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3 Unidad Logica

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Sumario │

3
UNIDAD
DIDÁCTICA

CÁLCULO
PROPOSICIONAL

Objetivos de la unidad

1. Introducción
2. Sintaxis
2.1. Símbolos del lenguaje formal
2.2. Reglas para construir fórmulas bien formadas (FBF)
2.3. Las proposiciones
2.3.1. Definición
2.3.2. Asignación de valor a las variables proposicionales
2.4. Conectivas, conectores o juntores lógic@s
2.5. Proposiciones moleculares o compuestas
2.5.1. Fórmulas bien formadas
2.5.2. Análisis de proposiciones compuestas
2.5.3. Prioridad de conectivas y paréntesis

3. Semántica
3.1. Tablas de verdad
3.2. Evaluación de expresiones y tablas de verdad
3.3. Tautologías, contradicciones y contingencias: metalenguaje
3.3.1. Definiciones
3.3.2. Tipos importantes de tautologías. Implicaciones lógicas y equivalencias ló-
gicas

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LÓGICA

4. Pragmática
4.1. El razonamiento deductivo: reglas de inferencia
4.2. Razonamientos

5. Álgebra de enunciados o proposiciones


5.1. Eliminación de condiciones
5.2. Leyes esenciales del álgebra declarativa
5.3. Métodos para manipular expresiones

6. Formas normales
6.1. Tablas de verdad. Formas normales

7. Implicaciones y derivaciones lógicas


7.1. Implicaciones
7.2. Demostraciones mediante tablas veritativas

8. Sistemas para hacer derivaciones: teorema de la deducción


9. Lógica proposicional y problemas no polinomiales (NP)
10. Tableaux
10.1. Reglas de los tableaux
10.2. Teorema fundamental de los tableaux
10.3. Tableaux finitos asociados a un conjunto infinito de fórmulas Γ
10.4. Presentación sintáctica de los tableaux

Conceptos básicos
Ejercicios voluntarios
Referencias bibliográficas

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M.ª A. Martínez Rey Cálculo proposicional

 OBJETIVOS DE LA UNIDAD
• Estudiar, comprender y aplicar la lógica proposicional.
• Comprender diversas técnicas de análisis de enunciados en lógica proposi-
cional en usos prácticos.
• Ejemplificar el uso de este cálculo en la resolución de problemas de otros
dominios, por ejemplo, en matemáticas.

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LÓGICA

1. INTRODUCCIÓN

El cálculo proposicional o cálculo de enunciados estudia las relaciones que se dan


entre los enunciados sin analizar su estructura interna; es decir, tomadas como un todo,
como una unidad lingüística. De este modo, la lógica proposicional trata de la validez
formal de los razonamientos donde las premisas y la conclusión son enunciados (propo-
siciones) tomadas en bloque; o sea, prescindiendo de los elementos que la integran. Por
ejemplo, el enunciado o proposición Todos los hombres son mortales, que está compuesta
de varios elementos, en el cálculo proposicional se simboliza simplemente con una letra;
verbigracia, p.

Las características más importantes del cálculo proposicional son:

• Limitación. Solo interesan las expresiones lingüísticas que describan un


estado o expresen un pensamiento completo; es decir, se limita al uso decla-
rativo del lenguaje. Es un lenguaje formal limitado pues no se pueden tra-
ducir a él preguntas, exclamaciones, dudas ni chistes.
• Precisión. Como contrapartida a su pobreza expresiva, es muy preciso; esto
es, carece de ambigüedad o doblez.
• Conectores. Se denominan también juntores y conectivas debido a que el
análisis que se realiza con él, se reduce a las combinaciones de enunciados
simples para formar enunciados complejos. El valor de verdad de un enun-
ciado dependerá exclusivamente de los valores de verdad de los enunciados
simples que lo componen y de la interpretación de sus conectivas, que está
fijada de antemano. Es decir, las conectivas se interpretarán como funcio-
nes veritativas; es decir, como funciones que a valores de verdad o a pares
de los mismos, les asignan valores de verdad.
• Atomicidad. En lógica proposicional, los átomos son los enunciados sim-
ples que, por lo tanto, no se analizan. Tampoco se usarán cuantificadores.
De este modo, el enunciado: Todos los árboles son pinos es, en lógica pro-
posicional, un enunciado atómico.

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M.ª A. Martínez Rey Cálculo proposicional

• Falsedad. Precisando, falso, aquí, ahora, significa no verdadero tomándose


verdadero en el sentido habitual. Ciertamente, hay muchas formas distintas
de no ser verdadero, pero en lógica clásica no se distinguen.
• Bivalencia. El cálculo proposicional es bivalente; esto es, cada sentencia
considerada será verdadera o falsa; nunca ambas cosas simultáneamente.
Por otra parte, se puede considerar que las situaciones que aquí atañen son
tales que las sentencias relevantes son verdaderas o falsas, pero no ambas
cosas.
• La lógica proposicional presenta dos principios relevantes, aunque no exclu-
sivos de ella: el de contradicción que señala que un enunciado nunca es a la
vez verdadero y falso. El de tercero excluido, según el cual un enunciado
o es verdadero o es falso; no existe una tercera posibilidad.

La lógica proposicional solo considera, pues, frases declarativas, denominadas


proposiciones o enunciados, a las que es posible asignar un valor de verdad o false-
dad y ningún otro; es decir, es bivaluada quedando este valor completamente deter-
minado por el valor de verdad o falsedad de los enunciados simples que la componen
y las partículas no, o , y, si… entonces y si y solo si, utilizados como conectores o ele-
mentos de enlace.

En este sentido, frases como: ¿Está aquí Pepe? Esta ciudad es preciosa. Él es com-
placiente con ella. ¡Silencio! Ojalá estuviera ya de vacaciones. Lo bueno si breve dos
veces bueno, no son enunciados o proposiciones. La primera, por no ser declarativa. La
segunda, por hacer referencia a un lugar no nombrado. La tercera, por referirse a perso-
nas no nombradas. La cuarta, porque expresa una orden, es imperativa. La quinta, por
expresar un deseo. Y la sexta, por manifestar una opinión a la que no es posible asig-
narle valor de verdad o falsedad.

Por el contrario, expresiones tales como: Algunos mamíferos están en peligro de


extinción; En el futuro habrá más oportunidades de ocio; Es necesario que llueva; París
es la capital de Francia; La válvula de escape está abierta; Se ha creado un fichero de
actualización, pueden ser consideradas enunciados o proposiciones.

En los siguientes epígrafes se va a establecer la sintaxis, la semántica y la pragmá-


tica de la lógica proposicional.

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LÓGICA

2. SINTAXIS

El cálculo proposicional consiste en un sistema formal en el que se pueden expre-


sar enunciados o proposiciones y realizar transformaciones entre l@s mism@s. En un
sistema formal, se parte de la construcción de un lenguaje formal en el que hay unos
símbolos dados y unas reglas precisas para formar las palabras del lenguaje que, en el
cálculo proposicional, se denominan fórmulas bien formadas o fórmulas bien formula-
das o simplemente fórmulas. Ahora bien, a manera de introducción, los elementos sin-
tácticos del cálculo proposicional son:

2.1. SÍMBOLOS DEL LENGUAJE FORMAL

• Símbolos proposicionales. Son los que simbolizan los enunciados: p, q, r,


s, …
• Símbolos lógicos:

– Las constantes V o ⊤ y F o ⊥.
– Las conectivas lógicas, que son:

¬ que significa: «no» (símbolo de negación).


∧ que significa: «y» (símbolo de conjunción).
∨ que significa: «o» (símbolo de disyunción).
→ q ue significa: «si… entonces» (símbolo de condicio-
nal o implicación).
↔ q ue significa: «si y solo si» (símbolo de bicondicional
o doble implicación).

• Los símbolos auxiliares. «(» (paréntesis abierto), «)» (paréntesis cerrado)


y «,» (coma).

Con todos estos símbolos se construye el alfabeto de símbolos primitivos:

�Σ = Σ ∪ {⊤, ⊥, ¬, ∧, ∨, →, ↔}, ∪ {(,)}

En la tabla 1 se muestra un resumen de estos símbolos.

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M.ª A. Martínez Rey Cálculo proposicional

Tabla 1. Conectivas, juntores, operadores

Nombres Símbolos utilizados

Negación, contrario ....................................... ¬, ≈, ~, –, ', N

Conjunción, producto lógico......................... ∧, &, ∙, k, '

Disyunción, o inconcluso............................... ∨, +, A, |, ;

Alternativa, o exclusivo.................................. ⊕, ∆, +, D

Implicación, condicional................................ →, ⇒ ⊃, C

Equivalencia, bicondicional, sisi................... ↔, ⇔, ≡, E

Cuando se quiere indicar cualquier conectiva binaria y no una en concreto se usa,


por convenio, el símbolo □; es decir, □ puede significar ∧, ∨, →, ↔.

2.2. REGLAS PARA CONSTRUIR FÓRMULAS BIEN FORMADAS (FBF)

Las reglas según las cuales pueden construirse fórmulas en el cálculo de proposi-
ciones son:

a) Todo símbolo proposicional es una fórmula.


b) Si p y q son fórmulas también los son: ¬p, p ∧ q, p ∨ q, p → q, p ↔ q.
c) Solo es posible construir fórmulas usando las reglas (a) y (b).

En la traslación del lenguaje ordinario al formal se pierden matices importantes de


lo expresado. Por ejemplo, cuando la secuencia temporal es importante, esta desaparece
en expresiones equivalentes como p ∧ q y q ∧ p: «Ana rompió una pierna y se puso a
esquiar»; «Ana se puso a esquiar y rompió una pierna». Lo mismo ocurre con la trasla-
ción de la conjunción cuando significa «y» y cuando significa «pero» a pesar de simbo-
lizarse igual: «Te quiero y quiero mucho a tu hermana»; «Te quiero pero quiero mucho
a tu hermana».

Véase el siguiente ejemplo de traducción de un enunciado.

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LÓGICA

EJEMPLO 1

Si suben los salarios entonces suben los precios y se gasta más.

p = Suben los salarios.


q = Suben los precios.
r = Se gasta más.

FBF: p → q ∧ r

En los siguientes epígrafes se verá con detalle cada uno de los aspectos sintácticos
aquí descritos.

2.3. LAS PROPOSICIONES

2.3.1. Definición

Las afirmaciones, aseveraciones, frases, oraciones, sentencias o enunciados invo-


lucrados en los razonamientos o argumentos lógicos tienen una propiedad especial: son
verdaderos o falsos, y no pueden ser nada más. Pues bien, en lógica, tales afirmaciones
o enunciados se denominan proposiciones.

Cualquier afirmación, aseveración, oración, frase, sentencia o enunciado, que es o


bien verdadero o bien falso se denomina proposición.

Por ejemplo, la afirmación el programa tiene un error solo puede ser una proposi-
ción, si es verdadera o falsa. Es decir, solo se tienen dos opciones o, por utilizar un tér-
mino técnico, se tiene una dicotomía. Esto causa problemas. Considérese, verbigracia,
la siguiente afirmación: el número 13 huele terriblemente. Normalmente, se podría decir
que esta afirmación carece de significado. Pero aun admitiendo la posibilidad de afir-
maciones carentes de significado, se estaría admitiendo que existe una tercera categoría,
además de verdadera y falsa, que es carente de significado y ya no se estaría tratando

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M.ª A. Martínez Rey Cálculo proposicional

con proposiciones. Naturalmente, es imposible asociar valores de verdad o falsedad con


interjecciones, órdenes o preguntas; por consiguiente, ni interjecciones, ni órdenes, ni
preguntas, son proposiciones.

Una proposición que consta de una única variable proposicional o una única cons-
tante proposicional recibe el nombre de proposición atómica. Todas las proposi-
ciones no atómicas se denominan proposiciones compuestas, y que contienen, al
menos, una conectiva o conexión lógica.

En la vida cotidiana, muchos enunciados ni son enteramente ciertos ni totalmente


falsos, esto resulta ser una limitación fuerte en el uso de la lógica proposicional, habida
cuenta de que esta solo funciona en blanco y negro o, para ser más precisos, con la ver-
dad o la falsedad. Cualquier otra cosa que no encaje en esta dicotomía se descarta.

Algunos ejemplos de proposiciones son:

El manzanares pasa por Madrid.


3 + 4 = 15
María es blanca.

Algunas de ellas son verdaderas, otras falsas. Sin embargo, en todos los casos existe
un criterio, en estos casos físico, geográfico, aritmético, o cualquier otro, que permite
llegar a establecer que cualquiera de ellas es verdadera o falsa. Sin embargo, las siguien-
tes frases no son proposiciones:

¿Qué día hará mañana?


Haz los deberes.
x + 3 = 7.

En los dos primeros casos, porque no se dispone de ningún criterio con el que deci-
dir sobre la verdad o falsedad de su contenido, por no ser declarativas. En el tercero,
porque faltan los valores posibles que vaya a tomar la variable x. En este caso, no obs-
tante, podría considerarse como una proposición aunque, en principio, se ignore su valor
de verdad o falsedad. Constituye, entonces, un tipo especial de proposición dependiente
de un parámetro x. En la siguiente unidad, se definirán este tipo de proposiciones como
predicados y se deducirá su valor de verdad o falsedad para cada valor de ese parámetro
x y, en ese caso, ya será verdadera o falsa.

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LÓGICA

Una proposición es, por tanto, una oración, frase, afirmación, sentencia o enunciado
en donde se afirma algo; esto es, son afirmaciones, aserciones o aseveraciones, indepen-
dientemente de que lo que se aserta, asevera o afirma sea verdadero o falso. Ello conduce
a clasificar las proposiciones dicotómicamente en dos clases: verdaderas y falsas. Las
proposiciones verdaderas se indican por ⊤ o V y las falsas por ⊥ o F.

En otros términos, Aristóteles introdujo variables tales como p, q, r, … con objeto


de formular, en abstracto, aquellos patrones de razonamiento que eran válidos. Esas
variables se denominan variables proposicionales. Dichas variables, solo pueden tener
dos valores, verdadero o falso. También existen dos constantes proposicionales,⊤ o V y
⊥ o F, que representan, respectivamente, verdadero y falso.

2.3.2. Asignación de valor a las variables proposicionales

A cualquier variable proposicional se le puede asignar el valor V o el F. Este tér-


mino asignación puede utilizarse también en relación con expresiones. Así, una asig-
nación de una expresión A consiste en asignar a cada variable un valor de verdad. Por
ejemplo, una asignación posible de la proposición «p o q» sería p = F, q = V, pero hay
otras. También se admiten asignaciones a proposiciones que solo contienen constantes
proposicionales. En este caso, la asignación no tiene efecto.

Las proposiciones que acaban de citarse; es decir, las variables proposicionales y


las constantes proposicionales, son proposiciones atómicas. A partir de ellas se obtienen
proposiciones compuestas, moleculares o fórmulas. Por ejemplo, p o q es una proposi-
ción compuesta, como, asimismo, lo es «n o p» o «p y q», etc. La función de las pala-
bras «o», «no» o «y» es combinar o enlazar proposiciones, razón por la cual reciben el
nombre de operadores, juntores, conectores o conectivas lógicas.

2.4. CONECTIVAS, CONECTORES O JUNTORES LÓGIC@S

Recibe el nombre de «conectiva» o «conector o juntor» lógic@ todo método o ele-


mento verbal o escrito que permita formar una proposición compuesta, molecular
o fórmula a partir de otras atómicas. Es decir, son elementos de enlace entre pro-
posiciones atómicas.

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M.ª A. Martínez Rey Cálculo proposicional

Las tres conectivas lógicas más importantes son: la disyunción, ∨, la conjunción,


∧, y la negación, ¬. Equivalen, respectivamente, a O, Y y NO. No obstante, tal y como
se explica en la unidad de álgebra de Boole del manual de Matemática Discreta de la
Udima, existen 16 conectivas lógicas, entre las que cabe destacar: el O exclusivo, ⊕,
la implicación no condicional, →y el bicondicional que equivalen respectivamente a:
O… O, Si… entonces, y Si y solo si,….

