Guía ETGC
Guía ETGC
Guía ETGC
ISBN: 978-84-09-44767-1
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ÍNDICE
1. JUSTIFICACIÓN ......................................................................................................................... 3
CONDUCTA..................................................................................................................................... 16
8. BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................................ 40
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1. JUSTIFICACIÓN
Es habitual que el alumnado con TGC y otras alteraciones de conducta sea reñido
por su comportamiento, castigado, expulsado de clase o del centro. Pero, cuando
ofrecemos esta respuesta, no enseñamos a nuestro alumnado a comportarse
adecuadamente sino, por el contrario, empeoramos la situación. No podemos enseñar
una buena conducta cuando, con nuestro ejemplo, manifestamos irritación, falta de
control de impulsos, ira, amenazas y castigos. Debemos ser conscientes de que, si
queremos que nuestro alumnado se comporte bien, tenemos que enseñar conductas
alternativas más adaptativas y qué mejor manera que a través de nuestro ejemplo,
ofreciendo un modelo de referencia empático y comprensible ante la diversidad.
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Esta guía surge precisamente Debemos tener algo claro: son
ante la necesidad detectada en la alumnos con dificultades para controlar
atención educativa que se ofrece su conducta. Si ellos pudieran hacerlo
actualmente al alumnado con bien, lo harían.
alteraciones o trastornos de conducta,
planteándose un triple objetivo:
sensibilizar sobre las necesidades
educativas de este alumnado, ofrecer
una formación básica que permita un
mayor conocimiento de estos trastornos
y aportar algunas estrategias útiles de
cara a la intervención.
La guía que aquí presentamos pretende ofrecer una serie de estrategias que todo
educador debe conocer y dominar para prevenir e intervenir en los problemas de
conducta, estrategias cuya eficacia está demostrada, aunque no garantizan que siempre
el resultado sea tan rápido ni positivo como desearíamos. A través de esta guía queremos
contribuir a la difusión y conocimiento de las alteraciones y trastornos graves de
conducta, sus características y los signos de alerta que ayudan a identificarlo
tempranamente, y a significar la importancia de una adecuada intervención precoz que
va asociada, según todas las investigaciones, con un mejor pronóstico.
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2. ¿QUÉ SON LOS TRASTORNOS GRAVES DE CONDUCTA?
Muchos de los síntomas conductuales (Ej. agresión) pueden ser el resultado del
control deficiente de emociones como la ira. Los síntomas disruptivos, del control de los
impulsos y de la conducta prevalecen más en el sexo masculino que en el femenino,
aunque el grado relativo de predominio del sexo masculino puede diferir entre los
trastornos y según la edad, dentro del mismo trastorno.
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Estos trastornos tienden a iniciarse en la infancia o en la adolescencia. Hay una
relación evolutiva entre el Trastorno Negativista Desafiante y el Trastorno de Conducta
según la cual, en la mayoría de los casos de TC se habrían cumplido previamente los
criterios del TND. Sin embargo, la mayoría de los niños con TND no acaba desarrollando
un TC.
Además, los niños con TND tienen riesgo de presentar finalmente otro tipo de
problemas, incluido un trastorno depresivo o de ansiedad.
Dado el carácter educativo de esta guía, vamos a detallar el perfil del alumnado más
susceptible de la intervención desde el ámbito educativo:
VENGATIVO
Ha sido rencoroso o vengativo por lo menos dos veces en los últimos seis meses.
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Además, este trastorno va asociado a un malestar en el niño/a o en otras personas
de su familia o grupo de amigos, o tiene un impacto negativo en las áreas social o
educativa.
Así mismo, el DSM-5 también recoge que los comportamientos en dicho TND, no
aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno psicótico, un trastorno de
consumo de sustancias, un trastorno depresivo o bipolar.
Dicho trastorno puede ser leve, moderado o grave en función de los entornos afectados.
Individuos
La agresión física no provoca daños ni
destrucción de la propiedad o agresión física con lesiones a animales u otros individuos,
sucedidas en los últimos doce meses.
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Tres arrebatos en el comportamiento que provoquen daños o destrucción de la
propiedad o agresión física con lesiones a animales u otros individuos, sucedidos
en los últimos meses.
