicos, etc., se proyectan
a través de un orden lógico de sus factores constituyentes y, con el
funcionamiento propio de cada parte y del todo, se llega al fin al que se destina.
Con relación al Derecho, en sentido amplio, por medio de la razón se proyecta
el orden de los factores sociales y su funcionamiento, y se establecen
mecanismos de control con el objetivo de garantizar el funcionamiento y la
consecución de su fin.
Por otro lado, con respecto a la voluntad, para que se ejerza y se elija
libremente una opción adecuada por medio de una decisión consciente, que dé
fundamento a la práctica, al sujeto le corresponde establecer con antelación
alguna estrategia lógica en la que apoye el raciocinio (que a su vez tiene apoyo
en la atención y en la memoria); es decir, al sujeto le corresponde desarrollar la
voluntad inconscientemente con base en los marcadores-somáticos
provenientes de los sentimientos, que se generan a partir de las emociones
secundarias, que fueron vinculados, por el aprendizaje, a resultados futuros
previstos de determinados escenarios. En realidad, estos marcadores ayudan
al proceso de decisión, dando destaque a algunas opciones, especialmente a
las adversas, para descartarlas rápidamente de los análisis subsecuentes del
26
DAMÁSIO, A. O erro de Descartes - Emoção, razão e o cérebro humano, São Paulo 1996, Companhia
das Letras, p. 133.
182
27
DAMÁSIO, A. O erro de Descartes - Emoção, razão e o cérebro humano, o.c., p. 206.
28
DAMÁSIO, A. O erro de Descartes - Emoção, razão e o cérebro humano, São Paulo 1996, Companhia
das Letras, p. 201.
29
DAMÁSIO, A. O erro de Descartes - Emoção, razão e o cérebro humano, o.c., p. 206.
30
CRICK, F. La Búsqueda Científica del Alma, Madrid 2000, Debate, p. 332.
183
podrá inclinarse hacia una tendencia o otra; así, podrá inclinarse hacia
tendencias racionalistas, que se representan por las escuelas del positivismo
jurídico; hacia tendencias pragmáticas, que se representan por las escuelas
realistas, o bien hacia la tendencias metafísicas, que se representan por las
escuelas del Derecho natural. Sin embargo, en la perspectiva de la dialéctica
triádica, estos elementos ejercen entre sí, dentro de los límites de
proporcionalidad y equilibrio, una dinámica de regulación y control, so pena de
disgregación del sistema. Fuera de estos límites ocurre la tiranía de uno sobre
los demás y las consecuentes distorsiones31.
31
Para Ortega y Gasset, “a razón pura tiene que ser sustituida por una razón vital, donde aquélla se
localice y adquiera movilidad y fuerza de transformación” (ORTEGA Y GASSET, J. “El tema de nuestro
tiempo”, en Obras completas, Madrid 1966-69, Revista de Occidente, p. 201).
32
LEFEBVRE, H. “Lógica formal Lógica dialéctica”, Madrid 1975, Siglo XXI de España Editores. 5ª ed.,
p. 83
185
33
DAMÁSIO, A. O mistério da consciência - Do corpo e das emoções ao conhecimento de si, São Paulo
2000, Companhia das Letras, p. 62-63.
34
DAMÁSIO, A. O mistério da consciência - Do corpo e das emoções ao conhecimento de si, o.c., p. 286-
287.
35
CRICK, F. La Búsqueda Científica del Alma, Madrid 2000, Debate, p. 13.
36
DAMÁSIO, A. O mistério da consciência - Do corpo e das emoções ao conhecimento de si, São Paulo
2000, Companhia das Letras, p. 354.
186
Por otro lado, los sentimientos son partes constitutivas del sujeto. En razón de
los sentimientos, el sujeto se interesa o se desinteresa por los objetos, para
acercarlos o alejarlos de sí, y especialmente para hacerse presente en el
mundo, en la realidad psicosocial. Los propios sentimientos son los que
convierten al sujeto en un ser conflictivo, por cuanto nutren deseos respecto a
los objetos, bien en la dirección de apropiarlos bien en la dirección de
rechazarlos, e incluso en la dirección de destruirlos. La satisfacción o no-
satisfacción de sus deseos, y como los trata, demarcan su carácter conflictivo,
así como la conflictividad de sus relaciones con la realidad. A veces el sujeto
desea lo que no tiene o quiere deshacerse de lo que tiene, o bien teme
perderlo o no conseguir lo que quiere. Así, se convierte en un ser conflictivo.
Frente a los demás, que tienen sus propios sentimientos y consecuentes
deseos, aparecen los conflictos en las relaciones de grupo y sociales. La
subjetividad de cada uno, en el modo de percepción de sí mismo y en la
relación con los objetos, así como el valor que al objeto se le atribuye, le
confiere la relación afectiva que él propio establece. Los sentimientos conducen
y dirigen el sujeto al objeto. No existe no sentimiento. Según Castilla del Pino,
37
DAMÁSIO, A. O mistério da consciência - Do corpo e das emoções ao conhecimento de si , São Paulo
2000, Companhia das Letras, p. 78.
38
DAMÁSIO, A. O mistério da consciência - Do corpo e das emoções ao conhecimento de si , São Paulo
2000, Companhia das Letras, p. 80.
187
esa afirmación es corolario del axioma fundamental del sistema del sujeto, que
se constituye de un sistema de relación constante con objetos externos y/o con
objetos internos. Y lo que califica a la relación es indudablemente el functor
afectivoemocional39.
39
CASTILLA DEL PINO, C. Teoría de los Sentimientos, Barcelona 2000, Tusquets Editores, p. 19-100.
40
KANT, I. Introducción a la teoría del Derecho, Madrid 1978, Centro de E. Constitucionales, p. 36.
188
41
La ética es la teoría o ciencia del comportamiento moral de los hombres en sociedad. O sea, es ciencia
de una forma específica de conducta humana (VÁZQUEZ, A. S. Ética, Barcelona 1979, Crítica, 2ª ed., p.
25).
42
KANT, I., Introducción a la teoría del Derecho, o.c., p. 57.
189
las que comulga o compite con los demás. Cada individuo actúa desde un
punto de referencia propio, según sus intereses. Cuando actúa, los efectos de
su acción se reflejan en varias direcciones, con radios hacia el infinito, como las
acciones de los demás, que desde sus centros también irradian intereses
diversos, que se cruzan, conjugan o confrontan unos con los otros.
Desde la perspectiva de uno se ve, se siente, se cree como los demás no ven,
no sienten o no creen, y viceversa. Son, por lo tanto, experiencias y
perspectivas diferentes. Así, considerándose esas diferencias, el medio social
es un contexto de alta tensión y conflictos, donde el individuo es el
protagonista, sea en la conformación de las pequeñas comunidades sea en las
complejas estructuras de las sociedades, naciones, Estados, etc. En el
contexto del Derecho, esta complejidad de intereses contrapuestos se refleja
en la red de relaciones sociales, que a veces se conjugan, a veces chocan
unos con los otros, o bien simplemente coexisten.
43
Según Cassirer, el hombre ha descubierto un método, para adaptarse a su ambiente, que puede señalarse
como una nueva dimensión de la realidad. Se trata, pues, de un universo simbólico, del cual el lenguaje, el
mito, el arte y la religión hacen parte. Así, en lugar de tratar con las cosas mismas, se ha envuelto en
formas lingüísticas, en imágenes artísticas, en símbolos míticos o en ritos religiosos, en tal forma que no
ya puede ver o conocer nada sino a través de la interposición de este medio artificial, sea en la esfera
teórica sea en la práctica. (CASSIRER, E. Antropología filosófica, México 1974, F.C.E., p.47-49).
191
44
KELSEN, H. O Que é Justiça?: a justiça, o direito e a política no espelho da ciência, São Paulo, Martins
Fontes 1998, 2ª ed., p. 268 (KELSEN, pub. original en la Harvard Law Review, nov., 1941).
192
lengua y que tienen una historia común; o el conjunto de personas que vive en
un mismo territorio regido por un mismo ordenamiento jurídico. Pero, además
de estos elementos, es decir, más allá de ellos, lo más importante que identifica
a una nación son los sentimientos que subyacen en las relaciones lingüísticas,
étnicas, históricas, familiares, deportivas, de cultura, de trabajo, de lealtad, de
seguridad, de educación, de comercio, de producción, etc., que constituyen el
objeto de los reglamentos jurídicos de la sociedad. Los sentimientos componen
la trama de relaciones que edifican y sustentan una nación, que a su vez
muestra su identidad en el escenario internacional, o en su propio seno, según
el ordenamiento jurídico que tenga. En el entramado de relaciones sociales,
garantizadas por el Derecho, los sentimientos están siempre presentes. Es lo
que se puede denominar como dominio del sentir y del ser, en el complejo de
relaciones de un ordenamiento jurídico.
Por detrás de los símbolos y en toda praxis social, por supuesto también en los
símbolos y praxis jurídicos, hay lo que se puede llamar inconsciente cultural, o
el alma de la sociedad, resultante del acondicionamiento de principios, valores
y sentimientos vivos, establecidos según los paradigmas socio-económicos
(capitalismo, socialismo, neoliberalismo, etc), científicos y religiosos (islámico,
193
puesto que como orden social no es más que un eslabón del orden universal. Y
ambos, seguramente deben encontrarse en algún nivel lógico.
Para Freitas, si se observa bien, una cosa es un orden. A primera vista, una
cosa difiere de otra porque el orden de una difiere del orden de la otra. Se
puede ver, por ejemplo, un reloj y las horas que marca sólo cuando se tiene el
orden del reloj: cuando se establece su orden, se construye; cuando se
deshace su orden, se deshace el reloj. En el amontonado de sus piezas no se
puede ver el reloj, tampoco las horas. Se construye una casa poniendo el
material de construcción en su orden. En la medida en que se va poniendo el
material en orden, este se va haciendo y la casa va apareciendo 45. Para hacer
una cosa y mostrarla, la materia debe asumir el orden que tiene la cosa por fin.
Por tanto, se hace una cosa haciendo su orden, y esto es lo que salta a la vista.
Se reconoce un buque, un perro, o bien un coche por el orden que es de cada
uno.
Además, cuando se mira una cosa, se ven figuras y acciones, es decir, el orden
y el movimiento. A lo mejor, se ve la materia en el orden de tal cosa cumpliendo
su fin. En definitiva, sólo se pueden ver las cosas cuando éstas son puestas a
la vista por los respectivos órdenes que realizan su fin. De esta manera, una
cosa es el fin que cumple el orden en el cual se encuentra la materia. Sin
embargo, el fin no se puede ver objetivamente ahí en la cosa. En realidad, se
trata de un atributo que le da el hombre. Así, en una cosa, además del orden
que la caracteriza, es indispensable que se considere también su fin.
47
FREITAS, J. Ciencia e Filosofia,, o.c., ps. 95/96.
196
10.5 Conclusiones
la idea del Bien la doble cualidad de ser causa y origen del mundo inteligible y
paradigma del mundo visible4; En Aristóteles, por una parte, causa primera es
la causa que explica la existencia de una cosa, y por otra, en el ámbito de lo
natural, es el motor, la forma y el fin, que al final son una misma cosa 5. Así, se
distinguen los primeros principios como del conocimiento, del cambio y de las
primeras causas de todas las cosas; los primeros son lógicos 6, los segundos
gnoseológicos y los terceros metafísicos u ontológicos.
Los principios lógicos son las leyes generales del pensamiento (principios de
identidad, de no contradicción y del tercero excluido , axiomas, premisas de los
razonamientos, etc.). Los principios gnoseológicos son los que se refieren a la
realidad, los que proceden de las ciencias, es decir, son las leyes de la
naturaleza; por outra parte, están los principios del orden metafísico, que
constituyen las normas, como las de la ética, de la moral, del derecho, etc. 7
De este modo, por medio de los principios, además de que se puede mostrar
una realidad o decir el principio de todas las cosas, se puede también proponer
una razón por la que todas las cosas son lo que son 8. Así, se puede decir
también que el principio no es el nombre de alguna realidad, de la que
proceden todas las cosas, sino que describe el carácter de una cierta
proposición: la proposición que ”da razón de”. Con esto, por otro lado, se puede
decir que existen dos modos de entender el “principio”: el principio como
realidad o principio del ser (principium essendi) y principio como razón o
4
Para PLATÓN, la idea del Bien tiene la doble cualidad de ser causa y origen del mundo inteligible y
paradigma del mundo visible(Platón. República, Madrid 1981, Centro de Estudios Constitucionales, p. 6).
