Fuerzas Y Cuerpos de Seguridad. Guardia Civil.: Se Ha Modificado
Fuerzas Y Cuerpos de Seguridad. Guardia Civil.: Se Ha Modificado
Fuerzas Y Cuerpos de Seguridad. Guardia Civil.: Se Ha Modificado
15.5.
PREÁMBULO
I
La evolución y adaptación de la Guardia Civil a la realidad social y a las necesidades que el servicio a
los ciudadanos ha ido, progresivamente, demandando, ha sido una constante a lo largo de la dilatada
historia del Cuerpo. Un hito esencial lo constituyó la aprobación de la Constitución Española de 1978,
que incluyó una serie de previsiones en relación con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad que, para el
caso de la Guardia Civil, adquieren mayor singularidad por su condición de Instituto Armado de natu-
raleza militar.
En concreto, el artículo 104, en su apartado segundo, recogió una reserva por la que habría de ser, me-
diante una Ley Orgánica, como se regulase el futuro estatuto de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Dicho mandato, cumplido a través de la Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos
de Seguridad, ha servido como marco a partir del cual se ha ido configurando el cuerpo normativo
regulador aplicable a los miembros de la Guardia Civil.
Entre ese compendio de normas destacan ya sean las específicamente aprobadas para el Instituto
armado -como son la Ley 42/1999, de 25 de noviembre, de Régimen del Personal del Cuerpo de la
Guardia Civil, y la Ley Orgánica 11/1991, de 17 de junio, del Régimen Disciplinario de la Guardia Civil-,
o aquellas otras que resultan de aplicación por la naturaleza militar del Cuerpo.
II
En esta Ley se aborda la regulación del ejercicio de los derechos fundamentales y libertades públicas
reconocidos y garantizados para todos los ciudadanos, dando cumplimiento conjunto a las previsiones
constitucionales que los reconocen y garantizan, a la vez que determinan que para diferentes grupos
o sectores de los servidores públicos se puedan establecer limitaciones o condiciones en su ejercicio.
Condiciones que vienen justificadas por las responsabilidades que se les asignan y que, en todo caso,
están definidas y proporcionadas a la naturaleza y a la trascendencia que el mantenimiento de la segu-
ridad pública exige de los responsables de su garantía.
Se reconoce, a la vez, la existencia de cauces de participación y expresión para los miembros de la
Guardia Civil mediante el reconocimiento de asociaciones profesionales y la creación de un órgano de
participación de éstas.
Tres son, pues, los grandes objetivos que inspiran esta Ley:
En primer lugar, y al hilo de lo ya expuesto, dotar a la Guardia Civil de un auténtico Estatuto regulador,
propio y completo, en el que se enmarquen los derechos y deberes de sus integrantes, superando así
el tratamiento excesivamente parco contemplado en la Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo.
En segundo lugar, que esa regulación responda a la realidad social del Cuerpo y a lo que la sociedad
exige de sus miembros. Los acentuados procesos de modernización que han tenido lugar en la socie-
dad española desde la aprobación de la Constitución de 1978 y la instauración de la democracia no han
dejado de surtir efectos en un colectivo tan enraizado y entrelazado con la propia sociedad como es la
Guardia Civil. Se hace por ello necesario acompasar los valores y pautas propios de un Instituto Armado
de naturaleza militar con el desenvolvimiento diario de unas funciones básicamente policiales ligadas
a la problemática de una sociedad dinámica, innovadora y celosa de sus derechos democráticos como
es la España del siglo XXI.
Y, por último, y con una especificidad mayor, el Estatuto recoge, por primera vez, el derecho de
asociación profesional de los Guardias Civiles, y ha determinado su extensión, forma de ejercicio
y configuración de las asociaciones profesionales. Dicha regulación del asociacionismo profesional
encuentra un complemento destacado en el Consejo de Guardia Civil, que se crea como órgano de
participación de los Guardias Civiles, mediante representantes de sus miembros, sean o no afiliados a
una asociación profesional.
III
El Título I, dedicado a las disposiciones de carácter general, en su único artículo delimita el objeto y el
ámbito de aplicación de la Ley, consistente en determinar la específica regulación de los derechos y
libertades constitucionales, así como los derechos profesionales de los miembros de la Guardia Civil.