Para su diagnóstico, el DSM 5, establece una edad cronológica de seis años por lo
menos (o un grado de desarrollo equivalente).
Por último, dichos arrebatos agresivos recurrentes no se explican mejor por otro
trastorno mental (p.ej. trastorno depresivo mayor, trastorno bipolar, trastorno de
desregulación disruptivo del estado de ánimo, trastorno psicótico, trastorno de la
personalidad antisocial, trastorno de la personalidad límite), ni se pueden atribuir a otra
afección médica.
El TEI se puede establecer además del TDAH, Trastorno de Conducta, TND o Trastorno
del Espectro Autista, cuando los arrebatos agresivos impulsivos recurrentes superen a los
que habitualmente se observan en estos trastornos y requieren atención clínica
independiente.
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C. TRASTORNO DE CONDUCTA (TC)
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ENGAÑO O ROBO INCUMPLIMIENTO GRAVE DE LAS
NORMAS
- Tipo de inicio infantil: los niños muestran por lo menos un síntoma característico
del trastorno de conducta antes de cumplir los 10 años.
- Tipo de inicio adolescente: los individuos no muestran ningún síntoma
característico del trastorno de conducta antes de cumplir los 10 años.
- Tipo de inicio no especificado: se cumplen los criterios del trastorno de conducta,
pero no existe suficiente información disponible para determinar si la aparición
del primer síntoma fue anterior a los 10 años de edad.
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Respecto a la gravedad actual se establece que el TC puede ser leve, moderado o
grave.
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Y, en segundo lugar, afecta al
desarrollo armónico del alumno, ya que los
problemas de comportamiento no son otra
cosa que el modo en el que el niño o
adolescente expresa su incapacidad para
hacer frente a determinadas circunstancias.
Este modo de comportarse termina siendo
un problema en la medida que la integración
con sus compañeros y profesores no es la
adecuada, generando un patrón
desadaptativo con consecuencias más o
menos graves.
Hoy en día, determinar qué problemas de comportamiento son los más o menos
frecuentes en nuestras aulas no es tarea fácil, ya que debemos partir de la idea no solo de que
cada alumno es individual, sino que cada barrio, cada centro escolar, cada aula, cada profesor
también parten de una individualidad que les hace diferentes, pudiendo llegar a entender un
mismo comportamiento de maneras distintas.
A continuación, y en busca de poder dar la visión más amplia posible sobre los problemas
de comportamiento más comunes en nuestras aulas nos centramos en la etiología y/o factores
de riesgo. Podemos realizar la siguiente distinción entre: factores genéticos e individuales,
familiares, del entorno y escolares.
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Abordar la conducta problemática de los niños y jóvenes en el contexto escolar
y familiar, es importante para realizar un diagnóstico lo más preciso posible ahondando
en las posibles causas de tales desórdenes. Estos factores constituyen un riesgo o
catalizador para el desarrollo de ciertas conductas que se alejan o desvían de los
parámetros considerados normales.
Mención especial requieren los alumnos con TDAH por su incidencia actual en
los contextos escolares: El Trastorno por déficit de atención se puede presentar en
niños, jóvenes y adultos. Se caracteriza por Inatención persistente acompañada o no, de
Hiperactividad y/o de Impulsividad.
Los síntomas básicos del TDAH afectan al niño tanto en aspectos cognitivos,
sociales como emocionales. Suelen tener dificultad para mantenerse quietos,
autocontrolarse, terminar las tareas o para no perder, por ejemplo, los deberes o los
libros. Molestan con frecuencia, a profesores y compañeros, interrumpen con
comentarios fuera de lugar o llaman la atención de manera infantil. Por lo tanto, su
rendimiento escolar suele ser insatisfactorio. Son niños frecuentemente castigados e
incluso rechazados, lo que suele derivar en fracaso escolar y/o problemas de conducta
(entre otras características).
En consecuencia, el problema principal del TDAH no es únicamente la
sintomatología básica (inatención, impulsividad e hiperactividad), también es el riesgo
de derivar en fracaso escolar, problemas de conducta y trastornos emocionales tales
como el desarrollo de una baja autoestima, sentimiento de indefensión aprendida,
depresión, ansiedad, mayor intolerancia al estrés, dificultad para mantener relaciones.
