El documento presenta la parábola del fariseo y el publicano, donde Jesús enseña que Dios prefiere la humildad y sinceridad del publicano que reconoce sus pecados sobre el orgullo del fariseo que se cree mejor que los demás. También incluye oraciones que piden ser más sencillos y humildes como el publicano.
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
23 vistas3 páginas
El documento presenta la parábola del fariseo y el publicano, donde Jesús enseña que Dios prefiere la humildad y sinceridad del publicano que reconoce sus pecados sobre el orgullo del fariseo que se cree mejor que los demás. También incluye oraciones que piden ser más sencillos y humildes como el publicano.
El documento presenta la parábola del fariseo y el publicano, donde Jesús enseña que Dios prefiere la humildad y sinceridad del publicano que reconoce sus pecados sobre el orgullo del fariseo que se cree mejor que los demás. También incluye oraciones que piden ser más sencillos y humildes como el publicano.
El documento presenta la parábola del fariseo y el publicano, donde Jesús enseña que Dios prefiere la humildad y sinceridad del publicano que reconoce sus pecados sobre el orgullo del fariseo que se cree mejor que los demás. También incluye oraciones que piden ser más sencillos y humildes como el publicano.
Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3
23 de Octubre - XXX DOMINGO DEL pendiente de lo que hacen los más, sino que
TIEMPO ORDINARIO simplemente es sincero con Dios y le pide
“El publicano bajó a su casa justificado, y que le ayuda a ser mejor persona. el fariseo no” (Lucas 18, 9-14) Estas cosas que sucedían en tiempos de Jesús siguen sucediendo ahora. Debemos EVANGELIO DEL DOMINGO pensar si queremos ser cristianos que A unos que se tenían por justos y queremos ayudar a los demás y a nosotros despreciaban a los demás les dijo esta mismos o queremos ser cristianos que se parábola: dedican a ver sólo lo que hacen mal los Dos hombres fueron al templo a orar; uno demás. era fariseo y el otro publicano. El fariseo, de pie, hacía en su interior esta oración: Dios PARA HACER VIDA EL EVANGELIO mío, te doy gracias porque no soy como el ¿Crees que vives la fe como el fariseo o el resto de los hombres: ladrones, injustos, publicano? Escribe algo que hayas vivido adúlteros, ni como ese publicano; yo ayuno relacionado con el Evangelio de hoy. dos veces por semana y pago los diezmos de ¿Cómo debemos hacer oración, hablando de todo lo que poseo. El publicano, por el las cosas que hacen mal los demás o contrario, se quedó a distancia y no se contándole a Dios lo que nos pasa? ¿Y cómo atrevía ni a levantar sus ojos al cielo, sino crees que Dios prefiere que hablemos con que se golpeaba el pecho y decía: Dios mío, Él? ten compasión de mí, que soy un pecador. Piensa en un compromiso para esta semana Os digo que éste volvió a su casa justificado, hagas oración como el publicano del y el otro no. Porque el que se ensalza será Evangelio. humillado, y el que se humilla será ensalzado (Lc 18,9-14). ORACIÓN Todos, fariseos y publicanos, COMENTARIO DEL EVANGELIO ricos y pobres, sabios y torpes, Ya ven el Evangelio de hoy lo que nos agnósticos, ateos y creyentes, enseña. cristianos y no cristianos… Hay dos personas que hacen oración, que Y oramos al mismo Dios, tienen confianza en Dios. Pero una de ellas aunque no nos pongamos de acuerdo le pide a Dios no ser como las personas que y parezca mentira… no le gustan. Esta persona se cree mejor Al orar, hoy y siempre, que los demás. No dedica la oración a lo importante es lo que sale de dentro, pedirle al Señor que le ayude a ser mejor y el que seamos un poco más conscientes persona, mejor cristiano. Sólo le dice que de quién eres Tú no quiere ser como las personas que y de quiénes somos nosotros. desprecia. Para ello, hay que desnudarse, Sin embargo, la segunda persona reza de estemos en primera o última fila, forma muy distinta. Casi no se atreve a y bañarnos en tus fuentes de agua viva levantar la mirada, siente hasta un poco de que corre gratis y ofrece vida, paz y alegría. vergüenza. Y sólo es capaz de decirle al ¡Pero qué distinto es hacerlo Señor que sabe que hace cosas que no están cargados o ligeros de equipaje, bien y que quiere cambiar. No está conscientemente o envueltos en redes, sostenidos u orgullosamente firmes, que está atenta a lo que necesita el otro humildemente o entronados en pedestales, y que sabe recibir con naturalidad seguros de nosotros mismos o asidos a tu y sencillez. Espíritu, justificados o como hemos ido… Haznos como Tú, Señor, como el publicano o como el fariseo! pequeños por fuera ORACIÓN (Mari Patxi Ayerra) pero muy grandes por dentro. Amén. TÚ PREFIERES SIEMPRE LO SENCILLO Señor, Tú te fijas en la anciana que echa una monedita, en el que ora en el último rincón del templo en el que es más sencillo y más pequeño y nosotros, mientras, queremos parecer grandes, importantes, los mejores, los principales. Así de pequeños somos por dentro, Señor que necesitamos parecer más de lo que somos, que vendemos una imagen magnificada, que por dentro competimos con los demás para disimular nuestra fragilidad. Tú, que conoces cada rincón de nuestra mente, que nos formaste en el vientre de nuestra madre, que tienes contados cada uno de nuestros cabellos, sabes de nuestra pequeñez y de la necesidad de «fardar», que somos competitivos y poco igualitarios. Haznos, Señor, personas fraternas, que se saben pequeñas y grandes al mismo tiempo, que aceptan sus deficiencias como algo humano, que reconocen sus carencias y sus necesidades y que saben que dependen de los demás, igual que los demás necesitan de ellos. Haznos una gran familia, Señor, de gente sencilla, que se ayuda, que se complementa, que se apoya, que comparte sus riquezas y se facilita la vida en las dificultades,