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Ensayo

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UNIVERSIDAD AUTÒNOMA DE GUERRERO

PREPARATORIA NO.29

“EMILIANO ZAPATA”

ENSAYO SOBRE EL LIBRO (CAZADORES DE MICROBIOS)

NOMBRE DE LA MATERIA: INVESTIGACIÒN 1

NOMBRE DEL MAESTRO: VÁZQUEZ SALAS MARIA DEL ROCIO

NOMBRE DEL ALUMNO: JORGE ALBERTO NAVA RANCHITO

TURNO: M.T

GRUPO: 503
FECHA: 21/09/22
INTRODUCCIÒN
Hace mucho tiempo la humanidad no hizo muchos avances
científicos como hoy en día, sino que se adaptaron a las teorías
que escuchaban sin cuestionar de donde provenían estas.
Hubo un grupo de investigadores que no estaban conformes con
las teorías planteadas y pensaron que era necesario comprobar por
sí mismos de donde provenían y que fundamentos tenían.
Este grupo dio origen a la Real Sociedad de Inglaterra, en ella
destacaron el gran físico químico Isaac Newton y Roberto Boyle.
Los microbios son algo maravilloso, son pequeñísimos organismos
que pueden estar dentro de nuestro cuerpo y nosotros no, nos
daríamos cuenta, pero como es posible que un microbio cien mil
veces más pequeño que la cabeza de un alfiler pueda llegar a
causar la muerte de los seres vivos en cazadores de microbios.

DESARROLLO
Anthony Leeuwenhoek fue un holandés que hace 250 años fue el
primero en asomarse a un mundo nuevo de especies y de seres
diminutos y desconocidos. Anthony Leeuwenhoek nació en Delft,
Holanda. Despertó en él una extraña afición a tallar lentes, había
oído decir que fabricando lentes de un trozo de cristal transparente
se podían ver las cosas de mucho mayor tamaño.
Pasados los años Anthony Leeuwenhoek provocaba la burla de los
habitantes de Delft; sin embargo, había en Delft un hombre que no
se burlaba de Leeuwenhoek, llamado Regnier de Graaf,. El
descubrimiento más grande llevado a cabo por Anthony
Leeuwenhoek se dio cuando manipulaba un tubo de cristal e
intentaba darle la forma de un cabello, Anthony Leeuwenhoek
quedó maravillado de lo que se mostró frente a él, bichos
pequeños, pequeñísimos, mil veces más pequeños que los bichos
que vemos a simple vista.
Volvió a observarlos y distingue distintos tipos de especies, una
más grande y ágil que la otra. Leeuwenhoek murió en el año de
1723, no sin antes haber establecido las bases de la bacteriología
moderna y convertirse en el primer “cazador 21 de microbios