Las causas más frecuente de las conductas disruptivas, aun sin ser exclusivas, son
causas ambientales siendo determinantes en su origen y mantenimiento.
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Y, en especial, los factores escolares: distancia entre intereses y capacidades del
alumno y lo que se imparte, ambiente competitivo, rigidez, no atención a las
necesidades educativas especiales, … El fracaso escolar aparece como causa y efecto de
las conductas disruptivas en el aula.
Los factores clínicos, como por ejemplo las conductas disruptivas causadas por
alumnos con TDHA son, en comparación, menos frecuentes que las originadas por
causas ambientales como falta de normas explícitas o pautas educativas incorrectas.
Factores Factores
familiares sociales
Factores Factores
escolares clínicos
Así, tras los comportamientos disruptivos más que causas biológicas aparecen
causas socioeducativas en forma de carencias emocionales, baja autoestima, o falta de
habilidades sociales.
Entre los tipos de conducta que pueden ser considerados como disruptivas existe
una gran subjetividad ya que, algunos comportamientos pueden ser considerados
disruptivos o no según la opinión de cada docente. La disrupción implica como mínimo
dos protagonistas: el profesor y el alumno y, la interpretación de cada uno de ellos no
es siempre igual.
Lo que para un profesor es una conducta disruptiva, para un adolescente puede
ser un acto llevado a cabo para satisfacer una necesidad y, por tanto, sin objetivo de
molestar al profesor. Por ejemplo, una misma conducta “levantarse de la silla” puede
hacerse intencionadamente para molestar o puede ser la necesidad de movimiento de
una chica o chico nervioso o impaciente.
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4. NECESIDADES EDUCATIVAS DEL ALUMNADO CON ALTERACIONES
Y/O TRASTORNO GRAVE DE CONDUCTA
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• Necesidad de adaptar la • Necesidad de favorecer la
metodología de enseñanza, cooperación con la familia
acercándonos a sus intereses. Sin promoviendo criterios y apoyos
emoción no hay aprendizaje y que la comunes que desarrollen en el niño
motivación es la gasolina del cerebro. actitudes positivas y destrezas de
• Necesidad de favorecer el autorregulación.
espíritu crítico, atender a diversidad
de opiniones y la expresión de sus
emociones.
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Habilidades de solución de problemas (de interacción,
autodirección, autorregulación, planificación, flexibilidad,
autonomía, etc).
5. ORIENTACIONES EDUCATIVAS
CONSIDERACIONES PREVIAS
Todo ello implica, al fin y a la postre, que cualquier tipo de intervención que
realicemos debe incidir en el alumno, pero también –y sobre todo- en los contextos
(adultos –profesionales y familiares-, compañeros, organización, actitudes, metodologías,
etc.).
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Cuando pensamos y/o hablamos así, y consecuentemente procedemos y actuamos
erróneamente desde esa perspectiva, estamos manifestando (en mayor o menor grado)
que:
• Considerando, desde esa perspectiva, que ese cambio va a depender, sobre todo,
de un tratamiento farmacológico o de una intervención familiar.
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5.1 Medidas organizativas a nivel del centro
Los momentos adecuados para poner en marcha estas medidas educativas preventivas
son cuando se elaboran los documentos del centro (Proyecto Educativo y Reglamento de
Organización y Funcionamiento).
• Aulas de la calma: se crea un rincón o aula donde pueda asistir los alumnos para volver a
la calma después de un episodio de crisis o conflicto.
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• Tutoría de iguales: Para el alumno con problemas de conducta es muy recomendable que
sea tutorizado por algún alumno o alumna que le ayude a controlarse o a motivarse hacia el
logro.
• Adulto de referencia: Un profesor aceptado por el alumno y que sea percibido como
“alguien al que importo”, pero que combine la firmeza con el afecto. La calidad del contacto
tiene que permitir al alumno afrontar la realidad existente y empezar a trabajar sus
dificultades. Demostrar al alumno que se preocupa por él y se interesa para su bienestar.