El desarrollo de las especialidades en el ejercicio de los derechos fundamentales y libertades públicas
que corresponden a los Guardias Civiles, se ha realizado en el Título II partiendo de la premisa de que,
salvo las excepciones y puntualizaciones que expresamente contenga la Ley, dicho catálogo es coinci-
dente con el del resto de ciudadanos.
En primer lugar, destaca el tratamiento que se efectúa sobre la intangibilidad de la igualdad en el ré-
gimen interno y funcionamiento del Cuerpo, así como el mandato a las autoridades para garantizar la
igualdad profesional entre los hombres y mujeres que integran el Cuerpo de la Guardia Civil.
En el caso del derecho de libertad de residencia y circulación, la Ley contiene determinadas previsiones
que amparan las limitaciones que puedan aplicarse a dichos derechos en virtud del cumplimiento de
los servicios que corresponden a los Guardias Civiles.
Así mismo, esta Ley ha puesto especial énfasis en reforzar los mecanismos para garantizar la igualdad
real y efectiva entre los hombres y mujeres de la Guardia Civil, evitando así discriminaciones personales
o profesionales.
Y, especialmente, destaca el reconocimiento a los Guardias Civiles del derecho fundamental de aso-
ciación en una doble vertiente: la genérica, que podrán ejercer de acuerdo con lo dispuesto en la Ley
Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, Reguladora del Derecho de Asociación; y la específicamente profe-
sional, cuyo tratamiento detallado se efectúa posteriormente.
El catálogo de derechos encuentra su correlativa enunciación de los deberes de los miembros de la
Guardia Civil. De esta manera, el Título III se inicia con el deber de acatamiento a la Constitución y el
ordenamiento jurídico, incluyendo las obligaciones propias de los Guardias Civiles en aspectos tan
relevantes como el respeto a la jerarquía y la subordinación, que el uso de la fuerza en el ejercicio de
sus funciones sea siempre legítimo, así como lo relativo a las obligaciones profesionales de residencia,
incompatibilidades y sometimiento a reconocimientos psicofísicos para determinar su aptitud para el
servicio.
Tras incluir en el Título IV aquéllos que se configuran, simultáneamente, como derechos-deberes (de-
fensa de España o uso de uniforme), la Ley recoge, en su Título V, el catálogo de los derechos profesio-
nales de los miembros de la Guardia Civil, determinando el marco al que habrá de ajustarse, posterior-
mente, la normativa de desarrollo que se apruebe en relación con aspectos tan relevantes para la vida
de los Guardia Civiles como la jornada, el horario, la prevención de riesgos laborales, la presentación
de quejas o su régimen retributivo.
Extraordinariamente importante, y objeto del Título VI, es la regulación, absolutamente novedosa, del
derecho de asociación profesional de los Guardias Civiles, lo que venía constituyendo una realidad
fáctica, amparada incluso por el Tribunal Constitucional, pero desconocida formalmente por el orde-
namiento jurídico.
El régimen jurídico por el que se regulará el asociacionismo profesional en la Guardia Civil será el que
recoge la propia Ley -que comparte algunos rasgos con el de otros colectivos, estos sí previstos en la
Constitución, como los Jueces, Magistrados y Fiscales-, y permitirá la creación de asociaciones profesio-
nales integradas, exclusivamente, por miembros de la Guardia Civil para la promoción de los intereses
profesionales de sus asociados, sin que, en ningún caso, sus actuaciones puedan amparar o encubrir
actividades que les están expresamente vedadas, como las de naturaleza sindical, la negociación co-
lectiva, la huelga o la adopción de medidas de conflicto colectivo.
A partir de estas premisas, se contemplan aspectos esenciales para configurar las asociaciones profesio-
nales, como su carácter no lucrativo, la posibilidad de obtener subvenciones públicas, los medios que
se ponen su disposición, así como las condiciones para que las asociaciones puedan celebrar reuniones
en centros oficiales de la Guardia Civil.
Los requisitos establecidos para la constitución de las asociaciones profesionales son escasamente
limitativos y similares a los exigidos, con carácter general, para el resto de asociaciones, debiendo ser
presentados los Estatutos en el Registro Específico que, a tal fin, existirá en el Ministerio del Interior.