5
ARISTÓTELES, Física, Madrid 1995, Gredos, p. 140, 159-160.
6
Para ARISTÓTELES, algunos filósofos afirman que una misma cosa pueda ser y no ser, es decir, pueda
ser contradictoria. Sin embargo, es imposible ser y no ser al mismo tiempo, fundado en el principio de la
no contradicción (ARISTÓTELES. Metafísica, Madrid 1988, Espasa Calpe, p. 109, 279-280).
7
Afirma Aristóteles, “puesto que la naturaleza es un principio del movimiento y del cambio, y nuestro
estudio versa sobre la naturaleza, no podemos dejar de investigar qué es el movimiento; porque si
ignorásemos lo que es, necesariamente ignoraríamos también lo que es la naturaleza”. (ARISTÓTELES,
Física, Madrid 1995, Gredos, p.176). Por otra parte, los primeros principios se dividen en principios del
conocimiento, del cambio y de las primeras causas de todas las cosas; los primeros son lógicos, los
segundos gnoseológicos y los terceros metafísicos u ontológicos. Los lógicos constituyen las leyes
generales del pensamiento, como los principios de identidad, no contradicción y tercero excluso, así como
los axiomas y definiciones, las leyes de la lógica y las premisas de los razonamientos. Con respecto a los
principios sobre la realidad, éstos las ciencias los describen por medio de las leyes de la naturaleza; y los
principios que no se comprueban en el plano de la realidad, éstos se circunscriben al orden metafísico
(ARISTÓTELES. Metafísica, Madrid 1988, Espasa Calpe, p. 108, 279-280).
8
FERRATER MORA, J. F. Diccionario de Filosofía, Madrid 1997, Alianza Editorial, p, 2690.
199
Por medio del lenguaje triádico, que toma la tríada como un núcleo o modo de
observación, se puede traducir el “modus essendi” para los planos del logos, de
lo factual y de los símbolos. Así, en el primer plano, se encuentra la idea, que
representa el hecho, y ambos se representan en la esfera de los símbolos, por
medio de las teorías, métodos, paradigmas, filosofías, ciencias, etc., que a su
vez representan tanto la idea como el hecho; por otra parte, el “modus
cognoscendi” también se realiza en estos planos, es decir, en la esfera de la
realidad, de las ideas y de los símbolos. En la simbolosfera se representan los
métodos de investigación y formulación del conocimiento sobre la naturaleza
de las cosas o del cosmos15.
9
Para HEIDEGGER, “el pensar consuma la referencia del ser a la esencia del hombre. No hace ni efectúa
esa referencia. El pensar sólo la ofrece al ser como aquello que le ha sido entregado por el ser. Este
ofrecer consiste en que en el pensar el ser tiene la palabra. La palabra – el habla – es la casa del ser. En su
morada habita el hombre. Los pensantes y poetas son los vigilantes de esta morada ( HEIDEGGER, M.
Carta sobre el humanismo, Buenos Aires 1972, Ediciones Huascar, p. 65).
10
CANTERBURY, A. Proslogio, en VIDAL, F. C. Textos de los grandes filósofos. Edad Media, Barcelona
1979, Herder, p. 67.
11
TOMÁS DE AQUINO, “Suma de teología”, Primera parte, en FERNÁNDEZ C., Los filósofos medievales.
Selección de textos, 2 vols., Madrid 1980, BAC, vol. II, p. 490.
11
HALL, A. R. La Revolución Científica 1500-1750, Barcelona 1985, Crítica, p. 65-66.
13
FERRATER MORA, J. F. Diccionario de Filosofía, o. c., p. 2691.
14
En Aristóteles, no se puede conocer algo si antes no se establece, respecto al mismo, el “por qué”, lo
cual significa captar la causa primera (ARISTÓTELES. Física, Madrid 1995, Gredos, p. 140).
15
Para OLIVEIRA, un caso típico de representación envuelve tres elementos: una entidad que representa,
una entidad que es representada e una tercera entidad para la cual la primera representa la segunda. Así,
una partitura representa una pieza musical para el músico, un diagrama de un cierto tipo representa un
200
Por otra parte, refiriéndose a los principios del conocer, se dividen en dos
clases: “los principios comunes a todas las clases de saber” y los “principios
propios de cada clase”. Son, pues, los de la primera clase, los principios
superiores, también denominados primeros principios o “axiomas”, y los de la
segunda clase los principios de una ciencia determinada. Estos últimos son
dependientes de los primeros, y se constituyen en los principios informadores
de un campo de saber específico.
Por otra parte, los principios primeros, aquellos que son indemostrables y
proceden de la revelación, del conocimiento sintético, de la metafísica, se
circunscriben a la órbita de la creencia no crítica, del tipo religioso, mito o de
cualquier superstición20; los demostrables, resultantes del conocimiento
analítico-lógico, estos se circunscriben a la órbita de la ciencia; sin embargo,
cuando se juntan y se entrelazan en un único sistema de principios e creencias,
constituyen las macro cosmovisiones o paradigmas21.
MEGAPARADIGMA ACTUAL
CARTESIANO SACRAL
NEOLIBERAL
y difícil trabajo que ha realizado la humanidad en la evolución de las concepciones de la vida (DILTHEY,
W. Teoría de las concepciones del mundo, Madrid 1974, Revista de Occidente, p. 49).
18
Conforme Panikkar, en cada nivel y período de la conciencia humana, ha existido siempre la tentación
de reducir lo real, de inventar atajos para la síntesis eliminando cualquier parte de la realidad que la
conciencia no pudiera asimilar o manipular con facilidad (PANIKKAR, R. La intuición cosmoteándrica:
Las tres dimensiones de la realidad, Madrid 1999, Trotta, p. 78).
19
Para PANIKKAR, cada visión del mundo tiene una pretensión integral y legítima de verdad, y por ello de
universalidad (PANIKKAR, R. La intuición cosmoteándrica: Las tres dimensiones de la realidad, o.c., p.
117).
20
En ARISTÓTELES, “se deduce que no habrá conocimiento científico de las premisas primarias...”
(ARISTÓTELES. “Analítica posterior”, Obras completas, Madrid 1973, Aguilar, p. 413).
21
Según SACRISTÁN, una concepción del mundo se constituye de una serie de principios y creencias que
dan razón a la conducta de un sujeto, muchas veces de modo implícitos e inconscientes, aunque están
explícitos en la cultura de la sociedad en que vive. Estos principios constituyen afirmaciones sobre la
naturaleza del mundo físico y de la vida, así como sobre los cánones de la conducta del hombre
(SACRISTÁN, M. Sobre Marx y marxismo. Panfletos y materiales I, Barcelona 1983, Icaria, p. 28).
202
En la órbita del Derecho, o bien todas las actitudes conscientes del ser humano
hay un conjunto de principios explicativos que les dan causa, motivo, razón,
fundamento, finalidad, etc29. Estos son los principios que constituyen una visión
del mundo, una cosmovisión, un paradigma con su correspondiente aparato de
marketing o ideología, que de manera implícita y latente, o manifiesta y
ostensible, justifican y dan sentido a la existencia del hombre y del todo 30. El
ser humano necesita de razonamientos, fundamentos, justificaciones, fines,
para su existencia31. Ante esto, los principios procedentes de las ciencias, de
las técnicas, de las creencias y de los fines (principios teleológicos) cumplen
las funciones y satisfacen las necesidades de percibir, justificar e interpretar el
mundo y el todo32.
alcanzar ciertos objetivos. Esto, con efecto, nada más es sino una cosmovisión,
que subyace también en el campo del Derecho, así como en todo acto del
hombre, sea cuando actúa como individuo, sea como grupo o sea como
sociedad.
34
En HUSSERL, lo que caracteriza la conciencia en su pleno sentido es la intencionalidad, la peculiaridad
de “ser conciencia de algo”. Ante todo, “una percepción es percepción de algo, es decir, de una cosa; un
juzgar es un juzgar de una relación objetiva; una valoración, de una relación de valor; un deseo, de un
objeto deseado, etc. El obrar se refiere a la obra, el hacer a lo hecho, el amar a lo amado, el regocijarse a
lo regocijante, etc. En todo cogito actual, una mirada que irradia del yo puro se dirige al objeto que es el
respectivo correlato de la conciencia, a la cosa, la relación objetiva, etc., y lleva a cabo una muy diversa
conciencia de él” (HUSSERL, E. G. A. Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía
fenomenológica, México-Buenos Aires 1949, FCE, p. 198-199).
206
otro que atrae el orden social que se propugna, forman parte del mismo
sistema jurídico. El todo ocurre con la ordenación de los conceptos y de los
factores sociales. Y éstos ordenes, en movimiento, hacia la realización de los
fines puestos al orden jurídico, efectivamente, es lo que constituye el Derecho -
un orden en el plano de las ideas y un orden en el plano de la realidad, en
movimiento, con la mediación de las representaciones de éstos factores en un
plano simbólico; en realidad, es el orden conceptual que, con la mediación del
orden simbólico, se realiza en el orden social. De un orden conceptual
determinado se llega a un orden social dado, es decir, según el fundamento y
el fin ( el por qué y el para qué), del orden social, se realizan el orden jurídico,
con sus avances y retrocesos en la dinámica social 35.
35
“El cambio social es toda transformación observable en el tiempo, que afecta, de una manera no
efímera ni provisional, a la estructura o al funcionamiento de la organización de una colectividad dada y
modifica el curso de su historia” (ROCHER, G. Introducción a la sociología general, Barcelona 1979,
Helder, p. 414-415).
36
DILTHEY, W. Teoría de las concepciones del mundo, Revista de Occidente, Madrid 1974, p. 49.
37
“Una investigación histórica profunda de una especialidad dada, en un momento dado, revela un
conjunto de ilustraciones recurrentes y casi normalizadas de diversas teorías en sus aplicaciones
conceptuales, instrumentales y de observación. Ésos son los paradigmas de la comunidad revelados en sus
libros de texto, sus conferencias y sus ejercicios de laboratorio” (KUHN, T. La estructura de las
revoluciones científicas, FCE, México 1975, 2ª ed., p. 80-269).
207
los principales factores que mueven las personas y toda la sociedad hacia el
cumplimiento de lo establecido en el mundo jurídico.
Con el para qué, se aclaran los fines y objetivos que conllevan las teorías o
doctrinas plasmadas en el ordenamiento jurídico. Las operaciones jurídicas, a
su vez, siempre se dirigen hacia la realización de un fin; y los principios que las
gobiernan son siempre coherentes con la cosmovisión de los agentes
involucrados en cada operación. En realidad, los principios que responde el
para qué son los teleológicos, los que, además de justificar el punto de llegada,
atraen los sujetos hacia la realización de un fin 38.
En suma, los principios constituyen los fundamentos y los fines del Derecho;
son las razones que le dan fundamento y sentido, en cualquier momento o fase
de su proceso; son elementos que lo impulsan o atraen, y pueden ser principios
demostrables o indemostrables (primeros principios); bien, pueden ser
principios generales o principios específicos de cada campo del conocimiento 39.
38
KANT, por medio de las ideas trascendentales de la razón, habla de los principios reguladores, que
dirigen la atención de la razón hacia algo. Estos son nada más que una idea o un objetivo, que dirige y
organizar la síntesis y la sistematización de los conocimientos (KANT, I. Crítica de la razón pura, Madrid
1988, Alfaguara, 6ª ed., p. 532).