Sentar de tal forma que se mantenga el contacto visual con el alumno. Escuchar al alumno y
tratar de entender su percepción. Enfocar el proceso educativo en su conducta presente, no
en su conducta histórica. Aceptar los sentimientos expresados por el chico, pero no explorar
la motivación inconsciente. Preguntar ¿qué?, ¿cómo?, y ¿quién?, pero limitar las preguntas
de ¿por qué? No sermonear, moralizar ni formular juicios de valor sobre el comportamiento
del alumno. Ayudar al alumno a crear un plan práctico para aumentar su conducta
responsable.
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• Organizar el centro con períodos de supervisión por parte de un adulto en el grupo
del alumnado con trastorno de conducta (recreo, pasillos, comedor, biblioteca…).
• Inicio y final de la clase: comenzar las sesiones dando tiempo para organizar el día y las
clases, muy importante la estructuración del material y finalizar la sesión con 5 minutos
para preparar la tarea, agenda y un clima de relajado de despedida.
• Crear un clima de baja tensión: hablarle sin brusquedad, anticiparle las consecuencias
naturales de su comportamiento (por supuesto evitando las amenazas), ignorar las
conductas menos disruptivas, presentar la conducta alternativa correcta, utilizar refuerzos
variados tanto sociales como de actividad…
• Priorizar desde la Programación de Aula y, por parte del equipo docente o la mayor parte
de él, contenidos curriculares que favorezcan el desarrollo socioemocional del alumnado.
Estos contenidos deben desarrollarse en el aula ordinaria de forma sistemática para
favorecer su generalización en otros contextos. Ejemplo: técnica del cariñograma.
• La inclusión en los Proyectos Curriculares y en las programaciones de aula, de contenidos
de enseñanza y aprendizaje, y metodologías que respondan a las necesidades educativas
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típicas del TGC: funciones ejecutivas, procesos cognitivos básicos como los atencionales y
metacognitivos, desarrollo de hábitos de organización, orden y planificación, adquisición
de autocontrol.
• Elaborar conjuntamente con el alumnado las normas del aula, donde se especifique con
claridad formas concretas de respetar a los demás, así como los procedimientos para
ayudar a hacerlo (aviso, cambio de sitio…).
• Ubicación en el aula: facilitar el control de su atención, permitir trabajar en periodos cortos
con algún otro compañero y/o proporcionar apoyo, etc.
• Asignar responsabilidades entre los alumnos del grupo y adjudicar las que son más
adecuadas para que alcance sus objetivos prioritarios.
• Realizar trabajos en grupos interactivos y/o cooperativos.
• “Rincón o espacio de la calma” Tener preparado un lugar separado con el fin de que el
alumno pueda trabajar más concentrado sin molestar a los demás (intentando controlar
los movimientos, dándose autoinstrucciones en voz baja…).
• Músicoterapia.
• Técnicas de Midfullness o relajación.
• Plan de Acción Tutorial: Actividades que promueven la educación en valores y una actitud
positiva hacia las diferencias individuales. Alguno de los programas que se pueden incluir
en el P.A.T.:
• Programas de modificación de la conducta: el alumno que sufre este trastorno,
no reacciona de forma positiva al castigo.
• Programas de educación emocional: reconocimiento y expresión adecuada de
emociones, regulación emocional, control de la ira, tolerancia a la frustración,
desarrollo de la empatía.
• Programas de entrenamiento socio-cognitivo: dirigidos especialmente al
entrenamiento en atribuciones y resolución de problemas.
• Programas de entrenamiento en asertividad y habilidades sociales: hacer una
crítica, negociar, pedir un favor, comportamientos de ayuda y resistencia a la
provocación.
• Programas de educación moral y de valores: ofrecer una educación moral y de
convivencia pacífica, para contrarrestar el ambiente hostil en el que en muchas
ocasiones crece el alumnado que padece estos trastornos comportamentales.
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5.2 Orientaciones educativas a nivel individual
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• Asegurar en todo momento que
entiende la relación entre su
comportamiento y las
consecuencias, tanto positivas
como negativas.
• Ayudarle a interpretar
correctamente las situaciones
conflictivas, detectar ideas
erróneas y promover y apoyar en
su cambio, guiándole (modelado,
role play, dinámicas de grupo,
etc.) para que identifique
explicaciones alternativas y
formas más adaptadas de
responder.