Las conectivas lógicas equivalen a los operadores lógicos empleados en el álgebra


de Boole y sirven para representar las operaciones del cálculo de proposiciones o cálculo
proposicional o aún, cálculo de enunciados. Las conectivas anteriores que afecten a dos
proposiciones, como todas las anteriores excepto NO, se denominan binarias o diádicas,
la negación, que solo afecta a una, se denomina monaria o monádica.

Hasta el momento, en los ejemplos, se han usado palabras como conectivas: si…
entonces, o, y. Lamentablemente, las afirmaciones formuladas en los lenguajes naturales
suelen ser muy ambiguas, entre otras cosas, por el carácter polisémico de muchas pala-
bras. Más aún, muchas conectivas del lenguaje natural tienen que ver con cosas tales
como: causalidad, propósito, énfasis, tiempo, creencias, etc. Por ejemplo, la palabra «si»,
frecuentemente implica algún tipo de causalidad. Se quieren evitar todos los problemas.
Como además, la lógica estándar solo trata con verdad y falsedad, la idea de causalidad
no puede representarse de modo alguno. Por todo ello, es mucho mejor introducir nue-
vos símbolos, definidos sin ambigüedad, para representar estas conectivas.

Una consideración más, hay una convención en español, que también se hace en
lógica; a saber: formular una proposición en español implica que esta es verdadera. No
hay, pues, que establecer su veracidad. Por ejemplo, en lugar de escribir que es verdadero
que el gato come pescado, se dice simplemente: el gato come pescado. Similarmente,
si p es una proposición, entonces p significa p es verdadero, para poner de manifiesto
que p es realmente verdadero, a veces se utiliza la frase p es válido. En el epígrafe de las
tablas de verdad se verán con más detalle las conectivas y su significado.

2.5. PROPOSICIONES MOLECULARES O COMPUESTAS

2.5.1. Fórmulas bien formadas

Utilizando las conectivas lógicas, se pueden combinar proposiciones, tanto atómi-


cas o simples, como moleculares o compuestas. A menos que se tomen precauciones,
las expresiones resultantes pueden ser ambiguas, en el sentido de que puedan interpre-

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LÓGICA

tarse de distintas maneras. Para evitar esto, se van a emplear paréntesis, lo que conduce
a considerar las «fórmulas bien formadas» (FBF). En efecto, utilizando adecuadamente
paréntesis, las expresiones resultantes entonces pueden dividirse de forma única en subex-
presiones, o, para utilizar el término técnico, pueden ser analizadas unívocamente; esto
es, de forma única no ambigua.

Para hacer más fácil la lectura de las expresiones lógicas, como ya se ha mencio-
nado, se utilizan reglas de prioridad o precedencia, que permiten omitir ciertos parén-
tesis sin hacer ambiguas las expresiones.

Mientras que el valor de verdad de una proposición atómica viene dado desde fuera,
el de una proposición compuesta debe inferirse del valor de verdad de sus componentes.

Toda proposición debe expresarse de algún modo, bien sea verbalmente, gráfi-
camente o mediante una cadena de caracteres. Pues bien, una proposición expresada
mediante una cadena de caracteres recibe el nombre de expresión lógica o fórmula.

Por ejemplo, p ∧ q es una fórmula o expresión lógica. Asimismo lo es p y q, siem-


pre y cuando p y q sean variables lógicas. Recuérdese que una expresión atómica consta
de una sola variable proposicional o una sola constante proposicional, y esta representa
una proposición atómica. Por su parte, las expresiones compuestas contienen al menos
una conectiva, y representan proposiciones compuestas.

A menos que se tomen precauciones, las expresiones lógicas pueden ser ambiguas.
Por ejemplo, sea p Ana termina su trabajo, sea q Ana está contenta y sea r Ana sale
con su novio esta noche. Considérese ahora la expresión p → q ∧ r. Sin otras conside-
raciones, esta expresión podría interpretarse de dos maneras; a saber: podría significar
(p → q) ∧ r, que se traduce por Ana estará contenta si termina su trabajo y saldrá con
su novio esta noche. O, p → (q ∧ r) a saber, si Ana termina su trabajo, entonces estará
contenta y saldrá con su novio. Como puede verse, la expresión p → q ∧ r es ambigua.
Para evitar estas situaciones de ambigüedad, deben proporcionarse reglas o normas que
muestren, de modo unívoco, la forma de agrupar las diferentes subexpresiones. Alter-
nativamente, se pueden emplear paréntesis.

En expresiones tales como p ∧ q, p ∨ q y otras, las variables p y q se corresponden.


Para evitar esto, frecuentemente se escribe (p ∧ q) y (p ∨ q), respectivamente. Hacién-
dolo así, no surge ningún malentendido si estas expresiones se utilizan posteriormente
como partes constituyentes de otras expresiones más complejas, tales como, verbigracia,
((p ∧ q) → (p ∨ q)). Las expresiones resultantes se dice que están bien formadas.

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M.ª A. Martínez Rey Cálculo proposicional

Para referirse a las expresiones, pueden utilizarse identificadores. Por ejemplo, la


expresión (p ∧ q) podría llamarse A y la expresión (p ∨ q) podría llamarse B. Obsérvese
que la expresión A contiene las variables proposicionales p y q. Esto lleva a establecer
la siguiente definición de esquema.

Todas las expresiones que contienen identificadores que representan expresiones


se denominan esquemas.

Por ejemplo, si A = (p ∧ q) y si B = (p ∨ q), entonces el esquema (A → B) repre-


senta ((p → q) → (p ∨ q)).

Naturalmente, un esquema puede ser particularizado de diferentes maneras. Así, el


esquema anterior A → B puede significar ((p ∧ q) → (p ∨ q)) como antes. Sin embargo,
si A = (p ∨ q) y B = r, entonces el mismo esquema se particulariza como ((p ∨ q) → r) .

Si A y B denotan expresiones, se tiene lo siguiente:

• Cualquier expresión de la forma (¬A) se denomina como una «negación».


• Cualquier expresión de la forma (A ∧ B) se denomina una «conjunción».
• Cualquier expresión de la forma (A ∨ B) se denomina una «disyunción».
• Cualquier expresión de la forma (A → B) se denomina una «condicional».
• Cualquier expresión de la forma (A ↔ B) se denomina una «equivalencia».

De ahora en adelante, todas las expresiones consideradas deben ser o atómicas o


negaciones, conjunciones, disyunciones, condicionales o equivalencias.

Empleando los condicionantes dados previamente, y como ya se ha dicho en el epígrafe


anterior, todas las FBF pueden construirse de acuerdo con las siguientes reglas de formación:

1. Toda expresión atómica es una FBF.


2. Si A es una FBF, (¬A) también lo es.
3. Si A y B son FBF, entonces lo son (A ˄ B), (A ˅ B), (A → B), y (A ↔ B).
4. Ninguna otra expresión es una FBF.

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LÓGICA

Las expresiones definidas mediante reglas de formación explícitas se denominan


«fórmulas bien formadas (FBF)», del inglés «well-formed formulas (WFF)», o simple-
mente «fórmulas». Por lo tanto, toda expresión bien parametrizada (EBP) es una fórmula
bien formada; esto es, toda EBP es un FBF.

En la expresión (¬A), A se denomina habitualmente el «alcance» (ámbito) de la


negación y la conectiva ¬ recibe el nombre de «conectiva principal» de la expresión
¬A. En las conjunciones, la conectiva principal es ∧, y A y B se denominan, respectiva-
mente, «alcance izquierdo» y «alcance derecho» de la conjunción. Definiciones simila-
res se aplican a disyunciones, condicionales y equivalencias. El alcance o los alcances
pueden ser compuestos, en cuyo caso las conectivas encontradas en los alcances son
«subconectivas» de la expresión en cuestión. Por ejemplo, la conexión principal de la
conjunción ((P ∨ Q) ∧ r) es ∧ , y la subconectiva del alcance izquierdo es ∨. El alcance
derecho, que es r, no tiene subconectiva.

2.5.2. Análisis de proposiciones compuestas

Las FBF son, como acaba de verse, un método para representar las proposiciones
compuestas o fórmulas. Sin embargo, hay otros. En particular, existen todos los tipos
de posibilidades para representar proposiciones compuestas en los lenguajes naturales.
Más aún, pues las fórmulas pueden representarse gráficamente, en estructura de árbol.
No importa cómo esté expresada la fórmula, se puede distinguir entre negaciones, con-
junciones, disyunciones, condicionales y equivalencias. Todas las fórmulas, a su vez,
tienen subfórmulas, que, a su vez, pueden identificarse como negaciones, conjunciones,
etc., que, a su vez, pueden descomponerse en subsubfórmulas… Y como no hay mejor
predicador que fray ejemplo, para ver cómo funciona lo anterior considérese la siguiente
proposición compuesta: «Si Ana gana en las Olimpiadas, todos la admirarán, y será
famosa pero si no gana, todo su esfuerzo será inútil». Dicha proposición es una conjun-
ción, cuyos «alcances» vienen dados por las proposiciones siguientes:

Si Ana gana las Olimpiadas, todos las admirarán, y será famosa.


Si no gana, todo su esfuerzo será inútil.

Ambos «alcances» son, a su vez, compuestos y, por tanto, pueden analizarse de forma
similar. Por ejemplo, el «alcance izquierdo» está formado por dos afirmaciones: «Ana
gana las Olimpiadas» y «todos la admirarán y será famosa». La segunda, sin embargo,
es compuesta y puede escribirse como la conjunción de las dos proposiciones atómicas
siguientes: «todos admirarán a Ana» y «Ana será famosa».

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M.ª A. Martínez Rey Cálculo proposicional

Un análisis similar puede hacerse para el alcance derecho de la fórmula principal.


La separación de una fórmula en sus componentes se denomina, «análisis principal», el
resultado del mismo puede expresarse gráficamente en un árbol de análisis (sintáctico).
La figura 1, muestra el árbol sintáctico de la fórmula anterior.

Figura 1. Árbol de análisis sintáctico de una fórmula

Si Ana gana las Olimpiadas, todos la admirarán y será famosa,


pero si no gana, su esfuerzo será inútil

Si Ana gana las Olimpiadas, Si no gana,


Y
todos la admirarán y será famosa su esfuerzo fue inútil

Ana es admirada Su esfuerzo


Ana ganó Ana no ganó
y famosa fue inútil

Ana es admirada Y Ana es famosa Ana gana

Los árboles de análisis están construidos de arriba abajo (top down) desde la fórmula
original (raíz del árbol) hasta las expresiones atómicas (hojas del árbol), ligadas por las
fórmulas intermedias (ramas del árbol). De este modo, una fórmula con su árbol de aná-
lisis puede convertirse fácilmente en una FBF. Para hacer esto, se definen las siguientes
variables proposicionales:

p: Ana gana las Olimpiadas.


q: todos admiran a Ana.
r: Ana es famosa.
s: el esfuerzo de Ana es inútil.

Con la ayuda de estas proposiciones la expresión inicial se convierte en:

((p → (q ∧ r)) ∧ ((p ¬ p) → s)) [1]

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LÓGICA

El árbol de análisis de la FBF refleja qué se corresponde y qué no. Por ejemplo, la
expresión anterior [1] contiene la subexpresión (p → (q ∧ r)), lo cual indica que p no
debe estar asociada con q, sino con (q ∧ r). Las proposiciones enunciadas en español,
y mutatis mutandis en cualquier lenguaje natural, pueden, por otra parte, ser ambiguas.
Así, en la afirmación «si Ana gana las Olimpiadas, todos la admirarán y será famosa»,
podría interpretarse el consecuente tanto como «todos la admirarán y será famosa» o solo
como «todos la admirarán». En la segunda interpretación, Ana será famosa sin importar
que gane las Olimpiadas.

Si E es una expresión compuesta cualquiera, entonces los alcances de la conectiva


principal en E son subexpresiones. Por ejemplo, si E es de la forma (A ∧ B) entonces
tanto A como B son subexpresiones. Estas subexpresiones se denominan «subexpresio-
nes inmediatas» de E. A y B, a su vez, pueden ser, asimismo, expresiones compuestas y
tendrán también subexpresiones. Todas las subexpresiones de A y B son también subex-
presiones de E. En el ejemplo [1], A = (p → q) ∧ r y B = ((¬p) → s) . Es decir, A tiene
las subexpresiones p y (q ∧ r), y (q ∧ r) tiene las subexpresiones q y r.

En general, las subexpresiones de una expresión E se definen como sigue:

1. E es una subexpresión de E.
2. Si E es de la forma (¬A) entonces A es una subexpresión de E.
3. Si E es de la forma (A ∧ B), (A ∨ B), (A → B) o (A ↔ B), entonces A y B
son ambas subexpresiones de E. Se denominan subexpresiones inmediatas.
4. Si A es una subexpresión de E y C es una subexpresión de A, entonces C es
una subexpresión de E.
5. Ninguna otra expresión es subexpresión de E.

Obsérvese que E por sí misma es una subexpresión de E, que se denomina


subexpresión impropia. Todas las demás, por el contrario, son subexpresiones pro-
pias. Un tipo especial de expresión es el literal que es de particular importancia.
Se define como sigue: una expresión se denomina literal si es de la forma q o ¬q,
siendo q una variable proposicional. Ambas expresiones q y ¬q se denominan lite-
rales complementarios.

Si p y q son variables proposicionales, entonces p, ¬p, q y ¬q son literales, pero


¬(p ∨ q) no es un literal. p y ¬p son dos literales complementarios, pero p y q no
lo son.

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2.5.3. Prioridad de conectivas y paréntesis

En algunas ocasiones, es necesario hacer uso de paréntesis para expresar correcta-


mente los enunciados. Esto es debido a que los símbolos lógicos tienen distinta fuerza o
prioridad en su aplicación. De mayor a menor se ordenan como sigue: ↔, →, ∧, ∨, ¬.
Cuando aparezcan conectivas de igual fuerza o prioridad es preciso emplear paréntesis
para indicar qué conectiva caracteriza la fórmula, por ejemplo, p ∧ q ∨ r es una expresión,
pero no una fórmula, para que lo sea, es necesario usar paréntesis. Así, se convertirá en
la fórmula conjuntiva: p ∧ (q ∨ r) o en una fórmula disyuntiva: (p ∧ q) ∨ r.

En el caso de conectivas de distinta prioridad o fuerza, no son necesarios los parén-


tesis, ya que el carácter lo da la de mayor fuerza o prioridad. Por ejemplo: p ∧ q → r ∨ s.

En particular, los paréntesis externos de una expresión casi siempre se omiten. Así,
en lugar de (p ∧ q), se escribe p ∧ q. También, a veces, se omiten los paréntesis internos.
Para interpretar correctamente la expresión resultante se utilizan las, así llamadas, reglas
de prioridad o precedencia. Generalmente, cada conectiva tiene asignada una prioridad
de modo que las conectivas con prioridad más alta introducen, una unión más fuerte que
las conectivas con una prioridad más baja. Efectuándose aquellas antes que estas.

La conectiva ¬ tiene prioridad máxima, de modo que ¬p ∨ q debe entenderse como


(¬p) ∨ q, y no como ¬(p ∨ q). En el caso de las conectivas binarias, la expresión refe-
rente a Ana puede escribirse como sigue: (p → q ∧ c) ∧ (¬p ∧ s).

Con todo, en algunas expresiones, las reglas de prioridad no son suficientes para
eliminar todas las ambigüedades. Por ejemplo, la expresión p → q → r podría entenderse
como p → (q → r) o como (p → q) → r. La interpretación utilizada depende de la aso-
ciatividad del conectivo →. Generalmente → es un operador. Esto lleva a la siguiente
definición: un operador binario se denomina asociativo por la derecha (q → r). Todos
los conectivos lógicos binarios son asociativos por la izquierda.

Sea el operador principal de una expresión. Entonces, se dice que o está en posición
«prefija» si precede a su operando; verbigracia, la negación ¬; en posición «infija» si
está insertado entre los operandos, como sucede con los demás conectivos, y «posfija»
si sigue a sus operandos. Esta última no se va a considerar aquí.