39
Para WOLF, explicar algo, lo que sea, es decir, dar su por qué, es remitirse a otra cosa; sin embargo,
remitirse a otra cosa, indefinidamente, es estar condenado a nunca dar el por qué definitivo, ya que,
sucesivamente, siempre habrá otro por qué. Por estos motivos, no se puede retroceder al infinito en la
serie de demostraciones; por lo tanto, debe haber algo indemostrable. Así, la serie de los principios
demostrables para en los principios indemostrables, los que son conocidos por si mismos ( WOLFF, F.
Dizer o mundo, o.c., p. 83).
208
40
KANT, I. Crítica de la razón pura, Madrid 1988, Alfaguara, 6ª ed., p. 93.
41
Según las tesis del empirismo, las cosas se conocen por experiencia (externa o interna) inmediata. Por
medio de la intuición sensible, los datos de los sentidos se captan de modo inmediato sin ningún proceso
intermedio. Para el racionalismo, el verdadero conocimiento supone la captación inmediata de las ideas o
conceptos sobre las cosas. Sin embargo, el idealismo supone una cierta intuición intelectual; así, por
ejemplo, ocurre en el idealismo alemán; también, entre muchos autores, se defiende la captación
inmediata intelectual de diversas clases de valores: de sentimiento religioso, de los sentimientos y las
emociones, de la intuición de la vida, de los objetos de la metafísica o de las esencias. Esas diversas
formas de intuicionismo intelectual o vital son todas manifestaciones del irracionalismo .
42
Para LEIBNIZ, los razonamientos se fundan en dos grandes principios. El primero es el de la
contradicción, en virtud del cual se juzga falso lo que encierra contradicción, y verdadero lo que es
opuesto a lo falso. El otro es el principio de la razón suficiente, en virtud del cual se considera que no
puede hallarse ningún hecho verdadero o ninguna enunciación verdadera sin que exista una razón
suficiente para que sea así y no de otro modo, aun cuando esas razones puedan resultar desconocidas. Por
lo tanto, existen dos clases de verdades: las de razón y las de hecho” (LEIBNIZ, G. W. Monadología,
Oviedo 1981, Pentalfa Ediciones, p. 103).
209
43
En KANT,”los juicios analíticos (afirmativos), son, pues, aquellos en que se piensa el lazo entre
predicado y sujeto mediante la identidad; aquellos en que se piensa dicho lazo sin identidad se llamarán
sintéticos. Podríamos también denominar los primeros, juicios explicativos, y extensivos los segundos,...”
(KANT, I. Crítica de la razón pura, Introducción, Madrid 1988, Alfaguara, 6ª ed., p. 47).
44
Conforme FERRATER MORA, “según los positivistas lógicos, los libros filosóficos y, ante todo, los
libros metafísicos, se hallan atiborrados de enunciados sin sentido. ¿Qué es el ser? ¿Existe Dios? ¿Ha
tenido el mundo un comienzo en el tiempo? ¿Cuál es el sentido de la vida? Ciertos filósofos habían ya
concluido que esas cuestiones, y otras similares, son insolubles. Los positivistas lógicos declararon que
carecen de significado. Sólo lo tienen los enunciados para los cuales podemos ingeniar un método de
comprobación - de verificación. Pero como sólo los enunciados científicos pueden pasar con éxito esta
prueba, todos los enunciados que no pertenezcan al dominio de las ciencias tendrán que ser descartados
como pseudoproposiciones. En cuanto a los enunciados lógicos y matemáticos, que no son verificables,
no plantean problema: tales enunciados son fórmulas analíticas, tautologías, cuya verdad - o, mejor
dicho, validez, o acaso aplicabilidad - depende únicamente de su estructura formal” (FERRATER MORA, J.
La filosofía actual, Alianza, Madrid 1973, p. 83-87).
45
En la percepción de BUNGE, que afirma las diferencias de los conocimientos científicos de las
creencias, al saber científico no basta que sea verdadero. Sin embargo, es necesario conocer cómo se ha
llegado al saber, o a presumirse que el enunciado en cuestión es verdadero. Es decir, es necesario conocer,
de manera objetiva, las operaciones, sean empíricas o sean racionales, con las que se confirman o no los
enunciados. Así, con respecto a los conocimientos que no se sujetan a la verificabilidad, no son
científicos. En realidad, son creencias, que pueden denominarse reveladas, evidentes, absolutas, vitales,
necesarias para la salud del Estado, indispensables para la victoria del Partido, etc.(BUNGE, M. La
ciencia, su método y su filosofía, Siglo Veinte, Buenos Aires 1972, p. 60-62).
210
a) Principios analítico-lógicos.
46
Este tipo de conocimiento se puede crear siguiendo el procedimiento del Ciclo Cibernético de
Feedback - CCF, especialmente en las funciones del numeral 1 al 4, que van de la factosfera a la
simbolosfera lógica; a continuación, del numeral 5 al 6, se recorre el camino de la simbolosfera icónica,
imaginaria, creativa; y del numeral 7 al 10 se vuelve a la factosfera, en una espiral que se va rehaciendo y
renovando sin fin, o bien según parámetros prestablecidos por la logosfera (Cf. p. 139; GREGORI, W.
Capital Intelectual e Administração Sistémica – Um manual de jogos de inteligência, mercado e poder,
São Paulo 2000a, Pancast Editora., p. 98).
47
Confrome HEIDEGGER, el método decide de antemano sobre lo que se encuentra de verdadero en las
cosas (HEIDEGGER M. La pregunta por la cosa, Buenos Aires 1975Alfa Argentina, p. 93).
211
Con relación al enunciado, se considera analítico a todo lo que sea una verdad
lógica, o que a ella sea reducible, o también aquellos enunciados cuya
negación es contradictoria. Según el positivismo lógico, toda verdad a priori es
analítica, o tautológica. En Kant, el enunciado o juicio analítico es aquel cuyo
predicado está contenido en el sujeto. Su verdad se reconoce a priori, sin
recurrir a la experiencia, y se enlaza con él en una relación de identidad 50. Para
Leibniz, corresponde a lo que se denominó verdad de razón, cuyos enunciados
son verdades necesarias, por cuanto su contradictorio - o su negación - es
lógicamente imposible.51 La verdad funda su necesidad en el principio de
contradicción, o de identidad. Por su parte, Hume denomina a estos
enunciados de relaciones de ideas, que son los enunciados cuya verdad se
48
La racionalidad se puede entender como las capacidades o facultades que, de acuerdo con la razón, se
manifiestan en las creencias, en los saberes y en las acciones humanas. Estas facultades cuando se
adecuan al entendimiento, es decir, al conocimiento o al saber, o a la realización de ciertos fines del
hombre, producen la racionalidad. Así, se producen la racionalidad lógica, la racionalidad creencial, y la
racionalidad práctica. Por otro lado, bajo el aspecto teórico, la racionalidad se puede entender como el
método con que se consigue obtener un máximo de creencias justificadas o apoyadas en razones.
(MOSTERÍN, J. Racionalidad y acción humana, Madrid 1978, Alianza, p. 17-18).
49
En la actualidad, según ECHEVERRÍA, la filosofía de la ciencia pone de relieve el pluralismo de los
métodos empleados en las diversas ciencias (ECHEVERRÍA, J. Filosofía de la ciencia, Madrid 1995, Akal,
p. 118).
50
Se entiende, en la concepción de KANT, “por conocimiento a priori el que es absolutamente
independiente de toda experiencia, no el que es independiente de esta o aquella experiencia. A él se opone
el conocimiento empírico, el que es posible a posteriori, es decir mediante la experiencia”. Sin embargo,
entiende que la ciencia debe fundarse en una clase intermedia de juicios: los juicios sintéticos a priori,
que son necesarios y universales, a la vez que son enunciados sobre la experiencia. (KANT, I. Crítica de la
razón pura, Madrid 1988, Alfaguara, 6ª ed., p. 43/50).
51
LEIBNIZ, G. W. Monadología, Oviedo 1981, Pentalfa Ediciones, p. 103-105.
212
52
HUME, D. Investigación sobre el conocimiento humano, Madrid 1994, Alianza, 8ª ed., p. 47.
53
En el lenguaje reducido a sus condiciones elementales, conforme Wolff, se supone al menos tres
elementos constitutivos: dos interlocutores y aquello de que hablan. Por lo tanto, se debe reconocer, por
un lado, una relación de interlocutividad y, por otro, una relación de objetividad. En realidad, se habla de
alguna cosa a alguien. Sin embargo, ya que los interlocutores son oponentes, sus discursos no son
simplemente diferentes, sino que contradictorios. En suma, en el diálogo ideal, los dos interlocutores
pueden hablar sobre todo, pero hablan, de hecho, aunque sobre la misma cosa, poniendo de manifiesto
aspectos contradictorios (WOLF, F. Dizer o mundo, o.c., p. 29-31).
213
Con relación a la racionalidad, hay dos vías para realizarla. Son la inducción 56 y
la deducción. La inducción va de los hechos a la ley (es decir, de un conjunto
de hechos particulares a una conclusión general). La filosofía clásica opone a
esta la deducción, la cual va de lo general a lo particular, extrayendo de
principios o premisas generales una conclusión o consecuencia 57. Cuando las
proposiciones son verificadas y comprobadas partiendo de la realidad hacia
categorías más amplias se tiene el método inductivo. En cambio, cuando se
afirma una proposición partiendo de proposiciones ya conocidas, sin tener que
confrontarla con la realidad, sino derivándola de las ya conocidas, se tiene el
método deductivo.
b) Principios sintético-intuitivos
58
KELLER, A. Teoría General del Conocimiento, Barcelona 1988, Editorial, p. 41.
59
Según demuestra Damásio, en sus investigaciones de laboratório, la emoción integra los procesos de
raciocínio y decisión (DAMÁSIO, A. O mistério da consciência - Do corpo e das emoções ao
conhecimento de si, São Paulo 2000, Companhia das Letras, ps. 62-63).
60
Explicar algo, lo que sea, dar su por qué, según wolf, es remitirse a otra cosa. Sin embargo, remitirse
infinitamente significa no llegar nunca a una respuesta, ya que siempre habrá otra explicación,
antecedente, más fundamental, en una serie infinita de demostraciones. Así, los principios o enunciados
demostrados, es decir, conocidos por otros principios, para en los principios indemostrables, aquellos que
son conocidos por si mismos (WOLFF, F. Dizer o mundo, São Paulo 1999, Discurso Editorial, ps. 83-84).
215
afirmación sintética cuando “de algo que cae bajo una definición se predican
unas notas que no se han utilizado para tal definición”65. Estos principios
integran los acervos de las cosmovisiones, teorías, doctrinas, filosofías,
ideologías, etc., que a su vez dan fundamento a las normas jurídicas. Son
principios sintético-intuitivos, es decir, son principios que se explicitan
independientemente de la razón, o bien se establecen fuera de los parámetros
o métodos reconocidos por la ciencia. Se suelen basar en una creencia o en
una fe, o bien se fundamenta en una cosmovisión o paradigma que lo justifica
todo. Estos principios desde siempre están presentes en los ordenamientos de
la vida social, en diferentes medias y combinaciones según la época y lugar.
Por otro lado, en cualquier sociedad y en todos los tiempos se constató que
muchos de los principios antes considerados científicos resultaron más tarde
comprobadamente falsos. Pero, independientemente de demostrables o
indemostrables, de verdaderos o falsos, estos principios siempre justifican un
65
KELLER, A. Teoría General del Conocimiento, Ibid.
