Control de Lectura - Semana 12
Control de Lectura - Semana 12
Control de Lectura - Semana 12
En atención a las categorías de la lectura de esta semana, responda a las siguientes preguntas:
a. ¿Cuál es el alcance del deber de motivación de los laudos arbitrales, según el autor?
EL profesor Taboada señala que el derecho a la motivación nace como un escudo frente a la
arbitrariedad en las decisiones de los órganos jurisdiccionales en la administración de justicia,
que se pueden derivar de falta, deficiencia o insuficiencia de motivación en las decisiones que
resuelven conflictos.
En esa línea, motivar significa justificar una decisión o las razones que lo llevaron a un
magistrado a generarse convicción sobre una postura u otra, y estas razones deben encontrar
una argumentación convincente.
De ahí, el profesor Taboada advierte que ahí surge un problema, porque la parte perdedora en
un proceso siempre considerará que las razones del juez que ha fallado en su contra no tienen
argumentos convincentes. Entonces, señala que la motivación no busca convencer o no a las
partes, sino que estos argumentos sean convincentes desde la perspectiva de un tercero ajeno
al proceso. Con mayor razón enfatiza que las partes de un proceso deben comprender que
motivar no significa que el juez convenza a su propio interés, sino que el juez debe buscar que
sus decisiones tengan argumentos sólitos y basadas de criterios objetivos que fundamenten el
sentido de sus decisiones.
Ahora bien, no solo las sentencias deben ser motivadas por los jueces, sino que conforme al
D.L N° 1071 todo laudo deberá ser motivada, es decir, es obligación de los árbitros dentro de
una actuación arbitral -o también llamado por el mismo autor como proceso arbitral- justificar
las decisiones que han tomado, a efectos de garantizar a las partes el desarrollo del proceso de
manera regular respetando las garantías constitucionales y derechos fundamentales de sus
intervinientes.
Finalmente, para el profesor Taboada la regla que se impone en las actuaciones arbitrales es
que todo laudo debe tener motivación adecuada, la motivación no debe ser excluida del
proceso arbitral de ninguna manera, pese a que en el debido proceso arbitral no se exige la
motivación. En esa línea de argumentación El TC también ha señalado que la protección
constitucional no solo debe verse limitada a los procesos judiciales, sino que debe extenderse
a los procesos llevados dentro de un proceso arbitral.
En ese sentido, señala que la justificación debe ser general fundamentados en criterios que
genere convicción. Asimismo, el marco normativo a la que debe ajustarse la decisión de un
árbitro es la que denomina el estado de la cuestión normativa que viene a ser toda la norma
aplicable dentro de un proceso arbitral que los árbitros dejan precisada a partir de las clausulas
de los convenios arbitrales.
Ahora bien, en sentido abstracto los jueces al analizar un laudo arbitral deben tener en cuenta
en el estado de la cuestión normativa no debe analizar la interpretación de las mismas, sino
limitarse a verificar la aplicación de la norma pactada por las partes o lo que la norma dispone,
porque ellos no pueden valorar la motivación que usan los árbitros en sus decisiones, por otro
lado, los jueces no deben interpretar los hechos sino analizar que estos hechos se reflejen en
el expediente arbitral. Asimos, el juez no debe verificar si la decisión de un árbitro es bueno o
malo, sino solo debe limitarse a verificar su existencia, tampoco deben ver cómo se razón para
justificar un laudo arbitral, sino verificar que este razonamiento es lógico, así como verificar si
existe una conclusión en el laudo sin importar que estas conclusiones sean de agrado o no del
juez.