3. SEMÁNTICA

En lógica, el significado de una oración es aquello que se afirma del mundo, que el
mundo sea de esta forma y no de otra. La cuestión es, ¿cómo cobra significado una ora-

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│ Sumario

LÓGICA

ción?, que en lógica se denomina enunciado o proposición; es decir, ¿cómo se establece


la correspondencia entre enunciados y hechos? Básicamente, esta es una cuestión que
compete a quien los formule (diga o escriba), que tiene que proporcionar su respectiva
interpretación; o sea, debe aclarar a qué hecho corresponde. De facto, ninguna oración
tiene significado por sí misma. Esto no es fácil de entender dado que uno está acostum-
brado a los lenguajes naturales, en donde la interpretación de la mayoría de las cosas
quedó establecida hace mucho tiempo.

Sin embargo, es fácil de entender la idea de interpretación en el caso de lengua-


jes inventados. Supóngase que un espía quiere enviar un mensaje a otro espía, pero no
desea que dicho mensaje sea interpretado por los demás. Ambos se ponen de acuerdo en
que, verbigracia, Papa se interprete como chip y que Roma sea un balón de fútbol. Así,
cuando el primer espía envía el mensaje el Papa está en Roma, el segundo espía sabe
que el chip está en el balón.

Aunque, en principio, es posible definir un lenguaje en el que todas las oraciones


se interpreten de forma completamente arbitraria, en la práctica, todos los lenguajes de
representación exigen una relación sistemática, entre enunciados y hechos. Los lengua-
jes que se van a considerar a continuación son compositivos o de composición; esto es,
aquellos en los que el significado de un enunciado es función del significado de sus com-
ponentes o partes.

Una vez que mediante la semántica se interpreta de una manera determinada un


enunciado, este afirma que el mundo es de esta forma y no de otra. Es decir, la oración
es verdadera o falsa. Un enunciado es verdadero, dentro de una interpretación deter-
minada, si el estado de asuntos que representa es el caso analizado. Nótese que la vali-
dez de un enunciado depende tanto de la interpretación del enunciado como del estado
actual del mundo.

Cuando un enunciado es verdadero; es decir, cuando es conforme con los hechos,


se dice que tiene un valor de verdad positivo y se representa por ⊤ o V. Cuando es
falso, tiene valor de verdad negativo y se representa por ⊥ o F. A la verdad y false-
dad de los enunciados se les da, pues, el nombre común de valores de verdad o valo-
res veritativos.

Cada una de las conectivas puede tener valor de verdad o falsedad. Por ejemplo, si
un enunciado o proposición p es verdadero, ⊤, su negación (¬p) es falsa, ⊥ y viceversa.
Por consiguiente, las proposiciones compuestas o fórmulas son verdaderas o falsas de
acuerdo con estos valores. Eso puede expresarse en una tabla que, obviamente, se deno-
mina tabla de verdad o veritativa que sirve para decidir la validez de un argumento.

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3.1. TABLAS DE VERDAD

Una vez establecida una definición de proposición, el desafío estriba en asociar a


cada proposición, y en cada asignación, un único valor de verdad. Si la proposición es
atómica, dicho valor de verdad viene dado directamente por la asignación. Sin embargo,
si la proposición es molecular esto no es así, por lo que deben establecerse unas reglas
que determinen la forma de calcular el valor de verdad de una proposición compuesta.
Estas reglas se establecen a partir del significado de las conectivas. Una herramienta muy
útil para ello es la, así denominada, tabla de verdad que es una tabla de doble entrada
que proporciona los valores de verdad, de cualquier proposición, para todas las asig-
naciones posibles. Es decir, una tabla de verdad de una proposición compuesta es una
tabla que contiene los valores verdadero, V, o falso, F, de dicha proposición, en función
de los valores, también verdadero o falso, de sus proposiciones atómicas componentes
p, q, r, … . En este caso, las proposiciones p, q, r, … , son las «variables» independien-
tes de la tabla de verdad.

Una tabla de verdad de una proposición da los valores de verdad de la proposición


para todas las asignaciones posibles.

Tabla 2. Tabla de verdad de las conectivas lógicas

p q ¬p ¬q p∧q p∨q p→q p↔q

V V F F V V V V
V F F V F V F F
F V V F F V V F
F F V V F F V V

En la tabla 2 se muestra, de forma resumida, la tabla de verdad de las cinco conecti-


vas lógicas más usadas. Como puede verse, la más sencilla es la negación, que se define
como sigue: Sea p una proposición, la proposición compuesta ¬p, que se pronuncia «no
p» es la proposición que es verdadera si p es falsa, y que es falsa en otro caso. ¬p se
denomina la negación de p. La conexión ¬ puede leerse como un «no es el caso que» o
simplemente mediante la palabra no. La columna 3 de la tabla 2 da los valores de ver-
dad para ¬p.

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│ Sumario

LÓGICA

En lo referente a la conjunción, con frecuencia, se quiere expresar el hecho de que


dos proposiciones son verdaderas. En este caso, se utiliza la conjunción definida como
sigue: Sean p y q dos proposiciones. Entonces p y q es verdadera, si y solo si tanto p
como q son verdaderas y se representa por p ∧ q que se denomina conjunción de p y q,
y la conectiva ∧ se pronuncia y. La columna 5 de la tabla 2 da los valores de verdad de
la conjunción para las cuatro asignaciones posibles de las proposiciones que la confor-
man. En suma, la conjunción es verdadera, únicamente, cuando lo son las dos proposi-
ciones que la conforman.

En español, para expresar esta conectiva se emplean habitualmente formas abreviadas


no permitidas en las afirmaciones lógicas. Por ejemplo, José y María van al cine quiere
decir realmente José va al cine y María va al cine, puesto que en lógica cada afirmación
debe tener su propio sujeto y su propio predicado. Por otra parte, a veces también se uti-
lizan términos distintos de y para denotar la conjunción; verbigracia: pero, además, más
aún. Peor aun, la palabra y no siempre denota conjunciones, como sucede en la afirma-
ción Jacinto y Fortunata son primos. En efecto, en este caso lo que se está diciendo es
que Jacinto está en relación de primalidad con Fortunata.

Considérense ahora las oraciones que contienen un o en ellas. Dichos enunciados


pueden traducirse como disyunciones. Formalmente, la disyunción viene definida en la
columna 6 de la tabla 2. En palabras, la disyunción puede definirse como sigue: Sean p
y q dos proposiciones. Entonces p ∨ q es falso solo si tanto p como q son falsos. Si o p o
q son verdaderos, entonces p ∨ q es verdadero. p ∨ q se denomina disyunción de p y q,
y la conectiva ∨ se pronuncia o, y normalmente se traduce por la palabra o.

Ahora bien, la palabra o tiene dos significados diferentes. Por ejemplo, en la ora-
ción Tú puedes tomar o pescado o carne, la presunción es que puedes tomar uno de los
dos, pero no ambos. En este caso, el o se utiliza en un sentido de exclusividad, de ahí
que se denomine o exclusivo. Sin embargo, la afirmación hubo un error en el televisor o
en el enchufe, no excluye ninguna de las dos posibilidades. En este caso, el o se emplea
como un o inclusivo, que, por cierto, es el que se define en la columna 6 de la tabla 2.
Para evitar la ambigüedad, p ∨ q se traduce como p o q o ambas.

En los argumentos lógicos y en muchas otras facetas de la vida, véanse algunas de


las tragedias de Shakespeare o el poema IF de Kipling, la construcción Si… entonces es
muy importante. Esta expresión se refiere a la conectiva denominada condicional, cuya
tabla de verdad viene dada en la columna 7 de la tabla 2 y que puede definirse con pala-
bras, como sigue: Sean p y q dos proposiciones. Entonces p → q es falsa si p es verda-
dero y q es falso, y p → q es verdadero en otro caso. p → q se denomina condicional

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Sumario │

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o implicación de p y q. La condicional está pues formada por una proposición p, deno-


minada la premisa, antecedente o, aun, hipótesis y otra q que recibe la denominación de
conclusión o consecuente; es decir, q es una consecuencia, conclusión o se deduce de p.
Todo lo anterior quiere decir que la condicional significa simplemente que si p es ver-
dadera, q tiene que serlo también. No obstante, las dos últimas líneas de la tabla parecen
inducir a confusión ya que dan la sensación de que de dos premisas falsas se obtienen
conclusiones verdaderas.

Como puede verse en la tabla 2, si el antecedente es verdadero, entonces el valor


de verdad de un condicional es igual al valor de verdad del consecuente. Ahora bien, si
el antecedente es falso, entonces el condicional es trivialmente verdadero. Esto choca
muchas veces con la forma habitual de expresarse. Por ejemplo, supóngase que Paco
cenó bien. En este caso, la afirmación, Si Paco cenó bien, entonces 4 + 4 = 9, sería con-
siderado como falso; sin embargo, para un lógico sería trivialmente verdadera. Por eso
muchos consideran, sin éxito, que el condicional debería ser redefinido.

Retomando la tabla de la condicional, se ve que si esta es válida, entonces p es


verdadera solo si q es verdadera. Es decir, p es verdadera en menos casos que q, lo
que la hace una condición más fuerte. q es entonces más débil que p. En otros térmi-
nos, si q es falsa, p lo es. En este sentido, se puede decir que p → q se traduce como p
solo si q. Por ejemplo, la botella contiene ácido solo si lleva una etiqueta de adverten-
cia. Si no la lleva no contiene ácido. La etiqueta de advertencia es, entonces, una con-
dición necesaria para que la botella contenga ácido. Por otra parte, el hecho de que
una botella contenga ácido es una condición suficiente para que lleve una etiqueta de
advertencia. Estas consideraciones sugieren un cierto número de maneras de expresar el
condicional.

Si p, entonces q; siempre que p, entonces q; p es suficiente para q; p solo si q; p


implica q, son todas ellas equivalentes en el sentido de que todas expresan la asigna-
ción de verdad dada en la columna 7 de la tabla 2. Asimismo, se puede invertir el orden
de antecedente y consecuente. Por ejemplo, en lugar de decir si p entonces q, se puede
decir q si p como en la botella lleva una etiqueta de advertencia si contiene ácido. De
modo similar, puede escribirse q ← p, en lugar de p → q. En consecuencia, la ← puede
traducirse mediante la palabra «si». Otras formas de expresar q ← p son: q si p; q siem-
pre que p; q es necesario para p; q es implicada por p.

Por ejemplo, la botella lleva una etiqueta de advertencia si contiene ácido tam-
bién puede expresarse como: es necesaria una etiqueta para las botellas que contienen
ácido.

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│ Sumario

LÓGICA

La implicación q → p se denomina recíproca de p → q; por su parte, la implica-


ción q– → p–, recibe el nombre de contrapuesta de la implicación p → q. [Sus tablas de
verdad se dejan como ejercicio para el lector]. En todo caso, se verá que una de ellas es
equivalente a la implicación.

Una palabra de cautela adicional. Como se mencionó, la frase solo si debe tradu-
cirse como →; sin embargo, la palabra si corresponde a ←.

Finalmente, la última conectiva que va a considerarse es la bicondicional, que se


representa por ↔, cuya tabla de verdad se muestra en la columna 8 de la tabla 2. En pala-
bras esta conectiva puede definirse como sigue: Sean p y q dos proposiciones. Entonces
p ↔ q es verdadera siempre que p y q tengan los mismos valores de verdad. La conec-
tiva se denomina bicondicional o equivalencia y se pronuncia p si y solo si q, que a veces
se contrae en p si q.

3.2. EVALUACIÓN DE EXPRESIONES Y TABLAS DE VERDAD

Las tablas de verdad de expresiones no atómicas deben derivarse de los valores de


verdad de sus expresiones atómicas constituyentes obtenidas mediante el árbol de aná-
lisis evaluado de abajo a arriba (bottom up) o a partir de su FBF. Para ilustrar este pro-
ceso supóngase que se tiene la expresión (p ∧ ¬q) → ¬r, que se identifica mediante el
identificador A; es decir, dondequiera que aparezca A, uno se está refiriendo a (p ∧ ¬q)
→ ¬r. Por su parte A es de la forma B → C, donde B es (p ∧ ¬q) y C = ¬r. Por su parte,
B es de la forma p ∧ D, donde p es una variable proposicional y D es ¬q. Ahora ya es
posible hallar los valores de verdad de las subexpresiones B, C y D, si se dispone de
una asignación para p, q y r, asignación que determina el valor de verdad de la expre-
sión completa A. Por ejemplo, la asignación p = V, q = F y r = V produce D = ¬q = V,
B = p ∧ D = V y C = ¬r = F. Por consiguiente: A = B → C produce F.

Como una tabla de verdad da los valores de verdad de una expresión para todas las
asignaciones posibles, dado que A tiene tres variables proposicionales p, q y r, y puesto
que a cada variable se le puede asignar dos valores, V y F , se tienen 23 = 8 asignaciones
en total. La tabla 3 enumera todas estas asignaciones y como se ve la p toma 4V y 4F, la
q 2V y 2F alternativamente y la r alterna V y F cuatro veces. Lo mismo, mutatis mutan-
dis, para 4, 5, etc., variables. Pero ahora sería; verbigracia, para 4; 8V y 8V; 4V, 4F, 4V,
4F; 2V, 2F, 2V, 2F, 2V, 2F, 2V, 2F; y V, F, V, F, … , V, F, hasta 16.

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Tabla 3. Tabla de verdad para (p ˄ ¬q) → ¬r

D B C A
p q r
¬q p ∧ ¬q ¬r (p ∧ ¬q) → r

V V V F F F V
V V F F V V V
V F V V V F F
V F F V V V V
F V V F F F V
F V F F F V V
F F V V F F V
F F F V F V V

3.3. T
 AUTOLOGÍAS, CONTRADICCIONES Y CONTINGENCIAS: ME-
TALENGUAJE

3.3.1. Definiciones

Con las tablas de verdad siempre es posible conocer el valor de verdad o falsedad
de una fórmula. Las fórmulas cuya verdad o falsedad depende del valor de verdad de
sus componentes simples se denominan contingentes. Sin embargo, hay fórmulas cuyo
valor de verdad es independiente de los valores de verdad de sus componentes simples;
esto es, solo depende de la forma. Estas fórmulas expresan leyes de la lógica, cuando el
valor que toman es siempre ⊤, se denominan tautologías; por ejemplo, p → (q → p) es
una tautología. Cuando el valor que toman es ⊥, reciben el nombre de contradicciones.

Así pues, las tablas de verdad permiten conocer el valor de verdad de las fórmulas
y saber de qué tipo es: contingente, tautología o contradicción. Cuando dos fórmulas
tienen idénticas tablas de verdad y, además, se cumple que A ↔ B, entonces se dice que
A y B son fórmulas tautológicamente equivalentes. Por ejemplo, A → B es equivalente
a ¬A ∨ B. Esto quiere decir que se puede sustituir una parte por otra.

Como se acaba de señalar, las tablas de verdad permiten clasificar las expresiones
lógicas en: tautologías, contradicciones y contingencias. Es decir, una proposición com-
puesta que siempre es cierta o verdadera para cualquiera de las proposiciones atómicas
que la forman, recibe el nombre de tautología. La negación de una tautología; o sea, una

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LÓGICA

proposición compuesta que siempre es falsa; es una contradicción, antilogía o absurdo,


que de estas tres maneras se la denomina. Finalmente, una proposición compuesta que
unas veces es verdadera y otras falsa, se dice que se trata de una contingencia, eventua-
lidad, indeterminación o casualidad que de estas formas se la denomina.

Una expresión lógica es una tautología si es verdadera para todas las asignacio-
nes posibles.
Una expresión lógica es una contradicción si es falsa para todas las asignaciones
posibles.
Una expresión lógica, que no sea ni una tautología ni una contradicción es una
contingencia.

Sea la tabla de verdad, dada por la tabla 4:

Tabla 4. Ejemplos de tautología y contradicción

p p‒ p ∨ p‒ p ∧ p‒

V F V F
F V V F

Sea ahora la tabla de verdad para p ↔ q, dada por la tabla 5.

Tabla 5. Ejemplo de contingencia

B C A
p q
p→q q→p p↔q

V V V V V
V F F V F
F V V F F
F F V V V

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Debido a la importancia de las tautologías, se ha creado un símbolo especial para


indicar que una expresión lógica es una tautología: ⊢ o ⊨. Así como ¬(p ∧ q) ∨ q, es,
según su tabla de verdad, una tautología puede escribirse ⊢ ¬ (p ∧ q) ∨ q.