66
Para Bunge, con respecto al conocimiento científico, debe saberse enumerar las operaciones (empíricas
o racionales) cómo se ha llegado a saber, o a presumir, la verdad, de manera objetiva. Así, “quienes no
deseen que se exija la verificabilidad del conocimiento deben abstenerse de llamar científicas a sus
propias creencias, aun cuando lleven bonitos nombres compuestos con raíces griegas. Se les invita
cortésmente a bautizarlas con nombres más impresionantes, tales como reveladas, evidentes, absolutas,
vitales, necesarias para la salud del Estado, indispensables para la victoria del Partido, etc.” (BUNGE,
M. La ciencia, su método y su filosofía, Siglo Veinte, Buenos Aires 1972, p. 56).
217
Así que, toda concepción del mundo, aunque en cierta medida constituida por
principios inverificables, es decir, por principios sintético-intuitivos, afirma
verdadero todo un sistema de principios con lo cual propugna imponerse en el
ordenamiento de la vida social. De ahí que, efectivamente, una cosmovisión
vigente pasa a constituir el telón de fondo de un ordenamiento jurídico dado,
puesto que toda norma jurídica, es decir, todo ordenamiento jurídico, lleva en sí
un conjunto unitriádico de principio que le da fundamento.
c) Principios práctico-operativos
Además de razonar e intuir los hechos y sus fines, bajo el prisma de los
principios lógicos, creencias y fe que componen su visión del mundo, el hombre
adopta también principios relativos al modo como alcanzar sus metas o como
actuar en el mundo; con esto consigue, a partir del pensar y del sentir, dirigirse
o realizarse en el mundo del saber, del ser y del poder, siendo o no eficaz ante
sus fines68. Estos principios son de naturaleza pragmática, puesto que
posibilitan la resolución de problemas concretos, bien como la consecución de
67
Según los criterios positivos de la verdad, lo que es contradictorio no puede ser verdadero. Sin
embargo, afirma Panikkar, “la verdad no está regida exclusivamente por la no contradicción” (PANIKKAR,
R. La intuición cosmoteándrica, Madrid 1999, Editorial Trotta, 54).
68
En Kant, lo práctico es lo que se realiza por la razón mediante la libertad. Por tanto, una buena práctica
presupone una teoría adecuada, ya que se trata de la realización de un fin a partir de una orientación
teórica (KANT, I. Crítica de la razón pura, Madrid 1988, Alfaguara, 6ª ed. P. 627).
218
69
Para James, una experiencia perceptual o conceptual debe conformarse con la realidad, en el sentido de
que se obtenga algún resultado satisfactorio intelectual y prácticamente (JAMES W. El significado de la
verdad, Madrid 1980, Aguilar, 5ª ed., p. 116).
70
Estos principios se refieren a la actividad humana material y social de transformación sea de la
naturaleza, sea de la sociedad o sea del propio hombre, e resultan de la unidad dialéctica entre la acción
humana y el conocimiento. Corresponde a la praxis, por medio de la cual, según Marx, el hombre ha de
demostrar la verdad, es decir, la realidad y la fuerza de su pensamiento (Marx, K. Tesis sobre Feuerbach,
en CANALS, F. Textos de los grandes filósofos: edad contemporánea, Barcelona 1990, Herder, p.19).
71
Conforme Bunge, un método es un procedimiento regular, explicito y repetible para lograr algo, sea
material, sea conceptual (BUNGE, M. Epistemología, Barcelona 1980, Ariel, p. 28).
72
En Heidegger, se ve que los principios que fundamentan los procedimientos ya definen de antemano los
objetos que se buscan en la realidad (HEIDEGGER, M. La pregunta por la cosa, Alfa Argentina, Buenos
Aires 1975, p. 93).
219
73
En el pragmatismo de James, lo práctico se entiende por lo verdadero, lo que se realiza en la realidad, y
es sólo lo que es ventajoso para un modo de pensar, de igual forma que lo justo es sólo lo ventajoso para
un modo de conducirse (JAMES W. El significado de la verdad, Buenos Aires 1980, Aguilar, p, 30).
74
Cf. Cuadro en la página 118.
220
75
En Gregori, una cosmovisión resulta de la relación del individuo o colectivo con el medio ambiente
que, a lo largo de un proceso, explica el origen, la naturaleza, el movimiento, la evolución o degradación
de la energía y del ser, del universo y del todo; al conjunto de los primeros principios, es decir, de los
principios indemostrables, de una cosmovisión, se denomina cosmovisión-instrumento; y al conjunto de
los principios que componen una ciencia, una teoría, paradigmas, doctrinas, ideologías, modelos sociales,
filosofía de vida o ético-moral, etc., se denomina cosmovisión-producto. (GREGORI, W. Cibernética
Social I, São Paulo 1984, Editora Cortez, p. 19).
76
Para Dilthey, una concepción del mundo no es sólo producto del pensamiento, de la mera voluntad del
conocer o de la comprensión de la realidad, sino que nace de la conducta vital, de la experiencia de la
vida, de la estructura de la totalidad psíquica (DILTHEY, W. Teoría de las concepciones del mundo,
Madrid 1974, Revista de Occidente, p. 49).
221
NEGUENTROPIA
FEEDBACKrefo
rzad
or/corre
ctivo
Inputs-estímulos Outputs-respuestas
emanados del derecho natural. Federico de Castro, así como otros doctrinadores, aboga por la tesis que
considera a los principios conjunto normativo no formulado, es decir, conjunto normativo impuesto a la
comunidad nacional, pero sin manifestarse en forma de ley o costumbre. Por otra parte, Latorre defiende
que los principios constituyen enunciados generales a los que se subordina un conjunto de soluciones
particulares. Sin embargo, a él le parece más acertado el criterio de Lluis y Navas, para quién es preciso
distinguir entre el origen y el conocimiento de los principios jurídicos concretos (LEDDÓ YAGÜE, F. M. y
ZORRILLA RUIZ, M. M. Teoría del Derecho, Bilbao 1997, Universidad de Deusto, p. 209).
80
A juicio de Gasset, los principios generales del Derecho pueden ser considerados en doble aspecto. Así,
además del aspecto de fuente autónoma de normas de decisión, en defecto de la ley e de la costumbre,
cabe considerarlos también como el aval de toda disquisición jurídica, o como criterios rectores de toda
elaboración en el campo del Derecho (GASSET, R. B. Metodología del Derecho, Barcelona 1959, Bosch,
p. 316).
223
los principios del Derecho, a las que denominan dirección positivista y dirección
iusnaturalista. Para la primera, los principios son normas obtenidas mediante
un proceso de decantación y generalización histórico y político de las leyes; del
mismo modo, las leyes pueden deducirse lógicamente de estos principios. Así,
los principios jurídicos son principios del ordenamiento jurídico. Por lo tanto,
son principios científicos, puesto que resultan de sucesivas abstracciones de
las normas particulares y, por otro lado, en los cuales las mismas normas
habrían encontrado inspiración. En síntesis, son los antecedentes del
ordenamiento positivo en los cuales el legislador se ha inspirado 85.
Aún que por siglos haya sido así, ya no se puede ser tan arbitrario, o por lo
menos justificar la Justicia o el Derecho de modo tan simple. En su conciencia
sobre la vida social, el hombre ya exige que se respete la dinámica compleja y
87
Cf. Art. 6º, del Código Civil Español.
88
DIÉZ-PICASO, L. Experiencias Jurídicas y Teoría del Derecho, ibid., p. 205.
89
Iturralde Sesma apunta diversos significados para la expresión principios de Derecho. Así, pueden
significar: 1) rasgos o aspectos importantes de un orden jurídico; 2) generalizaciones sobre las reglas del
sistema; 3) la ratio legis o mens legis de una o un conjunto de normas, esto es, a su propósito, objetivo,
meta, etc.; 4) pautas a las que se atribuye un contenido intrínsicamente y manifiestamente justo; 5)
ciertos requisitos formales o externos que un orden jurídico debe satisfacer; 6) guías dirigidas al
legislador que tienen un carácter meramente exhortatorio; 7) juicios de valor sobre justicia y moral; 8)
máximas que provienen de la tradición jurídica (ITURRALDE SESMA, V. Lenguaje legal y sistema jurídico,
Madrid 1989, Tecnos, p. 194).
226
Con relación a las funciones de los principios generales del Derecho, se suele
decir que cumplen las de fundamento del orden jurídico, de orientadores de la
labor interpretativa y de fuente en caso de insuficiencia de ley y costumbre. En
el primer caso, como fundamento del orden jurídico, funcionan como un orden
antecedente de las fuentes reconocidas como directas en el ordenamiento
jurídico, algo así como un manantial de las consecuentes fuentes del Derecho.
Indirectamente están presentes en las fuentes directas, como la ley o
costumbre vigentes, y en defecto de esas funcionan como fuentes directas
supletorias e integradoras. Como orientadoras de la labor interpretativa,
cumplen la función de criterio interpretador de las fuentes directas reconocidas
en el ordenamiento positivo.
90
En la lección de Los Mozos, los principios, categoría un poco nebulosa bajo el influjo del positivismo
legalista y que se constituye de un conjunto amorfo de diversas subcategorías, junto a la norma y al
sistema, en la sociedad actual, son tres factores que integran el ordenamiento jurídico, “por las exigencias
objetivas de la nueva sociedad que se está formando, en los umbrales de la era tecnológica, cuando ya no
es posible aferrarse al amparo, más o menos efectivo, del nudo imperio de la ley ...” (Mozos, J. L.
Metodología y Ciencia en el Derecho Privado Moderno, Madrid 1977, Editorial Revista de Derecho
Privado, p. 89).
227
91
DIÉZ-PICASO, L. Experiencias Jurídicas y Teoría del Derecho, ibid., p. 206 .
92
GASSET, R. B. Metodología del Derecho, Barcelona 1959, BOSCH Casa Editorial, p. 316.
93
Código Civil español, art. 1.1 y art. 1.4.
228
94
Mozos, J. L. Metodología y Ciencia en el Derecho Privado Moderno, Madrid 1977, Editorial Revista
de Derecho Privado, 112.
231
Para Aarnio, en primer lugar, se deben distinguir los principios que son parte de
los valores ideológicos básicos del orden jurídico y los principios jurídicos
positivos; luego, se distinguen los principios extrasistémicos, como los
principios morales, por ejemplo, que pueden volverse jurídicamente relevantes
para la discrecionalidad judicial como base para la toma de decisiones, pero
que son cosas distintas. Los primeros son los que sirven de base sobre la cual
se levanta el ordenamiento jurídico. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, el
principio del imperio de la ley y el de la suposición del legislador racional o el
principio de la propiedad privada, en los países con economía de mercado;
como también, entre otros, se incluyen en los valores ideológicos los principios
morales que expresan las opiniones generales sobre la familia, las relaciones
sexuales, el cuidado y educación de los hijos, etc. Por otra parte, los principios
jurídicos positivos son los que están específicamente contenidos y asumidos
por el derecho vigente y pueden clasificarse como:
95
GASSET, R. B. Metodología del Derecho, Barcelona 1959, BOSCH Casa Editorial, p. 312.
96
GASSET, R. B. Metodología del Derecho, o.c., p. 314.
232
97
AARNIO, A. Las reglas en serio en AARNIO, A.; VALDÉS, E. G.; UUSITALO, J. (comps). La
normatividad del Derecho, Barcelona 1997, Editorial Gedisa, ps. 20-22.
233
Los principios generales del Derecho son los primeros principios (principios
fundamentales) del orden jurídico; mientras los principios vinculados a
situaciones específicas son particulares y se refieren a determinadas áreas del
Derecho.
Sin embargo, en lo que todos están de acuerdo es que los valores constituyen
factores indispensables para el funcionamiento de la conciencia humana,
puesto que resultan de una clasificación necesaria al entendimiento. La
percepción del mundo y la identidad del ser en un contexto dado, en suma, solo
se revelan bajo un sistema de valores, puesto que constituyen uno de los
operadores de la mente en el proceso del conocimiento 2.
Valor deriva del latín valere: ser fuerte, estar vigoroso o sano, de buena salud,
capaz de..., particularmente de ser cambiado, igualar... Corresponde al griego
axios: merecedor, digno, que posee valor, de donde proceden términos como
axiología, axiomático, etc. Es todo aquello que hace que el hombre aprecie o
desee algo, por sí mismo o por su relación con otra cosa; la cualidad por la que
se desean o estiman las cosas por su proporción o aptitud para satisfacer
necesidades; en economía, lo útil, el precio de una cosa, etc. El sustantivo
valor aparece en el latín medieval con el sentido de fuerza (en la guerra),
coraje, poder, sobre todo de cambiar y comprar. Ha pasado así a las lenguas
neolatinas, con el sentido de coraje y, en la época moderna, con el sentido de
precio y de aquello que fundamenta el precio 3. Según Finance, parece ser que
el empleo propiamente filosófico de la palabra aparece hacia la mitad del siglo
1
Conforme relata Frondizi, muchos equívocos se establecieron en torno a los valores, sea reduciéndolos a
estados psicológicos - el agrado, el deseo, el interés -, sea considerándolos esencia, sea confundiéndolos
con las cosas, o bienes. Los bienes equivalen a las cosas valiosas, esto es, a las cosas más el valor que se
les ha incorporado. Sin embargo, los valores no son ni cosas, ni vivencias, ni esencias; sino que son
valores (FRONDIZI R. ¿Qué son los valores?, FCE, México 1982, 5ª ed., p. 15).