Seis años después de la muerte de Leeuwenhoek, no hubo nadie


que se ocupara en serio de los estudios que aquel holandés dejó,
en 1729 nació en Scandiano, Italia; un hombre que también dejaría
grandes aportes en el mundo de la microbiología: Lázaro
Spallanzani.En esa época se acostumbraba creer en la generación
espontánea y los mismos animalillos de Leeuwenhoek eran objeto
de controversia, era desconocido hasta entonces el origen de esos
seres y se creía que provenían de la generación espontánea.
Lazzaro Spallanzani negaba la posibilidad de que existiera la
generación espontánea, y leyó un libro que demostrara
experimentalmente como la generación espontánea era un hecho
ciertamente falso.
Lazzaro Spallanzani demostró que los pequeños animales podían
sobrevivir sin aire. Durante los siguientes años de su carrera se
dedicó a responder a una de los interrogantes que surgieron
alrededor de estos bichos como fue ¿de dónde surgen?; para esto
su refirió sus dudas de Saussure que hacía constar que cuando
encuentran juntos dos de estos seres, se trata de un animal adulto
que se está dividiendo en dos nuevos animales.
En una placa de cristal bien limpia puso, con todo cuidado, una
gota de infusión de semillas saturadas de animales, y con un tubo
capilar depositó, al lado de la primera, pero sin que se tocasen otra
gota de agua destilada, exenta por completo de los animales.
Hizo importantes experimentos, puso a prueba todas las teorías
hasta ese momento existentes, descubrió que todo microbio por
pequeño que fuese tiene antepasados vivos y el efecto mortífero
que las altas temperaturas provocan en ellos. Convirtió la
bacteriología en ciencia respetable. Pasteur nació en Arbois,
Francia; en el año de 1822. Cuando tenía 25 años descubrió que
existían 4 tipos de ácido tartárico y no sólo 2, y que en la
Naturaleza hay variedad de compuestos extraños exactamente
iguales.
Tiempo después, en Lila, un destilador de alcohol, Monsieur Vigo
fue a visitarlo para pedirle que le ayudara con unas dificultades de
fermentación que este tenía. Fue a la destilería y olfateo las cubas
que no daban alcohol, tomó muestras de la sustancia grisácea y
viscosa y las puso en frascos para transportarla al laboratorio, sin
olvidar recoger cierta cantidad de cantidad de pulpa de remolacha
de las cubas sanas en fermentación que producían cantidades
normales de alcohol. Volvió al laboratorio y examinó la sustancia
procedente de las cubas sanas; y vio que estaba llena de glóbulos
diminutos de color amarillento, y en cuyo interior había enjambres
de curiosos puntos en continua agitación.
Al observar al microscopio se dio cuenta de que esas esferas
estaban agrupadas unas en racimos y otras en cadenas, y
después, miró como salían yemas de sus paredes. Tomó el frasco
que contenía la sustancia procedente de la cuba enferma, lo olió, lo
examinó y descubrió unas motitas grises pegadas a las paredes del
frasco y otras cuantas flotando en la superficie del líquido. Separó
esas motitas y las examinó al microscopio y observó grandes
masas móviles y enredadas de cadenas de botecitos, agitados por
una vibración incesante y extraña. Pasteur creía que estos
bastoncillos eran fermentos del ácido láctico.
Pasteur realizó raros experimentos con una duración de tres años.
Luis Pasteur; para entender su trascendencia es preciso conocer
sus fracasos, pues carecía de los métodos para lograr cultivos
puros, lo que le demandaba una infinita paciencia. Encontró y atacó
los microbios del carbunco y realizó importantes investigaciones
sobre la hidrofobia logrando curar a un joven mordido por un perro
rabioso. En los años entre 1860 y 1870, un joven Roberto Koch
estudiaba medicina en la Universidad de Gotinga.
El carbunco era por aquel entonces una enfermedad misteriosa
que mataba vacas y ovejas. Koch examinaba la sangre de las
vacas muertas por carbunco, ponía gotas de la sangre negra entre
dos láminas de cristal muy delgadas y perfectamente limpias; un
día, al mirar por el microscopio, vio entre los diminutos verdosa
unas cosas extrañas, que parecían bastoncitos cortos y poco
numerosos, que flotaban agitados por un ligero temblor entre los
glóbulos sanguíneos; otras veces aparecían engarzados como
fibras largas, mil veces más tenues que la seda fina. Y dejó de
estudiar animales enfermos y se dedicó a los que estaban
perfectamente sanos donde no había un filamento, ni un bacilo,
pero no sabía si estaban vivos, crecían o se multiplicaban. Infectó a
los ratones de su laboratorio con la enfermedad y a la mañana
siguiente regresó a su laboratorio encontró a los animales
muertos, disecó al animal y le extrajo el hígado y los pulmones,
registrando de paso todos los rincones. Encontró los mismos
microorganismos.
Koch observó cómo los pequeños bacilos se convierten en esporas
que podían transportarse de un lugar a otro y determinó cómo era
que los animales sanos eran contagiados.
Koch quería descubrir un procedimiento que le permitiese obtener
cultivos puros de los distintos microbios.
Koch tenía la base de que una sola especie de microbio generaba
una enfermedad determinada. Por último, concluyó que las
personas se contagian de tuberculosis inhalando el polvo del aire
con gotitas de esputo de los enfermos de tuberculosis.
Koch fue el hombre que demostró que los distintos microbios son
los causantes de determinadas enfermedades, el hombre a quien
la técnica de la “caza de microbios” debe su precisión científica, el
hombre que actuó durante el período heroico de la Ciencia
llevándola a las más altas cumbres.
Poco después de 1888, Emilio Roux, el ayudante de Pasteur,
descubrió que el bacilo de la difteria destila un veneno extraño, en
esta época la frecuencia era tanta que el 50% de las personas
enfermas moría sin remedio.
Loeffler examinó un niño muerto tras otro; rebuscó en todos los
rincones y ensayó cultivar los bacilos en estado de pureza. Pero de
todos los sitios donde buscó no encontró microbios más que en las
gargantas obstruidas por las membranas y siempre vio los mismos
bacilos en forma de maza.
Roux inició a partir de los principios de Loeffer, acompañado de
Yersin fueron al hospital de niños y hallaron el mismo bacilo, lo
cultivaron en matraces y empezaron a inyectar grandes cantidades
de caldo de cultivo a innumerables pájaros y cuadrúpedos. El caldo
de cultivo diftérico paraliza a los conejos.
A los pocos días de recibir esos animales una inyección
intravenosa, pudieron observar cómo morían víctimas de una
parálisis. Ellos continuaron las investigaciones de sus maestros y
después de muchos experimentos lograron encontrar -con ayuda
de Federico Loeffler- la antitoxina diftérica. Elías Metchnikoff en
cierto modo fundador de la ciencia de la inmunidad. Su teoría fue
fundada en que nuestros cuerpos poseen células errantes que
destruyen a los microbios, a dichas células las llamó fagocitos.
Teobaldo Smith considerado capitán de los bacteriólogos
norteamericanos. Dedicó todo su empeño en luchar contra los
microbios y en dar esperanza a enfermos desahuciados. Descubrió
el porqué de la fiebre de Texas que sufría el ganado vacuno del
norte al ser trasladado al sur.

