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Mision Mariana - Con Maria A Jesus

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ÍNDICE TEMÁTICO

Introducción general. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3

Primera Parte:
Presentación General. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5

Segunda Parte:
Antes de la Misión Mariana. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8

Tercera Parte:
Durante la Misión Mariana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14

Primer Anuncio:
Maria la amada del Señor, nosotros amados por Él. . . . . . . . . . . . . 16

Segundo Anuncio:
Descubramos las tinieblas y sombras de muerte
que quieren destruir la luz que resplandece en María. . . . . . . . . . . 21

Tercer Anuncio:
Bendito es el fruto de tu vientre: Jesus,
Nuestro Señor y Salvador. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26

Cuarto Anuncio:
Bendita María tú has creído a la palabra del Señor como ella
respondamos con fe al llamado del Señor. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31

Quinto Anuncio:
María toda de Dios. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36

Sexto Anuncio:
El Espiritu Santo te cubrirá con su sombra. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42

Septimo Anuncio:
“Mujer, he ahí a tu hijo” (Jn 19, 26) llamados a vivir en iglesia. . . . . 48

Cuarta Parte:
Despues del anuncio del Kerygma en la Casa Misión . . . . . . . . . . . . . . 54

Crédito:
Comisión Nacional de Misión y Comunidades

2
INTRODUCCCIÓN GENERAL

En el marco de la celebración de los 100 años de la coronación


canónica de nuestra Señora de la Altagracia, la Iglesia Dominicana
a través del Instituto Nacional de Pastoral, ha declarado y dedicado
este año de Pastoral a la figura de María con el lema: “Con
Jesucristo, por María, evangelicemos la Cultura”.

Con el objetivo, no solo de celebrar este gran acontecimiento


en nuestro país, sino más bien, de avivar nuestra fe, de dar a
conocer el contenido teológico, eclesial y pastoral de la presencia
de la Virgen en la historia de salvación y en nuestra propia historia
y cultura del pueblo dominicano.

Queremos compartir y meditar con ustedes este hermoso e


importantísimo material que ha preparado la Comisión nacional de
Misión y Comunidades titulado: “La Misión Mariana”. Que es una
acción evangelizadora de la Iglesia que peregrina en la Republica
Dominicana que con Jesucristo por María evangeliza la cultura con
motivo del centenario de la Coronación de la Imagen de Nuestra
Señora de la Altagracia. Nos invita como María a afrontar el
camino de la vida y de la Fe, con gran realismo, alegría, humildad
y entusiasmo.

Tres palabras sintetizan la actitud de María: escucha, decisión y


acción. Palabras que indican también a nosotros el camino que nos
pide recorrer el Señor en la misión, escucha y acción de nuestra
Iglesia que peregrina en la Republica Dominicana.

De la Escucha es dónde nace el gesto de María de ir a casa


de su pariente Isabel. De una palabra del Ángel de Dios: “También
tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez...” (Lc 1, 36).
María sabe escuchar a Dios. Atención: no es un simple «oír», un oír
3
superficial, sino que es la «escucha» hecha de atención, acogida,
disponibilidad hacia el plan salvífico de Dios

María de la Altagracia, que tu Fe de discípula del Señor sea para


todos nosotros un ejemplo de fuerza, para que cuando estemos al
pie de la cruz, en los momentos difíciles, de oscuridad y pruebas,
nos ayude a encontrar la luz de la Fe, la Esperanza y el Amor.

+Mons. Santiago Rodríguez Rodríguez


Obispo de la Diócesis de San Pedro de Macorís
Presidente del Instituto Nacional de Pastoral

4
PRIMERA PARTE
PRESENTACIÓN GENERAL DE LA MISIÓN MARIANA

1. LA MISION MARIANA ES:


Es una acción evangelizadora
de la iglesia que peregrina
en la Republica Dominicana
que con Jesucristo por Maria
evangeliza la cultura con
motivo del centenario de la
Coronación de la Imagen de
Nuestra Señora de la Altagracia.

En otras palabras, es el ANUNCIO ALEGRE Y ENTUSIASTA


DEL KERYGMA de Jesucristo muerto y Resucitado junto con
María de la Altagracia en su Jubileo Altagraciano que lleve a
despertar y crecer en la fe a nuestro pueblo dominicano en un
itinerario de iniciación a la vida cristiana realizado en pequeñas
comunidades.

2. LA RAZÓN DE HACER ESTA MISIÓN MARIANA ES: DESDE


EL EVANGELIO ENCONTRAMOS ESTAS RAZONES.
• Por el mandato de Jesús: Mateo 28,16-20.
• Porque somos discípulos misioneros de Jesús y estamos
llamados a realizar su misión hoy: Lucas 4,16-22.
• Porque María es la primera misionera de Jesús (Lucas 1, 39-56).

DESDE LA REALIDAD ENCONTRAMOS ESTA SITUACIÓN


PREOCUPANTE.
• Según una encuesta sobre la religión en la República
Dominicana en el 2018: 44% dice que es católico, 30 %
dice no tener religión, 23·% son evangélicos y 3% dice que
es de otra religión (Walt Street Jounal 2018).
• El debilitamiento pastoral por el COVID 19 lo que exige un
movimiento de fe que remueva los corazones
• El amor que tiene nuestro pueblo a la madre María con
el título de Nuestra Señora de la Altagracia que abre las
puertas a Jesús
• La ocasión que nos ofrece la celebración del Centenario
de la Coronación de la Imagen de Nuestra Señora de
la Altagracia para resaltar nuestra identidad católica y
dominicana.
5
3. LA FINALIDAD DE LA MISIÓN MARIANA ES:
• Despertar la fe en Jesucristo de los que por diversas
circunstancias no han tenido un encuentro personal con
Jesús y no se han integrado a su Iglesia
• Renovar la fe de aquellos que aún amando al Señor se
sienten desanimados
• Entusiasmar con Jesucristo a todos los que viven en
el territorio parroquial para que se hagan verdaderos
discípulos de Jesucristo viviendo su fe en una pequeña
comunidad en la que se realice una verdadera iniciación a
la vida cristiana.
• Tocar los corazones de todos y de todas para que crean
y se conviertan a Jesucristo y se decidan a entrar en una
pequeña comunidad para seguir el proceso de iniciación a
la vida cristiana.

4. LA METODOLOGÍA DE LA MISIÓN MARIANA ES:


• Alegre, entusiasta y dinámica para tocar los corazones
de los que participen en ella y puedan así tener un primer
encuentro con Jesucristo que los lleve a dar los primeros
pasos para ser sus discípulos misioneros.
Recordemos que las personas funcionan con el corazón
en un 87% de sus acciones y con un 13% con la cabeza.
El Kerygma es un anuncio gozoso que busca enamorar
con Jesucristo, provocar a las personas para que los
sentimientos de Cristo Jesús los hagan suyos.
Tengamos en cuenta que el anuncio del Kerygma lo que
busca es impactar el corazón de las personas. No es
una clase. Es un ANUNCIO lleno de alegría para que su
corazón arda como los de aquellos peregrinos de Emaús
al escuchar la Palabra y los lleve a reconocer a Jesús
(cf. Lc 24, 31-35).
• Es una metodología festiva. Por eso, un motor clave es
la música, la ambientación, los símbolos, los signos y el
movimiento.
• Es una metodología propia de un TESTIGO que pueda
decir como el evangelista Juan: “Lo que existía desde
el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con
nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que hemos
tocado con nuestras manos acerca de la Palabra de Vida,
es lo que les anunciamos… para que vivan en comunión
6
con nosotros. Y nuestra comunión es con el Padre y con su
Hijo Jesucristo.” (1 Juan 1, 1 y 3)

5. Su lema es: CON MARÍA A JESÚS.



6. Su canción es: Llévanos a Jesús, María, llévanos a Jesús.

7. Su oración, elaborada para el Centenario de su Coronación


(15 agosto 2021 – 15 de agosto 2022):
Virgen Santísima, Madre nuestra de la Altagracia, tú eres el
regalo más precioso que hemos recibido de Dios. Junto a
ti y San José venimos a adorar al Niño Jesús e implorar tu
bendición en el centenario de tu coronación.
• “Ampara y defiende al pueblo dominicano, que hoy te
proclama su Reina y Soberana”.
• Cuida nuestras familias y protege a nuestros niños, jóvenes
y ancianos.
• Ilumina nuestra cultura con el Evangelio para que valoremos
y respetemos la vida humana y el medio ambiente.
• Dale sabiduría a nuestros gobernantes para que entre todos
busquemos el bien común, privilegiando a los más pobres.
• Anima en las diócesis, parroquias y comunidades la gran
misión mariana que reavive la fe y la sana convivencia de
todos los dominicanos.
• Enséñanos con amor de madre a ser discípulos misioneros
con olor a santidad. ¡Nuestra Señora de la Altagracia,
Protectora del pueblo dominicano, llévanos a Jesús, nuestro
Salvador. Amén

7
SEGUNDA PARTE
ANTES DE LA MISIÓN MARIANA

0. CONVOCATORIA DEL OBISPO.


El Obispo convoca a su
Pueblo a la Misión Ma-
riana como el primer
responsable de la misión
evangelizadora. Se propo-
nen estos pasos para esta
Convocatoria que puede
realizarse sea a nivel dio-
cesano, vicarial o zonal.
a) Conformación del Equipo Diocesano de la Misión.
b) Presentación de la Misión Mariana a su presbiterio y al
Consejo Pastoral.
c) Encuentro Misionero con todos los Equipos Parroquiales de
Coordinación.

En este Encuentro se pueden tener tres momentos:


• Presentación del Obispo de la la Misión Mariana
• Propuestas para la Misión Mariana en las Parroquias,
Sectores e Instituciones.
• Celebra la Eucaristía con los Misioneros
• Envío de los Misioneros.

d) Carta de convocación a todo el Pueblo de Dios

1. Presentación de la Misión Mariana al Párroco, el Consejo


Parroquial y los Coordinadores Parroquiales de la Misión y
Comunidades.
El Equipo Coordinador Diocesano o Vicarial o Zonal se reúne
con el Párroco, el Consejo Parroquial y los Coordinadores
Parroquiales para conocer la Misión Mariana y aprobar su
realización.

Es bueno que se tengan claro todos los puntos que lleva la


Misión como son:
• Anuncio del Kerygma.
• Retiro para la decision por Jesús e inicio de la pequeña
comunidad.
8
• Continuación de la Misión con sus diferentes ETAPAS DE
INICIACIÓN A LA VIDA CRISTIANA.

Siempre es importante tener en cuenta estos criterios para


realizar la MISIÓN MARIANA:
a) Estamos llamados a motivar a los párrocos y los Consejos
Parroquiales para que se entusiasmen con la Misión
Mariana.
b) La Misión no se realiza donde no la quieran. Es una decisión
que la Parroquia hace para realizarla
c) La Misión no debe realizarse donde no se quiera dar
continuidad al anuncio del Kerygma con su Retiro el fin
de semana inmediato al Séptimo Anuncio de la Misión
Mariana y con sus etapas de profundización del Kerygma y
la catequesis.

No se puede dar la Misión como una actividad más o un evento


más. La Misión Mariana es un proceso de iniciación a la vida
cristiana. Sería frustrante para una persona encontrarse con
Jesús y no tener un seguimiento de crecimiento y desarrolla de
esa fe que el Espíritu Santo ha hecho surgir en esa persona.

2. Conformación del Equipo Coordinador General de la


Misión que dará seguimiento a todo el proceso de la Misión
Mariana.
El Párroco ayudado por el Consejo Parroquial designa este
Equipo Coordinador que le tocará animar y coordinar.
• ANTES DE LA MISIÓN MARIANA, es decir de su
preparación.
• DURANTE LA MISIÓN MARIANA, es decir, de la
proclamación del Kerygma.
• DESPUÉS DE LA MISIÓN MARIANA, es decir, el
seguimiento y acompañamiento de las pequeñas
comunidades y su proceso de iniciación a la vida
cristiana.