2
Según Lacey, el discurso humano no se limita a describir y explicar como las cosas son o fueron. Es
decir, el discurso no es meramente factual, sino que también se orienta hacia el futuro e, por lo tanto,
contiene aspectos evaluativos. Un orden social se enmarca por valores personales, que
predominantemente se incorporan en la persona, e por los valores sociales entrelazados. Por otra parte,
cada uno se localiza en una variedad de instituciones, que le incorporan diferentes colecciones de valores
(LACEY, H. Valores e atividade científica, São Paulo 1998, Discurso Editorial, p.45-49).
3
Para Lalande, el sentido de valor es difícil de precisarse rigurosamente, ya que es un concepto móvil.
Excluyendo a las matemáticas, el primer uso técnico que se hizo fue en el campo de la economía política.
De ahí se transportó para el lenguaje filosófico contemporáneo, sustituyendo en gran número de usos a la
antigua expresión bien, permitiendo que se hiciera un esfuerzo por aprehender y constatar un juicio de
apreciación sobre el mundo, al modo como se hace respecto al hecho económico (LALANDE, A.
Vocabulario Técnico e Crítico da Filosofía, São Paulo 1999, Martins Fontes, 3ª ed., p. 1190).
236
4
FINANCE, J. “Valor”, Diccionario de Pensamiento Contemporáneo, Madrid 1997, Editorial San Pablo,
p.1207-1204.
5
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, Diccionario de la lengua española, Madrid 1992, Espasa Calpe, 21ª ed.,
p. 1460.
6
A ejemplo de esto, para aclarar el tema, Valadier cita la distinción entre “valor de uso” y “valor de
cambio”. El primer, se refiere a la aptitud que un bien tiene para responder a una necesidad, mientras que,
el otro, se refiere a las expectativas sociales e as las apreciaciones correlativas que explican las
fluctuaciones de los precios. Así, concluye, que el valor, principalmente el valor económico, debe ser
devuelto a un orden subyacente que lo estructure y le de contenido (VALADIER, P. A Anarquia dos
Valores, Lisboa 1997, Instituto Piaget, p.28/29).
237
9
POPPER, K. Et al. El yo y su cerebro, Barcelona, 1982, Editorial Labor, p. 46;
POPPER. K. Conocimiento objetivo, Tecnos, Madrid 1992, 4ª ed., p.76-77.
239
10
Conforme Bunge, con respecto a la objetividad, el conocimiento científico debe verificar la adaptación
de las ideas a los hechos, recurriendo a la observación y experimento, de cierto modo controlable y
reproducible. De este modo, la verificabilidad constituye la esencia del conocimiento científico (BUNGE
M. La ciencia, su método y su filosofía, Siglo Veinte, Buenos Aires 1972, p. 18/32).
11
Para la corriente subjetiva, el valor constituye una característica de las cosas que las convierte mas o
menos estimadas o deseadas por un sujeto o un grupo de sujetos determinado, mientras que
objetivamente se trata de una característica de las mismas que las convierte aptas a la satisfacción de un
cierto fin (LALANDE, A. Vocabulario Técnico e Crítico da Filosofía, o.c. p. 1188).
12
Para Olivé, la objetividad se refiere a la posibilidad de reconocimiento público, en una comunidad
determinada, de que hay una situación de hecho (OLIVÉ, L. “Racionalidad, objetividad y verdad”, en
Racionalidad epistémica, Madrid 1995, Trotta-CSIC, p. 102).
240
Por lo tanto, a la teoría de los valores precede una clasificación de las cosas en
el mundo, que se hace con fundamento en un conjunto de principios de la
ciencia, de las creencias o de utilidad, con lo que se crea una teoría de las
necesidades y demandas. Para eso, debe adoptarse una referencia explícita,
que permita en la teoría de los valores el ponderado de las cosas por el precio,
por el grado de importancia y utilidad o por el grado de estima 18.
16
En la lección de Recaséns Siches, los valores tienen entre sí relación de rango y jerarquía. Hay familias
de valores que valen más que otras, como los valores éticos con relación a los meramente utilitarios,
como también, dentro de cada familia, hay valores que valen más que los otros. Y, por encima de todo,
entiende que el Derecho debe inspirarse en unos valores básicos de altísimo rango, como la justicia, la
dignidad de la persona humana individual, las libertades fundamentales del hombre, el bienestar general,
la paz, el orden y la seguridad (RECASENS SICHES, L. Nueva filosofía de la interpretación del Derecho,
México 1973, Editorial Porrúa, S.A., p. 284).
17
Según Lacey, hay una estrecha relación entre los valores entrelazados en una sociedad y los valores
personales que una sociedad incorpora, bien como entre los valores que se articulan por las instituciones
dominantes de una sociedad (ideología) y los valores personales que se vuelven articulados por medio de
la sociedad (LACEY, H. Valores e Atividade Científica, São Paulo 1998, Discurso Editorial/FAPESP, p.
44).
18
Para Alexy, hay una fuerte semejanza entre principios y valores, incluso afirma que el problema de las
relaciones de prioridad entre los principios corresponde con el problema de la jerarquía de los valores.
Así, toda colisión entre principios puede expresarse como una colisión entre valores o viceversa. Por
ejemplo, en lugar de decir que el principio de la libertad de prensa colisiona con el de la seguridad
exterior, podría decirse que existe una colisión entre el valor de libertad de prensa y el de la seguridad
exterior (ALEXY, R. Derecho y Razón Práctica, México 1993, Distribuciones Fontamara, S.A., p. 16).
242
En lo que se refiere a la clasificación de los valores, varias son las teorías que
se ocupan del tema. La mayor parte, además de clasificarlos, establece
también una jerarquía. Otra parte simplemente investiga su naturaleza, sin otra
preocupación. Las que los clasifican y los jerarquizan suelen presentar también
aspiraciones normativas. En general, las clasificaciones suelen hacer una
distinción entre los valores lógicos, éticos y estéticos; y en algunos casos
también distinguen los valores de la mística, de la erótica, de la religión, de la
moral, etc19. Lotze, que lo concibe como algo irreal, pero presente, proclama
19
En la percepción de Recaséns Siches, hay la necesidad de elaborarse una Estimativa Jurídica, con
inspiración en la doctrina de los valores, que sea capaz de: - en primer lugar, determinar los valores
supremos que deben inspirar al Derecho, y que den lugar a normas ideales de carácter general, aplicables
a todo caso y situación; en segundo lugar, averiguar que otros valores deben dirigir la elaboración del
Derecho en casos específicos, y esclarecer los nexos de esos valores con los primeros. En este rol, se
encuentran los valores de carácter económico, científico, técnico, pedagógico, estético, etc.; En tercer
lugar, esclarecer qué valores, aún que de alto rango en la jerarquía axiológica, no pueden incorporarse en
las normas jurídicas, tales como los relativos a santidad, a la fe religiosa, etc.; en cuarto lugar, inquirir las
leyes de relación, combinación e interferencia de las valoraciones que confluyen en cada uno de los tipos
de situaciones sociales; y, en quinto lugar, estudiar las leyes de realización de los valores jurídico.
(RECASENS SICHES, L.Tratado General de la Filosofía del Derecho, México 1958, Porrúa, 5ª ed., p. 494).
243
que «los valores no son, sino que valen». Para Scheler, los valores son
objetivos y universales, y son los fundamentos del aprecio o de la
desaprobación que producen en las personas. Se ordenan jerárquicamente,
desde lo agradable-desagradable, lo noble-vulgar, los valores vitales, los
espirituales (bello-feo, justo-injusto, verdadero-falso), hasta los religiosos -
sagrado-profano20. Hartmann, también defensor del carácter objetivo de los
valores, los clasifica en valores bienes - instrumentales -, valores de placer
(como lo agradable), valores vitales, valores morales (como lo bueno), valores
estéticos (como lo bello), valores de conocimiento (como la verdad) 21.
20
SCHELER, M. Ética: Nuevo ensayo de fundamentación de un personalismo ético, Madrid, 1941, Revista
de Occidente, Tomo I, p. 45-47.
21
HARTMANN, N. Autoexposición sistemática, Madrid 1989, Editorial Tecnos, ps. 69-60.
22
MÜLLER, A. R. Teoria da Organização Humana, São Paulo 1958, FESP.
23
GREGORI, W. Cibernética Social I, São Paulo 1984, Editora Cortez, p. 173.
244
DINÁMICA UNIVERSAL
DINÁMICA DE GRUPOS
DINÁMICA PRESTUSUARIA
DINÁMICA INDIVIDUAL
DINÁMICA DE POTENCIALIDADES
S12 - POLLITICO-ADMIN
S03 - MANUTENCIÓN
S08 - PATRIMONIAL
S01 - PARENTESCO
S14 - PRECEDENCIA
2. CRONOLOGÍA
S05 - RECREACIÓN
S09 - PRODUCCIÓN
S07 - EDUCACIÓN
S11 - SEGURIDAD
S10 - RELIGIOSO
SO4 - LEALTAD
S13- JURÍDICO
3. PERSONAJES
SO2 - SALUD
4. PROCEDIMIENTOS
S
PODER ECONÓMICO
PODER PODER
POLÍTICO SACRAL
COORDENADA PRAGMÁTICA
S01 - Familia
S02 - Salud
COORDENADA LÓGICA S03 - Manutención COORDENADA DE INTEGRACIÓN YMORAL
Por otra parte, los valores se especifican en cada uno de los subsistemas por
los cuatro factores operacionales y en las esferas de la potencialidad,
individualidad, de los grupos, de la sociedad y de la universalidad, así como por
la combinación de cada subsistema con los demás. Esto es lo que permite la
integración de los valores, concediéndoles especialmente la calificación de
sistema, que funciona en varias esferas coexistentes e interdependientes.
a) Coordenada lógica.
Por otra parte, vale recordar que cuando se toma un subsistema como eje, este
tiene intercambio de inputs/outputs con todos los demás. Así que se puede
decir que la función del subsistema jurídico es producir conceptos, sentimientos
248
b) coordenada pragmática.
12.3 Conclusiones
es decir, cosmovisión), con los que los individuos y grupos establecen sus
relaciones sociales. En la medida de su importancia, y de las consecuencias
que producen en el juego social, esas conductas se respaldan en las
instituciones y autoridades oficiales, que las aprueban o desaprueban,
conforme su coherencia con los principios y valores predominantes o instituidos
en el medio social. En realidad, el poder instituido crea o simplemente
sanciona, aprobando o desaprobando, los modelos o prácticas coherentes con
sus paradigmas y visión de mundo1.
1
Para Lumia, la necesidad de asegurar la supervivencia del hombre y la consecución de sus fines exige la
instauración de un orden social que presupone una cierta uniformidad y control de comportamientos, que
hace, en alguna medida, previsibles las reacciones de los individuos ante situaciones típicas. Los medios
que se ejerza el control social son innumerables. “Van desde la negación del cariño por los padres a los
hijos desobedientes, desde la desaprobación y el menosprecio, hasta la marginación, el linchamiento y la
pena de muerte; pero no hay que olvidar que tal control, como veremos claramente en seguida, se realiza
también de formas gratificantes, que van desde el aprecio del grupo hasta la concesión de especiales
premios o beneficios. Conviene advertir, de todas formas, que todos los instrumentos de control social
tienen esto en común”. Entre muchos otros, el derecho es uno de los instrumento de control social 1
(LUMIA, G. Principios de Teoría e ideología del Derecho, Madrid 1982, Editorial Debate, p. 13-15).