David Bruce tenía interés en estudiar los virus misteriosos que


estaban en África, donde además había centenares de moscas
garrapatas y mosquitos. La teoría de Bruce acerca de esto era que
las moscas tse-tsé deberían de infectarse de tripanosomas en
alguna otra fuente que no era el hombre, esta fuente era la sangre
de ciertas bestias; un día encontró tripanosomas en la sangre de
una vaca. A mediados de 1899, dos científicos habían demostrado
que solamente una especie de mosquito causaba el paludismo:
Ronald Ross y Battista Grassi se dedicaron a examinar al
microscopio la sangre de nativos afectados por el paludismo.
El microbio de esta enfermedad había sido descubierto en 1880 por
Laveran, pero Ross intentó descubrir el parásito con métodos
propios. Consiguió sacar sangre de hindúes palúdicos, pero no
encontró nada.
Los mosquitos chupan la sangre a los palúdicos; la sangre contiene
los parásitos, penetran en el estómago de los mosquitos y emiten
flagelos, los flagelos se desprenden y penetran en el cuerpo de los
mosquitos convirtiéndolos en una forma resistente parecida a las
esporas de carbunco. Los mosquitos mueren, caen al agua y las
personas beben el caldo de los mosquitos muertos.
Ahora tenían la certeza de que los mosquitos esparcen la
enfermedad del paludismo a sitios ectópicos y a personas que
jamás tuvieron contacto con la enfermedad.
Llegó a la conclusión que no eran los hijos de los mosquitos, sino
los mosquitos que habían picado a un palúdico los que transmitían
la enfermedad. Indicó a los habitantes de aquellas regiones que no
salieran durante las noches templadas sin llevar guantes gruesos y
velos de algodón, pues en verano los mosquitos se levantaban al
atardecer para alimentarse.
Ambos se vieron envueltos en una lucha por la fama, olvidando lo
importante de su aportación. La extinción de la fiebre amarilla fue
una gran lucha, lo cierto es que todo el mundo sabía la manera de
combatir la enfermedad, pero todos tenían una opinión diferente
acerca del modo de defenderse de ella.
Fumigar las sedas, telas y objetos de propiedad de las gentes
antes que abandonen la ciudad infestada de fiebre amarilla o
quemar estos objetos, para que el virus no se extienda. Tal era el
conocimiento hacia 1900, mientras que Carlos Finlay, de la Habana
tenía la teoría de que los causantes eran los mosquitos. Infectada
de fiebre amarilla, que pasó por un filtro de porcelana muy fina e
inyectó el líquido filtrado a 3 personas no inmunes y 2 de ellas
contrajeron fiebre amarilla. La fiebre amarilla era causada por un
microbio muy pequeño.
La idea de Ehrlich era matar los microbios, habría que hacerlo con
una bala mágica, por ello logró transformar una droga en un
producto que logró salvar la vida de los hombres.
Empezó tiñendo animales vivos, empezó intentándolo con azul de
metileno.
Inyectó un poco de azul en la vena auricular de un conejo; vio
como el color se difundió por la sangre del cuerpo del animal
teniendo misteriosamente las terminaciones nerviosas. Tenía que
existir una sustancia que no se fije en ninguno de los tejidos del
cuerpo humano, pero que tiña y mate todos los microbios que
atacan al hombre.
El 31 de agosto de 1909 un conejo macho encerrado tenía en la
delicada piel del escroto 2 úlceras causadas por la rotura de
espiroquetas. Inyectaron en la vena auricular la solución del 606, al
siguiente día estaba totalmente curado.

CONCLUSIÓN
Podemos leer y aprender cómo se realizaron varios de los
descubrimientos que tuvieron importantes repercusiones en el
mundo. Desde la invención del microscopio por AntonVan
Leeuwenhoek nos hemos acercado a un mundo que antes era
desconocido y del que ni siquiera se sospechaba de su existencia,
pero que tiene gran influencia en la vida del planeta y en especial
en la salud humana.
Al descubrir el mundo de los microbios encontramos la causa de
muchas de las enfermedades que por siglos han dejado a la
humanidad, de las cuales se tenía poco conocimiento.
Los microbios han sido asesinos silenciosamente, han tomado en
sus manos las vidas de los seres humanos y animales, sin importar
raza, sexo o posición social.
Paul de Kruif médico bacteriólogo nos relata la vida de catorce de
los más grandes aportadores a la ciencia de la bacteriología y que
con sus diversos descubrimientos han mejorado la calidad de la
vida humana y también la animal a través de la investigación de
diversos fenómenos que llamaron su atención, y que de cierta
forma despertaron su curiosidad, de la investigación y la búsqueda
de la verdad, Y si bien varios de estos descubrimientos fueron
realizados mediante experimentos meticulosos y precisos, muchos
otros fueron producto de la suerte que juega también un papel
importante a la hora de realizar descubrimientos.

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