3. Conformación de los Equipos de Trabajo para la realización de


la Misión Mariana.
El Párroco, el Consejo Parroquial, el Equipo Coordinador junto
con los misioneros conforman los siguientes Equipos:
• Equipo de Logística: ambientación, brindis, sillas, sonido,
materiales, espacio
9
• Equipo de Convocatoria: comunicación, redes sociales,
volantes, arte gráfico
• Equipo de finanzas
• Equipo de Animación
• Equipo de acogida
• Equipo de brindis
• Equipo de proclamadores del Kerygma
• Equipo de formación y organización de los misioneros
proclamadores, misioneros por las casas, equipo de
intercesión, los de acogida.
• Equipo del Retiro de fin de semana
• Equipo de Seguimiento y acompañamiento de las pequeñas
comunidades que surjan.

4. Decisión sobre el horario de la Misión MARIANA.


La Misión Mariana puede desarrollarse de acuerdo a las
posibilidades de cada Parroquia y en el horario que mejor
puedan responder las personas de ese lugar. Según la
experiencia, puede establecerse el siguiente horario:
a) Una semana seguida
b) Una vez a la semana
c) Dos veces por semana
d) Un fin de semana (jueves-domingo)
e) Tres días de Retiro intensivo.

Es importante tener presente que en las Parroquias donde por


diversas razones no pueda realizarse al mismo tiempo en todos
los Sectores urbanos y rurales se organizan diferentes tandas
de la Misión Mariana hasta llegar a toda la población.

Pero, no se olvide que una vez se tenga una tanda debe


tenerse programado de inmediato el Retiro el próximo fin de
semana. Es un error grande esperar que se hayan hecho
todas las tandas para poner el Retiro de la Misión Mariana,
porque se puede debilitar el entusiasmo de los que se han
decidido a realizarlo. Eso es como se dice popularmente:
“friendo y comiendo”.

De ahí, que en la programación del tiempo de la Misión Mariana


se indica la fecha del Anuncio del Kerygma, la fecha del Retiro
y de seguimiento de la pequeña comunidad.

10
5. Decisión sobre el lugar de la Misión y del Retiro de la Misión.
Cada Parroquia determinará el lugar para realizar la Misión
Mariana. Lo importante es que sea un sitio asequible a las
personas y un lugar donde ellas se sientan a gusto y cómodas.

Puede ser en el Templo Parroquial, en un Salón Parroquial,


en la Capilla del Sector o en Casas Misión, que son casas
facilitadas por personas del Sector para que se realice en ellas.

Es muy importante que sea un lugar donde todos puedan estar


juntos y puedan escuchar bien. No es recomendable un espacio
donde solo caben dos o tres y la mayoría queda fuera. O en un
lugar con mucho ruido que impide la concentración.

Es necesario asegurar que hayan sillas suficientes, buen


sonido, instrumentos musicales y buena ambientación.

El lugar del Retiro de la Misión Mariana será en un solo lugar


con la participación de los misionados de todos los Sectores.
Es importante que desde antes de la Misión Mariana se tenga
seleccionado. Debe ser un lugar accesible, cómodo y que
permita crear un ambiente de oración y recogimiento.

En el caso de los Sectores rurales es mejor hacerlo allá mismo


o juntar varios sectores rurales cercanos.

6. Preparación de los misioneros y misioneras.


Siempre es necesario que esta formación se convierta en una
experiencia de fe que incluya escucha de la Palabra, oración,
reflexión, silencio para interiorizar, música, compartir fraterno,
libertad para preguntar y aportar y capacitación práctica para el
servicio propio que realizarán los misioneros..

La formación de los misioneros tendrá tres momentos:

a) Vivencia del Kerygma: La mejor preparación de los


misioneros y misioneras es que todos y todas reciban el
anuncio del Kerygma otra vez para renovar su amor por
Jesús, llenarse de su Palabra y humildemente escuchar de
nuevo la voz del Señor dejándose enseñar por el Espíritu
Santo. Es muy provechoso dedicar al menos dos días
intensivos o varias noches o tardes para que se realice esta
preparación en forma de un Retiro intensivo.
11
b) Formación especial y de organización con los
proclamadores, para los que visitarán las casas, los de
acogida, los de la intercesión y otros servicios que haya
que realizar. Atención especial se dará a la preparación
del Equipo que animará el Retiro de la Misión Mariana y
que dará seguimiento a las pequeñas comunidades que el
Señor haga surgir de la misma.
c) Reuniones de programación de la Misión Mariana
en la que se determinarán los asuntos prácticos para la
realización de la misión. Es muy importante la presencia
del Párroco y del Consejo Parroquial.

7. La Campaña de Oración por la Misión Mariana.


El éxito de la Misión está en el Señor. Como dice el salmista: “Si
el Señor no construye la casa en vano se cansan los albañiles”
(Salmo 126). Nuestra fuerza y nuestro poder está en el Señor.

Por eso, es imprescindible iniciar un mes antes organizar una


Campaña de Oración con todos los que forman la Parroquia
que incluya: rezo del Rosario, Adoración Eucarística, rezo de
tres avemarías diarias, oración en la Eucaristía, Rosario de la
Aurora, grupos de oración, procesiones con la Imagen de la
Virgen y tantas otras formas de intersección para que el Señor
realice su obra salvadora en esta Misión.

8. La gran convocatoria a la Misión Mariana.


El Señor llama a su pueblo a través de nosotros que formamos
su Iglesia. Es necesario que se realice una convocatoria
positiva y atrayente de todas las personas del Sector y del
territorio parroquial.

El objetivo de esta convocatoria es motivar a las personas


llegando a impactar sus corazones. Recordemos que los seres
humanos funcionamos un 87% con el corazón y un 13% con la
cabeza.
Hay muchas iniciativas para lograr la convocatoria:
a) Afiches, letreros, anuncios en diferentes lugares estratégicos
donde acude la gente como tiendas, colmados, oficinas,
paredes de las casas y de la Iglesia o Capilla.
b) Camisetas con letreros alusivos a la Misión Mariana que
provoque preguntas e interés.
12
c) Caminata por el Sector con la Imagen de la Altagracia
d) Visitas a las casas.
e) Invitación por las redes sociales.
f) Carta a las familias.
f) Celebraciones de la Eucaristía.
g) Convocatoria cara a cara de los amigos, conocidos,
familiares y vecinos.
h) Caminata por todo el Sector el día anterior al inicio a la
Misión
i) Anuncios por la Radio, Televisión e Internet
j) Conciertos en los Sectores.
k) Regalo de la Imagen de la Virgen de la Altagracia con el
anuncio de la Misión.

Recordemos que los presbíteros o sacerdotes tienen el don del


Señor para convocar a su pueblo. Su convocatoria entusiasta
es necesaria para que el pueblo responda.

13
TERCERA PARTE
DURANTE LA MISIÓN MARIANA

1. Celebración Eucarística en
la que se hará el Envío de
los Misioneros.
En cada Parroquia se tendrá
esta Celebración Eucarística
para dar inicio a la Misión
Mariana y realizar el envío
de los Misioneros. A esta
Celebración se convoca a
todo el Pueblo de Dios.

Sería interesante que al


finalizar la Celebración todos los misioneros y misioneras junto
con los que participaron de sus Sectores sean llamados por
el Celebrante quien los bendecirá y los enviará. Todos salen
con sus misioneros y misioneras cantando y convocando a la
Misión Mariana hacia el Sector.

2. Anuncio del Kerygma con el lema: “CON MARÍA A JESÚS”.


Este anuncio del Kerygma tendrá dos momentos:
a) Anuncio del Kerygma casa por casa que harán los
misioneros durante el día. Cada día se llevará a una casa
del Sector la Imagen de la Virgen de la Altagracia desde
donde se saldrá a visitar con la Imagen a todas las familias
e instituciones del Sector.
b) Anuncio del Kerygma en la Casa Misión siguiendo el
programa que se presentará a continuación.

3. Celebración de la Palabra o de la Eucaristía con todos los


Misioneros y Misioneras en los lugares de Misión.
La misión se nutre de la Eucaristía. Por tanto, cada día en la
mañana temprano se tendrá la Eucaristía en un Sector de los
que están en Misión Mariana. Allí acuden todos los misioneros
que pueden a esa hora. Cada día en un sector diferente.

Al final de la Eucaristía, el Párroco y el Equipo de Misioneros


hacen una evaluación del trabajo misionero del día anterior.

14
4. Convocatoria e inscripción para el Retiro de la Misión
Mariana que se realizará el fin de semana siguiente al
Anuncio del Kerygma.
Desde el Quinto Anuncio se inicia esta convocatoria e inscripción
para este Retiro que se hará con mucho entusiasmo.

5. Eucaristía del Domingo con la participación de todos los que


han participando en la Misión que junto con sus misioneros
se dirigirán con la Imagen de la Altagracia hasta el Centro
Parroquial.

6. PROCLAMACIÓN DEL KERYGMA.


A continuación, se presentan los esquemas para la proclamación
del Kerygma en esta Misión Mariana.

15
PRIMER ANUNCIO
MARÍA LA AMADA DEL SEÑOR, NOSOTROS AMADOS POR ÉL

1. Entrada festiva de la Imagen de


Nuestra Señora de la Altagracia.
La Imagen de la Virgen es llevada
entre cantos, flores y luces desde
fuera del lugar del encuentro hacia
delante y todos de pie la reciben
cantando con gran alegría. Luego
se coloca en el lugar destacado
para ella.

2. Momento de oración: Invocación


del Espíritu Santo cantada o
rezada con gran unción.
En este momento invoquemos al
Espíritu Santo que venga sobre nosotros y disponga nuestros
corazones para recibir a Jesús como lo hizo con María.

3. Introducción.
Hermanos y hermanas: Iniciamos hoy con alegría esta Misión
Mariana cuyo lema es CON MARÍA A JESÚS y que estamos
realizando en todo el país con motivo de los cien años de la
Coronación de su Imagen en la Puerta del Conde para reafirmar
nuestra identidad dominicana y nuestra identidad católica. (Un
aplauso a la Madre de la Altagracia).

Todos sabemos que María es la gran amada del Señor a quien


le encomendó ser Madre de su Hijo para nuestra salvación. Hoy
al iniciar nuestra MISIÓN MARIANA proclamamos ese amor de
Dios por Ella y por todos nosotros. Como a Ella a cada uno nos ha
amado de manera especial y nos ha llamado a una misión suya
en esta tierra.

A cada uno nos ama como somos y nos llama por nuestro
nombre. Como a María nos quiere saludar diciéndonos Alégrate,
el Señor está contigo. Ahora los invito a que cada uno diga su
nombre. Y cuando cada uno dice nombre repetimos el nombre
y le decimos ALÉGRATE, EL SEÑOR ESTA CONTIGO.

16
Canto: Dios te salve María llena eres de gracia…
Alégrate María.

4. Esta es la buena noticia que recibimos hoy: Dios te ama,


me ama y nos ama con gran ternura y misericordia como lo
hizo con María.
Todas las personas necesitamos para ser felices dos cosas
importantes: SER AMADAS Y AMAR. Amar en la Biblia quiere
decir hacer el bien. Nosotros necesitamos que las otras
personas nos hagan el bien, nos cuiden, nos ayuden, nos
tengan presentes, nos valoren, nos mencionen, nos muestren
cariño.
Cuando una persona es amada se le hace muy fácil amar
a Dios y a los demás. Es capaz de hacer el bien a las otras
personas, de hacer con otras personas lo que han hecho con
ella. Según los que estudian la manera de ser de las personas
se forma en mucho en los primeros años de la vida. De manera,
que si hemos sido muy amados de 0 a 8 años tendremos una
base fuerte para amar siempre a lo largo de la vida. Y, al revés,
si crecimos en esos años sin un gran amor se hará más difícil
amar a los otros.
Es, por eso, que dice la primera Carta de San Juan: “En esto
consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios,
sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación
por nuestros pecados. Queridos, si Dios nos amó de esta
manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros.”
(4,10).