• Aumentar y mantener la motivación:
o Comenzar proponiendo actividades en las que se sienta competente,
proporcionándole, de esta forma, experiencias de éxito.
o Secuenciar las actividades graduando su nivel de dificultad.
o Comenzar con recompensas inmediatas que se van demorando.
o Retroalimentar con frecuencia sus conductas.
o Comenzar por los premios y no por los castigos.
o Recordar con frecuencia qué puede conseguir con su esfuerzo, así como
actuaciones pasadas en las que tuvo éxito.
o Llevar un autorregistro de cumplimiento de objetivos.
o Proporcionar ocasiones en las que pueda elegir entre distintas actividades,
en el orden en el que las realiza, el modo de hacerlas…
o Las correcciones que se le hacen son claras y nos aseguramos que
comprende el motivo por el que se le hacen. En ningún caso se le contesta
con tonos inadecuados.
o Evitar hacer juicios de valor y compararle con los compañeros.
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• En relación con las consecuencias de las conductas problema:
o Las consecuencias deben ser “naturales”, es decir relacionadas
directamente con la conducta problema, cuidando en todo momento la
proporcionalidad.
o Valorar la posibilidad de que incluyan la reparación del daño o estén
relacionadas directamente con él.
• Estudiar la estructura del grupo (sociograma), e incluirle en un subgrupo que
facilite su integración en la clase. Por ejemplo: Técnica del Círculo de amigos.
• Posibles adaptaciones metodológicas:
o Participar en una o varias materias en grupos cooperativos.
o Participar en grupos interactivos y apoyar su relación con los compañeros
cuando trabaja en grupos pequeños dentro y fuera del aula con modelado,
guía verbal, comentando posteriormente cómo se ha trabajado en grupo,
retomando las atribuciones que ha hecho…
o Utilizar estímulos visuales que atraen y mantienen su atención: esquemas,
mapas conceptuales.
o Estructurar las actividades en el tiempo: ordenándolas, dando un tiempo
individual para cada una de ellas, preparando previamente los materiales…
o Concretar en cada área cuáles son los refuerzos de actividad más eficaces,
con el fin de programarlas a continuación de otras tareas que le supongan
mayor esfuerzo.
• Participar en actividades extraescolares que se realizan en el propio centro y
adecuadas a sus características.
• En relación con el control de estímulos para facilitar la atención:
o Ubicación en el aula: cerca del profesor o en un lugar con el menor número
de estímulos distractores (lejos de la ventana y de la puerta, en las
primeras filas, apartado de otros compañeros inquietos…).
o Acordar con él una clave/señal que favorezca que focalice la atención
cuando veamos que comienza a distraerse.
o Acotar un tiempo para las tareas.
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o Programar la realización de tareas que requieran un esfuerzo mental
después de periodos de movimiento motor intenso (Recreos, clase de EF,
deportes…)
o Programar la realización de tareas que requieran esfuerzo mental después
de periodos de movimiento motor intenso (recreos, clases de EF,
deportes…).
o Alternar tareas de alto interés con otras que le cuestan más esfuerzo.
• Respecto a mejorar el autocontrol:
o Dividir las tareas en pequeños pasos incluyendo momentos de desahogo
en los que se descanse tras un periodo de trabajo intenso.
o Formular las órdenes de forma breve, clara y sencilla.
o Fomentar el empleo de las autoinstrucciones.
o Proporcionar instrucciones por escrito para ayudarle a realizar la tarea.
o Permitir que se levante cuando y con la frecuencia que el profesor
considera (“Respiro motor”).
• Uso de la mesa de sosiego.
• Trabajar la relajación o mindfulness dentro de la rutina de clase.
• Práctica reeducativa: reparación del daño
• Ruedas de auto instrucciones y autocontrol emocional
• Programas específicos de conducta: control de la ira, enfado, emociones, etc
• Programa de funciones ejecutivas
• En relación con la evaluación.
o Fraccionar la tarea, dándole instrucciones para que empiece por las
preguntas que mejor se sabe y por las más cortas.
o Utilizar el reloj para ajustar el tiempo a cada fracción de tarea.
o Evaluar utilizando diferentes modalidades (orales, escritas, trabajos…).
o Reducir el número de preguntas, se le pone una por hoja y se le asigna un
tiempo a cada una de ellas.
o Utilizar un número reducido de hojas o se le proporcionan
progresivamente.
o Realizar evaluaciones cortas y frecuentes.