Esto lleva a hacer una precisión. El cálculo proposicional puede enseñarse como
lenguaje para formular proposiciones. En español, cuando se habla acerca de dicho len-
guaje, se emplea, obviamente, el español para describir todo lo que hay de interés acerca
del mismo. En general, un lenguaje utilizado para descubrir otro lenguaje se denomina
metalenguaje. Así, cuando se dice que una proposición es siempre verdadera, dicha afir-
mación dice algo relativo al lenguaje del cálculo proposicional, y por tanto este no es
parte del cálculo proposicional. En este sentido, ⊢ no es parte del cálculo proposicional,
sino que forma parte del metalenguaje.

Existe un número infinito de tautologías, pero hay un cierto número de ellas que,
además de muy sencillas, son muy importantes. La primera de ellas es la así denomi-
nada ley del tercero excluido, tercio excluso; es decir, no hay un tercer valor, que esta-
blece que p ∨ ¬ p es una tautología; es decir, p es verdadero o falso y todo lo demás se
excluye. Dos tautologías adicionales son F → p y p → V.

Si A es una tautología que contiene la variable p, se puede crear una nueva expresión
sustituyendo todas las apariciones de p por una expresión arbitraria. La expresión resul-
tante A es, de nuevo, una tautología. Por ejemplo, p ∨ ¬ p es una tautología. Entonces,
pueden reemplazarse todas las apariciones de p por cualquier expresión; verbigracia, p ∧ q.
La expresión resultante A' = (p ∧ q) ∨ ¬ (p ∧ q) es, de nuevo, una tautología. Pudiendo
hacerse sustituciones similares en cualquier otra tautología. Esto es verdad debido a que
cuando se evalúa el valor de verdad de cualquier expresión, solo los valores de verdad
de sus subexpresiones inmediatas hacen algún efecto. Siendo irrelevante si este valor
de verdad se ha obtenido directamente a través de asignación o mediante algún tipo de
evaluación a priori. Por consiguiente, si A es una expresión que contiene a p, el valor de
A no cambia si p es reemplazada por una expresión que tiene el mismo valor de entrada
que p. Si A es una tautología entonces A continúa siéndolo, independientemente de si p es
verdadero o falso, y reemplazar p por cualquier expresión no la afecta. Incluso se pueden
reemplazar todas las variables proposicionales de una tautología por expresiones, para,
de esta forma, convertir la tautología en un esquema. Esto conduce al teorema siguiente:

Teorema. Sea A una expresión tautológica, y sean p1, p2, … pn las variables pro-
posicionales de A. Supóngase que B1, B2, …, Bn son expresiones lógicas arbitrarias. En
este caso, la expresión obtenida al reemplazar p1 por B1, p2 por B2, …, pn por Bn es un
esquema, y toda particularización (ejemplo) de este esquema es una tautología.

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LÓGICA

EJEMPLO 2

¬(p ∧ q) ∨ q es una tautología, demostrar que ¬((p ∨ q) ∧ r) ∨ r es también una tautología.

Solución

Sean B y C dos expresiones arbitrarias. Por el teorema anterior, se puede transformar


¬(p ∧ q) ∨ q en el esquema ¬(B ∨ C) ∨ C. Si B = (p ∨ q) y C' = r, entonces este esquema pro-
duce ¬((p ∨ q) ∧ r) ∨ r, que debe ser también una tautología.

Un razonamiento lógico es válido si la conclusión se deduce lógicamente de las pre-


misas. Si todas las premisas son verdaderas; verbigracia, cuando la conjunción de todas
las premisas es verdad, entonces la conclusión también debe ser verdadera. Por lo tanto,
si la conjunción de las premisas es A y si la conclusión es C, entonces A → C debe ser
verdadera para todas las asignaciones; es decir, es una tautología.

Por ejemplo, el silogismo disyuntivo indica que siempre que p ∨ q y ¬p sean ambas
verdaderas q debe ser verdadero. Por consiguiente, ((p ∨ q) ∧ ¬p) → q debe ser una tau-
tología. Como se ve en la tabla 6, esta idea sirve para demostrar que el anterior silogismo
disyuntivo es válido.

Tabla 6. Tabla de verdad para el silogismo disyuntivo

p q p∨q ¬p (p ∨ q) ˄ ¬p ((p ∨ q) ∧ ¬p) → q

V V V F F V
V F V F F V
F V V V V V
F F F V F V

Como se ve, la columna final de la tabla 6, que es el silogismo disyuntivo, siempre


es verdadera. Además, como ya se vio, dado que en todas las tautologías está permitido
reemplazar las variables proposicionales por expresiones, ergo todo razonamiento válido
puede ser convertido en esquema.

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EJEMPLO 3

Mostrar que de p ∧ q y p ∧ q→ ¬r se puede concluir ¬r.

Solución

De acuerdo con el modus ponens, que se definirá más adelante, las premisas p y p → q, per-
miten concluir q. Esta expresión puede transformarse en un esquema, indicando que para
cualesquiera expresiones A y B, A y A → B, tienen a B como consecuencia lógica. Estable-
ciendo A = p ∧ q y B = ¬r, se encuentra que las premisas p ∧ q y p ∧ q → ¬r, tienen a ¬r como
una consecuencia lógica.

Ahora bien, como ya se ha visto, una expresión es una contradicción si produce F


para todas las asignaciones. Para comprobarlo, se usan tablas de verdad. Por ejemplo,
para ver que p ∧ ¬p es una contradicción se construye, tal y como se ve en la tabla 7, una
tabla de verdad en la que se comprueba que la última columna da valor F para todas las
asignaciones, ergo, es una contradicción.

Tabla 7. Tabla de verdad para p ˄ ¬p

p ¬p p ∧ ¬p

V F F
F V F

Las contradicciones están estrechamente relacionadas con las tautologías. De


hecho, si A es una tautología, ¬A es una contradicción y viceversa. Como las tautolo-
gías, las contradicciones pueden convertirse en esquemas. Esto significa, verbigracia, que
(p → q) ∧ ¬(p → q) es una contradicción porque sigue el esquema A ∧ ¬A, del que, a su
vez, puede derivarse p ∧ ¬p.

Las contradicciones pueden usarse para demostrar que los razonamientos lógicos
son válidos. Para hacer esto basta observar que un razonamiento no puede ser válido
si todas las premisas son verdaderas, pero la conclusión es falsa. En otros términos, es
imposible que la negación de la conclusión y de las premisas sean verdaderas simultá-
neamente. Por tanto, la conjunción de todas las premisas con la negación de la conclu-
sión debe ser siempre falsa. Debe ser una contradicción.

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│ Sumario

LÓGICA

Para demostrar lo anterior se va a usar de nuevo el silogismo disyuntivo. Formulado


como una contradicción, se dice que para todas las asignaciones posibles, (p ∨ q) ∧ ¬ p ∧ ¬q
debe ser falso. La tabla 8 muestra que este es, de hecho, el caso, demostrando una vez
más que el silogismo disyuntivo es válido.

Tabla 8. Demostración por contradicción de la validez del silogismo disyuntivo

p q p∨q ¬p (p ∨ q) ∧ ¬p ¬q (p ∨ q) ∧ ¬p∧ ¬q

V V V F F F F
V F V F F V F
F V V V V F F
F F F V F V F

3.3.2. T
 ipos importantes de tautologías. Implicaciones lógicas y equi-
valencias lógicas

Existen dos tipos importantes de tautologías que van a considerarse a continuación:

• Implicación lógica. Se dice que dos proposiciones, atómicas o compuestas,


cualesquiera, p y q, constituyen una relación de implicación, indicada por
p ⇒ q, si y solo si, la proposición p → q es una tautología. La implicación
lógica p ⇒ q se lee p implica q.

Si A y B son dos expresiones lógicas y si A → B es una tautología, se dice que


A implica lógicamente B, y se escribe A ⇒ B.

La relación o proposición compuesta p ⇒ q recibe el nombre de teorema,


siendo p la hipótesis y q la tesis.
Es importante distinguir entre la conectiva condicional o implicación, →,
con la relación implicación lógica, ⇒, que acaba de definirse. En el primer
caso, se trata de una operación entre proposiciones que, de acuerdo con su
tabla de verdad, conduce a un resultado cierto o falso. En el segundo caso,
se establece una relación entre proposiciones que únicamente se da para el
caso particular de ser cierto, tautología, el resultado de la operación p → q.

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Sumario │

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Por consiguiente, ⇒ no es una conectiva, y aunque p y q sean proposicio-


nes, p ⇒ q no lo es; ese símbolo indica que p y q están relacionadas si q es
una consecuencia de p. El símbolo ⇒ pertenece al metalenguaje, pues está
definido en términos de ⊨, el cual también es un símbolo del metalenguaje.
Para distinguir entre → y ⇒ se dice que p implica materialmente a q, para
p → q y que p implica lógicamente a q para p ⇒ q.

• Equivalencia lógica. Cuando p implica q y también q implica p, se dice que


p y q son lógicamente equivalentes o que existe una relación de doble impli-
cación. Es decir, dos proposiciones p y q son lógicamente equivalentes si la
proposición p ↔ q, es una tautología. Esta equivalencia lógica se representa
por la notación ⇔ o ≡. Es decir, p ⇔ q, si y solo si p ↔ q es una tautología.

Si A y B son dos expresiones lógicas y si A y B tienen siempre el mismo valor


de verdad, entonces se dice que A y B son «lógicamente equivalentes», y se
escribe A ⇔ B si y solo si A ↔ B es una tautología.

Todo lo dicho como advertencia para distinguir entre → y ⇒ es, mutatis


mutandis, aplicable a ⇔ o ≡ y ↔. A esta segunda se le llama equivalencia
material mientras que a la primera se la designa como equivalencia lógica.
Existen importantes conexiones entre tautologías generales, equivalencias lógi-
cas e implicaciones lógicas. Obviamente, A es una tautología si A ⇔ V, y A
es una contradicción si A ⇔ F. También puede mostrarse claramente que si A
es una tautología entonces V ⇒ A, y si A es una contradicción, A ⇒ F. Final-
mente, a partir de A ⇔ B se puede concluir A ⇒ B y B ⇒ A. Por consiguiente,
toda equivalencia lógica puede utilizarse para derivar dos implicaciones lógi-
cas. Recíprocamente, de A ⇒ B y B ⇒ A, siempre se puede concluir A ⇔ B.
De la propia definición de equivalencia lógica se deduce que si p ⇔ q y q ⇔ r,
entonces también p ⇔ r; es decir, las proposiciones p, q y r son equivalen-
tes dos a dos. Hecho que permite ampliar la equivalencia lógica a cadenas de
equivalencias formadas por n proposiciones. Por otra parte, las relaciones de
implicación y las equivalencias lógicas forman parte de las «leyes del cálculo
proposicional», de forma que partiendo de las tautologías correspondientes, se
podrían llegar a obtener otras leyes del cálculo de proposiciones. Por ejemplo,
la tautología, [(p → q) ∧ ¬q] → ¬q, daría lugar a la ley, [(p → q) ∧ ¬q] ⇒ p.

De más está decir que tanto las implicaciones lógicas como las equivalencias lógi-
cas se demuestran usando las consabidas tablas de verdad.

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│ Sumario

LÓGICA

4. PRAGMÁTICA

4.1. EL RAZONAMIENTO DEDUCTIVO: REGLAS DE INFERENCIA

Como ya se ha visto en unidades anteriores, los términos inferencia y razonamiento


se emplean para referirse a cualquier proceso mediante el cual se obtienen conclusio-
nes. Cuando la inferencia es fidedigna o confiable, se denomina deducción o inferencia
lógica. Pues antes se van a considerar los siguientes conceptos:

• Validez. Se dice que un enunciado es válido o necesariamente verdadero


si y solo si, es verdadero en todas las interpretaciones posibles de todos los
mundos posibles; o sea, es válida con independencia de lo que supuesta-
mente signifique y de lo que esté sucediendo en el universo descrito. Por
ejemplo, el enunciado: Llueve o no llueve es válida porque es verdadera
con independencia de que llueva o no y es válida en función de cómo se
interprete llueve. Los enunciados válidos también se denominan analíticos
y tautológicos.
• Satisfacibilidad. Se considera que un enunciado es satisfacible si y solo si,
existe una interpretación en algún mundo para el que es válido. Lo contrario
supone que el enunciado es insatisfacible o contradictorio. Los enunciados
autocontradictorios son insatisfacibles si la contradicción no depende de
los significados de los símbolos. Por ejemplo, el enunciado Hay un muro
frente a mí y no hay muro frente a mí, es insatisfacible.

Las tablas de verdad son útiles como método de decisión, pero se hacen inviables
cuando las variables de un razonamiento son muchas, lo que sucede en los casos más
frecuentes y relevantes. Por eso es más fácil utilizar «reglas de inferencia» mediante
las cuales se puede pasar de una o varias premisas o supuestos previos hasta la con-
clusión. La finalidad es demostrar que la conclusión se sigue de las premisas. Para ello
es necesario que cada paso esté justificado por alguna regla. A todo este proceso se le
denomina deducción.

Para exponer los razonamientos, habitualmente se expresan primero las premisas y


después la conclusión, ligada a ellas mediante «partículas» como: «luego», por tanto»,
«consiguientemente», etc. Todos estos sinónimos, empleados en los razonamientos,
representan una relación lógica existente entre las premisas y la conclusión. Esto puede
simbolizarse por ⊢ que se denomina deductor.

3 ‒ 30 www.udima.es
Sumario │

M.ª A. Martínez Rey Cálculo proposicional

Es tarea capital de la lógica deductiva el estudio y la formulación rigurosa de las


reglas que gobiernan las operaciones deductivas. Dichas reglas, denominadas reglas
de inferencia se enmarcan dentro de las reglas de transformación de fórmulas. Sea, por
ejemplo, la regla del modus ponens(MP) que se enuncia mediante los siguientes esque-
mas o figuras de deducción equivalentes:

A→B
A
o A, A → B ⊢ B, donde A → B y A son premisas y B la conclusión
B

Conociendo las reglas de inferencia se puede establecer un cálculo lógico; es decir,


un conjunto de reglas sistemáticamente ordenado, en el que se pueden realizar deduccio-
nes formales. Una deducción formal es pues una secuencia finita de fórmulas tales que
cada una de ellas puede ser una de las siguientes:

• Una premisa inicial; o sea, una fórmula que se considera hipotéticamente


dada desde el principio.
• Un supuesto provisional; esto es, uno que sirve momentáneamente de apoyo
en el caso de la deducción; pero del cual resulta posible desembarazarse
antes del establecimiento de la conclusión.
• Una fórmula que se derive lógicamente de otra(s) anterior(es) por aplica-
ción de alguna regla de inferencia.

Véase el siguiente ejemplo de salarios y precios y reformúlese como sigue:

EJEMPLO 4

Si suben los salarios (p), entonces suben los precios (q). Si suben los precios, entonces baja
el poder adquisitivo de la moneda (r). Suben los salarios. Luego baja el poder adquisitivo
de la moneda.
Su formalización es:
p → q, q → r, p ⊢ r

.../...

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│ Sumario

LÓGICA

.../...

Y el desarrollo de la deducción es:

‒ 1 p→q Premisa


‒ 2 q→r Premisa
‒ 3 p Premisa
4 q MP 1,3
5 r MP 2,4

Las tres primeras líneas de la derivación son supuestos previos o premisas que, algunas
veces, se simbolizan mediante un guión «‒». Las líneas 4 y 5 se obtienen por inferencia
inmediata, en este caso aplicando la regla del modus ponens, obteniendo la conclusión.

4.2. RAZONAMIENTOS

Un razonamiento, en lógica formal, es un conjunto de enunciados, sentencias, afir-


maciones o proposiciones, algunos de los cuales no puede subdividirse. Reciben el nom-
bre de proposiciones atómicas, que se usan entre sí mediante conexiones, conectores o
conectivas lógicas. Por ejemplo, considérense las siguientes afirmaciones:

1. Si la demanda crece, entonces las empresas se expanden


2. Si las empresas se expanden, entonces contratan trabajadores
3. Si la demanda crece, entonces las empresas contratan trabajadores

Este razonamiento consta de tres enunciados, uno por línea, cada uno de ellos conte-
niendo una afirmación. Las afirmaciones 1 y 2, proporcionan las premisas del argumento,
y la línea 3 contiene la conclusión. Se puede razonar contra las premisas y demostrar
que son erróneas. Sin embargo, tan pronto como las premisas sean aceptadas, la conclu-
sión también debe aceptarse porque se sigue lógicamente de las premisas y, por tanto,
el razonamiento es válido.