5. María, sintió y agradeció el gran amor de Dios hacia Ella.


Hemos leído, escuchado y rezado muchas veces el saludo
hermoso del Ángel a María: “Alégrate, llena de gracia” (Lc
1,28). Ella recibe este nombre, este nombre especial, que
nadie tiene en la Biblia “la agraciada”, “la llena de gracia”.
Gracia es el amor de Dios, el favor de Dios que se derrama
sobre una persona.

A continuación, le dice: “el Señor está contigo”. Cuando Dios va


a dar a una persona una misión primero le hace experimentar el
gran amor que El le tiene y le asegura que nunca estará sola,
que El estará siempre a su lado.

17
Ella, ante este saludo “se conturbó por estas palabras, y
discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: «No
temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas
a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás
por nombre Jesús.” (Lc 1, 29-30).

Pero, poco más tarde la misma María reconocerá ese gran amor
por Ella que la llevará a cantar agradecida y llena de alegría:

Lector 1: “«Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra


en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad
de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones
me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor
maravillas el Poderoso, Santo es su nombre y su misericordia
alcanza de generación en generación a los que le temen” (Lc
1, 46-50).
Ella sabe lo que Dios ha hecho en ella y se siente feliz y dichosa
ante sus ojos por su amor hacia Ella y por la misión que le
encomienda a favor de su pueblo. Por eso, reconoce, también,
el gran amor que Dios tiene hacia su pueblo y lo expresa
hermosamente diciendo:

Lector 2: “su misericordia alcanza de generación en generación


a los que le temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó
a los que son soberbios en su propio corazón. Derribó a
los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes. A los
hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada.
Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia como
había anunciado a nuestros padres - en favor de Abraham y de
su linaje por los siglos.»”
Este amor de Dios hacia María lo manifiesta su prima Isabel
al saludarla llena de alegría diciéndole: “Bendita tú entre las
mujeres” (Lc 1,42). Esta frase es una alabanza para ella y
un reconocimiento de la bendición y el favor que Dios le ha
concedido de ser la mujer bendita por excelencia por ser la
madre de su Hijo.

Canto: El Señor hizo en mí maravillas

18
6. Como María, también, tú, yo y todos nosotros somos
amados por Dios.
La Buena Noticia que deseamos dar es que el amor de Dios
es grande para cada uno nosotros. El te ama y nos ama desde
antes que se creara el mundo y nos destinó a ser sus hijos como
muy hermosamente dice San Pablo (cfr. Efesios 1,3-4). Antes
de nacer Él nos pensó, nos amó y puso dentro de nosotros una
misión especial para realizar en este mundo.

Lo importante, entonces, es que descubramos este amor suyo


en lo más profundo de nuestro ser y a lo largo de nuestra
existencia en esta tierra en la que nos ha mostrado su amor
como lo hizo con María.

Ahora uno de los misioneros o misioneras nos contará


cómo Dios le ha manifestado su amor.
Escuchemos con atención.
Luego, de escuchar este hermoso testimonio nos juntaremos
en grupitos de tres a 5 personas para que conversemos sobre
el amor de Dios hacia nosotros.

En este momento compartamos entre nosotros contestando


estas preguntas:
• ¿Cuál es tu nombre? ¿Dónde vives? ¿Cómo se llaman tu
padre y tu madre? ¿Cuántos forman tu familia?
• ¿Tú has sentido en tu vida que Dios te ama? ¿Cuándo y
cómo? Contemplemos el cuadro de Nuestra Señora de
la Altagracia.
Momento de oración.

7. Ahora permaneciendo en tu grupo miremos juntos la Imagen


de la Virgen de la Altagracia. Descubramos cómo todo su
cuerpo está lleno de luz, su rostro, su vestido, su cabeza, las
estrellas. Y su Hijo, el Niño, lleno todavía más de luz. María está
llena de gracia, del amor del Padre manifestado en su Hijo.

Y, en este momento dentro del grupo, alabemos a María


por ser agraciada por Dios, por llenarla de su amor. A cada
alabanza le decimos como su prima Isabel: “Bendita tú eres
entre todas las mujeres”.

19
Canto de alabanza a María.

Como María, demos gracias al Padre Dios por tanto amor


que nos tiene a nosotros. Cada uno o cada una puede dar
gracias a Dios por todo el amor que Él le ha manifestado.
Todos decimos: «Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu
se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en mí.
Se concluye rezando tos juntos: Padre Nuestro, Ave María,
Gloria al Padre.

8. Avisos para mañana.

9. Donde sea posible: la Imagen de la Virgen se lleva a una


de las casas de los misionados. En el día los misioneros
del Sector visitarán a los enfermos, a las escuelas, hospital,
oficinas y a quienes deseen su visita. Desde ese hogar se trae
al lugar de la Misión al otro día.

20
SEGUNDO ANUNCIO
DESCUBRAMOS LAS TINIEBLAS Y SOMBRAS DE MUERTE QUE
QUIEREN DESTRUIR LA LUZ QUE RESPLANDECE EN MARÍA

Orientaciones para este


Segundo Anuncio: Tener
una lámpara apagada, o una
bombilla o linterna sin pilas
que no alumbra. Al iniciar el
tema apagar la luz y meditar
dos minutos sobre la realidad
del pecado. Se coloca la
Imagen de la Virgen con una
luz que no se apagará.

Preparar en la Casa o Capilla


un mural o cartel con fotos,
recortes de periódico, o revistas que expliquen lo que está
sucediendo en el mundo. ¿Qué estamos viendo? ¿Qué está
aconteciendo? Colocar letreros con los textos bíblicos y con
imágenes que nos ayuden a pensar en la realidad del pecado.

Los misioneros van vestidos con ropa oscura.

Recibimiento: Se tiene todo preparado y al llegar los


participantes se les da la bienvenida de manera alegre, dos
misioneros en la puerta para el recibimiento y el protocolo de
higiene.

1. Entrada festiva de la imagen de la Virgen de Altagracia que


ha estado peregrinando por el sector.

2. Canciones alegres a María: Ella es María (www.youtube.


com/watch?v=uRDvk_knfFM. María tú. (ww.youtube.com/
watch?v=6OFmNmBcUDQ)

3. Invocación al Espíritu Santo con mucha unción.


Canto al Espíritu Santo: El Espíritu de Dios está en este lugar/
Muévete en mí. www.youtube.com/watch?v=cDP1Ly6K6lM.

Oraciones espontáneas pidiendo que el Espíritu nos haga


descubrir las tinieblas de nuestros corazones.
21
4. Introducción del encuentro.
En el primer anuncio hablábamos de ese amor de Dios por María
y por todos nosotros que nos da alegría, que nos da vida y nos
llena de su luz. Pero, ese amor de Dios se ve obstaculizado y
atacado por las tinieblas y la luz que también penetran nuestros
corazones, a nuestras familias, a nuestros sectores, a nuestro
pueblo y en el mundo entero.

Esas tinieblas y esas sombras de muerte tienen un nombre


que es PECADO, que es la desobediencia a la voluntad de
Dios, haciendo lo que deseamos. Es actuar de espaldas a
Dios; sin contar con Dios; fuera de Dios y contra Dios. Fue lo
que cometieron Adán y Eva al creer que si desobedecían a
Dios serían poderosos como Él, serían libres para hacer lo que
quisieran sin tener límite alguno y que así serían verdaderamente
felices. Y lo que consiguieron y lo que conseguimos nosotros
cuando seguimos su ejemplo es todo lo contrario. Caemos
en la tristeza, en la oscuridad de la vida, en la infelicidad. En
Romanos 6: 23 nos dice que ¨el salario del pecado es la muerte¨

El pecado es una ofensa a Dios: “Contra ti, contra ti sólo


pequé, cometí la maldad que aborreces” (Sal 51, 6). El pecado
se levanta contra el amor que Dios nos tiene y aparta de Él
nuestros corazones. En otras palabras, podemos decir que el
pecado es todo lo que nos separa de Dios.

Escuchemos Génesis 3, 9-18.

Lector 1: “Oyeron luego el ruido de los pasos de Yahveh Dios


que se paseaba por el jardín a la hora de la brisa, y el hombre
y su mujer se ocultaron de la vista de Yahveh Dios por entre
los árboles del jardín. Yahveh Dios llamó al hombre y le dijo:
«¿Dónde estás?» 10.Este contestó: «Te oí andar por el jardín
y tuve miedo, porque estoy desnudo; por eso me escondí.»
El replicó: «¿Quién te ha hecho ver que estabas desnudo?
¿Has comido acaso del árbol del que te prohibí comer?» Dijo
el hombre: «La mujer que me diste por compañera me dio del
árbol y comí.» Dijo, pues, Yahveh Dios a la mujer: «¿Por qué
lo has hecho?» Y contestó la mujer: «La serpiente me sedujo,
y comí.» Entonces Yahveh Dios dijo a la serpiente: «Por haber
hecho esto, maldita seas entre todas las bestias y entre todos
los animales del campo. Sobre tu vientre caminarás, y polvo
22
comerás todos los días de tu vida. Enemistad pondré entre ti
y la mujer, y entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza
mientras acechas tú su calcañar.» A la mujer le dijo: «Tantas
haré tus fatigas cuantos sean tus embarazos: con dolor parirás
los hijos. Hacia tu marido irá tu apetencia, y él te dominará.
Al hombre le dijo: «Por haber escuchado la voz de tu mujer y
comido del árbol del que yo te había prohibido comer, maldito
sea el suelo por tu causa: con fatiga sacarás de él el alimento
todos los días de tu vida. Espinas y abrojos te producirá, y
comerás la hierba del campo. 19.Con el sudor de tu rostro
comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo, pues de él fuiste
tomado. Porque eres polvo y al polvo tornarás.»”

5. Meditemos un momento sobre la realidad del pecado (dos


minutos de silencio se apagan las luces).
Hagamos una relación entre el pecado y la oscuridad, porque
cuando andamos en el pecado, andamos en tinieblas y en
sombras de muerte.
Como el primer pecado, es una desobediencia, muchas veces
estamos sumergidos en el Pecado y no nos damos cuenta.
Vivimos en sombra y en oscuridad y seguimos caminando
sin rumbo en la vida. Cuando estamos en pecado sentimos
miedo, tristeza, soledad, nos sentimos solos. No hay felicidad
verdadera. No podemos ver con claridad.
¿Qué estamos mirando hoy en el mundo? La sociedad
corrompida: Individualismo, corrupción política e institucional,
opresión, aborto, explotación, la familia está pasando por
momentos difíciles, injusticia, violencia, guerras, esclavitud,
violencia, la guerra que ahora mismo vimos como destruye la
vida de tantos inocentes, desigualdades económicas y sociales,
miseria y hambre, conflictos raciales, afán de poder de dinero
y de dominio. Enfermedad y muerte. Todos estos males son
consecuencias del pecado.
Vemos como la naturaleza grita de dolor y por eso los
terremotos, inundaciones, sequías, maremotos (sunamis),
clima trastornado, especies que desaparecen, todos estos
son signos de que la tierra grita por nuestra falta de cuidado y
de consideración, no solo entre nosotros sino también con el
planeta, con toda la creación.