2
En las palabras de García Maynes, la sanción puede ser definida como consecuencia jurídica que el
incumplimiento de un deber produce en relación con el obligado (GARCÍA MAYNES, E. Introducción al
Estudio del Derecho, México 1982, Editorial Porrua, S. A., 13 ª ed., p, 295).
3
En la concepción de Kelsen, lo que distingue la norma jurídica es la imputación de una consecuencia
para el caso de ocurrir un comportamiento contrario al mandamiento prescrito en la norma a su
destinatário. En realidad, se caracteriza por la inclusión de una restricción (una interferencia coactiva en
la esfera de intereses del sujeto) en el texto de la norma. Tal restricción que se incorpora al texto, es decir,
la enunciación conminatoria que se incorpora a la norma, constituye la sanción, elemento esencial que
pone de manifiesto el carácter coercitivo del derecho. Sin sanción, no hay norma jurídica. Sin embargo,
por sanción se entiende la imposición de un mal, tal como la privación de la libertad, de derechos o
bienes, que se aplica por medio de la coacción y, si necesario, de la fuerza física. Por otra parte, la
coactividad de hecho, la coacción psíquica (la amenaza), la efectividad de la sanción, por si acaso realiza
su condición, es decir, el ilícito, nada de esto importa, sino que la simple previsión en la norma de la
sanción (RÖMER, P. “Hans Kelsen y Evgeni Paschukanis”, La doctrina de Kelsen sobre el carácter
coactivo del Derecho, Bogotá 1984, Editorial Temis, p. 189; KELSEN, H. “¿Qué es la Teoría Pura del
Derecho?”, México 1995, Distribuciones Fontamara, 4ª ed., p. 11; PATTARO, E. Elementos para una
teoría del Derecho, Madrid 1991, Editorial Debate, p. 56 ).
252
debe hacer, suelen ser más organizadas y definidas que las de aprobación, y
suelen estar explícitas en el orden social y jurídico 4. Así, las obligaciones, es
decir, las reglas de conducta imperativas no observadas implican una
reprobación (sanción negativa) y, por el contrario, cuando observadas, bien
como la práctica de conductas facultativas, implican una aprobación (sanción
positiva)5.
4
Poniendo de manifiesto lo que considera fundamento para la teoría del Derecho-amenaza, Vasconcelos
rechaza la idea de sanción únicamente como instrumento de constreñir. En su favor, lanza mano del
argumento de Cesare Baccaria, que incluía, entre los medios hábiles para evitar los delitos, la recompensa
a la virtud. Así, en su percepción, actualmente se tiene atribuido grande valor al incentivo, especialmente
en los asuntos de naturaleza fiscal, por imposición de las redefiniciones programáticas del Estado Social
(VVASCONCELOS, A. Teoria da norma jurídica, São Paulo 1993, Malheiros Ed. Ltda., 3ª ed., p. 156).
5
Para Radcliffe-Brown, la sanción es la reacción por parte de una sociedad, o de un considerable número
de sus miembros, hacia una forma de conducta, para aprobarla o reprobarla, sea por medio de expresiones
espontáneas de sus miembros sea por medio de acciones sociales de acuerdo con las tradiciones o con los
procedimientos oficialmente reconocidos. É por medio de las sanciones que el individuo regula su
conducta: en primer lugar, para evitar desaprobaciones y obtener recompensas o por el deseo de obtener
aprobaciones y evitar castigos; y en segundo, por el hecho de que el individuo aprende a reaccionar hacia
modos particulares de conducta con juicios de aprobación o desaprobación conforme los compañeros de
su medio social. Resalta, sin embargo, que en todas las sociedades humanas las sanciones negativas
(punitivas) estén más bien definidas que las positivas. Las sanciones de premio, como los honores,
condecoraciones, títulos o otras recompensas al mérito, como pensiones especiales, exenciones
tributarias, raras veces están muy desarrolladas, sino en las sociedades modernas. Por otra parte, las
sanciones negativas organizadas, entre las cuales las penales, cuando las impone una autoridad
constituida, son procedimientos reconocidos socialmente que se dirigen contra las personas cuya conducta
es objeto de desaprobación social (RADCLIFFE-BROWN, A.R. Estructura y función en la sociedad
primitiva, Barcelona 1996, Península, 3ª ed., p. 233).
6
En la lección de Lumia, así como otras formas de control social, el Derecho puede reducirse a un
esquema típico, según el cual a un determinado comportamiento de un sujeto sigue una cierta
consecuencia. Así, se puede representar la estructura de la norma jurídica con la conocida fórmula: “si es
A, debe ser B”, donde “B” no es una implicación lógica o de causalidad de “A”, sino que lo que debe ser.
Por lo tanto, bajo esta perspectiva, son dos los elementos de la norma jurídica: un precepto y una sanción.
El precepto lo constituye el modelo de comportamiento prescrito y la sanción la constituye un tratamiento
253
aflictivo que el ordenamiento jurídico vincula a la violación del precepto (LUMIA, G. Principios de Teoría
e ideología del Derecho, Madrid 1982, Editorial Debate, p.. 40-41).
7
RADCLIFFE-BROWN, A.R. o.c., p. 234.
8
En la percepción de Pasukanis, para sustituir la costumbre de reparación según la regla de talión (ojo por
ojo), y apaciguar los conflictos, sustituyendo la venganza de sangre que ocurría de generación en
generación hasta que uno de los grupos exterminara al enemigo, empieza a consolidarse el sistema de
arreglos o de reparaciones de las ofensas en dinero. Esta es la idea del equivalente, primera idea
puramente jurídica, que encuentra su origen en la forma de mercancía. En el caso del delito, puede ser
considerado como una variedad del cambio, en el cual la relación contractual es fijada post factum, es
decir, después de una acción arbitraria de una de las partes. La proporción entre el delito y la reparación
se reduce a una proporción o igualación de cambio, una forma de justicia, conforme preconizaba
Aristóteles. De este modo, la sanción aparece como un equivalente que compensa los perjuicios sufridos
por la víctima (PASUKANIS, E. Teoría General del Derecho, Barcelona 1976, Ed. Labor, p. 145).
254
9
Conforme señala Salmorán, en la opinión de Austin, la recompensa no puede ser considerada como
sanción, tal como hacen Locke y Bentham (SALMORÁN, R.T. El Derecho y la ciencia del Derecho,
México 1984, Universidad Nacional Autónoma de México, p. 39 ).
10
Para Bentham, la misión de los gobernantes consiste en promover la felicidad de la sociedad, puniendo
las conductas que tienden a perturbar la felicidad y recompensando las que promuevan el desfrute de los
placeres o ausencia de dolores (BENTHAM, J. Uma introducão aos principios da moral e da legislação,
São Paulo 1984, Abril Cultural, p. 19).
255
11
FOUCAULT, M. Vigiar e Punir - História da violência nas prisões, Rio de Janeiro 1977, Vozes, p. 186.
256
Los controles de los órdenes sociales se ejercen por medio de las sanciones.
Sin embargo, las sanciones que se ejercen en los órdenes jurídicos se
distinguen de las demás, que se ejercen en otros órdenes sociales, por su
carácter institucional.
12
Afirma Kelsen que la sociedad es la convivencia ordenada, y que la función de todo orden social es promover
cierta conducta recíproca de los individuos, instigándoles a cierta conducta positiva o negativa, a cierta acción o
abstención de acción. Por medio de normas, el orden puede vincular ciertas ventajas y ciertas desventajas a su
observancia o no observancia, provocando así el deseo o el temor de la recompensa o punición que se promete o con
que se amenaza. Así, la conducta conforme el orden es proporcionada por el propio orden, por medio de una sanción.
Se trata del principio de recompensa y punición, fundamental para la vida social. Además, la conducta ante el orden
social viene siempre acompaña de un juicio de valor, como buena o mala. Por consiguiente, a las conductas en
acuerdo o desacuerdo con el orden se les sigue una sanción del orden (KELSEN, H. “A Teoria Pura do Direito e a
jurisprudência analítica”, O que é justiça, S. Paulo 1998, Ed. Martins Fontes, p. 226 (pub. original en The University
of Chicago Law Review, dez., 1941).
257
Las sanciones pueden ser de dos naturalezas, con relación a las conductas
que se practican en el orden jurídico. Por un lado, pueden ser de aprobación y,
por otro, pueden ser de reprobación. Respecto a las primeras, consisten en
recompensas; respecto a las segundas, consisten en penas.
los sujetos, los objetos, tiempos y espacios de vigencia del derecho, y se exige
el cumplimiento de lo que se permite o se prohíbe en las relaciones personales
en cada sociedad1. Con esta marca, el Estado se presenta como la expresión
de la voluntad social, supuesta suma de las voluntades personales manifiestas
colectivamente. De la voluntad colectiva resulta la soberanía, uno de los pilares
fundamentales del Estado, atributo que le permite relacionarse con otros y
ordenar internamente los factores necesarios para la convivencia de los
individuos de la sociedad que lo constituyen.
La soberanía corresponde a la voluntad del Estado, es la manifestación del
libre albedrío de los ciudadanos en su conjunto. Es supuestamente la voluntad
del pueblo, de los colectivos que lo componen o bien, en última instancia, de
los individuos que la manifiestan y la transfieren, según los cánones
establecidos en las instituciones políticas, a un grupo directivo, el oficial, que
actúa como si pudiera expresar, y que de hecho expresa, la supuesta voluntad
de todos los individuos de la sociedad 3. En realidad, se trata de la voluntad de
1
En los estadios primitivos de organización social se encontraba la gens, que no era más que la propia
familia, que podía componerse de una sola línea o de diversas ramas, y que naturalmente se derivó de la
combinación de la religión doméstica y del derecho privado de las primitivas edades. En esta estructura
social, todo era indivisible: el hogar, la tumba, el patrimonio, incluso la propia familia, que conservaba la
unidad resultante de las prescripciones de su religión, de su derecho privado, de su justicia, de su
gobierno. En estos tiempos aún no existía la ciudad, que en general congregaba varias gentes, fratrías y
tribus. Cada una de estas estructuras, que se mantenía independiente en cada tiempo y lugar; era el propio
Estado en su desarrollo primitivo. En su composición antigua, también formaban parte de la gens los
clientes o servidores, que solían estar en condición inferior con relación a los demás miembros, así como
los esclavos, que por diversos factores, entre los cuales las guerras incesantes, sea para la conquista de
mejores territorios, sea por el simple objetivo del saqueo, se agregaban (FUSTEL DE COULANGES, N.D. La
ciudad antigua, Barcelona 1987, Editorial Iberia, p. 132-134). Por mucho tiempo, en la antigüedad,
aunque no se pueda precisar ninguna fecha, se vivió bajo las normas establecidas según este modo de
organización social. Desde la gens se suplían todas sus necesidades, fuesen materiales, morales o
intelectuales. Sin embargo, a partir de determinado momento, sea para enfrentar los azares o al enemigo
común, sea para ampliar las perspectivas de vida, además de la competencia y guerra que solía haber,
estos núcleos familiares sintieron también la necesidad de asociación y cooperación de unos con otros.