Utilizando afirmaciones como las anteriores, Aristóteles desarrolló patrones de razo-


namientos correctos y falsos. Primero, observó que muchas de la afirmaciones emplea-
das en lógica son realmente afirmaciones o enunciados compuestos; esto es, constan de
varias partes, cada una de las cuales es, a su vez, un enunciado por derecho propio.

3 ‒ 32 www.udima.es
Sumario │

M.ª A. Martínez Rey Cálculo proposicional

Retómese el primer enunciado anterior: Si la demanda crece, entonces las empre-


sas se expanden. Como puede verse, dicho enunciado tiene dos partes, que son, a su vez,
enunciados por derecho propio a saber: la demanda crece y las empresas se expanden.
Ambos enunciados están, en este caso, conectados mediante Si… entonces.

Considérese, ahora, esta afirmación: Este programa tiene un error, o la entrada es


errónea. De nuevo este enunciado consta de dos partes: Este programa tiene un error
y la entrada es errónea. Ambas partes, a su vez, son afirmaciones, y en este caso están
conectadas, mediante la palabra «o». Para ver qué razonamientos son correctos y cuáles
no, Aristóteles abrevió los enunciados esenciales de los razonamientos sustituyéndolos por
letras mayúsculas, aquí se van a usar minúsculas. De este modo, el patrón de razonamientos
válidos puede describirse concisamente.

Por ejemplo, considérese una vez más el razonamiento anterior y úsese la letra p
para representar el enunciado «la demanda crece», la letra q para expresar el enunciado
«las empresas se expanden» y la letra r para la afirmación «las empresas contratan tra-
bajadores». Entonces el razonamiento anterior se expresaría como sigue:

1. Si p, entonces q
2. Si q, entonces r
3. Si p, entonces r

A este tipo de razonamiento Aristóteles le denominó silogismo hipotético, donde


p, q y r pueden representar cualquier enunciado, proposición o afirmación, que de estas
formas se denominan. Las premisas de este argumento; es decir, p, q pueden ser verda-
deras o falsas. Sin embargo, tan pronto se aceptan las premisas, inexorablemente hay
que aceptar la conclusión.

Considérese ahora los tres enunciados siguientes:

1. Este programa tiene un error, o la entrada del programa es errónea


2. La entrada no es errónea
3. Este programa tiene un error

Donde usando letras se convierte en

1. p o q
2. no q
3. p

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│ Sumario

LÓGICA

Este patrón de razonamiento recibe el nombre de silogismo disyuntivo y es un razo-


namiento fundamental en lógica.

Como ya se ha visto, existe un razonamiento muy importante en lógica denominado


modus ponens, que, en la forma concisa y abstracta aristotélica, puede formularse como sigue:

1. Si p entonces q
2. p.
3. q

Por ejemplo, si p es El semáforo se pone rojo y q los coches paran, entonces las pre-
misas si el semáforo se pone en rojo, entonces los coches paran y el semáforo se pone
rojo permite concluir los coches paran.

5. ÁLGEBRA DE ENUNCIADOS O PROPOSICIONES

En el álgebra estándar se manipulan expresiones en las cuales las variables y las


constantes representan números. En el álgebra de enunciados, proposiciones o declara-
tivas, que de las tres formas se la conoce, se manipulan expresiones lógicas; es decir,
expresiones donde las variables y las constantes representan valores de verdad. La única
diferencia entre ambas es que, a efectos de simplificación, las equivalencias lógicas hacen
el papel de las identidades algebraicas. Y que, en álgebra normal, no se hace diferencia
alguna entre expresión y esquema, en lógica no se hace distinción entre una equivalen-
cia lógica y el esquema que genera.

5.1. ELIMINACIÓN DE CONDICIONES

Puesto que el tratamiento simbólico de condicionales y bicondicionales es rela-


tivamente engorroso, habitualmente se eliminan antes de ejecutar otras manipulacio-
nes algebraicas. Para eliminar el condicional, p → q, se utiliza la equivalencia lógica
siguiente:

p → q ⇔ ¬p ∨ q [1]

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Sumario │

M.ª A. Martínez Rey Cálculo proposicional

En lo concerniente a la bicondicional p ↔ q, existen dos modos de expresarla:

p ↔ q ⇔ (p ∧ q) ∨ (¬p ∧ ¬q) ⇔ (p → q) ∧ (q → p) [2]

La primera versión expresa el hecho de que dos expresiones son equivalentes si tienen
el mismo valor de verdad. La segunda, hace hincapié en el hecho de que dos expresiones
son equivalentes si la primera «implica» la segunda, y la segunda «implica» la primera.

EJEMPLO 5

Eliminar → y ↔ de la siguiente expresión:

(p → q ∧ r) ∨ ((r ↔ s) ∧ (q ∨ s))

Solución

[1] permite reemplazar p → q ∧ r por ¬p ∨ (q ∧ r) lo que produce

(p → q ∧ r) ∨ ((r ↔ s) ∧ (q ∨ s)) ⇔ (¬p ∨ q ∧ r) ∨ ((r ↔ s) ∧ (q ∨ s))

Ahora usando [2] se obtiene: (¬p ∨ q ∧ r) ∨ (((¬r ∨ s) ∧ (r ∨ ¬s)) ∧ (q ∨ s)), expresión que ya
no contiene ninguna condicional.

Unas palabras más sobre el álgebra de enunciados. Existe una diferencia filosófica
importante entre el álgebra de enunciados y las demás álgebras: estándar, de conjuntos,
de Boole. En la primera, al tratar de enunciados distingue entre enunciados atómicos o
simples y moleculares o compuestos. Dos enunciados de forma distinta no se consideran
iguales aun cuando sean equivalentes. Por ejemplo, p ∨ q no se considera igual a q ∨ p.

5.2. LEYES ESENCIALES DEL ÁLGEBRA DECLARATIVA

En la tabla 9, se muestran un número de equivalencias importantes que son útiles


para simplificar o, por otra parte, manipular expresiones lógicas. Dichas equivalencias,
cuya demostración mediante tablas de verdad se deja al lector, constituyen las leyes esen-
ciales del álgebra de enunciados.

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│ Sumario

LÓGICA

Tabla 9. Leyes esenciales del álgebra de enunciados

Nombre Leyes

Doble negación ................................. ¬(¬p) ⇔ p

Tercio excluso ..................................... p ∨ ¬p ⇔ V

Contradicción ................................... p ∧ ¬p ⇔ F

Identidad ........................................... p∨F⇔p


p∧V⇔p

Denominación .................................. p∨V⇔V


p∧F⇔F

Idempotencia .................................... p∨p⇔p


p∧p⇔p

Conmutativas ................................... p∨q⇔q∨p


p∧q⇔q∧p

Asociativas ........................................ (p ∨ q) ∨ r ⇔ p ∨ (q ∨ r)
(p ∧ q) ∧ r ⇔ p ∧ (q ∧ r)

Distributivas ..................................... (p ∨ q) ∧ (p ∨ r) ⇔ p ∨ (q ∧ r)
(p ∧ q) ∨ (p ∧ r) ⇔ p ∧ (q ∨ r)

De Morgan ........................................ ¬(p ∧ q) ⇔ ¬p ∨ ¬q


¬(p ∨ q) ⇔ ¬p ∧ ¬q

Transitividad .................................... [(p → q) ∧ (q → r)] → (p → r)

Como puede verse, salvo a primera vista la de doble negación, todas son duales;
es decir, se obtiene una de otra sin más que cambiar todas las V por F y las F por V y
reemplazando todas las ∧ por ∨ y las ∨ por ∧. Por ejemplo, la ley del tercio excluso tiene
como dual la contradicción que puede obtenerse reemplazando la ∨ por ∧, produciendo
p ∧ ¬p, lo cual es lógicamente equivalente a F, que corresponde a V en el tercio excluso.
La doble negación muestra que ella misma es su propia dual. Esta dualidad es válida para
los resultados derivados a partir de estas leyes. Además, a partir de estas leyes, se pueden
derivar otras; verbigracia, las leyes de absorción, de particular importancia:

p ∨ (p ∧ q) ⇔ p   y   p ∧ (p ∨ q) ⇔ p

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Sumario │

M.ª A. Martínez Rey Cálculo proposicional

George Boole desde 1847, y partiendo del hacer matemático, había realizado la
construcción de una álgebra lógica; esto es, aplicar el álgebra para fundamentar la lógica.
Boole parte de las nociones de clase, elemento de clase y operaciones con clases. El enfo-
que estriba en que las leyes del pensamiento, las leyes de la lógica, deben ser del mismo
tipo que las que gobiernan el álgebra; es decir, la validez de los procesos del álgebra
no dependen de la interpretación de los signos, sino de las leyes de combinación de los
mismos. Con estas ideas, Boole algebriza la lógica obteniendo un sistema algebraico
que es, en términos actuales, un retículo booleano. Dicho retículo, como álgebra lógica
o álgebra simbólica, presenta dos interpretaciones: por un lado, un álgebra de clases o
conjuntos; por otro, un álgebra proposicional, tal y como se muestra en la tabla 10. Esto
se explica con más detalle en la unidad 10 de Matemática discreta, manual de la Udima.

Tabla 10. Similaridades entre el álgebra de Boole y el cálculo proposicional

Álgebra de Boole Cálculo de proposiciones

∪ Conjunto universo ⊤, V Verdadero

Ø Conjunto vacío ⊥, F Falso

a, b, c, … Conjuntos, subconjuntos, elementos p, q, r, … Proposiciones

a∪b Reunión: todo a y todo b p∨q Disyunción: o bien p solo o q solo, o


ambos, son verdaderos

a∩b Intersección: lo que a y b tienen en p·q Conjunción: ambos, p y q, son ver-


común daderos

a=b Identidad: a y b son el mismo con- p=q Equivalencia, si y solo si p es verda-


junto dero, q es verdadero

a' Complementario: resto del conjunto ~p Negación: p es falso


universo que no es a

a∈b Inclusión: a es el elemento de b p⊃q Implicación: si p es verdadero, q es


verdadero

5.3. MÉTODOS PARA MANIPULAR EXPRESIONES

Para simplificar conjunciones que contienen solo literales, en primer término, es


mejor clasificar los literales lexiográficamente, de acuerdo con el nombre de las varia-
bles y luego aplicar:

www.udima.es 3 ‒ 37
│ Sumario

LÓGICA

1. Si una conjunción contiene literales complementarios o si contiene la cons-


tante lógica F, siempre produce F; es decir, se trata de una contradicción.
2. Todas las apariciones de la constante lógica V y todas las copias duplicadas
de cualquier literal pueden omitirse.

Por su parte, para tratar las disyunciones, se pueden emplear las duales de estas
reglas:

1. Si una disyunción contiene literales complementarios o si contiene la cons-


tante lógica V, siempre produce V; esto es, se trata de una tautología.
2. Todas las apariciones de la constante lógica F y todas las copias duplicadas
de cualquier literal pueden omitirse.

EJEMPLO 6

Simplificar (p3 ∧ ¬p2 ∧ p3 ∧ p1) ∨ (p1 ∧ p3 ∧ ¬p1).

Solución

La expresión es la disyunción de dos conjunciones. Primero se simplifican las conjuncio-


nes. En la primera aparecen dos p3 , con lo que una puede omitirse. La segunda contiene
p1 y ¬p1; por tanto, produce ⊥, en consecuencia es: (p3 ∧ ¬p2 ∧ ¬p1) ∨ ⊥ ⇔ ¬p1 ∧ ¬p2 ∧ p3).

6. FORMAS NORMALES

Es útil, generalmente, estandarizar las expresiones para facilitar su identificación y


comparación entre ellas. Las formas estándar de las expresiones lógicas se denominan
formas normales y son de dos tipos: disyuntivas y conjuntivas, que se definen como sigue:

Se dice que una expresión lógica está en forma normal disyuntiva si está escrita como
disyunción, en la cual todos los términos son conjunciones literales. Similarmente,
está en forma normal conjuntiva si está escrita como conjunción de disyunciones
de literales.

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Sumario │

M.ª A. Martínez Rey Cálculo proposicional

Para obtener formas normales conjuntivas se usa el procedimiento siguiente:

1. Eliminar todas las condicionales → y ←.


2. Si la expresión contiene cualquier subexpresión compuesta negada, elimi-
nar la negación utilizando la ley de doble negación o usar las leyes de De
Morgan para reducir el alcance de la negación.
3. Una vez encontrada una expresión sin ninguna subexpresión compuesta
negada, usar las leyes: A ∨ (B ∧ C) ⇔ (A ∨ B) ∧ (A ∨ C ) y (A ∧ B) ∨ C ⇔
(A ∨ C) ∧ (B ∨ C) [1], para reducir el alcance de V.

EJEMPLO 7

Traducir ¬((p ∨ ¬q) ∧ ¬r) a forma normal.

Solución

¬((p ∨ ¬q) ∧ ¬r) ⇔ ¬(p ∨ ¬q) ∨ ¬¬r ⇔ (¬p ∧ ¬¬q) ∨ r ⇔ (¬p ∧ q) ∨ r ⇔ (¬p ∨ r) ∧ (q ∨ r)

6.1. TABLAS DE VERDAD. FORMAS NORMALES

Hasta ahora se ha mostrado la forma de encontrar la tabla de verdad de una expre-


sión lógica. Ahora se va a considerar la recíproca. Es decir, cómo se puede transformar
cualquier tabla de verdad en una expresión, que va a estar en forma normal disyuntiva.
De hecho, el método conceptualmente más fácil para encontrar la forma normal de una
expresión es el uso de tablas de verdad.

Como ya se ha visto, en general, una tabla de verdad proporciona los valores de


verdad de alguna proposición para todas las posibles asignaciones. La tabla 11 muestra
un ejemplo de tabla de verdad para una cierta proposición. En este caso, el valor de ver-
dad ƒ depende de tres variables p, q y r, lo que convierte a ƒ en función de verdad, con
los argumentos p, q y r.

www.udima.es 3 ‒ 39
│ Sumario

LÓGICA

Para convertir una función dada por su tabla de verdad en una expresión lógica, se
utilizan términos mínimos (miniterms), que se definen como sigue:

Un término mínimo (miniterm) es una conjunción de literales en los cuales cada


variable se representa exactamente una vez.

Tabla 11. Tabla de verdad para ƒ

p q r ƒ

V V V V
V V F F
V F V V
V F F F
F V V F
F V F F
F F V V
F F F F

Todo término mínimo es verdadero exactamente para una asignación. Por ejemplo,
p ∧ ¬q ∧ r , es verdadero si p es V, q es F y r es V. Por otra parte, una disyunción de térmi-
nos mínimos es verdadera solo si al menos uno de sus términos mínimos constituyentes es
verdadero. Si una función, tal como f, está dotada por su tabla de verdad, se sabe exacta-
mente para cuales asignaciones es verdadera. Por consiguiente, se pueden seleccionar los
términos mínimos que hacen a la función verdadera y formar la disyunción de estos tér-
minos mínimos. La función f, verbigracia, es verdadera para las tres asignaciones: p, q, r;
p, ¬q, r y ¬p, ¬q, r, siendo verdaderas, tal y como se ve en la tabla 11. Entonces, la disyun-
ción de términos mínimos, o miniterms correspondientes, es lógicamente equivalente para
f, lo cual significa que para f se tiene la expresión lógica siguiente:

f ⇔ (p ∧ q ∧ r) ∨ (p ∧ ¬q ∧ r) ∨ (¬p ∧ ¬q ∧ r)

Dado que los miniterms son conjunciones, se ha expresado la función en cuestión


en forma normal disyuntiva. Realmente, en un tipo especial de forma normal: la «forma
normal disyuntiva completa».

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Sumario │

M.ª A. Martínez Rey Cálculo proposicional

Si una función de verdad está expresada como una disyunción de miniterms, se dice que es
una forma normal disyuntiva completa.

La forma normal disyuntiva completa no suele ser la disyunción de conjunciones


más corta posible para expresar una función dada. De hecho, pueden simplificarse en
la forma habitual. En este caso, la simplificación se haría aplicando dos veces la ley de
absorción dando: f ⇔ (p ∧ r) ∨ (¬q ∧ r).