23
¿Que sentimos cuando se va la luz? ¿Te imaginas viviendo en
un lugar donde todo es oscuro y no se puede ver con claridad?
(Se encienden las luces).

6. Contemplemos a María, la mujer obediente a la voluntad


de Dios.
El pecado es desobedecer al plan de Dios. María se nos
presenta como la que en todo hace la voluntad de Dios. Por eso
está llena de luz. Y, por eso, puede vencer el mal y sus tinieblas.
Aún más Dios la asoció para que con su Hijo combatiera la
oscuridad del pecado.

Ella es la mujer de la que nacerá el que aplastará la serpiente


infernal que es causa del pecado humano. Ella será la mujer
que da a luz el Hijo que el dragón con todas sus estrategias
malignas quiere destruir. Ella no puede ser destruida por el
Maligno, que la ataca y es vencido.

En esta misión en la que queremos caminar con la Virgen


María, vemos como ella fue preservada del pecado. Nosotros
caemos con frecuencia en la fragilidad, en nuestra debilidad y
faltamos a Dios. María no faltó a Dios por eso es llamada La
nueva Eva. Pero, Ella fue atacada por el Maligno y por los que
siguen haciéndola sufrir mucho a causa de su Hijo.

Pero, todos nosotros estamos llamados a vivir como María,


plenamente llenos del amor de Dios, aplastando junto con Ella
al Maligno siendo obedientes al Padre que a través de su Hijo
nos hace conocer la voluntad del Padre y vivir llenos de luz.

Canto: Mi alegría está en vivir la Palabra del Señor .


(www.youtube.com/watch?v=FI11bT5eV8o).

7. Juntos oremos con la Imagen de Nuestra Señora de la


Altagracia.
Si nos fijamos bien en esta imagen podemos observar que
María, el Niño y José están llenos de luz. Pero, están en un un
templo antiguo donde hay sombras y oscuridad. Nos recuerda
que era de noche cuando nació el Niño.

Así estaba la humanidad como en la noche oscura, y se cumple


la profecía de Zacarías que decía que su hijo Juan prepararía
24
los caminos para que Jesús iluminara las tinieblas y sombras
de muerte y nos guiara por el camino de la paz.

Descubramos nuestra oscuridad interior, nuestras


desobediencias, nuestras maldades, nuestras rebeldías y
malas acciones. Y miremos a Jesús, a María y José llenos de
luz.

Mirándolos a ellos pidamos que nos llenen de su luz, que


limpien nuestros pecados, que destruyan nuestras tinieblas.

Silencio.

Compartimos en pequeños grupos de 3 a 5 personas.

Se contestan estas preguntas:


• ¿Qué he descubierto hoy en mi vida con este anuncio sobre
el pecado que nos sumerge en la oscuridad?
• ¿A qué me invita?

Mirando el cuadro de la Altagracia pidamos perdón


por nuestros pecados diciendo: Yo confieso ante Dios
Todopoderoso…
Canción: Madre de los pobres https://www.youtube.com/
watch?v=LMjSHwz0yHA.

8. Avisos.

9. Donde sea posible: la Imagen de la Virgen se lleva a una de


las casas de los misionados. En el día los misioneros del Sector
visitarán a los enfermos, a las escuelas, hospital, oficinas y a
quienes deseen su visita. Desde ese hogar se trae al lugar de
la Misión al otro día.

A las 3:00 pm los misioneros y misionados que puedan rezan


ante la Imagen la Coronilla de la Misericordia, intercediendo
por los males que afectan nuestra comunidad, nuestro país y
el mundo entero. Al pasar en procesión con la imagen de la
Virgen en el Sector rezamos por todos los males que lo afectan.

25
TERCER ANUNCIO
BENDITO ES EL FRUTO DE TU VIENTRE:
JESÚS, NUESTRO SEÑOR Y SALVADOR

Orientaciones para este tercer


anuncio: Preparar bien la
procesión desde el Sector con la
Imagen de la Altagracia, con la Cruz
delante, la Bandera dominicana
detrás. Es bueno tener buen
equipo de sonido para el camino.
Preparar bien los cantos del Tercer Anuncio y los momentos
de oración. Formar grupitos con las mismas personas cada día
para aplicar a la vida lo que se ha anunciado. Tener elegido el
misionero que dará el testimonio de su encuentro con Jesús.
Tener las lecturas marcadas en la Biblia y elegidos los lecturas.

1. Entrada festiva de la imagen de la Altagracia:


La Imagen de nuestra Señora de la Altagracia va delante
llevada por las personas del Sector, Después le sigue la
bandera simbolizando que ella es nuestra protectora del Pueblo
Dominicano y madre de Jesús y nuestra.

2. Canciones alegres a María.

3. Invocación al Espíritu Santo con gran unción cantada o


rezada.

4. Introduccion del Tercer Anuncio.


En el primer anuncio de esta Misión Mariana nos gozábamos
recordando el gran amor de Dios hacia María y hacia cada uno
y cada una de nosotras y por toda la humanidad.

En el pasado anuncio nos detuvimos en una penosa realidad


que nos afecta a todos los seres humanos. Ante tanto amor de
Dios tristemente nuestra respuesta no corresponde a ese amor
y caemos en la desobediencia destruyendo nuestra relación
con él y entre nosotros.

Descubrimos que hay tinieblas y sombras dentro de nosotros y


a nuestro alrededor. Contemplamos a María, pura y limpia de
26
pecado y descubrimos en Ella una llamada a buscar una luz
que pueda iluminar y salvar esta realidad terrible del pecado.

La Buena Noticia que les traemos en este TERCER ANUNCIO


es que del seno de María ha brotado esa luz que es Jesucristo, el
bendito fruto de su vientre que ha venido a liberarnos del pecado,
de la muerte que trajo consigo y de toda cadena opresora que
quiere esclavizar a toda persona que viene a este mundo.

El mismo nombre JESÚS quiere decir “Yahvé salva”, “Dios


salva”, como lo expresa el Angel a José al decirle: “María tu
mujer… dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús,
porque él salvará a su pueblo de sus pecados.»” (Mt 1,20-21).

A eso vino a la tierra. Por eso, se despojó de su rango divino y


por amor a nosotros cargó con nuestra debilidad humana, se
hizo uno de tantos, se hizo pobre para salvarnos. Es decir, para
liberarnos de todo lo que nos aparta de su Padre Dios, de nuestros
semejantes, de la creación y que nos divide interiormente.

Toda su vida la dedicó a obedecer a su Padre, a pasar por los


caminos anunciando el Reino de su PADRE, en el que desde
ya todos somos sus hijos, llamados a ser hermanos, a compartir
el pan de cada día, a perdonarnos como el Padre nos perdona
y a rechazar todo mal y al maligno en cualquiera de sus formas
e invitaciones que destruyen las personas, las familias y la
sociedad entera engendrando muerte, esclavitud y destrucción.

El vivió en la tierra y vive solo para su PADRE. Su comida y


bebida era hacer la voluntad de su Padre, sembrar su Palabra en
los corazones, mostrar su misericordia sanando a los enfermos,
liberando a los esclavizados por el diablo, resucitando muertos,
perdonando a los pecadores y anunciando a los pobres que
Dios estaba de su parte.

Por preferir la gloria de su Padre antes que la gloria momentánea


y pasajera de los hombres, aceptó el rechazo de los grandes de
siempre y de la incomprensión de los que decían representar
a Dios. Sufrió la crítica, la persecución y como manso cordero
no se resistió cuando las fuerzas del mal lo llevaron a una cruz
para callar su voz, para quitarlo de en medio porque su sola
presencia les denunciaba su mentira, su falsa fe en el Dios
vivo, su abuso de los pobres y de su orgullo de ser los mejores.
27
Fue levantado en la Cruz, pero de su costado brotó sangre y
agua que da vida, que purifica, que lleva a la comunión con su
Padre, entre nosotros, con la creación y con nosotros mismos.
Con su sangre derramada por amor derrotó el pecado, perdonó
las culpas, pago la factura del pecado, cargó nuestros crímenes
y delitos y nos liberó del mal, haciéndonos libres de la muerte
y del miedo a ella así como de toda esclavitud venga desde
adentro de la persona o se le imponga desde fuera.

Pero, la muerte no pudo destruirlo. El Padre lo levantó del


sepulcro y Él vive y fue constituido Señor y Salvador de todos
los hombres y mujeres. Con su resurrección hemos resucitado
también nosotros y hemos pasado de la muerte a la vida. Nos
ha hecho libres para obedecer al Padre, para hacernos el bien
unos a otros y para sembrar por todas partes el Reino de su

Padre, Reino de verdad, de justicia, de libertad y de paz.


Pedro, lo anunció hermosamente diciendo:

Lector 1: “Ustedes saben lo sucedido en toda Judea,


comenzando por Galilea, después que Juan predicó el
bautismo; cómo Dios a Jesús de Nazaret le ungió con el
Espíritu Santo y con poder, y cómo él pasó haciendo el bien
y curando a todos los oprimidos por el Diablo, porque Dios
estaba con él; y nosotros somos testigos de todo lo que hizo en
la región de los judíos y en Jerusalén; a quien llegaron a matar
colgándole de un madero; a éste, Dios le resucitó al tercer día y
le concedió la gracia de aparecerse, no a todo el pueblo, sino a
los testigos que Dios había escogido de antemano, a nosotros
que comimos y bebimos con él después que resucitó de entre
los muertos. Y nos mandó que predicásemos al Pueblo, y que
diésemos testimonio de que él está constituido por Dios juez de
vivos y muertos.” (Hechos 10,37-42)

Lector 2: “El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús a quien


ustedes dieron muerte colgándole de un madero. A éste le ha
exaltado Dios con su diestra como Jefe y Salvador, para conceder
a Israel la conversión y el perdón de los pecados. Nosotros somos
testigos de estas cosas, y también el Espíritu Santo que ha dado
Dios a los que le obedecen.»” (Hechos 5, 30-32).

Canto: Porque Cristo, nuestro hermano, ha resucitado,


María alégrate.
28
5. María vive por Jesús, para Jesús, con Jesús y en Jesús.
Como nos testimonian los Evangelios toda la vida de María
está referida, centrada, motivada y realizada por, para, con su
Hijo Jesús y en Él. Ella fue preparada por el Padre para ser la
madre de su Hijo. Ella desde muy joven se comprometió a ser
su Madre con un sí que permaneció firme y fiel hasta la cruz y
hasta la victoria final y eterna.

Con razón la llamamos la primera discípula misionera de su Hijo


Jesucristo. Ella como discípula guardaba todo en su corazón y
escarbaba desde dentro la voluntad del Padre desde la anunciación
hasta el final de su vida en la tierra. Ella no entendía todo lo de su
Hijo pero hizo vida su decisión: “Hágase en mi según tu Palabra”.
Ella merece como la primera y modelo de discípula lo que dijo
Jesús cuando lo buscaba junto a sus familiares: “Dichosos los
que escuchan la Palabra de Dios y la viven” (Lc 11,27).

Ella fue la primera que llevó a Jesucristo a otras personas


cuando visitó a su prima Isabel. Ella es la asociada principal
en su misión hasta el sufrimiento como le anunció el anciano
Simeón al decirle: “y a ti misma una espada te atravesará el
corazón” (Lc 2,34s). Ella nos enseña a ser discípulos de su Hijo
cuando nos dice: “Hagan lo que El les diga” (Juan 2, 5). Ella se
convertirá en madre de sus discípulos cuando su Hijo le entrega
al discípulo que estaba al pie de la cruz que representaba a
todos los que a través de la historia le siguieran.