La Ley, finalmente, crea y regula en su Título VII el Consejo de la Guardia Civil, un nuevo órgano cole-
giado en el que participarán representantes de los miembros de la Guardia Civil y de la Administración,
con el fin de mejorar tanto las condiciones profesionales de los Guardias Civiles como el funcionamien-
to de la propia Institución.
De esta forma, los Guardias Civiles elegirán a los representantes en el Consejo de sus respectivas Es-
calas mediante un procedimiento electoral, al que podrán concurrir las propias asociaciones, así como
las agrupaciones de electores no asociados que se pudieran constituir a tal fin.
TÍTULO I.
DISPOSICIÓN GENERAL
TÍTULO II.
DEL EJERCICIO DE DERECHOS FUNDAMENTALES Y LIBERTADES PÚBLICAS
A rtículo 2. TITULARIDAD.
Los Guardias Civiles son titulares de los derechos fundamentales y de las libertades públicas reconocidos
en la Constitución, sin otros límites en su ejercicio que los establecidos en ésta, en las disposiciones que la
desarrollan y en la presente Ley Orgánica.
A rtículo 3. IGUALDAD.
1. En el régimen interno y funcionamiento de la Guardia Civil no podrá establecerse ni practicarse discri-
minación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo u orientación sexual, religión, opinión, o cualquier
otra condición o circunstancia personal o social.
2. Las autoridades competentes promoverán las medidas necesarias para garantizar que en el ámbito de la
Guardia Civil la igualdad entre el hombre y la mujer sea real y efectiva, impidiendo cualquier situación
de discriminación profesional, especialmente en la prestación del servicio, en el sistema de ingreso,
formación, situaciones administrativas, ascenso y acceso de la mujer a todos los niveles de mando y
organización del Instituto.
mismos, cuando lo exija la investigación de un hecho delictivo. El registro se realizará con la asistencia
del interesado y en presencia de, al menos, un testigo.
3. Los datos relativos a los miembros de la Guardia Civil estarán sujetos a la legislación sobre protección
de datos de carácter personal.
5. Las asociaciones de Guardias Civiles no podrán llevar a cabo actividades políticas o sindicales, ni formar
parte de partidos políticos o sindicatos.
TÍTULO III.
DE LOS DEBERES DE LOS MIEMBROS DE LA GUARDIA CIVIL
• JERARQUÍA,
R41
• DISCIPLINA y
• SUBORDINACIÓN
En ningún caso la obediencia debida podrá amparar el cumplimiento de órdenes que entrañen la ejecución
de actos que manifiestamente constituyan delito o sean contrarios a la Constitución o a las Leyes.
TÍTULO IV.
DE LOS DERECHOS Y DEBERES DE LOS MIEMBROS DE LA GUARDIA CIVIL
TÍTULO V.
DE LOS DERECHOS PROFESIONALES DE LOS MIEMBROS DE LA GUARDIA CIVIL
• ascensos,
• destinos,
• condecoraciones y
• recompensas,
• igualdad,
• mérito,
• capacidad y
de conformidad con las normas que la regulen.
3. Los Guardias Civiles tienen derecho a conocer con antelación suficiente su jornada y horario de trabajo
y, en su caso, el régimen de turnos, sin perjuicio de las alteraciones que puedan estar justificadas por las
necesidades del servicio o por motivos de fuerza mayor.
4. Las compensaciones a que hubiera lugar por la modificación de la jornada de trabajo se determinarán
reglamentariamente.
2. Las quejas se presentarán por el cauce reglado. Si no fueran debidamente atendidas o se refiriesen
al mando inmediato superior, podrán presentarse:
• directamente ante el órgano responsable de personal de la Dirección General de la Policía y de
la Guardia Civil y,
• en última instancia, ante los órganos de inspección de la Secretaria de Estado de Seguridad.
TÍTULO VI.
DE LAS ASOCIACIONES PROFESIONALES
3. La inscripción sólo podrá denegarse cuando la composición de la asociación no se adecue a lo dispuesto
en el artículo 39 o cuando los estatutos no cumplan los requisitos establecidos en esta Ley Orgánica
o en los demás supuestos previstos en las normas reguladoras del derecho de asociación en general.