Utilizando un concepto íntimamente relacionado con la dualidad, la complementación,


se pueden obtener «formas normales conjuntivas» a partir de tablas de verdad, como sigue:
Si A es una expresión cualquiera, obténgase el complementario de A formando primero el
dual de A y reemplazando todos los literales por sus complementarios. De hecho, el com-
plementario de A es siempre la negación de A y el complementario es un modo eficiente
de negar una expresión. Por ejemplo, niéguese la expresión A = (p ∧ q) ∨ ¬r usando la
complementación: el dual de A es (p ∨ q) ∧ ¬r; reemplácese cada literal por su comple-
mentario, produciendo: (¬p ∨ ¬q) ∧ r; entonces, ¬A ⇔ ¬ ((p ∧ q) ∨ ¬r) ⇔ (¬p ∨ ¬q) ∧ r.

[La demostración de que la complementación es la negación, se deja como ejerci-


cio al lector].

7. IMPLICACIONES Y DERIVACIONES LÓGICAS

7.1. IMPLICACIONES

Hay, por supuesto, razonamientos que no son válidos. Dichos argumentos reciben
el nombre de falacias. De nuevo utilizando el método de tabla de verdad, se puede dis-
tinguir entre razonamientos válidos y falacias.

Los patrones de razonamiento pueden expresarse de varias formas. Por ejemplo, en


español, la conclusión se establece típicamente después de las premisas, y se presenta
mediante expresiones tales como: por tanto, en conclusión, por consiguiente, como con-
secuencia, etc. Retomando el argumento de modus ponens:

1. p
2. p → q.
3. q

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│ Sumario

LÓGICA

Si el esquema de razonamiento es válido, y solo entonces, se utiliza el símbolo ⊨


para separar las premisas de la solución; es decir: p, p → q ⊨ q. El símbolo ⊨ ya se usó
para denotar tautologías y concuerda con su uso aquí, pues una tautología es simplemente
un patrón de razonamiento sin premisas.

Un razonamiento es válido si la conclusión se deduce lógicamente, siempre que


se cumplan todas las premisas. Esto significa que la conjunción de todas las premisas
implica lógicamente la solución. Por lo tanto, si A es la conjunción de todas las premisas
y B es la conclusión, se tiene que demostrar que A → B es una tautología, o lo que es lo
mismo, se tiene que demostrar A ⇒ B o, equivalentemente, A ⊨ B.

Muchos razonamientos contienen una secuencia de pasos, esto conduce a la noción


de derivación o demostración formal.

Cualquier tautología de la forma A → B se denomina implicación lógica. Por ejem-


plo, p → V y F → p, son expresiones verdaderas para todos los valores de p, lo cual las
convierte en tautologías y cualquier tautología lógicamente puede usarse como la base
de un esquema. Específicamente, si A es un expresión cualquiera, p ⇒ V justifica el
esquema A ⇒ V. De modo similar, se demuestra F ⇒ A .

Las equivalencias lógicas crean implicaciones lógicas, según indica el teorema


siguiente:

Teorema. Si A y B son dos expresiones y si A ≡ B, entonces A ⇒ B y B ⇒ A. [La


demostración se deja al lector]. Como aplicación del teorema, considérese la equivalen-
cia (p ∨ q) ∧ (¬p ∨ q) ≡ q. Dicha equivalencia conduce a la siguiente e importante impli-
cación lógica: (p ∨ q) ∧ (¬p ∨ q) ⇒ q.

Por supuesto, cualquier implicación lógica puede demostrarse mediante el método de


tabla de verdad. Realmente, si se quiere demostrar A ⇒ B, donde A y B son dos expresiones,
se prepara la tabla de verdad para A → B. Por ejemplo, la tabla 12 demuestra que p ⇒ p ∨ q.

Tabla 12. Tabla de verdad para p → (p ∨ q)

p q p∨q p → (p ∨ q)

V V V V
V F V V
F V V V
F F F V

3 ‒ 42 www.udima.es
Sumario │

M.ª A. Martínez Rey Cálculo proposicional

De forma similar se obtiene (p ∨ q) ⇒ p. Ambas implicaciones lógicas están bauti-


zadas: se llaman, respectivamente, ley de adición y ley de simplificación.

7.2. DEMOSTRACIONES MEDIANTE TABLAS VERITATIVAS

Como ya se dijo, un razonamiento es válido si las premisas en su conjunto impli-


can lógicamente la conclusión. Por tanto, si P1, P2, …, Pn, denotan las premisas y C la
conclusión, se debe tener: P1, P2, …, Pn ⊨ C. Esto, como ya se vio, puede demostrarse,
mediante el método de tabla de verdad, mostrando que P1 ∧ P2 ∧ …, ∧ Pn → Ces una
tautología. Para ello, se va a seguir el método siguiente:

1. Encontrar los valores de verdad de todas las premisas.


2. Si, para una asignación dada, todos ellos producen V entonces escribir V
debajo de una columna especial con el encabezamiento V premisas.
3. Resérvese otra columna con el título válido para indicar si las premisas
implican o no la conclusión.

Un ejemplo aclarará esto. Considérese el silogismo hipotético: p → q, q → r ⊨ p → r.


La tabla 13 representa esto:

Tabla 13. Tabla de verdad del silogismo hipotético

p q r p→q q→r Premisas p→r Válido

V V V V V V V V
V V F V F F F V
V F V F V F V V
V F F F V F F V
F V V V V V V V
F V F V F F V V
F F V V V V V V
F F F V V V V V

Considérese ahora el siguiente razonamiento lógico, de Sir Arthur Conan Doyle:


Sherlock Holmes explica al Dr. Watson cómo dedujo el motivo del asesinato mediante

www.udima.es 3 ‒ 43
│ Sumario

LÓGICA

razonamiento lógico, «El robo no fue el objeto del asesinato, puesto que nada fue robado».
Esta ocasión realmente se reduce al siguiente razonamiento:

1. Si fue un robo algo habría desaparecido: p


2. Nada desapareció: q
3. No fue un robo

Equivalente a:

1. p → q
2. ¬q
3. ¬p

Razonamiento que se denomina modus tollens y cuya tabla de verdad viene dada
en la tabla 14, demostrando que es válido.

Tabla 14. Tabla de verdad para el modus tollens

p q p→q ¬q Premisas Conclusión (¬p) Válido

V V V F F F V
V F F V F F V
F V V F F V V
F F V V V V V

La mayoría de los razonamientos lógicos de entidad son compuestos, en el sentido


de que la conclusión de un razonamiento es la premisa para el próximo. Toda demostra-
ción es, pues, una secuencia de tales razonamientos. La mayoría de los razonamientos
usados en la práctica son informales. También hay, por supuesto, razonamientos lógicos
formales, que se conocen como derivaciones o demostraciones formales. El ejemplo de
Sherlock Holmes, servirá para aclarar estos conceptos.

Esta es la cita completa:

«Y ahora llegamos a la gran pregunta del por qué. El robo no ha sido el


objeto del asesinato puesto que nada desapareció ¿Fue por motivos políticos,

3 ‒ 44 www.udima.es
Sumario │

M.ª A. Martínez Rey Cálculo proposicional

o fue una mujer? Esta es la pregunta a la cual me enfrento. Desde el principio


me he inclinado hacia esta última suposición. Los asesinos políticos se compla-
cen demasiado en hacer solo su trabajo y huir. Por el contrario, este asesinato
ha sido realizado muy deliberadamente, y quien lo perpetró ha dejado huellas
por toda la habitación, mostrando que estuvo ahí mucho tiempo».

Se van a utilizar, para formalizar la cita, las variables proposicionales siguientes:

p1: Fue un robo.


p2: Algo desapareció.
p3: Fue político.
p4: Fue una mujer.
p5: El asesino huyó inmediatamente.
p6: El asesino dejó «huellas» por toda la habitación.

La demostración del razonamiento de Sherlock Holmes viene dada en la tabla 15,


utiliza el modus ponens, el modus tollens, y el silogismo disyuntivo. Se trata de demos-
trar: las premisas establecidas ⊨ p4.

Tabla 15. Demostración de la motivación del crimen

Derivación formal Regla Comentario

1. p1 → p2 Premisa Si fuese un robo, algo habría desaparecido.


2. ¬p2 Premisa No desapareció nada.
3. ¬p1 1, 2, MT No fue un robo.
4. ¬p1 → p3 ∨ p4 Premisa Si no fue un robo, fue algo político o una mujer.
5. p3 ∨ p4 3, 4, MT Fue político o una mujer
6. p → p5 Premisa Si fuese político, el asesino hubiese huido rápido.
7. p6 → p5 Premisa Si el asesino dejó huellas, no huyó inmediatamente.
8. p6 Premisa El asesino dejó huellas por todas partes.
9. ¬p5 7, 8, MP El asesino no huyó inmediatamente.
10. ¬p3 6, 9, MT No fue político
11. p4 5, 10, SD Por consiguiente, fue una mujer.

www.udima.es 3 ‒ 45
│ Sumario

LÓGICA

8. SISTEMAS PARA HACER DERIVACIONES: TEOREMA DE LA


DEDUCCIÓN

Existen diferentes sistemas para hacer derivaciones, pero todos tienen en común
las características siguientes:

1. Existe una lista de razonamientos lógicos admisibles, denominados reglas de


inferencia. Dicha lista se etiqueta con la letra L, y se muestra en la tabla 16,
donde las reglas se dan en forma de esquemas y A, B y C son expresiones.
2. La derivación es, por sí misma, una lista de expresiones lógicas. Origi-
nalmente dicha lista está vacía. Se le pueden añadir expresiones a ella si
son premisas o pueden obtenerse a partir de expresiones previas, apli-
cando una de las reglas de inferencia. Este punto se aplica hasta alcanzar
la conclusión.

Tabla 16. Reglas de inferencia

¬¬A Eliminación de la doble A B Introducción a la disyun-


negación (EN) ción (ley de adición) (Ad.)
A A∨B A∨B

A Introducción de la doble A∨B A∨B Silogismo disyuntivo


negación (IN) ¬A ¬B (SD)
¬¬A
B A

¬(A ∧ B) Ley de De Morgan 1 A → B, B → C Silogismo hipotético (SH)


(DM1)
¬A ∨ ¬B ⊨A→C

¬(A ∨ B) Ley de De Morgan 2 A → B, ¬A → ⊨ B Ley de casos


(DM2)
¬A ∧ ¬B

A Introducción a la impli- A∨B Dilema 1 (Dil 1)


⫶ cación (Teorema de la A→C
⫶ deducción) (TD) B→C
B
C
A→B

.../...

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Sumario │

M.ª A. Martínez Rey Cálculo proposicional

.../...

A→B Eliminación de la impli- ¬A ∨ ¬B Dilema 2 (Dil 2)


A cación (modus ponens) C→A
(MP) C→B
B
¬C

A→B (Modus tollens) (MT) A∨B Dilema 3 (Dil 3)


¬B A→C
¬A B→D
C∨D

A Introducción a la conjun- ¬A ∨ ¬B Dilema 4 (Dil 4)


B ción (ley del producto) C→A
(Prod.). Ley de combi- D→B
A∧B nación.
¬C ∨ ¬D

A∧B A∧B Eliminación de la con- A→B Introducción de equiva-


junción (Simplificación) B→A lencia (coimplicación)
A B
(Simp.) (ICO)
A↔B

A, ¬A ⊨ B Ley de inconsistencia A↔B A↔B Eliminación de equiva-


lencia (ECO)
A→B B→A

Si existe una derivación para la conclusión C, dado que A1, A2, …, An son las pre-
misas y dado que L es el conjunto de reglas de inferencia admisibles, entonces se escribe
A1, A2, …, An ⊢L C. A veces L no es pertinente en la discusión; en este caso, se utiliza
⊢ en lugar de ⊢L.

En la tabla 16, la ley de inconsistencia merece un pequeño comentario adicional.


Dicha ley se desprende a partir del hecho de que A ∧ ¬A es siempre F y F → B es tri-
vialmente verdadero. Existe una consecuencia mayor de esta ley: si se puede derivar una
contradicción a partir de las premisas, entonces puede obtenerse cualquier expresión
lógica imaginable B. Por tanto, deben comprobarse cuidadosamente que las premisas no
permitan derivar ninguna contradicción, porque, en otro caso, todo puede demostrarse.
Por otra parte, las reglas de inferencia deben elegirse para que solo se deriven resulta-

www.udima.es 3 ‒ 47
│ Sumario

LÓGICA

dos válidos. Esto significa que L no debe contener ninguna falacia. Una falacia permite
encontrar una conclusión no implicada por las premisas, lo que no es válido. De hecho,
la posibilidad de introducir falacias es la razón principal de que no se restrinjan las reglas
de inferencia a una lista dada.

Un sistema de derivación no solo debe ser válido, sino también completo; es decir,
debe posibilitar toda conclusión que se desprenda lógicamente a partir de las premisas.
Por ejemplo, el sistema dado por la tabla 16 no es completo, si se elimina la ley del tercio
excluso. Dicha ley se sostiene sin premisas; esto es, ⊨ p ∨ ¬p . Como sin premisas no
puede utilizarse ninguna de las reglas de la tabla, ergo p ∨ ¬p no puede derivarse de L.
Si un sistema es válido y completo, entonces A ⊢ B si y solo si ⊨ b.

Existen varios tipos importantes de sistemas para hacer derivaciones, entre los
más usados se encuentran los sistemas de Hilbert y el de derivación o deducción natu-
ral. El primero solo usa las conectivas, ¬ y →, y una regla de inferencia el modus
ponens. Además, este sistema utiliza esquemas que son tautológicamente verdaderos
y se denominan «esquemas de axiomas». El conjunto más popular de los mismos es:
(A → (B → C)), (A → (B → C)) → (A → B) → (A → C). (¬ B→ ¬A) → ((¬B → A) → B).

Por su parte, la deducción natural no utiliza esquema de axiomas y, en cambio,


emplea el conjunto completo de conectivas. Para cada una de ellas se proporcionan dos
reglas una para la introducción de la misma y otra para la eliminación.

En lógica, una teoría está dada por un conjunto de premisas, junto con todas las con-
clusiones que de ellas se derivan. Con frecuencia, a las premisas de la teoría se le deno-
minan axiomas y a las conclusiones que pueden derivarse de ellas teoremas.

Teorema de la deducción. En matemáticas, para denotar A → B se usa habitual-


mente el siguiente razonamiento informal:

1. Se supone A, y se añade A a las premisas.


2. Se demuestra B, utilizando, si es necesario, A.
3. Se prescinde de A, lo que significa que A no es necesariamente verdadera,
y se escribe A → B.

Por ejemplo, una pareja tiene un niño, y están esperando un segundo descendiente.
Se trata de demostrar que si el descendiente es una niña, entonces la pareja tendrá una
niña y un niño. En efecto, si p el primer hijo es un niño; sea q el segundo descendiente,

3 ‒ 48 www.udima.es
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M.ª A. Martínez Rey Cálculo proposicional

es una niña, se quiere demostrar q → p ∧ q, dado que la premisa es p. La demostración


puede ser como sigue:

1. p es verdadero: la pareja tiene un niño.


2. Se supone q; esto es, se supone que el segundo descendiente es una niña.
3. A partir de p y q , usando la ley de combinación, se concluye p ∧ q.
4. Entonces se puede concluir que q → p ∧ q. Ahora q puede licenciarse; esto
es, q → p ∧ q es verdadera aun si q resulta falsa como resultado: en este
caso, q → p ∧ q es trivialmente verdadera.

Es clara la razón por la cual es válido este patrón para realizar demostraciones.
Cuando se demuestra A → B , solo se necesita considerar el caso en el que A es verda-
dera: si A es falsa A → B es trivialmente verdadera. Si A es verdadera entonces puede
añadirse a las premisas. Lo que prueba la validez del procedimiento. En resumen, esen-
cialmente y como se verá a continuación, r establece que una hipótesis puede convertirse
en antecedente de un condicional.

Junto con el teorema antes citado, las reglas de inferencia dadas en la tabla 16 sin
el silogismo hipotético forman un sistema completo. Utilizar la tabla 16, sin dicho silo-
gismo, y usar el teorema de la deducción para demostrarlo, y usando el modus ponens
como única regla de inferencia.

