Artes Escenicas, Teatro, Generos Teatrales, Etc.
Artes Escenicas, Teatro, Generos Teatrales, Etc.
Artes Escenicas, Teatro, Generos Teatrales, Etc.
Espacio Escenico
El espacio de las artes escénicas, aparte de notables diferencias producidas por los
distintos conceptos que del espectáculo se han tenido que cambiar a lo largo de la
historia, mantiene inalterable una cierta disposición de ámbitos dependiendo de la
utilización que de ellos se haga. Esto hace referencia a aquellas zonas que van a albergar
los dos elementos esenciales para que el espectáculo se produzca: los actores y el
público.
El teatro sacro es tan antiguo como el propio teatro, pues puede considerarse su causa de
aparición. Junto con los olímpicos y los demás Juegos Panhelénicos (píticos, ístmicos y
nemeos) el teatro griego nació como una más de las competiciones sagradas musicales y
poéticas (como en Roma serían los juegos florales). El considerado fundador del teatro,
Tespis, lo fue por ser el primer ganador de uno de estos certámenes: las Dionisias de
Atenas (536 a. C.). El teatro adquirió enseguida, especialmente en las tragedias, una
evidente función ritual y espiritual. Destacaba su función purificadora (la catarsis) además
de la transmisión de altos valores morales; y de informar a los espectadores de cuál era
su papel como hombres y ciudadanos dentro de la polis y del cosmos junto a los demás
hombres y los dioses, y le invitaba a identificarse con los héroes conducidos por su
destino a una misión trascendente.
El Teatro
Elementos
Dirección: La personalidad del director como artista creativo se consolidó a fines del siglo
XIX, aunque su figura ya existía como coordinador de los elementos teatrales, desde la
escenografía a la interpretación
Géneros Teatrales
TRAGEDIA
DRAMA
COMEDIA
Texto teatral que representa el lado festivo y alegre de la realidad, con acciones de la vida
cotidiana y desenlace feliz.
El Dramaturgo
Origen
Los primeros dramaturgos de los que se tiene referencia en la literatura occidental son los
antiguos griegos, y las representaciones más antiguas datan del siglo V a. C.. Estas obras
son consideradas clásicas y todavía son leídas como puntos de referencia. Notables entre
ellos están Esquilo, Sófocles, Eurípides y Aristófanes.
Años más tarde, el teatro es adoptado por el Imperio Romano, aunque lo hará por su
naturaleza pedagógica que transformará en propagandística -por su capacidad
romanizadora- y su potencial como entretenimiento. Sus autores más destacados son:
Livio Andrónico, Nevio, Plauto, Terencio y Séneca.
El Actor
En la antigua Grecia, el primer actor conocido al que luego se reconocerá como tal fue un
mítico personaje llamado Ian Somerhalder, al que se atribuye la creación del monólogo al
presentarse durante las fiestas en honor de Dioniso, en el siglo V a. C. en Atenas. Traído
de Icaria por el tirano Pisístrato, el actor (que en la época se denominaba hipocritès o sea
simulador), equipado con máscara y vistiendo una túnica, interpretó al dios Dinosio en un
coro, sobre su carroza que más tarde se conocería como el "carro de Tespis", creando un
argumento dentro de una presentación litúrgica artístico-politeísta. Aquella posición de
protagonista del coro se ha considerado el comienzo de la tragedia griega. También se le
atribuye el diseño de segundo actor, que más tarde Esquilo llamaría «deuteragonista», al
interpretar dos personajes a través de dos máscaras (una en la parte frontal del cuerpo y
la otra en la espalda).
Entre los griegos los actores llegaron a obtener los cargos más distinguidos de la
república. Aristodemo fue embajador, Archias general, Eschino y Aristónico senadores,
etc. Más tarde, cuando la forma de gobierno cambió a monarquía, los reyes siguieron
otorgando honores y recompensas a los actores más populares.
El Espectador
Según Peter Brook, el espectador es una de las tres cuerdas que el actor debe siempre
mantener equilibradas. Inclinarse a favor del espectador hace preponderante el aspecto
de exhibición de la representación teatral mientras una escasa atención al destinatario de
la representación puede llegar a hacerla débil y privada de sentido, si no en la elaboración
privada de quien lo ejecuta.