Canto: Mi alegría está en vivir la Palabra como la vivió María…

6. Compartamos en este momento nuestra experiencia del


encuentro con Jesús en nuestra vida.
Como María cada uno de nosotros ha tenido un encuentro
especial con Dios Padre a través de Jesús su Hijo. En este
momento uno de los misioneros compartirá cómo vivió este
encuentro con Jesús, como su Señor y Salvador.
Ahora formaremos grupitos de 3 o 5 personas junto con un
misionero y compartiremos nuestras respuestas a estas
preguntas:
• Si alguien te preguntara: ¿quién es Jesús?, ¿cuál sería
tu respuesta?
• ¿Has tenido un encuentro personal con Jesús? ¿Cómo
y cuándo?
29
7. Oremos contemplando la imagen de la Altagracia en la que
Ella aparece adorando a Jesús su Hijo.
Si nos fijamos bien en la imagen de María podemos descubrir
que Ella aparece mirando hacia su Hijo, con sus ojos fijos en El
en actitud de adoración. Su Niño aparece lleno de luz, brillante
y que irradia luz hacia Ella iluminando la oscuridad que le rodea
indicando así que Él es el Liberador y Salvador que nos libra del
pecado y nos lleva a la íntima unión con Dios y entre nosotros.

Ahora con los ojos fijos en Jesús como María lo adoramos,


lo alabamos, lo bendecimos, lo glorificamos, lo ensalzamos y
le cantamos. Todos nos ponemos de rodillas y entonamos un
canto de adoración.

Luego, los que quieran expresan con sus propias palabras su


adoración al Señor.

Se concluye con esta oración: Señor Jesús,/ Tú, el Hijo amado


del Padre, / que has venido a revelarnos el amor eterno de
Dios, te pedimos que derrames en nosotros tu Espíritu Santo,/
para que nos identifiquemos contigo, asumiendo tu estilo de
vida,/ amando, perdonando, ayudando, sirviendo, siempre
como Tú. /Queremos escucharte, Señor, por eso ayúdanos a
reconocernos y a vivir como hijos amados del Padre, para que
así, en cada momento de nuestras vidas, tú seas la razón de
nuestras vidas. Amén.

Canto: Llévanos a Jesús, María/ Llévanos a Jesús…

8. Avisos.

9. Cantos alegres a Jesús y María.

10. Donde sea posible: la Imagen de la Virgen se lleva a una


de las casas de los misionados. En el día los misioneros
del Sector pueden visitar las casas con la Imagen. Se
puede organizar en el Sector unas horas de adoración al
Señor, gozando de su presencia y orando para que todos los
misionados tengan un encuentro vivo con el Señor.

30
CUARTO ANUNCIO
BENDITA MARÍA TÚ HAS CREÍDO A LA PALABRA
DEL SEÑOR COMO ELLA RESPONDAMOS CON FE AL
LLAMADO DEL SEÑOR.

Orientaciones para este Cuarto


Anuncio: Se trae el cuadro de la
Virgen de la Altagracia desde la
casa donde se hospedó ayer. Se
lleva los dos velones, la Cruz, la
Biblia, la bandera nacional, rosario
misionero. Se tiene buen sonido
para el sonido.

1. Entrada festiva de la imagen de la


Altagracia: La Imagen de nuestra
Señora de la Altagracia va delante
llevada por las personas del Sector,
acompañada con luces y flores.
Después le sigue la bandera simbolizando que ella es nuestra
protectora del Pueblo Dominicano y madre de Jesús y nuestra.
Luego, va la Biblia abierta signo de vida en abundante donde
se conoce, vive y fortalece la fe de todo creyente.

2. Canciones alegres a María.

3. Invocación al Espíritu Santo con gran unción cantada o


rezada.
Ahora presentaremos los diferentes signos que hemos traído
junto a la Virgen Altagracia.
Madre, te presentamos estas luces como signo que la fe de
María trajo la Luz al mundo, a Jesús.
Madre, te presentamos la cruz, signo de tu fe fuerte y firme
hasta el final en la cruz junto a tu Hijo.
Madre, te presentamos la Biblia, para que nos ayude a realizar
la voluntad del Padre tal como nos la ha dado conocer tu Hijo.
Madre, te presentamos la bandera nacional de este pueblo que
te ama y que tú eres su Reina y Soberana.

31
Madre, te presentamos el Rosario Misionero, como signo de
nuestro deseo de seguir tus pasos en la fe en tu Hijo.

4. Introducción al Cuarto Anuncio.


En el primer anuncio de esta Misión Mariana nos gozábamos
recordando el gran amor de Dios hacia María y hacia cada uno
y cada una de nosotras y por toda la humanidad.

En el Segundo Anuncio resaltamos que ante tanto amor de


Dios tristemente nuestra respuesta no corresponde a ese amor
y caemos en la desobediencia destruyendo nuestra relación
con él y entre nosotros. Constatamos que dentro de nosotros y
a nuestro alrededor hay tinieblas y sombras.

La Buena Noticia que escuchamos en el TERCER ANUNCIO


es que del seno de María ha brotado esa luz que es Jesucristo,
el bendito fruto de su vientre que ha venido a liberarnos del
pecado, de la muerte y de toda cadena opresora que quiere
esclavizar a toda persona que viene a este mundo.

Hoy en este CUARTO ANUNCIO de esta MISIÓN MARIANA


escucharemos la voz del Señor que sólo nos pide la FE en
Él para poder participar de esa felicidad, de esa liberación y
salvación que Él ha logrado para nosotros con su muerte y
resurrección.

5. En María tenemos un modelo de fe verdadera y una escuela


para vivirla.
La fe es entregarse en las manos del Padre para hacer su
Voluntad en todo momento y lugar. Es aceptar con toda
convicción que Dios hace que lo imposible sea posible. Es
mirar a Dios que todo lo puede antes que mirarse a sí mismo
en sus debilidades y precariedades. Es abandonarse confiados
en lo que Dios nos dice en su Palabra escrita y en la que El
manifiesta en nuestra historia, en los acontecimientos que
suceden en nuestro mundo.

Es confiar en El sin medida, sin condiciones y seguros de que


lo que Él dice se cumplirá tarde o temprano.

El primer paso grande de fe que María dio nos lo relata San


Lucas:

32
• Narrador/ a: Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel
Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una
virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa
de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le
dijo:
• Ángel:«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»
• Narrador/a:Ella se conturbó por estas palabras, y discurría
qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo:
• Ángel: «No temas, María, porque has hallado gracia
delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz
un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. El será grande
y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el
trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob
por los siglos y su reino no tendrá fin.»
• Narrador/a: María respondió al ángel:
• María: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?»
• Narrador/a: El ángel le respondió:
• Ángel: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del
Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de
nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también
Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este
es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque
ninguna cosa es imposible para Dios.»
• Narrador/a: Dijo María:
• María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según
tu palabra.» (Lc.1,26-38).

Canto: “ Quiero decir que sí como Tú María…

A partir de este “Hágase en mí, según tu palabra”, Ella se puso


a la total disponibilidad, abandono y entrega generosa haciendo
de su vida entera de María una larga ruta de fe. Ella fue una
peregrina de la fe en las alegrías, en tantas complicaciones y
adversidades. combatiéndola con sencillez, humildad, valentía
y silencio..

Es importante destacar que la voluntad de Dios Ella tuvo que


descubrirla a lo largo de su vida. Ella se fio de Dios y vivió
apoyándose en la Palabra de Dios. El plan divino se le ocultó
33
a veces bajo un velo oscuro y desconcertante: así la extrema
pobreza en que nace Jesús, la necesidad de huir al destierro
para salvarle de Herodes, las fatigas para proporcionarle lo
estrictamente necesario, su sufrimiento al pie de la Cruz.

Pero, Ella aunque no entendía muchas cosas, no dudó que


aquel hijo débil e indefenso, era el Hijo de Dios. La Virgen
creyó y se fio siempre, aun cuando no entendiera el misterio,
guardando todo en su corazón (Lc 2, 19 y 51).

Su fe se refuerza en las fases sucesivas de la vida oculta


en Nazaret y del ministerio público de Jesús hasta llegar al
momento más terrible que fue el de la Cruz de su Hijo.

Esta fe de María hace que Isabel la felicite y le diga: “Feliz de


ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de
parte del Señor».” (Lc 1,45).

Esta fe de María nos anima a ponernos cada día a la escucha de


la Palabra, para comprender su designio de amor en las diversas
situaciones diarias, colaborando fielmente en su realización,
aunque no entendamos nada ni encontramos explicaciones a
las propuestas del Señor ni a las cosas que suceden en nuestras
vidas, en nuestras familias y en nuestra sociedad.

El ejemplo de María permite que aprendamos el valor


del  silencio guardando todo en nuestro corazón, buscando
el verdadero significado, el propósito de Dios en todo lo que
acontece, interpretando desde el Señor esos hechos alegres o
tristes de nuestra vida y de nuestro mundo.

Contemplando a María podemos ser fieles en el camino de


la fe y llegar como Ella a la meta definitiva que es su propio
su Hijo Jesucristo que nos lleva al Padre. Apuntémonos en la
escuela de la fe de María y dejémonos acompañar por Ella en
este camino de la fe y seguros avanzaremos a la verdadera fe.

Canto: Madre de todos los hombres, enséñanos a decir


Amén.

6. Compartamos entre nosotros sobre nuestra fe.


Como María cada uno de nosotros ha respondido a la llamada
a la fe que el Señor nos ha hecho. En este momento uno de
34
los misioneros compartirá con ustedes sobre su vida de fe,
desde que inició su camino de fe hasta este momento que le
corresponde comunicar la fe a otros y otras.

Ahora formaremos grupitos de 3 o 5 personas junto con


un misionero y compartiremos nuestras respuestas a estas
preguntas:
• ¿Desde cuándo tú has sentido fe en Dios?
• En este momento de tu vida, ¿cómo sientes que estás
viviendo la fe en el Señor?

Canto: María llévame a Jesús.

7. Oremos contemplando la imagen de la Altagracia en la que


Ella aparece orando llena de fe.
En la Imagen aparece la Virgen de la Altagracia con las manos
juntas en actitud de oración, que supone fe en Dios que es
Uno y Trino como se puede contemplar en el triángulo blanco
volteado hacia abajo. Nuestra fe es en el Padre, en el Hijo y en
el Espíritu Santo. También, detrás aparece José con una luz
encendida que nos habla de su fe que él mostró al aceptar a
María como esposa cuando comprendió que lo que sucedió en
ella era obra de Dios y de su plan de salvación de la humanidad.

Ahora cada uno de nosotros renovará su fe en el Señor


como María diciendo alguna frase reafirmando su fe. Todos
respondemos: Señor, yo creo, pero aumenta mi fe.

Se concluye rezando el Credo.

8. Avisos.

9. Cantos alegres a la Virgen.

10. Donde sea posible: la Imagen de la Virgen se lleva a una


de las casas de los misionados. En el día los misioneros
del Sector pueden visitar las casas con la Imagen invitando a
renovar la fe en cada hogar.

35
QUINTO ANUNCIO
MARÍA, TODA DE DIOS

1. Entrada festiva de la Imagen de


Nuestra Señora de la Altagracia
La Imagen de nuestra Señora de la
Altagracia va delante llevada por las
personas del Sector, acompañada
con luces y flores. Después le sigue
la bandera simbolizando que ella
es nuestra protectora del Pueblo
Dominicano y madre de Jesús y
nuestra. Luego, va la Biblia abierta
signo de vida en abundante donde
se conoce, vive y fortalece la fe de
todo creyente.

2. Momento de oración: Invocación del Espíritu Santo


cantada o rezada.
En este momento los participantes pueden invocar con sus
propias palabras la venida del Espíritu Santo sobre cada uno
de ellos. Se concluye con un canto.