Así, rompieron sus límites con respecto a la divinidad doméstica, a la naturaleza, al modo de vida, etc., y
ampliaron sus posibilidades de acción, en tiempo de paz o en tiempo de guerra, creando un orden superior
al orden de las gentes, compuesto de los mismos factores existentes en el primer orden pero ahora
comunes a todos los grupos, que en Grecia vino a llamarse fratría y en Roma curia. Cada una tenía su
jefe, el fratriarca o el curión, respectivamente, que entre sus principales funciones estaba la de presidir
los sacrificios. Cada una tenía sus asambleas, sus deliberaciones, y redactaba sus decretos. Con la
asociación o agrupación de las fratrías o curias se formaba una tribu, que a su vez tenía su religión, su
altar, su divinidad protectora y su ordenamiento jurídico. En realidad, las comunidades más amplias y
más complejas siempre se constituyeron y vivieron en función de sus núcleos de origen gentílica(GLOTZ,
G. A Cidade Grega, São Paulo 1980, Difusão Editorial S.A., p. 32).
3
Para Kelsen, la voluntad del legislador, o bien la voluntad de la mayoría de los que votaron un estatuto
jurídico es una ficción, sea porque no representa la voluntad de los que votaron en contra del proyecto,
sea porque votar a favor de un proyecto no significa querer su contenido. De este modo, la expresión
259
y religiosas. Cada curia tenía sus prácticas religiosas y sus sacerdotes. Ésos componían uno de los
colegios sacerdotales romanos. Los jefes de las gentes componían el Senado (consejo de ancianos). Como
eran los jefes en un número reducido de familias, siempre las mismas, se formó entonces una nobleza
gentílica. Eran las familias patricias, que exigían la exclusividad del Senado y de los demás cargos
públicos. El senado decidía en innumerables cuestiones, y debatía en preliminar otras tantas importantes
que después iban a votación en la asamblea del pueblo (comicios de las curias). Estos comicios
aprobaban o recusaban las leyes y elegían los altos cargos e incluso al rex (rey), etc., aparte de que en la
función de Supremo Tribunal juzgaban las apelaciones en los casos de sentencia de muerte contra los
ciudadanos romanos. Completaba el círculo del poder, juntamente con el Senado y la asamblea del
pueblo, el rex, que ejercía las funciones de jefe supremo militar, gran sacerdote y presidente de ciertos
tribunales. Sus funciones no eran hereditarias, sino que electivas. Las curias elegían al rex en comicios.
Con fundamento en las gens, curias (fratrias) y tribus se estructuraba y se ordenaba la sociedad romana,
en estos primeros tiempos de su historia. Ésta era la constitución gentílica. 31 Sin embargo, con el aumento
de la población, en razón de las conquistas y de la inmigración de otros pueblos, sea porque aumentaron
el contingente y las presiones externas de las poblaciones que vivían fuera de las estructuras tradicionales
- gentes, curias y tribus - de la constitución y del orden social sea porque internamente esas estructuras de
poder no soportaron la expansión del imperio y de la riqueza, los conflictos sociales se intensificaron
exageradamente(ENGELS, F. o.c., p. 143; 145).
6
Conforme a Pasukanis, el Estado no es solamente una forma ideológica, sino que también una forma del
ser social, que se representa en la realidad y en la materialidad de las relaciones que expresa (PASUKANIS,
E. Teoría General del Derecho, Barcelona 1976, Editorial Labor, p. 63).
261
subgrupos oficiales del conjunto de los individuos de la sociedad; son los que
manejan el destino de todos en nombre de la autonomía de voluntad del cuerpo
social personificado, que además de manejarla conduce los mecanismos de
reglamentación de la vida de todos los individuos, grupos, colectivos, en
cualquier posición del juego de poder, y especialmente la determinación de sus
destinos políticos12. Como centro de poder, califica a las personas individuales
y colectivas como sujetos y como ciudadanos, para actuar en el mundo jurídico.
Por otra parte, el Estado delega y comparte soberanía con otros colectivos u
otras entidades, con identidad propia en su interior, y también la comparte o la
delega, con otras esferas más amplias, incluso con otras naciones con las que
compite o coopera, o con los que compone otros sistemas jurídicos. En
realidad, desde la órbita jurídica individual hasta la órbita de las comunidades
internacionales, hay innumerables esferas de ordenamiento jurídico a las que el
individuo ésta sometido, unas concéntricas y coexistentes, otras que se chocan
o se entrelazan, componiendo también innumerables juegos de intereses,
juegos políticos o de poder, etc.
12
En la percepción de Pasukanis, la sociedad en su conjunto no existe, sino en la imaginación de los
juristas. Lo que existe de hecho son las clases que tienen intereses contradictorios. Todo sistema jurídico
lleva la marca de los intereses de la clase que lo ha realizado. Con respecto a la política penal, por
ejemplo, el señor feudal hacía ejecutar a los campesinos no sumisos y a los ciudadanos que se oponían a
su dominación; en la Edad Media todo individuo que quería ejercer un oficío sin ser miembro de la
corporación era considerado culpable de violar la ley, etc. (PASUKANIS, E. Teoría General del Derecho,
Barcelona 1976, Editorial Labor, p. 149).
264
Sin embargo, para cumplir estos fines y asumir este papel, deben atender a los
criterios de calificación ya establecidos. Así, por aptitud se entiende el conjunto
de cualidades establecidas como necesarias para ser sujeto del derecho. Si las
tiene, el orden jurídico le atribuye personalidad jurídica. Sin embargo, además
de la condición de sujeto en el orden jurídico, ante los derechos, se necesita la
capacidad de tenerlos y ejercerlos, o bien de contraer obligaciones o el modo
de suplir la incapacidad, sin los cuales el derecho se convierte en nulo. Se trata
del conjunto de cualidades y habilidades necesarias para participar de las
relaciones jurídicas por sí mismo, o de otro modo por representación. Por otra
parte, aunque sea capaz, es necesario indagar si el sujeto en concreto tiene
legitimidad para actuar, ya que la capacidad es una condición abstracta del
sujeto, mientras la legitimidad una condición efectiva para ejercer un
determinado derecho del cual es titular. Para legitimarse con relación a un
derecho, sea defendiéndolo, sea transfiriéndolo, u otra actitud cualquiera
respecto a él, al sujeto le hace falta la titularidad sobre el mismo, u otra
situación jurídica que lo legitime para tal. En síntesis, la legitimidad se
constituye de los atributos necesarios al sujeto para participar de relaciones y
situaciones jurídicas específicas.
266
Por otra parte, siendo el orden estatal una persona únicamente jurídica, ideal,
ficticia, que opera el derecho necesita, entonces, hacerse presente y operativo
por intermedio de personas individuales. Por tanto se debe investirlas para los
cargos y funciones con competencias legislativas, ejecutivas y jurisdiccionales.
Son ellas las que, en diversos niveles jerárquicos y de conmutaciones, los
267
2
LEDDÓ YAGÜE, F. M. y ZORRILLA RUIZ, M. M. Teoría del Derecho, Bilbao 1997, Universidad de
Deusto, p. 142.
268
14.3 Conclusiones
habrá de suceder, dimensión del deber ser. Por lo tanto, el fenómeno jurídico,
aunque se lo deba ver como proceso, puede vislumbrase en él una dimensión
histórica, una presente y una futura. Así, se manifesta como una proposición
para el futuro y la vez se presenta como un orden social establecido, orden de
los factores sociales constitutivos del Estado y de todo el ordenamiento jurídico,
que se actualiza en cada momento y recupera elementos de la tradición para
incorporarlos a sí y reafirmar su validez, justicia y eficacia, proyectándose hacia
el futuro1.
Sin embargo, para los fines del derecho, puede decirse que hay un tiempo
reflejo de distintos momentos: presente, pasado y futuro. Así, en cualquiera de
las representaciones del tiempo, deben notarse reflejos de los demás
momentos, en una continuidad evolutiva cíclica, donde el momento
representado ocupa el centro y los demás aparecen con sus proyecciones. Así,
por ejemplo, si se lo representa en una línea, el presente es el punto que divide
(y al mismo tiempo conecta) las dos partes de la línea que representan el
pasado y el futuro. De todos modos, habrá siempre un centro con relación al
cual se puede hablar de un antes y un después. En el centro estará siempre el
hombre con la conciencia de los movimientos perpetrados en el espacio que
sirven de referencia para la organización y medición del tiempo, sobre todo de
sus propias acciones en el mundo. En cualesquiera de las subdivisiones que se
establezcan, a partir del presente el hombre se conecta con el pasado y con el
futuro, construyendo su historia. Desde la perspectiva jurídica, es lo que
permite la estructuración del orden jurídico, calcado a la vez en la tradición, en
lo real (presente) y en un proyecto social para el futuro 2.
1
Ordovás señala una “revolución perceptual” en consecuencia de ciertos cambios y descubrimientos en la
percepción, que ocurrieron en el decenio de 1905 a 1915, que a su vez condujeron al desplazamiento de la
linealidad por la multiperspectividad. Con Husserl, el análisis de la temporalidad pasó de la analogía
mecanicista a una descripción fenomenológica; con Bergson, por otra parte, se rechazó la concepción
tradicional del tiempo, la idea de evolución como proceso mecánico que dispone el devenir de modo
rectilíneo en pasado, presente y futuro. Su realidad auténtica en la conciencia, entonces, es duración, flujo
continuo, cuyos sucesivos momentos no pueden separarse (ORDOVÁS, M.J.G. “Espacio y tiempo: la
percepción como metodología”, en BODELÓN, E. y NOVALES, T. P. Transformaciones del Estado y del
Derecho Contemporáneos - Nuevas Perspectivas de la Investigación Socio-Jurídica, Madrid 1998,
Dykinson, p. 259).
2
En la experiencia individual, social y cultural múltiples reflexiones pueden hacerse respecto al tiempo, y
en innumeras perspectivas, como la profana, la sagrada o la científica (ELIADE, M. Lo sagrado y lo
profano, Guadarrama, Madrid 1973, p.25-28); por otra parte, también, pueden hacerse variadas
270
Por otra parte, se reconoce también que los factores de la estructura del
Derecho se compaginan en los tres momentos del tiempo en cada uno de los
planos de manifestación del fenómeno jurídico: sea la logosfera, sea
simbolosfera o sea la factosfera. En todos ellos se compagina una perspectiva
histórica, una perspectiva del momento presente y una perspectiva del
porvenir. Así, se conjugan en el plano de la estructura profunda del concepto,
en que se conciben abstractamente las situaciones jurídicas y las relaciones
interpersonales, como también en los planos de la estructura de representación
simbólica, del lenguaje externo, objetivo e inteligible, y de la dinámica de las
situaciones y vínculos subjetivos y objetivos de hecho. Son las dimensiones del
pasado, del presente y del futuro, presentes en la constitución de cada plano,
que lleva en sí un registro histórico, factores de la actualidad y una dimensión
del deber ser. De ahí que el plano conceptual, plano del logos, sufre las
consecuencias de la cronología en sus tres dimensiones; como también sucede
en los planos simbólico y de los hechos. Cada uno, separadamente, y todos,
conjuntamente, sufren los efectos del tiempo3.
largos a que asistimos en nosotros mismos y en el mundo exterior. Así, se trate del interior o del exterior,
de nosotros mismos o de las cosas, la realidad es la movilidad misma. Esto es lo que yo expresaba al decir
que hay cambio, pero que no hay cosas que cambian. Ante el espectáculo de esta movilidad universal,
algunos de nosotros se sentirán presas del vértigo. Están acostumbrados a la tierra firme; no pueden
adaptarse al balanceo y al cabeceo. Necesitan puntos «fijos» a los que amarrar el pensamiento y la
existencia. Creen que si todo pasa, nada existe; y que si la realidad es movilidad, no existe en el momento
en que se la piensa, que escapa al pensamiento. Según dicen, el mundo material va a disolverse y el
mundo va a ahogarse en el flujo torrencial de las cosas. ¡Qué se tranquilicen! Si consienten en mirarlo
directamente, sin velos interpuestos, el cambio les parecerá muy pronto como lo más sustancial y
duradero que el mundo puede tener. Su solidez es infinitamente superior a la de una fijeza que no es más
que un acuerdo efímero entre movilidades” (BERGSON, H. “El pensamiento y el movimiento”, en
Memoria y vida. Textos escogidos por Gilles Deleuze, Alianza, Madrid 1977, p. 20-21).