R46 4. El plazo de inscripción en el Registro de Asociaciones Profesionales habilitado al efecto en el Ministerio
del Interior será de tres meses desde la recepción de la solicitud en el órgano competente. Transcurri-
do dicho plazo sin que se haya notificado resolución expresa, se podrá entender estimada la solicitud
de inscripción.
5. Cuando se adviertan defectos formales en la solicitud o en la documentación que la acompaña, se
suspenderá el plazo para proceder a la inscripción y se abrirá el correspondiente para la subsanación
de los defectos advertidos.
TÍTULO VII.
DEL CONSEJO DE LA GUARDIA CIVIL
2. Informar, con carácter previo, las disposiciones legales o reglamentarias que se dicten sobre las cita-
das materias.
3. Conocer las estadísticas trimestrales sobre:
• el índice de absentismo y sus causas,
• sobre los accidentes en acto de servicio y enfermedades profesionales y sus consecuencias,
• sobre los índices de siniestralidad,
• así como los estudios periódicos o específicos que se realicen sobre condiciones de trabajo.
4. Analizar y valorar las propuestas y sugerencias planteadas por los Guardias Civiles sobre el régimen
de personal, sobre sus derechos y deberes, sobre el ejercicio del derecho de asociación y sobre los
aspectos sociales que les afecten.
5. Colaborar con la Administración para conseguir el establecimiento de cuantas medidas procuren el
mantenimiento e incremento de la productividad.
6. Participar en la gestión de obras sociales para el personal, cuando así lo determine la normati-
va correspondiente.
7. Recibir información trimestral sobre política de personal.
8. Las demás que le atribuyan las leyes y disposiciones generales.
ORDINARIAS:
- Para el despacho de asuntos de su competencia
SESIONES DEL - Al menos una vez cada 3 meses
CONSEJO
EXTRAORDINARIAS:
- A iniciativa propia o
- A solicitud de 1/3 parte de los vocales
3. Podrán presentar CANDIDATOS tanto las asociaciones profesionales legalmente constituidas como
las agrupaciones de electores, siempre que la agrupación esté formada, al menos, por el 10% de
los efectivos incluidos en el censo electoral de la Escala a la que se presente la candidatura.
n el caso de las agrupaciones de electores, los firmantes, cuya identificación deberá constar de manera
E
fehaciente, no podrán tener la condición de afiliados a alguna asociación profesional del Cuerpo de
la Guardia Civil, ni avalar a más de una candidatura.
4. Las listas de candidatos deberán contener tantos nombres como puestos a cubrir, más igual número
de suplentes.
5. Mediante el sistema de representación proporcional se atribuirá a cada lista el número de puestos que
le correspondan, de conformidad con el cociente que resulte de dividir el número de votos válidos por
el de puestos a cubrir. Los puestos sobrantes, en su caso, se atribuirán a las listas, en orden decreciente,
según el resto de votos de cada una de ellas.
6. Dentro de cada lista se elegirá a los candidatos por el orden en que figuren en la candidatura.
7. La inobservancia de cualquiera de las reglas anteriores determinará la nulidad de la elección del candi-
dato o candidatos afectados. La verificación del cumplimiento de dichos requisitos corresponderá a la
Dirección General de la Policía y la Guardia Civil.
R49
8. La duración del mandato de los representantes será de cuatro años, pudiendo ser reelegidos en su-
cesivos procesos electorales. Si en ese tiempo pasaran a situación administrativa diferente del servicio
activo, perderán la condición de representantes.
9. Reglamentariamente se establecerán las normas complementarias que sean precisas en materia de
convocatoria, voto y desarrollo del procedimiento electoral.
DISPOSICIONES ADICIONALES.
En los supuestos en los que, de acuerdo con la legislación vigente, los miembros de la Guardia Civil, en su
condición de Instituto Armado de naturaleza militar, pasen a depender del Ministro de Defensa o queden
integrados en Unidades militares, se regirán por la normativa sobre derechos y libertades aplicable a los
miembros de las Fuerzas Armadas.
DISPOSICIÓN ADICIONAL SEGUNDA.