3. Introducción.
Durante el encuentro pasado hemos descubierto que la
respuesta al amor de Dios por cada uno y por todos nosotros
manifestado a través de su Hijo Jesucristo que Él espera de
nosotros es la fe confiada y decidida por Él. Esta fe en el Padre
Dios y en su Hijo Jesucristo lleva dentro la conversión de nuestra
mente, de nuestro corazón y de nuestro comportamiento
pasando a pensar, sentir y actuar como Jesús el Señor. La
conversión y la fe van juntas.

Así lo dice Jesús: “Conviértanse y crean en el Evangelio” (Mc


1,15). La palabra conversión significa “cambio de mente”, es
decir, “ir más allá de lo que se conoce o se tiene establecido en
la mente”. En otras palabras, es un cambio de mentalidad para
adoptar una nueva manera de ver el mundo, la vida, la familia,
la relación con los demás, los negocios, las diversiones y todo lo
que somos, sentimos y hacemos para hacer nuestra la manera
de pensar, de sentir y de actuar de Jesucristo. Esto lleva a una
36
transformación de nuestros valores, objetivos y prioridades,
así como nuestro vínculo con la sociedad y sus elementos
culturales y materiales.

La conversión es un movimiento de cambio del mal al bien o del


bien a un bien mayor. Como cristianos estamos llamados a vivir
en conversión permanente, porque muchas veces tendremos
que cambiar de rumbo para ser fieles a Dios con quien nos
hemos comprometido. Algunas veces, estamos llamados a
corregir algo, a comenzar de nuevo para no perder el camino.
O, a veces, el Señor nos pide dar un paso más grande para una
nueva misión, para un crecimiento mayor en la fe que implicará
dejar planes propios, abandonar la comodidad de que siempre
se ha hecho así y caminar hacia lo desconocido o hacia lo
que no nos gusta o a contradecir lo que está de moda o de
lo que hace la gente o a lo que propone el Maligno de forma
disimulada y graciosa.

La conversión es nacer de nuevo continuamente como lo pidió


Jesús a Nicodemo: “el que no nazca de nuevo, no puede ver
el Reino de Dios” (Jn 3,3). Dar el paso de la conversión trae
preguntas como la de Nicodemo: “¿Cómo puede uno nacer de
nuevo siendo ya viejo?” (v. 4). Y trae resistencias: yo no puedo,
yo no sé, yo no tengo tiempo ni capacidad, la gente no está en
eso y otras razones que quieren explicar la negativa.

La conversión implica dejar atrás lo que hacíamos y empezar


a caminar hacia delante, hacia la Voluntad del Padre, hacia su
Reino. Como lo dirá San Pablo en Filipenses:

““Pero lo que era para mí ganancia, lo he juzgado una pérdida


a causa de Cristo. Y más aún: juzgo que todo es pérdida ante
la sublimidad del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor,
por quien perdí todas las cosas, y las tengo por basura para
ganar a Cristo, y ser hallado en él, no con la justicia mía, la
que viene de la Ley, sino la que viene por la fe de Cristo, la
justicia que viene de Dios, apoyada en la fe, y conocerle a él, el
poder de su resurrección y la comunión en sus padecimientos
hasta hacerme semejante a él en su muerte, tratando de llegar
a la resurrección de entre los muertos. No que lo tenga ya
conseguido o que sea ya perfecto, sino que continúo mi carrera
por si consigo alcanzarlo, habiendo sido yo mismo alcanzado
37
por Cristo Jesús. Yo, hermanos, no creo haberlo alcanzado
todavía. Pero una cosa hago: olvido lo que dejé atrás y me
lanzo a lo que está por delante, corriendo hacia la meta, para
alcanzar el premio a que Dios me llama desde lo alto en Cristo
Jesús.”

Canto: Jesucristo me dejó inquieto.

4. María vivió siempre en conversión permanente.


En María tenemos un ejemplo hermoso de conversión
permanente al Señor. Hagamos un recorrido por su vida de fe.

Lector 1: ““Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a
una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada
con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de
la virgen era María. Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia,
el Señor está contigo.» Ella se conturbó por estas palabras, y
discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: «No temas,
María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir
en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre
Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor
Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de
Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.» María respondió
al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?»”
(Lc 26-34)

Esta elección de Dios causó en María sorpresa, turbación y


miedo. Le provocó la pregunta de cómo podría ser eso siendo
ella una virgen desposada con José. Pero, cuando entendió
que era Dios, el que hace que lo imposible sea posible, que le
pedía eso, realiza su primera conversión al proyecto de Dios.
Se le acabaron sus planes tranquilos de un matrimonio con
José y de una familia como todas las demás. Se lanzaba por
Dios a una situación difícil en un pueblo pequeño que se llenaría
de comentarios y chismes y de enfrentarse a su esposo José
que podría sentir que le había traicionado y podría legalmente
denunciarla y llevarla a la muerte por adulterio.

Lector 2: “Su padre y su madre estaban admirados de lo que


se decía de él. Simeón les bendijo y dijo a María, su madre:
«Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel,

38
y para ser señal de contradicción - ¡y a ti misma una espada
te atravesará el alma! - a fin de que queden al descubierto las
intenciones de muchos corazones.»” (Lucas 2,31-35)

Así comenzó un camino detrás de la voluntad de Dios, que


le llevó a arriesgarse, a abrirse a lo nuevo y pasar muchas
veces por la incertidumbre de la fe que tiene noches oscuras
que no tienen explicaciones en el momento y en las cuales
se entiende poco, se sufre mucho y sólo vale el abandono
en las manos del Padre. ¡Cuántas veces fue traspasado el
corazón de María! Pero, Ella seguía siempre fiel al proyecto
de Dios.

Le tocó aprender poco a poco y a través de los acontecimientos


lo que Dios tenía tramado con su Hijo. María fue desafiada por el
mismo Jesús con sus palabras y acciones que eran tan diferentes
de las personas de su tiempo y las propias de la cultura religiosa
de Israel, que la llevaban a dar un paso más en la fe.

Lector 3: “Cuando tuvo doce años, subieron ellos como


de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el
niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo su padres.
Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de
camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos; pero al
no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca. Y sucedió
que, al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado
en medio de los maestros, escuchándolos y preguntándoles;
todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia
y sus respuestas. Cuando le vieron, quedaron sorprendidos,
y su madre le dijo: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira,
tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando.» El les
dijo: «Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabían que yo debía
estar en la casa de mi Padre?» Pero ellos no comprendieron la
respuesta que les dio.” (Lucas 2, 42-50).

Este momento fue uno de los más difíciles que tuvo que
enfrentar María fue aceptar la libertad de Jesús con su familia.
En Israel las relaciones familiares eran muy fuertes. La persona
se sentía, durante toda la vida, dependiente de sus padres,
hermanos y parientes cercanos. En ella la madre tenía algunos
privilegios como el control de la vida de los hijos y era muy
honrado por ellos.

39
A medida, que se desarrolla su misión, Jesús se hace más libre
de su familia, lo que produjo incomprensión entre sus familiares.
Deja claro que los miembros de su nueva familia son los que
hacen la voluntad del Padre (cfr. Lc 8, 19-21).

¡Cuánto costó a María entender ver a su Hijo criticado,


considerado como loco, condenado como un delincuente,
crucificado como el peor de los maleantes y no sentir
manifestada la acción del Padre en contra de aquellos que sev
hicieron sus enemigos!

Lector 4: “Su madre conservaba todas estas cosas en su


corazón” (Lucas 2,51).

Pero, María ante esta situación da un salto de fe. Acepta el


desafío y corrige su ruta. Entra humildemente en el grupo de
los seguidores de Jesús, Se despoja de su poder de madre
para hacerse discípula de Jesús.

5. Una llamada permanente a la conversión para nosotros.

Mirando a nuestra Madre María aprendemos mucho, ya que


también nosotros estamos llamados a convertirnos para hacer
en toda la voluntad del Padre para ser como Ella todo o toda de
Dios. Al llamarnos y regalarnos la fe nos introduce en un camino
de fe que implica ir más allá de lo que deseamos, queremos y
nos gusta para entrar en lo que El nos pide en su Palabra. Nos
pide hacer de su camino nuestro camino; su plan nuestro plan.

Implica dejar atrás lo que es de Dios y comenzar una vida una


y aprovechar las mismas crisis de fe como oportunidades de
crecimiento. Se trata de reconocernos como peregrinos en la
fe con alegría y humildad en el camino del Señor. Por eso,
estamos llamados a una conversión permanente a lo largo del
camino, dejándonos guiar por el Señor que nos pedirá muchas
veces cambiar de ruta y volvernos a Él. Nos tocará permanecer
firmes en medio de las tormentas y de las dificultades; de las
oscuridades, las oposiciones y las persecuciones.

Canto: Ven con nosotros a caminar.

6. Testimonio personal de conversión.


En este momento uno de los proclamadores da testimonio de
su proceso de conversión.
40
Ahora formamos grupitos de 3 a 5 personas junto con un
misionero para compartir sus respuestas a esta pregunta:
• Mirando tu propia vida, ¿qué tu sientes que Dios te pide
cambiar o dejar para seguir su camino?

Canto: Mi alegría está en vivir la Palabra del Señor.

7. Contemplemos el cuadro de Nuestra Señora de la


Altagracia. Momento de oración.
Les invitamos a que todos miremos hacia el cuadro de la Madre
contemplando a su Hijo y adorándolo. Descubramos cómo Ella
aparece con su mirada hacia abajo entregada toda a su Hija
de la que aprendió a ser discípula y misionera. Ella mira hacia
la Trinidad simbolizada en el triángulo blanco colocado hacia
abajo: el Padre y el Espíritu Santo que envían a través de María
su Hijo al mundo. Ella está solo para Dios, es TODA de Dios.
En TODO hace su Voluntad.

Ahora hagamos silencio mirando el cuadro y cada uno pídale lo


que necesita para convertirse totalmente al Señor, entregarse
a su Voluntad y seguir su camino pensando como Él pensó,
sintiendo como El sintió, amando como Él amó.

Reconozcamos delante de Ella de qué necesito convertirme, o


mejor, de qué necesito que Dios me convierta más a Él. ¿Qué
tengo que dejar atrás para seguirlo? ¿Qué paso hacia delante
debo dar en este momento de mi vida para seguirle?

Ahora unidos a María los que quieran pueden decirle al Señor


el compromiso que hacen para convertirse más al Señor.
Pidamos a María que nos ayude en este camino de conversión
como discípulo misionero.

8. Avisos.

9. Cantos alegres a María y sobre la conversión.

10. Donde sea posible: la Imagen de la Virgen se lleva a una


de las casas de los misionados. En el día los misioneros
del Sector pueden visitar las casas con la Imagen invitando a
convertirse cada vez más siguiendo el ejemplo de María, pura
y limpia, toda del Señor.
41
SEXTO ANUNCIO
EL ESPIRITU SANTO TE CUBRIRÁ CON SU SOMBRA

Orientaciones para este Cuarto


Anuncio: Se trae el cuadro de la
Virgen de la Altagracia desde la casa
donde se hospedó ayer. Se lleva los
dos velones, la Biblia, la bandera
nacional, una paloma, símbolo
del Espíritu Santo. Se tiene buen
sonido para el sonido. Es bueno
que este Anuncio sea hecho por dos
o tres proclamadores con buena
coordinación entre ellos. Preparar
una buena ambientación y realizar la invocación del Espíritu
Santo sobre los misionados con mucha unción y facilitando una
verdadera experiencia de la presencia del Espíritu Santo en
sus vidas.

1. Entrada festiva de la imagen de la Altagracia: La Imagen


de nuestra Señora de la Altagracia va delante llevada por las
personas del Sector, acompañada con luces y flores. Después
le sigue la bandera simbolizando que ella es nuestra protectora
del Pueblo Dominicano y madre de Jesús y nuestra. Luego,
va la Biblia abierta y luego la paloma como signo del Espíritu
Santo que hizo a María, Madre de Jesús y a nosotros alegría y
valentía para seguir a Jesús.