El problema estriba en demostrar que p → r, dado que p → q y q → r. De acuerdo con


el teorema de la deducción, p puede darse por cierto lo que significa que p puede añadirse
a las premisas. Una vez hecho esto, r se demuestra. En este punto, se puede concluir que
p → r y se prescinde de p; esto es, que p no necesita ser verdadera. La demostración com-
pleta viene dada en la tabla 17. Obsérvese que la parte donde p se utiliza en la hipótesis está
sangrada. Fuera de esa parte sangrada p puede ser verdadera o falsa y por tanto no puede uti-
lizarse. El punto en que la implicación se acepta y la hipótesis se licencia se marca con TD.

Tabla 17. Demostración del silogismo hipotético

«Demostrar»: p → q, q → r ⊢ p → r

Derivación formal Regla Comentario

1. p → q Premisa
2. q → r Premisa

.../...

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│ Sumario

LÓGICA

«Demostrar»: p → q, q → r ⊢ p → r

Derivación formal Regla Comentario

.../...

3. p Hipótesis Se supone p
4. q 1, 3, MP
5. r 2, 4, MP r es demostrado ahora
6. p → r TD Se prescinde de p ; es decir, p deja de suponerse cierto y se
concluye p → r

Un tipo final de demostración es la demostración indirecta. En ella se demuestra


¬A, probando que la hipótesis A conduce a una contradicción. Informalmente este tipo
de demostración puede expresarse así:

1. Se supone A.
2. Demostrar que esta hipótesis conduce a una contradicción.
3. Se cumple A, y se concluye ¬A.

En la tabla 18 se demuestra formalmente esto. En ella el término Neg se emplea


indicando que ¬A ha sido derivada y que en lo sucesivo se descarta A.

Tabla 18. Demostración de la demostración indirecta

«Demostrar»: p → q, p → ¬q ⊢ ¬p

Derivación formal Regla Comentario

1. p → q Premisa
2. p → ¬q Premisa
3. p Hipótesis Se supone p para derivar una contradicción
4. q 1, 3, MP
5. ¬q 2, 3, MP Las líneas 4 y 5 producen la contradicción deseada
6. q ∧ ¬q 4, 5, C Puesto que la hipótesis conduce a una contradicción
7. Neg Se permite concluir que ¬p

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M.ª A. Martínez Rey Cálculo proposicional

9. L
 ÓGICA PROPOSICIONAL Y PROBLEMAS NO POLINOMIALES
(NP)

La primera demostración del carácter NP-completo de ciertos problemas fue presen-


tada por Stephen A Cook. Su razonamiento discurre en línea esencialmente paralela a la de
anteriores trabajos de Turing acerca de las máquinas matemáticas y la relación de estas con
problemas de lógica formal. Para dar su demostración, Cook recurrió al cálculo proposicio-
nal. En general, como ya se ha dicho, una sentencia o enunciado en dicho cálculo resulta
ser verdadera o falsa, dependiendo de cuáles de sus enunciados se supongan verdaderos o
falsos. Sin embargo, algunas sentencias no pueden ser verdaderas en ninguna de las inter-
pretaciones de sus componentes porque son contradictorias en sí mismas. Las sentencias
que nunca pueden resultar verdaderas se denominan insatisfacibles o lógicamente falsas.

Cook utilizó el cálculo proposicional para describir el comportamiento de las máqui-


nas Turing no determinísticas, que son dispositivos mecánicos de tanteo, esenciales para
definir la clase NP. Cook demostró que los cálculos que pudiera realizar cualquiera de
estas máquinas podrían ser descritos sucintamente por fórmulas del cálculo proposicio-
nal. Cuando a la máquina se le presenta un caso particular con respuesta afirmativa de
un problema NP, su funcionamiento puede describirse mediante una fórmula satisfaci-
ble. En cambio, si el caso particular anterior tuviera respuesta negativa, la fórmula resul-
tante sería no satisfacible.

De la demostración de Cook se desprende que si se pudiera determinar eficiente-


mente si una fórmula del cálculo proposicional es satisfacible, también podría determi-
narse eficientemente y por adelantado, si un problema presentado a una máquina Turing
no determinista tendrá respuesta afirmativa o negativa. Como los problemas de la clase
NP son precisamente, por definición, todos los resolubles mediante máquinas de Turing
no deterministas se dispondría de un método eficiente de resolver todos los problemas
de esta clase. El fallo está, evidentemente, en que no se conoce ningún método eficiente
para decidir si una fórmula del cálculo proposicional es satisfacible o no.

En esencia, el razonamiento de Cook establece que el cálculo proposicional cons-


tituye un lenguaje universal para describir los problemas de la clase NP. Todo caso par-
ticular de uno de tales problemas se corresponde con una fórmula de dicho lenguaje y,
si la fórmula es satisfacible, el problema tiene respuesta afirmativa. Desde entonces, se
ha demostrado el carácter NP-completo de otros muchos problemas, lo que se ha conse-
guido demostrando que el problema de determinar si una fórmula del cálculo proposi-
cional es satisfacible puede reducirse eficientemente a ellos.

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│ Sumario

LÓGICA

Un ejemplo aclarará lo anterior.

EJEMPLO 8

Considérese el problema de colorear un mapa o su grafo equivalente, tal como los de las
figuras 2(a) y 2(b), con tres colores: rojo, azul y verde, de modo que no existan dos regiones
colindantes del mismo color. La fórmula que representa el problema de colorear el mapa en
cálculo proposicional, tal y como se muestra en la tabla 19, tiene tres componentes: los dos
primeros establecen que cada país tiene exactamente un color, y la tercera parte especifica
qué países no pueden tener colores iguales. Entonces, el problema de colorear el mapa se
traduce en determinar si esta fórmula es satisfactible; es decir, si existe alguna forma de
suponer verdaderos algunos de sus enunciados y falsos los restantes, sin que aparezcan
contradicciones. Como todo problema NP puede expresarse eficientemente mediante sen-
tencias del cálculo proposicional, de encontrarse un método general y eficiente de resolver
problemas de factibilidad de las sentencias del cálculo se podrían resolver los problemas
de clase NP. La mala noticia es que tal método aún no ha sido hallado. Finalmente, en este
caso sencillo, la fórmula se satisface suponiendo que solo sean verdaderos los enunciados:
x es rojo, y es azul, z es verde, w es rojo.

Figura 2. Mapa y grafo equivalentes del problema de los tres colores

a) b)

Xx
Xx

yY
Yy Zz Zz

W
w W
w

(a) (b)
Tabla 19. Fórmula proposicional que representa el problema de colorear el mapa

Enunciado Significado

[(x es rojo) ∨ (x es azul) ∨ (x es verde)] ∧ [(y es rojo) Todo país recibe algún color
∨ (y es azul) ∨ (y es verde)] ∧ [(w es rojo)
∨ (w es azul) ∨ (w es verde)] ∧ [(z es rojo)
∨ (z es azul) ∨ (z es verde)] ∧

.../...
.../...

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Sumario │

M.ª A. Martínez Rey Cálculo proposicional

.../...

Enunciado Significado

.../...

[(¬x es rojo) ∨ (¬x es azul)] ∧ [(¬x es rojo) ∨ (¬x es verde)] Ningún país recibe dos colores
∧ [(¬x es azul) ∨ (¬x es verde)]
∧ [(¬y es rojo) ∨ (¬y es azul)] ∧ [(¬y es rojo)
∨ (¬y es verde)] ∧ [(¬y es azul)
∨ (¬y es verde)]
∧ [(¬w es rojo) ∨ (¬w es azul)] ∧ [(¬w es rojo)
∨ (¬w es verde)] ∧ [(¬w es azul)
∨ (¬w es verde)] ∧ [(¬z es rojo) ∨ (¬z es azul)]
∧ [(¬z es rojo)∨ (¬z es verde)] ∧ [(¬z es azul)
∨ (¬z es verde)] ∧

[(¬x es rojo) ∨ (¬y es rojo)] ∧ [(¬x es azul) ∨ (¬y es azul)] ∧ x e y no contienen el mismo color
[(¬x es verde) ∨ (¬y es verde)] ∧
[(¬x es rojo) ∨ (¬z es rojo)] ∧ [(¬x es azul) ∨ (¬z es azul)] ∧ x e z no contienen el mismo color
[(¬x es verde) ∨ (¬z es verde)] ∧
[(¬y es rojo) ∨ (¬z es rojo)] ∧ [(¬y es azul) ∨ (¬z es azul)] ∧ y e z no contienen el mismo color
[(¬y es verde) ∨ (¬z es verde)] ∧
[(¬y es rojo) ∨ (¬w es rojo)] ∧ [(¬y es azul) ∨ (¬w es azul)] ∧ y e w no contienen el mismo color
[(¬y es verde) ∨ (¬w es verde)] ∧ [(¬w es rojo) ∨
(¬z es rojo)] ∧ [(¬w es azul) ∨ (¬z es azul)] ∧ w y z no contienen el mismo color
[(¬w es verde) ∨ (¬z es verde)]

El problema de Hamilton acerca de los puentes de Königsberg o del viajante de


comercio, el problema de acoplar grupos de tres compañeros de habitación y el presen-
tado, todos muy conocidos en teoría de grafos, son NP-completos.

10. TABLEAUX

El concepto de verdad, en lógica, va ligado al de interpretaciones o modelos. Sin


embargo, dicho concepto puede obviarse introduciendo la noción de cálculo deduc-

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│ Sumario

LÓGICA

tivo como manipulación meramente sintáctica de las fórmulas del lenguaje formal. En
efecto, para establecer el valor de verdad de una fórmula y determinar si es consecuen-
cia de otras que no es la mera verificación directa de sus especificaciones semánticas,
se trata de inferir, deducir, la fórmula en un cálculo deductivo utilizando las otras fór-
mulas como hipótesis; es decir, de establecer una cadena de razonamiento entre pre-
misas y conclusión.

El cálculo de secuentes de Gentzen supuso la primera ocasión en que se utilizó la


relación de consecuencia lógica como un cálculo. Su sistema ha dado lugar a diversos
sistemas de demostración, para diversas lógicas, los cuales se conocen globalmente como
tablas semánticas o tableaux y cuya primera formación se debe a L. Berth.

Sustituir consecuencias por derivabilidad es ventajoso y adecuado, ya que refleja


el carácter discursivo del razonamiento. Si el cálculo deductivo resulta útil es porque
ayuda a no equivocarse, no conducirá de hipótesis verdaderas a conclusiones falsas: será
un cálculo correcto. Además, sus reglas permitirán obtener como teoremas a todas las
consecuencias de un conjunto dado de hipótesis; o sea, será de aplicabilidad general,
lo que se denomina un cálculo completo. De este modo, la idea de demostración en un
cálculo está mucho más próxima a la noción intuitiva de su consistencia. Por otra parte,
se definirá el concepto de consistencia de manera sintáctica, como la imposibilidad de
derivar contradicción.

Empiécese planteando la cuestión siguiente: ¿qué es un tableaux? Caben dos res-


puestas; a saber: una, un procedimiento semántico, de búsqueda de un modelo que cum-
ple ciertos requisitos y dos, un procedimiento sintáctico de prueba de teoremas; o sea,
un cálculo deductivo.

Las características más sobresalientes de los tableaux son:

• Consisten básicamente en el despliegue sistemático de las condiciones de


verdad de la(s) fórmula(s) en estudio.
• Tienen aspecto de árboles, y por eso se le conoce también por el nombre de
árboles semánticos. Sus ramas representan las distintas posibilidades, son
exhaustivas, mas no necesariamente excluyentes.
• Las ramas se cierran cuando en ellas aparecen contradicciones explícitas,
entendiéndose que se trata de una posibilidad frustrada. Un árbol completa-
mente desarrollado y con todas sus ramas cerradas muestra que la fórmula
es insatisfacible.

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Sumario │

M.ª A. Martínez Rey Cálculo proposicional

• Por su parte, una rama abierta y completa permite definir una interpreta-
ción que satisface a la(s) fórmula(s) del árbol.
• Muestran consecuencia mediante un procedimiento refutativo; se basa en
que Γ ⊨ C si y solo si Γ ∪ {¬C} es insatisfacible.

De esta forma se emplean los tableaux para verificar la corrección de un razona-


miento, entendiendo que lo es cuando no es posible imaginar ninguna situación en la que
las hipótesis del razonamiento sean verdaderas y la conclusión falsa; es decir, cuando el
conjunto formado por las hipótesis y la negación de la conclusión es insatisfacible, semán-
ticamente inconsistente. En suma, los tableaux semánticos pueden verse como un pro-
cedimiento sistemático de la búsqueda de contraejemplos; esto es, de una interpretación
que sea modelo de Γ pero que no lo sea de C. Es, por tanto, un procedimiento refutativo.

Así pues, los tableaux sirven para:

• Establecer la satisfacibilidad, o, en su defecto, la insatisfacibilidad de una


fórmula o conjunto de fórmulas. Al finalizar un tableaux se sabe si tiene
algún modelo o carece de ellos. En el primer caso, permite definirlo. Este
es el uso principal.
• Establecer la validez de una fórmula; se demuestra que su negación es
insatisfacible.
• Demostrar consecuencia a partir de hipótesis, mostrando que el conjunto
formado por las hipótesis y la negación de la conclusión es insatisfacible.
• Demostrar la independencia de una fórmula respecto de un conjunto de fór-
mulas; en realidad se ve que no es consecuencia hallando un contraejemplo.
• Como procedimiento de búsqueda de solución a un problema, si la tiene.

Pero es que, además, como cálculo deductivo poseen ciertas ventajas:

• Son automáticos para la lógica proposicional; es decir, proporcionan un pro-


cedimiento de decisión efectivo que, en un número finito de pasos, dice si la
fórmula es válida o no lo es. A diferencia de lo que sucede en los cálculos
automáticos o de deducción natural que solo sirven para los casos positivos.
• Son más eficientes que las tablas de verdad cuya complejidad crece expo-
nencialmente con el número de letras proposicionales 2n filas para un con-
junto de fórmulas con n letras.

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│ Sumario

LÓGICA

• Pueden ser fácilmente implementados en un computador, aunque, a menudo,


la eficiencia es pobre en comparación con otros sistemas de prueba.
• Son fácilmente generalizables a la lógica de primer orden y a otras lógicas;
modal, temporal, etc. No sucede así con las tablas de verdad.
• Su aprendizaje es extraordinariamente sencillo.

¿Hay quién dé más?

Por ejemplo, si quisiera saberse si es satisfacible el conjunto ∆ de fórmulas:

∆ = {¬p ∨ q, r, ¬(r ∧ ¬p)}

Se plantearía como sigue:

∆11 = {¬p ∨ q, r, ¬(r ∧ ¬p)} es satisfacible si y solo si (syss) ∆1 = {¬p ∨ q, r, ¬(r ∧ ¬p),
¬p, q} es satisfacible syss ∆11 = {¬p ∧ q, r, ¬(r ∨ ¬p), ¬p, q, ¬r} es satisfacible o
∆12 = {¬p ∨ q, r, ¬(r ∧ ¬p), ¬q, q, ¬¬p} es satisfacible, que se representa abreviadamente
mediante conjuntos anidados, llegando al final a:

{{ { } } }
¬p ∧ q
r =∆
¬(r ∧ ¬p) = ∆11
= ∆11 es satisfacible o
¬p
q

{ }
¬r

{{ ¬p ∧ q
¬(r ∧ ¬p)
r
¬p
} =∆

} = ∆11
= ∆12 es satisfacible
q
¬¬p

puesto que ambos conjuntos, ∆11 y ∆12 contienen una fórmula y su negación ambos
son insatisfacibles. En el tableaux se denotará con una marca, ya sea una línea o el
signo ⊗.