Régimen especial de agrupación de escalas
1. A los efectos de la elección de los miembros del Consejo de la Guardia Civil, se considerará que consti-
tuyen una sola escala quienes, a la fecha de la correspondiente convocatoria de elecciones, pertenezcan
a la escala de oficiales regulada en la Ley de régimen del personal de la Guardia Civil.
2. Igualmente, y a los mismos efectos de elección, se considerará que constituyen una sola escala los
oficiales que en la fecha antes citada, no pertenezcan a la escala referida en el apartado 1, siempre que
el número de electores no sea inferior a 400. En caso contrario, todos los oficiales formarían parte de la
escala a que hace referencia dicho apartado.
3. Las consideraciones que a efectos de elección se establecen en los apartados anteriores serán de apli-
cación a partir del 1 de julio de 2017, fecha de constitución de la escala de oficiales.
DISPOSICIÓN ADICIONAL TERCERA.
Modificación de la Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo,
reguladora del Derecho de Asociación
Se modifica la letra c) del artículo 3 de la Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de
Asociación, que pasa a tener la siguiente redacción:
«c) Los miembros de las Fuerzas Armadas habrán de atenerse a lo que dispongan las Reales
Ordenanzas para las Fuerzas Armadas y al resto de sus normas específicas para el ejercicio del
derecho de asociación. Los miembros de la Guardia Civil se regirán por su normativa propia.»
Se modifican los siguientes artículos de la Ley 42/1999, de 25 de noviembre de Régimen de Personal del
Cuerpo de la Guardia Civil, que pasan a tener la siguiente redacción:
1.
«Artículo 3 Juramento o promesa ante la Bandera de España.
Para adquirir la condición de Guardia Civil será necesario prestar juramento o promesa de
cumplir fielmente las obligaciones del cargo con lealtad al Rey y de guardar y hacer guardar la
Constitución como norma fundamental del Estado.
El juramento o promesa se realizará ante la Bandera asumiendo el compromiso de defender a
España y de proteger el ejercicio de los derechos y libertades de los ciudadanos.»
2.
«Artículo 91 Normas aplicables
Los Guardias Civiles tendrán los derechos y estarán sujetos a las obligaciones señaladas en la
Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, en la Ley Orgánica
reguladora de los derechos y deberes de los miembros de la Guardia Civil, en la Ley Orgánica
de Régimen Disciplinario de la Guardia Civil, en la presente Ley, así como en el resto de normas
que les sean de aplicación por su condición de Instituto Armado de naturaleza militar.»
DISPOSICIONES TRANSITORIAS.
En el plazo de nueve meses a contar desde la entrada en vigor de esta Ley, el Ministerio del Interior procederá
a la convocatoria de las primeras elecciones a representantes de los miembros de la Institución en el Consejo
de la Guardia Civil.
Las elecciones se celebrarán dentro del plazo de un año contado a partir de la entrada en vigor de la presen-
te disposición.
1. Quedan derogadas todas aquellas normas de igual o inferior rango que se opongan o contradigan lo
previsto en esta Ley Orgánica.
2. A partir de la entrada en vigor de la presente Ley Orgánica no se aplicará a los miembros del Cuerpo de
la Guardia Civil, en cuanto afecta al derecho de asociación profesional, el apartado 1 del artículo 181 de
las Reales Ordenanzas, aprobadas por Ley 85/1978, de 28 de diciembre.
DISPOSICIONES FINALES.
La presente Ley tiene el carácter de Ley Orgánica, a excepción de los siguientes preceptos y
disposiciones:
Artículos 22 y 23.
Artículos 25 a 35, ambos inclusive.
Artículos 37, 46, 49 y 50.
Artículos 52 a 56, ambos inclusive.
Las Disposiciones Adicionales segunda y cuarta.
Las Disposiciones Transitorias.
La Disposición Derogatoria.
La Disposición Final segunda.
La presente Ley entrará en vigor a los veinte días de su publicación en el «Boletín Oficial del Estado»,
con excepción de lo previsto en el apartado tercero de la Disposición Adicional cuarta, que entrará
en vigor el mismo día de la constitución del Consejo de la Guardia Civil.
Por tanto,
Mando a todos los españoles, particulares y autoridades, que guarden y hagan guardar esta ley
orgánica.