2. Canciones alegres a María.

3. Invocación al Espíritu Santo con gran unción cantada o


rezada.

4. Introducción al Sexto Anuncio:


En el primer anuncio de esta Misión Mariana nos gozábamos
recordando el gran amor de Dios hacia María y hacia cada uno
y cada una de nosotras y por toda la humanidad.

En el Segundo Anuncio resaltamos que ante tanto amor de


Dios tristemente nuestra respuesta no corresponde a ese amor
y caemos en la desobediencia destruyendo nuestra relación

42
con él y entre nosotros. Constatamos que dentro de nosotros y
a nuestro alrededor hay tinieblas y sombras.

La Buena Noticia que escuchamos en el TERCER ANUNCIO


es que del seno de María ha brotado esa luz que es Jesucristo,
el bendito fruto de su vientre que ha venido a liberarnos del
pecado, de la muerte y de toda cadena opresora que quiere
esclavizar a toda persona que viene a este mundo.

En el CUARTO ANUNCIO Y QUINTO ANUNCIO de esta


MISIÓN MARIANA escuchamos la voz del Señor que nos pide
la FE en Él y la CONVERSIÓN A EL para poder participar de
esa felicidad, de esa liberación y salvación que Él ha logrado
para nosotros con su muerte y resurrección.

En este SEXTO ANUNCIO el Padre nos alegra al comunicarnos


que su miusmo Espíritu Santo que actuó en María para hacerla
madre de su Hijo lo derrama también en nosotros para que
podamos vivir el Evangelio llenos de alegría y para que con
valentía anunciemos a toda la gente a Jesucristo, camino,
verdad y vida.

Por mucho que cada uno de nosotros quiera seguir a Jesús,


vivir su Palabra, ser ciudadanos y misioneros de su Reino con
nuestras propias fuerzas no llegamos lejos. Nos quedamos a
medio camino. Por eso, necesitamos el aliento, la fuerza, el
empuje del Espíritu de Dios.

La palabra Espíritu quiere decir aire, viento que da vida y


mueve. Es el aire de Dios que penetra en nuestra propia vida
y nos llena de la vida y del amor de Dios a la vez que nos da
ánimo y valentía para vencer el miedo que nos esclaviza y nos
detiene a la hora de hablar y de actuar como Dios quiere.

El Espíritu es la tercera persona de la Santísima Trinidad que


une en un amor perfecto al Padre con el Hijo. Este mismo amor
del Padre y del Hijo lo infunde en nosotros para que podamos
amarlos y amarnos entre nosotros.

Es el Espíritu de Dios que aleteaba sobre las aguas en los


inicios de la creación; el que infundió sobre Adán y Eva; el que
hizo que Abraham tuviera fe, que Moisés tuviera fe y organizara
a su pueblo. Es Él que los acompañó en el desierto, les hizo
43
hacer una Alianza con el Padre y el que habló por los profetas
recordándole al pueblo la vivencia del compromiso de la
Alianza. Es Él que mantuvo la fe de los pobres en su Dios en el
destierro, en medio de los abusos de los poderes imperiales de
su tiempo. Es el mismo Espíritu que hizo surgir la esperanza de
un Mesías Salvador y Redentor de su pueblo.

Este mismo Espíritu es el que hace que María sea siempre pura
y limpia y concibe en su seno a Jesús el Hijo de Dios Vivo. Es el
mismo Espíritu Santo que mueve a Jesús a realizar su obra de
salvación y a ser fiel al Padre hasta la muerte y muerte de cruz.
Es Él que vivificó a Jesús de entre los muertos y posibilitó que
sus discípulos ayer y hoy recuerdan lo que Jesús enseñó, vivió
e hizo en esta tierra.

Es el Espíritu Santo que el Resucitado comunica a sus discípulos


para que se llenen de fe y esperanza, se liberen del miedo, se
llenen de su paz, tengan el poder de perdonar los pecados y
salir después de que descendió sobre María y los apóstoles en
Pentecostés a ser sus misioneros con alegría y valentía desde
ese día hasta hoy.

Hoy quiere renovar sobre todos nosotros como lo hizo con


María para que lleno del poder y del amor del Espíritu puedas
permanecer en la fe, te conviertas de verdad a Él y puedas ser
un discípulo misionero de Jesucristo lleno de alegría y valentía.

Canto al Espíritu Santo.

5. A María el Espíritu Santo la cubrió con su sombra.


En María el Espíritu Santo ha actuado en toda su vida. En su
concepción inmaulada Él la escogió como templo predilecto y la
colmó de su gracia, evitando que la menor mancha de pecado
la tocara.

En el momento de la anunciación, la cubrió con su sombra,


para hacerla fecunda y convertirla en Madre de Jesucristo. Es
el Espíritu Santo que la mueve a decir: “Hágase en mí según
tu Palabra”. Por eso, la Iglesia la llama Esposa del Espíritu
Santo, ya que fue el Espíritu Santo fue la que la embarazó de
su Hijo y la fue acompañando en la gestación del Niño en su
Nacimiento.
44
Esta sombra que cubre a María se compara con la nube que
cubría la Tienda del Encuentro, en la que se guardaban las
tablas de la Alianza como signo de la presencia de Dios en
medio de su pueblo peregrino en el desierto. Por eso, en la
tradición cristiana, a María se considera como la Tienda del
Encuentro, en la que, por la fuerza del Espíritu Santo, Dios se
encuentra con la humanidad, por medio de la encarnación de
su Hijo.

Es el Espíritu que habla a través de su prima Isabel y el que


hace que Ella llena de alegría proclamara la acción del Padre
Dios en su humilde sierva. Es el Espíritu Santo que impulsa a
Simeón para que profetice sobre el Niño.

Este mismo Espíritu actuó en María a lo largo de su vida,


dándole fuerza para acoger el misterio divino, hacerse sierva y
peregrinar como discípula del Señor.

Y en Pentecostés, el Espíritu sobre Ella y los apóstoles,


haciéndola Madre de la Iglesia que en ese mismo instante nace
de su fuerza vivificadora. María, sobre todo, pone de manifiesto
la misión esencial del Espíritu Santo: conducirnos hacia el Hijo.
Porque Ella, por su condición de Madre nos ayuda a sentirnos
más hijos y a identificarnos como tales con CRISTO. Como toda
Madre, posee el don de hacer cercano y atrayente el corazón
del PADRE.

El Espíritu Santo sigue actuando en nosotros como actuó en


María, nos purifica y enciende la pasión por transformar la
historia con la fuerza que viene de Dios, nos hace salir a los
caminos como testigos, para iluminar corazones y transformar
nuestro mundo cada vez más en Reino de Dios.

En la Iglesia, Pueblo de Dios el Espíritu Santo regala diversidad


de carismas, de ministerios, de actuaciones, pero el Señor es
el mismo en todos y es el Espíritu Santo que nos une como un
solo Pueblo y como un solo Cuerpo.

6. Dejemos que el Espíritu Santo nos cubra con su alegría y


valentía como hizo con María.
En este momento les invito a que formemos un círculo. En
medio colocaremos la imagen de la Altagracia. Invocaremos el
Espíritu de Dios sobre nosotros.
45
Cantemos: “Va bajando ya, va bajando el Espíritu de
Dios”…

Escuchemos la Palabra del Señor:


“María dijo al Ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo
relaciones con ningún hombre?». El Ángel le respondió: «El
Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo
te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será
llamado Hijo de Dios.” (Lucas 1, 34-35).

Canto al Espíritu Santo: Muévete en mí u otro conocido.

Ahora hacemos un momento de silencio invocando cada


uno al Espíritu Santo para que venga sobre su persona y el
grupo reunido.

Pidamos la venida del Espíritu Santo sobre nosotros (se


hacen peticiones en voz alta empezando los misioneros).

Ahora, los misioneros y misioneras pasaremos


imponiéndoles las manos e invocaremos sobre ustedes la
venida del Espíritu Santo para que renueve su presencia
en ustedes.

Canto suave de invocación del Espíritu Santo.

Se reza el Padre Nuestro y Ave María.

7. Compartamos entre nosotros esta experiencia de la


invocación del Espíritu Santo sobre nosotros.
En grupitos de 3 o 5 personas coordinados por los misioneros
se comparte la experiencia vivida:
• ¿Qué sentiste en este momento de oración invocando
sobre nosotros el Espíritu Santo?
• ¿Estás dispuesto a que el Espíritu Santo penetre tu vida y te
llene más de su alegría y valentía para seguir a Jesucristo?
¿Cómo lo mostrarás?

En este momento dentro del grupito, el misionero y


misionera les da este aviso: El Señor te llama como a María a
seguirlo. Para que puedas decidirte mejor por Jesús tendremos
el próximo fin de semana un Retiro que comienza el viernes en
46
la noche, sigue el sábado a las 3pm hasta las 8 pm y continúa
todo el Domingo de 9 am a 4 pm. Favor decir quienes se sienten
animados por el Espíritu Santo para participar en ese Retiro.
Se anotan los nombres de los que están dispuestos a participar
de este Retiro.

Canto a María: Viva la Virgen de la Altagracia.

8. Cantos alegres a la Virgen.

9. Donde sea posible: la Imagen de la Virgen se lleva a una


de las casas de los misionados. En el día los misioneros
del Sector pueden visitar las casas con la Imagen rezando el
Rosario en las casas. Un misterio por casa, la salve por las
calles, las letanías, cantos a la Madre de la Altagracia.

47
SÉPTIMO ANUNCIO
“MUJER, HE AHÍ A TU HIJO” (Jn 19, 26)
LLAMADOS A VIVIR EN IGLESIA

Orientaciones para este SÉPTIMO


ANUNCIO: Se necesitan 6 jóvenes
y los siguientes símbolos para la
entrada festiva de la Imagen: Bandera
Nacional, Imagen de la Altagracia,
Rosario Misionero, unas sandalias y
buen sonido. Para la procesión con
la imagen de Nuestra Señora de la
Altagracia, se sigue el siguiente orden: la Bandera Nacional, la
cual ira al frente ondeando de lado a lado, le sigue el cuadro de
la Virgen de la Altagracia, llevada de manera solemne al compás
de la bandera, continúan los ciriales (2) como símbolo de la luz
de Cristo, quien en la cruz nos la dejo como madre (Juan 19,
26); detrás de los ciriales, irán dos adolescente o jóvenes con el
rosario misionero y un par de sandalias, simbolizando a María,
mujer de fe y de oración. Se preparan las lecturas, los cantos y
el m omento de oración.

1. Entrada festiva de la imagen de la Altagracia: La Imagen


de nuestra Señora de la Altagracia va delante llevada por las
personas del Sector, acompañada con los diferentes símbolos

2. Canciones alegres a María.


Fue coronada María.
https://www.youtube.com/watch?v=KWR26WNoIFg

3. Invocación al Espíritu Santo con gran unción cantada o


rezada.
Momento solemne, silencio, música instrumental, invocamos la
presencia del Espíritu Santo. Se hace esta oración despacio.
Ven, Espíritu Santo, / Llena los corazones de tus fieles y
enciende en ellos / el fuego de tu amor.
Envía, Señor, tu Espíritu. / Que renueve la faz de la Tierra.
Oh Dios, que llenaste los corazones de tus fieles con la luz del
Espíritu Santo; concédenos que, guiados por el mismo Espíritu,
sintamos con rectitud y gocemos siempre de tu consuelo.
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
48
4. Introducción al Sexto Anuncio:
En el primer anuncio de esta Misión Mariana nos gozábamos
recordando el gran amor de Dios hacia María y hacia cada uno
y cada una de nosotras y por toda la humanidad.