272
Cuándo se trata de norma con origen estatal, el propio Estado fija su vigencia -
inicio y fin de su validez oficial -, pero si se trata de norma consuetudinaria, la
que nace de la labor cotidiana de la conciencia y de la práctica social en la
factosfera, no se puede determinar claramente su inicio, puesto que no lleva en
sí un sello con fecha, aunque su final ocurre a veces con la revocación según
los cánones previstos en el propio ordenamiento. Por otra parte, con relación al
tiempo, no basta su vigencia. Además de esto es necesaria la oportunidad, es
decir, la convergencia de diferentes factores para que se pueda considerarla
una norma oportuna en el tiempo y en el espacio; para que se configure la
oportunidad, se hacen necesarios todos los factores operacionales
convergiendo hacia el momento en cuestión. Así, v.g., la oportunidad exige la
conjunción de un concepto que tipifica una conducta con supuestos de hecho y
una idea de justicia; además exige sujetos aptos, capaces y legítimos en la
relación jurídica, posibilidad jurídica y material del objeto, etc. La oportunidad
requiere coherencia en el plano conceptual, claridad, objetividad y formalidad
en el plano simbólico, y posibilidad material en el plano fáctico. La oportunidad
exige, pues, esta convergencia de factores, sin la cual la norma no alcanza su
fin y tampoco su eficacia.
15.1 Conclusiones
En cualquier de los planos del orden jurídico se notan los efectos del tiempo,
sea en el orden real de los factores sociales, sea en el orden formal-
institucional, sea en el orden de las ideas. Con esto se demuestra el carácter
histórico-cultural del fenómeno jurídico, que se revela a cada momento
incorporando elementos de la tradición, de las circunstancias de la actualidad y
del porvenir.
En torno a los tres ejes, es decir, a los tres procesos del conocimiento, con
respecto a la cronología, el Derecho se realiza en la convergencia hacia un
274
a) Concepción iusnaturalista
2
Para Angel Yagüez, de modo simplificado, la polémica puede reducirse a dos grandes corrientes. Así,
“la clave de la cuestión ha sido siempre la de decidir si es preciso acatar las leyes humanas, tal como de
hecho son, por no existir otras por encima de ellas, o si por el contrario existen leyes superiores a las
procedentes de la autoridad humana”. En síntesis, el enfrentamiento se da entre las posiciones del
iusnaturalismo y del positivismo (ANGEL YAGÜEZ, R. Una teoría del Derecho (Introducción al Estudio
del Derecho), Madrid 1993, Editorial Civita, p. 99).
3
En Kelsen, “la norma fundamental representa la razón de validez de todas las normas que pertenecen a
un mismo orden jurídico. De ella se puede deducir la validez de las normas jurídicas pero no – como se ha
sostenido erróneamente - el contenido de las mismas. Sólo cuando se presupone la norma fundamental se
pueden interpretar determinados actos humanos como actos jurídicos, es decir, como actos productores de
normas jurídicas, y considerar a las normas jurídicas como el sentido de estos actos (KELSEN, H. “¿Qué es
la Teoría Pura del Derecho?”, México 1995, Distribuciones Fontamara, 4ª ed., p. 20).
4
Según Gasset, se habla de Derecho natural, en sentido estricto, como un Derecho de índole real y
objetiva, constituido por aquellas normas, universales e inmutables, que tienen su base en la naturaleza y
son cognoscibles por la razón, definiéndose como el conjunto de normas jurídicas de validez universal,
dictadas por la razón y fundadas en la naturaleza humana; y, en sentido amplio, es el criterio de
orientación o valoración del Derecho, conforme a ciertos postulados lógicos o éticos, a que se le asigna
una virtualidad más o menos general, , independiente de la regulación positiva (GASSET, R. B.
Metodología del Derecho, Barcelona 1959, BOSCH Casa Editorial, p. 51-52).
5
En esta perspectiva se encuentra la teoría de la superestructura de Marx, según la cual “el fenómeno del
derecho solo puede ser entendido como sistema secundario, inserto en la urdimbre total de relaciones, si
bien susceptible de actuar a su vez sobre la base, el cual tiene que desarrollar para los fines de exploración
del sentido de las normas jurídicas, con miras a su aplicación práctica, un método normativo sui generes y
conoce una determinación específica de la forma que puede constituirse en objeto de una teoría general
del derecho” (MÜLLER, C. “Teoría del Estado de Hans Kelsen y la Teoría Marxista del Estado
contempladas desde el punto de vista de la sociología de la organización”, en Teoría pura del derecho y
Teoría Marxista del Derecho, Bogotá 1984, Editorial Temis, p. 253).
277
b) Concepción lógico-formal
c) Concepción sociológico-realista
8
KELSEN, H. “¿Qué es la Teoría Pura del Derecho?”, México 1995, Editorial BEFDP, p. 20.
9
GASSET, R. B. Metodología del Derecho, Barcelona 1959, BOSCH Casa Editorial, p. 98-101.
10
HERNANDEZ GIL, A. Metodología de la Ciencia del Derecho, Madrid 1971, 2ª ed., Vol. I, 285-289.
279
Pero existe independencia de cada uno de los tres criterios. Para él, la justicia
no depende ni de la validez ni de la eficacia; la validez no depende ni de la
eficacia ni de la justicia, y la eficacia no depende ni de la justicia ni de la
validez. Así:
- una norma puede ser justa sin ser válida, como por ejemplo las normas que
formulaban los teóricos del derecho natural, que mientras quedaron escritas en
un tratado no fueron válidas, pero en la medida en que fueron recibidas por un
sistema de derecho positivo fueron adquiriendo validez;
- una norma puede ser válida sin ser justa, a ejemplo de las normas que hasta
hace poco en algunos sistemas jurídicos admitían discriminación racial;
- una norma puede ser válida sin ser eficaz, como el caso de las leyes sobre la
prohibición de bebidas alcohólicas en los Estados Unidos de América, en vigor
entre las dos guerras mundiales;
- una norma puede ser eficaz sin ser válida, como las normas sociales que son
cumplidas espontáneamente o habitualmente, a ejemplo de las reglas de
buena educación en algunos círculos sociales o las normas consuetudinarias
aún no acogidas y reconocidas por los órganos competentes para producir
normas en el sistema jurídico. Son normas eficaces pero sin validez jurídica, lo
que confirma que la eficacia no se transforma directamente en validez;
- una norma puede ser justa sin ser eficaz, como las normas de justicia que no
son válidas. Si son normas justas no válidas, con mayor razón tampoco son
eficaces;
281
- una norma puede ser eficaz sin ser justa, como en la esclavitud, por ejemplo,
que en un determinado período histórico fue practicada por todos los pueblos
civilizados sin que con esto se transformara en una institución conforme a la
justicia.
Además, cada uno de los tres criterios determina un campo bien definido de
investigación. La justicia lleva a las investigaciones que tratan de precisar los
valores y los fines sociales que tienen el ordenamiento jurídico como
instrumento de su realización. La validez lleva a las investigaciones sobre el
derecho como regla obligatoria y coactiva, como medio o instrumento para la
realización de sus fines. Y la eficacia lleva al campo de la aplicación de las
normas jurídicas, de los comportamientos, con carácter histórico y sociológico.
Son objetos de tres campos distintos de investigación: la teoría de la justicia, la
teoría general del derecho y la sociología jurídica, correspondientes a las
funciones deontológica, ontológica y fenomenológica de la filosofía del
derecho9.
Falcon y Tella señala, en sentido amplio, tres acepciones para validez, que
corresponden a justicia, validez y eficacia. La primera es la validez ideal,
9
BOBBIO, N. Teoría General del Derecho, Madrid 1993, Editorial Debate, p. 33.
10
LEGAZ Y LACAMBRA, L. “Filosofía del Derecho”, Barcelona 1961, Editorial Bosch, 2ª ed., p. 153.
11
PACHECO SILVA, W. La validez del Derecho: hacia una perspectiva tridimensional, Madrid 1992,
Editorial de la Universidad Complutense de Madrid, p 377.
282
12
FALCON Y TELLA, M. J. Concepto y fundamento de la validez del Derecho, Madrid 1994, Editorial
Civitas S.A., p. 30.
283
16.4 Conclusiones
1
EVOLA, J. et GUENÓN, R. Jerarquía y democracia, Buenos Aires, 1997, Ediciones Teseo, p. 19.
287
2
GUENÓN, R. La metafísica oriental, Madrid 1995, Ediciones Obelisco, p. 23.
3
EVOLA, J. et GUENÓN, R. Jerarquía y democracia, Buenos Aires, 1997, Ediciones Teseo, p. 21-22.
4
GUÉNON, R. La metafísica oriental, Madrid 1995, Ediciones Obelisco, p. 25.
288
5
EVOLA, J. et GUENÓN, R. Jerarquía y democracia, Buenos Aires, 1997, Ediciones Teseo, p. 26.
289
Así que, procedente del orden universal, según esta percepción, el poder y la
autoridad no pueden estar sino con una élite, una minoría o aristocracia, con
superioridad intelectual y espiritual, lejos de la fuerza numérica, de las fuerzas
irracionales de las masas y del orden puramente físico o material, con carácter
externo y cuantitativo. Sobre todo, el poder se asienta en el verdadero
conocimiento, el de la intelectualidad de principios superiores, de significado y
dirección espiritual. La alteración de este orden constituye una subversión de
los principios superiores. Así, por ejemplo, sucede com la usurpación de
poderes en los casos en que la aristocracia guerrera asume la autoridad propia
de los jefes espirituales en la jerarquía social; cuando a través de la plutocracia
la burguesía asume el control y el poder propio de la elite guerrera o de los
jefes espirituales; o cuando las masas asumen el poder propio de los tres
grados anteriores de la jerarquía social.
6
EVOLA, J. et GUENÓN, R. Jerarquía y democracia, Buenos Aires, 1997, Ediciones Teseo, p. 30.
290
En razón del principio de igualdad y por el hecho de que el poder viene de los
ciudadanos que expresan sus votos en sufragio universal, se define la
democracia como el autogobierno del pueblo. No obstante el hecho de que, en
el sufragio universal, se supone la voluntad de la mayoría y no exactamente la
voluntad del todo. Se trata, pues, de una representación numérica de lo que los
individuos de la sociedad desean. Además, se trata de una voluntad en
potencia, y no exactamente en acto, puesto que, la mayoría que la expresa, lo
hace a través de mandato sin un objeto específico. Por esto los críticos del
proceso democrático, concebido en estos términos, lo entienden como una idea
teórica, sin correspondencia efectiva en la realidad, sobre todo, cuando se
elabora o se concretiza la ley, que se realiza indirectamente por medio de los
dirigentes nombrados, que muchas veces no corresponden a la voluntad del
pueblo, o por lo menos de la mayoría, u otras veces son manejados por
quienes no aparecen en el proceso democrático. Los manejan, pues, los
oficiales (los efectivamente dueños del poder) que se ocultan.
293
Como toda realidad el Derecho es un sistema. Más bien es una red de siste-
mas, de la que forman parte varios subsistemas, en permanente
transformación. Su evolución es recurrente, puesto que cada nuevo estadio
lleva en sí genes del estadio anterior. Es como la herencia o presencia de cada
ciclo en los ciclos posteriores. Además, es un sistema que evoluciona por
probabilidad. No es determinista. Variantes naturales y políticas lo llevan a
evolucionar en variadas direcciones. Y en todas ellas la evolución continua en
juegos triádicos de sus componentes y personajes, en diversos niveles y
apariencias. En cada nivel, la tríada presenta un lado oficial, uno antioficial y
uno oscilante, en cooperación o competencia. Externamente, el sistema jurídico
funciona como parte del sistema social, componiendo otros en semejante
juego. Las relaciones en primer lugar se las considera internamente, luego en
otros niveles, más abajo o arriba, anteriores o posteriores.
297
por ejemplo cuando se reúnen todas las piezas con las que se puede construir
un automóvil; si amontonadas en un rincón, no se puede decir que ahí se tiene
un automóvil, sino un montón de piezas, que no tienen su identidad como tal y
tampoco cumplen su finalidad.
debe mezclar para cada situación, tiempo y lugar lo más valioso de su pensar,
sentir y actuar. Es la construcción lógica, operativa y de sentimiento que se
establece en las bases de la razón, de la voluntad y de la intuición, capaz de
hacer permeable el Derecho como ciencia, como proceso y como ética o moral;
es el resultante de sistemas unitriádicos, que interconectados forman una red
universal, en los diversos escenarios y niveles de organización y manifestación
de la vida.
18. Bibliografía
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