Aplicación de La Norma Os-Lopez
Aplicación de La Norma Os-Lopez
Aplicación de La Norma Os-Lopez
Reconocimiento de campo.
Es indispensable para el diseñador realizar el recorrido del trazado del camino,
poniendo atención en todos los elementos que identifican los cruces de los cursos de
agua por la vía propuesta. Lo más adecuado es hacerlos durante el período de lluvia en
donde las evidencias son mayores, sin embargo, en el período seco también se pueden
observar señales de los cruces de agua como son socavación, erosión, deposición de
sedimentos y materiales de arrastre, etc. Asimismo, el estudio de reconocimiento de
campo permite identificar y evaluar los sectores críticos actuales y potenciales, de
origen hídrico como deslizamientos, derrumbes, erosiones, huaycos, áreas inundables,
asentamientos, etc. que inciden negativamente en la conservación y permanencia de la
estructura vial (carreteras y/o puentes).
Por otro lado, el estudio de reconocimiento de campo permite localizar y hacer el
estudio correspondiente de todas las cuencas y/o microcuencas, cuyos cursos naturales
de drenaje principal interceptan el eje vial en estudio.
Aspectos hidrológicos.
Dado que el país tiene limitaciones en la disponibilidad de datos ya sea hidrométricos
como pluviométricos y la mayor parte de las cuencas hidrográficas no se encuentran
instrumentadas, generalmente se utilizan métodos indirectos para la estimación del
caudal de diseño.
De acuerdo a la información disponible se elegirá el método más adecuado para obtener
estimaciones de la magnitud del caudal, el cual será verificado con las observaciones
directas realizadas en el punto de interés, tales como medidas de marcas de agua de
crecidas importantes y análisis del comportamiento de obras existentes.
De acuerdo al PAS-DANIDA (2004). Los estudios hidrológicos permiten determinar el
caudal de diseño de la estructura, el cual está en correspondencia con el tamaño y
características de la cuenca, su cubierta de suelo y la tormenta de diseño.
Determinación del área de drenaje de la cuenca.
El trazado del área de drenaje de una cuenca debe partir del sitio de localización de la
estructura propuesta. Lo primero que debe hacerse es el trazado de la red de drenaje, en
un papel o lámina transparente, repintar los diferentes cursos de agua que pertenecen al
cauce en estudio. Los cursos del agua se trazan siguiendo la parte cóncava de las curvas
de nivel hacia arriba. La red hidráulica definirá los límites de la cuenca.
El trazado de la parte agua se inicia a partir de la estructura propuesta, el procedimiento
del dibujo es opuesto al de la red hídrica, la línea de parte agua se traza siguiendo el
medio de la forma convexa de las curvas de nivel cuando se aumenta de elevación y en
el medio de las formas cóncavas de las curvas, cuando se baja de altura.
Determinación del área de drenaje de cada colector
El trazado de la red de alcantarillado pluvial sigue la topografía del terreno y la
dirección de las escorrentías, de acuerdo con las curvas de nivel de los planos
topográficos de la localidad. La determinación del gasto para el diseño de cada colector
se obtiene en función de su área aportadora, construyendo diagonales y bisectrices,
determinando así el área.
Donde:
T c= Tiempo de concentración en minutos.
El Método Racional.
Debido a su sencillez es uno de los más utilizados, este se basa en considerar que
sobre el área estudiada se tiene una lluvia uniforme durante un cierto tiempo, de
manera que el escurrimiento en la cuenca se establezca y se tenga un gasto
constante en la descarga. Este método permite determinar el gasto máximo
provocado por una tormenta, suponiendo que esto se alcanza cuando la
intensidad de lluvia es aproximadamente constante durante una cierta duración,
que se considera es igual al tiempo de concentración de la cuenca. La fórmula
racional se plantea como:
Q= C*I*A (m3/s)
Donde:
Q= Caudal superficial (m3/s)
C= Coeficiente de escorrentía (Adimensional)
I= Intensidad promedio de la lluvia (mm/h)
A= Área de la cuenca en km o Ha.
Áreas urbanas, el área de drenaje usualmente está compuesta de subáreas o
subcuencas de diferentes características superficiales. Como resultado, se re
quiere un análisis compuesto que tenga en cuenta las diferentes características
superficiales. Las áreas de las subcuencas se denominan como A, y los
coeficientes de escorrentía para cada una de ellas se denominan como C. La
escorrentía pico se calcula al utilizar la siguiente forma de la fórmula racional:
m
Q=i ∑ C j A j
j=1
1 n
R=1−(1− )
T
Donde:
n= Vita útil n años.