En el Segundo Anuncio resaltamos que ante tanto amor de


Dios tristemente nuestra respuesta no corresponde a ese amor
y caemos en la desobediencia destruyendo nuestra relación
con él y entre nosotros. Constatamos que dentro de nosotros y
a nuestro alrededor hay tinieblas y sombras.

Que María ha brotado esa luz que es Jesucristo, el bendito


fruto de su vientre que ha venido a liberarnos del pecado, de la
muerte y de toda cadena opresora que quiere esclavizar a toda
persona que viene a este mundo.

En el CUARTO ANUNCIO Y QUINTO ANUNCIO de esta


MISIÓN MARIANA escuchamos la voz del Señor que nos pide
la FE en Él y la CONVERSION A ÉL para poder participar de
esa felicidad, de esa liberación y salvación que Él ha logrado
para nosotros con su muerte y resurrección.

En el SEXTO ANUNCIO el Padre nos alegra al comunicarnos


que su mismo Espíritu Santo que actuó en María para hacerla
madre de su Hijo lo derrama también en nosotros para que
podamos vivir el Evangelio llenos de alegría y para que con
valentía anunciemos a toda la gente a Jesucristo, camino,
verdad y vida.

En este SÉPTIMO ANUNCIO somos invitados a integrarnos en


la Iglesia, a formar una comunidad de fe, de esperanza y amor.
Una vez que hemos creído en Jesús, nos hemos convertido a
Él y hemos aceptado la acción del Espíritu Santo en nuestras
vidas surge en nosotros el deseo profundo de ser discípulos
misioneros de Jesús formando parte del grupo que busca y
sigue a Jesús qe es su Iglesia vivida en pequeñas comunidades.

Como hemos compartido antes Dios en su infinito nos creó por


amor y nos hizo a su imagen y semejanza. Dios es Uno en una
comunión perfecta del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo de
tal modo que esas tres personas divinas viven cada una en las
otras personas, por las otras, con las otras, para las otras en un
amor perfecto.
49
De tal modo nos creó Dios que cada persona es una e irrepetible,
pero al mismo tiempo, necesita relacionarse con las demás
personas, vivir en las otras, por y para las otras personas. No
podemos sobrevivir ni ser felices sin esta relación comunitaria.

Cuando nos relacionamos con Dios este deseo y esa necesidad


de vivir en comunidad crece de tal modo que la fe en Él
y la conversión a Él aunque es un acto muy personal entre
Dios y cada persona, se vive y se desarrolla a través de una
comunidad.

Si nos fijamos bien, lo primero que hace Jesús es invitar a otros


a seguirlo y a acompañarlo. No andaba sólo. Paso la vida con
sus discípulos y a ellos les llamó sus hermanos y hermanas. El
los invito a vivir con El, a estar con él y a participar de su misión
de predicar el Reino de Dios y expulsar los demonios. Por eso
ante la primera pregunta de los discípulos de Juan, “Maestro,
¿dónde vives? Jesús los invito con esta frase: “Vengan y vean”
(Mc 3, 14)

Por eso, el primer fruto del Espíritu Santo en Pentecostés


es que aquellos que creyeron en Jesucristo Resucitado por
la predicación de Pedro es la Iglesia, la primera comunidad
cristiana.

Lector 1: “Los que recibieron su palabra se hicieron bautizar; y


ese día se unieron a ellos alrededor de tres mil. Todos se reunían
asiduamente para escuchar la enseñanza de los Apóstoles
y participar en la vida común, en la fracción del pan y en las
oraciones. Un santo temor se apoderó de todos ellos, porque
los Apóstoles realizaban muchos prodigios y signos. Todos los
creyentes se mantenían unidos y ponían lo suyo en común:
vendían sus propiedades y sus bienes, y distribuían el dinero
entre ellos, según las necesidades de cada uno. Íntimamente
unidos, frecuentaban a diario el Templo, partían el pan en sus
casas, y comían juntos con alegría y sencillez de corazón; ellos
alababan a Dios y eran queridos por todo el pueblo. Y cada día,
el Señor acrecentaba la comunidad con aquellos que debían
salvarse.” (Hechos 2, 41-47)

Y es la misma invitación que el Señor nos hace a nosotros.


Una vez que recibimos a Jesucristo en nuestra vida, el paso
50
inmediato es integrarnos en su Iglesia, “pueblo reunido en
virtud de la unidad del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.”
(San Cipriano).

Como nos indican los Obispos Latinoamericanos: “la vocación


al discipulado misionero es convocación a la comunión en la
Iglesia. No hay discipulado sin comunión. Ante la tentación en
nuestro tiempo y en la cultura actual, de ser cristiano sin Iglesia,
y nuevas formas espirituales de individualismo, los cristianos
afirmamos que la fe en Jesucristo no llegó a través de la
comunidad eclesial y ella “nos da una familia”, la familia
universal de Dios en la Iglesia Católica.

El papa Benedicto XVI, nos dice: ¡La Iglesia es nuestra casa!


¡Esta es nuestra casa! ¡En la Iglesia Católica tenemos todo lo
que es bueno, todo lo que es motivo de seguridad y de consuelo!
¡Quién acepta a Cristo: Camino, verdad y vida, en su totalidad,
tiene garantizada la paz y la felicidad, ¡en esta y en la otra vida!
(Aparecida No. 246)

Como Iglesia estamos llamados a vivir y a continuar la misión


de Cristo en esta tierra, siendo juntos luz del mundo, sal de
la tierra y levadura en la masa. Nuestra vocación y misión, es
ser presencia de Cristo en medio de este mundo. Estamos
llamados a hacer visible el Reino de Dios.

Por lo que te invitamos a que te integre y participe en tu Iglesia,


en tu comunidad. ¡Ánimo!, intégrate! ¡Cristo cuenta contigo!

5. Para acompañarnos como Iglesia, Jesús nos regaló a su


Madre.
Todos sabemos que en una familia la presencia y el servicio de
una Madre son imprescindibles. En nuestra cultura dominicana
la madre tiene un puesto más que especial. En su nueva familia
que es la Iglesia Jesucristo quiso regalarnos a su Madre como
la mejor herencia, para que Ella siempre nos repita: “Hagan lo
que Él les diga” (Juan 2, 5).

Les invitamos a ponerse de pie para recibir juntos este


hermoso regalo:

Lector 2: “Cerca de la cruz de Jesús estaba su madre, con


María, la hermana de su madre, esposa de Cleofás, y María
51
de Magdala. Jesús, al ver a la Madre y junto a ella al discípulo
que más quería, dijo a la Madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo».
Después dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre». Y desde
aquel momento el discípulo se la llevó a su casa” (Juan 19,
25-27).

Nos toca ahora recibirla en nuestra casa que es nuestro


corazón, nuestra familia, nuestra pequeña comunidad, nuestra
Iglesia parroquial, diocesana y universal. Si Ella está entre
nosotros estamos seguros de que seremos siempre fieles a
Jesús en su Iglesia. Un gran santo llamado Bernardo decía con
gran convencimiento: “El siervo de María, nunca perecerá”.

Así ha pasado a lo largo de la historia de la Iglesia. Es muy


difícil y raro que quien ama a la Virgen se desvía y aleja de la
fe en Jesucristo dentro de su Iglesia Católica. Nuestra historia
dominicana así lo comprueba. Ella se ha mostrado Madre
de este pueblo dominicano en todas sus victorias y alegrías,
así como en sus penas, angustias y dolores. Ella ha salvado
nuestra identidad dominicana y nuestra identidad católica.

Ella mantendrá en ti y en mí una fe firme y decidida en Jesucristo


hasta el final cuando lleguemos a la eternidad y gocemos la
presencia del Dios Uno y Trino en la Iglesia del cielo.

Canto: María, Tú que velas junto a mí. Llévame a Jesús…

6. Compartamos nuestra experiencia de ser parte de la Iglesia


junto con María.
En este momento uno de los misioneros nos contará sobre
su experiencia como Iglesia y cómo María le ha ayudado a
perseverar en su fe.
Ahora nos reunimos en grupos de 3 o 5 coordinados por un
misionero para compartir respondiendo estas preguntas:
• ¿Cuál ha sido tu experiencia con la Iglesia? ¿Has
pertenecido a una comunidad o grupo en la Iglesia?

En este momento dentro del grupo, el misionero y


misionera les da este aviso: El Señor te llama como a María a
seguirlo. Para que puedas decidirte mejor por Jesús tendremos
el próximo fin de semana un Retiro que comienza el viernes en
52
la noche, sigue el sábado a las 3pm hasta las 8 pm y continúa
todo el Domingo de 9 am a 4 pm. Favor decir quienes se sienten
animados por el Espíritu Santo para participar en ese Retiro.
Se anotan los nombres de los que están dispuestos a participar
de este Retiro.

7. Oración contemplando la imagen de la Altagracia y


recibiéndola como Madre.

Canto: “Contigo María”. Athenas.


https://www.youtube.com/watch?v=kkVtd-kam6A

Ahora todos en silencio contemplemos el cuadro de


nuestra Madre de la Altagracia.

Luego, le pedimos que nos mire: María mírame”. Julia y Josh.


https://www.youtube.com/watch?v=KZpTMZy65y8
En este momento, pasaremos la Imagen de la Virgen de la
Altagracia de mano en mano como signo de que la recibimos
como Madre. Quien desee puede hacerle una oración pidiendo
que le ayude a seguir a su Hijo Jesús integrándose en la Iglesia
dentro de una pequeña comunidad cristiana.
Luego, se reza la Salve y se reza la Oración del Jubileo
Altagraciano. Todos entonan cantos alegres a María como:
• “La fe de María”, Son By Four https://www.youtube.com/
watch?v=RBQJeG84nbo
• María fue coronada.
• Llévame a Jesús, María llévame a Jesús.
https://www.youtube.com/watch?v=hHcxDyU5-e4
• Las cuentas de mi Rosario.
https://www.youtube.com/watch?v=5TSBYJbno3Q

8. Avisos sobre el Retiro del próximo fin de semana.

9. Brindis compartido.

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CUARTA PARTE
DESPUÉS DEL ANUNCIO DEL KERYGMA EN LA CASA MISIÓN

1. Reunión en la Casa Misión con todos los misionados.


Esta reunión después del Anuncio del Kerygma tiene como
finalidad preparar el ambiente para el Retiro de la Misión
Mariana. En ella se procederá así:
a) Oración de invocación del Espíritu Santo.
b) Lectura del Evangelio: Mateo 4, 18-22.
c) Compartamos la Palabra .
e) Compartamos sobre nuestra experiencia en la Misión
Mariana.
f) Convocatoria para el Retiro.
g) Oremos por nuestro Retiro.
i) Avisos finales.

2. RETIRO DE LA MISIÓN MARIANA.

El Retiro tendrá tres momentos.


a) Viernes en la tarde o en la noche: La llamada del Señor.
b) Sábado en la tarde: 2:30 pm a 8:00 pm. Seguimiento de
Jesús.
c) Domingo todo el día: Discípulos misioneros de Jesús.
Inicio de la pequeña comunidad.

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3. LA PEQUEÑA COMUNIDAD ECLESIAL INICIA LA PRIMERA
ETAPA DE LA INICIACIÓN A LA VIDA CRISTIANA.

En esta Etapa se trabajará con el libro de la Profundización del


Kerygma que incluye:
a) 14 temas para los primeros pasos de la Comunidad.
b) Retiro Kerygmático.
c) Catequesis Kerygmáticas.
d) Retiro del Compromiso.

4. LA CONTINUACIÓN DE LAS SIGUIENTES ETAPAS DEL


PROCESO DE INICIACIÓN A LA VIDA CRISTIANA.

Se sigue el itinerario propuesto por etapas aprobado por la


Conferencia del Episcopado Dominicano.

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