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Sumario │

M.ª A. Martínez Rey Cálculo proposicional

Sea Γ = {A1, A2, … , An} un conjunto de fórmulas del cálculo proposicional. Se


construye un tableaux para Γ empezando con {A1, A2, … , An} y aplicando las reglas de
los tableaux:

Un tableaux para Γ será un árbol invertido que puede contener ramas cerradas, que
se indican mediante el símbolo ⊗, y que verifica lo siguiente:

• Cada fórmula que ocurre en una rama del árbol está en Γ o se ha obtenido
a partir de otra fórmula de la misma rama mediante alguna de las reglas de
expansión.
• Una rama está cerrada solo cuando en ella aparecen contradicciones explí-
citas, o bien una fórmula B y su negación ¬B, o aun ⊥ o ¬ ⊤.
• Las fórmulas iniciales del árbol son las de la lista A1, A2, …, An.

Las reglas de expansión permiten descomponer sistemáticamente a las fórmulas


obteniendo como resultado otras más simples, y están diseñadas para que la fórmula
entrada (input) y la(s) fórmula(s) salida (output) signifiquen lo mismo.

La descomposición finaliza cuando o bien se obtienen contradicciones explícitas o


no se pueden aplicar más reglas, pues todas las fórmulas han sido transformadas.

10.1. REGLAS DE LOS TABLEAUX

Para cada conectiva y su negación hay reglas de expansión, además de una regla de
inicio y otra especial para terminar, cerrar, una rama contradictoria.

• Regla de inicio. Al construir un tableaux para Γ = {A1, A2, …, An} se


empieza por:
A1
A2

An

• Reglas de expansión. El método de los tableaux se basa en la idea de que


cada fórmula compuesta de la lógica proposicional es lógicamente equi-

www.udima.es 3 ‒ 57
│ Sumario

LÓGICA

valente a la conjunción o disyunción de otras dos fórmulas más simples.


Las tablas 20 y 21 señalizan los casos que interesa considerar. En dichas
tablas se dice que α1 y α2 son las constituyentes de α, y que β1 y β2 son las
constituyentes de β . De este modo, el estudio de una fórmula conjuntiva o
disyuntiva se reduce al análisis de sus constituyentes.

Tabla 20. Fórmulas conjuntivas: Tabla 21. Fórmulas disyuntivas:


α ~ α 1 ∧ α2 β ~ β1 ∨ β2

α α1 α2 β β1 β2

ϕ∧ψ ϕ ψ ϕ∨ψ ϕ ψ

¬(ϕ ∧ ψ) ¬ϕ ¬ψ ¬(ϕ ∧ ψ) ¬ϕ ¬ψ

¬(ϕ → ψ) ϕ ¬ψ ϕ→ψ ¬ϕ ψ

ϕ↔ψ ϕ→ψ ψ→ϕ ¬(ϕ ↔ ψ) ¬(ϕ ↔ ψ) ¬(ψ ↔ ϕ)

Además, hay otras fórmulas reducibles que no son equivalentes a una conjunción o
disyunción, sino a una forma simplificada de la fórmula, tal y como se muestra en la tabla 22.

Tabla 22. Fórmulas simplificables: σ ~ σ1

σ σ1

¬⊤ ⊥

¬⊥ ⊤

¬¬ϕ ϕ

Todo lo anterior da lugar a las siguientes reglas, puesto que si T es un tableaux para
Γ y T ' se obtiene a partir de T debido a alguna de las reglas siguientes, entonces T ' tam-
bién es un tableaux para Γ.

• σ-reglas (Rσ). Si θ es una rama abierta de T con un nodo etiquetado con


una fórmula simplificable σ, se obtiene T ' alargando θ con σ1. No se aplica
si σ1 ya aparecía en θ.

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Sumario │

M.ª A. Martínez Rey Cálculo proposicional

• α-reglas (Rα). Si θ es una rama abierta de T con un nodo etiquetado por una
fórmula conjuntiva α, se obtiene T ' alargando θ con dos nodos etiquetados
con las constituyentes α1 y α2. No se aplica si α1 y α2, ya aparecían en θ.
• β-reglas (Rβ). Si θ es una rama abierta de T con un nodo etiquetado por una
fórmula disyuntiva β, se obtiene T ' añadiendo como descendientes de θ los
nodos etiquetados por las constituyentes β1 y β2. No se aplica si β1 y β2 ya
aparecían en θ.
• Regla de cierre. Una rama que tenga A y ¬A, para cualquier A, o ¬ ⊤ o ⊥,
se cierra. No se sigue trabajando en ella.

Un tableaux queda terminado cuando no se puede aplicar ninguna regla. Un tableaux


se dice cerrado si todas sus ramas están cerradas. Como ya se ha indicado, las ramas
cerradas se indican con el símbolo ⊗, aunque también se puede usar #, seguido de un
identificador de los nodos que hacen que la rama se cierre; las ramas θ que quedan abier-
tas se identifican con ⇑.

Las reglas de formación de tableaux permiten construir varios tableaux diferentes


para un mismo conjunto de fórmulas. En cada caso, es conveniente intentar aquel que sea
el menor posible. Es decir, las reglas de los tableaux no son imperativas, en otras palabras,
dicen qué se puede hacer pero no, qué se debe hacer. Permiten, pues, elegir qué fórmula se
transforma primero, incluso, dejar algunas sin transformar, si se ve que la rama se puede
cerrar sin ellas. Permite, asimismo, cerrar ramas al hallar contradicciones, sin necesidad de
convertir las fórmulas en literales. Siendo así las cosas, con una elección idónea se pueden
simplificar los tableaux. Esto es importante, sobre todo para diseñar programas compu-
tacionales para construir tableaux. Para ello pueden emplearse las siguientes heurísticas:

H1: Generalmente, es conveniente retrasar la aplicación de Rβ que intro-


duce bifurcaciones y comenzar por las fórmulas conjuntivas y simpli-
ficables Rα yRσ, cerrando cada rama antes de comenzar a expandir otra.
H2: Otra heurística útil consiste en dar prioridad a aquellas aplicaciones de
Rβ de forma tal que alguna de las dos ramas introducidas por la bifur-
cación se cierre inmediatamente.
H3: Parar cuando el problema está resuelto. Para demostrar satisfactibili-
dad basta con encontrar una rama abierta completa.
H4: Cuando no sirvan las heurísticas anteriores, comenzar por las fórmulas
más complejas, pues habrá luego menos ramas en las que desarrollar
la fórmula compleja.

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│ Sumario

LÓGICA

Si se puede construir un tableaux cerrado T para el conjunto de fórmulas Γ, se dice


que T prueba la insatisfactibilidad de Γ. En particular, si Γ es de la forma Γ0 ∪ {¬ϕ} se
dice que T prueba por refutación que ψ es consecuencia lógica de Γ0 y se escribe Γ0' ⊢tb ϕ.

Si θ es una rama abierta de un tableaux terminado, se define la valoración asociada:

Vθ (p) =
{ 1
0
arbitrario
si p aparece en θ,
si ¬p aparece en θ,
en otros casos.

Como puede verse, Vθ en algunos casos puede presentar varias valoraciones, si se


tiene que Vθ (p) queda definido como arbitrario para al menos un símbolo de proposición p.

10.2. TEOREMA FUNDAMENTAL DE LOS TABLEAUX

Un conjunto de fórmulas Γ es insatisfacible si y solo si Γ tiene un tableaux cerrado.


En particular, Γ0 ⊨ ψ si y solo si Γ0' ⊢tb ψ. Además, si T es un tableaux terminado y no
cerrado de Γ, cada rama abierta de θ de T cumple Vθ ⊨ Γ. En particular, si Γ = Γ0 ∪ {¬ψ}
entonces Vθ sirve como valoración contraejemplo que prueba Γ0 ⊭ ψ.

Dada una fórmula A el método de los tableaux también se puede utilizar para calcu-
lar sus formas normales. Para obtener, una forma normal disyuntiva, FND (A) basta con
construir un tableaux determinado para A y formar, para cada rama abierta θ, la conjun-
ción Aθ de todos los literales p o ¬p que etiqueten nodos de θ: FND (A) es la disyunción
de todas las Aθ. Por su parte, la FNC se consigue aplicando el procedimiento que acaba de
describirse a ¬A, y haciendo uso de que FNC (A) ~ ¬FND (¬A) y de las leyes de equiva-
lencia de De Morgan.

10.3. T
 ABLEAUX FINITOS ASOCIADOS A UN CONJUNTO INFINITO
DE FÓRMULAS Γ

Para construir un tableaux finito asociado a un conjunto infinito de fórmulas Γ se


hace uso de las reglas siguientes:

• Regla de inicialización (Ri). El tableaux inicial está formado por una sola
rama con n nodos etiquetados con algunas fórmulas de Γ.

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M.ª A. Martínez Rey Cálculo proposicional

• Reglas de reducción. Además de las tres reglas ya dadas Rσ, Rα y Rβ, hay
que añadir una regla de adición de hipótesis (Rh) siguiente: Si θ es una rama
abierta de T, se puede obtener T ' alargando con un nuevo nodo etiquetado
con una o varias fórmulas de A que no apareciesen todavía en θ.

En este caso, se sigue cumpliendo el teorema fundamental de los tableaux.

Figura 3. Flujograma de construcción de un tableaux

Hipótesis 1
Hipótesis 2

Hipótesis n
Negación de la conclusión
Negación de la fórmula

Aplicar α o β a un nodo no marcado

Marcar con ⊗ las ramas cerradas

SÍ NO SÍ
¿Están todas las ¿Quedan nodos α
ramas cerradas? o β sin marcar?

NO
VÁLIDA
NO VÁLIDA

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│ Sumario

LÓGICA

La figura 3 representa el organigrama para la construcción de un árbol de refuta-


ción. Dado que el número máximo de subfórmulas de una FBF, A, de la lógica proposi-
cional es lineal (o (n)) en la longitud de A, se tiene que, en el peor de los casos se emplea
un tiempo polinómico, respecto a la longitud de A, en desarrollar una rama entera de un
árbol semántico para A. Esto significa que el algoritmo es polinomial no determinista;
esto es, pertenece a la clase de complejidad NP.

Véase ahora el siguiente ejemplo:

EJEMPLO 9

Demuéstrese que la inferencia (p ∨ q) → r, ¬q ⊨ p ∨ r no es válida.

Solución

(p ∨ q) → r √2
¬q
¬(p ∨ r) → r √1
¬p
¬r

¬(p ∨ q) √3 r
¬p ⊗
¬q

La rama abierta proporciona un modelo para el conjunto de fórmulas: {(p ∨ q) → r, ¬q,


¬(p ∨ r)}.
Concretamente, cualquier interpretación I tal que I (p) = I (q) = I (r) = 0 satisface todas las
hipótesis pero no la conclusión de la inferencia.

[A continuación se invita al lector a intentar demostrar, siguiendo el ejemplo ante-


rior, la no validez de la fórmula A = ((p → ¬q) ∧ (q → p)) → ((p ∨ q) → (p ∧ q))].

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M.ª A. Martínez Rey Cálculo proposicional

10.4. PRESENTACIÓN SINTÁCTICA DE LOS TABLEAUX

Hasta ahora, los tableaux se han estado usando para demostrar satisfacibilidad y
observando cómo se relacionan sus mecanismos con la verdad de las fórmulas proce-
sadas. Sin embargo, fijándose bien en la formulación de las reglas, se advierte que, en
ningún momento se mencionan conceptos semánticos y que solo aparecen en las aclara-
ciones, explicaciones y aplicaciones de los tableaux.

De hecho, las reglas están expresadas y se usan de forma puramente sintáctica y


están expresadas de las dos formas siguientes:

• En términos de la forma lógica de las fórmulas; es decir, analizando hileras


de símbolos.
• Sin hacer referencia al significado de las fórmulas. Justamente esto es lo
característico, de hecho, lo necesario, en un sistema formal de prueba. Debe
ser mecánico, un computador debe ser capaz de reconocer una prueba
correcta. No obstante, construir una prueba puede ser muy difícil para él.

Como es fácil ver, a cada fórmula solo se puede aplicar una regla, todo depende de
su forma lógica. Así funcionan todas las reglas de los tableaux. Por consiguiente, los
tableaux, en lógica proposicional, pueden implementarse en un computador determinís-
ticamente, aunque la eficiencia pueda ser baja.

Refutable o irrefutables, esa es la cuestión. Y eso lleva al concepto de prueba.

Definición. Una secuencia finita de tableaux, T0, …, Tn es una refutación del con-
junto π de enunciados si:

1. T0 es un tableaux inicial para π.


2. Cada Ti donde 0 ≠ i ≤ n es una extensión directa de Ti–1.
3. Tn es un tableaux cerrado.

Una prueba de A a partir de Γ es una refutación de Γ ∪ {¬A}. Se dice entonces que


A se deriva de Γ en el cálculo de tableaux y se escribe Γ ⊢ A para indicarlo.

Una prueba de A es una refutación de {¬A}. Se dice que A es un teorema del cálculo
de tableaux y se escribe ⊢ A para indicarlo.

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│ Sumario

LÓGICA

Un conjunto de fórmulas es tableaux-consistente si es irrefutable; es decir, no existe


ningún tableaux cerrado para Γ. Se indica por Γ ⊬ ⊥.

Una vez definidos los tableaux sintácticamente, hay que establecer su corresponden-
cia con la semántica, habida cuenta de que se quieren usar los tableaux para determinar
propiedades semánticas como: validez, satisfacibilidad, consecuencia e independencia.

Los ejemplos sugieren que si se hace un tableaux que empiece con una fórmula ¬,
y todas las ramas se cierran, entonces todos los modos posibles en los que ¬A es verda-
dero, son eliminados. Por tanto, A debe ser válida. Resulta, pues, que con este procedi-
miento se pueden probar, y se indica con ⊢ todas las fórmulas válidas, pero solo ellas.

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M.ª A. Martínez Rey Cálculo proposicional

 CONCEPTOS BÁSICOS
• Lógica proposicional (sintaxis y semántica).
• Tablas de verdad.
• Tautologías.
• Álgebra de enunciados.
• Implicaciones y derivaciones lógicas.

 EJERCICIOS VOLUNTARIOS

1. Construye una fórmula proposicional para cada una de las siguientes premisas:

a) Si Barrabás es enano, entonces también es paticorto o jorobado.


b) Si Barrabás es paticorto, entonces no es feliz.
c) Si Barrabás es feliz, entonces no es jorobado.
d) Si Barrabás es enano, entonces no es feliz.

2. De entre las fórmulas proposicionales siguientes, dos son tautologías y las


otras dos son lógicamente equivalentes entre sí. Construye sus tablas veri-
tativas y localiza de ese modo los dos grupos de fórmulas.

a) ((p → q) → p) → p.
b) p.
c) (p → q) → p.
d) p → (q → p).

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LÓGICA

3. Demuestra usando leyes de equivalencia lógica:

a) ⊨ (ϕ → ψ) ↔ (¬ψ → ¬ϕ).
b) ⊨ (ϕ → ψ) ∧ (ψ → χ) → (ϕ → χ).
c) ⊨ (ϕ → (ψ ∧ ¬ψ)) → ¬ϕ.
d) ⊨ (ϕ → ¬ϕ) → ¬ϕ.
e) ⊨ ϕ → ψ → (ϕ ∧ ψ).
f) ⊨ ((ϕ → ψ) → ϕ) → ϕ.

4. Usando el procedimiento de los tableaux, decide cuáles de entre las fórmu-


las siguientes son tautologías. Para aquellas que no lo sean encuentra un
modelo de la negación.

a) (p → q) → (p ∨ q).
b) (¬p → ¬q) → (q → p).
c) (p → r) → ((q → r) → (p ∨ q → r)).
d) (p ∨ q) ∧ r→ (q ↔ p).

 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Cook, S. A. The Complexity of Theorem-Proving Procedures. Proceedings of the Third Annual AMC Sym-
posium on Theory of Computing, 1971, pp. 151-178.
D’ Agostino, M. [et al.] (eds.). Handbook of Tableau Methods. Kluwer Academic Publishers. Boston,
Mass, 1999.
Deano, A. Introducción a la Lógica Formal. Madrid: Alianza Editorial, S. A., 2002.
Hortalá, T. [et al.]. Lógica Matemática para Informáticos. Ejercicios Resueltos. Madrid: Pearson Prentice
Hall, 2008.
Lewis, H. R. y Papadimitriou, C. H. «La eficiencia de los algoritmos». Investigación y Ciencia, n.º 18,
marzo, 1978, pp. 78-91.
Manzano, M. [et al.]. Lógica para Principiantes. Madrid: Alianza Editorial, 2004.

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