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Con estos alumnos no debemos focalizar el trabajo en las áreas instrumentales,
sino que se tendrá que priorizar las necesidades que los caracterizan: déficit de funciones
ejecutivas, control conductual e integración social.
- Extinción.
- Tiempo fuera.
- Costo de respuesta.
- Sobrecorrección.
- Castigo.
- Saciación.
- Moldeamiento.
- Modelado.
- Encadenamiento hacia atrás.
- Refuerzo positivo y negativo.
- Economía de fichas.
- Contrato de conducta.
3) Técnicas cognitivas
- Autoinstrucciones.
- Detención del pensamiento.
- Resolución de problemas.
- Reestructuración cognitiva.
Estas técnicas no son excluyentes sino complementarias entre sí, siendo necesario
un conocimiento de ellas para saber en qué momento o situación es mejor utilizar cada
una de ellas.
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❖ SEGUIMIENTO DE LA INTERVENCIÓN
Una vez que logramos que desaparezcan conductas desajustadas e instaurar otras
más adaptadas, debemos procurar la generalización a cualquier situación, sustituyendo
las circunstancias artificiales articuladas durante la intervención por otras más naturales
y espontáneas.
Es por todo ello que la intervención no debe ir únicamente dirigida al alumno, sino
también a modificar ciertos factores del contexto que pueden estar propiciando y
manteniendo las conductas desadaptadas.
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❖ AJUSTES Y/O ADAPTACIONES CURRICULARES EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA-
APRENDIZAJE.
Los ACNEAE por TGC van a precisar una serie de ajustes o adaptaciones a nivel
curricular, que deben ser recogidas en su correspondiente informe psicopedagógico,
Según detalla el Decreto 228/2014 de Atención a la Diversidad de la CCAA de
Extremadura:
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pueden ser trabajados desde el PAT o a través de los maestros especialistas en PT y AL.
Para esta medida se requiere la Resolución favorable de la Administración.
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❖ PROTOCOLO INDIVIDUALIZADO ANTE CRISIS CONDUCTUALES
- Qué hacer si la problemática supera las posibilidades del centro (concretar en qué
situaciones se realizará la contención física y cuándo se demandará la presencia urgente
de un familiar o de los servicios médicos).
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El protocolo debe recoger varias y muchas veces reforzante. Por ello sólo
fases, que van desde la prevención hasta se activará en situaciones estrictamente
el aislamiento del alumno en un lugar necesarias, con el objetivo de atender al
discreto para que se tranquilice, y las alumno que ha entrado en crisis y
actuaciones a realizar en cada momento. minimizar el impacto en el resto de la
comunidad educativa.
Una vez elaborado el protocolo
debe darse a conocer a todo el personal
del centro, intervengan o no
directamente con el alumno, ya que una
crisis conductual puede aparecer en
cualquier espacio del centro. Familia e
inspección deben ser informados de la
existencia de este protocolo.
❖ CONTENCIÓN FÍSICA
Se aplicará sólo cuando sea necesario, para prevenir una lesión inminente,
empleando técnicas específicas para evitar lesiones en el propio alumno o en quien aplica
la contención, técnicas que serán adquiridas a través de una formación específica.
Actualmente los centros de profesores y recursos (CPR) suelen ofertar cursos con este
objetivo.
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6. EL PAPEL DE LA FAMILIA
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Algunas pautas educativas para la familia:
• Aceptar a los hijos tal como son, con sus cualidades y limitaciones, sin generar
expectativas poco ajustadas.
• Emplear un estilo educativo democrático basado en el respeto, el afecto y la
no permisividad, evitando la sobreprotección y el abuso de castigos.
• Prestar atención cuando presente conductas adecuadas y reforzarle de forma
proporcionada, evitando por lo general incentivos materiales.
• Centrarse en las conductas y no utilizar características personales cuando nos
dirijamos a nuestro hijo, evitando comentarios negativos, y explicándoles la
conducta deseable que esperamos.
• Establecer normas y límites claros, con consecuencias consensuadas y
aceptadas en el caso de que estas no se cumplan, equilibrando el sistema de
premios y castigos en el hogar.
• Incrementar su autoconfianza y autoestima reconociéndole los progresos y el
esfuerzo, reforzándole con muestras de cariño y afecto, haciéndole ver que
nos sentimos orgullos de ellos.
• Ayudarles a reconocer e interpretar los sentimientos, los comportamientos
de los demás y los suyos propios.
• Mantener calma y hablarle en un tono adecuado, sin mostrar inquietud,
temor o rechazo. Nuestros hijos tenderán a imitarnos.
• Disponer de un ambiente tranquilo, estructurado, predecible mediante
rutinas (horarios, hábitos básicos incluido el de estudio y tiempo de ocio…).
• Exigirle pequeñas responsabilidades en el hogar y esfuerzos que pueda
asumir de forma sistemática, apropiados a su edad, le ayudaran a hacerse
autónomo y responsable.
• Dedicar un tiempo diario para escuchar los problemas del niño y a realizar
alguna actividad agradable para la familia.
• Establecer una relación positiva y de colaboración con el Centro educativo.
Muy importante evitar hablar mal del centro y de los profesores.
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• Establecer un seguimiento por los servicios médicos y aplicar el tratamiento
farmacológico, en caso de ser prescrito, en tiempo y forma indicados.
• Aceptar la ayuda ofrecida por parte de los Programas de atención a Familias
en el caso de ser derivados a dicho servicio por el Equipo de Orientación de
TGC o EOEP General.
• Acudir al CADEX y SEPAD si se les orienta a ello tras la evaluación
psicopedagógica realizada, para valorar grado de discapacidad y necesidad de
tratamiento de Atención Temprana o Habilitación Funcional.
7. RECURSOS DE INTERÉS
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❖ DIRECCIÓN PROVINCIAL DE EDUCACIÓN DE CÁCERES
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❖ EQUIPO DE SALUD MENTAL INFANTO- JUVENTIL DE PLASENCIA
- CADEX BADAJOZ.
- CADEX CÁCERES.
-Programa de Intervención Social y Terapéutica con menores que ejercen violencia Física,
Psicológica y/o sexual.
C/ Pintor Luis de Morales, N.º 8 CP: 06800 Mérida
Teléfono: 924 33 10 54
Email: csmerida@fmyv.org
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❖ ASOCIACIONES EXTREMEÑAS FEAFES-CALMA.
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8. BIBLIOGRAFÍA
- American Psychiatric
Association (APA) (2018). Manual
diagnóstico y estadístico de los
trastornos mentales. DSM-5 (5º edición).
Editorial médica Panamericana.
40
- Fernández, Mª. P. (2009). Los estilos educativos de los padres y madres. Innovación
y experiencias educativas, nº 16, marzo (1-9) Disponible en: <http://www.csi-
csif.es/andalucia/modules/mod_ense/ revista/pdf/Numero_16/PILAR_FERNANDEZ_2.PDF>
(consulta: 16 de diciembre de 2010)
- Fernández, I. (Coord.) (2001). Guía para la convivencia en el aula. Barcelona:
Cisspraxis.
- Fernández, E. y Olmedo, M. (1999). Trastorno del comportamiento perturbador.
Madrid: UNED-FUE. Fernández, A. y Muñoz, L.
- González G,E. (1993). La escuela instrumento de socialización o marginación.
SUGRAM. Nº 427, pp. 15-22.
- Mena Pujul, B y otros. (2006) TDA con o sin hiperactividad. Fundación ADANA.
Editorial Mayo.
- Muñoz, J.A. y Rodríguez, P. La respuesta educativa al alumnado con alteraciones
graves de la conducta en ESO. Madrid.
- Pundik, J. (2006). El niño hiperactivo, déficit de atención y fracaso escolar. Guía para
padres y docentes. FILUM.
41
- Siegel, D. y Payne, T. (2012). El cerebro del niño.
12 estrategias revolucionarias para cultivar la
mente en el desarrollo de tu hijo. Alba editorial.
- Vaello, J. (2011). Como dar clase a los que no quieren. 1º Edición. Graó.
Barcelona.
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Esta guía ha sido elaborada por miembros del EOEP específico
de Trastornos Graves de Conducta de Badajoz mediante un grupo
de trabajo reconocido por el CPR de Badajoz, en el curso
académico
2019-2020.
ISBN: 978-84-09-44767-1
Formato: Digital
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